EL IMPACTO DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL 2014 EN LA ASIGNACIÓN DE REPRESENTACIÓN PROPORCIONAL GARANTÍA O NO DEL PLURALISMO. TRIBUNAL DE JUSTICIA ELECTORAL DEL ESTADO DE ZACATECAS MARIA ESTHER BECERRIL SARÁCHAGA SECRETARIA DE ESTUDIO Y CUENTA e-mail: [email protected] Cel. 492-113-55-45 EL IMPACTO DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL DE 2014, EN LA ASIGNACIÓN DE REPRESENTACIÓN PROPORCIONAL GARANTIA O NO DEL PLURALISMO Con la Constitución de 1917 se establecieron las bases jurídicas que habría de seguir el sistema político mexicano. Sin embargo, el texto sufriría modificaciones según Sánchez Bringas, E. (1985: 83) en la medida en que se requirieron mecanismos de inclusión para las minorías. Tomando en cuenta las características de un sistema democrático representativo me gustaría considerar las instituciones de la democracia representativa, el sufragio y los partidos políticos. La primera de ellas, es el vehículo a través del cual se ejerce la voluntad ciudadana. La segunda figura, los partidos políticos, la materialización de los grupos que se disputan el poder representativo a través de las vías institucionales, representando en su organización las demandas de diversos sectores tanto mayoritarios como minoritarios. Desde la Reforma Política de 1962 se implementó el principio de diputados de representación proporcional, que la encontramos en los llamados Diputados de Partido, a partir de las reformas constitucionales, al respecto señala Doralicia Carmona Dávila (Revista Memoria Política de México. 1963) que se procuró dar término a la política de cargos completos y se dio apertura a la vida política nacional. De conformidad a la exposición de motivos de aquellas reformas, los diputados de partido se crearon para permitir el acceso al Congreso de la Unión de las varias corrientes de opinión que actuaban en la república "(…) principalmente, las que, estando agrupadas en partidos políticos nacionales, actúan orgánicamente". La finalidad era clara; que "Tanto las mayorías como las minorías tuvieran derecho a opinar, a discutir, a votar" constituyéndose un nuevo sistema de representación como lo señaló José Ángel Aguirre Romero (en Crónica Parlamentaria). Los diputados de partido significaron en el Congreso, corrientes de opinión que existían en el país. Su existencia real se comprobaría por medio del voto. Este objetivo inicial y fundamental ha permanecido, y se ha enriquecido a través de las subsecuentes reformas. La creación del sistema de diputados de partido se hizo necesaria debido a que el Partido Revolucionario Institucional aglutinaba la representación mayoritaria permanentemente, y con ello cada vez era más difícil aumentar la presencia de la oposición, que en mucho tiempo fue mínima. De tal modo, se tuvieron que generar condiciones para que los partidos representantes de intereses y demandas de las minorías pudieran tener acceso a la cámara. En 1972 se amplió el sistema de diputados de partido permitiendo la incorporación de las corrientes minoritarias al trabajo legislativo, traducido en un avance político general; con lo que los ciudadanos adquirieron confianza de que sus opciones ideológicas tendrían la posibilidad real de manifestarse en el recinto parlamentario. El principio de que los diputados de partido representan una organización (partido) realmente existente en el seno del pueblo y lo hacen no por decisión propia, sino por voluntad popular expresada a través del voto, se expresa más claramente aún al crearse los diputados de representación proporcional con las reformas constitucionales de 1977. En esta ocasión, el legislador afirma que con las reformas "Se obtendrá una representación para las minorías, de acuerdo a su número, y se logrará que sus ideas puedan contar, cuando las mayorías adopten decisiones" añade más adelante: "Elevar a la jerarquía del texto constitucional la normación de los partidos políticos, asegura su presencia (de los partidos políticos) como factores determinantes en el ejercicio de la soberanía popular (…) Los partidos políticos aparecen conceptuados en el texto de la adición como entidades cuyo fin consiste en promover la participación del pueblo y en hacer posible, mediante el sufragio universal, libre, directo y secreto, el acceso a los ciudadanos a la representación popular, de acuerdo con los programas y principios que postulan". En esta, el principio que venimos tratando se expresa con más claridad, asentándose una diferencia bien