REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA GOBERNACIÓN DEL ESTADO SUCRE DIRECCIÓN DE CULTURA DEL ESTADO SUCRE DEPARTAMENTO DE INVESTIGACIÓN Y PLANIFICACIÓN Lcdo. Manuel Santana Jiménez C.I. 8.433.933 Promotor Cultural 10 de mayo 2014 1 ÍNDICE PROLOGO NTRODUCCIÓN TRATA DE NEGROS........................................................................... 7 El Genocidio Africano .................................................................... 7 Aculturación y surgimiento de las nuevas culturas africanas......... 8 La esclavitud como institución capitalista ...................................... 8 El largo viaje de los buques de ébano ........................................... 9 La Costa Africana .......................................................................... 10 El Infierno en la Tierra ................................................................... 11 INTRODUCCIÓN DE ESCLAVOS EN VENEZUELA Doscientos Años de Olvido............................................................ 12 Ocupación de los primeros africanos que llegaron a Venezuela en El siglo XVI .................................................................................... 16 Evolución de la Compra-Venta en Venezuela ............................... 18 Actividad Económica del Sistema Esclavista................................. 19 EL CAMINO DE LA ESCLAVITUD ...................................................... 21 LA ACCIÓN IDEOLÓGICA DE LA IGLESIA ........................................ 22 UNA VISIÓN DEL CIMARRONAJE HISTÓRICO Y CULTURAL DE LOS AFRICANOS Y SUS DESCENDIENTES ............................................. 24 DE LA REBELIÓN DE CARACAS A LA REBELIÓN DE COCOFIO, CARIDAD GONZÁLEZ Y JOSÉ LEONARDO CHIRINO ...................... 28 AFROVENEZOLANIDAD. LA BÚSQUEDA DE LA LIBERTAD EN UNA SOCIEDAD DE EXCLUIDOS (JOSÉ MARCIAL RAMOS GUEDEZ .... 31 EL CIMARRONAJE DE LA MUJER NEGRA ....................................... 32 Lista de Mujeres Cimarronas en los Valles de Barlovento ............ 34 LOS GRANDES CACAOS ................................................................... 36 ASPECTOS RELIGIOSOS DE NUESTROS AFRICANOS 2 La Represión inquisitorial de los curanderos ................................. 40 La Represión de los Curanderos por el Protomedicato ................. 42 Tambores, danzas y ceremonias bajo el mandato del Vaudou ..... 42 Sus fiestas ..................................................................................... 46 TIEMPOS DE INDEPENDENCIA El Contexto Político Militar en Venezuela 1810-1823 .................... 47 Participación de negros, mulatos y zambos en la independencia de Venezuela...................................................................................... 48 ASPECTOS CULTURALES DE LA AFROVENEZOLANIDAD Las manifestaciones culturales afrovenezolanos como aporte y expresión de la identidad nacional. ............................................... 54 Otros Aspectos Tradicionales ........................................................ 57 San Juan y la identidad nacional ................................................... 58 Fe e identidad ................................................................................ 59 ENFOQUE ACTUAL ............................................................................ 61 LOS NEGROS AFRICANOS RESIDENTES EN CORO ...................... 64 MUJERES AFRODESCENDIENTES EN LA LUCHA POR LA TIERRA 68 EN LO EDUCATIVO ............................................................................ 71 AUTORECONOCIMIENTO AFRODESCENDIENTES EN VENEZUELA 74 ENDORRACISMO O EL AUTORECONOCIMIENTO .......................... 74 PUEBLOS AFRODESCENDIENTES................................................... 75 LEGADO CULTURAL AFROVENEZOLANO ....................................... 76 VOCABLOS DE ORIGEN AFRICANO ................................................. 76 AUTORRECONOCIMIENTO SUCRENSE ......................................... 77 INTENCIÓN EDUCATIVA .................................................................... 79 AFROVENEZONALIDAD Y SU RANGO CONSTITUCIONAL ............. 79 CONCLUSIÓN ..................................................................................... 82 BIBLIOGRAFIA .................................................................................... 84 ANEXOS 3 PROLOGO Nací un 25 de junio de 1962 en la ciudad de Cumaná – Estado Sucre, desde los 18 años me he desempeñado como un luchador incansable por las reivindicaciones de los habitantes de las comunidades organizadas de Cumaná, y por todo aquello que signifique bienestar social y cultural. A pesar de los años transcurridos, los lazos que me unen a la afrovenezonalidad me han fortalecido a través del trabajo comunitario y la investigación cultural, que desde hace años vengo realizando en beneficio de las comunidades; y son precisamente las necesidades sentidas y la riqueza histórica, cultural, popular afrovenezolana, lo que me ha llevado a realizar esta investigación, en honor a justamente, a hombres como José Leonardo Chirinos y muchos otros. Es inmensa la riqueza natural y cultural de las comunidades afrodescendientes, es inmenso el reservorio que poseen estas comunidades, se ha debido aprovechar esta riqueza cultural para el fortalecimiento de nuestra Identidad Nacional, no debemos dejar que se destruya lentamente, porque ponemos en peligro la cultura, la historia de Venezuela, herencia de las generaciones futuras. Lcdo. Manuel Santana Jiménez Promotor Cultural de la dirección de cultura del estado Sucre Departamento de investigación 4 INTRODUCCIÓN La historia de Venezuela es la historia de Caracas y sus alrededores, en la cual, una totalidad que más que nacional, es por, para y desde Caracas, donde se le resta importancia a los pueblos del interior y su especificidad. Se ha hecho costumbre juzgar y pensar a Venezuela a través de Caracas. No obstante, poco ha aportado esta historia de Caracas al conocimiento regional, produciendo una corriente de historiadores en ciudades y capitales de los estados o regiones, que reafirman la visión centralista de la historia, desde las particularidades municipales o locales, se les considera fuera del contexto histórico regional o del estado. En esta historia ha tenido un espacio el caballo y la espada de determinados próceres; pero, no los indios, negros y campesinos, quienes si han vertido "sangre, sudor y lágrimas", en su condición de autor y autora de las condiciones que produce esa historia, que los menosprecia y subordina. En pocas ocasiones han podido traspasar los umbrales de este ámbito mitificado y limbo exclusivo de "predestinados a hacer historia del país" para disfrute y arraigo de la Identidad Nacional. Los descendientes de indios y negros para reafirmar y conservar su identidad cultural local, utilizan la tradición oral como única fuente para transmitir su historia, ésta se apoya en la palabra, esa voz que nace y está encerrada en lo profundo del ser del cronista oral, la cual, según la tradición entre los antiguos griegos y civilizaciones africanas y americanas, no pueden alterar, porque esta violación a la palabra sagrada es una herida mortal a la razón de ser de la comunidad. 5 En este sentido, producto de esta selección y adaptación de estas experiencias legadas de variadas culturas, surge nuestra tradición oral, la cual es menospreciada por nuestros historiadores tradicionales, negándose su importancia y contribución a la historia regional. A hora bien, a partir de la entusiasta aprobación de la Constitución de 1999, junto a la alegría de un nuevo proyecto político, social y cultural, de indiscutible defensa y respeto por los derechos de nuestros pueblos, queda la duda del reconocimiento constitucional expresado en las especificidades socioculturales de los pueblos de descendencia africana en la conformación de un país multiétnico y pluricultural. Este reconocimiento y auto reconocimiento por parte de la población venezolana, garantizaría una vía hacia la eliminación del racismo y otras formas de exclusión social, a la vez que la plena incorporación de los pueblos afrodescendientes y de su diversidad sociocultural en los distintos ámbitos de nuestra vida social. Para ello, he creído necesario alejarnos de una visión " folclorista", sobre los aportes culturales de la presencia africana en nuestro país, continuamente presentada únicamente como herencia musical y danzaría. Sin duda alguna, parte importante de nuestra riqueza sonora y capacidades de expresión a través del cuerpo, se la debemos a los ancestros africanos, pero éstas creaciones no son de ninguna manera ni simples, ni ingenuas, ni azarosas, como tampoco son los únicos aportes de los pueblos afrodescendientes a la diversidad sociocultural del país. Junto a la música y la danza de estos pueblos hay una cosmovisión o visión integradora que da sentido y pertenencia a nuestra existencia humana en este territorio. 6 Los pueblos afrodescendientes en Venezuela hemos invitado a escribir los artículos desde una mirada endógena, desde el tejido de la diaria, como quien desea contar su familia, su calle, su plaza y su tierra. Presentamos narrativas de la vida cotidiana, del día a día, de la forma como se gana el pan del hogar, las maneras de celebrar el nacimiento de los hijos, el matrimonio del vecino, la buena cosecha, la cultura en el barrio, la llegada del niño Jesús o la salida de San Juan de la iglesia con el grito de las comparsas y el salzo en la cabeza. Es así, que hablamos de los saberes para cultivar la tierra, cocinar e ingerir los alimentos, identificar y domesticar las plantas medicinales, curar enfermedades, junto a oraciones y terapias. El trabajo de investigación que aún nos queda por delante, es la tarea de conocer con profundidad y hacer visibles las características socioculturales de los pueblos afrodescendientes, camino necesario para el reconocimiento y auto-reconocimiento de estas culturas en el país. Deseo agradecer a quienes escribieron sobre la Afrovenezonalidad que sirvieron de inspiración para esta investigación, la mayoría, mujeres y hombres luchadores que hacen vida en las distintas organizaciones y movimientos sociales de Venezuela, entregadas al estudio, fortalecimiento y luchas por la dignificación del ser afrodescendientes. Lcdo. Manuel Santana Jiménez Cumaná – Edo. Sucre 7 TRATA DE NEGROS La máquina infernal de la Trata de negros estaba compañías impulsada mercantiles por que ostentaban un auténtico monopolio. El temible drama humano comenzaba en el cinturón de hierro de las costas africanas, en las que salpicadas de factorías y fortines defensivos, se concentraban los negros capturados, casi siempre de modo violento, en barrancones inhóspitos. Aquí se sometían a un riguroso examen anatómico, se regateaba en el precio y concluía la operación mercantil con el inhumano marcaje con el hierro rojo vivo. Las penalidades no terminaban con la salida de la tierra nativa, sino que se multiplicaban en una travesía de unos ocho meses, hacinados en la sentina de los barcos, en donde se desencadenaban, dada las condiciones antihigiénicas y las más mortíferas epidemias. Las rebeliones a que daban lugar estos horrorosos traslados no hacían otra cosa que avivar la dureza de los negros, que testimoniaban su falta de escrúpulos con la ejecución de castigos ejemplares. El Genocidio Africano. Para África, las consecuencias de la Trata de negros fueron desastrosas, en primer lugar, supuso una terrible sangría humana de unos cien millones de personas aproximadamente. No obstante, siendo grave este gigantesco trasiego de población negra, el trauma ideológico que acarreaba 8 fue mucho peor. En efecto, toda esta mecánica de la Trata lanzo a los propios negros al abismo insolable de un enfrentamiento fratricida y de una violencia tribal, azuzada por el intercambio de esclavos por fusiles. Aculturación y surgimiento de las nuevas culturas africanas El nuevo mundo soportaría también un dramático proceso de aculturización, según el cual viejas civilizaciones desaparecerían por completo ante los golpes inmisericordia de una Europa devastadora. La pérdida alarmante de poblaciones indígenas echaron por tierra los objetivos de la política colonizadora. La solución, auspiciada incluso doctrinalmente, fue el comercio de esclavos negros, gracias a los cuales América contó con una excelente mano de obra, es decir, tuvo a su disposición uno de los factores de producción (el trabajo esclavista) para el desarrollo económico del continente americano, sobre todo, de las áreas brasileña, antillana y parte del sur de los Estados Unidos. La esclavitud como institución capitalista La esclavitud considerada por la mayoría de los escritores hispanoamericanos como expresión de un renacimiento feudal, hoy es objeto de una interpretación distinta al juzgarse como institución capitalista. Los esclavos fueron utilizados en la América para las faenas domésticas y para producir mercaderías comerciales, esencialmente como braceros de las empresas coloniales: minas, ingenios, plantaciones de cacao, algodón y cañas de azúcar. La dotación de esclavos en esas empresas económicas estaba regida por el sistema capitalista. 9 El tráfico de negros se organiza en sociedades por acciones o empresas individuales, que reciben dividendos y se hacen competencia internacional. Tienen agentes negreros en África, encargados de comprarlos, importarlos, importador o centrista como lo llaman en las colonias españolas que lo recibe y los vende. La técnica capitalista es tal, que crean primero las condiciones del mercado y tipo de actividad a la cual se dedicará el esclavo y suministran incluso los instrumentos y señalan los cultivos necesarios. Además, constituyen una potencia marítima y militar. El largo viaje de los buques de ébano Una Primera Empresa Transnacional: A partir del siglo XV se va gestionando, en la vasta geografía del océano atlántico, la primera expresión de lo que los economistas del siglo XX denominarían “Empresa Transnacional”. Aquel jugoso negocio, consolidado entre mercaderes de Europa, áfrica y América, recibió el nombre de “Comercio Triangular”. Este siniestro comercio de hombres y mujeres duraría 4 siglos, durante los cuales se tráfico con la vida de al menos quince millones de seres humanos, arrancados de sus raíces y privados de su libertad para convertirlos en cimientos de un sistema económico de producción que sin ellos hubiera sido imposible “El Régimen Esclavista”. Francia dominó la franja territorial que iba desde Mauritania a Sierra Leona. La costa de oro, el centro más importante durante los dos primeros siglos y medio fue disputada por los ingleses holandeses y los daneses. 10 La Costa Africana La llamada costas de esclavos, principal centro conformado por Gana, Logo y Dahomey, correspondió a los portugueses. El tercer gran centro que ocupó la parte más pobladas de África, entre la costa de Nigeria y Camerún, fue explotado por ingleses y franceses. El último gran centro de la segunda mitad del siglo XVIII, disputado sucesivamente por ingleses, portugueses y holandeses, fue la costa comprendida entre Luango y Angola. Y allí procedía la mayor parte de los esclavos que arribaban a Venezuela. Desnudos y expuestos como objetos en ventas pasan la primera revisión por parte de los compradores europeos, examinarán su boca, sus ojos, medirán su estatura y la longitud de sus extremidades; les harán saltar, correr “El Buque de Ébano”, debe someterse a los rigurosos controles de calidad, cualquier falta, un diente que falte, una ulceración, algo que delate probabilidades de menor rendimiento, se tomará en cuenta para obtener un descuento del vendedor local. En caso de enfermedades graves o contagiosas las piezas serán desechadas. Una vez hecha la selección suben al navío, los hombres más fuertes son encadenados de dos en dos por los tobillos en la parte delantera, los niños y las mujeres van amontonados atrás. El recorrido por la costa de África dura de 3 a 6 meses, el negrero va de rada en rada reclutando esclavos. Los socios de negros en la tierra firme aprovechaban el momento para anunciar la llegada de los nuevos esclavos, cumplido el lapso, una salva de 11 cañón daba por concluida la cuarentena y anunciaba la próxima exposición ante el público de la mercadería, entonces comenzaba la feria. De nuevo los africanos serían sometidos a la revisión minuciosa de su cuerpo, en una tarima que solía instalarse en el puerto. Era un ritual imprescindible para la venta de las “Piezas de indias”. Este nombre designaba la medida ideal de siete cuartas, o palmas de altura. Si el “palmeo” de un individuo no daba la medida exacta se completaba la dimensión de la mercancía con los “mulequines”, que eran los niños menores de siete años, o los muleques de 7 a 12 años, o los mulequines entre los 12 o 16 años. La edad, la salud, el aspecto, la fuerza física, las fluctuaciones del mercado y las habilidades para el regateo, tasaban el precio y el destino de los recién llegados. Un breve lapso de una semana había sido convenido por los amos para alimentar y reponer a sus nuevos esclavos del agotamiento producido por el viaje; durante los primeros siete días éstos sólo descansaban y comían. El Infierno en la Tierra Los esclavos encadenados por el cuello a un largo palo de madera siguen al mercader africano o árabe, que los ha obtenido ya sea por medio de raízas organizadas para la captura, ya sea porque son prisioneros de guerra. En épocas de hambruna pueden ser familias que se ofrecen enteras a cambio de alimentos y vestidos. 