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¿Podemos actuar frente al
cambio climático?
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Estrategia Financiera
Nº 260 • Abril 2009
[ www.estrategiafinanciera.es ]
¿Cómo puede una entidad que opera en el sector asegurador convertirse en la abanderada
de la responsabilidad ambiental de su sector? Esta es la cuestión. Aparte de las vías ya
exploradas de responsabilidad social entra en juego una nueva variable: incluir la reducción
de la emisión de gases de efecto invernadero
,
Pablo Barrenechea Abecia
Director del Área de Servicios Sostenibles
Fundación Ecología y Desarrollo
U
na entidad que opera en el sector del seguro de salud en España aspira a asumir
el liderazgo como empresa ambientalmente responsable, quiere convertirse en un early
adopter en el sector. Tiene varias opciones, la mayoría
de ellas ya exploradas por la competencia o por la
propia entidad a través del diálogo con sus grupos
de interés positivizado en su línea de responsabilidad
social: sistemas de gestión ambiental, voluntariado
empresarial, informes de sostenibilidad, etcétera.
Sin embargo, y teniendo en cuenta estudios del
propio sector asegurador, una clave descansaría en
incluir de manera estratégica la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI en adelante)
para, por un lado, introducir en la gestión ambiental
de la entidad la acción en relación con el reto colectivo de luchar contra el cambio climático más allá
de obligaciones legales y, por otro, enlazar la gestión
ambiental con el negocio asegurador (por ejemplo,
Munich Re indica que el incremento del impacto económico del cambio climático en el negocio asegurador ha sido para el periodo 1994-2005 de un 5,3%
por el aumento de episodios climáticos extremos, lo
que lleva a definir el cambio climático como un problema estratégico importante).
Y este ejemplo, como pone de manifiesto el informe recientemente presentado por la Fundación
Entorno sobre liderazgo empresarial ante el cambio
climático en España, tiene cabida en otros sectores
económicos. Precisamente, la gran mayoría de las empresas y organizaciones económicas no tienen ninguna responsabilidad respecto a sus emisiones de GEI.
El Protocolo de Kyoto, único instrumento internacional para que los países reduzcan sus emisiones,
regula en nuestro país aproximadamente el 40% de
las emisiones totales, que se encuentran concentradas en apenas 2.000 industrias. No obstante, en los
casos en los que se actúa sobre las llamadas emisiones “difusas”, las acciones adquieren relevancia al
convertirse en intervenciones voluntarias, es decir,
más allá de lo estrictamente obligatorio.
Por lo tanto, nos encontramos ante dos modelos
que se articulan bajo un objetivo común, la estabilización de la concentración de GEI en un nivel que evite
injerencias peligrosas al clima, y con instrumentos de
mercado que operan de manera diferenciada en cada
uno de los sistemas, permitiendo a los gobiernos, a
las empresas o a los individuos particulares vender o
adquirir reducciones de emisiones.
Los mercados de créditos de carbono están divididos en el de conformidad y en el voluntario. El mercado
de conformidad está regido por el Protocolo de Kyoto
bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas para
el Cambio Climático (UNFCCC). El mercado voluntario,
por el contrario, opera de manera autorregulada.
No obstante, el comercio de emisiones se basa en
dos puntos comunes. Por un lado, no importa la distancia entre los países en los que se realiza la transacción, el efecto de reducción de CO2 tiene un efecto
global, por lo que se permite la compra-venta entre
países muy distantes geográficamente. Por otro, y en
términos ambientales, no es tan importante si se reducen las emisiones hoy o dentro de un tiempo. Dada
la permanencia de los GEI en la atmósfera; el efecto
ambiental de evitar las emisiones el día de hoy o en
unos años es el mismo, siempre y cuando realmente
se evite la emisión. A continuación se exponen las
diferencias más notables entre los dos sistemas.
EL MERCADO DE CONFORMIDAD
El Protocolo de Kyoto, adoptado por la Convención
Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático
(UNFCCC), establece las metas para la reducción de emisiones de GEI que son obligatorias para los países Anexo
I (la Convención se divide en los países del Anexo I, que
son los países industrializados que han contribuido mayormente al cambio climático y los países no Anexo I,
que son principalmente los países en desarrollo). Para el
primer periodo del protocolo (2008-2012), la UNFCCC
ha establecido una tasa de reducción total de 5,2% con
respecto al año de 1990 que se asigna de manera diferenciada para los diferentes países Anexo I). En el caso
de la UE, por ejemplo, la tasa de reducción es del 8%.
Ficha Técnica
Autor: Barrenechea
Abecia, Pablo
¿Podemos actuar frente al cambio climático?
Fuente: Estrategia Financiera, nº 260. Abril 2009.
