ELIGE TU MODELO: Elige tu modelo (Iglesia) 2 de Corintios 8:1-5; 9:6-15 Introducción “Ninguna empresa puede existir por sí sola. Ministra a alguna necesidad grande, y hace algún gran servicio, no para sí misma, sino para los demás; si eso no se cumple, dejaría de percibir ganancias y por ende dejaría de existir.” -- Calvin Coolidge En II de Corintios Pablo pone como ejemplo una congregación que modeló bien la mayordomía (Leer 2 de Corintios 8:1-5). Al escribir este pasaje, el apóstol Pablo refiere a un tiempo cuando él había apelado a las iglesias de Macedonia para que ayudaran con una ofrenda a algunos creyentes necesitados en Jerusalén. Con este trasfondo, ¿no es interesante que Pablo, en un viaje misionero, escucha una voz diciendo, “Pasa a Macedonia y ayúdenos”? Pablo se dirigía en la dirección opuesta cuando escuchó la voz y se dio la vuelta para ministrar a las iglesias en Macedonia. Algunos años después Pablo les pidió ayuda a favor de una necesidad en el cuerpo de Cristo, y ellos devolvieron el favor. ¿No es emocionante? Es lo que Dios espera de una congregación. En el principio comienza pequeña y necesita mucha ayuda, pero llega el momento cuando se hace fuerte en el Señor, no para quedarse independiente, sino para utilizar los dones que Dios les ha dado con el fin de bendecir a los demás. Hay iglesias que no comprenden este concepto del cristianismo, que crecemos y somos bendecidos sólo para que compartamos la bendición con otros y seguir dando. La grandeza de una Iglesia no se nota en lo que recibe, sino en lo que da. No somos un banco, somos la Iglesia. Mientras que Dios nos bendice y da, debemos tomar de lo que nos da y transferirlo a los demás. Me anima mucho que nuestra Iglesia local diera más de S/. 30,000 para la obra en la obra misionera (Huamachuco, Miramar, Vista Alegre, Quintanas, Guatemala) el 2014. Celebramos con niños de la serranía liberteña la navidad. Compartimos el kilo de amor con muchas familias. Así debe ser. Se me pregunta, “Pastor, ¿cuándo vamos a dejar de ofrendar y concentrar en nosotros mismos?” ¡Nunca! Vamos a seguir dando. Si quieres ser egoísta y guardártelo todo para ti, mejor que busques otra congregación. Vamos a seguir dando porque eso es lo que hicieron las iglesias de Macedonia. CARACTERÍSTICAS SOBRESALIENTES DE LA IGLESIA DE MACEDONIA 1. Dieron a pesar de muchas tribulaciones (v. 2). A pesar de sus circunstancias difíciles, el gozo de las iglesias se elevó por encima de su dolor. 1 Elige tu modelo 2. Dieron a pesar de profunda pobreza (v. 2). Una de las frases más llamativas de la Biblia es esta, “De su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.” “Profunda” significa “por debajo de los medios de subsistencia o pobres en extremo.” 3. Dieron aún más allá de sus fuerzas (v. 3). Dar es un sacrificio. Es decir dar en una proporción que le permita sacrificarse. 4. Dieron voluntariamente, “con agrado” (v. 3). El pueblo de Dios no debe dar porque se siente obligado, manipulado o intimidado. Su motivo debe ser el Señor y las causas de su reino. La ofrenda voluntaria siempre ha sido el Plan de Dios. Está en toda la Biblia. 5. Se consideraron que era un privilegio poder dar (v. 4). Vieron la ofrenda como un privilegio y no como una obligación. Le imploraron a Pablo que recibieran la gracia especial de poder participar y ser instrumentos de bendición para los pobres de Jerusalén. 6. Se entregaron en primer lugar al Señor (v. 5). Su prioridad era presentarse a sí mismos, como sacrificios a Dios. Dar con generosidad viene después de la dedicación personal. FÓRMULA DE MAYORDOMÍA DE LA IGLESIA DE MACEDONIA Analizando estas seis características de la Iglesia de Macedonia, llegué a una fórmula que me parece tener base bíblica que podríamos aplicar a nuestra vida. Los de Macedonia tenían la actitud correcta, y la actitud correcta produce la acción correcta. Debido a que tenían la actitud correcta, comenzaron a actuar bien y su acción correcta resultó en el derrame de las bendiciones divinas en sus vidas. Tomemos estos tres pasos – la actitud correcta, la acción correcta, y las bendiciones divinas – y apliquemos esta Escritura a nuestra vida. LA ACTITUD CORRECTA: La Iglesia de Macedonia tenía tres actitudes muy saludables. Se dieron cuenta de que… 1. La Mayordomía tiene todo que ver con Prioridades, y nada que ver con Problemas (v. 2). Según el v. 2, es obvio que esos cristianos, que sufrían grandes tribulaciones, dieron