Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales _________________ Buenos Aires, 1° de agosto de 2008.VISTOS: Estas actuaciones arbitrales caratuladas “PRODUCTOR S.R.L. c/ COMERCIALIZADOR S.A.” (Demanda N° 6/08), de trámite por ante esta Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales, de cuyos antecedentes resulta. I.- Productor S.R.L. [en adelante, Productor] se presenta ante esta Cámara iniciando demanda arbitral contra la firma Comercializador S.A. [en adelante, Comercializador] por incumplimiento de un contrato de comercialización de frutos, celebrado entre las partes en fecha 3 de octubre de 2006, que se agrega a fojas 16/22. Mediante el mismo, Productor “da irrevocablemente para la venta” a Comercializador, la cantidad de al menos 18.000 kilogramos de frutos frescos para exportación (cláusula 1ª). Conforme el referido contrato la fruta será entregada por Productor “en consignación para su venta”, siendo Comercializador “el responsable de efectuar las ventas a los clientes internacionales que el Comercializador haya seleccionado”, comprometiéndose asimismo a “comercializar y vender los frutos entregados por el Productor a los precios de mercado de acuerdo a la calidad y condición de la fruta suministrada” (cláusula 2ª). En las cláusulas siguientes se estipulan las condiciones y requerimientos de calidad de la fruta a entregar por Productor (cláusula 3ª), el programa de producción y entregas (cláusula 4ª), las condiciones de entrega (cláusula 5ª), los materiales y servicios de empaque (cláusula 6ª), lo relativo a los transportes terrestres (cláusula 7ª) y a los servicios de fumigación, frío y consolidación de los despachos (cláusula 8ª), despacho de aduanas (cláusula 9ª), transportes internacionales (cláusula 10ª) y seguros (cláusula 11ª). En la cláusula 12ª se regulan los informes y liquidaciones, estableciéndose que Comercializador informará semanalmente a Productor las condiciones de mercado y los precios de venta “no siendo [Comercializador] responsable de dichas condiciones y de los eventuales ajustes de precios”; que Comercializador efectuará cada dos semanas el cierre de la fruta recibida y despachada, enviando las liquidaciones parciales y, luego, las liquidaciones definitivas. En la misma cláusula 12ª se conviene que “los precios de venta de las liquidaciones serán los precios promedios resultantes de las ventas de todos los envíos realizados por [Comercializador] cada semana, separados en envíos aéreos y marítimos, a los que se deducirán los gastos a cargo de [Productor] y los servicios brindados por [Comercializador]”. Conforme la cláusula 13ª, el precio final por bandeja de productos será el precio FOB puerto de embarque al dólar de exportación que obtenga Comercializador más los reintegros obtenidos menos las deducciones que allí se detallan. Laudo Parcial– Demanda N° 6/08 - Página 1 de 19 Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales _________________ En la cláusula 14ª se regulan la forma y los plazos para el pago, determinándose, en lo sustancial, que se pagarán anticipos de los embarques a razón de U$S 4,00 por caja, los que se descontarán en las liquidaciones finales, y que éstas últimas se pagarán “a los siete días de las fechas de las correspondientes liquidaciones”. Asimismo se dispone que “con el propósito de cubrir eventuales reclamos en los envíos así como disputas de precios que pudiesen ocurrir con posterioridad a las liquidaciones, [Comercializador] efectuará una retención transitoria de U$S 0,10 por caja”, cuyo valor resultante será pagado “al finalizar la campaña y a más tardar el 31 de marzo de 2007”. Luego de pactarse la forma de cálculo del tipo de cambio (cláusula 15ª), se prevé lo relativo a los reintegros de exportación (cláusula 16ª). Asimismo, se conviene que el recupero del IVA será gestionado por Comercializador y pagado “contra los reembolsos efectuados por la AFIP menos un costo aproximado del 5%” (cláusula 17ª). Más adelante el contrato incluye una cláusula de indemnidad a favor de Comercializador por la eventual violación de leyes provinciales o federales, ordenanzas o reglamentaciones vigentes por parte de Productor (cláusula 18ª), y prevé la eventualidad de que hubiese cambios en las normas vigentes relativas al régimen y condiciones de exportación o ingreso de divisas (cláusula 19ª). Se determina asimismo el plazo de duración del contrato (para la campaña 2006-2007 y hasta el 30 de junio de 2007), con facultad de terminarlo en forma anticipada de común acuerdo (cláusula 20ª). En la cláusula 21ª las partes convienen el modo de resolver las eventuales disputas que surgiesen del contrato, previendo negociaciones previas y la jurisdicción de esta Cámara como tribunal arbitral, con sujeción a su reglamento. Asimismo, se prevé el supuesto de incumplimiento por fuerza mayor (cláusula 22ª), la legislación aplicable (cláusula 23ª) y los domicilios que las partes constituyen a todos los efectos (cláusula 24ª). Productor señala en la demanda que entregó la fruta comprometida a la demandada en la temporada 2006/2007, por la que facturó una suma total de $ 254.185,58, de la cual Comercializador pagó $ 187.844,63, quedando un saldo impago de $ 66.340,95, cuyo pago reclama con más intereses y costas. Ese monto se compone, según la actora, del saldo impago de la factura N° 1273 del 22/02/2007 con vencimiento el 7/03/2007 por $ 51.108,41, y la factura N° 1274 del 1°/04/2007 con vencimiento el 7/05/2007 por $ 15.232,54. Relata la actora que el “supuesto motivo de la suspensión de los pagos” por parte de la demandada fue un problema de avería de mercadería que tuvo Laudo Parcial– Demanda N° 6/08 - Página 2 de 19 Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales _________________ un contenedor, cuyo siniestro no fue reconocido por la aseguradora no obstante las gestiones realizadas. Por este motivo, dice la actora, Comercializador dedujo un monto de U$S 12.421,86 de los resúmenes de noviembre y diciembre de 2007, que a juicio de Productor no correspondía ser asumido por la actora. Asimismo, la demandada dejó de abonar los reintegros de impuestos. Relata luego el intercambio epistolar mantenido entre las partes y brinda los argumentos que soportan su pretensión. Agrega prueba documental y ofrece distintos medios de prueba tendientes a acreditar sus dichos, para finalmente concretar su pretensión en los siguientes términos: “oportunamente proceda a dictar laudo arbitral condenando a Comercializador S.A. a pagar a Productor S.R.L. la suma de $ 66.340,95, con más sus intereses, costos y costas”. II.