Localizador: 30/2009
Resumen: El Protocolo de Kyoto regula en nuestro país aproximadamente
el 40% de las emisiones totales de CO2. No obstante, también los sectores
no regulados pueden asumir su compromiso con el cuidado del clima compensando sus emisiones en proyectos limpios en países en desarrollo o en
transición hacia economías de mercado. Teniendo en cuenta que éste es un
mercado autorregulado, se han desarrollado metodologías y estándares que
permitan cuantificar la cantidad y calidad de las reducciones de emisiones de
gases de efecto invernadero, así como el beneficio social que supone para las
comunidades locales. Una propuesta global es la iniciativa CeroCO2 desarrollada conjuntamente por las organizaciones no gubernamentales Ecología y
Desarrollo y Acciónatura.
Descriptores: Dirección financiera, RSC, sostenibilidad, cambio climático,
Protocolo Kyoto, derechos de emisión.
Título:
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Bajo el Protocolo de Kyoto, adicionalmente a las
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del Anexo I pueden alcanzar sus metas de reducción
de emisiones mediante los dos siguientes mecanismos internacionales de flexibilidad:
• E l comercio de derechos de emisión permite la
compra venta de los derechos de emisión creados
y asignados entre los países miembros del Anexo I,
que representan cantidades de emisión que se podrían liberar sin incurrir en una falta con las metas
de reducción establecidas por el protocolo. Al emitir
menos de lo permitido, queda un margen de permisos de emisión (o derechos de emisión) que pueden
ser vendidos a otros países que, por varias razones,
no lograron emitir menos de lo establecido. El mismo mecanismo ha sido implementado en la UE entre
unas 12.000 empresas pertenecientes a sectores con
una alta intensidad de emisiones de GEI (Sistema Europeo de Comercio de Emisiones, EU ETS).
• L as transacciones basadas en proyectos suponen
la comercialización de las reducciones de emisiones cuantificadas de un proyecto, pudiendo realizar
compra venta de reducciones futuras y reducciones
ya expedidas (mercado spot). Los dos instrumentos
más importantes son la Implementación Conjunta
(IC) y el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), que
funcionan de manera similar. La principal diferencia
radica en que la Implementación Conjunta se realiza
entre proyectos de los países Anexo I y el Mecanismo
de Desarrollo Limpio permite realizar transacciones
entre los países Anexo I y los países no Anexo I.
EL MERCADO VOLUNTARIO
Frente a las obligaciones generadas por los mercados de conformidad, y como reflejo de los mecanismos
flexibles del Protocolo de Kyoto, el mercado voluntario
facilita a las entidades y a las personas que no están
dentro de los sectores regulados asumir su compromiso con el cuidado del clima “compensando” sus emisiones en proyectos limpios en países en desarrollo o
en transición hacia económicas de mercado.
La compensación de emisiones de GEI es la aportación voluntaria de una cantidad económica pro-
Figura 1. Acción frente al cambio climático
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porcional a las toneladas de CO2 emitidas (teniendo
en cuenta que una tonelada equivalente, Teq, de CO2
compensada equivale a una Teq de CO2 emitida y
que se utiliza esta unidad por ser el CO2 el gas más
abundante). Los agentes que participan en el mercado contabilizan sus emisiones de GEI a la atmósfera
para compensarlas en proyectos concretos que captan o evitan la emisión de una cantidad de Teq de
CO2. Los proyectos pueden ser de eficiencia energética, sustitución de combustibles fósiles por energías
renovables, sumideros de carbono por reforestación
o bien proyectos de deforestación evitada.
Los proyectos no sólo contribuyen a la mitigación
y la adaptación al cambio climático, sino que además
mejoran las condiciones de vida de las poblaciones
locales permitiéndoles un desarrollo limpio. Por lo
tanto, la compensación se convierte en una herramienta ambiental en sentido amplio ya que, además
de luchar contra el cambio climático, genera transferencias económicas y tecnológicas a los países en
vías de desarrollo, que permiten lograr resultados en
las tres esferas de la sostenibilidad: la ambiental, la
económica y la social.
Teniendo en cuenta que es un mercado autorregulado, y que la mayoría de las críticas al sistema se
centran en la transparencia de los cálculos de reducciones de emisiones de los proyectos y en los costes de
transacción que no permiten alcanzar los objetivos de
sostenibilidad más allá de la captura de CO2 ( en definitiva, la gran gama de vendedores, tipo de proyectos
y precios, y la falta de una entidad reguladora global
ha generado un debate sobre la calidad de los créditos
de carbono), diferentes organismos han desarrollado
metodologías y estándares que permitan cuantificar la
cantidad y calidad de las reducciones de emisiones de
GEI que generan los proyectos, así como el beneficio
social que supone para las comunidades locales. Los
criterios más importantes para determinar el precio de
los créditos de carbono del mercado voluntario (VER)
son la localización y el tipo de proyecto, y el estándar o
sistema de verificación aplicado. El precio en el mercado voluntario oscila entre los cuatro euros y los treinta
euros por tonelada de CO2 emitida.
CeroCO2, HERRAMIENTA PARA LA
RESPONSABILIDAD
Volvamos al principio ¿Cómo puede una entidad
que opera en el sector asegurador tomar conciencia y
responsabilizarse por sus emisiones de GEI, actuando
en el mercado voluntario del carbono?
