Profesores Visitantes en Alemania

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PROGRAMA DE PROFESORES VISITANTES
EXPERIENCIAS EN ALEMANIA
David Faus Cerdá
trabajó como
Profesor Visitante en
Alemania en la
ciudad de Kirchheim
unter Teck, en el
estado de Baden
Wüttemberg, y nos
cuenta como le fueron
las cosas.
Mi llegada a este país
fue
muy
positiva.
Después del primer
día de formación en
Stuttgart, tuve un
fenomenal recibimiento por parte del director del centro, quien me mostró las
instalaciones e informó puntualmente sobre el funcionamiento del centro. En
todo momento mostró un particular interés porque me sintiera como en casa y
fue él mismo quien me buscó un alojamiento a mi medida.
Los primeros días fueron un tanto movidos por la cantidad de información
recibida (a apenas daba tiempo para digerirla) pero poco a poco las aguas
volvieron a su cauce gracias al apoyo de los colegas del departamento de
español y los de las demás áreas.
Mi periodo de adaptación fue más corto de lo que me hubiera podido imaginar,
ya que una vez metido en la dinámica de las clases y los cursos de formación,
uno se iba adaptándose al sistema y al modo de vida casi sin planteárselo.
La relación con mis alumnos ha sido siempre bastante buena debido, según
creo, al interés que despierta la lengua y cultura española en Alemania, y al
hecho de ser nativo, cosa que les ha llenado de curiosidad y que yo he
aprovechado en beneficio de la asignatura. Como he dicho más arriba, la
relación con mis compañeros de departamento ha sido inmejorable y muy
cordial con los demás compañeros y la dirección del centro, siempre dispuesta
a mostrarme su apoyo.
Conocí a gente fuera de mi ambiente de trabajo gracias a mis aficiones. El
hecho de entrenar para carreras de fondo me ha permitido conocer de manera
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casual a otros aficionados, aunque reconozco que me relaciono más con la
gente del ambiente del trabajo.
Hoy en día, por aquello de la globalización, las diferencias culturales cada vez
son menos, pero si tuviera que señalar alguna, sería el sentido cívico que
muestran hasta los más pequeños para con las instalaciones públicas, normas
viales, etc.
No creo que cometiera ningún error grave, pero si he cometido algún fallo por
desconocimiento, no he sido consciente de ello porque entre otras cosas, nadie
me lo ha hecho notar.
He intentado aprovechar la experiencia al máximo visitando muchos lugares,
como por ejemplo, München, Konstanz, Füssen, Tübingen, Heidelberg,
Hamburg, también parte de Suiza, y este año espero visitar Berlín y Freiburg.
El viaje a Hamburg con motivo de la maratón que allí se celebra cada año, fue
una experiencia alucinante, no sólo por el evento sino por el encanto que tiene
la ciudad. Creo que es un viaje muy recomendable.
He echado de menos a la familia, los amigos y, a veces también, la comida,
aunque hoy en día es difícil no encontrar productos españoles en los
supermercados, ¡ah! y por supuesto los horarios de comidas (al horario alemán
que aún no he logrado acostumbrarme).
Ha sido una experiencia en parte para mejorar mi alemán y en parte, para
formarme como profesional de la enseñanza. En ambos sentidos estoy
satisfecho.
Como ventajas el programa te aporta una experiencia profesional inmejorable.
A nivel de didáctica y pedagogía, los seminarios han sido muy provechosos
para mi formación profesional, así como también el día a día en las aulas.
El consejo que daría a futuros candidatos es que disfruten de la experiencia
porque merece mucho la pena, y que si al principio sufren del natural agobio
por querer que todo resulte bien, les recomiendo que piensen que sólo pasa
una vez y muy rápido, por eso lo mejor es dejarse llevar y abrirse a todo el
mundo, porque se puede aprender mucho de todos, y muchos pueden
beneficiarse de tu aportación.
*********************************
Nombre: Olga Marta Arévalo Manrique
Centro educativo: Bildungszentrum Weissacher Tal
Ciudad: Weissach im Tal
Estado: Baden-Württemberg
Curso/s de participación en el programa de Profesores Visitantes: 20062007 / 2007-2008
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Mi llegada a
Alemania fue muy
cómoda porque
contaba con una
amiga española en
Stuttgart que me
facilitó alojamiento
hasta que me mudé a
mi piso.