definida entre los diputados electos por el principio de mayoría y los electos mediante el sistema de listas regionales. En la exposición de motivos de dicha iniciativa se señaló: "El principio de mayoría actúa, desde luego, en exclusiva, en los distritos uninominales. En virtud de su operación el electorado del distrito identifica candidatos y fórmulas, no sólo idearios y plataformas". En cambio, gracias al sistema de representación proporcional: "Los votantes podrán así optar con mayor profundidad y exactitud entre las alternativas que les ofrecen los partidos, contrastándolas y eligiendo entre ellas" votando tras haber "Identificado las distintas alternativas que ofrecen los partidos, en razón de los principios, programas e ideas que postulan", pudiendo hacer llegar por ese medio a la Cámara aun a diputados del partido mayoritario. Posteriormente, el 6 de diciembre de 1977 se publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto de reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en la que desapareció el sistema de “diputados de partido”, creándose el “sistema mixto con dominante mayoritario”, el cual continuaba con el objetivo de que las minorías fueran representadas en la Cámara de Diputados y tuvieran acceso al ejercicio del poder. Las modificaciones que hemos referido correspondían a necesidades de inclusión para las minorías. Si antes era posible que las minorías obtuvieran hasta 25 diputados de partido, con esta reforma se podían alcanzar hasta 100 diputados mediante el principio de representación proporcional. De este modo, la Cámara de Diputados se integraría con 300 diputados de mayoría relativa electos en los distritos electorales uninominales, y hasta con 100 diputados electos según el principio de representación proporcional, mediante el sistema de listas regionales votadas en circunscripciones plurinominales. En 1986 se modificó sustancialmente el sistema para la asignación de diputados por el principio de representación proporcional (artículo 54 constitucional) ya que podían participar todos los partidos políticos, incluso el partido mayoritario. El conjunto de reformas de que fue objeto la Constitución, permitió ampliar los canales de inclusión para los actores que participaban en el sistema político como representantes de la voluntad popular. Con esas modificaciones constitucionales fue posible cumplir con el funcionamiento de la democracia representativa. Las reformas no se han dado por sí mismas, esos cambios, señalan Ricardo Becerra, Pedro Salazar y José Woldenberg (México, 2000): “fueron implementados como respuesta a una realidad política conflictiva; la política real fue y es el factor que acicateó el proceso de reformas; pero a partir de ahí, la esfera electoral cobró, por así decirlo, ‘vida propia”. En resumen, los diputados de representación proporcional llegan al Congreso para garantizar la presencia en él, de la ideología y principios de un partido político determinado, y representan esa ideología y principios en la Cámara, no por voluntad propia, sino por un mandato popular expresado a través del voto. Bondades del Sistema de Representación Proporcional Existe debate sobre la efectividad del sistema de representación proporcional, muy pocos lo ven como la forma de garantizar la pluralidad en el Congreso de la Unión, a fin de que el voto de todos los ciudadanos se encuentre debidamente representado. En el texto se explican las implicaciones del sistema de representación proporcional, así como la aplicación del mismo en México y se destacan las bondades de la representación proporcional. Existen dos sistemas de elección de representantes según Ferrajoli, L. (2011: 179): a) el proporcional, en el que se busca la elección de un número de representantes proporcional a los votos recibidos por el partido postulante, dentro del territorio sometido a las funciones del órgano elegido, y b) el mayoritario, en el que se eligen candidatos en cada una de las circunscripciones en que se divide el territorio, siendo seleccionado el que ha recibido mayor número de votos. El sistema de representación proporcional, señala Espinosa Silis, Arturo (Revista IUS. Vol. 6, núm. 30) se utiliza en 99 países, entre los que se incluyen Alemania (IFE, 1999), Argentina (IFE, 1999), Brasil (IFE, 1999), Dinamarca, Noruega (IFE, 2002) y Suiza, en donde los legisladores se eligen exclusivamente por ese sistema, en 17 países se aplica el sistema mixto, como en México, y en 58 países el sistema de mayoría relativa o mayoría