S PARA LEER DO SENTADO ER S LE TADOS PARA N SE Ed.n˚ LEER SEN RA TA PA boletin jurídico UNL | FCJS 2016 NUEVO ROL DEL CONGRESO ARGENTINO FACULTADES PARA AUTOCONVOCARSE A SESIONES EXTRAORDINARIAS Y PRORROGA DE SESIONES ROBERTO JOAQUIN VICENTE PROFESOR DE DERECHO CONSTITUCIONAL Y DE DERECHOS HUMANOS Y GARANTÍAS UNL | FCJS Es importante destacar como cuestión preliminar, la contribución que las asambleas legislativas han hecho a la división de poderes, y fundamentalmente al límite que se le impone al Poder Ejecutivo, en virtud de la integración pluralista que estas tienen, que, desde el constitucionalismo clásico permitieron el ascenso de representantes que surgían de distintos sectores del tejido social. La irrupción de los partidos políticos y la profundización democrática en el período del constitucionalismo social han sido artífices del nuevo rol que le toca al Poder Legislativo en la hora actual. La representación democrática que surge de la composición de la Cámara de Diputados basada en la cuestión demográfica, y la representación territorial federal igualitaria de la Cámara de Senadores, con el reconocimiento y pertenencia de sus integrantes a los partidos políticos, en calidad de referentes de los representantes de la mayoría provincial –generalmente el oficialismo- y a la primera minoría, comienzan a provocar un nuevo debate sobre los principios de representación política, y el rol de los partidos políticos. La política agonal, en la búsqueda únicamente del poder, ha provocado confusión en los roles que deben cumplir las mayorías, independientemente de que pertenezcan circunstancialmente al oficialismo o a la oposición, en virtud de las renovaciones parciales que se producen cada dos años en las elecciones legislativas, mas precisamente en el turno intermedio, donde no se encuentran en juego los ejecutivos. La falta de discusión efectiva de políticas de estado, o estructurales, o arquitectónicas como manifiesta Gregorio Badeni, producen en muchos casos una confusión de alianzas, en algunos casos simplemente con intenciones meramente electorales, que finalizan prácticamente terminado el acto eleccionario, y antes de asumir a las responsabilidades legislativas para las cuales fueron votados. La reforma constitucional de 19941, tuvo entre sus objetivos la atenuación del presidencialismo y el fortalecimiento del Poder Legislativo. Lejos estuvo en los primeros tramos de aplicación, ya que, el dictado de las normas reglamentarias en materia de control de la legislación dictada por el Poder Ejecutivo específicamente en el dictado de decretos de necesidad y urgencia, produjeron una desnaturalización de los principios que la constitución había establecido para ser observados en el control político que debía realizar el congreso a la facultad de tipo excepcional otorgada al PEN, en virtud de tratarse de una potestad o función que no le correspondía, por ser esta función legislativa que la Constitución Nacional le atribuye al Congreso. Basta recordar el fallo de la CSJN 1 Ver ley 24309 que declara la necesidad de la reforma. Criterio adoptado por el constituyente. 2 Rodriguez Jorge en la causa “Nieva y otros c/PEN” año 1997 (320:2851) 3 CSJN. Consumidores Argentinos (C923XLIII 19/5/10) 4 CSJN. 322:1726) Verrochi (1999. 5 En concordancia con la jurisprudencia citada, no se trata que el trámite legislativo se encuentre bloqueado por imposibilidad de construir mayorías parlamentarias. UNL FCJS BOLETÍN JURÍDICO 2016 en “Rodríguez”2 conocido como la causa aeropuertos, que fue disvalioso para la doctrina constitucional por la falta de control judicial efectivo ante la pasividad de las Cámaras a ejercer sus facultades constitucionales, omitiendo el dictado de la norma que fijara el procedimiento para efectuar el control de los DNU, de las facultades delegadas ó de la promulgación parcial de leyes, convirtiendo en letra muerta el Inc. 3 del Art. 99 de la Constitución Nacional. Este fallo de la CSJN con la denominada mayoría automática aprovechó la omisión del congreso en el dictado de la norma que debía crear la comisión bicameral permanente que debía ejercer el control parlamentario para decir que al ser una facultad política “exclusiva y excluyente” del legislador los jueces no podían revisar las disputas entre el Ejecutivo y el Legislativo. Debemos rescatar la buena doctrina de la CSJN en la causa “Consumidores Argentinos”3 de mayo del corriente año, donde siguiendo la doctrina “Verrochi”4, anterior