GUÍA DE LECTURA DE ANTOLOGÍA TRADUCIDA DE MAX AUB

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GUÍA DE LECTURA DE
ANTOLOGÍA TRADUCIDA
DE MAX AUB
Pasqual Mas i Usó
Angustias Iglesias Solano
Ana I. Llorente Gracia
Ficha técnica
© ------------
SUMARIO
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
Presentación.
Introducción
Antología Traducida.
1. El proceso de edición.
2. El proceso de creación.
El mundo poético de Max Aub.
Los poemas.
Ejemplos de análisis literario.
Actividades de creación.
Bibliografía.
Carpeta de prensa.
Notas de trabajo.
Presentación
La presente GUÍA DE LECTURA DE ANTOLOGÍA TRADUCIDA DE
MAX AUB pretende ser un instrumento para que los estudiantes se acerquen a
la obra poética aubiana con garantías de profundizar en su comprensión.
Conviene saber que esta GUÍA está pensada para que se trabaje en ella
elaborando esquemas, reflexionando en grupo o contestando individualmente;
todo ello dependerá del desarrollo de la clase y de las directrices marcadas por
el profesorado.
Nuestro deseo es que se adentre en la personalidad del autor y en la
composición de Antología Traducida y se disfrute comprendiendo el alcance
de los desdoblamientos poéticos en los que se refleja Max Aub.
Esta guía está basada en la última edición de Antología Traducida,
publicada por la Fundación Max Aub de Segorbe en 1998.
Introducción
1
Antes de empezar con el análisis de la obra aubiana conviene que
te familiarices con el perfil vital del autor. Para ello, con el material
bibliográfico que tengas a mano (Introducción a la edición de Antología
Traducida, carpeta de prensa que incluimos al final de esta guía,
enciclopedias, etc.) elabora un acercamiento biográfico del escritor
Max Aub en el que reseñes los momentos más cruciales de su vida y
las obras más importantes que escribió. Puedes realizar esta actividad
en las hojas que encontrarás al final de este cuaderno, en el apartado
“Notas de trabajo”.
2
Sin duda, habrás comprobado en los medios de comunicación que
la actualidad de Max Aub es muy relevante. Según tu opinión, ¿a qué
se debe este crecimiento en el interés por este autor?
3
A menudo se juzga a la sociedad como agostada y desentendida
de los problemas sociales; en otras ocasiones, sin embargo, es vista
como una posibilidad de ayuda entre las personas (ONG, Agrupaciones
Sociales, Ayuda Internacional, etc.) ¿Piensas, a la luz de lo que has
contestado en la pregunta anterior, que la actualidad de Max Aub tiene
que ver con un nuevo despertar de la conciencia social? ¿O todo es un
montaje que pretende mantener las conciencias tranquilas?
II
Antología Traducida.
1 El proceso de edición.
1
Algunas obras, para que el público actual logre penetrarlas con
solvencia, necesitan de explicaciones, actualizaciones ortográficas,
etc.; así como ser reproducidas en imprenta u otros medios. El proceso
de edición es una actividad en la que un texto, previamente escrito por
su autor, se publica acompañado de glosas explicativas que aclaran el
significado de determinados conceptos, la identidad de personajes
citados, los rasgos que evidencian una determinada tradición literaria,
o tan sólo las posibles alteraciones gráficas en la transcripción de las
palabras.
En el siguiente texto de Campo de Sangre podrás ejercitarte en
esta interesante faceta de editor. Investiga, pues, si los personajes del
texto tienen un referente real o son claramente ficticios y señálalo con
algunas notas aclaratorias.
Tu profesor te indicará si puedes realizar esta actividad en grupo o
individualmente.
A las tres y media todos toman el tranvía o van a dar
una vuelta por las librerías. Don Enrique Díez-Canedo con
las manos esposadas a la espalda, Corpus Barga con su
elegante sombrero bien calado, Maroto con su bastón, Gil
Albert con su chilaba, Dieste con su mujer, Margarita
Garfias con Ramón Iglesia y Marina y su cuñada; Max
Aub, que cuenta cosas de la película que prepara con
Malraux; Bergamín, cuando viene de París, con su pecho
hundido, estirando su sweater gris hacia abajo, Emilio
Prados, Gaya, Manolo Altolaguirre. En la otra mesa Esplá
con sus secretarios y los Solsona con los que quieren
alquilar pisos a buen precio. Los que van y vienen del
frente, Herrera Petere, Paredes, Canajo hijo. Ningún
catalán. Guasp, tan majo; alguna vez María Zambrano,
alguna vez Masip. León Felipe.
Max Aub, Campo de Sangre, Madrid, Alfaguara,
1997, pág. 391.
• Enrique Díez-Canedo:
• Corpus Barga:
•
•
•
•
•
•
2
Otra de las funciones del editor es aclarar el significado de
términos o datos desconocidos para la mayoría de los lectores. A partir
del texto de Antología Traducida que te proponemos, perteneciente al
apócrifo Ibn Abu Hakin (pág. 127), añade las notas que consideres
convenientes para facilitar su comprensión a los lectores.
DEFINICIÓN DE LA HISTORIA
La historia, hija, es un cúmulo de desesperanzas,
dudas, desengaños, intrigas, emboscadas, crímenes,
daños,
hecatombes,
suplicios,
tormentos,
martirios,
degollinas, linchamientos, venganzas, penas, prisiones,
vergüenzas, autos de fe, fusilamientos, crucifixiones,
bajezas, deslealtades, destierros, burlas, irreverencias,
desórdenes, infidelidades, perfidias, alevosías, artificios,
mala fe, tratos dobles y aun triples, perjurios, disimulos,
mentiras, apostasías, traiciones, felonías, vilezas, malas
partidas, asesinatos, estupros, injusticias, saqueos, robos,
persecuciones, escombros que produjeron esto que ves:
albricias, suaves encantos, dulces presencias, altísimos
placeres,
prodigiosa,
dorado
vino,
muelles
manjares
alfombras,
gustosos,
delicados
música
perfumes,
poesías espléndidas, miniaturas de colores inigualables,
jardines frondosos, telas tan suaves como tus pechos, tu
boca: sueño y sueños.
¡Oh maravilla de maravillas!
• Cúmulo:
• Hecatombe:
• Auto de fe:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
3
La siguiente actividad tiene la finalidad de que distingas entre
nombre del poeta, localización temporal, introducción, poema, nota de
Max Aub y nota de la edición.