simple, acotando Amparo María Melchor Castro de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos: “Los Sistemas Electorales en el mundo pueden clasificarse en dos grupos principales: sistemas de representación por mayoría (RM) o llamados también plurales y sistemas de representación proporcional (RP); los cuales se diferencian en la forma como se transforman los votos en escaños y los efectos que se origina dentro de la sociedad, de los partidos políticos”. Según Diccionario de Derecho Electoral del Instituto Nacional de Estudios Políticos, A.C. (INEP), en el sistema de Representación Proporcional: … los partidos presentan en la división electoral correspondiente, una lista de candidatos para que los electores otorguen su voto al partido con el que más se identifiquen, es decir, el partido organiza la expresión política. Cuántos de ellos serán los elegidos dependerá de la votación alcanzada; cuáles serán elegidos dependerá del orden que ocupen en la lista. Los partidos colocan a sus mejores candidatos en las primeras posiciones de la lista, porque al definirse cuántos escaños les tocan tendrán mayores probabilidades de ser elegidos, aunque su votación únicamente les alcance para tener derecho a unos cuantos escaños. En los países en que se usa el sistema de representación proporcional, los electores tienen un amplio rango de opciones políticas representadas por los diversos partidos, a los cuales sólo se les exige mantener un mínimo porcentaje de votación a su favor para poder participar en las elecciones. Por ejemplo, para que exista un partido, en Suiza y la República Federal Alemana se da un umbral mínimo de 4 o 5% respectivamente, para prevenir la proliferación de muchos partidos demasiado pequeños. En Italia e Israel los umbrales mínimos son del uno por ciento, por lo que propician la existencia de múltiples partidos. El sistema de representación proporcional se usa en la mayor parte de los sistemas políticos democráticos, en donde existe un régimen multipartidista; requiere de la existencia de divisiones electorales (como los distritos plurinominales) que sean representados por más de un legislador y necesita de fórmulas electorales que permitan establecer la proporción correcta entre votos y escaños. Entre mayor sea el número de asientos a elegir, más exacta podrá ser la relación votos y escaños que obtenga un partido. Las fórmulas de proporcionalidad más conocidas son las siguientes. El "cociente electoral", aquí el cociente es la cifra que resulta de dividir una cantidad entre otra y que indica cuántas veces está contenido el divisor en el dividendo. El dividendo es el total de votos válidos de un partido, el "divisor" es el número de escaños por repartirse y el cociente - cociente electoral- es el resultado de esta división, que sirve como cifra repartidora para adjudicar los escaños. La proporcionalidad en este procedimiento se obtiene dividiendo los votos válidos logrados por cada lista en una circunscripción entre el número de escaños disputados. Obtenido el cociente electoral, se adjudica a cada lista un escaño por cada vez que el cociente esté contenido en el número de votos. Hay distintas maneras de hacerlo. Una es por el "método d´Hondt" que consiste en dividir los votos de cada una de las diferentes listas sucesivamente por 1, 2, 3, 4, 5, etc., y luego ordenar los cocientes de mayor a menor y asignar en ese orden los escaños disponibles. Aunque es un método sencillo, puede beneficiar ligeramente a los partidos más grandes. Otra técnica más complicada es el "método del cociente natural" de Hare. Aquí, los electores ordenan a los candidatos individuales de acuerdo a su preferencia. El cociente electoral se obtiene dividiendo los votos válidos obtenidos por cada lista en una circunscripción por el número de escaños en disputa. Extraído el cociente electoral (la "cifra repartidora"), se adjudica a cada lista un escaño por cada vez que el cociente está contenido en el número de sus votos. Como no es posible que las sumas de los votos de las diferentes listas sean múltiplos del cociente siempre quedan votos sobrantes y puestos sin distribuir, por lo que al final de la operación los escaños residuales se pueden asignar en función del mayor residuo, del menor residuo o del mayor promedio. Partiendo de este procedimiento se han diseñado otros métodos de cálculo, como el de Droop, que divide el número de votos válidos entre el número de puestos a distribuir más uno; el imperiali o de Hagenbach-Bischoff, que