- De la demanda y de la documental adjunta se corrió traslado a la parte demandada en los términos reglamentarios, haciendo constar lo dispuesto en los artículos 21, 27, 29 y 30 del Reglamento de Procedimientos aprobado por Decreto 931/98. El traslado en cuestión fue notificado en el domicilio denunciado en fecha 31 de marzo de 2008 (fojas 143). A fojas 144 se presenta el Dr. XYZ, invocando su calidad de gestor procesal de Comercializador, pidiendo una prórroga para contestar el traslado de la demanda. La misma fue concedida mediante auto de fojas 145, y comunicada a las partes (fojas 146). III.- Mediante escrito que se agrega a fojas 147/154 Comercializador contesta la demanda. Luego de ratificar la gestión del Dr. XYZ, manifiesta que la actora no dio cumplimiento a lo pactado, en tanto no se cumplió la etapa previa de negociaciones prevista en la cláusula 21ª del contrato. Señala la demandada que no obstante haber existido un intercambio epistolar, las partes no se reunieron ni tuvieron la oportunidad de explorar posibles soluciones, generándose una escalada del conflicto que podría haberse evitado. Señalando que “lo expuesto no importa desconocer la intervención de esta Excma. Cámara Arbitral, a la que naturalmente nos sometemos”, la demandada expone que el aludido incumplimiento de la actora a las previsiones del contrato implica que “deberá responder al menos por las costas del proceso, independientemente del resultado final al que arribe esta prestigiosa Cámara”. Laudo Parcial– Demanda N° 6/08 - Página 3 de 19 Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales _________________ Niega, en general, los hechos invocados en la demanda y particularmente algunos de ellos, para luego dar su propia versión de los hechos. En lo que interesa, reconoce expresamente la celebración del contrato agregado con la demanda, aunque pone el acento en que la fruta se entrega “en consignación para su venta”, por lo que una vez vendida y percibido su precio, Comercializador está en condiciones de pagar a la demandada el precio estipulado, con las deducciones también convenidas. De ello deriva que, a contrario sensu, si Comercializador no percibe el precio, nada debe a su contraparte. Relata la mecánica de la operatoria y, puntualmente, señala que en el caso, la fruta dada en consignación por Productor sufrió una merma, “toda vez que la compañía naviera que ha prestado el servicio de transporte y frío fue deficitaria, lo que ha generado un problema de calidad en el producto”. Ello, dice la demandada, fue informado a la actora y se han formulado los reclamos a la compañía aseguradora, reclamo que aún se encuentra pendiente. Reconoce que el importe reclamado no fue abonado. Pero insiste en que ello obedeció a que la fruta no llegó a destino en condiciones, por lo que, tratándose de una venta en consignación, Comercializador no puede abonar el precio que no ha cobrado. En relación con la parte de la suma reclamada que corresponde al reintegro del IVA, hace notar que recién fueron recuperados por Comercializador el 4 de diciembre de 2007, y que a partir de entonces fueron puestos a disposición de la actora, que no los ha cobrado. Insiste en que dicho importe, que asciende a $ 24.154,11, sigue estando a disposición de Productor. También pone a disposición de la actora la suma de $ 3.246,34 correspondiente a la retención transitoria prevista en la cláusula 14ª, inciso 3) del contrato. Hace notar, sin embargo, que de conformidad con la cláusula 17ª, la demandada tiene derecho a retener en concepto de costo por recupero del IVA una suma del 5%, por lo que debe descontarse del total que se le abone a la actora como consecuencia del recupero del IVA, la suma de $ 1.461,32. Acompaña documental y ofrece prueba, pidiendo, en concreto, que “oportunamente se dicte laudo rechazando la pretensión de la parte actora, con costas”. IV.- Como surge del acta de audiencia de fojas 185, las partes fueron convocadas a audiencia de conciliación, la que se llevó a cabo el 28 de abril Laudo Parcial– Demanda N° 6/08 - Página 4 de 19 Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales _________________ de 2008. En la misma, las partes se manifestaron dispuestas a discutir las posibilidades de llegar a un acuerdo. No pudiendo llegar a una solución definitiva en ese mismo acto, por la necesidad de los letrados de consultar a sus respectivos mandantes, se acordó pasar a un cuarto intermedio, durante el cual quedaría suspendido el procedimiento arbitral, hasta tanto cualquiera de las partes solicite su reanudación. V.- En fecha 25 de junio de 2008 la actora presenta el escrito que se agrega a fojas 186, mediante el cual hace saber que, a pesar del lapso transcurrido desde la audiencia, no han podido llegar a un acuerdo satisfactorio, por lo que solicita la reanudación del procedimiento arbitral. En el mismo escrito, informa que Comercializador pagó la suma de $ 25.939,13 en concepto de recupero de IVA, que fue recibido por Productor como “pago a cuenta del reclamo formulado en los presentes actuados”. VI.- Por resolución de fojas 187 se hizo saber a la demandada la presentación de la actora y, atento el estado de las actuaciones, se corrió traslado a la actora de la contestación de demanda, en los términos del artículo 31 del Reglamento. VII.- A fojas 190/198 la actora contesta el traslado. En lo sustancial, manifiesta que si bien no existió, antes de la demanda arbitral, una instancia formal de negociación, existieron comunicaciones entre las partes y un profuso intercambio epistolar, de resultas de lo cual “todos los pasos establecidos por la cláusula 21ª para la resolución de disputas fueron cumplidos cabalmente por la actora, en casi 10 meses de infructuosa negociación”. Sobre el fondo de la cuestión, pone de manifiesto que a pesar de la negativa expresada en el escrito de contestación de demanda, Comercializador ha reconocido la suscripción del contrato y los hechos que la actora considera relevantes para dilucidar el caso. Argumenta las razones por las cuales no corresponde la retención efectuada por la demandada a raíz de los problemas de calidad de la fruta, toda vez que los mismos, de haber existido, no le son oponibles. VIII.