Apartado cualitativo - Instituto de Competitividad Turística

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Metodología sobre el dimensionamiento y
caracterización de la demanda que
consume recursos culturales, naturales, de
sol y playa y artificiales en México
Apartado metodológico cualitativo
Este trabajo concluyó en 2013 por Estrategia y Servicio FD, S.C. para la Secretaría de Turismo (SECTUR). Fue validado por la
Secretaría Técnica del Fondo Sectorial para la Investigación, el Desarrollo y la Innovación Tecnológica en Turismo y concluyó
anticipadamente por así convenir a los intereses de la SECTUR. Cualquier responsabilidad de derechos de autor corre por cuenta de
los realizadores.
1
Índice
1.-Problema de investigación ......................................................................................................................................... 4
2.-Objetivo de la investigación cualitativa .................................................................................................................... 4
2.1.-Hipótesis ................................................................................................................................................................ 4
2.2.-Modelo teórico ...................................................................................................................................................... 4
2.3.-Enfoque Mixto de investigación ......................................................................................................................... 5
3.-Método de trabajo ....................................................................................................................................................... 5
3.1.-Observación sistemática...................................................................................................................................... 8
3.2.-Inmersión empática ............................................................................................................................................. 8
3.3.-Rol, análisis e introspección del investigador .................................................................................................. 8
3.4.-Diagrama de flujo inmersión de campo cualitativa ......................................................................................... 9
4.-Resultados .................................................................................................................................................................. 12
4.1.-Análisis de Recursos .......................................................................................................................................... 12
4.2.-Análisis de motivaciones sociales .................................................................................................................... 14
4.3.-Análisis de emociones ....................................................................................................................................... 16
4.4.-Análisis de satisfacción de la experiencia ....................................................................................................... 18
4.5.-Hallazgos adicionales ......................................................................................................................................... 19
4.6.-Conclusión ........................................................................................................................................................... 23
5.-Bibliografía .................................................................................................................................................................. 23
Anexo 1 ........................................................................................................................................................................ 26
Anexo 2 ...................................................................................................................................................................... 236
Anexo 3 ...................................................................................................................................................................... 257
Anexo 4 ...................................................................................................................................................................... 268
2
Resumen ejecutivo
La complejidad del fenómeno turístico ha llevado a la administración federal a esfuerzos aislados y
demasiado puntuales que responden sólo a intereses de mercado locales, pero no son suficientes para
validar la creación de políticas públicas regionales o federales.
El entendimiento actual basado primordialmente en elementos empíricos, llevo a círculos de sobrexplotación
de ciertos recursos y sub aprovechamiento de otros.
Con la finalidad de definir los componentes teóricos y metodológicos, esta investigación consideró recopilar
información a través de estudios cualitativos, datos profundos y amplios del turista. Se recurrió a
inmersiones de campo, como una técnica en donde los investigadores se colocan dentro de la sociedad a
estudiar, con el fin de comprender el significado de diversas prácticas culturales y validar la teoría.
Asimismo los investigadores recurrieron a la investigación observacional, para obtener una comprensión
profunda de la relación entre las personas y los destinos turísticos.
El estudio valida la teoría fundamentada integrando componentes de experiencia turística, análisis de
recursos, motivaciones sociales y emociones que en conjunto determinan criterios de éxito o fracaso del
viaje. De igual forma integran elementos que componen el modelo psicosocial de la experiencia del viajero,
los cuales requirieron ser validados en campo. En anexo 1 en encontrará los narrativos realizados de
cada inmersión en campo, el anexo 2 hace referencia al análisis de motivación social que esta detallado en
el documento Tur, motivación social compilado v2, el anexo 3 detalla, utilizando la roseta de emociones, el
balance emocional de la experiencia turística y por último el anexo 4 el análisis de satisfacción por
experiencia turística.
La teoría fundamentada es una metodología general que se basa en la recolección y análisis sistemático de
datos. La teoría se desarrolla durante la investigación, a través de una continua interpelación entre el
análisis y la recogida de datos. (Strauss y Corbin, l994:273).
Experiencia turística
Momento de
vida
Motivos
individuales y
sociales
Emociones
durante la
experiencia
Evaluación
de éxito
Exposición y uso de recursos turísticos
Diagrama 1. Proceso psicosocial de la experiencia turística
3
1.-Problema de investigación
La ausencia de un método de determinación de mercados turísticos mexicanos sus variantes, recursos
turísticos utilizados y criterios de éxito específicos genera dificultades en el desarrollo de estrategia y política
pública en el sector. El estudio sistemático del fenómeno en una tarea de primera importancia para la
configuración de mercados y el desarrollo de productos en el sector.
2.-Objetivo de la investigación cualitativa
Observar la vinculación entre motivaciones individuales, sociales del viajero, su materialización en realizar
actividades y consumir recursos durante su experiencia turística y el significado remanente de la misma.
El foco de estudio es el viajero y su interacción en el espacio que lo recibe, ninguna unidad de análisis se
dirige a los habitantes locales, el enfoque no es analizar la cultura ni la dinámica de las comunidades
anfitrionas.
2.1.-Hipótesis
H1: Las variables del modelo teórico son identificables por observación, diálogo y reflexión en
experiencias y actividades turísticas específicas.
H2: El éxito de la experiencia turística adquiere formas específicas de autenticidad, transformación,
sostenibilidad y desemboca en elementos comunes de satisfacción.
2.2.-Modelo teórico
El modelo teórico reúne e integra los componentes claves que suceden durante las experiencias turísticas,
permitiendo explicar y cuantificar los hechos a través del diseño, aplicación y uso apropiado de
instrumentos de investigación. Diagrama 2.
Antropología
Psicología social
Ecología
Turismo
Mercadotecnia
Teoría
Modelo teórico
Recursos turísticos
Momento de vida
Motivación social
Nec. deseos, emociones
Criterios de éxito
Instrumentos de
investigación
Experiencias turísticas
Cuestionario
Modelo de cálculo
de mercados
Diagrama 2. Componentes clave durante la experiencia turística
4
2.3.-Enfoque Mixto de investigación
El estudio se lleva a cabo mediante un enfoque mixto y estructura transformativa secuencial (DITRAS),
realizándose en dos etapas. En la primera etapa se analizaron fuentes secundarias y casos de éxito a través
de un marco metodológico y teórico. Concluida la construcción de conocimiento, se procede a la primera
ronda de inmersión en campo para la validación cualitativa. Este proceso consiste en observar variables,
confirmar su presencia, precisarlas y potencialmente encontrar otras mediante inmersiones de campo en 20
destinos, lo que nos permite generar un repertorio sólido de actividades asociadas al uso de recursos
turísticos así como las variables de perfilamiento del turista. Diagrama 3
Con estos casos se logra profundizar, dar mayor detalle y encarnar los patrones, tendencias y actitudes
arquetípicos de los turistas mexicanos.
En una segunda etapa, a partir de los elementos más notorios hallados en la fase cualitativa se aplicarán
encuestas a turistas mexicanos.
Inicio
Análisis, fuentes
secundarias y
casos de éxito
Marco de
referencia
Observación
Etnográfica
Diseño cuantitativo
y Modelo de
Análisis
Diseño muestral
Variables de
caracterización de
turistas
Repertorio de
actividades
Instrumento
cuantitativo
(cuestionarios)
Aplicación en
campo y procesos
de análisis
Reporte de
hallazgos
Análisis de validez
de la herramienta
Fin
Diagrama. 3. Enfoque mixto de investigación
3.-Método de trabajo
5
Ficha técnica
Tipo de análisis
Macro-análisis cualitativo con perspectiva materialista-cognoscitiva,
comparativo, transversal. Estudio descriptivo no experimental guiado
por el marco de referencia de mercados y recursos turísticos
desarrollado por Factor Delta en Noviembre de 2012.
Aproximación
Inmersiones autoetnográficas para la validación de teoría
fundamentada
Técnicas de
recolección
Observación participante.
Entrevistas no estructuradas a turistas y prestadores de servicios
como informantes claves.
Registros fotográficos.
Recopilación documental.
Unidades de análisis
20 observaciones, 52 días campo
Entre el 17 de noviembre 2012 al 16 de febrero 2013
Análisis
Observación de categorías guiado por presencia, identificación de
relaciones, patrones, eventos claves, disonancias y cohesión de
sistemas personales y sociales; posteriormente codificados
axialmente contra el marco de referencia.
Tabla 1. Ficha técnica del análisis cualitativo
En función de la conformación de productos y mercados turísticos derivada del modelo teórico identificamos
los segmentos estudiados en las inmersiones de campo, las unidades de análisis se alinean con los
segmentos en los que actualmente está enfocada la Dirección general de Productos Turísticos de la
Secretaría de Turismo Federal, segmentos que plantea el Presidente Peña Nieto como prioritarios para el
sexenio 2012- 2018. Diagrama 4
6
Recursos atrayentes
Creados por la
naturaleza
Recursos atrayentes
Creados por el
hombre
Afiliación
Logro
Poder
Negocios
Religioso
Médico
Congresos
Expos y
ferias
Rehabilitación
Familiares
Viajes de
incentivos
Étnico
Festivo
Raíces
Estudios
Congresos
Convenciones
Perspectiva
Negocios
individuales
Spa
Reuniones
de
negocios
Viajes de
incentivos
Nostalgia
Revitalizante
Ecologista
Experimentar
el lujo
Intimidad
Exploración
Inmersión
Deportivo
Frontera
Juerga
Placer
Unidad de análisis
Subgrupo identificado
preliminar
Diagrama 4. Modelo teórico de mercados y segmentos turísticos del sexenio
Una vez validadas las unidades de análisis con el área usuaria se procedió a capacitar a los investigadores
para salir a campo, las inmersiones se basaron en observar fenómenos socioculturales de forma sincrónica,
es decir, analizar actividades y conductas de los turistas en un periodo corto determinado.

Cada inmersión reporta una narración contundente que requirió información no esterilizada sobre
cultura y sociedad en acción.

Involucramiento de primera mano con sujetos de investigación e informantes claves.

Agudeza, flexibilidad y energía en campo.

Disciplina al analizar, redactar y documentar.
7
3.1.-Observación sistemática
Todo investigador tiene sus términos y relaciones previas, que generan valor, es clave declararlos
previamente, acordarlos y utilizarlos como punto de partida.
Por eso la observación sistemática es un aspecto crucial de la investigación, pues minimiza el sesgo
personal del investigador.
3.2.-Inmersión empática
Parte cuando los investigadores se sumergen en el entorno social que está siendo estudiado, con la
finalidad de entender las situaciones, el individuo participa poniéndose en los zapatos de las personas,
usando sus ojos, oídos y lenguaje.
3.3.-Rol, análisis e introspección del investigador
Roles auto asumidos: Los observadores pueden tomar diversos roles, desde "no participante" hasta "metido
de lleno“. El rol más habitual es de observación participante.
-
Reflexión colegiada: Los investigadores reflexionan y comparten sus pensamientos con regularidad y
de modo programado. Con el proceso adecuado, las síntesis colegiadas suelen ser más poderosas
que las individuales.
8
3.4.-Diagrama de flujo inmersión de campo cualitativa
Diagrama 5. Flujo de inmersión de campo cualitativa
Los investigadores realizan la inmersión en los destinos asignados, cada uno tiene el libre albedrio de llevar
su viaje de forma personal, es decir, decidir planearlo con mucha anticipación, decidir llegar al punto sin
reservación, entre otros, esto nos dará riqueza a nuestro estudio.
El diagrama nos indica las posibles opciones que tiene el investigador, siempre llevando la secuencia de
recolección de datos, reflexión y análisis, de dirigir su inmersión; encuentra hallazgos y los enriquece,
observa y utiliza técnicas que le permiten reflexionar e intercambiar pensamientos e ideas, conoce el motivo
y propósito de los turistas mediante platicas empáticas.
Se sumerge en el entorno, escucha comentarios y experiencias de otros turistas y realiza notas de las
verbalizaciones, toma evidencia del comportamiento de las personas y de los lugares a los que recurren,
identifica cambios físicos y somáticos en los turistas, registra emociones y formas de convivencia en grupos
familiares.
Después de una intensa reflexión, los registra mediante una narrativa descriptiva de hechos en primera
persona. La narrativa y experiencia de los turistas es documentada para identificar la aparición de nuevos
recursos y emociones que experimenta el turista para su inclusión y/o validación en el modelo teórico. Las
evidencias fotografías y notas sustentan lo redactado en el documento narrativo. Diagrama 5.
El estudio tuvo presencia en 15 estados de la República Mexicana. Bajío, integrado por Guanajuato,
Aguascalientes y Jalisco (Tabla2), se emplearon 728 horas en campo además de las horas de trabajo en
escritorio dedicadas a la descripción de la investigación. De acuerdo a los cinco mercados turísticos
9
definidos, se realizó un plan de campo. Tabla3.
Estados
Cultural
Visita
familiares y
amigos
Negocios
Bajio
1
Chih.
1
Vacacional
Aventura
1
1
2
Chis.
1
DF.
1
1
1
1
Mex.
1
1
Mich.
1
Jal.
2
1
1
2
1
Pue.
1
Qro.
2
1
1
1
Ver.
4
2
1
1
5
3
1
Mor.
Total general
1
1
Oax.
1
1
Gro.
Gto
Total general
3
4
4
Tabla 2. Estados de la Republica estudiados
1
20
Tabla 3. Plan de inmersiones de campo
Los narrativos comprendieron extensiones distintas en función de las experiencias turísticas y del número de
días en campo, los investigadores tomaron evidencias fotográficas para sustentar las inmersiones descritas.
10
Tabla 4
TIPOS DE TURISMO
UNIDADES
Visita fam. y amigos
DE ANÁLISIS
Palabras
Fotos
Acapulco
Vacacional
Palabras
4438
Fotos
Cultural
Palabras
Aventura
Fotos
Palabras
Fotos
3923
3254
8296
Cuernavaca
18
3212
6
3854
87
15
DF
2630
Guanajuato
3733
3302
84
70
Jilotzingo
7256
Michoacán
9954
199
6377
43
5495
81
95
Nautla
5759
Oaxaca
105
Palenque
10418
Puebla
31
Querétaro
Teques
3361
68
Vallarta
4878
53
23824
314
Zapotitlán
Total
2018
58
Chalma
Ixtapan de
la sal
Fotos
5
Cd. Juárez
Celaya
Palabras
86
Bajío
Cd. Juárez
Negocios
10475
133
3350
97
31675
404
21865
323
3559
12
6174
36
Tabla 4. Extensión de documentos narrativos y conteo de evidencias fotográficas
11
4.-Resultados
La teoría fundamentada es una metodología sistemática de las ciencias sociales que implica el
descubrimiento de la teoría a través del análisis de los datos. En vez de comenzar con una hipótesis, el
primer paso es la recogida de datos.
En este caso se utilizó este método a través de inmersiones en campo. A partir de los datos recogidos, se
enumeraron consecutivamente los párrafos de manera continua, codificando cada unidad de análisis y
considerando puntos clave para el reconocimiento de recursos y emociones extraídos a partir del texto.
En primera instancia, los códigos se condensaron en conceptos similares, es decir, en grupos de recursos, a
partir de estos se formaron categorías de recursos atrayentes y habilitadores.
Después de un ordenamiento detallado y de un análisis estadístico profundo se identificó que los recursos
turísticos eran mejor comprendidos si se separaban en atrayentes naturales y atrayentes creados por el
hombre.
La codificación de narrativos se realizó mediante un “open coding”, en donde se identificó el recurso,
motivaciones individuales y sociales, emociones basadas en la observación, registro de eventos y
entrevistas con personas claves o turistas.
4.1.-Análisis de Recursos
Los recursos turísticos son el conjunto de elementos existentes en los espacios turísticos y puestos a
disposición de los viajeros por prestadores de servicios y entes mediadores. Las inmersiones turísticas
contribuyeron a validar la teoría fundamentada e integrar aquellos conceptos no considerados en el modelo.
De acuerdo a la codificación de los documentos narrativos se realizaron análisis para cada inmersión en
campo. Los recursos identificados en cada párrafo fueron extraídos y catalogados en el modelo de análisis
de recursos.
Después de la revisión teórica y documental durante el trabajo de campo, la compilación de las inmersiones
permitió identificar la abundancia de recursos presentes en las diferentes experiencias, así como la nula o
difícilmente verificable presencia de algunas otras familias de recursos. Después de correr rondas de
depuración se alinearon los grupos de categorías asociadas a la división de los mismos.
El análisis de recursos implico la participación de 2 investigadores que destinaron en promedio 5 horas para
catalogar los recursos experimentados en los destinos turísticos, en total un aproximado de 100 horas
trabajo. El análisis permitió validar la presencia de recursos en la realidad turística nacional y tener una
base sólida para el desarrollo de la investigación cuantitativa. Tabla 5
Referencia al anexo 1.
12
Tabla 5. Modelo de análisis de recursos
13
4.2.-Análisis de motivaciones sociales
La OMT identifica las motivaciones del viajero como propósitos de viaje y las clasifica en dos grandes
divisiones: motivos personales y motivos empresariales/profesionales, distinguiendo a los visitantes de entre
otros subconjuntos de viajeros.
Las razones del turista para privilegiar cierto tipo de viaje sobre otro, según el momento de vida en que se
encuentre (Erikson, 1994), constituyen el inicio del modelo conceptual y fundamentan la alineación
afiliación-logro-poder (McClelland, 1995; Chóliz, 2004).
Es importante tener claro los diferentes conceptos que integran la motivación social. Diagrama 6
Diagrama 6. Categorías de motivación turística
Afiliación: Reside en la interacción con otros para efectos de resolver necesidades, reflejarse en la
pertenencia, obtener puntos de referencia o corresponder en la amistad a través de la experiencia
turística.
-
Asistencia Material: interacción con otros para resolver necesidades, accediendo a beneficios y
satisfactores tangibles.
-
Pertenencia: Aproximación a formar parte un conjunto para definir identidad, mejorar reputación o
actuar de conformidad con patrones preestablecidos.
-
Apoyo instrumental: Hacer uso de un tercero como referencia para la toma de decisiones,
14
comparación con otros para ponderar un estado personal de bienestar, disminuir el estrés o reducir
la incertidumbre.
-
Apoyo emocional: Incrementa los procesos de relación interpersonal y afiliativa, afecto personal
positivo, puro y desinteresado, compartido con otras personas, que nace y se fortalece con el trato.
Logro: Alcanzar el éxito en tareas más difíciles es más factible a través del trabajo coordinado y la
retroalimentación positiva entre personas que comparten las mismas convicciones, conocimientos o
intereses alrededor de la experiencia
- Carga emotiva: Nivel de intensidad emocional de atracción o repulsión derivada del interés y empeño
por conseguir un objetivo deseado ante situaciones experimentadas.
- Expectativa: Anticipación cognitiva del resultado de la conducta. Conjunto de condiciones deseadas
que el turista desearía que sucedieran
- Dificultad: Exposición ante factores que disminuyen la probabilidad de éxito de la tarea.
- Cercanía a la meta: Grado en que el avance alcanzado se asemeja al resultado deseado.
- Cumplimiento de meta: Resultado positivo o negativo de haber concluido la tarea.
Poder: Reside en aprovechar la experiencia turística para intercambiar influencia, conducción o impacto con
otros individuos.
- Influencia y acuerdos: Tendencia en donde las opiniones y conductas, afectan en otros. En grado
óptimo, la influencia se materializa en acuerdos.
- Conducción y control: Guiar o dirigir a una colectividad hacia un objetivo o situación. En grado
máximo, la conducción se materializa en control.
- Impacto: Efecto duradero producido en el colectivo por la ocurrencia de un acontecimiento
relevante, provocado por el individuo.
El análisis tomo como referencia la secuencia de párrafos codificada con anterioridad, lo que permite darle
consistencia a la información, identificando y validando su relevancia en el modelo. El uso de recursos es
evidente cuando se describe las actividades y motivaciones del viaje. Tabla 6.
Referencia al anexo 2.
15
Tabla 6. Análisis de motivación social
El estudio arrojó motivaciones deportivas, no religiosas y de contacto con entornos naturales, lo que
contribuyó al enriquecimiento de la clasificación existente.
Asimismo, en relación con los motivos profesionales se identificó motivaciones propias del segmento,
facilitando su entendimiento y conceptualización.
De esta forma se valida la teoría fundamentada en las motivaciones sociales, reconociendo que los motivos
de viaje planteados por la OMT tienen matices de afiliación, logro y poder, lo cual va acorde a cada uno de
los mercado turísticos planteados en el modelo.
4.3.-Análisis de emociones
Las inmersiones en campo consistieron en verificar que las emociones que experimenta el turista en su viaje
fueran variables identificables, dado que las emociones tienen distintos matices y cada individuo las
experimenta de diferente forma e intensidad, como resultado la satisfacción de sus viajes será distinta.
Las inmersiones en este punto permitieron un acercamiento real de lo que vive un turista, la forma de
experimentarlo y la capacidad de externar cierta conmoción somática como interpretación de la misma.
El modelo de emociones contemplo la investigación realizada y documentada por Plutchik (1980) quien
destaca ocho funciones principales de las emociones y aboga por establecer un lenguaje funcional que
identificara cada una de dichas reacciones con la función adaptativa que le corresponde.
Sin embargo, las emociones en el ámbito turístico suelen tener cierto grado de expectativa, lo que
contribuye a que existan diferencias en relación con las emociones que experimentamos a diario.
Para precisar lo anterior, se recurrió al investigador para que éste indagará sobre los acontecimientos
16
ocurridos y la valoración primaria relacionada a las consecuencias agradables o desagradables de los
turistas, identificando cual fue la actividad que desempeño y el entorno en donde se desenvolvió.
Tomando como base el documento narrativo, se extrae el código del párrafo que contiene la emoción
observada o vivida en las inmersiones auto etnográficas. Dichas emociones se agrupan de acuerdo al
diagrama planteado por Plutchik.
El analista identifica la emoción de acuerdo a las experiencias narradas y el contexto descrito, dando como
resultado un esquema visual de la experiencia de viaje. Sin embargo, continuamente aparecieron emociones
denominadas de “diferente forma”, lo cual determina la necesidad de un ajuste de lenguaje y
enriquecimiento de matices emocionales, que no se presentaban en el diagrama original y posterior análisis
conceptual para contemplar los nuevos términos.
El número de eventos que el turista experimenta dicha emoción se encuentran representados con la
codificación de párrafos, en los gráficos, las emociones que no experimenta el turista se encuentran con un
tono gris, de esta manera es más fácil procesar la identificación de emociones y aplicarlo al ámbito
turístico.
Se contempló asimismo en cada gráfico las necesidades y deseos que el turista ansiaba conseguir, con la
finalidad de discernir cuál era su motivo de viaje y si es que fueron acordes a las expectativas planteadas.
Este estudio considera como las emociones impactan en la experiencia turística, siendo un factor de éxito o
fracaso del viaje, cuestión que se validará en la fase cuantitativa. Diagrama 7.
Referencia al anexo 3.
Familiar, Turismo Médico, Cd. Juárez
20 y 21 de enero
Diagrama 7. Emociones turísticas.
17
4.4.-Análisis de satisfacción de la experiencia
El modelo psicosocial del ciclo vital humano explica a través de 8 estados, el momento clave en el desarrollo
de un individuo, la fuerza psicosocial que lo impulsa, asunto clave a resolver y la esfera de relaciones en
que el sujeto se desenvuelve.
Acorde al momento de vida, definido en su ciclo vital, el individuo “solicita” y potencializa cierto tipo de
experiencia turística. La "mejor experiencia turística" responderá adecuadamente al momento de vida
dominante del individuo. Su situación activa la demanda de cierta combinación de necesidades, deseos y
emociones individuales.
La integración del momento de vida del individuo, la satisfacción percibida y el deseo de visitar nuevamente
el espacio turístico o cede, se realiza mediante la interpretación del documento narrativo, el individuo
expresa su nivel de satisfacción combinada con sus deseos y expectativas; el éxito o fracaso, va de la mano
con el objetivo planteado.
La autenticidad de lo vivido, capacidad transformadora y sostenibilidad son identificables y variables
operacionalizables al momento de realizar el análisis.
La autenticidad se da cuando el turista acredita y detalla su experiencia turística, proporcionando datos,
características y circunstancias que vivió.
La transformación tiene elementos donde el individuo cambio de ideas, perspectiva o costumbres como
resultado de su experiencia de viaje. Despeja de su cabeza mitos y creencias, reafirma, repara, modifica o
incorpora relaciones consigo mismo y con los demás.
Resulta sostenible cuando la capacidad de la dinámica turística se mantiene a largo plazo por sí misma sin
ayuda exterior ni merma de los recursos existentes, dando como resultado una experiencia positiva.
Acapulco
Chalma
DF
Ixtapan
Palenque
Querétaro
Tequesquitengo
Oaxaca
Nautla
N Juarez
M Juárez
Celaya
Guanajuato
Michoacán
Puebla
Zapotitlán
Cuernavaca
Bajío
Promedio
Presencia
Satisfacción general
4
3
2
4
3
4
5
4
4
4
2
1
5
4
4
4
5
3
5
5 3.8
20
Autenticidad
Transformación
Sostenibilidad
4
4
5
5
2
2
2
4
2
3
5
4
4
3
2
4
4
2
5
3
5
4
2
2
5
4
4
4
4
4
2
4
4
3
4
4
5
4
5
4
4
5
4
5
2
5
5
5
5
4
2
4
5
2
4
4
4
5 4.1
5 4.0
5 3.5
20
20
20
Variable
M N
Jilotzingo
Vallarta
El análisis de grado de satisfacción se llevó a cabo por un investigador, quien destino en promedio 40 horas
hombre al estudio. Se identificaron disonancias entre calificaciones estimadas, dando lugar a hipótesis de
enriquecimiento del modelo. Tabla 7.
Tabla 7. Análisis de satisfacción de la experiencia.
18
Se procedió al enriquecimiento de criterios de satisfacción incluyendo socialización, cultura turística,
novedad, prestadores de servicios, migración, saturación de espacios turísticos y beneficios de otros turistas
como base para construir un nuevo modelo. Tabla 8
El resultado fue en algunos casos las disposiciones del turista a compartir su experiencia con otras
personas, ya sea en interacción personal o por medios sociales, éste elemento se presentó como dispositivo
del éxito puntual en nueve experiencias.
Percepción de agrupamiento excesivo de gente en el espacio turístico, con la consiguiente incomodidad
asociada a ello, presentada en cinco experiencias.
La cultura turística como un factor derivado de la intelectualidad y bagaje cultural, lo cual minimiza el
asombro e intensifica o disminuye la novedad del destino turístico, cuando no existe una exposición previa
del espacio turístico el tipo de experiencia resulta más satisfactoria.
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
x
Presencia
Promedio
Jilotzingo
x
Bajío
Cuernavaca
x
x
x
x
Zapotitlán
x
x
x
x
x
Puebla
x
Michoacán
x
Guanajuato
x
Celaya
x
M Juárez
x
x
N Juarez
x
Nautla
x
Oaxaca
Querétaro
x
x
Tequesquitengo
Palenque
DF
Ixtapan
Hipótesis de disonancia y enriquecimiento
Socialización
N
x
Cultura turística
N
x
Novedad
N
x
Prestadores de servicios
N
x
Migración
N
Saturación y disrup turistas N
x
Beneficios otros turistas
N
Chalma
M N
Acapulco
Variable
Vallarta
Finalmente, las actitudes del personal prestador de servicios, así como la interacción con otros turistas y
miembros de la comunidad local pueden contribuir a la satisfacción general de la experiencia de viaje. Para
este análisis se utilizaron escalas de Likert como variables operativas.
9
8
7
4
3
5
3
Tabla 8. Enriquecimiento del modelo de satisfacción.
Referencia al anexo 4.
4.5.-Hallazgos adicionales
Durante el proceso de revisión a cargo del área usuaria, el área de investigación de CESTUR y Factor Delta,
se define que el modelo debiera considerar al capital turístico como criterio de éxito en la experiencia
turística; razón por la cual fue incluido en el análisis de satisfacción poniéndolo a consideración como parte
importante en el estudio cuantitativo posterior.
Como hallazgo adicional se hace referencia a la diferenciación entre motivo y propósito de viaje
considerando las siguientes definiciones, resultado de la investigación realizada, brindando mejor
entendimiento conceptual en ámbito turístico.
19

Motivo del viaje: Causa principal por la que el turista realiza el viaje - Intrínseco a la demanda-.

