ARGENTINA, BRASIL Y EL FUTURO DE LA INTEGRACIÓN POLÍTICA Y ECONÓMICA SUDAMERICANA AUTOR: VALTIR DE SOUSA, Coronel de Caballería. INSTITUCIÓN DE PROCEDENCIA: Centro de Estudios Estratégicos del Ejército (CEEEx), del Estado-Mayor del Ejército (EME), de la República Federativa de Brasil. DIRECCIÓN ELECTRÓNICA: [email protected]. RESUMEN: Los bloques económicos fortalecen sus miembros. Para Argentina y Brasil, la integración sudamericana es vital. Pero, existen factores externos (oposición al bloque que viene de los EE.UU. y los TLC firmados en desventaja) e internos (conflictos de intereses políticos, económicos o militares, actor-actor, algunos aún latentes), que dificultan su evolución. Pero, hay posibilidades de conformación efectiva de un bloque, lo que depende de los Estados principales. Conviene que los discursos de los gobiernos de las economías más importantes sea de armonización con sus potenciales socios y que se propongan alternativas para los socios que se alejan, sea por ideologización sea por seducción de los TLC o acuerdos bilaterales. Argentina se fortalecerá si acercarse más a Brasil, su socio regional principal. Así, la UNASUR será más fuerte. PALABRAS CLAVE: Argentina. Brasil. Integración. UNASUR. Evolución. NOTA BIOGRÁFICA DEL AUTOR, CORONEL VALTIR DE SOUSA, JEFE CENTRO DE ESTUDIOS ESTRATÉGICOS DEL EJÉRCITO: Es natural de Itápolis-SP, Brasil. Se graduó por la Academia Militar das Agulhas Negras, en 1987. Es Maestro en Ciencias Militares. Posee MBA en Inteligencia Estratégica. Recibió el DELE, Nivel Superior (Maestría), del Instituto Cervantes. Realizó, en la República Argentina, el Curso de Especialización en Análisis de Inteligencia Estratégica, en el Instituto de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (IIFA). -2- 1. INTRODUCCIÓN En el campo económico, desde mediados del Siglo XX hasta los albores del Siglo XXI, el mundo de la globalización se ha caracterizado por el flujo transnacional de bienes, por el desarrollo económico y por los procesos de integración regional, entre otros. La búsqueda, por los Estados, de ampliación y de consolidación de espacios económicos conlleva la creación de bloques regionales. Bloques como el North America Free Trade Agreement (NAFTA), la Unión Europea (UE), el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), la Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC), el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), la Comunidad Andina de Naciones (CAN), la Comunidad del Caribe (CARICOM), la Unión de las Naciones Sudamericanas (UNASUR), el Brasil, Rusia, India y China1 (BRIC); Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS) e India, Brasil y Sudáfrica (IBSA) 2 son algunos de los actores internacionales modernos presentes en el tablero internacional. La concreción de bloques económicos regionales tiene por finalidad fortalecer cada uno de sus miembros, allende sus organizaciones, en las relaciones internacionales. En el caso de “potencias emergentes”, como Brasil, y de “países recientemente industrializados”, como Argentina, ese proceso de integración económica se torna, inclusive, vital para su supervivencia como naciones, ya que los Países Centrales, más desarrollados, se tornaron aún más poderosos cuando formaron bloques con sus socios y vecinos, como ocurrió con la UE y con el NAFTA, formado por Estados Unidos (EE.UU.), Canadá y México. El mundo globalizado actual aún se caracteriza por el policentrismo, que implica en distribución internacional más equitativa de riquezas y un cambio radical de relaciones políticas. 1 El siglo XXI ya apunta para una rivalidad estratégica entre Estados Unidos (EE.UU.) y China. Brasil es para China su principal socio latinoamericano. En tanto, China es para Brasil, desde 2009, su primer socio comercial. Equiparables en recursos y capacidades como “potencias emergentes”, despliegan una activa diplomacia global que impone coincidencias sobre divergencias. Brasil es para China fuente de alimentos y recursos minerales (Cesarin 2012, 22). 2 El grupo IBSA fue creado en 2003, por iniciativa de Sudáfrica y recibió la adhesión inmediata de Brasil e India. Hasta el presente, el grupo realizó seis reuniones ministeriales, seis reuniones de jefes de Estado y de Gobierno y opera con un marco institucional que reúne dieciséis grupos de trabajo. El BRIC fue formado en 2006, con la participación de Brasil, Rusia, India, China, a los cuales se incorporó Sudáfrica en 2011, cuando pasó a ser llamado BRICS. -3- Las instituciones internacionales establecidas: Organización de las Naciones Unidas (ONU), Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM), sin hablar del G7G8, convertido en G-203 evolucionan para reflejar nuevas realidades. “Dada la multiplicidad y la amplitud de los desafíos mundiales, la mutación vuelve a plantear de manera urgente la cuestión de la cooperación entre Estados” (Golub 2009, 12). El presente trabajo pretende exponer, grosso modo, cómo se encuentra la evolución del proceso de integración sudamericano en este momento en que la competencia global estratégico-económica soslaya la competencia global estratégico-militar, que la coyuntura presenta un incremento de la regionalización de los acuerdos de comercio, de cooperación y de acercamiento político y pretende concluir cuáles son los rumbos que seguirán los socios estratégicos4 de Sudamérica. El tema propuesto será analizado de manera regional, enfatizando el rol de sus principales actores, Argentina y Brasil, a raíz de que Sudamérica (así como México, Caribe, Centroamérica y África) no es parte del Occidente (o civilización occidental), según el pensamiento manifiesto de Samuel Huntington5 y de la mayoría de los autores que lo siguen. La hipótesis que norteará el presente trabajo es que obstáculos externos y obstáculos internos pueden llegar a dificultar la evolución de la integración económica y política del subcontinente sudamericano, a raíz de que hay actores internacionales de peso que por ello luchan y que la fragilidad de las relaciones políticas actor regional-actor regional, además de limitar el proceso de integración, puede llegar a impedirlo. 3 El Grupo de los 20 (G-20) reúne regularmente, desde 1999, a jefes de Estado (o Gobierno) y otros representantes de todo el mundo. Es formado por Unión Europea (UE), como bloque económico, más 19 países: los siete más industrializados (G-7) (Alemania, Canadá, EE.UU., Francia, Italia, Japón y Reino Unido) más Rusia (que completa el G-8), las “potencias emergentes” (G-5) (Brasil, China, India, México y Sudáfrica) y algunos de los “países recientemente industrializados” (Arabia Saudita, Argentina, Australia, Corea del Sur, Indonesia y Turquía). 