Partiendo del poema de Fu Po (págs. 128-129) localiza los
elementos citados anteriormente y señálalos en el cuaderno.
FU-PO
(801-?)
Nació en Ssê-ch'van. No se sabe dónde ni cuando murió. Es
extraño que no fuera apreciado ni de la dinastía T'ang ni de
Mao Tse-Tung. Es de sentir1.
CANCIÓN DE AMOR Y ENVIDIA
El tiempo ha sido muchas veces comparado al agua, la
preferían los poetas y los profetas al aire o al fuego (de la
tierra no se hablaba). El agua se ve correr, no el viento, que
necesita del polvo, y las llamas desaparecen demasiado
pronto. La tierra es inmóvil. Sin embargo, los poetas debieran
preferirla y a las raíces que la atraviesan y que representan
mejor el tiempo que el agua del río, grande o pequeño, y no
debieran olvidar que el fuego forja la vida y que el agua es
demasiado fría y está muerta y corre sólo por su propio peso y
que las llamas suben hasta el cielo. El viento doblega árboles e
hincha las velas, aunque apague candelas y sea tan capaz, o
más, de destruir como el agua, la tierra o el fuego, y es el
único que se pasea con libertad donde la parece mejor. El
tiempo, en cambio, tiene una sola dirección y cae de su propio
peso y es incapaz de rebelarse contra el sol, como lo hace el
viento, que puede oscurecerlo. ¡Ojalá el tiempo fuera como el
viento y yo pudiera ser joven, otra vez, como tú!
(Adviértase en la traducción la dificultad del idioma original.
No oculto que me apoyé en la versión inglesa de mi amigo
Alistair Reid2.)
––––––––––––––––––––––
Max Aub sugiere que el arte de Fu-Po no fue valorado ni por
los amantes de la poesía tradicional, que alcanzó gran
esplendor artístico durante la dinastía Tang (618-907), la
tercera china y contemporánea del autor antologado, ni
tampoco fue estimado por los amantes de la poesía social y
revolucionaria, encabezada por el líder comunista Mao-TseTung (hoy se prefiere escribir Mao Zedong).
2
Respecto
a
la
amistad
con
Alistair
Reid,
ver
la
correspondencia mantenida entre ambos, desde 1963 a 1971,
en el Epistolario conservado en el Archivo Max Aub de Segorbe
(Leg. 15-5: 16 cartas de Max Aub y 13 de Alistair Reid). En
Imposible Sinaí también cita a su amigo para justificar la
elección de unos poemas: “No tomo parte; sólo escojo para su
publicación –con ayuda de Alastair <sic> Reid– los que me
parecieron más característicos.” (Barcelona, Seix Barral, 1982;
pág. 7).
2 El proceso de creación.
Ahora que ya tienes clara la diferencia entre el texto aubiano y las
explicaciones que lo acompañan, vamos a centrarnos en el proceso de
creación de Antología Traducida. Ten en cuenta que Max Aub se
desdobla en antólogo, traductor y en múltiples poetas.
1
Observa cómo Max Aub actúa como antólogo del poeta Josef Ibn
Zakkariya en el siguiente texto (pág. 142):
Nació en Zaragoza, de conocida familia judía y fue
padre o abuelo del famoso cabalista del mismo apellido
que quiso, en tiempo, convertir al papa Nicolás III. Dentro
de
los
lugares
comunes
remiro
cierta
influencia
musulmana, no de extrañar en aquel tiempo.
Aporta nuevos ejemplos en los que se aprecie con claridad esta
función.
2
Lee atentamente el siguiente texto en el que se patentiza la tarea
de Max Aub como traductor (pág. 90).
Entonces me puse a mal traducir estos poemas
segundones que posiblemente tampoco tienen interés.
Peor es publicarlo. Ahora bien, ¿tengo yo toda la culpa?
“Con todo, yo creo haber sido fiel al sentido y al
espíritu, acaso mucho más que si me hubiese detenido
servilmente a la letra”, dice Valera en el prólogo de su
traducción de Poesía y arte de los árabes de Schack;...
Busca otros casos en los que esta labor quede justificada.
3
Habrás observado que en alguna ocasiones Max Aub toma
traducciones de otros autores. Localiza algún ejemplo en el que se
evidencie esta actividad.
4
A su vez, Max Aub se desdobla también en numerosos poetas. ¿En
cuántos?
5
Entre todos los poetas incluidos en la Antología Traducida habrás
encontrado uno que te resulta muy familiar. ¿De quién se trata?
6
Valora la forma en que Max Aub se presenta a sí mismo como
poeta y los textos que aporta para ello.
III El mundo poético de Antología Traducida.
Vamos a trabajar con los poetas en los que se ha desdoblado Max
Aub y con sus obras. Convendrá, por tanto, tener a mano un buen
número de datos para así poder relacionarlos y extraer conclusiones.
Completa el siguiente cuadro. Sus datos te servirán para realizar
las actividades que posteriormente te propondremos y que es
preferible trabajes en grupo.
Autor
Época
Ámbito cultural
Idioma
1
Anónimo
Egipto
Egipcio
2
Hagesícora
VII a.C.
Grecia
Griego
3
Asmida
VII a.C.
Grecia
4
Tableta agnóstica
VI a.C.
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
22
23
24
25
26
Ramón de Perpiñá
Religioso
Trascenden
te
5
21
Tema
Poesía provenzal
Tema
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
B.F. Da Frías
Renacimiento
Religioso
38
39
40
41
Juan M. Wilkenstein
Alemán
42
43
44
45
A. Vacaresco
Romanticismo
Italiano
Haikú
46
47
48
49
50
51
52
Josef Wasjiewitz
Walt Withman
53
54
55
56
57
58
59
60
61
62
63
64
65
66
67
68
69
Michael McGulen
Inglés
Una vez completada la ficha de trabajo, ubica estos autores geográficamente
en un Mapamundi.
Ahora contesta a las siguientes preguntas. En las respuestas habrás de utilizar
los datos recogidos en la composición de las fichas y del mapa.
1
Agrupa los autores según su nacionalidad, selecciona algunos países y
realiza un breve seguimiento de su literatura: movimientos literarios,
obras más importantes, autores, etc. y anota las coincidencias con las
recreaciones biográficas de los poetas de la Antología Traducida. Puedes
utilizar las hojas del apartado “Notas de trabajo” para realizar esa
actividad.
