En unas cuantas horas adquieren las plantas colocadas en el cubo

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E n unas cuantas horas adquieren las plantas colocadas en el cubo
la tersura conveniente para meterlas en la prensa, y podemos hacer
esto irimediatamem'e o proceder antes a envenenar las muestras.
Nosotros hacemos esto último siempre que podemos. P a r a ello su­
mergimos las plantas en una disolución del 20 al 30 por 1.000 de su­
blimado corrosivo en alcohol ordinario, empleando una gran vasija
de vidrio o de porcelana, manteniéndolas así de 1 a 5 minutos, se­
g ú n su consistencia. P a r a sacar las plantas de la disolución se pue­
de utilizar un guante de g o m a o unas pinzas de madera, ,y después
de extraídas y expuestas durante un tiempo variable (20 minutos
cuando más) bien extendidas, en un lugar ventilado, para que se
evapore el alcohol en exceso, se las prepara para el prensado.
Consiste esta preparación en disponer cada ejemplar, si es gran­
de, o un cierto número de ejemplares, de modo que queden bien
espaciados, dentro de un pliego de papel blanco sin cola, adicionan­
do al ejemplar o a los ejemplares una nota, con la fecha de la reco­
lección, localidad, suelo, altura y g r a d o de frecuencia. C a d a pliego
blanco portador de plantas se separa de los demás con dos o más
pliegos secantes ("papel secante, de filtro, estraza gruesa, etc.), v la
pila o paquete así formado se dispone en la prensa a que antes hemos
hecho referencia. E s t a prensa consistirá esencialmente en dos ta­
bleros resistentes rectangulares, atravesados en el punto medio de
sus lados cortos por sendos tornillos l a r g o s y fuertes, que permiti­
rán ejercer la presión adecuada mediante una llave apalancada. L o s
pliegos de papel blanco que contienen las plantas no se modifican
hasta que estén bien secos y el papel secante se cambia con la fre­
cuencia necesaria, hasta que no absorba humedad.
U n a v e z secas las plantas se extraen del papel blanco y se dis­
ponen, "con sus datos correspondientes escritos en una etiqueta de­
finitiva, en pliegos de papel fuerte, y debidamente ordenadas, con
arreglo a la clasificación adoptada, se llevan al herbario. L o mismo
se hace con las plantas que hemos traído en la prensa de mano, su­
primiendo la operación de ponerlas en el cubo.
O t r o s datos que deberá anotar el herborizador en el campo, s o n :
los referentes a las formaciones y asociaciones vegetales, límites,
orientación, etc. de las m i s m a s ; los fenológicos, de tantísima im­
portancia biológica, es decir, los que se refieren a la época de folia­
ción, floración y maduración de los frutos y, finalmente, todas cuan­
tas observaciones haga en la localidad objeto de su estudio, referen­
tes a las relaciones de las plantas con el medio ambiente, o, lo que
es lo mismo, de E c o l o g í a vegetal.
A continuación exponemos el
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