los moros inician las negociaciones de paz

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EDICIÓN DE MADRID
En segunda plana:
MAS EXPEDICIONES DE HERIDOS
Año V.—Núm. 1,2'«)9 :: Precio: 15 céntimos el ejemplar.
DÍAK10
INDEPENDIENTE
Madrid, viernes 7 de octubre de J9il
a WUUUSKiéiBií'iía
NUESTRO EIERCITO EN ÁFRICA
LOS MOROS INICIAN LAS NEGOCIACIONES DE PAZ
COMIENZAN LAS PETICIONES DE PAZ
AL MARGEN DE LA GUERRA
DURÍSIMO QUEBRANTO
DEBE SER LA
CAMPAÑA DE ÁFRICA
En
los
peñascos
de
Ulad-Dau
LA JARKA HA SUFRIDO
CÓMO
A LAS DIEZ DE LA MAÑANA D E L DOMINGO
nóstico de momento. El sol cae a más eaemigo que el que acosaba rribles bajas de todo el día, espeplomo sobre las carnes desnudas a la vanguardia de la columna raban este momento como un desLas compañías de Regulares y y ensangrentadas. Traen a un te- Sanjurjo, que no dejó un minuto quite. Después!..
las del Tercio siguen ej movimien- niente de la Legión herido en el de batirse todo el día y en la óltiALAS SIETE
to hacia Ulad Dau, batiéndose con vientre. Estrechamos su mano. mj^ parte de la tarde con el eneMELILLA 6 (-1 t.)
Se trata de abrir los caminos de : Dios y pidámosle que alejo de su
migo,
a
contados
metros
de
distanDE LA TARDE Marniaco.s,
Con
la
misma
naturalidad
que
ni
o, para hablar con toda pedio semejante emoción, porqu«
Las últimas noticias que se reciben en la plaza, y que el enemigo, que huye, de los poSe dio orden a las baterías do
Las columnas victoriosas deJ exactitud, se trata de convertir la el objetivo de esta guerra consiste
P^^emos enviar como absolutamente auténticas, son fran- blados de Segangan, y del que se fuera un rasguño, nos da cuenta cia.
estar prontas a romper el fuego combate más hermoso que hemos zona nuestra de Marruecos en ca- precisamente en capacitar al enecamente optimistas. Los últimos grandes triunfas de nues- hace fuerte en las asperezas del de su herida. El, gravísimo, sa- en
el momento que se descolgaran presenciado en nuestra vida regre- mino para el tránsito del mundo. migo de hoy para colaborar en la
biendo
que
está
en
peligro
de
wos soldados en Sebt y Atlaten han producido ei resulta- monte. Yo sigo a Sebt, en donde
las
fuerzas que ocupaiban Ulad san tranquilas por el valle. El flan- La urgencia de e-'Kí tarea nos la obra de la civilización, y aunque
muerte,
tiene
en
aquel
momento
do que QY.J^ (IQ esperar.
na venido a recordar la noticia del
saludamos al coronel Saro y teDau.
Los iniciarían las baterías de queo por el parapeto que forma el anopello de que han sido víctimas para conseguirlo os preciso piimcro
valor que nosotros al escuhacer sontir al moro su impoten*
Sobre todo, el combate de Sebt causó un durísimo que- niente coronal de Wad-Rás, feli- más
Sebt y el grupo de montaña; el
los viajewjs do' automóvil de; &«- cía frente a las jirmas de la culta*
branto en las filas de la-jarka, y sembró la desmoraliza- citándoles por el brillante asalto charle. Se llevan la camilla a tercero, mandado por el coman- talud de la vía es casi innecesario. íior
Comas
en
el
ciupiíp
s
TánDe las faldas del Gurugú, algún ger. La sangre de la «icñura d Co- ra occidental, y ello no puede hación.
