LA POLÍGLOTA COMPLUTENSE - instituto teológico diocesano de

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LA POLÍGLOTA COMPLUTENSE (1514-1517) 1.
José Mª Melero Martínez (UCLM; ITDA)
15 Enero 2015.
1) LA UNIVESIDAD CISNERIANA
En el Colegio Mayor san Ildefonso estudiaron: Nebrija, Quevedo,
Calderón, Lope de Vega, Tirso de Molina, Ignacio de Loyola, Cervantes. Fray
Diego Morcillo Rubio de Auñon (el Arzobispo y Virrey del Perú).
La Universidad del Cardenal Cisneros tenía varias edificaciones. A) el
patio de las Escuelas o Santo Tomás de Villanueva, b) el patio de los
Filósofos, c) el patio Trilingüe, d) El Paraninfo o Aula Magna, e) la capilla de
san Ildefonso donde se encuentra el sepulcro del Cardenal Cisneros en
mármol de Carrara.
En el Paraninfo se entregan todos los años los Premios Cervantes 2 .
2) LA PRIMERA POLÍGLOTA.
Don Luís Alonso Schökel ha escrito “La Políglota de Alcalá es un
monumento que se alza en medio de un paisaje, forma parte de él y se
remite a él” 3.
Alcalá es para el Cardenal Cisneros “solaz de la Iglesia de Toledo”,
“tranquilidad para el estudio y la investigación” el ambiente más apropiado
para crear la Universidad” 4.
“A quienes ejercieron su libertad con generosa entrega, tantas veces en oscuro silencio, nos capacitan
para vivir con Cristo” a Don Victorio Oliver Domingo por su contribución a los estudios de la Biblia y la
Teología, por la creación del Instituto Teológico Diocesano de Albacete (ITDA) y a su generosa donación
para la Biblioteca del Seminario Mayor de la edición facsímile de la Políglota Complutense.
2
ALVAR ESQUERRA, A., Historia de la Universidad de Alcalá, Alcalá de Henares 2010 una monumental
obra de más de mil páginas que nos pone al día sobre la historia de la Universidad.
3
ALONSO SCHÖKEL, L., “La Políglota Complutense en el Humanismo español” en: AA.VV., Anejo a la
edición facsímile de la Biblia Políglota Complutense, Fundación Bíblica Española-Universidad
Complutense de Madrid, Valencia 1987, p. 12.
4
PÉREZ, J., Cisneros el Cardenal de España, Taurus, Madrid 2014. Diccionario Bibliográfico Español;
TREBOLLE BARRERA, J., “La obra del Cardenal”, en: Anejo a la edición facsímile de la Biblia Políglota
Complutense, pp. 21-24.
1
1
“El 10 de enero de 1514 salía de la imprenta Arnao Guillén de Brocar el
primer volumen de la Biblia Políglota Complutense (de Complutum, nombre
latino de la ciudad de Alcalá). Este primer volumen, que en el orden general
de la obra es el quinto, contenía la primera edición impresa del Nuevo
Testamento (NT) griego, acompañada, en sinopsis paralela, de la Vulgata
latina. La obra completa comprendía seis volúmenes, cuatro dedicados al
Antiguo Testamento (AT), uno al NT y el último consagrado a un diccionario
hebreo-latino y a una gramática hebrea 5.
Los avatares del destino y de la historia que los recoge, no fueron
especialmente benévolos con esta magna obra. Como si de una carrera de
obstáculos se tratase, en diversos puntos de Europa se trabajaba a destajo
para verter por vez primera en moldes de imprenta la riqueza de la Biblia en
sus lenguas originales. El Cardenal Cisneros, gran promotor de la Políglota
alcalaína, no parecía tener prisa. Su proyecto comprendía la Biblia entera en
hebreo, griego, arameo y latín. Precisamente por ello, el primer volumen que
salió de la imprenta descansó en los depósitos de la imprenta a la espera de
verse acompañado por el resto de los volúmenes, cuya serie fue completada
el 10 de julio de 1517.
