PAUTAS PARA LA FICHA DE LECTURA

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PAUTAS PARA LA FICHA DE LECTURA
ENUNCIADO: es el mismo para cualquiera de las obras y responde a la siguiente
redacción: “Comente los aspectos más relevantes de la obra del siglo XIX que haya leído en
relación con su contexto histórico y literario”
QUE DEBE HACER: los estudiantes deben valorar críticamente obras de la
literatura en lengua castellana y también deben comprenderlas como expresión de
diferentes contextos históricos y sociales, y como forma de enriquecimiento y placer
estéticos. El alumno debe mostrar su conocimiento de la obra leída, relacionarla con el
movimiento o tendencia literarios a los que pertenece, y destacar su importancia en el
contexto histórico y cultural en el que se asienta.
Todo esto debe venir convenientemente demostrado y contrastado con
ejemplos de la misma obra, que demuestren que se ha leído y comprendido.
ERRORES MÁS COMUNES QUE DEBE EVITAR:
Hacer un análisis de los personajes,
Contar el argumento
Citar las características de la época histórica o del movimiento literario
Defender teorías o principios que no se vean reflejados en la obra
Hablar de la estructura de la obra
EJEMPLO DE RESPUESTAS A LA PREGUNTA DE LAS LECTURAS
Pepita Jiménez. (Prosa)
(1874) Juan Valera. Obra narrativa. Realismo literario, perteneciente al S.XIX
Juan Valera publicó esta obra a finales del siglo XIX, momento en el que se desarrolla el fin del
Sexenio Democrático y la Restauración borbónica con Alfonso XII. En estos momentos en
España destaca el pragmatismo en política y el Realismo en literatura. Aunque para el escritor
realista el tema central es la realidad presentada de manera detallada, precisa y objetiva, para
Juan Valera la novela debe reflejar la vida pero procurando eliminar los aspectos penosos y
crudos de la realidad; y de esta manera se decanta por los temas como el amor (conflicto entre
el amor divino y el amor profano), la religión, el celibato, la familia, la moral y la amistad. Los
personajes que más relevancia tienen en el Realismo son los de la clase burguesa, o clase
media y un lugar muy especial lo ocupará la mujer.
De este modo Juan Valera hace un análisis psicológico a su protagonista Pepita, e incluso
cuando habla de ella, lo hace con alusiones a personajes mitológicos o figuras literarias “Será
para mí como Beatriz para Dante, figura y representación de mi patria, del saber y de la
belleza”. Curiosamente Pepita, a diferencia de otros personajes femeninos literarios que han
vivido una situación de amor (Doña Paquita de El sí de las niñas), no muestra una actitud
pasiva, sino que lleva las riendas de su historia.
Juan Valera escribe de forma cuidada y bella; así el autor hace uso de imágenes sensoriales y
literarias: (”Manos diáfanas como el alabastro”. “Como la tibia luz de la luna es el rayo de su
mirada” “dientes como perlas”).Sin duda, Pepita Jiménez es la mejor obra de Valera. Su
originalidad reside en el tono epistolar inicial con un epílogo de narración directa en la que
hace uso de la técnica llamada "del manuscrito encontrado " y que tiene su origen en El
Quijote: el autor, para dar verosimilitud a su obra, dice no ser el inventor de la misma, sino que
la encontró ya escrita. Así, la trama adquiere visos de ser auténtica.
La casa de Bernarda Alba. (Teatro)
Federico Gª Lorca. Obra de teatro. Generación del 27, es decir primera mitad del S.XX.
Esta obra fue escrita en 1936, pero no fue estrenada hasta muchos años más tarde. Estamos
ante un momento muy crítico en España; en febrero de 1936 gana el Frente Popular en la II
República, y es en julio de este mismo año cuando se inicia la Guerra civil.
A nivel literario nos encontramos con un apogeo dela Generación del 27. Surge un grupo de
jóvenes poetas que empiezan a publicar sus obras en la década de los años 20 empujados por
el deseo enlazar la tradición literaria española con las nuevas corrientes.