divide la suma de votos válidos entre el número de escaños más dos; el Hare-Niemeyer, cuya fórmula de cálculo es votos x puestos entre cifra total de votos. Otros como el de Sainte Lagüe, y el de Huntington, proponen series matemáticas distintas como divisores y establecen relaciones votosescaños más favorables a los partidos pequeños. La representación proporcional se empezó a practicar en la Europa continental en el siglo XIX, primero en Dinamarca en 1854, en Suiza en 1872 y después en Bélgica en 1899. Su objetivo fue abrir espacios de participación política institucional a partidos políticos que representaban grupos específicos de la sociedad (campesinos, trabajadores, industriales, etc.). Surgió como rechazo al sistema angloamericano considerado injusto y poco práctico porque éste privilegiaba la regla "first past the post" que consistía en que si varios distritos tenían candidatos individuales de cinco diferentes partidos y el candidato del partido delantero recibía 25 % del voto en cada uno de ellos, ese partido ganaría el 100% de los asientos con sólo el 25% de los votos”. Aún y cuando se reconoce que la representación proporcional es el sistema más equitativo, sus críticos le han objetado que promueve la proliferación de pequeños partidos (aunque se arguye que éstos son consecuencia de la heterogeneidad social y no del sistema electoral), hace difícil la formación de mayorías y obliga a la formación de gobiernos de coalición, que pueden resultar inestables y poco responsables debido a que los partidos que los integran tienen diferencias ideológicas importantes (inestabilidad que cuando se da no es generalizable, ni sólo es resultado del sistema electoral). Son muchas las críticas que recibe la representación proporcional; los ciudadanos han manifestado su inconformidad, pues no se sienten representados. La historia de nuestro país nos ha demostrado que los políticos pocas veces generan un nexo con el electorado, lo que implica que muchas veces no respondan a intereses ciudadanos, sino a aquellos que les generan un beneficio personal; para el futuro de su carrera política o para los del partido que representan. Existe un gran desapego de quienes ocupan un cargo de elección popular con el elector una vez que desempeñan sus funciones. Una de las percepciones de los ciudadanos es que los llamados legisladores plurinominales difícilmente ganarían una elección por el principio de mayoría relativa, pues no gozan de buena reputación entre la ciudadanía. El problema no es el método de elección, representación proporcional o mayoría relativa, sino la falta de un vínculo entre la clase política y los electores, el cual sólo se busca durante las campañas electorales. En el sistema de mayoría relativa, el que obtenga un mayor número de votos será el candidato triunfador, de manera que todos aquellos ciudadanos cuyo sufragio fue emitido a favor de ese candidato se encontrarán representados ante el órgano que llegue a integrar el candidato elegido, contrariamente a ello, en el sistema de representación proporcional se busca garantizar que el mayor número de ciudadanos se encuentre representado ante el órgano colegiado que se elige mediante el voto, para lo cual existen diferentes mecanismos. Giovanni Sartori (2003: 20) señala que el sistema de representación proporcional busca transformar de manera proporcional los votos en escaños. Por su parte, Por su parte, el tratadista Dieter Nohlen (1998: 155) que la representación proporcional trata de reproducir con la mayor fidelidad posible en el parlamento las fuerzas sociales y los grupos políticos existentes en la población. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido(Cámara de Diputados LXII Legislatura) que el principio de representación proporcional, como garante del pluralismo político, persigue como objetivos primordiales: la participación de todos los partidos políticos en la integración del órgano legislativo, según su representatividad; una representación aproximada al porcentaje de votación total de cada partido; evitar un alto grado de sobrerrepresentación de los partidos dominantes; garantizar en forma efectiva el derecho de participación de las minorías, y evitar los efectos extremos de la voluntad popular derivados del sistema de mayoría simple. Es claro que la finalidad del sistema de representación proporcional es minimizar la diferencia que existe entre el porcentaje de la votación nacional obtenida por un partido político y los espacios que ocupe en un órgano