Libro de las Comarcas

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Arquitectura civil
PEDRO LUIS HERNANDO SEBASTIÁN
CARLOS SANCHO BAS
Frente al elevado número de estudios realizados sobre
arquitectura religiosa, uno de los campos de la historia del
arte que aún se encuentra poco explorado es el de la
arquitectura civil y, especialmente, las edificaciones destinadas al uso de vivienda. La constante renovación de
éstas, el empleo de materiales que no toleran convenientemente el transcurrir del tiempo y, en la mayoría de las
ocasiones, las diversas modificaciones sufridas en el urbanismo de las localidades, hasta en fechas muy recientes,
han provocado la desaparición de un innumerable listado
de inmuebles.
La comarca del Campo de Borja es afortunada en este
aspecto ya que, a pesar de haber sufrido los embates
antes mencionados, conserva en localidades como
Ambel, Borja, Magallón o Mallén importantes conjuntos
que nos permiten reconstruir su pasado arquitectónico,
mientras que en el resto de núcleos poblacionales los edificios que persisten son
escasos, pero significativos, como Ainzón, Bulbuente, Fréscano y Tabuenca.
El amplio abanico de inmuebles que conservamos abarca una cronología que arranca desde el siglo XIII, aunque la mayoría se realizaron a lo largo de los siglos XVIXVII, prolongándose en el tiempo hasta nuestros días, si bien limitaremos nuestra
atención hasta finales del siglo XVIII.
Uno de los conjuntos más completos de la comarca se encuentra en Ambel. El
palacio de la Orden de San Juan de Jerusalén presenta, junto con su iglesia, evidencias de diferentes momentos artísticos. Realizado en ladrillo y tapial, destaca
su gran fachada renacentista del siglo XVI, donde el ritmo creado en sus tres alturas por el empleo del arco carpanel atrae la mirada del visitante. La monumentalidad exterior tiene su reflejo en el interior, donde un patio del siglo XVIII organiza las diversas dependencias. En su planta baja, los arcos empleados son de
medio punto, mientras que en la primera existe una galería corrida de arcos también de medio punto.
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El siglo XVI fue un momento de
esplendor en la ciudad de Borja.
Fruto de ello todavía se conservan importantes vestigios de este
periodo, aunque gran cantidad de
inmuebles se hayan perdido y
algunos otros, aún en la actualidad, puedan permanecer ocultos
debajo de capas de revoco o
reformas posteriores. Uno de los
principales es la casa consistorial
de la ciudad, bello ejemplo de
una tipología que se extiende
durante este siglo XVI por todo
Aragón y que alcanza en Borja
uno de sus máximos exponentes.
Su planta baja se organiza en torno a un portal de grandes dimensiones. Sobre ella se dispone la
planta noble, dotada de unas
grandes balconadas. Remata el
edificio una galería corrida de
arquillos, en esta ocasión abociEntrada a la calle de San Francisco, en Borja, donde todavía se pueden observar buenos ejemplos de
nados, tan típica de este periodo.
la arquitectura palaciega del siglo XVI
Muchas y variadas han sido las
versiones apuntadas para justificar la existencia de estas galerías en la parte superior de los edificios, aunque
ninguna ha logrado convencer a toda la comunidad científica. En su edificación
participó el arquitecto Antón de Veoxa, gran conocido tanto en la ciudad como
en la comarca por su participación en la obra de la casa de la Estanca, reformas
en la colegiata y el castillo de Borja, y una traza que finalmente fue rechazada
para la iglesia de Magallón.
Conviene destacar también el antiguo Hospital de Peregrinos de la ciudad, que
recientemente ha sido restaurado convirtiéndose en la sede del Museo de la Colegiata, libre de las modificaciones a las que fue sometido el edificio en el siglo XIX. La
fachada se nos muestra en altura dividida en tres plantas: una baja con puerta de
ingreso bajo arco de medio punto; una planta noble con huecos de gran tamaño que
han sido remodelados actualmente; una superior con una galería corrida de arquillos
de medio punto sobre la que descansa un alero. Su interior se organiza en torno a un
patio renacentista con cuatro columnas pétreas en su interior. Se encuentran anilladas a un tercio de su altura y se culminan en capiteles corintios. El patio genera una
galería a su alrededor, a partir de la cual se accede al resto de las estancias. En esa
galería, en su primera planta, se halla una secuencia de arquillos conopiales de claras
reminiscencias góticas. Sobre una de las columnas se han tallado las armas primitivas
de la ciudad de Borja, con la fecha de 1560 en su interior, aunque la construcción del
edificio se inició cuatro años antes.
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Comarca del Campo de Borja
Otra de las casas representativas de la arquitectura típica de
este periodo es la casa de
Doña María Aguilar, actual
sede del Centro de Estudios
Borjanos. Su edificación se
circunscribiría al último tercio
del siglo XVI, y sigue el
modelo típico del momento
con una puerta de ingreso de
medio punto, una planta noble
con balcón de herrería forjada
y galería de arquillos dobles
que se adaptan a las dos fachadas de la casa.