al dictado de la norma reglamentaria de la comisión bicameral permanente y reglamentaria de los Decretos de Necesidad y Urgencia, facultades delegadas y promulgación parcial de leyes, pronunciamiento que declara la inconstitucionalidad del decreto del ejecutivo puesto en crisis, con motivo de no darse las circunstancias de excepcionalidad que establece la norma constitucional art. 99 inc. 3 CN, aplica el precedente mencionado y formula elegida por la Convención Constituyente de 1994 de atenuación del presidencialismo y fortalecimiento del Poder Legislativo.5 Importa, recalcar que la constitución formal requiere del alcance de consensos políticos y sociales importantes, para que el órgano legislativo de expresión popular pluralista, logre los objetivos necesarios que permitan la pacificación social, y evitar, trasladar al Poder Judicial vía control de constitucionalidad el mal uso de estas potestades que la constitución les ha otorgado a los dos poderes políticos del Estado. Distintos tipos de sesiones: Si bien el tema al cual estamos abocado, se trata de las facultades de autoconvocatoria que tiene el Poder Legislativo a prorrogar las sus sesiones y a establecer las extraordinarias, no podemos dejar de efectuar un esbozo de los distintos tipos de sesiones del Congreso en forma sintética y su importancia en relación al ejercicio de las competencias que la Constitución Nacional les otorga, cuyo ejercicio lo efectuará en plenitud o con limitaciones. Las Sesiones preparatorias, las que se encuentran reguladas en los reglamentos de las Cámaras, son aquellas en las que se incorporan los nuevos legisladores en los turnos correspondientes, se eligen las autoridades de las cámaras, de las comisiones cuando correspondan y se fijan los días y horas de sesiones, que van a regir en el trámite parla- pág. 3 mentario del año legislativo. Las mismas no se encuentran reguladas en la constitución, pero surge del reglamento de cada cámara que es una atribución independiente de cada una de las cámaras en su manifestación de independencia. Las Sesiones ordinarias que fija la Constitución Nacional en su artículo 63, y que tendrán comienzo el primero de marzo de cada año y hasta el treinta de noviembre, extensión del período efectuado en la constitución histórica por la reforma de 1994, con el objeto de favorecer un mayor protagonismo y continuidad en la labor parlamentaria que encontraba su fundamento en atenuar el presidencialismo, cuyo objetivo no ha sido todavía logrado, ya sea por domesticación de las mayorías o por obstrucciones parlamentarias cuando los oficialismos carecen de mayorías propias para obtener el quórum, que requiere de mayor creatividad para alcanzar los consensos. . Si bien en el art. 99 inc. 8, otorga al Presidente la facultad anualmente «hacer la apertura de las sesiones del Congreso», la modificación efectuada al art.55 hoy 63, de la Constitución, «Ambas Cámaras se reunirán por si mismas en sesiones ordinarias…», ha dado la luz necesaria de que es esta una atribución propia del Congreso de efectuar su autoconvocatoria, para comenzar el período ordinario de sesiones, con independencia de la concurrencia del Presidente en uso de sus facultades a la apertura de la misma y dar lectura del mensaje, «…..dando cuenta en esa ocasión del estado de la Nación, de las reformas prometidas por la Constitución y recomendando a su consideración las medidas que juzgue necesarias y convenientes.» Siguiendo en este punto al maestro Bidart Campos, la no concurrencia a las sesiones de apertura no suspende el comienzo del período ordinario. Los reglamentos de ambas Cámaras preveen dentro del período ordinario, la realización de sesiones especiales, con objeto determinado, en días y horas diferentes a los fijados para las ordinarias, que puede ser a pedido de un número no inferior a diez diputados o cinco senadores – según corresponda y de acuerdo a los reglamentos de las Cámaras - ó del Poder Ejecutivo. En relación a las sesiones de prórroga, y entrando en nuestro tema, no hay dudas, que podemos adelantar que se trata de una facultad compartida del Poder Ejecutivo y del Congreso. Si bien en el art. 99.9 otorga la competencia al PEN de extender el periodo ordinario de sesiones prorrogándolo, es decir permitir el ejercicio pleno de las facultades de las cámaras. Esta convocatoria debe ser realizada con anticipación a la expiración del tiempo que la constitución ha establecido para las ordinarias. ¿Conviene además