de la posicióiu Saro, modesto, hombros de cuatro sanitarios hadante Aspe, que tenía como objetioei-se suavemente, toda crueldad
cia
los
coches
de
la
ambulancia'
"paco" suelto es recibido entre ri- r- as está aún lo suficientemente innecesaria, como laa que se enAl día siguiente de este combate, Abd-el-Krim, seguido nos dice:
vo
el
barranco
largo
que
baja
del
que esperan en la carretera. A po- j
sas y chanzas. Entre las huertas fic&ca para qua los espíritus que gendran en la pasión del odio, es^e sus lugai-tendentes y de cerca de mil moros de Beni- —Yo no he hecho nada; son és- co
traen a otro oficial herido en Gurugú.
de Nador, los regimientos de Ca- no perciben las ideat- sino cuando torbazía considerablemente la rea^^iTiaguel y Tensaman, repasó el Keai; y se dirigió hacia las tos, los soldados, a quienes hay la cabeza.
Dieron las cinco y cuarto, y los ballería esperan el paso de las co- van acompañadas da emociones lización de nuestros objetivos, qu»
La
bala
entró
por
la
*¡abilas del interior, dando por perdida la partida en todo que felicitar.
violentas puedan darse cuenta de
nuca, y no tiene orificio de sali- Regulares, que se agarraban a los lumnas para entrar en Nador. Por que este problema de mantener son, JJuinamente, de convivencia y
*1 territorio que se extiende desde Melilla al Kei-t. Tenía Penetramos en las ruinas de da;
su gravísimo estado impedirá peñascos, se dejaron caer monte todo el llano van poco a poco en- abieiix)s los caminos no se resuelve arnic(u;:i.
Abd-el-Krim extraordinario empeño en ganar la batalla en Sebt. A la izquierda, dos caba- probablemente,
i an ociosos y perjudiciales.como
llegué con vi- abajo. Las baterías de Sebt, en el cendiéndose grandes hogueras, que meramente con carreteras, sino
*Oíno al Gurugú, porque sabía que con la posesión de este llos muertos y otro agonizante, y da al hospital.que
o>ilio~*de los soldados, serian en
que
exige
un
sistema
normal
de
mismo
momento,
empezaron
a
Arriba sigue el
levantan sus enormes penachos de administración de justicia, como esta guéiTa los alardes innectwap^oüte mantendría al Ejército español cercado y reducido a a la sombra de la pared, dos hericombate más intenso que nunca. inundar de proyectiles las crestas humó h a d a el cielo. Son las lumi- jamás &e ha conocido en las tierras ríos de valor por parte'de la oficia'« impotencia en Melilla. Perdido el encuentro de Sebt, en dos de la carga de Húsares. Denalejamos del puesto, y mar- abandonadas.
lidad, a menos de que no fuesen
narias de la victoria, es el desquite del Norte de Mariniecos.
*1 que se presentó una enoi-me jarka mandada pea-sonalmen- tro, dos moros muertos entre cas- Nos
precisos para dar ejemplo e infunCorrigiendo el fuego por ellas, que comianza.
chamos hacia Ulad Dau.
Definido
el
problema
que
hemos
^ por Abd-el-Krim, éste abandona a los Mazuza, Beni-Si- cotes de piedra. Por la parte posdir
ánimo al soldado. Si alguno*
las baterías del llano concentraron
de resolver en nuestra zona de
<^í", Beni-bu-Gafar y Beni-bu-Ifrur. La desmoralización ha terior, con frente a los Xorfas y
moros gustan de hacer caraA LAS DOS DE sus fuegos en el mismo sitio. ¡Ni
A L A S OCHO Marruecos, queda con ello definido jefes
cundido de tal manera en el campo moro, y el efecto de las antiguo campamento nuestro, ioí.
LA TARDE
también el carácter de la guerra colear sus caballos frente al fuego
dibujado I La jarka, que esperaba
r'^ LA NOCHE (jue las circunstancias nos hacen enemigo, los españoles tenemos
tres mil bajas que en los tres últimos combates han sufri- del Rey se tirotean con el enemi- En los altos de Ulad Dau se este momento para lanzarse sobre
para resolverlo. Es que cumplir en Marruecos una mido viene siendo tal, que ya han enviado emisarios a las po- go que huye y el que resiste des- combate con saña. El enemigo nuestras fuerzas, se encontró con A la luz de un farol entro en un emprender
una guerra circunstancial. No hay sión mucho más alta que la de lupatio
medio
derruido
de
una
de
las
de
los
poblados.