colegiado electo popularmente. Ahora bien, existen algunas modalidades de la representación proporcional, las cuales varían de acuerdo a la fórmula que se usa para convertir los votos en escaños: a) El sistema de representación proporcional pura parte de una correspondencia exacta entre votos y escaños o curules, es decir, no deben existir barreras legales o elementos que produzcan sobrerrepresentación o subrepresentación de una o varias fuerzas políticas. b) Representación proporcional por listas implica que cada partido político presente una lista de candidatos, de manera que al momento de sufragar, los electores únicamente eligen al partido político, siendo que al transformar esos votos en escaños se busca que exista una proporción de su porcentaje de votación nacional con los espacios que ocupe en el parlamento. Los candidatos que ocupen los lugares que correspondan a cada partido saldrán de las listas que hubiere presentado el partido. En estos sistemas donde enlistan los nombres de los candidatos, las listas pueden ser cerradas o abiertas. Las listas cerradas son aquéllas en las que el partido es quien establece el orden en que se elegirán a los candidatos. Las listas abiertas son aquéllas en donde no hay un orden predeterminado, sino que es el elector quien al votar expresa la prelación de los candidatos para ser electos. c) En el sistema de representación proporcional personalizada, una parte de los candidatos son postulados bajo el principio de mayoría relativa y otra por el principio de representación proporcional, de manera que los escaños que se eligen bajo el sistema de representación proporcional buscan compensar la disparidad que pueda existir en el órgano colegiado electo derivado de los resultados electorales provenientes de la elección por el principio de mayoría relativa. Este sistema se utilizó originalmente en Alemania (IFE. 1999b.), a fin de elegir el parlamento de dicho país. Actualmente el parlamento alemán se compone por 656 legisladores, de los cuales 328 son electos mediante el voto directo, los otros 328 son electos a través del voto indirecto, el cual se emite de manera separada al voto directo, de manera que a través del sufragio emitido por el partido se determina el número de representantes a que tiene derecho cada partido en el parlamento, los cuales se elegirán de la lista federal registrada por los partidos políticos. El sistema alemán, al permitir un doble voto, uno por los candidatos postulados por el principio de mayoría relativa y otro, distinto, por los que conforman la lista de representación proporcional, permite que los electores diferencien su voto, de manera que el sufragio pueda tener injerencia en dos opciones políticas diferentes, lo cual favorece la representatividad de partidos pequeños en el Congreso. En el sistema electoral alemán, en el supuesto de que un partido gane más escaños (Direktmandate) en un estado en particular que el número de escaños que le son asignados, estos asientos sobrantes (Überhangmandat) son mantenidos por el partido, en cuyo caso el tamaño del parlamento aumenta temporalmente. d) El sistema de voto único transferible, también conocido como sistema Hare, en este se eliminan las listas partidistas, pues los votantes escriben los nombres de sus candidatos en orden de preferencia sin hacer mención de los partidos que los postulan. Los candidatos para ser elegidos deben cumplir con una cuota de votos, en caso de excederla, dichos sufragios se reasignarán según las preferencias de los electores. Los candidatos con menos votos son eliminados y sus selecciones se redistribuyen hasta que se cubren todos los escaños. Para Sartori (2003: 3), el sistema de voto único transferible es el más puro de todos, en su concepto es perfectamente proporcional. A su vez, señala que el factor más importante para establecer la proporcionalidad o desproporcionalidad del sistema de representación proporcional es el tamaño del distrito electoral, pues entre mayor sea el distrito, mayor será la proporcionalidad, contrariamente, entre menor es el número de representantes, menor es la proporcionalidad. En consecuencia, la preocupación fundamental del profesor Sartori se encuentra en que las Constituciones funcionen como se supone que deben funcionar, con la finalidad de alcanzar buenos gobiernos. Las Constituciones, asegura, no realizan milagros, pero difícil será tener un buen gobierno, sin un buen instrumento de gobierno. En ese sentido, Nohlen (1998: 3), señala que en el sistema