¿Discos duros o memoria flash? Ignacio Berberana Fernández Murias Tecnologías ¿Constituye la memoria flash una alternativa a los discos duros magnéticos como tecnología para el almacenamiento de información?. Averígüelo en este artículo. El lanzamiento del espectacular iPod Nano de Apple hace unas semanas ha hecho saltar a la palestra un debate que hasta este momento se había restringido a lo que se podría denominar 'círculos técnicos': si la memoria flash constituye una alternativa a los discos duros magnéticos como tecnología para el almacenamiento de información en PCs portátiles y, a la inversa, en terminales móviles y dispositivos portátiles como cámaras digitales. Lo cierto es que tras hacerse con un segmento más que apreciable del mercado de reproductores portátiles de contenidos musicales digitales, gracias al hecho de incluir un disco duro en el iPod original (cuando todos, o casi todos, sus competidores utilizaban memoria flash), Apple ha vuelto a sorprender lanzando un reproductor de alta capacidad basado en memoria flash. Alta capacidad en términos relativos, ya que los iPod con disco duro pueden almacenar 20 y 60 GB, mientras que la capacidad máxima del iPod Nano es de solo 4 GB (el iPod Mini, que utilizaba disco duro, tenía la misma capacidad; Apple ha retirado el producto, al menos de su web). Las razones para este cambio de tecnología son múltiples, pero lo que parece probable es que entre ellas no figura el que sea una alternativa de menor coste . Según iSuppli, aún estimando un descuento del 30% en el coste de la memoria que Apple compra a Samsung, 1 GB cuesta alrededor de 27 dólares mientras que 1 Gb de disco duro cuesta aproximadamente 22,5 dólares. Esto no quiere decir, ni mucho menos, que los márgenes de Apple sean escasos. De hecho, según iSuppli, el coste total de la lista de materiales más el montaje, transporte y promoción es de unos 120 dólares, y el iPod se vende por 199 dólares, es decir, con un 40% de margen. En este caso, la opción de flash parece justificarse de cara a reducir el tamaño del dispositivo. El problema de la memoria flash es su menor vida útil : sólo soportan un número limitado de operaciones de lectura y escritura, del orden de varios millones. Un número suficiente para aplicaciones como dispositivos USB de almacenamiento o reproductores de MP3, pero quizás no tanto como para ser utilizado como disco duro de un PC. Esto no ha impedido a Samsung promocionar agresivamente la utilización de flash para discos duros de estado sólido. De hecho, junto a Microsoft está diseñado un disco híbrido (del que ya ha presentado un prototipo), que incorpora un disco duro tradicional junto a memoria flash, para ordenadores portátiles con el nuevo sistema operativo Vista. Los discos duros magnéticos, por su parte tienen dos problemas básicos de cara a su utilización en dispositivos móviles. Por un lado, su mayor consumo de potencia, debido al hecho de tener que hacer girar el disco. Por otro lado, su mayor fragilidad y la dificultad que supone hacer que estos dispositivos puedan resistir golpes y caídas con un coste razonable (también hay problemas, no triviales, relacionados con el control de la temperatura y de las emisiones electromagnéticas dentro del terminal). Se considera que un teléfono móvil debe resistir una caída desde una altura de 150 centímetros cuando el disco duro no está operativo, y de al menos 20 cm cuando está funcionando. Hay dos mecanismos para proteger los discos duros frente a impactos. El primero consiste en minimizar el efecto de los mismos incluyendo capas protectoras alrededor del disco que amortigüen el golpe, y se aplica tanto cuando éste está operativo como en reposo. El segundo, que sólo es útil si el disco duro está funcionado, es retirar las cabezas de lectura escritura cuando se detecta que se está produciendo una caída. Esto obliga a incorporar un acelerómetro al dispositivo [1]. Probablemente sólo empresas como Apple, Samsung o Nokia tienen la capacidad (que les otorga no sólo su competencia técnica sino también su volumen de ventas) para producir dispositivos con disco duro capaces de soportar requisitos tan exigentes con un coste razonable. El caso de Samsung es especialmente llamativo. El CEO de su división de semiconductores ha declarado públicamente hace unos días que la memoria flash acabará reemplazando a los discos duros tradicionales. Y, sin embargo, el fabricante coreano fue el primero en presentar un terminal móvil con disco duro, y esta semana ha vuelto a lanzar un nuevo modelo (aunque sólo para el mercado coreano). Mientras tanto, hace unos meses escuchamos la noticia de que Nokia retrasará el lanzamiento de su primer móvil con disco duro, el N91, hasta el próximo año. Las causas, sin embargo, parecen ser el deseo de incorporar el soporte al DRM de Microsoft, de modo que el terminal pueda ser compatible con más servicios de descarga de música. Palm, por su parte, ha lanzado una línea de productos denominada LiveDrive, que han caracterizado como un 'gestor móvil' y que, en realidad, es una PDA con un disco duro de 4 GB (por el momento no soporta comunicaciones móviles, pero si conectividad inalámbrica con WiFi y BlueTooth). Curiosamente, un dispositivo similar de Nokia, el 770, no utiliza disco duro, sino memoria flash. Una cuestión que habría que plantearse para saber cuál de las dos opciones es preferible es qué capacidad de almacenamiento se necesita en un terminal móvil de gama alta a medio plazo . Si lo que se desea es disponer de 60 GB, la única alternativa, a medio plazo, es el disco duro [2]. Apple parece considerar que para un reproductor musical la mayoría de los usuarios tienen más que suficiente con unos pocos GB de capacidad (4 GB permiten almacenar el contenido de 100 CDs). Pero, después de todo, el iPod es un dispositivo 'monofunción'. En el caso del teléfono móvil habría que añadir más capacidad para almacenar fotos, juegos, datos o incluso correos electrónicos con documentos adjuntos. Sin embargo, como se puede comprobar en el ejemplo que aparece más abajo, 4GB dan para mucho. Hay otro factor a considerar, y es cuándo estarán disponibles las memorias RAM no volátiles que están desarrollando, con distintas alternativas técnicas, empresas como Texas Instruments (memoria ferromagnética), Intel (memoria ovónica) o Philips (que recientemente ha informado en un adelanto que puede hacer viable un tipo de memoria cristalina, similar a la que se utiliza en los CDs). Este tipo de memorias presentan ventajas definitivas tanto sobre la memoria flash (son más rápidas y duraderas), los discos duros magnéticos (consumen menos potencia y son más rápidas) y, por supuesto, la memoria RAM (no es volátil). Pero de momento no se ha conseguido un proceso que permita fabricarlas con un coste que sea competitivo, y no se prevé que esto ocurra hasta 2010. Entre tanto, la tendencia parece indicar que dentro de poco los precios por unidad de memoria en flash serán iguales o menores que los de los discos duros magnéticos . Pero ésta es una tendencia que puede verse alterada, en un sentido u otro, por la introducción de nuevas tecnologías en cualquiera de los dos campos. Por ejemplo, Spansion (una empresa conjunta creada por AMD y Fujitsu) acaba de presentar una tecnología que permite combinar hasta diez capas de memoria en un solo chip con un grosor de 1,4 mm. Ignacio Berberana Fernández Murias. Telefónica I+D para Telefónica Móviles [1] Incrementar la memoria caché también reduce el tiempo en el que el disco se utiliza y, por tanto, el riesgo de que las cabezas dañen al disco. [2] Si bien 4 MB de flash pueden ocupar menos espacio que un disco duro magnético de esa capacidad, 60 GB de flash ocuparían prácticamente toda la superficie útil del teléfono.