preguntarse, si existe plazo para la prorroga de sesiones ordinarias? Es menester afirmar, que, si el objeto es ampliar, extender el plazo ordinario para que el poder legislativo actué en ejercicio de la totalidad de las atribuciones constitucionales, hay que distinguir, quien es el que convoca siguiendo nuestra posición de facultad concurrente. Si es el Poder Ejecutivo quien realiza solicita la prorroga debe fijar plazo, en virtud de la diferencia en relación a las convocatorias a extraordinarias, si no se hubiere fijado plazo, este finaliza con el agotamiento del temario. Si es el Congreso quien ejerce la facultad de prorroga –potestad que no ha ejercido hasta la fecha el poder legislativo, salvo la decisión del senado en los acontecimientos de diciembre de 2001- este podría efectuar la autoconvocatoria, siempre antes de la finalización del período y podría hacerlo sin plazo, teniendo en cuenta que quiere mantener la plenitud de las competencias, y si ha logrado el consenso o acuerdo entre la mayoría de los legisladores que integran las distintas fuerzas políticas que componen las cámaras garantiza un mejor control (una de las atribuciones del Congreso) y equilibrio entre los poderes. La doctrina no ha sido pacífica en cuanto a esta facultad de autoconvocatoria, estando por la tesis negativa Montes de Oca, Joaquin V. Gonzalez y a favor Vanossi, Bidegain, Sagües, Quiroga Lavié, Gelli, según señala Jorge Gentile6. Además, la modificación involuntaria a la redacción del art. 63, que proviene del art. 55 de la constitución histórica, omite la coma en el texto ordenado aprobado por los constituyentes en la reforma de 1994, ello, no impide seguir sosteniendo que la convocatoria puede ser realizada en forma indistinta que fuera el Poder Ejecutivo o las propias Cámaras las encargadas de extender el periodo ordinario. No cabe duda de la importancia de quien posee esta atribución conlleva a la extensión del trabajo parlamentario con agenda abierta, en virtud de el mantenimiento de la totalidad de las competencias. En este orden de ideas, sobre las potestades de las cámaras para prorrogar sus sesiones, «la exclusividad de la convocatoria presidencial parece afectar solo a las extraordinarias» – señala Bidart Campos (tesis negativa)-, sobre las sesiones de prorroga, «la facultad del presidente no surge del art. 55 hoy 63, sino del art. 86 inc. 12 (hoy 99.9) - seguía este autor- existe, pero no parece exclusiva, porque el art. 55 no lo dice.» Pero no sostiene la misma tesis para las sesiones extraordinarias, a las que entiende que se trata de una facultad inexorablemente del ejecutivo motivado según el texto constitucional la convocatoria por un «grave interés de orden o de progreso». Por último, las Sesiones extraordinarias en el texto constitucional interpretado literalmente en su art. 63 y 99.9, pareciera que se trata de una potestad exclusiva del poder ejecutivo, en virtud de que en forma expresa pone en cabeza de este órgano la convocatoria, el motivo y el temario. Si nos remitimos al derecho público provincial, veremos, que la facultad de autoconvocatoria, tanto para la prorroga de sesiones ordinarias, como para extraordina- rias, se trata de una competencia compartida con el ejecutivo, basado fundamentalmente en el ejercicio de control que además de la función legisferante es una de las más importantes del Poder Legislativo.7 No podemos dejar de señalar la reforma de facto del año 1972: Artículo 55.- Ambas Cámaras se reunirán por propia convocatoria en sesiones ordinarias todos los años desde el 19 de abril hasta el 30 de noviembre. Pueden disponer su prórroga por un plazo no mayor de treinta días corridos. También pueden ser convocadas extraordinariamente por el presidente de la Nación o a solicitud de la cuarta parte de los miembros de cada Cámara. En esta última alternativa el presidente de cualesquiera de ellas deberá citarlos, correspondiendo a los cuerpos decidir si su realización está justificada. Esta norma que tuvo una vigencia temporaria escasa, pero hay una cita de Pellet Lastra8 en la que refleja en la voluntad del Poder Ejecutivo en febrero de 1976 de clausurar el periodo de sesiones extraordinarias a las que había sido convocadas con anterioridad, que evidenciaba el cierre del debate y del control al Poder Ejecutivo en momentos de una situación de debilidad del sistema democrático, allí, en la comisión de labor parlamentaria los presidentes de bloques incluidos los oficialistas