12 Ya el viaje trasatlántico había sido un suplicio que reduciría la población de esclavos, unos habían fallecidos por las pestes o por las mismas condiciones infrahumanas de la travesía, otros se revelaban a bordo pagando con su vida. De allí en adelante era menester conservar al esclavo. Conservarlo, como bien de producción que era, justificada por cualquier acción que impidiera su pérdida. Contra cualquier demanda de piedad en el trato a estos seres humanos, el utilitarismo económico se imponía como suficiente disculpa a la crueldad del régimen esclavista. La vestimenta del esclavo no era menos humillante: consistía en calzones hasta la rodilla para los hombres y para las mujeres una simple bata, en ambos casos hechos de coleto o yute que pronto se desgarraba convirtiendo el vestido en harapos. La alimentación del esclavo provenía de las “haciendillas” o “carboledillas” que eran pequeños conucos destinados al auto sustento de sus cultivadores, los propios esclavos. INTRODUCCIÓN DE ESCLAVOS EN VENEZUELA Doscientos Años de Olvido De acuerdo a las investigaciones realizadas por Miguel Acosta Saignes, la primera licencia para transportar a tierra 400 esclavos fue en el año 1525, y fue otorgada por la Corona Española. En el año 1527 hay conocimientos sobre licencias en Cubagua, otorgadas a Diego Caballero y Alonzo Pedro de Ortiz. 13 En el año 1528, se le concede a los Welser la gobernación de Venezuela, otorgándoles el permiso para introducir al territorio 4000 esclavos sin el pago correspondiente de derechos. Al año siguiente se autorizó la entrada de 200 esclavos, exonerada de impuestos. Posteriormente, en el año 1536 se le otorga una licencia para traer 100 negros a la nueva Andalucía, de los cuales sólo llegaron 80 y fueron trasladados a las minas de Buria. Estos esclavos se sublevaron años después instados por el negro Miguel. Hacia la segunda mitad del siglo XVI fue incontable el número de negros traídos a Venezuela a través del puerto de Borburata. Este tráfico fue legal, pero también se hizo por medio del contrabando. Los requerimientos de mano de obra tuvieron que ver con las aspiraciones de los traficantes de negros por explotar minas en nuestro territorio. El precio de un esclavo en tierras venezolanas a mediados del siglo XVI era de unos 110 pesos, precio este fijado por la colonia. En el Puerto de la Guaira había barracas de “engorde”, donde se pagaba por la “restauración” de los esclavos recién llegados. Asimismo, señala Miguel Acosta Saignes en su obra “vida de los esclavos negros en Venezuela”, que para principios del siglo XVII la demanda de esclavos fue en aumento, así pues, se incrementó la entrada de negros. Entre las regiones que recibieron esta mano de obra están: los Valles Centrales, Coro, Maracaibo y Costas Orientales. El número de piezas era de unos 500 anual; por el Puerto de la Guaira llegaron 1621 esclavos originarios de Angola, de 1615 a 1623 arribaron a las costas de Coro y 4825 negros con destino a Coro y Maracaibo. Con el correr de los años, las importaciones para la venta de negros alcanzaron el número de 3300. Así como aumentaba la cantidad de “piezas”, al mismo tiempo continúa el otorgamiento de licencias individuales a los 14 asentistas. Existía también el monopolio de algunas compañías de índole internacional que buscaban ante todo controlar el tráfico de esclavos. En nuestro país la demanda de mano de obra esclava estaba en estrecha relación con el desarrollo agrícola. La introducción de negros continuaba haciéndose tanto por la vía legal (licencia), como a través de los contrabandistas. Para 1713 tanto ingleses como franceses continuaban participando en la venta de esclavos. Surgen en el siglo XVIII las operaciones de composición de negros a causa del tráfico clandestino de esclavos promovidos desde las Antillas y llevando a cabo por los contrabandistas portugueses y franceses. Estos, luego de introducir las “piezas”, las vendían a personas ligadas a la burguesía colonial. Para el asiento inglés, Curaçao se convirtió en una de las más importantes bases para el comercio de negros, esto debido a su posición geográfica y a la experiencia de sus negociaciones. Se llegó a conocer una disposición según la cual se prohibía la entrada a los negros procedentes de Curaçao a la región de Coro. La compañía de Inglaterra obtuvo este asiento negrero a principios del siglo XVIII. Se comprometía dicha compañía a introducir en América 14.4000 esclavos durante 30 años. La participación de las importaciones del asiento inglés termina en 1750 y desde ese momento se acentúa la intervención de la compañía Guipuzcoana en el negocio de esclavos en Venezuela. A mediados del siglo XVIII aumento la entrada ilegal de negros, los cuales fueron desembarcados en las costas de Coro y Maracaibo. El estado español concedió licencia para introducir negros esclavos de las Antillas, por medio de la compañía Guipuzcoana o directamente a los contrabandistas, 15 como efecto se produce el rápido crecimiento de las islas del Caribe. La compañía Guipuzcoana introdujo la cantidad de 1794 “piezas” hasta el año 1730, aumentando así el tráfico clandestino. Al llegar la compañía Guipuzcoana (1731), se produce un conflicto entre ésta y el asiento de Inglaterra. Como consecuencia, no se le permitió introducir esclavos por el puerto y la costa de Coro. Por esa misma fecha llegó a Coro proveniente de Curaçao, un buen número de fugitivos, éstos se establecieron en los sitios donde se necesitaba su mano de obra. La población negra en nuestro país fue atacada por una epidemia de viruela y ese momento fue aprovechado por la compañía Guipuzcoana para aumentar sus solicitudes de importar esclavos. Esta petición de un mayor número de negros fue aprobada por el Consejo de Indias. De estas negociaciones la compañía obtuvo beneficios rápidamente. A finales del siglo XVIII la libertad de introducir negros esclavos no suprimirá el tráfico ilegal ni la política de asientos regionales, por esta razón aumenta el número de negros de ilícita entrada en este periodo. Como ya se dijo, el comercio de esclavos en nuestro país se inicia en el siglo XVI. Por ser escasa la moneda, se buscaba la manera de hacer posible la adquisición de negros. Estos llegaron a ser vendidos a crédito y se le daba al comprador un tiempo prudencial para su pago. También, se inicia el trueque como un intercambio entre productores y traficantes esclavos. La real compañía de Guinea será la que obtenga el asiento de negros a finales del siglo XVII. Desde la isla de Curazao esta compañía enviaba embarcaciones llena de esclavos hasta las costas corianas. Estas embarcaciones regresaban a la isla llenas de palo de Brasil, de allí pasaban a España y a otros puertos. Accionistas de la compañía de Guinea fueron 16 Felipe V, rey de España y Luis XVI, rey de Francia; cada uno recibía la cuarta parte de los beneficios. Esta compañía recibió el privilegio de introducir 42000 esclavos en diez años. El comercio de esclavos se produjo por vía legal y también por el contrabando. Mientras esto ocurre, se produce la llegada de los primeros negros fugitivos, este hecho se acrecentó en los años siguientes. Los negros fugitivos llegaban a las costas corianas en busca de libertad. La libertad a los negros provenientes de Curaçao fue declarada por la Real Audiencia de Santo Domingo a principios del siglo XVIII. Dentro de este grupo de negros arribaron los llamados “Loangos” o “Minas”. Ocupación de los primeros africanos que llegaron a Venezuela en el Siglo XVI La mano de obra africana sustituyó la mano de obra indígena, ya diezmada por guerras, plagas y maltratos. Los sobrevivientes, reducidos a siervos en las encomiendas, a la servidumbre doméstica en casas particulares o a marginales ambulantes en las nacientes urbes, ya no eran útiles para el duro trabajo de la plantación. Una vez comprados los africanos vendrían a servir según sus cualidades y según las necesidades de cada época, en la explotación de las minas, en las haciendas de cañas, de café, de tabaco, de añil o de cacao. No todos y no siempre fueron utilizados los esclavos exclusivamente en la agricultura. Las mujeres y niños de África se destinaron preferiblemente al 17 servicio doméstico. Los primeros africanos que llegaron a Venezuela en el siglo XVI, se ocuparon principalmente de la extracción minera y en la pesca de perlas. Para este siglo, muchos fueron parte de “grupos de defensa” de los colonos. También sirvieron de mano de obra en la apertura de vías de penetración, para ello se tuvieron siempre los más duros oficios, incluido el de verdugo. Fray Bartolomé de las casas dio testimonio de los maltratos sufridos por los esclavos indígenas y africanos introducidos en Cubagua en el siglo XVI para la pesca de perlas, “Muchas veces zambullirse” a la mar a su pesquería o ejercicio de las perlas y nunca tornan salir, porque los tiburones y marrajos, que son las especies de bestias marinas crudelísimas que se tragan aún hombre entero, los comen y matan” Pronto fueron reemplazados los indígenas por los africanos, y ya en 1591 se editaron disposiciones para evitar la huida de los negros rebeldes, ordenando el rey que por cada doce (12) esclavos debía haber un español armado. En 1528 se prohíbe la Trata de mujeres africanas para el comercio sexual y la explotación pública de su cuerpo en “condiciones vergonzosas”. Se establece también, que todo aquel que posean más de cuatro esclavos estará obligado a tener cepo y cadenas para reprimir sus faltas. En 1540, interviene nuevamente el rey para prohibir la castración de fugitivos, aunque el 4 de agosto de 1574, en vista de las acciones de los cimarrones alzados, se autoriza la horca para aquellos que duren más de seis meses en rebelión. 18 Las ordenanzas de 1784 prohibían el carimbeo, pero más que un humanitarismo lo que moverá a los amos será el temor de provocar mayores rebeliones, en medio del fracaso de las políticas fiscales, aunado al contrabando y a la debacle económica. Evolución de la Compra-Venta en Venezuela Las reales cédulas de la corona siempre acudieron prestas a auxiliar a los colonos. En 1526 se dispone la esclavitud de los hijos de los negros, aun cuando se haya acogido a la institucionalidad del matrimonio, otras cédulas de 1527 y 1541 ordenan que los negros que sólo se puedan casar con negras. En 1551 se prohíbe el matrimonio entre indios y negros. En 1570 el rey ordena que los esclavos deben llegar casados y con sus mujeres legítimas. Otro punto importante para el amo era la discusión entre negros “bozales” y negros “ladinos”. Los últimos no venían directamente de África, ya hablaban otro idioma y conocían ciertos mecanismos del sistema, lo que los hacía muy peligrosos. Muchos de ellos ya habían participado en alzamientos, por lo que se les debía aislar de los otros esclavos y mantenerlos bajo constante vigilancia. Aunque para el siglo XVIII en Venezuela se mantiene casi intacto el ordenamiento jurídico, los esclavos han pasado progresivamente de la condición de esclavitud a la de servidumbre. Los ritmos de la oferta y de la demanda van marcando este paso, lo que no significa que haya cambiado su estatus mercantil como objeto de uso y de cambio. Ya no son los colonos españoles sino la burguesía criolla quien regenta el negocio y propicia la reproducción de los negros para satisfacción de mano de obra del mercado 19 interno. En el marco de este mercado se dan las más curiosas formas de compra-venta: se venden niños y embarazadas, se rematan familias enteras, se hacen transferencias y hasta trueques o pagos en especie. En este contexto, se pone especial cuidado en exponer las “Tachas públicas y ocultas” de los esclavos en venta. La falta de un brazo, el hábito de comer barro, haber sido cimarrón, padecer de alguna enfermedad, pueden constituir una tacha que debe ser soportada a la hora de la venta y muchas veces constituyen un motivo para rebajar el precio de la mercancía. Cualquier fraude al respecto servirá de argumento al comprador para demandar al vendedor. En este orden, el valor de un esclavo depende de variables cómo la edad, el rango de mayor valor estaba comprendido entre 20 y 34 años, a los de 40 años suele considerarse viejos. La abundancia o escasez de mano de obra esclava también influía en el precio de ventas. Los esclavos eran consustanciales a la unidad de producción a la cual estaban adscritos, de tal modo, que no se concebía la venta o enajenación de una hacienda sin su respectiva mano de obra esclava. Actividad Económica del Sistema Esclavista Mujeres, hombres, niños y niñas secuestradas de las civilizaciones africanas y trasladadas involuntariamente a Venezuela y el resto del continente, fueron sometidos (as) a la esclavitud. El sistema esclavista se caracterizaba porque la persona pasaba a ser un objeto más del esclavista. A los y las africanas les eliminaron sus nombres originales y les colocaron un nombre católico. Les intentaron eliminar sus religiones, culturas y tradiciones. Los europeos sabían que esos hombres y mujeres tenían un conocimiento de la agricultura, el trabajo en las minas de oro y por eso muchos de ellos 20 procedían de esas civilizaciones donde habían aprendido técnicas y aplicación de conocimientos en diferentes áreas productivas. La mayor actividad económica estuvo centrada alrededor de cultivo, tratamiento, producción y comercialización del cacao, utilizando como medio fundamental de producción la mano de obra esclava, en los Valles de Barlovento. El trabajo de esclavo en las haciendas y plantaciones son diferentes, pero no se trata de justificar por eso que el sistema esclavista español era más benevolente que el anglosajón o francófono, pues en los tres, el esclavo africano y sus descendientes no eran considerados hombres, sino “herramientas” de trabajo para las distintas actividades a emprender para los regímenes coloniales en América. Si en la plantación no se dio la de arboledilla o conucos para que los esclavos la trabajaran en sus tiempos libres, en las haciendas, hasta cierto punto constituyó, en realidad, una nueva forma de explotación de la fuerza de trabajo del esclavo. De los conucos, el esclavo tenía que sacar para alimentarse y vestirse, pues el amo no cumplía con estos requisitos establecidos por la legislación española. Continuaremos utilizando la categoría de “HACIENDA” a lo largo de nuestro trabajo en concordancia con la calificación que hicieron los administradores españoles de los siglos XVIII y XIX. La fuerza básica fundamental del trabajo de la hacienda cacaotera estaba constituida por los negros esclavos, los cuales fueron introducidos a la provincia de Venezuela a través de los llamados “ASIENTO DE NEGROS”, especie de convenio comercial con carácter monopólico que firmaban la corona española con las llamadas compañías negreras, que se encargaban de ir a capturar hombres, mujeres y niños del continente africano al sur del 21 Sáhara. Estos asientos negreros fueron cedidos a los portugueses, franceses e ingleses, en diferentes épocas con carácter monopólico. Los holandeses, jugaron un papel importante en el suministro de esclavos a la provincia de Venezuela por vía de comercio ilícito, es decir, por contrato. Para sustentar este horrible comercio, los asentistas y hacendados recurrieron a cierta teoría biológica para negar la condición humana de los pueblos negros africanos “secuestrados” en América. A finales del siglo XVIII un médico holandés