2
En el apartado del Estudio Introductorio dedicado a los poetas
antologados se presentan formas de dar “vida” a un poeta. A partir de los
autores que te proponemos, investiga y encuentra sus heterónimos
correspondientes.
• Antonio Machado
• Max Aub
• Fernando Pesoa
3
Agrupa los poemas según su cultura y lengua y elabora un atlas literario
que refleje las preferencias aubianas. Comprueba si la biografía de Max
Aub (lugar de nacimiento, procedencia de su familia, lenguas que
hablaba en Valencia, formación literaria y artística, etc.) guarda relación
con las elecciones lingüísticas.
Realiza esta actividad en el apartado “notas de trabajo”.
4
Agrupa los poemas según su temática (amor, muerte, tiempo, libertad,
escritura, etc.) y analiza los puntos de vista diferentes o coincidentes. Poe
ejemplo, ¿cómo tratan el amor Cste Yuan Wu, Ibn Ben Alí, Wilfres
Poucas Martos, etc.? ¿Y la muerte, el tiempo, la pasión, el arte, España,
etc.?
AMOR
MUERTE
TIEMPO
LIBERAD
Cste Yuan Wu
Ibn Ven Alí
Wilfres P. Martos
Ahora desglosa uno de esos temas y señala puntos coincidentes y
divergentes según el autor o el poema.
AMOR
Coincidencias
Divergencias
Siguiendo el esquema propuesto, elabora otros cuadros clasificadores en
las “Notas de trabajo” de este cuaderno.
5
A partir de las averiguaciones realizadas, valora en qué momentos del
libro predomina la erudición (datos, teorías, razonamientos, etc. ) o la
creación (poesía).
IV
LOS TEXTOS
1
Max Aub se confiesa en no pocas ocasiones admirador de la poesía del
alemán Heine y por ello le dedicó varios artículos, ya mencionados en el
Estudio Introductorio de Antología Traducida. En esta ocasión Max Aub
reflexiona sobre la mujer en Heine y el cantar de los Cantares. He aquí
una muestra del poeta apócrifo Subandhu:
DE LA AMADA AL AMADO
Lo primero que recuerdo de ti son las manos. No tus manos
en sí -que no sé siquiera si son hermosas o feas- sino tus manos
en mí, tus manos sobre mí. Su marca huidiza, corredora,
alucinante, como sombras de pájaros en vuelo. Tus manos en mis
manos como palomas, en mis brazos como peces, en mi cintura
como lianas, en mis espaldas como chorro de agua recién
nacida, en mis muslos como serpientes. Tus manos por todo mi
cuerpo, como mar. Tus manos sobre mí, corriendo, recorriendo,
formando mi epidermis, formándome, dándome contenido:
haciéndome mundo.
Hasta que me tocaste, no fui yo la que soy ahora.
¿Nueva? No: otra. Me hiciste por el tacto, de perfil y de
frente. Desde el primer momento en que rozaste mi cabeza con
tus manos, al descuido. Lo recuerdo como si fuese ahora mismo:
estaba sentada en el suelo, pasaste tu mano por mi pelo y se
estremeció mi tronco como si le azotara un viento nuevo.
Me estremecí. Cada vez que recuerdo tus manos me
estremezco. Me inmuto. Ardo con sólo recordar tus manos, mi
vida, conmovida.
lo que siento, lo que me recorre cuando me tocan tus manos
no tiene nombre. Ni escalofrío ni estremecimiento, ni temblor;
conmoción tal vez. Ni lo sé ni lo sabré: vibro, me espeluzno,
centelleo, titilo trémula.
Ondulo, me cimbro, nueva, otra. Me das movimiento.
Escribo "trémula" y quizá por ese sendero podría hallar las
palabras que reflejaran lo que me hacen sentir tus manos en mi
cuerpo. Pero no es temblor lo que siento cuando voy a temblar,
temblar sin miedo, con gusto profundo. Soy yo, del otro lado.
Me alteras, me conmueves. Sí, está bien dicho: tus manos,
me conmueven, me sobresaltan, me quebrantan abriéndome,
haciendo salir de mis entresijos el musgo del placer más
escondido.
Me estremeces: me meces, me entre -meces-.
Dentro.
Tus manos me acunan, me enternecen, me mueven, sirenas,
me alan.
Me ablandan tus manos tiernas endureciéndome, me
desmenuzan dándome unidad. Me cierran en ti, abriéndome a la
mar.
Me transportan, contrarias al milagro, milagro ellas
mismas, haciéndome, dándome lo que nadie me dio.
Comenta en la “Notas de trabajo” el poema de Subandhu teniendo en
cuenta el siguiente texto sobre Heine de Max Aub y analiza la visión del amor
en autores y obras que ya conoces: La Celestina, Petrarca, Lope de Vega,
Cervantes, Racine y Werther.
La mujer que canta Heine y, por ende, el amor, en la mujer y el amor de
nuestro tiempo, no la heroína de las novelas lacrimosas que había puesto de
moda Inglaterra, ni la discreta de las comedias de Lope, ni la Laura del
Petrarca. Si algún antecedente tiene sería Melibea, ni Dulcinea, ni la Fedra de
Racine, ni la Carlota de Werther. Es la Sulamina del Cantar de los Cantares,
del cual tomo el título, para describirla a su manera, tal vez no tan distinta de
la que fue la de Salomón:
“El cuerpo de la mujer es un poema, que a instancias del Espíritu, Dios
Nuestro Señor escribió en el gran álbum de la naturaleza.
Sí, la hora era favorable, Dios estuvo magníficamente inspirado; con el
arte dominó la materia árida y rebelde.
En verdad, el cuerpo de la mujer es el supremo Cantar de los Cantares;
¡qué maravillosas estrofas son sus miembros esbeltos y blancos!
¡Oh, qué divina dea en ese cuello resplandeciente, sobre el cual se
columpia la cabeza chica, pensamiento capital todo ensortijado!
Los botones de rosa del seno, cincelados están como un epigrama y la
cesura que los parte es inevitablemente arrebatadora.
En el paralelismo de las caderas se rebela el creador plástico; la
proposición incidental, con su hoja de parra, también es hermoso pasaje.
No es un poema abstracto, sino canto de carne y hueso, pies y manos; ríe
y besa con labios que riman ricamente.