Los tres años de distancia entre el primer y el último volumen no
pasaron en balde. En febrero de 1516, Erasmo de Rotterdam publicaba su
edición impresa del Nuevo Testamento griego, que acabaría llevándose el
título de editio prínceps, además de un privilegio exclusivo de 4 años de
publicación por parte del emperador Maximiliano I de Habsburgo y del Papa
León X. La edición de Erasmo, basada en manuscritos bizantinos de baja
calidad, se convirtió desde entonces, y por más de dos siglos, en el textus
receptus. Sólo a partir de la segunda mitad del siglo XVIII los críticos se
dieron cuenta de que lo que circulaba como texto casi sagrado estaba lleno
de lecturas secundarias.
Parecido destino estaba reservado al texto hebreo de la Políglota. Los
judíos ya habían llevado a la imprenta la Biblia hebrea en 1488, en Soncino,
cerca de Milán. Sin embargo, fue en los talleres de Alcalá donde los
cristianos usaron por primera vez los caracteres hebreos para imprimir el
AT, esta vez acompañado del Talmud arameo. De nuevo, un proyecto
diferente se llevó la fama: entre 1516 y 1517 se publica en Venecia la Bíblia
JIMENEZ ZAMUDIO, R., “La Biblia Políglota Complutense” en: ALVAR ESQUERRA, A., Historia de la
Universidad de Alcalá, pp. 187-212; ALVAR EZQUERRA, A., “El Colegio de san Jerónimo o el Colegio
Trilingüe”, en: ALVAR ESQUERRA, A., Historia de la Universidad de Alcalá, pp. 215-222.
5
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Rabínica, la primera Biblia hebrea editada por católicos, acompañada por los
Targumin y comentarios medievales. Fue obra de Daniel Bomberg (impresor
cristiano) y Felix Pratense (judío converso), que consiguen también
privilegios papales de publicación.
Igual suerte corrió el texto griego de la Septuaginta Complutense. La
edición Aldina, que pasa por ser la editio prínceps de los LXX, fue publicada
en Venecia entre 1518 y 1519. Para entonces ya habían salido de la imprenta
los cuatro volúmenes de la Políglota de Alcalá que contenía todo el AT
griego. Las necesidades de esperar el imprimatur de Roma, retrasado por
los privilegios dados a otras ediciones, hizo que la obra completa no
comenzara a distribuirse hasta 1520.
Lo que la historia no ha hurtado a la Complutense es el privilegio de
ser la primera Biblia Políglota, un ambicioso proyecto que reúne una serie de
característica que lo hacen único en su género y pionero en tantos aspectos.
Merece la pena detenerse para describir dichos aspectos que contienen
sabias enseñanzas para nuestra época 6.
3. ENTRE LA SECUELA DE LAS HEXAPLAS DE ORÍGENES Y DE
LA HEBRAICA VERITAS DE JERÓNIMO.
Debemos hacer el esfuerzo de imaginación para remontarnos en el
tiempo hasta los primeros años del siglo XVI, situándonos en el mundo
católico occidental unificado por una lengua, el latín, y una Biblia, la Vulgata
de san Jerónimo. El gran proyecto editorial de Cisneros venía a perturbar el
plácido sueño de la versión latina que, habiendo nacido de un impulso
innovador (la tensión, en el AT, de la Hebraicas veritas), se había
acomodado en el rol, no de espejo, sino sustituta de los textos originales.
El proyecto de Jerónimo, por su parte, tuvo que enfrentarse con las
suspicacias, no exentas de argumentos, de grandes figuras de la Iglesia del
momento, a la cabeza de las cuales estaba el obispo Agustín. La tensión
entre el principio Hebraicas veritas, defendido por Jerónimo, y el de
apostolicidad de los LXX, enarbolado por Agustín, está detrás de una de las
polémicas (que debe buscarse en la correspondencia que ambos
CARBAJOSA, I., “A los 500 años de la Políglota Complutense” en: Estudios Bíblicos LXII (2014), pp. 7-13,
la cita pp. 8-9. Posteriormente publicado en el libro CARBAJOSA, I-GARCÍA SERRANO, A., (eds.), Una
Biblia a varias voces. Estudio textual de la Políglota Complutense, Universidad “San Dámaso”, Madrid
2014, pp. 15-42.