llamado P. Camper daba los siguientes argumentos. “Utilizando el ángulo facial-medida de la cual era el inventor-para sus estudios de esqueletos humanos y de monos. Camper llegó a la conclusión de que el ángulo facial de los africanos se aproximaba más al de los monos que al de los europeos” Posteriormente, sus seguidores desarrollaron la tesis de que “los europeos, en general eran superiores a los africanos, no sólo físicamente si no también intelectualmente”. De estos argumentos se van a desprender una serie de estigmas racistas que aún están presentes en nuestra sociedad venezolana. Estos preceptos conceptuales de la condición del hombre africano privarían en la mentalidad de los hacendados de los Valles de Barlovento. La introducción de la fuerza laboral esclava se hacía desde los últimos años del siglo XVII para las incipientes haciendas y cultivos en Capaya, Caucagua y Araguita. EL CAMINO DE LA ESCLAVITUD Quizás la vía que utilizaron con mayor frecuencia para introducir esclavos en Barlovento, una vez arribaron legalmente al Puerto de la Guaira, 22 fue a través del mar, aunque ésta tenía sus limitaciones debido al acecho de los piratas, pero era la más rápida. “El viaje es peligroso, entre Cabo Codera e Higuerote, hay vulgar ladronera de corsarios ingleses y holandeses y apresan muchas embarcaciones… El viaje por tierra costaría mucho más formar los caminos de Caracas a Guarenas, del río Tacarigua al río Araira, caminos de cerro, hasta el río Chuspita, playa de Mosquitos y zancudo, valles de Capeya y Caucagua, calenturas mortales, del río Capuya es grande y enfadoso, si sale al mar cerca de Cabo Codera e Higuerote, 6 leguas de playa hasta el río Tuy, caudaloso, otras tantas hasta la laguna de Tacarigua, otros tantos hasta Uchire” Este documento del 12 de agosto de 1707, nos deja ver que la vía más rápida y accesible para introducir a los esclavos en Barlovento, era la marítima. En esta descripción que hacen los curas sobre la ruta de la Guaira a Cumaná. La mayoría de los pueblos barloventeños se quedaron geográficamente de acuerdo a lo establecido por las leyes de indias, la cual rezaba: “que las tierras, que hubiera de poblar, tengan buena entrada y salida por mar y tierra… para que se pueda entrar y salir fácilmente, comerciar, gobernar, socorrer y defender. LA ACCIÓN IDEOLÓGICA DE LA IGLESIA Barlovento fue recibiendo en su vientre gran cantidad de esclavos de producción africana y de las Antillas. El esclavo para el trabajo en las haciendas tenía que pasar por un proceso de adaptación mental, tenía que despojarse de su condición de ser humano. Luego pasar por una fase de adiestramiento para el trabajo. 23 Para ello, la acción ideológica de la iglesia oficial, fue estratégica para “despersonalizar” al africano y sus descendientes con la intención que aceptaran con resignación y sumisión su papel en el cuadro económico productivo. Por esta tarea la iglesia cobra su “Peaje ideológico”. Es bueno mencionar, que el Obispo Mariano Martí en una visita a Manporal en el año 1748 hizo un reclamo a los hacendados de cacao para que le pagaran una suma de pesos para el adoctrinamiento de los esclavos en la religión cristiana, exigiéndoles que obligarán a los esclavos a asistir a misa”. Cruz, látigo y cacao, la Santa Trinidad cayendo con todo su peso sobre una cosa llamada “Negro”. El medio de producción por excelencia, el esclavo, vendría entonces a poblar en un noventa por ciento la totalidad de pueblos y haciendas de Barlovento. En algunas ocasiones, los hacendados de Barlovento no pasaban la información total del número de esclavos que tenían en su poder, para no pagar el derecho de “doctrina” a la iglesia. En estos casos, los curas precedían a sacar los cómputos de los esclavos por el número de matas de cacao registrado por el hacendado, partiendo de que a cada esclavo se le asignaban mil matas. Razón por la cual la iglesia tenía que estar vigilante de las alteraciones o modificaciones que en los censos podían hacer los hacendados con respecto al número de esclavos, pues, de acuerdo a éstos, aumentaba o disminuía el cobro por su trabajo de adoctrinamiento. La aplicación cotidiana de la doctrina cristiana hacia los esclavos no era materia fácil y que, por lo tanto, tenían que exigir sus cobros de “PRORRATEO” 24 Documento del cura de la iglesia Curiepe en el año de 1781 “A instancias del bachiller Don Vicente Seijas, cura que fue del mismo valle de Curiepe, se hizo el año pasado de 1767, padrón de la hacienda de cacao que allí se encontraron con expresión de sus dueños y número de árboles. Practicada esta diligencia, se procedió igualmente a formar la nota doscientos sesenta y seis piezas de esclavos que se comportaron con respecto a cada mil árboles en el lugar de cabezas esclavos, por no haber tantos cuantos se requieren para sacar el estipendio asignado al curato. De aquí se ha seguido que en casi trece años recibió este beneficio no ha podido cobrar ni un maravedí por ser preciso entrar anualmente al nuevo examen y reconocimiento del número de árboles de cacao para llevar a ejecución el cobro de las ocupaciones ministeriales” Hacendados Número de esclavos Don Francisco Tovar 12 Doña María Locobina Sanz 48 Don Diego Tovar 38 Don Antonio Calixto 22 Don Do mingo Monasterio 13 Don José Antonio Hernández 19 UNA VISIÓN DEL CIMARRONAJE HISTÓRICO Y CULTURAL DE LOS AFRICANOS Y SUS DESCENDIENTES Muchas fueron las causas que dieron origen al cimarronaje: la primera y más valedera, el amor innato de todo hombre a la libertad, 25 que se encuentra presente en toda la historia de América donde la lucha entre explotados y explotadores se manifiesta desde el mismo instante en que chocan la cultura europea y los aborígenes. A este afán libertario se suman las diversas culturas africanas, que al hacer causa común con los naturales americanos, dieron nacimiento a una cultura que euro-afroamericana, cuyas raíces se extienden de uno a otro extremo de América. Las rebeliones, como formas de resistencia de los esclavos africanos sirvieron de antesala a la idea de la independencia de América. Así vemos como al precursor de la independencia venezolana, Francisco de Miranda se le extravió el concepto de independencia de la sociedad global colonial, pues en sus postulados no incluía la libertad de los negros, y ante el levantamiento de las esclavitudes de la región de Barlovento en el año 1812, prefirió capitular ante las fuerzas españolas que caer en manos de los esclavos insurgentes, pues esto podría convertir a Venezuela en una segunda “Haití”. Al decir de América, Simón Bolívar, le faltó empuje para hacer realidad sus decretos de abolición de la esclavitud una vez culminada la extraordinaria Batalla de Ayacucho que selló la independencia de cinco naciones. También, se le traspapelo las hermosas promesas hechas al líder haitiano Alejandro Petión quien le suministró hombres, armas y apoyo moral para el proceso independentista. Bolívar, le ofreció a Petión la libertad de los esclavos venezolanos por la ayuda recibida. Lamentablemente el libertador de las Américas tampoco cumplió. El esclavo cimarrón por un lado, y los amos y autoridades coloniales por otro lado, fueron agudizando y perfeccionando cada vez más mecanismos de defensa, pero con ventajas para los segundos. En el decreto de 1687, firmado por Luis XIV de Francia y conocido con el nombre de “Código negro”, se recomienda que se castigue al negro cortándole las orejas y 26 marcarle sus hombros con hierro caliente y si reincidía era castigado con la muerte. En este contexto, los negros denominados cimarrones tuvieron una participación importante en esa época. Estos se tornaban más bien agresivos, motivado sobre todo, por tener que sobrevivir en medio de una naturaleza más bien inhóspita; además, eran perseguidos de manera implacable, así pues, estaban llenos de resentimiento hacia los amos. Desde el siglo XVII, cuando la Trata de Negros Esclavos llega a convertirse en el motor principal de la vida económica del “Kongo”, las pequeñas guerras tenían como objetivo principal la captura de hombres para la comercialización con los europeos y aumentar el poderío del reinado, los capturados serían vendidos como esclavos. De estos esclavos capturados en la guerra, muchos ya habían adquirido una preparación mínima de ofensiva militar. Una de las organizaciones militares que existían en la antigua región del Congo-Angola era el “Kilombo”. Constituía el Kilombo el espacio para la formación militar que tenían los antiguos habitantes del Kongo Dia Ntotela y sus alrededores. La historia de los afroamericanos y afroamericanas es también la historia de un genocidio y de una resistencia heroica. Luego de ser secuestrados, en diversos lugares de áfrica central y obligados a trabajar como esclavos y esclavas, los africanos, y africanas descendientes desarrollan múltiples formas de resistencia frente a la salvaje explotación impuesta por españoles, ingleses, franceses y portugueses. Estas formas de resistencia son denominadas “CIMARRONAJES”, conjunto de acciones que realizaban abierta o encubiertamente para luchar por la libertad. 27 El cimarronaje logro desarrollar espacios libertarios en distintos puntos geográficos del continente donde los esclavos liberados y las esclavas liberadas vivían en comunidades libres. En estos enclaves, denominados “Cumbes”, palenques o kilombos, se consolidaron relaciones de ayuda mutua y cooperación al margen de la sociedad esclavista. El más notorio de los kilombos es el “Kilombo dos Palmares”, al nordeste de Brasil, el cual se mantuvo en rebeldía durante casi 100 años. Esta comunidad de hombres y mujeres libres llegó a contar con un sistema integral que incluía a ejércitos de defensa, escuelas, producción agrícola y pecuaria, entre otros. Entre las cumbes que se conocen en Venezuela, podemos nombrar el Ocayta (Barlovento), liderado por el negro Miguel; el de Yaracuy, liderado por el negro Andresote y el de Cata, en la costa de Aragua. Asimismo, es preciso destacar la extraordinaria lucha que llevó a cabo José Leonardo Chirino, quien logró estructurar un movimiento libertario armado, y desde las sierras de Coro proclamó la necesidad de construir una república de iguales en el año 1795. Más adelante se hará una descripción más detalladas del zambo José Leonardo Chirino. Todos estos antecedentes nos confirman que los guerreros capturados en las guerras internas de esta región de áfrica, trajeron consigo un código militar que le permitiría reinterpretar y adaptar esos conocimientos en condiciones geográficas diferentes. 28 DE LA REBELIÓN DE CARACAS A LA REBELIÓN DE COCOFIO, CARIDAD GONZÁLEZ Y JOSÉ LEONARDO CHIRINO Para el año 1749, se planifica una rebelión de negros esclavos en la provincia de Caracas. El líder de este levantamiento libertario era el esclavo Manuel Espinoza que vivía en la ciudad de Caracas. Manuel logró por distintas vías establecer una red de comunicación entre los diferentes esclavos de la provincia de Caracas. A pesar de las distancias ya existentes entre la Guaira y los valles del Tuy o entre Caracas y Barlovento, creó, audaz e inteligentemente, unos vasos comunicacionales durante los primeros meses del año de 1748. La otra, se canalizó a través de la difusión de boca a oído, es decir, la información acertada del rumor y el secreto de la misma que los diferentes esclavos debían guardar. En esta segunda vía se fueron sumando esclavos de las distintas comunidades participantes. Así como también se vincularon las distintas etnias existentes como los Carabalies, Minas Congos y Luangos. Al mismo tiempo establecieron responsabilidades en el cuadro de dirección de la acción de debía darse en los días de la fiesta de SAN JUAN BAUTISTA. Transcurrido más de 30 años después de la rebelión de Caracas y muy concretamente en el año 1795, se va a producir una insurrección de los negros en Coro, la cual tuvo una influencia directa en la rebelión que había ocurrido en “Haití” en 1791. 29 En el año 1830, la Constitución de Venezuela, país epicentro de las independencias de la América hispana, por todos los derechos políticos sólo a los hombres libres y propietario, excluyó a los negros esclavos y no les dio la libertad, al contrario, se reprogramaron las políticas de manumisión, es decir, si antes la libertad, según esta ley, debía dársele a los descendientes de africanos esclavizados a la edad de 18 años, ahora seria a la edad de 21 años, aumentando a trece años más el secuestro o cautiverio. La historia internacional y nacional con algunas excepciones, ha sido concluyente al afirmar que la influencia de carácter externo fueron la causa principal que provocaron el alzamiento de negros libres y esclavos, y de algunos grupos de población indígena, que tuvo lugar en el valle de Curimagua de la sierra de San Luis, en el antiguo Partido de Coro, el 10 de mayo de 1795. Es así, que para el año 1795, se sublevaron en Coro los negros, indios y pardos comandados por José Leonardo Chirinos. Quienes han oído hablar de la República, de la Ley de los Franceses, del Código Negro, de una posible invasión francesa, de una cédula que concede la libertad a los esclavos y le niegan vigencia sus amos, en fin, están enterados de ciertos principios revolucionarios que oyen de los labios de sus amos y del movimiento ocurrido en Haití. Los negros esclavos libres se contagiaron de las palabras y emocionados por el sordo mensaje de rendición que ellos significaban: libertad, igualdad, comenzaron a levantar ánimos, alimentados en sus esperanzas por José Leonardo, quien decide encabezar una revuelta para implementar la “Ley de los Franceses”. 30 El zambo José Leonardo Chirino, influyó notablemente en José Caridad González, negros de sólida preparación, iniciadores de las primeras tentativas de influencias, entre el Mariscal Juan Crisóstomo Falcón y el General Ezequiel Zamora. La revuelta dirigida por José Leonardo Chirinos y José Caridad González, negros libres influidos por las ideas de la Revolución Francesa y por la guerra de raza de Santo Domingo, incitaron a los esclavos y trabajadores de color, trescientos de los cuales se alzaron en rebelión en mayo de 1795. Es importante destacar, que la rebelión de Coro tuvo su modelo en la insurgentica haitiana y presentó como objetivo la liberación de los negros y la supresión de los tributos indígenas y otros impuestos como el de la alcabala. El alzamiento de Chirino presentó cabalmente todas las características de los fenómenos de su clase en Venezuela. Es típico desde su explosión como determinada por sus ultrajes que colma la paciencia conectada a una clara lección moral y material; luego su caótico desarrollo, sin programas ni motivos suficientes, mirados con indiferencia o con aversión por los sectores sociales, y finalmente ahogado en sangre y perseguido, hasta en sus mínimas derivaciones para perpetuo escarmiento. Chirino y su gente, protagonizan una actuación cuyo contenido rebasa el mero antagonismo socioeconómico, pues además de la libertad de los esclavos y de la supresión de las odiosas cargas que graban a las clases sociales desposeídas, proclaman “Ley de los Franceses” y hasta se pronuncia por el establecimiento de la república, ellos esperaban extender la revuelta a las provincias y en especial a toda la de Caracas. Los hechos como el de los negros de Coro se repitieron sucesivamente en toda la América y sólo expresaban el malestar creciente en la población 31 negra y aborigen en contra de los abusos y arbitrariedades cometidas a diario por funcionarios coloniales que violaban las disposiciones legales establecidas por la propia colonia. Es evidente, que el fin de este alzamiento era formar una “República”, bajo la inspiración de la “Ley de los franceses” y dar muerte a todos los blancos. Esto equivalía a la liquidación de las relaciones sociales de producción esclavistas, la liberación de los grupos y clases sociales sujetos a las condiciones de explotación que de ella se derivan y la terminación de la política fiscal española de cobros de tributos y alcabalas, a través del establecimiento de un nuevo orden político y social dirigido por y para la gente de color, libre y esclavos. AFROVENEZOLANIDAD. LA BÚSQUEDA DE LA LIBERTAD EN UNA SOCIEDAD DE EXCLUIDOS (JOSÉ MARCIAL RAMOS GUEDEZ) A finales del siglo XVII, observaremos que en la Capitanía General de Venezuela existía una estructura económica, social y jurídico, política sustentada en la explotación, sometimiento que ejercían los blancos peninsulares y criollos (terratenientes esclavistas) en contra de los blancos de orilla, pardos indígenas y población de origen africano esclavizada. En tal sentido vemos que en la Capitanía antes mencionada, no llegó a existir un equilibrio entre las clases sociales, pues fueron constantes los conflictos de carácter violento, como respuestas a las numerosas injusticias que de una manera u otra, llevaban a cabo de la corona española como los mantuanos o “Grandes cacao”. La rebelión del negro Miguel en minas de Buria (1553), el levantamiento de Andresote en los valles del Yaracuy (1730-1733), la conjura de los negros y mulatos de la provincia de Caracas (1749), la insurrección de José 32 Leonardo Chirino en la Serranía de Coro el 10 de mayo de 1795, las constantes fugas de los negros esclavizados, morenos libres, mulatos y zambos en río Caribe, Carúpano, Cariaco y Cumaná durante los años 17951796, la compilación de Manuel Gual y José María España ocurrida en la Guaira en el año 1797, la sublevación de Francisco Javier Pineda en Maracaibo (1799) y otras donde se destacaron negros cimarrones como Guillermo Ribas y Miguel Gerónimo Guacamaya, ambos en la subregión de Barlovento. Además apreciamos desde el punto de vista histórico, la importancia que tuvieron las múltiples luchas llevadas a cabo por los africanos y sus descendientes sometidos a esclavitud en contra de sus amos y de las instituciones que sustentaban el régimen que los oprimía tanto como mano de obra productiva o en su mundo cultural-espiritual originario del Continente Africano. EL CIMARRONAJE DE LA MUJER NEGRA La mujer afrosubsahariana, exiliada en contra de su voluntad, en el calvario del “NUEVO MUNDO” seria despojada parcialmente de sus valores y creencias, a los cuales debía renunciar para integrarse involuntariamente a las nuevas condiciones de vida. El proceso de desarraigo se había iniciado desde la captura en áfrica y se institucionaliza en América. Dolorosamente tenía que desprenderse de su belleza corporal para convertirse en instrumento de trabajo y de reproducción de nuevos esclavos. 