Bajamos
hacia
las
driciones y han solicitado autorizaci.ón para presentarse al
cree que tratamos de seguir hacia la impenetrable barrera de cientos
inconveniente en conceder al senti- cir el valor personal. El lucimiencoronel Riquelme, a fin de hacer una entrega general de huertas de la derecha, y dejando Atlaten, y oponen su máximo de de proyectiles, que en unos minu- casas de Nador. Alineados, rígidos, miento pacifista la premisa de que to nucjitro ha de consistir en mosaiTnas y obtener el perdón de España, sin que por su par- los-caballos a la sombra de ixniya resistencia. El grueso de la jarka, tos ponían fuera de combate a sus unos con la cara tapada, todos con no debiera pelearse para conseguir trar al •: ' b la peciflcaeión de la
olivos, penetramos en las casaa ari-astrándose por todos los peñas- más audaces. Siguieron las bate- el sueño de la muerte..., yacen en el objetivo deseado. Los moros de- zona.
^« exijan ni una sola condición.
tener mucho más interés
Y ello, no tan sólo por cumplir
No se sabe la actitud que Berenguer tomará ante esta del aduar*^Sc nota que el enemi- cos de la meseta que cae hacia rías del llano barriendo las altu- d dur-o sueJo, en espera del dea- bieran
que nosotros en mantener abiertos con nuestro compromiso internasumisión de cabilas. De todos modos, el hecho es de indu- go ha sido sorprendido, y abando- Atlaten, hace un fuego horroroso. ras de Ulad Dau, y las de Sebt canso eterno. Españoles, ingleses, los caminos. Sin ninguna clase de cional, sino porque la infcernjitoflColocar el parapeto de piedras de cambiaron ds objetivo. Se retira- alemanes, marroquíes...; es el ironías, podrían aceptarse los ser- cia de nuestro carácter, que pata
<Í£ible ti-ascedencia, porque indica que txxlos los cabileños nó todo en su huida.
de los pacifistas, de aquellos alternativamente del descuido aJ
^^^ pueblan el territono comprendido entre Melilla y el Las habitaciones llenas de gtn- la posición medio derruida ha :os- ban los del Tercio y volvía » po- mundo entero, que paga el tribu- victos
que supiesen el árabe y el chelha, esfuerzo y del esfwrzo aj descuito
para
castigar
la
barbarie...
tado
a
loe
bravos
del
Tercio
ba¡ l^"rt, renuncian a la lucha y se reconocen vencidos.
nerse al cortina de hierro entre
nadas y grano, todos los enseres,
para que empleasen sug artes per- do, nos hace correr el riesgo de
í-iiitsivas en convencer a los rife- que se prolongue nuestra aecióa
GOT
aperos de labranza, se encuentran jas. Arriba, en la avanzadilla, los nuestras fueraas y los rabiosos
<s»n»{8>iin;»»»ni»iii»iiu»iii»
!'.)s do que les conviene renunciar HMlitar en Marruecos más allá á^
en unas medio revuelto y en otras Regulares de Ceuta sostienen pal- jarkeños, que, doloridos de las teidor, octubre de 1921.
al oficio • da secuestradores y « a l ' limite d« Mu«*tras «aiparídad*»
mo
a
palmo
el
terreno
conquistaintacto.
teadores de caininos.
ocon<imi«Mi. Este es «] abismo qaa
Siguiendo nuestra, peregrina' do, para que puedan trabajar en
Sólo por no haber existido has- nos puiede devorar en Marruecos,
la
posición.