¡Aquí alienta la verdadera poesía! ¡Qué gracia en todos los
movimientos!, y el poema lleva en la frente la señal de la perfección..
¡Quiero loarte, oh Señor, y adorarte en el polvo! A tu lado, divino poeta,
no somos más que unos ignorantes.
Me abismaré, Señor, en los esplendores de tu poema; a su estudió
consagro mis días y también mis noches.
Sí, noche y día lo estudio; no quiero perder ni un solo instante; ¡ay!, mis
piernas enflaquecen, enflaquecen. Eso le pasa al que estudia demasiado.”
(Max Aub, Pruebas, Madrid, Ciencia Nueva, 1967; págs. 22-23.
Traducción del poema de Heine de Enrique Diéz-Canedo).
2
Max Aub comenta el poema de Ramón de Perpiñá “Ciego” y se pregunta
si Miguel de Unamuno recordaría ese poema cuando escribió “Veré por
ti”, dedicado a su esposa Concha, y en el que la fe anda ciega por el
camino de la vida, pero conserva el poder de despertar la luz en los ojos
del prójimo y enseñarle la senda con los ojos de la esperanza. Miguel de
Unamuno también escribe dos cuentos que tratan del mismo tema: La
venda y Ver con los ojos. He aquí, pues, primero el poema de Max Aub:
CIEGO
¡Ay, ciego de ti, ciego,
tu cintura mi tronco,
tu pecho mi desierto,
tus piernas mi alameda,
tu vientre mi mar muerto!
Vaivén lento del mar
¡Y tu cabello negro!
¡Ay, ciego de ti, ciego,
a través de ti veo!
Tu frente día, tus labios cielo.
Mas cuando se hace de día....
Según Antonio Carreño (1982a, pág. 208; 1982b, pág. 287), “El poeta
viene a ser en el poema de Unamuno, simbólico lazarillo en su camino había
“lo que es hoy esperanza”. Sus sentidos, íntimamente incorporados, le sirven
de ayuda recíproca: “mis ojos son para ti la prenda / de un caminar seguro”.
La misma función se le concede en el poema de Aub. En “Ciego” comparte
éste con el acompañante una geografía espacial: “¡Ay, ciego de ti, ciego, / A
través de ti veo!” (vv. 8-9). La constitución anatómica del uno le confiere una
correspondencia espacial al otro: “tu cintura, mi tronco, / tu pecho mi desierto,
/ tus piernas mi alameda, / tu vientre mi mar muerto” (vv. 2.5).” Ahora
comprueba la sugerencia aubiana a partir del siguiente poema de Unamuno.
VERÉ POR TI
“Me desconozco”, dices, mas mira, ten por cierto
que a conocerse empieza el hombre cuando clama
“me desconozco” y llora;
entonces a sus ojos el corazón abierto
descubre de su vida la verdadera trama;
entonces es su aurora.
No, nadie se conoce hasta que no le toca
la luz de un alma hermana que de lo eterno llega
y el fondo le ilumina;
tus íntimos sentires florecen en mi boca,
tu vista está en mis ojos, mira por mí, mi ciega,
mira por mí y camina.
“Estoy ciega”, me dices; apóyate en mi brazo
y alumbra con tus ojos nuestra escabrosa senda
perdida en lo futuro:
veré por ti, confía; tu vista es este lazo
que a ti me ato, mis ojos son para ti la prenda
de un caminar seguro.
¿Qué importa que los tuyos no vean el camino
si dan luz a los míos y me lo alumbran todo
con su tranquila lumbre?
Apóyate en mis hombros, confíate al destino,
veré por ti, mi ciega, te apartaré del lodo,
te llevaré a la cumbre.
Y allí en la luz envuelta, se te abrirán los ojos,
verás como esta senda tras de nosotros, lejos,
se pierde en la lontananza
y en ella de esta vida los míseros despojos,
y abrírsenos radiante del cielo a los reflejos
lo que es hoy esperanza.
Miguel de Unamuno, Antología poética. Edición de Roberto Paoli. Madrid,
Austral, 1992; págs. 68-69.
3
Recuerda que las jarchas son versos escritos en romance que se añadían
al final de la moasaxa. He aquí unos poemas de Mose Ibn Barun que
recuerdan estas composiciones.
Yo le quería
madre, ya no me quiere.
Era de día.
¡Ay madre! ¡que haré?
La puerta está abierta
y no entra.
Madre, el campo está verde
y no me quiere.
Tú no sabes quién soy,
tampoco lo sé yo.
¿Quién viene por el camino?
Ella ¿quién si no?
Señala en la “Notas de trabajo” las concomitancias, sobre todo temáticas,
con los siguientes ejemplos de jarchas en escritura modernizada. Para ello
habrás de repasar la literatura medieval, en la cual se dieron, como señala
Dámaso Alonso, “los primeros vagidos de la literatura española”, que son las
jarchas.
Dime, ¿qué haré? ¿Cómo viviré?
Espero a mi amigo; por él moriré.
Abraham Ibn Ezra
Amigo, ¡no te apartes de mí!
¿Qué haré, que será de mí si tú me dejas?
Todros Abulafia
Al clarear el día, no dormiré,
Buen Abu’l-Qasim, rostro del alba.
Al-Laridi
¡Gracias, amigo mío, no te enojes!
Bueno, besa mi boquita; sé que no te marcharás.
Anónimo.
¿Qué faré, mamma?
Meu-l-habib est’ad yana.
Yodsef Ibn Saddiq
Manuel Alvar, Poesía española medieval. Barcelona, Cupsa, 1978; págs.
10-13.
4
El poema de Yojanan Ben Ezra Ibn Al-Zakkai titulado “Imitación de
Yehudá Haleví”, cuya expresión sobre la “patria” ya trata Max Aub en
Diario de Djelfa, sigue el llamado estilo “sionista” de Jehudá Ha-Leví.
IMITACIÓN DE YEHUDÁ HALEVÍ
I
Y tú estás ahí,
tranquilamente sentado,
leyendo
lo que los demás escribieron,
estás ahí, esperando
que caiga el día
a como vaya cayendo,
leyendo
como si lo que lees, lo hubieses pensado
/ tú mismo,
sin acordarte
de tu patria miserable.
Miento:
me consta, lo sé,
pero la apartas violentamente;
quieres vivir en el olvido
de la muerte.
Si es así, y te has olvidado de España,
¿por qué no te mueres?