4 La Política de Defensa Nacional (PDN) brasileña considera que “el subcontinente de Sudamérica es el ambiente regional en el cual Brasil se inserta. Buscando profundizar sus lazos de cooperación, el País visualiza un entorno estratégico que sobrepasa la masa del subcontinente e incluye la proyección por la frontera de Atlántico Sul y los países linderos de África” (Brasil 2005b, 8). 5 Latinoamérica, aunque es un vástago de la civilización europea, incorpora, en grados diversos, elementos de las civilizaciones indígenas, que no existían en Europa y que fueron eficazmente aniquiladas en Norteamérica, y cuya importancia oscila entre dos extremos: México, América Central, Perú y Bolivia (con una gran cantidad de indígenas y mestizos en su población) por una parte, y Argentina y Chile (países que poseen una gran cantidad de habitantes oriundos de países europeos), por otra. La evolución política y el desarrollo latinoamericanos se han apartado claramente de los modelos predominantes en los países del Atlántico Norte. Occidente, pues, sólo incluye Europa y Norteamérica, más otros países de colonos europeos, como Australia y Nueva Zelanda (Huntington 2004, 51–52). Brasil, la Argentina y sus socios estratégicos principales son considerados pertenecientes a una civilización occidental con fuerte influencia negra e indígena, no se incluyendo en la dicha civilización típicamente occidental. -4- 2. OBSTÁCULOS EXTERNOS E INTERNOS A LA GESTACIÓN DE LA INTEGRACIÓN POLÍTICA Y ECONÓMICA SUDAMERICANA Se puede decir que el proceso reciente de integración sudamericano empezó en 1960, con la gestación de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), que fue sucedida, en 1980, por la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI). Las dos asociaciones sirvieron de palanca para la generación de dos vertientes recientes de la integración de Sudamérica: el MERCOSUR y la CAN, cuya posibilidad de concreción era prevista en los acuerdos de creación de ALADI. 2.1. Obstáculos externos a la integración regional El MERCOSUR comenzó con los tratados firmados en 1986 y 1988, entre Brasil y Argentina, que preveía la cooperación, integración y constitución de un área de libre comercio entrambos países. En 1991, fue firmado el Tratado de Asunción, entre Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, que creaba un bloque regional entre los cuatro países, iniciando como un área de libre comercio y transformándose, en 1995, en unión aduanera. El objetivo, a lo largo del tiempo, siempre fue atingir algo más avanzado en materia de integración, como un mercado común, en los moldes de la UE. Por su vez, la CAN, llamada de Pacto Andino hasta 1996, fue creada por medio del Acuerdo de Cartagena, en 1969. La constituyen Bolivia, Ecuador, Colombia y Perú. Venezuela participó de 1973 hasta 2006. Chile se alejó del bloque en 1977. Se formó, inicialmente, una zona de libre comercio, que se transformó en unión aduanera en 1995. En 2004, sus países miembros firmaron la Declaración de Cuzco, que lanzó las bases de la UNASUR, uniendo CAN al MERCOSUR, en zona de libre comercio subcontinental. La idea de unificación de los dos bloques regionales6, a los cuales se sumarían Chile, Guayana y Surinam, denominada Área de Libre Comercio Sudamericano (ALCSA) fue planteada en los años 1990, por el Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE) de Brasil. 6 La Declaración de Cuzco sobre la CASA, firmada en 2004, afirma que el espacio sudamericano integrado se desarrollará y perfeccionará impulsando la profundización de la convergencia entre MERCOSUR, la Comunidad Andina y Chile, a través del perfeccionamiento de la zona de libre comercio, apoyándose en lo pertinente en la Resolución 59 del XIII Consejo de Ministros de la ALADI, del 18 de octubre de 2004, y su evolución a fases superiores de la integración económica, social e institucional. Afirma todavía que los Gobiernos de Surinam y Guayana se asociarán a este proceso (Brasil 2005a, 98). -5- Su intento era contraponerse al proyecto estadounidense “Iniciativa para las Américas”, que luego sería designado Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). El proyecto ALCSA, retomado en 2003, se llamaría primero Comunidad Suramericana de Naciones (CASA) y se rebautizaría en 2007, como UNASUR. Desde aquel entonces, el principal objetivo estratégico de Brasil y socios, en el ámbito sudamericano, pasó a ser la regionalización de la integración económica, o sea, la conformación de un nuevo bloque económico, siguiendo tendencias mundiales. Esa conformación no era novedad, ya que era un deseo manifiesto y un ideal por el cual se empeñaron algunos de los principales líderes y libertadores subcontinentales. El MERCOSUR es una de las prioridades de la Política Externa brasileña. En el Consenso de Buenos Aires, firmado por los ex Presidentes de Brasil, LUIZ INÁCIO LULA DA SILVA, y de Argentina, NÉSTOR KIRCHNER, en 2003, los gobernantes ratificaron su convicción de que el bloque no puede ser solamente comercial, pero, al contrario, constituye un espacio catalizador de valores, tradiciones y de futuro compartido. Aún afirmaron que los dos gobiernos trabajaban para fortalecerlo a través del perfeccionamiento de sus instituciones, en el ámbito comercial y político, y por medio de la incorporación de nuevos países. La idea era extender la invitación a participar a todos los países sudamericanos, ya que la integración regional constituye una opción para fortalecer la inserción de los dos países en el mundo, aumentando así su capacidad de negociación (Brasil 2007, 64–65). Desde aquel tiempo, la política externa y de comercio exterior de Brasil no descuida de sus tradicionales relaciones comerciales con China y EE.UU., sus principales socios individuales, pero prioriza la intensificación de relaciones con socios de Sudamérica. Siendo la función del bloque económico realizar la integración económica entre sus miembros y aumentar la capacidad conjunta y de cada uno de ellos en las negociaciones internacionales, tal hecho fue demostrado en las negociaciones del bloque con la UE, en el contexto de la Organización Mundial del Comercio (OMC)7; y con los EE.UU. 7 Ya se observa que las denominadas “potencias emergentes”, agrupadas en distintos foros regionales e internacionales, buscan potenciar su voz en la escena internacional, se atreven a reclamar el poder político que corresponde al peso de su población y a su