El
capitán
Bartoméu
ción, llegamos a la escuela o mezta ahora autoridad ninguna que ya que, pasado el primer descuido,
quita. Pequeña, rodeada de mu- tiene el enemigo a cuatro metros.
haya logrado pacificar a los rife- no hay ya peligro de ningún desasños por la persuasión, es por lo tre militar. El peligro es ol de la
ros e higueras, tenemos que en- Patapetados unos y otros en los
peñascos. Ja lucha adqiiiere caracque hace falta complet^ir el siste- prolongación indefinida de las opnEl general Berenguer ha hecho de alojamiento difícil de resolver. eonraitooa pai» penetrar por la teres de tragedia. Se recurre a las
ma persuasivo con ©1 militar. Tara- raciones, y, aunque suele decirse
• • . •
•'•
iáQii
•
— —
He de repetir que esta guerra puerta de su" recinto. A la izquiera un periodista, el Sr. Pérez Lupoco sería necesaria la interven- que peligro previsto es peligro conKÍn, Icos siguientes maiüfestacio- no puede hacerse a la ligera, sino da, unas pequeñas covacháá con- bombas d» mana .La mortandad
ción de ninguna potencia europea jurado, convendría qne no dejáseMELILLA
5
(11
n.).
en
el
enemigo
es
terrible.
Los
con
medida,
oportunidad
y
buena
acs.:
en caso de que hubiese alguna au- mos de pf>nsar un momento en }«.
tienen unas Umpias cisternas de
Hay
generales
de
salón
que
tienen
objetivos
populares,
en
los
que
disposición
de
nuestros
medios.
nuestros pagan caro también su
—Yo no trabajo para los impatoridad nativa que lograas hacer- contingencia de que se prolongu*
agua
corriente
que
aplacan
un
figuran
nombres
conocidos
y
ocupan
pueblos
y
posiciones
conoíñdos.
Tengo la seguridad de que procientes, sirvo a España. Nada luás
arrojo.
Hay generales militares que buscan la derrota material y moral del se respetar de todas las cabilas. la tarea de pacificación más de lo
íácil que realizar operaciones de cedo acertadamente y de que así momento nuestra rabiosa sed. En
Esa aruforidad resolvería el con que podajnos resistir, para que esenemigo.
En este caso está Berenguer.
vamos al triunfo definitivo. Si no una habitación del fondo, el cal'clumbrón.
flicto sin necesidad <le que movili- ta contingencia catastrófica conA
LAS
CUATRO
Abandonando
de
momento
la
toma
de
Zeluán
y
Monte
Arruit,
que
tuviera
e
s
u
seguridad,
me
la
dazásemos un solo soldado. Pero e.sa tribuya a estimular en todos k
Cuando' lo de Monte Arruit hudáver de un moro joven que acahubieran
sido
gratamente
acogidas,
pero
que
por
su
facilidad
no
hurían
mis
generales,
completamenDE
LA
TARDE
autoridad no existe. Conviene sentimiento de la necesidad de la
ohín podido cubrirme, enviando
ba
de
expirar.
Dentro
de
la
esbieran
quebrantado
al
enemigo,
fué
a
batir
a
la
jarka
enemiga
bus"Una columna a sabiendas de ijue te de acuerdo y compenetrados
El enemigo, derrotado por to- cándola en terreno abrupto, verdadera trinchera natural, en las mon- crearla, sin embargo, y ésta es la eficacia.
cuela, una estera y pna tabla de
razón de que la misión de España
Jio iba a llegar. De esta manera conmigo.
das partes, apenas ofrece resis- tañas donde se había hecho fuerte.
Yo consulto, oigo y atiendo laa esas que sirven de pizarra a los
haya de consistir en apoyar con su
toe ponía a salvo de los censores;
Ello no q\iier« decir que laa cOf
tencia. En el valle de Afra, el reDicen los competentes en africanismo qxie no se ha conocido otra fuerza a un jalifa que, de una par- sas se hagan antes habiéndolas d«
|;ero no era digno de mi, ni -por indicaciones. Nos reunimos, pla- niños moros.
jarka
tan
importante
desde
que
los
marroquíes
fueron
a
reforzar
la
gimiento
de
La,Corona,
que
todo
te,' comprenda la misión que nos prisa. Los francesiüs usan a-esta
librarme de críticas podía sacrifi- neamos y discutimos antes de ema la que den-otó el mariscal Bougland en 1844, en la batalla hace estar en África y simpatice respecto un preverbio piuíaresce.
car vidas e inferir una nueva de- prender cada operación, y cuando
A LAS ONCE DE el día se na batido a la altura Je argelina,
de Isly.
con ella todo lo posible, y de otra Dicen que no se| puede subir de oal"i"ota al Ejército. No; yo trabajo todo está mirado y remirado, y
, LA MAÑANA su fama bien ganada en los sanEn efecto, nuestros soldados se encontraron una concentración que parte, conozca más intimmncnt€ iTcrilla el Monte Blanco. Y de loe
*'abiondo cómo trabajo, para qué bien marcada la papeleta, proceJ-''abajo y con qué enemigos tra- demos de acuerdo.