6
3
mantuvieron) más constructivas para la reflexión sobre las cuestiones del
texto y del canon 7.
“San Jerónimo aparece en primer lugar como el ejemplo de la vida
ascética, luego del cultivo del humanismo por su conocimiento de la
literatura clásica y su amor a Cicerón, finalmente por su retorno a la veritas
hebraica del Antiguo Testamento y a veritas graeca del Nuevo Testamento.
Los humanistas venerarán en él a su santo protector, contrapuesto
secretamente a Agustín, acusado de platonismo, y a santo Tomás, acusado
de aristotelismo, es decir, antepondrán la palabra de Dios en su lengua
original (Biblia hebrea AT y griega NT) a la traducción en otras lenguas
(LXX y la Vulgata), y a su exposición por los que comentan sus contenidos
(teología), considerándola superior y normativa para todo lo demás y todos
los demás. El león de san Jerónimo ornará innumerables retablos, esculturas
y fachadas de España, a la vez que sus Cartas serán la lectura obligada en
todos los cenobios especialmente femeninos” 8.
El proyecto de Cisneros no se libra de la polémica. Cuenta Alvar
Gómez de Castro, cronista del Cardenal, que a Antonio Nebrija le preguntó
un religioso, probablemente un dominico nervioso por los rumores sobre un
proyecto que relativizaba el valor de la Vulgata, por “los que se atreven a
corregir los libros sagrados y a enmendar la plana al Espíritu Santo”.
Nebrija, principal colaborador del Cardenal, respondió: “Aquí no queremos
enmendar la plana al Espíritu Santo, sino limpiar la que el Espíritu Santo
escribió de las manchas y borrones con que la han afectado libreros y
copistas. Con ese intento ha reunido el Arzobispo de Toledo Francisco
Ximénez, unos cuantos hombres, que con el cuidado y respeto que piden
estas cosas procuran devolverles su antiguo esplendor”. Entonces intervino
airado el religioso y exclamó: “Y para eso han escogido un judío, un hereje y
un energúmeno”, aludiendo a Pablo Coronel (judío converso), Antonio Nebrija
(dado a corregir la venerable Vulgata) y López de Zúñiga (un empedernido
polemista) 9.
Las tres lenguas del titulus crucis:
“La lengua hebrea la lengua de la salvación anunciada; el griego la
lengua de la sabiduría; el latín la lengua del poder romano” (Nebrija).
CARBAJOSA, I., “A los 500 años de la Políglota Complutense” pp. 9-11.
GONZÁLEZ DE CARDEDAL, O., El rostro de Cristo, Monasterio de Santa María de Valvuena, Valladolid
2011, pp. 303-304.
9
CARBAJOSA, I., “A los 500 años de la Políglota Complutense”, pp. 11-12.
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8
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4. AD FONTES.
Encabezando toda la obra, se encuentra el prólogo en el que Cisneros
expone al Papa León X el contenido y finalidad de la Políglota. En él, el
Cardenal confiesa el interés que ha tenido por conseguir los manuscritos
bíblicos más antiguos en cada una de las lenguas, de modo que la obra
pudiera reflejar la riqueza de los textos originales, libres de los errores de
los copistas:
Maximan laboris nostri partem in eo praecipue fuisse versatam, ut (…)
castigatissima vetustissimaque exemplaria pro archetypis haberemus:
quorum quidem tam Hebraeorum quam Graecorum ac latinomum multiplicem
copiam variis ex locis non sine summo labore conquisivimus.
Los manuscritos más antiguos.
Sin miedo a exagerar, podemos decir que, también en el aspecto
textual, la Políglota Complutense se adelantó a su tiempo por su interés en
reunir los manuscritos más antiguos y llevar a la imprenta, a partir de ellos,
el texto más cercano al original. Desgraciadamente aquel interés, que
todavía fue heredado por Benito Arias Montano en provecho de su Biblia
Regia o de Amberes, acabó por perderse, al menos en España, y tardó mucho
en ser recuperado 10.