participación creciente en el producto mundial y defienden un nuevo orden internacional multipolar. Hicieron sus primeras armas en la OMC, donde el principio “un Estado, un voto” les permitió contrarrestar el avance de los Países Industrializados. Hoy, exigen la reforma del Consejo de Seguridad (CS) de la ONU, principal bastión del statu quo internacional, y mayor poder de decisión en los organismos financieros (Stancanelli 2012, 2˗3). -6- En esas negociaciones con los EE.UU., en lo que se refiere a la creación del ALCA, aquel país acusó a Brasil y Argentina de sabotear la iniciativa. Pero, al fin de las negociaciones entre las dos partes, Brasil y sus socios admitieron transferir para la OMC las cuestiones de su interés, agricultura y antidumping. En contrapartida, los EE.UU. concordaban que los temas de su interés, como inversión, compras gubernamentales, propiedad intelectual y servicios, serían tratados de forma limitada o no obligatoria en el ALCA. El punto central del acuerdo era que los países podrían asumir diferentes niveles de compromiso en cuanto a los acuerdos del ALCA. Se aprobó, en lo fundamental, la propuesta brasileña, que insistía en la reducción de los subsidios agrícolas de los Estados Unidos, en contra al modelo propuesto por los EE.UU. Eses anunciaron que negociarían acuerdos bilaterales dentro de su propio modelo de ALCA, cuyas condiciones fueron aceptadas por Uruguay y Chile, entre otros. Aprovechándose de eses mismos acuerdos, en 2004, en Puebla, México, bajo el liderazgo norteamericano, un grupo de 14 países (G-14), quienes ya habían realizado o estaban en proceso de realización de acuerdos comerciales bilaterales con el hegemón, buscó recolocar la propuesta original del ALCA, rompiendo con acuerdos anteriores. Y los EE.UU. aún se recusaban a incluir en la agenda del bloque temas que interesaban a los suramericanos, que les eran desfavorables. Tal hecho impidió el avance de las negociaciones. Así, en la Cumbre de las Américas, realizada en 2005, en Argentina, el MERCOSUR no incluyó el tema ALCA en las discusiones, y se discutió cuestiones como desempleo y pobreza. El entonces Presidente HUGO CHAVES, de Venezuela, declaró que se habían sepultado a ALCA. Por ocasión de la Cumbre de los Jefes de Estado del MERCOSUR, realizada en 2006, en Argentina, el Presidente LULA afirmó que simplemente no se hablaba más de ALCA. La postura de los EE.UU. tuvo reflejos. Y la situación empeoró, en la medida que el Presidente HUGO CHAVES, de Venezuela (que procesa una refundación8 y que ha entrado recientemente en el MERCOSUR) aumentaba su retórica de confronto y de demonización de EE.UU. 8 Conforme está en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: “con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural…” (Venezuela 2000, 9). -7- El Presidente caribeño, que se juzgaba la reencarnación de Bolívar, luchaba por la hegemonía regional pero, por su retórica, el líder del NAFTA lo ha considerado en el mismo nivel de Iraq, Corea del Norte, Irán etc. Sobre la experiencia bolivariana, tras los años de Gobierno CHÁVEZ, se puede considerarla la primera ruptura de un gobierno sudamericano con las directivas del Consenso de Washington. En 1998, ningún otro presidente tenía simpatías por las políticas chavistas, pero, en 2006, ese cuadro cambió considerablemente, no por los éxitos bolivarianos, sino por el fracaso de la aplicación de la agenda neoliberal en la región (Barros 2007, 110). Venezuela se lanzó activamente, con HUGO CHÁVEZ, especialmente en el campo teórico, en búsqueda de los objetivos fundamentales de su política exterior: lucha por un orden mundial multipolar y una integración regional, lo que la coloca, especialmente en el campo mediático, en posición de confrontación con Washington y de acercamiento con gobiernos como los de Cuba, Irán, Rusia y China. Modernización de las Fuerzas Armadas, acuerdos para venta de petróleo para diferentes mercados, principalmente para los socios de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA)9 y una política activa con los vecinos, principalmente Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Cuba y Argentina, ganan gran destaque en todo el mundo. El gobierno venezolano del Presidente CHÁVEZ se tornó para los medios de comunicación, especialmente de los EE.UU. y de Europa, sinónimo de oposición a los intereses de la Casa Blanca (Monteiro 2007, 120). Los ideales chavistas son seguidos por el actual Presidente NICOLÁS MADURO, que asumió en 2013. El elegido continuó la agenda internacional adoptada por el difunto Presidente CHÁVEZ, que defendía la integración regional y se declaraba enemigo del capitalismo, al tiempo que articulaba alianzas estratégicas con Irán, Bielorrusia y China. 9 El ALBA se compone de la República Bolivariana de Venezuela (2004), República de Cuba (2004), Estado Plurinacional de Bolivia (2006), República de Nicaragua (2007), Mancomunidad de Dominica (2008), República de Ecuador (2009), San Vicente y Las Granadinas (2009) y de Antigua y Barbuda (2009). Según el sitio (Venezuela 2012), las características del bloque regional son: superficie de más de 2,5 millones de km², población de más de 75 millones de habitantes, ubicación con perfil atlántico, pacífico y caribeño, con países de la Alianza en Centroamérica, Caribe y Suramérica, en las regiones andina y amazónica. Sus fortalezas son: poseer las mayores reservas de petróleo en el mundo, las mayores reservas mundiales probadas de litio, primera en América y octava en el mundo en reservas de gas natural; grandes reservas minerales de hierro, oro, coltán, níquel, aluminio, acero y cobre; y grandes extensiones de tierra cultivable y biodiversidad, siendo que sus principales productos agrícolas son quinua, banano, cacao, soja, caña de azúcar y café (Venezuela 2012). -8- NICOLÁS MADURO, que fue el candidato del oficialismo, ha sido siempre uno de los aliados principales del Presidente CHÁVEZ, habiendo estado a su lado durante todo el proceso de entrada de Venezuela en MERCOSUR, de la articulación de la UNASUR, del ALBA y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). El pensamiento de MADURO es alineado con FIDEL CASTRO. Para el Presidente venezolano, Cuba tiene un lugar de honor en las articulaciones regionales y él sigue los diversos programas económicos y acuerdos sociales desarrollados por su antecesor. Ya la relación de Venezuela con los EE.UU. se mantiene conflictual, mismo considerándose que es su principal socio comercial y cliente petrolero de Venezuela, que suministra a los EE.UU. alrededor de 1,5 