Cuando salimos fuera del po- grientos combates do Beni-Sicar, ,nc bajaría de 10.000 hombres. Se batieron todos; pero teniendo en que nosotros el aile de hacerse fronceae» hemos de aprender, en
De esta manera estamos ha- blado la columna de Sanjurjo ocu- sigue til-oteándose con el enemigo, cuenta la manera de batirse de los marroquíes, tuvimos enfrente más obedecer por los moros.
y-ijo. No puetlo, por dar gusto a
neg-ocios de guerra, k cat*»¿ori«i
^^ impacientes, exponer a Espa- ciendo una guerra de castigo, que pa ya Ulad Dau, y se ven las gue- que se aleja perseguido por los de 40.000.
de la economía de las fuerzas. Bt
Con
ello
queda
dicho
qua
nuestri
La manera de batirse de los marroquíes es la siguiente: Una jar-ka
ña a un fracaso 'que sería irreme- es la que reclama el país y el
balines
de
nuestras
baterías.
vocablo es deJ general Foch. Suya
guerra
en
Marruecos
debiera
ser
opera en un territorio detenninado de 30 a 40 kilómetros, cuyos poEjército, y a este deseo hay que rrillas de Regulares avanzar al
«iiable.
' Sólo allá arriba, en los peñascos bladores, todos armados, están vigilantes, en los sitios a propósito, a la más austera de laa guerras. No ea la Idea de sustituir la palabra
atenerse.
asalto
de
los
peñascos
donde
esEjjta guerra es completamente
estrategia por la de economía. l «
Terminó el alto comisario elo- tán las ruinas de la antigua avan- de Ulad Dau, sigue la lucha con lo que pueda ocurrir. Si los que sostienen el choque den-otan al ene- puede ser para nosotros guerra na- estrategia no es fvtra cosa qtio U
«lotinta de todas, porque el enecional.
No
la
podrá
sentir
el
puemigo
o
le
hacen
retroceder,
todos
se
precipitan
sobre
él
para
hacer
más
I ^iiigo no se parece a ninguno, ni giando el espíritu de las tropas, y zadilla. Por la izquierda ee baten igual intensidad. No hay descanblo nuestro como sintió la guen*a economía de las fuerzas. Saberlan
- "Htn a sus hermanos de la parte afirmando que Espaija debe estar las compañías del Tercio, miesi- co. Los fusiles enrojecen. El Par- grande el desastre y apoderarse de su parte en el botín.
cuando Napoleón se había apode- usar en la hora oportuna, es decir,
orgullosa
de
sus
soldWos
y
conEso
pudo
suceder
en
la
batalla
del
domingo.
La
jarka
de
10.000
• ¥>^fidental. Mi siquiera se parece
que móvil funciona sin interrup- hombres tenía el apoyo de todo el territorio que quedaba a su espalda, rado de su gobierno y dí su suel<i. cuando se consigue con su uso el
fiar
en
ellos.
tras
que
se
ieonplaza
una
batería
Í A de 1909, porque ahora está más
El soldado español que \<?í desfi resultado máximo, fío dejar de
de montaña con frente a Atlaten. ción. En las faldas de Sebt han más los contingentes de Beni Said, Beni Uiixed y Temsanian, intere- lar por las cercanías de ^islilla y usarlas entonces, pero economizarphterado, tiene más preparación,
sados
en
impedir
nuestro
avance.