- En los términos reglamentarios, de dicha presentación se corrió nuevo traslado a la demandada, quien lo contesta a fojas 200. Señala que, siendo el aludido escrito una reiteración de lo expuesto por la actora en la demandada, se remite a lo expuesto en la contestación. Asimismo, formula una serie de consideraciones sobre la prueba documental objetada por la demandada, consideraciones que se tienen presentes a los fines de resolver. Laudo Parcial– Demanda N° 6/08 - Página 5 de 19 Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales _________________ IX.- A fojas 203, el Director del Procedimiento dicta la siguiente resolución: VISTOS Y CONSIDERANDO: Que conforme el estado de las presentes actuaciones, existe una primera y fundamental cuestión controvertida, relativa a la naturaleza del contrato: mientras la parte demandada sostiene que al tratarse de una consignación es legítimo descontar del precio a pagar lo que le hubiese sido descontado por el comprador del exterior, la parte actora sostiene que la demandada compró la fruta entregada por ella y en consecuencia debe el precio con independencia de los descuentos que luego reciba de su comprador del exterior, que no le son oponibles. Que, más allá de que las partes también discrepan sobre la existencia o inexistencia del problema que habría dado lugar a los descuentos presuntamente efectuados por el comprador del exterior, lo que se resuelva en relación con la primera cuestión controvertida tendrá incidencia directa sobre la procedencia de las pretensiones principales planteadas en este juicio. En efecto: si la actora tuviese razón en cuanto a la naturaleza del contrato, la prueba acerca del rechazo de la mercadería por parte del comprador del exterior debido a problemas de calidad resultaría innecesaria; si, por el contrario, tuviese razón la demandada, sólo entonces sería necesario producir prueba tendiente a acreditar el rechazo y los gastos en que la demandada incurrió como consecuencia de la mala calidad de la fruta. Que para resolver la primera y principal cuestión controvertida no es menester producir prueba alguna, dado que la existencia del contrato y la entrega de la mercadería por parte de la actora están expresamente reconocidas. En cambio, la segunda cuestión requiere de prueba tendiente a acreditar la existencia y cuantía de los descuentos sufridos por la demandada. Pero como esta última cuestión es dependiente de lo que se resuelva en relación con la primera, si tales descuentos no fuesen oponibles a la actora, carecería de sentido producir prueba tendiente a acreditar su existencia y monto y el Tribunal podría resolver la totalidad de las pretensiones planteadas. En el caso contrario, habrá de ordenarse la producción de la prueba necesaria para acreditar los hechos que, luego de esa decisión inicial, queden controvertidos y sean necesarios para resolver las pretensiones que le han sido planteadas. Laudo Parcial– Demanda N° 6/08 - Página 6 de 19 Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales _________________ Que, por lo expuesto, elementales razones de economía procesal aconsejan desdoblar el tratamiento de las cuestiones planteadas a este Tribunal, evitando de ese modo un dispendio de actividad procesal que, eventualmente, podría evitarse. Que esta posibilidad está contemplada expresamente en el párrafo segundo del artículo 24 del Reglamento de Procedimientos, conforme el cual “cuando circunstancias excepcionales lo hicieran conveniente o necesario, el tribunal podrá desdoblar las cuestiones sometidas a su decisión y pronunciarse sobre algunas de ellas con carácter previo”. Por ello, en mi carácter de DIRECTOR DEL PROCEDIMIENTO, RESUELVO: (1) Con las aclaraciones precedentes, remitir las presentes actuaciones a estudio de los árbitros a fin de que el Tribunal se pronuncie sobre la primera y principal cuestión controvertida, esto es, si le son oponibles a la actora los descuentos y gastos que la demandada hubiese sufrido por deficiencias en la mercadería al recibo de la misma por el comprador final en el exterior. (2) Notifíquese. Esta resolución, debidamente notificada a las partes (fojas 204/206), no mereció comentarios ni objeciones de ninguna de las partes, por lo que ha quedado consentida. CONSIDERANDO 1. La competencia de esta Cámara Arbitral y la “temporaneidad” de la demanda 1.1. Que en el contrato suscripto entre las partes –cuya existencia y autenticidad está reconocida– se pactó lo siguiente: “En el caso que surgieren disputas entre las partes que resulten de la interpretación de este Acuerdo, o en el cumplimiento de las obligaciones establecidas en el mismo por cualquiera de las partes, se seguirá el siguiente proceso: (1) Comercializador y el Productor harán los mejores y más razonables esfuerzos para mantener el espíritu de esta relación. (2) Una vez cumplido el paso anterior, y no habiéndose resuelto la disputa, cada Parte notificará a la otra Parte de su reclamo y cada una de las Partes referirá la disputa a los respectivos Directores de sus Empresas quienes negociarán de buena fe para resolver la disputa. (3) Una vez cumplido el paso anterior y no habiéndose resuelto la disputa, la misma se someterá a arbitraje de Laudo Parcial– Demanda N° 6/08 - Página 7 de 19 Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales _________________ acuerdo al Reglamento de Procedimientos para la Solución de Controversias ante las Cámaras Arbitrales de Cereales y Afines. Las partes designan como único árbitro a la Comisión Directiva de la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. La decisión del árbitro será final y dispositiva a todos los efectos. Todos los honorarios y gastos pagaderos con respecto al procedimiento de arbitraje serán soportados por la parte perdedora” (cláusula 21ª). 1.2. Que, sin perjuicio de “no desconocer la intervención de esta Excma. Cámara, a la que naturalmente nos sometemos”, Comercializador argumenta que la interposición de la demanda arbitral por parte de Productor sin haber cumplido con el procedimiento previsto en el contrato implica que la actora deba responder “el menos por las costas del proceso, independientemente del resultado final al que arribe esta prestigiosa Cámara” (escrito de contestación de demanda, fojas 147 y 148, respectivamente). La demandada, al presentar el escrito de réplica, argumenta, en lo sustancial, que la etapa del inciso 1) de la cláusula 21ª se cumplió, al haber formulado reclamos y reuniones tendientes a obtener el pago de lo adeudado; que la etapa del inciso 2) se cumplió con la carta documento que remitiera en fecha 16 de noviembre de 2007, en la que intimó el pago, bajo apercibimiento de accionar ante esta Cámara, la que fue respondida por Comercializador mediante carta documento del 27 de noviembre de 2007, en la que negaba adeudarle suma alguna. Esta respuesta, dice la actora, “cerraba toda posibilidad de continuar con las negociaciones”. 