millones de barriles día (EFE, 2013). Mientras se mantenga el alza de los precios de petróleo, Venezuela tendrá recursos para sus proyectos y más condiciones de aumentar su influencia en Sudamérica, Centroamérica y Caribe. Una Venezuela fuerte por cuenta de sus exportaciones de petróleo y dispuesta a integrarse puede ser un instrumento de peso en la aceleración del proyecto de integración, a pesar de que la diplomacia retórica de Caracas, fuera con CHÁVEZ o sea con sus seguidores, muchas veces represente un problema para los países miembros del MERCOSUR en los negocios con EE.UU., UE y otros actores. A pesar del discurso de confrontación, la estrecha relación e interdependencia comercial entre EE.UU y Venezuela deberá mantenerse. Existe (Monteiro 2007, 152–153) obvio interés del hegemón en mantener a su alcance un suministrador estratégico, cercano de su territorio y lejos de zonas más complejas, como Oriente Medio. Se observa que Caracas tendría serios problemas logísticos y comerciales si quisiera transferir el volumen de crudo exportado a los Estados Unidos para otros mercados. A pesar de la contradicción de la retórica chavista, seguida por NICOLÁS MADURO, es importante verificar que Venezuela, así como otros actores regionales, reaccionan a la idea de los seguidores del “choque de civilizaciones” y de Fukuyama10, que consideraron el Caribe, Centroamérica y hasta Sudamérica como áreas retrasadas, poco democráticas, zonas de intervenciones unilaterales o área de influencia de los EE.UU. 10 Al mirar alrededor de los EE.UU., no se podía dejar de ver la fuerte correlación general entre la modernización socioeconómica que avanza y el surgimiento de nuevas democracias. Se verificaba que, tradicionalmente, las regiones económicamente más avanzadas (Europa Occidental y Norteamérica) habían albergado también a las democracias liberales más antiguas y estables y que los Estados principales de Latinoamérica, como Argentina, Brasil, Chile y México todavía no habían conseguido un orden democrático plenamente estable (Fukuyama 1992, 169). -9- El hecho de que hay otros países latinoamericanos que ya firmaron o que están en proceso de firmar acuerdos bilaterales con los EE.UU., es otra dificultad para la expresión del regionalismo. Si se agregaran otros países a los negocios, la fuerza del bloque sería aumentada, con beneficios para todos los aliados. Por ello, son importantes iniciativas como el proyecto de integración CASA-UNASUR. En el Tratado Constitutivo de UNASUR, suscrito en Brasilia-DF, en 2008, firmado por representantes de las 12 repúblicas del subcontinente sudamericano, consta: los países miembros afirman su determinación de construir una identidad y una ciudadanía sudamericanas y desarrollar un espacio regional integrado en lo político, económico, social, cultural, ambiental, energético y de infraestructura, para contribuir al fortalecimiento de la unidad de Latinoamérica y el Caribe (Chile 2009, 147–150). Se puede concluir parcialmente que la principal resistencia a la concreción del proyecto de integración sudamericano (donde está la principal economía de las Américas después de EE.UU., si consideramos el bloque UNASUR, que es CAN + MERCOSUR), proviene de fuera de la región, más particularmente de los EE.UU. La oposición se materializó en el proyecto estratégico estadounidense para el hemisferio, el ALCA, que presuponía la no formación de cualquier otro bloque subregional en Sudamérica y MERCOSUR representaría una amenaza a los intereses comerciales y al liderazgo de los EE.UU. Después de verificarse la existencia de por lo menos un actor internacional global contrario a la concreción de la integración regional sudamericana, los EE.UU., lo que se configura como un obstáculo externo a la iniciativa brasileña y de sus vecinos, se pasa a verificar el statu quo del ámbito interno regional. 2.2. Situación y límites internos a la integración regional La Utopía registra en “Los Tratados”: ¿Y qué sucede en aquel mundo tan separado del nuestro por la vida y las costumbres como por el círculo del Ecuador? Allí no hay confianza alguna en los pactos. Cuanto más pomposas y santas son las ceremonias con que se cierran, más pronto se rompen. No es difícil esquivar la terminología empleada en ellos. Están redactados con tal sagacidad que, por apretados que estén los lazos de los compromisos, siempre hay manera de escapar de alguno de ellos y eludir de un mismo golpe las obligaciones del tratado y de la palabra dada (Moro 2010, 109). - 10 - Acerca de los tratados, eses abren perspectivas de conformación efectiva de un bloque político que integre Sudamérica. La unificación de los bloques económicos CANMERCOSUR en el bloque político UNASUR favorece el proceso integracionista. La polarización entre los bloques liderados por otras potencias (UE y NAFTA) abre espacio para la formación de bloques integrados por países menos desarrollados. Así, eses pueden aprovechar las divergencias entre grandes bloques para negociar intereses en el ámbito internacional con todos. MERCOSUR, ya negocia con la UE. Cuando se trata del tema de la integración regional, se verifica, en el siglo XXI, en Sudamérica, la llegada de gobiernos con discursos de comprometimiento con el proyecto. Así ocurrió en Venezuela, cuando CHÁVEZ asumió, cargando la doctrina integracionista bolivariana; en Brasil, desde 2003, cuando el Presidente LULA estableció como prioridad para su política externa el proceso de integración; en Argentina, desde 2003, cuando el Presidente KIRCHNER optó por el sendero de la integración. Los procesos continuaron (a veces sólo en los discursos) con los sucesores. Países como Uruguay, desde 2005, con TABARÉ VÁZQUEZ y después con JOSÉ MUJICA, defienden la integración. Lo mismo ocurriría con Chile, el país sudamericano más integrado comercialmente con los EE.UU. En 2006, la socialista MICHELLE BACHELET, al asumir el gobierno, en visita a Brasil, defendió la integración como prioritaria. En Perú, el Presidente OLLANTA HUMALA también lo hace y, desde 2006, los Presidentes EVO MORALES, de Bolivia, y RAFAEL CORREA, de Ecuador, demostraron comprometimiento con la integración latinoamericana, en los moldes de la concepción bolivariana propugnada por el Presidente CHÁVEZ en el acuerdo ALBA. Acerca del ALBA, cabe resaltar que sus miembros siempre llegan alineados con el pensamiento castrista o chavista (mientras CHÁVEZ era vivo) en todos los fórums que participan, en los cuales las ideas bolivarianas parecen sobreponerse a otras. Sería ideal que ese pensamiento de los integrantes