06-tu.qxd 15/09/05 11:24 p.m. Page 1 Trama URBANA 6 Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales del diario Hoy en la Noticia La Plata, viernes 16 de septiembre de 2005 ¿PASIONAL? Detuvieron a un cabo de la Policía Federal por el asesinato del líder de Media Luna Presta servicios en el área de Comunicaciones. Los investigadores allanaron su casa de Villa Caraza y secuestraron dos pistolas 9 milímetros: la reglamentaria y una de uso personal. Es el mismo calibre de la bala que el lunes pasado mató a Pablo Ayala. Todo apunta a un drama pasional Un suboficial de la Policía Federal fue detenido ayer por su presunta participación en el crimen de Pablo Ramón Ayala (38), el líder y cantante del grupo de música bailantera Media Luna, que el lunes pasado fue asesinado de dos disparos frente a su casa de la localidad bonaerense de Villa Caraza, en el partido de Lanús. El agente detenido es un cabo de 41 años que prestaría servicios en el área de Comunicaciones de la Policía Federal. Y según los voceros allegados la investigación, la oscura motivación del homicidio sería pasional. El arresto del Federal se concretó durante un allanamiento en su vivienda de la calle 1º de Mayo 3317, de Villa Caraza, hasta donde llegaron los efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones La detención se concretó en base a las declaraciones de testigos que dijeron que el Federal “no sería ajeno al crimen” (DDI) de Lomas de Zamora con una orden de registro firmada por el fiscal de ese distrito, José Luis Juárez, a cargo del caso. En el lugar, el personal policial secuestró una escopeta calibre 12 y dos pistolas 9 milímetros, una de ellas reglamentaria y otra marca Thunder, de uso personal. Las pistas La detención se llevó a cabo en base a las declaraciones de testigos, allegados a la víctima, quienes indicaron que el efectivo de la Federal “no sería ajeno al crimen”, especificaron los mismos voceros, aunque no trascendieron mayores detalles respecto de los motivos que tenía el policía para terminar con la vida del bailantero. Sólo dijeron una frase: “Es un drama sLAS CLAVES El viudo: acusado de ) homicidio calificado Hace dos semanas, el juez Diego Martínez elevó la causa a juicio oral, para que Carlos Carrascosa sea juzgado por el homicidio de su esposa. Los allegados: figuras ) del encubrimiento Otras ocho personas, entre familiares y amigos de María Marta, serán juzgados por el encubrimiento del crimen. Algunos apelaron la medida El ex vecino: “No ) se sacaron sangre” “Los que atacan a Pachelo no se presentaron a extraerse sangre para compararla con las manchas” de la escena, dijo el abogado del ex vecino LA MAFIA TROPICAL Una hipótesis que se impone sola Pablo Ayala no es el primer músico de cumbia que es asesinado en extrañas circunstancias, y como su historia más reciente era parecida a la de otro cantante que también fue muerto a tiros, enseguida se instaló la vieja hipótesis de la mafia bailantera. El 13 de agosto de 1997 el cuerpo del ex líder de Karicias, Carlos Chávez Navarrete apareció acribillado en un zanjón de Alejandro Korn. Tenía el mismo representante que Ayala, “Cholo” Olaya, y parece que los dos querían independizarse. Ciertas mafias son como las brujas. No existen, pero... Vivo en el recuerdo. El hermano de Pablo Ayala muestra el álbum de fotos de su hermano pasional”, con un tono que permite adivinar que detrás de todo esto hay un asunto de polleras. Ayala fue asesinado a las 6.30 del lunes, cuando llegaba a su casa de la calle Islandia 3603, entre Lituania y San Vladimiro, después de dar dos recitales con su grupo en las localidades bonaerenses de San Miguel y Ezeiza. El cantante estaba acompañado por su hija de 17 años y su primo, Teófilo Correa, de 21, al que acompañó hasta la esquina de su casa para tomar el colectivo. Sólo había dado un par de pasos cuando un Fiat 147 de color blanco se le puso a la par. Sólo viajaba el conductor, contaron los testigos. De repente sacó un arma, apuntó contra Ayala, y sin decir una sola palabra, disparó tres veces. Una de las balas se incrustó en el garaje de la casa. Otra, en el brazo del bailantero. Pero fue la tercera la que terminó por matarlo: le atravesó el abdomen. La víctima fue trasladada de urgencia al hospital Evita, de Lanús, pero ni siquiera resistió el viaje. La autopsia, ordenada por el fiscal Juárez, determinó que el cantante había sido baleado con un arma 9 milímetros. Las armas secuestradas en la casa del policía son del mismo calibre, por lo que serán sometidas a peritajes para determinar si alguna de esas fue la que mató a Ayala. Si bien en un primer momento se especuló con que el caso podía estar vinculado con la llamada “mafia bailantera”, los avances en la investigación demuestran que apunta hacia otro lado. El otro crimen. Carlos Chávez Navarrete fue ejecutado en 1997 El peritaje fue solicitado por Nicolás Pachelo, y avalado por el fiscal Molina Pico. Quieren demostrar que los balazos se escucharon desde afuera y que Carrascosa tuvo que advertir el olor a pólvora en el aire Piden que se disparen otros seis tiros en la casa del Carmel El fiscal de San Isidro, Diego Molina Pico, renovó ayer su pedido para extraer sangre al viudo Carlos Carrascosa y a los allegados supuestamente involucrados en el crimen de María Marta García Belsunce, y avaló la realización de un peritaje clave para probar que no pudieron ignorar el homicidio. En realidad el pedido fue planteado por Nicolás Pachelo, un ex vecino del country Carmel de Pilar que está preso por otras causas y al que apunta la familia de la víctima, sosteniendo la teoría de que a la socióloga la mató un ladrón que se vio descubierto. Pero como Molina Pico no adhiere a esa historia, enseguida avaló el requerimiento del vecino. Pachelo y el fiscal pretenden demostrar que es imposible lia de María Marta siempre lo señaló como sospechoso, pese a que la Justicia nunca le dio tal carácter e incluso un cotejo de ADN descartó que haya sido su sangre la que salpicó las paredes de la escena. El abogado Roberto Ribas, defensor de Pachelo, presentó ayer un escrito para que, frente al juez, abogados y peritos, se ejecuten “seis disparos con un arma calibre 32, igual a la utilizada por el o la autora (sic) con las ventanas cerradas, y luego de 30 minutos que ingresen testigos para que digan si hay olor a pólvora o no”. Esto apunta a demostrar que quienes hallaron el cuerpo no pudieron creer -sinceramente- que la causa de la muerte había sido un accidente doméstico. “Mi vecino el asesino”. Los Belsunce siguen apuntando a Nicolás Pachelo que nadie haya escuchado seis disparos desde afuera de la casa, y mucho menos que Carrascosa no haya advertido el olor a pólvora que necesariamente tuvo que quedar en el aire des- pués de la balacera. Pachelo está detenido por una serie de supuestos robos a conocidos que no tienen directa vinculación con el caso García Belsunce, aunque la fami-