Si
no
hubieran
vencido
nuestros
solmás numeroso y dispone de
A la derecha se han ocupado la& f t'^*^^ " " ^f"'^'' ^<>« ''^te"»* dados desde el prihier momento, hubiera sucedido la catástrofe, por el de Larache una car ivai.a de came- las, ahorrarlas austeramente hast*
fiayores medios y conocimientos
llos, ticjie que sentarse en un mun- entonces. No hay que malgastar la
casas y cortijos que dominan uní '^«^'^"' ^"^ ' ' ^ ^ " '^^ "«^«^« <»««• aluvión de esa especial reserva, llamémosla así.
• "QUe entonces.
do distinto de su mundo. Y con ello sangi'e, i>cro tampoco hay que mal.
de donde el enemigo, parapetado,
Ese
es
uno
de
los
matices
de
la
operación.
gran
barranco,
emplazando
dos
Jt .En cuanto al envió de refuerzos,
Otro es que por primera vez se ha combatido en nuestra zona no digo que en una guerra como la gastar el tiempo. B*ta e» la nonna
,"^-jo el alto comisario:
compañías de ametralladoras, que tirotea a nuestras tropas. ¿Qué
pasará
en
la
retirada
?
i
Cómo
se
<50"*i"a,°^y*cío>
contra un enemigo fantasmal, sino contra un énoj-me nuestra en el Norte de Marruecos de la ©conomia.
—El Gobienio, que no escatima
er^itan sin descanso.
,
no son de esperar grandes impuldescolgarán de aquella altura los IjUfilpr'ttltá que la derrota causase la sensación y los efectos deseados. sos colectivos, como el que movió
I « diferencia fmjdam«ntal qu«
*ada de cuanto puede conducimos
Sin novedad
-—¿Qué hacemos, Fenek; almor,'Mfi',
la
operación
de
Atlaten
era
la
piedra
de
toque
que
demostra^*l éxito, tiene preparadas en la
hay entre una guwra colonial y
valientes de la columna de Sanal
pueblo
español
a
alzarse
contra
rfa Si se había conseguido bstir moralmente a la jarka, causarla fuerParte de anoche:
jjaraos ?—pregunto.
Península cuantas reservas son
Napoleón o como pl que ha man- una gmviii. nacional queda ya bíwjurjo?
tes dañW;'
"Participa el alto comisario que
íiftcesarias; petó no vendrán hasta
—Sí, y así descansaremos un
tenido en las trincheras durante quejada. Es, sobre todo, emocional.
Eá_
efecto:
al
enemigo
comDatió
en
escaso
número;
se
desanimó
ílüe' se jxizgií© oportuno, porque no ha ocurrido novedad en Melilla, rato.
más de cuatro años a los grandes Pero la norma «conómiea es oo>
A
L
A
S
CINCO
desde
jejos,
huyendo;
cuando
el
domingo,
como
gráficamente
me
desia
Síiora sólo traería*» un problema Tetuán y Larache."
mún a las dos. No hay quA malPenetramos en la huerta más
DE LA TARDE Mola, la jarka era como los piojos, había, que ir arrancando uno a uno países de Europa.
gastar k sangre, ni tampoco el
Es una guen-a ésta que ha de tiempo. Ambos nos BOU precios*».
ds donde se habían pegado.
cercana, y nos sentamos debajo
«»«mMm»Hi»a»»n»w»i»»«n
El comandante Franco confeAsi, pues, la situación ha cambiado radicalmente. D»r«nemigo imponerse de arriba abajo, de la No ué cuál nos lo w más. Peto
de unos granados, junto a un rencia con el general. Para que las
enorgullecido y feroz que creía en su superioridad, por las facilidades razón al sentimiento, de las clases
arroyo de agua más o me- baterías puedan proteger con sus encontradas en sus é.xito.'s de julio, ha pasado a ser un enemigo tiue gobieiTiantes al pueblo. Es una gue- bueno es que -|>en!taMO<[> todo «í
nos clara; abrimos nuestro pe- fuegos la retirada, es preciso se se desorganiza y huye cada cuál a su cabila. IK>S que resi.?tcn lo hacnn rra racional y ética, máí? que sen- tiempo en que k guerra de Ma»
rrueoo» no podrf» prolongarse v » .
tate, y metemos el diente a su con- den perfectamente cuenta de la si- sm obstinación. Además, tenemos la ventaja de que el Guingú queda timental. Algvmos corresponsales, rio8 años sin que la n a n a de l a
envuelto.