de ALBA fuera alineado al de los otros miembros de UNASUR que no pertenecen a la Alianza, para aumentar la capacidad de negociación de todos sus miembros, con más fuerza. Además de lo que se percibe en ALBA, ese acuerdo dentro de otro acuerdo, se han manifestado conflictos de intereses entre gobernantes de la región, lo que sería síntoma de que la integración no tendría viabilidad. - 11 - Pero, los conflictos son expresión de las contradicciones que caracterizan los procesos de integración y deben ser superados democráticamente, a través de la negociación. En este sentido, se ha mostrado decisiva la diplomacia brasileña al utilizar los principios fundamentales de su política exterior, estableciendo la cuestión de la integración económica como prioridad. Se observa que la negociación es el mejor instrumento para atingir objetivos, ya que existen problemas políticos, económicos o militares (algunos aún latentes) que se han mostrado como potenciales óbices internos a la evolución de la integración de los Estados, tales como: 2.2.1. La posesión de las Islas San Andrés y Providencia (Colombia y Nicaragua) Involucra a Colombia, aliada de los EE.UU. en su lucha contra el narcotráfico y a Nicaragua, miembro del ALBA. La posesión de Colombia sobre el archipiélago fue ratificada por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), de La Haya. Pero, los límites marítimos podrían modificarse y el país podría perder una zona de reserva natural, en la que Nicaragua siempre ha querido explotar petróleo (Semana 2012). 2.2.2. El problema territorial de La Guayana Esequiba (Venezuela y Guayana) Venezuela reclama, desde hace más de 150 años, 59.000 km² de la Guayana (donde hay hierro, diamantes y oro, suelo fértil para la actividad agrícola y la cría de ganado vacuno y un inmenso potencial hidroeléctrico). Hoy en día, se anuncia que la controversia está próxima a resolverse, pero la Guyana Esequiba sigue siendo presentada en el mapa venezolano como un "Territorio en Reclamación" (Hispanismo.Org. 2010). 2.2.3. El control de las islas Los Monjes (Venezuela y Colombia) El archipiélago, de 0,2 km2, se sitúa en la entrada del golfo de Venezuela, a 35 km de la península de Guajira (Colombia) y a 45 km al noreste del estado Zulia (Venezuela). Sólo en 1952, Colombia reconoció la soberanía de Venezuela sobre los islotes, ocasión en que se instaló un puesto militar venezolano. El problema no se ha solucionado en totalidad. En 1987, la intrusión de una fragata venezolana dio lugar a un súbito arrebato de tensiones y a una movilización militar. Venezuela edificó en Los Monjes, hace poco, instalaciones de pesca para explotar los recursos haliéuticos (Atlas Caribe 2013). - 12 - 2.2.4. El problema del ataque colombiano en Angostura (Colombia y Ecuador) Ocasión en la cual la Fuerza Pública colombiana penetró el territorio ecuatoriano para atacar un campamiento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), matando al N° 2 del grupo, RAÚL REYES, el 1° de marzo de 2008, cuando se tendrían incautado tres computadoras portátiles en las cuales se comprobarían nexos de las FARC con individuos de Venezuela, Ecuador y de más 26 países. 2.2.5. Los problemas enfrentados por Odebrecht y Petrobras (Ecuador y Brasil) En 2008, la empresa privada brasileña Odebrecht fue acusada de negligencia en la construcción de la hidroeléctrica de San Francisco y fue expulsada de Ecuador. A raíz de la pelea, Brasil retiró su embajador de Quito, tras el Presidente CORREA haber amenazado con no pagar parte de la deuda de US$ 243 millones con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) brasileño (Frota 2012). Por su vez, la empresa estatal Petrobras no aceptó la migración para nuevos contratos gubernamentales de prestación de servicios en Ecuador y dejó actividades en dos bloques de petróleo y gas, pues el gobierno del Presidente CORREA, una vez más, hizo cambios en los contratos del sector del petróleo para elevar el control del país sobre sus reservas (Geodireito 2013). 2.2.6. El diferendo marítimo y la carrera armamentista (Perú y Chile) Chile se encontraba en un proceso jurídico ante La Corte Internacional de Justicia (CIJ), de La Haya, en el ámbito de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a causa de una demanda para delimitar el mar por parte de Perú (Ahumada y Rivas Pardo 2010). Los argumentos de cada Estado son excluyentes para su contraparte. Mientras Chile ha adoptado una posición basándose en la costumbre y en los tratados, Perú alegaba inexistencia de un tratado de límite marítimo. El fallo (arbitrio de la CIJ) no agradó totalmente a las partes. Además de eso, peruanos acusan a los vecinos de fomentar una carrera armamenttista en la región, a raíz de que las compras de productos de defensa por parte de los chilenos, facilitadas por los royalties del cobre, causarían un desbalance regional favorable a Chile y peligroso para la vecindad, según los peruanos. - 13 - 2.2.7. El acceso terrestre al mar (Bolivia y Chile) Bolivia perdió 120.000 km² de su territorio, incluidos 400 km de costa, tras unirse a Perú para luchar contra Chile en la Guerra del Pacífico, de 1879. Por su parte, Perú intenta recobrar unos 35.000 km² del suyo litigando en La Haya. La CIJ resolvió el pleito chileno-peruano a mediados de 2013 (Romero-Castillo 2013). 2.2.8. La nacionalización de los hidrocarburos (Bolivia y Brasil) El presidente EVO MORALES firmó un decreto supremo que nacionalizó y dio al Estado el "control absoluto" de los hidrocarburos (para acabar con el saqueo de los recursos naturales), con las Fuerzas Armadas controlando los oleoductos, gaseoductos y refinerías (Ibaibarriaga 2006). Las empresas extranjeras que operaban en Bolivia tuvieron que entregar toda su producción a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la petrolera estatal y también tuvieron que firmar, en menos de 180 días, nuevos contratos. La firma del decreto devolvió al Estado el control de los yacimientos hidrocarburíferos, lo que afectó sobre todo a dos compañías: la española Repsol YPF y la brasileña Petrobras, las principales que operaban en el país. Desde ese entonces, algunos bolivianos llaman a los españoles y a los brasileños de “imperialistas”, lo que no es expresado por los gobernantes del país. 2.2.9. La Crisis del Gas, en 2003-2004 (Argentina y Chile) La Crisis del Gas fue el episodio de mayor gravedad en la relación política entre Chile y Argentina desde 1990. A diferencia de otros tipos de productos, el abastecimiento energético implicaba aspectos que iban más allá de una disputa comercial. La Crisis del Gas puso en cuestionamiento un esquema de integración con Argentina, donde el abastecimiento de gas natural era fundamental (Cuevas 2012, 84). 