de representación proporcional, el efecto desproporcional es reducido, ya que los partidos hasta cierto punto pequeños pueden obtener escaños en el parlamento. Al respecto, Ferrajoli considera que es el método ideal para una democracia partidizada, pues sólo de esta forma se puede garantizar que todas las fuerzas políticas y las corrientes de pensamiento estén representadas. Lo destacado para que opere de manera adecuada la representación proporcional es el número de representantes a elegir, ya que entre mayor sea el número de integrantes, mejor se va a garantizar la representatividad plural, pues así los votos que queden sin poder ser sujetos de representación serán los menos. Representación proporcional a nivel federal Actualmente, la Constitución establece como formas de elección de diputados, senadores e integrantes de ayuntamientos, el sistema de mayoría relativa y el de representación proporcional, por lo que podemos decir que tenemos un sistema mixto. Los artículos 51 a 59 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establecen las bases para la integración de la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores del Congreso de la Unión. Dichos preceptos tienen supuestos jurídicos muy amplios, constituyendo una serie de normas que requieren de un desarrollo puntual en la legislación secundaria. Los mencionados artículos constitucionales precisan aspectos esenciales, como el número de diputados y de senadores que serán electos por uno y por otro principio; el criterio para la demarcación territorial de los distritos electorales uninominales; el mínimo de diputados que podrán reconocerse a un Estado por el principio de mayoría; el número de circunscripciones electorales para la elección de los diputados por el principio de representación proporcional; la cantidad mínima de candidatos a diputados por el principio de mayoría relativa que se requieren para poder registrar las listas regionales; el umbral mínimo para la asignación de diputados por el principio de representación proporcional; el número máximo de diputados que pueden reconocerse a un partido político por uno y otro principio, así como el límite a la sobrerrepresentación en el caso de la elección de diputados. En el caso de los diputados y senadores federales, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece reglas para la conformación de la Cámara de Diputados. El sistema busca la armónica coexistencia de pluralidad, representatividad y proporcionalidad, al establecerse reglas, como son una barrera legal para tener derecho a participar en la asignación de curules por el principio de representación proporcional, así como límites en cuanto al número de diputados que un partido político puede tener por ambos principios, y límites a la sobrerrepresentación de un partido político. En la Cámara de Senadores, la elección de 64 de sus integrantes se realiza mediante el principio de mayoría relativa, 32 senadores se eligen por asignación a la primera minoría, y únicamente 32 son electos bajo el principio de representación proporcional; 32 escaños, los cuales se elegirán de la lista nacional que registra cada partido político. La elección en la Cámara de Diputados tiene lugar en dos tipos de demarcaciones electorales, dependiendo del principio bajo el cual se rija la elección. En 300 distritos electorales uninominales, para el caso de aquellos que se eligen por mayoría relativa, y en cinco circunscripciones plurinominales, para los diputados electos a través de la representación proporcional. Al final de cuentas, si bien no existe una correspondencia exacta o proporcional para la elección de los integrantes del cámaras de Diputados y Senadores, entre la votación y los escaños, lo cierto es que, al no ser un sistema de representación pura, sólo se pueden llegar a lograr aproximaciones a fin de generar una representatividad de todas las fuerzas políticas contendientes en un proceso electoral. Representación proporcional a nivel local En las entidades federativas, los congresos de los estados, así como la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, también se integran por legisladores electos mediante el principio de representación proporcional y mayoría relativa, cada una de las legislaturas de locales determina la forma de asignar los curules de representación proporcional. El artículo 116, fracción II, párrafo tercero, de la Constitución señala que las legislaturas de los estados deben introducir los principios de mayoría relativa y