1.3. Que, más allá de cualquier formalidad, la cláusula en cuestión trasunta la intención de las partes de evitar que, frente a un conflicto, cualquiera de ellas pudiera demandar a la contraria arbitral en forma intempestiva o inesperada, sin haber agotado las posibilidades de resolver la controversia mediante un acuerdo de voluntades. Ese espíritu, al que expresamente alude el inciso 1) de la cláusula citada, no parece haberse quebrantado con la promoción de esta demanda. En efecto: la demanda fue precedida de un intercambio epistolar, en el que se puso de manifiesto la existencia de un reclamo por parte de la actora, que fue inicialmente negado de plano por la demandada en sus comunicaciones de fechas 27 de noviembre y 5 de diciembre de 2007. Con independencia del derecho que asistía a la actora para reclamar lo que reclamaba, y a la demandada para rechazarlo como lo hizo, lo cierto es que existen dos circunstancias que impiden considerar que la demanda fue intempestiva: (i) Desde el primer reclamo de Productor hasta la promoción de la demanda transcurrieron más de cuatro meses; (ii) Objetivamente, la categórica negativa de Comercializador hacía imposible la continuación de las tratativas negociales, desde que no parece razonable exigir que Productor se siente a negociar con Laudo Parcial– Demanda N° 6/08 - Página 8 de 19 Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales _________________ Comercializador, que estaba negando de plano cualquier viabilidad al reclamo. 1.4. Que, de cualquier manera, si alguna duda (que el Tribunal no tiene) pudiera quedar acerca de la cuestión, en el curso de las actuaciones arbitrales existió una instancia de conciliación promovida por esta Cámara, que implicó no sólo una audiencia convocada al efecto, sino conversaciones subsiguientes entre las partes, que derivaron en el reconocimiento parcial de lo reclamado en la demanda. 1.5. Que, en suma, atento los términos en que la cuestión ha quedado planteada, el Tribunal juzga que Productor no ha incumplido, con la promoción de la demanda, el procedimiento pactado en el contrato para la solución de las controversias nacidas de él. 2. Aclaraciones previas: las decisiones a adoptar en este laudo parcial y la naturaleza de este Tribunal 2.1. Que el “desdoblamiento” de las cuestiones a resolver, decidido por el Director del Procedimiento y consentido por las partes, implica que, en esta instancia, el Tribunal debe resolver “si le son oponibles a la actora los descuentos y gastos que la demandada hubiese sufrido por deficiencias en la mercadería al recibo de la misma por el comprador final en el exterior”. Como se aclaró en los considerandos de la resolución de fojas 203, la primera cuestión controvertida se concreta en determinar si el contrato que vinculó a las partes configura una consignación que autoriza a Comercializador a descontar del precio a pagar lo que le hubiese sido descontado por el comprador del exterior o si, por el contrario, Comercializador compró la fruta entregada la actora y le debe el precio con independencia de los descuentos que luego reciba de su comprador del exterior. 2.2. Que las partes, en la cláusula 21ª del contrato, acordaron someter a arbitraje todas las disputas que resulten de él, conforme el Reglamento de Procedimientos para la Solución de Controversias entre las Cámaras Arbitrales de Cereales y afines, y designaron a la Comisión Directiva de esta Cámara como árbitro. Ello implica que las partes se sometieron a un arbitraje de amigables componedores o de equidad, teniendo en cuenta que: (i) Conforme el artículo 766 del CPCCN, si nada se hubiese estipulado acerca de si el arbitraje ha de ser de derecho o de amigables componedores se entenderá que es de amigables componedores; (ii) Conforme el artículo 49.2 del Reglamento –al que las partes se sometieron– el laudo se basará en razones de equidad, debiendo el tribunal decidir según su leal saber y entender y dando al caso la solución que, a su juicio, resuelva Laudo Parcial– Demanda N° 6/08 - Página 9 de 19 Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales _________________ equitativamente las cuestiones sometidas a su consideración, sin sujetarse a formas ni a disposiciones legales; y (iii) Las partes escogieron un Tribunal integrado por comerciantes, legos en derecho. 2.3. Que entre otras fuentes históricas, esta clase de arbitraje se encontraba expresamente prevista en las Leyes de Partidas, donde se reconoce que los árbitros pueden ser de dos maneras: una es cuando las partes les piden decidir “según derecho”; y la otra es la que llaman en latín arbitratores, que quiere tanto decir como “jueces de albedrío” y comunales amigos, que son escogidos por anuencia de ambas partes, para avenir y decidir las contiendas que aquellas tuvieren entre sí, en cualquier manera que ellos tuvieren a bien. Los primeros deben actuar “como si fuesen jueces ordinarios”, reconociendo en cambio a los arbitradores la facultad de que su juicio “sea fecho a buena fe, e sin engaño” (Partida 3, Título 4, Ley 23). Esta categoría de arbitraje se encuentra asimismo prevista en casi todos los Códigos Provinciales (Buenos Aires, artículo 804; Catamarca, artículo 793; Córdoba, artículo 633; Corrientes, artículo 766; Chaco, artículo 769; Chubut, artículo 766; Entre Ríos, artículo 795; Formosa, artículo 801; La Pampa, artículo 743; Mendoza, artículo 295; Santa Cruz, artículo 750; Santa Fe, artículo 431; Santiago del Estero, artículo 785 y Tierra del Fuego, artículo 741, entre otros) y –con diferentes denominaciones– en casi todas las legislaciones comparadas. 