5. LA INTENCIÓN DIDÁCTICA DE LA POLÍGLOTA.
Una de la característica más notable de la Políglota de Alcalá es su
expresa voluntad didáctica. La Políglota concibe el latín como la gran llave
de acceso a los textos originales. Si nos detenemos en el volumen más
completo, el Pentateuco, las columnas hebrea, griega y aramea están
acompañadas por una traducción latina de modo que todo el que se acerca a
la Políglota (es decir, que sabía leer y conocía el latín) podía comprender lo
10
Ibid., pp. 13-15.
5
que estos textos decían, y compararlo con la versión bíblica conocida, la
Vulgata 11.
6. ACTUALIDAD DEL CONCEPTO “POLÍGLOTA”.
La Políglota Complutense tuvo se antecedente en la Díglota de
Orígenes 12.
Dentro de las Iglesias y confesiones cristianas, en especial dentro de
la Iglesia católica, se han levantado voces, en las distintas décadas, que
reclaman un mayor protagonismo para la Biblia griega Septuaginta, que
debería ser considerada, dicen, como la Biblia cristiana y, en gran parte, la
base textual de la citas del AT y NT. Una revalorización de los LXX,
concluirían otras voces, ayudaría a compensar el giro brusco que el
Occidente latino dio de la mano de la Hebraica veritas de Jerónimo o el
“panhebraísmo” de las versiones del AT en las lenguas modernas (incluidas
las litúrgicas) que prácticamente obvian la versión griega y la rica
interpretación patrística que parte de ella. ¿Deberíamos volver sobre la
versión griega? ¿Es realmente la Biblia cristiana? 13.
Además de aquellas dos tradiciones que han edificado la Iglesia en
Europa, existe una tercera tradición tan antigua como aquellas y de origen
apostólico, el siriaco (¡una forma de arameo, la lengua hablada por Jesús de
Nazaret¡), lee desde el principio el AT en la versión Peshitta (que traduce
desde el hebreo), posee una liturgia propia y ha dado a la Iglesia la sabiduría
de Afraates y san Efrén14.
En el caso del NT las cosas son bien distintas, dado que la poca
distancia entre la fecha en la que fueron escritos estos libros y sus
primeras atestaciones manuscritas haca más sencilla la identificación de un
texto cercano al original y, por ello mismo, permite aislar y relegar como
tales las ediciones tardías. También en este caso, los avances de la crítica
textual permitieron, no sin resistencias (pensemos en las críticas que
recibió K. Lachmann por imprimir un NT diferente del textus receptus),
Ibid., pp. 15-17.
Ibid., p. 17.
13
Ibid., pp. 20-21.
14
Ibid., p. 22.
11
12
6
abandonar el texto bizantino (una edición tardía crecida por adicción) y
caminar hacia un texto ecléctico 15.
La indicación de Cisneros es interesante: “consérvense los
manuscritos en la biblioteca, para uso de los estudiosos, pero no se impriman
en la Políglota” 16.
Resulta instructivo sacar conclusiones sobre la batalla que se sostuvo
(principalmente entre Cisneros y Nebrija) en torno a la columna central de
la Vulgata. Nebrija es partidario de corregir la Vulgata a partir del texto
hebreo. Cisneros defendió (e impuso finalmente su criterio) la originalidad y
personalidad propia de la versión de Jerónimo. En realidad ambos criterios
podían haberse aunado: bastaría con respetar la columna de la Vulgata e
incorporar a la columna hebrea una traducción interlineal. No fue el caso,
probablemente por razones más teológicas que técnicas (más allá del hecho
de que la Vulgata era una traducción del hebreo). Al prevalecer el criterio
de Cisneros, se mantuvo en la Políglota una versión, la Vulgata, que había
sido, y siguió siendo durante siglos, la Biblia de la cristiandad latina a sus
espaldas 17.
