la responsabilidad penal de las personas jurídicas

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LA RESPONSABILIDAD PENAL DE LAS PERSONAS JURÍDICAS
La regulación de la responsabilidad penal de las personas jurídicas, ha quedado
encuadrada de manera más definitiva, dentro de la nueva reforma del Código Penal, cuya
aprobación entrará en vigor el 1 de julio de 2015.
Destaca en dicha reforma, la modificación introducida en el artículo 31 bis, que ya en el
año 2010 había traído el concepto de la responsabilidad penal de las personas jurídicas en
base a dos supuestos:
a) delitos cometidos por administradores en beneficio de la entidad, y
b) delitos cometidos por empleados en provecho de la entidad, cuando no se hubiera
ejercido sobre ellos el "debido control".
Lo que se ha pretendido en la reciente reforma, es delimitar el concepto de "debido
control", y en este sentido, el nuevo artículo 31 bis del CP, detalla los requisitos de lo que ya
se conoce como "Corporate Compliance", o "Plan, o Protocolo, de Prevención de
Delitos", y cuya confección antes de la comisión del delito, permitirá la exención de la
responsabilidad penal de las entidades tanto en los casos en que el delito se cometa por
quienes ostentan facultades de organización y control o administradores, como si se lleva a
cabo por empleados dependientes de aquellos, si por parte de la entidad
Es decir, si antes de la comisión del delito, se hubieran adoptado con eficacia, modelos de
organización y gestión que incluyan las medidas de vigilancia y control idóneas para prevenir
delitos.
Habrán de tenerse en cuenta por lo tanto:
•
La creación de un órgano con poderes autónomos de iniciativa y control para la
supervisión del protocolo de prevención ("función de compliance" o "compliance officer").
•
"Due diligence" o identificación de las actividades en cuyo ámbito puedan cometerse los
delitos.
•
La implantación de procedimientos sobre la adopción de decisiones en la persona
jurídica.
•
La puesta en marcha de modelos de gestión de los recursos financieros adecuados para
impedir la comisión de los delitos.
•
El establecimiento de canales de comunicación -"Whistleblowing"- que permitan informar
sobre riesgos o incumplimientos.
•
El establecimiento de un sistema disciplinario que sancione el incumplimiento.
•
La verificación periódica del modelo y su eventual modificación cuando se produzcan
cambios en la organización.
Las penas aplicables a las personas jurídicas continúan siendo las ya existentes de
acuerdo al artículo 33.7 del CP, esto es:
.- multas.
.- Disolución de la persona jurídica
.- Suspensión de actividades hasta por cinco años
.- Clausura de locales
.- Inhabilitación para contratar con el sector público u obtener subvenciones.
.- Prohibición de realizar determinadas actividades o hasta la intervención judicial.
Igualmente, continúan considerándose circunstancias atenuantes de
responsabilidad (nuevo artículo 31 quater del CP), una vez se haya cometido el delito:
la
.- Haber procedido a confesarlo previamente a su descubrimiento.
.- Colaborar con las autoridades en la investigación del hecho.
.- Reparar o disminuir el daño antes de la celebración del juicio.
.- Haber implantado, antes de ese momento, medidas eficaces para prevenir y descubrir
delitos que en futuro pudieran cometerse.
Por consiguiente y en adelante, la exención o atenuación de la responsabilidad criminal
de las personas jurídicas, por delitos cometidos por sus gestores, empleados o dependientes,
vendrá determinada porque los órganos de administración de las mismas, hayan adoptado y/o
ejecutado, previamente a la comisión de dicho delito, un modelo de organización y gestión que
incluya medidas de vigilancia y control, idóneas para prevenir los delitos determinados en el
texto del Código Penal.
Por otra parte, las funciones de la figura del responsable del cumplimiento normativo
penal (compliance officer), se centran en las siguientes:
·
Gestión del modelo de prevención ya establecido, supervisión del funcionamiento y
cumplimiento del modelo y la vigilancia y control del personal sometido al mismo.
·
Información y formación a los directivos, trabajadores y empleados acerca de la
existencia y contenido del modelo de prevención.
·
·
Revisión y la actualización del Modelo de Prevención.
Detección de los comportamientos delictivos, tanto a través de la gestión del canal
de denuncias como a través de las investigaciones internas, en caso de que sea
atribuida dicha función por el órgano de administración.
Finalmente destacar que, la nueva regulación, es susceptible de interpretaciones
varias, lo que dificulta contar con una referencia clara a la hora de confeccionar los
Planes de Prevención Penal, y en este sentido, sin duda ayudará que en España ya se
trabaje en una norma UNE, que aclare los requisitos concretos de las disposiciones
generales del Código Penal en cuanto a modelos de prevención penal, y que permita
trabajar dichos protocolos sobre la base de un marco de referencia más seguro.
En Madrid a 6 de mayo de 2.015
AGM Abogados
Julio Rocafull Rodríguez
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