¿Por qué, de una vez,
no te mueres de tu muerte atrasada?
No basta jamás el recuerdo de la amada.
II
¿Es peor
que la patria abandonada,
dirigida
por los enemigos,
perdida, progrese
o que, al contrario,
sea un montón de ruinas?
Sólo el político puede tener dudas,
por eso los reyes son dignos de lástima.
Solas las lenguas son mudas.
III
¿Quién sueña lo que has soñado?
¿Quién soñó lo que has soñado?
IV
¿Qué ves, qué ves más allá
de lo que ves?
Sólo adivinas lo que quisieras ver.
No te hagas ilusiones;
eres un pobre mendigo
como no puede menos de ser.
No te revuelvas, óyeme bien,
eres un triste mendigo
como no podías menos que ser;
pides sin atreverte
a mirar la cara de tu huésped,
mendigas
decidido a no agradecer
las limosnas,
a escupir a la cara que no ves.
Si te has olvidado de España
¿por qué no te mueres de una vez?
He aquí un ejemplo, aunque en este caso la añorada no es España, sino
Sión. Sobre este tema vuelve Max Aub en su libro póstumo Imposible Sinaí
(Barcelona, Seix Barral, 1982; pág. 27), por ejemplo en el poema de Natan
Bemayaru cuando reprocha el pasado de los judíos en España:
¿Quién nos echó,
quién nos quemó,
quién destruyó
nuestro pasado?
Compara el poema de Yohanan Ben Ezra Ibn Al-Zakkai con el siguiente
poema de Yehudá Ha-Leví y comenta las conclusiones.
Mi corazón está en Oriente y yo en lo último de Occidente
¿Cómo voy a gustar de la dulzura de los manjares?
¿Cómo es posible que cumpla mis votos no mis promesas
si Sión está oprimida por los edomitas
y yo bajo el dominio de los árabes?
No me sería penosos renunciar a toda la hermosura de España
Para poder contemplar el polvo de las ruinas del Templo.
Yehudá Ha-Leví, Nueva antología poética. Traducción de Rosa Castillo.
Madrid, Hiperión, 1997, pág. 53.
5
Max Aub ensaya el haikú en los poemas de Alejandro Vacaresco y de
Cste Yuan Wu. El haikú, o jaikú, es una composición japonesa formada
por tres versos que suman 17 sílabas. Compruébalo en los siguientes
ejemplos maxaubianos.
CÍRCULO
¿Qué me das tú
que las demás
no pueden darme
a pesar de su empeño?
Tú lo eres todo,
mañana, tarde y noche:
amanecer.
Tú lo eres todo,
semilla, flor y fruto,
junto y revuelto.
En ti me quiero,
en mí te quieres,
me quieres y te quiero.
Multiplicada,
me multiplicas,
luna, estrella, universo.
En suave movimiento,
oh, centro de mi centro,
a ti me vuelvo.
He aquí algunos haikús clásicos en los que podrás comprobar el acierto
de los poemas aubianos. No obstante, ten en cuenta que, al tratarse de
traducciones del japonés, no siempre es posible respetar el cómputo silábico.
MATSUO BASHO
Canto de cigarra,
Aunque no lo parece,
Pronto morirá.
En el espejo antiguo del estanque
se sumerge una rana.
ruido de agua.
KAWABATA BOOSHA
La torta de arroz
está blanda.
Lágrimas de emoción.
HATTORI RAUSETSU
El viento de otoño
mece la persiana de bambú
y mi corazón.
ISHIDA HAKYOO
Nieva abundantemente
Todo es silencio
Como en la habitación del muerto.
Haijín. Antología del jaikú. Traducción de Ricardo de la Fuente y Yutaka
Kawamoto. Madrid, Hiperión, 1992.
6
Max Aub se refiere en “Destinte” de Robert Van Moore Dupuit al poema
de Quevedo “Roma antigua y moderna” que su autor calificó como Silva
pero que al principio está formado por el siguiente soneto.:
Esta que miras grande Roma agora,
huésped, fue yerba un tiempo, fue collado:
primero apacentó pobre ganado;
ya del mundo la ves reina y señora.
Fueron en estos atrios Lamia y Flora
de unos admiración, de otros cuidado;
y la que pobre dios tuvo en el prado,
deidad preciosa en alto templo adora.
Jove tronó sobre desnuda pea,
donde se ven subir los chapiteles
a sacarle los rayos de la mano.
Lo que primero fue, rica, desdeña:
Senado rudo, que vistieron pieles,
da ley al mundo y peso al Océano.
Quevedo, Poesía Completa.
Edición de José-Manuel Blecua, Barcelona, Planeta, 1981; págs. 112-113.
Francisco de Quevedo lo incluye en Las tres Musas últimas castellanas
(Madrid, Imprenta real, 1670, pág. 139). En una autobiografía enviada a
Ignacio Soldevila, Max Aub dice sobre el autor barroco: “llevo en mi equipaje
los versos de Quevedo” (Carta del 28-IV-1968; Citada por Dolores Fernández
Martínez, Tesis cit., pág. 51). Antonio Carreño (1982a, pág. 206; 1982b, pág.
285) explica que “el fragmento de Quevedo, intencionalmente mutilado
procede de la silva “Roma...” Los cuatro primeros versos (un cuarteto
endecasílabo perfecto) quedan desfigurados. La alteración llevada a cabo por
Max Aub da al traste con la perfección formal: suprime varios vocablos (“un
tiempo”... “pobre”...), y altera la voz del emisor. En Quevedo, el discurso
lírico se dirige al vocativo “huésped”: Esta que miras grande Roma agora, /
huésped, fue yerba un tiempo, fue collado”. El verbo en presente (“miras”) se
altera en pasado (“miró”); la “reina y señora” en “dueña y señora” en las
nueva versión. Aquí el traductor se vale del poeta moral (el más leído y
admirado por Max Aub) para superar la pobreza expresiva del poeta belga
[Robert Van Moore Dupuit]. Pero al incluir en el poema un texto contrahecho
de Quevedo, puntualiza su arte de compositor y traductor. La confección se
sostiene como un intercambio lúdico de varias posibilidades textuales: a) la de
Robert Van Moore Dupuit (no otro que Max Aub); b)la de francisco de
Quevedo (que aquél altera); y c) la del traductor que firma el libro y se alude a
sí mismo en la cubierta y en la nota de página. Socava así, paradójicamente: 1)
el principio de autoridad: la literatura es (ya en Borges) pertenencia plural; sus
metáforas meras variaciones en el tiempo; 2) la función del lector como
modificador del texto: a través de éste se explican las variantes de otros textos;
3) la funcionalidad del texto lírico ejemplar: fija y aclara un pensamiento
confuso, o pobremente expresado; 4) la actualidad de Quevedo, detrás de la
mayoría de las páginas de Max Aub”.