no de acuerdo a sus problemas personales sino de acuerdo a sus prioridades. Para ser un mayordomo fiel, es necesario que no permitamos que nuestros problemas personales, o los problemas en nuestra Iglesia, nos detengan de convertirnos en los mayordomos fieles que Dios desea que seamos. A veces permitimos que nos alejen de nuestro potencial. Siempre se me dicen, “Pastor, no puedo ayudar a los demás porque tengo problemas por resolver.” Es cierto que tenemos que resolver nuestros problemas. Pero todos siempre tendremos problemas 2 Elige tu modelo por resolver, ¿no es cierto? Levanta su mano si tienes por lo menos un problema por resolver. Todos los tenemos. Cuando permitimos que los problemas controlen nuestra mayordomía (“Dios, me gustaría ayudar pero no tengo dinero, tiempo o el talento.”), nos extralimitamos a nosotros mismos. Los de Macedonia tenían muchos problemas, sufrían grandes tribulaciones. Sin embargo, no dejaron que sus problemas controlaran su mayordomía. 2. La Mayordomía tiene todo que ver con la Voluntad, y nada que ver con la Cantidad (v. 2). Se dieron cuenta que dar tenía todo que ver con una actitud de voluntad y nada que ver con la cantidad. ¡Ojo! La mayordomía nada tiene que ver con dinero. A Dios no le interesa lo que tienes. A Dios le interesa lo que haces con lo que tienes. Aprendimos la semana pasada que puedes hacer poco con poco, o hacer poco con mucho. O puedes hacer mucho con poco, o mucho con mucho. No tiene nada que ver con nuestras posesiones. No sé cuántas veces he escuchado, “Pastor, si Dios me diera un millón de soles, daría la mitad al Señor.” ¡Yo también! Se le respondió una vez a esa declaración con la pregunta, “Si tuvieras medio millón de soles, ¿darías la mitad al Señor?” “Por supuesto, Pastor.” “Si tuvieras mil soles, ¿darías la mitad al Señor?” “Sí, Pastor.” “Y si tuvieras cien vacas, ¿darías la mitad al Señor?” “Sin dudas, Pastor.” “Y si tuvieras dos chanchos, ¿darías uno al Señor?” “Un momento, Pastor. Sabes que tengo dos chanchos.” Dar todo tiene que ver con un corazón dispuesto y nada que ver con un bolsillo lleno. Nada. A Dios no le importa si tienes poco o mucho, Él quiere saber qué estás haciendo con lo poco o lo mucho que tienes. Versículo dos presenta una declaración tremenda en cuanto a su generosidad, “de su profunda pobreza abundaron en riquezas.” 3. La Mayordomía tiene todo que ver con una Oportunidad, y nada que ver con una Obligación (v. 4). ¡Los de Macedonia rogaban a Pablo por el privilegio de participar! Que Iglesia tan espiritual. Parece que Pablo les consideraba tan pobres que optó por no involucrarlos, pero ellos pidieron para tener el privilegio. Clamaron por la oportunidad, a pesar de su profunda pobreza. Los que no tenían recursos rogaban por la oportunidad de dar. ¿Qué estás haciendo con lo que tienes ya? Personas pobres reclamaban su oportunidad. LA ACCIÓN CORRECTA: La actitud correcta produce la acción correcta (v. 5). 1. Se Sometieron Primeramente al Señor. 3 Elige tu modelo Esta es la primera acción que tomaron, se dieron al Señor. La mayordomía no es un asunto financiero, es un asunto espiritual. El secreto para el éxito en la mayordomía es resolver la cuestión del Señorío. Cuando por fin decides quién es el número uno en tu vida, quién es el Señor de tu vida, el asunto de la mayordomía se resuelva sola. Hay quienes jamás han dado a Jesús el control sobre su vida, y se esfuerzan por ser mayordomos fieles, pero siempre se frustran porque les cuesta soltar sus posesiones. Son las personas más infelices en la Iglesia. Ellos asisten a la Iglesia y buscan la felicidad, sin hacer lo necesario, entregarse totalmente a Dios. Son como Jacobo en el Antiguo Testamento que buscó hacer lo más mínimo. Se preguntan, “¿Es necesario diezmar todo, o sólo lo que llevo a casa?” Son como el marido que le dice a su esposa, “Dime ya, ¿cuántas veces tengo que decir que te amo? Quiero saber el límite, porque estaré llevando el control. ¿Cuántas veces te tengo que besar?” (John Maxwell) “Antes de conocer a mi esposa, sólo comía asado, mantequilla de maní y hamburguesas. Jamás comía legumbres. Mi esposa no sólo comía las legumbres sino también a ella le gustaban. Después de casarnos yo comencé a comer legumbres, aunque no me gustaban. Pero la amo a ella. Pronto hacía cosas que no quería hacer debido a mi amor por ella. Cuando amas a Jesús y le haces el Señor de tu vida, dejas de quejarte por todas las cosas pequeñas. Los que se quejan debido a las cosas pequeñas, los que quieren saber lo mínimo que tienen que hacer, son los que todavía no le han hecho el Señor de su vida. 2. Se Sometieron después a “Nosotros” (Pablo y los líderes). No sólo resolvieron el asunto del Señorío, también resolvieron el asunto del liderazgo en la Iglesia. Cuando Pablo, su líder, les expuso una necesidad en Jerusalén, ellos respondieron según su liderazgo. Pablo les dio dirección y ellos dijeron “sí”. Se sometieron al Señor y se sometieron al liderazgo de Pablo. 