2.2.10. La revisión de los términos del Tratado de Itaipú (Paraguay y Brasil) El Tratado firmado con Brasil para la construcción y operación de la Central Hidroeléctrica Binacional Itaipú distribuye en partes iguales la producción de energía eléctrica, pero condiciona a que cada uno de los socios tiene el derecho a adquirir, a precio de costo, la energía que no pueda ser utilizada por la otra parte (Valdés 2009). - 14 - Paraguayos disponen que esta disposición del Tratado ha perjudicado enormemente al Paraguay, ya que el país consume apenas un 10% de su parte de la energía producida en Itaipú, y está obligado a ceder, no vender, alrededor de un 90% de su parte de la producción, a precio de costo, a Brasil. Por ello, algunos nacionales pasaron a llamar a su vecino más grande de “imperialista”. 2.2.11. El reclamo de las Malvinas (Argentina y Reino Unido) Argentina conmemoró el 31º aniversario de la guerra con el Reino Unido por las Malvinas con un renovado reclamo de soberanía sobre las islas que fue llevado, nuevamente, al seno de Naciones Unidas. La Argentina reclama hace años a Londres por el inicio de un diálogo sobre la soberanía del archipiélago, bajo dominación británica desde 1833. En 2013, la demanda fue llevada por el canciller argentino HÉCTOR TIMERMAN a la ONU, adonde esta vez acudió con altos representantes de la CELAC, de la UNASUR y del MERCOSUR, para demostrar el respaldo de la región a la posición argentina (Los Tiempos 2013). Concerniente a las alianzas sudamericanas, una de las manifestaciones de apoyo de la región hacia la Argentina más importantes fue la expresada en la Cumbre de ALBA, en 2011, cuando se determinó impedir el ingreso a puertos sudamericanos de embarcaciones con bandera de las islas Malvinas. El tema, todavía no resuelto, es otro que puede dificultar la integración, ya que ni todos los Estados de UNASUR apoyan integralmente el reclamo de los argentinos (Barrera 2013). 2.2.12. El episodio de las papeleras (Uruguay y Argentina) Argentina y Uruguay mantuvieron un conflicto debido a la instalación de una planta de producción de pasta de celulosa, perteneciente a la empresa finlandesa Botnia, ubicada en territorio uruguayo y sobre las aguas binacionales del río Uruguay, cerca de las poblaciones uruguaya de Fray Bentos y argentina de Gualeguaychú. Botnia finalizó la construcción y puso en marcha la planta en 2007. Argentina demandó a Uruguay ante la CIJ, argumentando que la instalación de las plantas de celulosa es contaminante y que se había realizado en violación del Estatuto del Río Uruguay. El conflicto finalizó tras la firma, en 2010, en Montevideo, de un acuerdo para conformar un Comité Científico en el seno de la Comisión Administradora del Río Uruguay (Wikipedia, 2010). - 15 - Los casos citados son algunos ejemplos de crisis que afectaron las relaciones actor-actor en Sudamérica. Además de eses problemas, todavía existen, en el campo económico, conflictos entre los intereses empresariales de los distintos países del bloque de UNASUR, sobre todo entre Brasil y Argentina (MERCOSUR) y una acendrada desigualdad en los niveles de desarrollo de los países. Los conflictos en el campo económico inter-empresariales (Brasil y Argentina) se manifiestan a veces en las políticas gubernamentales. Fue así por ocasión de la reacción argentina a la fuerte expansión de importaciones, oriundas de Brasil, de productos de línea blanca tras la retomada del crecimiento económico argentino, en 2003. Ya que las empresas similares argentinas estaban sin poder competir con sus congéneres, la reacción del gobierno KIRCHNER, a causa de que las empresas argentinas se iban a falencia, fue poner una tasa suplementaria en los productos brasileños allende el permitido en los acuerdos del MERCOSUR. La prensa y parte del empresariado brasileño presionaron el Gobierno LULA a represaliar a la Argentina. Pero, priorizando el esfuerzo por la integración regional, se optó por el sendero de la negociación. Si no fuera así, el resultado sería funesto para un sector importante de la economía argentina, que, además de perjudicar la economía del principal socio brasileño, recaería sobre su propia economía. Al empobrecer uno de los principales mercados para las mercancías brasileñas, generaría una retracción de las exportaciones brasileñas. En lugar de integración, ocurriría la desintegración. Un otro límite interno a la integración en el ámbito de UNASUR sigue siendo el desnivel económico entre los países. Hay dificultades para integrar economías, como la brasileña y la argentina, con las economías subdesarrolladas, como las de Paraguay y Bolivia, cuyas empresas tienen dificultades para competir con las brasileñas. En la vía comercial, ello puede convertirse en desintegración, pues puede debilitar o mismo destruir las empresas más frágiles de los socios menores, resultando en desempleo, reducción del poder de compra y estrechamiento del mercado regional, si no se adoptan otras medidas para corregir la situación de asimetría. Acerca de los desniveles, se registra que son apreciables las desigualdades entre los países en el ámbito de UNASUR, y se presentan los siguientes números agregados: - 16 - Sobre una superficie de más de 17 millones de km², vive una población de aproximadamente 380 millones de personas, que generan un producto bruto interno (PBI) alrededor de 1,5 billones de dólares. Son, sin embargo, economías bastante desiguales entre sí. Tres de ellas, Argentina, Brasil y Venezuela, ocupan un 70% de la superficie total; detienen un 78% del PBI regional y poseen un 67% de la población. Sólo Brasil ocupa más del 40% del territorio, detiene un 45% del PBI regional y posee un 50% de la población. Casi todos los países son agroexportadores, con bajos índices de industrialización y diversificación económica (Mallmann 2008, 133–134). De todos, Brasil es el único en que los manufacturados superan poco más de un 50% del total de exportaciones. En los países andinos, en cuyas exportaciones pesan los bienes energéticos y minerales, el porcentaje de bienes primarios atinge entre un 80% y un 90% de las exportaciones. Para disminuir el desnivel, las economías principales buscaron implementar asociaciones productivas, sobre todo en el área energética (petróleo y gas). Si no fueran pocas las dificultades internas, surgió en el panorama hemisférico otra novedad: la creación de un nuevo