Los trámites para
empadronarme, abrir
una cuenta bancaria,
o bien darme de alta
en una Krankenversicherung,
no
implicaron
ninguna
dificultad y lo resolví todo rápidamente. En el colegio siempre me han ayudado
y asesorado en todos los aspectos en los que tuviera duda y ellos mismos se
ocuparon de buscarme alojamiento cerca del instituto, por lo que al segundo
día de mi llegada, ya había encontrado un apartamento cerca del instituto. Los
primeros días en el centro son un poco estresantes, como es normal. El ritmo
es frenético cuando comienza el curso para todo el mundo y si le añades el ser
nuevo/a, no conocer a nadie, ni saber cómo funciona nada, pues te supone un
cierto estrés, pero hay que saber llevar la situación con paciencia, seguridad en
uno/a mismo/a, humor y serenidad. La mentora que me asignó mi directora no
me ayudó mucho ni me prestó especial atención durante todo el curso, pero
conté con la ayuda de las otras dos profesoras de español, que también son
españolas, y ellas hicieron que mis primeros días y semanas en el centro
fueran más fáciles.
Mi periodo de adaptación duró hasta diciembre. Fueron unos meses muy
estresantes para mí en el instituto, porque aparte de familiarizarme con el
nuevo material didáctico y preparar las clases, tuve que aprender en muy poco
tiempo las características del sistema alemán, familiarizarme con la didáctica
del español, etc… En ese sentido, los cursos de formación que recibimos
resultaron muy útiles. Por lo tanto, los primeros meses fueron difíciles al tener
que asimilar tanta información y tener que aprender tantas cosas nuevas de
golpe. Con el paso de los meses me fui sintiendo más segura y orientada. No
obstante, el periodo de adaptación en mi opinión dura todo el primer año,
porque a lo largo del curso ocurren cosas diferentes que resultan nuevas para
ti. En el segundo año de estancia es cuando realmente estás del todo integrada
en el instituto y te sabes mover sin dificultad en el sistema de enseñanza
alemán. Por otro lado, desde el punto de vista personal, me adapté muy
rápidamente a mi nueva vida.
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Mi relación con los demás compañeros del centro, los alumnos y la directora
siempre ha sido muy cordial desde el principio. He tenido la suerte de que en
mi instituto hubiera otras dos profesoras nativas de español cuando llegué, por
lo que me recibieron con los brazos abiertos, me presentaron a otros
profesores y me explicaron todo lo necesario para empezar a trabajar. Desde
entonces la relación con ellas ha sido de una gran amistad y compañerismo.
Junto conmigo, el año pasado hubo también otra extranjera en mi instituto,
Teresa, una ayudante de conversación de inglés procedente de Canadá con la
que enseguida entablé una buena relación de amistad dentro y fuera del
colegio. En cuanto al resto del profesorado, me he sentido muy bien acogida
como profesora extranjera y me siento muy integrada en el centro. Los
profesores se han interesado por conocerme, por saber los motivos que me
han traído a Alemania y por tener un acercamiento personal hacia mí. A día de
hoy, tengo una relación de amistad con algunos de ellos. Por otro lado, los
alumnos disfrutan al aprender español con una profesora nativa. Su
comportamiento siempre ha sido muy respetuoso y no he tenido grandes
problemas de disciplina, por lo que mi valoración es muy positiva. He realizado
algunas actividades extraescolares con ellos como ir al cine a ver alguna
película española, hacer un bar de tapas para el bazar de navidad, etc…y su
participación siempre ha sido muy buena. Tal vez por contar con profesoras
nativas, el español se ha convertido en una de las asignaturas más populares y
demandadas de mi instituto. En cuanto a mi directora, su trato siempre ha sido
muy cercano y amable. Sé que su valoración hacia mí es muy positiva y en
múltiples ocasiones me ha manifestado su interés en que no me vaya del
centro. En la actualidad, estoy llevando a cabo los trámites para poder
continuar trabajando en Alemania una vez acabe el programa.
No ha sido fácil conocer gente y no puedo decir que haya conocido a mucha
gente fuera de mi ambiente de trabajo. Vivo en un pueblo muy pequeño en el
que las relaciones sociales son muy limitadas y el carácter un poco cerrado y
distante de los suavos dificulta las cosas. Toda mi vida social ha girado en
torno a los contactos que haya podido hacer en el instituto.