Curiosamente, el parecido del poema de Max Aub también recuerda otro
poema quevedesco de Rodrigo Caro, titulado, “A las ruinas de Itálica”.
Estos, Favio, ¡ay dolor! Que ves ahora
Campos de soledad, mustio collado
Fueron un tiempo Itálica famosa...
A partir del soneto de Quevedo y siguiendo las explicaciones anteriores,
comenta las referencias del autor barroco en el poema de Max Aub escrito
bajo el nombre de Robert Van Moore Dupuit.
DESTINTE
El tiempo empieza siempre, quiérase o
no, gris. Mas pase lo que pase: rojo,
brillantísimo sol blancuzco, verde
fulgurante amarillo
debajo de ellos
agazapado vive el negro
o ese ligero tinte gris.
Solapada denuncia
de que no hay principio ni fin.
I
-Desde el momento en que creyera en algo,
sería esclavo.
II
Tocar el mundo frío,
abandonarlo,
no ser esclavo:
que nadie -nada- sea mío.
III
Ésta que miro grande Roma ahora
huésped, fue hierba, fue collado:
primero apacentó ganado.
Ya del mundo la ves dueña y señora.
Así soñé mi vida. Sigo siendo
huésped de mí, tristísimo desierto.
7
Sin duda, como advierte Max Aub, Walt Whitman está detrás de los
poemas de Josef Waskiewitz: en el verso libre, en la confesión directa de
su yo y de su poética que recae a veces sobre un tú interrogado, en la
escritura torrencial, en el tratamiento de la naturaleza, etc. He aquí el
poema maxaubiano de Waskiewitz:
¿Qué os creéis? ¡Oh escuchadlos!, ¡oh, leídos! ¿Os entiende la hierba?
Decidme esto sólo: ¿os entiende la hierba? (¡Podría escribir tantas cosas!)
¡No! -¿qué os creéis?-. No: no os entiende nadie que valga la pena que
os entienda, porque quien os entiende no os necesita para nada.
Sólo valdría la pena que os entendiera quien no os puede entender: los
cazos, los caracoles, las arañas. (¡Podrías escribir tantas cosas si os
entendieran las salamandras, las arañas, la hierba y los tréboles!)
¿Creéis que porque vuestros libros llegan a la quinta edición por eso
valen la pena? (¿Qué pena?)
Sólo os leen los que no os necesitan, roto el espejo -a trozos no
escogidos, a trozos recogidos- sólo esos solos, para mirarse en sus espejos y
no en el vuestro.
¿Qué creéis? ¿Ser alguien? ¿Quién es alguien? No lo sabéis.
Ninguno de vosotros sabe quién es alguien: Ése que le habla la hierba y
que la hierba entiende, curvándose como la cintura de mi amada.
¡Hablad a la hierba, habladle y reventad de pena, que no os entiende! Ni
la hierba, ni las piedras... Sólo sabéis hablar quedo al oído de vuestro
ombligo.
Encuentras parecido con los siguientes versos del poeta estadounidense
pertenecientes al “Canto de mí mismo” de Hojas de Hierba?
6
Un niño me preguntó: ¿Qué es la hierba?, trayéndola a manos
llenas,
¿Cómo podría contestarle? Yo tampoco lo sé.
Sospecho que es la bandera de mi carácter tejida con esperanzada
tela verde.
O el pañuelo de Dios,
Una prenda fragante dejada caer a propósito,
Con el nombre del dueño en alguna punta, para que lo veamos y lo
notemos y nos preguntemos, ¿de quién?
O sospecho que la hierba misma es un niño, el recién nacido de la
tierra. [...]
17
Estos son en verdad los pensamientos de todos los hombres en todas
las épocas y países: no son originales míos,
Si no son tan tuyos como míos, son nada o casi nada,
Si no son el enigma y la solución del enigma, son nada,
Si no son tan cercanos como lejanos, son nada.
Esta esla hierba que crece donde hay tierra y hay agua,
Este es el aire común que baña el planeta.
Walt Whitman, Hojas de hierba. Traducción de Jorge-Luis Borges.
Madrid, Ciencia y cultura, 1983; págs. 44-45 y 58.
8
En el poema de Gusta Rosenbluth “Anatema de un converso holandés” se
citan numerosos escritores y artistas. Una vez descifrados sus nombres
con ayuda de las notas haz un seguimiento más amplio de sus biografías.
¿Piensas que figuran aquí por algo en especial?
9
a estas alturas debes de estar familiarizado con el periplo vital
maxaubiano. Si ya conoces la biografía de Max Aub y algo de su obra,
¿crees que el Max Aub antologado es el propio Max Aub? Esta es una
actividad cuya respuesta ha de ser justificada, si es posible, con ejemplos
y, además, conviene que sea comparada con las opiniones de otros
lectores.
10
En el poema de Michael Mcguleen se cita a Allen Ginsberg (Peterson,
New Jersey, 1926-Manhattan, Nueva York, 1996) poeta estadounidense,
iniciado dentro del movimiento beat. En su obra, reflejo de un claro
malestar frente a la realidad, cabe destacar Howl and Other Poems
(1956), traducida el mismo año al castellano como Aullido y otros
poemas en San Francisco, en la editorial City Lights de Lawrence
Ferlingheti, y Reality Sandwiches (1963). Beat es el nombre con que un
periodista norteamericano bautizó en 1958 a un fenómeno peculiar de esa
época, que ha pasado a nombrar al individuo perteneciente a una
subcultura y que, ya en su adolescencia, se considera desarraigado de la
sociedad; tras abandonar a su familia y el orden establecido por el medio
social en que vive, lleva una vida errabunda, sólo dirigida por ideales
místicos y por relaciones espontáneas con otros individuos de igual o
semejante ideología. El movimiento hippie de los años sesenta hizo
retroceder terreno a los beatnicks. Isabel Allende, en su novela El plan
infinito (1991) recrea este movimiento y sus consecuencias en algunos
párrafos (Ver Antología Traducida, (edición Fundación Max Aub) pág.