bloque, la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile, con Panamá y Costa Rica como “socios-observadores”). Los cuatro primeros países componen un mercado de 215 millones de consumidores, suman un 35% del PBI de Latinoamérica y son responsables por un 55% de las exportaciones de esta parte del planeta. En lo que respeta a la geopolítica, México, Colombia, Panamá y Costa Rica son países bioceánicos, pues poseen salidas para el Océano Pacífico y para el Océano Atlántico. Además de eso, los miembros de la Alianza tienen economías abiertas, basadas en acuerdos bilaterales de comercio con China, EE.UU., UE, Japón, Corea, Taiwán, Singapur y los principales centros económicos del Medio Oriente. Ello significa que nasce un bloque político y económico capaz de rivalizar con MERCOSUR, rajado por disputas entre socios en torno de barreras crecientes sobre un comercio regional de US$ 100 mil millones anuales. La firma del acuerdo de la Alianza define un alejamiento definitivo de Chile, Perú y Colombia del MERCOSUR, anulando todas las gestiones previas para sus participaciones en el bloque del Atlántico Sur. - 17 - La alianza del Pacífico impone el contraste de una alternativa más eficaz al MERCOSUR, en una etapa en la cual Uruguay debate la conveniencia de continuar enlazado a un proyecto de integración con escaso repertorio de beneficios para su economía, al tiempo que Paraguay es sacado del bloque por problemas internos, mientras entra Venezuela que ha tenido, al mismo tiempo que Ecuador y Bolivia, problemas de desagregación política, social y económica (Casado 2012). Se puede verificar que, en el ámbito sudamericano, también existen dificultades para la consolidación del proceso de unificación. En lo que concierne al campo político, donde se observa la existencia de ideologización en acuerdos paralelos a los principales, de bloques dentro del bloque y de la búsqueda de una alternativa fuera del subcontinente por parte de prácticamente todos los países. Es importante firmar tratados pero es menester mantenerlos. La solución para los problemas regionales es ponerse en práctica lo que se firmó en los tratados, contrariando a la “Utopía”, de Tomás Moro. Como conclusión parcial, se observa que hay conflictos que aún se mantienen en Sudamérica y urge que sean resueltos o que sean estudiados con más profundidad en el ámbito de UNASUR, con visas a buscar soluciones o, por lo menos, negociaciones que traigan una disminución de las tensiones. 4. CONCLUSIÓN Brasil, Argentina y sus socios participan de ese proceso de integración regional, pero encuentran dificultades internas y externas en el campo político y económico para la gestación de su bloque político más importante, la UNASUR. En el campo externo ya se había observado que la postura de los EE.UU. para criar el ALCA, que tenía como una de sus etapas el desmonte del MERCOSUR, acabó por fortalecer un sentimiento de que el bloque MERCOSUR debería consolidarse. La manera que EE.UU. encontró fue la promoción de acuerdos bilaterales con países latinoamericanos, inclusive con miembros del MERCOSUR, como Uruguay, o con los integrantes de la actual Alianza del Pacífico. La tentativa de extinguir el MERCOSUR generó reacción y favoreció el crecimiento de la consciencia integracionista. - 18 - Además del crecimiento de esa consciencia, surgieron posturas extremadas, como la del ex Presidente venezolano, HUGO CHÁVEZ, cuya retórica de confronto en contra los EE.UU. no hicieron bien para MERCOSUR, ya que ese bloque no descarta la posibilidad de cambios comerciales con el País del Norte. Así, el obstáculo externo más notable es la oposición de potencia económica a la creación de bloques en su área de influencia. Otro obstáculo son las negociaciones económicas bilaterales y no en bloque, en nítida desventaja para los que lo hacen solos. Además, existen problemas políticos, económicos o militares entre Estados, que se muestran como potenciales óbices internos a la integración. Esas dificultades necesitarán de una competente diplomacia para buscar convergencia sobre divergencias y para lograr éxito en superarlas, ya que se percibe que algunos gobiernos difícilmente ceden, pues priorizan a sus intereses antes de los intereses del bloque. Los problemas conllevan que el desarrollo del todo de los países es afectado por el grado de inestabilidad de la región. Es deseable, por lo tanto, que ocurran: consenso; armonía política y convergencia de acciones entre los países vecinos, con vistas a lograr la reducción de la competencia que viene de afuera, en la búsqueda por mejores condiciones para el desarrollo económico y político. Entre los procesos que contribuyen para lograr éxitos, se destaca el fortalecimiento de la integración Sur-Sur, a partir del IBSA, del BRICS con el MERCOSUR, la CAN y la UNASUR. Brasil puede ser el puente para estrechar el relacionamiento entre los países en el ámbito de esas organizaciones regionales, principalmente si Argentina comulgue las mismas ideas y presente opiniones convergentes con su socio en las negociaciones. Un proceso de integración pleno puede demorar décadas. Para lograr éxito, es interesante, en su ámbito interno, que haya convergencia entre los principales liderazgos. En el caso de MERCOSUR, conviene que los discursos de los representantes de las economías más importantes (Brasil, Argentina y Venezuela) sea de armonización con sus potenciales socios y que no haya confronto mediático sin finalidad, como lo hacía el ex presidente venezolano. Ya existen positivas experiencias de la incorporación y de la ampliación de países trabajando juntos. Se observa que existen documentos firmados entre socios en los cuales consta la instauración de mecanismos de concertación política, cooperación y confianza mutua, inclusive en el ámbito militar, que deben ser respetados. - 19 - Como consecuencia de su situación geopolítica, es importante para Brasil y Argentina que se profundice el proceso de desarrollo integrado y armónico de Sudamérica. Para tanto, es menester la cooperación regional y, más aún, urge proponer alternativas para los socios que se alejan, sea por ideologización, sea por la seducción de ofertas de potencias económicas. Ello no significa que iniciativas como ALBA o Alianza del Pacífico sean inaceptables. Hay espacio para todos los organismos que busquen la cooperación, mas Sudamérica será más fuerte con la UNASUR fuerte. En el caso de los miembros de UNASUR y ALBA simultáneamente, Bolivia y Ecuador, eses tendrían más fuerza y competitividad para negociar sus commodities y minerales estratégicos con China, EE.UU., la UE u otros bloques mundiales si lo hicieran por intermedio de UNASUR, que tiene más respaldo internacional, pues agrega dos economías importantes cuando juntas, que son las de Brasil y Argentina. Para que sea exitosa en el futuro, frente a la competencia, es menester que la iniciativa busque perfeccionar formas de integración y colaboración regional, tales como la cooperación económica, comercial, científica, técnica, política y diplomática. Entre los estados más importantes, Argentina y Brasil, conviene que sean superadas las divergencias que por acaso aún existan. - 20 - BIBLIOGRAFÍA Ahumada, Araya y Rivas Pardo, Pablo. 