7. LAS POLÍGLOTAS POSTERIORES A LA COMPLUTENSE.
La segunda mitad del siglo XVI está marcada por la Reforma
protestante y por la reacción católica que culmina en el Concilio de Trento y
la reforma que impulsa. Dentro de esta reforma los padres conciliares
promueven la renovación crítica de las ediciones latinas y de los textos
originales, hebreos y griegos de la Biblia. Felipe II, preocupado por la
adaptación de Trento en su territorio va a ser el gran mecenas de un nuevo
proyecto de Biblia Políglota que recoge el legado de Cisneros.
En principio no pretendía ser más que una reimpresión de la Biblia de
Alcalá, cuya distribución había sido muy deficiente (amén de que una buena
parte acabara bajo el mar en un naufragio). Más adelante, ya bajo la
supervisión de Benito Arias Montano, se concibe una edición corregida y
ampliada de aquella. Se incorporan nuevos manuscritos a partir de los cuales
se verifican las lecturas complutenses. Se completa el Targum arameo para
los libros históricos, profetas y hagiógrafos (aprovechando el trabajo sobre
Ibid., p. 22.
Ibid., p. 23.
17
Ibid., pp. 23-24.
15
16
7
los manuscritos arameos que realizaron los editores de la Políglota y que
quedó depositado en la Biblioteca de la Universidad de Alcalá). Finalmente
se incorpora el NT siriaco y, en apéndice, una nueva traducción latina, muy
literal, del AT hebreo.
La nueva edición (1569-1572), conocida como Políglota de Amberes
(por su lugar de impresión, entonces bajo dominio español), o Biblia Regia
(por el decidido apoyo de la corona) será el eslabón decisivo para que el
trabajo de Cisneros se proyecte sobre la exégesis bíblica en los siglos
venideros. En efecto, la Políglota de Amberes ejercerá un gran influjo sobre
las Políglotas de París (1645) y Londres (1657), que a su vez, se constituye
en la base políglota de los estudios bíblicos durante un buen periodo 18.
8. CISNEROS Y BROCAR. UNA LECTURA TIPOBIBLIOGRÁFICA
DE LA POLÍGLOTA COMPLUTENSE 19.
El precio de la venta de la Biblia completa era de seis ducados y
medio de oro, según la tasa de los albaceas de Cisneros, pero curiosamente
Hernando Colón logró su ejemplar en Alcalá de Henares el 4 de noviembre
de 1523 por sólo tres ducados. Quizás el Colegio de san Ildefonso pudo
rebajar su precio para lograr una venta rápida. La Biblia no fue un éxito de
librería. Lo pone también de manifiesto el hecho de que seis o siete años
después de iniciarse la venta se proceda en el taller de Miguel de Eguía a
completar con un nuevo primer cuaderno los ejemplares todavía almacenados
con monto significativo para justificar la necesidad de tal actuación 20.
9. EL TEXTO HEBREO DE LA POLÍGLOTA COMPLUTENSE 21.
Ibid., pp. 24-25.
MARTÍN ABAD, J., “Cisneros y Brocar. Una lectura tipobibliográfica de la Políglota Complutense” en:
Estudios Bíblicos LXII (2014), pp. 33-73.
20
Ibid., p. 72.
21
CARBAJOSA, I., “El texto hebreo de la Políglota Complutense” en: Estudios Bíblicos LXXII (2014), pp.
75-102; FERNÁNDEZ TEJERO, E., “El texto hebreo” en: AA.VV., Anejo a la edición facsímile de la Biblia
Políglota Complutense, Fundación Bíblica-Universidad Complutense, Valencia 1987, pp. 25-32; TREBOLLE
BARRERA, J., “Significado y actualidad de una Biblia políglota: libros bíblicos transmitidos en varias
ediciones” en: Estudios Bíblicos LXXIII (2015), pp. 79-108 ponencia leída en la XXV Jornadas de la ABE “La
Biblia y sus textos. V Centenario de la Políglota” Alcalá de Henares 2-4 Septiembre 2014.
18
19
8
El Cardenal Cisneros llamó a los judíos conversos Alfonso de Zamora,
Pablo Coronel y Alfonso de Alcalá como responsables de la columna hebrea
de la Políglota. Se recoge así la tradición sefardí de lectura de la Biblia.