Cuando vine a Alemania con el programa, la cultura alemana no me era
desconocida porque ya había vivido aquí con anterioridad, por lo que conocía
los aspectos más importantes de la cultura y del comportamiento de los
alemanes. Por este motivo, no creo que haya cometido ningún error a la hora
de relacionarme con ellos. En cuanto a las mayores diferencias culturales,
puedo mencionar: la seriedad y la excesiva formalidad en el trato, el mantener
las distancias, el uso constante de fórmulas de cortesía, el excesivo afán de
perfeccionismo, la falta de espontaneidad en las personas, la falta de
flexibilidad, el querer definir todo hasta el más mínimo detalle, el quejarse
enseguida cuando algo no sale como está planeado o como debe ser (los
españoles, como estamos acostumbrados a las chapuzas, nos lo tomamos con
más humor todo), la falta de sentido de humor, el ser más silenciosos y menos
impulsivos al hablar, el no gesticular con las manos, la observación constante
de las leyes y normas sociales que limitan la libertad de las personas a veces
en exceso (aquí la frase preferida es “man darf…” o “man darf nicht…”), el
interés por viajar (para descansar de la rigidez alemana una temporada) y
aprender otras lenguas, etc…Eso en cuanto al comportamiento en general de
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las personas y en cuanto a la vida en Alemania: el reciclaje y el cuidado del
medio ambiente, el uso de las bicicletas como transporte habitual, el practicar
mucho deporte, los horarios de las comidas, el acostarse antes, vivir más en
casa que en la calle, la puntualidad del transporte público, el contacto con la
naturaleza, el respeto a los animales, el modo de celebrar la navidad y otras
fiestas del año, las continuas vacaciones escolares, etc…
No he podido viajar tanto como me hubiera gustado porque las condiciones
económicas tampoco lo permiten, pero he realizado un viaje a Berlín y otro a
Austria. Por supuesto, me he movido por la región. Recientemente, he ido a
España.
Lo principal que he echado de menos ha sido la luz, el cielo azul y el sol. El
invierno puede llegar a ser un poco deprimente y se hace largo. También he
echado de menos el humor español, la alegría y cercanía en la gente. Por
supuesto, también echas de menos algún producto típico español, pero
siempre está tu madre para enviarte algún paquete con los caprichos que te
resulten imprescindibles. Por lo demás, en Alemania se encuentra de todo y se
vive bien, y con Internet las distancias se hacen más cortas.
Me habría encantado ir a algún curso de alemán a Stuttgart, pero eso habría
supuesto una gran inversión en tiempo y dinero y no me ha sobrado ninguna de
las dos cosas. Si hubiera tenido a mi disposición unas mejores condiciones de
transporte, como un coche, habría podido hacer muchas más cosas, pero
dadas mis limitaciones, no ha podido ser. Lo único que he hecho ha sido algún
curso para practicar deporte en mi pueblo.
En mi opinión, este programa me ha aportado muchas y muy valiosas ventajas.
Desde el punto de vista profesional, la inmensa experiencia que supone haber
trabajado en un instituto público alemán. Para los profesores españoles que no
tengan una gran experiencia profesional a sus espaldas, es una gran
oportunidad para adquirirla.
Para mi este tiempo en Alemania ha sido como un increíble máster en
educación que me ha servido para crecer enormemente como profesora, para
ser más versátil y tener muchos más recursos que antes. En segundo lugar, el
poder conocer un sistema educativo diferente al que estás acostumbrada, lo
cual te permite conocer aspectos nuevos de la enseñanza de los que te puedes
beneficiar y que puedes aplicar en tu futuro como profesora en España. Por
otro lado, el programa me ha abierto una importante puerta profesional en
Alemania al tener la posibilidad de seguir trabajando aquí una vez se termine el
programa y quizás incluso llegar a ser funcionaria algún día aquí. Por supuesto,
si regreso a España, espero que esta experiencia me sirva también para
abrirme puertas profesionales allí y que me puntúe como experiencia de cara a
unas oposiciones. Desde el punto de vista personal, el programa me ha
aportado el haber ampliado mis conocimientos de alemán y de cultura
alemana, el poder vivir y trabajar en un país extranjero, que ya de por sí es una
gran experiencia en la vida de cualquiera, y algo muy importante, el haberme
sentido por una vez, y después de muchos años de esfuerzo y trabajo,
valorada en mi trabajo. Por último y como resumen, sólo quería añadir que me
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siento una gran privilegiada por haber podido participar en este programa y que
agradezco a los organizadores la oportunidad que me han dado.