reclamaron para si esta facultad de autoconvocarse. Ello no alcanzó a salvar la República y sus instituciones, porque días más tarde se realizó el golpe de estado mas cruento que le toco vivir a nuestro país. Señala Gentile9, que el profesor Quiroga Lavié propuso en la convención constituyente de 1994 que el Congreso tuviera facultades expresas para convocar a extraordinarias o prorrogar sus sesiones por resolución conjunta de ambas cámaras. Postura que se encontraba en consonancia con la atenuación del presidencialismo buscada por la reforma. Tanto la Constitución española, como la francesa preveen la posibilidad de auto-convocatorias a sesiones extraordinarias, claro que se trata de sistemas parlamentarios o semi-parlamentarios, que tienen una gravitación diferente en virtud de que el gobierno descansa en las mayorías de sus propios partidos o coaliciones de gobierno. Los poderes implícitos Creemos que, debemos detenernos en lo dispuesto por la Constitución Nacional en el art. 75 inc. 32 «Hacer todas las leyes y reglamentos que sean convenientes para poner en ejercicio los poderes antecedentes, y todos los otros concedidos por la presente Constitución al Gobierno de la Nación Argentina». UNL FCJS BOLETÍN JURÍDICO 2016 6 Jorge H. Gentile. Derecho Parlamentario Editorial Ciudad Argentina 2008. Pg. 267. 7 Constitución de Santa Fe art. 40. Constitución de Córdoba art. 96 y 97. 8 Pellet Lastra, Arturo. El Poder Parlamentario pag 215 Abeledo Perrot .1995 9 Gentile op.cit. pag. 265 10 DNU fondos del bicentenario (año 2010) Vanossi, Jorge. La Nación 14/01/10 Facultades del congreso para convocar a extraordinarias. 11 Peter Häberle. El Estado Constitucional. Pág 322 Ed. Astrea. Edición 2007 12 Op.cit. pág. 324 13 Op.cit. pág. 325 14 Constitución Nacional art. 99 inc. 16, 18, 19 y 20 pág. 5 El constituyente en la constitución histórica al único poder que le ha otorgado poderes implícitos con una clara cláusula es al Congreso, y lo ha hecho como consecuencia de fortalecer la representación soberana que significa la asamblea, que fue el origen del constitucionalismo clásico que protegía en este órgano al pueblo sus intereses y el control del ejecutivo, para evitar los abusos y/o desvíos de poder. En consecuencia, entendemos, que la facultad de autoconvocarse a sesiones extraordinarias tan claramente sostenido en el derecho público provincial, abonado, con los poderes implícitos que surge del 75-32, a pesar de no haber reivindicado el Congreso en forma efectiva. Pero siguiendo manifestaciones de la oposición a comienzos del año 201010 han puesto en la agenda constitucional el tema en debate. Siguiendo en este orden de ideas, la República se encuentra hoy en discusiones importantes donde la representación parlamentaria tiene una fragmentación partidaria que ha dejado sin mayorías al oficialismo y a la oposición que requiere de reflexividad de la clase política, en donde el escenario adecuado para ese debate reflexivo y constructivo es el parlamento. Reivindicar las facultades propias de control que el constituyente ha pretendido inclusive dando una herramienta de permanencia con una comisión bicameral a explicitado que el marco de actuación y la celeridad que establece en la elaboración de los dictámenes abona la tesis de la facultad de auto-convocatoria a extraordinarias por el poder legislativo. Creemos en consecuencia que debe darse por vía de una reglamentación legislativa que prevea las distintas situaciones en las que puede ejercerse esta facultad a los efectos de no menoscabar los poderes que la constitución concede al órgano legislativo, sobre todo en situaciones donde la República necesita superar además de las crisis que en surgido de las emergencias económicas las políticas que empañan la temperatura de la calidad institucional. El ejercicio de la facultad de control del Congreso, pone de relieve que la veda en el ejercicio de las atribuciones por un lapso prolongado en cada año legislativo, acrecienta o permite el uso desmedido de las potestades que el Poder Ejecutivo debe utilizar en forma excepcional, legislando por vía de decretos de necesidad y urgencia en detrimento de la calidad institucional. Sabiamente se encuentran incorporados estos poderes implícitos con el objetivo de evitar el recorte de los poderes conferidos por la Constitución al órgano legisferante, en virtud de que los poderes antecedentes a los que hace mención la norma, precisamente apuntan a lograr la protección de la división