3. Se Sometieron a la ley de Amor. En el versículo tres dice que “con agrado han dado conforme a sus fuerzas”. Habían decidido el asunto del amor. Si sólo resuelvas estos tres asuntos igual como los de Macedonia - el asunto del Señorío, el asunto del Liderazgo, y el asunto de Amor - porque le amas a Dios harías cosas que jamás hubieras hecho. Cuando los de Macedonia resolvieron a estos tres asuntos, cosas tremendas comenzaron a suceder. LAS BENDICIONES DIVINAS: 1. Recibieron la Gracia de Dios (v. 1). 4 Elige tu modelo (Leer 2 de Corintios 8:1) Debido a que ellos actuaron en esa manera, la gracia divina les fue concedida. Su generosidad fue motivada por la gracia de Dios. 2. Recibieron la Habilidad de Dar Más Allá de sus Fuerzas (v. 3). (Leer 2 de Corintios 8:3) Dieron “conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas.” ¿Cómo pudieron hacer más allá de sus fuerzas? ¿Cómo pudieron dar más allá de sus habilidades? Es sencillo, nuestra parte es esta, dar de acuerdo a nuestra habilidad, lo mejor que podemos. No podemos dar más allá del 100%. Pablo dice en Romanos 12:1, “Os ruego hermanos por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro verdadero culto.” En ese momento Dios extiende Su mano y hace milagros con tu mejor esfuerzo. Leemos la Biblia pero a veces separamos los relatos bíblicos de la vida real, pensando que Dios no nos va a tratar igual. (John Maxwell) Cuando pastoreaba otra Iglesia, había una señora que se llamaba Elena. Era la señora más pobre de la Iglesia. Vivía en un edificio municipal. Tenía un auto viejo aunque no funcionaba. La Iglesia pasaba por un problema económico debido a que el negocio de aquel que habíamos pagado para construir un nuevo edificio se había ido a la bancarrota. El problema lo compartimos con la Iglesia y proclamamos un Domingo de Jeremías 33:3 (“Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.”) para recaudar fondos. Antes de ese domingo nos reuníamos todos los días a las seis de la mañana para orar. Elena siempre estuvo presente orando y ayunando. Llegó el domingo de la ofrenda y comenzaron a tomar la ofrenda. Cuando el plato llegó a Elena, ella lo hizo pasar a la persona a su lado sin echar nada. Pero Dios la llamó la atención, “Elena, no has puesto nada en la ofrenda.” Ella dijo, “Pero Dios, soy Elena, la pobre. Tú me conoces. No tengo nada.” Dios le respondió, “Elena, ¿qué tienes para dar?” Ella abrió su bolsa y encontrando algunas monedas las colocó en un sobre. Después del culto se me acercó para entregármelo y me dijo con lágrimas en sus ojos, “Pastor, es todo lo que tengo.” Conocedor de su situación, le dije, “Elena, guárdatelo. La Iglesia está bien.” Me reclamó, “No, pastor. No es para ti, es para Dios.” Cuando regresé a casa ese Domingo hice algo que jamás había hecho, abrí su sobre. Sólo había $3.30. Y lloré ante Dios porque el relato de la viuda pobre con dos blancas se había hecho real. Ese domingo por la noche dije a toda la congregación que la ofrenda más grande que habíamos recibido en la mañana era $3.30. Y les conté la historia de Elena. Un miembro con lágrimas se puso de pie y me dijo, “Pastor, le daré $10.00 al cambio de un sólo céntimo.” Otras personas se pusieron de pie para hacer lo mismo. A fin de cuentas, la ofrenda de $3.30 se convirtió en una ofrenda de $3,300.00. Sucedió. Pablo señaló que los de Macedonia habían dado más allá de sus fuerzas. Poco es mucho, cuando lo ponemos en las manos del Señor. 5 Elige tu modelo CONCLUSION Los Pasos del Mayordomo Fiel (II de Corintios 9:6-15) vv. 12-14 CON CONTENTAMIENTO v. 8 COMPLETAMENTE v. 7 CON ALEGRÍA v. 6 LA ELECCIÓN 1. Dar Hace algo para los Demás. Suple sus necesidades. Hace que sean agradecidos. 2. Dar Hace algo para Nosotros. Da evidencia de nuestra profesión cristiana. Nos reabastece con las bendiciones divinas. Permite que los demás nos amen. 3. Dar Hace algo para Dios. ¡Él es glorificado! 6