Existen diversas posibilidades teniendo en cuenta
la procedencia de las propuestas de mayoristas o expertos especializados en los créditos de compensación
de carbón, que en su caso pueden ser organizaciones
de lucro u organizaciones no gubernamentales. No
obstante, el objetivo no debe limitarse a compensar las
emisiones de GEI, que podría confundirse con un lavado de cara, una herramienta más de greenwashing, o
una política de final de tubería que no aportaría soluciones a largo plazo. Para ello es imprescindible ofreNº 260 • Abril 2009
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¿Podemos actuar
frente al cambio climático?
cer herramientas para combatir el cambio climático a
través de acciones concretas de reducción y compensación de emisiones de GEI. Una propuesta global es
la iniciativa CeroCO2 (www.ceroco2.org), desarrollada
conjuntamente por las organizaciones no gubernamentales Ecología y Desarrollo y Acciónatura.
CeroCO2 ofrece una acción práctica y concreta
frente al cambio climático a empresas, administraciones públicas, organizaciones no lucrativas, y particulares, proporcionando asistencia técnica para el
cálculo, para la introducción de medidas de reducción y para la compensación de las emisiones de GEI
que no han podido evitarse. Desde 2005, más de 200
entidades han confiado en CeroCO2 para llevar a
cabo su proceso de responsabilización frente al cambio climático y se ha tramitado la compensación de
más de 70.000 Teq, de CO2.
Figura 2. Proceso de DKV
¿Quién lo ha hecho? Ejemplo práctico
DKV Seguros, filial española de Deutsche Krankenversicherung AG, especializada en seguros de salud
y perteneciente al grupo alemán ERGO, ha confiado
en CeroCO2. En 2008 ha realizado la primera memoria de emisiones de GEI generadas por la actividad de
todas sus sedes durante al año 2007. CeroCO2 utiliza
una metodología propia de cálculo de las emisiones
basada en GHG Protocol, promovido por el World
Resources Institute y el World Business Council for
Sustainable Development, que tiene como marco de
referencia el manual IPCC Guidelines for National
Greenhouse Gas Inventories, elaborado por el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático.
El cálculo se genera a través de la identificación de
las principales fuentes de emisión de la entidad, sede
o producto, la cuantificación de estas fuentes y su
transformación en emisiones equivalentes a través
de la aplicación de los factores de emisión adecuados. El método ha sido revisado por KPMG Asesores.
En el proceso desarrollado por DKV Seguros, se
cuantificaron las emisiones asociadas a los consumos de combustible y electricidad, a los viajes de
trabajo y al consumo de papel (teniendo en cuenta
los procesos desarrollados por la organización no se
determinaron otras fuentes representativas de emisión). En su compromiso con el clima, DKV Seguros
ha compensado la totalidad de las emisiones generadas en el periodo de estudio, que ha ascendido a
1.730 Teq, de CO2, en un proyecto de biocompostaje
de residuos orgánicos en México. El proyecto no solo
evita la producción de metano, que tiene un potencial
de calentamiento entre 21 y 25 veces mayor que el
CO2, sino que contribuye a la mejora de la economía
local mediante la creación de 14 puestos de trabajo
directos y la utilización del fertilizante orgánico en la
producción agrícola de la zona, lo que ha facilitado
su incorporación a los criterios del comercio justo.
Por otra parte, DKV Seguros ha asumido un compromiso de reducción en 2008 de un 5% mediante la
introducción de diferentes acciones. En relación a la
flota de vehículos, por ejemplo, sustituyendo la flota
comercial actual por coches híbridos, contratando el
resto de la flota teniendo en cuenta las emisiones generadas por el vehículo o formando a los conductores
realizando cursos específicos de conducción eficiente.
Para reducir los viajes, se ha implementado entre otras
medidas una recomendación interna para evitar los
viajes a través del fomento de la videoconferencia y la
webcam o se han puesto en marcha acciones para fomentar el uso del tren, especialmente en el caso de los
puentes aéreos. Por último, y en relación con el consumo energético de la compañía, se han introducido medidas clásicas de ahorro energético revisando las políticas de compra para nuevos equipos e instalaciones
y comenzando la sustitución de los mismos, acompañando la acción de medidas de sensibilización.
El cálculo, el compromiso de reducción y la compensación de las emisiones le han permitido la obtención de la condición “Empresa CeroCO2”.
CONCLUSIÓN(1)
Ha llegado la hora de actuar. Ya no hay dudas. Con
una certeza del 90%, el Panel Intergubernamental de
Cambio Climático (IPCC) creado por Naciones Unidas,
asegura que el cambio climático es atribuible a las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por
la actividad humana. No obstante, también reconoce
que algunas de sus consecuencias son reversibles.
No hay que buscar culpables, no hay que introducir más argumentos que generan la parálisis por
análisis. Sabemos lo que hay que hacer, tenemos las
herramientas. Sólo tenemos que utilizarlas. 9
(1) Direcciones de interés: www.fundacionentorno.org; www.ceroco2.org.
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