2.4. Que la característica esencial de un tribunal de amigables componedores –por oposición a los árbitros de derecho– es la autorización que las partes le confieren para laudar con prescindencia de la estricta aplicación del derecho vigente. Los amigables componedores pueden laudar “según su equidad” y “a su saber y entender” (artículos 866 y 769, CPCCN); “ex aequo et bono, moderando, según las circunstancias, el rigor de las leyes y dando a los elementos de prueba mayor o menor eficacia de la que les corresponde por Derecho” (artículo 431, CPCC Santa Fe y artículo 502, CPCC Córdoba); “según la equidad y conforme a sus conocimientos y leal saber y entender” (artículo 54.II, Ley de Arbitraje de Bolivia); “según el sentimiento común y la equidad” (artículo 34.1.b, Ley de Arbitraje de Honduras); “en equidad” (artículo 34.1, Ley de Arbitraje de España); “en conciencia, ex aequo et bono, según los conocimientos sobre la materia objeto del arbitraje y el sentido de la equidad y la justicia de sus integrantes” (artículo 20, Ley de Promoción de la Resolución Alterna de Conflictos de Costa Rica); “conforme a su leal saber y entender y atendiendo a los principios de la sana crítica” (artículo 3, Ley de Arbitraje de Ecuador); “en conciencia o según su leal saber y entender” (artículo 37.1, Ley de Arbitraje de Guatemala; artículo 32, Ley de Arbitraje de Paraguay; artículo 3, Ley de Arbitraje de Perú); “conforme a su leal saber y entender, sin sujeción a las reglas de Derecho” (artículo 3, Ley de Arbitraje de Panamá); “ex aequo et Laudo Parcial– Demanda N° 6/08 - Página 10 de 19 Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales _________________ bono” (artículos 28.3 de la Ley Modelo de Arbitraje de UNCITRAL, New Zealand Arbitration Act y Commercial Arbitration Act of Canadá); “según equidad” (artículo 822, CPCC de Italia). El juicio de equidad a que alude la ley, confiere a los amigables componedores amplias facultades para guiar el proceso y decidir conforme a su leal saber y entender (CFed.Cap., sala Civ. y Com., 15/06/1949, Rev. La Ley 56-709). 2.5. Que, explicando la misión de esta clase de árbitros se ha dicho que consiste principalmente en “[r]espeta[r] una presunción de equidad en las cláusulas contractuales, [atenerse] a una presunción de entendida equivalencia de riesgos, [aplicar] el principio de confianza y buena fe” (Boggiano, Antonio: “El arbitraje y la amigable composición”, Rev. ED 135893). Es connatural al arbitraje de amigables componedores la posibilidad de apartarse de las estrictas soluciones jurídicas, pues de lo contrario las partes hubiesen optado por la jurisdicción pública o por el arbitraje de derecho (Del fallo del Tribunal de la 44º Circunscripción Civil de Brasil, citado por Ferreira Lemes, Selma M.: “A Jurisprudência Brasileira sobre o uso da Arbitragem”, Jornal Valor Econômico, 26/08/03, Caderno Legislação & Tributos, pág. E-8). Se trata de un procedimiento en el que “los jueces no aplican el derecho vigente sino que deciden según su leal saber y entender, sin sujetarse a formas legales, o según equidad” (CNCom., sala B, 17/12/2001, autos “Kirschbaum, Ricardo D. c. S.C. Johnson & Son de Argentina S.A.”, Rev. JA 2002-II-71). 2.6. Que, sin embargo, esta “autorización” a prescindir de la aplicación de las normas positivas no implica que los amigables componedores estén impedidos de fundar su decisión en principios o normas de derecho. Aunque no estén constreñidos a sujetarse a principios legales, pueden apoyarse en preceptos legales que conceptúen equitativos con referencia al caso (CNCom., sala A, 27/09/1962, Rev. JA 1963-IV-357), ya que pueden fundamentar su pronunciamiento en principios y normas jurídicas que estimen aplicables a la controversia que deben laudar (Jdo. 1° Inst. Com. N° 20, firme, 24/02/1988, Rev. ED 139-639). Como se ha dicho, “la equidad no implica rechazar los criterios de derecho sino ampliarlos, de manera que el árbitro disponga de más poder discrecional para llegar a una solución adecuada incorporando elementos de juicio que no se deducen estrictamente de las leyes positivas pero que tampoco se oponen a ellas. De esta manera, el arbitraje de consciencia puede desprenderse del rigor estricto de la ley para buscar ese Derecho generalmente aceptado y aceptable dentro de una comunidad social determinada. Esto significa que el árbitro de consciencia, a diferencia del árbitro de derecho, puede salirse cuando quiera de la carretera de la ley y recorrer la comarca a campo traviesa. El poder de laudar en consciencia que le ha sido otorgado, le da una mucho mayor libertad” (De Trazegnies Granda, Fernando: “Arbitraje de derecho y Laudo Parcial– Demanda N° 6/08 - Página 11 de 19 Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales _________________ arbitraje de consciencia”, Rev. Ius et Veritas, Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Año VII, Nº 12, 1996, ps. 115 y siguientes). 2.7. Que las aclaraciones antedichas tienen por objeto delimitar claramente la naturaleza de la misión encomendada por las partes al Tribunal, y evitar cualquier duda sobre la índole de la fundamentación de este laudo. Las decisiones que aquí habrán de adoptarse están intrínsecamente basadas en el leal saber y entender de los árbitros que componen el Tribunal y traducen la convicción de los árbitros de estar, de ese modo, dando al caso una solución que resuelva equitativamente las cuestiones sometidas a su consideración. El recurso que pueda hacerse a citas legales o argumentos jurídicos no tiene otro propósito –ni otro efecto– que contribuir a explicar a las partes las razones que inspiran la decisión, y no expresan sino la equidad que los árbitros reconocen en las normas o principios legales en que se apoyan. 3. La naturaleza del contrato de autos 3.1. Que, de conformidad con lo dispuesto en el Código Civil, “los contratos deben celebrarse, interpretarse y ejecutarse de buena fe y de acuerdo con lo que verosímilmente las partes entendieron o pudieron entender, obrando con cuidado y previsión” (artículo 1198). No es ocioso recordar que, en su texto anterior a la reforma introducida por la Ley 17.711, esta norma disponía que “los contratos obligan no sólo a lo que esté formalmente expresado en ellos, sino a todas las consecuencias que puedan considerarse que hubiesen sido virtualmente comprendidas en ellos”, y que, atinadamente, se señaló que con esta reforma “se amplía la fórmula genérica del antiguo artículo 1198, referente a las obligaciones virtuales comprendidas en los contratos: el nuevo texto no sólo contempla esas obligaciones impuestas por el principio de buena fe en la celebración y ejecución de los contratos, sino también consigna la directiva de la interpretación del convenio ‘de acuerdo con lo que verosímilmente las partes entendieron o pudieron entender, obrando con cuidado y previsión’. Estimamos que esta fórmula, que no parece tener antecedentes literales en otros modelos, significa por un lado adoptar el criterio de la voluntad real como pauta interpretativa de la regulación contractual –arg. ‘entendieron’– y en defecto de de esclarecimiento a