de representación proporcional de acuerdo con sus propias leyes. Ello no obliga a las entidades federativas a seguir reglas específicas sobre la regulación de su sistema electoral local, lo que hace que existan diversas particularidades en las legislaciones locales. No obstante lo anterior, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (Cfr. la tesis P./J. 69/98) estableció siete premisas generales que deben observar las legislaturas locales al regular el principio de representación proporcional, las cuales son: 1) Condicionamiento del registro de la lista de candidatos plurinominales a que el partido participe con candidatos a diputados por mayoría relativa en el número de distritos uninominales que la ley señale. 2) Establecimiento de un mínimo porcentaje de la votación estatal para la asignación de diputados. 3) Asignación de diputados, independiente y adicionalmente a las constancias de mayoría relativa que hubieran obtenido los candidatos del partido de acuerdo con su votación. 4) Precisión del orden de asignación de los candidatos que aparezcan en las listas correspondientes. 5) El tope máximo de diputados por ambos principios que puede alcanzar un partido debe ser igual al número de distritos electorales. 6) Establecimiento de un límite a la sobrerrepresentación. 7) Establecimiento de las reglas para la asignación de diputados conforme a los resultados de la votación. Si bien cada entidad federativa regula de manera distinta el sistema de representación proporcional, el mismo se debe regir bajo los parámetros establecidos en el artículo 54 constitucional; en todos los casos se debe destacar que la finalidad de la representación proporcional es la de considerar a las minorías en los congresos o ayuntamientos, a fin de permitir el pluralismo político en la integración del órgano legislativo o deliberativo, y reflejar con mayor fidelidad la voluntad popular expresada en las urnas, mediante el establecimiento de un sistema que conceda a las minorías contar con representación en dicho órgano. De la información anterior se puede concluir, que de no existir la representación proporcional en México, la relación entre la votación y el número de escaños que ocuparía cada partido político no correspondería, generando sobrerrepresentación en algunos casos, y subrepresentación en otros. En este caso, la participación de partidos políticos minoritarios sería marginal o prácticamente nula, pues no tendrían representatividad en el Congreso, a pesar de contar con una votación superior al 2% de los electores. Reforma Político Electoral de 2014 En efecto, el decreto de reforma Constitucional publicado en el Diario Oficial de la Federación el 10 de febrero de 2014, reformó el porcentaje establecido en el artículo 54 de la Constitución Federal, aumentando el umbral al 3% del total de la votación válida emitida, para tener derecho a que les sean asignados diputados por el principio de representación proporcional como para conservar su registro. Como podemos observar al inicio de este trabajo, nos podemos dar cuenta que con esta nueva reforma, se ha regresado al inicio de la representación proporcional, cuando en 1962 con los diputados de partido se trató de representar a las verdaderas fuerzas, aún minorías de nuestro país y no a los menos, cuestión lograda con el aumento del umbral para la conservación del registro y la asignación de representantes de representación proporcional, pues con ello se evita la proliferación de partidos pequeños, que muchas veces convierten a los institutos políticos en negocio en lugar de aspirar a representar a las verdaderas minorías, aquellas que significan fuerzas reales de oposición. En el caso de Zacatecas, previo a la reforma, después de obtener la votación total emitida, restábamos a ésta, los votos nulos, los de candidatos no registrados y los de los partidos políticos que no hayan alcanzado el umbral anterior del 2.5%, para posteriormente hacer la asignación de diputados de representación proporcional al partido mayoritario y entonces ajustar la votación restando a la votación valida emitida todos los votos del partido mayoritario y los de los partidos políticos que hubieran obtenido triunfos en distritos uninominales; para entonces repartir los escaños restantes de representación proporcional a los partidos con derecho a ello, a través de dos fórmulas, la de cociente natural y la de restos mayores. Con esta nueva disposición, la representación proporcional es en la aplicación, diversa a lo ya