274, nota o (Edición Editorial Visor) pág. 232-233, nota 166.
He aquí el poema del apócrifo Michael Mcguleen con el que cierra
Max Aub su Antología Traducida:
Los norteamericanos
construyen celdas(1)
también los rusos,
los checos y los turcos
(los chinos las construyen a millares).
Los franceses y los ingleses
las reconstruyen,
los alemanes las disfrazan
para que quepan más.
Dinamitan las islas
por pequeñas e inservibles.
Los beatnicks dicen lo primero
que les pasa por la cabeza.
Ginsberg fuma mariguana.
Mientras se eleva sobre el mundo
el gran lamento negro del jazz.
Lee el siguiente fragmento perteneciente al famosísimo poema de Ginsberg
“Howl” (“Aullido”), y comenta el punto de vista de Michael Mcgulee sobre
los beatnicks.
He visto los mejores cerebros de mi generación destruidos por la locura,
famélicos, histéricos, desnudos, arrastrándose de madrugada de madrugada
por las calles de los negros en busca de un colérico picotazo, pasotas de
cabeza de ángel consumiéndose por la primigenia conexión celestial con la
estrellada dinamo de la maquinaria de la noche, que, encarnación de la
pobreza envuelta en harapos, drogados y con varias miradas, velaban fumando
con la sobrenatural oscuridad de los pisos de agua fría flotando sobre las
crestas de la ciudad en contemplación del jazz, (...) y se alzó reencarnado en
las fantasmales vestiduras del jazz en la áurea sombra de las trompas de la
banda y sopló el sufrimiento por amor del desnudo cerebro de América
convirtiéndolo en un grito de saxofón eli eli lamma sabactnami que hizo
estremecerse a las ciudades hasta la última radio con el corazón absoluto del
poema de la vida sanguinariamente desgarrado de su propio cuerpo,
comestible durante mil años.
(Allen Ginsberg, Aullido y otros poemas, Madrid, Visor, 1993.
Traducción de Katy Gallego revisada por Antonio Resines.)
V
ANÁLISIS LITERARIO
A continuación te ofrecemos unos textos y una serie de actividades para
que trabajes con ellos y profundices en su sentido y en su calidad literaria.
a)
LA ESPOSA
Mi amado es radiante y colorado,
egregio entre diez mil.
Su cabeza es oro, y oro puro.
Sus guedejas, cual racimos de dátiles,
son negras como el cuervo.
Sus ojos son como palomas
a la vera de arroyuelos de agua,
bañadas en leche
y posadas junto a un pilón.
Sus mejillas son como arrietes
/ de balsameras,
semilleros de plantas aromáticas:
lirios son sus labios
que destilan mirra abundante.
Sus brazos son cilindros de oro
guarnecidos de piedras de Tarsis.
Su vientre es un rollo de marfil
cubierto de zafiros.
Sus piernas son columnas de alabastro
asentadas sobre basas de oro fino.
Su porte es como el del Líbano,
majestuoso cual los cedros.
Su paladar es la propia dulzura,
y todo él es el encanto mismo.
Tal es mi amado y tal mi amigo,
¡oh hijas de Jerusalem!
El Cantar de los Cantares.
b) Esposa
Mi Amado, las montañas
los valles solitarios nemorosos,
las ínsulas extrañas,
los ríos sonorosos
el silbo de los aires amorosos,
la noche sosegada
en par de los levantes de la aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora.
Cazadnos las rapsodas,
que está ya florecida nuestra viña,
en tanto que de rosas
hacednos una piña,
y no parezca nadie en la montiña.
Deténte, cierzo muerto;
ven, austro, que recuerdas los amores,
aspira por mi huerto,
y corran tus olores,
y parecerá el Amado entre las flores.
¡Oh ninfas de Judea!,
en tanto que en las flores y rosales
el ámbar perfumea,
morá en los arrabales,
y no queráis tocar nuestros umbrales!
Escóndete, Carillo,
y mira con tu haz a las montañas,
y no quieras decillos;
mas mira las compañas
de la que va por ínsulas extrañas.
San Juan de la Cruz, Cántico espiritual.
C
DE LA AMADA AL AMADO
Lo primero que recuerdo de ti son las manos. No tus manos en sí -que no sé
siquiera si son hermosas o feas- sino tus manos en mí, tus manos sobre mí.
Su marca huidiza, corredora, alucinante, como sombras de pájaros en
vuelo. Tus manos en mis manos como palomas, en mis brazos como peces,
en mi cintura como lianas, en mis espaldas como chorro de agua recién
nacida, en mis muslos como serpientes. Tus manos por todo mi cuerpo,
como mar. Tus manos sobre mí, corriendo, recorriendo, formando mi
epidermis, formándome, dándome contenido: haciéndome mundo.
Hasta que me tocaste, no fui yo la que soy ahora.
¿Nueva? No: otra. Me hiciste por el tacto, de perfil y de frente. Desde el
primer momento en que rozaste mi cabeza con tus manos, al descuido. Lo
recuerdo como si fuese ahora mismo: estaba sentada en el suelo, pasaste tu
mano por mi pelo y se estremeció mi tronco como si le azotara un viento
nuevo.
Me estremecí. Cada vez que recuerdo tus manos me estremezco. Me
inmuto. Ardo con sólo recordar tus manos, mi vida, conmovida.
lo que siento, lo que me recorre cuando me tocan tus manos no tiene
nombre. Ni escalofrío ni estremecimiento, ni temblor; conmoción tal vez. Ni
lo sé ni lo sabré: vibro, me espeluzno, centelleo, titilo trémula.
Ondulo, me cimbro, nueva, otra. Me das movimiento.
Escribo "trémula" y quizá por ese sendero podría hallar las palabras que
reflejaran lo que me hacen sentir tus manos en mi cuerpo. Pero no es
temblor lo que siento cuando voy a temblar, temblar sin miedo, con gusto
profundo. Soy yo, del otro lado.
Me alteras, me conmueves. Sí, está bien dicho: tus manos, me
conmueven, me sobresaltan, me quebrantan abriéndome, haciendo salir de
mis entresijos el musgo del placer más escondido.
Me estremeces: me meces, me entre -meces-.
Dentro.
Tus manos me acunan, me enternecen, me mueven, sirenas, me alan.