Mi consejo a futuros candidatos es que se traigan de España materiales que
les puedan ser útiles para las clases de español o que vengan con información
sobre didáctica de español como lengua extranjera. Tener un buen nivel de
alemán me parece fundamental, tanto para entender las reuniones de
profesores, como para hablar con los padres, exponer la gramática del español
de modo comparativo con la gramática alemana y poder desenvolverse en
general en el día a día del colegio. También les va a hacer falta un ordenador y
si disponen de él, sería muy recomendable que se trajeran un coche. A nivel
práctico, también les recomiendo que si no quieren pagar impuestos por su fe
religiosa, no digan que son católicos cuando se empadronen en el
ayuntamiento. ¡Ojalá me lo hubieran dicho a mí antes! También les diría que se
tomen los primeros meses con calma y paciencia. No se puede pretender
aprender todo en un día, así que tranquilidad al principio. Luego irá todo mejor
y tendrán más tiempo para disfrutar de la experiencia. En el segundo año,
incluso pueden beneficiarse de lo que han trabajado el año anterior y tener más
tiempo libre.
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Nombre: Ruth Morón Garzarán
Centro educativo: Hohenlohe-Gymnasium
Ciudad: Öhringen
Estado: Baden-Württemberg
Curso/s de participación en el programa de Profesores Visitantes: 20062007 / 2007-2008
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Cuando empecé a trabajar como profesora visitante ya vivía desde hacía dos
años en Alemania, así que mi llegada a Baden-Württemberg fue “suave y sin
dolor”. Dos meses antes de empezar a trabajar ya había estado en mi nuevo
instituto, había conocido al profesor visitante que había estado los dos últimos
años en el centro y había buscado en persona un piso compartido en Heilbronn
(es la ciudad más cercana a Öhringen), por eso los primeros días no fueron
ningún problema.
Ya estaba adaptada al país y al sistema educativo (los dos años anteriores
había participado en el programa “Spanischlehrer unterrichten in
Niedersachsen”) no me costó mucho adaptarme a los Maultaschen y al vino de
Württemberg.
Con mis alumnos me entiendo muy bien. Son muy, muy majetes. Yo los quiero
mucho y ellos a mí parece que también porque no hacen más que decirme que
no vuelva a España, que me quede otro más a darles clase. ¡No puedo pedir
más! Mis compañeros me acogieron muy bien y estoy encantada en mi colegio.
La pena es que este año tengo 27 horas de clase y no tengo tiempo de
tomarme un café con nadie. Con la dirección del centro la relación en muy
distante y “oficial” pero así es en Alemania. Sé que mi director está contento
con mi trabajo y hace ya más de un año que intenta convencerme para que me
haga funcionaria en Alemania. Tampoco puedo quejarme en este sentido. La
única queja que tengo es que este año a principio de curso me encontré con un
grupo de 37 alumnos de la clase 9 y si no llega a ser porque yo me rebelé y me
puse en contacto con Marcela Kühner-Fuchs, seguiría teniéndolo…
Al principio yo besaba a todo el mundo, pero cuando empecé a fijarme en la
cara de asombro de los alemanes poco a poco lo fui dejando. Lo que también
les dejaba sin respuesta era mi forma de hablar con muchas bromas. ¡Pero eso
no lo he cambiado! Les cuesta un poco darse cuenta de que no todo lo que
digo va en serio (aunque yo lo diga muy seria), pero ahora ya no tengo ningún
problema y es más, ¡a mis alumnos les encanta!
¡Viajes he hecho muchísimos! Como tenemos bastantes vacaciones y estamos
en el centro de Europa ya me la he recorrido casi entera. No sé, de Alemania
he visto mucho y también he estado en Suiza, Austria, Italia, Francia,
Inglaterra, Holanda, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania,
Polonia, Hungría, República Checa, Eslovenia… ¡Ah! ¡y en semana santa me
voy a Cerdeña y en mayo a Estambul!
He echado de menos comprar El País el domingo e irme a desayunar a una
cafetería. El jamón de mi tierra (Teruel), la comida de mi madre, el pescado
fresco y sobre todo a mi gente. ¡Lo gracioso es que ahora voy a España y echo
de menos productos alemanes!
Hice dos cursos de alemán para obligarme a escribir textos porque el alemán
oral lo tengo muy fresco, pero el escrito no sé dónde lo tengo. Este año voy a
hacer otro porque el año que viene voy a intentar hacer las Lehrproben en
español y alemán.
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Entre las ventajas que aporta mi participación en el programa destacaríra la
experiencia. Mucha experiencia. Y claro, la posibilidad de vivir en otro país y
conocer otra cultura.