33 El cimarronaje fue una posición que asumió la mujer africana contra las diferentes modalidades de explotación a que fueron sometidas. A este proceso de cimarronaje le daremos dos enfoques: 1. El cimarronaje activo; es decir, todas las formas de luchas frontales y violentas contra la opresión esclavista, tanto en el contexto urbano como rural. En este cimarronaje, la mujer negra estuvo marcada por algunos ejemplos significativos que hoy constituyen referencias obligadas para abordar el proceso libertario de las Américas y el Caribe de las potencias europeas. Pero las africanas y sus descendientes conocían el riesgo que corrían al asumir la huida y el enfrentamiento. 2. El cimarronaje pasivo, entendiéndola como aquellas formas de lucha que utilizó la esclava para conquistar su libertad o mejorar sus condiciones de vida, las cuales generalmente se dieron en el marco jurídico. Así conseguimos a la mujer cimarrona acompañando al negro Miguel, en la insurrección de las de Buria, occidente de Venezuela en 1552. Miguel hizo reina a su mujer en su espacio libertario. Generalmente, cuando se escribe sobre el Cimarronaje en Venezuela, la participación de la mujer es relegada a un segundo plano, como sigue se tratase de un ser inerte que acompañó al hombre cimarrón en sus aspiraciones libertarias. En diferentes documentos del archivo General de la Nación (Venezuela), en la sección diversos, para los años 1771 a 1794, aparecen los nombres de esas fugadas y capturadas en el CUMBE DE OCOYTA, Tacagua y las que se fugaron sin estar integradas a un grupo en particular. 34 Lista de Mujeres Cimarronas en los Valles de Barlovento Nombres Lugar Juana Francisca – con 3 hijos Cumbe Ocayta Maria Valentina Cumbe Ocayta Manuela Algarin Cumbe Ocayta Maria Sojo- con 3 hijos Cumbe Ocayta Maria Concepcio- 10 años de huida Cumbe Ocayta Maria Ana Caucagua Maria Rosa- Huyo de Pto. Cabello y atrapada en Caucagua Caucagua Mariana- Huida del Guapo Caucagua Josefina Antonia Araguita Maria Sorverina de la Luz Capaya Una esclava de Don Bruno Alvarez Tapipa Francisca Antonia y su hija Caucagua Del cuadro anterior, tomaremos los casos de las cimarronas Marta Sojo, María Valentina, Juana Francisca y María Algarin. Estas esclavas desde 1769 andaban cimarroneando y repudiaron en el Combe de Ocoyta que construyó y líderizó el cimarrón Guillermo Ribas (1769-1771). En este espacio libertario se normalizaron las relaciones de pareja entre cimarrones de ambos sexos. Así encontramos que Guillermo Ribas estaba establecido anónimamente con Juana Francisca, el cimarrón Francisco Mina con la cimarrona María Valentina, Joaquín Nieves con Manuela Algarin y Elendo Soto con María Sojo. Estos esclavos cimarrones asumieron el riesgo de libertad, concibiendo hijos de la libertad, los cuales habían que educar, transmitirles un código cultural dentro del cual estaría el valor más grande del ser humano: el 35 derecho a vivir con dignidad. Estos niños cimarrones estaban aprendiendo el oficio de la libertad que le era negada en las haciendas de cacao donde estaban esclavizados con sus madres sin llevar una verdadera vida familiar. En el Combe de Ocayta se redescubrió el aspecto familiar conjugándose con los más grandes sentimientos de solidaridad humana. También conseguimos a la mujer negra como “expropiadora” de fanegas de cacao, para venderlas clandestinamente a los contrabandistas, como fue el caso de la negra Matea, capturada en jurisdicción de Caucagua en 1795, así a la cimarronera Beatriz capturada por contrabandista en 1693. Una de las esclavas negras que jugó un papel importante en la historia de este país, fue la negra Hipólita, que con sus dulces caricias redobla el amor hacia el Libertador Simón Bolívar ¡y cuan blanca es el alma de la esclava!, ella vigilaba sus juegos, disculpa sus travesuras, sosegara sus inquietudes y en las noche pobladas de fantasmas y de miedos infantiles, lo acuñará en el amplio pecho para atenuar su desvalimiento¡ y qué susto, si en aquel tiempo a Hipólita alguien le hubiese dicho que tenía en sus brazos al futuro Libertador de América…! Entre los castigos que se aplicaban a las cimarrones(as) estaban los siguientes: • El negro o negra que se ausente de su ama por quince días cumplidos, se le dan cien azotes de la siguiente manera: en la mañana, el negro o negra lo trasladan a la picota de la ciudad, amarrado o amarrada, poniéndole un pedestal de cascabeles atado al cuerpo y de esta manera se le den los cien azotes, después se queda allí durante todo el día sin que ninguna persona le ayude. 36 • El negro o negra, que ande ausente y no vuelva a su amo después de un mes de ausencia, y una vez capturado, se le corta el miembro genital. • La negra que anduviese ausente por tiempo de quince días se le dan 200 azotes. LOS GRANDES CACAOS Venezuela, como parte integrante de América y colonia floreciente del siglo XVIII, no escapa de las incidencias del panorama activamente económicas, descrito. en las Participa interrelaciones sociales, políticas ideológicas, religiosas y culturales que tienen lugar internacionalmente y que en forma progresiva van configurando un mundo cada vez más interdependiente del acontecer de los espacios que anteriormente eran regiones desvinculadas, sin comunicación conciencia recíproca de existencia y carentes de conciencia recíproca de existencia. En este sentido, Venezuela al igual que el conjunto colonial americano, fue creando condiciones para dejar de seguir existiendo como “Colonia” de segunda. El desarrollo de cultivos autóctonos que adquieren importantes demandas externas a través del contrabando, hacen posible su inserción en los mercados internacionales no tradicionales. En los siglos precedentes al XVIII, las explotaciones venezolanas registran alrededor de quince productos, pese a que sus volúmenes no son muy significativos. Esta relación de intercambio producirá una balanza 37 comercial desfavorable y limita la posibilidad de crear excedentes para alcanzar un crecimiento y desarrollo medianamente importante. Tuvo Venezuela que esperar la segunda mitad del siglo XVIII, para lograr signos positivos en su comercio externo. La crisis del Mercantilismo que a finales del siglo XVII se manifiesta en forma clara con el “agotamiento” de las fuentes de metales preciosos, es uno de los factores que obliga a los Borbones a una reorientación de sus políticas respecto a sus colonias. En esta dirección, los gobernantes franceses habían introducido cambios en su política económica hacia la producción de plantaciones (caso Haití) y ese ejemplo fue seguido por monarcas españoles. Durante el gobierno de Carlos III, se ponen en práctica una serie de medidas que permitieron a la región de Venezuela pasar hacer foco de interés para la realización de actividades comerciales, toda vez que sus condiciones naturales generales favorecían el desarrollo y configuración de una economía basada en la agricultura de plantación esclavista. Esas medidas estimularon el cultivo de algunos productos que encontraron una amplia acogida en el mercado europeo. Tal es el caso del cacao, en torno al cual, como principal producto de exportación se fue organizando la primera etapa de la economía agrícola colonial de Venezuela. Este comercio fortaleció también el intercambio entre Venezuela y México y profundizó la práctica del contrabando, actividad a través de la cual los productores venezolanos dedicados a ella, obtuvieron un significativo excedente económico, que de otra manera no habría podido lograr, en razón de la prohibición impuesta por el sistema de monopolio comercial español. De manera tal, la economía de plantación fue el punto ordenador de las relaciones en torno a la cual se empezaron a profundizar lar grandes desigualdades sociales iniciadas en América a finales del siglo XV y a 38 fomentarse todo un cuadro de aparentes insalvables contradicciones políticas, económicas y sociales que impulsaron una cadena de conflictos sociales reivindicativos a lo largo del siglo XVIII. Dentro de ese modo referencial de economía colonial, Venezuela comienza un proceso económico expansivo y paralelamente sus riquezas se van acumulando cada vez más en pocas manos. El siglo XVIII deja testimonio de cómo el sistema de composiciones permitió la concentración de la propiedad territorial en un reducido y pequeño grupo social que el pueblo llamo “LOS GRANDES CACAO” La pertenencia, conocimiento y calidad de fruto del cacao, la existencia de condiciones geográficas favorables y un mercado exterior ávido de consumo, fueron factores que fomentaron de manera creciente la producción cacaotera de la colonia venezolana. Se conforman grandes haciendas y plantaciones dedicadas a la producción de ese rubro. Apropiarse de tierras aptas y adquirir la mano de obra esclava, fue, sin duda, el paso necesario siguiente para empezar a producir, en tal sentido, los propietarios plantadores, la mano de obra esclava y el monopolio de la compañía Vizcaína constituían, desde las bases productivas hasta la esfera de la circulación los elementos de aquel el sistema de explotación asentado en relaciones hostiles y contradictorias. Brotaban así las raíces conflictivas en la estructura económica de la Venezuela colonial. Pero no fueron sólo los esclavos negros, sector menos favorecido en las estructura social de la colonia quienes producen las contradicciones de clase que se manifestaron durante la etapa de dominación española en Venezuela, pues, la mano de obra libre, india o de color, también sufrirá los efectos de las condiciones de explotación en otras actividades productivas que no obligatoriamente serán los del cacao. 39 En Coro, al igual y que en otras regiones de Venezuela, se conjuga la utilización de mano de obra esclava libre y servir, tanto en haciendas y hatos, como en otras actividades productivas. Estos otros grupos de trabajadores impulsan contradicciones sociales que van hacer fuentes de motines, alzamientos, descontentos, rebeliones y conflictos en contra de las elites pudientes españolas. ASPECTOS RELIGIOSOS DE NUESTROS AFRICANOS Así con buena aproximación, podemos decir que en las últimas décadas del siglo XVIII, había en la provincia de Venezuela cerca de 80.000 blancos, 54.000 indios, 54.000 esclavos y 150.000 individuos pertenecientes a las llamadas “Castas, constituyendo el mayor número de la población y que eran definidos como pardos”. Esta categoría de pardos, incluida tanto los mestizos, (unión de blancos que indios), como los mulatos, (unión de blancos, con negros) y los zambos (unión de indio con negro). Para la última década de la colonia había en Caracas cerca de 8000 individuos de origen africano, en gran parte todavía esclavos, de los cerca de 40000 habitantes. Considerando que el grupo social dominante está constituido por los blancos criollos o peninsulares, era el color de la piel lo que determinaba las posibilidades de acceso social de las varias “castas” además de sus posibilidades económicas, y estas presionaban y luchaban para ocupar un mejor lugar social y económico. 40 El aspecto que nos interesa historiar es el de la medicina, en consideración del hecho que cada cultura, tanto de origen indígena, como africana o española popular, tenían forma propia de atender la enfermedad y su curación. Por ejemplo, en Caracas había una multitud de curanderos que ejercían su profesión, a menudo, tanto que los mismos mantuanos a veces recorrían a ellos. No obstante, los curas y los médicos universitarios intentaban por todos los medios prohibir el ejercicio de esta la medicina, a estas figuras expertas de origen étnico y social diferente. De allí pues, los curas ya veían en sus curaciones la obra del demonio y los médicos porque consideraban falsas sus curaciones y, de cualquier manera, reclamaban sólo para así derecho de sanar. La Represión inquisitorial de los curanderos De la represión a los curanderos negros y pardos se encargaron sobre todo dos instituciones: El Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición y El Protomedicato. Los primeros tribunales de la inquisición en América son: Lima 1570, y 1571 en México. Las provincias de tierra firme quedaban bajo la jurisdicción del tribunal de Lima. Sin embargo, las grandes distancias impedían cualquier actuación efectiva, tanto que en 1610 se creó un nuevo tribunal, el de Cartagena de Indias. El abanico que las transgresiones denunciales y/o reprimidas era muy amplio, siendo las más sonadas: herejías, idolatría, 41 brujería, hechicería, blasfemias, libros y pinturas prohibidas, solicitación sexual de los curas y usura. Dentro de este orden, veremos algunos casos de curanderos y curanderas de la provincia de Venezuela, para tener una idea de tipo de práctica y su represión. El primer caso que citamos ocurre en 1665 en el pueblo de Indios de Portillo de Carora, donde un negro, presuntamente libre, es acusado de haber dado muerte a varias personas utilizando yerbas que según su intención, debían curarlas (El documento se encuentra en el archivo Arquidiocesano de Caracas) El hecho de que la actividad curanderil se encuentre reprimida una vez que sale a la luz pública el fracaso del curandero, puede ser demostrado por otros casos del mismo tipo a lo largo del siglo XVIII, como el del moreno libre de nombre Dae Antonio Riverón en 1792, acusado, en un pueblecito de la costa de Caracas, de ejercer falsamente el papel de médico curandero y hechicero (Archivo General de la Nación-Caracas) Los casos citados parecen confirmar los que edictos de la inquisición ya seguía: las figuras de curador y hechicero se mezclan con facilidad por lo menos en la percepción de los vecinos y de la “política moral” institucionalizada. Estas superposición se juntan también con la acusación de blasfemia y herejía, como en el caso de Francisco Rumbos en el año 1745, un mulato esclavo de Quibor, a quien se le acusa de pregonar que él era el Cristo retornado en la tierra poniéndose en una cruz y los indios de Cubira le besaban la mano para pedir la curación de sus enfermedades (el caso es reportado por Armila Troconis de Veracochea, 1984) 42 La Represión de los Curanderos por el Protomedicato Mientras la inquisición continuaba reprimiendo a los curanderos, acusándolos de brujería, otra institución de control se crea en Caracas, el Promedicato con jurisdicción en todas las provincias de la Capitanía General a partir de 1777, destinado a interesarse más o menos