ese respecto, la adopción del standard supletorio de la voluntad presunta de los contratantes –arg. ‘pudieron entender’– a través de una conducta cuidadosa y previsora” (Llambías, Jorge J.: Estudio de la Reforma del Código Civil, Ley 17.711, ed. Jurisprudencia Argentina, 1969, ps. 308 y sigte.). Laudo Parcial– Demanda N° 6/08 - Página 12 de 19 Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales _________________ 3.2. Que, conforme autorizada doctrina, “interpretar un contrato es observar las manifestaciones negociales, las cláusulas y estipulaciones, para determinar su sentido y alcance” (Mosset Iturraspe, Jorge: Contratos, ed. Ediar, 1978, p. 259). Y esa interpretación debe hacerse sobre la base de tres principios fundamentales: “(1°) [Que] la convención es la obra de la voluntad común de las partes y, por consiguiente, para determinar el sentido exacto y el alcance de ella, es preciso atenerse, ante todo, a la intención de las partes; (2°) [Que] los términos de la convención deben interpretarse en la acepción que tienen en el uso corriente de los negocios jurídicos, salvo que de las circunstancias y antecedentes del caso resulte evidente que las partes los han utilizado con un significado diferente; (3°) [Que] las cláusulas dudosas de la convención se interpretan más bien a favor del deudor, porque respecto a aquél se trata de crear una restricción a sus derechos o libertades” (Salvat, Raymundo M.: Tratado de Derecho Civil Argentino, vol. V, Fuentes de las Obligaciones, tomo I, Contratos, ed. La Ley, Buenos Aires, 1946, p. 147). 3.3. Que, en forma más casuística, el Código de Comercio aporta pautas de interpretación de los contratos. De entre esas pautas, la que sienta el principio general es la contenida en el artículo 217, conforme el cual “las palabras de los contratos y convenciones deben entenderse en el sentido que les da el uso general, aunque el obligado pretenda que las ha entendido de otro modo”. Principio éste que se complementa con las reglas previstas en el artículo siguiente: “Siendo necesario interpretar la cláusula de un contrato, servirán para la interpretación las bases siguientes: (1°) Habiendo ambigüedad en las palabras, debe buscarse más bien la intención común de las partes que el sentido literal de los términos; (2°) Las cláusulas equívocas o ambiguas deben interpretarse por medio de los términos claros y precisos empleados en otra parte del mismo escrito, cuidando de darles, no tanto el significado que en general les pudiera convenir, cuanto el que corresponda por el contexto general; (3°) Las cláusulas susceptibles de dos sentidos, del uno de los cuales resultaría la validez, y del otro la nulidad del acto, deben entenderse en el primero; Si ambos dieran igualmente validez al acto, deben tomarse en el sentido que más convenga a la naturaleza de los contratos, y a las reglas de la equidad; (4°) Los hechos de los contrayentes, subsiguientes al contrato, que tengan relación con lo que se discute, serán la mejor explicación de la intención de las partes al tiempo de celebrar el contrato; (5°) Los actos de los comerciantes nunca se presumen gratuitos; (6°) El uso y práctica generalmente observados en el comercio, en casos de igual naturaleza, y especialmente la costumbre del lugar donde debe ejecutarse el contrato prevalecerán sobre cualquier inteligencia en contrario que se pretenda dar a las palabras; (7°) En los casos dudosos, que no puedan resolverse según las bases establecidas, las cláusulas ambiguas deben Laudo Parcial– Demanda N° 6/08 - Página 13 de 19 Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales _________________ interpretarse siempre en favor del deudor, o sea en el sentido de liberación” (Código de Comercio, artículo 218). 3.4. Que, en consecuencia, aunque no excluyente de otros criterios, el punto de partida para la interpretación de lo que las partes entendieron o pudieron entender al celebrar el contrato de autos, es lo que ellas mismas han escrito. 3.5. Que, a los ojos de los árbitros que componen este Tribunal – comerciantes, no letrados– las estipulaciones contenidas en el contrato reflejan la intención común de las partes de vincularse a través de un contrato de consignación. En efecto, así lo establecen expresamente al pactar que: (i) el Productor entrega la fruta “para la venta” (cláusula 1ª); (ii) “la fruta será entregada por el Productor en consignación para su venta” (cláusula 2ª); (iii) los precios a abonar por Comercializador a Productor serán “los precios promedios resultantes de las ventas de todos los envíos realizados por el Comercializador cada semana” (cláusula 12ª, inciso 3); (iv) el precio final a pagar al productor será el precio FOB puerto de embarque “que obtenga el Comercializador, más los reintegros obtenidos menos las deducciones” (cláusula 13ª); (v) Comercializador recibe una “comisión” por su tarea (cláusula 13ª, inciso 12); (vi) los reintegros de exportación “serán tramitados por el Comercializador y pagados al Productor contra reembolsos de la Aduana” (cláusula 16ª); (vii) el recupero del IVA será “gestionado” por el Comercializador y pagado “contra los reembolsos efectuados por la AFIP” (cláusula 17ª). 3.6. Que las estipulaciones mencionadas dan cuenta, inequívocamente, de la intención de las partes de organizar un sistema conforme el cual Productor entregaba fruta a Comercializador para que éste la comercializara, y no de celebrar un liso y llano contrato de compraventa de fruta. En este contexto, cuando Comercializador vende la fruta entregada por Productor, lo hace a nombre propio pero por cuenta ajena. Ello explica que el precio que recibe Productor no sea convenido entre las partes sino “el promedio de las ventas”; que la ganancia de Comercializador no esté determinada por la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta sino por una “comisión”; que Productor tenga derecho a percibir los reintegros de exportación; y que Comercializador recién deba el IVA a Productor cuando la AFIP liquide el reintegro. De otro modo, Comercializador vendería la fruta a nombre y por cuenta propia, no debería rendir cuentas a la actora del precio percibido por esa venta, pagaría el IVA al momento de la compra de la fruta a Productor y obtendría para sí los reintegros o reembolsos que la Aduana le hiciera. Laudo Parcial– Demanda N° 6/08 - Página 14 de 19 Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales _________________ 3.7. Que, en particular, ello se advierte en relación con la calidad de la mercadería y con la logística posterior a la entrega de la fruta por parte del Productor. En efecto: (i) Comercializador tiene el derecho de hacer revisar la mercadería al recibo o “por el Distribuidor en destino” (cláusula 3ª, inciso d); (ii) Comercializador debe informar a la actora “sobre cualquier reclamo relativo a los envíos de su producción” y “gestionará” las acciones de recupero (cláusula 3ª, inciso e); (iii) Comercializador provee el servicio de empaque, y lo cobra al Productor (cláusula 6ª); (iv) Comercializador provee el transporte terrestre, el acondicionamiento y consolidación de los despachos, así como el transporte internacional y los seguros, cuyo costo, sin embargo, es a cargo del Productor (cláusulas 7ª a 11ª y 13ª). 