El que fueran judíos conversos suscitó no pocas suspicacias. “Un judío,
un hereje y un energúmeno” que quieren enmendar la plana al Espíritu Santo.
Sólo una semana separa la publicación de las 95 tesis de Lutero (31 de
octubre de 1517) y la muerte del cardenal Cisneros (8 de noviembre de
1517). El último tomo de los seis se publicó en Agosto de ese mismo año.
Imprimir una columna hebrea en una Biblia cristiana representa una
novedad sin precedentes en el mundo exegético, si exceptuamos la gran
obra de Orígenes, las Hexaplas, con una finalidad bien distinta de la
perseguida por el proyecto de Cisneros. La Políglota de Alcalá nace con el
deseo de acercar los textos originales, algo que no podía entenderse sin el
principio de Hebraica veritas que preside la traducción latina de Jerónimo.
En este contexto latino occidental, sin embargo, Cisneros da un paso
adelante, ya que, junto a la versión latina que viene del hebreo imprime el
mismo texto hebreo, favoreciendo, con una serie de instrumentos
didácticos, la comparación entre ambas columnas.
10. EL TEXTO GRIEGO DE SEPTUAGINTA EN LA POLÍGLOTA
COMPLUTENSE 22.
Los helenistas de Alcalá, bien conocidos por los estudiosos, hicieron la
edición griega de los Septuaginta.
No entramos aquí en la enumeración de los manuscritos que utilizaron
para la edición griega puede verse el documentado artículo de Natalio
Férnandez Marcos
23
.
La fortuna del texto griego de la Políglota de Alcalá ha sido diversa.
Fue utilizada por Arias Montano para la columna griega de la Políglota de
Amberes (1568-1572/3) e impresa también en la Políglota de París (1628SÁEZ-BADILLOS, A., “Hebraístas y helenistas complutenses”, pp. 15-20; FÉRNANDEZ MARCOS, N., “El
texto griego” pp. 33-42 en: AA.VV., Anejo a la edición facsímile de la Biblia Políglota Complutense;
FERNÁNDEZ MARCOS, N., “La Biblia griega en la historia y en la teología: el retorno a los Septuaginta”
en: Estudios Bíblicos LXII (2014) 467-482; FERNÁNDEZ MARCOS, N., “Políglotas y versiones. Luces y
sombras del biblicismo español en el siglo XVI” en: Estudios Bíblicos LXX (2012), pp. 89-107.
23
FERNÁNDEZ MARCOS, N., “El texto griego de los Septuaginta en la Políglota Complutense” en:
Estudios Bíblico LXXII (2014), pp. 103-117.
22
9
1645). Pero la Políglota de Londres (1653-1657) basó su texto griego en la
edición Sixtina del Códice Vaticano (1587) añadiendo las variantes del
Códice Alejandrino que había llegado a Inglaterra en 1627 24.
Nos indica además que la traducción de la Septuaginta se remonta a
originales hebreos muy antiguos y en ocasiones distintos del texto
masorético 25.
A todas la motivaciones de carácter científico felizmente vienen a
sumarse otra circunstancia particularmente querida: la del editar
críticamente y con las exigencias científicas del momento un texto que se
inserta en la tradición iniciada por aquellos pioneros que fueron los
helenistas de Alcalá.
11. EL TEXTO ARAMEO EN LA POLÍGLOTA COMPLUTENSE 26.
En esta columna colaboraron los judíos conversos Alfonso de Zamora,
Pablo Coronel y Alfonso de Alcalá los mismos que editaron la columna
hebrea.
La edición del Targum de Onqelos de la Políglota Complutense
representa la primera edición católica del Targum al Pentateuco.
Conclusiones 27: los manuscritos seleccionados por el cardenal
Cisneros para la Biblia Aramea de la Políglota de Alcalá “fueron muy antiguos
y muy fidedignos”. El cardenal en persona reclutó a Pablo Coronel y Alfonso
de Alcalá la real y luego se sumó Alfonso de Zamora.