de los mismos expertos curandores, pero desde una perspectiva diferente, el saber médico de los curanderos, en relación con su origen (universitario o práctico) y la legalidad de su práctica en el acto curativo. Los curanderos capitalinos eran de origen diferente, mezclándose en la misma definición, tanto los populares de origen indígena y africanos, como los blancos españoles o de otras naciones europeas que ejercían en Caracas una medicina más o menos popular oculta, derivada de los libros de popularización de la medicina que circulaban abundantes o por haber servido como ayudantes de algún médico o en el hospital de San Pablo. Tambores, danzas y ceremonias bajo el mandato del Vaudou Traídos de Senegal, Costa de Marfil, Dahomey, Angola, Mozambique y Sudán, entre otras naciones, los secuestrados africanos son subyugados al trabajo a lo largo de la costa atlántica, desde Norteamérica hasta Argentina, incluyendo América central, tanto continental como insular, desde donde son expandido en las zonas internas del continente americano, aunque la mayoría de la población inmigrada sobrevive en países como: Cuba, Haití, Brasil, Panamá, Colombia y Venezuela lugares en los que, a pesar de la prohibición de las muestras de manifestaciones culturales africanas dictaminada por las 43 autoridades por medio del Code Noir, en 1685, donde se, incluso con la muerte comienzan a poner de manifiesto, en las noches, cuando los esclavizados pueden descansar: las danzas, ceremonias, rituales y cantos que evocan el añorado continente africano. Ya en América no se cuenta con los mismos árboles y otros materiales necesarios para la construcción de los instrumentos musicales africanos, el ingenio cobra fuerza y se toman los que están a la disposición, lo cual implica una suerte de adaptación a los nuevos modelos americanos. Así, por ejemplo, la marimba, cuyo antepasado es el Xilófono africano, construido originalmente con materiales muy distintos a lo que brinda el medio ambiente americano. De igual manera son utilizados cilindros, conos, barriles, y una serie de materiales como el cuero, la madera, entre otros, los cuales son de gran utilidad para las construcciones de un instrumento o bastante significativo para las prácticas religiosas africanas: “El tambor”. Los tambores, en sus diversas manifestaciones, son empleados en varias funciones relacionadas con los ritos sagrados de origen africano, como por ejemplo: podemos destacar el camdomiblé, la macumba, el lucumi o el vaudou. Al ritmo de tambores las deidades danzan y consiguen su presencia en las tierras americanas velando a través del médium por la vida de sus hijos africanos. En Haití, país declarado tras la victoria independentista de 1804, como “La Primera República Negra”, una de las formas de resistencia y práctica, fue el Vaudou haitiano, que se ha extendido a otras latitudes donde oriundos de este país se localizan, de manera que se ha diseminado en Jamaica, Curaçao y parte de los Estados Unidos, entre otros. 44 El Vaudou es un viajero que acompaña a los esclavizados africanos en la larga travesía a bordo de los “Barcos Negreros”. Al llegar a las tierras que actualmente constituye en Haití, esta creencia o práctica religiosa se enriquece con los aportes criollos y europeos que le imprimen un politeísmo heredado primordialmente de Benen (antiguo Dahomey). Este culto ancestral se focaliza en genios y dioses homenaje a los “Loas” que trascienden en el alma la forma material humanos o animales, en un acto de fe donde los “Houngan” y los boko, es decir, los sacerdotes y los médium, se convierten en verdaderos canales de comunicación entre seres trascendentales y los terrenales. A pesar de la imposición del catolicismo como religión “obligatoria y oficial”, la cantidad de adeptos del “Vaudou” siguen realizando sus calendas y sus rituales amparándose bajo un manto de creencias, los: Santos y Santas católicos que no es otra cosa que enmascarar su verdadera práctica de fe, de allí la presencia de figuras “católicas” dentro de los altares Vaudou, cómo pueden ser las de: San Pedro, San Juan, Santa Bárbara, San Sebastián, la Virgen María, quienes obedecen a características africanas que desde ese momento se tornan en afroamericanas. La religión católica, aunque con sus particularidades, ritos propios adaptados, reconstruidos con muchos de allá y algo de aquí. Esta herencia cristiana nos viene dada por la grandeza cristiana de Santos y Santas africanas y afrodescendientes que vivieron su fe con heroicidad hasta el punto de ser considerados dignos de imitación para todos los cristianos del mundo: San Carlos Luanga y sus compañeros, Santa Anuarita, San Martín de Porras, San Benito de Palermo, Santa Josefina Bakhita, San Efigenio de Etiopía reina y Mártir, entre otros y otras. 45 Sus fiestas Unas de las preocupaciones más importantes de las autoridades coloniales eran controlar las fiestas organizadas por sectores populares (afrodescendientes) que se consideraban como contrarios a la moral, las buenas costumbres y al orden social siendo catalogadas como “relajos”. De esa forma intentaban mantener la paz y la “moralidad cristiana”, por esa razón las clases dominantes realizaban celebraciones donde eran excluidos los miembros de esas clases inferiores. Pero esas restricciones nunca surtieron efectos y los excluidos siguieron festejando y mostrando las riquezas culturales de esa sociedad, aunque al estallar la guerra de independencia estas actividades se vieron mermadas por la conflictividad típica de esos sucesos. Para 1810 la mayoría del población no era ni blanca, ni nacida en España, ni blanca nacida en América, sino que provenía del mestizaje. Como ejemplo tenemos: que para ese año en la Capitanía General de Venezuela el 50% de la población estaba constituida por pardos (término utilizado para dominar el grupo racial de la mezcla de negro con blanco), mientras los blancos nacidos en España, los blancos criollos, además de los mestizos (como se conocía al grupo proveniente de la mezcla de blancos, indios) constituía el 25%, el restante 25% estaba conformado por los negros esclavos y los indios. Un aspecto a destacar es que para esa 46 época la provincia tenía aproximadamente más de un millón de habitantes, siendo los pardos el grupo más numeroso, pero a su vez uno de los más excluidos. TIEMPOS DE INDEPENDENCIA En Venezuela la lucha en pro de la emancipación nacional desencadenaría numerosos enfrentamientos armados, los cuales se prolongaron durante trece años (1810-1823), convirtiéndose dicho país a lo largo de toda su geografía en un sangriento campo de batalla. Además, tales conflictos tuvieron un carácter de guerra civil y social, donde adquirió especial relevancia el problema de los negros, mulatos y zambos sometidos a esclavitud, quienes se incorporaron al bando de los realistas como al de los patriotas. Cabe considerar, que en el periodo citado los sectores pertenecientes a las clases sociales dominantes, esclavistas, de filiación monárquica o independentista, se opusieron a la abolición de la esclavitud, aunque el Libertador Simón Bolívar, en el año de 1816, promulgó dos decretos abolicionistas (Carúpano, 2 de junio y Ocumare 6 de julio) y solicitó la liberación de los esclavos en el Congreso de Angostura (1819) y en el Congreso de Cúcuta (1821). Tales esfuerzos chocaron con los intereses de los propietarios de los seres humanos y sus descendientes sometidos al régimen de la esclavitud, decidieron en muchas ocasiones, optar por imponerse a la vida militar como soldados u oficiales, principalmente, en el ejército patriota donde aspiraban obtener su ansiada libertad. 47 Por otra parte, no podemos olvidar que muchos de los esclavos liberados en los campos de batalla, después que finalizó la guerra por la independencia, fueron reclamados por sus antiguos amos y en varias ocasiones el Estado venezolano puso en práctica el pago de una indemnización y, en otros casos, dichas personas tuvieron que esperar hasta el año 1854, cuando el Presidente General José Gregorio Monagas aprobó la Ley de Abolición de la esclavitud en nuestra nación. El Contexto Político Militar en Venezuela 1810-1823 Con la pérdida de la Segunda República, específicamente hacia los años 1815 a 1818, la situación geopolítica, económica y social de Venezuela entro en una nueva fase, en su lucha contra la hegemonía del Imperio Español, todo ello debido a la presencia en nuestro territorio de un ejército venido directamente desde la metrópolis (abril de 1815), el cual fue dirigido por Pablo Morillo, quien como jefe expedicionario, gobernador y capitán general de Venezuela, logro entre otras cosas, internacionalizar el conflicto bélico y derrotar transitoriamente a algunos grupos patriotas y ocasionar el destierro de varios de los máximos oficiales independentistas, tal como ocurrió con Simón Bolívar, quien se vio obligador a viajar a la Nueva Granada, luego a Jamaica y posteriormente a Haití, país en donde obtiene la ayuda del Presidente Alexandre Petión (1770-1818), quien generosamente le suministró organizar dos expediciones: la primera, la de Los Cayos, que desembarco en la Isla de Margarita, en el mes de mayo de 1816, y luego, en diciembre del mismo año, las segunda expedición de Jacmel, también destinada a la reconquista de las costas del oriente venezolano. Para 1816 Venezuela aun arrastraba consigo el problema de la esclavitud; sin embargo el régimen esclavista para el año antes mencionado, había sufrido un conjunto de modificaciones ocasionadas por el impacto de la 48 guerra en contra de la Corona Española y los cambios legislativos que ocurrieron durante ese periodo, tal como lo podemos apreciar, al tomar en consideración que en 1810 la Junta Suprema de Gobierno que se instaló después de los acontecimientos del 19 de Abril, prohibió la trata de negros esclavizados, pero no se planteó nada en relación con la abolición de la esclavitud. Participación de negros, mulatos y zambos en la independencia de Venezuela Vemos que la guerra en pro de la independencia de nuestro país se realizó con la participación de todo los grupos étnicos que existían para dicha época; blancos criollos, blancos peninsulares (europeos), blancos de orillas (canarios), negros, mulatos, zambos (esclavizados o libres) e indígenas. No obstante, en la historiografía venezolana, en muy pocas ocasiones se mencionan a los próceres o heroínas pertenecientes a la llamada “gente de color”, destacando que muchos de ellos y ellas ofrecieron su vida o sufrieron múltiples heridas, cuando como soldados u oficiales actuaron en diferentes batallas u otro enfrentamientos bélicos durante el período de 1810-1823. Por ello surge la necesidad de destacar a un grupo de negros, mulatos y zambos quienes se afiliaron a la causa patriota, buscando no solamente su ansiada libertad, sino también algunos beneficios en lo económico, social y político-militar. Algunos de estos personajes fueron: − Pedro Camejo o Negro Primero (San Juan de Payara, estado Apurebatalla de Carabobo, 24 de Junio de 1821). El Negro Primero pasaría a la inmortalidad durante la acción de Carabobo en 1821. En medio 49 del difícil acceso de la vanguardia de caballería a la llanura, bajo fuego nutrido del enemigo, Páez vio venir en repliegue al Negro Primero. En respuesta a su reproche, Pedro Camejo habría dicho “Mi general, vengo a decirle adiós porque estoy muerto”. El general José Antonio Páez, en su momento comentó, que este personaje fue esclavo de Don Vicente Alonzo, quien permitió que fuese reclutado por el ejército realista donde le ofrecieron la posibilidad de obtener un uniforme y dinero. − Leonardo Infante (Chaguaramal, jurisdicción de Maturín, estado Monagas, 1798 – Bogotá 26 de marzo 1825). Hijo de negros libres, se incorporó en el año de 1813 al ejército patriota. Estuvo con el general José Antonio Páez, en la Campaña del Guárico 1818. − Juan José Rondón (Santa Rita de Manapire, estado Guárico, 1790 – Valencia, estado Carabobo, 20 de julio 1822). Se señala que sus padres fueron esclavos. En el año 1814 abandonó las filas realistas y se incorporó al ejército patriota bajo el mando del general Pedro Zapata. Participó en la Batalla de la Hogaza (Guárico, 2 de diciembre de 1817). − José Ascensión Farreras (Angostura, actual ciudad Bolívar, 1785 a enero de 1865). Sus padres fueron esclavos. − José Joaquín Veroes (San Felipe, estado Yaracuy 1739 de enero a 1855). Su padre Antonio Veroes, fue descendiente de negros africanos. Desde el año de 1810 estuvo afiliado al ejército independentista, participó en la expedición militar que dirigió el brigadier Francisco Rodríguez del Toro, en la ciudad de Coro y en las 50 diferentes campañas bélicas de la Primera República de Venezuela (1811 – 1814). − Juana Ramírez (La Avanzadora) (Chaguarama, estado Guárico, 1790 – Maturín, estado Monagas 1856). Según testimonios orales fue hija de un hacendado blanco con una negra esclavizada. Ha sido considerada como la “Tropera” más destacada de la independencia de Venezuela, pues fueron múltiples sus servicios como enfermera, cocinera, encargada de la vigilancia de los armamentos y de los prisioneros. En muchas ocasiones participó en operaciones bélicas, como lo ocurrido en la Batalla de Alto de los Gobos (25 de marzo de 1813) − Marta Cumbale (Guiria, estado Sucre, San Francisco en jurisdicción de Maturín, estado Monagas, 28 de diciembre de 1864). Su familia estuvo integrada por descendientes de africanos esclavizados y otros en situación de manumisión. Esta heroína lucho al lado de patriotas en los campos de Charaguamal y se afilio al grupo de mujeres que dirigió Juana Ramírez en Maturín entre los años 1811-1814. − José Laurencio Silva (El Tinaco, estado Cojedes, 7 de septiembre de 1791 – Valencia, estado Carabobo, 27 de febrero de 1873). Sus padres pertenecieron al grupo de los pardos y fueron pequeños propietarios en jurisdicción de El Tinaco durante los años 1810-1824. − José Tomas León (Valles de Aragua). Fue esclavo de Eustaquio Machado, propietario de una hacienda de trapiche de caña de azúcar en jurisdicción de la Victoria. En el año de 1818 se integra al ejército patriota y participa en las Batallas de Semen o de la Puerta, en Ortiz 51 − José Bolívar (Alto Llano de Guárico - Bogotá, 1828). Esclavo de la familia Bolívar, liberado por nuestro Libertador. Participó en numerosas batallas al lado de Simón Bolívar. Oficial de caballería del ejército de Venezuela. − José Palacios (San José de Tiznado, estado Guárico, 1770 – Caracas, 1842). Fue esclavo de la familia Palacio Blanco y luego obtuvo su libertad. Según la tradición y testimonio de la época, fue mayordomo, ayudante y edecán de Simón Bolívar desde 1803, hasta el día de su muerte el 17 de diciembre de 1830. − Jorge Bolívar. Fue esclavizado por la familia Bolívar en San Mateo, valles de Aragua. Subteniente de milicias en el bando patriota, participó en las campañas de la Nueva Granada, Ecuador, y en la Batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824 − Julián Infante (Altos Llanos del Guárico, 1783, Chaguaramas, estado Guárico). Hijo de padres esclavizados. Participó en numerosas batallas en pro de la independencia de Venezuela. − José Antonio Andujár (Guiria, estado Sucre). Obtuvo el grado de Sargento e intervino en varias operaciones militares llevadas a cabo por el ejército patriota. − Y, los esclavizados de las haciendas situadas en la costa de Carúpano, quienes se incorporaron al ejército de Simón Bolívar el 1 de junio de 1816, tal como nos señala la Gaceta de Caracas del 20 de noviembre del año aludido. 