Sólo
hay
que
ocup.-wio.
La
plaza,
asegurada
y
traaqui'a
está.
y
especialmente
D,
Tomás
Borras,
tenido. Pronto tenemos compañía. tuación exacta de nuestras fuer•Hacienda pública hi«t«*e venirsa
J.n sus alrededores se í-ncnentran innumerables posiciones.
han señalado el hocho de que los abajo todo ^1 reéto,
Aparecen soldados que buscan zas y de las del enemigo. Sale
Otra nueva ventaja es la n.oral de las tropas españolas. ílay que soldados nuestros no sienten renagua y granadas.
Ramiro DE MAEZTO
acompañado del capitán Martí, de ver como cstáa los scldíidos de "famicos" después de! comoajíe del cor por el moro. Demos gracias a
—Cuidado—les digo—; no en- .artillería, y ambos recorren las domingo, ducan e n-cua', ..n (;r,: l: ¡ómctros. vieron más de dosci'msuciar el arroyo. Granadas en guerrillas. Es el enlace entre las tos CiHdáveres moros, y de saber que en dos días $e les han hecho más
tmHKHimm»Hi»init»ttnmw«i
aquellas casas tenéis a n:illares baterías y la Infantería. Lo que
Relato de viajeros
fil convoy a Ia$ nuevas posi- ^
Cuando, a la media hora, subi- siempre debía de existir, lo que
MALAGA 6 (6 t ) . _ L o s pasa- mos hacia el morabo de Sidi-Said, hace verdaderamente eficaz el ti- mayor peligro que en batir lentamente con fuego;..
ciones, es tiroteado
jeros llegados en el correo de MeHe visto heridos de granada por asaltar antes de que dieran la
MELILLA 5 (3 t ) (Recibido lilla d^cen que la operación de hay un rosario de "paisas", que ro de nuestros artilleros. "La lial- orden.
•
«I 6),—Se ihizo ayer convoy a las ayer fué importantísima y que entran y salea de las casas car- son par le bas", preconizada por '. Gente que ha asaltado colinas como la de Sebt, tomada por el Rey,
lluevas posiciones; raiandaba la co- tuvimos en ella muy escasas bar gados de granadas y trastos vie- el general Langlois, maestro del Wad-Ras; muchachos madrileños, que treparon por una colina de más
•Jíaina de protección el coronel jas.
jos.
empleo de la Artillería de cam- de trescientos metros, casi perpendicular, queriendo rivalizar con el
jCastro Giroiia, con fuerzas del
Durante el combate resultó heTercio y los Reculares, diciendo que "qué es eso d« tantos bombos", que
^«:T.ÍO, del batallón de Castilla, ar- rido el teniente del Tercio Sr. NaA LAS DOCE DEL paña.
"aquí también hay tigres".
•»
Y aquí que el tiro es de pretillería e ingenieros. Hubo que sos- varrete, muerto el teniente Ochoa,
Con un ejército con esa moral creo que la lucha será dura todavía
DÍA
ri *'" '"*^S** """^ g^ltipos de rebel- de mislmo Cuerpo, y herido de
cisión, y de momento muchísimo por el terreno; pero el avance será más rápido de lo que estaba preMELILLA 5 (11 n.). — En las / Este nu«vo avance rcpsaatirtia
''^s. situados en las alturas.
poca importancia el teniente corovisto.
Hemos hecho alto en el morabo más.
primeras horas de la mañana mar- no sólo el dominio de importaataa
*ja noche anterior, Ja posición nel del regfimiento de Vargara.
Tomás
BORRAS
blanco, Junto al cual está la banAl galope del caballo se fué
chó el alto comisario a! montioalo cabilas de Beni-bu-Ifrur y del •»>
f^ Sebt había sido atacada. Su
dera blanca con láf crui roja, que Marti }}aeia las baterías emplazade Sebt Le acompañaban «i coro- Hado, sino el triunfo moral que aa^arnición la defendió con valor y
H«iK«»ii»n»»«iim¡»irmmmm«t
nel Jordana, los tenientes corone- ione castigar severamente a "ík
aefiaJa él. puesto de urgencia de das en Sebt.