señalado, pues de igual manera se obtiene la votación válida emitida, pero la asignación primera no se hace al partido mayoritario, sino a todos los partidos que hayan alcanzado el umbral del 3% establecido en el reformado artículo 54, posteriormente se deberá verificar si los partidos políticos a los que se les otorgó su escaño por cumplir con dicho porcentaje, no entran en el supuesto de sobrerrepresentación o subrepresentación; si en algún caso, se entrara en uno de ambos supuestos, quitarle el escaño que se le dio, o bien darle uno más. Al realizar lo anterior, entonces vendría la asignación al partido mayoritario, para posteriormente ajustar la votación, lo que implica repartir menos diputaciones de representación proporcional para los partidos, lo que genera que el valor del escaño (cociente natural) aumente y los remanentes de votos (restos mayores) disminuyan. En otras palabras, esta nueva modalidad resta a las segundas y terceras fuerzas, la posibilidad de obtener mayor número de escaños de representación proporcional, ello, pues anteriormente había la posibilidad de que uno o más partidos políticos quedaran sin escaños de RP y ahora es obligación asignarle por lo menos uno. Conclusiones El renovado sistema de presentación proporcional, al aumentar el umbral para que los partidos políticos tengan por el sólo hecho de tener el 3% de la votación total efectiva, derecho a que les sean asignados representantes por esta vía, garantiza plenamente el pluralismo al interior de los órganos de gobierno, representando a las verdaderas fuerzas de oposición, que como ya mencionamos, son producto de la heterogeneidad social y no del sistema electoral. Garantiza que se produzcan instituciones representativas de todo el electorado, por ser el único capaz de utilizar todos los votos válidos a fin de garantizar la igualdad electoral de los ciudadanos, la cual equivale a la igualdad política. En concepto propio, la representación proporcional y esta nueva modalidad traída por la reforma del año en curso, beneficia la representación política de las fuerzas de oposición, pues con ello se reproduce de mejor manera el pluralismo de las opiniones políticas, la heterogeneidad de los intereses y los conflictos de clases que atraviesa el electorado, es decir, la complejidad de la sociedad, pues si anteriormente a esta reforma, había partidos políticos que aun alcanzando el umbral de votación requerido, no les eran asignados diputados de RP, con esta nueva asignación se garantiza su presencia al interior del congreso y de los ayuntamientos. Ello puede ser resumido en que la representación proporcional funge como un control, pues; “CUALQUIER PODER QUE NO TENGA CONTROL GENERA, INDEFECTIBLEMENTE, CORRUPCIÓN” BIBLIOGRAFÍA: Aguirre Romero José Ángel del grupo parlamentario del PST, (Crónica Parlamentaria), LXII Legislatura. Cámara de Diputados (en línea) disponible en http://cronica.diputados.gob.mx/Iniciativas/53/299.html consultado en mes de julio del 2014. (Cámara de Diputados LXII Legislatura). ACCIONES DE INCONSTITUCIONALIDAD PUBLICADAS EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN A PARTIR DEL AÑO 1995. SENTENCIA relativa a la acción de inconstitucionalidad número 6/98, promovida por Andrés Manuel López Obrador, en su carácter de Presidente Nacional del Partido de la Revolución Democrática, en contra de la Octava Legislatura Constitucional del Estado de Quintana Roo y del Gobernador de dicho Estado. Consultable en http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/compila/inconst.htm [03/06/2013 04:50:43 p.m.] Carmona Dávila Doralicia (Guanajuato. 1963). Revista Memoria Política de México (en línea) (disponible en http://www.memoriapoliticademexico.org/Efemerides/7/22071963.html. Instituto Nacional de Estudios Políticos AC. (Accesado el 07 de julio de 2014) Diccionario de Derecho Electoral (Instituto Nacional de Estudios Políticos, A.C. (INEP), (en línea): http://diccionario.inep.org/R/REPRESENTACION-PROPORCIONAL.html consultado julio de 2014 Ferrajoli, L. (Madrid, 2011) Principia iuris, teoría de la democracia. Ed. Trotta. Instituto Federal Electoral. (México, 1999.) Sistemas Políticos y Electorales Contemporáneos: ALEMANIA Ed. IFE. Coordinador de la colección Pedro Aguirre. Instituto Federal Electoral. (México, 1999.) Sistemas Políticos y Electorales Contemporáneos: ARGENTINA. Ed. IFE. Coordinador de la colección Pedro Aguirre. Instituto Federal Electoral. (México, 1999.) 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