52 Por último, quiero señalar que con la anterior síntesis biográfica de próceres negros, mulatos y zambos nacidos en Venezuela, no pretendo agotar toda la información que al respecto existe sobre dicha materia, en esta ocasión solamente realizo una muestra significativa relacionada con tan importantes personajes y hechos históricos, generalmente omitidos en nuestros anales patrios. Es de hacer notar, que el aporte de la raza negra en Venezuela debe destacarse por el conjunto de realizaciones y contribuciones en todas las ramas, tanto de la economía, cultura y las artes. El negro desde su llegada como esclavo, contribuyó en la economía venezolana a través de su trabajo en las minas y en las industrias. ASPECTOS CULTURALES DE LA AFROVENEZOLANIDAD La cultura adquiere formas diversas en el tiempo y en el espacio y se manifiesta en la pluralidad de sus expresiones y entre las sociedades y grupos. Esta multiplicidad de formas y contenidos se conoce como diversidad cultural, y en si misma constituye un patrimonio común para la humanidad, ya que es origen y motor de intercambios, innovaciones y creatividad. Ante lo anterior, nos encontramos con que la historia cultural de Venezuela está colmada de particularidades y diferencias que han dado pie a la conformación de multiplicidad de identidades, que se manifiestan en diversas expresiones , formas de vida y paisajes culturales a lo largo y ancho del país; manifestaciones existentes desde tiempos ancestrales, así como en 53 la actualidad. Como ejemplo emblemático de esta diversidad está la gran variedad de elementos culturales tangibles e intangibles, característico de la población afrovenezolana, tanto en el pasado como en el presente. Estos elementos han sido consecuencia de los aportes que los primeros africanos provenientes de diversos grupos del conjunto nigerio-congoleño, que trajeron consigo la resemantización de esas expresiones ya emplazadas en estas tierras, así como de las nuevas construcciones culturales desarrolladas a lo largo del tiempo. La definición constitucional de Venezuela, como una nación multiétnica y pluricultural representa una ruptura con respecto al modelo de EstadoNación configurado en la ideología política del mestizaje, y como ya han señalado algunos autores de lo hispánico mestizo como paradigma cultural necesario para el logro de la civilización y del proceso. Esta apertura tiene un buen aliado en el complejo pero creciente orden mundial, en el que paradójicamente a los paradigma de la globalización, muchos movimientos sociales están conceptualizando y desarrollando la instrumentación política de sus identidades étnicas y culturales. En este contexto, los afrovenezolanos como diversas comunidades y organizaciones afrodescendientes de América están considerando cada vez más, que el éxito de sus demandas estará garantizado, no solo tras la consolidación del autoreconocimiento de su condición de afrodescendientes, sino también tras una profunda interpretación de su pasado y del desarrollo de proyectos sociales y políticos de cara al futuro. Los paradigmas, así como los caminos que muchas de las comunidades afrovenezolanas mantienen en pro de la consecución de reivindicaciones dentro de los espacios que conforman la nación, también 54 están demostrando que es equivoca la consideración de la relación entre la diversidad cultural y el Estado-Nación como adverso e irreconciliable. Caso contrario, cada vez es más aceptado que la cohesión e integración de estos elementos, no solo es posible, sino necesario, las diferencias culturales. LAS MANIFESTACIONES CULTURALES AFROVENEZOLANOS COMO APORTE Y EXPRESIÓN DE LA IDENTIDAD NACIONAL. Siempre hemos pensado al hacer referencia del arribo de los españoles a nuestro continente, se debe hablar del “Encuentro de tres mundos”: el indígena, el europeo y el africano. En este contexto, los afrovenezolanos recibieron de los europeos, los siguientes los elementos culturales: el idioma, la religión, costumbres, poesía e instrumentos musicales. De ellos, se produce una mezcla, pero también una erradicación, el sonido del tambor africano fue sustituido por la guitarra que le facilitaría aún más a los españoles su trabajo religioso, permitiendo el subyugamiento de la raza negra. En el caso de los negros sometidos a la esclavitud, la esposa del amo rezaba y con ella los siervos, y ésta también lo llevaba a la obediencia, almas sumisas y fácilmente doblegadas ante el temor de Dios. Unidos a la oración y a cambio de la música del tambor africano, surge la salve, el pasacalle, la pavana, el romance y el estribillo. 55 De España llegó el verso y la oración cristiana, que luego el negro unía a la música del cinca y medio, la tambora serrana, la chatarra, el pandero. Otros instrumentos empleados fueron: el cuatro y el violín, los capachos e instrumentos de madera tallada para producir diferentes sonidos. Utilizando el verso octosílabo (presente en los primitivos romances que los conquistadores trajeron a América), los negros alegraban y aún lo hacen en sus fiestas patronales, la navidad, Año Nuevo, novenarios (de santos y muertos), velorios de angelitos, entre otros. Los afrovenezolanos acostumbraban elaborar una flauta con planta denominada carrizo, ejecutaban diferentes sonidos con la misma. Al cilindro del carrizo (mide 50 cm de largo) le hacían perforaciones en forma de zigzag. Así tocan y cantan el “Pasacalle” ritmo lento, solo se toca por navidad que se atribuye al paso del parihuela, ejecutado por cuatro hombres, quienes llevan en hombro un enfermo, un muerto, al amo y van al mismo paso guiado éste un pujido que lleva el movimiento. La pavana: los negros asocian este ritmo al látigo que le echaban los amos a sus siervos y esclavos. Es una música lenta y grave, se toca con los instrumentos que se mencionaron antes. En relación al origen de este ritmo, nace en la región del tinglado, se le llama “manda”, pavana, una “pela” donde se acostumbraba azotar a los esclavos, Cuando el amo se ponía la capa, siervos, manumisos y esclavos, temblaban al temor del látigo de siete puntas. Romance: composición que presenta la misma estructura de las traídas por los españoles, número indeterminado de versos octosílabos, rima asonante en los versos pares y libres, los impares se 56 canta en diciembre y tiene como motivo la celebración de estas fiestas. Estribillo: se canta luego de cualquiera de los tres ritmos antes señalados. Salve: es de tono triste, se canta en las fiestas patronales como saludo al Santo Patrono y como rito, en los novenarios, se saluda y se canta a la virgen. Décima: los negros siempre acostumbraron a componer y cantar las décimas en la forma de “corrida” y “con lamento”, otras veces las escribían en forma de “copla”. A través de la décima se trasmiten diversos sentimientos y actividades: se le canta a Dios, a la Virgen, a la Cruz de Mayo, a la Siembra, al amor, a la alegría, a la tristeza y a los dones recibidos. Viviendas: las características de sus viviendas eran construidas con hierbas guinea, cocuiza brava y mansa (con espinas y sin ellas). La cocuiza presenta la particularidad de que al cortarla expulsa un líquido que si toca la piel produce picazón y hace que se desprenda la capa más superficial de la piel. En la construcción también se utilizó carrizo, cañizo y caña brava para hace envarrillado, este envarrillado puede ser para techar o para paredes (bahareque). Se llama embutido a la primera parte del bahareque, la segunda se llama pañote, el cual se prepara con hierbas, paja y se bate hasta que de “punto” (llámese así a la mezcla que toma aspecto de “melao”), se le agrega la hierba “zorra bien picadita”. Es común en las mujeres afrovenezolana que utilizaran la piedra de moler. Esta se monta sobre un pie triangular de madera. Los palos del 57 triángulo median unas 4 pulgadas de grueso, un metro y medio de largo por 80 cm de alto. Para moler se empleaba una mano de piedra de aproximadamente 15 cm de grosor, con ella se muele maíz pilado, aliños, frutas, verduras (para hacer dulce). También con nuestros afrovenezolanos nace el fogón de leña, el cual mide unos 90 a 80 cm de alto, un metro y medio de largo, 80 cm de fondo. Se construía de bahareque con piedra, para cocinar se colocaban 3 piedras grandes que soportaban el peso de las ollas, budares, entre otros. También dos piedra pequeñas (al frente de tres grandes) para recostar la arepa que termina de cocinarse al rescoldo de las brasas. Muchas personas construían o colocaban por encima del fogón una troja para guardar los productos de la cosecha (maíz, auyama, granos y hasta para secar el café en concha). Otros Aspectos Tradicionales Los primeros negros establecieron en estas tierras fábrica de tambores de diferentes tamaños con el cañón de la cocuiza. Al fabricarlos de diversas dimensiones buscaban obtener diferentes sonidos. Del mismo material fabricaban el pandero. Nuestros afrovenezolanos en algunas poblaciones como Macuquita (Edo. Falcón) rinden culto a San Miguel y la Virgen del Carmen, cuyas fiestas patronales se celebran el 29 de septiembre. Durante la celebración (los rezos) se toca el violín, cinca y medio, la tambora, el cuatro, maracas y se improvisan los rezos dirigidos al Santo Patrono. En época de navidad, la parranda acostumbra visitar casa por casa y entonar pasacalles, estribillos, décimas y cantos alusivos a la fecha que se celebra. 58 San Juan y la identidad nacional Cada año en el mes de junio los medios de difusión masiva despliegan sus reportajes acerca de las llamadas fiestas del solsticio de verano, entre ellas una de las más renombradas es la fiesta en honor a San Juan Congo o San Juan Bautista, especie de santo patrón del mundo afrovenezolano, en la zonas de: Distrito capital, Miranda, Vargas, Aragua, Carabobo, Yaracuy, Guárico y en algunas localidades del estado Sucre. Podríamos enumerar un sinfín de significado y hablar largo y tendido de la importancia del culto a San Juan, era la vida del afrodescendientes, de sus comunidades y de la nación venezolana. Toda su reafirmación cultural, su reencuentro con mamá África, orgullo por su negritud, y todo lo que ella encierra. Las fiestas de San Juan, el espacio ideal para el reencuentro en el término etnoculturales de los afrodescendientes. En San Juan no hay incomodidad con lo llamado “negroide”, se oyen expresiones como calienta sol, que el negro es fresco”, orgullo de ser negro para cantar y bailar, el tambor para mostrar su devoción al Santo y su cultura. En las fiestas en honor a San Juan están presente, tres elementos fundamentales que forman parte de la vida espiritual del afrodescendiente: la fe, la música y la danza. Sin lugar a duda, la fe es la columna vertebral de las comunidades afrodescendientes, ese conjunto de creencia donde convergen lo indígena, y lo católico popular de lo español amalgamado por lo africano que subyace en todos los órdenes de su vida material y espiritual. 59 La música y la danza, además de ser una expresión estética y artística, son vehículos para expresar la fe, para conectarse con lo santo y deidades objeto de su fe. Estos son elementos de humanización para superar la barbarie de la esclavitud, el desarraigo y, hoy para superar las nuevas formas de esclavitud y sus mecanismo de la dominación como desesperanza aprendida, la descalificación, el endorracismo, la vergüenza étnica, que desde siglo utilizan las clases dominantes a través de sus poderes para mantenerlos subyugados, atados a una situación de indignidad. Por último, el arte que se expresa en el vestuario del santo, los celebrantes en los altares, en la ornamentación de calles y templos, es uba expresión humana para la reivindicación y dignificación del sujeto, para combatir la invisibilización. Fe en que San Juan les concederá el favor pedido, alegría y agradecimiento en el pago de promesas cumplidas y la mejor forma de expresarla es con su música y su danza, la que le hizo mamá África. Fe e identidad Fiesta en honor a San Juan en Curiepe, tan nombradas como vapuleada, convertida en falso hecho “turístico”, con cuyo remoquete han querido solapar el verdadero sentido de la fiesta. La comunidad curiepera viene realizando esta fiesta desde su fundación y han tenido suficiente fuerza y voluntad para irse adaptando a las diferentes etapas y situaciones por las cuales ha pasado la comunidad y el país (colonial, las dictaduras y las democracias participativas) y salir airosos, fortalecidos. Siempre realizada con el concurso de sus hijos e hijas, lo cual le da un gran 60 bagaje para asumir la democracia participativa y protagónica, si en algún lugar y acontecimiento en concreto esta postulado constitucional es en Curiepe y en todas las fiestas que se realizan en Venezuela en honor a San Juan Bautista o Congo. En Venezuela, siendo aun una sociedad racista, clasista neoliberal, con valores capitalismo, como el individualismo, el dinero, muy a pesar de estos antivalores, aun se mantienen vivas las tradicionales fiestas de San Juan, donde se reafirman los valores de la solidaridad, el compartir, donde lo colectivo es fundamental y que años tras años reafirman todo aquello que ellos (los egoístas, los mezquinos) quieren negar, como el hecho cultural que conjuga el sentido de la comunidad, sus valores más caros y profundos. Un país sometido de transculturización, mediante la enajenación de su historia y de su cultura, requiere de aquellos espacios que le ofrecen al necesario reencuentro con su historia, con sus raíces. Ahora bien, la afrovenezonalidad constituye un conjunto de valores y acciones socio-culturales y político-jurídicas, que se encuentran integrados en forma definitiva al proceso histórico de nuestro país; pues los africanos y sus descendientes nos han dejado múltiples aportes en la conformación de la identidad de Venezuela, tal como lo podemos observar en el mestizaje étnico, la gastronomía, las artes plásticas, la literatura oral y escrita, los topónimos, la fundación del pueblo (cumbes y rochelas) heroínas y héroes en la guerra de la independencia, la lexicografía, las fiestas tradicionales (San juan Bautista, 23, 24 y 25 de junio), San Benito (diciembre-enero), San Efigenio (2 de septiembre), San Antonio de Padua y el Tamunangue (13 de junio), el Corpus Christi y los Diablos Danzantes (junio), las Locaimas en el día de los inocentes. Los Boleros en Caucagua y comunidades adyacentes (28 de diciembre), la Parranda de los Negros en Altagracia de Orituco, los Velorios de Cruz de Mayo, los Negros Kimbaganos en la Fiesta de san Juan 61 en Lezama, religiosidad popular y culto a deidades africanas (santuarios y sus vinculación con prácticas espirituales), el uso de plantas medicinales, leyendas y mitos, instrumentos musicales (tambores, marimbas carángano). Danzas (el Calipso del Callao, peinado de clinejas) Destacamos que los múltiples elementos de nuestra africanidad, se encuentra presente tanto en la época colonial, como en la guerra de la independencia, hasta llegar a la modernización del Estado venezolano y los diferentes problemas que han ocasionado la exclusión de los afrodescendientes. ENFOQUE ACTUAL El 10 de mayo se celebra en toda Venezuela el día de la Afrovenezolanidad, o día de la Negritud, Diaspano o Afrodescencia, tres términos que tienen una visión distinta según las investigaciones de Reinaldo Bolívar (Viceministro de Relaciones Exteriores para África de la República Bolivariana de Venezuela), donde hace un análisis explicativo de los tres conceptos, por ejemplo el término “Negro”, que en África no es rechazado, porque allá, incluso, de las 54 banderas existentes deben haber unas 15 que tienen una franja negra y para ellos significa “Tierra y Pueblo”. Además, en diversos países de África hay varias terminologías que significa como “Negro” o “Cara Pintada”, por ejemplo, en Etiopia son los “hombres de cara pintada”, es decir oscuro, de hecho a comienzo del siglo XX a todos los africanos les decían etíopes. Sudan, el nombre de este país del África del Este, en su lenguaje significa “Negro”. En Guinea, nombre de la nación de África Occidental, de acuerdo con su investigación podría significar “Negro”, “Mujer negra bonita”. Eso quiere decir, que el término “negro” no les desagrada; el problema está en que los occidentales lo fueron actualizando y 62 relacionando con lo malo, lo oscuro, lo maligno, lo cual lo convirtió en peyorativo, en ofensa; la lista negra, las aguas negras, lo que también tiene algunas contradicciones porque a las mujeres les gusta mucho el color negro para vestir, a los diplomáticos también. Otras personas dicen que no hay seres humanos negros porque eso obedece a una piel pigmentada que no tiene nada que ver con el color. Sin embargo, hay muchos que se asumen “Negros” o “Negras”, africanos que lo aseveran. De hecho, existió lo que se llamaba el poder negro, Leonardo Senaghor, presidente fundador del Senegal, conocido como el poeta de la negritud. Introdujo en los años 60 este movimiento, incluso en sus escritos describe a la mujer negra desnuda. Ese “Black Power” en los Estados Unidos todavía existe. De todas maneras, el investigador piensa como una persona que asume la terminología “Negro” o “Negra”, lo hace por el color de la piel, o por una reivindicación social. Esta la diáspora africana donde históricamente están incluidas aquellas personas que salieron de Etiopia, que nos engloban a todos nosotros, ya que provenimos de ellos, de