Nota - DINAF

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11:53 HS.
01/11/2013
El Sol diario derechos del niño
La Dinaf necesita cerca de 30 ?familias cuidadoras? y saldrá a buscarlas
Hay entre 25 y 30 chicos que están en condiciones de salir de los hogares pero no hay
interesados. En diciembre arranca la campaña oficial. Cómo se cuida a un pequeño
vulnerado.
Por estos días, el Ejecutivo provincial ultima detalles para lanzar una campaña intensiva que
saldrá por los medios y la vía pública a partir de diciembre. ¿El fin? Que los chicos que están
internados en diferentes hogares de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf)
puedan salir de su estado de vulnerabilidad y así crecer bajo la tutela y la contención de un
clima familiar.
Según admitió ayer la directora de Restitución de Derechos de ese organismo, Verónica
Bertolotti, la Dinaf necesita unas 30 Familias Externas (N. de la R.:?lo que hasta hace poco
se denominaba Familias Cuidadoras) para hacerse cargo de la educación integral de niños y
adolescentes actualmente internados en los hogares del Estado. “Se trata de chicos que
crecieron en un espacio con sus derechos vulnerados o no tienen adónde recurrir. Estamos
muy escasos de gente que quiera tomar esa responsabilidad y la verdad es que apelamos a la
solidaridad de los mendocinos, ya que si el niño es criado con amor, contención y límites
puede tener un cambio muy positivo en su personalidad, en su conducta y en su futuro”,
explicó Bertolotti.
No importa, sin embargo, si los interesados son personas solas, están en pareja, tienen hijos
o no. Según la titular de Restitución de Derechos, lo fundamental es “aportar un espacio
familiar. Hay mujeres que están solas y en condiciones de albergar a un niño o adolescente”,
aclaró la funcionaria.
De hecho, la familia o persona que esté interesada en ser cuidadora de un niño o joven
internado, sólo deberá pasar por tres requisitos básicos: ser mayor de edad, dar una garantía
de solvencia económica mínima y, claro está, aprobar un examen psicosocial ante el personal
de la Dinaf.
Todo aquel que se ofrezca a enfrentarse a este compromiso tendrá un pago por parte del
Estado. En general, no supera los 550 pesos mensuales para una manutención mínima del
pequeño. En mayo de este año, algunos “cuidadores” se quejaron por la demora en el pago.
Desde el Ministerio de Desarrollo Social afirman que, ahora, la demora no supera los dos
meses, un plazo “normal” en la administración pública, según indicaron.
En la actualidad, sólo en el Gran Mendoza hay 191 chicos ya ubicados en Familias Externas,
mientras, en toda la provincia, el número se eleva a 266. Según Bertolotti, son mínimos los
casos donde hay problemas con el niño o joven que convive con su nueva familia. Sin
embargo, desde la Dinaf advierten que esta modalidad “está muy lejos” de ser una adopción.
“Los chicos, generalmente, pueden reintegrarse en poco o mucho tiempo a sus familias
biológicas. Esto es un acompañamiento temporal. No es una adopción”, aclaró la funcionaria.
Ser padrino o madrina, otra alternativa
Existe también en la Dinaf una alternativa para acompañar a un niño o joven que arrastra una
historia difícil. Se denomina Programa de Apadrinamiento y si bien puede parecer más
“ligth” porque se trata de un acompañamiento “cama afuera”, implica una constancia y
compromiso a largo plazo por parte del padrino o madrina (los chicos internados
generalmente han sufrido abandono por parte de sus adultos biológicos). Por lo tanto, la
presencia permanente tiene impacto en la autoestima del pequeño.
De hecho, el Gobierno comenzó hace unos meses a convocar a los mendocinos para que se
inscribieran en esta instancia. En total, hubo 170 postulantes y ya se comenzó el período de
entrevistas a los interesados en apadrinar. Si bien la convocatoria fue exitosa, aún quedan
300 chicos que buscan la figura de un adulto con esas características.
Según Bertolotti, el promedio de ingreso de chicos con sus derechos vulnerados oscila los
560 anuales, y esa cifra se mantiene desde hace años “lamentablemente”. En contrapartida,
bajó 40% la cantidad de chicos que permanecen en los hogares. “No queremos cronicidad en
las internaciones. Muchos llegan pero también se reubican más rápido que antes”, concluyó.
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