3.8. Que calificada doctrina ha dicho que “si las palabras del contrato no son ambiguas, no existen contradicciones, y si se manifiesta con evidencia cuál ha sido la intención de las partes coincidente con su declaración de voluntad, no es admisible una interpretación que se dirija a torcer esa evidencia”; y que “la buena fe impone atender al sentido general del idioma” (Rivera, Julio C.: “La teoría general del contrato y la interpretación del Contrato en el Proyecto de Código Civil Argentino”, en Soto Coáguila, Carlos A. (dir.): Tratado de la Interpretación del Contrato en América Latina, ed. Grijley, Univ. Externado de Colombia y Rubinzal-Culzoni, 2006, tomo I, ps. 176 y 178). El Tribunal encuentra que, en el caso, no existe ambigüedad en las palabras utilizadas por las partes y que ellas traducen claramente la intención de las partes de suscribir un contrato de comisión. 3.9. Que la regla de interpretación “contextual” lleva al mismo resultado. No sólo esa intención surge claramente del tenor literal de la cláusula 1ª del contrato (titulada “Objeto”), sino que es consistente con el resto de las estipulaciones del contrato, que han sido detalladas en los considerados precedentes. Si el contrato hubiese tenido el alcance y la naturaleza que pretende la actora, carecerían de sentido las detalladas especificaciones respecto de cómo proceder ante reclamos relativos a los envíos de su producción (cláusula 3ª, inciso e); carecería igualmente de sentido que el Productor deba hacerse cargo de los gastos de acondicionamiento, despacho de aduanas, transportes y seguros (cláusulas 8ª a 11ª y 13ª); no habría necesidad de establecer el precio a percibir por el productor sobre la base del promedio de las ventas efectuadas por Comercializador (cláusula 12ª); ni Productor tendría derecho a los reembolsos de Aduana o a los recuperos de IVA (cláusulas 16ª y 17ª). 3.10. Que las estipulaciones contractuales mencionadas convencen al Tribunal de que el contrato de autos constituye un contrato de aquellos previstos en los artículos 222 y siguientes del Código de Comercio. Por un lado, Productor no entregó su fruta a Comercializador a título de venta, sino Laudo Parcial– Demanda N° 6/08 - Página 15 de 19 Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales _________________ “para su venta”, lo que implica que dio a la demandada un encargo consistente en vender la fruta a terceros por su cuenta [de Productor], aunque actuando en nombre propio [de Comercializador] (arg. artículo 222, Código de Comercio). Por el otro, cobra la comisión pactada (arg. artículo 274, Código de Comercio). El hecho de que Productor ignore a quién le vende finalmente Comercializador la fruta no quita al contrato su naturaleza de comisión, toda vez que es característica de este contrato que la venta se realiza “a nombre propio” por el comisionista, sin necesidad de individualizar a su comitente. Ello es así por cuanto el comisionista “queda directamente obligado hacia las personas con quienes contratare, sin que éstas tengan acción contra el comitente, ni éste contra aquéllas” (arg. artículo 233, Código de Comercio). En este contrato, pues, la persona del “titular del interés comprometido en el negocio” no puede desplazar a la del comisionista, y “sea o no conocida su identidad –que poco importa– el vínculo obligacional concertado nace, se desarrolla y muere, en principio, con la persona del comisionista” (Cám. 1ª C.C. Bahía Blanca, Rev. La Ley, 1981-C-387; Cám. Com., Rev. La Ley, 13-648). 3.11. Que, como explica la doctrina, la comisión o consignación es un contrato “por el cual se encomienda la realización de un negocio de comercio, que se cumple a nombre propio pero en interés del comitente”, siendo de su esencia que el acto encomendado se celebre a nombre del comisionista, porque de los contrario el contrato sería un puro y simple mandato (Etcheverry, Raúl E.: Derecho Comercial y Económico, Contratos, Parte Especial, tomo 1, ed. Astrea, 1995, ps. 281 y 286). Asimismo, se ha dicho que “en la comisión de venta, las mercaderías pasan del comitente al comisionista, sin que éste deba adquirir, previamente, su propiedad porque, al recibirlas de él en consignación, el comisionista recibe un poder de disposición expreso que legitima su transmisión directa al tercero adquirente”, es decir que “existe en la compraventa bajo comisión una sola transmisión del dominio” (Vítolo, Daniel R.: Contratos Comerciales, ed. Ad Hoc,1993, p. 465). En este caso, pues, el negocio de venta se lleva a cabo entre el comisionista y el tercero, “siendo ajeno a éste el comitente”, porque el comisionista realiza el negocio “en nombre propio y asume la obligación en forma directa con quien contrata” (Etcheverry, Raúl E.: Derecho Comercial y Económico, Contratos, Parte Especial, tomo 2, ed. Astrea, 1994, p. 47). 3.12. Que la tesis que postula la actora, especialmente a fojas 195 vta./ 196, no es compatible con lo pactado en el contrato. La consignación no finaliza una vez que Comercializador consigue comprador en el exterior, ni Comercializador vende por su cuenta la mercadería. Es cierto que vende a su propio nombre. Pero, como se vio, esta es una de las características esenciales del contrato de consignación o comisión, y es la principal Laudo Parcial– Demanda N° 6/08 - Página 16 de 19 Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales _________________ diferencia entre éste y el “contrato estimatorio”, consistente en la entrega de una cosa para su reventa o devolución. En este último caso, a diferencia del comisionista, el denominado accipiens compra la mercadería, actúa por cuenta propia, soporta el riesgo de la pérdida o deterioro de la cosa por caso fortuito o fuerza mayor, no está sujeto a órdenes o instrucciones de su contraparte y su lucro consiste en la diferencia que pueda obtener entre el precio de compra y el de venta (Farina, Juan M.: Contratos Comerciales Modernos, ed. Astrea, 1997, ps. 625 y 626). Aunque ambos contratos (estimatorio y consignación) tienen como finalidad comercial lograr que un producto llegue a manos del consumidor final utilizando una figura intermedia, se distinguen claramente porque en el primero existe una suerte de “compraventa condicional” entre las partes, mientras que en el segundo el comisionista o consignatario, sin comprar los bienes, los enajena en nombre propio pero por cuenta de quien los ha dejado en consignación (Martorell, Ernesto E.: Tratado de los Contratos de Empresa, ed. Depalma, 1997, Cap. XIII, Abeledo-Perrot on line, N° 6203/006390). 