Como consejo a futuros participantes les diría que compartan piso con
alemanes; que se pongan en contacto con el profesor que estuvo antes en su
plaza y que pregunten todo lo que no les haya quedado claro. La experiencia
vale muchísimo la pena, así que: ¡Ánimo!
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Nombre: Sabino Martínez Marín
Centro educativo: Ottheinrich-Gymnasium
Ciudad: Wiesloch
Estado: Baden-Wüttenberg
Curso/s de participación en el programa de Profesores Visitantes: 2006-07
/ 2007-08
Mi llegada al país fue bastante estresante, pues llegué a Sttutgart, la ciudad
donde se celebraban los cursos, un día antes del curso y me alojé esa noche
en un alberge. Después del curso me alojé en casa del director del centro,
quien amablemente me había ofrecido una habitación en su casa desde la
primera llamada telefónica. Además el me ayudo muchísimo en la búsqueda de
alojamiento y me llevó a ver casas el primer día de estar en la ciudad
Mi periodo de adaptación duró bastante, pues con este programa he trabajado
por primera vez en Alemania. Además, la forma de enseñar en Alemania es
distinta que en España y, aunque existen los cursos de formación, hay cosas
que sólo se aclaran con la práctica.
Con mis alumnos tengo, en general, una relación muy buena y yo creo que les
Con mis compañeros cambia mucho la relación: hay compañeros con los que
tengo una relación muy estrecha y quedo fuera del trabajo para ir a comer o a
tomarnos algo, hay compañeros que sólo les saludo, pues tengo con ellos una
relación nula (lo que es normal en un colegio donde trabajan más de cien
profesores)
Realmente conozco a muy poca gente fuera de mi ambiente de trabajo, pero la
gente que conozco las conozco gracias a fiestas que han organizado mis
compañeros.
Una diferencia cultural que encontré en el aula fue que la pizarra se moja y
luego se seca, no como en España que sólo se seca. El primer día sólo la
sequé y la pizarra, al ser de distinto material que las de España, se veía muy
mal. Casi no se podía leer lo que había escrito.
Aquí también están acostumbrados a escuchar la explicación y no apuntan
nada a no ser que el profesor lo diga. Ha habido veces que he preguntado “¿Lo
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habéis copiado?” y ellos me han dicho “ ¡Pero si Usted no ha dicho que lo
teníamos que copiar!”. A esto les he acostumbrado a la manera española.
Otras diferencias las he encontrado fuera, por ejemplo, si te invitan a una fiesta
tienes que llevar un regalo para la ama o el amo de la casa. Esto si que lo
sabía.
En este tiempo me he ido a Osnabrück, pues allí tengo algunos amigos.
También me he movido por la región con algunos amigos del programa. No me
he movido mucho, pues cuando he tenido vacaciones las he pasado en
España.
Realmente lo único que he echado de menos han sido mi familia y mis amigos.
Ha habido también artículos que he echado de menos, por ejemplo las pipas,
las aceitunas rellenas de anchoa, los garbanzos en bote, la carne de conejo…
aunque, con un poco de tiempo, he sabido donde se consiguen.
Para mejorar mi aleman he ido a un curso de la Volkshochschule (nivel C1) y a
otro de inglés (A2), y a un curso de alemán de preparación para el KDS
(Kleines Deutsches Sprachdiplom – Nivel C2).
Lo más importante de participación en el programa es que he podido empezar
a trabajar en la enseñanza y así, tener méritos para una futura oposición o una
bolsa de trabajo en España. Además, ha sido una buena experiencia personal,
pues trabajar en el extranjero me ha hecho comprender más la cultura y el
estilo de vida de los alemanes. También he de mencionar que mi alemán ha
mejorado muchísimo estos dos años.
Mi consejo a futuros candidatos es que disfruten mucho la oportunidad y que
no se echen para atrás porque hay mucho trabajo, pues el proceso de
adaptación es muy duro pero muy satisfactorio.
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Nombre: Joan María Caixás Bustins
Centro educativo: Gewerbliche Schule Lahr
Ciudad: Lahr Estado: Baden - Württemberg
Curso/s de participación en el programa de Profesores Visitantes: 20062007 / 2007-2008
Cuando empezó mi participación en el programa de Profesores Visitantes en
Alemania ya estaba viviendo en Alemania (Saarbrücken) desde hacía algún
tiempo. Busqué el alojamiento a través de páginas Internet y periódicos locales.
Mi periodo de adaptación en cuanto al contexto de la escuela fue muy positivo,
es decir tanto los colegas como la dirección se mostraron abiertos e
interesados y enn cuanto a la adaptación social ha sido mucho más difícil,
aunque a causa de mis relaciones personales he vuelto a menudo a
Saarbrücken.