Propósito del viaje: Actividad más importante programada a realizar durante un viaje.
- Vinculado a la interacción entre demanda y oferta-
En el proceso de reconocer propósitos y motivaciones de viaje se consideró importante enriquecer la
clasificación, sin modificar conceptos estipulados a nivel mundial como los que valida la OMT, derivado de la
recomendaciones internacionales para estadísticas de turismo 2008. Tabla 9.
OMT
Clasificación enriquecida
Mot
1.Personal
1.1.Vacaciones, ocio y tiempo
libre
1.2. Visitar a los amigos y
familiares
1.3. Educación y formación
1.4. Salud y atención médica
1.5. Religión / peregrinaciones
1.6. Compras
1.7. Tránsito
1.8. Otro
1. Personal
1.1 Descanso, relajamiento
1.2 Visita a familiares y amigos
1.3 Educación y formación
1.4 Salud y atención médica
1.5 Feria, festival o evento no religioso
1.6 Evento religioso o peregrinación
1.7 Visita a museo o zona arqueológica
1.8 Compras
1.9 Competencia o actividad deportiva
1.10 Campamento o exploración a entorno natural
1.11 Otro
A
A
L-P
A-L
A
L
L
A
L
L
2. Empresarial y profesional
2. Profesionales y laborales
1.2. Reuniones de negocios
1.3. Exposiciones y ferias
1.4. Congresos y convenciones
1.5. Viaje de incentivos
1.6. Otro
P
P-A
P-A
P
Tabla 9. Enriquecimiento de las motivaciones de viaje.
Asimismo se realizó un comparativo con las motivaciones sociales del Consejo de promoción turística
(CPTM) en el documento estudio de la segmentación de la demanda turística con dirección a México. Tabla
10.
Además se integraron las motivaciones individuales y sociales, definiendo variables operativas sugeridas.
Tabla 11.
20
CPTM
Social – Momento de vida
Nostalgia
Afiliación - Integración
Fortalecer relaciones
Afiliación - Intimidad
Desarrollo personal - Enriquecimiento
Afiliación - Identidad, Autonomía
Desarrollo personal - Autonomía/reto
Logro- Autonomía, Laboriosidad
Status
Poder - Identidad
Autocomplacencia
Afiliación - Confianza básica
Aislamiento
Afiliación- Identidad
Tabla 10. Comparativo CPTM vs. motivación social-momento de vida.
Núm.
Variable
Variable operativa sugerida
mv1
Confianza básica
Estar en un espacio libre de preocupaciones, relajarme y desestresarme
mv2
Autonomía
Probar mi independencia y capacidad para valerme por mi mismo
mv3
Iniciativa
Probar cosas nuevas y conocer lugares diferentes
mv4
Laboriosidad
Desarrollar y perfeccionar mis conocimientos o destrezas personales
mv5a
Identidad
Identificar y validar aquellos elementos de mi que me hacen sobresaliente o único
mv5b
Identidad
Conocer el modo de vida de otras personas, comparándolo con el mío
mv6
Intimidad
Pasar tiempo de calidad con seres queridos
mv7a
Generatividad
Realizar con éxito actividades en beneficio de mi familia o la empresa en que trabajo
mv7b
Generatividad
Enseñar a otros conocimientos, habilidades o lugares que me parecen valiosos
mv8
Integración
Reflexionar sobre el balance que he logrado hasta ahora en mi vida
Tabla 11: Motivación social- momento de vida enriquecida, sujeta la validación cuantitativa.
Se propuso desagregar el motivo del viaje en componentes individual y social, lo que permitió identificar las
variaciones significativas en las 24 combinaciones social-personal (3X8) más evidentes. Con ello se dio
mayor riqueza analítica, encontrando variantes que hubieran podido pasar desapercibidas en estudios
21
previos. Esta ausencia de datos pudo haber provocado que ciertos tipos de turismo se explicaran
pobremente. Con este ajuste se conecta al turista con la teoría de la motivación y se abre el vínculo para
desarrollo de proyectos relevantes.
La propuesta faculta la posibilidad de vinculación a la motivación del CPTM.
Es así como llegamos al algoritmo de instrumento maestro de recursos turísticos propuesto para la fase de
investigación cuantitativa. Diagrama 8.
Inicio
Presentación
Filtro toma
de decisión
Satisfacción
general del
viaje
1
Características
y propósito del
viaje
Recurso
atrayente
Uso de
recursos y
gasto
2
Momentos
emocionantes
y agradables
3
Momentos
desagradable
smalas exp.
Perfilamiento
del turista
Características
del viaje
Perfil Geodemográfico
Perfil motivos
y cultura del
turista
2
1,2,3,4,5
Emociones y
recursos
positivos
*
*
Recursos
asociados
Emoción
n=1,2,3,4,5
Evidencias
3
n=1,2,3
1,2,3
Emociones y
recursos
negativos
1
*
*
Recursos
asociados
Emoción
Solución
4
En balance…
Éxito especifico
Éxito general
4
Sostenible
Auténtico
Transformador
5
Re-visitas,
recomendaciones
Socialización,
Saturación,
Novedad
5
Fin
Diagrama 8. Algoritmo de instrumento maestro de recursos turísticos.
22
Siendo la estrategia de análisis y optimización la siguiente.
Atención
prioritaria,
Demanda del
fondo
Aplicación de
instrumento
maestro
Análisis de
segmentación
de turistas
Análisis de
usos de
recursos
Dimensionamiento de
Mercados
Turísticos Nal
Análisis de
contribución
de variables
Complementos
y aportaciones
Análisis de
emoción y
éxito
Perfilamiento
emocional de
mercados
turísticos
Modelo de
Mercados
Turísticos 2013
Optimización
baterías de
reactivos
Instrumento
simplificado de
uso general
Elem. de diseño
emocional para
mercados y rec.
turísticos
Perfilamiento
de éxito
asociado al
uso de
recursos
Diagrama 9. Estrategia de análisis y optimización.
4.6.-Conclusión
Después de una amplia indagación y validación en este estudio se muestra, que los componentes axiales si
se presentan en la teoría fundamentada, lo cual da sustento a la investigación cualitativa.
5.-Bibliografía
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25
Anexo 1
Narrativos de inmersiones en campo
26
Visita a familiares y amigos
20 al 24 de enero 2013
Ricardo Medina Covarrubias
Cd Juárez, Chihuahua, Turismo médico
11 informantes clave Médico
7 informantes clave Negocios
1. 2012: preparativos
2. Inmigrar y trabajar en Estados Unidos con todas las de la ley es mucho más lento -y tal vez más
caro- que hacerlo por la mala. Como sea, no tengo intención de que un acto de prosperidad me
convierta en un forajido, así que a cumplir con las reglas y regularizar mi estatus migratorio para
poder trabajar legalmente en el país.
3. Esta odisea de conseguir una visa de inmigrante comenzó porque como parte del plan de expansión
del negocio decidimos abrir una oficina en Houston. Poner el negocio tomó un solo día, tres horas
conseguir la oficina y un par de semanas encontrar gente profesional, capaz y dispuesta a trabajar.
Verifiqué en el campo que la propuesta de valor de la firma es muy útil desde pequeños
emprendedores hasta empresas grandes y trasnacionales, así que todo se ve muy bien. Casi todo.
En uno de mis viajes, el oficial fronterizo me comentó que mi patrón de viaje apunta a inmigración y
mi visa es de turista, que el perfil es claro y podría eventualmente provocar que me deportaran. Así
que me sugirió amable y firmemente que enderezada las cosas.
4. Para no hacer el cuento largo, llevo un año y medio estudiando, llenando formularios en papel y por
internet, sometiendo papeles al National Visa Center, esperando la respuesta, hablando con amigos
y conocidos para encontrar la mejor forma de inmigrar, pues además de todo, es una especialidad
jurídica.
5. Los abogados que contraté en enero para asesorarme no tienen mucha experiencia en el tema ni
oficio en atención a sus clientes. Dan recomendaciones sin saber, no tienen ningún sentido de
urgencia, se equivocan, retrasan las cosas y se molestan si uno toma la iniciativa. Así que estos
inútiles estorban más de lo que ayudan, por lo que desde junio en adelante están fuera de la
jugada, eso sí cobraron bien caro y por adelantado. Ya lo decía mi abuela… “entre abogados te
veas”.
6. A fines de diciembre recibo un papel de la autoridad migratoria diciendo que tengo una cita de
obtención de visa en el Consulado General de Ciudad Juárez. Estoy feliz de llegar al trámite final y
también sorprendido de tenerla allá. ¿Por qué hasta allá? También hay un consulado en la Ciudad de
México, donde vivo. Pero si se tardaron año y medio en darme una cita y finalmente van a quedar
las cosas resueltas, voy a donde me digan. Va a salir caro, pero ni hablar.
7. Anexo a la cita, viene una lista de 7 u 8 documentos a llevar, incluyendo la carátula de un formulario
anterior, actas de nacimiento, datos financieros y exámenes médicos. Indican dos laboratorios
certificados para realizar los análisis. Verifico, comparo con todos los papeles y llamo a uno de los
27
laboratorios. Contesta una grabadora, cuelgo. Llamo al segundo, contesta una operadora y pido
agendar una cita.
8. “Nomás preséntese entre 6 y 11 AM con su cita para la visa y le realizamos el análisis”. –Me indica
una señorita apresurada.
a. Le entregamos los resultados el mismo día, pero si su cita en el consulado es temprano le
sugiero que venga un día antes.
9. Gracias
10. Es curioso. Me piden un día más y estoy contento. Quizás es porque es la primera vez en año y
medio que efectivamente puedo hablar con un humano del otro lado del proceso. Con este
antecedente, voy a planear darle tiempo al viaje y darme espacio para maniobrar frente a
imprevistos. La cita consular es el 23, así que programo los análisis médicos para el lunes 21.
Tendré que volar el domingo 20 por la noche.
11. La reservación en línea funciona sin problemas. Los boletos de Interjet están cada vez más caros,
pero mi búsqueda “hoteles en Juárez” arroja buenos resultados. El Quality Inn es un hotel express
modesto pero digno, está caminando al nuevo Consulado de Ciudad Juárez y la tarifa es adecuada.
12. Domingo 20: llegada a Juárez
13. La unidad de Taximex llega exactamente a la hora acordada. Estas gentes realmente prestan un
gran servicio, son puntuales, educados, limpios, siempre hay unidades y la tarifa es razonable. El
único problema es que no dan comprobantes fiscales, así que no voy a poder comprobar el gasto.
14. Llego al aeropuerto y la sala de registro de Interjet está como siempre a reventar. Piden que uno
llegue dos horas antes para solapar su ineficiencia. Traigo una maleta pequeña que puedo llevar
conmigo y ponerla “en el compartimiento sobre usted” así que no registro equipaje.
15. Los polis de seguridad hoy están nuevamente de ocurrentes y me confiscan una botellita de
desodorante 12 cms. de alto y 3.5 oz que había pasado fácilmente 20 veces filtros de seguridad en
diversos aeropuertos. Cuando le comento eso al poli, sonríe con satisfacción y me dice
16. “Son más de 100 ml. Qué lástima”.
–
Infelices. Tienen las prioridades al revés.
17. Tras un vuelo tranquilo que aprovecho para leer, llego a Juárez sin novedad. El taxista me hace
plática y me comenta que llevan más de un año sin problemas y que la ciudad se está recuperando.
Me explica las grandes coordenadas de la ciudad, me indica dónde no meterme y donde sí. Noto su
espíritu de trabajo, amabilidad, vocería por su ciudad y me cae muy bien. Ojalá todos fueran así.
18. La gente de recepción del Quality Inn también es muy amable. El gerente me explica la dinámica del
desayuno y pregunta si vengo al consulado. A mi respuesta afirmativa, me orienta un poco más.
28
19. “Está muy cerca, se va por el boulevard y en la placita está en centro de asesoría para que le
saquen las huellas. También más adelante están los laboratorios clínicos”.
20. -¿ Cuáles huellas?
21. -¿No tiene cita para sacarse huellas?
22. –No vi nada en mis papeles
23. –Le sugiero que pregunte en el Consulado. Casi todos le piden huellas
24. – Ok, gracias. En ningún lado me han pedido huellas y eso sí las toman cada vez que cruzó la
frontera. Le voy a hacer caso, no vaya siendo
25. Mi habitación está en el sexto piso, puedo ver el consulado desde la ventana, como a 500 metros. La
habitación está alfombrada, bien iluminada y bien cuidada. Tiene una buena pantalla plana, un
escritorio para trabajar y un silloncito.
26. Ya oscureció, así que no pienso salir a cenar. El ceviche y la ensalada que pido al room service están
bastante malos, así que no me los termino. Programo el despertador a las 6:30 AM, le doy una
vuelta a los canales de la tele, con más curiosidad que interés y me voy a dormir.
27. Lunes 21: En las narices de la autoridad
28. Amanecemos con clima frío. Estamos a cero grados centígrados. El gerente de la noche no ha
cambiado y me saluda amablemente.
29. - ¿Va a sus exámenes?
30. – Así es
31. - Que le vaya bien. Ah, una cosa más. No les hagas caso a las gentes con gafete que lo abordan en
la calle. Solo vaya directo a la clínica y le irá bien.
32. –Gracias.
29
33. ¿Señores con gafete? Más bien coyotes. Entre el hotel y el consulado hay pequeños grupos de
individuos con gorras, sudaderas y jeans que salen tempranito a aprovecharse de los demás. Están
parados a lo largo del camino o recargados en la pared con un pie apoyado en ella. Conversan entre
sí, fuman y observan a todos los que pasamos por la acera. Esta sensación de ser observado y
evaluado como potencial víctima de agandalle es bastante incómoda. Literalmente vamos desfilando
ineludiblemente como venados a un abrevadero mientras los coyotitos observan a distancia y
evalúan a quién atacar.
34. Avanzo a paso firme, sin mirarlos y al llegar a la clínica la oficial de la entrada me impide el paso.
35. No puede pasar con la mochila.
36. -¿Por qué no?
37. – Porque son las reglas
38. –Vengo a preguntar
39. No puede pasar con la mochila
40. ¿Tiene lugar donde la puedo dejar?
41. –No la plaza hay lockers. No puede pasar con la mochila. Siguiente.
42. Esta está peor que los polis del aeropuerto. Así que voy de regreso al hotel a dejar el backpack y
regreso con los papeles para el examen médico en la mano. No traigo guantes, así que el viento a 0
grados quema la piel. Esta ida y vuelta implica pasar dos veces más por los coyotes.
43. El interior de la Clínica Internacional de Servicios Médicos se parece más a un banco que a un lugar
de salud. Hay una sala en el centro, un pequeño módulo de informes y al fondo un grupo de
ventanillas con vidrios blindados y exclusas por donde señoritas nos atienden usando un micrófono y
una bocina.
44. En la pared leo una declaratoria narrada en primera persona que señala que renuncio al derecho de
conocer los resultados de mis exámenes médicos. ¿Leí bien? ¡Esto no puede ser correcto!
Efectivamente es correcto: me piden pagar por un examen médico sobre el cual no tendré
información, vinculado al derecho a trabajar legalmente en un país extranjero, me piden que firme
que estoy de acuerdo a que me despojen de esto y además lo exhiben. Cuando objeto eso me
contesta el oficial.
30
45. – Así son las reglas. ¿Quiere papeles, que no?
46. Para registrarme a los exámenes médicos me formo en una unifila y veinte minutos más toca mi
turno. En la pared hay una tabla de tarifas en dólares y en pesos. Se supone que el examen me va a
costar como 200 dólares, así que mientras la señorita revisa mis papeles me preparo a pagar. Mis
documentos están en orden así que sí me puedo hacer el examen, pero se paga al final. Esto está
raro. Me toman una foto y me piden firmar en una pantalla digital mi renuncia expresa al derecho a
información de mi salud. Cuando lo hago, la señorita se da cuenta que hay un falso contacto y que
su sistema no está registrando la firma así que, sin educación alguna ni comentario, se pone a
rayonear sobre mi firma hasta que el dispositivo funciona nuevamente.
47. – Firme otra vez.
48. Una vez que la firmo, me colocan una pulsera azul en la muñeca izquierda y me entregan una hoja
blanca que indica la secuencia de prueba a realizar, supongo que eso me convierte oficialmente en
sujeto de análisis. Qué divertido.
49. Paso a una gran sala donde hay cerca de doscientas gentes sentadas en el centro de un patio con
diversos consultorios en el perímetro. Esperamos y vamos siendo atendidos por turnos. Las sillas son
de colores, dependiendo del tipo de análisis a realizarse y me formo en una de las filas para que me
tomen una muestra de sangre.
50. La enfermera toma muestras con eficiencia sorprendente: en proceder casi de autómata escanea los
datos de la hojita, imprime una etiqueta, da un frasco para muestras a cada persona, toma una
aguja, saca la muestra de sangre, la forma en una charola de unicel y tira la aguja en un bote de
basura rojo. Junto a mí está un fornido chavo como de 25 años que sin duda se dedica a algún
oficio con fuerte demanda física. El nerviosismo se le escapa tamborileando los dedos de sus manos
callosas y mordiéndose las uñas. Me confiesa que le tiene miedo a las agujas.
51. Cuando es mi turno, le hago un poco de conversación a la enfermera mientras extiendo el brazo
para que coloque la aguja. Ella se sorprende un instante y con gusto responde a mi plática, me dice
que está un poco frustrada porque su colega no se pone las pilas, así que ella necesita meterle ritmo
para acabar. Son las 8:30 de la mañana y ya lleva cerca de 100 muestras. Estima que hoy realizará
como 250 en total. Acabada la toma pone un algodón con alcohol en la herida y me indique que
mantenga el brazo flexionado por 15 minutos. Le tomó menos de un minuto atenderme.
52. De regreso en la sala general hay letreros donde se prohíbe hablar en voz alta, deambular, tomar
fotografías y por supuesto usar el celular. No hay modo alguno de aprovechar el tiempo
productivamente, ni tampoco material alguno para entretenerse. Nos separan en hombres y mujeres
para exámenes de la vista y también para inspección física. Vamos haciendo fila y recorriéndonos en
las sillas para un examen de agudeza visual.
31
53. Calculo que son cerca de las 10 cuando finalmente me toca el turno del examen de la vista. Otra
señorita con bata blanca extiende la mano para que le de la hoja y me pregunta si alcanzo a leer
ciertas letras hasta que son tan pequeñas que se vuelven ilegibles. El proceso total dura cerca de
tres minutos, tras el cual hace un par de anotaciones en mi hojita y sin decirme nada me la regresa.
Regreso a formarme-sentarme en la sala de espera general, con certeza de haber sido degradado de
venado silvestre a ganado bovino, ahora en el mercado de pruebitas médicas que no valen dos
pesos.
54. En nuestro lento a desfilar hacia el examen físico separados por grupos de hombres y mujeres varias
veces aparecen gentes con uniformes médicos que hacen que nos sentemos, dan repetidamente
instrucciones y nos piden que nos recorramos. Claro, como si quisiéramos estar allí todo el día. A un
chavo que está sentado junto a mí lo regañan de mala manera por haber doblado su hojita y formar
un cucurucho con ella.
55. Los exámenes son propiedad del consulado. Esta hoja es de nosotros. Cuídenla.
– Dice mientras la extiende y la plancha con la mano haciendo aspavientos antes de
regresársela a su dueño, quien la toma avergonzadamente.
56. Hijo de su fregada madre. El abuso ante los indefensos hace que me hierva la sangre y me tengo
que contener, otra vez, para no ponerlo en su lugar. ¿En qué momento se le olvidó a este animal
que somos sus clientes y que estamos pagando por el servicio? Creo que he leído demasiados libros
sobre el holocausto y estoy psicotizado, pero esta dinámica de despojo gradual y sistemático de
derechos, separación de individuos, despersonalización y maltrato son algunas de las condiciones
que permitieron la aniquilación de millones de gentes. Que pase esto en las narices de los gobiernos
de dos países democráticos a que quiero mucho me resulta atroz. Más grave aún que parece que el
único inconforme con esto soy yo. Me tengo que calmar o me va saltar un fusible, le voy a dar un
zape a este imbécil, echando este año y medio de trámites a perder. Así que me pongo a meditar.
57. Retomo respiración lenta y poco a poco voy llevando la mente a casa. Me desapego del espacio y del
momento, dejándolo fluir. De tanto en tanto salgo brevemente de la meditación para recorrerme en
las sillas conforme avanzamos. Una vez sale el operador del equipo de rayos equis para darnos
instrucciones sobre cómo tomarnos una placa de tórax. Con tono de maestro de primaria nos indica
que hay que quitarse cadenas, escapularios y piercings. Ommm.
58. Cuando está a punto de tocarme a mí salgo de meditar y converso brevemente con el joven del
cucurucho. Es de Tamaulipas, tiene cerca de 30 años y ha cruzado varias veces. Me comenta que
lleva también como año y medio de trámites, que su esposa que ya tiene residencia lo pidió y que
espera que todo acabe pronto. Noto la esperanza en su charla y empatizó con él. Antes de que
entremos se quita un escapulario de tela con la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, lo dobla
con devoción y lo besa antes de guardarlo en una de las bolsas de su chamarra. Después de
guardarlo, coloca suavemente la mano donde está guardado su escapulario, para después retirarla
lentamente. Nos miramos y sonreímos por un instante.
59. – Ustedes ocho, pasen.
32
60. Así que nos movemos a una zona fuera de la sala de espera. La señora que atiende nos forma como
escolta, cuatro de frente y dos de fondo, explica de nuevo que los análisis son propiedad del
consulado, que nos darán un sobre negro y sellado con los resultados y que no lo podemos abrir. Va
diciendo nuestros nombres y reprende a uno de los que estamos porque ellos capturaron mal su
nombre en el registro y él no se fijó. Por un instante, aprieto los puños con rabia. Ommm.
61. El cubículo de examen físico mide dos por tres metros, hay una pequeña cama de examinación y
una silla. Paso un momento con la señora esta y me indica.
62. Quédense en calzoncillos. Ahora vuelvo.
– Me dice mientras sale, dejando la puerta abierta.
63. Así que cierro la puerta y me desvisto para esperar el examen. Cuando ella regresa me ve por un
momento con intención de reprenderme por cerrar la puerta, pero al mirar mi actitud no se atreve a
hacerlo. Saben con quien se meten, infelices. Me hace preguntas genéricas sobre mi historia de
salud mientras revisa con un estetoscopio cómo funcionan mi corazón y pulmones. Tengo un
flashback como de un mercado de esclavos, en Cartago hace dos mil años. La inspección física duró
cerca de cinco minutos.
64. El joven de los rayos equis es extrovertido y dinámico. Me indica dónde colocarme, saca la placa y se
despide rápidamente. Otros tres minutos. Ya casi acabo, solo faltan las vacunas.
65. La señorita de las vacunas dice que me hacen falta dosis de refuerzo de varias cosas y además no
reconoce una de las vacunas que me aplicaron el año pasado. Reclamo pero no hace caso.
66. ¿Quiere papeles, verdad? El argumento imbatible del sometimiento, pienso para mí.
67. Así que me aplican cuatro vacunas, dos en cada brazo. Rechazo la paletita que me ofrecen al final,
como consuelo después de tanto maltrato. Me parece un insulto más.
68. Ahora sí, a pagar. Son cerca de 460 dólares y ni siquiera para eso son eficientes. Hay que hacer cola
para las cajas, que también están en una habitación por separado. En la fila converso con una mujer
de cerca de 60 años que lleva 20 años viviendo en EU, pero de cualquier modo quiere arreglar su
situación. Me comenta que ya está grande, que todos sus hijos viven del otro lado y que no quiere
arriesgarse a pasar sus últimos días sola en México, si tiene la mala suerte que la migra la deporte.
69. Esta motivación para mantener unión familiar es común en los que aguantamos este miserable
procesito, aunque tristemente también ha sido una táctica de sometimiento y exterminio en el
pasado. No dudo que alguien critique mi psicosis diciendo que el fin es muy distinto, pero en mi
opinión el proceder es igual. Y sigue siendo gravísimo acostumbrarnos a que este modo de actuar es
natural.
70. Son cerca de las dos de la tarde cuando salgo de la clínica. Caminando de regreso al hotel reflexiono
en que le dediqué siete horas y seis mil pesos a cambio de un servicio médico de 20 minutos de
33
atención ruda y despersonalizada. Me pusieron vacunas que no necesitaba y requirieron mi
consentimiento escrito para renunciar a algo irrenunciable. No tienen madre.
71. No he desayunado ni he comido, así que tengo hambre. Pero también necesito verificar lo de las
huellas. El botones del hotel me orienta sobre donde se toman así que voy al punto de servicio del
Consulado. El lugar tiene de nuevo forma de una gran sala de espera con sillas en el centro y una
fila de ventanillas con vidrios blindados desde donde se atiende. Está vacío. A la entrada hay un
guardia que me impide el acceso y me pregunta a qué vengo.
72. -¿ Tiene cita para las huellas?
73. –No
74. -Se atiende sólo con cita
75. -Pero el lugar está vacío
76. –Son las reglas, solo con cita
77. – Y además no sé si necesito cita para huellas
78. -Permítame
79. El oficial se va y regresa con una señorita de atención. Ella me explica que sí necesito hacer cita
para las huellas y me entrega una hoja con información para realizarla. Hay una indicación genérica
para entrar al sitio del Centro Nacional de Visas y un número de servicio. Conozco el sitio y me
preocupa, es un portal con múltiples opciones de navegación, poco intuitivo, plagado de requisitos,
acotaciones, términos técnicos y candados. Estoy acostumbrado a operar en internet y aun así me
es fácil perderme, ya me imagino la gente que no lo está.
80. Así que voy a probar el teléfono. Afortunadamente el hotel tiene un servicio de llamadas locales sin
costo. Espero que no sea un menú automatizado de esos que hay que esperar horas para hablar con
un humano. Mis temores se confirman cuando al segundo timbrazo contesta una operadora
automática. Mientras navego con el teclado del teléfono, voy preparando los papeles que van
requiriendo. Finalmente Eureka! Un humano del otro lado de la línea.
81. – ¿En qué puedo servirle?
34
82. -Muchas gracias. Deseo agendar una cita para huellas digitales.
83. ¿Me da su número de caso por favor?
–
Esta operadora es la primera persona amable del otro lado del proceso con quien
interactúo en año y medio. Ella no lo sabe, pero estoy muy-muy agradecido por su
cortesía. Le doy la información que solicita, explico mi requerimiento y me ayuda a
agendar la cita.
84. Listo su cita está confirmada para mañana a las 11 AM.
–
Uff, pienso para mí con alivio. Qué bueno que programé ese día de colchón. Sin huellas
me hubieran bateado.
85. Son casi las cuatro cuando paso a recoger mis análisis. El modo de entrega es como de mesita de
bingo, nos sentamos-de nuevo en la sala de espera y a manera de pregonero dicen tu nombre en
voz alta para que recojas los estudios. Tanta tecnología de códigos de barra al inicio para que
acaben gritando tu nombre para entregarte tus cosas. Después de 15 minutos mencionan mi
nombre, me dan mis resultados en una bolsa sellada de plástico negro y un recibo. A cuenta gotas,
vamos saliendo poco a poco, muy contentos con nuestras bolsitas negras.
86. Tardan cerca de media hora en entregarme la factura, así que son más de las cinco cuando, con un
hambre atroz, tengo tiempo para comer. El sándwich de pavo del Denny´s me sabe a gloria, no lo
escogí por casualidad, pues sé por otros viajes que las porciones son abundantes. El restaurante
comparte espacio en una pequeña plaza con un hotel, que también se usa para efectos consulares,
un Wendy´s y un edificio de oficinas. En él hay un pequeño buffete de abogados migratorios con un
gran letrero que ofrece resolver trámites y además dice en su leyenda “no se arriesgue fuera de la
plaza”.
87. Barriga llena corazón contento. Regreso a la habitación del hotel y paso el resto de la tarde
trabajando. Con el celular apagado todo el día tengo 12 llamadas perdidas. Me pongo al corriente y
whatsappeo a integrantes de mi equipo los temas urgentes. Desde mi laptop contesto correos y
también bajo al centro de negocios a imprimir unas cuantas hojas. Juego un poco en el ipad y me
voy a dormir.
35
Cd Juárez, Chihuahua, Turismo de reunión (negocios)
88. Martes 22: Una fuente de riesgo a la Seguridad Nacional
89. Me despierto cerca de las 7:30 y tras bañarme bajo a desayunar. En el lobby del hotel hay varios
ejemplares con el Diario de Juárez. La primera plana declara que “Aboga Obama por los derechos de
los migrantes”. Ahá. La ironía, como mandada a hacer, me saca una carcajada. En el periódico noto
que el dólar bajó a 12.94 y también un collage de noticas que versan entre el optimismo, el combate
a la ilegalidad de los autos chuecos y la violencia en las calles. Este periodiquito lo voy a guardar, va
llegar el día en que me ría mucho de este momento.
90. El comedor está lleno. Aprovechando un buffet sencillo de frutas, pan y café incluido en la tarifa del
hotel, familias y pequeños grupos de amigos conversan sobre sus citas en el consulado y los eventos
de la ciudad. Una mujer comenta que la financiera que arregla autos chuecos está amafiada con el
banco que otorga los créditos. Otra de ellas trata de entretener a un bólido de tres añitos que quiere
bajarse a jugar. Alguien más revisa por enésima vez sus papeles para la cita consular.
91. Subo a la habitación y paso la siguiente hora y media trabajando. Son cerca de las diez treinta
cuando salgo del hotel y noto que el clima está mucho mejor. No hace falta la sudadera y solo traigo
mi identificación y cita consular.
92. ¿Tiene cita para las huellas?
93. Sí, a las 11.- Le digo al guardia y me deja pasar.
94. Después de pasar al guardia de la entrada hay un punto de seguridad como de aeropuerto, con
guardias ocurrentes y todo.
95. Ponga en la bandeja pluma, cinturón, llaves, cartera e identificación. Quítele la pila al celular.
-Otra rutinita de despojo, pienso.
96. Hay que someterse alegremente a quedarse incomunicado, sin identidad que lo avale a uno en una
ciudad extraña, sin dinero y confiar que estos gorilas se van a portar bien. Ahá. La cubierta de mi
celular está trabada así que no le puedo quitar la pila. Y por supuesto que no le voy a dejar mi
cartera ni mi pasaporte a estos amiguitos. Como si mis documentos fueran objetos peligrosos. Así
que solo me quito el cinturón, pongo el celular en la bandeja y pongo mi pluma en la bandeja. El
guardia observa mi pluma con curiosidad.
97. Esto es un objeto punzo cortante.
-Dice mientras la destapa y observa que es una pluma fuente. Yo hago un esfuerzo importante
por no carcajearme en su cara. Esa ocurrencia sí que es nueva.
98. – ¿Cómo cree oficial? Todas las plumas tienen punta.
99. Sí pero esta es distinta. No la puede pasar.
36
-Me dice y sonríe maliciosamente. Hasta cree este güey que le voy a regalar mi pluma fuente.
100.
No estoy de acuerdo. Una pluma es una pluma. Háblele a su jefe.
-El me mira sorprendido. No está acostumbrado a que la gente se le ponga al brinco.
-Háblele a su jefe. Insisto.
101.
Llega el jefe y examina mi pluma fuente como si se tratara de un dispositivo alienígena,
evaluando si representa un doble riesgo para la seguridad nacional mexicana y norteamericana.
Ambos se dan cuenta que, aunque me comporto educadamente, no me inspiran el más mínimo
respeto y están tratando de salir airosamente del predicamento. Después de un minuto el jefe le
dice a su compañero que me la regrese. En eso estamos cuando para mi mala suerte comienza a
vibrar mi celular. Chin. Su ocasión para desquitarse y la van aprovechar.
102.
Le dije que le quitara la pila. Ya que no hizo caso va a tener que dejarlo en otro lado, ya no
lo puede meter. Son las reglas.
-Me dice triunfante el guardia.
103.
¿Y mi cita?
104.
–No se pierde. Regrese sin celular.
105.
Infeliz. Voy rabiando de regreso al hotel, a dejar abandonado el celular otra vez. Lo dejo
rápidamente, junto con mi pluma, con la señorita de la recepción y regreso al centro de servicio. Al
pasar de nuevo por el punto de seguridad el pequeño gorilita que me regresó, me saca de la fila y
me examina varias veces con el detector de metales. Piernas y brazos separados. Si hubiera podido,
me pide que apoyarme en la pared y sacarme una foto con una cinta métrica al fondo. Su actitud
prepotente me indigna y también, en el fondo, me da un poco de lástima.
106.
La señorita de las huellas hace su trabajo amable y eficientemente. En cinco minutos tienen
mis diez huellas y una foto sonriente. Revisa mi cita una vez más y me sugiere estar media hora
antes.
107.
Mientras almuerzo en el Subway de la esquina del hotel reflexiono que para efectos prácticos
invertí un día entero de viaje en un trámite que tomó 5 minutos de tiempo efectivo. Pero ya está
todo listo para la cita de mañana, el día esperado.
108.
Antes de regresar al hotel paso a un Oxxo y compro leche y comida chatarra para cenar. Me
siento débil, tengo fiebre y no pienso salir más del hotel. Espero que sea solo la reacción a de una
de las vacunas y no me vaya a dar influenza. También compro Tempra para el malestar.
109.
Paso resto del día trabajando con mi compu en la habitación.
110.
Miércoles 23: El día D. Un resultado incierto.
111.
Mi cita es a las 8:15, así que me levanto a las 6:30 y a las siete estoy desayunando en el
comedor del hotel. De nuevo está lleno y todos estamos preparándonos para ir al consulado. Hace
37
frío de nuevo, estamos a 2 grados.
112.
A las 7:45 estoy en la sala de espera del consulado, pensada para que los familiares y
acompañantes se queden fuera, sin quedarse en la calle. Paso un nuevo punto de seguridad, ahora
sin ocurrencias de los guardias. Las señoritas de los mostradores verifican la carátula del formato
DS260, mi pasaporte y mi cita, así como que ya hayan tomado mis huellas. Tras ponerle una
etiqueta a uno de los formatos me indican.
113.
Listo, ahora sí váyase al consulado.
114.
Afuera del consulado hay un laberinto de barandales de acero para hacer fila. Cuando llego
hay una fila como de 80 personas que lo llena como al 40 por ciento. Hay familias con bebés,
personas solas y parejas. Las mamás tapan bien a sus hijos y todos instintivamente nos guarecemos
del viento helado apretujándonos unos con otros. La cola avanza a paso razonable, así que como a
las 8:05 entramos a un área cerrada, con calefacción y un nuevo punto de seguridad con tres arcos,
de los cuales solo uno está funcionando.
115.
Deje el cinto, la cartera, monedas, zapatos y llaves en la bandeja. – Dice el guardia.
116.
Yo dejo solo mi cinto, zapatos y las monedas que llevo, mientras pienso que no puedo
acostumbrarme a que esto sea normal. El piso de cemento está helado. Saliendo el guardia me dice:
117.
Cuélguese el cinto del cuello.
118.
¿Y eso?
119.
Para que avance rápido. – Dice el guardia mientras me da un turno de entrada con cuatro
números que dice 8:16.
120.
Vaya. Nueva ocurrencia, ahora hay que desarrollar destrezas para vestirse mientras uno
avanza. De veras que tienen capacidad para estimular a la musa del sarcasmo. Supongo que en seis
meses nos pedirán que avancemos de cojito mientras nos vamos poniendo los zapatos.
121.
El Consulado General de Ciudad Juárez es un conjunto de edificaciones de tres pisos que
recuerdan más a un búnker que a un edificio diplomático. Las naves están rodeadas por una barda
sólida casi tres metros de alto, con cámaras de seguridad espaciadas de tanto en tanto. Vidriosespejo impiden ver hacia el interior de los edificios, que está separados varios metros de su pequeña
muralla perimetral. La vegetación es mínima e impide cualquier obstáculo a la visibilidad. Aunque
supongo que después del 9-11 tienen sobradas razones para construir así, el mensaje que recibo a
la entrada no me gusta nada. Cruzando el punto de seguridad, salgo a un patio a la intemperie
donde voy siguiendo a la gente que va delante de mí. Dos guardias con boinas negras, armados y
con toletes nos indican hacia dónde dirigirnos.
122.
Llegamos a una sala de espera exterior. Tiene piso de cemento, techo de lámina y de nuevo
sillitas de plástico para sentarnos. Colgados del techo hay unos radiadores gigantes que operan con
gas intercalados con ventiladores de aspas de 4 metros de largo. Los ventiladores están detenidos,
38
pero los radiadores funcionan, generando calorcito debajo del cual alegremente nos colocamos. La
estructura del radiador y el siseo del gas fluyendo por la tubería me evocan un nuevo flashback de
holocausto. Pero decididamente no me voy a embarcar ahora en este tren de pensamiento y me
pongo de nuevo a meditar.
123.
Mientras esperamos, un joven de la cafetería para empleados del consulado vende refrigerios
y café que trae en un carrito. Las pantallas planas de estos gallineros gigantes van cambiando
lentamente los turnos, conforme avanzamos. Sin explicar nada, dos guardias pasan seleccionando
mujeres e indicándoles que los sigan, a lo que ellas obedecen sin chistar, una de ellas se adelanta,
esperando que se apiaden de ella también, aunque no sabe a lo que va. Después habré de
comprobar que efectivamente fue un gesto de caballerosidad, pues las llevan al interior del edificio
donde sí hay calefacción.
124.
Alrededor de las 10:30 aparece mi turno en la pantalla, me levanto como resorte y entro al
primer mundo de las estaciones de atención consular. Me dirijo a la ventanilla que mi turno indica.
Detrás de un vidrio blindado con exclusa de acero por debajo, me atiende una mujer que está en la
penumbra, así que no puedo ver claramente su rostro. Tampoco lleva identificación. Me pide mis
documentos, los revisa y comenta que me sobran algunos. Amablemente me los regresa y solicita
que vuelva a esperar, indicándome que me llamarán de nuevo.
125.
Me siento a esperar dentro del edificio, que está calientito. Durante hora y media veo salir
gente muy feliz, pues ya tiene su visa. También observo pesar y enojo, pues les ha sido negada. Un
joven que está al lado mío, cercano a los 30, inicia la conversación.
126.
Soy de Tijuana ¿y usted?
127.
De la Ciudad de México.
128.
¿Y por qué le pidieron que viniera hasta acá? ¿Qué no hay consulado en la Ciudad de
México?
129.
Ya ves.
130.
Conversamos sobre el tiempo que llevamos en el trámite, sobre que él ya había cruzado y
que se regresó para arreglar las cosas, que su mujer vive en Los Ángeles y ha tenido que emplearse
en un puesto técnico en una maquiladora la frontera mientras termina su trámite. Me da tips sobre
un blog en internet poblado de historias de migrantes y visas.
131.
Sé que me van a castigar por haberme cruzado de ilegal. No me van a dar la visa y voy a
tener que solicitar el perdón. Pero vengo preparado, voy a seguir hasta que lo consiga. Soy gente de
trabajo y lo van a notar. – Me comenta con serenidad.
132.
Su aplomo y persistencia ganan mi admiración y respeto. Si viviera en México, lo contrataba
inmediatamente en mi empresa. Cuando llega nuevamente su turno, se para rápidamente, me desea
suerte y se va a su ventanilla. No lo volveré a ver.
39
133.
Una mujer aconseja a un hombre de tercera edad al que los coyotes le sacaron trescientos
dólares por realizar un trámite que el señor no necesitaba.
134.
“Écheles a la policía y le regresan su dinero”. – Comenta indignada.
135.
Pero es que firmé un papel donde decía que estaba de acuerdo en pagar.
136.
“No importa, hágalo; verá que sí le regresan su dinero”.
137.
Cerca de medio día me pongo de pie. Llevo hora y media esperando y el segundo turno no
llega. Paseo un poco por la sala de espera hasta que llega un guardia y me indica que si quiero estar
de pie es mejor que salga, porque en la sala hay que estar sentado. Me volverán a llamar por las
pantallas, así que no hay nada de qué preocuparme.
138.
Salgo y deambulo por media hora frente a los gallineros gigantes, ahora vacíos.
Eventualmente un oficial de seguridad se aproxima y me hace conversación. Resulta ser el
supervisor del equipo. Me comenta que hoy fue un día promedio en el que despacharon 850 turnos,
que hay elementos que no tienen buen trato con la gente y hay que aislarlos, así como que lleva ya
casi diez años en su corporación.
139.
Cerca de la 1:30 es de nuevo mi turno. Un nuevo operador del consulado, ahora hombre,
también en la penumbra y sin identificación, me comenta que todo está ve bien, excepto un
formulario que está mal llenado.
140.
¿Contrataron abogado verdad?
141.
Sí. – Contesto y él hace un gesto de decepción.
142.
No saben lo que hacen. Va necesitar llenar nuevamente esta forma y desafortunadamente
necesitamos una firma original. – Dice mientras me manda una hoja impresa con instrucciones por
la exclusa. – “Ya no necesita venir de nuevo al consulado, mande sus papeles por DHL sin costo
adicional, ellos saben qué hacer. Una cosa más, voy a tener que cancelar su visa de turista en lo que
está resuelto el trámite”.
143.
Él es veraz en lo que dice y muy amable en su trato, pero no hay flexibilidad. Cuando
considera que he entendido el mensaje se levanta y se va. Así que recogí mi pasaporte con visa
cancelada, mi hojita de instrucciones y salgo del Consulado a medias tintas, no feliz pues no tengo el
documento migratorio, pero tampoco desdichado pues el trámite sólo está detenido por un formato
mal llenado… entre abogados me vea.
144.
Terminé medio día antes de lo esperado así que es posible adelantar mi vuelo de regreso. A
las 2:30 PM en el hotel, sintiéndome todavía mal, frustrado y agotado, pregunto por la oficina de
Interjet. El botones, quien resultó ser un tipazo, me orienta nuevamente:
145.
Está en la plaza. Ahí puede cambiar su vuelo. Si tiene éxito me dará mucho gusto llevarlo al
aeropuerto, es mi turno. – Dice mientras anota mi nombre y habitación en su lista de pasajeros para
40
el shuttle.
146.
Gracias de nuevo..
147.
Me tomo dos analgésicos más y voy a la plaza. Es muy bonita, hay tiendas comerciales a
ambos flancos, un Liverpool, Sanborns y también un Cinemex. La gente de Interjet quiere 400 pesos
por adelantar el vuelo.
148.
Son las políticas. Me dice la señorita confiada en que voy a acceder.
149.
Pero estoy francamente harto de atropellos y reglas inútiles que le estorban a las necesarias.
Tengo ganas de hacerle la vida miserable a la señorita y decirle que mi política es portarme
insufrible cuando algo me parece injusto. Pero aguanto y con compostura contesto:
150.
Ni hablar, me iré en el vuelo que me toca.
151.
Salgo de Interjet de tan mal humor que podría mandar a todo y a todos a la tiznada en este
instante. Así que le tengo que bajar dos rayitas. Me meto a comer y luego al cine, salgo y camino
por los alrededores del hotel hasta que se pone el sol.
152.
Jueves 24: la venganza.
153.
A las 5:30 de la mañana estoy en la recepción del hotel, con la maleta hecha y listo para
viajar de regreso. Mi amigo el botones me lleva al aeropuerto, en el trayecto pregunta cómo me fue
en mi trámite. Le comento algunas de mis reflexiones y el me escucha parafraseando
empáticamente algunos de mis comentarios. Al final del viaje le agradezco sus atenciones con una
billete de 50.
154.
El aeropuerto de Juárez es pequeño y funcional. Cuando llego al aeropuerto, no hay nadie
todavía documentando en Interjet. Así que me formo y espero a que abran. Comparada con las filas
de consulado, nuestra fila de cinco personas es casi ridícula. Poco después abren el mostrador y
comenzamos a documentarnos.
155.
Su maleta está pesada y tiene que documentarla.
156.
Es la misma maleta que llevé en cabina el vuelo de venida. – Contesto mientras la levanto
con un solo brazo hasta la altura de mi hombro.
157.
Lo siento, son las reglas. – Ya estuvo bueno.
158.
Pues su regla está mal puesta y me parece una tontería. Le estoy demostrando que puedo
meterla en el “compartimiento sobre usted”. – Contesto alzando la voz. Sé que no va cambiar de
opinión y que tal vez me busque un problema pero voy a corresponder a su mal trato en especie. –
Ustedes mismos me permitieron llevar la maleta conmigo. No estoy de acuerdo, ¿Con quién puedo
41
hablar?
159.
Así que armo deliberadamente un problema levantando la voz y deteniendo la fila por más de
cinco minutos. La señorita se contagia de mi mal humor, frunce el ceño y también alza la voz. No
accede, pero cumplo con mi cometido. Registro pausadamente mi maleta, no sin antes tomar su
nombre y hacerla personalmente responsable si algo le pasa a mi equipaje. Paso la oficina de
migración sin problema y voy de nuevo al punto de seguridad.
160.
Deje su cartera en la bandeja. Me dice el oficial.
161.
No la dejo. Llevo allí mis documentos personales y mi dinero.
162.
–Si no la deja no pasa. Son las reglas. Genial, pienso. Otro que me va escuchar.
163.
Así que mientras hago caso lentamente le aplico al oficial la misma dosis de descortesía
deliberada y maltrato que a la señorita del mostrador de Interjet, apabullándolo voz alzada con que
soy cliente del aeropuerto, que no veo porqué me despojan de mis documentos, que entiende mal
su trabajo, pues una cartera no representa riesgo alguno de seguridad del aeropuerto, que además
va pasar por el arco y tantas cosas más como se me ocurren. Al final dejo mi cartera en la banda,
diciéndole que lo estoy observando y lo hago personalmente responsable si mi dinero se pierde.
164.
Después de cruzar el arco recojo mi cartera y mis cosas con toda la calma del mundo. Otros
viajeros me observan y sin duda algunos piensan que necesito ayuda profesional. Lo siento mucho,
si todos exigiéramos nuestros derechos como es debido “sus reglas” serían más apropiadas.
165.
En el vuelo de regreso caigo en cuenta que este viaje ha sido emocionalmente brutal. Con
prácticamente nada de información y rodeado de oportunistas he navegado durante año u medio en
un trámite con potencial para cambiar mi vida y después de cuatro días de desgaste el resultado es
aún incierto. Estoy conmovido y también un poco triste. Pues recuerdo todos los malos tratos que he
presenciado, la activación de dinámicas sociales potencialmente muy nocivas, y sin embargo no dejo
de pensar que éste es el lado civilizado del asunto. En esta ruta legal, aunque hay coyotes no hay
polleros, los trámites son francos sin escabullimientos de la autoridad. Y aunque hay lentitud
desesperante no comparto el frenesí ni las persecuciones por el desierto al cruzar la frontera.
Tenemos tanto, tanto que avanzar.
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Celaya, Guajanuato, Turismo de visita a familiares y amigos
8 al 9 de diciembre 2013
Florencia Morales
8 Informantes Clave
1. Martes 4 de diciembre. ¿Hacer planes?
2. ¿Quién iría? ¿Cómo nos iríamos? Mi mamá cuestionaba.
3. Compromisos, visitas al doctor, gimnasio, comidas, cenas, posada, un sinfín de actividades pendientes
pero con la ferviente intención de ver a primos que vemos esporádicamente y hacer un “huequito” a
nuestra rutina diaria. Como siempre algunos decidieron quedarse, otros desde el inicio levantaron la
mano e hicieron planes, acomodando sus tiempos y conciliando con otros para poder irnos juntos. A mi
novio, le empezaban a ganar sus prioridades, después de una sesión mental de poder compartir con las
dos familias cada una en su momento lo hizo cancelar una cena. Revisamos el coche, checamos como
iba a estar el clima, aunque sabemos que es muy similar al de aquí, había que estar preparados por si
hacía en la mañana calor y en la noche un poco de frio.
4. Por espacio, no cabíamos en un solo auto, así que decidimos llevar 2 coches.
5. Viernes 7 de diciembre, preparativos
6. El propósito sería llevar a los nuevos integrantes de la familia, hijos de mi hermana, quienes son
“cuates”, un niño y una niña, a que conozcan a sus tías bisabuelas, además de tíos abuelos y tíos, ellos
tienen 5 meses de edad.
7. Ya estaba decidido quien iría, apuntados estábamos mi hermana, sus bebés, su marido, mi mamá, mi
novio y yo. Un día antes preparamos maletas, cada quien por su cuenta, mi mamá decidió quedarse a
dormir en casa de mi hermana pues muy temprano irían al doctor antes de partir al viaje, mi novio y yo
aprovecharíamos ese tiempo para ir él, a una conferencia y yo ir al gimnasio, acordamos salir a medio
día. Mi novio haría su maleta 15 minutos antes de partir.
8. Mi hermana, por su parte preparo una maleta completa dedicada a los bebes una noche antes, escogió
la ropa con la que los presentaría, por cierto, unos coordinados que los estrenarían ese día, mudas de
ropa para cada ocasión, preparó bloques de pañales, mamilas, tomas de leche en polvo, crema, toallitas
húmedas, juguetes, cobijas y más, no se veía para cuando terminaría, todo con la finalidad de que no se
le olvidara nada.
9. Llevaríamos dos coches, en uno iría mi hermana, su marido, los bebés y mi mamá para que atendiera
cualquier situación inesperada y en el otro mi novio y yo.
10. Debido a que vivimos en diferentes casas, pusimos un punto de encuentro, un lugar que estuviera
céntrico y que no nos desviara del camino, Periférico y San Antonio, ahí hay cerca una gasolinera donde
podríamos detenernos, ya que periférico es una vía rápida, congestionada y además aún están
finalizando los trabajos del 2do. piso, por lo que el pavimento no se encuentra en excelentes
condiciones, lo que es un tanto molesto.
43
11. Sábado 8 de diciembre, “Listos para tomar camino”
12. Por supuesto, mi novio haría su maleta 15 min antes, pero eso no demoro la cita. Pasamos a poner
gasolina cada coche por su cuenta, nosotros cargamos justo en el punto de encuentro. Buscamos una
tienda o un “Oxxo” donde pudiéramos comprar alimentos para el camino pero ahí no había.
13. Todo estaba listo, tomamos camino, minutos después recibo una llamada de mi mamá:
14. ¡Olvidé mi bolsa de mano!, salimos con tantas cosas que la deje en el sillón.
– Ay mi mamá… con tal de no olvidar nada de sus nietos, olvidó su bolsa, teníamos que regresar
a casa de mi hermana para recogerla
15. Es así como mi novio y yo regresaríamos para recoger la bolsa, un poco molestos, sin embargo con la
disposición de que todos estuviéramos contentos, sabíamos que mi mamá no lo había hecho intencional.
Nos la entregaría la chica que le ayuda en casa a mi hermana. Antes de llegar decidimos llamarle para
que nos pudiera bajar la bolsa y pudiéramos retomar nuestro camino, amablemente nos la entregó y
nos deseó buen viaje, a lo cual le agradecimos. Ellos siguieron avanzando, una vez con la bolsa en la
mano, llamé por celular a mi mamá para avisarle que ya la teníamos, me costó un poco de trabajo
comunicarme con ella porque ellos ya estaban en camino y hay zonas donde no tiene señal el celular,
intente mandarle un mensaje por whats a través de internet lo cual no lo logré, cuando al fin me
comunique con ella, escucharlo le dio paz, mientras tanto mi novio y yo retomamos el camino, él
optimista, rápidamente dijo:
– No tardaremos en encontrarlos, aquí traigo “El tag” para salir por el 2do. piso.
16. Con el Tag tardamos 20 minutos en salir de la Cd, realmente esta vía nos evitó congestionamiento a la
salida, el pavimento se encuentra en muy buenas condiciones, las curvas no están a mi agrado lo
suficientemente bien hechas, hay unas que hasta son peligrosas, lo que sí me sorprendió fue la rapidez
con la que avanzábamos, tratábamos de ver, cuando era posible, hacia abajo, lo cual se veía un gran
estacionamiento, feliz le comentaba a mi novio la excelente opción que habíamos hecho. Yo preguntaba
cuánto costaría esto, pues es un gran tramo de muchos kms., a lo que respondió que había investigado
y había tramos más caros que otros, pero que valía la pena no estar en el tráfico y en el calor. Nosotros
cómodamente llevábamos el clima en el auto, aunque no habíamos ya buscado una tienda donde
comprar un dulce, aunque sea, ahorita ya era demasiado tarde, ya no era posible encontrarla y menos
trepados en el 2do. piso jaja, nos iríamos así hasta llegar a nuestro destino. Esperaría que no se me
hiciera tan largo. Platicamos durante todo el trayecto, pusimos música y cuando ya no llegó la señal de
radio conectamos el ipod, comentábamos que la autopista de Qro. tenía muchos columpios que hacían
rebotar el coche (Condiciones de mantenimiento), mi novio tenia momentos donde estaba más atento
de lo normal porque las corrientes de aire desestabilizaban el coche, en particular comenté que esa
autopista no me gusta porque hay muchos camiones, tanto de pasajeros como de carga de animales y
aquellos que van vacíos suelen cruzarse y manejar sin consideración puesto que la autopista es muy
recta, en alguna ocasión una tía tuvo un accidente porque una llanta de un camión se desprendió. En
fin, habíamos acordado con mi mamá que el punto de reunión sería en Qro. y ya estábamos por llegar
17. Ahí comimos barbacoa. Mi cuñado cuando termino de comer dijo:
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18. – Uff, que buena barbacoa, panza llena, corazón contento.
19. Mi mamá precavida comentó.
20. Hay que cambiar a los bebes para que no estén incómodos en el camino.
21. Mientras me echo un cigarrito. Comentó mi novio.
22. Contentos porque ya nos habíamos vuelto a encontrar, retomamos el camino, en pleno atardecer mi
novio me dijo:
23. Ve el sol, naranja, tómale una foto, se ve increíble, ojala alcancemos a cruzar la ciudad, entre casas no
se ve. Efectivamente, el sol estaba a punto de descender justo cuando estábamos cruzando por un
poblado, saque rápidamente la cámara para fotografiarlo, trataba de encontrar el momento donde se
apreciara un poco más, el atardecer nos ganaba ummm, ya no iba a ser posible ver el paisaje
despejado.
24. Después de pasar por trayectos un poco congestionados por tráfico de coches debido a las
reparaciones de la autopista, llegamos a Celaya, primero decidimos pasamos a visitar a la 1ª. Tía abuela
“Tía Chata”, quien siempre nos recibe con mucho gusto.
25. .¡Cuánto gusto me da verlos por aquí, que sorpresa, no sabía que vendrían, ohh los bebés déjame
cargarlos!. Ventan más seguido.
26. El tema de platica fueron los bebes y la familia, mi abue, quien falleció hace dos años, -nostalgia- , de
pronto se paró y fue a su cocina a preparar de cenar “en esta casa no se van sin cenar”, saco huevos
con frijoles, coca- cola y unas piezas de pan.
27. Ay tía, tu siempre viendo por nosotros, muchas gracias. Rápidamente, orgullosa de sus nietos, saco
fotos y nos las fue mostrando una por una explicándonos cuando y donde las habían tomado. Mi
hermana y mi mamá también le mostraron fotos de los bebes recién nacidos tomadas en el celular. Las
vi tan emocionadas, que me dio mucho gusto.
28. Saliendo de ahí, fuimos a visitar a la 2da. Tía abuela “Tía Luisa”, cuando llegamos y estábamos
preparando todo para bajar a los bebes del auto, ella salió a recibirnos y comento:
29. -¡Qué creen,, su primito tiene unas ronchitas, creemos que puede ser varicela! rápidamente mi
hermana comento:
45
30. ¡No, yo no bajo a mis niños! Mi mamá y yo pasamos a saludar y acordamos que nos veríamos en la
comida del domingo.
31.
Los vio por la ventana del auto y comento
32.
- ¡Ay y yo sin fuerzas para cuidarlos!
33. Mi novio y yo decidimos ir a registrarnos al hotel Fiesta Inn, donde se solicitó dos camas
matrimoniales en caso de que la repartición de casas no fuera suficiente. El otro auto partió a casa de un
tío, nosotros nos registramos y fuimos para allá, cuando llegamos mi mama junto con mi tío ya habían
salido por quesadillas para cenar. En ese lapso, decidí hablar con mis primas, quienes me dijeron que
estaban en Qro. Una de ellas comentó “¡Ay ya ves, porque no avisan, hubiéramos planeado el viaje a San
Miguel!”. La última vez nos habíamos divertido mucho, en esa ocasión fuimos a San Miguel de Allende
todos los primos, estuvimos caminando por las calles del centro, entramos a un lugar a cenar y nos fuimos
a la plaza principal a contratar a un mariachi jaja cantamos y cantamos. Como no pensábamos regresar a
casa esa misma noche buscamos un hotel donde quedarnos y encontramos uno que tenía cuartos
gigantescos donde podíamos meter hasta 8 personas por cuarto. Eso nos permitía sentirnos más seguros y
gastar menos, el problema fue los turnos para bañarnos, todo un show.
34. Llegamos a casa de mi tío, entre al cuarto a ver a los bebés quienes ya estaban plácidamente
dormidos, me gusta tanto verlos en paz, me da tranquilidad…en ese momento mi mama regreso con la
cena y comento:
– “Samuel ya estaba muy inquieto, no le gusta pasar mucho tiempo en la silla del auto”.
35. Platicábamos mientras cenábamos, algunos servían refresco para otros y, otros pedían la salsa para
las quesadillas.
36.
Sabíamos que iba a haber una pelea,
– ¿Qué hora es?, preguntaba mi primo, todos nos reunimos en la sala a ver la TV, empezó el
encuentro, con atención veíamos cada round y cuando cayó por knockout mi tío comentó:
37. ¡Knockout, Ya merecía ganarle! Ya le habían quitado muchas peleas ganadas!, comentamos por un
momento el tema y terminando decidimos regresar al hotel, cansados por el viaje y por las visitas
continuas decidimos ir a descansar. Comentamos con mi mamá donde iba a dormir esa noche y
propusimos que viniera con nosotros, a lo que nos agradeció el gesto y comento que se quedaría ahí
ayudándole con los bebes a mi hermana.
38.
Domingo 9 de diciembre
39. Despertamos, Héctor le llamo por celular a una de sus tías, prima hermana de su mamá “La prieta”,
anotamos la dirección, mientras me arreglaba escuche una conversación donde un hombre, al parecer
huésped recurrente, hostigaba a una camarista, le hacía preguntas de con quien vivía, de donde era, si
46
tenía familia, y ella a todo le respondía, el comentario final fue:
40.
– Bueno entonces tú y yo ya tenemos una cita, te marco, no se te vaya a olvidar.
41. Ya en recepción platique con el bell boy y con el que estaba en recepción, me comentaron:
42. -Ahorita está muy tranquilo, hay eventos cada fin de semana, hace 15 días si estuvimos a tope
porque hubo evento y una boda cerca de aquí, esperemos que a partir del 15 haya más gente,
generalmente vienen a visitar familiares y se hospedan aquí, por la confianza de saber que van a estar en
un lugar bonito, seguro y con todos los servicios
43. -Bueno es que esta no es una Ciudad… inmediatamente me miro e interrumpió
44. -Es una Ciudad industrial, comentó:
45. -Si claro no es una Cd turística, a lo cual respondí
46. - El turismo se va a San Miguel o a Gto., agregó.
47. Salimos del hotel y mi novio comentó:
48. -Necesito una farmacia, no puedo llegar así de despeinado a visitar a mi tía. Pasamos en frente de un
Starbucks y pensamos en pasar por un café antes de llegar, pero no estábamos muy alejados y nos
pareció desagradable llegar con el vaso en mano. Decidimos que mejor esperaríamos, al fin en Celaya
las distancias son muy cortas y rápidamente llegaríamos a nuestro.
49. Llegamos a casa de su tía la cual tardo en bajar porque aún no se había acabado de peinar, para no
dejarnos esperando decidió ponerse una paliacate que le cubriera los tubos.
50. ¡Ay pensé que tardarían más, hasta me puse tubos!, sonrió.
51. Nos sentamos en la sala y la conversación fue en torno a la familia de Héctor, su mamá, su papá, sus
tíos, de repente llego a la sala su marido, quien saludo amablemente y se alegró por ver a su sobrino,
se incorporó a la plática, su tía dijo:
52. Espérenme, les voy a preparar un juguito de mandarina, de las mandarinas del árbol.
53. Ya las tenía en un cesto, se escuchó la puerta y llegó una de sus hijas, quien con gusto saludo y dijo:
47
54. ¡Ay primo, cuanto tiempo sin vernos!
55. Estuvieron viendo algunas fotografías del celular, mientras, yo fui a la cocina a ayudar con el jugo, no
sólo hubo jugo, también papaya, arroz con leche, café, gorditas de nata entre otros, es así como nos
sentamos a la mesa, en ese momento llega su 2da. Hija y se incorpora.
56. Recibí una llamada, uno de mis primos se comunicó conmigo para avisarme en casa de quién sería la
comida, fue cuando nos recomendaron una pastelería, Héctor comento:
57. Recomiéndenme una pastelería rica, hay que quedar bien con la familia enemiga y rieron, su tía
respondió:
58. Si, no vaya a ser que digan: “Éste paso al súper y se trajo el pastel más barato que encontró” jaja.
59. Héctor localizó a su mamá para que su tía pudiera hablar con ella y su primer comentario fue:
60. –“Ay mana”, ya tenemos que vernos, no me he sentido muy bien y tenemos que aprovechar los
momentos que nos quedan sanas.
61. La mamá de mi novio pidió que lleváramos cajeta de la “Vencedora”.
62. Seguimos platicando de las experiencias de cuando vino la “Tía Lety” de Atlanta, hermana de la mamá
de mi novio y todos reían.
63. Cuando ya nos íbamos fuimos a buscar a un hombre que había trabajado en la “Vencedora” quien hacia
la misma receta pero en su casa, pero no tenía la cajeta de vainilla que habían solicitado, fuimos por el
pastel a unas cuadras de ahí y regresamos a casa.
64. Nos indicaron como llegar a la “Vencedora” y también como llegar a casa de mi primo, así que partimos
siguiendo las instrucciones, teníamos que llegar al centro por una avenida principal, cuando lo vimos nos
percatamos de que había familias caminando muy contentas por la plaza, algunos compraban papas
fritas de los carritos tradicionales, otros compraban algodones de azúcar, algunos traían paletas heladas
para refrescarse porque hacía calor, en cuanto encontramos la calle dimos vuelta y empezamos a buscar
el local indicado, nos bajamos del auto, estábamos muy al pendiente porque lo habíamos dejado mal
estacionado, cuidábamos que patrullas y grúas no pasaran y nos infraccionaran, compramos cajeta
para mi mama, el tío, la mamá de mi novio y para nuestra casa.
65. Retomamos la Av. Principal y rápidamente llegamos a casa de mi primo, ahí ya estaba parte de la
familia, era el momento de comer yo comenté:
66. Uff, justo en el momento.
67. Habían comprado carnitas, por la mañana habían ido a “Salamanca” que era el lugar donde prefería
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comprarlas mi tío, él quería que probáramos las mejores carnitas que él había comido, volteé y le
sonreí.
68. Estas carnitas si están jugosas y además te dan salsas, aquí se acostumbra a que solo te den rajas.
69. Nos sentamos a comer en el jardín, los bebés dormían, mi tío abuelo, se levantó y se sentó a la orilla de
una pequeña alberca que está en el jardín, se puso a platicar con mi cuñado, una de mis tías se refirió
a mi novio y comentó:
70. En esta familia “los añadidos” siempre pasan por la plática con el abuelo, de esa no te salvas, a lo que
respondió:
71. Bueno, que bueno que él ya tomo mi turno, reímos, la plática se refirió a la familia y de pronto se
escuchó llorar a los bebes.
72. Mi tía abuela, quien ya se siente mal, decidió ir a la sala a sentarse en el sillón para estar más cómoda,
propiamente dijo:
73. Muchachos, , con su permiso, mi mamá y una de mis primas se levantaron para acompañarla, el más
pequeño, quien tiene 3 años, salió corriendo a brazos de su papá y dijo:
74. Papá quiero dos bebés.
75. Sorprendido le dijo, ¿Y les vas a prestar tus juguetes? Ummm sí, yo creo que sí.
76. De un momento a otro ya había familia en la sala y otros en el jardín, el abuelo ya estaba en el sillón de
la sala dispuesto a ver la corrida de toros. Mientras tanto en la terraza mi novio platicaba de cuando iba
con su abuelo a ver la corrida de toros en la plaza México.
77. Los bebés despiertos, pasaban de brazo en brazo, de mis tíos, primos y de la tía bisabuela, quien dijo:
78. Mira que hermosos están, Dany se parece a nosotras nada más que con los ojitos más rasgados y
Samy es igual a su papá.
79. Mi hermana decidió cambiarlos y ponerles la pijama de “Santa Claus” y de “Mamá Claus”, la cual ya
tenía preparada para la ocasión, cuando salieron fueron la sensación, se empezó a hacer de noche y las
luces del árbol de navidad se hicieron más evidentes, todos pasaron por la foto en el árbol con los
bebés.
80. Mi tía abuela decidió irse pues ya estaba muy cansada, mi prima se ofreció para llevarla en su auto.
81. En la terraza se quedaron platicando 3 tíos y Héctor, puros hombres.
82. Ya era tarde, así que fue la hora de despedirnos y volver a casa, en ese momento mi tío se acercó y me
comento su situación con mi tía, solo estábamos él y yo, Mi novio se acercó, vio de lo que
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platicábamos y decidió ir a la sala. Nos despedimos.
83. Mis tías y mis primas, salieron a la puerta principal y dijeron:
84. – ¡Vuelvan pronto, a ver qué día vamos para México!
85. Es así como retomamos camino a casa, después de 3 horas aproximadamente regresamos a la Ciudad,
la autopista venia vacía lo que nos permitió avanzar a velocidad continua a excepción de cuando
pasábamos por tramos en reparación. En el camino nos paramos en una gasolinera a cargar
combustible. Afortunadamente no hubieron incidentes.
Ixtapan de la Sal, Edo. De Méx, Turismo de rehabilitación- SPA
2 al 3 de Febrero, 2013
14 informantes clave
Florencia Morales
1. 22 de enero. ¡Lista para viajar el fin de semana sola!
2. Relajación, si, era todo lo que tenía en mente, aun consultaba con mi cabeza si deseaba ir
acompañada, mientras, buscaba por internet los precios de la noche de hospedaje, vi que se
acercaba un fin de semana largo, el del 5 de febrero, podía ser buena opción viajar en esa fecha,
consulte el clima por internet y comencé mi búsqueda de hospedaje.
3. En Ixtapan de la Sal solo hay 3 hoteles que son los prestigiados, para efecto de descanso y
comodidad llame a cada uno de estos, por experiencia he aprendido que consultar la tarifa
directamente con el hotel, resulta gratificante.
4. Es así como llame al Marriot, hotel que cuenta con SPA, la palabra descanso sonaba prometedora. El
ejecutivo me comento que me podía dar la tarifa preferencial para latinos, ¿Latinos? Pues
perfectamente aplicaba, el monto que me cobraron fue de $1500 pesos aproximadamente. Ninguno
de los hoteles me ofrecía desayuno incluido.
5. Reservé, un suspiro me hacía sentir cómoda, sabiendo que ya tenía listo el hospedaje.
6. Semana del 28 de enero
7. Mi mamá cuestionaba con quien iría al viaje, rápidamente se apuntaba para ir, mi novio tenía un
torneo así que él estaba descartado, pensaba en que podía acompañarme una amiga o hasta quizá
un grupo de amigos, pero ¿Qué era realmente lo que quería? Paz, relajación, estar conmigo.
8. Amablemente le pregunte a mi mamá si no se molestaba porque quería ir sola al viaje, un poco
disgustada y con voz normal me dijo:
– ¡Por supuesto que no!
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9. A mis amigos también les había comentado, ellos apuntadísimos preguntaban la fecha, también les
dije que quería ir sola y lo entendieron.
10. Como la decisión ya estaba tomada y no quería pasar percances y menos estando sola, llevé el
coche al mecánico y fui a que le revisaran a profundidad los frenos, afortunadamente todo en orden.
11. Todo ya estaba listo. Solo esperar la fecha, estaba muy orgullosa de mí por tomar la decisión que yo
deseaba sin estar al pendiente de lo que pudieran pensar o decir otros. Le comente a mi novio la
decisión quien un tanto sobresaltado me miro y me pregunto si eso era lo que deseaba, al ver mi
actitud le dio gusto.
12. Sábado 2 de febrero.
13. Por la mañana ya tenía mi maleta lista, cosas ligeras, un sweater, traje de baño. Mi mamá
preocupada porque viajaría sola me pregunto si quería su coche, el cual es más reciente,
afortunadamente me sentía tranquila porque yo misma lo había llevado a revisar.
14. Le agradecí, a medio día salí de casa, pase a cargar gasolina, pase al cajero por dinero en efectivo y
antes de tomar autopista llamé para avisarles a mi mama y a mi novio que estaba a punto de partir.
Confiada en que todo saldría bien, tome camino.
15. Eran 12.30pm, el sol estaba muy intenso, quemaba mi brazo a través de la ventana, hacía mucho
calor; la autopista, en buenas condiciones, se convierte en carril de ida y de vuelta desde que te
desvías de la autopista México- Toluca rumbo a Ixtapan de la Sal. Cuando me sentía segura
rebasaba, recordaba las clases de manejo de mi papá, de repente la señal de radio no funcionó más,
buscaba alguna que agarrara por tramos, me di cuenta de que había grandes extensiones de tierras
sin habitar, ahí no llegaba la señal de radio, entonces sin esperanzas de escuchar música platicaba
con mi mente, -¿Qué iba a hacer cuando llegara, a donde iba a ir a comer?16. Descubrí que me gusta viajar pero no manejar, eso no es lo mío. A mí me gusta ver los paisajes
mientras pasamos por los pueblos, los cerros y los árboles que están al pie de la carretera haciendo
un lindo camino que recorrer, lo poco que podía apreciar lo apreciaba con agrado. Aproximadamente
1.45 hrs. y yo ya estaba cansada. Lo que si, como mi coche es estándar hay un pedazo donde es
puro descenso, me encanta ver cuánto tiempo puedo hacer sin meter velocidad, solo con pura
neutral, eso me entretiene. Pase por una caseta donde la Srita. me cobro como si fuera camioneta,
aunque sea un peso me disgusta que la gente no respete y que se aprovechen de otros.
17. Llegue, pensé de inmediato en instalarme en el hotel, cuando llegue, vi que había fila para hacer el
check in, las personas que estaban en la fila se veían personas decentes, bien vestidos, de buen
estatus social, una vez que me atendieron me comento la Srita. Que aún no tenía lista la habitación
así que dejaría mi equipaje en resguardo y esperaría. Me solicito mi TC y una ID, con la que había
hecho la reservación. Por lo pronto buscaría un lugar donde comer.
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18. Una chica que la atendía a un lado mío preguntaba con interés si había alguna actividad cerca del
hotel, la recepcionista le indico que un pueblo adelante, Tonatico, celebraban a la virgen que era
buena idea ir. Aprovechando le pregunte qué tan lejos estaba y como estaba el pueblo. Comentó
que estaba a 5 minutos y que a ella le gustaba mucho.
19. Pregunte por los tratamientos en el SPA, amablemente me entregó la lista, la revisé pero para el
que yo deseaba ya no tenían disponibilidad, eso me entristeció, los demás paquetes se elevaban de
precio, pensé en buscar otras opciones.
20. Necesitaba urgente comer algo, así que decidí ir a comer al pueblo y pasar a ver al SPA del Parque
acuático Ixtapan, el cual ya conocía y sabía que estaba bien.
21. Terrible decepción, el masaje de relajación que deseaba ya no tenía disponibilidad, agendé otro para
el día siguiente antes de partir de regreso a la Cd.
22. Me dirigí al pueblo a comer, la avenida que me lleva a él está en muy buenas condiciones, llegue, vi
que la gente utilizaba sus garajes como estacionamiento y cobraban $50 como cuota fija sin límite
de tiempo, me empezó a desagradar, le comente a un hombre que solo tardaría hora y media (solo
venía a comer) que cuanto me cobraba, me cobro $20. Decidí dejarlo ahí, en otros lugares he visto
como rallan los coches cuando uno no está dispuesto a pagarles.
23. Camine, vi que había calles trasversales con infinidad de puestos, algunos con venta de dulces
típicos, otros venta de pan de pueblo, había juegos de canicas, peces, dardos, me llamo mucho la
atención uno en el que jugaban lotería, asimismo también habían otro tipo de puestos con venta de
ropa “pirata”, llegue a la zona de juegos mecánicos y me percate que en uno había un carrusel pero
con caballos pequeños reales atados uno detrás de otro en círculo, eso me entristeció mucho. Pase
de la alegría de recordarme de niña jugando canicas a la desaprobación del uso de animales en este
tipo de eventos.
24. Se escuchaban cuetes, uno tras otro, la gente se veía contenta Llegue a la plaza principal donde está
la iglesia, ahí estaba tocando un grupo musical en vivo, me asombre de cuantos hombres estaban
borrachos a escasas 3 de la tarde, y como no entenderlo si había puestos gigantescos y otros
pequeños improvisados de venta de bebidas alcohólicas.
25. Al ver eso busque la forma de salir del lugar, empecé a creer que no debía de estar mucho tiempo
por ahí, además la gente se me quedaba viendo, había hombres que estaban en grupos, eso no me
dio desconfianza, buscaba guardar la calma.
26. Caminé por una calle que se veía más despejada donde había puestos de comida, me acerque a uno
de ellos y me encontré con una Sra. de un puesto de comida corrida, muy amable. Me senté y comí
unas enchiladas, las cuales estaban muy picosas. Vi que a media cuadra había una patrulla de
policías. Platique con ella.
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27. Me comento que el pueblo siempre está de fiesta, y ella aprovecha para trabajar, que hoy por ser
día de la Candelaria, era el día principal, también me dijo que tuviera cuidado porque se había
corrido la voz que la semana pasada habían estado abriendo las bolsas de mano con una navaja y
que les sacaban todo lo que traían. Que esta ocasión había menos policías que otras veces.
28. De repente me vi en una situación en la que estaba totalmente vulnerable, mujer, sola, que no
pertenecía a ese pueblo y con bolsa. Me dio pánico, intente estar tranquila y confiar en que todo
estaría bien.
29. Rápidamente termine de comer y camine en dirección al estacionamiento, afortunadamente llegué,
tome mi coche y salí lo más pronto del lugar, en todo momento trataba de guardar la calma y actuar
estando en mis 5 sentidos.
30. Cuando regresé al hotel me sentí tranquila me dio alegría haber llegado, me dirigí a la recepción
para recoger la llave de la habitación y le comente a la Srita. que nos había hecho la recomendación
a mí a la otra chica que no había sido buena opción, el pueblo estaba muy inseguro.
31. Me instale, salí por el balcón y vi el paisaje, miré hacia abajo y vi la alberca principal llena de niños
gritando y padres de familia conviviendo, eso parecía un balneario, era de esperarse, fin de semana
largo. En la alberca principal hay un barco pirata, con toboganes y resbaladillas, todo con agua lo
que lo hace más divertido para los pequeños.
32. Fui a conocer el SPA, vi que ahí si había tranquilidad, le pregunté a la Srita. Si podía quedarme un
momento ahí y me dijo que solo era para huéspedes que habían pagado el uso del SPA, le comenté
que ya no había encontrado disponibilidad, sin embargo me hizo un gesto de “lo siento” y yo no
quería discutir.
33. Decidí sacar mi libro y ponerme a leer en la habitación. Ya cuando estaba más despejado salí a
recorrer el hotel, me instalé en un camastro al lado de una alberca, pedí una piña colada y seguí
leyendo mi libro. Busque las fotos que había sacado cuando camine hacia el SPA, en el piso me
había encontrado palabras como: Calma, Luz, verdad, fe, paz, amor, decidí subirlas al Facebook
junto con una foto mía apreciando la alberca. De repente recibo un mensaje de mi jefe pidiéndome
revisar una información de la oficina, en ese momento no me cayó muy bien.
34. Me empezó a dar un poco de frio, ya estaba descendiendo la temperatura, pensé en regresar a la
habitación
35. Subí a la habitación, mire hacia el techo y conté 8 moscas, voltee al balcón y vi que lo había dejado
abierto, llame a recepción, me solicitaron que saliera del cuarto, que tardarían alrededor de 10
minutos, fumigarían mi habitación, les pregunte si quedaría algún olor desagradable y me
comentaron que no.
36. Tome mi libro y descubrí otras zonas del hotel. Hay un lugar al que le llaman el mercadito, hay
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comida rápida, artículos de higiene personal y una pequeña sala, ahí me senté y continúe mi lectura.
37. Después de unos minutos, llego una chica y se instalaron unos niños, ella les contaría un cuento, era
la hora de la lectura para niños.
– “Ohh, no”, Decidí ir a caminar, encontré un salón de juegos, diferentes restaurantes, el bar, una
zona de teatro donde también hay puestos de juegos tradicionales, y la sala de cine.
38. Pensé en tomar algún alimento pero las enchiladas y la situación por la tarde me tenían indigesta.
39. Regresé a mi habitación y decidí relajarme con un baño, preparé la tina, al salir me recosté y me
quedé dormida, un mensaje de celular me despertó.
40. De ahí se desencadeno conversación con mi mamá y con mi novio. Trabaje lo que me había
solicitado mi jefe y después me quedé dormida
41. Domingo 3 de febrero 2013
42. Me desperté y fui al gimnasio, hacer ejercicio me mantiene de buen humor durante el día, coincidí
con una chica que venía con su pareja
43. – Esta es la zona del hotel es la más tranquila, comentó
44. – Sí, la alberca principal está llena de niños, reímos
45. Terminó de hacer ejercicio y se despidió, en el SPA no permiten la entrada de niños por lo que se
respira un ambiente diferente, hay personas recostadas alrededor de la alberca en camastros que a
simple vista parecen estar muy cómodos, las personas en silencio descansan, duermen, platican en
voz baja, otros leen un libro o se entretienen con su Tablet, en ese momento había una persona
nadando
46. – El agua de la alberca está muy agradable, comentó cuando me acerque a tocarla
47. – Si se siente caliente, sonreí, mientras por otro lado también me sentía frustrada de no haber
encontrado disponibilidad.
48. Era una lástima que por la ocupación ya no tuvieran disponibilidad para hacer uso del SPA.
49. Pregunte si había algún menú de alimentos bajos en calorías y me dijeron que no, así que regrese
a la habitación y me aliste para ir a desayunar, ya moría de hambre, cuando llegue vi un salón lleno
de familias con niños y algunas parejas en su mayoría de personas mayores de edad.
50. Me sentí un poco fuera de lugar, porque yo era la única que estaba sola en una mesa, me comento
la Srita. que prepara los omelettes que generalmente los fines de semana largos tienen ocupación
total del hotel y que aprovechaban las familias para escaparse de la Cd., de cualquier forma me
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tome el tiempo para desayunar tranquilamente, realmente no me preocupaba lo que otros pensaran
de mí, observe a las familias, a las parejas, la mayoría llevaban niños, algunas familias llegaban a
ocupar más de un cuarto.
51. Ya eran 11am. Tenía que alistar mi maleta, preparé mis cosas y llamé al Bell Boy.
52. Realicé mi check out, me detuve un momento en el lobby del hotel para revisar unos documentos en
mi computadora así que solicite la clave de internet, me dijeron que tenía un costo y que duraba 24
hrs. no tenía caso yo ya estaba por retirarme, así que lo que hice fue compartir el internet de mi
celular a la computadora, es así como pude hacer lo que necesitaba.
53. Salí del hotel y fui a comprar unas fresas con crema que había visto en un local cercano,
posteriormente me dirigí al Balneario Ixtapan, cuando entre camine hacia las aguas termales, me
sorprendí de ver tanta gente, mi sorpresa no fue agradable, ver el agua de color entre verde y café,
y además tanta gente, no me dieron ganas de entrar a nadar.
54. Una Sra. quien iba con su familia, le decía a su mamá:
55. – Con cuidado, vas a ver que esto te va a hacer muy bien
56. – ¿Será?
57. – Si estas aguas son medicinales, dicen que la temperatura ayuda a que los minerales lleguen a los
huesos. Verás que te va ayudar a caminar mejor.
58. Pregunte si venían constantemente a lo que respondió
59. – Si cada vez que podemos estamos por acá, hoy es la primera vez que traemos a mi mamá.
60. – ¿Y cómo se siente, Sra.?, pregunté
61. – Pues… la temperatura del agua está muy rica, aunque se llegan a sentir corrientes de aire frio.
62. Me acerque al Sr. que vigilaba la alberca y que es parte del Staff del balneario.
63. – Estas aguas tienen Calcio, sodio y magnesio en su mayoría, provienen de un manantial, ahí donde
ves esas personas están los borbollones.
64. Se acercó una Sra. y pregunto
65. – ¿Oiga cuánto tiempo es recomendable permanecer en la alberca?
66. – Alrededor de 30 minutos.
67. – Ok, muy bien.
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68. Volvió a la conversación, a estas aguas traen a gente mayor y a niños en su mayoría, les ayuda
mucho a fortalecer sus huesos. Ves las personas que están en aquella esquina de la alberca tienen
barro en la cara, les ayuda a combatir el acné. Me acerque al lugar donde estaba la cubeta con el
barro que la gente con sus manos tomaba y se lo untaba.
69. Vi una Sra. salir de la alberca y me acerque, era una persona mayor que llevaba una andadera para
poder caminar, iba con un grupo de personas más jóvenes, quienes se habían adelantado, ella había
decidido quedarse, confiada de que alguien siempre se acerca a auxiliarla.
70. – Solo me quede un ratito, porque el agua me deja muy cansada.
71. – Aun me siento fuerte para hacer cosas sola.
72. Llegamos a la 3er. Alberca de agua mineralizada, aquí había más niños jugando libremente, todos se
veían muy contentos, había más espacio, el agua estaba tibia, ahí me despedí de la Sra.
73. – Esta más fría que las de allá, comenté.
74. – La alberca techada está más caliente, me comentó una Sra., pero ésta está muy rica, aquí me da
el solecito, allá no.
75. Lo que si me pude dar cuenta de que el sol hacía notar lo sucia que estaba el agua y no por el color
natural.
76. Me quede un rato observando, los niños salían y entraban, metían gorras al agua, los inflables que
permanecían a ratos en el pasto entraban y salían del agua, ahora entendía porque estaba tan sucia.
77. Decidí hacer un recorrido por el tren, éste te lleva por todo el parque y hace paradas para subir y
bajar personas, pude percatarme de que es muy común que las familias lleven sus casas de
campaña, se instalen y saquen su picnic para comer.
78. Vi el reloj y era hora de mi cita en el SPA, rápidamente salí del parque y me dirigí al lugar indicado.
Había llegado el momento para relajarme, espere a que me llamaran, 10 min. Tarde llego una Sra.,
quien me atendería.
79. Revise que la cama de masajes estuviera limpia y en buenas condiciones, cuando entre observé que
había una zona destinada para damas y otra para caballeros.
80. La Srita. amablemente me decía hacia donde moverme, en un inicio me pidió que me recostara,
atenuó la luz y me untó un aceite con un aroma relajante, conforme iba avanzando me iba indicando
hacia donde moverme, me relaje tanto que me quede dormida. Se alcanzaba a escuchar música a
un nivel muy tenue que armonizaba el ambiente en todas las cabinas de masaje.
81. Todo se desvaneció cuando dijo:
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– Hemos terminado.
82. Me levante, me vestí y salí del lugar. De nueva cuenta ya empezaba a tener hambre.
83. Pregunte de algún restaurante cercano, un Sr. me comento sobre una calle que tiene hoteles
pequeños ahí podía encontrar restaurantes. Entré al restaurante de una casa de huéspedes, el lugar
se veía bien, muy concurrido, eso me animó a quedarme ahí. Eran las 6 de la tarde, hora de
regresar a casa, saque mi teléfono para poner música en el camino. Empezaba a obscurecer, decidí
avisarle a mi novio que ya iba de regreso a casa, me pidió que lo llamara cuándo llegará a la Cd.
84. De un momento a otro vi que había seguido otras señales, no había entroncado con la autopista
como en el caso de ida, me sentí un poco preocupada, trate de guardar la calma, busque letreros
que me indicaran que iba en dirección correcta, pronto encontré el entronque lo que me hizo tomar
la autopista, cuando lo hice me sentí tranquila. Cuando vi que podía enviar el mensaje sin riesgos lo
hice, posteriormente manejé hasta llegar a casa con bien, me dio mucha alegría haber podido
concluir este viaje sola.
Turismo Vacacional
Martes 8 de Enero, 2013
Fernando Ardura
Tequesquitengo, Morelos, Turismo revitalizante
7 Informantes clave
1. Hace varios meses que tenemos ganas de visitar un balneario en algún punto no muy alejado del
DF, mi esposa y Yo iniciamos una investigación para conocer las opciones y definir cuál es la mejor.
Después de algunas horas de investigación detectamos varias alternativas, algunas de las cuáles las
encontramos en una guía de Balnearios publicada por México Desconocido.
2. A) Michoacán, Tepetongo y los azufres
3. B) Estado de México, el Balneario de Ixtapan de la Sal
4. C) Querétaro, Termas del Rey y algunos otros balnearios cerca de Tequisquiapan
5. D) Guanajuato, detectamos varios balnearios, algunos en San Miguel de Allende y otros cercanos a
Silao e Irapuato
6. E) Morelos, encontramos 4 balnearios interesantes, Beraka en la Autopista del Sol, el Rollo, en las
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cercanías de Tequesquitengo, el centro vacacional del IMSS en Oaxtepec y la Ex Hacienda muy
cerca de Cuernavaca
7. Ante una oferta empezamos a trabajar en base a 3 factores de decisión, el primero fue el Clima, el
segundo la distancia y el tercero el tamaño y atracciones de los parques.
8. Los Balnearios de Guanajuato quedaron descartados por la distancia y por ser en términos generales
mucho menores a los de Michoacán, México y Morelos.
9. Michoacán fue descartado por tener un clima mucho más frio, lo cual no haría agradable nuestra
estancia justo a la mitad del invierno.
10. Los Balnearios en la zona de Tequisquiapan, Qro. Ya los hemos visitado y en general son pequeños
así que fueron rápidamente descartados.
11. Ixtapan de la Sal apareció como una opción interesante, sin embargo habíamos estado ahí hace
unos meses así que optamos por el estado de Morelos.
12. Miércoles 9 de Enero, planes 2
13. Es necesario decidir que balneario visitaremos, ya sabemos que iremos a Morelos, pero aún hay 4
alternativas entre las cuáles decidir, así que ahora comienza la búsqueda de hoteles en lugares
cercanos a los balnearios de Morelos.
14. En el caso de Oaxtepec ciertamente encontramos una gran cantidad de hoteles en las cercanías, sin
embargo los hoteles en la zona Tepoztlán en muchos casos no permiten niños y en otros los precios
estaban por encima del presupuesto que teníamos reservado para este evento. En Cuautla
encontramos también varios hoteles, pero todos eran muy sencillos y sin ningún atractivo en su
interior. Otros 2 hoteles fueron la Hacienda Cocoyoc y el Club Dorados, el primero lo descartamos
pues mi esposa y Yo hemos ido a ese lugar en varias ocasiones y aunque es un lugar extraordinario
esta vez queríamos conocer algo diferente, por tanto Oaxtepec quedó descartado de nuestros
planes.
15. Para el caso de Beraka, Temixco y el Rollo, las alternativas de hospedaje eran Cuernavaca o
Tequesquitengo y en ambos casos había varias alternativas interesantes. La Decisión por tanto no se
basó ya en el hotel, sino en el tamaño y atracciones de los parques y en este caso el Rollo nos
pareció la mejor alternativa.
16. Una vez seleccionado el parque buscamos un hotel en la zona de Tequesquitengo, pues en
Tlalquitenango no encontramos ninguna alternativa interesante. Cerca de Tequesquitengo
encontramos la Hacienda Vista Hermosa y ésta se nos hizo un complemento muy interesante a
nuestra visita al Balneario, pues ésta cuenta con Alberca, billar, futbolito, jardines y paseos a caballo
entre otras actividades interesantes para nosotros y los niños.
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17. Jueves 10 de Enero, planes 3
18. Mi esposa y yo pensamos que sería interesante ir con alguien más además de nuestros hijos, así que
hablamos con uno de mis sobrinos, el cual tiene hijos en edades similares a los nuestros, sin
embargo su esposa estaba enferma del oído y el doctor le recomendó no meterse en piscinas ni
jacuzzis por lo cual ellos no nos pudieron acompañar.
19. Hablamos entonces con unos amigos de la escuela de mi hija, que también serían muy buena
compañía por ser agradables y tener hijos de las edades de los nuestros, hablé con él y le gustó
mucho la idea y quedó de confirmarme al día siguiente después de hablar con su mujer.
20. Al día siguiente platicamos y ellos nos confirmaron que nos acompañarían, le comenté del hospedaje
en la Hacienda Vista Hermosa y a él también le gustó mucho la idea así que ese mismo día
acordamos hacer la reservación.
21. Mi primera alternativa fue hacer la reservación en línea, a través de Booking, BestDay o Expedía, sin
embargo el hotel no aparecía en todos los sistemas de reservas y en los que si aparecía no existía la
alternativa para apartar una habitación para 5 personas, pues nuestros amigos tienen 3 hijas, todas
menores de 12 años.
22. Busqué entonces los teléfonos de la Hacienda y ahí ya me dieron las alternativas para hacer la
reservación. Sería un cuarto doble con 2 niños gratis para nosotros y en el caso de ellos sería una
habitación triple y cobrarían a la tercera hija como adulto.
23. Viernes 18 de Enero, preparativos
24. Finalmente se acerca la hora de iniciar el viaje y para eso comienzan los últimos preparativos,
preparamos maletas para los niños y para nosotros, hablo con nuestros amigos y acordamos hace el
viaje en un solo auto aprovechando que en la camioneta hay espacio para todos, revisamos que el
auto tenga combustible y metemos las maletas en el auto y nos vamos a dormir temprano con el fin
de salir el sábado a primera hora, pues el parque cierra el sábado a las 18:00 horas y queremos
aprovechar el día al máximo.
25. Sábado 19 de Enero, inicia el viaje
26. Nos levantamos temprano, el objetivo es salir de casa a las 8:30 horas, nuestros amigos sin
embargo nos hablan a las 8:00 y nos piden pasar a las 9:00 pues no creen estar listos a las 8:30.
Nosotros también íbamos un poco retrasados, así que nos viene bien cambiar la hora de salida.
27. 9:00, Después de tomar algo y hacer unos sándwiches para comer en el camino, nos subimos al
auto y pasamos a recoger a los amigos, salimos a carretera, no hay casi tráfico así que a las 10:00
estamos ya en Cuernavaca y a las 10:30 llegamos a registrarnos a la Hacienda Vista Hermosa.
28. Nos reciben pero nos comentan que sólo está lista una de las habitaciones que es la triple, nos dan
un rápido recorrido por la parte antigua de la hacienda y subimos a la zona de las habitaciones pues
decidimos cambiarnos todos en la habitación que ya está lista y salir hacia el rollo a la brevedad
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posible, la habitación ciertamente es amplia, pero no está en condiciones óptimas y huele a
encerrado.
29. Cuando terminamos de cambiarnos ya está lista la segunda habitación, está justo enfrente de la otra
y a pesar de ser ésta la habitación económica (la doble), resultó ser mucho más grande y en mucho
mejores condiciones que la habitación triple, en ésta si hay televisión y si hay caja de seguridad a
diferencia de la otra, esto fue realmente algo molesto, pues por el precio esperábamos que ambas
habitaciones estuvieran en excelentes condiciones.
30. Cambiamos nuestras maletas de habitación y tomamos el auto para salir hacia el Rollo, a pesar de
los apuros son ya las 11:30, la verdad es que esto era previsible, de hecho mi plan original era estar
en Vista Hermosa el sábado y el Domingo en el Rollo, sin embargo mi esposa y nuestros amigos
prefirieron hacer el plan de esta manera, esto no cuadra con mi plan original pero afortunadamente
ya había vislumbrado que esto podía pasar y lo agradable de la compañía hace fácil tolerar estos
contratiempos.
31. Tomamos nuevamente carretera, el rollo está a unos 20 kilómetros de Vista Hermosa, así que
suponemos que en 20 minutos estaremos en el parque acuático, sin embargo estábamos
equivocados, el camino no está en buenas condiciones y encontramos tráfico al entrar en
Tlalquitenango y el trayecto dura casi 50 minutos, nuevamente siguen rompiéndose mis planes y me
voy convenciendo que aunque el Rollo sea una maravilla la próxima vez organizaré el viaje a otro
lugar.
32. 12:40, estacionamos el auto y caminamos hacia la taquilla, el parque está casi vacío, así que a pesar
de los retrasos y contratiempos parece que eso nos permitirá acceder a los juegos sin colas y
aprovechar lo que nos queda del día, nos formamos en la taquilla y un nuevo contratiempo, me
piden identificación para poder usar la tarjeta y ésta la deje en el auto, voy por ella y finalmente
logramos entrar al parque a las 13:00 horas, es frustrante que ahora estén pidiendo identificación en
todos lados, pero aquí se vuelve crítico pues el estacionamiento está muy lejos de la taquilla, si esa
es la política debieran avisar al ingresar al estacionamiento.
33. Pasamos a la caseta de información y nos recomiendan empezar por los Stukas y Aqua Loop, nos
dicen que en el Aqua Loop te meten en una cápsula y das una vuelta de 180 grados, wow, suena
genial.
34. Buscamos unos camastros en la zona de la alberca de olas, a pesar que no hay mucha gente en el
parque los camastros de esa “playa” están todos ocupados así que hay que buscar en la del otro
lado del “océano”.
35. Finalmente estamos instalados y nos dirigimos a la zona de toboganes. Primero que nada vamos a
las “donas”, a las esposas no las dejan subirse pues portan reloj y aretes así que ellas van de vuelta
a los lockers. A mi hijo de 5 años tampoco le permiten subir por la estatura, así que él se va con mi
esposa mientras el resto iniciamos el ascenso a la torre de toboganes.
36. Nos echamos un par de veces, el equipo y los toboganes están en muy buenas condiciones y los 6
que hemos empezado la aventura comenzamos finalmente a disfrutar del parque. Después de 2
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lanzamientos llegan las esposas y mi hijo, le pido permiso al guardavidas para que lo deje nadar con
una llanta frente a un tobogán que está apagado y él mejor nos da permiso para que se lance una
vez en las donas.
37. Subimos nuevamente a la torre. Yo me lanzo primero para esperar a mi hijo en la parte baja y mi
esposa se encarga de despedirlo desde la parte superior. Él se lanza y yo lo veo caer al agua, ésta
feliz que lo dejaron lanzarse en el mismo juego que su hermana y sus amigas.
38. Después de que él cae, cae mi esposa y empieza a gritar,
-El agua está muy fría”, pues sí, es invierno, de hecho es una maravilla que el clima en Enero
permita la apertura del parque, después de ella bajan todos los demás y de ahí nos vamos a la
siguiente aventura, ésta es un tobogán amarillo en el cual todos tenemos la estatura para usarlo,
nos lanzamos en éste un par de veces y al bajar todos nos quedamos viendo el Aqua Loop.
39. El Aqua Loop es un tobogán rojo de paredes traslúcidas, así que uno ve a las personas que hacen el
giro en el mismo. Yo me animo y subo a lo más alto de la torre para lanzarme, este es un juego sólo
para adultos, así que ninguno de los niños puede lanzarse y sólo una de las hijas de mi amigo sube
a la torre para ver el lanzamiento desde arriba.
40. Finalmente llego a la cabina de lanzamiento, es totalmente diferente a otros toboganes. El operador
abre una puerta de cristal tipo “sarcófago” e ingreso en ella. Hay una pared a unos 80º de
inclinación en la cual escurre agua. El operador cierra la cabina y le pone llave, oprime un botón y
escucho una grabación “three, two, one” y antes que se escuche “zero” el piso desaparece y caigo al
vacío. Tomo una gran velocidad y comienza la subida. Al llegar a la parte más alta del Loop me
atacan varios chorros de agua y vuelvo a tomar velocidad para finalmente frenar en un espejo de
agua. “Es Impresionante” me paro y todos aplauden. Después de eso la esposa de mi amigo
también se anima a lanzarse y se convierte en la segunda “víctima” del Aqua Loop.
41. Nuestra amiga se lanza y todos aplaudimos, ninguno pensábamos que se fuera ella a animar. Baja y
se lanza nuevamente, mi esposa la acompaña a la torre pero ella no baja, cuando el operador le dijo
que en ocasiones la gente que pesaba poco se quedaba a medio Loop a ella le dio temor y se quedó
observando en la plataforma. Cuando ya todos pensábamos que ella no se lanzaría e íbamos
camino a la torre la vemos a través de las paredes traslúcidas del Loop y en un par de segundos ella
también aterriza. Todos aplaudimos y decidimos avanzar hacia otra sección del parque que
observamos desde la parte alta de la torre. Desde ahí la vista del parque es realmente
impresionante.
42. Caminamos y llegamos a unos toboganes que mi hijo quiso subirse desde que vio el mapa del
parque. Son tubos obscuros y la salida tiene forma de la cabeza de una serpiente. Subimos todos,
en plena escalera hay una cascada y todos se quejan que el agua está fría. Ya arriba vemos unas
pequeñas balsa sobre una mesa de rodillos. Nos suben de 2 en 2 y ahí comienza el lanzamiento.
43. Todos salimos felices de las serpientes, mi hija y Yo de hecho nos lanzamos 2 veces y de ahí nos
vamos todos al siguiente, una plataforma blanca con forma de “U” de nombre péndulo, este juego
da ánimos a unos y temor a otros así que no todos nos lanzamos, de la parte superior de este juego
se observa uno de los juegos más grandes del parque, “El Mamut”.
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44. Todos caminamos hacia él. Son unas ruedas tipo balsas para 4 personas que suben por una rampa
hasta la parte superior. Todos subimos hacia allá por las largas escaleras, la vista desde ahí también
es impresionante, el juego asemeja la bajada en rafting por un río con rápidos. Mi hijo de 5 años se
agarra fuerte de la balsa, se ve que está temeroso pero él “no se raja” comienza la bajada y hace
todo tipo de caras pero no pega un grito, de pronto al llegar a una vuelta hay unos chorros que
empujan la balsa y el agua el pega en la cara, nuevamente hace caras pero se agarra más duro y
vienen nuevamente las bajadas. Al terminar el juego se voltea y me dice:
-Papi, en la última bajada me dio un poquito de miedo” Yo lo abrazo y lo felicito por lo bien que lo
hizo.
45. Al bajar del “Mamut” era ya hora de comer y varios de nosotros teníamos hambre. Las esposas y mi
amigo con dos de las niñas se fueron a apartar lugar al restaurante y tres de los niños vinieron
conmigo al “Revolcadero”, es un juego muy curioso y no es muy claro cómo funcionan las máquinas
que logran inundar la plataforma. Todo mundo se para en una plataforma de piso esponjoso y de
pronto llega una ola inmensa tipo “Tsunami” que se lleva a todos por una rampa hacia un río
artificial. El agua da vueltas a gran velocidad y nos arrastra a todos por su cauce. Mi hijo de 5 años
afortunadamente nada muy bien y flota como tronco en la corriente, después de media vuelta al río
nos salimos y nos vamos al restaurante para alcanzar a los demás.
46. Comemos todos juntos y después de eso nos separamos pues todos nos quedamos con ganas de
hacer actividades diferentes. Yo voy nuevamente al Aqua Loop y los Stukas. Las niñas grandes se
meten con mi amigo a la alberca de olas y los pequeños y las mamás a los Jacuzzis para recuperar
un poco de calor. Nos reunimos nuevamente y revisamos el mapa para ver qué juegos nos faltaron.
Son ya casi las 18:00 horas y sólo hemos recorrido 2 de las 4 secciones que integran el parque.
Decidimos hacer un recorrido a pie por el resto del parque aun sabiendo que las atracciones han
comenzado a cerrar.
47. A las 18:30 salimos del parque. El día ha sido agotador, pero todos estamos muy contentos.
Tomamos nuevamente carretera hacia la hacienda Vista Hermosa. Nos bañamos y bañamos y a eso
de las 21:00 horas bajamos a cenar, los niños se sientan en una mesa y los adultos en otra y
además de disfrutar una rica cena, charlamos las parejas sobre todo lo ocurrido en el Rollo. Luego
nos vamos todos a dormir para aprovechar el domingo en las instalaciones de la Hacienda.
48. Domingo 20 de Enero, Hacienda Vista Hermosa
49. Ese día nos levantamos todos con calma, ya no era necesario correr para llegar a ningún lado. A eso
de las 10:00 bajamos a desayunar, en recepción nos habían dicho que no habría buffet por la baja
ocupación de la hacienda, sin embargo para nuestra sorpresa si habían montado el servicio y
aprovechamos el mismo pues el pozole, los huevos, la barbacoa y todos los platillos se veían
realmente bien preparados.
50. Desayunamos vasto y con calma, al término del desayuno vamos todos a cambiarnos, algunos
queremos nadar y otros quieren montar a caballo.
51. Volvemos todos a reunirnos, la alberca es impresionante, tiene un acueducto a la mitad y en su
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parte más honda tiene 3 metros de profundidad, hace mucho que no visitaba un hotel con piscinas
tan profundas, queríamos montar 5 personas pero sólo había 4 caballos, así que Yo regresé a la
alberca para hacerme cargo de mi hijo y mi esposa, mi amigo y las 2 niñas grandes se fueron a
montar.
52. Una hora más tarde nos reencontramos todos en la alberca y nos fuimos a la parte profunda pues
las niñas tenían curiosidad de nadar en “aguas profundas”. Les explicamos mi amigo y yo que
tengan cuidado para no lastimarse lo oídos y a comenzar las inmersiones, todo estuvo muy bien con
excepción de la temperatura del agua, es comprensible que no prendan la caldera con el hotel
medio vacío, pero ¿Por qué no aprovechar la magnífica radiación solar que hay todo el año en el
estado de Morelos?
53. Tras unas horas y varios cocteles y botanas en la alberca llegó la hora de bañarse y desocupar la
habitación, qué lástima que haya llegado tan rápido a su fin este bonito fin de semana, recogemos
todas las cosas en la Alberca y al salir nos comentan que el Buffet para la comida está al 2 x 1. Es
una buena noticia, pues pensábamos comer cualquier cosa en la carretera y eso nos abre la
oportunidad de tener una última comida y disfrutar un poco más de la hacienda.
54. Salimos de bañarnos, hacemos check out y metemos todo al auto, nos vamos a comer y al terminar
pedimos prestados los “tacos” y bolas de billar. Los niños aún no saben jugar, es una de las
primeras ocasiones que tienen oportunidad de usar una mesa de “pool”, así que les enseñamos
como tomar el “taco” y cómo buscar que las bolas entren a las buchacas.
55. Una hora más tarde recogemos todo, entregamos los accesorios en la recepción y tomamos
carretera rumbo a “México”. Ha sido muy grato compartir este fin de semana en familia y con
nuestros amigos. Quedamos todos satisfechos por el viaje y con ganas de organizar uno nuevo en
cuanto haya una nueva oportunidad, mi amigo nos comenta que es la primera vez que se animan a
viajar en un coche distinto al suyo y están muy satisfechos y agradecidos por nuestra invitación.
56. Dejamos a nuestros amigos en su casa y finalmente llegamos a la nuestra, mi hijo está ya dormido y
lo bajo del auto para después bajar el equipaje, todo ha sido relajante y gratificante pero ahora
necesitamos dormirnos pues estamos agotados después de este revitalizante fin de semana.
18 al 20 de enero, 2013
Feike de Jong
Cuernavaca, Morelos, Turismo de intimidad
9 informantes clave
1. Invité a mi esposa para ir a Cuernavaca, ya que no habíamos estado juntos mucho tiempo durante
las vacaciones debido a los diferentes viajes que hice. A ella le gustó la idea pero primero teníamos
que ver dónde dejaríamos a nuestros hijos durante el fin de semana. Quedamos que ella los llevaría
a Puebla, para estar con su mamá mientras yo iba a Cuernavaca, donde la esperaría. Yo
naturalmente, al concluir el viaje los recogería en Puebla y les llevaría a México. Entonces el viernes
a las 18:00 me lancé a Metro Taxqueña, mientras mi esposa fue con los niños a las 15:00 hacia
Puebla.
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2. Llegué al metro Taxqueña y caminé hacia la “Central de Camiones Sur”. Solo traía una muda de ropa
pensando que íbamos a regresar el domingo. Mi filosofía del turismo íntimo era buscar un lugar muy
bonito, caro y pasar una noche excepcional allá, ya que ni mi esposa ni yo somos muy dados a los
lujos. Entonces hacer algo lujoso sería excepcional para nosotros. Para aprovechar mejor los
viáticos pensé entonces hospedarme en un “hotel sencillo” la primera noche y cambiarlo por otro
“lujoso” la segunda noche.
3. Fui al mostrador y compré un boleto. El camión iba a salir 10 minutos después y me senté a esperar
su salida. Luego entré al camión y salimos hacia Cuernavaca. Durante el viaje marqué a un amigo
editor de una revista de turismo para que me recomendara un buen hotel para disfrutar de una
noche de lujo, algo boutique. Él quedo de investigarme el tema y después de media hora me mandó
un mensaje diciendo que el Hotel Trentino era un bonito hotel boutique, quizás algo caro, con una
alberca de piedra negra y un ambiente bonito. Luego me marco mi esposa que no iba a poder llegar
esa noche a Cuernavaca, por qué tendría que viajar muy tarde por Izúcar de Matamoros que
también le daba mala espina. Dijo que podría tomar el primer camión en la mañana para no afectar
demasiado el trabajo que estaba haciendo, pero esto me parecía ir exactamente en contra de la idea
del turismo de intimidad. Yo le dije que podría llegar cuando quisiera, y que no se esforzara en
llegar muy temprano por el simple hecho que alguien haciendo turismo de intimidad nunca le pediría
a su esposa iniciar un viaje a las seis de la mañana.
4. Pero también me puso a pensar de qué se trató este viaje en especial. El turismo de intimidad es
especialmente difícil de investigar desde fuera por el simple hecho de que se trata de un estado de
ánimo más que un hecho empírico. Es decir entre todas las parejas que van de vacaciones juntos
¿cuántas lo están haciendo como turismo de intimidad? Y ¿cómo lo averiguas?
5. Bajé del camión en el centro de Cuernavaca. Mi idea fue ir al hotel que me habían recomendado
para averiguar si había cuartos, ya que parte de la intimidad es conseguir que cuando mi esposa
llegara hubiese un plan. Pero primero se me antojo un café entonces caminé hacia el centro donde
me llamó la atención un hotel con fachada colonial y una letra bonita en su letrero. Pero no era
relevante y seguía caminando hasta llegar a un café Cielito Lindo a un par de cuadras del zócalo. Allí
me senté y tomé un café. Vi varias parejas allí tomando café y me parecía que algo de la intimidad
es este sentido que el tiempo no importa mientras estén juntos. La mayoría eran jóvenes y no
parecían tener mucha prisa. Me preguntaba si vendrían de otro estado a visitar Cuernavaca o si eran
lugareños.
6. Luego salí y tomé un taxi hacia la dirección que me había mandado mi amigo. Después de viajar
unos 15 minutos y buscar un poco llegamos a la dirección. Pedí que el taxista me esperara. Entré el
hotel, pero había cambiado de nombre, ahora no era el Trentino era el Porta Santo. Tenía un
sentido algo mediterráneo, y vi un gran césped alrededor de la alberca con lo que parecían camas
con columnas blancas.
7. Pregunté en la recepción si esta era el Hotel Trentino. El joven recepcionista dijo que quizás ese
habría sido el nombre anterior del hotel, que no lo sabía decir, pero que estaban a mi disposición y
que tenían una suite muy bonita que podría ver si quería y que iban a tener un evento al día
siguiente.
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8. Ya que me estaba esperando el taxi y confiando en el buen gusto de mi amigo pagué un cuarto para
el siguiente día, aunque me llamo la atención que la palabra habitación estaba mal escrita en una de
las libretas de registro. Sin embargo a primera vista todo parecía lujoso y suponía que en cierto
grado de eso se trataba, además me gusto la alberca.
9. Luego le pedí al taxista que me llevara un hotel “barato” para pasar la noche. Pasamos por un hotel
que se llamaba 23 de Junio y el taxista me dijo que era “barato” y entré. Había una alberca, un árbol
grande en el césped alrededor de la alberca. La señora en la recepción, que era más bien un cuarto
al lado de las otros cuartos con sus barras de metal frente de las ventanas. Me hizo muchas
preguntas mientras llenaba los formatos.
10. “¿De dónde vienes?”
11. “¿A qué se dedica?”
12. Y me empezó a decir que su hermana también se había casado con un extranjero, un italianobrasileño y que ellos vivían la mitad del tiempo en México y la mitad en Italia. La mujer se me hizo
muy chismosa y hasta me despertó la sospecha porque yo estaba muy consciente que Morelos es
por mucho el estado más violento de México cuando se trata del narco. Pero después de platicar un
rato aparentemente nos confiamos y tomé un cuarto sencillo pero limpio en el primer piso del hotel.
Hubo un par de personas sentadas por la alberca pero no me llamaron mucho la atención. Decidí
entrar en la ciudad. Ya eran casi las 24:00. Decidí dar una vuelta a pie por el centro y comer algo.
Subí por los callejones y barrancas hasta una larga escalera y llegué a una gran plaza con edificios
coloniales, árboles y restaurantes. El clima era muy fresco pero agradable.
13. Varias restaurantes estaban cerrados o cerrando esta noche y ya no había mucha gente sobre la
plaza. Sin embargo todavía había movimiento y se escuchaba jazz en vivo saliendo de un de los
lugares. Lucía bonito pero un poquito desolado y oscuro al mismo tiempo. Vi un Burger King
cerrando pero todavía estaba un McDonalds al otro lado de la plaza. Caminé hacia el McDonalds. Allí
sabía que harían facturas y no quería gastar dinero porque estaba solo y se trataba de turismo de
intimidad. Comí allí pero había dejado el RFC en el hotel y les pregunté si me la podrían dar el
siguiente día. Dijeron que sí.
14. Habiendo visto el centro vaciándose, regresé al hotel. Mandé un mensaje a mi esposa para que no
saliera a las seis en la mañana sino una hora más cómoda. Hablamos por teléfono y me dormí en un
espartano cuarto de concreto con una sencilla cama y sabanas delgadas en el perfecto clima de
Cuernavaca.
15. Cuando desperté dejé el cuarto del hotel con su alberca atrás y caminé otra vez hacia el centro,
hubo un crucé muy complicado para un peatón frente a un puente sobre una pequeña barranca
entre árboles y arbustos. Luce bastante verde el centro de Cuernavaca. Caminé hacia arriba. Vi la
plaza por la casa de Cortés. Caminé hacia la iglesia y en una de mis vueltas entre las calles
coloniales di con un pequeño restaurante. Un señor fuera con mucho esmero dijo que tenía
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desayunos, pregunté si tenían facturas, dijo que sí, entonces decidí entrar. Estaba sencillo pero
bonito y había una película sobre una familia de migrantes turcos a Alemania y era sorprendente
que tan similar era a la historia de los mexicanos en los Estados Unidos. Se notaba que varios de los
comensales estaban muy interesados en esta película tan alejada pero al mismo tiempo tan
cercana.
16. Hablé con mi esposa y ya venía en ruta, todo pintaba a que iba a llegar a las 13:00. Después de un
desayuno agradable en este restaurante Emilianos fui al hotel de nuevo e hice el check-out. Luego
decidí comprar un traje de baño. Caminé por Cuernavaca pasando por un mercado y varias tiendas
de ropa sin poder encontrar traje de baño. Finalmente encontré uno en un Woolworth cerca del
zócalo.
17. Después fui a un café por la plaza frente de la “Casa de Cortés”, donde había una universidad con
un altar para las víctimas de la narco-violencia, probable con complicidad de las autoridades según
se leía en las pancartas allí. Me senté a tomar café y esperar a mi esposa. Me llamó para decir que
estaba en otra terminal de camiones más lejos del centro. Me llamó la atención que Cuernavaca
tenga tantas terminales. Finalmente me marcó para decirme que había llegado. Pero no la vi.
Después de buscarla la encontré por una plaza con un kiosco. Yo ya estaba ansioso por llegar al
hotel. Entonces tomamos un taxi hacia el hotel.
18. Al momento de llegar a las 14:30 horas me sorprendió el ruido fuerte saliendo del hotel de música
ponchis-ponchis. El recepcionista era muy amable y dijo que podríamos acudir al evento si
queríamos y también que no nos preocupáramos de que hubiera gente de seguridad, que vigilarían
que la gente de la fiesta no bajara a nuestro cuarto. Ya habían llegado un par de personas de la
fiesta. El organizador, un joven con gafas de aviador y el pelo peinado hacia atrás con gel. Dos
personas de seguridad que luego se encargarían de revisar las bolsas de las muchachas que
llegarían a la fiesta. Y uno que otro grupo de jóvenes sentados sobre las camas de columna en el
jardín.
19. Había un gran logo del murciélago de Bacardí en la pared atrás de la alberca. Y la música sonaba
excepcionalmente fuerte. El clima era como ya era de costumbre perfecto.
20. Bajamos por varios pasillos hacia nuestra suite. Cada uno tenía nombre de estrella de cine y había
refranes pintados sobre las paredes como “Si no te amas a ti mismo, nadie te va a amar a ti.” La
suite tenía dos baños con dos regaderas, varias camas queen size como si fueron sofás sobre bases
de concreto. Otra cama king size y un enorme espejo cubriendo una de las paredes. Hubo un gran
ventanal con cortinas y puertas que daban al jardín y otra Alberta más privada.
21. Pasamos allí. La música sonaba fuertísimo en el jardín aunque la vista era muy bonita. Habría otro
alberca, pero estaba sucia, pequeñas burbujas flotaban sobre la superficie. El césped tenía un
aspecto algo pantanoso. Semillas con forma de ala de mariposa cayeron de los árboles. A la primera
vista parecían plumas de pájaro que estaban cayendo y dije a mi esposa que era porque estaban
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huyendo de la música. Ella dijo:
22. “ “Esta interesante el lugar, es diferente.”
23. Yo le dije:
24. - Creo que el narco ha tomado el hotel, la fiesta arriba parece ser de narcojuniors.”
25. –Si, , es una desgracia, se veía que habría sido un lugar padre, un hotel boutique estilo
mediterráneo, mi esposa dijo. Sin embargo era algo emocionante estar debajo de una fiesta de lo que
parecían narco juniors, como fiesta de MTV, con chicas en bikinis y jóvenes con gafas y camisas de
moda.
26. Entramos a la suite y nos sentamos sobre las camas. Mi esposa comentaba que la decoración y los
servicios de la habitación eran de mal gusto, que en su nuevo trabajo de cabildeo estaba
entendiendo la importancia de los detalles, el protocolo y la calidad del servicio hacían la gran
diferencia para el cliente. Por ejemplo en este cuarto de 2,000 pesos por noche el champú y los
jabones estaban en envolturas que en nada correspondían a la tarifa que estábamos pagando. No
había un valor agregado, por ejemplo el diseño de una pequeña botella o un estuche que contenga
estos productos de higiene personal, como la que sí tienen cadenas como Quinta Real, Marriott o
Sofitel. A mí no me importaban tanto estas cosas, lo que a mí me preocupaba era la música que se
escuchaba con demasiada claridad dentro del cuarto. Fui al baño y cuando regresé mi esposa me
dijo que dos personas habían entrado sin tocar antes la puerta para verificar si la habitación estaba
vacía.
27. Por un lado me apenaba un poco la situación para mi esposa, sin embargo ella fue reportera durante
20 años, y a cualquier reportero les gusta las situaciones un poco extrañas y diferentes. Esto
pintaba ser así y mi esposa parecía divertida con la situación. Propuse que fuéramos a comer. El
recepcionista nos había dejado un menú y subimos hacia la terraza estilo mediterráneo donde tenían
unas 15 mesas cubiertas con manteles blancos y listas para recibir a los comensales, con vasos de
vino con vista de la fiesta. Nos sentamos en una de las mesas y vimos el menú. El menú era
básicamente lleno de platillos mediterráneos, carpaccio, espagueti, lasagna y pizza. Notable era la
falta de diseño que metieron en el menú, parecía de fonda. Después de contemplar el menú un
buen rato decidimos que queríamos comer, yo pedí como entrada carpaccio y para comer un
espagueti de mariscos. Mi esposa se decidió por ensalada y un espagueti. El mesero nos tomó la
orden con cierta vacilación. Después de 5 minutos regreso. Dijo que el menú que nos había dado el
recepcionista no era el menú de este restaurante.
28. Luego nos dio otro menú, ahora más estilo argentino con cortes. Entonces después de revisarlo de
nuevo decidí por un t-bone y mi esposa por un corte tira de asado. También pedí una sopa de
cebolla. El mesero tomo la orden, preguntando qué termino debería ser el corte (medio) y nos trajo
las cervezas que habíamos pedido. Sentada por la mesa mi esposa me dijo:
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29. “Si el dueño anterior pudiera ver este lugar ahora tendría un infarto.”
30. Yo no me sentía muy cómodo. Vi como el cocinero, un señor de alrededor de 60 años sin un
uniforme de chef o de cocina, ponía los cortes sobre la parrilla al aire libre. Luego los dejó y
desapareció un buen rato. Mientras el mesero llegó con mi sopa de cebolla que por alguna razón era
tibia. Vi con preocupación mi corte por la orilla de la parrilla. Me preguntaba a dónde se había ido
todo el mundo. El ponchis ponchis seguía.
31. Regreso el mesero y pedimos otras cervezas. Mientras el cocinero seguía sin regresar. Finalmente
llegó con la carne y metió el corte al centro de la parrilla. Después de esperar un largo rato
finalmente sacaron los cortes de la parrilla. Mi t-bone estaba completamente seco y cocido. Además
le faltaba sal y pimienta. Había sal por la mesa pero no hubo pimienta y pedí al mesero que me
traerá pimiento. Despareció de nuevo hacia la cocina. Después de un rato regresó con un bote de
pimienta McCormick y cordialmente lo dejo por la mesa. Puse el pimiento y comí mi t-bone seco
aunque se veía que la carne en sí no fue mala. La tira de asado de mi esposa era mucho mejor.
32. Terminamos de comer y pedimos que cargaran la cuenta de 700 pesos en la de la habitación.
Bajamos entre los jóvenes en sus playeras de diseñador, pasando los vigilantes de la entrada que
revisaban las mochilas de las chicas escasamente vestidas, entre al jardín de las ponchis-ponchis
donde la fiesta lentamente estaba creciendo. Mi esposa me dijo que no se veía que iba a haber
mucha gente.
33. Pasamos hacia abajo a nuestra suite. Decidimos compartir un baño romántico. Pero por el techo del
baño había hongos. El agua salía con mucha fuerza y pronto se había terminado el agua caliente.
Hasta dentro del baño se escuchaba la música electrónica. Mi esposa me dijo:
34. “Es divertido, pero si fuera tu novia te habría dejado.”
35. Luego decidimos ver una película en la televisión. Mi esposa llamó a la recepción para pedir que le
bajarán la música y para avisar que dos personas habían entrado a la habitación sin tocar la puerta
para verificar si estaba ocupada o no. Dijeron amablemente que hablarían con los organizadores de
la fiesta. Cuando prendimos la tele apareció una pantalla que dijo que el sistema se estaba
activando con una barra de activación que marcaba 20 minutos. Después de 20 minutos seguía con
la pantalla de activación.
36. La música seguía y decidí que difícilmente podríamos quedarnos aquí dentro del propósito del viaje.
Entonces dije a mi esposa que podría pedir que nos devolvieran parte del dinero y que buscaríamos
otro hotel.
37. Ella dijo que estaba bien si eso fue lo que yo quería. Le dije que temía que la fiesta fuera para largo
y lo que ahora todavía estaba divertido iba ser bastante molesto a las cuatro en la mañana.
38. Entonces subí a la recepción. La fiesta ya se estaba calentando más y hasta que había una pequeña
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fila de gente sacando billetes de 500 para pagar la entrada. Dije al recepcionista:
39. “Estamos muy agradecidos por la forma que nos han atendido pero yo vine acá para tener una
pequeño salida romántica con mi esposa y honestamente con esto del fiesta es difícil, tampoco
queremos que ustedes se tienen que preocupar por nosotros, que tal si se quedan con la mitad de
los 2000 y nos regresan la otra mitad?”.
40. El recepcionista marcó a un número y una mujer que era el manager me atendió. Le expliqué la
situación y me dijo que estaba bien, que me iban a regresar todo el dinero. Sin embargo ya que
había pagado con tarjeta sería por transferencia hasta el lunes. La otra opción era darme un vale
por el doble del valor. Yo opté por la transferencia del lunes aunque me preocupaba si realmente lo
iban a hacer. Sin embargo decidí confiar en ellos.
41. Pedimos un taxi. Mi esposa se subió. Y fuimos al centro. Llegamos y vi este Hotel Casa Colonial con
su bonita letra. Entramos y vimos que la tarifa era igual. Todo era muy bonito y tranquilo. Otra vez
opté por la suite, la opción más lujosa del hotel. Había una pareja sentada al lado de una alberca.
Subimos a ver el cuarto y tenía una chimenea y madera. Las mesas eran de madera rústica y entre
los vidrios tenían figuritas prehispánicas. Hubo imágenes de santos por las paredes. Todo olía a
cedro en el cuarto y el baño era muy grande con muchos jaboncitos finos.
42. Bajamos a comer algo en el jardín. La mesa hecha a la perfección, menú de imprenta hermoso,
servicio amable pero respetuoso. Hubo dos parejas allí que realmente no hacían nada más que estar
sentados conversando al lado de la alberca, un joven hasta veía su ¡Pad. Pasaron un tiempo largo
allí y de verdad no se antojaba mucho ver la ciudad. Hubo una mesa puesta en forma magnifica en
el jardín. Preguntamos para qué era. Una persona que lo estaba atendiendo dijo que era para una
boda, para que los organizadores pudieran ver antes como se iba ver la cubierta. Dijo que todavía
no habían decidido qué color de asiento poner y por lo mismo les iban a mostrar las dos opciones
que tenían.
43. Llego un grupo de 6 personas
44. Cuando llevaron la comida era muy buena, camarones al ajillo. La diferencia con el restaurante
anterior era como el día y la noche. Aunque ningún objeto de las muchas antigüedades que
adornaron el hotel era muy caro en sí, la combinación creaba un ambiente de lujo mucho más allá
de la sencillez y el buen gusto de sus componentes. Nos reímos del hotel anterior. Pedimos un vaso
de vino. Después de cargar la cuenta a la cuenta de la habitación decidimos que sería una lástima
dejar un lugar tan agradable. Sin embargo, pedir una botella de vino allá prometía ser un costo
tremendo. Mi esposa comento que había visto un Costco cerca.
45. Entonces caminamos juntos al mega-mercado y buscamos en la luz fría de los pasillos una botella de
buen vino, dos vasos de vino y un sacacorchos. Caminamos de regreso al hotel. Llegando allí
pedimos que prendieran la chimenea, lo que hicieron. Nos retiramos a nuestro cuarto con la botella
de vino.
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46. Allí platicamos de nuestros hijos y la historia y el futuro de nuestra relación hasta tarde en la noche.
La chimenea era muy agradable y la noche a gusto.
47. El siguiente mañana despertamos y nos fuimos a desayunar. Yo ya sabía que la salsa de ajillo que
tenían era buenísima y además me antojaba la cecina a Yecapixtla sabiendo que algo local en este
restaurante iba a ser de lo mejor. Por lo mismo pedí chilaquiles con cecina, una elección muy
atinada. Platicamos con la mesera sobre la historia del hotel que tenía 16 años.
48. Luego caminamos un rato por el centro de Cuernavaca. Pasamos por un mercado de libro de
segundo mano. Iban a quitar los comerciantes aparentemente y algunos se estaban organizando
para resistir el desalojo. Dijo el líder que no solo era por ser su sustento de vida pero también
porque la venta de libros era importante para el desarrollo de la ciudad. Más adelante mi esposa
comentó:
49. “Se nota que la ciudad está muy afectada por el narco, se ve un poco jodida.”
50. A mí también Cuernavaca me hacía una ciudad que estaba sufriendo un desequilibro en su
desarrollo urbano. Le comenté que Morelos tiene la mayor cantidad de asesinatos en términos
absolutos de México aunque tenga una población mucho más pequeña que por ejemplo que
Veracruz o Chihuahua. En Cuernavaca hubo algo raro en el ambiente, concurría.
51. Regresamos al hotel e hicimos el check-out. Mi esposa regreso a México por camión y ahora a mí me
tocaba ir a Puebla por los niños.
52. Tenía que ir a una terminal de camiones que está muy lejos del centro. En la ruta vi otro
Cuernavaca, una ciudad extensa, indistinguible de las afueras de cualquier otra ciudad en México.
Reflexioné sobre el desarrollo urbano completamente desalmado. Llegué a la terminal y el camión
salía en una hora. Caminé por el paisaje urbano. Comí unas costillas a la bbq.
53. Finalmente en el camión pensé sobre cuál sería una salida romántica. Decidí que tenía que ser un
lugar donde uno iría solo. Igual podría haber pasado todo un día en aquel hotel colonial solo. ¿Qué
más es intimidad que compartir la soledad?
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27 al 30 de diciembre 2012
Ricardo Medina Covarrubias
Secrets Vallarta, Jalisco, Turismo de lujo
9 informantes clave
Inicios de diciembre: preparativos
1. Deseo un viaje para pasarla muy bien con mi esposa. Me recomendaron Punta Mita como un lugar
de lujo. Hay hoteles muy tranquilos y todo incluido. Suena justo a lo que necesito, últimamente no
he pasado mucho tiempo con ella y quiero compensarnos. Le pregunto si le gusta la idea y, tras
deliberar un poco, me dice que sí. Suena contenta y eso me gusta mucho.
2. Así que me doy a la tarea de buscar Punta Mita por internet, aparece la referencia de Bestday.com,
pero no me acaba de quedar clara la opción, veo otros sitios de reservaciones hasta que finalmente
marco nuevamente esta agencia en línea. Me atiende un operador muy amable, le comento mis
planes, vemos varias opciones y finalmente acordamos el Secrets de Punta Mita.
3. Auch, el viaje todo incluido cuesta casi 70% más de lo que cuesta otros paquetes de 5 estrellas.
4. Es que es la temporada, ahora que si quiere tengo hoteles de menor precio que…
5. No me gusta la idea del hotel barato, si ella se siente incómoda lo vamos a pasar muy mal. Este
viaje es como de aniversario y no pienso escatimar.
6. Dame el Secrets. Está bien. El operador procede alegremente a hacer la reservación, pidiéndome los
datos de mi tarjeta de crédito, correo electrónico y garantizándome que todo está seguro y lo
pasaremos fenomenal.
Jueves 27: salida
7. A las 4:30 PM estamos ya en el aeropuerto. El registro en Interjet se ve muy lento, así que
decidimos probar no documentar las maletas. Tras una cola breve, nos atiende la señorita del
mostrador de la aerolínea y asigna lugares. Hmmm, el vuelo va lleno y no nos tocan asientos
contiguos, tampoco hay posibilidades de cambiarlo. Bueno, al menos nos ahorramos la cola para
documentar equipaje. Al pasar el punto de seguridad, nos detiene uno de los elementos.
8. Lleva envases de más de 100 ml. Necesita dejarlos aquí.
9. Pero la botella está a la mitad. No tiene 100 ml de contenido, contesta molesta mi esposa.
10. Lo siento, son las reglas. Contesta el guardia, casi con satisfacción.
11. Yo no tengo intención de comenzar mal, así que ofrezco documentar mi maleta, poniendo los
envases en ella. Al fin tenemos tiempo. Mi mujer me mira inicialmente sorprendida, pero accede, así
que el guardia me escolta de regreso con todo y maleta.
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12. Ya no se forme otra vez. Le dice a mi compañero que ya pasó antes. Me dice el guardia a modo de
consuelo.
13. En la sala de documentación hay fácilmente quinientas personas y colas de 15 turnos. Decido correr
suerte y me formo en la de vuelos por partir. Le explico a la jefa de servicio mi dilema del vuelo de
las 5:30, las colas y mi necesidad de documentarme rápidamente. Ella asiente y eficientemente se
dirige a resolver el problema siguiente. Tras quince minutos de lento avance, toca mi turno,
documento la maleta y regreso al punto de seguridad. En la pantalla de salidas de vuelos, el nuestro
dice simplemente “Sala B”.
14. Ya que no hay sala asignada, me toma casi 10 minutos encontrar a mi esposa. Estoy un poco
frustrado. Últimamente he viajado demasiado, no la he visto y quiero pasar el mayor tiempo posible
con ella, no dando vueltas en el aeropuerto buscándola. Finalmente nos encontramos y me comenta
extrañada que el vuelo dejó de aparecer en la lista de despegues. Mala señal. Así que nos dirigimos
al mostrador de servicio de Interjet.
15. Efectivamente viene demorado, aproximadamente 40 minutos. Nos comenta la señorita muy
amablemente- por favor esperen en esta sala y nosotros les informaremos cual será la sala de
abordaje.
16. Así que a tomarlo con calma. Compramos una coca y un agua en el Seven-Eleven de la “Sala B” y
nos sentamos a esperar. Mientras conversamos sobre nuestras hijas, su crecimiento, méritos
académicos y preparativos para la universidad. También inventamos historias sobre otros pasajeros,
para pasar el rato. Mi esposa me hace notar que van 5 pasajeros que llevan cajas doceneras de
donas de Krispy-Cream, yo asumo que el antojo es compartible con quienes nos esperan en el
destino, jaja. A las 6:10 nos informan que abordaremos por la sala 21.
17. A las 7:01 estoy sentado en mi asiento. Llevan hora y media de retraso y el capitán se disculpa
diciendo que hubo un problema en San José. Agradezco su cortesía, pero eso no me regresa la hora
y media de convivencia y playa que he perdido por su ineficiencia.
18. A las 8:30 PM aterrizamos en Vallarta. Nos encontramos a una cliente y a su esposo. Ellos tienen
casa allá, así que van a pasar toda la semana con la familia. Presentamos a nuestras respectivas
parejas y nos despedimos con formalidad. Es curioso, se encuentra uno más gente en los
aeropuertos de lo que se cree, reflexiono para mí.
19. Mientras esperamos a que se active la banda de maletas, una nenita de 5 años más o menos juega,
sentada en ella. Tiene un tazo de plástico, que lo mete en las ranuras de la banda y después en su
boca. También mete los deditos en los espacios de plástico y acero del dispositivo. Me pone los
pelos de punta pensar que la banda puede arrancar en cualquier momento y machucarla. ¿Dónde
#!*@! está su mamá? Afortunadamente no pasa a mayores, tras un pitido, ella se levanta de un
salto justo antes de que suceda una tragedia.
20. Recogemos las maletas de la banda, y saliendo está esperándonos el operador de transporte,
contratado por BestDay. Él nos llevará al Secrets, pero hay que esperar a otros dos grupos más. Por
cuestiones de espacio, me vuelve a tocar –otra vez- separado de mi esposa. Más vale que estas
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vacaciones de lujo empiecen pronto, porque todavía no empezamos y ya me empieza a cansar esto
de esperar.
21. Comenzamos a recorrer la bahía de Vallarta, dirigiéndonos hacia el sur.
22. Oye ¿Vamos al Secrets? Le pregunto al operador de la camioneta.
23. Así es Sr. Al Secrets Vallarta.
24. ¿En Punta Mita?
25. No Sr. El Secrets no está en Punta Mita.
26. ¿Seguro? - Pregunto perplejo, ¡no lo puedo creer! pedí específicamente que quería conocer Punta
Mita y el operador de BestDay me aseguró que estaba allí.
27. Seguro Sr. Si gusta vamos al hotel y checamos. Si es en un destino distinto con gusto lo llevo.
28. Llegamos al Secrets y efectivamente tenemos una reservación allí. El hotel es muy bonito y sí es de
cinco estrellas, solo que la ubicación del hotel no es la que entusiastamente me vendió el operador
telefónico. Tengo que hacer un esfuerzo consciente por no permitir que fluya el enojo y arruinarle la
velada a mi mujer también. Nos registramos y tomo nota mental que me van a oír cuando
registremos la salida. El operador del transporte prudentemente me pregunta si ya se puede retirar,
es como si intuyera que estoy a punto de que me salte un fusible y no desea ser él quien lo
provoque. Asiento y agradezco su atención, de modo que rápidamente desaparece de escena.
29. A las 9:30 PM estamos pisando la habitación. Las albercas están cerradas y ciertamente no es hora
de salir a caminar a la playa. El botones también está nervioso, así que nos explica rápidamente
cómo funcionan las cosas y desaparece a toda velocidad. La habitación es magnífica, vamos
mejorando, parece que las vacaciones empezaron al fin. Nos la tomamos con calma, y a las 10:15
PM bajamos a recorrer el hotel y a cenar.
30. Todos los alimentos y bebidas están incluidos en lo que ya pagamos, así que no necesitaré
preocuparme por nada durante varios días. Cenamos comida italiana, en uno de los cinco
restaurantes que tiene el establecimiento. La comida está muy bien, las porciones pequeñas, como
para poder hacer varios tiempos sin quedar demasiado lleno. Los meseros son amables, eficientes,
aunque no especialmente atinados. Cerca de las 11:00 PM terminamos de cenar y nos vamos al
cuarto a descansar.
31. Viernes 28: ya instalados
32. En la habitación hay dos regaderas, una tina de hidromasaje y 10 formas en las que éstas arrojan
agua. Además puede uno ducharse acostado, sentado o de pie, de modo que en total hay 17 formas
distintas para tomar un baño. La temperatura del agua oscila entre punto de deshielo y hiervausted-su-pollo-aquí, a gusto del usuario. Además hay diversidad de jabones, shampoos,
acondicionadores, jabón para tina y una varita de incienso, mismos que decido ignorar, pero a mi
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mujer le interesan y entretienen. Múltiples toallas de diversos tamaños, dos batas de baño, dos
pares de pantuflas y una secadora de pelo completan los implementos para el ritual del baño diario.
Nada mal.
33. Pedimos room service para desayunar. Algo ligero pues mi mujer se siente un poco mal. Mientras
tanto, me quiero conectar con el Ipad, pero algo no funciona bien. En 5 minutos llega el de sistemas
y me indica paso a paso cómo accesar a la red. Mientras tanto, se presenta el mesero con el room
service. Trae las cosas tal y como lo ordenamos, pone el servicio y se despide amablemente. No
necesitamos usar la puertita lateral que cada cuarto tiene instalado.
34. Recibo una llamada del concierge ofreciendo 200 USD en cupones para servicios adicionales del
hotel. ¿Será posible tanta amabilidad? Tal vez nos quieran consentir. Pasamos un rato viendo la tele
y descansando. Hay 47 canales -contados- para escoger. Pasado medio día, nos decidimos a salir.
35. La vista trasera del hotel no es especialmente agradable. Está sin desarrollar y entre otras cosas
observamos desde el piso 10 un río verde, un lote baldío y también al maldito gallo que comenzó a
cantar desde antes del amanecer. En el elevador que baja al nivel de playa nos encontramos una
pareja de gringos de mediana edad que sonríen educadamente cuando nos ven. El área de albercas
está en el mismo nivel que la playa y nos dedicamos a recorrerla sin prisa.
36. Probamos el almuerzo en el restaurante “Océana”, que sirve comida marina muy bien presentada en
platos con motivos de peces y olas en un diseño de mosaicos azules. Hay que vestir al menos con
camisa y sandalias. Casi al sentarnos, el mesero se presenta por su nombre y se pone a nuestras
órdenes mientras llena nuestras copas con agua natural, es parte del protocolo de todos los
restaurantes. Pedimos un consomé y un ceviche. El primero no está en el menú, pero el mesero
ofrece ver qué puede hacer. Cinco minutos después llega con el platillo, como lo ordenamos. La
comida nuevamente está muy bien: gran sazón en los alimentos, porciones razonables que incitan a
la diversidad, vajilla de primera con motivos del mar y un servicio excepcional.
37. Mientras comemos, observo que en la playa hay una cancha de volleyball, parachutes, motos
acuáticas, kayaks, “bananas”, paseos a caballo y un gran inflable escalable. Además hay vendedores
ambulantes de palofierro, joyería, sombreros, tatuajes, manteles, lentes de sol y recuerditos de
Vallarta.
38. En la zona privada del hotel hay 8 albercas con distintas formas, profundidades y temperaturas. En
el área donde estamos no se admiten niños así que el ambiente es más relajado, las albercas con
niños están separadas por vegetación y diseño del espacio, de modo que la distinción funciona sin
generar problemas ni tentaciones para nadie. Las habitaciones de la planta baja cuentan con
albercas privadas y también puedo ver tinas de hidromasaje que dan al mar en algunas suites.
39. En nuestra área de albercas, también han perfeccionado el repertorio de formas para tirarte a
haraganear. Hay sillas reclinables, camastros móviles, camas de playa con toldo, hamacas, pasto en
perfectas condiciones, colchonetas flotantes y también camastros de piedra semisumergidos en una
de las albercas. En cada camastro sin ocupar hay una toalla grande perfectamente enrrollada y lista
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para usarse. También hay una pirámide de toallas enrrolladas por si alguien quiere más.
40. De un modo muy curioso, los turistas nos exhibimos e ignoramos entre nosotros a la vez. Nos
mostramos iguales en trajes de baño y chanclas, mandamos mensajes sutiles de éxito en trajes de
baño perfectamente combinados con el sombrerito, el Palazzo y las sandalias, en leer el Forbes o en
cargar una supercámara réflex con todo y tripié.
41. Las mujeres también exhiben sus inversiones en mantener piel y figura perfecta y de modo general
se van cubriendo más mientras más se alejan del ideal, de modo que la vejez, el sobrepeso y la piel
no-impecable van cubiertas de camisetas, huipiles y vestidos de algodón.
42. Un hombre muestra también su inversión en el gimnasio, con camiseta de tirantes y andar con los
codos hacia afuera. Nos ignoramos en el código tácito de no mirarnos fijamente ni hablar más que
con turistas de nuestro propio grupo y con los meseros, a pesar de casi rozarnos con otros en la
contigüidad de la alberca, el elevador o el camastro. El contacto físico conlleva un discúlpeme o un
I’m sorry, según sea el caso.
43. Los meseros se encargan que haya un flujo continuo de comida y bebida, mientras los animadores
contribuyen a que el ambiente se relaje, invitando a clases de español, aerobics en la alberca o
jugar volleyball. Hay un ajedrez gigante semiolvidado por ahí.
44. Mientras tanto, los turistas leemos de ipads, kindles, libros, chateamos en el celular, hablamos por
teléfono, fumamos, comemos, conversamos en nuestro grupo o simplemente dormitamos en
nuestro lugar, escuchando música de un dispositivo o la ambiental, a través de bocinas distribuidas
por toda el área. Una mujer pinta calmadamente una acuarela.
45. El ambiente es especialmente relajado y tranquilo. No solo por la ausencia de niños. Desde la forma
arquitectónica, donde los edificios forman una herradura que ve a la playa y nos aísla del exterior
hasta los detalles más pequeños, el espacio conlleva una sensación de bienestar y seguridad.
46. No hay óxido, descomposturas o maltrato alguno. Cada cosa tiene su lugar y hay espacio para todo.
El hotel está lleno, pero no se siente bullicioso. Hay señalamientos de precaución por el piso mojado,
aunque es de textura antiderrapante en textura y color pedregoso, casi blanco, que recuerda la
arena del mar. Cada alberca tiene señalizada su profundidad y a 60 cms. del perímetro hay una
franja de piedritas oscuras que señalan con estética que el piso firme está por acabarse y comienza
el agua. Hay letreros de reglamentos para la playa y para la zona de alberca.
47. El día transcurre lenta y agradablemente, mientras el sol de invierno logra apenas combatir el frío
del aire y mantenernos en traje de baño. Hacia el final, acordamos regresar a la habitación, tomar
un baño e ir a cenar.
48. Aprovecho para indagar sobre los cupones de descuento con el personal de recepción.
Efectivamente son un discreto recurso para recabar datos y vender tiempo compartido del lugar.
Más por curiosidad que por interés, lleno el formato, me dan mi cuponera que reduce el precio de
un masaje o una cena privada en la playa de “ridículamente inaccesible” a “caro”. No los pienso
utilizar.
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49. Cenamos en el restaurante “El Tamarindo”, de comida mexicana. Toca un cuarteto llamado “Bravo
Mariachi Loco”, son muy simpáticos: interactúan con los turistas, se meten a posar para las fotos
aunque no los llamen, juegan, zapatean mientras interpretan y también se gastan bromas entre sí.
50. La comida está muy buena. Nuevamente nos sirven porciones pequeñas, de modo que puedo probar
varios platillos sin acabar demasiado lleno. Mi filete de dorado está espectacular. Los platillos están
muy bien sazonados y presentados. El restaurante vale por sí mismo, muy bien. Los meseros se
esmeran como siempre, presentándose por su nombre y asegurándose que estemos bien atendidos.
51. En el lobby del Now, hay un bar con pequeñas terrazas sobre un espejo de agua que mira a la
bahía. La vista es muy agradable, pues además de la vista ocasionalmente mejorada por las luces de
un velero que cruza en la oscuridad, también han colocado cubos de mármol iluminado sobre el
agua. Con ello crean una atmósfera relajada y muy agradable a conversar, así que aprovechamos el
lugar.
52. La conversación adquiere casi por sí sola una profundidad que no esperaba, paradójicamente este
ambiente relajado y abierto también resulta oportuno para comentar temas de pareja y perspectiva
de vida. Después de más de una hora de conversación acabamos y nos vamos a la habitación. Me
siento sacudido por la plática, pero contento por haberla tenido.
53. De regreso en la habitación encontramos una llamada del concierge, solo para saber si todo estaba
bien y ponerse a nuestras órdenes. Todo magnífico. Ponemos una película en la tele y la vemos
hasta quedarnos dormidos.
Sábado 29: segundo día completo
54. El blackout de las cortinas funciona perfectamente. Bloquea a tal nivel la luz que me dificulta
identificar cuando ya amaneció, de modo que comenzamos la actividad a las 10:20 de la mañana.
Veinte minutos después estamos ya en la zona de albercas seleccionando unos camastros. Están
hecho de aluminio y son tan ligeros que los puedo mover y acomodar en la posición que quiera con
una sola mano.
55. El segundo día y Omar, uno de los meseros, ya se sabe mi nombre
56. - Buenos días señor Ricardo ¿Le puedo ofrecer algo? Pienso que es demasiado temprano para
comenzar a tomar alcohol, así que le pido un jugo de tomate preparado y un jugo de manzana para
mi mujer.
57. -Gracias Omar. Le digo cuando regresa sonriente con las bebidas.
58. -Un placer. Noto que esta despedida es también parte de los protocolos de servicio. Ante la cortesía,
todos contestan que le place servir.
59. En la playa un grupo de veinteañeros juega volleyball.
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60. Ya que no desayunamos, vamos a almorzar temprano, en “El Oceána”, que está a 20 metros de
nuestros camastros. Me pongo playera y sandalias. Llegar temprano nos permite escoger una mesa
justo frente al Pacífico. Pido ensalada de aguacate, tacos de camarón y compota de mango. De
nuevo, servicio muy amable y esmerado, porciones pequeñas muy bien sazonadas y presentadas.
61. Después de almorzar nos instalamos nuevamente en los camastros a leer y disfrutar del clima. El
coctel del día, Blue Sky tiene notas amargas que no me gustan, así que no le hago mucho caso.
62. El tiempo pasa con calma y termino mi libro. La música de fondo está a volumen suficiente para
generar ambiente, pero no estorba a la conversación. A eso de las 4 PM instalan una barra con
ceviche, nachos y guacamole que decidimos no aprovechar, pues tiene poco que comimos.
63. Nos metemos a una de las albercas, de agua caliente, como jacuzzi. Un espacio trapezoidal con
cuatro metros de lado y un barandal de acero para entrar y salir. Esta alberquita tiene su atractivo,
pues varias personas entramos, estamos un rato y después salimos con cara de relajación.
64. Omar se acerca y nuevamente me ofrece algo de beber, pido una piña colada.
65. Mientras conversamos un empleado se acerca y con discreción mide la temperatura del agua.
66. -Debe estar máximo a 38 grados. Comenta reflexivamente, asiente y se dirige a medir la siguiente
alberca.
67. Compartimos el espacio, ignorándonos, con dos parejas más. Un grupo de jóvenes se meten y al
salir notamos que dejaron un poco de aceite bronceador flotando en el agua. Alguien hace un gesto
de disgusto y lo ahuyenta echándole agua.
68. Salimos a una caminata por la playa que resulta más bien decepcionante. El edificio de al lado está
en ruinas, supuestamente porque era de unos narcos que lo querían para lavar dinero y los
pescaron. El hecho es que hay una construcción de 12 pisos abandonada y en obra negra con vista
al mar.
69. En la playa hay un gentío, mucho ruido, gritos, basura, perros, caballos, vendedores y hasta un pez
globo muerto que la gente pica con un palo al pasar. Nada agradable
70. Solo un niño construye un castillo, ajeno a todo el bullicio que le rodea. Está tan absorto en su tarea
que da gusto verlo.
71. El agua está fría y solo lo los niños se meten a jugar en el mar, mientras sus papás los cuidan y
alientan mojándose hasta las pantorrillas.
72. De regreso un veinteañero totalmente alcoholizado arroja repetidamente una botella de vidrio al
mar, para enfurecerse porque esta regresa por las olas. ¿Y si la botella se rompe y le corta las
patotas o lastima a un niño? Mi esposa nota que estoy a punto de increparlo y me aprieta
firmemente de la mano, invitándome a seguir caminando con ella.
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73. -Parece que cambiamos de código postal. Comenta con un dejo de tristeza.
74. Accedo a su llamado y regresamos al hotel. Nos lavamos la arena en las regaderas a la entrada de la
playa y vamos a una última sesión de flojera en nuestro espacio. De regreso a nuestros camastros,
el Blue Sky ya no está.
75. Todo indica que el atardecer será espectacular, hay unas cuantas nubes y el cielo está despejado,
así que nuevamente nos instalamos en la terraza del “Océana”. Noto que hay muchos clientes para
el evento, varias personas están en los balcones de sus habitaciones y el restaurante se llena poco a
poco, prácticamente todos los camastros que dan al mar están ocupados.
76. Aparecen cámaras de todo tipo y las parejas nos tomamos de la mano. Hay incluso quien se saca
fotos a sí mismo a contraluz.
77. El evento es maravilloso, las pocas nubes, el reflejo del agua y un barco por allí hacen el marco
perfecto para un sol dorado que se oculta lentamente. Durante los 20 minutos de espectáculo,
prácticamente todos estamos en pasmados silencio y sólo los meseros se encargan calladamente de
atendernos en comer y beber.
78. El restaurante francés de hotel requiere pantalón largo, camisa y zapatos. Además hay que hacer
reservación, así que cuando llegamos nos comenta la anfitriona que nuestra mesa estará lista en
aproximadamente 20 minutos.
79. Nos da un localizador para indicarnos el momento oportuno, pues se encenderán luces y vibrará.
Tiene alcance para todo el hotel, así que si queremos podemos ir al bar o a la playa. Vamos
caminando a dar la vuelta y en menos de 5 minutos el localizador comienza a vibrar y encender sus
leds. Hace gracia, es como un híbrido entre un portavasos gigante mezclado con tecnología Men In
Black. Estos franceses, su protocolo y sentido del humor.
80. La cena está deliciosa. Todo perfectamente cuidado. Nos ofrecen croissants y acepto una copa de
vino. Nuevamente se sacan un diez con los alimentos. El mesero nos explica que cada restaurante
tiene su propio chef. Ceno cuatro hojas de espinaca, un filete y un trozo de pastel. El ambiente es
formal y pausado. Conversamos con calma después de cenar y paseamos un poco por la zona de la
alberca.
81. Hmmm, han quitado las hamacas, ni hablar. La luna llena hace su parte y nos entrega un bonito
paisaje iluminando un cielo aborregado.
Domingo 30: el regreso
82. Hoy es el último día y hay que aprovecharlo al máximo. De hecho el regreso es a las 4:00 PM, así
que sólo tenemos la mañana. Ya que el registro de salida es a las 12:00, ayer llamé recepción y
solicité retrasarlo para aprovechar más la estancia, acceden a que sea a las 12:30. No me encantó
su respuesta, pero algo es algo.
78
83. Así que nos levantamos relativamente temprano y vamos un rato a la zona de albercas. El servicio
está listo, pero somos los únicos locos que se levantan tempranito a descansar, jaja.
84. El clima está fresco, así que seleccionamos una alberca de agua caliente, que está disponible sólo
para nosotros. Los inyectores de agua caliente están encendidos, así que opera tal cual como
jacuzzi. Me recuesto a flotar, sin la preocupación de molestar a nadie, hasta que la corriente interna
de la alberca me deja varado en los escalones de uno de los costados. Muy relajante.
85. Después de un rato, salimos a asolearnos un poco, antes de que levante el sol y comience a
quemar. Un organizador de juegos les enseña español básico a unos turistas. Expresiones sencillas y
también el modo de pronunciar la letra a. Se divierten y pasan un rato agradable.
86. Con un poco de nostalgia anticipada, regresamos al cuarto, nos bañamos, empacamos y bajamos a
almorzar por última vez en el hotel. La anfitriona confunde a mi esposa con una celebridad y yo le
sigo el juego, aclarando que es una broma al final. Aun así, nos dan una mesa discreta al aire libre,
en un espacio poco transitado el lugar.
87. El Market Café tiene un buffet muy bien montado con diversos tipos de frutas, jugos, panes, huevos
preparados al gusto y guisados. Hay un mesero constantemente atento a nuestros requerimientos,
nos ofrece café, trae un cubierto faltante, retira el servicio. Como siempre, un placer.
88. A las 12:32 estamos ya en la recepción, El registro de salida es sencillo y ágil. La señorita verifica
que no haya adeudos, me comenta que todo está en orden, entrega un pase de salida y tras
observar mi talante me invita a llenar el libro de sugerencias.
89. - En general todo muy bien, excepto que su hotel no está donde me lo vendieron. Ups. Ella no lo
venía venir, pone cara de sorpresa e inmediatamente cambia su actitud de cercana-amable a
impersonal-cortés.
90. -Bueno, eso tendrá que verlo con BestDay. Nosotros no somos responsables.
91. -No señorita. Están poniendo el nombre de su hotel de por medio y dando información equivocada
deliberadamente.
92. -Pues por favor ponga su queja por escrito.
93. -Ya está en el libro, Y además quiero que me garantice que le dará seguimiento, necesito hablar con
su supervisor.
94. -Es que hoy es domingo y no viene. Si gusta le doy un correo al cual puede escribir. – Me dice
mientras escribe un correo impersonal de esos tipo [email protected], de los que no hay
un individuo que se haga responsable ni garantía de respuesta. Me empiezo a enojar. Muy
amablemente me está mandando a volar.
95. -Tal vez no me expresado con claridad: estoy a punto de llamar a PROFECO, SECTUR y demandarlos
por fraude. Necesito hablar con alguien con autoridad que pueda dar la cara a nombre del hotel.
79
96. -Permítame un momento. Se levanta de su silla, va por el encargado de turno y regresa con él.
Tiene cara de amable preocupación.
97. -Buenas tardes, ¿En qué le puedo servir?
98. Le explico al encargado la situación y él se compromete a hablar con BestDay y mantenerme al
tanto del resultado ese mismo día. Eso es suficiente para mí. Los pros son más que los contras, a
excepción de la playa en mal estado, de la sorpresa inicial y aunque me sigue pareciendo que la
estancia no vale lo que cuesta, realmente la pasamos bien en el hotel, la comida estuvo formidable y
el tiempo compartido con mi esposa hizo la diferencia.
99. El taxista de regreso nos hace plática y sondea cómo estuvo nuestra estancia. Comenta que el fin de
año estuvo bien, pero en Semana Santa es cuando de verdad está a reventar, con gente acampando
en las áreas verdes de la ciudad y todo. Además dice que la gente de Vallarta tiene muy claro que
hay que mantener la ciudad segura y limpia. Habla de un proceso de certificación para la Playa.
100.
-Sin playa no hay Vallarta.
101.
Llegamos al aeropuerto con tiempo, y ya hay una fila de 50 gentes en Interjet, que no ha
abierto la ventanilla de documentación todavía. Justo a tiempo, pues diez minutos después la fila es
de 120 personas. El mostrador de ventas disponible puede documentar pasajeros, pero no equipaje.
Así que a hacer cola y esperar otra vez. De regreso a los tumultos, ni hablar.
102.
Documentamos y vamos al Wings a hacer tiempo. La cadena aprovecha que es el único
espacio razonable del aeropuerto para vender carísimo. Estimo que es entre 30 y 40 por ciento más
caro que un restaurante equivalente, en otra parte de la ciudad.
103.
Pasamos el punto de seguridad y felizmente en esta ocasión no tengo incidente alguno con
los guardias, jaja. Ninguno tiene ocurrencia extraña o inventada en esta ocasión y simplemente
hacen su trabajo.
104.
Al llegar a la sala de última espera, es evidente que está mal diseñada: habemos pasajeros
para tres vuelos y asientos suficientes solo para uno. La gente se sienta en el piso, y si se libera un
asiento no hay cortesía alguna para preguntar si está disponible, no se diga cederlo a alguien más.
Algunos niños juegan y gritan en el espacio. El aeropuerto se encargó de aterrizarme
anticipadamente a la realidad.
105.
El vuelo y el taxi de regreso pasan sin retraso ni novedad. Conversamos un poco más y
llegamos a casa. Todo en orden y de regreso a la normalidad.
80
Acapulco, Guerrero, Turismo de juerga
30 de Diciembre 2012 al 1ro. Enero 2013
8 informantes clave
Feike de Jong
1. Había ido a la Central del Norte el día anterior para comprar dos boletos, uno para un viejo amigo y
uno para mí. Así cuando llegamos a las 12:45 el día siguiente no nos tuvimos que preocupar por filas
y otros inconvenientes. Mientras esperábamos la salida del camión buscamos algo de comer que se
pudiera facturar, ya que el Subway de la central no tenía facturas optamos por unos pastes
pensando que esos eran más baratos. Al abordar el camión descubrimos que viajaríamos con un
contingente importante de mujeres y niños. Uno de los primeros indicadores de que Acapulco en
año nuevo es un destino medianamente familiar, el lugar más cercano a la ciudad de México, con
mar para los niños que no lo han visto y un clima ameno en invierno.
2. Después de ver tres horribles películas familiares, entre las cuales destacó una sobre un cachorrito
que hablaba, llegamos a Acapulco a las 19:00 horas. Ya que no podríamos facturar el taxi decidimos
tomar un camión hacia el centro. Vimos el malecón en un momento dado y decidimos bajar. Como
tenía que comprar memoria para mi cámara decidimos entrar a una tienda Elektra. Luego de
dejarnos esperar un gran tiempo finalmente resultó que no tenían el tipo de memoria que
necesitaba, de la cual acabaron de buscar el precio después de muchas vueltas. Parecía que no
tenían ningún sentido de servicio en esta tienda, fenómeno que encontremos en más lugares
durante este viaje. Finalmente pasamos por un Woolworth donde compré la memoria.
3. Llegando al borde del mar un hotel grande y viejo llamó la atención de mi amigo por su apariencia
medianamente misteriosa. Entramos y la persona en la recepción nos dijo que ya todos las
habitaciones estaban ocupadas menos un suite para 6 personas. También nos avisó que casi todos
los cuartos en Acapulco estaban ocupados. Decidimos tomar este cuarto después de revisarlo. Luego
preguntamos al hotelero si no habría chance de tomar un cuarto en “Punta Diamante”. Dijo que
seguramente todos los cuartos en “Punta Diamante” también estarían ocupados y que más probable
tardaríamos 2 horas en llegar allí por la carretera costera. No nos parecía creíble que podría tardar
tanto tiempo. Decidí ir a “Punta Diamante” para verificar si sería un sitio apto para la investigación
del reventón. Tomamos uno de los autobuses que esperan en forma caótica sobre la carretera
costera frente de los coches estacionados. Mi amigo preguntó a una de las muchachas que estaban
por el lugar cuál de los camiones teníamos que tomar. Dentro nos sentamos y vimos con curiosidad
los edificio por la orilla del mar mientras el camión marchaba lentamente entre el tráfico. Después de
alrededor de 20 minutos mi amigo preguntó a otra muchacha dónde podríamos encontrar el mejor
ambiente en Acapulco durante año nuevo. La muchacha respondió que estaba en Acapulco en plan
familiar, que el año anterior había ido a Real de Catorce que había sido más salvaje pero que la
fiesta iba a estar en las discotecas como el “Barba Roja” en Acapulco Dorado. Mi amigo coqueteaba
con ella y me di cuenta que solo pedía direcciones a jóvenes mujeres.
81
4. Después de media hora en el camión decidimos bajar y comer algo ya que teníamos hambre. Hubo
un restaurante grande de dos pisos con muchas mesas afuera. Subimos al segundo piso donde
después de esperar un buen rato recibimos la carta. Hubo un buffet para comer todo lo que uno
puede de espadas brasileños y optamos por esta opción pensando en un consumo excesivo. Resultó
que traían las espadas a las mesas y que no era un buffet en el sentido normal en el cual uno se
sirve a sí mismo. Esto nos causó algo de molestia ya que uno tenía que esperar cada vez que pedía
algo, lo que hizo la comida un asunto muy largo. Hubo dos turistas de aproximadamente sesenta
años que estaban comiendo en la mesa al lado. A final se volvían algo codos con el servicio de
espadas, como si quisieran que nos retiráramos pero insistimos y nos llevaron un par más. Salimos
mucho más tarde de lo que habíamos pensado y arrepentidos de nuestra decisión de comer allí.
Pasamos por las discos de “Punta Diamante” uno con muchachas bailando en frente y vimos las
ofertas de cenas de año nuevo y barras libres que tenían. Concluimos que el todo incluido era parte
intrínseca del reventón.
5. Después tomamos un taxi hasta “Punta Diamante”. El precio de 150 pesos nos brincó y logramos
una rebaja hasta $120; el taxista argumentó que había mucho tráfico y que por eso salía tan caro.
Tenía razón, viajamos a vuelta de rueda casi una hora antes de llegar al Mayan Palace el lugar de
elite que nos habían recomendado. Llegando allí un guardia de seguridad con sombrero de
explorador colonial nos preguntó que queríamos. Dijimos que estábamos buscando cuarto y
amablemente nos dejó entrar. La enorme entrada del hotel con sus columnas y reproducciones de
imágenes mayas nos impresionó igual que el infinity pool atrás de ello. Pero al mismo tiempo era
algo intimidante por sus dimensiones. Pasamos al bar del hotel donde un par de animadoras
estaban dando porras a parejas bailando. Por lo demás hubo dos grandes grupos familiares allí.
Tomamos una cerveza allí, caminamos por los andadores abandonados frente el mar con sus
albercas y palmeras e intuimos que no habría reventón allí en el año nuevo. Queríamos seguir de
regreso por el lado de la playa pero un guardia de seguridad nos impidió. Saliendo del hotel vimos 4
guapas mujeres jóvenes entrando en un vehículo y asumimos que eran prostitutas contratadas para
alguna fiesta privada.
6. Todos los taxis colectivos que salían de “Punta Diamante” a esta hora parecían ocupados,
caminamos sobre la calle frente de los hoteles hacia la carretera. Vimos muchas camionetas de lujo
estacionadas pero también cierto descuidado de los espacios públicos, por ejemplo los accesos de
algunos nuevos condominios todavía eran de terrecería. Pasamos por varios condominios antes de
llegar al Acapulco Princess Hotel. Este sí estaba completamente lleno y entramos diciendo que
íbamos a la disco. Al bajar la escalera para llegar a la disco vimos que la entrada era de 450 pesos,
monto que nos llevó a salir de nuevo. Subiendo la escalera vimos a varios adolescentes entrando a
la disco despreocupados por el monto y con ropa cara.
7. Finalmente después de caminar casi 20 minutos más llegamos a la carretera donde esperamos otro
taxi colectivo tomando un refresco que habíamos comprado en el “Oxxo” por la esquina. Fue difícil
conseguir uno y esperamos alrededor de 20 minutos antes que uno nos subiera, el primero estaba
82
demasiado lleno, el segundo que abordamos decidió no ir después de esperar 5 minutos y ver que
varias personas no iban rumbo al centro. Decidimos regresar al hotel. Todavía hubo mucho tráfico
sobre la costera hacia el Acapulco viejo. Antes de llegar al hotel el taxista nos contó que había
personajes públicos importantes que estaban en Acapulco, que daban grandes fiestas en un
fraccionamiento que se llamaba “Las Brisas”. Que una de sus amigas era invitada y le había dicho
que había de todo en estas fiestas, refiriéndose a bolsitas de drogas que uno podría recoger en la
entrada. Llegando al centro de Acapulco buscamos un lugar para tomar una cerveza pero todo
estaba cerrado. Vimos uno de los barcos estilo crucero desembarcando gente que habían ido a
tomar sobre el agua de la bahía. Era la 01:00. Luego fuimos a un “Oxxo” y compramos un six que
tomamos antes de dormir en el Hotel, guardando nuestros esfuerzos para la noche del año nuevo.
8. Lunes Diciembre 31 2012
9. Desperté a las 10 en la mañana. Después habernos bañado nos propusimos buscar un lugar para
desayunar con facturas en Acapulco centro. Aunque varios lugares estaban abiertos y concurridos
ninguno tenía facturas. Finalmente encontramos un lugar por el Zócalo que sí tenía facturas.
Propuse caminar por la playa hacia “Acapulco Dorado” pensando que si había brotes de pre-copeo
para el reventón iban a ser visibles en el transcurso del día por la playa.
10. Pasamos por un “Oxxo” mientras mi amigo subía a su cuarto para recoger su sombrero. Entre al
“Oxxo” y vi un hombre mayor de 50 años pero vestido como un joven comprando un Energy Drink,
lo que me parecía indicar que lo estaba comprando para la “cruda” ya que eran las 12:00 del día.
Había sacado la cámara y al momento de pagar la deje por el mostrador y salí con la Coca Cola que
había comprado. Vi a mi amigo y empezamos a caminar por la playa. Hubo mucha gente sentada en
sillas sobre la arena, la mayoría familias y muchos niños jugando en el oleaje.
11. Era notable como la composición de la gente cambiaba de clase popular, más moreno y menos
vestidos para actividades, mientras los de clase media, más pálidos y con ropa especial de playa
mientras caminábamos por la playa. El clima era agradable. Aunque ya era 13:00 vimos pocas
señales de reventón, uno y otro grupo sí habían comprado cubetas de cervezas pero en general eran
los adultos jóvenes de grupos familiares de varias generaciones. Mi amigo repetidamente se quejó
de que estuviéramos caminando mucho y se quería sentar en algún lado. Pero yo le dije que quería
cubrir la mayor parte de la playa para ubicar bien cuál sería el mejor lugar para ver reventón. La
playa ya estaba muy dividida en partes privadas que pertenecían a ciertos antros y partes públicas.
En este momento me di cuenta que había perdido mi cámara. Regrese en taxi al “Oxxo” pero los
empleados negaron que la habían visto. Les comente que dejaba una recompensa de 300 pesos y
regrese en camión a una palapa por la playa donde mi amigo había quedado de esperarme. Después
de equivocarme de palapa lo encontré sentado solo en el segundo piso de este restaurante estilo
palapa con una cerveza en lata.
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12. Después de acompañarlo un rato tomando una cerveza seguimos caminando pero ahora no por la
playa sino más bien por la carretera costera.
13. Caminado por la costera vimos varios grupos de personas jóvenes caminado. Mi amigo dijo que
había muchas chicas guapas. Entramos en la tienda “Señor Frogs” y estuvimos allí un par de
minutos aunque no vimos lo que tenía de especial. Vimos que los antros por la playa ofrecieron
barras libres, el precio promedio era de 350 pesos y cenas de año nuevo a entre mil y mil quinientos
pesos. Platicamos sobre lo difícil que era ubicar dónde se podría encontrar el reventón. A fin de
cuentas solo pagas la barra libre en un lugar y si en este lugar no pasa nada el dinero está perdido,
difícilmente uno va a pagar barras libres y en varios lugares distintos. Pasamos por un lugar de
bungee y consideraba hacerlo pero no se pudo facturar. También había chicas escasamente vestidas
bailando frente de uno de los antros.
14. Tome un café fuera de un Starbucks y mi amigo comió un panini. Ahora nos percatamos que
tampoco era tan fácil llegar a la playa ya que todo era bloqueado por edificios de condominios y
hoteles, otro nivel de segregación. Seguimos caminando hasta que llegamos a otra escalera hacia
abajo. Ahora otra vez estuvimos caminando por la playa. Dos veces unas mujeres ofrecieron
servicios de masaje. Al pasar por un lugar donde se escuchaba la música fuerte mi amigo dijo allí es
el desmadre. Caminamos hacia allí pasamos por la cuerda que marcaba la parte privada de la playa.
Aunque todavía había muchos niños en esta parte también había más chicas sin familia, algunas
bastante guapas. Aquí también más personas ya estaban tomando cokteles como cubas libres y gin
tonics además de cubetas de cervezas. Nos sentamos cerca el mar y tomamos varias cervezas allí. El
lugar se llama la “Playa Santa Lucita”. Algunas de las muchachas más guapas estaban aprovechando
para tomarse fotos en bikini, seguramente para lucirlas en facebook. Hasta hubo una muchacha
bailando, hecho que llamó especialmente la atención de mi amigo. El servicio otra vez era muy lento
y mi amigo comentaba que hasta era difícil de gastar dinero en Acapulco porque el servicio muchas
veces era muy lento y nadie te atendía. Después de un rato allí decidimos que sin duda era el lugar
más vivo que habíamos visto aunque todavía realmente no era muy reventado en términos reales y
todavía había muchos niños. Ya era las 17:00. El lugar cerró su bar para prepararse para la cena del
año nuevo que costaba 1000 pesos por persona. Decidimos a regresar al hotel para descansar un
rato y comer.
15. Subimos otra vez hasta la costera donde vimos varios restaurantes que estaban llenos pero los
consideremos demasiado caros y continuamos caminado hasta que decidimos tomar un camión que
nos llevaría al hotel. En ruta pasamos por un restaurante de molcajetes al lado de la carretera que
estaba lleno de gente y parecía más accesible y decidimos bajar para comer allí. La velocidad del
servicio nos llamó mucho la atención y también el hecho que parecía que la gente local comía allí.
Pedimos un molcajete con bistec, pollo, chorizo, aguacate etc… y tomamos una cerveza. Cuando
salimos del restaurante decidimos comprar los boletos de regreso de una vez. Tomamos un taxi a la
central de camiones. Preguntamos al taxista si conocía un buen table dance en Acapulco y nos
recomendó con mucho facilidad uno que se llama “Tabares” cerca del lugar de bungee.
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16. Compramos los boletos por adelantado. Mi amigo preguntó a la mujer de la taquilla cómo se iba a
poner el siguiente día y ella le dijo que iba ser un caos. Contentos de haber comprado los boletos
abordamos un camión hacia el centro que estaba decorado con luces fluorescentes y pintado con
peces. Nos gustó mucho, se nos hizo muy festivo y original.
17. Regresamos al hotel. Después de bañarnos y nos relajándonos antes de salir al reventón. Ahora eran
las 20:00 horas y decidimos buscar donde realmente estaba el reventón. Tomamos otra vez el
camión por la larga ruta costera que ya empezó a molestarnos bastante. Pensamos ir primero al
table porque nos parecía algo para sacar primero antes de buscar la fiesta. Llegando cerca del
“Tabares” un adolescente nos halló y se puso a nuestros órdenes como “vendedor” del lugar. Pero
antes de entrar la gente dentro nos dijo que no había chicas y estaba vacío. Le preguntamos si
había otro abierto y nos llevó una cuadra al “Chicas Chicas” donde subimos la escalera hacia un
grande salón vacío con podio en la mitad con tubos para bailar. Sin embargo también estaba
completamente vacío. Dimos 15 pesos de propina al joven y fuimos caminando hacia la playa con
sus antros.
18. Mi amigo quería entrar directamente en alguna de las discos antes que las filas se volvieran
demasiado largas. Sin embargo insistí en que bajáramos otra vez para caminar por la playa
pensando que sería bueno checar su había alguna escena allí de reventón excepcional. Un lugar
había puesto un gran podio sobre la playa donde algunas personas estaban bailando sin gran
emoción. Al momento encontrar finalmente unas escaleras por las cuales podríamos bajar hacia la
playa llegamos a un parte pública llena de mesas de plástico. Un señor se acercó y nos dijo que
podríamos usar una de las mesas por 300 pesos. También vimos personas bajando hacia la playa
con neveras portátiles. Todavía había muchas familias con niños. En una playa privada habían
distribuido globos con las cuales la gente parecía divertirse. Fue aparente que la gente iba allí para
ver el espectáculo pirotécnico que iba a presentarse a medianoche sobre la bahía. Pagar 300 pesos
para un lugar para sentarnos nos parecía extremo. Mi amigo ya también estaba molesto por tanto
caminar.
19. Subimos hacia la carretera que estaba conectado con la playa por unas escaleras entre los edificios.
Allí había un “Oxxo” lleno de gente donde compramos un six. Caminamos por la playa hacia “Playa
Santa Lucita” donde habíamos tomado unas cervezas en la tarde y donde pintaba bien en este
momento. Ahora tenían mesas con cubiertas blancas, más que nada con grupos familiares sentados
alrededor. Era claro que no iba a haber desmadre allí y mi amigo ya ansiaba ir a una disco. Entonces
después de regresar a la carretera costera pasamos por varias discos. Finalmente optamos por una
que tenía una barra libre de 350 pesos si uno quería estar en la playa y 300 si uno solo quería en el
segundo piso. Optamos por la opción con playa. Mi amigo no quería estar en una fila durante al
momento del año nuevo entonces tuvimos cierta prisa para entrar algún lugar. Pedí una factura pero
no lo dieron porque estaban demasiado ocupados. Bajamos una escalera hacia una pista de baile
vacía y caminamos hacia la playa donde había una barra con bebidas y otra pista de baile sobre la
playa donde algunas personas estaban caminando. Había como 200 personas sentados sobre mesas
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o parados por la playa, había familias pero también grupos de jóvenes que sí parecían ir en plan de
fiesta con gorros coloridos de cartón y silbatos.
20. Mi amigo hizo trato con uno de los meseros, tenía que llevarnos cerveza y otras bebidas si quería
tener una propina. La barra era libre pero el servicio no. Después de pedir una cerveza nos llamó la
atención que algunas personas estaban armando globos de Cantoya de aproximadamente un metro
de altura. Llegó la hora y soltaron uno por uno los globos. Luego nos percatamos que la gente lo
estaban haciendo por toda la playa y el aire se llenó con el espectáculo de cientos de globos de
Cantoya a la derriba flotando en el aire hacia el mar. Entonces empezó el conteo por el altavoz para
el año nuevo que aclamaba que Acapulco era un hermoso destino para esta fiesta. Empezó el
espectáculo de los juegos pirotécnicos, con detonaciones muy bajas y muy cercanas a la gente por
la playa desde los barcos. Nunca había visto juegos pirotécnicos tan cercanos y quedé realmente
muy impresionado por el espectáculo, aparentemente el público también. Todo el mundo levantaba
cámaras o Ipads para grabar el espectáculo, el cual duro unos 15 minutos.
21. Cuando terminó la pista de baile dentro todavía estaba vacía y mi amigo y yo entramos para
sentarnos al lado para observar a la gente que bailaba. Pronto la pista de baile interior se empezaba
a llenar. Una pareja de adultos mayores estaba sentada en una mesa cercana de nosotros y el señor
tenía unos globos de forma rara envuelto sobre su cabeza. Ahora grupos de jóvenes estaban
bailando sobre la pista mientras nosotros tomamos cervezas por la mesa, de vez en cuando pasando
hacia afuera para pedir más. Se veía a hombres jóvenes intentando imponerse a las muchachas en
el baile y compitiendo de esta forma. Mi amigo también bailaba y un pequeño grupo se formó
alrededor de él para echarle porras. Pasamos un rato así, luego le dije que quería ir al table para ver
cómo se estaba poniendo.
22. Con cierta renuencia mi amigo accedió y salimos del antro para ir caminando hacia el table que
estaba a unos 10 minutos de distancia. Antes de llegar al table vimos a unos chavos encendiendo un
cigarrillo de mariguana y lo fumaban en una banqueta frente de un lote baldío mientras vigilaban
que no hubiera policías. Llegando a la esquina encontramos otra vez el joven quien nos guio de
nuevo al “Chicas Chicas”. Ya era como 01:00 de la madrugada y entramos a un gran salón semioscuro estilo lounge con cabinas con asientos de piel y mesas con vista de un podio en el centro del
lounge con dos tubos. Hubo grupos de hombres en tres de las mesas. La gente que atendía,
hombres y mujeres, estaban vestidos como elfos ayudantes de Santa Claus. Una señorita nos guio
hasta una mesa frente a la pista de bailes después que habíamos pagado 170 pesos de entrada. Al
momento de sentarnos pedimos dos cervezas. Dos hombres caminaban por la sala, por el bar y
entre las mesas con micrófonos inalámbricos en las manos y anunciaban la llegada de la primera
bailarina de la noche. Era guapa, alta y delgada y empezaba a bailar en una forma muy serpentina
alrededor del tubo mientras se quitó la ropa. Mientras estuvimos tomando la cerveza llevaron a una
chica muy bonita morena a nuestra mesa y se sentó a lado de mi amigo. Al mismo tiempo trajeron
una chica rubia muy grande y algo masculina que se sentó al lado mío. Mientras mi amigo ya estaba
inmerso en la conversación, coqueteando y acariciando a la guapa morena, yo señalaba a la rubia
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que no estaba interesado. Ella se fue. Ya había terminado mi cerveza y quería otra entonces
pregunté a la señorita mesera en traje de elfo cuánto llevábamos en la cuenta. Aparentemente eran
45 por cerveza y 100 pesos por la compañía de la chica sentada con mi amigo que parecía cada vez
más entusiasmado con su nueva amiga. Pedí dos cervezas más.
23. Mientras paulatinamente llegaban más grupos de hombres, generalmente jóvenes. Un joven en
particular parecía que nunca había visto una chica desnuda antes y vio a la bailarina apantallado
como si fuera un milagro que algo así pudiera pasar. Los animadores seguían alabando las chicas y
buscando que la audiencia aplaudiera, algo que casi no hacían. “A estas chicas bailan por los
aplausos, señores …” y llegaron a declamar en una forma muy fluida, desde lo muy lacónico hasta lo
muy exaltado. Cuando una bailarina terminó, el hombre quien aparentemente quería acostarse con
ella se fue a una especie de gruta con rocas falsas al final de la pista de baile donde tomaba una
regadera de agua caliente y podría regar a la chica para quitarla el sudor.
24. Luego la chica morena que estaba con mi amigo se levantó y subió a bailar. Hizo un excelente
performance bastante acrobático en la cual subió y se colgó por las piernas del tubo mientras
nosotros silenciosamente tomamos nuestras cervezas. Las voces de los animadores seguían
apelando al público, “los señores”. Las mesas atrás de nosotros se llenaban. Percibí que la mayoría
de los asistentes era gente local, eran grupos de 2 a cinco personas y tomaban botellas de tequila.
Por el cenicero me di cuenta que uno podría fumar dentro y disfrute de un cigarro mientras tomaba
mi cerveza. Grabe discretamente la voz del animador quien hablaba del buen desmadre. Sin
embargo no menciono el año nuevo, era una noche cualquiera para ellos.
25. Al final del baile de Cristal, mi amigo se subió hasta la regadera antes que otro hombre que también
parecía interesado, empezó a regar la chica con agua. Luego los dos desaparecieron juntos por una
puertita al lado del bar. Tenía pocas ganas de esperarlos y no sabía cuánto tiempo iban a tardar.
Pedí consejo a un hombre en traje de elfo y me regreso a mi mesa y me trajo una cerveza. Ya se
estaba llenando y también me empecé a sentir un poco nervioso por ser el único extranjero en el
lugar. También empiece a sentir el afecto del alcohol y no quería andar borracho en medio de ese
ambiente. Me senté a ver el espectáculo. Aplaudía las chicas y contemplaba el ambiente. Después
de media hora salió mi amigo. Me dijo que había pagado 1500 pesos por los servicios de la chica.
Decidimos irnos de regreso a “La Langosta Feliz” con su barra libre. Ya era las 03:00 en la noche.
26. Mi amigo estaba bastante animado y entusiasmado por regresar. La pista de baile estaba llena
aunque si había un cambio de gente, no vi a los mismos grupos de personas. Mi amigo empezó a
bailar de inmediato frente de algunas chicas. Un joven borracho se me acerco y dijo “Your friend
wants to fuck.” Yo le dije que ya lo había hecho, lo que le causo cierto asombro. Fui hasta la barra
libre sobre la playa donde un grupo de alrededor de 15 jóvenes estaban bailando. Cuando pase
entre ellos empezaron a gritar amablemente “La camisa, la camisa …,” pidiendo que me quitaría la
camisa. Lo pensé un momento pero decidí no hacerlo porque sentí que quería resguardar cierta
dignidad. Tomé otra cerveza viendo el mar mientras mi amigo seguía bailando dentro. Yo también
me subí a bailar pero no me sentía muy animado. Vi que ya varias prostitutas muy jóvenes también
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estaban bailando cuidadas por un padrote calvo con diente de plata y aspecto satírico.
Paulatinamente la gente se iba en grupos. No había mucho desmadre adentro y los que se
quedaban eran más chavos y muchachas. Finalmente a las 05:00 decidí que ya era suficiente y dije
a mi amigo que íbamos de regreso al hotel, aunque él dijo que todavía hubo gente yo sentía que
estaba acabando.
27. Tomamos un taxi de regreso al hotel. Saliendo del taxi vimos un grupo de alrededor de 10 personas
sentados sobre la banqueta tomando cerveza. Mi amigo empezó a platicar con ellos y le ofrecieron
una cerveza. Resultó que eran personal de la empresa de juegos pirotécnicos que ya estaban
tomando su caguama de descanso. Yo estaba muy contento de ver a la gente que habían hecho
este espectáculo tan insólito. Fui a comprar un six que compartimos con ellos ya que sus
“caguamas” se habían terminado. Platicamos de juegos pirotécnicos y de su empresa. Ellos todos
tenían playeras de su empresa con un logo flamante. Decidí que quería uno como recuerdo de esta
noche y le propuse cambiar de camisas, yo tenía una camisa verde hawaiana de buena calidad. Él
dijo que me lo regalaría así, pero insistí en hacer el intercambio y le deje mi camisa poniéndome la
suya. Con este gesto simbólico los dejamos y subimos a nuestro cuarto. Ya se empezó a ver la luz
de la madrugada. Nos sentimos contentos con nuestra noche, en el sentido que había sido
desmadrosa. Dormimos.
28. Lunes 1 enero, 2013
29. Despertamos a las 11.00. Decidimos buscar un lugar donde desayunar. Encontramos un lugar cerca
del Zócalo con solo una mesa libre. Desayunamos. Después hicimos el check out y nos apuramos
para tomar un taxi para alcanzar el camión de las 13:00 horas.
Turismo de Aventura
Nautla, Veracruz, Ecologista
31 de diciembre 2012 al 3 de enero 2013
14 Informantes Clave
Ricardo Medina Covarrubias
Inicios de diciembre: preparativos
1. Este viaje es para compartir con la familia. La vez pasada que fuimos a Veracruz la pasamos muy
bien: el descenso en el río estuvo muy divertido -aunque dos miembros de la familia no están
especialmente interesados en repetir la experiencia, jaja- participamos en un desove de tortugas
marinas y también en liberación de crías. Durante ese viaje, comimos en el hotel Istirinchá, con
concepto ecológico y en medio de una pequeña reserva. Entonces pude ver varias caritas con
expresión de “estaría padre quedarnos aquí”.
2. Así que, es justo lo que me propongo hacer: llegar directo al hotel, usarlo como centro de actividad
y conocer mucho más de las tortugas y la ecología. Hacia el final del viaje, me gustaría ir a San
Andrés Tuxtla, está también pegado a una reserva, cerca de Catemaco y hay una isla con monos.
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3. La reservación del Istirinchá en Booking.com funciona perfectamente, hay pocos lugares por la
temporada, pero conseguimos una buena habitación, por dos noches. Luego reservo dos noches
más en un hotel de San Andrés Tuxtla, es tan pequeño el destino que ni siquiera aparece en los
sitios de reservaciones. Es parte de la aventura.
Lunes 31: trasladarnos para un año nuevo
4. El llamado a filas para partir es a las 08:00 horas. Me tengo que poner medio militar y serio porque
si no acabamos saliendo a medio día y perdemos todo el día viajando. Vamos con todo y perro, es
una westy medio atrabancada pero que en general sabe bien viajar en coche y comportarse entre
humanos. Ser blanca pequeña, curiosa y descarada hace que caiga bien.
5. Eso sí cada quien lleva su maleta con rueditas, de modo que la cajuela de la camioneta va
totalmente llena. Acabamos saliendo del DF un poco antes de las nueve y para mi agrado y sorpresa
nadie tiene ningún olvido de último momento. Tomamos la carretera hacia Puebla.
6. El horario nos ayuda, a las 10:00 estamos ya en plena carretera. El Popo y el Izta hacen un gran
telón de fondo sobre casitas de Chimalhuacán y la Paz, antenas de televisión y carteleras
comerciales. Mis hijas preguntan por la historia de los volcanes y se las cuento una vez más,
explicando que el Popocatépetl tiene forma cónica porque el guerrero está en cuclillas y envuelto en
su manto. Pasamos la primera cordillera de montañas y a la altura de Puebla, está tan despejado
que también podemos ver claramente a Malintzin, hacia el norte.
7. A las 10:47 vamos ya en la cuarta caseta y encontramos una camioneta de atención al turista con
servicio gratuito llamando al 068. Los ángeles verdes, es bueno saber que andan por allí. La
camioneta recién salió del servicio, pero es incómodo quedarse varado y sin ayuda en el camino.
Pasa el tiempo, converso con mi mujer de varios temas sencillos, sacamos fotos del paisaje, una de
mis hijas dormita mientras otra ve una película en un pequeño reproductor que trajeron. Gran idea,
me acuerdo de las aburridas que me daba cuando era niño.
8. A la altura de Perote, cerca de medio día, paramos en una gasolinera. Comento con mi mujer lo
mucho que han mejorado sus instalaciones. Prácticamente todas tienen tienda, buen espacio para
maniobras y los baños también han mejorado mucho. Afortunadamente esta frase de “estaba como
baño de gasolinera” está dejando de ser sinónimo de deterioro, mugre y mal olor.
9. Cerca de las 12:15 estamos en la zona de curvas de la Sierra Madre Oriental. He estudiado varias
veces el camino y no hay modo de eludir los vericuetos. Por eso hay que cruzar de día y con calma,
es un tramo pequeño, pero aun así, mi mujer se marea. A las 12:30 nos cruzamos con el primer
convoy del ejército.
10. Al pasar por Tlapacoyan nos encontramos con viejitos en la entrada de casas y comercios. Son como
espantapájaros. Nos bajamos a preguntar y un tendero nos comenta:
11. Están llenos de cuetes, les prenden fuego hoy a las 12 de la noche para despedir el año viejo.
12. Interesante. Ya con atención observamos al menos una docena más en el camino, que ya es de un
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solo carril de ida y otro de vuelta. Hay reductores de velocidad y topes en cada pueblo, que lo
aprovechan vendedores ambulantes, niños, limosneros, paramédicos y bomberos para pedir dinero.
13. ¿No coopera para despedir a mi abuelito? Me pregunta un sonriente bombero, que también tiene un
viejito de año viejo sentado en el costado de la unidad.
14. La ironía me hace mucha gracia: bomberos aficionados a la pirotecnia. No hay duda que la cultura
pesa más que el oficio. Ya me siento en el ambiente festivo de Veracruz.
15. Tras cruzar la caseta del rio Nautla y el poblado, a las 2:15 estamos llegando al Istirinchá. El hotel es
el único de 4 estrellas en la zona y ha desarrollado una pequeña reserva ecológica a su alrededor. A
las 2:30 estamos ya registrados, también aprovecho para reservar para la cena de año nuevo. Ups,
hay que meter clandestinamente al perro, pues se supone que no lo admiten. Afortunadamente, por
su tamaño, se hacen de la vista gorda. El cuarto está amplio, tiene aire acondicionado, pantalla
plana con servicio básico de televisión por cable. Desde el balconcito se ve la playa.
16. Salimos a recorrer el hotel. El concepto es ecológico, solo tiene tres plantas, está en buenas
condiciones pero no es lujoso. La perrita se queda en el cuarto y empieza a ladrar, la alcanzamos a
oír hasta la recepción. Uhh, crece la tensión.
17. Pero ¿A quién se le ocurre traer un perro a un hotel? Pregunta descaradamente mi hija y como si el
animal fuera de alguien más. Me río celebrando la ocurrencia, es una adolescente de lo más
simpático.
18. Mi hija menor mira con mucho interés la alberca de formas circulares y fondo de azulejos azules. Se
acerca a tocar el agua.
19. Está fría. Dice con desencanto.
20. Vamos a caminar en la playa. El agua del mar está también fría, pero eso no impide que nos
descalcemos, mojándonos pies y pantorrillas. El espacio está prácticamente virgen y podemos
observar como la selva prácticamente toca el mar. Solo una banda de 15 metros de arena los
separa. Me llama la atención una cortina de pinos a la orilla de la reserva. Bienvenidos al caso en
este ecosistema. La playa está viva, hay cangrejos, moluscos y avecitas que picotean en la orilla y se
alejan de nosotros conforme recorremos el espacio. Es un escenario magnífico.
21. También hay muchos restos vegetales y madera en la playa. Encuentro botellas de plástico dispersas
por doquier. La tierra negra que baja con el agua de los ríos que hace vetas oscuras al mezclarse
con la arena, de modo que el color de la playa es más bien oscuro.
22. A las 4:00 PM estamos listos para comer en la Palapa del Palao, el único restaurante del hotel y de la
zona. Tiene vista al mar, pero el aire frío de la playa no es como para estar afuera, así que nos
guarecemos tras las lonas del lugar. Comemos pescado empanizado y camarones a la mostaza. Las
porciones son abundantes, bien condimentadas y la carta está bien balanceada.
23. Hace frío, así que acabando de comer regresamos al cuarto por algo para cubrirnos. Quedé de
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verme con mi tocayo Yépez para ir al campamento tortuguero, así que acabando de comer le llamo
para hacer el plan. No hay señal de celular en el hotel, así que tendré que salir a la carretera. El
recorrido es como de un kilómetro y el lugar es ideal para que mi hija mayor tome el volante por
primera vez.
24. Ven, acompáñame. Hoy empezamos con lecciones de manejo.
25. Ella me mira por un instante y se levanta como resorte de la cama presta para venir conmigo. Ya en
la camioneta, le enseño cómo ajustar el asiento, el volante y los espejos para ver adecuadamente,
cómo funcionan los controles y qué es lo que vamos a hacer.
26. Mete drive y después quita lentamente el pié del pedal del freno. Eso es, muy bien.
27. Ella conduce muy contenta y concentrada por primera vez. Vamos por la vereda que conecta el hotel
con la carretera y controla vehículo sin problemas. Conforme avanzamos gana confianza y se va
relajando.
28. ¿Sabes? Me da gusto que no enseñes a manejar como mi tío. – Ella recuerda que en las vacaciones
pasadas mi sobrina aprendía a manejar y su papá la iba corrijendo a 40 regaños por minuto. Me
saca otra carcajada. Resulta que los adolescentes van más tensos por las reacciones de los papás
que por enfrentarse por primera vez al vehículo y al camino.
29. A mí me da más gusto que te guste. Sigue así, vas muy bien. La aliento un poco más.
30. Llegamos a la orilla de la carretera y seguimos sin señal. Así que intercambiamos asientos y de
regreso en el asiento del piloto, vamos a la gasolinera más cercana. Allí compramos algo de comida
para merendar. Le llamo a Yépez sin éxito, así que le mando un mensaje por el celular, indicándole
dónde estamos y esperando que nos veamos pronto.
31. Regresamos al hotel y mi hija maneja nuevamente en la vereda. Se hizo de noche, así que ahora la
práctica es nocturna. Le va muy bien. Es hora de empezar a prepararse para la cena de año nuevo,
así que vamos tomando turnos. Aprovecho para sacar a pasear a la perrita.
32. Ya listos, vamos al salón de eventos. El servicio es de buffet y se ve que la gente tiene hambre,
cuando llegamos prácticamente no hay nada. No es lo que esperaba y no me gusta. El mesero que
atiende el buffet nos dice que tal vez saquen más comida. Así que nos servimos de lo que hay y
regresamos a nuestra mesa, a la cual por cierto los vecinos le habían depredado ya el servicio y las
sillas antes de nuestra llegada.
33. El mesero compone notablemente la situación. Pone nuevo servicio, trae sillas y comienza a traer
diversos platos de comida al centro de nuestra mesa. Trae camarones, ensaladas, espagueti y pan.
Nos ofrece bebidas. Comemos y bebemos con gusto hasta saciarnos y nos la pasamos muy bien.
Platicamos y comenzamos a bromear.
34. La música toca al fondo, con un sonido instalado para el evento, hasta que de repente se detiene. Mi
mujer nota divertidamente que el mariachi-dj que está encargado de este servicio se ha quedado
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dormido frente a la consola y por eso estamos en silencio. Pasan como 5 minutos y alguien llega
para despertarlo. Se espabila y tenemos música de nuevo.
35. Nos dan nuestras uvas, sidra para brindar y estamos listos para el año nuevo. En una pantalla
gigante, Noticieros Televisa lleva la cuenta regresiva y transmite cápsulas sobre cómo se está
celebrando el evento en diversas partes del país. Falta un minuto, 59, 58… un técnico llega a
moverle algo a la pantalla, que funcionaba perfectamente. 28… 27… tras moverle un poco más se
va la señal y la pantalla solo transmite estática. El técnico pone cara de susto y empieza a mover
con frenesí las conexiones. Jaja ¿Se imagina que es Jack Bauer o qué? Más técnicos se acercan a
observarlo y todos observamos a los técnicos.
36. Tras varios segundos de sorpresa, la gente comienza por sí sola a contar. 10… 9… la pantalla sigue
transmitiendo estática y yo me muero de risa por dentro. ¿Era parte del show? 3… 2… 1… ¡Feliz año
nuevo!
37. Brindamos, nos abrazamos, intercambiamos frases de cariño renovado y vamos comiendo nuestras
uvas con sendos deseos. Pasados 15 minutos componen la pantalla. El noticiero muestra pirotecnia
en el puerto de Acapulco. Nuestro mariachi-DJ comienza a cantar. Tiene buena voz y don de gentes,
interactúa con los comensales y ameniza la noche.
38. Pero estamos demasiado cansados por el viaje. Intercambio una mirada con mi esposa, observamos
a nuestras somnolientas hijas y nos vamos a dormir.
Martes 1: Cocodrilos, barbacoa y arena de mar
39. El hotel ofrece paseos a caballo, en kayak o en canoa a una pequeña laguna salobre que está en la
reserva. Además tiene una pequeña reserva de animales donde hay supuestamente una tortuga
albina.
40. En la recepción hay también internet inalámbrico y aprovecho para conectarme un rato, ver correo y
jugar un poco. Cuando todo mundo está listo, vamos a ver a los animales.
41. El encargado, Francisco Rodríguez, es un hombre cercano a los 60 años muy amable y dedicado.
Nos permite entrar a las jaulas donde tienen a los tucanes, uno de ellos es muy sociable y toma
hojas de lechuga de mi mano. Desafortunadamente no han logrado que se reproduzcan. Comparten
sus jaulas con unas iguanas de 70 cms. de largo. Al lado, hay una fuente con pejelagartos de
diversos tamaños, los más grandes tienen cerca de un metro de largo, todos con una boca
semejante larga y llena de dientes afilados.
42. Su gran atracción es un criadero de cocodrilos Morelecti de pantano. Son originarios del lugar y
tienen cuatro parejas criando. Las hembras miden tres metros y medio de largo y los machos cerca
de tres y medio, cerca de cada jaula hay un letrero que indica “Peligro, cocodrilos”. Francisco nos
muestra crías que tienen 70 días de nacidas y miden 25 centímetros, mientras nos explica que cada
hembra pone entre 30 y 40 huevos a fines de mayo, tras un periodo de incubación de 70 días los
huevos eclosionan a mediados de agosto. Pone una en la palma de mi mano y la coloco cara al sol
de la mañana. Es un animal hermoso y muy pronto la curiosidad de mis hijas triunfa sobre su miedo
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inicial, también mi esposa quiere cargar la suya.
43. Es increíble que cosas tan bonitas crezcan hasta convertirse en esas bestias horribles. Dice mi
esposa. El comentario es certero, las crías son hermosas, pero aun así tienen ya garras y colmillos.
Al volverse adultas, su piel parda se convertirá en duras escamas negras.
44. Vemos también crías de un año que miden cuarenta centímetros y otras más, ya en un criadero
propio que tienen entre tres y cinco años. Algunas ya miden cerca de un metro.
45. Finalmente, Francisco nos enseña unas cuantas tortugas que conservó de temporada de desove
pasada. Nos dice que estaban muy débiles y tras soltarlas, las regresó el mar, así que las liberará el
año entrante. Tiene algunas tortugas verdes, loras y también unos cuantos careyes.
46. Lo que se suponía que era una tortuga albina es en realidad una carey, especialmente blanca. El
caparazón de esta especie tiene diseños geométricos únicos para cada animal hermosísimos, razón
por la cual también las cazan, aunque estén oficialmente protegidas. Nos permite tocar las tortugas
y acariciarlas un poco, para después darles de comer.
47. Tomamos el paseo en canoa por la laguna. Es una embarcación de madera con tres filas de
asientos. Mis hijas van adelante, mi mujer y yo en medio y el canoista atrás. Recorremos lentamente
el espacio, que es como un manglar. Contemplamos y sacamos fotos del lugar y de las garzas,
patos, cangrejos y peces que lo habitan.
48. El fondo de la laguna está muy bajo así que el canoista tiene cuidado de llevarnos por los mejores
lugares para no encallar. Vemos mangles blancos, negros y rojos. Compartimos el espacio con unos
kayaquistas aficionados, que también están hospedados en el hotel. Uno de ellos encalla en lo bajo
y nuestro canoista le da indicaciones para salir.
49. A medio día vamos a visitar Nautla. Ni el río ni el pueblo están preparados para recibir turismo. El
mejor lugar que encontramos cerca de la desembocadura es una plataforma de cemento que
funciona como embarcadero. Un niño y su papá pescan en la orilla y conversamos brevemente con
ellos. Les pregunto dónde comer y tras rascarse un poco la cabeza me dice:
50. No hay mucho, pero que tal vez restaurante que está junto a la carretera, pasando el segundo tope,
pueda gustarle.
51. Muchas gracias.
52. Pasamos unos cuantos minutos más observando el estuario del río. Es magnífico, mide cerca de
cincuenta metros de ancho, tiene vegetación a los lados, aves acuáticas y por supuesto peces. Lo
atraviesa un puente creado por la SCT.
53. Caminamos un poco más por el costado del río y escucho una expresión de asco. Está tan poco
transitado el espacio que alguien lo ha utilizado para defecar. Hay moscas y huele mal, así que fin
del recorrido por el río. Vamos de regreso.
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54. No encontramos una plaza pública ni concentración comercial alguna, la mayor actividad está en la
central de autobuses donde dos o tres unidades llegan, cargan pasaje y se van. Hace hambre, así
que decidimos probar el restaurante que nos recomendaron.
55. El Nautla de Mis Amores no tiene mayores aspiraciones. Es una construcción elevada con piso de
cemento, espacio para seis mesas, techo de palma y sin ventanas. Tiene un nicho dedicado a la
virgen de Guadalupe y todavía está decorado con lucecitas de navidad. Las mesas y las sillas son de
plástico.
56. En cuanto llegamos inmediatamente nos atiende Nayeli, quien con una gran sonrisa nos ofrece algo
de beber. Pedimos refrescos y una cerveza para mí. Mientras tanto nos entrega unas cartas
enmicadas que ofrecen un menú de comida marina muy variado.
57. ¿Qué nos recomienda? Pregunto, pues quiero probar el sabor local.
58. La barbacoa está muy buena. Matamos al chivito justo ayer.
59. Mis hijas ponen una discreta cara de “demasiada información”, pero acepto la sugerencia. Ellas
piden pescado empanizado y también ordenamos minilla, que es la botana típica de la zona.
Notamos que las bebidas se presentan en la botella, con una servilleta que hace las veces de
tapadera, para que no entren los insectos mientras te la tomas.
60. La comida está riquísima y comemos incluso un poco de más. Nayeli nos hace plática, es muy
agradable y dispuesta. Casi antes de irnos comienza a llegar gente local, vienen a comprar tamales
que saldrán en un par de horas. De postre pedimos plátano frito y yo me tomo un café. Eso
tampoco lo habían probado pero resulta ser un éxito, le espolvoreamos azúcar y nos lo vamos
comiendo con las manos mientras conversamos en la sobremesa.
61. Salimos muy contentos del restaurante, y antes de subirnos al coche, sale Nayeli a buscarme, con mi
sombrero en la mano. Lo había olvidado, así que le agradezco mucho el gesto.
62. De regreso en el hotel vamos a caminar de nuevo en la playa. Esta vez mis hijas van preparadas con
su traje de baño debajo de la ropa. Aprovecho para llevarnos a la perrita, que cuando la suelto corre
alegremente siguiendo a mis hijas. Juegan a hacer bolas de arena y aventárselas para que vaya por
ellas. La perra sale disparada por ellas para regresar inmediatamente, cuando estas se desintegran
en el contacto con la playa. Por más que le insistimos que no tome agua de mar y no se revuelque
en la arena no hace caso, pasados 20 minutos está hecha un alegre mazapán.
63. Mis hijas se meten al mar brevemente, más para aprovechar la ocasión que para disfrutar. El agua
está demasiado fría para quedarse allí. Así que salen y ya puesto el sol regresamos al hotel.
64. En las regaderas de regreso de la entrada aprovecho para darle una primera enjuagada a la perrita.
El agua está fría y no le gusta nada la idea, pero lo siento mucho: no pienso meter un costal de
arena con patas al cuarto.
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65. Ya es casi de noche, pero mi hija menor insiste en usar la alberca, así que convence a su hermana,
mientras mi mujer consigue un par de toallas. Se meten cerca de 10 minutos para salir tiritando de
frio. Prueba superada.
66. De regreso en el cuarto, baño a la perrita lo mejor que puedo, ahora con agua tibia. Eso no parece
molestarle tanto. Le quito toda la arena que puedo, enjuagándola una y otra vez hasta que queda
razonablemente bien. Toma agua sin cesar.
67. Salgo del baño con la perrita e inmediatamente vomita una mezcla de saliva, agua y arena de mar.
Mi mujer e hijas han acordado un sistema rotativo por semana de atención al perro, así que una de
mis hijas resignadamente se para, va por papel de baño y limpia. Le pone un poco de croquetas en
un plato y un poco de agua en un recipiente. La perra devora el alimento para volver a vomitar diez
minutos después, ahora croquetas molidas, jugo gástrico y arena.
68. ¡Te dije que no tomaras agua de mar! La regaña mi hija de mal humor y con cara de fastidio
mientras limpia.
69. Le volvemos a poner agua a la perrita para saciar la sed. Se la bebe y vomita nuevamente saliva con
arena dos veces más. La última ocasión noto que mi hija está francamente harta, así que me ofrezco
a limpiar.
70. Me acabo lo último que quedaba de papel de baño, así que salgo por más a recepción.
71. A mi petición de papel higiénico, la señorita me mira sorprendida y me da inmediatamente un nuevo
rollo, casi con vergüenza. Seguramente se pregunta cómo es posible que se les haya escapado
poner un rollo de reserva. Es que no sabe que tenemos un perrito vomitón.
72. Regreso al cuarto, mis hijas y mujer están en cama viendo la tele. El animalito no ha vomitado más
y está hecha ovillo dormitando sobre una toalla que trajimos para ella. Checo que esté bien cuando
responde a mis caricias levantando la cabeza y lamiéndome los dedos. La dejo dormir y me voy
también a descansar.
Miércoles 2: chilpachole, muchos proyectos y una operación encubierta
73. Amanece nublado, pero afortunadamente la perrita está bien. Después de bañarnos, bajamos a ver
si podemos encontrar a Yépez, el plan es ir de nuevo a la gasolinera e intentar contactarme con él.
No es necesario, cinco minutos después aparece, con todo y familia en la recepción del hotel. La
gente lo conoce y se sorprenden un poco de que yo también. Nos invitan al campamento y
aceptamos con gusto.
74. El campamento tortuguero Marcelino Yépez es una edificación creado por el gobierno del Veracruz
para el estudio y conservación de tortugas marinas. Ricardo es hijo de don Marcelino y llevan más
de 40 años dedicados a esta tarea.
75. El lugar es básicamente una edificación, no tiene muebles, ni equipo de cómputo. Todas sus
cuatrimotos para inspeccionar la playa están descompuestas. No cuenta con espacio digno para sus
colaboradores, ni presupuesto para seguir, aun así es todo optimismo y locuacidad. Espíritu jarocho,
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digo yo.
76. Ricardo y yo nos conocimos e hicimos amigos el viaje pasado y aunque la temporada de tortugas ya
acabó, me comparte su bitácora de trabajo, sus proyectos para el futuro y el resultado de su viaje
de procuración. Según sus datos, liberó cerca de 29 mil crías en 2012, el 95% verdes y 5% loras.
Ninguna carey, laúd o caguama.
77. Tiene pensado montar un dormitorio para investigadores en un predio que tiene frente a la playa, a
un costado del campamento, recorremos el espacio y me cuenta que una agencia de viajes
finlandesa le mandará turistas. Dice que tiene tours planeados para ocuparlos una semana
completa: que se queden en casa de la gente para convivir con ellos, ver como se hacen las
tortillitas a mano, enseñarles a hacer artesanía, llevarlos a comer a un merendero de la playa, hacer
caminatas nocturnas de reconocimiento, pláticas de educación ambiental, rescates de nidos,
liberaciones de crías y también recolecciones nocturnas, cuando sea necesario.
78. Le pregunto sobre su recién creada fundación, si ya tiene patrocinadores e investigadores
ayudándole a crear infraestructura.
79. Esta vida en la playa es mi campo de acción tocayo. No la estadística, no. Yo no soy bueno para eso,
pero sí para mostrarle a la gente el amor con que hago las cosas. Por eso siempre que puedo los
invito a que vengan.
80. Pero la gente que firma los cheques de patrocinios, ni quiere venir ni va querer hablar tu idioma.
Necesitas hablar tú el de ellos. – Mi tocayo me mira y sonríe.
81. Eso es más bien para gente como tú tocayo. – Ahora me toca sonreír a mí. Tras una pausa,
cambiamos de tema. Me cuenta nuevamente de su proyecto, piensa poner un tanque de
acuacultura, un invernadero y un pequeño restaurante junto al mar.
82. Para recibir turistas sabe que tendrá que capacitar a la gente para dar primeros auxilios y otras
cosas que les permitan funcionar en casos de emergencia. Dice estarse preparando para ello.
Trabaja también obtener certificados de playas limpias a través de la CONAGUA. Caminando en la
playa, nos explica los nombres de las plantas y para qué sirven, hay verdolagas, y zacate, entre
muchas otras.
83. Nos invita a comer a Navarro, un merendero de pescadores cerca de Vega de la Torre. Así que
tomamos los coches y recorremos un camino, primero empedrado, después de terracería y luego
mal pavimentado. En el recorrido vemos aves migratorias en pequeños estanques, águilas, garzas y
ganado en sus potreros. En un momento Ricardo se detiene, baja de su auto y me muestra los
cactus cruceta.
84. Son comestibles tocayo. Mi mamá los guisa muy sabroso y un día vamos a hacer de esto un platillo
típico de la región. Vuelvo a sonreír agradecido. Este hombre es todo optimismo y todo proyectos.
85. Navarro es un lugar modesto, pero la comida es excepcionalmente buena. A pesar de estar aislado,
hay varios grupos comiendo allí, todos ellos son gente del lugar. Nos sirven chilpachole en una gran
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olla de barro, es un caldo de tomate poblado con camarones enteros de 15 cms. El mejor caldo que
he probado en mi vida. Pedimos también una orden de acamayas -langostinos- al mojo de ajo que
están espectaculares, aunque el sabor es más fuerte y un poco diferente. Mis hijas comen
camarones empanizados. Conversamos un poco más sobre sus proyectos y me habla de deportes
acuáticos de su proyecto.
86. Mi esposa aquí es instructora certificada de kite surfing. Solo que vamos a esperar hasta que mi
chamaquito esté un poco más grande. Ella es finlandesa, habla perfecto español y divide su tiempo
entre la conversación y cuidar de su pequeño. El continúa con plática.
87. Para que funcione, todo deporte extremo debe estar estrechamente conectado al medio ambiente.
Por eso también pienso hacer un pequeño arrecife con coches chocados para que la gente pueda
bucear.
-Wow, vaya que mi tocayo por ideas no para, pienso para mí.
88. Conversamos hasta media tarde y nos despedimos, nos indica cómo tomar la carretera costera hacia
Veracruz. De modo que emprendemos el camino. Vega de la Torre es un poblado pequeño tampoco
preparado para el turismo. Las dos primeras gasolineras que encontramos no dan facturas, así que
no cargamos y continuamos en el camino. Puedo seguir 150 Kilómetros más.
89. Mis hijas dormitan en el asiento trasero y avanzamos por la carretera. Finalmente encontramos una
gasolinera donde sí aceptan factura. Mi mujer y una de mis hijas aprovechan para ir al baño y
regresan reportando que el baño estaba sucio.
90. Pasamos por la central nucleoeléctrica de Laguna Verde. Mis hijas no entienden por qué me
emociono y comento que estaría bien visitar el lugar.
91. En ese edificio está el único reactor nuclear en funcionamiento del país.
92. Ah.
93. En fin, de cualquier modo los horarios de visita son de 8 a 15. Nos lo perdimos por media hora. Para
la otra será. En diversos lugares hay señalamientos de puntos de reunión en casos de emergencia
radiológica. A partir de este lugar la carretera se vuelve de cuatro carriles, ya no hay topes en cada
poblado. Al fin.
94. Se hace de noche cerca de Veracruz y pregunto a mi esposa si mejor nos quedamos en la ciudad.
Me voltea a ver con cara de alivio y dice que sí, mucho mejor. Qué bien, hemos visto demasiados
convoys y policías federales en el camino como para sentirme tranquilo manejando de noche. Así
que a buscar hotel.
95. Aunque está por entrar norte y hay poca ocupación en la plaza, el Camino Real y el Fiesta Americana
nos rechazan por llevar perro, así que opto por un plan más agresivo. Vamos a tratar de infiltrarla al
Holiday Inn. Llego al lobby con aires de gran señor, pido una estancia por una noche y firmo el
Boucher con mi tarjeta de crédito. Mientras tanto, mi esposa estaciona la camioneta y una de mis
97
hijas mete a la perrita a su jaula tranquilizándola para meterla junto con las maletas. Es de noche y
nadie parece percatarse de que tenemos un can el estacionamiento del hotel. De modo que vamos
avanzando con cautela. Todo marcha bien, estamos por llegar al elevador que nos llevará al cuarto
cuando la perrita comienza a gemir dentro de su jaula.
96. She is gonna rat us out! - Murmura preocupada una de mis hijas. Efectivamente, el botones quien
hacia un momento llevaba solícitamente nuestras maletas en un carrito, se detiene en seco.
97. Permítame un segundo señor. Dice educadamente, desaparece de escena y regresa con un guardia
de seguridad.
98. ¿Lleva usted una mascota en esa jaula?
99. Así es oficial.
100.
Lo siento, no podemos admitir mascotas.
101.
Fracasó el plan. Resignadamente voy a devolver la llave y cancelar la reservación. Pregunto
por un hotel donde sí acepten mascotas.
102.
Hay algunos en el centro que tal vez podrían…
– Uhh. No quiero saber más ya me imagino a mi elegante tropa en un hotel de esos. Así que a
buscar de nuevo.
103.
Nos reciben en el Rívoli. La perrita no puede permanecer en el cuarto, pero sí dentro de su
jaula, en el cuarto de servicios que está en el séptimo piso. El hotel es un establecimiento de cuatro
estrellas pensado para negocios. La habitación está bien. Tiene una alberca que no es gran cosa y
un restaurante con buffet. Mientras terminamos de instalarnos, mi mujer va a la farmacia de la
esquina por un medicamento para el dolor de estómago. Qué bien que estamos instalados, mucho
mejor que una carretera desconocida por la noche o que una velada buscando un lugar donde
dormir. Ya me hacía yo durmiendo en la camioneta.
104.
Antes de irnos a la cama, converso brevemente con mi hija menor. Hasta ahora, le ha
gustado la comida, el sabor de los camarones empanizados, ver un tucán de cerca, tener un
cocodrilito en la mano. Me dice que el hotel de la playa estaba padre, aunque no le gustó que el
agua de la alberca estuviera fría, ni que ahora no hubiera tortuguitas. Las tres están francamente
cansadas del viaje y decidimos que no continuaremos hacia los Tuxtlas, mañana nos vamos de
regreso a México.
Jueves 3: una divertida inmersión al vacío y otra no tanto
105.
El buffet del desayuno está bueno. Tienen una barra amplia de frutas, jugos, cereales y pan
dulce. Además preparan huevos y antojitos al gusto. Comemos bien y conversamos un poco
haciendo sobremesa.
106.
Después de deliberar y votar sobre el plan de regreso, hacemos un recorrido por la costera
98
antes de salir de Veracruz. Desde la playa prácticamente vacía por el clima, se ven los buques
cargueros moviéndose hacia y desde el puerto. Aprovechamos para tomar algunas fotos.
107.
A la salida de la ciudad, entramos de nuevo a esta carretera con topes, baches, gente
pidiendo dinero en cada oportunidad. Me incomodan, pues son ese tipo de cositas que provocan un
aterrizaje forzoso de la nube vacacional al suelo cotidiano de la ciudad y su gentío.
108.
Planeamos hacer una escala en Orizaba. Está la cascada del elefante, el ascenso de los 500
escalones y la tirolesa más larga de Latinoamérica o algo así. La cosa es que el modo de llegar
realmente está muy poco claro. La información que conseguimos por internet durante el desayuno
nos da una idea, pero no es exacto, así que preguntaremos llegando a la zona.
109.
Entrando a Córdoba llegamos a un centro comercial y buscamos un modo de preguntar.
Vamos recorriendo tiendas y alguien desea aprovechar la escala para ir al baño. En una tienda, una
señora amablemente nos guía.
110.
Siga por la carretera y 2 km pasando la salida a Orizaba va haber una gasolinera. Ahí
pregunta, es muy cerca.
111.
Las indicaciones de la señora fueron perfectas. Justo como nos indicó llegamos. Para llegar a
los 500 escalones hay que cruzar un puente de un solo carril, pues el lugar está en dirección MéxicoVeracruz. El día está un poco nublado por el norte que entró por Veracruz, así que la visibilidad no
es óptima, pero de todos modos ahí vamos.
112.
La tirolesa tiene dos cables de acero, tendidos que cruzan una cañada como de 300 metros
de largo. En el punto más alto, los cables están como a 180 metros de altura sobre el fondo de la
cañada, por la que pasa un riachuelo. La operan insuficientemente entre dos personas, que corren y
bajan desesperados tratando de atender a los turistas. El viaje ida y vuelta cuesta 100 pesos por
persona, incluye el equipo para usar este servicio. Mi hija mayor y yo nos aventamos.
113.
Antes de nosotros hay un grupo de turistas con los que hacemos plática. Son como ocho y se
han ido aventando por turnos, así que tenemos que esperar a que ellos terminen para que los
operadores nos atiendan a nosotros.
114.
Cuando nos toca, primero va mi hija y luego yo. La experiencia es muy divertida. Durante el
recorrido, la vista de las cañadas y el río al fondo es muy agradable, no hay vértigo ni sensación de
inseguridad, sin embargo la experiencia es breve y como que me quedo con ganas de más. Pero los
operadores están tan agobiados y hay que esperar tanto, que ya no me dan ganas de repetir.
115.
Nos vamos a mirar la cascada. Francamente no parece un elefante, parece que le pusieron
un generador eléctrico antes y esto destruyo el efecto estético. Es simplemente una pequeña caída
de agua que se ve a lo lejos y a la cual francamente no dan ganas de bajar. Además amenaza con
llover. Así que operación tirolesa concluida.
116.
Buscamos un lugar para comer y resulta que un pequeño restaurante de carretera, llamado
las Gemelas, vende mole casero, arroz rojo, ejote con huevo y otras delicias por el estilo. Comemos
99
allí y también aprovecho para cargar gasolina una vez más. Son como las 4 de la tarde cuando
emprendemos el regreso ahora sí hasta la ciudad de México, una de mis hijas pide el DVD y la otra
hace cara de “me lo ganaron”. Vamos ya por la autopista, el camino está en muy buenas
condiciones y llegamos a Maltrata.
117.
Ahora me cae el veinte de porqué las cumbres de Maltrata tienen tanta fama. La niebla
comienza a cerrarse alrededor del coche y a pesar de que son las cuatro de la tarde el día se pone
gris. Disminuyo la velocidad a 60 Km/h, después a 40, prendo las luces. Tengo que bajar a 20 Km/h
porque prácticamente no veo al coche que está enfrente, vamos en fila india con todas las luces
prendidas, incluidas las intermitentes. Bajo la velocidad aún más. Mi visibilidad es como de 15
metros cuando mucho: voy atentísimo a no salirme del camino pues no alcanzo a ver el final de las
curvas, tampoco quiero toparme de repente con un coche enfrente y también voy preocupado que
el de atrás no me vaya a dar a mí. Veo sus intermitentes por el retrovisor y me tranquilizo un poco,
sabe que estoy aquí.
118.
Lo que me faltaba: comienza a lloviznar, el diesel de los camiones de la carretera hace que
los limpiadores no funcionen adecuadamente y se formen pequeñas gotitas por fuera, mezcladas
con bichos embarrados que no se alcanzan a quitar. El parabrisas se empaña y hay que prender el
aire acondicionado para mantener la visibilidad.
119.
Tengo frío.
120.
Ni hablar. Tápense, no podemos quitar el aire acondicionado.
121.
Mis hijas hacen caso, pero van hartas del trayecto. Yo sé que no puedo distraerme un
segundo. Mi esposa copilotea perfectamente, va atenta a otros coches y también pone con aparente
calma música movidita en el Ipod, después me habría de confesar que en ese tramo iba orando. A
10 Km/hr. cruzamos un pueblo lúgubre y me pregunto ¿quién se animaría a vivir allí? bromeo con
que sólo puede estar habitado por vampiros u hombres lobo, como el Transilvania mexicano. Mi
mujer sonríe y me hace un poco de plática.
122.
El tráfico se hace aún más lento, son las 5 de la tarde y es como si fuera de noche, el día
está gris oscuro y finalmente reduzco la velocidad a 5 Km/h.
123.
¡No lo puedo creer! Ambulantes en la carretera vendiendo comida y chunche y media.
124.
Efectivamente hay un derrumbe un poco más adelante. - Dice mi esposa.
125.
Valiente combinación: niebla, llovizna y piedras.
126.
Pasamos la zona del derrumbe y la reparación. El tránsito empieza a fluir un poco más. Hacia
el descenso de las cumbres, vamos a 60 Km/hr. otra vez, ya no hay niebla y la visibilidad, aunque
nocturna, es normal. Suspiro con alivio y me hago a la idea que nos faltan al menos tres horas más.
127.
El resto del trayecto pasa sin novedad, cruzamos varias casetas, Puebla de noche y llegamos
100
a la ciudad de México cerca de las 10:30 PM. Afortunadamente sin congestionamiento alguno y
aunque cansado estoy contento de llegar a casa con algunos encuentros extremos planeados, otros
no y todo bien.
11 al 13 de Enero 2013
Florencia Morales
Palenque, Chiapas, Turismo de inmersión
16 Informantes clave
1. Miércoles 19 de diciembre. ¿Hacer planes?
2. Haciendo planes y agendando fechas pensé que podíamos pasar del 28 al 30 de diciembre en
Chiapas, aun el destino a donde llegaríamos era incierto, existían dos opciones:
3. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas donde visitaríamos San Cristóbal de las Casas, el cañón del sumidero y las
cascadas de Monte bello entre otros.
4. Viajar a Palenque, donde visitaríamos Yaxchilan, Bonampak y las cascadas de agua azul entre otros.
5. Uno de los amigos de mi novio pasaría esas fechas con su familia muy cerca de San Cristóbal, se
ofreció a ir con nosotros y ser nuestro guía de turistas, tendríamos mayor movilidad puesto que
cuenta con auto, el conoce las carreteras y los lugares que podríamos visitar, así que podía ser
buena opción.
6. El cuestionamiento iba en función de definir qué tipo de turismo había en cada destino, para efecto
de esta visita, pensaba que una inmersión en la selva -caminar- sería mucho más acertada que una
visita al centro de San Cristóbal, la cual pensaba que podía ser más cultural.
7. Por las distancias no era factible combinar los destinos, el tiempo que llevábamos nos resultaba
insuficiente.
8. Decidí que haríamos la visita a Palenque y empecé a buscar hospedaje, hoteles, avión, traslados,
tours, me comunicaba a diferentes agencias, ingresaba a páginas de internet y enviaba correos
para cotizar precios. Vi que todo estaba muy caro, ya no había disponibilidad.
9. El vuelo para esas fechas aumentaba un poco más del 50% de su precio; en los hoteles me decían
que estaba saturado debido a que habían llegado muchos turistas a razón de la profecía maya del
fin del mundo.
10. No había forma, la opción era viajar en enero. Me hubiera encantado estar en ese ambiente de
superstición y tan en contacto con esta cultura maravillosa, me había comentado un empleado del
hotel que se estaban organizando muchas actividades culturales.
11. Semana del 25 de Diciembre
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12. Modifique planes y agendé para el 11 de enero próximo. Encontré una promoción de Interjet para
los próximos días, esperé y compre el boleto de avión a con descuento, busque el hotel, consulte
en páginas y llamé, muy amables en el Hotel Chan Kah me comunicaron a reservaciones, como en
ese momento no estaba la persona adecuada, tuve que volver a llamar varias veces, en unas me
decían que estaban ocupados con las agencias intermediarias y que no me podían atender,
afortunadamente después de varios intentos lo logré, efectivamente de la tarifa que aparecía en los
sistemas de reserva me dieron una más baja en el departamento de reservaciones propio del hotel,
es así como todo se iba acomodando, reserve de una vez con la TC.
13. Les comenté que también buscaba tours por la región, el hotel me ofreció regresarme la llamada
para brindarme un mejor precio y además me dio los teléfonos de 2 agencias para que yo lo
consultara.
14. Jueves 10 de enero, preparativos
15. Hasta esta fecha, el hotel no me había regresado la llamada prometida y yo no le había dedicado
más tiempo para seguir planeando la salida, durante el día llame al hotel y no estaba la persona de
las reservaciones, consulte si los tours los podía apartar y dejar pagados con la TC, pero no era
posible, esa noche prepare la maleta quería dejarla lista porque al día siguiente tenia junta y solo
podría regresar a casa a recogerla y partir al aeropuerto. El vuelo salía a las 5pm había que estar en
el aeropuerto aproximadamente a las 3.30, por lo tanto salir de casa a las 2.30pm y yo tenía junta
en calles del centro de la Ciudad de México.
16. Viernes 11 de enero, día complicado
17. Procure llevar a mis tiempos al pie de la letra, viajaría conmigo mi novio “Héctor”, quede de verlo
en casa a las 2.00 pm, llame al sitio de taxis para que pasara por nosotros con tiempo
18. Volaríamos a Villahermosa, aeropuerto más cercano a Palenque, Héctor me pregunto del traslado,
yo me empecé a preocupar ya que pensaba descender del avión y buscar camionetas compartidas
-esas que generalmente salen hacia puntos similares llevando a turistas a su destino-, o tomar un
autobús que nos llevara a Palenque, yo no percibía que fuera tan complicado, sin embargo no tenía
la certeza.
19. El pregunto a un amigo y le dijo que no recordaba que hubiera camionetas y que para tomar el
autobús había que ir al centro de Villahermosa. Cuando me lo dijo me puse un poco más grave.
20. Mientras él llegaba busque agencias que nos brindaran el traslado, un poco ansiosa porque ya nos
teníamos que ir al aeropuerto, hice llamadas a tres agencias para cotizar, en algunas no estaba la
persona que me podía ayudar, había salido a comer. Cuando llegó a casa Héctor su gesto no era de
simpatía, yo aún no tenía definido el traslado.
21. El taxi pasó por nosotros, los correos electrónicos de las cotizaciones demoraban porque el traslado
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era para esa misma tarde y tenían que corroborarlo.
22. No nos dio tiempo de comer, los dos solo habíamos desayunado, en el aeropuerto contacte con
una agencia que nos daba el mejor precio, llame intentando contactar al chico que me había hecho
la cotización pero resulta que en BestDay son más de 150 empleados, entonces fue como volver a
empezar, el chico me comentó que me regresaba la llamada lo cual nunca sucedió. Para efecto de
agilizar llame de nueva cuenta con otro vendedor, Israel Briseño, él me dijo lo mismo pero si me
regresó la llamada.
23. Dieron el llamado para abordar, yo seguía en la línea con el vendedor, Héctor y yo fuimos los
últimos en subir al avión, minutos antes de despegar logre que el chico hiciera el cargo a la tarjeta
de crédito, me mandaría el número de confirmación a mi correo electrónico y en el aeropuerto ya
nos esperaría una persona para recogernos. Le agradecí y colgué.
24. – Ay que cansado, los viajes requieren tiempo de planeación.
25. Llegamos a nuestro destino alrededor de las 6.30 pm, cuando salimos del aeropuerto un señor tenía
un letrero con mi nombre, me sentí tranquila. Subimos las maletas a la camioneta en la que nos
trasladaría, el clima era cálido, aproximadamente estábamos a 22° a temperatura ambiente.
26. Le comentamos que no habíamos podido comer, así que si se podía parar en alguna tienda que
estuviera en el camino se lo íbamos a agradecer. El Sr. muy amable se detuvo en un “Oxxo”, nos
bajamos y compramos alimentos.
27. El trayecto duraría 2 horas más, fuimos platicando con el chofer, él era parte de una agencia de
tour en Villahermosa pero realizaban recorridos compartidos y privados. De pronto recordé que ya
no había buscado al chico de reservaciones para agendar el Tour, en cuanto tuve señal llamé al
hotel ellos me comentaron que nos iban a esperar para explicarnos la dinámica del tour del día
siguiente, me dio tranquilidad, mientras el chofer nos fue platicando sobre Yaxchilan y Bonampak,
comento que el recorrido empezaba a las 6am y terminaba a las 7 de la noche. Nosotros nos
sorprendimos.
28. Mire por la ventana y vi un cielo espectacular.
29. – Mira, aquí si hay estrellas, ve por tu ventana. Le dije a Héctor.
30. – Al rato que lleguemos al hotel con la aplicación del celular vemos las constelaciones, respondió.
31. En efecto había un cielo espectacular, yo acostumbrada a mirar el cielo y no ver estrellas en la Cd.
32. El chofer venia escuchando música, nosotros reíamos y recordábamos
33. – ¿Te acuerdas de los Hombres G?, preguntó Héctor.
34. – Sí, claro, eran muy buenos, aunque no eran de mi época, reíamos.
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35. A través del celular veíamos por dónde íbamos pasando, en algunos lugares el chofer nos hacía
referencia.
36. – Este es el pueblo de donde es López Obrador, comentó.
37. – Aquí la gente, realmente no lo quiere.
38. – ¿Pues era para que tuviera en mejores condiciones el pueblo? ¿no? Comento Héctor.
39. – Pues sí, realmente no ha hecho mucho.
40. – La carretera en ocasiones es solo de ida y vuelta, comenté.
41. – Sí, siempre están reparando esta carretera. Respondió el chofer.
42. – Hay tramos que ya los habían reparado y otra vez están igual.
43. … Nosotros moríamos de hambre
44. – ¿Que restaurantes nos recomienda?, dijo Héctor.
45. – A mí me comentaron de uno que se llama el Panchan, comenté.
46. – Si ese es bueno, se come rico y está muy cerca de donde ustedes van, respondió el chofer.
47. – Y de Hoteles, ¿cuál es bueno?, preguntó Héctor.
48. – Hay uno que se llama Villa Mercedes, es el más nuevo, pero el Chan Kah al que Uds. van,
también está muy limpio y a gusto, queda muy cerca la zona arqueológica.
49. – Necesito un cajero, para sacar dinero, cuando sepa de uno me avisa de favor, comentó Héctor
50. – Si claro ya que entremos a Palenque le aviso, cual necesita.
51. – Un Bancomer
52. – Ah, claro hay uno en el Chedraui.
53. – Ya estamos por llegar, ya no falta mucho. Comento el chofer.
54. Busque mi celular para avisarle a mi mamá que habíamos llegado bien y vi que mi celular no tenía
señal.
55. – ¿Tú tienes señal?, le pregunte a Héctor.
56. – Tengo 2 rayitas que de repente desaparecen, contesto. Tan caro que nos sale.
57. Al fin entramos a Palenque, pasamos al Chedraui y llegamos al hotel, la misma empresa nos
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recogería el domingo para llevarnos al aeropuerto.
58. – ¿A qué hora sale su vuelo?, pregunto el chofer.
59. – A las 8, respondí.
60. – Para que estén 2 horas antes en el aeropuerto, pasare por Uds. A las 4 pm.
61. – No es muy temprano, respondí.
62. – Es que en esta carretera siempre pasa algo y luego tardamos más.
63. – Está bien, si es que llegamos con tiempo podemos comer en Villahermosa, me dijo Héctor.
64. Hicimos el check in en el hotel, lo primero que hice fue buscar al agente de la empresa del tour,
quien ya nos esperaba, así que acabando nos sentamos a que nos explicara.
65. Teníamos ya pensado que podíamos hacer al día siguiente el que nos tomaría todo el día:
Yaxchilan- Bonampak
66. En cuanto está el viaje privado, pregunto Héctor
67. Hmmm, saco cuentas
68. – Si, mira, así pasarían por nosotros más tarde y decidiríamos cuanto tiempo estar en cada lugar,
dirigió su mirada hacia mí para decirme esto.
69. – No, porque necesito turistas, respondí.
70. – Anda, porque si no es ir en la camionetita y yo no quepo.
71. – Pero lo que necesitamos son turistas, mejor hacemos el del domingo privado, porque tenemos el
tiempo súper corto.
72. El agente también trato de convencerme sobre los beneficios, además nos ofreció un vino en el
trayecto en lancha a Yaxchilan.
73. Me miro Héctor, reímos y le hice un gesto negativo.
74. – Hmmm ok, se dirigió al Sr y dijo: no hubo forma de convencerla.
75. – Pasaremos por ustedes a las 6 de la mañana. Comento el Sr.
76. Héctor se dirigió a la recepción y vio que había SPA en el hotel y decidió reservar un masaje para
nuestro regreso de Yaxchilan, ese era uno de sus grandes motivadores.
77. Nos dirigimos a la habitación y solicitamos un taxi para ir a cenar al Panchan.
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78. Nos cambiamos y llegó el taxi por nosotros. Comentamos que iríamos al Panchan, no eran más de 3
km. Llegamos y preguntamos cuanto era.
79. – 50 pesos comento el taxista
80. – ¿Por recorrer 3 km?
81. – ¡Estos si nos ven cara de turistas!
82. Entramos y era un restaurante debajo de una palapa, había muchos extranjeros, personas mayores
que venían en grupo, había música en vivo, tipo salsa, ellos bailaban.
83. – ¿De repente llega un olor a mota?, comentó Héctor
84. – ¿Si verdad?, pues mira a tus vecinos.
85. – Están todos “pandrosos”, tienen toda la facha, reímos.
86. En la carretera yo vi chavos pidiendo ride, algunos yo creo que vienen de “mochilazo”.
87. Ahora recuerdo que cuando busque hoteles, vi este, de hecho solicité información, hay diferentes
tipos de cabañas que son ecológicas y a diferentes precios, que bueno que no reservamos aquí.
88. A lo lejos se escuchaba música, como de fiesta de antro y le preguntamos al mesero, él nos
respondió
89. – Sí, es otro restaurante parte del mismo hotel, pueden ir, tienen que caminar y cruzar un pequeño
puesto de collares.
90. – Ok, acabamos de cenar y después vamos, gracias respondimos.
91. El lugar, enclavado en la selva, estaba iluminado con velas y pequeños faros que apenas
alcanzaban a iluminar el camino, cuando llegamos al “otro restaurante” vimos que era un lugar de
tierra en el que tenían escasas mesas de plástico, había chavos bailando un poco raro, un DJ
tocaba, nos acercamos más y nos llegó un viento lleno de olor a mota. Instantáneamente nos
detuvimos, nos volteamos a ver y comente
92. – Creo que no, creo que no quiero. Reímos.
93. Los chavos bailaban, tomaban y consumían mota, caminamos de regreso y vimos unos puestecitos
donde vendían collares y entre otras cosas, papel arroz para que hicieran sus churros, nosotros nos
sorprendimos de la facilidad para consumir y conseguir la droga en este tipo de lugares.
94. Cuando regresamos al 1er. Restaurante, había espectáculo, chavos pasaban uno a uno a hacer
maniobras y malabares con fuego, nos quedamos un rato a verlos y pedimos el taxi de regreso.
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95. De repente voltee y vi una familia con niños, realmente los únicos niños en el lugar, me dio tristeza
y asombro ver que a los papás no les importaba ese tipo de ambientes y que el lugar no lo haya
considerado.
96. El taxista nos comentó que últimamente habían llegado muchos hippies, habían hecho una fiesta en
un rancho que duró muchos días, algunos se habían hospedado en este tipo de hoteles que no eran
caros.
97. Ya era cerca de las 2am, habíamos tenido un día muy largo y pasarían por nosotros a las 6am para
ir al tour, había que dormir.
98. Sábado 12 de enero 2012
99. Me desperté exactamente a las 6am, vi el reloj y corrí a bañarme, era la hora en que pasarían por
nosotros. Nos apuramos para estar listos.
100.
Por las mañanas se llega a escuchar sonidos que emanan de la naturaleza y uno muy
característico que se asemejaría al jaguar, abrí la puerta de la terraza, me asome lentamente y le
dije a Héctor
101.
– No sé qué sea, mira escucha, ¿será el jaguar?
102.
– No creo, rió, pero mejor metete, jiji.
103.
Sonó el teléfono, eran las 6.20, ya estaban por nosotros.
104.
La camioneta, ya estaba llena, ya habían recogido a todos los turistas que irían al viaje, los
últimos lugares eran los de nosotros, los asientos estaban separados, uno en frente del otro.
105.
Moríamos de sueño, 6am, todos venían dormidos. Alrededor de las 8 de la mañana la
camioneta se detuvo, era el lugar donde desayunaríamos.
106.
Un lugar, tipo cabaña donde preparaban los alimentos y un techo que cubría las mesas
donde desayunaban los turistas al pie de la carretera. Los platillos eran huevo con jamón, huevo
solo, frijoles, fruta, cereales, leche entera, jugo y café.
107.
Retomamos el camino, nos apuramos para sentarnos juntos.
108.
Veníamos 5 parejas, dos chavos que iban juntos u un señor que iba solo. Héctor y yo
tratábamos de saber qué idioma hablaban, descubrimos que unos eran alemanes y los otros eran,
¿Belgas, Rusos? Estábamos en duda. Los únicos que hablaban español eran los chavos y un señor
que venía solo.
109.
Platicamos con los chavos, tenían alrededor de 20 años, eran amigos, comentaron:
107
110.
Venimos de “mochilazo” a conocer el estado, aprovechamos nuestras vacaciones para viajar.
111.
Paso una hora más de camino, la carretera estaba llena de baches, nos detuvimos y se bajó
un pareja, ellos le preguntaron al chofer cuando regresarían por ellos.
112.
Pasará uno de mis compañeros mañana, hoy se quedaran a hacer la caminata.
113.
Llegamos a Yaxchilan, el chofer se paró en una caseta, donde pago un peaje a los
lugareños.
114.
– Estos no perdonan, el gobierno les ha dado muchas concesiones, comentó.
115.
Yo quería ir al baño, le pregunte al chofer y me comentó:
116.
– Están en aquella palma, cobran 3 pesos por persona.
117.
Ahí mismo había puestos con dulces empaquetados y agua. El chofer nos dijo:
118.
– Bajando las escaleras ya los espera la lancha que los llevará a Yaxchilan.
119.
Rápidamente se acercó un lugareño, al parecer un guía de turistas que ofrecía sus servicios
con costo adicional. Ninguno de la lancha quiso pagar.
120.
Durante el recorrido los turistas aprovechaban para tomar fotos, se llegaban a ver paisajes
hacia el horizonte.
121.
Llegamos, el lanchero nos dijo que estaríamos 2.30 horas en el lugar y regresaría por
nosotros. Yaxchilan es un sitio arqueológico maya. Fuimos caminando, al principio todos juntos pero
después había atajos y los turistas se desviaban y así nos íbamos encontrando a otros.
122.
– Que hermoso esta, me encanta porque el sureste es muy verde, comento un turista.
123.
Sorprendentemente no había tantos turistas como esperaba, le hice el comentario a Héctor,
paso por ahí un empleado y le pregunte, a los que respondió.
124.
– No, ahorita lo que hay son muchos europeos que vienen a México, los turistas en su
mayoría nacionales vinieron en las vacaciones de fin de año, pero ya casi todos se fueron.
125.
El lugar es grande y mantiene un recorrido que te va guiando hasta la salida, pasando por
pirámides donde hay que subir, como lo es la acrópolis.
126.
– ¿A poco hay que subir?
127.
– Si, vamos, respondí con entusiasmo
128.
– Hay que subir para poder seguir, comento una pareja.
108
129.
– Ok, Si no queda de otra, respondió.
130.
Había turistas que llegaban del otro lado, uno de ellos comentó
131.
– ¡Es enorme!
132.
– Uy y si viera las de Teotihuacán, se sorprendería, me comentó Héctor.
133.
Emocionada, continuamos nuestro recorrido entre la selva, atrás de nosotros venia la pareja
que aún no sabíamos si eran Rusos o Belgas. El portaba en todo momento una cámara profesional
para ir captando fotos, por momentos íbamos juntos y por momentos nos separábamos.
134.
Llego la lancha, en ese lugar una Sra. con su niña de aprox. 7 años vende pays de elote y
elotes, una persona se acercó y compro, ella traía una bolsa de papas “Sabritas”, se dirigió a la
niña y le dijo:
135.
–Toma, yo traía esto de lunch pero ya le compre a tu mamá.
136.
Tímida, tomo la bolsa.
137.
– Yo sé que el pay de elote te nutre mas pero tómalas, le dijo:
138.
– Uy, pero eso le encanta y casi no las come, ella es más feliz con las papitas, dijo su mamá.
139.
Héctor y yo le compramos un pay y un elote con limón, pero el limón era color naranja.
140.
– Qué clase de limón es ese, preguntó.
141.
– Limón- mandarina, así se llama.
142.
Subimos a la lancha y en el camino el lanchero se detuvo y dijo:
143.
– Miren, ahí sobre la roca.
144.
– ¡Hay un cocodrilo!, un turista respondió.
145.
– Si, en el río hay cocodrilos, pero hasta ahorita no han atacado a nadie, en ocasiones los
guatemaltecos o salvadoreños cruzan el rio nadando, miren allá hay niños jugando a la orilla. El
lanchero comentó.
146.
Algunos extranjeros que hablaban inglés, les tradujimos y se sorprendieron.
147.
Al descender de la lancha hay pequeños puestos de lugareños que hacen a mano collares y
pulseras, se escucha que les dicen a los turistas.
148.
– ¡Véanlos, algunos están hechos con semillas, otros tienen madera tallada a mano!
109
149.
De ahí, partimos a comer, ya nos esperaban a nosotros y a otras camionetas de turistas. A
todos nos acomodaron en la misma mesa.
150.
Les preguntamos a la pareja que no sabíamos de donde eran, su procedencia, él hablaba un
poco de inglés, dijo que eran Rusos y que estaban haciendo un recorrido por el sureste de México,
ya habían ido a Oaxaca, Tuxtla, ahora estaban en Palenque, viajarían a Chichen Itza, llegarían a
Cancún e irían a la Riviera Maya, todo en coche.
151.
– Esta increíble, ¿todo ese recorrido? Respondimos.
152.
La pareja de Alemanes si hablaban español, habían llegado hace 6 meses a estudiar a
Colima, él se quedaría a hacer prácticas profesionales en México, ella regresaría a su país.
153.
– ¿Y que les gusta más de México?, preguntamos .
154.
– El clima, si allá todo el tiempo hace frío.
155.
– ¿Y llegaron hablando español?
156.
– No, muy poquito, pero ahora ya lo hablamos muy bien, nos gusta.
157.
– Y que lugares conocen.
158.
– Ya fuimos a Veracruz, a Michoacán a ver las mariposas monarca, estuvimos recorriendo
Colima y en 2 semanas iremos a Oaxaca. Nos trajeron tortillas, rápidamente el alemán se preparó
un taco de pechuga de pollo y le puso un poco de salsa, se veía muy contento.
159.
– Mira, ya perfecto sabes cómo hacer tacos, le comento Héctor .
160.
– Sí, claro, y me encantan.
161.
El Sr. que viajaba solo, era de Puebla, había comprado también un pay de elote.
162.
– ¿Quieren? Es pie de elote, ¡pruébenlo!
163.
Ummm está muy rico dijeron los alemanes, los rusos no quisieron probarlo
164.
– No, gracias. Dijeron
165.
Volvimos a subir a la camioneta, ahora iríamos rumbo a Bonampak.
166.
– ¿Cuánto tardaremos en llegar?, comento un turista.
167.
– Aproximadamente 1.30 hrs.
168.
– Los trayectos son muy largos…
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169.
– Si los trayectos, son largos en tiempo pero no en distancias, los que pasa es que como es
sierra hay muchas curvas, hay que estar muy atentos y las carreteras tampoco ayudan.
170.
Para poder llegar a nuestro destino, nos pidieron que nos cambiáramos de camioneta
171.
Aquí, los lacandones son los que controlan el lugar. Ninguna camioneta externa puede subir.
172.
Cuando llegamos caminamos y nos encontramos con una pirámide de cerca de 10m. de
altura, el mismo turista que había dicho que la acrópolis era muy grande comentó:
173.
– Wow, estoy sorprendido, esta está más grande que la de allá.
174.
Aproximadamente a la mitad de la subida hay unas ruinas con murales que están siendo
recuperados. Ahí hay personas que están al pendiente de que los turistas no tomen fotos con Flash,
Hay letreros afuera del lugar que indican las prohibiciones.
175.
A los turistas que no entienden español les mostramos el letrero, para que sepan lo que no
se puede hacer. Lo que queremos es preservar el lugar.
176.
Los turistas suelen quedarse en lo alto de la pirámide para apreciar la vista y los paisajes
que se aprecian.
177.
Cuando bajamos los turistas le dijeron a una persona mayor:
178.
– Con cuidado señora, algunos escalones están muy pequeños.
179.
Caminamos hacia las camionetas, algunos se detuvieron a comprar en una tienda que está a
la entrada del lugar, otros se acercaron al puesto de collares y artesanías que los lacandones
atienden, entre ellos hablan esta lengua indígena. ¿Qué dirán, me cuestionaba?.
180.
Subimos de nuevo a la camioneta hasta llegar a la nuestra, estábamos a aproximadamente 2
horas de distancia, pero antes pasaríamos a recoger a otras personas.
181.
Nos dirigimos hacia un campamento, cuando llegamos olio de nueva cuenta a mota.
182.
– Ay estos muchachitos que consumen todos los días. Comento Héctor
183.
Y la alemana que iba frente de nosotros, volteó y rió.
184.
Subieron 3 personas más. Un muchacho, argentino y una pareja. Quienes se la pasaron
platicando gran parte del camino.
185.
Yo he conocido muchos lugares, así me he ido a la aventura. El día de mañana voy hacia
Tuxtla, comento:
186.
– Oye, me han comentado de San Juan Chamula
111
187.
– Si es un pueblo raro, se dice que tomaron lo que les gustaba de cada religión e hicieron la
propia.
188.
– Yo voy hacia Cancún, comento ella. Van a pasar por mí al Panchan y ya de ahí nos dejan
en la terminal.
189.
– Y cuéntame, ¿Has estado en España, que lugares conoces?
190.
Platicaron de España, de Argentina y Chile
191.
Ya todos veníamos muy cansados, la mayoría dormían.
192.
Regresamos al hotel y fuimos los primeros en bajar, nos bañamos y fuimos al SPA, donde
nos iban a dar el masaje tan esperado.
193.
Fuimos y resultó que no lo habían agendado en la recepción.
194.
– No me diga Srita., Yo que ya esperaba un momento de descanso.
195.
Las chicas muy amables hicieron lo posible y nos hicieron un espacio.
196.
Al finalizar fuimos a cenar, caminamos a la habitación y salimos a la terraza a platicar.
197.
Al día siguiente nos esperaba el otro tour. Pasarían por nosotros a las 8:00 am. Un poco más
descansados salimos listos
198.
– Oye y las maletas, creo que hay que sacarlas porque hoy se entrega la habitación, deja
pregunto en recepción, comenté.
199.
Había que sacar las maletas pero ¿Dónde nos bañaríamos cuando regresáramos?
200.
Héctor llamo a la recepción y logro que dejáramos los maletas en la habitación para poder
regresar y bañarnos, pero la condición era estar de regreso a las 2.30 pm.
201.
– El tiempo lo tenemos limitado, hay que apurarnos, comentó
202.
Salimos rumbo a Palenque, en la entrada había vendedores y guías tratando de convencer a
los turistas de pagar por la explicación del recorrido.
203.
Se acercó un niño de aproximadamente 10 años, insistió en acompañarnos y explicarnos el
tour, le dijimos que nos acompañara.
204.
Nos fue explicando, nos percatamos que algunas cosas se contraponían a lo dicho
anteriormente, ente sus comentarios hizo referencia a la creencia de que los mayas tenían una nave
espacial, esa era una de las teorías.
112
205.
– Me sorprende todo lo que le pueden decir a los turistas, me comentó Héctor.
206.
Caminamos y preguntamos porque a algunas pirámides no se podía subir y dijo:
207.
– Lo que pasa es que la gente lo destruía, se hacían del baño.
208.
Durante el recorrido nos encontramos puestos de indígenas que venden artículos mayas y
otros que los han ido transformando para generar ventas.
209.
– Mira, ya viste el ajedrez, tiene sus torres como pirámides, la reina es la reina roja de la
que hablan. comenté.
210.
El chavo que vendía gritaba: ¡Pásele, bara bara!
211.
A mí me causo mucha tristeza ver que lo único que buscan son ganancias.
212.
Acabamos el recorrido, el niño nos dio la mano, como un gesto de cortesía.
213.
Fuimos al museo pero ese día estaban inventariando y no pudimos entrar.
214.
Nos dirigimos a la cascada de Misol- Ha.
215.
– ¿Ahí podremos desayunar?, ya muero de hambre. Comentó Héctor.
216.
– Sí, es más, en la entrada, le voy a decir al de la entrada que van a desayunar, así no les
cobran doble.
217.
Caminamos hacia la cascada y cuando llegamos comente:
218.
– ¡Esta increíble, mira la caída de agua!
219.
Mire a mi alrededor y me asombre de ver tan pocos turistas, el lugar casi estaba desértico.
220.
Un lugareño comento, Ahorita ya no hay casi turismo, en temporada de vacaciones no
puedes ni caminar, la gente no se puede ni meter a nadar.
221.
– Mira, hay cuerdas en el agua.
222.
– Si, comentó, es para que la gente tenga de dónde agarrarse, es profundo y se genera
corriente con la caída del agua.
223.
Teníamos el tiempo medido, así que recorrimos por detrás de la cascada, sacamos fotos y
regresamos para partir a las cascadas de agua azul.
224.
En la carretera aún se alcanzan a percibir ejidos zapatistas y le preguntamos al chofer.
225.
Si, estos son zapatistas, hay muy pocos, realmente hasta estas zonas no llegaron.
113
226.
– ¿Qué les pareció? Nos preguntó.
227.
– Está muy bonito, respondí, realmente el estado tiene lugares increíbles, yo si espero
regresar un poco tiempo.
228.
– Es que hemos estado muy presionados de tiempo, y no hemos podido disfrutar tanto
como quisiéramos, dijo Héctor.
Nos preguntó a donde habíamos visitado, le comentamos que habíamos ido a Yaxchilan y a
Bonampak y que habíamos ido a cenar al Panchan, pero que nos habíamos sorprendido del
consumo libre de mota en el lugar.
229.
230.
Si, lo que pasa es que hay muchos hippies que llegaron para eso del fin del mundo y no se
han ido, se quedaron, además descubren que aquí consiguen todo tipo de drogas, antes circulaba
mucho la mota pero ahora también la cocaína, como tienen el mismo riesgo y les deja más, pues
prefieren.
231.
Antes de que el gobierno de Calderón los corriera a todos circulaban libremente por las
carreteras en sus camionetotas, lo que si es que ayudaban a la comunidad, cuando no se tenía
trabajo uno podía llegar con ellos y lo ponían a trabajar. “El narco daba empleo”.
232.
– Antes no se quedaba en los pueblos ahora sí.
233.
– ¿Y hay muchos plantíos?
234.
– No, bueno si hay pero pasan las avionetas y tiran los paquetes, ya hay gente que los
espera.
235.
En el camino nos encontramos a los lugareños con las cuerdas para que los coches se paren
a comprarles.
236.
Ya me habían comentado de esto, dije
237.
– Si, el gobierno les ha permitido mucho
238.
– ¿Pero, hay gente que los organiza?
239.
– No, ellos solitos, ponen a sus hijos a rodear el coche con tal de vender, no se dan cuenta
que se exponen, ya los han atropellado.
240.
– Oiga y agua clara lo vi pero que hay ahí.
241.
– Hay otras cascadas pero la gente de los ejidos es un tanto violenta, cuando los turistas
quieren ir les recomendamos que mejor no.
242.
– El gobierno les dio recursos y ellos no lo supieron manejar, hubo conflicto de intereses
114
entre ellos mismos.
243.
– En poco tiempo llegamos a Agua azul.
244.
– Aquí está muy bonito, la gente se mete a nadar, hay zonas donde si lo permiten.
245.
– ¡Mira, desde aquí ya se alcanzan a ver las cascadas!, exclame.
246.
– Cuando llegamos y alcanzamos a ver de cerca las cascadas, Héctor comentó
247.
– Ojala a mis nietos les toque ver esto, se ve increíble.
248.
Nos bajamos y caminamos, encontramos hippies que estaban haciendo un pequeño picnic a
las orillas de las cascadas, uno de ellos estaba en un roca sentado al pie de una caída de agua, al
parecer estaba meditando.
249.
Vimos personas que ya se habían metido a nadar, salían de un lugar para buscar otro donde
poder incorporarse de nuevo. Las personas se toman fotos y compran en los puestos que se
encuentran por todo el camino.
250.
El lugar está completamente habilitado para los turistas, hay puestos de artesanías, comida,
ropa, fruta. Nosotros decidimos comprar fruta.
251.
Ya teníamos que regresar
252.
– Hay que regresar, este lugar esta para meterte a nadar, salir a comer, caminar y estar
tranquilo.
253.
– Las personas de este ejido son los que trabajan aquí, miren aquí están sus casas.
254.
Retomamos camino, la sandía que compramos no me sabía del todo bien, la sentí un poco
tibia, pensé que debería de tener la Sra. que las vende una charola con hielos donde poner la fruta.
255.
Regresamos al hotel, rápidamente nos bañamos y esperamos al Sr. que nos llevaría de
nuevo al aeropuerto.
256.
– Hay que llamar, no nos vayan a dejar y vayamos a perder el vuelo.
257.
Llame a BestDay con quien yo había contratado y me comentaron que ellos desconocían el
estatus pero que llamarían a la agencia encargada de dar el servicio, esperé en el teléfono, los dos
empezamos a tener incertidumbre.
258.
Camino Héctor hacia recepción y vio un chico que esperaba en un auto, le preguntó,
efectivamente venia por nosotros.
259.
En el camino nos encontramos con personas en los topes pidiendo dinero, de inmediato el
115
chico, puso los seguros del auto y comentó:
260.
– En una de esas te abren el coche y te bajan, siempre lo he pensado.
261.
Son de las personas que cruzan la frontera, ese tren que se ve ahí es a lo que le llaman “la
Bestia”.
262.
Llegamos a Villahermosa, era temprano por lo que le pedimos que nos recomendara un
restaurante para comer. Nos dejó en uno de comida típica de la región.
263.
– Aquí hay todo lo que quieran comer, todo lo que se consume en Villahermosa.
264.
– A mí me duele el estómago, comenté, yo creo que fue la sandía.
265.
Pedimos un taxi que nos llevaría al Aeropuerto, llegando al aeropuerto corrí al baño porque
necesitaba vomitar. Así mismo me sucedió en el avión y llegando a la Cd. De México.
266.
Antes de llegar a casa pasamos a una farmacia para comprar medicamentos, realmente me
sentía muy mal.
267.
Finalmente llegamos a casa y me recosté.
Zapotitlán de Salinas, Puebla, Turismo de Nostalgia
8 al 10 de diciembre 2012
12 informantes clave
Feike de Jong
1. Salí con mi madre, una holandesa de 70 años de la terminal TAPO en la Ciudad de México hacía
Tehuacán con ADO. Compramos los boletos en la terminal y esperemos hasta la salida de la misma.
El camión estaba casi lleno. Pasamos entre las volcanes Iztaccihuatl y Popocatépetl, luego la
Malinche y vimos el Pico de Orizaba en la distancia. Llegamos a Tehuacán a las 13:00 horas. Luego
tuvimos que caminar 6 cuadras hacia una parada de camiones, donde también llegan los que van
hacia Zapotitlán de Salinas, Puebla. Después de media hora de esperar en un lugar que no tiene
ninguna señal que lo identifique como parada de autobús, la unidad llegó. Esta se llenó de gente
que por la apariencia de las bolsas que traían indicaba habían ido al mercado a Tehuacán y ahora
iban de regreso a su casa. No había más foráneos que nosotros.
2. En forma muy amable una señora nos dijo dónde bajar cuando llegamos a Zapotitlán, media hora
después. Al llegar caminamos hacia el hotel sobre una calle polvorienta, pasamos por una capilla
muy típica construida sobre unas rocas y al lado de un campo de beisbol. Llegamos al hotel, que
tiene dos pisos y aproximadamente 8 cuartos alrededor de un patio interno donde están
estacionados los coches del dueño. El patio tiene plantas desérticas en macetas, piedras y troncos
de formas raras como un tucán o un cocodrilo. En el segundo piso tiene el tronco de una pata de
elefante de 300 años que se usa como mesa y una vitrina con un par de escorpiones disecados, la
116
piel de una serpiente, unas piedras. Más allá hay un pasillo que va a los cuartos de los dueños que
también tienen una pizzería.
3. El dueño dice que no hay turistas aunque espera que lleguen algunos en la noche. Le digo que estoy
trabajando para una consultoría y necesito encontrar turistas. Me aconseja ir al restaurante más
turístico de Zapotitlán, Itandehui donde venden platos típicos de la región. Dice que nos lleva al
restaurante en su coche para que lo ubiquemos, aunque el restaurante es cerca. El restaurante es
pequeño y relativamente sencillo. Venden miel y plantas, los platillos tienen ingredientes locales
como flor de cactáceas, frutas de cactáceas y gusanos. Hay varios diplomas sobre la pared entre
ellos de una escuela de cocina en Nueva York. Hay una familia sentada, mujer, hombre y dos
adolescentes. Tiene un platillo de gusanos fritos puestos sobre la mesa, comen los gusanos en
tacos. Salgo y veo que su coche tiene placas de Michoacán. El restaurantero dice que la temporada
fuerte son los periodos vacacionales y puentes para el turismo nacional, mientras el internacional
está más esparcido sobre el transcurso del año aunque es relativamente menor en tamaño.
4. Luego vamos en uno de los muchos taxis con las cuales cuenta el pueblo, al atractivo principal de
Zapotitlán, los jardines botánicos “Helia Bravo Hollis”. Nos cobra el precio estándar de 10 pesos. Este
jardín botánico es del municipio y cuenta con un pequeño museo, un par de puestos que venden
artesanía de ónix, canastas, mezcal local, licor de flor de cactácea y una taquilla. Se puede comprar
refrescos y paletas. Además atrás del jardín botánico hay cabañas, un espacio-comedor al aire libre
y un temazcal. Es conocido como uno de los mayores lugares de biodiversidad de cactáceas en
México. Cuando llegamos no había ningún turista.
5. Camino con mi madre por el jardín, la primera parte es “cultivado”, luego más arriba en el cerro está
el jardín silvestre, y el mayor atractivo es una “pata de elefante” que tiene mil años y una torre de
madera con vista de Zapotitlán. Subiendo la torre y viendo el paisaje lleno de cactáceas mi mamá
dijo:
6. – “Eso es el verdadero México para mí.”
7. Regresando vimos una pareja negociando precio con un de los comerciantes de los puestos. Estaban
comprando plantas, shampoos y cremas artesanales con hierbas locales. Me dijo el señor de 40-45
años que la planta que iban a comprar se llamaba “Sangre de Grado” y que sus antepasados lo
usaron para la salud bucal. Habían venido a Zapotitlán desde Tehuacán para comprar esta planta.
Dijo que también usaban el aloe vera para las contusiones de sus hijos.
8. Entonces había oscurecido y regresamos al hotel. Luego caminé por el pueblo solo. No había turistas
y estaba relativamente vacío. No había locales abiertos. Por la carretera encontré un restaurante que
estaba abierto, eran las 20:00 y no había otras personas. También vendían sal de las salineras. Comí
y me dieron una factura. Regresé al hotel. Allí me compré un par de cervezas y les tomé con mi
mamá mientras platicamos sobre la historia de mi familia sobre una pequeña terraza que tenía el
hotel. El clima era muy agradable de noche. Alrededor de las 22:30 fuimos a dormir.
117
9. Domingo 9/12/12
10. Desperté a las 08:00. Fuimos caminando a desayunar al Itandehui donde no había nadie.
Desayunamos allí y luego de nuevo nos lanzamos otra vez a los jardines botánicos para buscar
turistas. En la noche habían llegado 250 estudiantes de la Universidad Autónoma de Chapingo que
se hospedaban en casas de campaña al lado de las cabañas atrás del jardín.
11. Cuando llegamos al estacionamiento había un guía hablando con un grupo de aproximadamente 20
estudiantes y una profesora. El guía explica los nombres de las plantas en latín y su nombre común.
Dice que su cactácea favorita es una pequeña redonda que parece cubierto con plumas en la cual la
fruta crece hacia dentro y que finalmente solo se reproduce cuando se muera. Sólo existe en 5
lugares en toda la biosfera. También explica los usos de las plantas, algunas se usan para reuma
como la mala mujer, para el cuidado de los dientes como la “Sangre de grado”, comida como el
garambullo, o las semillas de la cactácea “tetecho” para hacer la variante local del pipián.
12. Cuenta un mito local de los Popolocas que antes del diluvio los ángeles del norte cayeron a este valle
y raptaron a las mujeres. Los hijos fueron gigantes. Luego vino el diluvio y los gigantes se
convirtieron en la cactácea “viejito”, la cual es una columna con pelo blanco siempre al lado norte
de la cactácea.
13. Luego explica que Zapotitlán se rige por usos y costumbres. Por lo mismo no dejan entrar a “Oxxo”’
u otras empresas grandes “modernas” como hoteles. La maestra encargada del grupo dice “que
bien” y uno de los estudiantes levanta el pulgar para mostrar su beneplácito. La maestra cuenta de
una empresa minera canadiense que destruyo un cerro en San Luis Potosí.
14. El guía dice con optimismo que los japoneses están dando dinero a la SEMARNAT para Zapotitlán.
Algunos de los estudiantes durante la caminata empezaron a cantar canciones rancheros.
15. El guía comenta con orgullo y admiración que los grupos “Elefante y Jaguares” han grabado videos
en Zapotitlán y que la película “La Ley de Herodes” fue grabada allí.
16. Al fin del recorrido dice que no le gusta hablar del tema, pero que los guías han invertido sus propios
recursos en su capacitación, que son voluntarios y que por lo mismo, viven de sus propinas. Pero en
este caso eso no fue un problema porque el grupo ya había pagado por sus servicios. Concluí que
estaba buscando una propina adicional.
17. Luego noté que tenía un rasguño sobre mi frente por haber chocado con una rama de mezquite.
Pedí a unos de los guías que me llevara un pedazo de aloe vera, que apliqué y con el paso de los
días sí resultó ser bastante efectivo.
18. Uno de los estudiantes hacía pasos de baile de conchero en el estacionamiento al lado del cual todos
están esperando. El mismo estudiante dijo:
19. – Me gustan las biznagas, ¡me parecen la fiestota!
118
20. Luego imitaba una águila, cuello hacia abajo y brazos desplegados. Otro estudiante compró una
canastita de ixtle diciendo:
21. – Me parece súper “mexican curious”.
22. Después de eso vamos a dos de las tiendas de artesanía de ónix, donde venden lámparas, ceniceros,
mesas, estatuas de toros etc. por la entrada del jardín botánico... y compramos una lámpara de ónix
por 150 pesos. Llamaron un taxi que vino para nosotros.
23. Luego fuimos de nuevo al restaurante Itandehui para comer y encontramos otro grupo de turistas
que habíamos visto en el jardín botánico, volteo a ver a mi madre con cara optimista. Pido bisteck
encebollado con flores de cactácea. Las flores son bastante ricas con una textura muy propia y en
alguna forma llenador. El “agua morada” de garambullo también gusto mucho. El grupo de turistas
contaba con 5 hombres y una mujer todos entre el 35 y 50 años de edad. También habían pedido
los gusanos. Al final de su comida pidieron al mesero que les trajera traiga 6 caballitos de tequila. En
esos vasos tomaron licor de garambullo. Su coche tenía placas del DF. También había tres grupos
de personas que parecían locales en el restaurante. Notable era que ellos pidieron cosas de mariscos
en lugar de las especialidades de productos locales. Después de haber comido salimos otra vez a la
carretera que pasa por el pueblo y sobre la cual está Itandehui. Allí fuera preguntamos cómo llegar a
San Juan Raya y que tan lejos era. Dijeron que era alrededor de 45 minutos en taxi y hora y media
en transporte público con un transbordo. Por el asunto del costo y el tiempo y finalmente pensando
que no iba a tener seguridad de que habría turistas en San Juan Raya decidí quedarme en Zapotitlán
e ir a las salineras.
24. Preguntemos a un transeúnte por la carretera o el pueblo tiene cajero automático. Dice que no hay
cajero pero una oficina de envíos de dinero donde uno puede sacar dinero entre 09:00 y 17:00
horas por la plaza municipal. Esperaba que no me hiciera falta efectivo.
25. Tomamos un taxi y llegamos a las salineras en alrededor de 15 minutos. Quedamos con el taxista
que nos recogiera en 40 minutos pagándole los 25 pesos que cobraba para la dejada. Parecen
terrazas compuestas de estanques de agua, construidas en el estilo de las pirámides prehispánicas.
Hubo un grupo de visitantes enfrente de nosotros. Bajo el guía, quien desde el cerro nos saludó y
nos avisó que el tour costaba 20 pesos. Otro guía, un joven que había vivido en los Estados Unidos,
nos dio el tour hablando de cómo ganan la sal por medio de la evaporación, que los estanques
fueron construidos por sus antepasados justo después de la conquista. El complejo arquitectónico de
los estanques sobre el cerro era bastante impresionante y se veía que a las turistas les emocionaba
acercarse. Compramos sal. Saliendo nos saluda en inglés un hombre, se llama Julián Martínez,
visiblemente divertido con el plan de salir hacia las salineras con su hijo. Dijo que había vivido en
San José en California y habla inglés. Nos saludamos y se va corriendo con hijo hacía abajo.
26. Como prometido llego el taxista en 40 minutos. De regreso mi mamá comenta que lo que le gusta
de Zapotitlán es que se ve que la gente solo hace lo que quiere y no se están adaptando al turista
119
haciendo lo que no les gusta.
27. Compramos un café en la única cafetería del pueblo que se llama Coffee & Cake donde una mujer
nos da café soluble tibio a escondidas. Cuando la sirven su cappuccino mi madre me dice:
28. – “¡Que es eso! Ni parece un cappuccino.”
29. También sirven cocteles en el mismo lugar. Regresamos caminando al hotel algo disgustado por la
calidad del Coffee & Cake. Bajamos a la carretera donde caminamos por varias tiendas de objetos en
venta. Había barro rojo de un pueblo que se llamaba San Juan Raya que también era famoso por
sus fósiles. Dijeron la gente en la tienda que ya no vendían fósiles de San Juan Raya para no agotar
este recurso. Dijeron también que el barro roja antes era mucho más rustico pero que habrían
aprendido levantar la calidad con el apoyo del gobierno. Ahora se veía bastante bien. Otro producto
que vendían era artesanía de ónix, principalmente lámparas, ceniceros, cajitas, mesas, juegos de
ajedrez y figuritas de animales. El trabajo en ónix que hacen era bastante bonito, más que nada por
la calidad del material. Finalmente También vendían pomadas basadas en plantas locales. Mi mama
compró uno de la planta mala mujer que era buena en contra del reuma.
30. Llegamos caminando de nuevo al hotel que está a una cuadra de una iglesia, “El Calvario”, pequeña
pero bonita situada muy orgánicamente sobre un peñón.
31. Regresando al hotel doy una vuelta por el pueblo oscuro desierto de turistas. En la plaza central
encuentro otra vez a Julián Martínez que me dice que es campeón de taekwondo y es de Huatla,
Oaxaca. Dice que va a Huatla con su maestro coreano para el año nuevo. Le pregunto si los aztecas
no tenían algún arte marcial. Dice que seguramente pero que ya se perdió, que es una lástima; igual
que los dialectos que se van perdiendo, que es mazateco. A veces intenta hablar en Huautla lo que
recuerda pero le dicen que no lo entienden. Dice que la pérdida de diversidad es una lástima. Se
muestra impresionado con la edad de las salineras y comenta que la palabra “salario” viene de “sal”.
Le digo:
32. – Me llama la atención que hace 400 años alguien hizo las salineras y logro mantener su familia 400
años con este esfuerzo.
33. Julián estaba de acuerdo que era impresionante el esfuerzo. Me dijo que había pasado por el pueblo
antes pero nunca había entrado. Pero ya que lo vio dijo:
34. – Es tranquilo.
35. A mí también me gustó la autonomía de este pueblo, no solo en su sentido cultural, también en
sentido económico, estamos en una época en la cual muchos viven de vender productos hechos en
otros partes del mundo. Me gusta que vendan cosas de aquí, eso me parece maravilloso.
36. Luego regreso al hotel por el pueblo casi vacío. Son las 20:00 horas. Otra vez compró un par de
cervezas con los dueños del hotel y los tomó con mi mama sobre una pequeña terraza con vista del
120
valle que naturalmente a esta hora es completamente oscura y un luminoso cielo de estrellas.
37. Lunes 10/12/12
38. Despierto 08:00
39. Dejo mi mama en el hotel para que pueda ir a comprar pomadas, leer, dar una vuelta por la iglesia
etc… Decido que me hace falta ver más turistas y que aunque lo he visitado ya 2 veces mi mejor
posibilidad de ver más turistas es ir otra vez al jardín botánico. Pero primero voy a desayunar con mi
madre en el Itandehui para ver o encontremos turistas. Otra vez no hay gente pero comemos rico.
Luego caminamos del restaurante en la Plaza Municipal para sacer dinero en la oficina de envíos.
Entramos y vemos que está abierto. Pero cuando mi madre intenta sacar dinero no aceptan su
tarjeta extranjera. Entonces no hay posibilidad de sacar dinero en este pueblo y la única opción es ir
a Tehuacán. Mi madre decide gastar menos y ahorrarse el viaje.
40. Dejo a mi mamá por la plaza municipal y me lanzo al Parque Botánico.
41. Cuando llego hay un grupo de 15 mujeres sentadas frente de la recepción del parque. Son maestras
de la Sierra Negra haciendo una excursión de fin de año. Tienen intercambio de regalos. Están muy
divertidas entre si y se mueven como las mujeres indígenas, caminando muy cerca una de la otra.
Descubro que muchas son indígenas por su comentarios en los cuales dan los nombres en náhuatl
de las plantas y preguntan cuáles son los nombres en Popoloca al guía. Cuando ven frutas de las
cactáceas cortan y prueban algunas. Hablan de los mercados locales y el intercambio de frutas y
hierbas que pasa entre una región y otra. El guía les platica que el maíz se cultivó por primera vez
en un pueblo a 1 ½ hora hacia Oaxaca y de una presa prehispánica muy importante que todavía
funciona en la misma zona. También les platica de las ruinas arqueológicos sobre “el cerro de la
máscara” que queda a una hora de distancia a pie del jardín botánico.
42. Cuando se va este grupo ya no hay turistas y me quedo esperando con tres guías y una de las
personas que está atendiendo uno de los puestos. Ya había explicado al dueño de mi hotel que vine
de una consultora y el a su vez lo había comentado al guía más experimentado quien era hombre de
confianza suyo. No sabía quién era este guía pero viendo un hombre de alrededor de 50 años con
pelo gris y cara arrugada me dejo saber por un leve guiño que sabía quién era yo. Los otros guías
no sabían nada aunque uno sí me pregunto por mis apuntes. Pasé una hora y media allí. Hablaban
de ir a comer algo de lo que había sobrado cuando los estudiantes de Chapingo comieron por las
cabañas del jardín. Uno de los guías, el más joven en proceso de capacitación rechazo hacerlo,
diciendo que otro guía más grande a quien respetaba había dicho a un turista el día anterior cuando
le invitaron:
43. – Tengo mi casa para comer.
44. El joven comentó:
121
45. – “Mejor orgullosos que juguetes y que te traigan por aquí y por acá.”
46. Los otros guías siguen discutiendo sobre comer o no, y de la grilla política en el pueblo hasta que yo
les pido llevarme a las cabañas ya que no las había visto de cerca y también tenía hambre. El joven
se queda. Los dos hombres mayores me llevan.
47. Llegando allí después de caminar 15 minutos uno de los guías me muestra el temazcal y las
cabañas. Me preguntó en confianza qué debería decir sobre la política del pueblo cuando gente de
fuera le preguntan por interés, porque no quiere hablar mal del sistema político ni del pueblo frente
a gente foránea, pero al mismo tiempo siente un deber de contestar completamente. Yo le digo que
como periodista le recomiendo decir la verdad pero como caso general:
48. – “Lo que pasa en algunos pueblos con este sistema es…” y así informar sin delatar.
49. Luego algunas mujeres que están en el espacio del comedor al aire libre de la zona de las cabañas
nos sirven un excelente mole de olla con frijoles y papas que habían sobrado de la comida de los
estudiantes. Luego el guía fue caminando conmigo a Zapotitlán por un sendero por el desierto.
Pasamos por rocas, pequeñas barrancas y parajes y él me dice el nombre en latín de una pareja de
pájaros que vemos en un árbol. Dice que en este momento está trabajando con unos científicos de
la UAM Iztapalapa para el estudio de plantas. Yo recojo unos botellas de plástico que han tirado al
lado del sendero para llevarles a un bote de basura y el hace lo mismo. Me dice que tiene una
empresa que se llama “Desertopia” que va a vender materiales para el estudio científico, libros,
recuerdos y tener ciertas exposiciones biológicas. Quería ser biólogo cuando era joven pero por la
muerte de su padre lo tenía que dejar. Luego había trabajado en la labranza del ónix y finalmente
llegó al jardín botánico como custodio. Dice que le fascina la biología. Dice que los japoneses están
invirtiendo en la zona.
50. Finalmente llego al hotel que sigue vacío. Pido factura y me despido de los dueños. Finalmente
bajamos a la carretera donde tomamos un camión de la AU que nos lleva a Tehuacán a las 17:00.
En la misma terminal podemos seguir hacia la Ciudad de México aunque causa cierta molestia que
no sea directo y haga paradas intermedias.
Santa Ana Jilotzingo, Edo. Mex., Spartan Race
15 al 16 de febrero 2013.
Martha Cabrera Herrera
16 informantes clave
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1. Preparativos
2. Me comentaron que como parte del proyecto de TUR habría una observación para turismo deportivo
y que estaba asignada a mí, me emocioné mucho y después me preocupé. No había captado que
no sólo era asistir, sino participar. Desde mi lesión el año pasado, llevaba casi 6 meses sin entrenar,
y una competencia que requiriera pernocta, no sería sólo una carrera, tendría que ser de corredores
salvajes (así se les llama a los corredores de carreras de montaña), triatlón, o medio maratón.
3. Me puse a buscar y encontré que el fin del 19 de enero, habría una carrera de obstáculos en Las
Estacas. Pensé que estaría muy padre porque podría tener muchísima interacción de turismo
deportivo, porque es un lugar común para “rodar” bici, o entrenar los fines de semana, no sólo para
competencia.
4. Busqué hospedaje en el Hotel Las Estacas, pero me desesperé porque no tenía respuesta de ellos
respecto a disponibilidad en habitaciones normales, y no cabañas compartidas (ya que tiene varias
modalidades). Empecé a correr y realizar rutinas de acondicionamiento muscular, busqué un lugar
donde pudiera realizar “TRX”, que es un método de entrenamiento suspendido creado por militares,
me dijeron en el gimnasio que ya estaría próximamente disponible, mientras seguiría entrenando.
5. No tenía mi número de corredor aún, así que contacté a los organizadores, sin respuesta, me frustró
y me enojó, pensé que les faltaba seriedad, y cuando entré a la página a revisar, descubrí que
habían cancelado el evento. Sentí enojo hacia la organización… pero honestamente un poco de
alivio porque sabía que no estaba lista físicamente.
6. Empezamos a buscar opciones de otras competencias, hay carreras cada fin de semana pero no
requieren pernocta, buscamos opciones como ½ maratón, triatlón, y carreras de obstáculos.
Busqué información sobre el triatlón de Manzanillo y de inmediato contacté a un compañero de
entrenamiento de maratón, que ahora andaba en triatlón, para hacer un equipo de relevos, estaba
feliz Podría competir, ver a mi amigo en ese ambiente que extrañaba, y tener energía y tiempo de
hacer la investigación, porque haría sólo una parte del triatlón. Yo correría, mi amigo bici y un
amigo de él, nadaría. Había un paquete especial para competidores en el hotel en Manzanillo,
incluía cenas con pasta, ¡súper bien para deporte! Antes de competencia hay que cenar sólo eso.
Pero el presupuesto que teníamos era ajustado, y aunque las habitaciones no eran caras, no podría
compartirla para dividir los gastos.
7. En otros años, he salido a competir y nos quedábamos varias niñas en una habitación. Ahora ya
arañando los 30, casi nadie de mis amigas sigue compitiendo, si acaso en algunas carreras de 10k,
ahora estoy en equipos sólo con hombres, y aunque alguna vez por presupuesto compartimos
habitación, y siempre fueron mis compañeros de equipo respetuosos, sé que esto no le gustaría en
absoluto a mi prometido. Yo misma, aunque sé que no pasa nada, creo que está fuera de lugar.
Sentí nostalgia porque ya “estamos creciendo”, ninguna competencia volvería a ser así, a menos
que mis amigas llevaran a sus bebés y sus esposos no les importara que entrenaran varias horas al
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día, o que ellos también compitieran.
8. Decidí al final que iría a la Spartan Race, una carrera de obstáculos, más cerca, dentro del
presupuesto, y que me llamaba la atención, había visto varios videos y escuchado de que era la
mejor de obstáculos a nivel mundial y sería la primera edición en México.
9. Entré a la página web… lo que me temía… ¡inscripciones agotadas! ¡Y aún faltaban 3 semanas! La
mayoría de las carreras de 10k puedes inscribirte aún el mismo día…
10. La semana del 28 de enero estuve contactando a los organizadores para ver si podrían darme un
lugar para la carrera, y me frustra no tener respuesta, y cuando por fin, después de días me
contestan, me dan largas, me dan otro correo… nadie me contesta ahí y no me resuelven.
Preferiría que me dijeran que no, en lugar de que sólo no contesten. Pensé que era tan raro que
alguien fuera “de chamba” a una carrera, que desde luego pensarían que era una competidora que
se le olvidó registrarse a tiempo y ahora estaba dando patadas de ahogada diciendo que es parte
de un proyecto de turismo. Ricardo pidió a SECTUR una carta, misma que les reenvié. Ni siquiera
así tuve respuesta.
11. No puedo parar, así que retomé el entrenamiento que dejé cuando cancelaron la otra carrera, y
aunque sabía que no lo haría tan bien en la carrera, quería por lo menos sobrevivir. Seguí
entrenando sin la certeza de poder entrar. Me dije a mi misma, aunque sea de colada, pero voy.
12. 4/feb: He buscado hospedaje en el pueblo del evento, será en Santa Ana Jilotzingo, en el Estado de
México, aún sin saber si conseguiré lugar en la competencia. Busqué en todas las páginas de
reservas que conozco: Despegar, Expedia, booking, hoteles.com, hostales.com, etc. y no existe ese
pueblo en su sistema. Me agobié un poco porque no sabía exactamente dónde era el lugar y
parecía que tampoco la gente de turismo sabía que existía.
13. Busqué en la página de turismo del Estado, Pueblos Mágicos, etc. y nada. Sólo encontré
información de un lugar para comidas, ni siquiera una posada, nada. Estaba muy preocupada
porque el estudio requería pernocta, pero después pensé que si yo estando más cerca no
encontraba, ¿cómo harían los que venían de fuera? En realidad Jilotzingo no está lejos, porque vivo
aquí, pero era bastante irónico que el hotel más cercano estaba a unos 30km, en Tepotzotlán; y la
marca CityExpress fue patrocinador del evento.
14. Hablé con Ricardo y me dijo que entonces lo hiciera sin pernocta… ésa sería la experiencia de los
turistas.
15. 5/feb: 6.37pm me siento frustrada por lo que tengo que arreglar en cuanto a distancias y ahora que
mi carro está fuera de servicio, vengo con mi mamá, le pregunto con hr. y media de anticipación si
saldrá temprano, para ir a entrenar, me dice q confirma en un par de minutos, pero ya pasaron casi
2 horas, por fin la encuentro… está ocupada. Está bien, no quiero sonar como “limosnero con
garrote”, pero creo que no logro transmitirle la importancia de que llegue al gym a entrenar… no
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voy a ponerme en forma, voy a entrenar para sobrevivir la carrera, sólo tengo 2 semanas de
preparación física… confío en mi condición, pero siento que quienes no están en el medio deportivo,
no entienden la trascendencia de llegar “relajado” por tener un buen entrenamiento y cómo eso es
parte fundamental del desempeño mental durante una carrera.
16. Durante la semana, estuve contactando gente a través de Facebook y preguntando a los
organizadores sí podrían apoyarme con un lugar para la competencia, explicando el proyecto, pero
no tenían un correo de contacto, y el gestor de la carrera era emociondeportiva.com, quienes no
tienen control sobre esas cosas. Estaba muy ansiosa y me sentía presionada porque seguía sin
tener un lugar en la competencia, aunque seguía entrenando, no podía descuidar eso, sabiendo que
tendría sólo dos semanas para entrenar para una carrera para la que gente se había preparado por
meses. Contacté a amigos del Instituto del Deporte del DF y me recomendaron contactar a los del
Edo. Mex., porque toda prueba deportiva tiene que tener su autorización y de Protección Civil. Me
dijeron que me apoyarían con pases de prensa, pero tampoco me consiguieron nada.
17. La ansiedad crecía, y yo confiaba muchísimo en mi condición física, y sí, tenía mucho de no
entrenar después de mi lesión, pero justamente eso era lo que me motivaba, que era mi regreso a
“la pista”.
18. En el gimnasio pedí que me canalizaran con el entrenador “más perro”, él me conoció y me dijo que
me haría un plan de trabajo para esa semana y media… que no iba a ganar mucha condición pero
sí podría contracturar mis músculos antes de la competencia y darles tiempo de relajarse de nuevo,
para que estén como “frescos”, “despiertos”, así que estuvimos haciendo ejercicios de potencia y
resistencia combinando gimnasio con clases de bodypump y stretch. Estaba dándome masajes de
hielo para ayudar a la regeneración, y el peor día, entré a una tina con hielos, esto para no perder
días de entrenamiento. Estaba totalmente adolorida y cansada pero feliz, porque vi que no estaba
tan mal, aunque a cada ocasión mi coach preguntaba si estaba segura de que haría la Spartan,
porque me veía débil en el gimnasio. Después entendí que era un modo de retarme, y es algo que
pasa mucho entre deportistas, todo es un reto, y cuando alguien dice “no puedes”, provoca en mí
una sonrisa y después un “fíjate cómo lo hago”. Por lo general así funciona el cerebro de los
deportistas.
19. En el gimnasio me hacían burla, yo no conocía a nadie, pero vieron que estaba entrenando muy
fuerte, y le decían a Pablo, mi entrenador, “¿por qué la estás castigando?”, o “ahí viene la mujer
maravilla”. Yo no entendía y me sentía un poco tímida. Después supe que fue porque estaba
cargando el mismo peso que algunos de los hombres de ese grupito. Yo no sabía, me apenó por el
lado de “ser niña”, pero me dio confianza como atleta.
20. Llegó el fin de semana y me dediqué a entrenar, estudiar, y conseguir el lugar. Estuve contactando
más gente, organizadores, por mail, por Facebook, por twitter, a través de amigos. Incluso uno de
mis amigos se burlaba un poco, decía que la carrera tenía semanas agotada, que no conseguiría
nada. Cuando le expliqué que no sólo era de esparcimiento, sino de trabajo, él también me ayudó a
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buscar. Logré un trato y él también. Así ya tenía “Plan A y B”. Era un poco de riesgo porque era
depositar el dinero teniendo sólo la hoja electrónica de inscripción, misma que era inservible si no
llevaba el IFE del competidor, y después de confirmar el depósito, me enviarían el IFE.
21. La niña que mi amigo contactó al final se echó para atrás, y él estaba muy enojado, yo
decepcionada y sabiendo que era una opción menos, pero como ella no me había contestado antes,
porque también le escribí, pensé que no era de confiar.
22. El cuate que yo contacté, Roberto, estaba en Estados Unidos de trabajo, por eso no pudo ir, y otros
dos que contacté, Héctor y Roy, estaban en México. Ellos me darían su lugar siempre y cuando
consiguieran uno a las 9am, lo que querían era correr a la misma hora con sus amigos, a mí no me
importaba la hora, mientras tuviera lugar… pero ya que iría con amigos también, pues qué mejor
que con ellos.
23. Les dije que el lugar de Roberto era para el “heat” de las 9am, que podríamos cambiar, para que
ellos corrieran a esa hora y yo a las 10, cada quien con sus amigos. Me dijo Roy, que lo veríamos
directo en la carrera, si es que no me habían defraudado, porque un comprobante electrónico se
podría vender varias veces. Me asusté un poco pero decidí confiar en que él efectivamente tenía
uno para mí, así que hice el depósito y Roberto me mandó su IFE, intercambiamos número, incluso
le ofrecí comprar una playera de Spartan si es que había tienda de artículos promocionales. Él muy
entusiasmado me dijo que sí, que me lo agradecería mucho.
24. Sólo faltaba esperar al sábado, y que al llegar a recoger el paquete de competencia, no hubiera
problema. Yo estaba tranquila.
25. El amigo que me había ayudado a buscar el paquete es un amigo desde la infancia, Iván, quien iría
con su esposa y otro amigo, también desde la infancia, Fabián. Nos alejamos por mucho tiempo y
nos reencontramos en la boda de un amigo en común en noviembre, quedamos de hacer equipo
para la Spartan cuando me recuperara del tobillo, y sin planearlo realmente, sucedió así.
26. Me invitaron a quedarme a dormir en casa de Fabián, donde se quedarían todos, no estaba lejos de
mi casa, y me dijo que había muchas habitaciones disponibles, pero aunque me quedara en una
recámara sola o con su esposa, no me sentía cómoda. No es mi casa y mi novio no los conoce
tanto, así que quería evitar algún tipo de molestia, él no compite, no entiende mucho cómo es esto,
cuando lo hacía era con puros niños en baseball o basketball.
27. Además estaría más cómoda descansando en mi camita, así que quedamos de vernos a las 6am en
un supermercado, donde yo dejaría mi carro y nos iríamos en uno. Igual afinaríamos detalles el
viernes.
28. Preparación para la carrera
29. Esa semana casi no dormí, tuve muchísima tarea de la maestría, y un bomberazo el jueves, que
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después de mi cena de San Valentín, me fui a trabajar y dormí un par de horas ya en la mañana, y
así seguí. El viernes traje el “sueño” volteado… y cuando era hora de dormir ya no tenía sueño. Eso
en realidad sí es un problema antes de competir. Ya sabía que no estaba bien físicamente, pero
también ir desvelada. ¡no es de Dios!
30. El viernes fui a Superama a comprar cosas que necesitaría, gatorade, agua, miel, nueces,
arándanos, etc. Para hidratarme desde la noche antes, y antes de la competencia, y poder
desayunar algo ligero. Cada cosa tiene una función específica, no sólo por energía, sino digestiva.
Cuando estás en competencia, por el esfuerzo, tienes una sensación de requerir ir al sanitario
mientras corres, para eso son los arándanos y el plátano. También por el potasio y evitar
calambres, etc. Además compré cinta para los dedos, para prevenir ampollas.
31. Compré todo y fui a casa a cenar casi 1kg de pasta. Tenía hambre pero ya sé que no podía cenar
nada más pesado, así que era seguir con pasta, más pasta, y gatorade.
32. Preparé mis cosas, no sabía qué tenis llevar. No es una decisión banal, en realidad es muy
importante, por el tipo de terreno son los tenis, por la protección al tobillo o las ampollas. Yo
quería correr con los vibrams, unos tenis “de deditos”, pero tendría que ser sin calcetines, porque si
se me mojaban, estaría muy incómoda. Alisté dos pares y unos flipflops. Después de competir, los
pies se hinchan, lo más cómodo son chanclas o crocs después de salir. Vi un artículo de Spartan
Race que aconseja que llevar, así que también incluí bolsas de basura, toallitas de bebé, etc.
Pensar que mis cosas terminarían en bolsas de basura, me dio risa… pensé en los años que mis
papás invirtieron en crear hábitos de higiene, para que ahora de adulta fuera contra todo eso e
incluso voluntariamente. Ellos creen que estoy loca.
33. Terminé de empacar mi backpack, y tomé mucha agua; ya tarde recibí una llamada de Iván, nos
veríamos a las 7am. Fabián había ido un día antes a buscar el camino hacia el lugar de competencia
y ya lo conocía por lo que no sería necesario ir tan temprano, terminé de hacer mis cosas y me
dormí pasada la media noche. En un sobresalto desperté, ¡había olvidado poner a cargar las
cámaras! Eran casi las 5am, bajé a mi carro por el cable, y puse a cargar mi cámara de mano y la
Hero que me prestó mi jefe… sin embargo el cable de ésta última no correspondía Yo la había
cargado con un cargador de un celular, pero estaba “guardado” / extraviado dentro de mi casa, y
Lili (la señora que nos ayuda con la limpieza) no recordaba dónde lo puso. A las 5am, pensé que no
tenía caso angustiarme, la cámara tenía casi toda la pila, porque la había cargado unos días antes,
así que me resigné y volví a dormir, no podría hacer mucho a esa hora.
34. Unas horas después me metí a bañar y me alisté para irme, tomé las cámaras y las puse en el back
pack. Llegué al punto de reunión y cada quien traía su bolsita de nueces, las cuáles compartimos
porque cada quien tenía su preferencia. Yo las regulares, Iván de la india, Sofi, su esposa,
almendras; Fabián una mezcla de todo.
35. Veníamos nosotros 4 en el carro, además de la mamá y sobrina de Fabián. Llegamos rápido al
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lugar, estaba más cerca de lo que creía. En el mapa se veía muy enredado, y cuando avanzábamos,
varios carros dando vueltas, nos preguntaban si íbamos a la carrera y nos íbamos siguiendo. Se
sentía un ambiente de entusiasmo, todos sonriendo y bromeando.
36. Comenté que no había encontrado lugar para dormir en el área y la mamá de Fabián me dijo que sí
había lugares, y pregunté que dónde, porque estuve buscando y nada, y me dijo:
– “ayy hija, pues jamás ibas a encontrar nada en internet, sólo a ti se te ocurre, aquí son cabañas
de la gente del pueblo, que hace espacio en sus casas para estas cosas o que pasas y ves letreros”,
me estaba como regañando, la verdad me molestó su tono, pero ni modo que le hiciera una cara o
le contestara mal, sólo le dije que sí, pero que alguien que viene de fuera, no va a llegar en la
mañana a buscar, o en la noche, si vienes de lejos, necesitas saber a dónde vas a llegar para
planear tus gastos y horarios. Comentó Fabián que además aunque hubiera alguien llegado a
buscar un día antes, son tan pocos lugares tipo posadas que seguro se hubiera llenado. La
competencia era para 6000 personas, creo que más que los que habitan en ese lugar, se ve como
pueblo fantasma.
37. Todo el camino fue terracería sin señalización, llegamos sólo porque Fabián había ido antes, yo
sola, no hubiera llegado. No había señal de celular, no hubiera podido usar ni mi GPS. Nos
estacionamos, había un señor indicando dónde… nos llevó muy lejos, estaban inconformes porque
había espacio más adelante, pero el señor insistía en que no. Creo que quería su propina al llenar
ese estacionamiento. Caminamos entre la tierra que iban dejando los carros que sí se fueron más
adelante… calentando para tener tierra en la boca, bromeamos. Sí había lugar. Entramos al lugar,
ya cerca de las 8am. Banderas y letreros de Spartan Race y los patrocinadores, indicando dónde era
el registro, y la numeración, la entrada, zona de corredores, de espectadores, etc.; lo mejor era el
ambiente entre los que iban. Por los acentos reconocí gente del norte, regios, pero escuchando a
las pláticas, había gente del DF, pero muchísimos también de Colima, Guadalajara, Veracruz,
Tijuana, Mérida, etc.
38. Yo pensé, “¡pobres! ¿Dónde se habrán quedado a dormir?”, sin conocer la ciudad y siendo ésta tan
grande, tal vez sería complicado llegar, no estaban tan cerca los hoteles. Mientras estábamos en la
fila esperando que abrieran el registro, la gente estaba feliz, gritando “arooo arroooo”, que es como
el saludo o sonido de guerreros. Esta carrera es como pretendiendo que somos guerreros
espartanos, por eso hay un “heat” cada media hora, en lugar de todos juntos a la vez, porque
deben ser 300 corriendo a la par, como la leyenda de Esparta. Yo personalmente creo que también
por logística, si no, los obstáculos serían un embudo y alentarían la carrera.
39. Había personas rapadas con el logo de Spartan Race en la cabeza, formada con el poco cabello que
se dejaron, muchos en equipo, y muchos equipos que tenían playeras de triatlón o ironman. Pensé
que sería una competencia dura, porque los asistentes son atletas, no sólo corredores de domingos,
entonces el menor de mis problemas sería los tiempos. Yo estaba muy confiada en la resistencia, y
me puse de meta no hacer burpees, que es un ejercicio a modo de castigo (sentadilla-lagartiga-
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sentadilla-salto, todo eso es uno solo), si alguien falla una prueba. Pensé que si hacía burpees, me
cansaría muchísimo y eso me afectaría, entonces decidí que no haría burpees, o al menos eso
intentaría.
40. Recibí la llamada de Roy, estaban en la fila más adelante que yo, querían que supiera que me
esperarían a que recogiera mi paquete, para que, si no había problema, pudiéramos intercambiarlo.
Yo seguía disfrutando de la gente que iba disfrazada, mis propios amigos se consiguieron un disfraz
de los 4 fantásticos, y decían que el 4to q les faltaba era la mujer invisible… la gente les pedía
tomarse fotos con ellos. Muchos iban con capas de espartanos.
41. Había muchos equipos de gimnasios de CrossFit, que es un sistema de entrenamiento de Reebok,
que tiene mucha relación con Spartan Race, porque hace rutinas para preparación para la carrera.
Los dos están de moda.
42. Avancé en la fila, conocí en persona a Roy y Héctor, y me acompañaron por mi paquete, no hubo
problema, así que me puse feliz y ellos también. Todos podríamos correr en el mismo “heat” con los
amigos. Yo necesitaba un “pacer”, es decir, alguien que me ayudara a conservar el ritmo de
carrera, y Sofi me ayudaría en eso.
43. Empezamos a sacar las cosas para cambiarnos, no había mucho dónde, saqué mi cámara para
tomar las fotos con ésta en lugar de con mi celular, y cuando les estaba mostrando la Hero, que
Iván quiere comprar una, me di cuenta que no traía el tornillo. Busqué de inmediato alrededor de
mi mochila, pero nada se había caído, Sofi me ayudó a buscar y en realidad estábamos en un lugar
despejado, le comenté que era un tornillo muy grande que se vería fácilmente, así que pensé que
se quedó en la mesa donde puse las cámaras a cargar y que cuando la tomé, el tornillo se cayó ahí.