3.13. Que, en suma, el Tribunal juzga que lo que las partes pactaron en el contrato de autos, interpretado “de acuerdo con lo que verosímilmente las partes entendieron o pudieron entender, obrando con cuidado y previsión” (Código Civil, artículo 1198) no fue una compraventa ni un contrato estimatorio, sino una típica comisión o consignación, en virtud de la cual Comercializador no “compra para revender”, sino que “vende por cuenta de Productor”, sin haber comprado nunca la mercadería que vende. Esta figura, por otro lado, es usual en el comercio, siendo la exportación “a nombre propio pero por cuenta ajena” una modalidad aceptada y frecuente en el tráfico mercantil. 4. Las consecuencias de lo expuesto en orden a las cuestiones controvertidas 4.1. Que, resuelto que el contrato de autos es un contrato de comisión o consignación, y que Comercializador no vende al exterior la fruta por cuenta propia sino por cuenta de Productor, es lógica consecuencia de ello que las eventuales retenciones que Comercializador hubiese sufrido de sus compradores del exterior podrían ser oponibles a Productor, si se dieran las condiciones previstas en el contrato y en función de los derechos y obligaciones propios de comitente y comisionista. 4.2. Que ello surge, además, de la cláusula 3ª, inciso e) del contrato, en la que se convino la forma de proceder ante una situación de esta índole. Allí se previó que la demandada informará cuanto antes a la actora sobre “cualquier reclamo relativo a los envíos de su producción”, y que con el consentimiento de la actora, la demandada “gestionará las acciones de Laudo Parcial– Demanda N° 6/08 - Página 17 de 19 Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales _________________ recupero y la venta de la producción rechazada u objetada”. Inclusive se contempló en dicha cláusula que los gastos relacionados con reclamos tales como “servicios de inspección, transporte [y] reacondicionamiento serán a cargo del Productor y deducidos de las correspondientes liquidaciones”. 4.3. Que este Tribunal no prejuzga sobre la existencia de un problema en la entrega final del producto, ni sobre el cumplimiento de las condiciones establecidas en el contrato. Ni siquiera prejuzga sobre el derecho de Comercializador a retener la parte de los importes facturados por Productor que ha retenido en el caso. Estas cuestiones continúan siendo controvertidas y deberán ser objeto de prueba en este proceso. Simplemente ha interpretado la naturaleza y sentido del contrato de autos en función de lo dispuesto por el Director del Procedimiento, en aras a despejar un interrogante que consideró previo a la consideración de las restantes materias debatidas en el proceso. 4.4. Que si el contrato de comisión genera entre las partes una relación de derechos y obligaciones equivalente a la que se produce entre mandante y mandatario, “con las ampliaciones o limitaciones” que la ley específicamente prescribe para la comisión (arg. artículo 232, Código de Comercio), el derecho de Productor a recibir la parte retenida de su facturación debe juzgarse sobre la base de esas reglas. Lo que, en buen romance, implica que habrá de examinarse si Comercializador cumplió con las obligaciones a su cargo en función de su calidad de comisionista y si se han cumplido las condiciones que permitan retener parcialmente lo facturado. Dicho de otro modo: el Tribunal no prejuzga sobre la procedencia o improcedencia del reclamo de Productor a que le sea pagado el saldo de la facturación. Sólo resuelve que esa pretensión deberá ser juzgada a la luz de la interpretación que se ha hecho de la naturaleza de la relación contractual. 4.5. Que, en efecto, en esta etapa del procedimiento y por la forma en que el mismo se ha desarrollado, se ignora si hubo o no razones que justifiquen la retención efectuada por Comercializador. A ello se enderezará la siguiente fase de este arbitraje, a cuyo fin el Director del Procedimiento deberá, en uso de sus facultades (artículo 16 del Reglamento), instruir a las partes a argumentar el caso y sugerir las medidas de prueba pertinentes. 4.6. Que, en consecuencia, lo resuelto en este laudo parcial, más allá de interpretar la índole de la relación jurídica habida entre las partes, nada predica sobre el derecho de Productor a obtener de Comercializador el pago de la suma retenida en el caso concreto. Ello habrá de ser materia de una ulterior decisión, una vez que se haya producido la prueba necesaria para conocer la realidad de los hechos controvertidos. Laudo Parcial– Demanda N° 6/08 - Página 18 de 19 Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales _________________ 4.7. Que, de momento, al no haberse resuelto sobre la procedencia o improcedencia del reclamo, no es necesario que el Tribunal se pronuncie sobre la imposición de las costas, lo que será objeto de pronunciamiento en oportunidad de dictarse el laudo final. Por todo ello, La Comisión Directiva de la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales, en su carácter de tribunal de amigables componedores resuelve dictar el siguiente, L A U D O P A R C I A L: (1°)- Declarar que las partes estuvieron vinculadas por un contrato de comisión o consignación y que, por tal razón, los eventuales descuentos y gastos que la demandada hubiese sufrido por deficiencias en la mercadería al recibo de la misma por el comprador final en el exterior, podrían ser oponibles a la actora. (2°)- Instruir al Director del Procedimiento para que, en uso de sus facultades reglamentarias, determine la forma de continuar con el procedimiento arbitral. (3°)- Notifíquese a las partes. ******************* Laudo Parcial– Demanda N° 6/08 - Página 19 de 19