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La relación con los alumnos ha sido muy positiva, ya que se han mostrado muy
abiertos. Y ha sido lo más enriquecedor de este trabajo. Por lo que se refiere a
los compañeros y a la dirección el trato ha sido cooperativo, especialmente por
parte del director de la escuela. Quizás por la falta de compañeros de mi
materia ha sido más difícil la conexión con otros profesores.
Quizás una de las diferencias culturales que me llamaron la atención fue la
relación con los otros profesores. Es decir, en Alemania no se suele tutear tan
fácilmente como en España.
He aprovechado para ir a menudo a Freiburg y a Strasbourg ya que están
cerca, además en mis vacaciones también he ido a Holanda y a Berlín.
Además, La Selva Negra ha sido uno de los lugares que también he visitado.
En principio he echado de menos pocas cosas. Desde que estoy en Alemania,
además de la familia y las amistades, lo que echo de menos es el sol.
Hasta ahora no he ido a clases de alemán, porque en mi ciudad no hay cursos
en lengua alemana superiores a “Mittelstufe”, sin embargo esta primavera
aprovecharé para inscribirme en un curso en Freiburg.
Como ventajas de mi participación en el programa quiero destacar en primer
lugar la oportunidad de poder tener una experiencia profesional en el sistema
educativo alemán. Además de enriquecer mis recursos de metodología
pedagógica. En segundo lugar destacaría la posibilidad de involucrarme en la
sociedad alemana. Y finalmente subrayaría la adquisición de una perspectiva
europea sobre la juventud y la sociedad en general.
Como consejo a futuros candidatos les diría que aprovecharan el máximo la
oportunidad de estar en Alemania. Tanto a nivel profesional como a nivel
personal.
A nivel profesional:
Contactar con el “mentor”. Cultivar una actitud comunicativa y respetuosa. En
caso de desorientación, falta de información o problemas de cualquier tipo, no
dudar en comunicárselo a los compañeros o al mentor. Estructurar el año
escolar previamente teniendo en cuenta las vacaciones escolares.
A nivel personal:
Inscribirse en un curso (deporte, lenguas, multimedia, etc..) para entrar en
contacto con gente. Mostrarse abierto y sin prejuicios. No dar demasiada
importancia a los puntos negativos, y buscar una solución. Aprovechar las
vacaciones escolares para corregir los exámenes, pero también para conocer
otras regiones de Alemania.
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Nombre: Gustavo Fernández de Jesús
Centro educativo: Neues Gymnasium Nürnberg
Ciudad: Nürnberg
Estado: Baviera
Cuando llegué a Alemania, fuimos recibidos yo y los demás compañeros del
programa en el Ministerio de Cultura en Munich, con charlas informativas sobre
el sistema escolar alemán, en un ambiente muy cordial. Al llegar a Nuremberg,
fui directamente a mi piso, porque la dirección del centro se había encargado
ya con anterioridad de encontrarme alojamiento. Los primeros días fueron de
ilusión por descubrir algo nuevo, aunque, como todo estaba por hacer, pues
más de un momento de agobio sí que pasé (papeleo, banco, nuevo sistema
escolar…)
Para mi periodo de adaptación tuve la gran suerte de contar con compañeros
muy majos que siempre estuvieron dispuestos a ayudarme en todo, hasta en
asuntos particulares, como por ejemplo, poner Internet en casa. Así que, a
pesar de no comprender muchas cosas al principio, siempre encontré
respuestas a mis interrogantes. Los compañeros organizaban comidas a
menudo, y esto también contribuyó bastante a romper el hielo de la diferencia.
En el plano puramente laboral, lo que más me costó quizás fue la corrección,
evaluación y cálculo de las notas, así como la forma de las pruebas escritas.
Esto, con el tiempo y la práctica lo llegué a aprender, y actualmente no tengo
ningún problema.
Doy clases en un “Gymnasium”, orientado por completo a los estudios
superiores, desde el quinto nivel de enseñanza básica, y por ello en general los
alumnos tienen un perfil académico que no plantea dificultades al docente.
Alumnos motivados y trabajadores, que además muestran mucho interés por el
idioma y la cultura españoles. Respetan mi trabajo, aprenden y muestran
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mucho entusiasmo. Los compañeros, como ya he escrito, se mostraron muy
solidarios conmigo desde el principio, y existe entre nosotros una grata relación
de amistad, desde el comentario de un ejercicio hasta tomar una cerveza. La
jefa de nuestro departamento siempre me ha ayudado y se ha mostrado
conmigo la persona más paciente del mundo, así como la dirección del centro,
que se ha preocupado constantemente por mi bienestar.