África, y a medida que va dando la dispersión geográfica, con los cambios del clima, la piel fue adaptando su pigmentación. Por eso el investigador sostiene, que todos descendemos de África, no importa el color de la piel, y en este sentido, el término afrodescendiente es más amplio que un color. Teniendo en cuenta que cuando hablamos de afrodescendientes, nos referimos a los subsaharianos, que han resistidos en toda América Latina y el Caribe, que han mantenido los principios de sus valores socioculturales, tanto en la música como en la expresión religiosa, al vestir, la forma de ser, tradiciones gastronómicas y otros aspectos que han sabido conciliar con otras culturas, por ejemplo la típica fiesta de San Juan que es una síntesis de 63 la cultura occidental impuesta por los españoles en sus fiestas católicas y los esclavizados y sus descendientes, quienes la adaptaron a su propia idiosincrasia, que tal vez no le cantan a San Juan sino a Elegua. El cultivo de arroz, tal como se hace en América, proviene de África, las casas prefabricadas, esa manera rápida de armar las viviendas con madera, aún presente en la costa atlántica de los Estados Unidos, en Curaçao o en Aruba, es una usanza típica africana, porque ellos por los avatares de la naturaleza u otros elementos, se tenían que mudar, entonces desarmaban la casa y se la llevaban para otra parte. La misma utilización del bahareque es una construcción africana. De igual modo existe una cultura sobre el uso medicinal de las hierbas que están presentes hoy en día como herencia africana. Hoy en día hay una gran discriminación subjetiva, la cual es notable en los medios de comunicación donde los afrodescendientes y mestizos son relegados a un plano secundario y terciario, en países como Venezuela, porque sí nos referimos a Estados Unidos vemos que existe una discriminación tanto hacia los negros como hacia los latinos, se constata por ejemplo en la manera como los medios invisibilizan los logros de la afrodescendencia, no los presentan o los incluyen en el patrón de la clasificación de la belleza del ser humano, ya que los publista no consideran las personas negras (comerciales). Esto también se confirma en los temas abordados por estos medios, incluso aquí en Venezuela, donde se ven pocos programas dedicados al África, lo cual pasa en muchos países, de la misma manera está presente en la sociedad, hay sitios que seleccionan personas para trabajar y al ver las fotos las discriminan. En la educación signos vigentes en los pensum, donde no se incorporaron a los grandes héroes y heroínas afrodescendientes, parte de los 64 esclavizados, son tan grandes como Francisco de Miranda, pero los que dominan las editoriales educativas dejan de lado el aporte de la negritud como los de José Leonardo Chirino. Otra manera de ver la discriminación es la reducción de los esclavizados, sólo como mano de obra, máquinas que construyen. pero se invisibiliza. Algunos investigadores (historiadores) piensan que la primera maestra de Bolívar fue “Matea”, así como de la importancia de la negra Hipólita, a quien él llamó “mamá”, según Reinaldo Bolívar; el Libertador Bolívar estaba muy sensibilizado, jugaba con los hijos de Hipólita en las cuadras, esto no se difunde y allí hay una discriminación en el campo educativo que aún no se ha corregido. Para ello, en Venezuela se creó la comisión contra la discriminación, adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Educación, con la misión de cumplir estos compromisos, pero falta acciones muchos más, es perentorio que los pensum educativos nos hagan ver mucho más ese aporte de la africanidad. LOS NEGROS AFRICANOS RESIDENTES EN CORO La población negra de origen africano que llega a Venezuela en la época colonial tuvo diversas procedencias. La clasificación de estos grupos ha sido realizada principalmente a partir de los rasgos culturales que identifican sus orígenes ancestrales. En nuestro país son pocos los estudios que sobre los negros africanos que entraron al territorio, estos se han realizado a partir de fuentes históricas documentales. Pero con dificultades para el estudio de documentos de 65 tiempos coloniales, debido a que sólo en 1777 quedó unificado el territorio que había de constituir la república. Diversas porciones dependieron de jurisdicciones distintas, por lo cual no abundan entre nosotros los documentos del siglo XVII y aun menos del siglo XVIII. Sin embargo, se encuentran listas diversas de gentilicios de esclavos, aparte de que en fuentes variadas se nombran, en forma aislada, las procedencias de numerosos africanos, entre ellas: en comunicaciones de autoridades, en estamentos, en documentos de ventas, se pueden encontrar numerosos gentilicios. En Coro, buena cantidad de información documental, sobre todo, la correspondiente a las testamentarias de las principales familias poseedoras de mayores recursos económicos en esta región, en la época colonial, indican la procedencia o gentilicio de la población negra-africana que fue introducida en la jurisdicción como principal fuerza de trabajo. Por ejemplo, en testamento de María de Sangrones, fechada el día 29 de octubre de 1772, propietaria de la posesión “La Chapa”, localizada al sur veracidad de Coro, se registra un número de esclavos criollos y africanos que así lo demuestra: “Negros” primeramente Francisco, mayoral de dicha hacienda (se refiere a la Chapa) de Angola; Diego, mulato criollo; Juan Francisco, negro inglés; Juan Antonio, negro Costa Caravali; Francisco Antonio, negro Costa Macamba; un negro nombrado Diego de Costa Angulu. También en Coro encontraron estas etnias africanas asentamientos o comunidades de cumbes y cimarrones, las cuales se constituían con miembros de esclavos que llegaban a Venezuela fugados desde la isla holandesa Curazao, importante mercado negro del Caribe. 66 Por último, resulta interesante la referencia contenida en el testamento de Don José Antonio Zárraga en el que se registra los bienes que quedaron en esta ciudad de dicho Don José Antonio, constante del inventario que corre desde el folio ocho hasta el principio del once, los que se entregaron ha dicho apoderado habiendo sido llamado por sus partidas y sólo faltaron, el criado Thomacito de edad de 55 años. El otro negro Antonio Manuel, prófugo de la isla de Curazao tampoco fue entregado. A propósito de la insurrección de los negros de Curimagua, dirigida por José Leonardo Chirino, varios de los informes elaborados en las averiguaciones de lo sucedido, relatan el antecedente de un pleito por las tierras de la Chapa y Macuguita entre el mismo Juan Antonio Zarraga y los negros curazoleños que habitan en estos lugares. En esto por unidad, los loangos libertos fueron defendidos por José Caridad González. A partir del año de 1810, encontramos que la Junta Suprema de Gobierno que se instaló en la ciudad de Caracas con motivo a los acontecimientos del 19 de abril, decidió, entre otras cosas, prohibir la Trata de esclavizados en la Capitanía General de Venezuela, pero no planteo nada en relación con la abolición de la esclavitud. Posteriormente, en el año de 1812, durante la Primera República, vemos que la Cámara de Representantes del Estado Soberano de Caracas y el Generalísimo Francisco de Miranda cuando sintieron amenazada la estabilidad del gobierno patriota, promulgaron un decreto en el mes de junio del año aludido, en el cual se decidió otorgar la libertad a mil esclavos siempre y cuando estos se incorporarán al ejército republicano. Más adelante, apreciamos que el Libertador Simón Bolívar inicia una campaña abolicionista en el año 1816, la cual plasmó en dos decretos emitidos el 2 de junio del año antes mencionado, el primero en Carúpano y el 67 segundo en Ocumare de la Costa. Ambos decretos fueron elaborados como respuesta a una promesa realizada al General Alejandro Petión – Presidente de Haití. En 1819, el Libertador en su discurso de Angostura, planteó: “que la libertad absoluta de los esclavos era tan necesaria como su propia vida y la de la república”. En el Congreso de Cúcuta, realizado en 1821, nuevamente Bolívar solicita la abolición definitiva de la esclavitud. Nueve años después, el 2 de octubre de 1830, el General José Antonio Páez promulgó una nueva Ley de Manumisión, la cual tuvo un carácter más conservador que la anterior, ya que se promulgó la edad de 21 años para que los manuvisos pudieran lograr su completa libertad. Asimismo, vemos que el periodo de 1831-1854, hubo múltiples esfuerzos en pro de la abolición de la esclavitud en nuestro país, los cuales chocaron con los intereses económicos-políticos de los grupos sociales dominantes de la época. Ahora bien, apreciamos que después de 1854, los antiguos esclavos y los manuvisos continuaron formando parte del peaje y de los jornaleros en las áreas rurales del país y muchos de ellos lograron participar como aprendices-ayudantes en los oficios artesanales en los centros urbanos, sin olvidar que también fueron soldados y oficiales en numerosas guerras civiles y montoneras que ocurrieron a lo largo del siglo XIX en Venezuela. Igualmente, vemos que los descendientes de africanos en nuestra nación a lo largo del siglo XIX sufren los impactos del racismo y la discriminación étnica, por lo tanto, la lucha contra la exclusión debe ser permanente, sobre todo en el campo educativo y cultural. 68 MUJERES AFRODESCENDIENTES EN LA LUCHA POR LA TIERRA En Latinoamérica y en Venezuela diversas mujeres han participado en movimientos y organizaciones sociales, cuyos objetivos han sido recuperar tierras improductivas y luchar en contra de estas formas de exclusión patriarcal; sin embargo, tradicionalmente las mujeres han sido relegadas a papeles secundarios, debido a que sólo son reconocidas como asistentes o proveedoras de alimentos y agua en las luchas por la tierra. Asimismo, las mujeres no han sido incluidas para acceder a las tierras recuperadas y pocos títulos han sido adjudicados a mujeres jefas de hogar. A consecuencia de esta situación de doble exclusión, tanto de género como de condición étnico-racial, el Cumbe de mujeres afrodescendientes del municipio Veroes del estado Yaracuy, decidió tomar la iniciativa de rescatar tierras para el desarrollo productivo y educativo de la región y garantizar la seguridad alimentaria de sus familias. En este ensayo examinaremos particularmente la lucha colectiva del Cumbe Reina Giomar y sus avances en el rescate de tierras en el municipio Veroes. En 1989 también se libró una ardua lucha en la comunidad de Palmarejo, liderizada por un grupo de hombres, mujeres y jóvenes afrodescendientes con el objeto de recuperar más de mil hectáreas que habían sido usurpadas por un terrateniente de la región. Con la Revolución Bolivariana el escenario de la luchas por la tierra ha sido cambiado radicalmente, ya que existe un nuevo marco jurídico y político que sustenta y apoya los procesos de rescate y distribución de tierras ociosas para los y las campesinos. En el año 2005, la República Bolivariana de Venezuela, particularmente el Instituto Nacional de Tierras, concluyó que las ventas efectuadas por los comuneros afrodescendientes de Veroes 69 carecen de validez jurídica, ya que legalmente estas propiedades comunales son intransferibles. Luego de largas batallas jurídicas, políticas y físicas, las y los afrodescendientes de Veroes han logrado rescatar más de 110.000 hectáreas de tierra que anteriormente pertenecían a sus ancestros comuneros. Hoy día muchas cooperativas agrícolas y comités de tierras en la región se han articulado en el Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora y el Movimiento Regional Campesino “Jirajara”, llevando en alto el legado zamorano: “Tierras y hombres libres” e impulsando la ayuda de profundizar la revolución agraria. Este frente de organizaciones campesinas no sólo lucha por profundizar la redistribución de la tierra sino también por romper con las transnacionales de alimentos y fertilizantes y su política de dependencia y monopolio. En el municipio Veroes, específicamente en las comunidades de Agua Negra, Palmarejo, El Chirino y Farriar, la mayoría de las luchas por la tierra ha sido liderada por hombres, pues las presiones sufridas en décadas anteriores por parte de las autoridades del Estado y del sicariato eran tan fuertes y crueles, que en la mayoría de los casos a las mujeres no les era permitido ocupar las tierras en forma continua, ni portar armas para su defensa. En abril del 2007, el movimiento de mujeres afrodescendientes Reina Giomar, inspirado por esta gran cimarrona de origen africano, se organizó con el fin de alcanzar medios sostenibles para el trabajo agrícola y garantizar la sustentabilidad de las familias de la región. Este grupo conformado por 20 mujeres, en su mayoría de la comunidad de Farriar, se había organizado en el año 2006 como una cooperativa mixta dedicada a la fabricación de uniformes escolares para las escuelas de sus comunidades. 70 Con el impulso y apoyo estratégico de Cumbe de Mujeres Afrodescendientes y la Red de Organizaciones Afrovenezolanas, este movimiento inició una campaña en contra de la inequidad de género, la discriminación racial y la explotación de clases, que viven a diario muchas de las mujeres en el municipio Veroes. De esta manera, fomentaron el proceso de autoreconocimiento de muchas mujeres como afrodescendientes, aspirando así reforzar los valores identitarios, históricos y culturales de las familias de origen africano de la región. Las participantes de este movimiento varían en edad y ocupación; algunas habían participado anteriormente en otras organizaciones y comités de tierras, siendo completamente excluidas de los procesos de repartición de tierras. Otras, siendo jefas de hogar se veían obligadas a trabajar como domésticas en San Felipe, a fin de mantener a sus familias. Muchas de estas mujeres tienen gran experiencia en el trabajo comunitario, algunas participan en cooperativas otras apoyan la larga lucha de las Organizaciones Comunitarias de Vivienda (OCV) o son voceras activas del consejo comunal de Farriar. Todas ellas se identifican como “Cimarronas Afrodescendientes”, unidas por la lucha común de alcanzar su independencia productiva, la reivindicación de sus derechos como mujer y una vida digna para sus familias. Este grupo de mujeres activas ha hecho visible en sus discursos y acciones la necesidad que tienen las Afrodescendientes campesinas de tener acceso a la tierra. Su propuesta también enmarcada en el discurso reivindicativo de la Revolución Bolivariana y zamorana también evoca los propósitos de la Ley de Tierra de 2001. 