2010. “La cuestión marítima: Chile y Perú en La Haya”. Centro Argentino de Estudios Internacionales (CAEI). Accedido Abril 11, 2013. http://www.caei.com.ar/sites/default/files/working_paper_ndeg_37.pdf. Atlas Caribe. 2013. “Numerosos conflictos de baja intensidad”. Accedido Marzo 20, 2013. http://atlas-caribe.centroleon.org.do/es/page-122.html. Barrera, Daniela. 2013. “Malvinas: el reclamo argentino a 31 años de la guerra”. Universidad de San Martín. Accedido Marzo 28, 2013. http://noticias.unsam.edu.ar/index.php/2013/03/27/malvinas-el-reclamo-argentino-a31-anos-de-la-guerra/. Barros, Pedro Silva. 2007. “Venezuela: mudanças e perspectivas”. In Prêmio América do Sul 2007: Venezuela: perspectivas, 57–116. Brasília-DF, Brasil: Fundação Alexandre de Gusmão. Brasil. 2005a. Comunidade Sul-americana de nações: documentos. Ministério das Relações Exteriores. Departamento da América do Sul. Brasília-DF, Brasil: Fundação Alexandre de Gusmão. Brasil. 2005b. Decreto nº 5.484, de 30 de junho de 2005, Política de Defesa Nacional. Presidência da República. Brasília-DF: Estabelecimento General Gustavo Cordeiro de Farias (EGGCF). Brasil. 2007. Repertório de política externa: posições do Brasil. Ministério das Relações Exteriores. Brasília-DF, Brasil: Fundação Alexandre de Gusmão. Casado, José. 2012. “Mudanças no mapa latino ameaçam o Mercosul”. O Globo, 16 jun. 2012. Accedido Diciembre 17, 2012. http://oglobo.globo.com/economia/mudancasno-mapa-latino-ameacam-mercosul-5229478. Cesarin, Sergio. 2012. “Dinámicas competitivas y reordenamiento geoeconómico: China en América Latina”. Le Monde Diplomatique. El fin del Primer Mundo. 22– 23. Buenos Aires: Edición Especial Cono Sur, mayo/jun. Chile. 2009. “Consejo de Defensa Suramericano - UNASUR: crónica de su gestación”. 1. ed. Grupo de Trabajo del Consejo de Defensa Suramericano (GTCDS), Ministerio de Defensa Nacional de Chile. Santiago de Chile: Alerce Talleres Gráficos. - 21 - Cuevas, Rodrigo. 2012. “Los congresos de Chile y Argentina ante la Crisis del Gas, 2004-2009”. Tesis para optar al grado de Magíster en Estudios Internacionales. Santiago, Chile. Accedido Febrero 22, 2013. http://www.tesis.uchile.cl/tesis/uchile/2012/ei-cuevas_r/pdfAmont/ei-cuevas_r.pdf. EFE. 2013. “Maduro ou Capriles: manter ou mudar política internacional de Chávez”. Accedido Abril 15, 2013. http://www.efe.com/efe/noticias/brasil/destacada/madurocapriles-manter-mudar-politica-internacional-chavez/3/5008/2013093. Frota, Francisco Nixon. 2012. “Brasil vuelve a invertir en Ecuador”. Accedido Marzo 9, 2013. http://www.advivo.com.br/blog/francisco-nixon-lopes-frota/brasil-volta-ainvestir-no-equador. Fukuyama, Francis. 1992. El fin de la Historia y el último hombre. trad. P. Elías. Buenos Aires: Editorial Planeta S. A. Geodireito. 2013. Petrobras recusa novos termos do Equador e deixa blocos do país. Accedido Mayo 7, 2013. http://www.geodireito.com/?p=3306. Golub, Philip. 2009. “De la hegemonía occidental al policentrismo”. El Atlas III, Capital Intelectual, nov. 2009. In Le Monde Diplomatique. El fin del Primer Mundo. 12. Buenos Aires: Edición Especial Cono Sur, mayo/jun. 2012. Hispanismo.Org. 2010. “Guyana Esequiba, la Venezuela ‘ocupada’”. Accedido Diciembre 28, 2012. http://hispanismo.org/hispanoamerica/11451-guyana-esequibala-venezuela-ocupada.html. Huntington, Samuel P. 2004. trad. de José P. Tosaus Abadía: El choque de las civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial. 1. ed. 7. reimp. Buenos Aires: Editorial Paidós SAICFD. Ibaibarriaga, Mercedes. 2006. “Morales nacionaliza los hidrocarburos de Bolivia y exige a las empresas privadas su producción”. Accedido Enero 25, 2013. http://www.elmundo.es/elmundo/2006/05/01/internacional/1146499606.html. Los Tiempos. 2013. “Argentina renueva reclamo de soberanía sobre Malvinas”. Accedido Marzo 13, 2013. http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/internacional/20130331/argentinarenueva-reclamo-de-soberania-sobre_207610_444995.html. - 22 - Mallmann, Maria Izabel. 2008. “Desafios às relações sul-americanas”. Pelotas-RS, Brasil: Revista Pensamento Plural, jan. / jun. 2008, 125–142. Accedido Janeiro 16, 2013. http://www.ufpel.edu.br/isp/ppgcs/pensamento-plural/edicoes/02/05.pdf. Monteiro, Leonardo Valente. 2007. “A política externa venezuelana no século XXI: novos olhares, antigas amarras e a integração sul-americana como a principal saída para o desenvolvimento”. Prêmio América do Sul 2007: Venezuela: perspectivas. 117–162. Brasília-DF, Brasil: Fundação Alexandre de Gusmão. Moro, Tomás. 2010. Los libros que cambiaron el mundo: Utopía. 1. ed. Buenos Aires: Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara, S.A. de Ediciones. Romero-Castillo, Evan. 2013. “Bolivia continúa buscando salida al mar”. Accedido Febrero 20, 2013. http://www.dw.de/bolivia-contin%C3%BAa-buscando-salida-almar/a-16532401. Semana. 2012. “¿Hay riesgo de que Colombia pierda a San Andrés?” Accedido Abril 20, 2013. http://m.semana.com/politica/articulo/hay-riesgo-colombia-pierda-sanandres/253606-3. Stancanelli, Pablo. 2012. “Un mundo en transición”. In Le Monde Diplomatique. El fin del Primer Mundo. 2–3. Buenos Aires: Edición Especial Cono Sur, mayo/jun. 2012. Valdés, Orlando. 2009. “El Tratado leonino de la Itaipú Binacional”. Accedido Enero 25, 2013. http://archivo.abc.com.py/2009-06-21/articulos/532791/el-tratado-leoninode-la-itaipu-binacional. Venezuela. 2000. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Gaceta Oficial Nº 5.453 Extraordinario, de 24 de marzo de 2000. Caracas, Venezuela: Imprenta Nacional. Venezuela. 2012. “Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) Países del ALBA”. Accedido Junio 25, 2012. www.alianzabolivariana.org. Wikipedia. 2010. “Conflicto entre Argentina y Uruguay por plantas de celulosa”. Accedido Enero 16, 2013. http://es.wikipedia.org/wiki/Conflicto_entre_Argentina_y_Uruguay_por_plantas_de_ celulosa. - 23 -