A través de los propios compañeros empecé a conocer a gente de fuera del
ambiente de trabajo. Por ejemplo, un grupo de belgas que se relacionan con
una compañera de francés, y con los que he llegado incluso a viajar.
El error por desconocimiento que quizás cometí al principio, que no fue un
error, dicen los compañeros, fue el de corregir los exámenes sin utilizar los
estrictos criterios de evaluación y calificación vigentes. En el plano festivo, más
de una vez me embriagué más de la cuenta, como si hubiera estado en la
Semana Santa de Sevilla. Pero esto parece que resultó gracioso.
He estado por el centro-oeste de Alemania, en Holanda, en Bélgica con unos
amigos belgas, en Austria con el coro del instituto y en la República Checa
varias veces – en Praga.
He echado de menos a mi familia y amigos, pero ya contaba con esto. Voy a
Canarias tres veces al año (verano, Navidad, Semana Santa) y no me quejo.
En cuanto a productos, la verdad que he echado mucho de menos la variedad
de pescado fresco que tenemos en España, y a buen precio.
Para mejorar mi alemán, lo he hecho de forma particular. Primeramente a
través de la conversación diaria. También me he comprado varios diccionarios
(de la lengua, ortográfico, etimológico), gramática y libros (literatura y ensayos).
También veo alguna obra de teatro, cine o escucho radio.
Entre las ventajas que me aporta mi participación en el programa diría que es
una experiencia positiva y muy enriquecedora, desde todos los puntos de vista:
idioma, cultura, formación académica y personal, experiencia en la vida.
Mi consejo a futuros candidatos es que hay que tener siempre el espíritu muy
abierto y receptivo a todo, y no por las dificultades iniciales, que son normales,
asustarse o creer que todo es negativo. Todo lo nuevo se aprende con un poco
de práctica y voluntad.
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Nombre: Iria García González
Centro educativo: Moltkestrasse Gymnasium y Grotenbach Gymnasium
Ciudad: Gummersbach
Estado: Renania del Norte-Westfalia
Curso/s de participación en el programa de Profesores Visitantes: 2007-08
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Mi llegada al país fue muy sencilla y transcurrió sin
ningún inconveniente. La directora de mi centro me
ofreció amablemente quedarme en su casa pero
no hizo falta ya que rápidamente encontré un
apartamento compartido.
No tuve ningún problema con mi adaptación,
debido en gran parte a la amabilidad de los
compañeros y a que no era la primera vez que
vivía y trabajaba en Alemania.
Los alumnos, compañeros y la dirección del centro
han sido muy atentos y amables conmigo,
ayudándome con cualquier problema o duda que
me podría surgir. Los alumnos están muy motivados y son increíblemente
disciplinados.
Empecé a conocer gente fuera de mi ambiente de trabajo mediante la
realización de cursos, deporte y especialmente compartiendo piso. Puede, sin
embargo, resultar un proceso lento.
No he cometido ningún error debido al desconocimiento de la cultura, en gran
parte debido a experiencias anteriores en este país. Los centros educativos sí
son un poco diferentes y sería conveniente estar informados de su
funcionamiento.
No he echado nada de menos en especial de España, no debería resultar
ningún problema.
He aprovechado la experiencia para viajar mucho, no sólo por Alemania sino
también a los países escandinavos, Holanda, Francia e Italia. Es una
oportunidad única y Alemania está muy bien localizada.
Este año no he ido a clases para mejorar mi alemán, pero sí en anteriores y
siempre es una oportunidad fantástica para perfeccionar el idioma y
relacionarse con otros extranjeros.
La participación en el programa aporta muchas ventajas, tanto en el plano
profesional como en el personal: una experiencia profesional muy grata y
enriquecedora y una oportunidad estupenda para acercarme a una nueva
cultura.
Como consejo a futuros candidatos les diría que aprovechen esta oportunidad
única. No se arrepentirán.
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Nombre: Alexandra del Campo Castañeda
Centro educativo: Gesamtschule Waldbröl
Ciudad: Waldbröl
Estado: Renania del Norte-Westfalia
Mi llegada al país fue complicada, sobre todo por la búsqueda de alojamiento y
el no disponer de un vehículo propio para realizar la mudanza. Durante una
semana estuve viviendo en un hotel cerca de la pequeña ciudad donde se
encuentra la escuela en la que trabajo hasta que encontré piso a través de los
anuncios de alquiler en un periódico local.