'acacia. El coronel Sr. Ayuso se
les Lugabaigorre y Lope y lo» co- arka en sus propias línews de «onpueda
pronto
maríliar
normalla
línea
de
combate.
En
el
suelo,
^«o cargo de la'posición.
En el valle empezó la retirada
mandantes Berenguer y Sánchea centración.
mente.
t>^^ repliegue de lá columna CasMELILLA 6 (10 m.).—Mientras varias camillas con heridos de! de la impedimenta de las columNuestras tix»pa« hatt teaid» «1
Cuando el jefe de ios Regalareí Delgado.
áoA *'^"*'''* ^® efectuó sin nove- se iKimbatía frente a Atlaten, por Tercio y Regxilaies; casi todas las nas. El tren, que llegó hasta cermínimo
de bajas. .
En
Nador
se
le
unió
el
marqués
de
Ceuta
esté
del
tolo
restableciel lado de Beni-Sicar salieron dos hericla» nrnliu: de cabjeza y de
ca
de
la
quinta
cafeta,
hizo
dos'
de
Cavalcanti
con
su
cuartel
genedo,
saldrá
para
Madrid,
con
objeTodos
los serriciM «itttviwntga
1 *yer, la artillería cañon«6 las columnas, una de Ismoart y otra
to de visitar a Su Majestad y dar- ral.
bien preparados, y la tniendestda
ji««Jfes del Crurugti; y la aviación de ¡soco d Had. La priinera i1>a vientre. liOS dos médicos no paran viajes evacuando heridos. La larle las gracias por el interés (jue ha
El alto contísario dirigió perso- facilitó cuanto neoeaitabín k »
¡Z. *' «lobo semda estuvieren Ka- mandada por el coronel Barfeto. curando, poniendo iztyeáciones de ga hilera de camiones, que ocuCEUTA 6 (8 m.).—El teniente mostrado hacia su persona duran- nalmente Ja «^ración brillantísi» combatientesl'^aido observaciones.
Ninguna encontró «posición, ni morfina, ayudados por sanita- paba toda la carretera, se puso en coronel González 'Tablas mcjoi-a te la curación y por ol honor que ma, que hík dado por resultado la
L i « s ingenieros militares traba- fué hostilizada.
Estos han peleado c^n verdadaé»
'
rápidamente de la herida que reci- le ha he^ho al nombrarle gentil- ocupación de Atlaten y los poblarios, que una veft concluida la «ti- movimiento.
arrojo.
|?»roiC también durante todo el día
La escuadra bombardea la costa ra van poniendo tarjetónes en '&s
bió en uno de los pasados comba- hombre de Cámara.
dos de Xorfas.
Toda la dificultad de la retirada tes. •
I» í* íwparación de la cBrretera occidental de Tres Forcasi pa^a
Goníálea Tablas está siendo muy
El alto comisario regresó en las' »«»aiw»imM»i«m»»iiiiiiniiM|i
ropí»
d«i
herido
con
so
nombre,
consistía
«n
el
flanco
derecho.
iiaJr..*^"**'""^ P » » íl«« estttvJe- •vitar que Uta rebeldes do esfe laido
visitado, y ha recibido numerosas primeras horas de la noche y íil^
Piied*
andar
y»
ayudándose
de
P?» hoy dispuestM.
•e corrieiwa a Beni-bu-Urur.
Teléfono d« £ L SOL, i'H
Mgiaüento, clftM de herida y diuff- 'Puede decirse que no existí» yA i&a}«£á«i l«s ñédicoii espeíaa qit« fieticitadoses.
felicitftdísimo por su triunfo.
•
Gil erra
e castigo
•
\
El Gurugú, envuelto
COMUNICADO
. OFICIAL
En las cimas
de Atlaten
Felicitaciones
a Berenguer
EN BENKSICAR
El teniente coronel
González Tablas
Í
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