de funciones. Para ello, vemos necesario además que debe potenciarse el fortalecimiento de los partidos políticos que son quienes en definitiva aportan los representantes que componen el pluralismo político que constituyen las distintas líneas de pensamiento del Poder legislativo, que tienen la responsabilidad de mantener con la convivencia de los distintos sectores que componen el tejido social y deben realizar los esfuerzos necesarios que permitan alcanzar consensos suficientes que permitan la gobernabilidad. Siguiendo a Peter Häberle el pluralismo «significa diversidad de intereses e ideas»11. «El pluralismo es expresión y condición de la libertad tanto individual como colectiva de los ciudadanos y los seres humanos»12. Se detiene en el principio de mayoría, con la protección de las minorías, de forma tal que las constituciones deben en consecuencia tener mayorías especiales en donde se requiere de consensos indispensables, -reforma de la constitución mayorías agravadas- pero también debe tener la posibilidad que para ciertas cuestiones de carácter institucional, como sería la posibilidad de comisiones investigadoras con un cuarto de la mayoría. Este autor se refiere fundamentalmente a la oportunidad que tienen los perdedores de visualizar una oportunidad futura en la que podrán ser mayorías. «La interacción entre mayoría y minoría presupone un consenso fundamental que permite a la parte perdedora ad hoc reconocer el voto de la mayoría».13 Receso. La ley 26.122 La constitución habla del receso legislativo14, en la etapa de inactividad del congreso, cuando finaliza el periodo ordinario de sesiones o la prorroga de las mismas y hasta el comienzo del nuevo período ordinario, y se interrumpe con la convocatoria a extraordinarias. En ese período el Poder Ejecutivo dispone de facultades que dará cuenta en el período ordinario, salvo que decidiera llamar a extraordinarias, por ejemplo, en actos institucionales como declarar el estado de sitio, nombramientos de vacantes que requieren de acuerdo senatorial, e intervención federal, siendo en este último caso convocar simultáneamente al Congreso. La reforma de 1994, en el 99.3, estableció la Comisión Bicameral Permanente, que como su nombre lo indica deberá encontrarse en funciones durante el receso de las Cámaras, y así lo ha establecido en la ley 26.122 en el art. 6, norma reglamentaria de los DNU, decretos delegados y promulgación parcial de leyes, que el Congreso demorara en forma injustificada hasta 2006, a pesar de los numerosos proyectos que se presentaran sin éxito de tratamiento. No cabe dudas que la incorporación de esta comisión permanente, pone de relieve que el constituyente tuvo presente a pesar que el derecho espontáneo no ha sido conteste con este mandato constitucional, que las prohibiciones que la Constitución establece los artículos 76 en relación a las facultad de delegar en el Poder Ejecutivo, o las excepciones fijadas para la promulgación parcial, o por último la expresa prohibición de dictar disposiciones de carácter legislativo fijadas en el art. 99 inc. 3, requerían de una participación activa y todo el año del poder legislativo, por ser el órgano titular de la función legislativa, y que como anticipáramos en nuestra introducción al tema la jurisprudencia ha sido oscilante, y que podemos señalar que la buena doctrina se perfecciona con “Verrocchi” y “Consumidores Argentinos” para los DNU y “Famyl” para la promulgación parcial de “leyes y “Camaronera Patagónica” en relación a las facultades delegadas, cuando estas no eran materia establecida en el artículo 76 de la Constitución Nacional. La integración de la composición de la Comisión bicameral Permanente, que el constituyente ha diseñado “deberá respetar la proporción de las representaciones políticas de cada Cámara, en consecuencia sería quien se encuentra facultada para solicitar al pleno la convocatoria a extraordinarias, por lo que se propone una modificación a la norma, con el objeto de asumir las potestades legislativas desalentando al ejecutivo al uso de las facultades que solo excepcionalmente puede usar en materia legislativa. ESPACIO PARA TUS NOTAS UNL FCJS BOLETÍN JURÍDICO 2016 pág. 7 Ed.n˚ edición UNL | FCJS CONSEJEROS DIRECTIVOS FRANJA MORADA LISANDRO MENDIOLA / NATALIA BALESTRA & CESAR BISUTTI SECRETARIA GENERAL CENTRO DE ESTUDIANTES DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES PABLO BERTI / ENCARGADOS DE LA EDICIÓN MICAELA FACHINI & NICOLAS BOGAO