Las casas en Waldbröl se alquilan sin mobiliario. En este sentido, me
sorprendió enormemente que la cocina estuviese completamente vacía y que ni
siquiera hubiese grifos. Así que tuve que comprar todo, fue mucho trabajo y
también tuve muchos gastos económicos. Algunas cosas las pude comprar de
segunda mano, lo que redujo un poco los costes.
Una vez que estuve instalada en mi casa, el periodo de adaptación fue bueno.
Hubo algunas personas que me ayudaron con la mudanza entre ellas algunos
compañeros de la escuela y los dueños de la casa. La casa donde vivo me
gusta mucho, es espaciosa y bonita.
Al haber vivido con anterioridad en Alemania, el cambio de país no fue muy
brusco, lo que facilitó el periodo de adaptación. En ocasiones echo de menos la
vida de una ciudad más grande como puede ser Colonia ya que ofrece un
abanico más amplio de posibilidades.
La relación con los alumnos, con mis compañeros de trabajo y con la dirección
del centro es buena.
Me gustan mucho las clases que enseño ya que el ambiente es muy agradable
y positivo. Me siento querida y respetada por mis alumnos.
La mayoría de la gente que conozco es por el trabajo o a través de algún
compañero de trabajo.
No encuentro grandes diferencias culturales con España. Quizás alguna
relacionada con los medios de transporte ya que en Alemania los pueblos o
pequeñas ciudades no están muy bien comunicados por medio de servicio de
autobuses a partir de ciertas horas. Lo que en ocasiones me ha producido
algún trastorno. Por ejemplo, debido al retraso de aviones, he perdido las
conexiones posibles de tren y autobús para llegar a mi lugar de destino
(Waldbröl) y he tenido que pasar la noche en Colonia. Por otro lado, hay que
comentar que el transporte en Alemania es más caro que en España, lo que se
debe de tener en cuenta cuando se visita Alemania. De este modo, un billete
de tren ICE de Frankfurt a Colonia (50 minutos) cuesta unos 50 euros sólo ida.
En cuanto a la manera de socialización también he percibido algunas
diferencias. Los alemanes se reúnen con sus amigos o conocidos en las
propias casas y no tanto en una
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cafetería o en un bar como en España. En España se pasa más tiempo fuera
de casa, se toman aperitivos antes de comer y después de comer la gente se
reúne para tomar un café en una cafetería. Eso en Alemania no es tan
frecuente.
En cuanto al sistema educativo también hay algunas diferencias. Por ejemplo,
lo que llamamos “instituto” en España aquí presenta distintas variantes. Hay
tres tipos: Gymnasium (donde van los alumnos con mejor expediente
académico), Gesamtschule ( hay una mezcla y variedad de alumnos, lo más
parecido al instituto español) y Hauptschule (más enfocado a la formación
profesional).
Durante las vacaciones he aprovechado para conocer más la región donde
vivo. En este sentido, he visitado ciudades como Colonia y Bonn. Me ha
gustado mucho la época de la navidad ya que las ciudades se adornan con
muchas luces y se montan los famosos “mercadillos de navidad” donde la
gente pasea por los puestos y toma Glühwein. También hay bandas que tocan
música en la calle. La gente se divierte mucho.
Desafortunadamente en el pueblo donde vivo no hay muchas opciones para
asistir a cursos de alemán. He encontrado algún curso ofrecido por la
“Volkshochschule”, pero debido a la incompatibilidad de horario no he podido
asistir. De todas formas voy a seguir buscando ya que me gustaría poder hacer
algún curso en el tiempo que todavía me queda en Alemania.
Participar en el programa es una experiencia interesante y gratificante. Te
permite mejorar profesionalmente, conocer otro sistema educativo distinto del
español, aprender un idioma, conocer gente interesante y familiarizarte con otra
cultura y manera de vivir. A pesar de las dificultades que puedan aparecer, es
una experiencia muy enriquecedora a nivel personal y profesional.
A los futuros candidatos les animaría a disfrutar mucho de la experiencia.
Aunque existan algunos aspectos que no les agraden mucho, bien del lugar o
bien del trabajo, les aconsejaría que se centren sobre todo en lo positivo que se
puede sacar de la experiencia ya que es una oportunidad única de la que se
puede aprender y te enseña a valorar muchas cosas.
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