Ya me había pasado para entrenar, que el tornillo se queda flojo al abrir la caja de la cámara y se
sale, pero estaba ahí mismo… Así que recé porque estuviera en mi casa, en realidad estaba
confiada porque no vi nada caerse de la maleta, ni Sofi tampoco.
44. No era sólo la posibilidad de no tener fotos durante la competencia, ¡quería tener esas fotos! ¡las
mías!, porque sería muy fácil ahí contactar a alguien con esa cámara y tener tomas de los
obstáculos, había unas 3 personas que yo vi en mi “heat”. Les dije a mis amigos, ahorita vengo, voy
a ver como soluciono esto, para usar la cámara. De repente, como por magia, veo gente de
Televisa, con cámaras y walkie-talkies. Corrí tras ellos y les pedí ayuda. Me sorprendió su
amabilidad y disposición. Me llevaron a combi de Televisa, donde tenían todas sus cámaras, estaba
fuera de la zona de competidores, y entre 3 me ayudaron. Uno buscó una varita para poner a
modo de tornillo, otro sacó maskin-tape, y otro la iba poniendo, después encontraron una cinta
negra, como de tela, que resistiría mejor el agua, así que quitaron la que habían puesto, y me
pusieron de la otra. Mientras me ayudaban, les pregunté de la producción del evento, que si
habían dormido, me dijeron que ellos sí, pero que había gente que se quedó hasta muy tarde y
llegó muy temprano o que durmieron ahí en los camiones de producción.
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45. Ellos estaban desayunando unos tamales y café. Pensé que qué rico por el frío que hacía, estaba
nublado y no se apreciaba el paisaje, todo era bosque, bruma, niebla y frío. Yo había dejado mi
chamarra en mi carro, para no estar cargando, me arrepentí en ese momento, pero creo que fue lo
mejor, de otro modo hubiera sufrido más para aclimatarme a la competencia.
46. Regresé con mis amigos muy feliz con la cámara parchada y lista para correr con ella, me hicieron
burla y yo también a mí misma, en verdad que algunas veces estoy peor que “Dori”, el pescadito
con amnesia de la película de “Nemo”.
47. Fabián encontró varios conocidos, y yo estaba viendo y poniendo atención a todo lo que pudiera, su
mamá comentó que le encantó el paisaje, que aunque ella no iba a competir, ya sólo por salir al
bosque y ver otra cosa, que además estaba padre el ambiente de montaña, le había gustado. Ella
diciendo eso y prendiendo un cigarro.
Caminé lo más rápido que pude mientras fuera
disimuladamente, me molestó mucho el humo, y pude ver que a Iván y Sofi también, Fabián puso
cara como de “perdón”, pues es su mamá, ni modo que la regañe. Pero si de por sí el humo es
molesto, antes de competir aún más, y por la mañana. Deberían poner letreros de prohibido fumar,
no sólo por los competidores, sino porque es un bosque y no hay ceniceros.
48. Nos cambiamos, y me había puesto los tenis normales… estaba por dejar mi mochila en el
guardarropa, cuando pensé que lo mejor para mí sería correr con vibrams, así que de último
momento me quité los tenis y calcetines, me vendé los dedos, y me puse los tenis de “deditos” así
sin calcetines, la primera vez que me arriesgaba a algo así en competencia. Entrené así y no me
molestó la sensación pero sí los dedos, por eso los vendé. Pensé que para estar en agua y lodo
esos eran la mejor opción. Y sí, fue la mejor decisión. Tengo más ampollas con tenis normales y
calcetas, que éstos solos. La principal herramienta para competir son los pies… prefiero ir cómoda
y más si estaría en lodo.
49. Esperamos para entrar a la zona de calentamiento, porque en el primer “heat” compitió un
campeón mundial, McIntyre, y venía entrando al canal de lodo hasta adelante. ¡Semejante
vikingo!, iba pasando y la gente aplaudiendo, tenía cara de malo, iba hasta adelante y medía como
2 metros ¡Estábamos frente al campeón mundial! Estaba muy padre el ambiente, empezaba a ver
mucha gente calentando, equipos trotando, hombres sin playera, y mujeres en top. Yo iba a correr
en top, pero preferí taparme por el frío, entramos a la zona de calentamiento.
50. Había mucha gente entre los visitantes, vestidos de espartanos, eran parte de carrera, modelos
contratados, pero ¿de dónde los sacaron?, pensé; güeros, altísimos, muy guapos y guapas, en
verdad parecían espartanos todos, o al menos la idea de europeo mediterráneo. Comentó Sofi:
– “¡Uyy me hubiera venido sin marido!”, yo me reí y le contesté “¡yo voy a aprovechar que mi novio
no está!”, estábamos bromeando, por los espartanos y los corredores que estaban calentando, es la
primer carrera donde veo tanta gente en forma, por lo general hay muchos que se ve que sólo
corren, aquí se veían todos y todas muy fuertes y en forma, era una excepción quienes no.
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Estábamos bromeando entre mujeres, pero la realidad es que extrañaba a mi novio, él no pudo
acompañarme porque trabajaba ese día, la primera carrera que no va conmigo, me puso un poco
triste, porque siempre me recibe en la meta con flores… y a decir verdad, cuando me quité el anillo
de compromiso y lo dejé en su cajita en mi casa, sentí feo. Tal vez sea tonto, pero es un modo de
sentirlo conmigo siempre. Le comenté eso a mis amigos y se burlaron, me dijeron que eso es
ahorita, porque ya después de un par de años, lo que Iván y Sofi llevan de casados, ¡ya se lo
quieren quitar! Desde luego también estaban bromeando.
51. Tomamos una mezcla de electrolitos para antes de la carrera, ya estábamos en la zona de
calentamiento, estiramos, y había de esos espartanos disfrazados interactuando con la gente, uno
de ellos me cargó y tomaron foto, yo le dije que ahora lo cargaría yo a él, y se sorprendió cuando sí
lo cargué, el locutor preguntando en el micrófono que dónde estaba mi equipo, que esa si era una
espartana y cuidado a los demás. Me dio risa, pero en ese tipo de lugares y competencias es donde
puedo sacar mi lado b sin quedar mal, eso probablemente no podría hacerlo con mi novio, no por
otra cosa, sino porque aunque él apoya y respeta lo que hago, para él soy su “princesa”, no una
espartana.
52. Seguíamos calentando mientras veíamos en la pantalla gigante que había las tomas en vivo de los
“heats” de las 9 y 9.30am. No había pasado ni una hora y ya iba llegando ese vikingo gigante, ¡Hizo
48 minutos! Todos le aplaudimos, y los espectadores emocionados de verlo, tomando fotos. Unos
minutos después, llegó el segundo lugar, también otro vikingo, por la estatura, pero moreno, éste
era mexicano, gritamos muy orgullosos echando porras al mexicano que llegó después, había otros
extranjeros; y entrando a la meta, hay un último obstáculo de personas golpeando con cotonetes
gigantes… lo tiraron cuando iba cruzando la meta… se levantó, y cuando estaban por ponerle la
medalla, en la cámara se vio como empezó a vomitar. Se escuchó en la gente un unísono
“¡eeewwwwww!”, le aplaudieron más fuerte y gritaron, le tomó unos segundos incorporarse. Yo
me asusté de la carrera. Pensé que si alguien preparado para llegar en 2do lugar entró vomitando,
seguro sería una carrera muy dura. Preferí no pensar en eso y me puse a estirar y pensar en los
burpees que no iba a hacer.
53. Pidieron que pasáramos a la zona de salida, estaba hasta adelante con mis amigos, seguíamos
estirando y brincando, el ambiente era de felicidad, emoción y reto. El paisaje ya se iba despejando
así que estaba increíble voltear y ver árboles y sentir ese olor a fresco de la mañana, hacía frío aún,
pero prefiero eso que correr con calor. Además se escuchaban los pájaros y llegaba un ligero olor a
leña. Desde ahí sólo veíamos montaña y árboles, nada de casas. Creo que eso le daba un
ambiente más fuerte de competencia salvaje.
54. Quien daba la salida era un “guerrero esparatano”, montado en un caballo gigante, con una
espada, aventaban cuetes de humo. Así que empezó la cuenta regresiva, yo me aseguré que la
cámara estuviera funcionando y le dije a mis amigos que se juntaran para una foto… Un señor me
había dicho:
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– “Por favor, después de la carrera subes tu video en YouTube, lo voy a buscar”.
Estaba muy emocionada, así que a la explosión de salida, empecé a correr con mucha fuerza…
pasamos entre subidas y bajadas, veredas y árboles, y cuando llegué a un claro, noté que Sofi no
estaba conmigo, la dejé atrás en la emoción del arranque… así que me hice a un lado y la esperé.
Ella sería mi “pacer”, no podía separarme. Me alcanzó y empezamos a correr juntas.
55. Fueron varias pruebas, eran 7km de correr en montaña, pero con obstáculos en medio, el primero
fue entrar a un canal de agua helada y lodo, hasta la cintura… muy buena novatada y entrada al
frío. Por eso sé que de haber traído mi chamarra antes de correr, hubiera sido más fuerte el shock
de temperatura. Mis tenis de “deditos” fueron buena elección, había fango en el fondo del canal, y
estaba avanzando muy rápido, con tenis normales, se me llenarían todos; me subí la blusa de
manga larga que traía, para que no se me mojara, pensé que estaría mejor si estaba seca de
arriba.
56. Salimos del canal y teníamos que escalar una red y bajar del mismo modo del otro lado. Pensé que
era como los juegos de McDonald’s, a los que iba de chiquita, pero en tamaño jumbo. “Esto se va a
poner bueno”, pensé. Ya del otro lado era un camino de arena, y una valla casi de mi estatura que
había que brincar, llegué y no pude brincar, estaba muy alta. Los regios que vi a la entrada la
pasaron sin problema. Claro, ¡miden medio metro más que yo Vi que ya había castigado a una
chava a hacer burpees, y pensé que no podía tener burpees o no terminaría, necesitaba ir “entera”
durante la carrera. Y quien cuidaba los castigos me vio y me dijo “un intento o burpees”, así que
me eché para atrás a tomar vuelo, y cuando casi me caigo para atrás, alcancé a cruzar una pierna y
con eso me jalé. Uff, me había salvado de los primeros burpees, y estaba contenta, debía seguir
así.
57. Había un camino de arena y de repente llego a lo que parecía un charco gigante de lodo y veo que
al ras del mismo había alambres de púas. Pensé que si no quería mojarme en el canal anterior, me
daría un baño de lodo, y a modo de broma me dije a mi misma, “al fin que la mascarilla de lodo es
buena para la piel”, y me sumergí… había espacio sólo para ir con la cabeza de fuera… antes de
sumergirme, pensé en la cámara y en la cara de Ricardo si viera eso, porque su esposa le había
regalado la cámara “Hero” que me prestó para la carrera. Empecé a nadar bajo las púas. Algunas
mujeres se atoraron el cabello ahí… me alegré de haberme hecho una trenza ajustada y no me
importó enlodarme… ya estaba ahí… 10cms más bajo el lodo no hacían diferencia en lo sucia que
iba a terminar.
58. Salí y se me pegó la arena del camino. El ambiente entre los corredores al principio era de ánimo,
luego sorpresa, yo me burlaba internamente de quienes evitaban ensuciarse, porque iban a
terminar peor de sucios, atorados o haciendo burpees.
59. Después había que saltar maderos y carbón con fuego, que estaban bajitas, así que lo hice sin
problema, en ciertas partes eran brasas.
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60. Después de otro tramo, había tres vallas seguidas, un poco más altas que la primera, pero en esta
ocasión la primera se pasaba por arriba, la segunda por abajo, rodando en la tierra, y la tercera
brincando en los huecos de en medio. No fue difícil, pero sí incómodo estar escurriendo de lodo y
rodar sobre el campo, con pasto seco y tierra… me sentía como “El espantapájaros”.
61. La primera prueba de fuerza, porque estas fueron más de agilidad, fue la que siguió, un bloque de
cemento grande con una cuerda que estaba colgando de una polea, y había que cargar y bajar sin
azotar. Había peso para hombres y bloques menores para mujeres… no sé cuánto pesaba, pero
cuando jalaba la cuerda, el bloque me jalaba a mí también… para no “irme” con la inercia, iba
pisando la cuerda, estaba mojada, así que se resbalaba un poco. Terminó y me sentí como entre
“Hércules y Tarzán”, por aquello de la naturaleza alrededor, y porque no hay un homólogo para
mujer… tal vez “Xena” o algo así.
62. Siguió un tramo de subida bastante largo, que estaba pesado al subir, pero no estaba bien
señalizado, muchos decían que habían perdido tiempo porque se salieron del camino y regresaron,
pero yo sólo veía a lo lejos por dónde iba la gente y para allá me movía… esa parte cruzamos como
entre surcos de sembradíos… ya estaba de bajadita o plano, lo cual no es necesariamente bueno,
corriendo en montaña sabes que por cada bajada, también viene la subida, y está pesado… y sí… al
inicio de la subida, la siguiente prueba.
63. Un bloque de cemento con una cadena. Teníamos que arrastrarlo varios metros en un círculo de
unos 20 m de diámetro. Quise hacer un arrancón pero el bloque rebotaba en el piso y jaloneaba las
cadenas. Casi me pego. Después un chavo me jaló, porque alguien más hizo lo mismo y casi me
cae en el pie. Entendimos que tendríamos que arrastrar lento. Ni modo. La cadena cercenaba mi
mano así que la envolví entre mi brazo y atoré con el codo, y la cadera, para arrastrar. Se atoraba
con el pasto, lo cual dificultaba el avance.
64. A duras penas terminé, mi brazo estaba adolorido. Seguí corriendo y había unas mesas de agua.
¡por fin! En verdad me sentí aliviada cuando las ví, tenía la boca seca… no tanto por la sed que me
provocara el ejercicio, sino por la tierra, casi no tomé agua… una bolsa la tomé, la segunda hice
buches y me enjuagué la cara. Iban indicando que debíamos tirarla en cierto punto solamente,
para evitar hacer basura por todos lados supongo.
65. Seguí corriendo por la cuesta y cuando llegué a plano, era el inicio de otra prueba. Debíamos cargar
costales en la subida y volver a bajar… parecía que no estaban muy pesados, también había
costales rosas para niña, que eran ligeramente más pequeños que los de niños, y debías ir trotando
o la gente de la carrera te gritaba. Parecía que el trabajo de ellos era ser malos gritaban que fueras
rápido y que era corriendo. Me enojé muchísimo porque un tipo iba apresurando a la gente… había
un bloque de varios hombres y después otra niña y yo. Él gritaba:
– “¡Es corriendo! ¡es corriendo!”, pero cuando íbamos las mujeres nos gritó “¡a ver para ustedes
señoritas, si quieren ahí está el café y las galletas!” y se estaba riendo.
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“¡Arrggghhhh este güey!” pensé, le contesté riéndome, y pensé “Nada más el café porque parece
que ya te acabaste las galletas”. Cabe destacar que era una señor que se veía que ni por
equivocación algún día hacía ejercicio, mucho menos sería Spartan, ¿qué derecho tenía de estar
“buleando”a los competidores? Y en especial a las mujeres, si estábamos pasando las mismas
pruebas que los hombres. Eso me animó a seguir.
66. Me di cuenta que iban haciendo los obstáculos de tal modo que lo que hacías te cansara una parte
específica del cuerpo para dificultarte lo siguiente. Con los cubos de cemento mis manos estaban
cansadas, con arrastrar, también las piernas, y para llegar a los costales, pues hombres y piernas
las tenía ya con ganas de parar un segundo.
67. Cada vez que había pruebas, los que terminaban, daban ánimos a los que iban empezando, era un
ambiente de mucha camaradería, y entre los competidores nos ayudábamos. Yo en lo particular si
tenía alguien cerca de mí, atrás, les iba diciendo si había piedras, huecos, ramas o qué en los
senderos del bosque, eso puede ser peligroso si vas corriendo. Yo trataba de ir lo más rápido que
pudiera, pero me sentía insegura de no ver bien, e ir corriendo, porque con mi equipo del maratón
yo corría hasta atrás y ellos me iban diciendo, en estas cosas tienes que confiar en tu equipo.
Cuando me lastimé, donde metí el pie parecía firme, y era un pequeño charco fango que parecía
seco en la superficie, por eso iba temerosa de volverme a lastimar.
68. Antes de la prueba siguiente, había perdido de vista a Sofi, no sabía si ella venía atrás o delante de
mí, esto porque cuando se llenan los obstáculos, van deteniendo gente, hasta que se libere un
poco. Seguí y en un claro del bosque había una prueba de equilibrio, unas vigas en zigzag, de unos
6m de largo y como 5 cm de ancho. Si te caías, burpees. Ví muchos haciendo burpees. Pensé que
no era tan pesado, y me dio gusto ver que Sofi estaba adelantito de mí.
69. Cuando me subí, casi caigo. Entendí que era difícil por lo mismo de mi teoría del orden de las
pruebas, vienes con las piernas entumidas de hacer potencia y te ponen a hacer algo de agilidad.
Fue difícil el control al principio, más que el vigilante empezó a “animar” a la gente gritando, pero al
lado de mí, cuando gritó, me asustó y casi caigo de la viga. Sólo pensé “¡burpees! ¡burpees!”, y me
concentré para no caer.
70. Seguimos corriendo, nos dijeron en un tramo del bosque “aquí no pueden correr, caminen los
siguientes 30 metros”, y claro, era un sendero como de 30 cms. de ancho, entre ramas y árboles…
pero hacia abajo, era como un peñasco entre la montaña, unos 20 m de caída libre hasta un río… si
nos resbalábamos, frenaríamos hasta el piso, o algún árbol. Llegamos al rapel, había extranjeros,
de los organizadores, que son militares y atletas gringos, dando instrucciones en inglés. Yo hablo el
idioma y me agradó recibir su consejo sobre como bajar una cuerda de rapel sin seguridad, sólo
nudos en la cuerda, nada de arnés, sobre la piedra. Pensé que alguien que no le entendiera, se
estaría perdiendo de un consejo que le pudiese ayudar o incluso salvar la vida en algún accidente
en la competencia.
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71. Fue difícil porque había un hueco en la piedra, como una cuevita, y tuve que brincar de lado en
horizontal, y había muchas hojas y ramas secas. Fue algo muy retador e interesante, no sé cómo
me hubiera ido si no hubiera llevado mis guantes. Estuve tranquila y feliz de lograrlo. Hasta ahora,
aunque no iba rápido, iba aguantando bien la carrera y los obstáculos, e iba rodeada de puros
hombres, lo cual me hacía saber que no iba tan rezagada, y por eso no había tantas mujeres.
72. Al llegar al fondo de ese peñasco, o pared de piedra, había un río. Pensé que estaría súper bien
para enjuagarme. El agua estaba helada, creo que a punto de hielo. Iba avanzando y cada vez más
lento, primero porque había piedras, no era un río profundo, pero tampoco un arroyo, de unos 4
metros de ancho y tal vez 1 metro de profundo. Iba con cuidado para no resbalar con las piedras,
pero se me iban entumiendo las piernas. Escuché gritos:
– “¡Cuidado con las piedras, están resbalosas!” o “#$%&°@!!!”, expresiones altisonantes referentes
al frío, causaban risa entre los que íbamos juntos en el grupo, y también más porras entre nosotros
“¡vamos! ¡vamos!” , “¡ya casi!”. Saliendo del río no podía correr.
73. Intenté trotar pero me dolieron los huesos, tuve que caminar una parte, y varios chicos también.
Empezamos a platicar, diciendo que estábamos entumidos, que estaba helado, y que pobres de los
que salieron en el primer “heat”, porque seguro les habría ido aún peor. Al paso, vimos un chavo a
la orilla intentando vendarse, le pregunte “estás bien?”, me contestó que sí, le ofrecí ayuda y me
dijo que sólo se vendaría de nuevo porque con el agua se le aflojó y cayó. Si algo pasaba ahí,
nunca vi ninguna estación de servicio médico, supongo que estaría en la base, aunque no la vi,
pero si te pasaba algo en la montaña, sólo se puede seguir o esperar que alguien te ayude.
74. Empecé a entrar en calor, supongo que no fue tan malo el baño helado, porque te ayuda a
desinflamar también, prefiero verle el lado positivo. Empezamos a subir por un sendero angosto y
muy inclinado en partes, hasta llegar a otra prueba. Un chavo me ayudó, había que enrollar un
tubo que tenía una soga colgando y que cargaba un pequeño bloque de cemento… no era lo
pesado el problema, sino que se me resbalaba el tubo entre las manos, nadie puede tocarte ni
ayudarte, a menos que sea otro competidor. Eso es regla general en deportes de carrera, incluso a
los deportistas de élite, si aceptan naranjas o agua de los espectadores, pueden quedar
descalificados, con los demás mortales se hacen de la vista gorda.
75. Seguimos corriendo, fue un tramo medianamente largo, una pequeña parte entre árboles y subida y
lo demás ya en plano, seguía con dolor en los antebrazos, por el obstáculo anterior, alguien
preguntó si sería cierta la promesa de la cerveza cruzando la meta, les contesté que era raro pero
“más les vale, es lo que me mantiene corriendo, la promesa de la cerveza”. Todos nos reímos y
decíamos que después del río helado, pedirían dos.
76. Cuando llego al siguiente, pensé “¡estos sádicos!”, seguía un pasamanos. Son malos creo. Esta
prueba es fácil, pero no cuando vienes con el antebrazo contracturado. Nos dijeron los del staff:
– Quítense los guantes, es más fácil sin ellos.
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Lo hice, y había cámaras de tv ahí, y edecanes animando. Pensé que estaban fuera de lugar súper
maquilladas y con tacones ahí en la montaña, las ignoré, y noté que muchos hacían lo mismo,
especialmente las niñas. Personalmente sentía que no venía al caso, que estorbaban ahí y no era
concurso de belleza. Supongo que estaba en “canal” rudo. Pasé las manos por la tierra varias
veces, para secarlas y no resbalarme. Fue cuando vi que la cámara me estaba grabando. Me subí y
me sirvió la tierra, pasé a la primera. Muchos se estaban cayendo. Estar mojados y adoloridos no
ayudaba. Buen tip el de quitarse los guantes.
77. Sofi y yo seguíamos a la par, aunque no hablábamos mucho, en realidad yo no la conocía tanto, la
había visto un par de veces antes y ella parece dura, en realidad es muy buena onda. Venían otras
3 murallas. Eran de más de 2 metros, e iban aumentando de altura, tenías que ayudarte entre
corredores. Algunos hombres, de los altos, sí brincaban y lograban pasarse sin ayuda, yo brincando
ni siquiera tocaba la parte más alta, así que me apoyé en las vigas que la sostenían, y como que
“escalé” el muro. Entre Sofi y yo nos ayudamos a pasar. En la tercera me dio un poco de miedo no
alcanzar la viga ya habiendo cruzado, Sofi me detuvo el pie. Yo a cada oportunidad le iba echando
porras, en los obstáculos dónde estaba justo delante de mí, pero aún no entraba tanto en
confianza, fue cuando me ayudó que vi que no le disgustaron las porras.
78. Sentí que ya casi acabábamos, la ruta estaba de tal modo que los muros estaban con gente
alrededor, por lo que pensé que ya casi llegábamos a la meta. Nos volvieron a adentrar en el
bosque. De repente, lo que había temido, la cuerda vertical. Era la única prueba que tuve miedo
desde cada video y pensé que no lograría pasar. Tenía nudos y había que subir y tocar una
campana, o burpees. Lo intenté sola, con Sofi, ella casi de entrada dijo “no, yo hago burpees, no
puedo”, yo no quise quedarme ahí. Lo intenté 4 veces… primero sola, luego un chavo me detuvo la
cuerda, luego entre Sofi y ese chavo deteniendo la cuerda y mi pie en los nudos. Casi llego hasta
arriba, pero el último nudo no lo alcanzaba. Me estiraba sobre el nudo, pero mis manos no
alcanzaban el otro, y cuando quise impulsarme, quedé colgando a 5m del piso sólo de los brazos,
sentí que me caía y me asusté, le grité a Sofi que me ayudara y me puso los pies sobre el nudo, de
nuevo intenté y casi me caigo, así que enrollé las piernas en la cuerda, como tubo de bombero. Así
bajé y así me dolió cada nudo pasar, pero si no tensaba las piernas, me caería. Sofi hizo burpees y
se fue… yo no quería irme. Honestamente me sentí triste y frustrada, faltaba 1 km para terminar y
no había hecho ningún burpee…
79. El guardia de la prueba me dijo:
– “No te puedo ayudar, pero le echaste ganas, haz 20 burpees bien hechos en lugar de 30”.
Le agradecí, pero me sentí triste, frustrada y enojada. Se me hizo un nudo en la garganta, mi meta
personal de la carrera no la cumpliría. Intenté nuevamente, otro chavo me ayudó, pero ya estaba
muy cansada y los antebrazos contracturados, no podía sostener mi peso, entendí que debía ser al
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primer intento o el cansancio era el impedimento.
antebrazo tieso.
Hice 20 burpees.
Me dolieron más que el
80. Seguí la carrera, y seguía una prueba que parecía fácil, pero no lo era por lo mismo de los
antebrazos: un muro de madera con pequeños cubos o rectángulos, a modo de pared de escalar
plana, y tenías que pasar de un lado al otro sin agarrarte de arriba. Estaban muy separados los
bloques, me ayudaron a subir, casi me caigo, pero cuando toqué la campana, me sentí aliviada. Ya
había hecho burpees pero no quería hacer más.
81. Pasé esa prueba, podía escuchar los gritos, ¡ya casi llegaba! Eso me animó, pero no sabía con
certeza donde estaba la meta, los árboles no me dejaban ver. Seguía la prueba de todo guerrero,
arrojar una lanza y que ésta se enterrara en una paca de paja. Uff! Nunca había tocado una lanza
en mi vida! No pesaba, pero no sabía cómo lanzarla. Nos decían “un sólo intento”. La lancé… fallé.
Esos burpees no me agobiaron tanto, hice 30, pero ya estaba llegando, estaba animada, y todos
iban haciendo burpees, no me sentí tan mal.
82. Avancé y por fin! Los últimos dos obstáculos antes de la meta, la gente gritando, yo ya quería
solamente cruzar la meta, estaba más emocionada que cansada. “¡Lo hice! ¡lo hice!, ¡ya casi!”.
Había cámaras de tv, y la penúltima prueba era un plano inclinado que había que subir apoyándose
en la cuerda con nudos que tenía, como si la escaláramos, pero con un chorro de agua con tierra
en la cara! Sí, había un camión que bombeaba agua con lodo a una manguera gigante y alguien del
staff la dirigía a la gente. No había modo de salvarme, porque entré sola al obstáculo. Así que sólo
corrí y cerré la boca. Total, ya estaba enlodada. Comí un poco de lodo. Pasé del otro lado,
limpiándome la cara, casi no podía ver.
83. Al bajar vi más cámaras de TV y arena. Por fin, la meta a unos metros, sólo tenía que pasar a los
últimos obstáculos, que eran 3 hombres con cotonetes gigantes, con los que impedían el paso a la
meta. Troté y a modo de broma hice la finta de esquivar, me pegaron muy leve en las piernas, y
me tiraron. Ya no podía, mis piernas no reaccionaban, azoté como “Res”. En realidad me levanté
riéndome y ellos también. Crucé la meta, me sentí muy energizada, corrí y me agaché, me dieron
mi medalla! Agua, plátano, y mi playera de “Finisher”. ¡Ya soy Spartan!
84. Entre los corredores nos felicitábamos y abrazábamos! Yo no sabía dónde estaban mis amigos. Pero
estaba festejando. No vi las chelas cruzando, pero no me importó. Salí y la gente o los que iban
calentando “mira, así salen!” yo estaba bañada en lodo, literalmente. Y temblaba de frío.
Corriendo no se siente, pero ya quita y en superficie plana y abierta, el aire pega más fuerte.
Encontré a Fabián y me dijo que se estaban cambiando.
85. Fui por mis cosas al guardarropa, y fue muy ágil el servicio. Los competidores seguían felices
tomando fotos. Yo busqué regaderas, aún no veía a Ivan y Sofi, estaban cambiándose. Había una
carpita de vestidor para niñas y otra para niños, pero adentro pues nada de privacidad. Yo no
quería cambiarme aún, quería enjuagarme pero aunque había regaderas, no tenían agua. Las
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mangueras escurrían gotitas. Las regaderas eran mangueras, desde luego con agua fría, pero sin
agua. Le pedí a una chava que vi seca, que me tomara una foto, ella sacó mi celular de mi mochila
y me la tomó. La primera foto que mandé a los amigos fue esa, quería que se viera el lodo, no salir
ya limpiecita.
86. No tenía buena señal, aunque podía ver mensajes en whatsapp preguntando cómo me había ido,
no podía contestar, mi celular no tenía red. Entré a la carpa a cambiarme y vi a Sofi. Me prestó una
toalla para secarme y yo unas chanclas a ella. No tenía ni una ampolla. Eso me hizo feliz y me
alivió por no tener que ir a buscar la carpa del Servicio Médico, porque tendrían que limpiarme de
inmediato, por la tierra. Tenía un par de raspones y moretones, nada grave.
87. Nos quedamos un rato más, fuimos a buscar comida, había pasta, hamburguesas, botanas,
sándwiches, hasta un Starbucks móvil. Lo planearon bien, excepto que era como feria, primero
comprabas boletos de dinero y con eso pagabas. Creo que estuvo mal eso porque hubo boletos
que no se gastaron mis amigos, pero ya no lo canjearon de vuelta. Me pregunté cuántos habrían
hecho lo mismo y el dinero que se habrían llevado los de la caja y que no se gastó en servicios.
88. Yo quería ir al baño pero había de los portátiles que me dan asco, preferí aguantar. Caminamos
entre la comida, yo no comí nada, quería ya irme y comer con mi familia. Fabián e Iván pidieron
pasta. A mí se me antojaron hamburguesas, pero había mucha gente. Descubrimos las cervezas.
No es algo que sea usual tomar después de competir, pero nos lo habían prometido, y aunque no
fue gratis, tomamos una. Sentimos que nos lo merecíamos, además éramos fuertes, éramos
Spartans, “arrooo, arrooo”. Íbamos caminando entre la gente y yo platicaba con quien podía. Una
señora comentó que tenía ganas de hacer una, dijo “a la siguiente me animo”, y le dije “pues ya, la
siguiente es en mayo”, se rió y me dijo que lo decía de broma, que le gustaría pero que nunca
había hecho ejercicio, ella estaba esperando a su cuñado, que era triatleta y muy bueno, le gustaba
ir a las competencias, pero sentía que ella no podría hacer una de esas nunca. Le dije “te
sorprenderías, no te desanimes, si lo quieres, puedes hacerlo, no tienes que empezar por una
Spartan Race, pero podrías una de 5k”. Me dio las gracias sonriendo pero con gesto de que no lo
haría.
89. Acompañé a Sofi al baño, yo me resistía a ir, y mientras platiqué con otros dos chavos y el papá de
uno de ellos, venían desde Veracruz y se quedaron en casa de un familiar. Me preguntaron que
cómo estaba, yo les iba dando tips, y se veían angustiados, pero ya después los sentí más
tranquilos.
90. En Facebook me habían dicho varios que irían, pero aún no vi a nadie conocido, un amigo de mi
hermano a lo lejos nos saludamos pero estábamos en la pared de red. Vi el mensaje de una amiga
preguntando si estaba ahí, pero no podía contestar. Seguí caminando y tomando fotos, ya de
regreso con Sofi, de repente veo a alguien conocido, “¡Hola Serch!”, el esposo de mi amiga estaba
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ahí, y él era mi compañero de entrenamiento del maratón, me dio mucho gusto verlo, tenía meses
sin hablar con él, sólo saludarlo a través de mi amiga cuando hablábamos. Me pidió tips y me dijo
que se perdió en el camino.
91. Yo escuché a varios que decían:
– “Faltó señalización, estaba más cerca de lo que parecía en el mapa”, “me hicieron dar la vuelta al
cerro, cuando ya podría haber llegado hasta en bici”. Sí estaba complicado y solo, pero también
había más carros a los cuales seguir.
92. Iba caminando entre la gente y tomando fotos. Vi un equipo de Ironman, acababan de competir en
Cozumel, traían sus playeras. Dijeron que se les hizo muy divertido y que ya se iban a inscribir en
la de mayo. Había un módulo de inscripción para la siguiente Spartan Race pero no servía su
sistema, así que decían que estuvieran pendientes de la convocatoria.
93. Fui al puesto de artículos de Spartan, antes ni los había visto, sólo pensé que le llevaría algo a mi
novio de recuerdo. Cuando fui pensé que no, tendría que ganarse su playera de Spartan. Sólo
compré una. Él es Superman para mí, pero quiero competir juntos alguna vez, y creo que sentiría
mejor de ganarse su playera que si le llevo una. No me la va a pedir, pero lo voy a convencer de
que nos inscribamos a la próxima.
94. Vi varios equipos de CrossFit que terminaron destrozados o iban súper lentos, creo que les faltó
entrenamiento, hace falta más que sólo unas clases, pero yo que no había entrenado en tanto
tiempo, confié en que mi previo era muy bueno y la adrenalina de regresar, o la experiencia de
competir.
95. Ya quería irme, ya no aguantaba las ganas de ir al baño, pero mis amigos querían ver competir a
Holbie Call, otro Spartan famoso a nivel mundial, que competiría en el último “heat”, junto con los
patrocinadores y famosos. Vimos a Facundo, no compitiendo pero con las cámaras, creo que
después escuché en el radio que compitió el domingo.
96. Estaba Vanessa Huppentoken, una conductora muy famosa y guapa de deportes, ahí entrándole al
lodo, ya había corrido con ella hombro con hombro en otras competencias, pero me da gusto que
no sea sólo pose para la cámara, ella sí lo hace también, es deportista.
97. No aguanté más y fui al baño, me llevé la grata sorpresa de que estaba limpio, al menos los de la
segunda fila y al fondo, supongo que casi no lo habían usado. Empecé a enfriarme y sentir dolor en
el cuerpo. Sólo quería irme y tomar un baño caliente. Ya había salido el sol, ya hacía calorcito,
pero tenía la piel estirada y sucia, y con hambre y sed. No quería formarme entre tanta gente.
98. Busqué un módulo para pedir factura, pero me decían que no sabían, que preguntara a los
organizadores, que ellos sólo eran gestores; y caminando así, vi unas casas de campaña. Descubrí
dónde habían dormido varios. Me alegré de haber visto eso, era sobre la arena, supongo que no
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tan mal, pero qué noche tan fría pasarían y qué mal competir después de dormir en el piso. Ya lo
había hecho yo en un triatlón en Puebla, y es horrible, no se descansa bien.
99. Por fin pude mandar mensaje a mi novio y amigos de que ya era una Spartan, desde luego también
lo subí a Facebook, y me sorprendió tener tantos “likes”, además de todos los tweets que llegaban
de la carrera y de amigos.
100.
Al lunes siguiente una amiga me felicitó en whatsapp y me pidió permiso para subir una foto
mía. Yo no sabía cómo se enteró que corrí y cómo tenía una foto mía. En realidad yo no salía en la
foto, era de la competencia, pero me vio en las noticas, en la cápsula deportiva de Primero Noticias
respecto a la carrera, y se emocionó mucho.
101.
Ese fin terminé destrozada, pero muy animada, con mi playera de Spartan Chick (o mujer
espartana), misma que me llevé a la oficina el lunes, disimulada con un suéter, pero orgullosa. Mis
amigos ya se están organizando para la de mayo, y ya tengo invitación con los nuevos amigos Roy
y Héctor, además de que hasta el sábado por la noche vi que Roberto, quien me vendió su lugar,
me había mandado un mensaje para desearme suerte.
102.
Fue una aventura muy buena, lo volvería a hacer. Mis amigas, con las que corro y compito
desde hace años, me dicen que estoy loca que ellas no lo harían. Yo estoy segura de que las
puedo convencer. Días después la gente sigue subiendo los videos y fotos, la página de Facebook
es toda una celebración de porras y eventos, alguien subió una foto de que le dieron el anillo a su
novia, y de famosos o con los espartanos. Cada día hay más videos en YouTube, fuimos parte de la
primera carrera Spartan en México. Con eso abrimos el circuito hacia los demás niveles, y
definitivamente ese ambiente y emoción no se me va a olvidar.
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Turismo Cultural
Peregrinación a Chalma, Edo. De México, Turismo Religioso
2 al 3 de Enero 2013
23 Informantes clave
Feike de Jong
1. Cada año, el 3 de enero los habitantes de los 7 pueblos de Milpa Alta hacen su peregrinaje a
Chalma, caminando sobre las montañas de la Sierra del Ajusco y el Monte de las Cruces hacia el
santuario. Esta es la quinta vez que he ido con ellos.
2. Ya que inician el recorrido a las 03:00 de la madrugada, para quien no es habitante de alguno de los
pueblos es difícil llegar allí en la hora de salida. En ocasiones anteriores ya me había dado cuenta
que la forma más sencilla de llegar es con el último transporte público y ya allí es más fácil encontrar
acomodo, en lugar de pagar una pequeña fortuna por un taxi en la noche hacia Milpa Alta.
3. Entre los preparativos es importante considerar varias cobijas para dormir en el monte una noche,
algo de ropa que aguanta el frio y una cámara. En general no hay que preocuparse de la comida,
ya que los mayordomos se encargan de proveerla a lo largo de la ruta.
4. Salí de mi casa con estas cosas a las 21:30 horas, preocupado porque podía a llegar tarde para
alcanzar el último camión a Milpa Alta. Siempre da una extraña sensación esta salida a Milpa Alta, ya
que es muy tarde y tranquilo, en esta ocasión era miércoles y ya que es el 2 de enero hay aún
menos personas en el transporte público. La sensación al salir siempre es la misma, ¿Por qué
hacerlo? ¿Por qué dejar la cómoda casa para realizar un trayecto de dos horas a Milpa Alta? Luego
tener que esperar hasta las tres de la mañana que salen los cargadores de la iglesia y luego
emprender la larga y muy cansada caminata a Chalma.
5. Nunca lo logro explicar a mí mismo, más allá de argumentar que es una buena forma de empezar el
año, haciendo algo excepcional que por un lado me da tiempo de reflexionar sobre mi vida y por
otro que me envuelve en la realidad cultural de un México con raíces muy profundas y muy fuertes.
6. En esta ocasión decidí probar la línea 12 para llegar a Milpa Alta ya que mis experiencias anteriores
me hicieron entender que llegar a Milpa Alta por Xochimilco, que aparenta ser más lógico, cuesta
mucho más tiempo que llegar por Tláhuac a estos pueblos originarios en la orilla de la Zona
Conurbada del Valle de México. Entonces entré al metro con mi mochila lleno de un sleeping y dos
cobijas e iba hacia fuera. Luego en la estación Zapata hice el transbordo la línea 12. Vi con gusto
gente esperando allí, una buena señal de que todavía iba a haber transporte público desde Tláhuac
a Milpa Alta.
7. Salí de la estación de metro Tláhuac y pregunté a uno de los guardias si todavía había salidas a
Milpa Alta. Dijeron que sí y me indicaron un paradero al lado de la estación. A penas era las 10:30 y
estaba muy contento de haber llegado tan rápido.
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8. Durante el peregrinaje los encuentros toman fuerza, ya que el fin del viaje en alguna forma parece
dar a cada encuentro un toque místico y un significado especial. Llegando al paradero me dijeron
que los camiones a Milpa Alta no salían de allí pero que me podrían acercar a su paradero más
adelante en Tláhuac. El camión estaba lleno y me quedé parado en la escalera por su entrada. Pasé
por Tláhuac viendo hacia afuera. El chofer amablemente me dijo dónde bajar y brinque hacia el
asfalto con mi mochila. Allí por la banqueta había varios camiones paradas esperando pasaje. Me
acerqué a uno de ellos y pregunté o llegaría a Milpa Alta. El acomodador un señor a unos 50 años
con gorro de beisbol dijo que no. El camión llegaría a Tecomitl, después de pasar por Tulyehualco.
Desde Tecomitl tendría que tomar un taxi. Me sentí feliz y de alguna forma emoción al escuchar de
nuevo estos nombres nuevamente después de todo un año en la cual no he estado en Milpa Alta.
Tulye y Tecomitl por las faldas del pequeño volcán Teuctli.
9. Yo me dirigía a San Francisco Tecoxpa donde hace 5 años salí por primera vez en esta larga
caminata de más de 100 kilómetros con los cargadores de San Pancho.
10. El camión estaba vacío y esperaban más pasaje. Ya estaba en la parte rural del Distrito Federal y se
sentía en la gente. Me empezaba a emocionar la aventura. El señor acomodador me dijo que era
poeta y me recito un poema sobre las moscas que rodeaban una mujer. Me hizo reflexionar sobre el
talento y el paso del tiempo, que uno es quién es, y que la fama y la recompensa son pequeñeces al
lado del hecho de saber y sentirse lo que eres, a menos cuando uno es poeta.
11. Después de unos 10 minutos el camión salió y pasamos por Tulyehualco y luego llegamos a
Tecomitl. Allí bajé y tomé un taxi de un sitio de la Plaza Central a San Francisco. Había algunas
personas en la calle y algunos puestos de tacos abiertos. El taxi pasó por las calles vacías de Milpa
Alta y Tecoxpa hasta llegar a la iglesia. El pueblo lucia muerto, pero siempre era así cuando llegaba.
Y aún después de 5 años me surgió la pequeña duda de si era o no la fecha correcta. Vi a alguien
esperando por una esquina y pregunté donde era la casa del mayordomo ya que esa era la forma de
proceder. Él no sabía y luego hubo otra persona que pasaba y nos dirigimos a una casa donde el
mayordomo tenía una peletería y allí nos dijeron que la salida sería en el barrio Cristo Rey y me
dieron instrucciones para llegar. Caminaba a las 11:30 por las calles vacías del pueblo con mi
mochila.
12. Finalmente vi luces al fin de una calle y caminando hacia allá encontré un camión de carga. En la
oscuridad escuché una voz
13. – Aquí, está Mr. James
14. Era Jorge uno de los cargadores a quien había conocido en años anteriores y me reconoció,
llamándome por el apodo que el pueblo me había dado: Mr. James.
15. – Ve con los cargadores, mete sus cosas allí, comentó otra figura en la oscuridad.
16. De inmediato sentí otro peso quitarse de encima, siempre cuando he ido la comunidad me ha
142
aceptado, pero no sé de antemano si va haber gente que me reconozca en la mayordomía. La
aceptación ya era clara con el saludo de Jorge. Entonces ya todo estaba encaminado, desde mi
perspectiva. Metí mis cosas en el camión y me quedé esperando con Juan el yerno del mayor como
quien vigilaba los bultos. Él me ofreció unos tamales y fui a la casa del mayordomo.
17. Vendía pollo. Le pregunté cómo le había ido al pueblo durante el último año y me dijo.
18. – Medio jodidón.
19. También vi el sitio un poco triste comparado con la mayordomía del año anterior en una casa más
grande, con más gente alrededor de la fogata, y tequila barato. Ahora solo había dos mujeres
parientes del mayordomo allí en la oscuridad del patio de la casa quienes por cierto me saludaron
muy amablemente aunque no me conocían de las caminatas anteriores. Me dijeron que la imagen
de San francisco estaba en el cuarto donde me dieron café y tamales. Luego vi a un grupo cargando
alrededor de 6 imágenes que bajaban del cerro que pasaba por la casa.
20. Uno de los cargadores se acercó y me preguntó lleno de sorpresa si iba a caminar a Chalma. Yo le
dije que sí, el veía mis zapatos y dijo:
21. – ¿Con estos zapatos? ¿Estás seguro?
22. Empecé a caminar con ellos, pues pensé que eran cargadores que iban a la iglesia de San Francisco.
23. Pero Juan me detuvo:
24. – Son de Cristo Rey.
25. Resulto que uno de los barrios de San Francisco se había separado por haber sufrido demasiadas
humillaciones del mayordomo anterior y por lo que decidieron hacer su propio peregrinaje por
separado. Dijo que a veces pasaba así con los mayordomos que solo cuidaban a su propia gente y
hace un par de años habían tenido una experiencia desagradable cuando iba con su barrio y el
mayordomo no les quiso dar playeras de cargador y que habían comprado sus propios playeras y
que el mayordomo quería que se las quitaran pero no lo hicieron.
26. – Esta mayordomía es diferente, quizás no tenemos mucho dinero pero sí cuidamos a todos igual.
27. Le pregunté si habían tenido mayordomías legendarias y dijo que sí, que habían tenido mayordomías
destacadas por su generosidad y sentido de servicio. Me invitó dormir un rato sobre los bultos con
cobijas, me acosté en el “tortón” un rato. Después de media hora Juan dijo.
28. – Vámonos.
29. Y fui caminado hacia la iglesia. Allí hubo alrededor de 6 personas dentro de la iglesia rezando. Entró
el jefe de los cargadores, Sergio, quien era el líder del grupo y me dijo tengo algo para ti. Sacó un
gorro negro que había yo dejado en Chalma el año anterior y me lo devolvió.
143
30. Me fijé que “El Chori”, quien normalmente era el jefe de cargadores no estaba en la salida. Pregunté
a Jorge porqué y dijo que seguramente iba a llegar con su familia más tarde. Yo pensé que más bien
no estaba por su enojo en haber sido reemplazado como el jefe de los cargadores de las imágenes
de San Francisco.
31. Mientras los cargadores empezaron a empacar las imágenes y estandartes en la iglesia en gabinetes
de madera. Llegaron más conocidos, “El Búho” con cara de malandrín esta vez no estaba borracho,
Dante y El Santos, todos un poco más viejos que el año anterior, pero allí estaban.
32. Luego besaron la imagen de San Francisco y me invitaron a hacer lo mismo, lo que hice aunque me
sentí un tanto hipócrita pero por la dinámica era difícil zafarme ya que estaba enfrente de la imagen
entre los cargadores. Hay que tomar en cuenta que no soy religioso, aunque sí fui bautizado
católico, la parte religiosa del viaje aunque cada vez que lo hago se vuelve más fuerte no me deja
muy cómodo.
33. Luego los cargadores amarraron los gabinetes sobre sus hombros con mecates y caminaron con sus
caras hacia el altar y sus espaldas hacia la salida. Empezaron a caminar muy rápido por el centro del
pueblo. Me sentí algo desorientado ya que iban en una dirección diferente a la que toman
normalmente. Hacia la carretera no hacia los cerros.
34. Me sentí también muy cansado y sabía que iba a ser peor. En una casa por la carretera hubo una
reunión con gente de otros pueblos para acomodar la fila de los cargadores. Después de 10 minutos
salieron de nuevo a toda velocidad. Algunas persona me preguntaron por “El Chori”, pero yo
tampoco sabía por qué no estaba. El ambiente en general era festivo.
35. Luego empezamos a caminar de nuevo. Yo me mantuve al frente de la columna para no enredarme
entre los cargadores de las imágenes. Un par de metros antes de mi corrieron “los cueteros”, parte
del equipo de los cargadores quienes tiraron cuetes en el aire para que la gente pudiera ubicar
dónde estaba el inicio de la columna. Importante para la gente que anda buscando el peregrinaje en
la noche. En toda la columna de gente que yo podría ver había alrededor de 400 personas.
36. Ahora así me percataba que la ruta era distinta. Pasamos por el pueblo de San Pedro Actopan. Y
luego por un valle subiendo el monte hasta Topilejo donde iba ser la primera parada a las 07:00 de
la mañana. Caminando en la oscuridad muchas personas me comentaron:
37. – Mr. James, ¿cuántas veces ya has ido con nosotros?
38. – Esta es la quinta vez, les respondí.
39. – Y como llegaste a caminar con nosotros.
40. – “Había escuchado que ustedes hacían esta caminata cada año y me interesaba como periodista,
pero ahora lo hago por gusto.
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41. Pero gran parte del trayecto uno camina en silencio subiendo el monte entre los campos. Me
encontré personas de otros pueblos:
42. – Dónde está “El Chori”
43. – No sé.
44. – Pinche cabrón.
45. Me dijo el “Messenger”, jefe de los cargadores de Atenco, que tenía a otros grupos de varios pueblos
bajo su cuidado y se movía por delante y hacia atrás en la fila por los campos.
46. – ¡Échale ganas Mr. James!
47. A veces pasamos por pueblos en la noche donde las tiendas de abarrotes estaban abiertas. Los años
anteriores ya había café y pan dulce saliendo de los pueblos, pero ahora todo parecía menos
exuberante y hasta un poco confuso. De cualquier forma pararse implicaba quedarse atrás de la
columna que a su vez podría ser difícil reencontrar por toda la gente de otros grupos caminando y
mezclándose.
48. Finalmente empezó a amanecer un poco, signo de que habíamos llegado a Topilejo por la salida a
Cuernavaca. Allí los 7 pueblos se reunieron y desayunaron en un estacionamiento de terracería con
varios “Tortón” donde servían la comida. Llegué al lugar de San Francisco Tecoxpa y me invitaron a
comer tamales y tomar café endulzado. Los tamales que habían hecho las mujeres eran excelentes
como siempre y allí me senté sudando entre los cargadores en el frio de la madrugada. Pero
también me di cuenta que eran tamales nuevamente cuando normalmente ya había algún otro guiso
para el desayuno como sopa de gallina o mole de hoya. Había dos jóvenes sentados allí drogándose
con monas y me sentí un poco incómodo sentándome a lado de ellos, “El Sarayuayo” y su amigo,
flacos como si no hubieron comido en años y con ojos grandes y sensibles. Sin embargo allí me
quedé. El peregrinaje a Chalma es un acto de solidaridad del pueblo. Y entendí que parte de su
belleza era exactamente la aceptación de todos, incluyendo los adictos, en sus procesos.
49. Después de descansar unos 45 minutos la marcha empiezo de nuevo. Caminamos por terracería
hasta llegar a un pedregal impresionante y hermoso en el monte que marcaba la salida del Valle de
México con palmillas y pinos entre las rocas. Caminé en frente de la columna y me perdí entre los
pueblos. A veces algunas personas se acercaban.
50. Hablé con otra persona que era uno de los más importantes de los cargadores y quien iba con su
hijo, Cándido, me comentó:
51. – Me hubieras visto hace 20 años, corría hacia arriba por Minas, ahora ya estoy grande y no camino
tan bien.
52. – Y…
145
53. – Pensé que iba hacer más frio pero realmente es muy templado ahora para caminar.
54. Le pregunté a qué se dedicaba y me dijo:
55. – Todo mientras sea trabajo, he vendido helados, trabajado de albañil, hago todo mientras sea
trabajo.
56. Pasamos por las diferentes paradas en la montaña donde algunas personas de los pueblos
distribuían mandarinas y dulces paradas por el sendero de terracería. La primera parada
importante era Agua de Lobos donde llegamos alrededor del mediodía. Parecía que estos lugares
antes eran lagos en el monte que han secado y quedaron como parajes de zacatón.
57. En el lugar de la comida Agua de Cadena se juntaron de nuevo los pueblos y dejaron las imágenes
descansar. Por las dinámicas de la caminata había mucho más gente aquí que en la mañana. Pero
esta vez había una colección de alrededor de 50 camiones en el paraje y cocinas. Todos los
caminantes se tiraron exhaustos. No quería adelantarme a comer por qué sentí pena y esperé hasta
que uno de los cargadores me dijo:
58. – Ve a comer, Mr. James.
59. Entonces me metí en la fila frente de la cocina al aire libre de San Francisco Tecoxpa y me sirvieron
bistec con longaniza, unos tacos y una salsa muy espesa y finalmente una copa de agua de Jamaica,
todo naturalmente en platos y vasos desechables. Uno de los cargadores me dio un vaso de tequila
“Rancho Escondido”.
60. Luego todos quedaron acostados sobre el pasto. Era notable que este año había menos basura en la
ruta que antes. Después de Agua de Cadena iniciaba la subida de Minas la parte más difícil de la
ruta, una subida hacia el punto del Monte de las Cruces -una montaña cuyo pico estaba lleno de
cruces que habían dejado los peregrinos-.
61. La subida de Minas marca en alguna forma el punto clave del peregrinaje ya que después de este
pico todo es descender hasta Chalma, entonces llegar al pico en alguna forma casi asegura la
llegada a Chalma. Por lo mismo la gente dejan sus cruces en este lugar.
62. Partimos de nuevo a las 16:00 de “Agua de Cadena” mientras una persona con un incensario con
copal dejo el humo pasar entre los cargadores que se alistaban para la subida de Minas. Subí la
montaña sin mayores problemas y llegué arriba entre la impresionante telaraña de cruces que
llenaba el pico. Me voltee para ver la gente subiendo con gran esfuerzo hacia arriba. Y luego la
corriente humana seguía por el espinazo del monte entre las cruces. Había cabañas en la ruta donde
uno podría tomar cerveza, pulque o tequila (además de refrescos y tacos) y muchos se pararon allí.
Como es normal la cerveza causa interacción entre la gente y se saludaban o preguntaron por
conocidos.
63. – ¿Qué pasó con X?
146
64. – ¿Has visto a la prima de Y?
65. Yo ya estaba caminado solo entre el muchedumbre. El hecho que “El Chori” no estaba también me
hizo el viaje más pesado porque el normalmente siempre me explicaba lo que estaba pasando,
ahora sin su compañía lo sentí más aburrido y al mismo tiempo más confuso. Llegué a un letrero
con una flecha a la izquierda diciendo Chalma sin embargo no era la ruta normal hacia el lugar para
pernoctar que se llamaba Agua Bendita. Luego escuché gritos detrás de mí. Era Armando el
hermano de Jorge quien también era uno de los cargadores.
66. – A la izquierda Mr. James.
67. Regresé para encontrarme con Armando. Me dijo que habían cambiado de lugar para dormir porque
los dueños del monte ya no les permitían quedarse en “Agua Bendita”, todo por la basura que
dejaron. Ahora iban a un paraje que se llamaba “Rancho Viejo”.
68. Bajé con Jorge y otro cargador hacia Rancho Viejo. Me dijo que habían quitado a “El Chori” como
jefe de los cargadores porque era muy voluntarioso, y siempre hacia todo como le pegaba la gana,
algo que no gusto tanto a los cargadores, muchos de los cuales eran bastante jóvenes. Entonces le
habían reemplazado con Sergio quien era buen cargador y tenía una personalidad más amable. Al
ver un manantial se voltio y empiezo a bajar hacia ello. Dijo
69. – Yo me quedo aquí.
70. Cuando le dije cómo, cambio de opinión. Me comentó que él era campesino que cultivaba nopal.
Bajamos más y más hacia abajo hasta que llegamos al campamento en Rancho Viejo donde otra vez
estaban agrupados los 7 pueblos con sus camiones, alrededor de 50 ahora, con fogatas y cocinas.
La gente de Tecoxpa tenían una gran lona y algunas ya estaban desdoblando las cobijas y tiendas
de campañas. Aquí era el punto de reencuentro de los pueblos. Yo ya casi estaba alucinando del
cansancio. Y en alguna forma me sentí más cansado como si fuera más viejo, lo que naturalmente
era el caso. Fue la primera vez durante los cinco peregrinajes que me sentí así.
71. Los cargadores se sentaron alrededor del palo central que mantuvo en alto la lona que era
fácilmente 40 por 20 metros de grande y desempacaron las imágenes allí. Allí por “Rancho Viejo”
sirvieron mole de olla. En un camión atrás un joven hijo del mayordomo se estaba parado sobre un
camión y daba cartones a las personas que lo pidieron como piso sobre el cual dormir. Vi al
mayordomo un señor de pelo blanco y sombrero sentado por la fogata. Él servía a la gente mole de
olla con sus propias manos y con mucho ánimo. Yo le agradecí el esfuerzo de su familia. El admitía
que el costo fue un problema para él, ya tenía 13 años esperando esta posibilidad, pero que todo el
pueblo ayudaba con diferentes contribuciones.
72. Hubo otro viejito borracho caminando alrededor de la fogata que continuamente me hablaba y me
decía “amigo”, “amigo”, “friend.”
147
73. Después de comer pedí un cartón al joven arriba del “tortón”. Me dijo que solo había uno que ya una
señora lo había pedido pero que era tan poco educada al momento de pedirlo que no lo había dado.
Me dijo que me podría dar este cartón pero discretamente más tarde.
74. Di una vuelta por el campamento y cuando regresé los cargadores estaban cantando alabanzas al
santo, con este tono funerario típico de las canciones del peregrinaje. Algunos leían el texto de un
librito. Cantaron aproximadamente 20 minutos en esta forma tan monótona pero con muchas ganas
antes de parar.
75. Cuando terminaron yo pedí un cartón y fui a instalarme en la orilla de la lona. Ya que no tenía
lámpara quería estar por la orilla en caso de que tuviera que ir al baño en la noche. El joven me dijo
que mejor me quedara más al centro, porque era más caliente, pero estuve necio e insistí en este
lugar.
76. Puse mi sleeping sobre el cartón en la orilla de la lona, quité mi pantalón sudado y sucio y me dormí
profundamente, eran las 20:00. En la noche me despertó el viejito que me había dicho amigo.
77. Me dijo borracho:
78. – ¿Tienes espacio atrás de ti, puedo meterme allí?
79. Yo medio me desperté y el repitió:
80. – ¿Tienes un espacio, allí atrás de ti, puedo meterme allí?
81. Le dije:
82. – Adelante, si quieres.
83. Al momento de dormir de nuevo me di cuenta que me estaba albureando.
84. Después de dormir protegido en contra del frio del monte por el sleeping, me desperté a alrededor
de las 05:00 en la mañana. Fui a la fogata donde estaba sentado Cándido.
85. Me contó que había vivido en los Estados Unidos un par de años. Había ido allí como albañil y
trabajaba en la construcción. Dijo que todos en su equipo de trabajadores cooperaban y que
tomaban cocaína durante las jornadas que podrían ser de 12-14 horas. Que tomaban la cocaína en
el cubo de las llaves de cruces para quitar las ruedas de los coches. Que finalmente estaba usando
mucha cocaína allí, pero que lo dejo cuando regresó a México para buscar un huesero para un
problema que tuvo con el cinturón. Dijo que su método había sido tomar azúcar cuando necesitaba
la cocaína. Y así dejo la cocaína.
86. Sucedió que muchos de los cargadores se habían ido a tomar tequila con la gente del pueblo de
Otenco y por lo mismo estaban muy dormidos. Me preguntaron qué iba a hacer con las fotos y me
pidieron dejarles fotos del peregrinaje en una tienda frente de la iglesia. Respondí que lo haría para
148
la próxima vez cuando estuviera en San Francisco.
87. Luego las mujeres me ofrecieron tamales y café y me puse a comer de nuevo por la fogata. Todavía
estaba muy oscuro.
88. Luego empezó a amanecer. Más personas empezaron a desayunar y recoger sus cobijas, tiendas de
campaña y caminar hacia Chalma. La razón por eso es que los cargadores caminan más rápido con
la mayoría de la gente, adelantarse es una forma de asegurar que uno no se enreda con la columna
que carga las imágenes.
89. Sergio el jefe de los cargadores se despertó y empezó a despertar los otros cargadores que se
levantaron de buen humor. Me dijo:
90. – ¿Cargas hoy Mr. James?
91. – Yo le dije que sí.
92. Entonces me alisté para cargar uno de los estandartes, caminé a la carpa donde los cargadores de
los distintos pueblos iban para reagrupar la columna. Envolvieron un mecate alrededor del gabinete
de madera de aproximadamente 1.5 metros x 1 metro y un ancho de 10 centímetros. Pesa
aproximadamente 5 kilos. No es el peso de las imágenes lo que hace difícil cargarles. Es el tamaño
de los gabinetes, el ajuste de los lazos y el ritmo de caminar.
93. Me pusieron el gabinete con un lazo de tela como si fuera un paliacate que en la frente. Me sentí
algo hipócrita en este momento ya que no había dicho a la gente que estaba haciendo eso por el
trabajo. Me formaron entre los cargadores. Y luego comenzamos caminando a toda velocidad con el
paso marcado por una campana sobre la carretera hacia Chalma. Cuando los coches se acercaban la
gente enfrente o atrás de la columna los paraban y la columna ocupaba sólo un carril para que uno
quedaba abierto para la circulación de los coches.
94. Mis ojos quedaban medio cubiertos por el mecate y solo podría ver los pies del cargador en frente
de mí. Estaba atrás en la columna donde cada cambio de ritmo de los caminantes es amplificado.
Una persona adelante frena un poco y la gente al final de la columna tiene que pararse, hasta que
todo parece acelerar con gran velocidad, hasta pararse de nuevo. Me sentí sumamente consciente
de todo mi cuerpo. Y muy incómodo. También sentí que iba a tener que ir al baño y no sabía cuál
era el protocolo para esta situación.
95. Mientras me sentía cada vez más incómodo, las dos personas del pueblo que caminaban a mi lado
dijeron “Ajuste” y empezaron a ajustar la imagen. Sentí eso como una posibilidad de zafarme un
momento para ir al baño. Y lo quitaron en la marcha, gritaron “cambio”, y otra persona tomó mi
posición.
96. Bajamos de la carretera por un sendero. Quedé hablando con un de los cargadores, me dijo:
149
97. – ¿No aguantaste, Mr. James?
98. Le expliqué la situación y me dijo que en caso de ir al baño se pedía un relevo. De verdad yo estaba
feliz de no estar cargando porqué sentí que me estaba burlando de su fe. El primer año “El Chori”
me había dicho:
99. – Lo que nos da la fuerza para hacer eso es la fe, si no la tienes no lo puedes lograr.
100.
Yo siempre vi el peregrinaje como un asunto de aguante físico pero ya sentí que la fe me
había abandonado. Sin embargo también sentí que tenía otra manda que cumplir.
101.
Bajamos de la carretera a un sendero polvoriento que pasaba a su lado. Allí era muy difícil
pasar a la gente e hice un gran esfuerzo de pasar la columna de cargadores. Luego se abrió un poco
el camino y pasamos por un pequeño pueblo, donde los niños esperaban los peregrinos y pidieron
limosnas. También vendían fruta y refresco al lado de la ruta.
102.
Mientras nos acercamos más a Chalma cruzamos un par de pueblos y se anota que cuando
más te acerques más cerveza y tequila hay en oferta en los puestos por la ruta. Cuando la gente
sabe que van a llegar pueden tomar el riesgo de empezar a tomar. Saben que estar un poco
borracho no les va a impedir llegar.
103.
Las columnas de varios pueblos se habían separados un poco en la madrugada. Yo había
procurado estar en frente de las imágenes de San Francisco Tecoxpa. Y estaba atrás de la gente de
San Salvador Cuauhtenco. Cada año que he ido los pueblos se reunieron en el pueblo de Santa
Martha y comieron allí. Pero este año la gente de Cuauhtenco no lo hizo y siguieron otra ruta. Y
seguí a la gente de Cuauhtenco pensando que había un cambio de ruta. Luego me di cuenta que iba
mal y quería tomar una brecha que según yo iba en la dirección adecuada, siguiendo un hombre que
por su forma de caminar parecía un demente. En este momento otro viejito dijo no vas por allí, es
por acá.
104.
– “¿Quieres ir a donde se reúnen los pueblos?”
105.
Me pregunto el señor ya grande. Le dije que sí y que estaba por aquella iglesia de Santa
Martha allí en la distancia. Me dijo que no, que se iban a juntar más abajo. Yo dudaba mucho pero
él parecía muy convencido y ha habido tantos cambios en este peregrinaje que ya estaba
confundido. Platiqué con el señor que se había caído en el monte y no podría caminar bien. Me dijo
que antes los peregrinajes eran mucho más solemnes pero que hoy los jóvenes habían cambiado.
Dijo:
106.
– Hasta van consumiendo droga. Antes ni había puestos en la ruta, todos cargaban su propia
comida. Era más bonito.
107.
Me comentó que era originario de Tepito, pero que se había casado con una muchacha de
Cuauhtenco. Aunque yo le comenté mis dudas él insistió que la reunión era más hacia abajo.
150
Finalmente convencido por el anciano seguía la ruta que me indicó hacia el sitio del Ahuehuete, un
árbol sagrado donde los peregrinos se reúnen durante el último tramo del peregrinaje a Chalma,
dejándole atrás para descansar con otras personas de Cuauhtenco. El Ahuehuete está por la
carretera y hay un manantial y un balneario. El anciano me había dicho que los pueblos se iban a
reunir allí. Pero en este momento vi un camión con una lona que decía San Francisco Tecozpa
pasándome sobre la carretera. Me surgió de nuevo la duda. Los cargadores o estaban enfrente de
mi o atrás. Entendí que ya era muy probable que yo estuviera enfrente de los cargadores de
Tecozpa y no quería perder la comida en Santa Martha que suele ser una de las más agradables. Y
además tenía hambre.
108.
Empiece a regresar caminando hacia Santa Martha reflexionando sobre la calidad de ancianos
que estaba produciendo Milpa Alta. Pasé por un lugar en la carretera donde una familia de
Cuauhtenco estaba dando comida a todos los que pasaban y querían. Me metí en la fila y comí un
excelente chicharrón en salsa verde, junto con un agua de Jamaica. Ya que había comido pensé que
mejor sería completamente seguro de encontrar la gente de Tecozpa de nuevo e ir al Ahuehuete.
109.
Bajé el viejo camino peatonal hacia el Ahuehuete rodeado por diferentes peregrinos, algunos
caminaban rápido, otros lento, había niños, gente grande, hombres y mujeres. Llegando al
Ahuehuete vi que los cargadores de San Francisco Tecozpa de verdad iban atrás de mí y decidí
esperarles con una cerveza y un cigarro. Ya era las 14:30. Fui a una tiendita para comprar cigarros.
Al momento de abrir mi cartera vi que solo me quedaban 50 pesos y que faltaban otros 500. Pagué
los cigarros y empecé a buscar el dinero en todos mis bolsas pero nada, 500 pesos habían
desaparecidos de mi cartera. Entendí que ya probablemente no tenía suficiente para el pasaje de
regreso de Chalma a México. Entonces fui a la tiendita, les expliqué que me había robado y pregunté
si podía regresar los cigarros. Accedieron y me dieron los 40 pesos de los cigarros.
110.
Empecé a pensar quién me podría haber robado, cuando lo entendí. Tendría que haber sido
el viejito que me albureaba en la noche. Había robado 500 y me había dejado 50 pesos para el
pasaje. Una lección para personas dispersas. Por lo mismo entendí por qué todos habían sido tan
insistentes en que yo no debería dormir por la orilla de la lona sino en el centro. Naturalmente la
gente en la orilla del campamento son los más fáciles de robar en el monte, estilo viejo oeste.
Tampoco debería haber dejado mi cartera en mi pantalón. Muchas lecciones por 500 pesos. Pero sí
tenía un problema práctico. Primero que nada estar sin dinero en Chalma implicaba andar de gorrón
en una forma excesiva. Además los cargadores me iban a pedir un six de cerveza para compartir con
ellos. También tendría que decidir si lo iba a decir a la gente de San Francisco o no.
111.
Después de pensar lo un rato decidí mantener lo ocurrido en secreto, para que no se
sintieran mal por lo que pasó. Nunca iba a poder recuperar el dinero de cualquier forma y lo único
que causaría es pena para todos. Entonces resolví ya no gastar nada y esperar a tener suficiente
dinero para el regreso a México. Por el mismo tema de adelantar los viáticos no tenía dinero en mi
cuenta. En lugar de comprar una cajetilla de cigarros compré tres cigarros sueltos.
151
112.
Decidí subir un poco al cerro frente del Ahuehuete para lavar mis pies cuando encontré
Jorge y Armando, dos de los cargadores. Me preguntaron:
113.
– ¿Dónde estabas Mr. James? Creímos que te habíamos perdido.
114.
Yo les expliqué lo que me había pasado con el anciano de Cuauhtenco y que por eso no les
había alcanzado. Bajé con ellos hasta los puestos del Ahuehuete donde varios se sentaban a tomar
cerveza. También iban a lanzar a un niño que iba por primera vez en el agua del balneario, una
tradición para los que van por la primera vez, junto con la coronación con una corona de flores y el
baile frente de una iglesia con músicos. La persona que paga por la corona y el baile es el padrino
del peregrino novato. Vi a uno de los drogadictos preguntar cuánto costo el baile y le dijeron 50
pesos. Nadie se animaba a apadrinarlo y sentí la falta de los 500 pesos, si los hubiera tenido me
habría animado a ser el padrino de Chalma de este joven adicto. Pero ni modo, tenía que pensar en
el regreso.
115.
Yo acompañaba a Santos, Jorge, Nacho y Armando cuando lanzaban al niño en la alberca
frente del Ahuehuete. Me dijeron tírate en el agua Mr. James. Yo ya estaba tan sucio de sudor y
polvo que la idea me gusto. Entonces quité mi chamarra, dejé mis cosas en manos de Santos y me
tiré en al agua con el pantalón y playera puesto. Era helada. Me revolcaba en el agua un rato y
luego salí riendo. Los otros cargadores también rieron y dijeron:
116.
– ¡Estás loco Mr. James!.
117.
Luego subieron a la orilla de la carretera para tomar un pulque. Jorge regateaba que en
lugar de ser un litro de pulque por 15 pesos podría comprar dos por 10. Yo también quería un
pulque y pensé que 10 pesos no iban a imposibilitar el viaje a México. Entonces le dije pide tres y te
doy 10 pesos. El rechazo mis 10 pesos y me invitó al pulque. Era un pulque natural y me gustó
bastante. Luego Ignacio dijo que iba a buscar Huizache, una planta con largas espinas sumamente
filosas que usaban para hacer las coronas de los nuevos mayordomos. Esta corona de espinas
simbolizaba según lo difícil que iba a ser la responsabilidad que les tocaba.
118.
Entonces fui con Jorge, Ignacio, Armando y Sergio el líder de los cargadores para buscar el
huizache. Pero en el lugar donde siempre lo encontraban ya estaban construyendo una alberca. Yo
les comenté que no vi muy sano al Ahuehuete cuyas hojas eran rojas. Les comente de la plaga de
Escoba de Bruja que estaba destruyendo muchos árboles en el país. Se mostraron muy preocupados
y llamé por celular a un amigo que sabía de esta plaga, para verificar si los síntomas del Ahuehuete
correspondían. Resultó que no. Subimos de nuevo a la carretera.
119.
Allí Jorge encontró un señor que estaba vendiendo huizache, pero decidimos a un lado que
30 pesos era mucho para huizache y al otro lado que comprarlo era un poco feo, que era
exactamente el hecho de buscarlo que tenía cierta belleza. Entonces no compraron “el huizache” y
se fueron a buscarlo en otro lado. Mientras otro de los cargadores, “el Búho”, me dijo:
152
120.
– Ven acá Mr. James.
121.
Mientras esperemos que la columna de los 7 pueblos se formaba escuché varias personas de
Tecozpa hablando. Aparentemente habían asaltado algunas personas durante la caminata nocturna
la noche de la salida. Algunas personas habían salido temprano y su grupo fue asaltado por seis
personas con armas en la noche. Dijeron que cuando este grupo salía había pocas personas en el
camino entonces que no fue difícil el asalto. No hubo mujeres y nada más les quitaron su dinero.
Reflexionaban sobre el hecho del asalto. Con tres personas en frente y tres atrás habían cerrado el
paso. Si había más “milpalteños” todavía habría sido difícil resistirse por las armas, pero finalmente
uno dijo en tono sensato:
122.
– Pues claro si les atacamos a pie sin armas dos a tres de nosotros van a salir baleados, pero
entonces les agarramos y les descuartizamos.
123.
– Y…
124.
– Afortunadamente no hubo mujeres, sino podrían haber pasado abusos.
125.
Después ya se habían formado las columnas. Ahora había más mujeres entre los que
cargaban imágenes. Era un de los honores que les podría ser cedidos, cargar una imagen en la
última parte hacia la entrada de Chalma que solo era 1.5 kilómetros. Acompañé “El Búho” cuando la
columna empiezo a marchar. “En Búho” ya había empezado a tomar, no era muy grande, pero se
veía muy fuerte y además no parecía muy inteligente. Le dijeron “El Búho” porqué parecía uno en la
forma de su cuerpo. “El Búho” se empiezo a poner impertinente con la gente que conocía en la ruta
pidiéndoles compartir sus cervezas. Casi se pelea en una ocasión cuando uno de sus conocidos le
mentó la madre.
126.
Otro cargador el adicto “El Chino” subió a un árbol a lado del sendero que va paralelo a la
carretera y colgó sus zapatos en las ramas. Le pregunté por qué y me dice que era una manda para
celebrar el hecho de haber llegado. En la última parte de la ruta todos los arboles tienen colgados
cruces, lonas, playeras y zapatos y otras cosas que han dejado los peregrinos para festejar su
llegada.
127.
Después de varias de cientos de metros se ven diferentes balnearios en el valle ancho y
hermoso entre las rocas que va hacia Chalma. Finalmente el sendero sube otra vez a la carretera.
Como primer monumento para marcar la llegada al pueblo sagrado hay un Modelorama. Cada vez se
ven más personas en distintos estados de ebriedad entre los peregrinos. La llegada de los
cargadores a Chalma siempre es un caos. Las calles están llenas de puestos con mecates que lo
cruzan. Hay mucha gente intentando caminar en un ambiente de tianguis sabatino. Y todos los
cargadores tienen que parar y sacar las imágenes y estandartes de sus gabinetes. Este proceso
suele ser muy caótico y engorroso. Fui a uno de los muchos baños de paga y cuando salí ya no vi
los cargadores de Tecozpa. Eso no era raro porqué es imposible recuperar la posición en la columna
cuando uno se ha atrasado por la cantidad de gente en la calle. Fui bajando entre el comercio que
153
vendía crucifijos, escapularios, tacos, refrescos, micheladas y muchos recuerdos de carácter religioso
al santuario donde sabía que los pueblos se iban a reunir de nuevo. El patio frente de la iglesia
estaba lleno de gente. Los distintos pueblos ya estaban agrupados alrededor de sus estandartes y
subí una escalera para ver dónde estaba la gente de Tecozpa. No les encontraba entre la
muchedumbre. Pregunté el Messenger que estaba parado con la gente de Othenco dónde estaban
los de Tecozpa y señaló hacia un rincón muy escondido del patio. Fui allí y vi la gente de Tecozpa
entrando la iglesia. Los peregrinos que tenían coronas por ser la primera vez los dejaban por una
estaca frente de la entrada de la iglesia. La iglesia estaba muy llena de gente, y sumamente
resplandeciente con mucho oro. Yo ya estaba muy cansado y fastidiado por tanta gente, tanto caos,
tanto comercio y lo que veía como la decadencia de la iglesia que había convertido la fe en un
tianguis de productos religiosos. Sé de una visita anterior que la misa costo 3,000 pesos por una
media hora. Sin embargo tenía que esperar mientras acomodaron las imágenes en la iglesia. Cada
pueblo puso sus imágenes sobre mesas a lado de altar, un poco como si fuera una escena de
navidad en total deben haber sido alrededor de 30 algunas, bastante grandes. Me aburrí mientras
colocaban las imágenes entre la muchedumbre. Con impaciencia esperaba la colocación de la
imagen del fraile, San Francisco, con su túnica café y cráneo en la mano. Cuando finalmente Sergio
como jefe de los cargadores había colocado las imágenes con el apoyo de otros cargadores, los más
respetados, me fui hacia el recinto interno donde hacían confesiones y vendían artículos religiosos.
128.
Salí por una puerta y llegué al sendero que iba hacia el rio que fluye por la pendiente
inclinada al lado de la iglesia. Al otro lado de la barranca hay peñones cubiertos con las cruces que
dejan los distintos lugares que hacen peregrinaciones a Chalma. Allí por el borde del arroya hay un
pequeño jardín y gente que se baña en el agua del río vestidos en shorts y playeras.
129.
Subí de nuevo y vi la gente de Tecozpa retirarse. Yo decidí ir a central de camiones para
saber qué tan caro sería el boleto de regreso.
130.
Subí el cerro por las calles estrechas llenas de comercio. Bajé por la carretera hasta el central
de camiones con su gran estacionamiento de tierra. Todo era muy sucio y degradado. Conté mi
dinero. Tenía 95 pesos. El boleto costo 87 pesos. Feliz de haber averiguado este punto llamé a
Florencia para saber cuándo iban a hacer la transferencia de los viáticos. Me recomendó llamar a
Ricardo. Llamé a Ricardo y lo avisé del status de la situación. Luego subí de nuevo el cerro para
despedirme de los cargadores. Sabía que hubo gran chance que estaban hospedados en el mismo
lugar pero probablemente se quedarían en la misma vecindad, bañando y alistándose para salir en la
noche limpios y bien vestidos.
131.
Llegué a la parte de Chalma donde se habían hospedado el año anterior. Estaba muy
cansado y algo apenado por tener que dejarles. Encontré gente de Tecozpa después de caminar
unos 5 minutos y me indicaron dónde estaban hospedados los cargadores. Encontré una casona de
tres pisos con pisos y pasillos de cemento, barras de hierro frente de los ventanas donde se habían
instalado. Normalmente los cargadores dormían en sleepings sobre el piso. Este habría sido la otra
operación quedarme con ellos como el año anterior tomando “Rancho Escondido” tequila y
154
escuchando un constante corriente de albures. Además varias llegarían de salir en la mitad de la
noche borrachos lo que hacía dormir casi imposible. Pero también era un momento de muchos
chistes y conversaciones intimas y en su forma podía ser agradable estar entre este grupo de
jóvenes. Muy interesante pero muy pesado y hoy no estaba de humor. Entrando al edificio con sus
pasillos con gente instalándose en diferentes cuartos subí las escaleras. En el piso más alto habían
instalado un comedor y allí estaba el mayordomo y su familia sirviendo comida en platos
desechables. Los cargadores tenían una reunión, sentados con alrededor de 20 personas por el piso
por un anexo de 3 por 4 metros.
132.
Entré a la reunión. Estaban haciendo una colecta para apoyar a los mayordomos, cada quien
poniendo dinero. Sergio estaba diciendo que tenían que echar la mano al mayordomo y todos
estaban sentados, viendo con gran seriedad. Me sentí muy mal no poder cooperar. Entonces salí de
la reunión al área del comedor.
133.
Uno de los familiares del mayordomo preguntó si quería comer. Yo me senté y me sirvieron
un excelente mole de olla y un agua de Jamaica. Las tortillas fueron como siempre excelentes,
hechos a mano. Me paré y fui hacia el mayordomo quien era sentado. Yo le agradecí su grande
hospitalidad y dije que había sido una experiencia muy significativa para mí. Él me dijo que había
sido su gusto y que habría sido difícil. Uno de sus familiares me pidió dejar las fotos en su tienda
frente de la iglesia de San Francisco Tecozpa. Yo le dije que lo haría en enero.
134.
Luego entré de nuevo al cuarto de los cargadores. Habían terminado con la cooperación e
iban al siguiente punto del orden del día. Sergio dijo:
135.
– Puede haber cosas que nos ha molestado durante el peregrinaje por alguna u otra razón y
si hay quejas puede ser buena decirles ahora.
136.
En este momento Armando, el tranquilo y responsable hermano de Jorge, el campesino y
soldador quien estaba parado al lado de Sergio como uno de líderes, dijo indicando uno de los otros
cargadores:
137.
– Por ejemplo cuando yo iba entre la gente con la mesa para los imágenes tu estaba parado
con una chela en la mano y dijiste, “Tranquilo con esta mesa.” Tengo que decir que en este
momento me molestó. Pensé chale, yo estoy cargando con la mesa entre estas personas y tú estás
allí parado por la pared con una chela en la mano diciendo “Tranquilo con la mesa”.
138.
El cargador respondía:
139.
– Todo el mundo sabe que yo fui adicto. Y todos te ven bien a ti. Pero yo te vi con “el Chino”
y el “Saraguayo” fumando un churro atrás de la chozo en Agua de Cadena.
140.
Armando molesto dijo:
141.
– No sé lo que tiene que ver el hecho que fumé un churro con “el Chino” con que tú me
155
digas “Tranquilo con la mesa” cuando yo estoy intentando llevar a mesa sobre la cuál vamos a poner
las imagen del santo entre la gente?
142.
El cargador respondía:
143.
– Tú te haces como si fueras muy bien, pero también estabas rompiendo la regla que todos
nos pusimos.
144.
En este momento Sergio dijo apuntando a uno de los adictos a la mona.
145.
– Yo también te vi con al “Saraguayo” fumando un churro en Topilejo.
146.
El adicto puso cara de inocente.
147.
– Solo fue un jalón.
148.
Sergio continúo:
149.
– Nada de un jalón. Cuando entraste en eso dijimos que no estaba permitido tomar drogas
durante el peregrinaje. Estamos cargando las imágenes y si alguien se quema o tiene calambre
tenemos que contar con tu ayuda y cómo podemos hacer eso si estas drogado. Hay que hacer eso
con fe, sino lo hacemos por nuestra fe, ¿Por qué lo hacemos?
150.
El adicto subía los hombros en un gesto de rendición.
151.
Cándido que estaba parado por un de las paredes tomo un par de pasos hacia el centro del
grupo de dijo, apuntando al adicto:
152.
– Sí y también los señores de Milpa Alta me pidieron sacarlos de la iglesia cuando tú y “el
Saraguayo” estaban haciendo mona allí. Toda la iglesia apestaba a mona. Y ellos no lo querían pedir
y por eso me preguntaron a mí.
153.
El adicto mantuvo silencio con la cara de niño regañado algo aburrido pensando “idiotas
hipócritas”.
154.
Sergio resumía:
155.
– Pues tienen que seguir las reglas si quieren ser parte de esta organización. Armando, de lo
que yo sé, siempre ha estado, más que nadie, durante los rosarios.
156.
Armando dijo:
157.
– No está completamente cierto falté en el rosario del año nuevo.
158.
Sergio continúo:
156
159.
– Si faltaste el año nuevo pero has estado aquí más que nadie.
160.
Luego empezaron a hablar de la parte técnica de la caminata. Que les había ido muy mal.
Que varias se habían quemado y que habían tenido problemas porqué las relevos fueron demasiado
lejos.
161.
Yo decidí que era tiempo de irme. Me paré. La gente enmudeció. Dije que me iba a ir y que
había sido un honor e importante experiencia vital para mí. Que era la quinta vez que iba con ellos y
que cada vez aprendía cosas nuevas y que era muy importante para mí.
162.
Sergio me respondía:
163.
– ¿Ya te vas Mr. James? Pues sabes que siempre estás muy bienvenido aquí y si quieres te
esperemos aquí el próximo año si Dios lo permite.
164.
Sacudí la mano de varias de cargadores que mejor conocí y confirmé que iba a dejar las fotos
en la tienda frente de la iglesia. Dije que esperaba venir el próximo año.
165.
Salí del cuarto con sentido de alivio. Pasé por las escaleras hacia abajo y entré de nuevo en
el extraño trazo urbanístico de Chalma, todo sucio y roto, con muchos baños de paga y tienditas
vendiendo cerveza y refresco. Peregrinos deambulaban por la pequeña ciudad. Bajé el cerro hasta el
central de camiones.
166.
Allí me dijeron que el último camión a México iba a salir en 10 minutos. Compré mi boleto y
entre al camión que era casi lleno. Una familia del DF muy escandaloso estaba sentada cerca de mí
en el camión. Uno de los niños salía para comprar un refresco y regreso al camión equivocado
causando mucho gracia a sus familiares.
167.
Luego el camión salió. Paraba varias veces en la ruta y personas entraron y se quedaban
paradas en el camión. Había una película. Finalmente después de un viaje de dos horas llegamos a
central de Camiones Observatorio. Desde allí caminé a la estación de metro y tomé la línea rosa a mi
casa.
21 al 24 de diciembre 2012
Florencia Morales
Oaxaca, Oaxaca, Turismo festivo
26 Informantes clave
1. Viernes 14 de diciembre. Complicado conseguir reservaciones
2. Contenta por viajar a Oaxaca, los primeros intentos para concretar el viaje fueron difíciles.
3. Hoteles llenos, vuelos con precios elevados, autobús con asientos al lado del baño listos para
permanecer 6 horas de camino y la noche de rábanos esperando el 23 de diciembre.
157
4. – ¿Cómo le voy a hacer?
5. Revise opciones y la alternativa era viajar de ida en autobús 2 días antes de la fecha -debido a que
ya no había cupo- y regresar en avión el 24 de diciembre, lo que nos permitiría estar a buena hora en
la Cd. De México para pasar nochebuena en casa. Viajaría con mi mamá, compartiríamos un tiempo a
solas juntas, eso a las dos nos hacía muy felices.
6. Busque entre las diferentes líneas de camiones aquella que no fuera tan “guajolotera” y segura sería
un viaje largo, sin embargo encontré el punto medio, no era lujo excepcional con asientos tipo cama
para 25 pasajeros pero si un autobús cómodo para 45. La incertidumbre era que iba casi lleno
Reserve asientos separados para no estar cerca de los baños y correríamos el riesgo de que alguno
de nuestros vecinos no quisiera cambiarnos el asiento.
7. Junto con la compra del autobús reserve el hospedaje, a buen precio me dieron un paquete que
incluía alimentos lo que nos permitiría maximizar el dinero presupuestado. La Srita de ADO me
comentó que el hotel estaba cerca del centro, busque la dirección en google maps y a mí me parecía
que no estaba tan cerca, estuve a punto de decirle a la Srita. que no lo tomaba cuando recibo una
llamada de mi jefe y rápidamente le cuestiono.
8. – Como ves, me están dando el hotel Hacienda. la Noria, recuerdo que tú ya te hospedaste ahí, ¿Qué
tal está?
9. – Pues no esta tan cerca del centro pero caminando llegan, si a tu mama le gusta caminar entonces
no le veo problema.
10. – ¿Está bien el hotel?
11. – Sí, no es un mal hotel, está muy limpio.
12. – Ok.
13. Tardaron cerca de 40 minutos en darme la cotización, contemple el precio y cerré la reservación del
autobús y el hospedaje, no obstante pregunte por un tour, que me permitiera interactuar con
turistas, la opción era el tour a Mitla que sonaba muy bien.
14. Al parecer el viaje ya tenía forma, mi mamá ya había solicitado el día viernes para poder partir esa
fechar, ella se había anticipado sin saber qué fecha partiríamos.
15. Jueves 20 de diciembre, preparativos
16. Los boletos del autobús teníamos que recogerlos una hora antes de abordar el autobús, por lo que mi
mamá y yo convenimos que saldríamos de casa una hora antes de recogerlos, es decir 2 horas antes
de abordar.
17. – Es mejor estar antes, no nos vaya a dejar el autobús, yo ya tengo impresos los pases de abordar,
158
Dijo mi madre
18. Solicite un taxi que pasara a recogernos para llevarnos a la central Tapo.
19. Preparamos las maletas, en la semana habíamos revisado el clima en internet contemplando que
estaría 30° máx. 9° mínima, le comente a mi mamá que llevaría ropa ligera
20. – No se te olvide tu traje de baño, al parecer el hotel tiene alberca.
21. – Llevaré un sweater por si en el camión me da frio. Comentó.
22. Aliste mi computadora para cada noche ir haciendo un recuento de lo sucedido, preparamos las
cámaras fotográficas, mi mamá destinó una pequeña mochila que se había encontrado en casa la
cual nos serviría para no llevar bolsas de mano. Pensé que también serviría para llevar víveres para el
camino.
23. Viernes 21 de diciembre, “Listas para tomar camino”
24. Nos despertamos temprano, mientras mi mamá se vestía había que llenar la mochilita de los víveres,
manzanas, sándwiches, yogurth, agua, dulces sin faltar el libro que leería de camino.
25. Decidí no llevar mis jeans y solo llevar leggins para ir más cómoda, al fin no pasaríamos frío.
26. Ya estaba todo listo, las maletas en la puerta, cuando tocan el timbre y era el taxi. Rápidamente
salimos, lo que contemplábamos que podíamos hacer de camino 1 hora, hicimos 25 min.,
afortunadamente no había tráfico.
27. Recogimos los boletos del autobús, me pidieron la tarjeta de crédito y una ID con la que había
realizado la compra y me entregaron los boletos, pero aún faltaba la confirmación del hospedaje y el
tour, había que recogerlos en otro lugar, una vez que lo encontramos los solicitamos. La Srita., mal
encarada no dijo:
28. – No están, seguro, no los mandaron
29. – Yo creo que por ahí deben de estar, búsquelos Srita. por favor. Respondí. Mire a mi mamá, tome
aire y guarde silencio.
30. – Sí, ya los encontré. Pero no le pusieron la aclaración de que pasaran a recogerlas para el tour, van
a tener que llamar.
31. Una vez que nos los dio, pasamos a tomar un chocolate caliente porque hacía mucho frio, había que
esperar, aun teníamos tiempo.
32. Abordamos el autobús, yo esperaría a la persona que se sentara a mi lado, conversaría unos
momentos y le pediría que nos cambiara de asiento amablemente.
159
33. Así fue, una chica de la cd. que viajaba a Oaxaca para visitar a una amiga, iría a pasar navidad con
ella y posteriormente regresaría a la Ciudad porque aquí trabaja, ocuparía sus vacaciones de la
oficina para conocer y visitar, era la primera vez que viajaba, su amiga se había mudado porque su
familia vivía en Oaxaca, solo había ido a estudiar un tiempo a la capital.
34. – Me emociona el viaje, dicen que Oaxaca es muy bonito, comento
35. Después de un rato de plática le comente que me acompañaba mi mama y ella me dijo:
36. – Quieres que se pase para acá, donde está sentada tu mamá.
37. Así fue como sin pedirlo me lo ofreció, nos faltaban cerca de 4 horas de camino, mi mamá se pasó
junto a mí y le pedí un sándwich
38. – Yo esperaba que a la subida nos dieran algo más consistente, no solo refresco y té. Le comenté.
39. – Sí, antes en viajes largos te daban un sandwichito, respondió
40. – Lo bueno es que traemos víveres.
41. Platicábamos, una vez que termine de comer el sándwich, empecé a leer el libro, llego un momento
en el que estaba tan mareada que quería vomitar.
42. – Me siento mal, el sándwich, el libro y el movimiento del autobús ya me marearon, ahora sé porque
no te dan alimentos, comenté.
43. Así me la pase las 3 horas y media restantes, afortunadamente el camión tenia aire acondicionado,
no intente ir al baño, me imaginaba que iba a estar muy sucio, no me quise ni acercar.
44. Mediante el GPS del celular iba viendo por qué lugares íbamos pasando, veía mi reloj y contaba el
tiempo.
45. Al fin llegamos, descendimos del autobús y caminamos, antes de cruzar la puerta nos dimos cuenta
que no habíamos recogido las maletas, había que esperar a que el chofer bajara una por una las
maletas de todos los pasajeros. Mi prisa me hacía olvidar las maletas.
46. – Hace aire frio, comentó mi madre.
47. – No parece que estos sean los 30 grados, reímos. Estábamos contentas de haber llegado con bien.
48. Una persona del hotel nos recogería en la terminal, caminamos al módulo y coincidió que el chico que
ahí estaba esperando, era el que nos llevaría al hotel.
49. – Denme un minuto, voy por la camioneta.
50. Fuimos platicando de camino al hotel.
160
51. – ¿Ya habían venido a Oaxaca?, pregunto.
52. – Hace 10 años yo vine, pero ya veo todo muy cambiado, respondió mi madre.
53. – Yo, no conozco, es la primera vez que los visito, respondí.
54. – De 10 años para acá han cambiado muchas cosas, la Ciudad ha crecido, ya hasta tenemos
distribuidor vial. Respondió.
55. Vimos que había una procesión de personas y preguntamos que era, si celebraban algo.
56. – Alguien murió, en los pueblos se acostumbra que cuando la gente fallece la llevan en la carroza y la
gente camina atrás de ella.
57. Seguimos platicando, comento que era bueno que ese día visitáramos el centro para verlo sin gente.
58. – Estos días llega mucha gente de visita, el 23 es la noche de rábanos y por la noche del 24, antes
de que la gente cene en sus casas pasan las calandrias que son carros alegóricos con los patronos de
cada iglesia, es el único día que los llevan a recorrer el pueblo. No todos llegan hasta el centro solo
los más importantes como lo es: “La virgen de la soledad”.
59. – Ojala puedan ir a conocer el árbol del tule, es muy famoso, también tenemos Monte Albán, Mitla,
uy, hay muchas cosas, y en estos días llega mucho turista.
60. Preguntamos qué tan lejos estaba el hotel del centro
61. – Esta retirado yo les recomiendo que tomen taxis, son seguros aquí todavía no hay tanta
inseguridad.
62. Llegamos al hotel, ya estaba la reservación, le comente al de recepción que la Srita. me había dicho
que el hotel si estaba cerca del centro, me causó molestia, ellos me comentaron que si queríamos
nos podían pasar a otro hotel que también era parte de la cadena. La diferencia era significativa por
lo que decidimos quedarnos ahí.
63. Nos dieron habitación y de un momento a otro me dice mi mamá
64. – ¡Hay una lagartija, ahí, ahí!
65. – ¿¡Donde?!, Movió la puerta y el animal se echó a correr.
66. Llame a la recepción y fueron a mover las camas.
67. – Ahorita la matamos, dijo uno.
68. – No, bueno, no es necesario, con que la saquen al jardín es suficiente, respondí. Reímos.
161
69. – ¿Uds. De donde nos visitan?
70. – Del DF, respondimos.
71. Ahh con razón. Nosotras nos miramos y reímos.
72. La lagartija se movió, el Sr. Llamo por radio a otro para que lo ayudara a quitar los colchones.
Movieron todo la lagartija ya no apareció.
73. No pasa de que les empiece a cantar por la noche, comentaban.
74. Salimos al centro, caminamos y caminamos, el frio empezaba a hacer estragos, el viento nos
congelaba y lo cerca que decían que estábamos del zócalo no parecía real.
75. Mi mama y yo nos reíamos, ¡Nosotras que habíamos traído hasta el traje de baño!
76. Al fin llegamos al zócalo, no habíamos comido y ya eran las 6 de la tarde, caminamos buscando un
lugar donde sentarnos y poder comer, llegamos a un lugar llamado “Cafetería el Jardín” y le
solicitamos una mesa a la Srita. que estaba en la entrada. Cuando nos dijo:
77. – Si pasen, si no quieren esta mesa en la que pega el aire pueden esperar a que alguien se vaya,
pero tienen que estar al lado para que no se las ganen. Yo no asigno mesas, tengo mucho trabajo.
78. – La gente no es muy cortés, comento mi madre.
79. Nos miramos y decidimos buscar otro lugar donde cenar. Encontramos unas escaleras que subían a
un restaurante muy bonito. Cenamos, yo pedí Pavo en mole negro con salsa de zarzamora, platillo
regional que había ganado un premio.
80. – Está delicioso, comente.
81. Pero creo que le hace falta el ajonjolí, mi mama llamo a la mesera y se lo pidió.
82. Lo que pasa es que el “Mole negro” no lleva ajonjolí como adorno, ese es el poblano, el de aquí lo
lleva molido, el sabor si es distinto.
83. Platicamos con la mesera, la cual tomo confianza muy rápido, en su plática ya hasta decía groserías y
después, rápidamente decía, “¡Ay perdón!”
84. Platicamos acerca de lo que se decía del fin del mundo, de los lugares que había que visitar, de la
noche de rábanos y de las tlayudas con asiento
85. El asiento no es manteca, son cueritos de grasa de puerco bien doradita, sabe deliciosa. Comentaba,
nosotras la escuchábamos con interés.
86. Comentamos acerca de que no pensamos que hiciera tanto frio y comentó:
162
87. – El clima había estado bien pero al parecer entro un frente frio, desde ayer por la mañana bajó la
temperatura. En general en invierno desciende, es muy parecido al clima de la capital, pero aquí un
poco más seco.
88. Nos recomendó donde comprar chocolate y nos dijo:
89. – Procuren comprar molienda en el Mayordomo, ese es el bueno, ahí tienen las máquinas para
mezclar los ingredientes y molerlo, el de cajita sabe diferente.
90. Pudimos ver que el palacio municipal estaba rodeado de granaderos que resguardaban el lugar.
91. Acabamos de cenar, salimos a caminar por el zócalo, fuimos a ver el nacimiento y nos compramos
unos gorritos para el frio, tomamos fotos y regresamos al hotel muy contentas.
92. 22 de diciembre, Tour Mitla.
93. Desayunamos en el restaurante del hotel y nos preparamos para salir; el clima aún se sentía fresco
94. – Creo que todos los días voy a andar como retrato, no traigo ropa para el frio, reí.
95. En la mochilita pusimos agua, las cámaras y los gorros para el frio. Esperamos al Sr. que pasaría por
nosotros y recorreríamos lugares aledaños junto con otros turistas.
96. Fuimos las primeras en subir a la camioneta, eso nos permitía escoger el lugar donde sentarnos, así
que iríamos a recoger a otros turistas a sus hoteles. Cuando llegamos por unas personas dijeron:
97. – Ay pensábamos que ya nos habían olvidado, quedaron de pasar hace 30 min. por nosotros.
98. Una vez estando completos, el guía nos comentó a cerca del recorrido, nos fue explicando el origen
de algunas palabras como tomate, chocolate, cacao, coyote entre otros y de cuando llegaron los
españoles, todo esto porque en el tour venia una persona japonesa.
99. El primer lugar al que llegamos fue “El Árbol del tule”, dio una pequeña explicación y quienes lo
decidimos entrabamos a verlo, nosotras como habíamos pagado el viaje todo incluido, ya teníamos el
acceso pagado. El lugar donde se encuentra está rodeado, es necesario pagar el acceso, algunos se
quedaron desde afuera viéndolo, desaprobaban que tuvieran que pagar por ver el árbol de cerca
cuando ya no lo podían ni tocar
100.
Fue cuando nos percatamos que además había otra reja que impedía el acceso para
acercarse y tocar el árbol, platicamos con una familia la cual curiosamente venia en el mismo tour.
101.
El Sr. de padres oaxaqueños, había viajado junto con su familia a Oaxaca después de 15
años, él ya radica en la Ciudad de México, comentó:
102.
– Ya el pueblo está ahorcando al árbol
163
103.
– Antes aquí estaba más virgen, nos decían a los niños no toques porque si no hay que
comprar.
104.
– Yo por eso les digo a mis hijos que aquí en Oaxaca no toquen nada.
105.
Su familia, esposa y dos hijos de aproximadamente 15 y 13 años venían de visita a visitar a
su abuela.
106.
– No, no nos quedaremos estos días con nuestra familia porque está en un pueblo retirado
de aquí, preferimos quedarnos en un hotel.
107.
Conocimos a una pareja de canadienses, ella estaba en Oaxaca haciendo una maestría y él
venía de visita a pasar navidad con ella.
108.
– ¿Vienen en el mismo tour?, nos preguntó.
109.
Desafortunadamente veníamos en diferentes, me ofrecí a tomarles la foto y nos fuimos a
continuar con el recorrido.
110.
Llegamos a un lugar donde hacen tapetes “Teotitlan”, ahí nos enseñaron la forma tradicional
de hacer los tapetes de lana.
111.
El dueño dio una explicación y una Sra. con vestimenta típica del lugar enseñaba el proceso
para dar color a la lana.
112.
– La cochinilla es un animalito que se extrae del nopal y que a la hora de molerlo se extrae
un color rojo, si lo vamos diluyendo extraemos colores como el naranja.
113.
– La lana se tiene que peinar muchas veces para que quede cada vez más suave.
114.
– Una vez que los hilos ya se han pintado del color deseado se le entregan a la persona que
los tejerá en el telar.
115.
– Es un trabajo hecho a mano, para hacer un tapete se pueden tardar hasta 45 días en
hacerlo.
116.
Nos pasaron a una sala donde nos enseñaron todos los tapetes que tenían para venta,
sorprendentemente tenían terminal de tarjetas para cobro. Uno por uno nos lo iban enseñando, a
cada uno le dan nombres como: el árbol de la vida, amanecer, en movimiento entre otros.
117.
Platicamos con una Sra., que estaba eligiendo un rebozo, nos acercamos y le hice la plática.
118.
– Mis papás son de Oaxaca pero nos fuimos al DF y después a Guadalajara
119.
– No nos quedamos con la familia porque es muy poco práctico.
164
120.
Nos subimos a la camioneta y fuimos de visita a una fábrica de mezcal que se encuentra en
la carretera, nos dieron un pequeño recorrido y después nos llevaron a probar diferentes tipos de
mezcal.
121.
– Aquí es barra libre, pueden probar de todos, decía la vendedora.
122.
Platicamos con la japonesa de su visita a Oaxaca y menciono que ella estudiaba en la UNAM
de la Cd. De México, que estaba haciendo una maestría y que había decidido el viaje porque era muy
bonito.
123.
El niño que iba con la familia le dijo a su papá.
124.
– ¿Papá porque compras más botellas si tienes muchas en la casa?
125.
– Ahh porque aquí es donde se tiene que comprar el mezcal.
126.
– Antes era muy barato comprar mezcal.
127. Partimos hacia la zona arqueológica de Mitla, el guía de turistas solicito credenciales de estudiantes
y de maestros para que el acceso tuviera menor costo
128. Realizamos el recorrido, en ese lugar había muchos turistas extranjeros en su mayoría europeos.
129. El lugar es árido, para llegar se necesita pasar por un andador de puestos donde los lugareños
tienen venta de productos. Cuando nos acercamos al acceso le comente a mi mamá.
130. Pensé que el lugar era mucho más grande, es una zona arqueológica inmersa en un pueblo.
131. El guía nos fue explicando la arquitectura del lugar, las grecas que se encuentran en las paredes es
sorprendente, todos con atención lo mirábamos, caminamos y entramos a unas tumbas donde el
clima era húmedo, el guía sugirió:
132. – Vayan pasando de pocos porque es angosto y ojo con la cabeza porque son lugares con techos
muy bajos.
133. Nos dirigimos hacia el templo principal ahí había una placa que pedía a los visitantes que no se
destruyera el lugar, esta placa es de piedra incrustada en la pared del templo.
134. Por dentro el lugar tenía una viga de acero, el guía, comentó:
135. – Eso tiene poco de que se lo pusieron, es para que el lugar no se destruya.
136. Los turistas se asombran de las grecas que se encuentran en los muros.
137. – Mira, cuantas grecas, esta impresionante, comentaban.
165
138. Ya de salida había una iglesia donde estaban festejando los 15 años de una chica.
139. – La gente acostumbra traer mariachi a la puerta de la iglesia para cuando salga la quinceañera.
Comentó el guía.
140. La vestimenta de las personas no era formal, pantalones de mezclilla, camisas para los invitados. El
papá de la quinceañera si iba trajeado, se veía gente del pueblo.
141. Nos llevaron a comer a un lugar de comida buffet, ahí había chapulines, diferentes tipos de mole,
sopas, caldos, carnes, frijoles, tortillas y postres entre otros. Los extranjeros comentaban
142. – Mira cuantas cosas, ¿a que saben los chapulines?.
143. – Como a chicarrón, lo ha probado, comentaban los lugareños.
144. Platicaba con mi mama acerca de probarlos, jamás los había comido
145. – Es que aún no me atrevo, le decía.
146. – Voy a poner poquitos en una tortilla y a tomar aire.
147. Es así como por primera vez me atreví a comer chapulines, por supuesto esa foto la subí a
Facebook, para mi representaba todo un logro.
148. De ahí partimos hacia hierve el agua, un lugar enclavado en la sierra. Ya cansados algunos se iban
durmiendo. Pasamos por calles angostas pavimentadas, terracería y seguíamos subiendo, el viento y
las llantas de la camioneta y un camión que venía al frente hacían que la vegetación árida se
levantara en una nube de polvo. En el camino nos encontramos burros a los cuales tuvimos que
esperar para que se quitaran, al fin llegamos.
149.
– Wow que maravillosos paisajes, fue la primera impresión
150.
El guía nos comentó que el recorrido duraba una hora que podíamos ir con él a o podíamos
quedarnos en la cima, hacia tanto aire frio que algunas personas decidieron no ir.
151.
– Estas cascadas ahora están petrificadas, antes escurría agua carbonatada pero con el paso
del tiempo cada vez hay menos, se van a encontrar pequeños brotes de agua que aún existen.
Comento el guía.
152.
– Hay que tener cuidado porque todo el camino tiene escalones de piedras.
153.
– Quien quiera venir conmigo vamos a descender por un camino, quien no aquí nos vemos
en aprox. 1 hora.
154.
– No se acerquen a las orillas, es peligroso.
166
155.
– Seguro que antes se ha de haber visto preciosa la caída de agua. Turista.
156.
Mi mamá y yo decidimos acompañar al guía a explorar el lugar.
157.
– Ahh ya entre en calor
158.
Si está cansado, pero al fin lo logramos, Admiro a mi mamá cuando hace este tipo de
esfuerzos físicos.
159.
En el lugar se encuentran letreros donde se aprecia
160.
“No destruya las cascadas son nuestro patrimonio”, si podría creer que la gente no respeta
el lugar.
161.
Los turistas sorprendidos por los bellos paisajes se tomaban fotos al fondo salían paisajes
donde la sierra está cubierta por vegetación
162.
– Aquí suele llover mucho, comento el guía, por eso pueden ver verde la sierra.
163.
Al fin de regreso a la Ciudad de Oaxaca, pudimos apreciar la puesta de sol. Cerca de las 7.30
de la noche. Cuando llegamos al hotel nos pusimos más ropa para el frio y salimos al centro.
164.
Caminamos por el zócalo y fuimos a la iglesia de Sto. Domingo. Estaba por terminar una
boda, ahí nos pudimos percatar que todos estaban muy elegantes a diferencia del evento en Mitla,
las mujeres, damas de honor llevaban vestidos típicos oaxaqueños y los demás invitados iban de
traje, las mujeres con vestidos de noche.
165.
El auto donde iban los novios era un auto convertible con chofer.
166.
Entramos a la iglesia y pudimos ver retablos espectaculares.
167.
La iglesia tiene encanto, comento mi madre.
168.
Caminamos al Zócalo, compramos un buñuelo en un puesto al lado del jardín y regresamos
al hotel.
169.
No podía faltar Monte Albán, despertamos desayunamos en el hotel y llego la camioneta por
nosotras.
170.
Llegamos a Monte Albán, el guía dio una pequeña explicación frente a una maqueta cuando
una niña que iba en el tour se intentó sentar en la maqueta le dijo.
171.
– No te sientes, esto es fibra de vidrio y si se rompe nos meten a la cárcel, esto es federal.
172. La misma niña más adelante se intentó subir a unas rocas y uno de los empleados del lugar le dijo a
su madre.
167
173. – Señora, no deje que se suba, la niña se puede caer y lastimar, además destruye el lugar. Como es
posible que la mamá no vigile a su hija, comenté con mi mamá.
174. El guía cuando nos explicaba a cerca de las tumbas dijo un dicho popular, refiriéndose a cuando
embalsaman a los cuerpos.
175. – Me quieres espantar con el petate del muerto.
176. – También se dice: se petateó.
177. – Es bueno para el petate pero no para el metate.
178. A raíz de cuando morían los enrollaban en un petate, Las personas del tour reíamos
179. Durante el recorrido, había lugareños con piezas talladas para la venta a los turistas, quienes se
acercan a ofrecer sus piezas.
180. – ¿A cómo? Dice el turista.
181. – ¿Cuánto pagaría?
182. – $300.
183. – No jefe.
184. Se pueden observar altares, templos, lugares donde realizaban los sacrificios.
185. – Antes había lugares que estaban cubiertos por madera, toda la saquearon, ya no hay
186. – Existen túneles para pasar de los templos a los altares.
187. – Ahora se hacen discos duros, antes se hacían en piedras duras, comentó el guía.
188. El guía nos dio tiempo para visitar el lugar y nos citó en la camioneta. Pudimos realizar un recorrido
corto por el museo de sitio, mi mamá y yo caminamos, los turistas subían las pirámides y se sacaban
fotos muy contentos.
189. Una vez estando todos y a punto de arrancar, un señor que venía en nuestro tour le dice al guía
190. – Oiga, dígale al que está al lado de ese coche rojo que se le cayó una gorra, dígale, dígale!
191. El guía quien en esta ocasión también manejaba, detuvo la camioneta y se bajó a avisarle
192. – Gracias, respondió el Sr. aquí todos tenemos que ayudarnos para que no se nos pierda nada.
193. Tomando camino pregunte a donde nos dirigíamos, vamos a los alebrijes, mencionó el guía, íbamos
platicando sobre la comida y un hombre dijo:
168
194. – Ahh eso aún no lo pruebo.
195. – De donde eres, pregunté.
196. – De Costa Rica y nos preguntó de dónde éramos.
197. – De ahí intervino también el Sr. y dijo.
198. – Nosotros venimos de Monterrey.
199.
– Y porque Oaxaca, pregunte.
200.
– Ahhh porque es muy bonito, posteriormente su mujer hizo el comentario de que cuando él
le dijo que viajarían a Oaxaca ella empezó a buscar cuales eran los atractivos del lugar.
201.
– En Colombia he comido Hormigas con chocolate.
202.
– ¿Ya probaste los chapulines?, dijo el Sr. de Monterrey.
203.
– No, aún no.
204.
– Son como chicharrón frito, ¡Ay se me hace agua la boca!.
205.
– En Oaxaca hay 7 moles, en la comida podrá probar de todos, es buffet, comento el guía
206.
Pregunte al Costarricense si viajaba solo a lo que respondió:
207.
– Sí, me gusta perderme es bonito viajar solo.
208.
– Llegamos a los alebrijes, en Arrazola.
209.
– Esta es una familia que hace alebrijes de madera, los pinta y los vende, comentó el guía.
210.
Compre un colibrí desarmado para traerlo y regalarlo a mi sobrina.
211.
De ahí fuimos a comer, llegamos a un lugar ambientado con música viva, muchas mesas, las
paredes eran de adobe. Ya todos listos en la camioneta faltaba uno.
212.
– El Sr. Costa Rica falta, menciono el Sr. de Monterrey
213.
El guía fue a buscarlo, cuando subió a la camioneta dijo
214.
– Ay es que estaba tan rico platicando con una familia que no me quería ir.
215.
– El mole estaba delicioso, como negro y almendrado, comentó.
216.
Llegamos a un templo dominico y ex -convento en Cuilapam de Guerrero, ahí el atractivo es
que la iglesia no tiene techos, siendo uno de los lugares más importantes para la evangelización, ahí
169
también fue fusilado Vicente Guerrero.
217.
Los turistas recorren el convento y se toman fotos por cada rincón del lugar. Cuando
subimos a la camioneta, el guía tomo un atajo por terracería y una pasajera dijo
218.
– Lo bueno es que ya recé unos cuantos rosarios, rió.
219.
Llegamos a un pueblo, San Bartolo Coyotepec, donde las familiar extraen barro negro y
hacen artesanías para la venta. Al llegar nos sentaron y nos fueron explicando el proceso para
realizar un jarrón de barro.
220.
– Todos los jarrones nosotros los hacemos a mano.
221.
Los turistas preguntaron de donde lo extraen, cuánto tiempo lleva la familia trabajando el
barro, como perforan los cantaros, cuánto tiempo se deja en el horno entre otras cosas.
222. La explicación se dio en inglés y en español, los guías de turistas se encargan de traducir, algunos
mejor que otros.
223. Cuando salimos e íbamos de regreso salió al tema que los lugareños eran los únicos que podían
extraer el barro y se preguntó cómo lo controlaban.
224. El guía dijo: “En pueblo chico todo el mundo se conoce”.
225. El guía menciono que aun restaba una noche larga que ese día se celebraba en el zócalo “La noche
de rábanos”, que no llegáramos muy tarde.
226. De camino el costarricense dijo:
227. – Que piñatas tan más enormes.
228. De ahí se desencadeno una serie de costumbres y tradiciones que cada uno iba platicando.
229. – En México se acostumbra el maratón Guadalupe- Reyes. Mencionó el de Monterrey y rió.
230. – También tenemos posadas, duran 9 días, comento mi mamá.
231. – Y se acostumbra hacerlas en diferentes casas, se da ponche y dulces, antes se daban bolsitas de
“aguinaldos”.
232. – El ponche con piquete, dijo el Sr. de Monterrey.
233. – En Costa Rica, el rezo del niño es el 3er domingo de enero, según la religión católica.
234. – A diferencia de aquí, allá se acostumbra tomar café en los velorios.
235. Cuando llegamos todos decidimos bajarnos en el Zócalo. El clima había mejorado notablemente,
170
nosotras nos mostrábamos optimista con ese clima.
236. Eran las 7 de la noche y ya había gente en el zócalo, las Sras. Cuidaban a sus niños.
237. No te me separes, hay mucha gente.
238. Decidimos ir al mercado antes de que lo cerraran, tuvimos que atravesar el Zócalo, en cual ya tenía
una valla para que la gente no se acercara, a tras de ésta había una tarima por donde circularía la
gente que estaba formada para entrar.
239. Caminamos hacia el mercado y vimos que algunos indígenas habían aprovechado el día para hacer
una manifestación en contra del gobierno, había granaderos resguardando que no pasaran hacia el
zócalo.
240. Al fin pudimos salir, en el mercado de San Juan compramos una nieve, las Sras. Indígenas se
acercan a vender diferentes cosas, algunas artesanías y otros alambres para masajear la cabeza. Una
de ellas se acercó a mi mama y le empezó a hacer en la cabeza, cuando voltee y la vi, me dio mucha
risa y empecé a bromear con la Sra.
241. – Sra. si me dice que esto hace crecer el cabello se lo compro.
242.
– ¡No mijita, si te lo digo te digo mentiras! y sonrió.
243.
Compramos molienda tal como nos lo habían sugerido en la tienda del Mayordomo, pedimos
500 gramos y salimos como con 2 kg.
244.
Pensé que iba a ser menos, comento mi mamá.
245.
También compramos mole.
246.
No lo pongan en una misma bolsa, porque como el chocolate está caliente se les puede
echar a perder el mole, dijo el vendedor.
247.
Regresamos al zócalo intentamos cruzar la fila donde estaban formados y la gente se
empujaba decían:
248.
– ¡Ey polis, que no se metan!
249.
Había gente que se metía a la fila cuando otros intentábamos cruzar, había jalones,
empujones de todo, algunos permanecían sentados a la orilla de la banqueta aun cuando podían ser
pisados.
250.
De alguna forma pasamos, vimos que el gobernador estaba dando el recorrido por cada uno
de los stand donde había participantes, una chica que venía con su novio gritó.
251.
– ¡Adiós mi gober!
171
252.
Caminamos hacia el quiosco donde había personas cantando villancicos, nos sentamos con
una Sra. que tenía dos niños y nos comentó que estaban ahí porque su cuñado estaba cantando, que
generalmente ese día no les gustaba ir porque había mucha gente y los niños estaban pequeños.
253.
Seguimos caminando, al descender del quiosco nos dimos cuenta que mientras, unos
cristianos cantaban, otros en la parte trasera traían pancartas, aludiendo a Cristo.
254.
Continuamos nuestro recorrido y nos encontramos unos castillos de juegos pirotécnicos,
preguntamos a qué hora serían y nos comentaron que las 10.30pm, a mi gusta mucho ver cuando los
encienden, me recuerda cuando íbamos al pueblo de mi abuelo.
255.
Continuamos nuestro recorrido, mientras más tarde más gente llegaba, las filas se hacían
cada vez más largas, intentamos entrar al palacio de gobierno, recordamos que el viernes estaba
rodeado de granaderos y ese día estaba completamente despejado, nos acercamos para poder
ingresar.
256.
– La entrada está restringida, está por empezar la premiación, nos comentó el guardia.
257.
Preguntamos para qué era otra fila y nos dijeron que era para ver el nacimiento,
afortunadamente nosotras habíamos ido días antes, intentábamos ver la exposición desde detrás de
la valla, se apreciaban catrinas, escenarios completos de la guelaguetza, diablos, nacimientos,
quioscos representando el zócalo, todo hecho con rábanos, era sorprendente ver el trabajo realizado.
258.
La gente concursa por cosechar el rábano más grande y por hacer los mejores escenarios
representativos a su elección, toda una hazaña.
259.
Justo a las 10.30 encendieron un castillo de juegos pirotécnicos, retiraron a toda la gente
que estaba sentada en el atrio de la iglesia y encendieron el segundo castillo, para finalizar con una
cascada que descendía abarcando el ancho de la catedral.
260.
Wow, las personas asombradas sacaban fotos y al finalizar aplaudían.
261. Seguimos caminando y entramos a un lugar a cenar, todo estaba lleno había que esperar a que
alguna mesa se desocupara, mi mamá y yo aprovechábamos para platicar.
262. Un mesero paso, y dijo:
– No nos damos abasto, en seguida las atendemos.
263. Cuando ya estuvimos sentadas pedimos una tlayuda y la dividimos en dos platos, yo no sabía que
nos traerían, lo que si es que había que probarlo.
264. Esto está enorme, comentamos.
265. La gente seguía circulando, ninguna portaba vasos con bebidas, la gente que se sentaba en los
172
locales para cenar era la única que consumía bebidas alcohólicas, Se respiraba tranquilidad y alegría
a pesar de los mares de gente que había.
266. Hay muchos policías, nos acercamos a uno y le preguntamos.
267. – ¿A qué hora termina?
268. – El año pasado termino como a las 4 am, respondió, las dos nos quedamos sorprendidas.
269. Ya era la 1 am decidimos regresar al hotel, tomamos un taxi, el cual nos preguntó cómo nos había
ido
270. – Muy contentas, pero muchísima gente, respondimos.
271. – Son muy creativos, dijo mi mamá.
272. – Además los juegos pirotécnicos siempre causan asombro, respondí.
273. –Aquí todo el año hay fiestas y en cada una la gente espera con ansias los juegos pirotécnicos,
respondió el taxista.
274. Al día siguiente ya teníamos que regresar a la Ciudad Así que dejamos preparadas las maletas.
275. Despertamos, desayunamos y solicitamos un taxi que nos llevaría al aeropuerto. Una vez en la cd,
mi novio pasó por nosotras y nos regresó a casa.
173
5 al 6 enero 2013
Yuriria Aguilar
Puebla, Puebla, Turismo de raíces
12 informantes clave
Preparativos previos…
1. Dos semanas antes del 05 de enero, comenté con Alfredo mi marido, que iríamos en familia a Puebla
a visitar la - Ciudad Mágica- que esto era como parte de un trabajo de investigación etnográfica,
pero que no se preocupara, él no tenía más que disfrutar el viaje junto con Jonatán nuestro bebé.
Después de ese aviso Alfredo hizo varias preguntas un poco curioseando; ¿trabajo en puebla?, ¿Con
nosotros?, ¿De veras no quieres que te ayude en algo?; voy a sentir feo que nosotros disfrutemos y
tú trabajes, pero… nos esforzaremos, comentó con una sonrisa en la cara.
2. Después comentó en voz alta…, voy a checar el costo de la entrada, las casetas… ¡en dónde nos
vamos a quedar!; en ese momento pensé, pero no lo dije… -tú siempre tan estructurado y con
cabeza de Contador, aunque eres Ingeniero …, a lo que le contesté: no te preocupes, eso también
es parte de mi trabajo ya que Factor Delta me hará el reembolso de los gastos una vez que entregue
las facturas, e insistió un poco ¿De veras no quieres que me encargue yo?
3. Con una sonrisa le dije de veras ¡no! y me contestó: ¡ok! con cara de extrañado, ya que
normalmente nos repartimos actividades con el fin de hacer las cosas más rápidas y que no se
cargue la chamba en uno de los dos, total que después tenía ganas de decirle que siempre si,
jajajaja, pero recordé que podría perder detalles que probablemente no habría podido explicar en
mi narrativa.
4. De antemano ya sabía que esta salida a Puebla aunque es un lugar que nos queda a 3 horas de
camino y que es solo de un día de estancia, requería mucha organización entre las cosas del bebé y
la reservación del hotel; para el lunes 24 de Diciembre en la oficina, decidí preguntarle a Flor, una
compañera de la oficina, ¿sabes en dónde queda ubicada la “Ciudad Mágica” en Puebla?, ya que ella
de alguna forma estaba organizando cada una de las inmersiones etnográficas, pero me contestó:
no, -un poco pensativa-, pero permíteme –replicó-; después de unos minutos me mandó a mi correo
de Factor Delta unas ligas con información que me sirvieron muchísimo, ya que solo tuve que dar
clic en una de las ligas: http://dif.pueblacapital.gob.mx/index.php/ciudad-magica-smdif y encontré
mucha información, entre el programa de actividades de cada día, el plano de la –ciudad Mágicaque indicaba que tipo de atractivos habría, en dónde estarían ubicados y una galería con fotografías
de los días que ya habían estado en funcionamiento.
5. Me di cuenta que es un evento que realizan cada año en las fechas Decembrinas y que inicia desde
el 16 de Diciembre hasta el 06 de enero, que no tiene ningún costo y que está ¡¡abierto a todo el
público!!, en ese momento me imaginé un mar de gente en la “Ciudad Mágica”, pero bueno…
nosotros solo iríamos del 05 al 06 de enero ya que es la fecha en que llegan los ¡Reyes Magos! y se
174
parte la rosca de Reyes, mmmm ¡que rico!.
6. Esos eventos se han vuelto tan tradicionales y parte de las raíces en México que definitivamente
valía la pena vivir la experiencia en familia, ya me podía imaginar la carita de sorpresa de Jonatán al
ver a los Reyes Magos; aunque era el 2do año en el que recibía regalo de reyes, en este año podía
disfrutarlo más porque a su añito de vida está más a la expectativa de ¡todo!..., así que muy
emocionada empecé a buscar por Internet opciones de hoteles que estuviera relativamente cerca de
la “Ciudad Mágica” para que pudiéramos llegar lo más temprano e irnos lo más tarde y así disfrutar
de todas las actividades y que Jonatán, ¡ha! y también Alfredo… no se fastidiaran de tanto ajetreo.
7. Después de un buen rato de buscar, 40 minutos para ser exacta, no encontré buenas opciones ya
que estaban retirados de Paseo Bravo; avenida principal en dónde se ubicaba la “Ciudad Mágica”,
eso de recorrer de 40 a 50 minutos no era viable, así que dejé de buscar y le comenté a Alfredo
para ver si él sabía de un lugar pero no tuve mucho éxito.
8. Me dijo: no me gustaría llegar a Puebla sin saber en dónde nos vamos a quedar, pero si no has
encontrado algo que nos convenga -por distancia-, buscamos el día que lleguemos a Puebla un hotel
cercano al lugar del evento, -ni modo-. No me quedé muy convencida y seguí buscando pero
aparecían las mismas opciones, así que tuve que resignarme a la opción de Alfredo un poco
preocupada por si no encontrábamos…
9. Me acordé que tenía que avisar en Gymboree, la escuela de ejercicio de Jonatán, que no asistiría el
sábado 05 de enero ya que saldríamos fuera de la ciudad, así que en otro momento tendría que
recuperar la clase, que seguramente tendrá que ser un domingo porque entre semana es bastante
complicado.
10. Alfredo se encargó de asegurarse que el auto en el que nos iríamos a Puebla estuviera en perfectas
condiciones, -es un poco obsesivo en esas cosas- pero no lo reclamo, lo aplaudo, a mi esas cosas no
me llaman mucho la atención…
11. Sábado 05 de enero. ¡Llegó el gran día!
12. Me levante súper temprano, a las 5:00am, para terminar de preparar la pañalera de Jonatán, tener
limpias y listas mamilas y vasitos entrenadores, leche de fórmula, el desayuno de ese día de Jonatán
fruta y verdura molidos tipo papilla, ¡claro! cada cosa aparte. Terminar de meter la ropa de Jonatán
que aunque eran solo un día fuera de casa, metí ropa como para una semana, con la ropa de
Alfredo y la mía no hubo mucho problema, de antemano ya sabía que una muda para cada uno era
más que suficiente -en el caso del bebé, más vale prevenir, nunca sabes en que momento y con qué
se puede ensuciar-, Alfredo al ver la pañalera y la maleta dijo: ¿No que solo nos quedaríamos una
noche? Y se empezó a reír, para ese momento no me causo gracia el comentario ya que teníamos el
tiempo contado para salir de casa y evitar que se nos hiciera tarde, ya que ese mismo día a las
8:00am iniciarían las actividades en la “Ciudad Mágica”. Se dejaría volar un globo especial con las
cartitas de los niños para los “Reyes Magos”. ¡Por supuesto no quería perderme eso!
175
13. Vio mi cara con gesto de ¡apúrate!, y no hizo más comentarios, jajajaja, él terminó de meter las
cosas en el auto, revisó que llevara tarjeta de circulación y licencia; hacía un frio ¡¡horrible!!, nos
abrigamos bastante y bueno al bebé no se diga…, parecía osito.., puse a Jonatán en la silla de auto
y por fin a las 6:00am salimos de casa..., ¡fue tiempo record!, el bebé al sentir el movimiento el auto
se quedó dormido, así que Alfredo y yo pudimos platicar todo el trayecto del camino.
14. Ya en carretera había bastante afluencia de carros y mucha neblina, de repente me asusté porque
no se alcanzaba a tener mucha visibilidad por lo mismo y con los rayos del sol de frente un par de
veces nos deslumbro de tal forma que Alfredo tuvo que bajar la velocidad del carro
considerablemente, le dije: – ¡Cómo se te pudieron olvidar las gafas para el sol!, un poco enojada
también por el susto que me había llevado, él no dijo nada, como admitiendo que tenía razón.
Después de un largo rato llegamos a la primera caseta alrededor de las 7:00 de la mañana, y nos
cobraron $86.21 pesos, Alfredo pago con un billete de $100 y le regresaron cambio, seguimos
nuestro camino en carretera y la visibilidad había mejorado bastante, el sol empezaba a calentar
más y nosotros a quitarnos todo lo que traíamos encima. (Chamarras, bufandas, guantes).
15. Alfredo comentó:
– Hay que quitarle la cobija a Jonatán porque suda mucho, y se puede despertar encamorrado , así
que me pase para la parte de atrás del auto, un poco maniobrando ya que el auto estaba en
marcha, al empezar a quitar tanta cosa que traía encima el bebé se despertó con una hermosa
sonrisa, le deje solo la ropa que consideré necesaria para cuando lleguemos a nuestro destino.
16. Vi el reloj y me puse un poco ansiosa ya que faltaban escasos 30 minutos para que dieran las 8:00
de la mañana y… ¡El evento del globo aerostático con una canasta especial para depositar las
cartitas de los niños estaba por empezar!, así que le pregunté a Alfredo si todavía faltaba mucho a lo
que me contestó: -no tengo idea pero en la siguiente gasolinera nos paramos a preguntar-.
17. Después de unos 20 minutos llegamos a la gasolinera y Alfredo se bajó a preguntarle a un
trabajador de la misma gasolinera. El señor muy amable le explicó 2 formas diferentes para llegar;
después de unos minutos… por fin el señor dejó de hablar (repetía varias veces lo mismo),
retomamos nuestro camino y llegamos a la 2da caseta en dónde nos cobraron $25.00 pesos, Alfredo
pago con monedas la cantidad exacta.
18. Con la dirección bastante clara, seguimos nuestro camino y después de unos 10 minutos llegamos a
“La Ciudad Mágica”, rodeamos el parque con el auto y encontramos un muy buen lugar para
estacionarnos bajo un árbol.
19. Alfredo tomo al bebé y yo agarre mi cámara, mi celular, mi pluma y mis post-it, dispuesta a vivir la
experiencia.
20. Vimos a mucha gente uniformada con camiseta morada con el logo del H. Ayuntamiento de Puebla y
“Ciudad Mágica”, preguntamos: ¿En dónde estaba el globo? Y muy amables nos indicaron el lugar y
176
dijeron: ¡dense prisa porque están a punto de soltarlo!
21. ¡Corrimos al lugar! y efectivamente el globo iniciaba su partida. De inmediato Alfredo se dirigió a
Jonatán y le explicaba a quien le mandaban tantas cartas en el globo. Recuerdo que le dijo; –Mira
Jonatán ese globo de colores lleva las cartas de todos estos niños que se han portado bien a los
Reyes Magos y mañana traerán obsequios a todos estos niños, incluyéndote a ti-.
22. Jonatán estaba más entretenido señalando el globo, balbuceando y viendo a todos los niños que
gritaban –¡¡ojalá que no se caiga el globo!!- y él también se emocionaba y gritaba algo que no se
entendía, pero seguramente apoyaba la petición de los niños, ajajajaja.
23. Había grupos de familias pequeñas otras grandes pero siempre con la presencia de papá, mamá y
en algunos casos hasta los abuelitos abrazando y consintiendo a los nietos, ese evento era un buen
pretexto para pasar el día en familia. Estando a un costado de una de esas familias se escuchó a un
niño pequeño preguntándole a su papá:
24. – Papá ¿Verdad que los “Reyes Magos” no son los papás?
– ¿Quién te dijo eso hijo?, el papá volteando a ver a su esposa le pregunto.
– Es que en la escuela eso dice un niño, pero seguramente lo dice porque se porta mal, yo si me he
portado bien, ¿verdad mamá?
–Si hijo tu siempre te portas bien… la mamá sin dar muchas explicaciones, le contesto.
25. En seguida el papá no dejó pasar el momento y le dijo, ven chaparro…, esto de los “Reyes Magos”
tiene su historia, cuando nació el niño Jesús, los Reyes Magos le llevaron regalos; en seguida le
pregunto: ¿Si te acuerdas como se llaman los Reyes?
26. El niño con una sonrisa en la cara le dijo:
– No…, segundos después dijo; ¡ya me acorde!, mmmmmm, uno se llama Melchor, mmmm, el otro
Gaspar y el otro no me acuerdo…
27. Papá contesto:
– Se llama Baltazar…, y el niño le contestó.. ¡ah sí, ya me acordé!, bueno como te decía -retomo el
papá- cuando nació el niño Jesús le llevaron regalos, era una forma de honrarlo porque sabían que
era el hijo de Dios y desde ahí los “Reyes Magos” les traen regalos a todos los niños que se portan
bien con sus papás y hacen las tareas.
28. En seguida el niño dijo:
– Yo si hago tareas, mi mamá no me deja jugar hasta que acabe…
177
– Por eso si te van a traer juguetes y lo bajo de entre sus brazos; el niño corrió brincando feliz y
diciéndole a otros niños que a él si le traerían juguetes. Dijo el papá
29. Los adultos siguieron platicando sin percatarse de la alegría del niño; hacían planes para ver en
donde desayunarían en lo que abrían la “Ciudad Mágica”.
– Para regresarnos ahorita hasta la casa y luego volver a venir, a mí me da flojera, mejor nos
quedamos por acá y que los chamacos jueguen mientras. Comentaba la abuelita.
30. Después de esa decisión todos agarraron sus cosas, bolsas, sweaters, chamarras y caminaron sin
una dirección específica, la mamá gritaba a sus hijos que se apuraran porque desayunarían por allí
cerca para después regresar a la “Ciudad Mágica”, los niños gritaban emocionados: ¡Sí nos vamos a
quedar todo el día!.
31. Como esa familia había muchas más que hacían planes para pasar un día con sus hijos; un papá
comentó “ahora sí que vamos a andar en familia” como dice “Chabelo”.
32. Nos dimos cuenta que no dejaban de llegar más y más familias con muchos niños, algunos llegaban
corriendo preguntando por el globo, a lo que la misma gente contestaba
– Uuuuu no…. Ya llegaron tarde, ya desde hace rato soltaron el globo con las cartitas de los niños
33. Otras señoras decían a los niños:
–Dile a tu mamá que ahora te compre tu globo, para que mandes tu cartita- algunos niños ponían
cara de preocupación, ¿Cómo que ya no alcanzaron el globo?
34. – ¿Mamá y ahora como van a saber los “Reyes” que quiero que me traigan?
35. – No te preocupes, al rato compramos un globo; pero también… para que te levantas tarde, te
estuve diciendo que ya no íbamos a llegar!- contestó la señora un poco molesta, ahora no
empieces…
36. El niño le dio la solución a la mamá, diciendo: mira mamá en la entrada principal de la “Ciudad
Mágica” hay un señor que vende globos, y efectivamente también alrededor de la misma había
muchas personas vendiendo globos de gas con el estampado de los “Reyes Magos” y otros más
sofisticados hasta traían una pincita que sostenía una cartita lista para ser llenada por los niños. Los
precios variaban según el tamaño y tipo de estampado, si traía o no cartita incluida, entre los $30 y
$50 pesos.
37. Me acerque a la señora para preguntarle si venían de muy lejos y me dijo que si, que habían hecho
1 ½, pero que se iban a quedar todo el día en el centro, ya que aprovecharía para hacer algunas
compras y regresar más tarde a la “Ciudad Mágica” para que no se pusiera triste su niño.
38. Hubo un momento en que ya no había gente en la explanada del parque, por lo que empecé a
178
buscar a Alfredo y Jonatán, caminé alrededor de la “Ciudad Mágica” y vi de lejos que estaban en la
esquina de la avenida Paseo Bravo parados en un puesto de tacos que estaba a reventar; ¡Debí
imaginarlo porque no habíamos desayunado nada!. Así que me acerque y Alfredo me dijo: – están
buenísimos estos tacos, tienes que probarlos- con reservas me asome a ver si se veía limpio el lugar
y si la carne se veía fresca, y pues a simple vista… no daban mal aspecto y le dije bueno…, no muy
convencida; aunque también le debo dar el desayuno a Jonatán, le comenté, y él me contestó: yo se
lo doy, mejor tu come.
39. Así que busco una banquita en el parque y saco el desayuno de la pañalera, creo que Jonatán
también tenía hambre porque no hizo ningún esfuerzo por resistirse al desayuno, así que se acabó
todo!!; Alfredo estaba feliz diciendo que había logrado darle todo el desayuno, sin problemas…
40. Mientras tanto yo le hacía la plática al dueño del puesto:
– ¿Tiene mucho tiempo aquí vendiendo?
41. – Huy si güerita, imagínese 10 años, ya la gente nos ubica y cuando hacen eventos aquí en el
parque nos llega más gente, tengo tres turnos de personas trabajando conmigo, abrimos de las
8:00am y cerramos hasta como a las once de la noche…, déjeme le digo que este es el segundo año
que hacen lo de la –Ciudad Mágica- en este lugar heee, antes se hacía en el Zócalo pero había una
mala organización y desde que lo hacen aquí, es más bonito, con decirle que hasta viene gente de
otros estados…
42. Siguió comentando:
– Me ha tocado atender a gente que viene desde Tijuana, Nuevo León, del mismo DF, dicen que a
visitar familia en estas fechas y aprovechan para venir a la “Ciudad Mágica” con todos los chavitos.
43. Bueno, pues después de platicar con el taquero y comerme unos tacos, una semita rellena de
carnita, con aguacate, jitomate y una deliciosa salsa verde con unas cuantas gotas de limón, quede
bastante satisfecha; Alfredo llegó para pagar la cuenta $100 pesos por todo, junto con lo que se
había comido Alfredo y las bebidas, ¡con razón tiene tanta gente!, me comento Alfredo.
44. Como las actividades en la “Ciudad Mágica” se retomaban hasta las dos de la tarde, preguntamos al
taquero que otro tipo de actividades referente al 05 de enero habían por allí; rápidamente nos
comentó: váyanse a dar una vuelta al Zócalo, hacen pastorelas a lo largo del día y se pone bueno;
está a unas 5 cuadras de aquí.
45. Así que con el fin de aprovechar el día y seguir con la investigación, decidimos ir, le preguntamos a
un vendedor de globos la forma de llegar y nos explicó que ruta de pesero tendríamos que tomar y
en dónde bajarnos, así que esperamos el transporte en la parada, pagamos $10 pesos por los 3 y le
pedimos al chofer que nos indicara nuestra bajada ya que no conocíamos el lugar.
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46. Amablemente contestó que él nos avisaría. Fuimos viendo por la ventana del transporte y las calles
eran muy parecidas a las del centro histórico del DF, con muchas tiendas de ropa y otras tantas de
juguetes; se podía ver ya a los “Reyes Magos” haciendo compras de último momento, escondiendo
los juguetes en bolsas negras. Este recorrido también sirvió para ubicar unos cuantos hoteles que
serían opción para pasar la noche.
47. Después de 15 minutos el chofer nos indicó que habíamos llegado a nuestro destino, que solo
teníamos que caminar 2 cuadras hacia la derecha y ahí se veía el Zócalo. Alfredo cargó a Jonatán y
caminamos hacia la dirección que nos indicaron, en el camino Alfredo compró un globo a Jonatán,
quién emocionado lo agarro y no lo soltó en el resto de la tarde.
48. Llegamos al Zócalo y preguntamos por las actividades y un oficial de tránsito dijo:
– Uuuu no señorita eso empieza hasta las siete de la noche, ahorita no hay nada de eso, porque no
mejor se dan una vuelta en el turibus.
49. Alfredo en seguida me volteo a ver con cara de ¡¿Qué vamos a hacer?!
50. – Pues vamos al recorrido en el turibus y en cuanto regresemos nos vamos a la “Ciudad Mágica”,
esperando que las actividades se hayan reanudado. Le contesté.
51. Compramos los boletos $300 pesos por los dos y Jonatán no pagó por estar pequeño -gran ventaja-,
nos subimos a la parte de arriba del turibus y de inmediato inició el recorrido, había mucha gente
mexicana de otros estados visitando Puebla y otras familias con niños pasando el tiempo también en
lo que la “Ciudad Mágica” iniciaba actividades.
52. Había pocos extranjeros, de 20 personas que íbamos solo había 2, una pareja más o menos de 45
años.
53. Nos explicaron la historia de Puebla, los conventos e iglesias que tienen y desde hace cuánto tiempo
existen, los personajes más destacados, las obras que ha hecho el actual gobernador, los centros
nocturnos con los que cuenta, la diversidad de comida que se puede encontrar y los lugares más
recomendados para visitar.
54. Jonatán se quedó dormido en el transcurso del recorrido, creo que ya estaba cansado, aparte de que
siempre a medio día toma una siesta, así que entre irlo cargando y cubriéndome del sol terminé
medio sentada-agachada en el asiento; Alfredo creo que si iba disfrutando el recorrido y socializando
con los demás turistas, tomando fotos y haciendo preguntas al guía.
55. –Se me hizo bien cortito, ¿Esta padre no?, Alfredo dijo.
Un poco sin ganas le conteste –Si…, ya me había dado hambre y también estaba preocupada
porque ¿Qué comería Jonatán?, ya que decidí no llevarle comida por aquello del calor y que tal si se
echaba a perder.
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56. Bajamos del turibus y ya faltaba poco para las dos de la tarde, Jonatán estaba despertando y
seguramente despertaría con hambre.
57. Alfredo: – Oye ¿Y si vamos a comer a un Vips para que pidamos alguna sopa para el bebé?
58. Se me hizo acertado el comentario, así que tomamos un taxi y le indicamos que nos llevara a Paseo
Bravo, ya que iríamos por el auto y después a buscar un “Vips”, en menos de 10 minutos ya
estábamos en Paseo Bravo, Alfredo metió las cosas a la cajuela del auto y emprendimos el camino.
59. En Av. Juárez encontramos un “Vips”, así que nos dispusimos a bajar del auto y entrar al
restaurante. Estando allí ordenamos el menú y después de una hora estábamos de salida.
60. Jonatán comió bien, verdura y sopa, a nosotros nos hubiera encantado probar algo típico de Puebla
pero seguro en ningún restaurante de esos habríamos encontrado sopita de fideos…
61. Regresamos a la “Ciudad Mágica” pasados de las 2 de la tarde y cuando llegamos ya había una
enorme fila de personas, entre adultos y niños, esperando la apertura de la Ciudad; cuando Alfredo
vio eso dijo:
– Nosotros te esperamos en el auto, nos hechas una llamada cuando abran y se dio la vuelta y se
fueron…
62. Lo entendí, porque hacía un calor horrible y estar ahí con el bebé no era muy buena idea. Así que
me forme en la fila, después de unos minutos la fila ya rodeaba la “Ciudad Mágica” toda la gente ya
estaba muy puesta y dispuesta a disfrutar las actividades dentro de la Ciudad.
63. Algunos niños empezaron a quejarse con sus papás diciendo:
–¿Falta mucho para que abran?, ¿Por qué se tardan tanto? ¿me compras un refresco?, ¿me cargas?,
etc.,…
64. Los papás un poco ya de malas contestaban sin energía: ya casi, ya casi otros más desesperados
contestaban:
– ¡Si quieres ya vámonos, si vas a empezar no te voy a estar aguantando!
65. Esas eran palabras para que los niños ya no dijeran nada y mejor se sentaban en el piso y
empezaban a jugar entre ellos, aun sin conocerse.
66. – ¿Qué le pediste a “los Reyes”?, entre ellos se contestaban y empezaban a presumir aun sin tener
los juguetes en sus manos, pero con la gran ilusión de tenerlos en sus manos a la mañana siguiente.
Comentaron los niños
67. Enfrente de mí había un matrimonio relativamente joven, iban con su bebé de 7 meses y una niña
de 3 años, platicando con la señora me decía:
181
– Pues venimos para pasar un rato en familia, y para que mi niña le dé su cartita a los Reyes
Magos, viene muy ilusionada… haber si no se aburre…
68. Esposo. – Es que si no disfruta uno a los hijos así de chiquitos ¿Cuándo?, por eso le digo a mi mujer
hay que inculcarle desde chiquita la unión de la familia y estas tradiciones que son bonitas ¿no?
69. Siguió comentando:
– Yo me acuerdo cuando estaba chavito, como mi niña…, mis papás que me iban a estar llevando a
lugares como estos, ni pensarlo… y menos pedir a los “Reyes Magos”. Con mi esposa fue diferente
porque era hija única y pues a ella si le inculcaron estas tradiciones y se me hace bonito, también
para mis niños.
70. Aparte quedó bien la fecha porque hoy sábado no se trabaja y hay que pasarla con la familia,
porque otro día uno anda metido en su trabajo y sus rollos.
71. La niña interrumpió a su papá para que la cargara y le pidió le comprara un dulce, por lo que se
disculpó y corto la plática.
72. Ya teníamos como 30 minutos formados en pleno rayo del sol, un poco acalorados y yo con ganas
de sentarme en el piso; se veía que la gente organizadora -los de las camisas moradas-, prendían
música, juegos, micrófonos para dar la bienvenida a todas las familias.
73. Una señora que estaba formada atrás de mí me comentaba:
– Yo traigo a mis dos nietos, es que mi hija anda trabajando y mi yerno también, a ver si así se
distraen un poco, porque en la casa ya no sé qué hacer con ellos… que si no se pelearon, están
gritando o pegados en la TV. Y también quisieron venir para aventar el dichoso globo con la carta
para los “Reyes Magos”; pero yo les digo:
– Si no se portan bien aunque le pongan la carta más bonita del mundo, no les van a traer nada y
se enojan conmigo pero es que si no les digo eso, no hacen la tarea, o no comen…y solo así hacen
caso…
74. Siguió comentando: – Ahorita ya tardaron mucho en abrir, ojalá que no se me aburran.
75. En seguida la interrumpieron sus nietos:
– ¡Abuela ya nos cansamos, mejor regresamos más tarde!; no se lo comentaron dos veces y la
abuelita agarró las cosas y se salió de la fila y se fue con sus nietos.
76. Después de una hora, a las 3:30pm abrieron las puertas de la “Ciudad Mágica”; los niños gritaban:
– ¡Mamá ya abrieron, fórmate bien!, – ¡Ya vi a los “Reyes Magos”!
182
77. En ese momento le hable a Alfredo para que se vinera con el bebé; en cuestión de unos momentos
llegaron súper frescos como si nada y yo… ¡acalorada!.
78. Los organizadores indicaron a la gente que no perdiera su lugar y que entraran con orden; para dar
la bienvenida había adolecentes vestidas de animadoras, obsequiaban un programa con las
actividades que podrían disfrutar dentro de la Ciudad.
79. Se hizo un poco lento porqué habían torniquetes y una persona con un contador, me imagino que
para comparar el número de visitantes vs. el año pasado…
80. Tres metros después de la entrada se podía ver un enorme árbol de navidad que más o menos
medía 4 metros de alto, adornado con muchas esferas gigantes, luces por todos lados e incontables
cartitas colgando del árbol, desde ese momento se podía respirar un aire de alegría y emociones por
todos lados. Familias completas, grupitos de amigos adolecentes, otros tantos pequeños,
aprovechaba para tomarse fotos, antes de seguir con su recorrido.
81. En seguida había un kiosco rodeado de muchas sillas; ya había mucha gente disfrutando de la
actividad que había en ese momento, un grupo de músicos jóvenes cantando villancicos e invitando
a la gente a que entonara las canciones; había familias que se animaban y otras tantas preferían
seguir su camino en busca de la actividad más divertida para sus pequeños; me di cuenta que en
esa actividad había más gente adulta sentada, un poco por descansar después de esperar por un
buen rato que abrieran la “Ciudad Mágica”; pero como era de esperar los más pequeños recargaron
pila al saberse adentro de la “Gran Ciudad”.
82. Así que se podía escuchar a los niños: – ¡Papá, papá, ya vi en dónde está el Tobogán, vamos a
formarnos para ser de los primeros en subirnos!
83. Los papás viendo las caras de emoción de los pequeños accedían sin tener muchas opciones,
después de todo darles gusto era un poco el propósito de la visita a la “Ciudad Mágica”.
84. Me pude percatar que había familias de todo tipo; me refiero al nivel socioeconómico, entre medio,
medio-bajo y bajo. Había familias que se concentraban al área de comida en dónde encontraban 17
diferentes opciones entre los que estaban los Bísquets Obregón, Domino´s Pizza, Semitas Juquilita,
entre otros y realizaban gasto de entre $200 a $400 pesos en promedio y había familias muy
humildes con vestimenta muy típica de Puebla de comunidades alejadas al centro de la ciudad que
llegaban con 3 a 4 niños y la mamá llevando comida en bolsas de nailon, buscando un rinconcito
para sentarse a comer con sus hijos.
85. Sin lugar a dudas ese era un espacio creado para todas las familias de Puebla, después de todo no
era el primer año que se realizaba este tipo de eventos y al parecer el H. Ayuntamiento había hecho
significativos esfuerzos para que se diera a conocer…
86. De repente se escuchó una voz femenina, que tomaba el micrófono en dónde estaban cantando los
183
villancicos; se presentó como parte del equipo organizador; diciendo: -Es para nosotros un gran
honor contar con la presencia de tantas familias bonitas de Puebla…, queremos conservar nuestras
tradiciones y fortalecer nuestras raíces, es por eso que la actual administración de Puebla ha hecho
un gran esfuerzo por conservar este tipo de eventos, queremos que nuestras familias Poblanas
estén unidas; por favor disfruten cada actividad, recuerden que no tienen ningún costo…, esto es
Ciudad Mágica “Donde la Navidad cobra vida”…
87. En cuanto termino se escucharon las palmas de quienes estaban escuchando; como agradeciendo el
gesto…
88. Por mi mente cruzo la pregunta: ¿Dónde la navidad cobra vida?, ¿De veras llevarán a un momento
de reflexión y de unidad a cada familia?, para mí eso es Navidad; un poco reflexionar sobre lo que
nuestro señor Jesucristo vino a hacer en la tierra y conmemorar su nacimiento y otra compartirlo
con la familia; así que me quede un poco a la expectativa de esa última frase... “Donde la Navidad
cobra vida”
89. Cuando terminaron las palabras de apertura; la gente siguió con sus actividades, nuevamente el
grupo de jóvenes retomo el micrófono y siguieron entonando villancicos.
90. Mientras más pasaba el tiempo, la Ciudad Mágica albergaba a más gente!!, en ese momento pensé:
¡No me quiero imaginar cómo va a estar por la noche!, voltee a ver a Alfredo y al bebé y estaban
tomándose fotos con unas botargas, de ningún personaje de caricatura ni de ninguna marca de
producto…, era una familia (abuelitos, papás y 2 hijos), era la familia de la “Ciudad Mágica”, me
llamó mucho la atención porque animaban a las gente a tomarse fotos con sus “familias” y de
repente había fila esperando poder pasar en familia a tomarse la foto con la familia de Ciudad
Mágica…
91. – A veces yo soy anti foto-botargas… ¡pero estas me cayeron bien!, en primera porque no se veían
improvisadas, estaban muy bien diseñadas, los colores, el tipo de ropa, las caritas… en verdad si
hablaban de una familia típica!; bueno me formé para tomarme la foto con mi pequeña familia, de
repente Jonatán se asustaba, pero después agarro la onda y se tranquilizó.
92. En la fila se escuchaban comentarios como:
– ¡Mira, vamos a tomarnos la foto con los abuelitos!, los niños decían: Yo me quiero tomar la foto
con los chavitos -las botargas que eran los hijos-, y los papás retomaban diciendo: ¡¡una foto todos
juntos!!
93. Después de la foto la mayoría de la gente con hijos adolescentes se formaba en la actividad del
“tobogán” y otros en el “domo de películas”, ¡sentía que tenía ver para creer!, ya había bastante
gente esperando disfrutar de estas actividades.
94. En el tobogán se escuchaba a los chavos diciendo:
184
– ¡No m…. se ve que está intenso!, pero sí me quiero subir…
95. Había algunos niños pequeñitos que decían a sus papás:
– Déjame subir, no me va a pasar nada… y los papás no dejaban opción de aceptar un NO por
respuesta, así que mejor daban otras opciones y decían:
– Mejor vamos a que te pinten la carita de animalito…, a lo que los niños ponían cara de
resignación…
96. En el “domo de películas”, había gente de todas las edades, había quien estaba apartando lugar
desde hace un buen rato para ser de los primeros en pasar e incluso se presentó una discusión entre
algunos asistentes ya que reclamaban que había gente que se estaba metiendo a las filas y eso era
injusto…, de repente parecía que esas discusiones llegarían a golpes, pero uno de los organizadores
del domo retomó el control y al final hubo orden.
97. Por fin cuando ya estabas adentro se podía disfrutar de una proyección corta de unos 10 a 15
minutos; los más emocionados y sorprendidos eran los niños; en una de las proyecciones se hablaba
de la vida de la mariposa monarca; y daba la impresión de que estabas en medio de muchas
mariposas y que podías tocarlas.
98. Los niños no escatimaban en aplaudir y demostrar la emoción que los embargaba en esos
momentos, algunos adultos también se dejaron llevar por la emoción y lo compartían con los más
pequeños.
99. Saliendo del domo buscamos la “estación del tren” con la intención de que Jonatán pudiera disfrutar
de esa actividad; pero al llegar Alfredo se desanimó y dijo:
– ¡No inventes! Ve que fila hay… mejor vamos a ver a los mimos…
100.
Efectivamente había bastante gente con niños pequeños esperando su turno…, así que dije:
– Bueno vallan a los mimos en un rato los alcanzo, un poco para no perder información de ese
lugar…, así que me forme como esperando también mi turno.
101.
– Lo que tiene uno que hacer por los hijos, comentó una señora joven con cara amigable; así
que de inmediato respondí:
– ¡Sí! ¿Qué edad tienen sus niños?
– 4 y 5 años, pero no quieren otra cosa más que el trenecito… y bueno como están chiquitos no los
puedo subir a otro tipo de juego; como también vienen los primos que están más grandecitos ya
también querían subirse al tobogán pero es peligroso, por eso mejor me los traje para acá…
–¿Ya había venido en años anteriores?, pregunté.
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– No, es nuestra primera vez, ya habíamos escuchado pero por una u otra cosa no veníamos; pero
esta bonito…, se ve seguro el ambiente…
102.
En seguida se interrumpió la plática por una petición de uno de sus pequeños, así que decidí
seguir escuchando los comentarios a mí alrededor.
103.
La disposición de los papás a cumplir la petición de los niños era evidente, probablemente
porque de alguna forma era festejo para ellos por el Día de Reyes, así que esperar largos ratos en
filas interminables para que sus pequeños disfrutaran un paseo en tren de 5 minutos haría la
diferencia entre un paseo común y “EL” día que mis papás me llevaron a la “Ciudad Mágica”…
104.
Pasado un rato, decidí ir hacia donde estaban Alfredo y Jonatán, me costó un poco de
trabajo encontrarlos ya que trate de llamarle al celular para que me indicara la ubicación exacta pero
con tanto ruido no lograba entender nada!!, así que trataba de estirar bien el cuello y voltear hacia
todos lados para encontrarlos rápido…, después de un rato por fin los encontré…, estaban muy
atentos viendo la presentación de unos mimos, al parecer estaba muy entretenida porque había
mucha gente alrededor.
105.
En cuanto me vio Alfredo me hizo espacio para que pudiera estar con ellos. La presentación
de los mimos fue muy divertida de repente hacían participar al público y con actos inesperados
hacían reír a los niños. De repente me dio ternura, ya que la historia hablaba de un mimo que no
tenía familia ni amigos y él pensaba que no existían personas bondadosas y después de mucho
buscar se encontró con un par de mimos, que se encargaron de demostrarle que existen muchas
personas buenas en las que se puede confiar; así que lo invitaron a cenar y pasar navidad con ellos,
muy agradecido y con lágrimas aceptó, al final les dio un gran regalo, ¡un abrazo!.
106.
Acto seguido; invito al público a que se dieran un fuerte abrazo. La gente sin dudarlo se
volteaba con su familia y se daban abrazos; se percibía un ambiente relajado, de buena onda.
107.
A un costado de nosotros se escuchó a una pequeña preguntando:
–Mami ¿por qué lloraba el mimo?, la mamá le explico: Porque pensaba que no había gente buena
en el mundo, pero se dio cuenta de que sí; en seguida abrazó a su niña y le dio un beso muy
efusivo. La carita de la niña era de felicidad y sugirió a su mamá ver nuevamente la obra de los
mimos.
108.
Cerca del escenario de los mimos había un pasillo largo con varios stands, que vendían
productos como: artesanía, zapatos, seguros, entre otros y servicios como: masajes corporales,
arreglo de uñas, corte de cabello, etc, pero la afluencia de gente era mínima, realmente las familias
estaban más interesadas en disfrutar todas las actividades gratuitas.
109.
Después de dar un recorrido por ese pasillo, Alfredo me recordó que teníamos que ir a el
hotel a realizar el pago, ya que ese mismo día en el transcurso de la tarde había hecho la
186
reservación en una de las opciones que vimos cuando dimos el recorrido con el turibus, así que
decimos que ese sería un buen momento, eran un poco pasados de las 5:30pm. Llegamos al auto,
Alfredo realizó una llamada al hotel para cerciorarse de que la dirección estuviera completa y
emprendimos camino, en menos de 10 minutos estábamos llegando, al Hotel.
110.
El maletero nos ayudó a bajar las cosas del auto y nos dirigió a la recepción, muy
amablemente se puso a nuestras órdenes y nos dijo su nombre.
111.
La señorita de la recepción se presentó y nos dio la bienvenida, confirmo la reservación que
habíamos hecho momentos antes por teléfono, preguntó que si requeríamos factura a lo que
contesté que sí, así que deje el RFC de la empresa y pague con TC Santander.
112.
La recepcionista tomó la tarjeta y la deslizó en la terminal, me pidió una firma en el Boucher
y nos proporcionó las llaves de la habitación. El maletero nos ayudó con las cosas y nos dirigió hasta
la habitación.
113.
Alfredo le dio $20 pesos de propina y le agradeció sus atenciones.
114.
La habitación estaba bastante iluminada con más o menos 40m2, a la entrada tenía un
closet con ganchos y plancha, en seguida estaba la puerta del baño que contaba con tina, papel de
baño, shampoo y jabón en barra para el cuerpo, la habitación contaba con una ventana de medio
cuerpo con doble cortina unas muy delgadas y otras muy gruesas y obscuras.
115.
Jonatán puso cara de alegría y sin dudarlo se acomodó en la cama, pensando que ya era
hora de descansar, Alfredo le hizo segunda y me voleo a ver y me dijo:
–Danos 5 minutos… ya que la idea era solo ir a dejar las cosas y regresar de inmediato.
116.
Así que en eso 5 minutos aproveche para cambiar de ropa a Jonatán y ponerle algo más
grueso ya que empezaba a bajar la temperatura y Alfredo acomodaba nuevamente la pañalera para
asegurarnos de que no se nos olvidara nada.
117.
Con pila recargada bajamos al Lobby del hotel y pedimos el auto; el botones en seguida nos
atendió y en menos de 5 minutos estaba el auto afuera del hotel. Alfredo se dispuso a manejar y
nuevamente en menos de 10 minutos llegamos a la Ciudad Mágica, solo que en esta ocasión
encontrar un lugar para estacionarnos nos llevó más tiempo; “estaba repleto”, después de dar unas
vueltas encontramos a un vine, viene, que nos ofreció un lugar y nos cobró por adelantado $15
pesos, sin más opciones ahí dejamos el auto.
118.
Cuando nuevamente llegábamos a Ciudad Mágica, más o menos a las 6:00pm, se veía todo
muy diferente, había luces de colores por todos lados, figuras navideñas que brillaban y visualmente
daba la impresión de que llegabas a una ¡gran fiesta de Navidad!, muy diferente que en la tarde, ya
que parecía que llegabas a un parque de diversiones.
187
119.
Jonatán estaba muy emocionado señalando las luces y quería tocarlas, así que Alfredo se
encargó de acercarlo al árbol de navidad y con mucho cuidado dejó que tocara una luz, (un poco
para que se le quitara la curiosidad); no nos habíamos percatado que a la entrada del lado derecho
había mucha gente formada para hacer algunas actividades, así que decidimos formarnos para saber
de qué se trataba. Una vez en la fila pregunté qué tipo de actividad era y una señora contestó:
– “Creo que juegas lotería o algo así y te dan un pase para que te tomes una foto gratis”.
120.
Cuando llegamos a los primeros lugares de la fila, una de las señoritas encargadas de esa
actividad nos pidió que pasáramos a la palapa y tomáramos asiento, nos proporcionó una hoja que
como título tenía “Carta de los buenos deseos”, como nosotros había otras familias sentadas en
grupitos y a todos les proporcionó esta hoja, cuando se aseguró de que todos teníamos el mismo
material comentó:
– “Normalmente en estas fechas reflexionamos sobre muchas cosas y damos gracias por estar en
familia y hacemos festejos en familia, en “Ciudad Mágica” queremos que la unidad entre nuestras
familias Poblanas no se pierda y que se conserven nuestras raíces y transmitirlas a nuestros hijos;
en este momento les invitamos a hacer una reflexión en familia y que escriban cuales son los buenos
deseos para este año, pero no en forma individual, sino en familia, platíquenlo y escríbanlo. Esta
será la carta en familia para los Reyes Magos”121.
De repente todos se volteaban a ver entre sí, como diciendo: ¿es en serio? Después de ver
que no había otra cosa que hacer, las familias en automático se reunían en círculo y se podía
escuchar:
122.
Papá – Haber empecemos por el más pequeño, ¿este año te vas a portar bien?
123.
Hijo – Porque primero yo, mejor mi hermana…, la niña en seguida contesto: no, no, yo no
tengo la culpa de que seas el más chico, a lo que contestó el niño: Bueno…, si me portaré bien, más
resignado que convencido…
124.
Mamá – Era la encargada de escribirlo y decía: también le voy a poner que vas a hacer las
tareas…
125.
Hijo – Bueno… así también paso con la niña que, contestó sin problema: me portaré bien y
usaré menos el teléfono, al parecer era un tema que venía tratando desde hace tiempo.
126.
Cuando llegó el turno del papá, en seguida replicó la mamá:
– Que pase más tiempo con sus hijos…,
– ¡Órale pon eso, vas a ver que si lo voy a cumplir! el papá soltó una carcajada y dijo
127.
Los niños diciendo a mamá:
188
– Ahora va tu turno…, la mamá dijo pues no sé ustedes digan…, como un poco chiveada…
128.
Papá, contestó, que ya no nos regañe tanto, seguido de una sonrisa, a lo que contestó
mamá: ¡pues hagan lo que les corresponde y ya!, después de ese comentario todos pusieron sus
firmas en la carta, se pararon de la mesa y se dirigieron a la organizadora, quién les comento:
– “Espero que este momento de reflexión haya sido agradable y ponía un sello en la mano de cada
uno de ellos, diciendo con este sello pueden pasar al Set de Fotografía, la carta se la quedan
ustedes” ¡que sigan disfrutando Ciudad Mágica!
129.
Se podía ver que en algunos casos ésta actividad no era tan fácil y se quedaban pensando
largos ratos, sin lugar a dudas si fue un momento de reflexión; de una u otra forma por lo menos
una cosa tenía que quedar plasmada en la carta. Nosotros disfrutamos este momento, fue solo como
poner algunas de las cosas que ya estaban platicadas en casa, nos paramos de la mesa y de igual
forma nos pusieron un sello en la mano y nos invitaron a pasar por nuestra foto.
130.
Así que nos dirigimos directamente al Set de Fotografías, al llegar como en todas las
actividades había una larga fila que esperaba su turno; pero ese tiempo era utilizado para darse una
manita de gato, arreglándose la ropa, acomodándose el cabello, limpiando la carita de los niños, que
después de todo un día de juego estaban algo sucias de tierra…
131.
Se podía ver la cara de familias disfrutando el momento, cuando pasaban al Set, hacían
poses divertidas y otros tantos medio chiveados solo se ponían como soldaditos, súper derechos y
rígidos, jajaja.
132.
Me dio mucha ternura ver una pequeña familia enfrente de nosotros, papá, mamá, hija e
hijo más o menos de la edad de Jonatán -1 año-, muy humildes, después de obtener su foto la
agarraron como el gran trofeo del día.
133.
Escuchamos a lo lejos que llamaban a toda la gente al “Escenario Mágico”, estaba por
empezar una obra de teatro llamada “Pavo de Navidad”; caminamos hacia el escenario rápido con el
propósito de alcanzar lugar para sentarnos, “después de caminar por toda la “Ciudad Mágica” ya
estábamos bastante cansados; pero cuando llegamos solo quedaban unos cuantos lugares
desocupados, así que decidimos que Alfredo se sentara para cargar a Jonatán que estaba en la hora
de la merienda y así el pudiera sacar la fruta de la pañalera y dársela.
134.
Jonatán ya estaba casi con el ojo cerrado; para él había sido un día con muchas emociones y
muchos estímulos por todos lados. Así que terminó de comer la fruta y se quedó profundamente
dormido en los brazos de su papi. Alfredo me volteo a ver y preguntó:
– ¿nos vamos a quedar hasta que termine?, como esperando una respuesta diferente a la que le
di…, así que le conteste “Si”, es importante terminar bien mi investigación.
135.
Creo que lo entendió, así que se acomodó en el asiento y tapó bien a Jonatán; digo, no
189
éramos los únicos, había más niños que terminaban cansados en los brazos de sus papás, unos
durmiendo y otros tan solo aprovechando los brazos de sus papis como asiento, eso sí…, con los
ojos bien abiertos y expectantes de la próxima obra de teatro.
136.
En seguida salió a escena una mujer más o menos de 40 años, sin embargo tenía una pila
de una chica de 15 años!!!, se presentó como Adriana de Tete jazz children, una institución dedicada
a identificar los talentos de los niños y encausarlos.
137.
– ¡Todos de pie!, dijo en un grito, “vamos a desentumirnos y a hacer llegar la energía a
nuestros cuerpos”
138.
De repente la mayoría se puso de pie y empezó a hacer los ejercicios que indicaba la
animadora, entre ellos era abrazar a papá, abrazar a mamá, a los hermanitos, etc., pero en ningún
momento pidió que abrazáramos a los vecinos, ¡eso sí que hubiera sido bastante incómodo!
139.
Una vez que todo mundo estaba bien estirado y con una sonrisa en la cara, la animadora
empezó a tocar diferentes instrumentos musicales haciendo referencia a canciones de niños de hace
tiempo, pero que todo mundo recuerda o al menos las ha escuchado una vez en su vida…, como los
tres cochinitos, la muñeca fea, entre otras…
140.
Se podía escuchar:
– ¡Papá esas son canciones de tu tiempo!
– ¡Sí, me acuerdo, pero esas también se las cantaba cuando estaban más pequeños!, el papá
contestó
141.
La animadora había logrado un ambiente de relajación, se escuchaban risas por todos lados
y se unían más familias a las actividades que se realizaban. En seguida la animadora organizó varios
concursos, primero llamando a papás, después a mamás y por último a niños, se escuchaban porras
apoyando a sus familiares:
– ¡Tú puedes papi, tú puedes!, ¡Mami tu sabes bailar muy bien!, etc.
142.
Seguido de los concursos se repartieron regalos, entre paquetes con refrescos de la marca
Jarritos, Bimbo (algunos de los patrocinadores del evento), gorras y camisetas con el logo de
“Ciudad Mágica” y para los segundos y terceros lugares botas de dulces; ciertamente los regalos no
eran muy llamativos pero definitivamente la emoción de haber ganado era mayor que cualquier
obsequio.
143.
Antes de finalizar la animadora, puso música bastante navideña y comento:
– Es bonito poder compartir estas fechas con la gente que más apreciamos, ¡nuestra familia!, ¡si
hoy tienes la oportunidad de contar con ella, valórala, ríe, canta, juega, enseña a los más
190
pequeños!, transmite buenos valores, has que se preserven las raíces, cultiva la emoción junto con
los tuyos de los Reyes Magos, ¡prepárense porque en unos momentos más podremos verlos!.
144.
En ese momento se escuchó el grito de emoción de los niños
–¡Haaaaaa!, y ya estaban más que listos con globo en mano y la cartita colgando al final del cordón
que iba amarrado al globo…
145.
La animadora se despidió y dio la bienvenida a un grupo de porristas que tenían preparadas
varias tablas gimnásticas.
146.
En seguida el grupo de porristas se acomodaron en su lugar y con toda la energía del mundo
iniciaron su rutina; los niños gritaban:
– ¡Parece que se van a caer! ¿Ya viste como hacen la pirámide humana?
– ¡Yo quiero ser porrista!; seguramente ese toque de adrenalina que inyecto el equipo prendió a
chicos y grandes. Otras niñas más emocionadas decían
– Después de 15 minutos de rutina, se despidieron con la frase: “Ciudad Mágica, dónde la Navidad
cobra vida”, no habían terminado de decir la frase cuando un montón de niñitos gritó la frase
con ellos.
147.
Probablemente el escucharla casi en todos lados, había provocado que también se la
aprendieran como mantra…jajaja
148.
En esos 5 minutos de cambio de micrófono, Alfredo me dijo: Oye.. ¿no venderán un cafecito
por allá?, él no podía parase de la silla porque Jonatán seguía dormidito, así que le dije:
–Yo voy a ver; si encuentro algo.. ¿Qué quieres?
149.
– Pues… un chocolate caliente y una donita…, de inmediato pasó por mi mente los Bísquet
Obregón, así que me dirigí a la zona de comida y efectivamente ahí encontré café latte para mí y
chocolate caliente para Alfredo, unas deliciosas donas rellenas de chocolate que no tenían nombre….
¡Mmmmm, me acuerdo y se me antojan!
150.
En total por todo fueron $65 pesos, pague en efectivo y me regresaron 4 pesos cambio, me
dirigía hacia donde estaba Alfredo y le ayudé a darle poco a poco la dona y el café, ya que tenía las
dos manos ocupadas, cargando a Jonatán…
151.
Después de un rato retomo el micrófono una de las organizadoras comentando que en
seguida se presentaría la obra de teatro “Pavo de Navidad”, en seguida hicieron acto de presencia
los actores…, todos nos quedamos sorprendidos cuando la Familia de Ciudad Mágica -las botargas-,
¡eran los actores!
191
152.
Definitivamente eso atrapó la atención de los pequeños… y bueno también de los grandes…
153.
La obra tuvo un mensaje muy bonito, seguía sensibilizando a las familias ahí expectantes; se
habló de la unidad familiar, que las decisiones de uno afecta a todos y que la mentira no deja cosas
buenas. Que el nacimiento del niño Jesús se celebra en familia y es un momento de reflexión para
recapacitar en aquellas cosas que no hemos hecho bien y que siempre habrá una segunda
oportunidad.
154.
Que la confianza que los hijos tienen hacia los padres debe ser ganada por los padres,
educando con el ejemplo y no haciendo cosas que contradigan las indicaciones y que el festejo de
los Reyes Magos, es para recordar que el niño Jesús nació en estas fechas.
155.
No hubo distractores en todo el tiempo que duró la obra -25 minutos-, las familias en
general estaban muy atentas y se escuchaba:
– ¿Ya viste?, la mentira no deja nada bueno
– ¡Por eso debes obedecer!
– Esa es la explicación de los Reyes Magos… ¿ya escuchaste?, entre otros tantos comentarios…
156.
Al finalizar la obra, la familia de Ciudad Mágica salió al escenario y agradeció la asistencia de
todas las familias, en seguida retomó el micrófono una de las organizadoras y preguntó a los niños:
¿Están listos para ver a los Reyes Magos?
– Se escuchaban gritos de emoción diciendo: ¡Sí!
157.
En ese momento empezó la lluvia de nieve y en cuestión de minutos toda la explanada
estaba llena de nieve artificial. La carita de los niños era de emoción, brincaban, gritaban, volteaban
a todas partes para localizar por donde saldrían los Reyes Magos, y de repente… ¡empezó la
caravana con los Reyes Magos!
158.
Y los niños que no habían soltado el globo con su cartita aprovecharon ese momento para
hacerlo, los papás con cara de emoción les tomaban fotos tras fotos; unas en medio de la nieve,
otras soltando el globo, otras que tenían como fondo ¡La caravana de los Reyes!
159.
Salieron las porristas acompañando a la caravana, quienes iban haciendo rutinas de
ejercicio, duendes caminando por todos lados, invitando a la gente a participar en la caravana; en
ese momento toda la gente reía, no había distinciones de edades, sexo, etc., ¡todos participaban
como si se conocieran de mucho tiempo!
160.
Fue un momento mágico para los niños, seguramente en esa noche no podrían dormir por la
gran emoción de recibir los regalos que les traerían “los Reyes Magos”.
161.
En el fondo se escuchaba una voz que agradecía a las familias Poblanas por asistir y por
192
dejarles compartir ese momento con ellos; comentaba:
162.
– “¡Este es un evento que se ha hecho año tras año y lo seguiremos haciendo, con el
propósito de unir a nuestras familias Poblanas, hemos recibido a familias completas de 40 personas,
hemos recibido a más de 300 mil personas en estos 21 días de evento y vamos por más!”
163.
– “Mañana los esperamos en nuestra entrega de regalos; recuerden muy bien que esto es
solo para familias que de veras no tienen recursos para regalarle a sus niños un juguete; si tu papá
o mamá sabes que tus niños si tienen las posibilidades no vengan, mejor los invitamos a la partida
de rosca, les agradecemos su comprensión”.
164.
Con estas palabras clausuraron los eventos del día 05 de enero; Alfredo ya estaba
puestísimo para emprender nuestro camino hacia el hotel; llegamos al carro y en menos de 10
minutos ya estábamos en el hotel.
165.
Alfredo un poco cansado me comentó:
– ¡Qué padre evento!, estaría bien para venir con toda la familia, yo me imaginé otra cosa como
parque de diversiones y ya, pero… si valdría la pena repetir…, tiene muchos mensajes que te hacen
reflexionar…
166.
A mí Yuriria me agradó mucho que en todo momento hablaban de la unión familiar, de las
tradiciones, las raíces, de qué transmitir a las nuevas generaciones; creo que fue una muy buena
organización y consistentes en transmitir el mensaje…, al final del día creo que superaron mis
expectativas, ni siquiera parecía un evento gratuito organizado por alguna entidad de gobierno. Yo
seguía cantando villancicos hasta antes de ir a la cama, jajajaja.
167.
Alfredo y Jonatán terminaron muuuuuy cansados; al otro día teníamos que salir muy
temprano para no perder detalle en la entrega de regalos y la partida de rosca…
168.
Sábado 06 de enero. ¡A comer rosca!
169.
Muy temprano a las 7:00am, empezamos a arreglarnos y recoger las cosas para que las
8:00am estuviéramos haciendo la salida del hotel. Llegamos a recepción y entregamos llaves y a
nosotros nos proporcionaron la factura que estaba pendiente.
170.
Nos subimos al auto y Alfredo manejó hacia Ciudad Mágica, llegamos muy rápido y
encontramos un buen lugar para estacionarnos.
171.
Cuando llegamos a las 8:30am nos dimos cuenta que ya había mucha gente formada con sus
pequeños para recoger los juguetes que ese día regalarían, nuevamente Alfredo se quedó con
Jonatán para darle el desayuno mientras yo me formaba en la fila.
172.
Después de un rato Alfredo y el bebé llegaron con un desayuno rápido para mí…, un jugo de
193
naranja y un sándwich, me comentó que lo había comprado en una lonchería que estaba muy cerca
de ahí en total gasto $50 pesos.
173.
Me atreví a preguntarle a una señora que era de las primeras en ocupar la fila; ¿Señora,
desde que hora llegó? Y me respondió: -“Estamos desde ayer apartando lugar, mi esposo se quedó
a dormir y ya nosotros llegamos hoy en la mañana para quedarnos y él ya se regresó a la casa; si
no, hubiéramos estado hasta los últimos lugares de la fila, y luego ya ni alcanzamos nada!!”
174.
no…”
“Y es que es mejor así, si no, imagínese comprar juguetes para tantos chamacos, no, no,
175.
Iba con varios niños, entre hijos y sobrinos eran más o menos 10 personitas; (se veían de
escasos recursos), en la carita de cada uno de ellos había una sonrisa y se decían entre ellos:
–Yo voy a pedir que me den un carro a control remoto…, y así cada uno de ellos fantaseando un
poco sobre lo que recibirían de regalo y haciendo planes para jugar en cuanto los recibieran.
176.
Me sentí bien, como… feliz, al saber que hay asociaciones civiles que se preocupan por la
niñez de escasos recursos y que de alguna forma hacen éste tipo de eventos que forman parte de la
historia de cada uno de estos pequeños.
177.
A pesar de que ya había una enooorme fila alrededor de la Ciudad Mágica, seguían llegando
más y más niños, muchos aun con el almohadazo y con cara de preocupación al ver tanta gente que
ya tenía mucho rato esperando. Así que como era de esperase les tocaba muy, pero muy alejado de
la entrada a la Ciudad Mágica.
178.
Por fin después de un par de horas, los organizadores, abrieron las puertas de la Ciudad
Mágica, dieron instrucciones muy claras:
– “No podrán entrar papás, si no vienen sus hijos de la mano de ustedes”; “Se les pondrá una
marca en la mano para control interno, y saber que ya recibieron su obsequio”; “Hay una persona
que está repartiendo un boleto, quienes no tengan ese boleto no podrán ingresar”.
179.
La gente al escuchar tantas reglas, empezaba a alborotarse, preguntando a gritos: - “¿Cómo
es la persona que nos tiene que dar el boleto?”, “¡¡ya tenemos mucho tiempo aquí formados y no
hemos visto a nadie entregando nada!!”, decían un poco molestos.
180.
De inmediato les dieron respuesta a todas sus preguntas y así empezaron a ingresar niños y
papás a la Ciudad para recoger sus juguetes.
181.
Decidí caminar hacia la puerta de salida para ver a los niños que ya tenían sus juguetes en
mano; la cara de Felicidad podía verse a muchos metros de distancia, salían agarrando el juguete
como un gran trofeo, entre pelotas, carritos, bicicletas, muñecas, pistas de carros, etc., etc., se
empezó a llenar la explanada de salida; por supuesto los niños no se esperaron a llegar a casa para
194
desempacar los juguetes; en ese mismo lugar empezaron a jugar, compartiendo con otros niños que
no conocían pero que los unía una misma emoción ¡los Reyes habían llegado!
182.
No todo era felicidad, algunos niños que no tuvieron tanta suerte no alcanzaron juguetes, y
se iban de la mano de mamá con lágrimas en los ojos…
183.
Cuando se terminó la entrega de juguetes, los organizadores indicaron al público en general
que hicieran una fila para pasar por un cachito de rosca; así que de inmediato una enorme fila se
dejó ver al alrededor de la Ciudad Mágica.
184.
Era ya medio día, el calor estaba a todo lo que da…, pero eso no fue motivo para que
alguien abandonara su lugar para recibir un cacho de rosca; nuevamente se escuchaba vocecitas de
niños diciendo: - Mami ¿me cargas?, ya me canse… ¿Me compras algo?, ¡tengo sed! Entre otras
cosas.
185.
En cuanto abrieron las puertas de Ciudad Mágica, la fila empezó a avanzar, los
organizadores dijeron unas palabras; recuerdo que mencionaron algo así:
– “¡Queremos que también ustedes adultos disfruten el día de Reyes comiéndose un cachito de
rosca, mientras nuestros chiquitos disfrutan sus juguetes, nos dio gusto contar con su presencia, nos
vemos el próximo año!”
186.
A lo lejos se podía ver una enorme rosca que rodeaba la explanada de la Ciudad, sirviendo
habían personas vestidas de panaderos con guantes y muy preparados para repartir las rebanadas.
187.
Al acercarnos más a la mesa en dónde estaba la rosca se podía ver que estaba adornada con
muchos frutos secos con azúcar de diversos colores; los niños iban saboreando aun sin llegar a
tener el pedazo de rosca en sus manos, y en cuanto la recibían lo primero que hacían era darle una
gran mordida y exclamaban:
– ¡Mmmmm, que rico!, ¿Si me lo acabo rápido puedo pedir más?
– Mamá contestaba, No, primero comete lo que tienes.
188.
Cuando probé la rosca estaba rica, pero con tanto calor necesitaba algo con que pasarme
tanto pan, ¡ya que las rebanadas eran considerablemente grandes!, para un niño era una porción
muy suficiente, pero en unos minutos muchos de ellos se la acababan sin dejar rastro de ella…
189.
A la salida de la Ciudad Mágica, aún se podía ver a familias en círculos, haciendo planes para
el resto de la tarde, ya que los festejos seguirían en la Ciudad a partir de las 2:00pm y por la noche
sería la gran clausura.
190.
Yo me quedé con muchas ganas de vivir la clausura de la Ciudad, ya que los antecedentes
que tenia de un día anterior me habían dejado picada, jajaja, aunque era un poco difícil ya que al
195
otro día temprano mi esposo y yo regresábamos al trabajo.
191.
Era ya la una de la tarde cuando decidimos regresar a casa, nos subimos al auto y antes de
salir de la ciudad de Puebla pasamos a la gasolinera “La Poblanita” a cargar el tanque con $300
pesos de gasolina, Alfredo pagó con efectivo y después de unos 5 minutos nos proporcionaron la
factura.
192.
Alfredo se dispuso a manejar en carretera y después de un largo camino, a las 3:00pm,
llegamos a la casa de mis papás quienes nos esperaban para comer.
11 al 13 de enero 2013
Ricardo Medina Covarrubias
Michoacán, zona purépecha, Turismo étnico
15 informantes clave
1. Inicios de enero: preparativos
2. Michoacán es uno de mis estados favoritos para turistear. He ido desde que estaba chamaco, a
acampar en el bosque con mis amigos de la prepa. Conozco Morelia, Uruapan, San Juan
Parangaricutiro, el Paricutín, Zirahuén y varios de los pueblitos de la zona. Ahora quiero estar de
lleno junto al lago de Pátzcuaro, así que me meto a Booking.com y busco sin éxito hoteles la isla
Yunuén, para después moverme a Pátzcuaro, quiero estar en el centro de la acción, caminando a la
plaza central y sentir ambiente de mercadito. El portal de internet recomienda un hotel en una de
las plazas del pueblo, a un precio verdaderamente bajo. Ya está, reservo y me voy a escapar el fin
de semana para allá.
3. Después converso con una amistad que tiene un pequeño negocio de operación ecoturística.
Conversamos sobre Yunuén y me comenta que en algún momento le solicitaron hacer un tour a la
isla, para una escuela y que los niños aprendieran sobre la gente local. No tuvieron éxito: me
comenta que el acceso a agua potable en la isla es dudoso, la gente encargada de atender las
cabañas estaba borracha el día del scouting, no había buenos servicios médicos y el traslado no es
sencillo. Estaban en la evaluación cuando hubo una balacera en Michoacán y su cliente prefirió un
destino más seguro y cercano a la ciudad de México. Qué lástima por ellos caray. Eso no me
desanima, pero sí estaré alerta.
4. Viernes 11: Llegada relámpago
196
5. Salgo a las 6:00 de la tarde de México. Estoy, como de costumbre, preocupado por el tráfico. Me
cansa hacer dos horas nomás para salir de la ciudad. Afortunadamente tengo suerte y la cosa fluye
muy bien. El atardecer me toca en Santa Fe y los edificios a contraluz hacen un paisaje muy bonito.
Empezamos bien, pienso mientras me enfilo a la carretera de cuota.
6. La autopista que conecta las ciudades de México y Toluca está como siempre bien cuidada y
señalizada. Creo que me estoy acostumbrando a la tarjetita Iave de la camioneta, porque no me
hace gracia tener que pagar con cambio la caseta, pues aquí no aceptan ese sistema de pago, jaja.
7. Cargo gasolina en Toluca, los baños públicos están cada vez mejor al punto que ahora es un servicio
concesionado que cuesta tres pesos. La señorita que atiende es muy amable y agradece mis buenos
comentarios. Compro un café y una botana en el “Oxxo” y le sigo.
8. Tomo el libramiento que pasa por Atlacomulco, la famosa vía corta que conecta con Guadalajara. La
autopista está fenomenal y ya es de noche. Voy a 130 Km/h y parezco la abuelita del pueblo, todos
me van pasando a 140, 160 o más. Así que trato de hacer caravana con una pickup que me rebasa,
para guiarme por sus luces en las curvas y mantener el paso de los demás. Lo logro por un rato,
pero gradualmente se va separando hasta que no la veo más. Lo mismo sucede una o dos veces
más. Me pregunto si van tan rápido porque temen por su seguridad.
9. A las 9:30 estoy entrando a Morelia, el ambiente deja de ser carretera y poco a poco se va volviendo
urbano. Busco señalamientos a Pátzcuaro y son irregulares en el mejor de los casos. Tenemos esta
inútil tradición en México de asumir que la gente sabe qué libramiento tomar, cual vuelta está
prohibida y cómo se llama la cadena de micro poblados que se intercala entre ciudades.
10. Así que me pierdo y recurro a la ayuda de un operador de gasolinera. Esto implica riesgo, pues hay
zonas donde la gente no te sabe explicar, te explica distancias medidas en minutos o de plano te
desorienta, gastándote bromas que solo a ellos les hacen gracias. Pero ni modo, ahí voy:
11. Perdone joven, ¿Para Pátzcuaro?
12. Mhh. Ya se pasó. Regrese por donde venía y en el libramiento le da vuelta a la derecha, se sigue por
todo el boulevard y va a ver los señalamientos. No hay pierde.
-Justo lo que me temía: “no hay pierde”. Esperemos que así sea.
13. El operador de la gasolinera me explicó a la perfección. No hubo pierde y llego a Pátzcuaro cerca de
las 10:30 de la noche. Tengo un mapita en el Ipad que fotografié antes de salir, así que llego a la
plaza Vasco de Quiroga sin problemas. Al preguntar por el hotel Rincón del Refugio, me indican que
es en la plaza de junto.
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14. El hotelito tiene una fachada poco atractiva de pared blanca y letras negras con rojas, igual que
todos los establecimientos del pueblo. La señalización está regulada e incluso “Oxxo” y Bancomer
cumplen con la norma. El botones del hotel quita la cadena que tienen frente a la entrada para que
deje mi camioneta. Es muy amable y el chavo de la recepción también. Ya quiero empezar, pero
ahora tengo más cansancio que curiosidad, así que me registro en la habitación y me dirijo
inmediatamente para allá.
15. En la penumbra descubro que el hotel tiene un toque colonial y cada habitación es temática. La mía
es la número 6 y está dedicada a la Inmaculada Concepción. Hay un cuadro de ella junto a la
entrada y dos más, dedicados también a la virgen en el interior de la habitación. También hay otra
pintura antigua que muestra a los siete arcángeles. Los muebles son de madera pintada y herrería,
aparentemente de elaboración local. Hay mucho más en este hotelito que lo que muestra su
fachada, pienso antes de quedarme dormido.
16. Sábado 12: entre el espíritu de progreso y la ansiedad
17. Salgo cerca de las 8:00 AM a ver la plaza. Es sábado de mercado y ya está bulliciosa. Rodeando a
los puestos ambulantes de vegetales, cestas y comida, hay primero un cinturón de puestos semi
estacionados que venden ropa, juguetes y baratijas y luego locales propiamente establecidos de
farmacias, bancos y tiendas de conveniencia. Espaciados apropiadamente en uno de los andadores
de la plaza hay una hilera de esmerados boleros que atienden a su clientela a trapazo y cepillada,
mientras éstos fuman y leen el periódico con calma.
18. Desayuno en el restaurantito del hotel un plato de fruta, corundas con crema y café. Muy bien
sazonado y muy barato.
19. Pero eso no es lo mejor: un dúo de guitarras canta muy bonito en purépecha. Cuando uno de ellos
se acerca a pedir la colaboración, le ofrezco un billete de 50 con la petición de que cante un poco
más. Así que con gusto se esmera y nos canta “Male Leticia y Frijoles Negros”, dos canciones típicas
de la zona, explicándonos a todos que una es una canción de amor y otra de una madre que lleva a
su hijito a la escuela después de darle de comer.
20. El mesero, Leonel, es un buenazo atendiendo a la gente. Me explica sobre los alrededores, que en
Ucasanástacua hay una vista muy bonita del lago y de las cuatro islas, que en Yunuén no hay
mucho que hacer, porque la gente allí nomás está trabajando y que está mejor ir a Janitzio.
-Ve el domingo, hay más cosas para mirar.
21. Dice, mientras me sirve un poco más de café.
22. – Muchas gracias, Contesto agradecido por el buen servicio y por los tips.
198
23. Cerca de las 10:00 estoy en la plaza, comienzo a recorrer los puestos en la calle y disfruto la
marejada de olores y contrastes. Aunque hay ordenamiento en imagen, el comercio en la vía pública
hace lo que le da la gana: invade la vialidad, se superpone y alborota. Hay puestos de frutas,
verduras, charales, utensilios de madera, cestos, ropa y otros muchos artículos de uso cotidiano.
24. Me meto a la parte formalizada del mercado para encontrarme con una capa adicional de aparente
tranquilidad, inmediatamente aparece un vendedor de mediana edad con una gran sonrisa a
ofrecerme unas sandalias de cuero tejido. Me hace un poco de plática sin empalagar y eso,
combinado con su actitud hace que me caiga el veinte. Se está persinando conmigo. Pregunto a
cómo son los “huarachitos”.
25. A doscientos sesenta patrón, pero se los dejo a doscientos veinte.
-Me dice inmediatamente. Definitivamente soy su primer cliente, así que no le voy a regatear.
26. – ¿Tiene del ocho y medio?, Pregunto y mi interés le provoca una sonrisa todavía más grande. Ya
sabe que sí le quiero comprar.
27. – ¡Mija, unos del ocho y medio para el señor! Mientras me quito las botas, sentado en un huacal,
involucra a su hija en la venta, desenvuelve dos pares de sus bolsas de plástico y me los muestra.
28. Uno de ellos me sienta bien, así que cerramos la transacción. Le pago y al final me da la mano,
presentándose:
29. – Marcelino, para lo que se le ofrezca patrón.
30. – Muchas gracias don Marcelino. Tiene muy buen producto y me atendió muy bien. Pienso en lo
barato y competitivo su producto. Unas chanclas de polímero hechas en serie cuestan el doble en
una zapatería.
31. Sigo caminando por la plaza y por el pueblo. Por doce pesos se me pega una espátula de palo, que
es ideal para hacer huevos revueltos sin dañar el teflón del sartén, además de que no se derrite con
el uso y se puede limpiar perfectamente con un cuchillo cuando sea necesario. También compro cien
gramos de charales secos, para botanear proteínas en vez de carbohidratos, jaja.
32. Con tanto que hacer, paso rápidamente a una pequeña agencia de viajes. Tal vez ellos puedan
recomendarme un buen guía, y aunque no soy especialmente partidario de las experiencias
fabricadas, no pierdo nada al preguntar. La señorita de la agencia me recomienda al Prof. Jorge
Guzmán, quien por teléfono me ofrece un servicio privado en mil seiscientos pesos. Se me hace
demasiado y lo rechazo amablemente, diciendo que lo voy a pensar.
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33. Cerca de medio día, regreso del mercado al hotel a dejar mis pequeños trofeos y me dirijo ahora
hacia el sur, donde está la plaza principal. El espacio, dedicado a fray Vasco de Quiroga,
desarrollador económico y evangelizador de la zona, es un rectángulo arbolado de 150 metros de
largo por 80 de ancho. En el centro hay jardines, una fuente y una estatua del monje que funciona
también como percha para palomas. Hay familias, parejas y grupos de jóvenes conviviendo,
chateando en el celular y jugando con sus mascotas. Para mí agrado, no está atiborrado de
ambulantes ni maltratado. A tres cuadras de distancia, el orden sí es posible y lo disfruto mucho
más.
34. En el costado poniente de la plaza está la oficina de turismo. Es un localito de cuatro metros de
frente por 10 de fondo, lleno de folletos, posters y mapas. La encargada me habla de los atractivos
locales y a mi pregunta por el guía, me habla de unas visitas guiadas que cuestan $550 pesos por
persona, con transporte y alimentos incluidos. Eso suena bien. A mi interés, le llama al guía para
preguntarle si tiene disponibilidad.
35. Es el Prof. Guzmán. Se lo paso para que se pongan de acuerdo.
36. Es el mismo individuo de hace rato. Solo que ahora la tarifa es casi un tercio de lo que quería
originalmente el señor. Además parece que sabe y también que es la única referencia viable.
37. A ver don Jorge, habló conmigo hace rato. Le comento: quiero conocer la zona, hablar con la gente.
Pero no quiero un tour acelerado ni maquillado, quiero ver las cosas como son. ¿Puede?
38. Mire, realmente no hago muchos tour como esos, pues los recorridos ya están fijos, pero lo
podemos manejar.
39. Al final acordamos que serán mil cien pesos, por un día completo de recorrido por la zona y que nos
veremos al día siguiente a las 9:00 AM en la puerta del hotel. Se me hace caro, pero don Jorge
parece ser referencia obligada.
40. Es casi la una de la tarde y sigo recorriendo la plaza. Observo a una muy agradable anciana que se
entretiene deshilando un mantel al frente de su puesto ambulante de textiles y maderas talladas en
uno de los arcos de la plaza. Es de los pocos ambulantes del espacio, así que gana mi interés. Me
acerco y se presenta como Enedina, me cuenta que tiene 15 hijos y varios premios de artesanía
nacional, en tallado de madera. Me presume uno de ellos, enmicado y dañado, mientras me muestra
sus angelitos músicos tallados en madera.
200
41. Las figurillas tienen una agradable combinación de arte rústico, sacro y sentido del humor. Están
muy bonitos pero no son apropiados en lo absoluto para mi casa. Comienzo amablemente a declinar
pero ella insiste con demasiado ahínco para ser una vendedora de plaza. Se está “persinando”
conmigo también. Me ofrece un rebozo y un mantel para cambiar de artículo cuando ve mi sonrisa
de “no muchas gracias”. Rehuyó pero me hace plática, conversamos y me presume a uno de sus
hijos, que también salió tallador. Su hijo talla máscaras y santos, tiene un San Pascual y también un
San Antonio, así como máscaras enormes de bichos horrorosos, dice.
42. – Ándale. Llévate aunque sea uno de los santitos.
43. Accedo a llevarme al santo patrono de chefs y cocineras. Es una figurilla de 25 cms. de alto
hermosamente tallada en madera. A cambio, le pido a doña Enedina que se tome unas fotos
conmigo, para que conste que le compré a la campeona nacional. Ella ríe y acepta.
44. – Solo porque me caíste bien, dice, mientras posa conmigo con las figurillas en la mano.
45. Estamos en un sábado soleadito, en la plaza principal de Pátzcuaro y está prácticamente sin turistas.
Parece que soy el único loco que está dispuesto a comprar. Las tiendas están vacías y los
comerciantes me miran con anhelo. La artesanía local es maque perfilado en oro en baulitos, platos,
charolas y otros artículos cotidianos. También hay máscaras de madera tallada, milagritos de
hojalata, textiles deshilados, pinturas con motivos religiosos, azulejos, figurillas de calaveras
catrinas, joyería y hasta macetas biodegradables, tejidas con fibra de coco. Me parte el alma ver
tanto talento esperando a ser aprovechado, estacionado en locales abarrotados de preciosidades
que a nadie llegan por falta de una adecuada distribución.
46. “Esta pugna entre el gobierno federal y el estatal tiene a la población de Michoacán como rehén”,
Comenta uno de los locatarios cuando le pregunto por qué tan poca gente.
-En mi puesto, éramos un grupo de 21 artesanos y quedamos solo cuatro. Los demás han emigrado
a Estados Unidos o se dedican a otras cosas. Los turistas ya no pasan por el estado, porque nos
hicieron fama de que todo era inseguro y que los iban a asaltar. Estamos esperanzados que ahora
con el nuevo gobierno las cosas cambien para mejorar.
47. Me sorprende la fluidez y claridad con que se expresa. Es una persona educada y dedicada a lo
suyo, haciendo esfuerzo por sostenerse. Me pregunto cuántos actores más de la economía local
habrán cerrado por la inseguridad, ya sea real o imaginaria. Me indigno también por la sed
amarillista de algunos medios de comunicación, donde importa más la transmisión de la verdad, no
se diga el bien común.
201
48. Para las 3:00 PM dos comerciantes más han persinado conmigo con compras simples. Uno de ellos
es un maestro tallador que maneja las gurbias como si fueran extensiones de sus propios dedos. Le
encargo un baulito a un precio irrisorio, puesto por él mismo. No regateo un ápice ni tengo tampoco
corazón para rechazar. Ahora voy recolectando tarjetas y nombres, a ver si en México algún
comerciante quiere montar una red y acercarle los productos a quien puede comprar. Algo tengo
que hacer.
49. La Casa de los Once Patios es un mercado de artesanía donde se repite la misma historia de locales
semivacíos, artesanos refugiados mental y laboralmente en sus oficios y esperanzados en que las
cosas mejoren. La recorro más rápido que pausado, pues no puedo seguir gastando a este ritmo mi
cartera ni mi corazón.
50. Atravieso un local de varitas de trigo tejidas en adornos navideños, figuras religiosas y pantallas para
lámparas, que huele a paja y a Navidad. Otro espacio presenta piezas tridimensionales de cedro
tallado con detalle magnífico, desde Bob Esponja hasta un águila imperial con las alas extendidas. La
encargada me comenta que es un negocio familiar. Me llevo su tarjeta.
51. Subo una escalinata que conecta la zona turística del pueblo con un espacio habitacional. Son cerca
de las 4:00 y en la parte superior hay un pequeño mirador donde se puede ver Pátzcuaro y las
montañas al poniente. En la única banca, una pareja platica amenamente. El espacio está
“grafiteado” y descuidado, con lo que ha perdido un poco su atractivo, pero aun así es un buen
lugar para sacar fotos.
52. La calle empedrada frente al mirador conduce a un par de iglesias donde en una de ellas acaba de
celebrarse una boda. Los novios obviamente van felices y la gente les saca fotos. Unas niñas juegan
alegremente a imitar un vestido nupcial, con una tira larga de papel que ondea con el viento. Pienso
que es un atardecer casi perfecto y eso me recuerda que estaría bueno ver la puesta de sol con el
lago enfrente, así que voy de nuevo al hotel a dejar mis compras y tomar el coche para ir a
Ucasanastacua.
53. Para mi suerte Leonel va saliendo de trabajar y vive en uno de los pueblos de camino, se ofrece a
guiarme en el camino y con gusto acepto. El camino que sale al norte de Pátzcuaro y bordea el lago
está prácticamente nuevo, así que lo recorremos fácilmente. Me cuenta que acaba de construir su
casa y que quiere regresarse ya a EU para ganar dinero como es debido, pero que el cruce está muy
difícil y por eso trabaja de mesero en el hotel.
54. Tras dejar a Leonel, el sol comienza a inclinarse cada vez más. Voy bordeando el lago pero no
encuentro espacios para quedarme. Bajo la velocidad para cruzar con otra boda al borde del camino,
donde están lanzando cohetes y tocando música con banda. Hay hileras de coches estacionados a
ambos lados. Una mujer camina al lado del camino, me ofrezco a llevarla y en el minuto que dura el
aventón me dice que estoy ya muy cerca de Ucas y me invita a la boda, que es de su hermana.
202
55. Tomo un par de fotos en un mirador, que es más bien un espacio dedicado a un templo a medio
construir. Lástima de los cables atravesados caray. Sigo avanzando y veo dos locales comerciales.
Son restaurantitos de carretera y uno de ellos es una plancha de concreto volada sobre la ladera de
cara al lago, tiene espacio para estacionarme sin quedarme a medio camino. Ese es mi lugar.
56. El Tarasco es un modesto restaurante con piso de cemento y paredes de ladrillo sin acabar. Cuenta
con cuatro mesas y una docena de sillas de madera tallada con manteles de tela deshilada. La
iluminación es pobre, pero no hace mucha falta porque tiene unos ventanales amplios desde donde
se ve perfectamente el lago de Pátzcuaro y sus cuatro islas: Pacanda, Yunuén, Tecuena y Janitzio.
En una de las paredes hay un pequeño nicho con guirnaldas dedicado a Nuestra Señora de
Guadalupe. Es el lugar perfecto para contemplar la puesta de sol.
57. Me atiende un chamaco de once o doce años que muy serio me pregunta qué quiero de tomar
mientras me dice que hay en el menú. Recomienda la sopa de trucha, que es de rabito, porque ya
no hay cabeza ni parte media.
58. Su mamá cocina en una de las esquinas de la edificación y es realmente buena. Entre el hambre, la
curiosidad y el gusto por estar en un espacio privilegiado pido caldo de trucha, quesadillas y
charales. La comida está deliciosa y me la devoro, sólo interrumpiendo la actividad para tomar fotos
mientras lentamente se pone el sol, primero tras una cortina de nubes y luego definitivamente
detrás de las montañas.
59. Mirando mi embeleso, se acerca el padre de mi meserito y comenzamos a conversar. Rodolfo es
padre de cuatro niños, me comenta que desafortunadamente ya no habla purépecha, pero su madre
sí y uno de sus hijos lo aprende en la escuela otra vez.
60. – ¿Cómo se dice “gracias” en purépecha?, Pregunto.
61. – No me acuerdo, contesta mientras carga a su hermanito y se retira a refugiarse detrás de su
mamá que prepara comida tras el fogón.
62. El padre me comenta que ha perdido el idioma, pues lleva 17 años yendo a Carolina del Norte a las
plantaciones de tabaco. Su patrón lo pide año con año, así que migra legalmente de la primavera
hasta el otoño y regresa a pasar el invierno con su familia. Con los dólares que gana ha comenzado
a juntar dinero para construir con sus propias manos el restaurante y darle algo más seguro a su
familia.
203
63. Mientras conversamos pido café, pan dulce y se hace de noche. Su plática es simple, franca y
optimista. Además de agricultor y constructor, es tejedor de chuspata, que es como un junco local.
Me muestra un par de cestas que le encargaron, indicándome que no están a la venta porque
desacompleta un pedido que ya está pagado. Sin duda sabe su oficio. Gana completamente mis
respetos, por su tenacidad y por el espíritu que lo alienta a procurar lo mejor para su familia, con
cuantos medios tiene a su alcance. Le comento que soy ingeniero y me dedico a las ventas, así que
me pregunta si tengo ideas para su restaurante.
64. – Tienes el mejor espacio para ver el atardecer de toda la zona. Le digo y él sonríe con gusto. Los
ventanales están perfectos y tu comida es deliciosa. Ahora solo necesitas hacer que venga más
gente. Te sugiero que vayas a la oficina de turismo de Pátzcuaro y los invites un día a merendar,
para que vean lo maravilloso de tu lugar.
65. La oficina de turismo, ¿Dónde está?
66. – En uno de los costados de la plaza principal de Pátzcuaro. -Veo que toma nota mentalmente, así
que continúo-, veamos tu fachada.
67. Inspeccionamos el frente y le recomiendo mejorar un poco el letrero, hacerlo más grande y también
iluminarlo mejor, para que la gente sepa que está abierto al público. Él se nota un poco preocupado
y me comenta que no tiene papeles todavía.
68. – No te preocupes, con clientes y orden seguro lo arreglarás, -el asiente, ahora con un poco de
timidez- solo no lo dejes, ok?
69. – Ok.
70. – Me despido, agradeciéndole de nuevo la plática, el espacio y la comida. Rodolfo y su familia me
hicieron la tarde con su gran espíritu.
71. Todavía me queda tiempo para una actividad más y es acudir a un cafecito al aire libre que está en
la plaza de Pátzcuaro. Le eché el ojo en la caminata de la mañana y se ve bastante bien. La plaza
está iluminada y limpia, hay jóvenes sentados por parejas en las bancas y grupillos dando vueltas
lentamente en círculos, ya sea caminando o en sus coches, así que el lugar invita.
72. El cafecito tiene seis mesas con manteles de tela en perfecto estado -todas ocupadas- y unos
calentadores de gas que contrarrestan el frío de la noche. Espero un poco y el anfitrión experto me
asigna una en cuanto está disponible. Para el frío pido un chocolate y también una copa de whiskey,
nunca los había combinado pero me va muy bien, supongo que en adición al café irlandés, de ahora
en adelante también hay chocolate escocés.
73. Hay un músico que toca la guitarra, cantando trova y un poco de Pop. Nassir tiene muy buena voz y
un repertorio bastante amplio.
204
74. – Lo que quieran, excepto Jenny Riviera, dice jugando con la audiencia.
75. Le vamos pidiendo piezas de diversos autores y no le falla ni una. Hace la velada muy amena y
después de varios intentos de despedida, primero simulados y después reales, termina su función.
Con un poco de desgano por interrumpir la velada, pedimos nuestras cuentas y nos retiramos. Ha
sido un día muy intenso, me voy a descansar.
76. Domingo 13: un fallido guía y una tendera perspicaz
77. La Rincón del Refugio es un hotelito boutique perfectamente decorado, con nave colonial de cuartos
en el perímetro y dos placitas internas en las que han acondicionado una estancia y también el
restaurante. Mi mesero ahora es Augusto, quien me comenta que reciben grupos de americanos y
canadienses en épocas de lluvias.
78. Esos sí se levantan temprano. Desde las 7 de la mañana ya andan vuelta y vuelta. No como los
turistas nacionales, que vienen más bien a descansar.
79. Hablamos de la comida típica y además de “corundas”, recomienda uchepos, que son como
tamalitos de elote tierno, así como atole negro de cacao tostado, atole de canela o de guayaba. Por
supuesto está la sopa tarasca a base de frijol y las carnitas de Quiroga, los charales de Zirahuén y el
pescado blanco, aunque se está extinguiendo. El jarabe de achoque es medicinal y sirve para la tos,
aunque los animalitos están casi extintos en su ambiente natural. Después me habré de enterar que
los achoques son ajolotes y que los comerciantes del jarabe se niegan a reintroducir la especie, por
miedo a acabar con su negocio. Argh!
80. A las 9:00 AM está puntualmente el profesor Jorge en la recepción del hotel. Es un hombre cercano
a los cincuenta años, educado pero que tampoco habla purépecha, pero sí inglés. Por intereses de
su oficio, me explica. Se disculpa diciendo que sí tiene facturas, pero no ahora, que si le dejo mis
datos me la enviará. Aunque no le creo un ápice, accedo a contratar sus servicios pues el día
fincamos el acuerdo y no tocamos explícitamente el punto.
81. Subimos a la camioneta y en el camino a Santa Clara del Cobre don Jorge me estudia. Pregunta
sobre mi interés específico para hablar con la gente y le comento que quiero entender cómo vive la
gente. Me dice que la gente no se abre con extraños pero que por la confianza que a él le tienen por
tantos años verá si me puede ayudar. -- Strike two, pienso para mí. A este señor no solo no le
interesa el purépecha, sino que además pretende que le crea que la gente de la zona es cerrada.
Eso sin contar su irregularidad tarifaria. En fin, sigamos.
205
82. En Opopeo, que quiere decir lugar de chayotes, la gente del pueblo subsiste en 95% por las
remesas. Antes hacían muebles de madera, recolectaban fruta silvestre y la iban a vender a
Pátzcuaro. Pueden distinguirse de otros porque las mujeres llevan delantales típicos y los hombres
usan sombrero. Son obcecados, rancheros y a veces toman la carretera, la última vez para pedir
más seguridad para su pueblo. – Jorge se esfuerza por hablarme de los usos y costumbres locales y
continúa. -- Santa Clara del Cobre es uno de los ocho pueblos mágicos de Michoacán, junto con
Tlalpuhahua, Cuitzeo, Pátzcuaro, Angangueo, Tacámbaro, Xiquilpan y Tzintzunzan. Las
construcciones están reguladas y destaca por sus artesanías de cobre.
83. Vamos a una tienda de artesanías de cobre con taller en el fondo. La única abierta en domingo,
según él. Gustavo, uno de los trabajadores del taller, será encargado de darnos el tour, pero don
Jorge desaparece de escena. Supongo que ha visto el asunto demasiadas veces y no le interesa
verlo una vez más, así que empezamos.
84. Gustavo me explica que consiguen retazos de cobre de toda la república, hay cuatro bodegas en el
pueblo que las recolectan, así como 250 talleres y dos escuelas que enseñan a trabajar el metal. Veo
su pequeño horno de fundición, los yunques y diversas herramientas que tienen para hacer cazos,
jarrones, laminillas para joyería, lavabos y hasta tinas enteras. También me comenta cómo a través
de distintos tratamientos con agua o ácidos pueden darle color distinto a las piezas. Las mujeres se
encargan del decorado.
85. – ¿Y qué te gusta más de lo que haces?
86. – Todo me gusta. Incluso hicimos unos cascos que los querían para una película, pero parece que
estaban demasiado pesados y finalmente no los utilizaron.
87. – ¿Y te pagan bien?
88. – La verdad no mucho, nos pagan por pieza fabricada. Pero ahora está muy flojo, así que muchos se
han ido o dedicado a otra cosa.
89. – Uhhh, qué caray. ¿Y qué vas a hacer?
90. – Pues a seguirle dando, esto es lo mío y es muy bonito. Incluso una vez vino un maestro, que
comenzó a enseñarnos a trabajar con ritmo, todos juntos. Hacíamos como música, con los yunques,
las bolas y los martillos, se oía muy bien. Solo que nada más vino dos veces y ya.
91. Después de conversar un poco más le agradezco a Gustavo su plática y mientras le paso para un
refresco. Me mira y sonríe despidiéndose, mientras voy de regreso a la tienda. Hay todo tipo de
artículos. Mientras curioseo, Don Jorge aprovecha para intercalar el comentario de que el joven se
abrió conmigo gracias a que lo conoce a él. Cuando ve mi cara de incredulidad y de strike three
detiene su discurso y me da un poco de espacio para transitar.
206
92. Compro por 270 pesos un cazo de cobre de dos litros que ya me habían encargado, la señorita me
explica muy bien que hay que curarlo con limón y que no hay que dejar los alimentos enfriar en el
recipiente. También llevo un vaso y un candelabro que costó 27 pesos. Pido factura y me indican
que el importe será más IVA. Acepto y me entregan mi factura, hecha a mano.
93. Vamos ahora a Janitzio y al lago de Pátzcuaro, el alma histórica y cultural de Michoacán.
Recomiendo que vayamos al embarcadero de San Pedrito, que es de la comunidad local, hay menos
tráfico que en el embarcadero general, o en el de Las Garzas, pero es más auténtico.
94. – Vamos pues, respondo y pienso que ahora sí se ganó un punto con ese speech.
95. En el camino don Jorge me habla de los inmigrantes a las comunidades y de su diversidad. Algunos
bien, pero otros se visten como cholos, hablan cantadito, andan tatuados y pintan las paredes.
También han llegado grupos que no son católicos y hay pique con la iglesia pues la separación no
solo es religiosa, sino que también dejan de participar en los eventos de la comunidad y en los actos
cívicos.
96. – No celebran día de muertos, ni tampoco le rinden honores a la bandera. Por eso les dicen
“hermanos separados”, comenta.
97. El muelle de San Pedrito es un embarcadero rodeado de árboles, con un gran estacionamiento con
césped y un pequeño centrito comercial. Cuando llegamos hay un grupo de jóvenes al lado de un
auto estacionado. Conviven alegremente y beben, mientras aprovechan el estéreo del vehículo. Soy
el único pasajero, así que a esperar a que se junte la gente. Recorro con calma los puestos, veo un
par de gansos bebiendo agua de un grifo y también niños jugando en un espacio que tienen
acondicionado en el lugar.
98. Jorge aparece y me echa el cuento de no le gusta esperar y que por trescientos pesos más puede
arreglar para que nos den un viaje especial. Desafortunadamente su credibilidad conmigo ya es
nula, así que me niego rápida y firmemente, indicándole que mejor nos vayamos al muelle general.
Hace mutis y regresa cinco minutos después para decirme que lo pagará de su bolsa y que está todo
arreglado. Cuando abordamos la lancha, suben otras diez personas, parece que son operadores de
lanchas y familiares, pero como el día estaba flojo, regresan a Janitzio, donde viven.
99. El lago, magnífico a la distancia, tiene el agua turbia de arena y cubierta de lirios en la proximidad.
El operador comenta que ha perdido profundidad con el tiempo y parece que se está secando,
aunque no sabe exactamente porqué. Aun así observo garzas, patos y gaviotas. Sigue siendo muy
bonito.
207
100.
El bote donde vamos es como un microbús acuático. La zona de pasajeros es un espacio
amplio para cuarenta o cincuenta pasajeros con una tabla alrededor para sentarse. Está techado y
rodeado por rejas y vidrios sucios y deteriorados. No hay modo de sacar una foto decente ni de
disfrutar del paisaje. Los lancheros, inteligentemente, van en el techo, sentados en sillitas de
plástico. Donde se supone que los pasajeros no podemos ir.
101.
Entretanto, don Jorge hace un último esfuerzo por sacarme dinero. Comienza diciéndome:
102.
– La escultura de Morelos en la isla de Janitzio está allí porque en la época insurgente era un
emplazamiento militar y el generalísimo supuestamente sostenía reuniones secretas allí. En su
memoria y reconocimiento, el General Cárdenas mandó construir la escultura y museo que hoy
corona la isla.
-Guau pienso, jaja, esa sí que no la vi venir: un quinto de historia y cuatro partes de creatividad.
103.
Y mi fallido guía remata con una nueva propuesta comercial:
104.
– Usted sabe que los pescadores con red de mariposa son típicos de la isla, pero no les gusta
que los molesten, ahora que si usted tiene para una propinita…
105.
– Uyy don Jorge, ¿se acuerda que le comenté desde el inicio que no quería cosas artificiales
ni fabricadas? Yo creo que no, muchas gracias.
106.
– Está bien, contesta resignadamente.
107.
Muy cerca de la isla, hacemos parada en un embarcadero privado del lado de tierra firme. Un
par de gentes bajan y es mi momento para pasarme al techo de la lancha. Casi sin pedir permiso me
encaramo y uno de los lancheros me ofrece su silla. Van conversando alegremente, intercambian
frases en purépecha, y me sumo a la plática.
108.
– ¿Ustedes son de aquí?
109.
– Sí somos de Janitzio.
110.
– ¿Y por qué de regreso?
111.
– Es que hay poca gente, así que vamos de a casita.
112.
– ¿Cuándo hay gente entonces?
113.
– Pues en día de muertos se llena mucho. Y ahora viene una peregrinación el segundo jueves
de febrero, a la Piedad. Acabando la peregrinación se pasan a dar una vuelta a la isla.
114.
– ¿Y cómo se dice “gracias” en purépecha?
115.
– Se dice diosmeyamo.
208
116.
– ¿Cómo? ¿así como Me llamo Dios, en castellano?
117.
– Sí, así, me quedo con la duda si me están cotorreando. No quiero tener un gesto de
cortesía con alguien del pueblo y por una broma ostentarme como “el creador”. Creo que me
guardaré mi agradecimiento en lengua local para otra ocasión.
118.
Janitzio es una isla de doscientos metros de diámetro completamente apiñonada con casitas
y locales comerciales. El ascenso escalonado al monumento a Morelos está flanqueado por hileras de
puestos de baratijas, restaurantes y artesanías de poca calidad. Conforme asciendo las encargadas
de los puestos me invitan a pasar, pregonan su mercancía y me ofrecen charales para botanear en
el camino. Así es todo el recorrido y cuando llego engentado a la cúspide observo que Jorge opera
tácticamente para esperar a que yo pague la entrada, a pesar de que es domingo y que se supone
que los accesos estaban incluidos. Cuesta diez pesos el acceso, así que no me pienso molestar por
eso.
119.
Cruzando el acceso, rápidamente se me acerca un limosnerito a venderme no sé qué cosas y
frente a mi negativa, pedirme dinero. Lo regaño mandándolo a la escuela y volverse gente de bien.
Me contesta que va en quinto grado y cuando le pregunto por el resultado de una multiplicación sale
corriendo para no volver más.
120.
El museo-monumento Morelos es una edificación hueca como de veinte metros de alto. Por
fuera es una escultura del general con un puño en alto y por dentro un espacio vacío con una
escalera espiral que asciende a la cúspide. En las paredes hay murales de la vida del héroe,
deteriorados por tantas manos que los han rozado al subir y bajar.
121.
Está prohibido tomar fotos de cualquier tipo, aún sin flash. La planta baja funciona también
como bodega y del vacío hay un pez de tela que no viene al caso. Las ventanas que permiten la luz
están enrejadas y con los cristales rotos. La edificación está ligeramente hundida hacia un costado y
eso provoca que algunos tramos de la escalera estén francamente peligrosos, pues se inclinan hacia
el vacío. Trato de divertirme pensando que es un museo extremo, pero la verdad es que me ofende
tanto maltrato, inseguridad y falta de aprecio.
122.
Subo hasta la altura de la cabeza, donde hay una corona de laureles en un pequeño recinto.
El ascenso al puño del héroe es por una estrecha escalera de caracol, por la cual sube y baja la
gente como hormiguitas. Espero mi turno y al llegar me encuentro un mirador diseñado para que la
gente no se mate. Una barandilla de concreto de 1.60 mts. de alto está coronada por mirillas
diagonales y un techo del mismo material. Para ver hay que sacar la cabeza, pero la construcción
obstruye el paso del tórax, impidiendo cualquier tipo de avance adicional. El viento que se cuela es
fuerte y provoca inseguridad.
209
123.
Cuando me asomo caigo en cuenta que el ascenso ha valido la pena. En un perfecto día
soleado veo las orillas del lago, las zonas sembradas y también el contraste entre lo turístico y lo
cotidiano de la isla. Tomo rápidamente una fotos y me muevo, hay poco espacio y somos muchos
los que queremos observar el lago desde el puño insurgente del libertador.
124.
Noto que junto a una de las mirillas hay un tubo del que la gente se sostiene para subir a
asomarse. Cuando lo examino más de cerca, noto que en realidad el inocente tubito es parte de la
estructura del pararrayos del monumento. ¡No lo puedo creer!, así como para que alguien se
electrocute. “De la gustada sección esto solo pasa en México y en los Simpson”, como diría una
amiga.
125.
Aunque normalmente me gusta la acción, el descenso es de vértigo. La escalera de ladeada
hace evidente el riesgo de caerse al vacío, pero parece que soy el único en notarlo. Seguimos
subiendo y bajando como hormiguitas. A la salida alguien me ofrece llaveros de a veinte.
126.
Fuera del monumento, Jorge espera impaciente a que nos vayamos, pero yo no tengo prisa.
Los niños juegan a escalar la plataforma y los cañones de la pequeña placita. Observo que hay
grupos tomándose fotos y también pido que me tomen unas a mí. El cielo azul con unas cuantas
nubes contribuye a un par de tomas en contrapicada, que me gustan en composición. Un
adolescente irreverente observa la escultura, la imita y pregunta refiriéndose al monumento:
127.
– A ver, para empezar ¿Quién es?
128.
Jorge se acerca a insistirme que nos vayamos, porque tiene otro servicio a las 5:30 de la
tarde. Ya perdí la cuenta de los strikes y estoy cansado de su poco profesionalismo. Así que
amablemente lo invito a que si tiene prisa ahí la dejamos, que le pago los honorarios que se ha
ganado y que me regreso yo solo a tierra firme. Me mira un poco sorprendido pero accede.
Acordamos 800 pesos y que me enviará la factura por correo. Se disculpa un par de veces, lo
despacho y cuando se va siento alivio de que ahora sí puedo convivir con la gente como yo quiero.
Son las 2:30 de la tarde.
129.
Paseo por la isla, tratando de encontrar un espacio sin griterío de pregoneros. Junto al
templo de San Jerónimo el ritmo baja y comienzo de nuevo a sentir ambiente de pueblito, hasta que
un anciano me indica que si quiero sacar fotos dentro del templo, puedo echar una limosnita. Entro
al templo de San Jerónimo donde hay gente orando, refrescándose del calor y también sacando
fotos, claro, sin dejar limosnita, jaja. Recorro el famoso panteón de la isla y también me toca ver a
unos niños haciendo la danza de los viejitos para deleite de todos los turistas que andamos por allí.
130.
Mi lancha de regreso se supone que saldrá a las 3:30 así que me acerco al embarcadero
para escuchar un pregonero más que me ofrece jarritos locos, pa´que me regrese nadando. El
ingenio me divierte, pero no pienso entrarle al alcohol.
210
131.
En lugar de ello me instalo a comer en un puestecito, a propósito el más sencillo que me
encuentro. Lo atiende la señora Rocío y le pido unas quesadillas con charales. No vende nada de
tomar, así que en lo que las prepara voy a una tienda y compro un refresco. Saben muy bien y le
hago plática.
132.
– Cuénteme de la isla.
133.
– Ah pues Jan-itizi-o significa lugar de poca gente. Los pescadores venían a trabajar por aquí
porque había mucho pescado y se encontraban un viejito que oraba y les invitaba a quedarse. Le
hicieron caso y se dieron cuenta después de que el viejito era en realidad San Jerónimo y por eso
tenemos la iglesia dedicada a él. También cuando el General Cárdenas vino por ahí de 1932, nos
dijo que algún día se iba a acabar el pescado y mandó construir el monumento, para que tuviéramos
después de qué vivir.
134.
Rocío me cuenta de que tienen sus propias reglas, que no venden tierra a gente fuera de la
isla y noto que también habla purépecha.
135.
– Y ¿cómo se dice “gracias”?
136.
– Se dice diosmeyamo.
137.
Me convence, también me enseña a decir por favor, sí y no, aunque no logro retener las
palabras. Siguiendo con la plática ya en confianza me pregunta.
138.
– ¿Es usted antropólogo? – Jajaaaa. Estoy sorprendido y deleitado.
139.
–No, contesto con esa parte de verdad, soy ingeniero industrial y me dedico a hacer crecer
empresas.
140.
– Ah, es que los que preguntan como usted a eso se dedican.
141.
Seguimos con la plática, Rocío tiene una nena hermosa de 6 años que juega con una
muñeca que le trajeron los reyes, pero sabe perfectamente que no debe hablar con extraños, así
que frente a mi plática, se limita a sonreír. Alabo a su mamá por educarla tan bien y me lo agradece
también con una sonrisa. Le doy las gracias haciendo uso del 100% de mi purépecha y de nuevo
sonríe despidiéndose de mí.
142.
Regreso a tierra firme en otro microbús flotante. El operador lleva música ranchera a todo
volumen, no sabe por qué hay gaviotas marinas en un lago de agua dulce, ni parece importarle
demasiado. Vivía en la ciudad de México pero ahora está en Pátzcuaro viviendo con sus tíos.
211
143.
Inicio el regreso como a las 4:30 de la tarde. La autopista está en perfectas condiciones y
por Maravatío me toca una puesta de sol espectacular. Atravieso las múltiples casetas de 35 pesos y
entro a la ciudad de México sin mayor problema, reflexionando sobre nuestras etnias migrantes,
rumiando trocitos de historia que saben a mito y también pedacitos de charal.
Guanajuato, Guanajuato, Turismo Cultural de perspectiva
22 al 23 de diciembre del 2012
9 informantes clave
Investigador: Feike de Jong
1. Sábado 22 de diciembre de 2012
2. Sin mayores preparaciones más allá de empacar una mochila con ropa y mi laptop salí a las 10:00
de la mañana solo de mi casa para llegar a la Central del Norte y tomar un autobús rumbo a
Guanajuato. Tomé el metro a La Raza y luego cambié a la línea amarilla hacia Politécnico. El
trasbordo a pie en La Raza es muy largo y pensé que probablemente habría sido igual de fácil
caminar a la estación de camiones. Al llegar a la estación estaba llena de gente y había largas filas
de más de 50 personas en algunos casos. Hubo un ambiente de caos con gente cargando bultos
entre la muchedumbre y movimiento y gente por todos lados. En la fila una mujer me pidió apartarle
su lugar, luego se fue. Llegó otra mujer quien aprovechó el espacio en nombre de la mujer que se
había ido y un señor atrás de mí se molestó y dijo:
3. “Y ahora ¿se puede apartar a distancia? Señora todos aquí queremos llegar.”
4. Finalmente logré comprar un boleto para un camión que saldría una hora más tarde, es decir a las
12:30. Fui a comer un paste y casi todos los salados se habían acabado. Entonces salí de la central
para comprar una torta de bistec en los puestos de afuera. Ya a punto de salir, al dirigirme hacia el
andén resultó que los camiones estaban saliendo con atraso y hubo una gran cantidad de gente
amontonada frente de la salida mientras un señor gritaba los horarios de los camiones, convocando
la gente que tenían un boleto de salida a las 12:10, 12:20, 12:30 etc..
5. Después de algo de jaloneo llegué al camión que saldría a las 13:00 horas. Entré. Atrás de mí había
una joven pareja estadounidense. Platicaron de lo que comieron en los lugares que habían visitado
en el pasado con un tono casi como si fuera una competencia. También hablaron de la pena de
muerte y jugaron un juego de adivinanzas. Al lado una joven con su mamá estaba leyendo un libro
de Alejandro Dumas, “El vizconde de Bragalonne” y tenía una chistera con una pluma. En
retrospectivo su forma de vestirse y su libro me parecían muy apto para ir exactamente a
Guanajuato. Durante el viaje transmitirían una película familiar y nos dieron una bolsa de plástico
con un sándwich y un refresco cuando entramos el camión.
6. La salida de la ciudad tardó mucho tiempo y la muchacha de la pareja estadounidense se burlaba
amablemente de su pareja diciendo:
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7. – “¿Cuánto tiempo iba a tardar este viaje? ¿Tres horas?
8. Marqué a un amigo quien es editor de una revista de turismo para pedir una recomendación para un
hotel. Pero los que conocía eran muy caros o fuera del centro. Finalmente llegamos a Guanajuato a
las 19:00. Marqué a otro amigo. Sabía que un compañero de nosotros del Mexico City News se había
mudado a Guanajuato. Quería pedirle la dirección pero no lo sabía. Únicamente sabía el nombre del
restaurante “Dakota”.
9. Mientras la pareja estadounidense estaba negociando con varios taxistas para llegar al centro tomé
un camión pintado como si fuera un carruaje de trolebús antiguo. Al llegar a la parada subí por un
túnel y entré en el primer hotel que encontré, el Hotel Insurgentes. Hice el check-in, tomé un baño y
entré a la ciudad pidiendo la dirección del Teatro Juárez, dónde me habían dicho que era el mejor
lugar para comer como turista. Había mucha gente caminando en las calles empedradas de la
ciudad.
10. Llegando a la plazuela triangular con árboles frente del teatro se notaba que hubo gran cantidad de
gente sentada sobre las mesas frente de los restaurantes de la plaza, también hubo muchos músicos
que tocaban música mexicana tradicional, fotógrafos que iban tomando fotos de los comensales,
vendedores ambulantes de artesanía. Me senté en una de las mesas frente de la plaza y pedí un
corte. Aunque era noche el clima era agradable para sentarse afuera. A mi alrededor había parejas
jóvenes con apariencia de adinerados tomando bebidas alcohólicas y comiendo. De repente escuché
a un grupo de mariachis a mi lado, en ese momento un joven se puso de rodillas y pidió la mano a
su pareja, poniéndole un anillo sobre el dedo. Los dos estaban comiendo chamorro a la pibil. La
gente que pasaba empezó a aplaudir. Él mientras está sacando los billetes de doscientos pesos para
pagar a los mariachis. En el transcurso de una hora varios grupos empiezan a cantar con los
mariachis sobre la plaza. Frente del Teatro Juárez hay unos 30 personas esperando sentado sobre
las escaleras mientras un grupo de juglares vestido en un estilo medieval les anima para realizar un
recorrido por las calles de Guanajuato, una “callejoneada”. El grupo sigue a los juglares, alrededor
de 10 estudiantes de la Universidad de Guanajuato con guitarras y un acordeón y otros
instrumentos, cantan y cuentan historias sobre los sitios que recorren. El grupo de turistas es
mezclado, principalmente mexicanos de diferentes estados y del DF, un estadounidense y un par de
orientales que siguen atrás de nosotros pero abandonan el recorrido pronto, probablemente porque
no querían pagar o más bien no sabían cuánto tendrían que pagar por el boleto y no querían la
sorpresa después. Sin embargo seguían al grupo curioseando un buen rato. El líder del grupo era un
joven que enfatizaba el carácter romántico de la ciudad mientras hacia un baile energético con un
tamborín. El grupo que los seguía se integraba en gran parte de parejas. En la segunda parada el
líder del grupo pidió a los turistas que dijeran de dónde venían. Varias dieron su procedencia: estado
de México, Oaxaca, Guadalajara, Monterrey, el Distrito Federal. Se empezó a generar una sensación
de cohesión y confianza en el grupo. Seguían caminado por los callejones hasta llegar al callejón del
beso. Allí el líder de grupo dijo:
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11. – “Aquí vamos a dar serenata a las mujeres, por favor que las mujeres se vayan al lado derecho del
callejón y los hombres al lado izquierdo.”
12. Cuando los hombres y las mujeres se habían separado el líder del grupo preguntó:
– ¿Alguno de los hombres no quería decir algo a su pareja?.
Una de las muchachas dijo apuntando a su novio:
13. – “¡Sí, él quiere decir algo!”
14. El novio se mueve hacia el centro del grupo y dice:
15. – “Solo quería decirle a Claudia que eres lo máximo para mí que me complementas en todo y que te
quiero mucho.”
16. Luego varios señores repitieron este conjuro de amor entre el circulo de nuevos amigos, uno hasta
pidiendo perdón a su esposa por todas las ofensas cometidas. Ahora el grupo se va riendo y
contento a la próxima parada donde toman jugo de naranja de un tipo de tetera de barro que les
fue entregado como parte de su boleto. Se tenía que tomar alejando la vasija para que el chorro de
jugo se aviente medio metro antes de llegar a la boca del turista.
17. A final del tour todos los turistas escuchaban mientras el joven líder del grupo les contó algunas
historias con picardía, bromeando con las chicas del grupo diciendo que aceptaban pago en besos y
básicamente presentándose como estudiantes traviesos e irresponsables. Pasamos por varios
edificios muy impresionantes como el de la universidad de Guanajuato. El grupo se mantuvo allí
sentado sobre las escaleras hasta el final de su discurso y le dieron propina de hasta 50 pesos.
18. Luego todos salieron por su lado. Fui a la plaza central donde vi varios grupos de turistas aun
presentes incluyendo a la pareja de estadounidense del camión tomando un margarita cada uno.
Hubo varios karaokes abiertos frente al Teatro Juárez. Fui a tres bares de música genérica, uno de
rock donde se escuchaba los Rolling Stones, uno de reggae con jóvenes más alternativas y paredes
pintadas con muchos colores y finalmente uno de salsa que era casi vacío. Mientras pasé por las
calles vi una mendiga anciana indígena en rebozo de colores. Todos las bares que entré menos el de
salsa parecían dirigidos más a un público joven o estudiantil. A medianoche la plaza frente al teatro
ya no tenía comensales.
19. Finalmente regresé caminando por los impresionantes túneles debajo de la ciudad. Me asombraron
por su tamaño y por la soledad y las sombras que hubo allí. Me parecía que en alguna forma en las
túneles se veía más la actitud que hizo Guanajuato la maravilla que es que en los edificios. Algo
oscuro, iracundo e impaciente que no podría esperar subir un cerro y que prefería forjar un atajo por
toneladas de roca. Llegué al hotel donde me bañé bajo un chorrito de agua tibia. Hubo una ventana
arriba de la puerta del cuarto que no se podría cerrar y la luz me molestó. También hubo ruido de
un ventilador. Decidí que no había atinado con mi hotel.
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20. Domingo 23 de diciembre de 2012
21. Desperté a las 09:00. Primero decidí checar el internet inalámbrico que tenía el hotel para ver o
podría encontrar el restaurante de mi-ex compañero periodista. Sin embargo “Dakota Guanajuato”
no salía en los buscadores. Salí del hotel y caminé hacia la parte de mayor turismo de la ciudad. Vi a
varios turistas sentados por unas mesas frente de la iglesia principal de la ciudad y decidí desayunar
allí. Hubo un par de familias desayunando. Comí unos huevos rancheros. Luego me fui a la plaza por
el Teatro Juárez donde todavía no hubo mucha gente, al parecer no es un lugar de desayunos.
Después de ver esta zona me fui a la Alhóndiga donde estaba hospedado el Museo Regional de
Guanajuato, un edificio colonial monumental de dos pisos. Tenía varias exhibiciones pequeñas que
cubrían toda la historia de México y Guanajuato pero en una forma muy resumida. Casi toda la
gente estaba en las salas que se dedicaban a la historia de la Independencia. Hubo guías explicando
la historia a la gente y muchas familias con niños.
22. Después de estar en la Alhóndiga camine al Museo-Casa Diego Rivera, que alberga pinturas del
pintor y sus amigos además de mostrar los muebles que usaron en el tiempo de su niñez. También
aquí hubo guías explicando la historia de Diego Rivera. Hubo alrededor de 10 personas dentro del
museo de varias nacionalidades, entre ellos una pareja asiática. Un guía explicaba que varias de las
obras habían estado en giras internacionales y que la más valiosa tenía un valor de 1.6 millones de
dólares, hecho que sorprendió a una pareja de turistas. No vi turistas en la parte de arte
contemporáneo del Museo. Saliendo del museo después de media hora me fui a tomar un café. Dos
familias con turistas entraron al café durante el tiempo que estuve allí. Había guías Lonely Planet de
Nicaragua e Italia sobre la barra del bar.
23. Después de tomar un café encontré un Bancomer y saqué dinero del cajero. Luego caminé al
funicular para subir un cerro con amplia visto de Guanajuato. Hubo una cola de 20 turistas para
subir. Se mostraron impresionados por la vista de la ciudad al ascender y al momento que llegamos
a la sala de recepción arriba del cerro se voltearon a ver la vista desde una de las ventanas. Un
pequeño grupo comentaba que hubo un accidente de motoneta en una de las calles allí abajo y se
emocionaban de verlo de tanta altura. Saliendo del funicular hay una galería con tiendas que venden
playeras y otros recuerdos turísticos. Arriba del cerro está el mirador y me impresionó mucho la
cantidad de fotos que la gente tomaba de sí mismos con la ciudad como fondo. Era casi una
corriente continua de fotografía y simplemente era difícil ver un momento en la cual nadie se estaba
tomando la foto allí. También hubo varias tiendas de artesanía que también funcionaban como
baños públicos. Fui al sanitario en uno de ellos y me cobraron 5 pesos.
24. Después de pasar media hora arriba del cerro baje a pie algo que no parece ser una práctica muy
común ya que no hubo otros turistas que lo hacían y llegando abajo pedí instrucciones cómo llegar
al Museo de las Momias. Este se encuentra fuera del centro y tardé unos 20 minutos en llegar
caminando allí. Se notó una diferencia bastante grande entre la gente que deambulaban en el centro
y la gente fuera del centro que parecían mucho más de clase popular.
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25. Comí una empanada en una panadería que tenía una foto del ex presidente Vicente Fox de cuando
era gobernador. Al subir el cerro hacia el museo, vi largas filas de turista esperando entrar a la
exposición. Había muchas familias en la cola. Un turista dijo en tono irónico:
26. – “Ya no es como antes.”
27. – Antes de mi había un turista migrante quien tenía tatuajes de pandillero “cholo” y tres hijos.
28. Llegando a la exposición un guía ofreció sus servicio al grupo -ya que solo dejaban entrar en grupos
de aproximadamente 30 personas- y empezamos a circular entre las momias que estaban allí
paradas en vitrinas. Me disgusto la vista de tantos cuerpos muertos y pensé que un poblado que
pone sus difuntos a trabajar en esta forma tiene que ser muy oportunista. El guía enfatizo que era
un milagro de la naturaleza estas momias que se habían secado en tumbas construidas arriba del
suelo. Pero la gente simplemente estaba viendo cadáveres, nada de milagros de la naturaleza. Es
morbo que se vende como ciencia e historia, ya que admitir la razón real para el espectáculo de las
momias, gratificar el morbo de un público que paga, también implicaría que exhibir los cuerpos en
esta forma sería muy poco respetuoso. Pero las turistas parecían emocionadas mientras circulaban
silenciosas entre los cuerpos.
29. Saliendo de la exposición vi otra vez la artesanía genérica que se estaba vendiendo en el
estacionamiento. Me llamo la atención pequeñas imágenes de “Don Quijote y Sancho Panza”. Un
turista se mostró molesto con un vendedor insistente y se alejó en forma abrupta. Luego me fui
caminando de regreso al centro. Encontré otro hotel al lado del centro que tenía alberca y cuyo
estacionamiento estaba lleno de camionetas, se llama Hotel de Cabo y decidí mudarme allí, ya que
era más abierto y creí que podría ser más fácil encontrar turistas allí. Me registré en el hotel que me
parecía muy amable y relajado, como si fuera familiar. Entrando para checar mi cuarto vi con alivio
que era mucho mejor que el que tenía.
30. Decidí también evitar posibles problemas en la salida de la ciudad como me había pasado en México.
Pregunté cómo llegar al Central de Camiones desde el centro. Me indicaron una parada muy cerca
de mi hotel. Tomé un camión que me llevo al central de camiones. Pasó por la carretera entre
Guanajuato y Silao. Vi un arroyo en el fondo del valle con un pueblito al lado, justo fuera de la
ciudad, que me parecía realmente un paisaje romántico que invitaba a perderse en ello. Allí compré
un boleto a México para el siguiente día. Después agarré otra vez el camión hacia el centro. Me
arrepentí de haber ido solo y hablé con mi esposa para decirle que mejor la hubiera invitado. Bajé
del camión cerca del Teatro Juárez.
31. Fui caminado a mi hotel anterior para recoger mis cosas. Durante esta caminata, como todas las
caminatas en Guanajuato impresionante por el contexto urbano, vi un joven hombre sentado en una
galería con su guía de la cd. Me hizo pensar que Guanajuato era una ciudad esquemática, que la
gente la conocían realmente por mapas y guías, que la experiencia de Guanajuato era intermediada
por estas herramientas como si fuera en alguna forma virtual. Luego me lancé hacia el centro para
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buscar algo para comer, en específico pizza porqué pensé que eso era un alimento atractivo para
turistas.
32. Antes de llegar al Teatro Juárez me topé con un restaurante cuyo dueño, Graham Gori, conocí como
reportero hace muchos años. Él trabajó para el NY Times pero había abandonado el periodismo para
convertirse en restaurantero. Sabía que vivía en Guanajuato pero solo sabía el nombre de su nuevo
restaurante “Dakota”, no la ubicación.
33. Entré y lo vi en la cocina. Nos saludamos con entusiasmo y me invitó a comer en su lugar. Me contó
que no estaba muy contento en el negocio de los restaurantes pero que la comida en Guanajuato
era tan mala que aún sin educación culinaria él había llegado a tener bastante éxito como chef. Dije
que estaba buscando turistas y por lo mismo una pizzería. El me comento que no había turistas en la
pizzería de al lado pero que más bien las pizzas que comían la gente local eran pésimas. Después de
platicar un rato me fui al restaurante Casa Valadez frente el Teatro Juárez, lugar que él me había
recomendado como muy turístico.
34. Al llegar al lugar me senté por la terraza entre los turistas y pedí una sopa de cebolla. Vi como una
turista española se molestó mucho por estar esperando fuera mientras no hubo lugar en la terraza
para 8 personas. Casi estaba grosera y se mostró muy impaciente. Hubo más gente sentado afuera
que dentro del restaurante.
35. Después de comer fui de regreso al restaurante de mi amigo que estaba tomando una cerveza y
haciendo cuentas. Me mostró dos clientes que estaban comiendo y me dijo que era el hijo del
alcalde y su novia noruega. La novia noruega parecía muy guapa y muy fría. Luego llegó un jubilado
estadounidense quien se había mudado a Guanajuato. A él le encantaba la ciudad por su forma,
estaba impresionado por tantos arcos y subía fotos a Facebook como proyecto fotográfico retratando
la ciudad. Según estaba escribiendo un libro sobre la II Guerra Mundial. Habría querido ser
periodista, lo que nos hizo muy gracioso.
36. Luego fuimos a la casa de mi amigo Graham para tomar una cerveza. Ya era las 10:00 de la noche.
Subimos el cerro donde vivía mientras él saludaba algunos vecinos en la ruta. En la casa de Graham
tomamos unas cervezas mientras me platicaron de la ciudad. Graham y su esposa consideraban la
ciudad engañosa, muy bonita a primera vista pero luego muy vacía y con poca vida cultural propia.
Por otro lado, el jubilado dijo que nunca había visto tanta cultura como en Guanajuato. Notable era
que el jubilado no consideraba a Guanajuato una ciudad muy turística. Le dije que no podría ser
cierto por qué había muchísimos hoteles. Luego le dije que quizás el punto era que él no podría
distinguir entre los turistas mexicanos y la misma gente local. Una cosa que me impresionó mucho
es el cariño casi metafísico que tenía por la ciudad, dijo:
37. – “Lo que me parece increíble es que la gente vive tan cerca de la calle, puedes simplemente poner
tu mano sobre una pared y hay gente viviendo atrás al otro lado, la vida aquí es tan cerca de la
superficie. Yo naturalmente siempre viví en los suburbios en los Estados Unidos.”
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38. La esposa de Graham quien era restauradora de arte dijo que no podía encontrar gente con quien
podría hablar sobre cultura en Guanajuato, después de 8 años de vivir allá, aún en su trabajo. Los
dos lamentaban la falta de conciencia cultural de las habitantes de Guanajuato. Graham finalmente
dijo:
39. – “No tengo nada que ofrecer a estas personas, lo que en alguna forma implica que no hay nada
que ellos me pueden dar…”
40. Después de esta conversación regresé al Hotel de Cabo caminado a la una de la mañana y muy
impresionado por la belleza arquitectónica de la ciudad, que mejor se aprecia a esta hora cuando las
calles están vacías.
41. Llegué al hotel y me dormí.
42. Lunes, 24 de diciembre de 2012
43. Desperté a las 09:00 con la idea de ir a una feria de artesanía que estaba entre Guanajuato y Silao.
Me parecía interesante ver si habría turistas allí comprando regalos con la Navidad. En el restaurante
del hotel donde desayuné hubo una familia española, con tres adolescentes, un hombre y una
mujer. El hombre estaba explicando la historia de México a los adolescentes y las tradiciones como
los muñecos en la rosca de reyes, las posadas etc. Yo pedí huevos rancheros y eran buenos.
Además el servicio era muy amable y al mismo tiempo relajado. Este grupo familiar se iba a Dolores
Hidalgo como siguiente parada. Estaban muy animados y los niños parecían bastante interesados.
Hacían preguntas.
44. Subí a la modesta alberca del hotel pero no había nadie. Parecía tener 5 por 3 metros de tamaño.
45. Luego pedí instrucciones a la gente del hotel de cómo llegar a la feria de artesanía cuya existencia
desconocían. Finalmente me indicaron dirigirme a la central de autobuses para tomar un camión a
Silao. Según este camión pasaría por el parque donde estaba la feria. Caminé al paradero de
autobuses para tomar el camión a la central camionera. Llegando a la central no hubo camión al
parque y me quedé allí esperando la salida del camión ya que había comprado mi boleto con
anticipación. Decidí caminar un poco en los alrededores del central. Es impresionante que tan
aburrido y genérico sea el paisaje urbano moderno de Guanajuato comparado con la hermosa
arquitectura del pasado. Comí algo en el restaurante al lado de la central que se especializaba en
carne en su jugo. Fue buen lugar para esperar y comí con gusto totopos con salsa mientras
esperaba la especialidad de la casa. Extraña como la falta de turistas en alguna forma parecía tener
un buen impacto en la comida aunque el ambiente urbano en si era mucho más feo que en el
centro. Frente del restaurante vi varios hoteles pero tenían más facha de ser hoteles de paso.
Finalmente llegó la hora y me regresé a México. Hoy el día 24 no había mucho tráfico e avanzamos
rápido. Llegando a la central pasé por las taxistas oficiales y entré al metro para regresar a casa.
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Turismo de Negocios
I Querétaro,Querétaro, Turismo de convenciones Risa terapia
17- 19 de noviembre 2012
9 informantes clave
Ricardo Medina
1. Lluvia de estrellas, la gran co-inspiración
2. Risa terapia es una organización de la sociedad civil sin fines de lucro cuyo propósito es llevar alegría
y encuentro humano a lugares donde se concentran el estrés, el sufrimiento o el mal humor. Para
ello, recurre a la figura del médico de la risa -MDR-, un personaje que es a la vez voluntario, clown y
promotor de la salud. Al menos en parejas, los MDR acuden en promedio una vez por semana a
hospitales, asilos, empresas y espacios públicos a hacer visita, es decir, a realizar acciones de alegría
constructiva y a facilitar el encuentro entre personas presentes en el lugar, aprovechando para ello
su investidura clown, buen talante y el entrenamiento específico que reciben para hacer esta labor.
Cada voluntario asigna un nombre clown a su MDR, idealmente como reflejo de su personalidad o
como recordatorio del espíritu que lo lleva a hacer visita. Así desde el inicio los MDR abandonan el
llamarse Juan Martínez o Adriana Hernández para caracterizarse como el Dr. Guateke o la Dra.
Emma Thomas, por ejemplo.
3. Risa terapia tiene un dialecto propio para definir su estructura, roles y funciones que combina la
gracia clown con algunos elementos de astronomía. De modo que un MDR recién entrenado es
llamado estrella blanca, quien se ha especializado en acción social con adultos y personas de la
tercera edad es estrella roja, los equipos de trabajo se llaman constelaciones y tienen nombres
propios como “Polaris, Andrómeda, Camaleón y Momo”, por mencionar solo algunos. Los grupos de
constelaciones en una ciudad son galaxias y el conjunto de galaxias en el territorio nacional es
obviamente el universo. A su vez, los líderes de constelación son supernovas, los líderes de galaxia
son llamados quásares y los seis voluntarios que forman parte del cuerpo de gobierno de la
organización son nada más y nada menos que integrantes del consejo cósmico. En total, la
población total de voluntarios de la organización, Sistema de Médicos de la Risa o SMR, asciende a
cerca de 800 personas en activo de muy distintas edades y profesiones.
4. Para asegurar su consistencia, cohesión y continuidad, Risa terapia cuenta con un equipo de servicio
remunerado, formado por un director y cuatro coordinadores enfocados a tareas específicas de
servicio a voluntarios, educación empresarial, educación a voluntarios y administración, este equipo
se llama oficialmente la Estación de Alegría Estelar, la EAE o ya en corto, la Estación. El mapa estelar
abarca al SMR, la EAE y al Consejo Cósmico.
5. Miércoles 13: preparativos
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6. Cada año, en el tercer fin de semana de noviembre, se lleva a cabo el congreso de médicos de la
risa en una ciudad anfitriona, este año vamos a Querétaro. El encuentro es organizado por los
voluntarios de la plaza y se llama Lluvia de Estrellas, pues los eventos importantes de la
organización tampoco se escapan de contar con sus propios nombres clown.
7. En Risa terapia no destacamos por nuestra potencia organizativa, después de todo somos payasos,
no ingenieros aeroespaciales, aunque nos gusten los nombres estelares. De modo que un par de
días antes del evento, con la agenda liberada de último momento, sé que sí podré asistir a la Lluvia.
¡Genial! Me meto a Facebook a averiguar el hotel sede, la tarifa y la disponibilidad. Nada. Después
de postear varios llamados de auxilio, me doy cuenta que somos varios en la misma situación. Sigo
esperando. Después de un par de horas alguien me responde:
8. – Es en Holiday Inn, no hay pierde.
9. – ¡Gracias!
10. Así que me meto al sitio en línea de la cadena hotelera y sorpresa: hay tres Holiday Inns en
Querétaro. Sigo preguntando ya medio frustrado, hasta que eventualmente alguien me orienta:
11. – El hotel sede es el del Centro, lo posteamos en el muro de Facebook hace como un mes ¿no lo
viste?
12. Nope, resulta que rastrear un muro en reversa no está especialmente fácil. Pero no importa, gracias
de nuevo. Ahora sí, llamo al hotel, verifico que sea el correcto y hago mi reservación.
13. Me sale un poco el sarcasmo. Esto es un ejemplo de lo que llamo logística-clown: 10% de
planeación y 90% de improvisación, sazonada con colaboración alegre y objetivos flexibles. En fin,
yo me lo busqué. Lo bueno es que ya quedó.
14. Viernes 16: traslado
15. Nos reunimos en mi casa para irnos en un solo coche, así aprovechamos para conversar, relevarnos
al volante y también para que salga más barato. Voy a ir con Raquel-Serpentina quien por cierto es
directora de la EAE y su novio Jorge-Tau, una vez que acabemos de trabajar. Salir de la ciudad de
México hacia el norte es un problema: no sólo inicia el puente del 20 de noviembre, además hay que
transitar por el Periférico, atravesar Polanco que está en obra, seguir por Satélite, La Quebrada,
Lechería y cruzar la caseta de Tepotzotlán. Así que para ahorrar tiempo Raquel trajo su tag para
usar el segundo piso. El chunche funciona muy bien y nos permite avanzar muy rápido. Hasta que
llegamos al punto donde forzosamente hay que descender, por Lechería. Se hace una cola que
avanza a vuelta de rueda como de un kilómetro en el segundo piso, bueno al menos es como un
gran estacionamiento con vista panorámica. Nadie cede a la tentación de quejarse del tráfico y
seguimos conversando animadamente.
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16. Pasando la caseta de “Tepos”, hacemos una escala en la gasolinera para cargar combustible,
comprarnos un café y papitas para el camino. Ya que hicimos cerca de dos horas para salir de la
ciudad, en ese momento Rach me releva al volante. Ahora me toca ser el copiloto, poner música y
estar atento a los señalamientos para llegar a Querétaro y al Holiday Inn sin perdernos.
17. Este año, durante la Lluvia habrá renovación de quásares, de modo que hablamos también de los
candidatos, sus responsabilidades y los retos que tenemos enfrente para hacer prosperar la
institución. La EAE y el Consejo llevan más de un mes revisando postulaciones y tareas relevantes
por atender en las diversas ciudades donde habrá quásares, pues ser líder de trabajo voluntario en
Risa terapia para una ciudad completa implica afinidad entre el deseo del quásar, su integración con
la comunidad y los requerimientos de la institución. Así que conversamos de este y otros temas,
mientras avanzamos, ya de noche.
18. Tras dos horas más de camino de llegamos al hotel cerca de media noche y están dos integrantes
del comité organizador verificando el registro. Se ven francamente cansados, se ve que han estado
recibiendo MDR de diversas partes del país a lo largo de todo el día y no pueden más. Ya somos 252
inscritos presencialmente, me entregan mi paquete de bienvenida, un gafete y un itinerario.
Arrancaremos mañana a las 8 de la mañana a desayunar.
19. Afortunadamente el hotel tiene un estacionamiento cómodo, techado e incluido en la tarifa que ya
pagué, así que lo dejaré allí. Tras el registro, bajamos las maletas, nos despedimos y me instalo en
la habitación. Me quedo dormido en cuanto pongo la cabeza en la almohada.
20. Sábado 17: reencuentros - superpila
21. Hoy nos espera un día completo de pláticas, juegos y talleres al estilo de Risa terapia. En su
propósito oficial, la Lluvia sirve para conocer otros MDR, convivir y hacer anualmente una reunión
nacional de amigos. Pero es mucho más.
22. A las 7:30 me recibo mi amable llamada de despertador por parte del hotel. Tras un regaderazo me
atavío con la playera oficial del evento, mi gafete y mi camarita digital. Además como sé que tengo
trabajo, traigo mis notas para conversar con los candidatos a quásares y reafirmar su postulación.
Así pues, un poco antes de las 8 voy al restaurante.
23. Tiene un buffet que da gusto nomás de verlo: hay frutas, cereales, guisados mexicanos, diversos
jugos y bebidas y también una estación de omelettes y otra de quesadillas. Me encuentro ya varias
mesas con MDR platicando amenamente. Saludo de beso y abrazo con todos y me siento a
desayunar en una de ellas. El ambiente es como si nos conociéramos de siempre, aún sin habernos
visto nunca.
– ¿Qué te trae a la Lluvia? Le pregunto a la Dra. Vickyticky.
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I.1 – Pues me divierto mucho, pero ante todo, yo vengo a ser feliz. La respuesta de Vicky me
conmueve, pues viene a vivir la alegría, muy bien.
24. Me encuentro también a una Bety, instructora experta y facilitadora de RT desde hace varios años.
Después de abrazarnos me mira sonriente y me dice, casi como susurro "Me gusta lo que hace el
Consejo, gracias". Atesoro su frase, sintiendo que el trabajo conjunto con la EAE de este último año
ha valido mucho la pena.
25. Platico durante el desayuno con otros consejeros, nos dividimos las entrevistas con quienes quieren
ser quásares, son 22 personas y no podemos aceptar la postulación de todos. Es delicado que en
una organización de voluntarios, tengas que declinar algunas postulaciones, pues no todos quienes
tienen interés cuentan proyectos genuinos, están listos o están metidos de lleno en su comunidad.
Algunas conversaciones no estarán nada fáciles. Me extiendo conversando en el desayuno y soy de
los últimos en salir, casi temo que me dejen.
26. Los camiones que nos trasladarán al parque público donde pasaremos el día están formaditos frente
a la entrada del hotel, así que lógicamente subo al que está hasta adelante. Curiosamente, en este
camión solo me encuentro tres o cuatro MDR conversando. Logística clown, jaja, los ordenados son
los desubicados. Eventualmente el camión se llena y partimos, jugando y conversando.
27. A la entrada del evento, el comité organizador reparte más gafetes, pues muchos MDR participantes
se quedaron en casa de algún amigo, viven en la ciudad o en una ciudad cercana. Somos 290 en
total. Además hay mantas de bienvenida y tiempo para conversar, saludarte y repartir abrazos,
muchos abrazos.
28. El anfiteatro del parque está techado y tiene unas butacas de piedra con capacidad como para 300
personas, así que nos queda perfecto. Como telón de fondo, instalaron una lona que reza: " A los
hermanos MDR del mundo mundial... Bienvenidos".
29. La conferencia magistral está a cargo de Andrés, no solo es el fundador de Risateriapia y miembro
del Consejo, sino que además tiene su propia compañía circense y es orador en foros públicos. Así
que está en su elemento. Habla de la renovada Misión de la institución y de sus valores asociados a
los diferentes dedos de una mano, y explica:
30. Cuando nos preguntan y ¿Ustedes qué hacen? Tenemos que contestarles ¿has visto Patch Adams?
bueno pues algo así. Así que para que le respondamos a la gente cuál es nuestra Misión, tengo para
ustedes un saludo especial…
31. Y nos ponemos de pie, a hacer el saludo-misión paso a paso. Hago contacto con amigos que no veía
desde el año pasado, me topo con integrantes de mi constelación y de mi galaxia y también hago
nuevos amigos. La mayoría nos sabemos nombre clown de los demás, pero pocos somos los que
nos dirigimos a los demás por su nombre real, incluso cuando no traemos nariz. Y eso no es
impedimento para que acabemos de nuevo abrazados todos con todos.
222
32. Tras la conferencia viene un breve informe del Consejo Cósmico y de improviso la renovación de
compromiso de los consejeros, de cara a toda la comunidad. De nuevo la logística clown: una parte
de planeación, nueve de improvisación. Este genuino y cándido acto, nuevamente sale bien.
Estamos contentos de convivir hermanadamente cerca de trescientas personas.
33. Hacemos una comida sencilla de sándwiches y refrescos, durante las cuales aprovecho para
entreverme con candidatos a quásares y también tratar de ponerme a ratos la cachucha de MDR de
a pie, disfrutando del evento.
34. Por la tarde hay talleres para fabricar una nariz, malabares, cuentacuentos, escucha y otras
destrezas útiles para visita. Cada quien se inscribe libremente a los que más le atraen. Los
instructores son voluntarios expertos, también integrantes de la comunidad. Yo aprovecho este
tiempo para avanzar con mis entrevistas. Los candidatos toman los retos que vemos para la ciudad
muy bien.
Y mis conversaciones difíciles con los que no están del todo listos avanzan
adecuadamente. Vamos bien.
35. Tras un rato de descanso regresamos al hotel y nos preparamos para la noche de narices rojas. Es
una fiesta de disfraces, con nariz clown. En uno de los salones del hotel, el tema es Rock and Clown.
En el evento puedo observar el nivel de coordinación que las constelaciones tienen, ya que muchas
de ellas van vestidas con el mismo tema, hay metaleros, de la onda vaselina, hippies y también
darks.
36. Dentro del recinto el ambiente es una locura, los códigos del heavymetal mezclados con un grupo de
Elvis, incluso hay quienes van disfrazados de micrófonos, guitarras y otros instrumentos. Eso sí,
todos con nariz roja. En una esquina del salón hay un forillo para tomarte fotos en grupo, pero
realmente no hace falta, todo el salón es un gran foro para posar, jugar, bailar y conversar.
37. Mientras cenamos los tacos que nos sirven, noto que uno de los Dj’s le pide a la mesera una cuba.
Ella niega con la cabeza y con un gesto diciéndole que en la fiesta no hay alcohol. Su cara es de
sorpresa y extrañamiento, seguro se queda convencido que ella le mintió y no le quiso servir. Y es
que el dj no sabe que lo único que necesitan los MDR para armar pachanga es estar juntos.
38. Hacia el final de la noche, vemos videos producidos por diferentes constelaciones, sobre el
significado de la Lluvia, de la organización y algunos sketches clown. Bailamos hasta que se va el dj
y nos corren discretamente del salón encendiendo las luces y comenzando a levantar los manteles
de las mesas desocupadas. A la salida noto que hay quienes han retomado el reto anual de la
juerga, bajo el grito de guerra:
39. – ¡No vamos a dormir, no vamos a dormir …!
40. – Esto sí sería demasiado para mí. Me voy a la cama.
223
41. Domingo 18: superpila- relanzamiento
42. En el segundo día de la Lluvia de Estrellas realizamos una intervención urbana. En ella todos los
MDR se caracterizan con su bata, atuendo y nariz. Salen a las calles a saludar a la gente, jugar entre
con los niños y crear un ambiente festivo en cada espacio a donde van. Tal vez no se pueda cambiar
el tráfico, pero sí la actitud.
43. Pero primero, la foto oficial. Cerca de las 10 de la mañana en una plaza pública, nos reunimos y
sonreímos -un poco más- para las cámaras, tanto las oficiales como las de turistas y transeúntes que
nos miran con sorpresa y después con diversión. Después viene una carrera desenfrenada para
coleccionar fotos, hacer tonterías en público e invitar a la gente a participar.
44. Estar caracterizados nos da licencia de comportarnos como niños en las calles, con la ventaja de que
además los otros hacen caso y nos siguen la locura. Nadie le habla a la policía ni al manicomio. No
hay jerarquías ni restricciones al cotorreo ingenuo. Seguimos las propuestas por método, la regla es
decir que sí a todo. Enriquecemos la broma previa y nos dejamos bromear también. Es una gran coinspiración de buenas intenciones.
45. Recorremos en tranvía turístico los atractivos de la ciudad, bromeando con el operador, el guía y
saludando a los sorprendidos automovilistas. Los niños se divierten al ver camiones llenos de
doctores payasos de todos tamaños y formas.
46. Intercambiamos pines entre nosotros. Cada constelación los lleva preparados desde su ciudad de
origen y se convierten también en trofeos que adornan batas, listones y gafetes. Jugamos con la
gente en la plaza, el tiburón, el moco y otros juegos ridículos que solo son posibles en tumulto y con
nariz. Tras varias horas de juego callejero a algunos nos da sed y hambre, de modo que algunas
narices rojas empiezan a desaparecer para abrir paso a botellas de agua, refrescos y botanas.
47. De nuevo abordamos autobuses y nos dirigimos al auditorio de un centro cultural y recreativo del
IMSS, donde tendrá el evento de nombramiento de los nuevos quásares que estarán a cargo del
desarrollo de la comunidad durante 2013. Andrés dirige la ceremonia y los llama al escenario uno
por uno. Después suben representantes de cada una de las constelaciones de donde surgieron los
nuevos líderes. En un abrazo cariñoso los despiden. En la butaca de atrás de mí una MDR de Oaxaca
comenta:
48. – ¡Mira qué hermoso! El supernova de la constelación entrega al quásar para que pueda hacer otras
cosas. Ya cumplió con hacer crecer su grupo, ahora le toca algo más grande, toda una ciudad. Cada
vez me enamoro más de este movimiento.
49. Varios quásares están llorando. Muchos supernovas y gente de la audiencia también. Hay dos
grandes amigas que siguen abrazadas con cariño en el escenario, hasta que alguien de la audiencia
les grita:
224
50. – Ya dejalaaaaá.
51. Rompemos a carcajadas y después de limpiarse lágrimas y moquitos, los quásares se reúnen hacia
el frente. Andrés les habla del compromiso que implica mantener la llama del buen humor y el
idealismo por un mundo mejor en sus respectivas ciudades y agradece a nombre de todos que
quieran hacerlo. Y ahora viene el juramento, con unísono medio desparejo declaran:
52. “Prometo por mi nariz roja, hacer lo que de mí dependa por construir y hacer crecer mi galaxia
entera, con orden, colaboración y cariño, en todas mis acciones y mis palabras, servir con lealtad a
Risa terapia, su misión y reglamentos, y preservar en mí y en los médicos de la risa, la chispita en
los ojos y el corazón en la punta de la nariz. Tan tán. ¡Servir con alegría y alegrar en el servicio!”
53. La comunidad los recibe con una ovación, muchos estamos aplaudiendo de pie. Andrés
solemnemente llama al orden y menciona,
54. Y en este momento es cuando cantaríamos el himno de Risa terapia, pero como no existe...
55. Una nueva carcajada general. Típico de un evento nuestro, donde la seriedad es la excepción, más
que la regla. Parecía que el momento cúspide sería la intervención, pero el sencillo ritual del
nombramiento de quásares a medio día tuvo un resultado espectacular.
56. La clausura oficial pasa casi desapercibida, seguimos en la fiesta y queriendo convivir. Solo el
llamado a la comida hace que vayamos poco a poco desalojando el auditorio.
57. A la salida del mismo, un pequeño tianguis de artículos clown: narices, artículos de broma,
accesorios y zapatos, así como artículos oficiales de la institución. Nos hacía falta el mercadito y
muchos nos dedicamos a comprar.
58. Afuera del auditorio comienza una nueva comida sencilla a base de sándwiches y refrescos, para no
variar los vegetarianos se quedan esperando a que aparezcan los suyos. Sin éxito. Por mi parte, me
siento a comer con Mónica quien se ha dedicado a trabajar en el proyecto de voluntariado juvenil
por varios años. Esto no ha acabado todavía y ya comenzamos a planear un nuevo evento.
59. Yo he durado en Risa terapia todos estos años, en gran parte por la Lluvia. Cuando mi llamita está
por apagarse por el cansancio o las decepciones, pum! viene la lluvia y vuelvo a cargar pila.
60. Así seguimos, pero comienza a acercarse la gente a Moni para preguntarle sobre cómo inspirar a los
jóvenes en esto. Así que dejamos nuestra plática personal para que ella le dé un último mensaje
informativo a los interesados en el tema. Platico entonces con Jesús-Einstein quien, a sus 65 años es
un médico muy activo.
61. – La lluvia de estrellas es un evento de nutrición energética. ¿sabes la cantidad de ideas, testimonios
y aprendizajes que me llevo? Además el saber que estamos todos contribuyendo al plan del Señor...
esto es invaluable.
225
62. Poco a poco se dispersa la gente. Nos despedimos con nuevas sonrisas y abrazos, promesas de
amigarnos en Facebook y energía renovada. Camino de regreso al hotel en compañía de un grupo
de amigos de Mexicali, y antes de irme a dormir, paso a hurtadillas por las “coyotas” que me trajo
Lucho de Hermosillo, se las había encargado desde un año antes. No pensaba de ningún modo
exponerlas a que todo mundo me pidiera, jaja. Estoy molido. A descansar.
63. El regreso en automóvil transcurre sin contratiempos. Hacemos coperacha para gasolina y casetas.
Traigo ahora dos pasajeros más, facilitadores y expertos de la organización. Compartimos anécdotas
de regreso, escuchamos música y el regreso se siente rápido. Dejo a dos de ellos en la ruta a mi
casa. Raquel y Jorge se despiden ya en la puerta de mi casa, y quedamos de hablarnos en breve.
64. En los siguientes días, se siente un maravilloso ambiente post-Lluvia en Facebook. Hay muchos
Gigabytes de fotos, nuevas amistades, likes y comentarios por doquier. Me quedo con este en
particular:
65. Ya sé que cada año digo lo mismo, pero creo que esta Lluvia de Estrellas tal vez ha sido la mejor de
todas.
66. A Ricardo Medina y 36 personas más les gusta esto.
67. ---------
Bajío: Silao, León y Aguascalientes, Turismo de negocios individuales
10 de diciembre 2012
7 informantes clave
Cynthia Fuertes
1. ¿Qué quiero hacer? Conocer y aprender sobre cómo se realiza la venta de pintura industrial y qué
mejor manera que acompañar al Vendedor en su ruta.
2. Hablé el 7 de Diciembre a medio día con Alfredo Pérez, que sería un buen instructor sobre el tema y
afortunadamente estaba planeando realizar una ruta por el Bajío. Nos pusimos de acuerdo y no
había qué esperar tanto, me propuso irnos el lunes a visitar prospectos.
3. Alfredo Pérez es un Vendedor destacado en una empresa que fabrica pinturas domésticas,
industriales y de señalamiento. La industria gasera juega un papel muy importante en la cartera de
clientes de esta empresa. El mercado es muy grande pero a la vez, muy competido. Alfredo lo sabe,
pero está seguro de sus destrezas como Vendedor y sabe que tiene muy buena oportunidad de
vender sus productos en donde vaya a ofrecerlos.
4. Con ojos de sueño y mucho frío, pero con ganas de hacer la ruta de ventas, Alfredo y yo salimos, el
lunes 10 de diciembre desde las 5 am en un automóvil mediano rentado. Nuestro primer destino
será Silao, Guanajuato.
226
5. Alfredo conoce bien la ciudad y tomamos camino hacia la carretera con dirección a Querétaro.
Miraba de reojo los señalamientos aunque se los sabe bien.
6. Lo primero que me comentó es que desde un día antes, fue por el automóvil a la arrendadora y lo
revisó mecánicamente y que tuviera gasolina. El viernes recibió dinero para poder solventar los
gastos, aunque no es tanto como él quisiera, y le entregaron las muestras que les daría a los
prospectos.
7. Ya en el camino íbamos platicando de sus experiencias en la empresa donde trabaja. Tiene buenas
relaciones con algunos compañeros de trabajo, y no tanto con otros. “El viejito” como le dice de
cariño a su jefe, lo apoya y está muy al pendiente de las actividades que realiza. Hay fallas dentro
de la empresa, siendo la mayoría de otras áreas, tales como Embarque y Producción, y se siente
frustrado porque dice “estoy comprometido a dar un buen servicio a mis clientes, y luego por eso
dicen que soy enojón porque no me dan respuesta”. Cuando se compromete a algo, lo cumple y le
molesta cuando no depende de él, “pedí una muestra hace 4 meses y aún no me la entregan”.
8. – ¿Qué significa ser vendedor?, le pregunté.
Simplemente responde – “Es mi vida, amo las ventas”. Mientras que se le iluminan los ojos y sonríe
leventemente.
Es notorio su gusto por lo que hace por la pasión que demuestra. Cuando está con los clientes, me
comenta:
“Tengo que hacer que volteen a verme, yo no soy parte de la estadística”.
9. Seguimos el camino, pero el estómago empezaba a gruñir por falta de alimento, primero paramos en
un pequeño supermercado a tomar una bebida caliente y posteriormente paramos un momento en
un restaurante tipo fonda, a orillas de la carretera a desayunar unos deliciosos tacos de barbacoa
con su infaltable consomé. Seguimos platicando de cuestiones personales y temas de trabajo.
Alfredo pagó la cuenta en efectivo, y salimos de ahí.
10. Con estómago lleno, tuvimos más energía para seguir el camino. Había tramos en reparación, y
hasta comentamos que era normal que esta carretera siempre los tuviera.
11. Vimos cómo iba clareando el cielo y se dejaban ver los paisajes de montañas y sembradíos. Aunque
en todo momento se veían construcciones, ya sea pequeñas casitas o a lo lejos algunos pueblos.
12. Después de un largo camino y pasar varias casetas de cobro en donde usamos la tarjeta IAVE,
llegamos a Silao, Guanajuato
13. Ya teníamos cita con un prospecto llamado Gas Noel. Arribamos un poco antes de lo esperado y nos
anunciaron con la persona que buscábamos. Nos hizo esperar un poco de tiempo, mientras Alfredo
me explicaba cómo funcionaba el proceso de carga de gas en una estación, además de contarme
227
que a esta persona ya la habían visitado anteriormente pero como se le había asignado otro
vendedor, no se le había dado el seguimiento requerido. Finalmente el prospecto nos recibió y
Alfredo le entregó una muestra de la pintura que usa -cada gasera utiliza un color específico por
normatividad establecida-. El prospecto decía:
-“¿Qué tiene de diferente tu pintura para que yo quiera comprarla?”
Alfredo le propuso una pintura que es más económica por ser base agua y no base solvente como
normalmente la usa. El prospecto convencido, transitó de “prospecto” a “cliente” al solicitar el primer
pedido de una cubeta para poder hacer las pruebas necesarias en los cilindros de gas. Alfredo pudo
obtener información relevante de los actuales proveedores, para con ello poder presentarle una buena
propuesta. Cerramos la visita con una próxima cita para el siguiente lunes para hacer una demostración
a los encargados de pintura. La visita fue un éxito.
14. Salimos con una sonrisa y subimos al automóvil para poder dirigirnos a visitar al siguiente prospecto.
Ahora tocaba ir a León, Guanajuato. Admiraba la vista de la carretera, que siempre me ha gustado,
cerros, planicies, sembradíos y más cerros. Pasamos un par de casetas para finalmente llegar a
León.
15. Llegamos a la ciudad y Alfredo no recordaba muy bien dónde se localizaba la planta de Gas Butano,
así que entramos a una calle que era la incorrecta, pero no era fácil corroborarlo porque no había
señalización clara. Regresamos a la ruta inicial y tomamos otra calle, esta vez estábamos en la
correcta. Me comentó Alfredo, “este cliente me habló el sábado cancelándome la cita porque saldría
de la ciudad, así que sólo pasaremos a dejarle la muestra”. Y así fue, llegamos al destino, Alfredo se
bajó del automóvil a entregar la lata de pintura y en menos de 5 minutos estaba de regreso para
retomar el viaje hacia Aguascalientes.
16. En la carretera hacia Aguascalientes, nos encontramos un retén en donde Federales revisaban los
automóviles, pero más en específico los transportes de carga. Superamos el retén y continuamos el
camino. Con la conversación de cuestiones cotidianas y los paisajes de montañas, árboles y
sembradíos, se hacía más ameno el camino. Un poco después paramos en una pequeña tienda a
tomar un refresco y a entrar a los sanitarios. Mi grata sorpresa es que estaba muy limpio y era
gratuito.
17. En Aguascalientes, visitaríamos a dos prospectos. Teníamos cita con uno de ellos, pero con otro de
ellos no, al ser el primer contacto. Llegamos a la ciudad pero no nos adentramos, ya que
normalmente las gaseras están en los límites de la ciudad, por lo que pasamos por colonias con
casas escasamente pintadas o de un solo piso. Alfredo iba muy atento viendo los señalamientos
dentro de la ciudad para dirigirnos al corporativo de este último, de la empresa llamada Central de
Gas. Al llegar a Recepción nos comentaron que las oficinas de Compras no estaban en ese edificio,
que recomendaban que nos dirigiéramos a la planta que estaba cerca de ahí, además de que nos
dieron el nombre y teléfono del Comprador. Con esa información, nos dirigimos al lugar. Alfredo
228
tomó el teléfono celular y habló con el contacto, explicándole a las razones de la llamada y
solicitándole 5 minutos para explicarle del producto. Accedió y entramos a las instalaciones de la
gasera. Muy amable, nos recibió y con las habilidades que tiene Alfredo, nos dio información sobre
el proveedor al cual está comprando actualmente pintura, tal como el nombre, cantidad, precios,
además de que nos enseñó una muestra.
Alfredo la revisó y le comentó: – “Veo que tiene muchos sólidos y podemos presentarle un mejor
producto a menor precio, ¿me permite traérsela el siguiente lunes?”, el prospecto accedió y con ello
cerramos la conversación. Nos despedimos y salimos de la planta.
18. Saliendo de ahí, me comentó que la siguiente empresa que teníamos que visitar era también Gas
Noel pero de esa región, ya que al no tener un corporativo, cada una se allega de recursos para su
operación individual. Afortunadamente, la planta estaba cruzando la calle, nos acercamos y nos
recibió un perro que pasivamente estaba tomando la siesta fuera de la puerta principal. Solicitamos
el acceso y nos recibió el Comprador. Esta era una segunda visita pero como estaba asignado a otro
Vendedor y no le había dado el seguimiento adecuado, no se había hecho el cierre aún. Alfredo
quiso obtener información de los actuales proveedores, en donde descubrimos que compraban a
menor precio.
El prospecto se limitaba a decir – “¿Tú qué me ofreces?”
Alfredo, con su pericia le mencionaba que tenía un gran producto con el que podía tener mayor
número de aplicaciones debido a la solución base agua, que a la larga resultaba en reducción de
costos. El prospecto era incrédulo, pero accedió a probar la muestra que le llevamos. Alfredo le
explicó la forma en que tenía que utilizarlo y se ofreció a regresar el siguiente lunes para hacerle una
demostración a las personas que aplican el producto. La cita estaba hecha.
19. Había una cita agendada para el martes 11 de Diciembre a primera hora en Guadalajara, así que nos
dirigimos a aquella ciudad. Para esa hora, el calor se sentía en la carretera y fue el tramo más
agotador a mi punto de vista.
20. Paramos en una gasolinera y llenó el tanque del coche. Pagó en efectivo. Caminamos hacia la
tiendita que estaba junto y solicitó una factura, ya que nos la entregaron regresamos al coche.
21. Mientras contemplaba el camino, la mayoría en silencio, veía el paisaje y notaba que había casetas
de auxilio que se llegaba a ver un teléfono para usarse en caso de haber accidente o descompostura
del automóvil.
22. En el camino, el teléfono celular de Alfredo sonó, y era su jefe, el Gerente de Ventas. Le dio un
resumen de los logros hasta el momento, que fue de gran aliento para él.
23. Llegamos a Tonalá, Jalisco que está cerca de la planta del prospecto y propuso Alfredo hacerle una
llamada con su teléfono celular para ver la posibilidad de que nos pudiera recibir por la tarde y no al
229
siguiente día como estaba planeado. En la llamada, la señorita comentó que no podía ese día porque
iba de salida y que podría recibirnos al final del día del martes. Alfredo volvió a llamarla unos 20
minutos después, y la misma señorita -ya que reconoció la voz-, dijo que no estaba la persona que
estábamos buscando -negándose a contestarle a Alfredo-. Con esos indicios, y bajo consulta con el
Gerente de Ventas, la decisión fue regresarnos al Distrito Federal ese mismo día.
24. Antes de ello, decidimos comer en un restaurante típico de Tonalá cerca de las 5 pm. El lugar era
grande y había mucha gente comiendo alegremente, así que nos dio confianza y nos quedamos ahí.
Comimos cada quien una arrachera con arroz que es un platillo común y con el hambre no
queríamos experimentar. Era basto el plato pero nos lo terminamos casi todo, estuvo delicioso.
Pagué la cuenta con tarjeta de crédito y nos salimos del lugar para emprender el regreso a casa.
25. El camino de regreso fue largo y pesado, y vimos el atardecer en la carretera, que fue un lindo
espectáculo. Pasamos muchos poblados, casetas, tramos en reparación pasando Querétaro y
muchos coches a nuestro alrededor. Empezaba a hacer frío de nuevo y me puse mi suéter. Aunque
estábamos un poco cansados, fue grato al ir conversando sobre algunas experiencias familiares.
Llegamos al DF alrededor de las 12 pm. Me dejó en un sitio de taxis ya que mi casa está al sur de la
ciudad y la suya está muy al norte, para así, emprender el regreso a casa a descansar.
26. El viaje fue muy productivo y me sirvió para entender más claramente el negocio y encontrar las
destrezas del Vendedor que pueden adoptar los demás miembros del equipo de Ventas, además de
recibir información de los prospectos que me ayudarán a diseñar mejores herramientas de ventas.
230
12- 13 de diciembre, 2012
Feike de Jong
WTC, Cd. De México, Turismo de expos y ferias
8 informantes clave
1. Fui en la mañana al Sheraton, Expo Reforma y Fiesta Americana donde me informaron que la
temporada de congresos y convenciones era empezando la segunda mitad de enero hasta el verano
con un receso de dos semanas para Semana Santa. Luego empieza de nuevo en Septiembre hasta
Diciembre. Por lo mismo no había congresos y convenciones en estas fechas. Sin embargo me
dijeron que había una exposición en el World Trade Center de CRM este mismo día.
2. Llego a WTC a las 13:30. Hablo con la coordinación de convenciones y expos y me dicen que ya no
hay hasta la segunda mitad de enero. Sin embargo hay uno en este mismo día de CRM. Bajo un piso
y me condujo a la mesa de registro donde me presento como reportero independiente y me tomen
el registro y dejan entrar.
3. Entro la sala de exposiciones donde hay aprox. 10 grandes stands que se dedican principalmente a
soluciones de software en CRM. El evento está patrocinado por una empresa Solvis y Oracle y Axtel.
Hay una sala de conferencias al lado del piso de exposiciones con aproximadamente 200 personas
sentados escuchando una conferencista argentino, Esteban Kolski, cuyo presentación no se puede
ver por un problema técnico. Sin embargo hace una plática con gran nitidez, ánimo y energía sin el
apoyo de su presentación.
4. Kolski hace el comentario que las redes sociales no son tan importantes como pueden parecer y
decido buscarlo después de su conferencia como reportero y entrevistarle. Kolski, con unos 40 años,
es energético y enfocado. Dos-tres personas le abordan después de su conferencia para hacerle
algunas preguntas. Luego habla con otro conferencista con quien iba a comer. Pregunta a Kolski y a
otra persona o van a comer en el espacio de convenciones -hay una comida patrocinado por Axtel-.
El conferencista estadounidense o canadiense dice “no, hemos decidido comer fuera de la sala de
exposiciones” con tono como si se había cansado de estar dentro de este espacio tan estéril y en
cierto grado aburrido. Kolski dice si espérame unos 15 minutos mientras me entrevistan.
5. Hago la entrevista y se va a comer. Yo veo o puedo entrar en el área de la comida patrocinada pero
no me dejan entrar como persona con pase de cortesía. Pregunto dónde puedo comer algo cerca y
me recomienda el Palace Restaurant. Decido quedarme alrededor de la entrada. Veo la gente
saliendo en grupos de 2-5 personas a comer fuera. Mientras en el espacio patrocinado la dinámica
es más abierta entre los distintos participantes de la conferencia porque pueden estar sentados en
las mesas redondas en grupos de 8, entonces puedes estar sentado con personas que no conoces.
Esta no se presta para conversaciones de negocios más confidenciales o dinámicas internas de
grupo. Sin embargo permite a conocer a gente más o menos al azar. Todos las mesas están
ocupadas en algunas hay pláticas animadas y en otros la gente comen sin hablar. Por su ambiente
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parece menos movido. Algunas personas se paran fuera del WTC a fumar. Veo un hombre
regresando de la comida con una bolsa de regalo, como si hubiera comprado algo para su familia.
Se puede reconocer la gente de la expo en la calle por los gafetes que traen. Me llama la atención
un vendedor ambulante que está vendiendo “ropa” para perros artesanal, forrado de piel. Fue la
primera vez que había visto este artículo en venta en la calle y me hizo pensar que era el regalo
perfecto por el ejecutivo de viaje – ligero, original, localista y familiar.
6. Regrese arriba a la sala de conferencias donde un par de ejecutivos estadounidenses de una
empresa que se llama Lithium estaban platicando con la gente que se quedaban en el salón de
fiesta. Uno era Vice-presidente de latino américa. Tenían un aire entre soldados y estudiantes de
secundaria, muy nítido, muy educado pero al mismo tiempo un poco acartonado como los
personajes en los anuncios de productos para desayuno. Frescos. Pregunte al ejecutivo si venir a
México fue un problema para el debido a la inseguridad y me dijo que no, que había vivido en
Puerto Rico que era muy similar y no prestaba atención al hype. Dije que era reportero y que estaba
buscando la gente de Solvis que no habían regresado de comer. (Solo había una hora para comer
entonces la gente comían rápido.) Yo le pregunte cuales de los otros stands le parecían lo más
interesantes y me dijo que no sabía que no los había visto. Luego dijo que tenía una reunión en
breve y se tenía que disculpar después de recomendarme hablar con la gente de Solvis, socios de el
en alguna forma.
7. Luego escuche un de las presentaciones que daba uno de las personas de Solvis. Otra vez
enormemente nítido y enfocado, ni un pelo fuera de lugar. Dos otras personas escucharon un
gerente de sistemas de Microsoft y un chavo que siempre estaba donde estaban pasando las cosas y
que visiblemente se divertía, aunque era medio enchufado en su smart phone. Cuando la persona
del stand le dio su nombre “Israel Regalado” el joven dijo:
– “Ahhh entonces tu eres Israel Regalado, ya te conozco, eres famoso.” “Espero que no fue mal lo
que escuchaste”
8. – “No, no al contrario.”
9. Luego seguía con su presentación y llego otro joven, que parecía muy fuera del lugar con jeans
modosamente colgando por su trasero y una playera, también pegado a su smart phone, barba y
larga pelo rubio. Era el director de marketing de latino américa de Social Bakers el más grande
empresa de monitoreo de redes sociales del mundo. Él estaba hablando todo el tiempo con mucha
atención con los casi acartonados ejecutivos de Lithium.
10. Yo le pregunte que era Social Bakers, pensé ingenuamente que era algún tipo de panadería por
internet o algo por el estilo. Este joven era checo y ya había vivido en la Ciudad de México 6 meses.
Se quejaba amargamente del tráfico que le alucinaba. Dije que me interesaría entrevistarle y me dio
su tarjeta diciendo que nos podríamos poner de acuerdo con una chela en el transcurso de la
semana. Todo la acción en este expo fue alrededor del stand de Solvis, que activamente habían
232
agendado varias platicas en un pizarrón en su stand, y que formaba el centro de convergencia de los
más importantes personas en el expo. Uno de los estadounidenses dijo: everything is happening
around Solvis here.
11. Ahora otras vez presentaba estadounidense de Lithium en el stand de Solvis. Era ahora más formal y
ya hubo un grupo de alrededor de 15 personas alrededor del stand. Entre ellos era Paul Greenberg,
quien entendí era el conferencista más importante en este tema. Leí después que según había
escrito un libro que era la Biblia de CRM. Igual que el checo se destacó por la informalidad con la
cual iba vestido. Cincuentón, gordo, pelo gris como nido de pájaros, botones de su camisa
deshechos mostrando la camiseta abajo.
12. Greenberg estaba hablando con una mujer atrás de mí. Primero hablaban de su lunch. Greenberg
menciono que había pedido pescado pero que había olvidado que en México lo sirven con cola y
cabeza algo que le disgusto. También se quejó que era muy cansado. Que el año anterior había
hecho el keynote y que apenas había logrado que la gente se quedaba pero que en realidad era muy
difícil mantener la atención de la gente durante tanto tiempo. La mujer también dijo que estaba muy
cansada y que tenía que ir al hotel a responder correos y que luego tenía un desayuno a las ocho en
la mañana. Greenberg enfatizo otra vez que el tráfico era horrible en esta ciudad con mucho
exasperación y la aviso que debía tener cuidado con eso.
13. Luego hubo una plática de una mujer Argentina en la sala de conferencias. La sala ya estaba media
vacía y se vio que ella de verdad tenía dificultad y mantener ánimo del público. Cuando pidió o hubo
preguntas había un largo y desgarrador silencio hasta que alguien finalmente se animó. Yo fui a
hablar con Israel Regalado de Solvis y la mujer que estaba tomando fotos. Me había llamado la
atención cuando había abrazado a Greenberg y había dicho que preciosa era y que tan
“wholesome”. Yo le pregunte si había un lugar donde podría bajar las fotos en caso que los
necesitara. Ella dijo que los podría encontrar en la cuenta de flickr de Solvis. Hable de mi entrevista
con Kolski y ella me pregunto dónde trabajaba y dije Expansión. Luego me pregunto dónde vivía y
dije en por el mercado Juárez y yo la pregunte donde vivía y me dijo en la Cuauhtémoc era la casa
de ella y su marido que parecía ser Israel Regalado. Yo les pregunte como les había ido durante el
expo y dijo muy bien, que era muy interesante aunque habían esperado más presencia de medios
tradicionales. Yo les dije que habían presentado mal el tema, que no era claro viendo el programa
que era más que una discusión sobre call centers y que no podían suponer que un editor iba a saber
quién era Paul Greenberg. Ella dijo que habían tenido mucha presencia internacional que en algún
momento había parecido una torre de babel alrededor del stand con tantos extranjeros. Dijo que
había venido mucha gente del interior de la república solo para este evento. Yo dije “¿Nada más
vienen por solo un día?” Ella dijo que no que normalmente se quedaban para reuniones con socios
en las siguientes días para aprovechar el viaje. Luego les pregunte que iban hacer después de la
expo. Y dijeron que iban a cenar algo sencillo, ante las reuniones que iban a tener mañana en la
mañana. Luego Israel me empiezo a hablar de la política en México.
233
14. Después subieron Greenberg, Kolksi, la mujer y Jesús Hoyos el director Latinoamérica de Solvis al
podio para una discusión final en panel. Antes de subir la mujer fotógrafa de Solvis le agarraba la
mano en una forma muy coqueta mientras le pasaba en el pasillo hacia el podio y él se quedaba
riendo muy feliz. Al momento de la clausura subió el director de Contact Trust para cerrar la sesión.
15. Rápidamente la gente salía de la sala. Se forma una fila de personas frente un puesto de registro
para recibir un certificado, supongo para comprobar que habían estado allí todo el tiempo. Luego los
grupos de personas se despidieron y desaparecieron a sus hoteles o al aeropuerto.
16. Post-investigación I – miércoles 12 de diciembre
17. Fui al Hotel Sheraton Alameda a las 20:00. Vi a dos hombres uno mayor que el otro, vestido en
camisas y pantalones de caqui saliendo del Sheraton. Por su forma de vestir y comportarse me
parecían del mismo perfil que la gente del congreso. Les seguí hasta que entraron en un pasaje
comercial al lado del Sheraton. Allí entraron y subieron al segundo piso donde se encuentra un
restaurante Italliani’s. Entraron al restaurante a cenar.
18. Luego regresé al Alameda. Después de esperar un rato vi un señor de unos 35 años salir del hotel,
también en caquis, con lentes y un traje de lana azul. Caminó hacia el monumento de la Revolución,
luego se voltio y regreso hacia el hotel mientras hablaba por teléfono. Después de un par de
minutos empiezo a caminar en la otra dirección sobre la banqueta hacia el Zócalo. Antes del Zócalo
entro en el Sanborns de la Casa de los Azulejos sobre Madero. Cuando entré el restaurante no
estaba sentado allí entonces no sé hacia donde se fue después.
19. Regreso a la Alameda para vigilar la salida del Sheraton. Veo dos hombres salir, uno desparece atrás
de la pared de vidrio semi-transparente frene de la salida del Hotel y solo uno sigue. Cruza la calle al
lado del Sheraton y va a una tienda K-Mart. Luego caminó 2 ½ cuadras hacia el Hotel Flemming
donde entró en un elevador.
20. Luego regresé al Hotel Sheraton de nuevo. Entré en el lobby donde 4 hombres de distintas edades
se estaban despidiendo sentados en los sillones del lobby. Fui al bar del Sheraton donde pedí una
cerveza. Había varios grupos de personas sentados allí en el lounge, de las cuales 3 grupos eran
evidentemente hombres de negocios por sus trajes y la heterogeneidad de los grupos. Notable era
la cantidad de cocteles que hicieron en el bar y también un pedido del “Ron Zacapa” conocido por su
alta calidad. Tenían un aire de comodidad y habían quitado las corbatas de sus trajes. No se alcanzó
escuchar lo que dijeron.
21. Después de terminar la cerveza pedí una factura que dijeron que iban a mandar a mi cuenta hecho
que hasta fecha no ha pasado.
22. Post-Investigación II – Jueves 13 de Diciembre
234
23. Salí al aeropuerto por la estación de metro bus preparatorio nro. 5. Era las 18:30 y había demasiado
tráfico. Un señor de 45 años con un back-pack de la marca McKinley y una maleta de mano entró
con dos mujeres y preguntó o este camión iba al aeropuerto. Tenía que pedir a la gente quien tenía
5 pesos de crédito en una tarjeta de metro bus por qué no tenía suficiente crédito. El camión estaba
lleno de gente y muy apretado. Cuando llegamos a San Lázaro tenía que salir del andén para
comprar crédito y regresar de nuevo. Aparentemente tenía mucha prisa y vale la pena resaltar que
quizás un taxi ni era una opción, a esta hora el metro bus es la forma más rápido para moverse
hacia el aeropuerto. Aparentemente era funcionario público que tenía una cita con oficiales
municipales. Entro al aeropuerto donde fue a una caseta de información y luego le dejé salir ya que
no quería darle la idea que le estaba siguiendo.
24. Luego caminé por el aeropuerto hacia el Angus que estaba a un costado del Hotel Continental. El
Angus no tiene letreros y por lo mismo tiene algo de un escondite clandestino al final de un puente y
un túnel. Consiste de dos salones uno con alrededor de 20 mesas, algunas columnas y un podio de
música en viva. Tiene una iluminación relativamente baja. Sentado allí estaban varios grupos de
hombres de negocios, algunos con mujeres. No era claro cuál era su relación con las mujeres. Los
hombres de negocios muchas veces parecían ser clientes frecuentes del lugar por la forma en la cual
saludaban las muchachas del Angus que iban vestidos como los ayudantes de Santa. Una mujer en
negro era la jefa de las muchachas y a veces se sentaba con clientes más importantes para platicar
con ellos. Aquí los hombres o habían quitado sus corbatas o vestidos en forma más casual. Tomé
una cerveza por el bar, luego me senté en una mesa céntrica con vista al podio. Enfoqué mi
atención hacia un grupo de 4 estadounidenses evidentemente en un viaje de negocios. Pidieron
botella de vino tras botella de vino mientras conversaban. Parecía que tres fueron de la organización
matriz en los estados unidos y uno de la filial en México. Estaban hablando mucho de colegas, “Ken
y yo podríamos estar gritándonos cara y cara y todavía no nos entendemos.” También la persona
que no era de la matriz hablaba sobre una compañera que se llamaba Dolores que según no
trabajaba bien. Hubo un ambiente de compartir vidas personales y hablar de negocios. También
había un espacio atrás del restaurante donde se podría fumar.
25. Finalmente terminé de comer y me fui del aeropuerto en el metro.
235
Anexo 2
Análisis de motivación social
236
237
238
239
240
241
242
243
244
245
246
247
248
249
250
251
252
253
254
255
256
Anexo 3
Análisis de emociones
257
Familiar, Turismo Médico, Cd. Juárez
20 y 21 de enero
Familiar, Turismo de Rehabilitación-SPA, Ixtapan.
2- 3 febrero
258
Familiar, Visita a familiares y amigos
8 y 9 de diciembre
Turismo Revitalizante, Tequesquitengo
19 y 20 de enero
Tq.
259
Turismo de intimidad, Cuernavaca
18 -20 de enero
Mor.
Turismo de lujo, Vallarta
27 al 30 de diciembre
Jal.
260
Turismo Juerga, Acapulco
30 de diciembre- 1 enero
Gro.
Turismo Deportivo, Spartan Race
15 al 17 de febrero
Edo.
261
Turismo Ecológico, Nautla
31 al 3 de enero
Ver.
Turismo de nostalgia, Zapotitlán
8-10 diciembre
Pue.
262
Turismo de Inmersión, Palenque
11 y 13 de enero
Chis.
Turismo religioso, Chalma
2- 3 enero
263
Turismo Festivo, Oaxaca
21 al 24 de diciembre
Oax..
Turismo Raíces, Puebla
5 y 6 de enero
Pue..
264
Turismo Étnico, Michoacán
11 al 13 de enero
Mich..
Turismo de perspectiva, Gto.
22- 23 de diciembre
Gto..
265
Turismo de convenciones, Qro.
17 al 19 noviembre
Qro..
Ruta de ventas, Bajío
10 de diciembre
Bjo.
266
Turismo de Expos y Ferias, WTC
12 al 13 de diciembre
D.F.
Turismo Reunión, Cd, Juárez
22 y 23 de enero
267
Cd J.
Anexo 4
Análisis de satisfacción por experiencia turística
268
Acapulco
Momento de vida
Feike y su amigo acudieron a Acapulco en un momento de autonomía al querer buscar diversión en una
época en donde mucha gente va a la playa. De repente tenían momentos relajados tomando una cerveza
viviendo la confianza básica. En el Mayan Palace había parejas bailando y familias conviviendo en
momentos de intimidad. Los adolescentes entrando a la disco del Acapulco Princess despreocupados del
monto del cover y con ropa cara, en su momento de identidad. Un hombre de 50 años tomando una
bebida energizante a las 12 del día mostraba autonomía al ser claro que la tomaba por resaca. Familias y
niños jugando entre las olas del mar compartían intimidad. Las chicas escasamente vestidas bailando
frente a uno de los antros y otra tomándose fotos en bikini mostraban autonomía. Jóvenes bailando
intentando imponerse a las muchachas, mostraban identidad. Hombres en el table dance deleitados
viendo chicas bailando, se dejaban consentir reforzando su confianza básica. Generaron intimidad con
las personas que coordinaron los juegos pirotécnicos mientras tomaban una cerveza en la banqueta.
¿Qué tal le fue en el viaje?
Lograron el propósito de encontrar un lugar en el pudieron tener desmadre en diferentes modos.
Aunque les causó impotencia y enojo el mal servicio de varios lugares y los largos tiempo de espera para
ser atendidos, el tránsito impacientemente lento para llegar a algún lugar y la pérdida de su cámara con un
sentimiento de frustración.
Recomendación del viaje
Recomienda el lugar si el objetivo es pasar momentos divertidos con amigos o pareja, ya que es una playa
muy cercana a la ciudad de México y tiene diversidad de lugares para acudir, aunque la restricción es que
para divertirse es necesario llevar dinero, ya que sobretodo en temporada alta, los lugares son muy caros.
Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad/socialización)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho



Muy
insatisfecho
Satisfacción auténtica al disfrutar la playa, a la familias y grupos de jóvenes que acude en fechas
importantes y encontrar lugares en donde pasar el fin de año.
Genera transformación al encontrar a familias de diferentes estratos sociales a lo largo de la playa,
sin mezclarse entre ellas.
Es sostenible buscar diversión en Acapulco, aunque deberán mejorar la atención al turista en
temporada alta.
Verbalizaciones
 “A estas chicas bailan por los aplausos, señores …”
 “Your friend wants to fuck.”
 “La
camisa,
la
camisa
…,”
269
Celaya
Momento de vida
La Hermana y la mamá de Florencia viven en un momento de generatividad al cuidar tiernamente a los
bebés. La tía “Chata” tuvo iniciativa al preparar la cena y cuidar a su familia en su alimentación. La tía
Luisa está en la integridad al reconocer que ya no puede cuidar a los bebés, al igual que la tía “Prieta” que
busca aprovechar el momento de salud que asume que no será por siempre. La familia de Florencia y
Héctor compartieron intimidad al generar un ambiente cálido, de confidencia y cariño.
¿Qué tal le fue en el viaje?
El viaje fue exitoso al poder visitar a la familia de Florencia y Héctor y así compartir vivencias y momentos
agradables que buscan repetir.
Recomendación del viaje
Recomendable realizar un viaje familiar para cargar de energía a la familia que recibe con mucho cariño y
disposición.
Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho



Muy
insatisfecho
La satisfacción es auténtica ya que fue logrado el objetivo de visitar a los parientes que se esperaba.
Transforma la visita al saber que los familiares están bien en su mayoría y pudieron recibir gestos de
cariño.
Es sostenible ya que la familia siempre estará abierta a recibir a su gente más querida.
Verbalizaciones
 “Cuanto gusto me da verlos por aquí, que sorpresa, no sabía que vendrían”
 “ohh los bebés, déjame cargarlos”
 “vengan más seguido”.
 “Ay y yo ya sin fuerzas para cuidarlos”.
 “Ahorita está muy tranquilo, hay eventos cada fin de semana, hace 15 días si estuvimos a tope
porque hubo evento y una boda cerca de aquí, esperemos que a partir del 15 haya más gente,
generalmente vienen a visitar familiares y se hospedan aquí, por la confianza de saber que van a
estar en un lugar bonito, seguro y con todos los servicios”
 “Recomiéndenme una pastelería rica, hay que quedar bien con la familia enemiga”
270





“Ay mana, ya tenemos que vernos, no me he sentido muy bien y tenemos que aprovechar los
momentos que nos quedan sanas”.
“En esta familia los añadidos siempre pasan por la plática con el abuelo, de esa no te salvas”
“Papá quiero dos bebés”
“Mira que hermosos están, Dany se parece a nosotras nada más que con los ojitos más rasgados y
Samy es igual a su papá”.
“Vuelvan pronto, a ver que día vamos para México”.
Cuernavaca
Momento de vida
Las parejas tomando café en la plaza del Zócalo, otras conviviendo en el hotel al lado de la alberca, el
observador con su esposa disfrutando de una copa de vino al lado de la chimenea, en su momento de
intimidad. Los pobladores crearon un altar por las víctimas de la narco-violencia, viviendo en un momento
frustrante de identidad actual. Los asistentes en la fiesta, con poca ropa o de dudosa procedencia,
reafirmaban su identidad. Los comerciantes oponiéndose al desalojo viviendo de iniciativa, para evitar
algo que ayudaría al desarrollo de la ciudad.
¿Qué tal le fue en el viaje?
Se presentaron complicaciones durante el viaje que dificultaron el logro del objetivo que era pasarlo
tranquilamente en intimidad con su pareja, tales como el retraso en el arribo de su esposa y tener que salir
del hotel romántico que había elegido, por una fiesta. Al final, reía de la experiencia y disfrutaba el tiempo
con su esposa en una noche tranquila junto a la chimenea
Recomendación del viaje
Hay servicios de hoteles y restaurantes que permiten tener una velada romántica con la pareja, aunque el
viaje les generó desconfianza de la gente que habitaba el hotel donde estaba la fiesta y tristeza por el
ambiente de peligro que se vive actualmente.
Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho



Muy
insatisfecho
Satisfecho porque vivieron momentos de intimidad, mezclado con momento de incertidumbre e
incomodidad por lo que no pudieron intimar en todo momento.
Transformación en el sentido de darse cuenta de ciertos grupos de personas que posiblemente
sufren con la situación de violencia en la ciudad. Por otro lado, la reflexión sobre la intimidad en
donde no siempre es compartirla con otro ser humano, sino que puede ser compartida con su
soledad.
En mi punto de vista, si al turista percibe un ambiente de inseguridad y violencia, el destino no sería
sostenible.
271
Verbalizaciones
 El turismo de intimidad es especialmente difícil de investigar desde fuera por el simple hecho de que
se trata de un estado de ánimo más que un hecho empírico
 “Creo que el narco ha tomado el hotel, la fiesta arriba parece ser de narcojuniors.”
 “Si el dueño anterior pudiera ver este lugar ahora tendría un infarto.”
 “Es divertido, pero si fuera tu novia te habría dejado.”
 Después de cargar la cuenta de la habitación decidimos que sería una lástima dejar un lugar tan
agradable
 Allí platicamos de nuestros hijos y la historia y el futuro de nuestra relación hasta tarde en la noche.
La chimenea era muy agradable y la noche a gusto.
 “Se nota que la ciudad está muy afectada por el narco, se ve un poco jodida.”
 Finalmente en el camión pensé sobre cuál sería una salida romántica. Decidí que tenía que ser un
lugar donde uno iría solo. Igual podría haber pasado todo un día en aquel hotel colonial solo. ¿Qué
más es intimidad que compartir la soledad?
Guanajuato
Momento de vida
La pareja estadounidense y la joven con su mamá que viajaban en el autobús vivían un momento de
intimidad. El joven entregándole el anillo a su novia, su momento era de iniciativa. La gente cantando
con los mariachis demuestra su identidad mexicana. Los hombres turistas diciéndole frases de amor a sus
parejas mientras la estudiantina toca serenata, es un momento de intimidad. El líder de la estudiantina,
contaba historias con picardía, cantaba junto con su grupo y bromeaba con su público recibiendo buenas
propinas en un momento de generatividad. Jóvenes en bares de música rock, de reggae y salsa
mostrando su identidad de acuerdo a su gusto musical. Los turistas escuchaban muy atentos la explicación
de los guías en la Alhóndiga de Granaditas, así como en el Museo-Casa Diego Rivera y Museo de las Momias
dejando a la luz su momento de confianza básica, al recibir gentilmente la información. Algunos subían al
funicular para admirar la vista de la ciudad y después se tomaban fotos con la ciudad detrás mediante
autonomía. Graham Gori, el periodista y ahora restaurantero, vivía la generatividad al poner su
restaurante ofreciendo una mejor propuesta gastronómica que el resto del mercado. La turista española
impaciente por sentarse en una mesa de terraza a convivir íntimamente con sus compañeros. El hijo del
alcalde y su novia noruega comían plácidamente compartiendo intimidad. El estadounidense que subía
fotos de la ciudad a Facebook vivía laboriosidad al querer compartir su proyecto fotográfico. La familia
española vivía generatividad al explicarles a sus hijos las tradiciones mexicanas.
¿Qué tal le fue en el viaje?
El viaje fue satisfactorio a ver hermosos paisajes que muestran los monumentos y edificios históricos de la
ciudad, a diferencia de las construcciones modernas que están en los alrededores.
Hubo mezclas de opiniones sobre la cultura de los pobladores al no adentrarse a su historia y raíces, y si
son oportunistas al exhibir a sus difuntos transformados en momias.
Fue frustrante no poder visitar la feria de artesanías por falta de información sobre ubicación y transporte
272
por parte de los pobladores.
Recomendación del viaje
Recomendable si deseas conocer la cultura vista desde un punto de vista arquitectónico e histórico.
Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho




Muy
insatisfecho
Satisfecho al descubrir un lugar con riqueza histórica
Transforma el conocimiento de los hechos acontecidos en la ciudad al ser explicados por los guías de
turistas en cada edificio o museo visitado
Es sostenible porque hay recursos atrayentes y habilitadores para el turista, sólo tomando en
cuenta en mejorar hotelería y tiempo en atención en restaurantes.
Socialización del estadounidense al compartir las fotos en Facebook
Verbalizaciones
 “Lo que me parece increíble es que la gente vive tan cerca de la calle, puedes simplemente poner tu
mano sobre una pared y hay gente viviendo atrás al otro lado, la vida aquí es tan cerca de la
superficie. Yo naturalmente siempre viví en los suburbios en los Estados Unidos.”
 “Solo quería decirle a Claudia que eres lo máximo para mí que me complementas en todo y que te
quiero mucho.”
 Me disgusto la vista de tantos cuerpos muertos y pensé que un poblado que pone sus difuntos a
trabajar en esta forma tiene que ser muy oportunista. El guía enfatizo que era un milagro de la
naturaleza estas momias que se habían secado en tumbas construidas arriba del suelo. Pero la gente
simplemente estaba viendo cadáveres, nada de milagros de la naturaleza
 Vi un arroyo en el fondo del valle con un pueblito al lado, justo fuera de la ciudad, que me parecía
realmente un paisaje romántico que invitaba a perderse en ello.
 Graham y su esposa consideraban la ciudad engañosa, muy bonita a primera vista pero luego muy
vacía y con poca vida cultural propia
 “No tengo nada que ofrecer a estas personas, lo que en alguna forma implica que no hay nada que
ellos me pueden dar…”
273
Ixtapan de la Sal
Momento de vida
La mamá de Florencia estaba preocupada porque iba a viajar sola y le ofrecía su coche que parecía ser más
seguro, mediante un gesto de generatividad. Los huéspedes del hotel se veían bien vestidos y de buen
estatus social que reflejaba su identidad. Hombres alcoholizados a las 3 pm por autonomía. Familias
jugando en la alberca del hotel viviendo intimidad. Florencia descansando en un camastro, con una
bebida, la lectura de su libro y con un baño de tina disfruta de su confianza básica al sentirse tranquila y
contenta. En las aguas termales convivían familias en su momento de intimidad. Una señora con andadera
se salía de la alberca porque el agua la dejaba muy cansaba en su etapa de integridad.
¿Qué tal le fue en el viaje?
El objetivo del viaje que era para relajación se logró ya que tuvo una noche de sábado tranquila
descansando y leyendo un libro y un domingo recibiendo el masaje que tanto ansiaba. Lo que no esperaba
es que hubiera fiesta en el pueblo y con ello gente alcoholizada, inseguridad por robos de bolsas y cobro
por estacionar el coche debido a tanta afluencia de gente.
Recomendación del viaje
Ixtapan de la Sal es un buen lugar relajarse, pero no siempre se encontró la tranquilidad por el exceso de
turistas debido al “puente”. Es recomendable realizar las citas para el SPA con anticipación y acudir a las
aguas termales que son medicinales pero en temporadas bajas de turismo para disfrutarlas mucho más.
Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho




Muy
insatisfecho
Estuvo satisfecha con sus momentos de relajación y tranquilidad ya que pudo ensimismarse y
disfrutar.
Al entrar a un SPA y sentir la relajación, mejora el estado de ánimo.
La inseguridad y vulnerabilidad por la que pasó la observadora, no resulta sostenible para el turismo,
aunque algunos recursos habilitadores como el servicio en los hoteles logró que se cumpliera el
objetivo de relajación
Socialización al subir las fotos que se había tomado junto a la aberca, al Facebook
Verbalizaciones
 Llegue a la zona de juegos mecánicos y me percate que había un carrusel pero con caballos
pequeños reales atados uno detrás de otro en círculo, eso me entristeció mucho. Pase de la alegría
de recordarme de niña jugando canicas a la desaprobación del uso de animales en este tipo de
eventos
 Regresé a mi habitación y decidí relajarme con un baño, preparé la tina, al salir me recosté y me
quedé dormida
 Si, estas aguas son medicinales, dicen que la temperatura ayuda a que hace que los minerales
lleguen a los huesos. Verás que te va ayudar a caminar mejor.
 Ves las personas que están en aquella esquina de la alberca tienen barro en la cara, les ayuda a
274

combatir el acné
me relaje tanto que me quede dormida
Juárez Médico
Momento de vida
El joven de 30 años de Tamaulipas busca reunirse con su esposa cuando le den la visa, la señora de 60
años que quiere arreglar su situación para vivir en paz entre sus hijos viven su momento de intimidad.
Son prestadores de servicios:
Hay personajes que podrían estar viviendo la generatividad, pero que por el mal desempeño y actitud, no
los podría catalogar de esa manera, tal es el caso de la oficial de la entrada a los exámenes médicos, la
señorita que recibe documentación para proceder a los exámenes y la mayoría de las personas con bata
blanca, tratando a la gente de forma indignante bajo el argumento y necesidad que tienen las personas de
obtener su visa.
¿Qué tal le fue en el viaje?
La experiencia médica es frustrante y muy triste, presenciando malos tratos y humillaciones por parte de los
encargados de realizar los exámenes médicos.
Recomendación del viaje
Para poder tramitar la visa de inmigrante es un requisito tener el examen médico, pero de ninguna manera
recomendable por el mal trato en todo momento a la gente que acude.
Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho



Muy
insatisfecho
Insatisfecho y frustrado con tanta humillación
Deja reflexionando sobre los malos tratos, y que a pesar de ello, la gente lo acepta ya que están de
por medio sus familias y el progreso.
Desafortunadamente ha sido sostenible por muchos años, mas no es el deber ser.
Verbalizaciones
 Esta sensación de ser observado y evaluado como potencial víctima de agandalle es bastante
incómoda.
 renuncio al derecho de conocer los resultados de mis exámenes médicos. ¿Leí bien? ¡Esto no puede
ser correcto!
 Así son las reglas. ¿Quiere papeles, que no?
 Esta hoja es de nosotros. Cuídenla.
 Mas grave aún que parece que el único inconforme con esto soy yo.
275


Quédense en calzoncillos. Ahora vuelvo. – Me dice mientras sale, dejando la puerta abierta.
Me comenta que ya está grande, que todos sus hijos viven del otro lado y que no quiere arriesgarse
a pasar sus últimos días sola en México, si tiene la mala suerte que la migra la deporte.
Juárez Negocios
Momento de vida
El joven de Tijuana que tiene su esposa en Los Ángeles, viven su momento de intimidad.
Son prestadores de servicios:
El joven de la cafetería vende refrigerios en su momento de generatividad y el botones del hotel
igualmente mientras atiende amablemente a los huéspedes.
Hay personajes que podrían estar viviendo la generatividad, pero que por el mal desempeño y actitud, no
los podría catalogar de esa manera, tal es el caso de los “Coyotes” que buscan víctimas para aprovecharse
de ellas y realizar los trámites de migración a alto costo y a veces sin necesitarlos. Abogados que cobran
mucho dinero y no saben realizar bien su trabajo. El guardia de la oficina donde se sacan las huellas y el
oficial del consulado, tratan a la gente de forma indignante bajo el argumento y necesidad que tienen las
personas de obtener su visa. La señorita de Interjet tanto de la oficina como del mostrador, así como el
guardia del aeropuerto apegándose a políticas que ellos mismos no entienden.
¿Qué tal le fue en el viaje?
En el punto de vista de negocios casi logra culminar con los trámites para la expedición de la visa de
inmigrante, aunque decepciona el mal trato de la gente a cargo de realizar este trámite.
La reflexión que nos deja el observador es que con prácticamente nada de información y rodeado de
oportunistas navegó durante año u medio en un trámite con potencial para cambiar su vida y después de
cuatro días de desgaste el resultado es aún incierto. Está conmovido y también un poco triste. Pues
recuerda todos los malos tratos que ha presenciado, la activación de dinámicas sociales potencialmente
muy nocivas, y sin embargo no deja de pensar que éste es el lado civilizado del asunto. En esta ruta legal,
aunque hay coyotes no hay polleros, los trámites son francos sin escabullimientos de la autoridad. Y aunque
hay lentitud desesperante no comparte el frenesí ni las persecuciones por el desierto al cruzar la frontera.
Recomendación del viaje
Es un viaje necesario para poder realizar el trámite de la visa de inmigrante, pero de ninguna manera
recomendable por el mal trato en todo momento a la gente que acude.
Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho


Muy
insatisfecho
Logra un gran avance en el trámite para el cual acudió aunque no obtiene la visa y se siente
insatisfecho por la dinámica social que se vive para el mismo.
El proceso de año y medio deja un desgaste emocional y físico por no poder ser laboralmente
productivo en EUA.
276

Desafortunadamente ha sido sostenible por muchos años, mas no es el deber ser.
Verbalizaciones







Aboga Obama por los derechos de los migrantes
Invertí un día entero de viaje en un trámite que tomó 5 minutos de tiempo efectivo
Supongo que en seis meses nos pedirán que avancemos de cojito mientras nos vamos poniendo los
zapatos.
Sé que me van a castigar por haberme cruzado de ilegal. No me van a dar la visa y voy a tener que
solicitar el perdón. Pero vengo preparado, voy a seguir hasta que lo consiga. Soy gente de trabajo y
lo van a notar.
Écheles a la policía y le regesan su dinero.
Son las políticas. – Me dice la señorita confiada en que voy a acceder.
Con prácticamente nada de información y rodeado de oportunistas he navegado durante año u
medio en un trámite con potencial para cambiar mi vida y después de cuatro días de desgaste el
resultado es aún incierto.
Nautla
Momento de vida
Ricardo, el observador, vivía un momento de intimidad al estar buscando pasar tiempo de calidad con su
familia. La hija mayor vive la iniciativa al tomar el volante del automóvil por primera vez. Francisco
Rodríguez está en su etapa de laboriosidad al platicar sobre los animales que cría en su reserva. Ricardo
Yepez tiene muchas ideas de negocios y va ejecutando poco a poco, por lo que su momento de
laboriosidad también.
¿Qué tal le fue en el viaje?
Tuvo una combinación de momentos muy armónicos con su familia, compartiendo el gusto por descubrir
espacios naturales y animales de la zona y otros momentos de frustración al no poder realizar el viaje
completo de acuerdo al plan inicial por cansancio de su familia.
Recomendación del viaje
El viaje lo recomienda porque pudo experimentar sensaciones de tranquilidad al ver paisajes hermosos, de
nerviosismo al acercarse a reptiles enormes, de desencanto al ver playas sucias o baños de gasolineras sin
aseo, de amor al compartir con su familia momentos inolvidables, de orgullo al escuchar a un amigo
emprendedor y de tristeza al no poder visitar San Andrés Tuxtla que tanto ansiaba conocer.
Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho

Muy
insatisfecho
Satisfacción por convivir con su familia y conocer lugares poco turísticos, pero con mucha riqueza
277


natural, aunque no pudo realizar todo el viaje que tenía planeado
De transformación al vivir experiencias nuevas y compartirlas con quienes más quiere.
La experiencia en Nautla y alrededores no es sostenible ya que a pesar de que el lugar tiene
recursos atrayentes, carece de muchos habilitadores, tales como carreteras, pocos lugares para
comer, suciedad, etc.
Verbalizaciones
 Pero ¿A quién se le ocurre traer un perro a un hotel?
 Es increíble que cosas tan bonitas crezcan hasta convertirse en esas bestias horribles
 Esta vida en la playa es mi campo de acción tocayo. No la estadística, no. Yo no soy bueno para eso,
pero sí para mostrarle a la gente el amor con que hago las cosas. Por eso siempre que puedo los
invito a que vengan.
 Todo deporte extremo está ineludiblemente interrelacionado con la naturaleza
278
Distrito Federal
Momento de vida
Esteban Kolski, con energía y ánimo realiza su conferencia en su momento de generatividad. En la comida
hay grupos de personas que, algunas sin conocerse, conversan viviendo intimidad. El par de ejecutivos
estadounidenses de Lithium de personalidad fría respaldando su identidad, igual que el director de
marketing de Social Bakers y Paul Greenberg, ambos con un look descuidado. El conferenciasta de Solvis, el
Gerente de Sistemas de Microsoft, Israel Regalado y su esposa, Jesús Hoyos, director de Contact Trust
viviendo generatividad al presentar conferencias y conversar con los asistentes. Después del congreso,
algunos ejecutivos se reunían a cenar viviendo intimidad y en otros momentos generatividad al seguir
platicando de negocios.
¿Qué tal le fue en el viaje?
Cumplió el objetivo al observar a los conferencistas y asistentes en un ámbito de negocios.
Recomendación del viaje
Sí recomienda asistir a los congresos y exposiciones ya que es un buen foro para conocer y contribuir en
temas específicos y tener contacto con gente involucrada en la industria.
Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho



Muy
insatisfecho
Satisfecho con haber logrado el objetivo de observación.
Transforma al darse cuenta de las actitudes de las personas que asisten y la información que se
comparte en este tipo de eventos para cerrar nuevos negocios.
Es sostenible ya que hay recursos habilitadores que lo hacen posible.
Verbalizaciones
 Se quejo que era muy cansado. Que el año anterior había hecho el keynote y que apenas había
logrado que la gente se quedara pero que en realidad era muy difícil mantener la atención de la
gente durante tanto tiempo
 Ella dijo que habían tenido mucha presencia internacional que en algún momento había parecido
una torre de babel alrededor del stand con tantos extranjeros. Dijo que había venido mucha gente
del interior de la república solo para este evento
 “Ken y yo podríamos estar gritándonos cara a cara y todavía no nos entendemos.”
279
Oaxaca
Momento de vida
Tanto Florencia como su mamá viven un momento de intimidad al querer compartir tiempo y una
experiencia juntas. Al saber que iban a pasar en camioneta por ellas, recobraron su confianza básica. El
Sr. de padres oaxaqueños, tenía como objetivo visitar a su familia, por lo que iba en un viaje de intimidad,
aunque daba consejos a sus hijos, propiciando la generatividad. La pareja de canadienses estaban en su
momento de intimidad al querer pasar tiempo juntos, ya que viven en países diferentes. La japonesa y el
costarricense tuvieron la iniciativa de conocer una nueva ciudad. Las damas de honor de la boda que
presenciaron, portaban vestidos típicos oaxaqueños, por lo que estaban orgullosos de su identidad
oaxaqueña. La niña que se subió a la maqueta y a las piedras en Monte Albán, vivía laboriosidad, aunque
posteriormente fue alertada para que no lo hiciera. La señora de Monterrey fue laboriosa al planear el
viaje en cuanto supo que iban a viajar a Oaxaca. Los indígenas generando una manifestación contra el
gobierno en un momento de iniciativa. La gente local y turistas que intentaban accesar al centro a ver
evento de rábanos, se metían en la fila y empujaba a los demás, viviendo un momento de autonomía. La
señora en el zócalo vivía intimidad al acompañar a su cuñado a verlo cantar, aunque no era de su agrado
por tanta gente. Cristianos cantando y otros aludiendo a Cristo con pancartas, mostraban su identidad.
¿Qué tal le fue en el viaje?
Fue un buen viaje ya que la planeación estuvo bien hecha y lograron visitar muchos lugares turísticos muy
bonitos en poco tiempo.
Por la cantidad de gente en una época de alto turismo, tuvieron mal servicio en restaurantes locales.
Recomendación del viaje
Recomienda el viaje ya que conocieron y descubrieron costumbres muy arraigadas y queridas por mucha
gente, comida típica, lugares hermosos y artesanías variadas que definen mucho a la gente local como
dedicada y orgullosa de sus raíces.
Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho



Muy
insatisfecho
El viaje fue satisfactorio de forma auténtica, ya que visitó los lugares más importantes y que estaban
en su plan de inicial.
Creó transformación en el visitante al conocer costumbres y cultura tan rica.
Es sostenible al tener lugares de riqueza histórica invaluables aunque se recomienda mejorar el
servicio y organización en lugares de alta afluencia de gente.
Verbalizaciones
 Me emociona el viaje, dicen que Oaxaca es muy bonito
 Alguien murió, en los pueblos se acostumbra que cuando la gente fallece la llevan en la carroza y la
gente camina atrás de ella.
 Ya el pueblo está ahorcando al árbol
 No nos quedamos con la familia porque es muy poco práctico.
 ¿Papá porque compras más botellas si tienes muchas en la casa?, Ahh porque aquí es donde se
tiene que comprar el mezcal
280






Me quieres espantar con el petate del muerto. También se dice: se petateó
Gracias, respondió el Sr. aquí todos tenemos que ayudarnos para que no se nos pierda nada.
El guía dijo: en pueblo chico todo el mundo se conoce
En México se acostumbra el maratón Guadalupe- Reyes. Mencionó el de Monterrey y rió
No te me separes, hay mucha gente
Aquí todo el año hay fiestas y en cada una la gente espera con ansias los juegos pirotécnicos,
respondio el taxista
Palenque
Momento de vida
Florencia y Héctor están en un momento de vida de Intimidad, al igual que el argentino y la otra pareja
que han viajado por varios países. Los alemanes estaban en un momento de iniciativa ya que
aprovechaban su momento libre para viajar por diferentes lugares. Los rusos en iniciativa ya que les
gustaba ir buscando y descubriendo diferentes lugares de México. El momento de identidad se hizo
presente en los chavos que convivían mientras fumaban y bailaban. El chofer, ejecutivo de BestDay guía de
turistas vivían en su momento de generatividad al compartir sus conocimientos con los demás y
compartirles experiencias vividas en su lugar de origen.
¿Qué tal le fue en el viaje?
Le fue bien porque descubrió lugares naturales hermosos, además de zonas arqueológicas protegidas que
pudo disfrutar con su novio, aunque hubo momentos de inseguridad que fueron suscitados por los
habitantes de la región.
Recomendación del viaje
Recomienda el viaje y desea regresar para poder disfrutar con más tiempo los recursos naturales que ofrece
el Estado.
Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho



Muy
insatisfecho
La experiencia fue auténtica y está relacionada con el turismo de expedición planteado en su inicio.
Creo transformación positiva y negativa. La primera al encontrar recursos atrayentes asombrosos
(climáticos, paisajísticos e hidrológicos) y por otro lado decepcionante al carecer de recursos
habilitadores como son carreteras, paz y mantenimiento del orden social.
Al carecer recursos habilitadores, en mi opinión no es sostenible por largo tiempo, debido a la
percepción de inseguridad de los turistas extranjeros.
Verbalizaciones
281













“Ay que cansado, los viajes requieren tiempo de planeación”
Me da miedo, no se qué sea, mira escucha, ¿será el jaguar?
Estos no perdonan, el gobierno les ha dado muchas concesiones, comentó
¡Hay un cocodrilo!, un turista respondió
Si los trayectos, son largos en tiempo pero no en distancias, los que pasa es que como es sierra hay
muchas curvas y las carreteras tampoco ayudan.
Aquí, los lacandones son los que controlan el lugar. Ninguna camioneta externa puede subir.
A los turistas que no entienden español les mostramos el letrero, para que sepan lo que no se puede
hacer. Lo que queremos es preservar el lugar
Ay estos muchachitos que consumen todos los días
Me sorprende todo lo que le pueden decir a los turistas, me comentó Héctor
A mí me causo mucha tristeza ver que lo único que buscan son ganancias.
Está muy bonito, respondí, realmente el estado tiene lugares increíbles, yo si espero regresar en
poco tiempo.
“El narco daba empleo”
Hay otras cascadas pero la gente de los ejidos es un tanto violenta, cuando los turistas quieren ir les
recomendamos que mejor no.
Puebla
Momento de vida
La observadora en su momento de generatividad al cuidar que esté todo lo necesario para que su bebé y
marido estén cómodos en el viaje. Las familias presenciaban el espectáculo del globo, acudían a la Ciudad
Mágica, se tomaban fotos, se abrazaban en familia por petición del mimo, realizaban cartas de buenos
deseos para el año, participan en concursos con Adriana de Tete, conviven con los Reyes Magos, en bellos
momentos de intimidad. Un papá le explicaba a su hijo la tradición de los Reyes Magos en momento de
generatividad. Los niños jugaban entre ellos sin conocerse y presumían sus regalos sin aún tenerlos, en
su momento de autonomía. Algunas familias acudían a la Ciudad Mágica a vivir la tradición de Reyes
Magos en su momento de identidad. La abuelita llevando a sus nietos para que se distraigan y avienten su
cartita siendo esta el estímulo para que se porten bien, en su momento de integridad. El H Ayuntamiento
de Puebla con el objetivo de mantener unidas a las familias poblanas y preservar las tradiciones, tuvo la
iniciativa de realizar el evento este año, viendo laboriosidad. Los chavos se aventaban del tobogán con
autonomía. Las mamás tomaban la iniciativa de formarse en la fila en lo que los niños se divertían en
otro juego. Las asociaciones civiles que organizan la entrega de regalos a los niños de escasos recursos
viven en generatividad al compartir e incentivar la tradición de los Reyes Magos. Niños con juguetes en
mano y comiendo rosca, con una cara iluminada de felicidad disfrutaban su confianza básica.
¿Qué tal le fue en el viaje?
Fue un viaje emotivo, divertido y de momentos hermosos para compartir con la familia, que no se
mermaron a pesar del calor y de la concurrencia de tantos asistentes.
Recomendación del viaje
Es muy recomendable acudir al viaje ya que es un lugar en donde se viven las tradiciones, además de
282
divertirse en juegos que son pensados para disfrutar con los que más quieres.
Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho



Muy
insatisfecho
Muy satisfecha y gratamente sorprendida de que un Ayuntamiento y organizaciones civiles organicen
eventos de tal magnitud en donde miles de familias disfrutan todas las actividades sin tener que
invertir dinero en ello.
Transforma la visita ya que puede convivir con familias de todos los estratos sociales que disfrutan al
igual y viven las tradiciones mexicanas
Es sostenible y con muchas posibilidades de que sea un ejemplo para poder ser replicable en otras
ciudades de México.
Verbalizaciones
 Mira Jonatán ese globo de colores lleva las cartas de todos estos niños que se han portado bien a los
Reyes Magos y mañana traerán obsequios a todos estos niños, incluyéndote a ti
 Papá ¿Verdad que los Reyes Magos no son los papás? Y el papá volteando a ver a su esposa le
pregunto: ¿Quién te dijo eso hijo?, el niño contesto con un puchero en la cara: -es que en la escuela
eso dice un niño, pero seguramente lo dice porque se porta mal un papá comentó ahora sí que vamos a andar en familia –como dice Chabelo Niños: ¿Qué le pediste a los Reyes?, entre ellos se contestaban y empezaban a presumir aun sin
tener los juguetes en sus manos, pero con la gran ilusión de tenerlos en sus manos a la mañana
siguiente.
 Esposo. -Es que si no disfruta uno a los hijos así de chiquitos ¿Cuándo?-, por eso le digo a mi mujer
hay que inculcarle desde chiquita la unión de la familia y estas tradiciones que son bonitas ¿no?
 los niños gritaban: -¡¡mamá ya abrieron, fórmate bien!!-, -¡¡ya vi a los Reyes Magos!! Es para nosotros un gran honor contar con la presencia de tantas familias bonitas de Puebla…,
queremos conservar nuestras tradiciones y fortalecer nuestras raíces, es por eso que la actual
administración de Puebla ha hecho un gran esfuerzo por conservar este tipo de eventos, queremos
que nuestras familias Poblanas estén unidas; por favor disfruten cada actividad, recuerden que no
tienen ningún costo…, esto es Ciudad Mágica “Donde la Navidad cobra vida”
 -“Lo que tiene uno que hacer por los hijos”
 : -Mami ¿por qué lloraba el mimo?, la mamá le explico: Porque pensaba que no había gente buena
en el mundo, pero se dio cuenta de que sí
 ¡¡Tú puedes papi, tú puedes!!, ¡¡Mami tu sabes bailar muy bien!!
 “Es bonito poder compartir estas fechas con la gente que más apreciamos…, nuestra familia!!!, si
hoy tienes la oportunidad de contar con ella, valórala, ríe, canta, juega, enseña a los más
pequeños!!, transmite buenos valores, has que se preserven las raíces, cultiva la emoción junto con
los tuyos de los Reyes Magos…
 -“Estamos desde ayer apartando lugar, mi esposo se quedó a dormir y ya nosotros llegamos hoy en
la mañana para quedarnos y él ya se regresó a la casa; si no, hubiéramos estado hasta los últimos
lugares de la fila, y luego ya ni alcanzamos nada!!”
 “Y es que es mejor así, si no, imagínese comprar juguetes para tantos chamacos, no, no, no…”
283
Pátzcuaro
Momento de vida
Una pareja en una banca platica amenamente en su momento de intimidad, mientras que los novios de
las bodas que logró encontrarse viven el mismo momento. Las niñas que juegan a imitar un vestido nupcial
están en iniciativa al quererse ver como la novia. Rodolfo vive en generatividad al trabajar en México y
EUA buscando el bienestar de su familia. El Prof. Jorge con afán de ganarse más dinero, logra desanimar al
observador, por lo que vive en momento de integridad. Gustavo es laborioso en la fabricación de piezas
de cobre. Los inmigrantes a las comunidades que se visten como cholos, andan tatuados o hablan
cantadito, además de los grupos que no son católicos reflejan su identidad. Los turistas, con laborisidad,
suben y bajan las escaleras del museo-monumento Morelos con riesgo a caerse al vacío. Un adolescente se
toma una foto imitando la pose de Morelos sin saber realmente quién es, reafirmando su identidad
reverente. Rocío laboriosamente prepara alimentos en un puestito sencillo y comenta un poco sobre la
historia de Janitzio.
¿Qué tal le fue en el viaje?
El viaje fue gratificante al notar que en México tenemos mucho talento al realizar artesanías, aunque está
muy poco expuesto a los compradores fuera de la zona. Los lugares que visitó fueron bonitos y unos un
tanto descuidados.
Tuvo mala suerte en encontrarse con un guía que su principal interés fue monetario y no tanto de compartir
la riqueza histórica del lugar.
Los turistas asumen que el estado de Michoacán es inseguro y prefieren no viajar a él, mientras que los
artesanos están esperanzados en que la situación cambie con el nuevo gobierno.
Recomendación del viaje
Es recomendable pasearse por los poblados y compartir con la gente local sus experiencias vividas en la
zona ya que son personas amables y agradecidas con el turista.
Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho



Muy
insatisfecho
Satisfecho con los hallazgos sobre la forma de vida de los habitantes de la zona y preocupado por la
cantidad de migración a otros estados o país debido a la poca afluencia de turistas (con excepción
de día de muertos o procesiones)
Deja reflexionando sobre las etnias migrantes y el talento desaprovechado de artesanos
En mi opinión no es tan sostenible por el poco profesionalismo turístico, en servicios tales como
guías de turistas, restaurantes, transporte, aunque los recursos atrayentes rescatan la experiencia
del observador.
Verbalizaciones
 Mire, realmente no hago muchos tour como esos, pues los recorridos ya están fijos, pero lo
podemos manejar.
federal y el estatal tiene a la
 Esta pugna entre el gobierno
284







población de Michoacán como rehén.
El padre me comenta que ha perdido el idioma, pues lleva 17 años yendo a Carolina del Norte a las
plantaciones de tabaco. Su patrón lo pide año con año, así que migra legalmente de la primavera
hasta el otoño y regresa a pasar el invierno con su familia
Me dice que la gente no se abre con extraños pero que por la confianza que a él le tienen por tantos
años verá si me puede ayudar.
Pues a seguirle dando, esto es lo mío y es muy bonito. Incluso una vez vino un maestro, que
comenzó a enseñarnos a trabajar con ritmo, todos juntos. Hacíamos como música, con los yunques,
las bolas y los martillos, se oía muy bien. Solo que nada más vino dos veces y ya.
No celebran día de muertos, ni tampoco le rinden honores a la bandera. Por eso les dicen “hermanos
separados”. – Comenta.
Usted sabe que los pescadores con red de mariposa son típicos de la isla, pero no les gusta que los
molesten, ahora que si usted tiene para una propinita…
Pues en día de muertos se llena mucho. Y ahora viene una peregrinación el segundo jueves de
febrero, a la Piedad. Acabando la peregrinación se pasan a dar una vuelta a la isla.
Ah pues Jan-itizi-o significa lugar de poca gente
Querétaro
Momento de vida
El grupo de médicos de la risa vive en su momento de generatividad al compartir alegría a personas que
se encuentran en estrés, sufrimiento o mal humor. La Dra. Vickyticky acude al congreso a ser feliz con
iniciativa. Andrés, el fundador da la bienvenida y el Consejo Cósmico da un informe viviendo
generatividad. En la fiesta de narices rojas todos fueron disfrazados y algunos planearon vestirse con el
mismo tema viviendo laboriosidad. Todos conviven, bailan, juegan y posan para la foto en momentos de
intimidad. En las calles conviven con la gente, sacan fotos, se divierten como niños con laborisidad. Los
quásares orgullosos y conmovidos, reciben su nombramiento en momento de generatividad, buscando
mantener la llama del buen humor y el idealismo de un mundo mejor en su ciudad asignada.
¿Qué tal le fue en el viaje?
El congreso de Lluvia de Estrellas es un éxito sólo por el hecho de convivir con médicos de la risa que
buscan el mismo fin, que es servir con alegría y alegrar con el servicio
Recomendación del viaje
Es recomendable ser parte de esta sociedad sin fines de lucro y poder colaborar para construir un mundo
mejor, y al serlo poder vivir la experiencia de contagiarte de amor y alegría en un congreso de este tipo
Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho


Muy
insatisfecho
Satisfacción auténtica al recargar la pila para poder seguir compartiendo tu alegría y corazón con los
demás
Transforma cada comentario positivo a la labor que se ha desempeñado durante todo el año y a la
285


convivencia de personas auténticas y entregadas a los demás
Es sostenible porque hay un grupo de personas que seguirán motivadas en ser mejores humanos y
con ello buscar que otros vivan con más alegría.
Socialización al compartir fotos y comentarios en Facebook.
Verbalizaciones
 - Pues me divierto mucho, pero ante todo, yo vengo a ser feliz.
 "Me gusta lo que hace el Consejo, gracias".
 La mayoría nos sabemos nombre clown de los demás, pero pocos somos los que nos dirigimos a los
demás por su nombre real, incluso cuando no traemos nariz. Y eso no es impedimento para que
acabemos de nuevo abrazados todos con todos.
 Estar caracterizados nos da licencia de comportarnos como niños en las calles, con la ventaja de que
además los otros hacen caso y nos siguen la locura.
 ¡Mira qué hermoso! El supernova de la constelación entrega al quásar para que pueda hacer otras
cosas. Ya cumplió con hacer crecer su grupo, ahora le toca algo más grande, toda una ciudad. Cada
vez me enamoro más de este movimiento.
 Yo he durado en Risaterapia todos estos años, en gran parte por la Lluvia. Cuando mi llamita está
por apagarse por el cansancio o las decepciones, pum! viene la lluvia y vuelvo a cargar pila.
 Ya sé que cada año digo lo mismo, pero creo que esta Lluvia de Estrellas tal vez ha sido la mejor de
todas
286
Tequesquitengo
Momento de vida
Fernando junto con los amigos e hijos viven en un momento de intimidad al compartir mucha diversión en
el parque acuático y dentro del hotel. El hijo del observador se siente en autonomía al vivir la experiencia
de aventarse de las donas, siendo un juego para niños más grandes. Toman iniciativa al lanzarse del Aqua
Loop, ya que es un juego que se observa peligroso, al concluirlo aplauden reconociendo la valentía. Los
adultos comparten sus experiencias del día en un momento de intimidad.
¿Qué tal le fue en el viaje?
Queda muy satisfecho con el viaje porque viven una gran aventura en familia y con sus amigos. Aunque
hay aspectos que no les gusta y experimentan un sentimiento de frustración por el cambio de planes de
acuerdo al plan original que era quedarse en el hotel el sábado y el domingo ir al Rollo, de molestia cuando
se dan cuenta que las habitaciones de ambas familias estaban en muy diferentes condiciones, el recorrido
en un camino muy descuidado hacia el parque acuático, piden identificación al accesar a dicho parque y
estaba en el automóvil, o por último cuando sienten el agua fría en las albercas del parque acuático y del
hotel.
Recomendación del viaje
Descubren un parque acuático que recomienda ampliamente para ser visitado y disfrutado con la familia.
Está sorprendido de que en México haya un espacio tan grande y con juegos dignos de presumirse en el
extranjero. Tienen ganas de regresar nuevamente.
Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho



Muy
insatisfecho
Satisfacción auténtica del viaje, que los pequeños detalles contados anteriormente no lo empañaron.
La valentía de subirse a los juegos que parecían peligrosos, recobra la confianza y satisfacción de
quien lo usa. Ver a su hijo más pequeño muy feliz al lograr subirse a un juego prohibido al ser
planeado para niños mayores.
Es sostenible el desarrollo de turismo en la zona, cuidando recursos habilitadores de acceso.
Verbalizaciones
 Mi plan original era estar en Vista Hermosa el sábado y el Domingo en el Rollo, sin embargo mi
esposa y nuestros amigos prefirieron hacer el plan de esta manera, esto no cuadra con mi plan
original pero afortunadamente ya había vislumbrado que esto podía pasar y lo agradable de la
compañía hace fácil tolerar estos contratiempos.
 El se lanza y Yo lo veo caer al agua, ésta feliz que lo dejaron lanzarse en el mismo juego que su
hermana y sus amigas.
 “Es Impresionante” me paro y todos aplauden.
 “Papi, en la última bajada me dio un poquito de miedo”
 las niñas tenían curiosidad de nadar en “aguas profundas”
287

Vallarta
Momento de vida
La idea del viaje es para vivir momentos de intimidad con su esposa. Su clienta igualmente iba en un plan
de intimidad para pasar tiempo con su familia en la casa de la playa. La niña de 5 años que sube a la
banda de maletas juega peligrosamente pero feliz en su momento de autonomía. La atención de primera,
por parte del equipo del hotel hace que sus huéspedes puedan relajarse y vivan su confianza básica al
despreocuparse de todo. Los turistas dentro del hotel están perfectamente combinados en su vestimenta y
muestran su cuerpo bien torneado, lo que refuerza su identidad. Los jóvenes veinteañeros juegan voleibol
en su momento de laboriosidad. El joven alcoholizado está en su momento de identidad y no reacciona
ante el peligro que puede ocasionar. Unos turistas toman clases de español de acuerdo a su iniciativa de
aprender algo nuevo.
¿Qué tal le fue en el viaje?
El viaje fue plácido y feliz al compartirlo con su esposa mientras estaban en el hotel, fuera de él hubieron
percances que mantenían al observador molesto tales como, el retraso en el vuelo de ida, la documentación
de la maleta por necedad del guardia, el engaño del operador telefónico sobre la ubicación del hotel y el
retraso en abordar el transporte que los llevaría al hotel.
Recomendación del viaje
Recomienda pasar tiempo con tu pareja en un ambiente tan agradable y de inmejorable servicio como es el
Secrets Vallarta, aunque hay recomendaciones de mejora en servicios de transporte, y en los alrededores
del hotel ya que se encuentra sucio y con un edificio abandonado a su costado.
Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho



Muy
insatisfecho
Satisfecho por la calidad de tiempo con su esposa y las atenciones en el hotel.
De transformación al disfrutar largos momentos de relajación y poder admirar elementos naturales
tal como el atardecer, la calidez del agua en la alberca o jugar con las diferentes formas de una
ducha diaria.
Es sostenible porque el buen servicio del hotel hace la pena que valga el viaje, pero si no son
atendidos los temas que causan molestia y son parte del mismo (suciedad en playa, construcciones
en obra negra, transporte ineficiente, etc.), puede causar deserción de turistas.
Verbalizaciones
 - Lo siento, son las reglas. Contesta el guardia, casi con satisfacción.
 - No Sr. El Secrets no está en Punta Mita.
 De un modo muy curioso, los turistas nos exhibimos e ignoramos entre nosotros a la vez.
 Las mujeres también exhiben sus inversiones en mantener piel y figura perfecta y de modo general
se van cubriendo más mientras más se alejan del ideal
 Los meseros se encargan que haya un flujo continuo de comida y bebida, mientras los animadores
contribuyen a que el ambiente se
relaje
288





este ambiente relajado y abierto también resulta oportuno para comentar temas de pareja y
perspectiva de vida.
Un placer. Noto que esta despedida es también parte de los protocolos de servicio. Ante la cortesía,
todos contestan que le place servir.
El evento es maravilloso, las pocas nubes, el reflejo del agua y un barco por allí hacen el marco
perfecto para un sol dorado que se oculta lentamente.
- En general todo muy bien, excepto que su hotel no está donde me lo vendieron.
- Sin playa no hay Vallarta.
Chalma
Momento de vida
El observador Feike o “Mr. James”, mediante autonomía, acude a la peregrinación a Chalma. El
acomodador recitando un poema en su momento de inspiración y de laboriosidad. Las mayordomías se
separan por diferencia en trato a la gente mediante iniciativa. Sergio mediante un gesto de amistad e
intimidad, le regresó el gorro a Feike que había olvidado hace un año. Los cargadores besando la imagen
de San Francisco mediante identidad religiosa. Los 7 pueblos convivían desayunando, platicando y aunque
algunos estaban consumiendo sustancias tóxicas, como parte de su comunidad, vivían su momento de
intimidad sin ser juzgados. Las mujeres en laboriosidad hacían el desayuno. Cándido confesaba que ya
no camina tan bien como hace 20 años, en su momento de integridad. Algunas personas paradas en el
sendero de la terracería, repartían a los integrantes de la procesión, mandarinas o dulces mediante
iniciativa. En el recorrido, la gente se saludaba y preguntaba por conocidos, en intimidad. El mayordomo
laboriosamente servía mole de olla con sus propias manos. Cantaban canciones del peregrinaje
reafirmando su identidad religiosa. Cándido cuando trabajó en EUA vivía en generatividad siendo albañil.
Feike accedió a ser cargador de uno de los estandartes religiosos mediante autonomía para vivir la
experiencia y no por fervor religioso. Un viejito comentó que se había caído en el monte y no podría
caminar bien por integridad, y recordaba lo bonito que eran las peregrinaciones antes. Apadrinar al niño
peregrino reafirmaba sus costumbres y con ello su identidad, al igual que colgar cruces, zapatos al
concluir la peregrinación. Feike se aventó a la alberca de agua helada bajo autonomía. El Búho al tener
iniciativa de tomar alcohol durante el camino, casi se pelea con otro por ponerse impertinente. En su
reunión en Chalma, los cargadores se ponían de acuerdo, cooperaban para el mayordomo y se
retroalimentaban en temas que salieron mal en su recorrido en su momento de generatividad. En el
autobús, la familia se comunicaba escandalosamente y se burlaban entre ellos en momento de intimidad.
¿Qué tal le fue en el viaje?
Para el observador fue un honor tener la experiencia el haber compartido la peregrinación con habitantes
de Tecozpa ya que a pesar de que era la quinta vez que iba con ellos, aprendía cosas nuevas y conocía
gente interesante socialmente hablando.
Por otro lado, el observador comentó que se sintió insatisfecho porque corrió varios riesgos al compartir el
viaje con personas que consumían sustancias tóxicas, porque tuvo un incidente de robo de dinero que le
impidió aportar más con su grupo de amigos, es decir para el mayordomo o para apadrinar al nuevo
peregrino, lo que le causó frustración. Además de que sintió mal ya que no compartía la ideología religiosa
y es una de las causas que no pudo cargar por mucho tiempo la imagen religiosa.
Recomendación del viaje
289
Aunque cada encuentro tiene un toque místico y significado especial, no es recomendable en caso de no
compartas la ideología religiosa.
Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho



Muy
insatisfecho
Insatisfecho por los riesgos que se corre al compartir tanto tiempo en un peregrinaje.
Cada peregrinaje es transformador porque aprende cosas nuevas, reflexiona sobre su vida y se
alimenta de la realidad cultural de un México con raíces muy profundas y fuertes.
Es sostenible por la fe de los peregrinos. Será recomendable que los líderes controlen los excesos en
consumos de sustancias tóxicas y alcohol para evitar accidentes, y logren su objetivo principal.
Verbalizaciones
 Nunca lo logro explicar a mí mismo, más allá de argumentar que es una buena forma de empezar el
año, haciendo algo excepcional que por un lado me da tiempo de reflexionar sobre mi vida y por
otro que me envuelve en la realidad cultural de un México con raíces muy profundas y muy fuertes.
 El señor acomodador me dijo que era poeta y me recito un poema sobre las moscas que rodeaban
una mujer. Me hizo reflexionar sobre el talento y el paso del tiempo, que uno es quién es, y que la
fama y la recompensa son pequeñeces al lado del hecho de saber y sentirse lo que eres, a menos
cuando uno es poeta.
 “Esta mayordomía es diferente, quizás no tenemos mucho dinero pero sí cuidamos a todos igual.”
 “¡Échale ganas Mr. James!”
 “Me hubieras visto hace 20 años, corría hacia arriba por Minas, ahora ya estoy grande y no camino
tan bien.”
 Él servía a la gente mole de olla con sus propias manos y con mucho ánimo. Yo le agradecí el
esfuerzo de su familia.
 “¿Cargas hoy Mr. James?”
 “Lo que nos da la fuerza para hacer eso es el fe, si no la tienes no lo puedes lograr.”
 “Hasta van consumiendo droga. Antes ni había puestos en la ruta, todos cargaban su propia comida.
Era más bonito.”
 Entonces quité mi chamarra, dejé mis cosas en manos de Santos y me tiré en al agua con el
pantalón y playera puesto. Era helada. “Estás loco Mr. James.”
 “Puede haber cosas que nos ha molestado durante el peregrinaje por alguna u otra razón y si hay
quejas puede ser buena decirles ahora.”
 “Tú te haces como si fueras muy bien, pero también estabas rompiendo la regla que todos nos
pusimos.”

290
Bajío
Momento de vida
El momento de vida del Vendedor, Alfredo Pérez es de generatividad al estar buscando el incremento en
su cartera de clientes y la mejor forma de ofrecer su producto para cerrar pedidos, que era el objetivo del
viaje. Los prospectos también están el mismo momento de vida ya que solicitan información sobre el
producto, negocian condiciones de venta para beneficiar a su empresa e intercambian conocimientos de la
industria.
El observador y acompañante en la ruta tiene iniciativa al solicitar acudir al viaje para aprender más sobre
las técnicas de ventas, producto, aplicación, usos y tipos de clientes
¿Qué tal le fue en el viaje?
El viaje fue productivo al poder cerrar una venta y tener apertura de prospectos a probar el producto.
Para el observador también fue bueno el viaje al obtener el aprendizaje de campo que es de suma
importancia vivirlo para entender sobre el mundo de las ventas.
Recomendación del viaje
La ruta de ventas es recomendable al haber varios prospectos en la misma y con ello poder visitarlos,
entablar una conversación y persuadirlos a comprar pintura industrial.
Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho



Muy
insatisfecho
La satisfacción es auténtica al cumplir el objetivo del cierre de una venta, entrega de muestras,
apertura de los prospectos a conocer el producto. Sólo al final del recorrido, hay desencanto por la
cancelación de la cita del último prospecto.
Se genera una transformación en el Vendedor al observar la satisfacción que le da el interés de los
prospectos y que la ruta sea tan productiva. La transformación en el observador es de aprendizaje
en campo.
Es sostenible, ya que hay recursos habilitadores que hacen que se pueda desarrollar el viaje sin
mayor contratiempo
Verbalizaciones
 “estoy comprometido a dar un buen servicio a mis clientes, y luego por eso dicen que soy enojón
porque no me dan respuesta”.
 “es mi vida, amo las ventas”.
 “tengo que hacer que volteen a verme, yo no soy parte de la estadística”.
 “¿qué tiene de diferente tu pintura para que yo quiera comprarla?”, Alfredo le propuso una pintura
que es más económica por ser base agua y no base solvente como normalmente la usa.
 “veo que tiene muchos sólidos y podemos presentarle un mejor producto a menor precio, ¿me
permite traérsela el siguiente lunes?”
 El prospecto se limitaba a decir “¿tú qué me ofreces?”
291
Zapotitlán
Momento de vida
En Tehuacán la gente local tomaba el autobús de regreso a casa con bolsas de mercado mediante
generatividad. En el restaurante Itandehui convive una familia, algunos turistas y otros locales en
momento de intimidad. La pareja negociando con los comerciantes y explicando al observador sobre la
planta sangre de grado en momento de generatividad. El guía les explica sobre las cactáceas a sus
estudiantes mediante generatividad también. Los estudiantes aprendiendo en confianza básica. En
Zapotitlán, los habitantes no dejan entrar cadenas comerciales protegiendo su identidad. El observador se
aplicó aloe vera en una herida de su frente mediante iniciativa ya que sí funcionó. Un estudiante bailaba
con autonomía. Julián Martínez y su hijo comparten intimidad en la salinera. El grupo de maestras de la
Sierra Negra mediante iniciativa, aportaban con información sobre lo que el guía les decía. El guía joven
decide no ir a comer la comida que había sobrado de los estudiantes en su momento de iniciativa. La
mamá del observador disfrutaba la vista de Zapotitlán, compraba alguna crema y aprendía de la cultura
mediante confianza básica.
¿Qué tal le fue en el viaje?
Fue placentero que exista un lugar así, en donde la gente local sea autónoma y produzca y venda los
productos locales, además que la gente se ve que hace lo que quiere y no se adapta al turista haciendo lo
que no les gusta.
Causa decepción que un lugar con recursos biológicos propios, sea tan poco visitado y tenga tan poca
difusión.
Recomendación del viaje
Recomienda el viaje por ser un lugar con biodiversidad de cactáceas y una salinera que ha durado 400
años.
Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho



Muy
insatisfecho
Satisfecho con conocer un lugar tan autónomo e insatisfecho de tan poca afluencia de turistas a la
zona, siendo más visitado por maestros y estudiantes.
La serenidad del lugar, la biodiversidad, los paisajes, la producción de sal crea una perspectiva
diferente sobre la forma en que han servido al ser humano durante muchos años.
Tiene pocos recursos habilitadores lo que dificulta su sostenibilidad, que podrían ayudar los recursos
atrayentes por haber pocos lugares con estas características.
Verbalizaciones
 El restaurantero dice que la temporada fuerte son los periodos vacacionales y puentes para el
turismo nacional, mientras el internacional está más esparcido sobre el transcurso del año aunque es
relativamente menor en tamaño.
 “Eso es el verdadero México para mí.”
 Me dijo el señor de 40-45 años que la planta que iban a comprar se llamaba Sangre de Grado y que
sus antepasados lo usaron para la
salud bucal.
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Los guías han invertido sus propios recursos en su capacitación, que son voluntarios y que por lo
mismo, viven de sus propinas.
“Me gustan las biznagas, me parecen la fiestota!”
Dijeron la gente en la tienda que ya no vendían fósiles de San Juan Raya para no agotar este
recurso. Dijeron también que el barro roja antes era mucho más rustico pero que habrían aprendido
levantar la calidad con el apoyo del gobierno
Los dialectos que se van perdiendo, que es mazateco. A veces intenta hablar en Huautla lo que
recuerda pero le dicen que no lo entienden. Dice que la pérdida de diversidad es una lástima.
“Me llama la atención que hace 400 años alguien hizo las salineras y logro mantener su familia 400
años con este esfuerzo.”
“Mejor orgullosos que juguetes y que te traigan por aquí y por acá.”
Jilotzingo (Spartan Race)
Momento de vida
Los deportistas viven de retos y de demostrar que sí se puede lograr lo que quieren, viviendo su iniciativa.
La mamá de Fabián, en su momento de generatividad, explicándole a Martha sobre las cabañas para
quedarse a pernoctar. Los atletas llegaban al lugar con sus amigos bromeando y gritando como guerreros,
en momento de intimidad. Había gente rapada con el logo de Spartan Race en la cabeza o con playeras
de triatlón o ironman, disfrazados de los 4 fantásticos o de espartanos viviendo su identidad. Sofi decidió
ser la pacer de Martha por intimidad. El personal de Televisa ayudó a acomodar la cámara en su momento
de generatividad. Los modelos espartanos muy bien vestidos y con atractivo físico trabajando en su
papel, mediante generatividad. El guerrero espartano dando la salida montado en su caballo guardando
su identidad. Los deportistas pasaban los obstáculos mediante laboriosidad. Señor burlándose de las
competidoras destacando su identidad grosera. Entre los mismos competidores (los que empezaban y
terminaban) se daban ánimos o se ayudaban entre ellos durante la competencia en su momento de
intimidad. El chavo al lado del rio, vendándose solo porque no había estación de servicio médico cerca, en
su momento de autonomía. El competidor que logra llegar a la meta, mediante laboriosidad. La señora
en su momento de integridad, comentó que no podría hacer una competencia similar porque ella no
hacía ejercicio. Martha dando consejos a los participantes para la siguiente competencia en generatividad.
¿Qué tal le fue en el viaje?
Muy buena experiencia haber participado en la competencia, por la satisfacción de llegar a la meta con tan
poco tiempo de entrenamiento y ser parte de la primera carrera Spartan en México.
Al inicio con incertidumbre por la falta de lugar para poder competir y de que la persona que le vendió su
boleto fuera honesta y se lo diera el día de la carrera junto con su IFE. Además con frustración al no
encontrar hotel en el cual quedarse y convivir con los competidores.
Recomendación del viaje
Recomienda mucho acudir a la competencia por ser una gran aventura, en donde quiere involucrar a sus
amigas para que participen. Se quedó con ganas de entrar a las siguientes Spartan Race que se organicen
en México
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Satisfacción (auténtica/transformación/sostenibilidad)
Muy satisfecho
Satisfecho
Indeciso
Insatisfecho
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


Muy
insatisfecho
La satisfacción del logro fue evidente, al llegar a la meta y poder tener su playera y medalla que
tanto merecía.
Darse cuenta que puede lograr lo que se propone, tanto de conseguir su participación, así como
llegar a la meta, la transforma anímicamente de un modo positivo.
La organización de la competencia es sostenible y motivante para los deportistas que quieren
participar. Habrá que mejorar señalización para llegar y dentro de la competencia, así como reforzar
apoyo en servicios médicos.
La socialización por los competidores al subir fotos y comentarios a Facebook y la observadora
compartiendo mensajes por whatsApp y mientras pasaban los días leyendo noticias de la carrera y
siendo etiquetada en fotos.
Verbalizaciones
 Sentí nostalgia porque ya “estamos creciendo”
 Confío en mi condición, pero siento que quienes no están en el medio deportivo, no entienden la
trascendencia de llegar “relajado” por tener un buen entrenamiento y cómo eso es parte
fundamental del desempeño mental durante una carrera.
 era mi regreso a “la pista”.
 es un reto, y cuando alguien dice “no puedes”, provoca en mi una sonrisa y después un “fíjate cómo
lo hago”. Por lo general así funciona el cerebro de los deportistas.
 “arooo arroooo”
 en verdad que algunas veces estoy peor que Dori, el pescadito con amnesia de la película de Nemo.
 Comentó Sofi “¡uyy me hubiera venido sin marido!”, yo me reí y le contesté “¡yo voy a aprovechar
que mi novio no está!”, estábamos bromeando, por los espartanos y los corredores que estaban
calentando, es la primer carrera donde veo tanta gente en forma
 Estaba muy emocionada, así que a la explosión de salida, empecé a correr con mucha fuerza
 “Esto se va a poner bueno”, pensé.
 me eché para atrás a tomar vuelo, y cuando casi me caigo para atrás, alcancé a cruzar una pierna y
con eso me jalé. Uff, me había salvado de los primeros burpees, y estaba contenta
 “al fin que la mascarilla de lodo es buena para la piel”, y me sumergí…
 No fue difícil, pero sí incómodo estar escurriendo de lodo y rodar sobre el campo, con pasto seco y
tierra… me sentía como el espantapájaros.
 Seguí corriendo y había unas mesas de agua. ¡por fin! En verdad me sentí aliviada cuando las ví,
tenía la boca seca…
 “¡a ver para ustedes señoritas, si quieren ahí está el café y las galletas!” y se estaba riendo.
 Sólo pensé “¡burpees! ¡burpees!”, y me concentré para no caer.
 nosotros “¡vamos! ¡vamos!” , “¡ya casi!”.
 le pregunte “estás bien?”
 “más les vale, es lo que me mantiene corriendo, la promesa de la cerveza”.
 Yo a cada oportunidad le iba echando porras, en los obstáculos dónde estaba justo delante de mí
 Honestamente me sentí triste y frustrada, faltaba 1 km para terminar y no había hecho ningún
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burpee…
“¡Lo hice! ¡lo hice!, ¡ya casi!”.
¡Ya soy Spartan!
La primer foto que mandé a los amigos fue esa, quería que se viera el lodo, no salir ya limpiecita.
Empecé a enfriarme y sentir dolor en el cuerpo.
Cada día hay más videos en youtube, fuimos parte de la primera carrera Spartan en México. Con
eso abrimos el circuito hacia los demás niveles, y definitivamente ese ambiente y emoción no se me
va a olvidar.
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