El material de construcción
empleado en este momento es
el ladrillo, combinado en algunos ejemplos con yeserías de
molduración tardogótica principalmente en los vanos. Los
Casa palacio de Doña María Aguilar, en Borja
aleros empleados varían mucho
(sede del Centro de Estudios Borjanos)
en función de la condición
social de la familia en el
momento de su construcción. Los más valiosos son los de madera, que requieren
un gran trabajo de torneado y tallado de todos sus elementos, aunque dada la naturaleza de la madera únicamente se ha conservado una pequeña representación que
habría que proteger. Otro tipo de alero es el conocido como de “esquinillas”, formado por ladrillos moldurados o dispuestos diagonalmente generando la sensación
en el espectador de dientes de sierra. Se disponen en varias hiladas, siendo la solución más recurrida a lo largo de estos siglos XVI y XVII.
La localidad de Magallón conserva una gran cantidad de inmuebles representativos de este periodo. Su casco urbano, que hoy en día acusa una considerable
ampliación respecto de este periodo, es testigo mudo de su pasado, regalándonos con empinadas calles que aún conservan su trazado original. Al igual que en
la ciudad de Borja, gran cantidad de casas quedan enmascaradas por las modificaciones posteriores, y otro gran número han desaparecido con el transcurrir de
los años. Pero toda la belleza de sus casas y calles se puede localizar en el conjunto que formaba la plaza de España. Se genera un espacio rectangular, en uno
de cuyos brazos largos se dispone la portada de la ermita del Rosario y en el otro
unas edificaciones de reciente factura. La disposición de la planta se adapta al
desnivel del terreno, por lo que culmina en una escalera. La tipología de inmuebles más antiguos pertenece al entorno renacentista. En altura se estructuran
sobre una planta baja, abierta a un porche adintelado de escasa altura, una planta noble y un ático con vanos adintelados de escasas dimensiones. Todo ello for-
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Dibujo a plumilla de 1870 de la Casa Mayorazgo de los Pérez, en la calle Santa María de Magallón
mó en el pasado un espacio unitario que dotaba de gran coherencia a la plaza,
hoy desvirtuado por las modernas edificaciones.
En Bulbuente encontramos el palacio de los Abades del monasterio de Santa María
de Veruela. Éste se halla adosado a la torre del primitivo castillo entregado en 1247
por el monarca Jaime I a los monjes. En su fábrica se observan distintas fases artísticas que abarcan hasta el siglo XVI. En este momento se le adosa a la torre el palacio, que en su fachada sigue el esquema de palacio aragonés ya visto. En su interior
en planta baja se dispone el zaguán de ingreso; la planta noble se cubre por dos tramos de bóveda estrellada; el ático se abre al exterior por medio de vanos de molduración tardogótica.
Uno de los más bellos ejemplos de la arquitectura renacentista de todo Aragón lo
podemos encontrar en esta comarca del Campo de Borja, concretamente en el palacio de los Duques de Villahermosa de Fréscano. Destaca en la planta baja su patio
rectangular de grandes proporciones, con tres tramos y cuatro columnas en sus
extremos más largos y dos tramos y tres columnas en los más cortos. Las columnas pétreas se componen de basa y capitel dórico. En su planta noble existe una
galería de arcos de medio punto sustentados por unas columnillas de las mismas
características que las ya descritas pero de menores dimensiones.
Cabe también destacar el palacio de los Condes de Bureta, donde se observan dos
fases constructivas diferentes: una primera en el siglo XVI que presenta un gran
cuerpo central que sigue el esquema de palacio aragonés del momento; y una
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Comarca del Campo de Borja
segunda de estilo neoclásico en
la que se le añade un cuerpo a
cada lado de la edificación
anterior que dota al inmueble
de una imponente presencia al
formar conjunto con la iglesia
parroquial.
La localidad de Mallén también
atesora en sus calles gran cantidad de inmuebles propios de
los siglos XVI-XVIII, que repiten las características ya citadas. Pero sobre todos ellos destaca el palacio de los Zapata.
Ubicado cerca de la iglesia
Palacio de los Zapata en Mallén, uno de los ejemplos de palaparroquial, en la construcción
cio del siglo XVIII que quedan en la comarca
de su zócalo se emplearon los
sillares extraídos de la fábrica
románica de la iglesia en el momento de su reforma, alrededor del año 1771. Destaca su imponente fachada, donde la distribución de los vanos ha sido muy cuidada, con seis balcones en su planta noble y huecos de iluminación tanto en el zócalo como en el ático. El acceso al interior se realiza por una puerta adintelada, donde
tras pasar el zaguán nos encontramos con una escalera monumental cubierta por
una bóveda a la catalana muy rebajada. En el exterior el ladrillo a cara vista se
impone sobre el yeso, relegado al alero de media caña muy volado con el que se
remata el edificio.
Todo lo anteriormente reseñado ha de considerarse una invitación a visitar cada
una de las localidades que integran esta comarca, y a perderse por sus calles admirando sus casas y palacios que son el reflejo del esplendor de su pasado, la belleza
del presente y la esperanza de su futuro.
BIBLIOGRAFÍA
– BRESSEL ECHEVERRÍA, C.; LOMBA SERRANO, C. y MARCO FRAILE, R. (1988): Borja: Arquitectura y
evolución urbana. Colegio Oficial de Arquitectos, Delegación de Zaragoza, Sección de Cultura. Zaragoza.
– GRACIA RIVAS, M. (1987): Guía para una visita a la Ciudad de Borja. Colección “Temas populares” n.º 2. Centro
de Estudios Borjanos, Institución “Fernando el Católico”. Borja.
– LOMBA SERRANO, C. (1982): Arquitectura civil en Borja. Siglos XVI y XVII. “Monografías CESBOR” n.º1.
Centro de Estudios Borjanos, Institución “Fernando el Católico”. Borja.
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