U RUGU AY CU MPLIÓ RUGUA CUMPLIÓ R EC OMEN DAC ION ES ECO MEND IONES DE LA OIT PARA EN FR EN TAR LLA AC R ISIS ENFR FREN ENT CR Eduardo Bonomi Ministro de Trabajo y Seguridad Social Transformación, Estado y Democracia 40 175 Eduardo Bonomi Ministro de Trabajo y Seguridad Social La crisis económica mundial, que los analistas han calificado como la peor desde la Segunda Guerra Mundial, y las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo para enfrentarla, constituyeron la temática central del mensaje del 1º de mayo a cargo del Ministro de Trabajo. Este es un año muy especial: hace nueve meses que se ha desatado una crisis de grandes dimensiones que comenzó en los Estados Unidos, se extendió a Europa, luego a Japón y ahora amenaza al mundo. Es una crisis global. No es una crisis focalizada, como las anteriores por las que pasaron los últimos gobiernos. Esta crisis es distinta: afecta el sistema financiero internacional, afecta la capacidad de consumo de los habitantes de los países desarrollados y dificulta enormemente la capacidad de los países del primer mundo de financiar sus compras. Las recomendaciones de la OIT frente a la crisis apuntan tanto a las políticas generales, con impacto en el empleo, así como a las políticas más específicas al mandato de la OIT: políticas de empleo, de protección social, de fomento del diálogo social y de apoyo al cumplimiento de las normas laborales. Recomendación 1 Políticas fiscales y monetarias anticíclicas. No es el momento de aplicar ajustes de tipo tradicional. Donde sea posible las políticas fiscales y monetarias deben estimular la economía. Es esencial considerar el factor empleo implícito en las distintas inversiones y gastos, privilegiando las inversiones que tengan un elevado impacto en el empleo. Recomendación 2 Apoyo específico a las micros y pequeñas empresas. Considerando la importancia que tiene este tipo de empresas en el empleo, se recomienda la creación y/o el fortalecimiento de líneas de crédito para estas empresas con apoyo público: por ejemplo, a través de fondos de garantía. Recomendación 3 Fortalecer la protección social frente a la crisis. La estrategia debe incluir respuestas tanto de los programas vinculados al mercado laboral como aquellos destinados a apoyar los ingresos y el bienestar de los hogares sin necesariamente estar ligados al desempeño del empleo. En esta recomendación, se pone especial atención en señalar que hay países que cuentan con seguro de desempleo y otros que no lo tienen. Uruguay lo tiene… Y, no sólo lo tiene, sino que, antes de que se manifestara la crisis, le hizo modificaciones en el sentido apuntado por la OIT: modificó el monto y la duración de los mismos, privilegiando, de alguna manera, a los mayores de 50 años, flexibilizó y facilitó, las condiciones de acceso a las prestaciones del desempleo y también de las jubilaciones y pensiones, permitiendo que un mayor número de trabajadores pueda acceder a las mismas. 176 Transformación, Estado y Democracia 40 Recomendación 4 Introducir programas de empleo de emergencia. En situaciones de emergencia en el mercado laboral, se justifican los programas de empleo de emergencia con recursos del sector público. Su objetivo es de suavizar el aumento del desempleo y de proveer ingresos a los trabajadores cesantes que, en el caso contrario, caerían en situación de extrema pobreza. La crisis requiere muchas veces un cambio de énfasis en las políticas de mercado laboral, desde una focalización en grupos de difícil inserción hacia una focalización en jefas y jefes de hogar de cuyos ingresos depende la supervivencia del grupo familiar. Uruguay comenzó esta política, no cuando se empezó a hablar de la crisis, en julio-agosto del año pasado, sino cuando asumimos el gobierno y tuvimos que afrontar las consecuencias de las crisis anteriores, especialmente las de 2002, y se puso en práctica el plan de emergencia. Uruguay comenzó esta política, no cuando se empezó a hablar de la crisis, en julio-agosto del año pasado, sino cuando asumimos el gobierno y tuvimos que afrontar las consecuencias de las crisis anteriores, especialmente las de 2002, y se puso en práctica el plan de emergencia. Recomendación 5 Moderar los aumentos salariales, procurando mantener el poder adquisitivo. En la búsqueda de mantener el poder adquisitivo de los salarios, y consolidar la recuperación alcanzada, se recomienda fiscalizar el cumplimiento del salario mínimo. Y, en los países donde la negociación colectiva esté desarrollada, sería importante que se posibilitara la incorporación de cláusulas de contingencia negociadas entre las partes, para enfrentar la crisis con los menores costos posibles. En el caso de negociaciones de larga duración, sería posible incorporar cláusulas de salvaguarda que previeran la posibilidad de modificar lo acordado en el caso que la crisis altere, sustantivamente, los parámetros considerados originalmente. Y, así como las partes lleguen a acordar fórmulas para enfrentar la crisis en forma más equitativa con aportes de ambos lados, sería deseable desarrollar fórmulas que planteen una idea de cómo se distribuirán los beneficios en la fase de crecimiento. Una vez más, Uruguay tomó sus previsiones antes que aparecieran las recomendaciones de la OIT, incluyendo cláusulas de salvaguarda en todos los acuerdos de la tercera ronda de los Consejos de Salarios que se realizaron el año pasado. Recomendación 6 Asegurar el monitoreo de los derechos básicos en el trabajo y fomentar el diálogo social. Se ha comprobado que el diálogo social es una herramienta muy valiosa para generar consensos y tomar medidas, tanto a nivel de la empresa como a nivel sectorial o nacional. Para lograr estos objetivos la OIT recomienda mantener el monitoreo respecto del cumplimiento de las normas, así como tomar un rol activo para generar espacios de diálogo social a nivel nacional. Uruguay tomó sus previsiones antes que aparecieran las recomendaciones de la OIT, incluyendo cláusulas de salvaguarda en todos los acuerdos de la tercera ronda de los Consejos de Salarios que se realizaron el año pasado. Esta breve reseña de las 6 recomendaciones de laOIT puede servir para comprender por qué Uruguay, considerado uno de los tres países en mejores condiciones de enfrentar la crisis, está en ese lugar. Está en ese lugar porque, tanto la política económica, como la política laboral y social que ha llevado adelante, lo ayudaron, no sólo a salir de la crisis que heredamos y a que el desempeño de la actividad económica y el empleo en nuestro país siga siendo bastante superior al de la región, sino también a adelantarnos a otras complicaciones que pudiéramos vivir en el futuro. Transformación, Estado y Democracia 40 177