71 En la actualidad, existen acciones encaminadas asistir las demandas de las comunidades afrovenezolanas y valorar nuestros aportes y nuestro patrimonio, respetando nuestras múltiples particularidades y nuestras formas de organización, pero cualquier acción es insuficiente mientras no exista conciencia de todas las instancias públicas y privadas y que ésta sea articulada como un cuerpo de leyes y un sistema judicial que vele por el cumplimiento de las mismas. No obstante, la responsabilidad debe ser asumida equitativamente por las instituciones, por todos y todas, inclusive las empresas privadas que importan imaginarios comerciales foráneos e ideologías macabras que le otorgan preeminencia a los ojos rubios, los cabellos rubios y la cultura del plástico que se relacionan directamente con los antivalores del capitalismo devastador y excluyente. Por otro lado, la industria del juguete ha devorado los estudios de lo lúdico, proponiendo a los niños(as) modos de vida que alimentan negativamente su imaginación que es la fábrica de sueños para el futuro de nuestra sociedad. De esta forma, se ha proporcionado un distanciamiento de los juegos tradicionales, la experiencia de compartir con los padres la historia, los mitos y los saberes que hoy están mortalmente intervenidos y afectados por la cultura “Barbie” o los juegos de guerra como rituales perennes con la violencia, sumado a ello un desprecio por todo lo que se exprese remanentes de tradición o esa diversidad de la que somos hijos. EN LO EDUCATIVO Los niños, las niñas y los jóvenes venezolanos(as), sufren esta realidad devoradora que es reforzada por las comiquitas, la televisión por cable y lamentablemente por cierta literatura infantil con contenidos, o peor aún, 72 made in Venezuela, donde se reproduce en serie ideológica inservible, tanto para la mujer como para el hombre nuevo del socialismo bolivariano. Niños y niñas rubios, en historias, cuentos y poemas escritos con un español afectado, atendiendo las mitologías estereotipadas de los cuentos de hadas, que a menudo las editoriales al publicarlos, ni se molestan en contextualizar, eso frente al hecho realista de que son escasos las poblaciones donde los niños y niñas, aun no pueden comprar libros (tampoco existe el liberador hábito de la lectura). Este inventario de comercio involuntario, o no, hace que nuestros niños, niñas y adolescentes afrovenezolanos(as) sientan vergüenza frente a la cultura de sus padres y sus abuelos, que está estigmatizado en la selección de los contenidos e ilustraciones de los textos publicados por estas editoriales, y más aún, se mantiene profundamente ausente del Currículo Académico de nuestra educación, en el cual ya se ha hecho sistemática la exclusión. En este punto se hace necesario reconocer la importancia de fortalecer un sistema para formar y educar a los niños, niñas y adolescentes de estos grupos étnicos, especialmente, a través de valores socialistas, ya que ellos(as) son bombardeados(as) por la irresponsable industria cultural, la propaganda barata y están expuestos(as) a las reducciones del mercado consumista. Las autobiografías, las recetas, los cuentos que funden las costumbres a una inmensa tradición y las historias de protagonista de la vida cotidiana de las comunidades; requiere trabajar la literatura bajo estas perspectivas etnológicas y hacer una etnoliteratura que hable a todos los ciudadanos(as). Una literatura que registre la presencia y las formas de estar de unos 73 venezolanos y venezolanas que lleven en su sangre la estirpe de los Orishas del patrón Yoruba, y que torne espacios para leer y escuchar la voz de los afrodescendientes en tanto sujetos creadores, capaces de articular un pensamiento que los haga visibles desde sus riquezas y no como personas en cuerpos, caderas, manos o bocas carnosas. Es bueno reflexionar en un proceso político incluyente como lo es nuestro proyecto revolucionario, ¿Por qué no aparecen los afrovenezolanos o afrodescendientes en la Constitución más avanzada del mundo? Una vez más quedaron invisibilizados. ¿Por qué sería? ¿Será que nunca han visto a un negro o una negra este país? ¿Será que nunca han oído hablar de los tambores de San Juan? Podemos disertar sobre el tema, de una forma solidaria y en colectivo, plantearnos infinidades de interrogantes sobre el por qué del olvido, por decir lo menos, y especular sobre un sinfín de repuestas acerca de esta exclusión y sus consecuencias, una situación de exclusión, contraria al espíritu bolivariano, democrático y humanista que alienta muestro proceso de refundación republicana. Bajo el manto del mestizaje pocos se detienen a mirar las diferencias étnicas, no sólo existentes entre indígenas y criollos (ésta ha sido la única diferencia aceptada), agrupando a los afrodescendientes dentro del mundo criollo, mestizo, quedando así invisibilizada su historia y su cultura (material, intelectual y espiritual), sus aportes al proceso de conformación de la patria bolivariana, descalificando y estigmatizando sus lenguajes, sus costumbres, sus valores, sus ecológicamente, saberes, sus y maneras instituciones para económicas relacionarse y social socioculturales, y su religiosidad, su estética y su arte, su manera de entender el mundo. Ergo, entonces, dónde queda lo multiétnico y lo pluricultural, dónde la equidad y la justicia, cómo hacer realidad lo democrático, participativo y protagónico cuando la justicia social y la igualdad, sin discriminación ni subordinación 74 alguna. Todos principios fundamentales consagrados en el preámbulo constitucional (Investigadora: Cosimira Monasterio, Museo Nacional de las Culturas) AUTORECONOCIMIENTO AFRODESCENDIENTES EN VENEZUELA Los valiosos aportes históricos, sociales y culturales heredamos del mágico universo africano. El legado de los diversos grupos étnicos traídos a esta tierra de gracias como esclavizadas, hoy día forma un patrimonio incuestionable y sumamente rico, convirtiendo el territorio venezolano en una nación bendecida, nutrida de procesos históricos complejos, saberes ancestrales fascinantes, diversos lenguajes, múltiples maneras de asumir y entender la sacralidad, con costumbres transmitidas de generación en generación arraigadas profundamente en el sentir colectivo, una estética vibrante y una espiritualidad, una manera especial de absorber y comprender el mundo. Elementos todos que constituyen una identidad venezolana multidimensional describiéndonos claramente como un pueblo afrodescendiente y amerindio. Saberse negra y negro, sentirse negro, pensar y actuar como negro, no es nada fácil, sobre todo si se pertenece a una sociedad donde el racismo y la discriminación son el Elegua que acompaña a un negro, más sí es para cerrar o para abrir los caminos. ENDORRACISMO O EL AUTORECONOCIMIENTO En las familias venezolanas, el tema de ser negro no era objeto de conversación, la escuela como fuente alterna, presentaba y reforzaba 75 elementos ilustrativos en los textos con la figura de una mujer negra, con un bulto en la cabeza, o un hombre negro encadenado. En la televisión la gente negra no desempeñaba papeles protagónicos, ni salía en comerciales, ni era dueño de las mansiones que aparecían en las novelas. El reconocimiento conlleva a una aspiración literaria que abarca múltiples significados: lo religioso, lo cultural, la faena diaria y la relación con el medio ambiente, entre otros aspectos ineludibles de lo vital, son asumidos por las comunidades afrodescendientes para reunir las voces de una tradición ancestral renovadas en el ejercicio de la afirmación de la afrodescendencia y en la ferviente vocación comunitaria. El mejor ejemplo de preservación de la cultura afrovenezolana, es gracias a la tradición oral, así como a la importancia histórica y económica del cacao en las haciendas. Los afrovenezolanos recrean día a día sus prácticas sociales, económicas, religiosas y festivas como lo hacían sus antepasados. El autoreconocimiento es el proceso mediante el cual hacemos conscientes y contravalores que orientan nuestra conducta, la adaptación de los rasgos físicos y pedagógicos, qué nos definen como persona, valorando las fortalezas históricas y culturales de ser afrodescendientes. PUEBLOS AFRODESCENDIENTES 1. Zulia (Municipio Sucre) 2. Falcón (Regiones costeras serranías) 3. Yaracuy (Municipio Veroes) 4. Carabobo (Patanemo, Cumboto, Borburata) 5. Aragua (Regiones costeras) 6. Vargas (Toda la región) 76 7. Miranda (Regiones costeras y valles) 8. Sucre (Golfo de Paria y Cariaco) 9. Guárico (Altagracia de Orituco, Municipio Lezama) 10. Bolívar (El Callao) LEGADO CULTURAL AFROVENEZOLANO 1. El hábito de algunas mujeres de fumar con la candela del cigarro dentro de la boca. 2. Loanguitos: son tejidos que se hacen en el cabello a manera de peinado. 3. La carga de bultos y cestos sobre la cabeza. 4. Culo e puya: este tambor que se sostienen entre las piernas para su ejecución es similar al engoma del Congo. 5. El pilón, es usado aún hoy día en la preparación de algunos alimentos venezolanos. VOCABLOS DE ORIGEN AFRICANO Como parte de nuestra herencia Afro, los venezolanos hemos incorporado a través del tiempo múltiples vocablos de origen africano. A continuación presentamos algunas palabras de uso cotidiano: • Achantarse: conformarse, aguantarse, resignarse. • Bichoronga: cosa insignificante, despreciable, aplicado también a personas. 77 • Burundanga: menjunje, rebullicio, desorden, guisote. • Cháchara: (chanchero). Conversación sin sentido, conversador vacuo. • Escachaladra: desordenada, extravagante. • Esguañanga: destrozar, desgarrar. • Funir: castigar, hacer mal. • Guarandinga: rebullicio, brollo. • Guarapo: bebida, refresco. • Macuto: población váguense, mara o curiel de fibras del campesino. • Malembe: despacio, suave, canto profesional para San Juan. • Mondongo: plato criollo. • Piche: cosa fermentada o descompuesta. • Sancocho: salcocho, cocido. • Tacagua: pulpería, bodega. • Tamunangue: manifestación musical y danzaría venezolana. AUTORRECONOCIMIENTO SUCRENSE Campoma. Ubicada cerca del golfo de Cariaco en el estado Sucre, es una comunidad afrodescendiente que ha conservado hasta hoy día su legado cultural africano. Este legado se ve reflejado en sus producciones socio culturales tangibles e intangibles, en sus imaginarios simbólicos colectivos, así como en las tareas que comprenden para su sustento cotidiano. Las actividades económicas fundamentales del pueblo de Campoma son la agricultura, la pesca y la artesanía. Los trabajos artesanales como esteras y petates se realizan con junco o enea, materia prima básica que las mujeres extraen de la laguna. En este paraje de venezolano nació hacen casi 78 siete décadas Berta Cova, afrodescendiente, exponente sin parangón de sus raíces africanas. Yaguaraparo: Situadas cerca del Golfo de Paria, fue fundada en 1760 por misioneros capuchinos, con una población de indígenas guaraunos, cerca de la desembocadura del río del mismo nombre. La importante raigambre africana en su cultura popular esta presentada en lo que se ha llamado muy propiamente el tambor de Yaguaraparo. Con este nombre se designa no sólo el instrumento de percusión, sino también un baile que tiene lugar en diciembre y que puede durar hasta el día de Santa Inés, que es el 21 de enero. También se escenifica durante las ferias tradicionales del 24 de junio. Esta manifestación cultural fue traída por los afrodescendientes de la isla de Trinidad. Su originalidad con respecto a otras manifestaciones culturales del venezolano es notable; sin embargo, conserva algunas similitudes con el baile del tambor de Barlovento, estado Miranda, y las zonas costeras, celebrado en honor a San Juan. Cabe mencionar, que uno de sus más connotados cultores e intérprete del tambor de Yaguaraparo, es Luis guerra, quien lo aprendió a ejecutar bajo la enseñanza de su padre Domingo Aguilera. Sus hijos también siguen su tradición. Según estos afrodescendientes, sus antepasados africanos, fueron procedentes de los pueblos del Congo, Angola y Guinea. En consecuencia, espero que en el marco de los 500 años de la ciudad de Cumaná, en el 2015, se revivan estos sucesos históricos sobre la afrovenezonalidad, dándole una referencia actualizada y libertaria a nuestros afrodescendientes. Uno de los grandes retos de la Revolución Bolivariana 79 debe ser saldar la deuda histórica con la población afrodescendiente y su autodefinición a través de la Constitución Bolivariana de Venezuela. INTENCIÓN EDUCATIVA. Promover con esta investigación espacios formativos que posibiliten el fortalecimiento y consolidación de una educación emancipadora y liberadora, basada en la identidad nacional, el conocimiento, la cultura, en la cotidianidad de las comunidades afrodescendientes como pobladores de la nación venezolana. AFROVENEZONALIDAD Y SU RANGO CONSTITUCIONAL La definición constitucional de Venezuela, como una nación multiétnica y pluricultural representa una ruptura con respecto al modelo de Estado-Nación configurado en la ideología política del mestizaje, y como ya han señalado algunos autores de lo hispánico mestizo como paradigma cultural necesario para el logro de la civilización y del proceso. Esta apertura tiene un buen aliado en el complejo pero creciente orden mundial, en el que paradójicamente a los paradigma de la globalización, muchos movimientos sociales están conceptualizando y desarrollando la instrumentación política de sus identidades étnicas y culturales. En este contexto, los afrovenezolanos como diversas comunidades y organizaciones afrodescendientes de América están considerando cada vez más, que el éxito de sus demandas estará garantizado, no solo tras la consolidación del autoreconocimiento de su condición de afrodescendientes, 80 sino también tras una profunda interpretación de su pasado y del desarrollo de proyectos sociales y políticos de cara al futuro. Los paradigmas, así como los caminos que muchas de las comunidades afrovenezolanas mantienen en pro de la consecución de reivindicaciones dentro de los espacios que conforman la nación, también están demostrando que es equivoca la consideración de la relación entre la diversidad cultural y el Estado-Nación como adverso e irreconsitible. Caso contrario, cada vez es más aceptado que la cohesión e integración de estos elementos, no solo es posible, sino necesario, las diferencias culturales. En este contexto, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, traza las líneas que define a nuestra sociedad como un universo democrático, ampliamente participativo, donde todos los y las ciudadanos asuman el carácter protagónico que ella demanda; ello sin descontar que esa misma constitución consagra el talante multiétnico y pluricultural que da cuenta de nuestra población. Es por ello que hablan hoy de pueblos indígenas y no de pueblos indios. Al hablar de comunidades y cultura afrovenezolana y no de pueblos negros, asistimos a un racionamiento parcial, pero no menos significativo de la diversidad cultural de la que estamos hechos, en una gesta que dignifica nuestra realidad social y verdadera historia como República Bolivariana de Venezuela. No obstante, durante estos 13 años, los movimientos afrovenezolanos han batallado para lograr notoriedad en el plano de las políticas públicas, partiendo de los mismos derechos establecidos en dicha constitución. Las propuestas de los afrovenezolanos están centradas en darle como una nueva redacción al preámbulo donde se incluya el siguiente texto: “El 81 sacrificio de los y las negros africanos y sus descendientes para lograr la independencia plena del país”. Al mismo tiempo se trata de crear un capítulo especial dedicado a las comunidades afrovenezolana, resaltando el respeto a su espiritualidad, protección de las tierras ancestrales y ecológicas, reconocimiento de los aportes culturales e históricos al currículo educativo de nuestro país. 82 CONCLUSIÓN El ver culminado este trabajo de investigación, el cual representa un importante triunfo y una satisfacción de estímulo permanente para mí y los creadores, trabajadores y hacedores culturales del patrimonio cultural, pues esto constituye un gran aporte a la identidad y a la memoria de nuestro pueblo. Quiero dejar claro que durante los últimos trece años, nuestras luchas contra el olvido y la exclusión han sido analizadas por parte del Estado Bolivariano mejor que en cualquier otra época histórica, sin embargo, la resistencia de las instituciones burguesas y el modelo cultural de dominación, aún vigentes, conspiran contra la lucha, contra la discriminación racial y el racismo en Venezuela. Los pueblos indígenas y afrodescendientes forman parte estructural de la clase explotada en esta sociedad, pero producto de circunstancias históricas específicas padecimos por 500 años. Requerimos de políticas específicas que permitan crear condiciones jurídicas y ejecutivas acordes con nuestras realidades. ¡Mamá África!: Hace miles de años en las sabanas orientales de África, nuestros antepasados se pusieron de pie y echaron a andar. Desde tierras africanas se inició el poblamiento de la tierra. Nació allí la humanidad con su creatividad científica y artística, dando origen a algunas de las primeras civilizaciones y fecundando los otros continentes. Pero el animal que un día irguió, se hizo hombre y se fue, volvió convertido en bestia para poner al África de rodillas. El hombre blanco trajo el racismo, el esclavismo, el colonialismo, el capitalismo y otras manifestaciones de la pura animalidad del ser humano, 83 para ensañarse con criminal impulso matricida, contra del territorio que le dio la vida. Hoy el Continente Africano espera la oportunidad de levantarse otra vez y volver más humana la humanidad. Por: Lcdo. Manual Santana Jiménez 84 BIBLIOGRAFIA Lugo, Juan Ramón (2001). A propósito de doscientos años de olvido, trozos de la serranía. Colección Patrimonial de Historia Local y Regional. (CONAC). Caracas García, Jesús (Chucho). (2001). Afrovenezonalidad, esclavitud, cimarronaje y lucha Contemporánea Colección Patrimonial de Historia Local y Regional. (CONAC). 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Cumaná 86 ANEXOS ENCUENTROS CON LA AFROVEVEZOLANIDAD 87 MUJERES AFROVENEZOLANAS 88 DANZAS Y MUSICA AFROVENEZOLANAS 89 ARTESANIA Y COCINA AFROVENEZOLANA 90 CULTORES AFROVENEZOLANOS 91 GASTRONOMIA Y DULCERIAS AFROVENEZOLANA 92 93 94 95 96 97 98 99 100