En la traducción judía del tiempo de Jesús y de Flavio Josefo, el
arameo estaba englobado dentro del hebreo, como sucede en el NT, que
llama hebreo al arameo.
En la Políglota Complutense solamente se incluyó el texto arameo del
Targum Onqelos, en el volumen I.
Ibid., p. 115.
Ibid., p. 116.
26
DIEZ MERINO, L., “El texto arameo en la Políglota Complutense” en: Estudios Bíblicos LXXII (2014) pp.
119-160; MARTÍNEZ BOROBIO, E., “El texto arameo” en: AA.VV., Anejo a la edición crítica de la Biblia
Políglota Complutense, pp. 43-51.
27
DIEZ MERINO, L., “El texto arameo de la Políglota Complutense” en: Estudios Bíblicos LXXII (2015) pp.
en las páginas 137-145 ofrece un detallado estudio sobre los traductores.
24
25
10
12. EL TEXTO GRIEGO DEL NUEVO TESTAMENTO EN LA
POLÍGLOTA COMPLUTENSE.
El 10 de enero de 1514 salía de la imprenta el NT de la Políglota.
Esperó la aprobación que se retrasaría hasta 1521. De la edición de Erasmo
que se distribuyó muy rápido y triunfó, se publicaron cinco ediciones de
1516 a 1535.
El texto de la Complutense presenta un texto muy superior al de
Erasmo aunque su influencia fuese muy inferior, limitada a las Políglotas que
le siguieron (Amberes y París) 28.
“Cisneros fue sensible a la Reforma protestante que amenazaba a la
Iglesia y dio a la sociedad dos armas para preservar la verdad católica: una
universidad para obtener una elite intelectual bien preparada, y los textos
originales de la Biblia para proporcionar a los teólogos un instrumento de
autoridad en el que basar sus argumentos”29.
13. VERSIONES LATINAS EN LA POLÍGLOTA COMPLUTENSE.
La Políglota Complutense adoptó como columna latina la Vulgata por
decisión personal del cardenal Cisneros.
La edición de la Vulgata latina sería encomendada a Antonio de
Nebrija precursor del erasmismo español 30.
Gracias a su conocimiento de las tres lenguas de la Biblia funde lo
clásico y lo judío e ilumina la Biblia a partir de la cultura grecolatina 31.
Se acerca como gramático a la Escritura por la senda marcada por
Lorenzo Valla (auténtico maestro y predecesor de Erasmo y Nebrija) 32.
“No cabe ninguna duda de que Cisneros deseaba una edición de la
Vulgata digna de la Políglota. Y tampoco cabe dudar que Nebrija pretendía
una digna “restitución” de la venerable versión de Jerónimo. Así las cosas, la
invitación del cardenal a nuestro primer gramático era deseable y
SPOTTORNO, M. V., “El texto griego del NY en la Políglota Complutense” en Estudios BíblicosLXII
(2014) pp. 161-175.
29
Ibid.,pp. 174-175.
30
VEGAS MONTANER, L., “Las versiones latinas de la Políglota Complutense” en: Estudios Bíblicos LXII
(2014) pp. 177-202 la cita p. 183.
31
Ibid., pp. 181-182.
32
Ibid., p. 186.
28
11
efectivamente se produjo. Les dividió el método a seguir, y hoy la crítica le
daría probablemente la razón a Cisneros: el apoyo de los manuscritos latinos
más antiguos parece imprescindible para la finalidad propuesta. Nebrija
quería, por el contrario, corregir el texto latino basándose en el griego y el
hebreo. Tal discrepancia se saldó con la ruptura” 33.
Otras versiones latinas son las traducciones interlineales que figuran
en la Políglota 34.
33
Ibid., p. 188. CAÑAS REÍLLO, J. M., “Catorce siglos de historia de las biblias latinas: de la tradición oral a
la Políglota Complutense” en: Estudios Bíblicos LXXII (2014) pp. 483-513 ponencia leída en las XXV
Jornadas de la Asociación Bíblica Española “La Biblia en sus textos. V Centenario de la Políglota, Alcalá de
Henares, 2-4 Septiembre 2014.
34
Ibid., pp. 191-194.
12
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