Alicia en el País de las Maravillas

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Alicia en el País de las Maravillas
V. Consejos de una oruga
La oruga y Alicia se estuvieron mirando un rato en silencio. Por fin la oruga se
sacó la pipa de la boca y se dirigió a la niña con voz lánguida y adormilada.
-¿Quién eres tú?- dijo la oruga.
No era una forma demasiado alentadora de empezar una conversación. Alicia
contestó un poco intimidada:
-Apenas sé, señora, lo que soy en este momento…Sí sé quién era al
levantarme esta mañana, pero creo que he cambiado varias veces desde
entonces.
-¿Qué quieres decir con eso?-preguntó la oruga con severidad-. ¡A ver si te
aclaras contigo misma!
Temo que no puedo aclara nada conmigo misma, señora-dijo Alicia-, porque no
soy yo misma, ya lo ve.
-No veo nada-protestó la oruga
-Bueno, quizá usted no haya sentido hasta ahora nada parecido-dijo Alicia-,
pero cuando se convierta en crisálida, cosa que ocurrirá cualquier día y
después en mariposa, creo que todo le parecerá un poco raro, ¿no creé?
-Ni pizca-declaró la oruga.
-Bueno, quizá los sentimientos de usted sean distintos a los míos, porque le
aseguro que a mí me parecería muy raro.
-¡A ti!- dijo la oruga con desprecio-. ¿Quién eres tú?
Con lo cual volvían al principio de la conversación. Alicia empezaba a sentirse
molesta con la oruga por esas observaciones tan secas y cortantes, de modo
que se puso tiesa como un rábano y le dijo con severidad:
-Me parece que es usted la que debería decirme primero quién es.
-¿Por qué?-inquirió la oruga.
Era otra pregunta difícil, y como a Alicia no se le ocurrió ninguna respuesta
convincente, y como la oruga parecía seguir en un estado de ánimo de lo más
antipático, la niña dio media vuelta para marcharse.
Carroll, Lewis, Alicia en el País de la Maravillas, Ediciones del Sur, 2003, pp. 42, 43.
Nombre: _________________________________________ 1°BVSh Aula 3
Contesta lo siguiente:
1. ¿Te parece que la conversación entre Alicia y la oruga es congruente?
¿Por qué?
2. ¿Alguna vez has discutido con alguien sin hacerte entender? ¿A qué
crees que se deba y cómo te sentiste?
3. ¿Qué elementos deben intervenir en un diálogo para que la
comunicación sea eficaz?
4. ¿Por qué en algunas ocasiones el lenguaje dificulta la comunicación en
lugar de facilitarla?
Observaciones:
En el diálogo de Alicia con la oruga te habrás dado cuenta de que su
conversación no las lleva a nada (no llegan a una conclusión). Ello demuestra
que no basta hablar para darnos a entender o para defender nuestra postura,
sino que es necesario pensar en lo que se dice a fin de expresarnos con
claridad, ser convincentes y, lo que es más importante que las afirmaciones
tengan sentido.
Alicia y la oruga no logran entenderse, no razonan adecuadamente, parecen
ser sordas porque una no escucha lo que dice la otra, es posible afirmar que no
reflexionan ni en lo que dicen ni en lo que aparentemente escuchan, si no hay
diálogo no hay relación entre sus afirmaciones y se dicen disparates resultando
una conversación cómica: totalmente absurda, ilógica.
Tanto Alicia como la oruga presentan falta de disposición para entenderse
mutuamente, lo que es una cuestión de actitud. No comparten la misma
realidad y no les interesa hacerlo, es decir no hay nada en común y por este
motivo no logran comunicarse.
Comunicar se deriva del latín communicare, que significa “compartir”, “tener
comunicaciones con alguien”, y ese verbo latino se deriva a su vez del
sustantivo communis (común). No hay diálogo porque no hay comunicación.
Cada una va por distinto camino.
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