Me ablandan tus manos tiernas endureciéndome, me desmenuzan
dándome unidad. Me cierran en ti, abriéndome a la mar.
Me transportan, contrarias al milagro, milagro ellas mismas,
haciéndome, dándome lo que nadie me dio.
Max Aub, Antología Traducida.
ACTIVIDADES
1
El título de estos textos puede ayudarte a determinar el tema; tras leer los
poemas, determina el motivo temático de cada uno de ellos:
Título ---------------→Tema
a)
b)
c)
2
Para comprender con mayor profundidad los poemas te proponemos que
busques el significado de los términos que te sean desconocidos; así
sabrás que en el poema del Cantar de los cantares, “egregio”, significa
ilustre;
Guedejas: larga cabellera.
En el poema de San Juan de la Cruz, perteneciente a su Cántico
espiritual, “nemorosos” se asocia a los bosques;
Silbo:
En el poema de Max Aub, atribuido a Subandhu:
3
todo poema implica una estructura comunicativa compleja, distinta de la
que corresponde a los mensajes de uso. Considerando las figuras del
emisor, receptor, hablante lírico y tú lírico, trata de responder a la
pregunta siguiente:
¿Quién habla?
¿A quién se dirige?
a)
b)
c)
¿Podrías adaptar ahora al esquema de la comunicación humana (E-R)
esta otra forma de comunicación? Intenta reflejarlo en un cuadro en el que
aparezcan, al menos, las figuras mencionadas.
4
¿Con qué intención o finalidad han sido escritos estos poemas?
a)
b)
c)
5
Habrás observado que denominamos poemas a los tres textos que
estamos trabajando; el texto de Subhandu, perteneciente a Antología
traducida de Max Aub, está escrito en prosa. Mediante la observación y
comparación de los textos y apoyándote en los conocimientos que
posees, intenta acotar los elementos correspondiente.
Poema
Poema en prosa
Verso
Estrofa
Rima
...
...
...
-¿Es necesario que se den todos lo rasgos para que un texto sea considerado
poema?
-Señala, después de haber trabajado esta actividad, si tus ideas previas sobre la
poesía se han modificado; ¿en qué sentido?
6
Ahora, ¿podrías determinar la diferencia entre autor, autor fingido,
sujeto de la obra, sujeto del poema, objeto del poema? Señala quiénes
realizan estas funciones.
7
¿Podemos determinar el género de los poemas a partir de los datos
anteriores? ¿Observas alguna diferencia en el tono de los poemas?
8
Estos poemas, aunque alejados en el tiempo, responden a una misma
tradición cultural y poética. ¿Consideras que siguen teniendo vigencia?
Justifícalo buscando algún ejemplo similar procedente de la literatura.
Puedes recurrir también a canciones actuales que te gusten.
9
Te proponemos a continuación que en el siguiente cuadro comparativo,
escribas las palabras que se relacionan entre sí -tejido léxico del texto- ya
que en el poema, la selección de términos que realiza el poeta contiene lo
que se denomina valor o relieve estilístico.
La clasificación que incluimos puedes completarla tras la lectura
atenta de los textos, y el subrayado en diferentes colores de los vocablos
relacionados; te sugerimos que la propuesta final del cuadro sea
elaborada entre todos los compañeros de la clase con la ayuda del
profesor.
*ejemplo
Cantar de los Cantares Cántico espiritual Subandhu
Elementos de la Naturaleza y Animales
Cuervo, ...
paisajísticos
Vegetales
Plantas, ...
Minerales
Oro, ...
Elementos sensoriales
Palomas,...
Viña,...
Lianas,...
Táctiles
Visuales
Audibles
10
(ríos) sonorosos
Busca en los poemas las figuras literarias que reconozcas y con la ayuda
del profesor, agrúpalas en figuras fónicas, morfo-sintácticas y léxicosemánticas.
VI
ACTIVIDADES DE CREACIÓN
1
Crea un texto literario a la manera de Max Aub. Para ello habrás de
desdoblarte en un poeta, pero antes, documentáte sobre la época (hechos
históricos relevantes, estilo, modas, etc.) en la que decidas enmarcarlo y
créales su perfil biográfico.
2
Haz la reseña crítica sobre el libro que acabas de leer. Debe icluir, al
menos, los siguientes aspectos: autor, información general sobre ela utor,
mención de sus obras más relevantes, comentarios del libro y valoración
personal.
3
Elige un poema y recítalo. Busca una música adecuada, una portada para
el disco, acompaña la recitación con vestuario apropiado y, si se da la
ocasión, escenifícalo.
4
Sitúate en el siglo XXII, en un país remoto y crea un autor con su texto
correspondiente.
5
De todos los poetas que conoces, ¿cuál te gustaría haber sido? Crea un
poema imitando su estilo.
6
Elabora una reseña literaria de este libro para incluirla en la revista
escolar, en el periódico local o en la prensa nacional.
Realiza estas actividades en el apartado “Notas de trabajo”.
VII
BIBLIOGRAFÍA
EDICIONES DE ANTOLOGÍA TRADUCIDA
“Antología Traducida (Primera entrega)”, Papeles de Son Armadans, n1 XCII
(1963), págs. 143-161.
Antología Traducida. México, Universidad Nacional Autónoma de México,
MCMLXIII, colección Poemas y Ensayos.
“Nuevas versiones [de AT]” Revista Mexicana de Literatura, 3-4, México,
marzo-abril, 1965, págs. 33-35.
“Antología Traducida (Segunda Entrega)”, Papeles de Son Armadans, vol.
XLI, nº CXXII, mayo de 1966, págs. 153-173.
Versiones y Subversiones, México, Dallal, 1971 [Las “Versiones” son de AT].
Antología Traducida. Barcelona, Seix Barral, 1972.
Antología Traducida. Segorbe, Fundación Max Aub, 1998. Introducción,
edición y notas de Pasqual Mas i Usó.
Antología Traducida., en Obras Completas, I, Valencia, Alfons el Magnànim,
2002.
Antología Traducida. MAdrid, Visor, 2004. Introducción, edición y notas de
Pasqual Mas i Usó.
SOBRE SU POESÍA
Albornoz, Aurora de
-1976: “Poesía de la España peregrina”, El exilio español de 1939 (a
cargo de JoséLuis Abellán), Madrid, aurus; t. IV, pág. 67-68.
CANDEL, Xelo
-1996: “Max Aub y
Descargar