La casa de Bernarda Alba se desarrolla en un espacio cerrado, un mundo que pone barreras a
las fuerzas de la vida, una cárcel, vigilada por las miradas de las vecinas. La estructura del
drama se ajusta a un criterio circular y cerrado: la obra empieza y termina con la muerte y con
una referencia a las campanas que doblan por los difuntos. (Bernarda pide “!Silencio!”,
haciendo alusión a las muertes que se suceden).En la obra se desarrolla el conflicto entre dos
fuerzas mayores: el principio de autoridad ciega, con su secuela de orden y poder, y el
principio de la libertad instintiva en su lucha imposible y permanente por imponerse. Una
trágica visión de la sociedad y de la realidad española de 1936. Autoridad frente a la libertad:
“Tirana de todos los que la rodean” (dice la criada sobre la madre)
El lenguaje de esta obra de Lorca se muestra predominantemente coloquial, tal y como
podemos apreciar en la utilización de diversas frases hechas de la sabiduría popular (sobre
todo la criada). También es lógico que se utilice este nivel lingüístico porque, al fin y al cabo, en
la obra se representan escenas de la vida cotidiana de la gente de la época. Este tipo de
lenguaje, al fulminarse con multitud de frases cortas y concisas, además de sus continuas
metáforas y comparaciones, aporta al conflicto la estrategia necesaria para poder expresar lo
que en esa época estaba casi censurado. Es claro el conflicto entre madre e hijas que viven en
un mundo cerrado. “Esto tiene no ataros más cortas” “Tú no tienes derecho más que a
obedecer” (les dice la madre a sus hijas) Maestría del poeta también es la naturalidad y fluidez
con que se producen la entrada y salida de los personajes unido a la simbología empleada
(agua, blanco-negro, el color verde, el bastón…).
Nada. (Prosa)
Carmen Laforet. Obra que se encuadra en la Novela existencial de los años 40 (segunda mitad
del S.XX)
Esta novela refleja el estancamiento y la pobreza en la que se encontraba la España de la
posguerra. La escritora supo transmitir con esta obra, escrita con un estilo literario que supuso
una renovación en la prosa de la época, la lenta desaparición de la pequeña burguesía tras la
Guerra Civil. La novela existencial de los años 40 se centra en temas referidos a la miseria y
sordidez de la vida cotidiana, la frustración y la angustia personal, la inadaptación social, la
soledad y la muerte.
Sus personajes son desarraigados, desorientados o marginados y la autora utiliza en ocasiones
el empleo de elementos de la literatura fantástica para describir situaciones o personajes: “el
rostro del tío Juan se le antoja una calavera”, “el cuarto de baño le parecía una casa de brujas”
La casa de Aribau, que un día fue un hogar normal y feliz y que hoy ha sido reducida a la mitad
(han vendido parte del piso), y está atestada de muebles astillados, de chinches escondidas en
el mugriento empapelado, de miseria y violencia, es un preciso y escalofriante retrato de la
España de posguerra. Esos dos hermanos varones que se aman y se odian, que se intentan
matar y se lloran el uno al otro, que guardan un pasado de traiciones y denuncias, son un
evidente trasunto (imitación exacta) de la locura fratricida del 36.
Así las técnicas narrativas que encontramos son de la novela realista tradicional. Carmen
Laforet trata en primera persona de hacer un retrato de la vida sórdida y monótona de los
años de posguerra en Barcelona a través de las experiencias de su protagonista.
En cuanto al título Nada, nada le ha sucedido a Andrea físicamente en un año, pero
emocionalmente ha cambiado mucho, nada ha cambiado la cara de Andrea, pero sí su modo
de pensar y reaccionar
Las Rimas de BÉCQUER (Poesía)
Las Rimas de Bécquer representan el prototipo de poesía romántica propia de la
primera parte del siglo XIX donde los aires liberales propios de la época tras la muerte
de Fernando VII hacen que la literatura se convierta en una exaltación de la intimidad.
Una intimidad impregnada de melancolía, tristeza, angustia y de rebelión y huida tanto en los contenidos como en los aspectos formales- ya que el yo del poeta choca
con el mundo mercantilista burgués donde no se siente cómodo. Los escritores
románticos se convierten, por tanto, en trasmisores de libertad y de creación.
En los aspectos temáticos se puede encontrar ese ideal, siempre inalcanzable,
frustrante y apasionado, de las inquietudes personales del poeta: el amor, con
reminiscencias platónicas, se nos presenta como aspiración ideal e inconseguible y
fuerza que desborda ( “por una mirada, un mundo…”; tú eres el huracán y yo la alta
torre” ). La poesía se concibe como vehículo de emoción, belleza y sentimiento (
“podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía”, “mientras exista una mujer
hermosa, habrá poesía”). Finalmente, las preocupaciones religiosas y la muerte
condensan las más íntimas angustias existenciales del autor llenas de dolor y desgarro
( “ Dios mío, que solos se quedan los muertos”, “donde habite el olvido”).
En lo formal, también se encuentra la rebeldía , la ruptura y el poder creador del yo del
autor propios del Romanticismo. Así , se tiende a estructuras sencillas en las que no se
tiene mucho en cuenta los formalismos métricos de estrofas, medida y rima. Es
frecuente encontrar poemas que no responden a ninguna estrofa, con disparidad en la
medida de los versos y con tendencia a la asonancia en las rimas. El léxico sencillo,
cargado de connotaciones que invitan a la melancolía y al tedio , la sintaxis sencilla, los
poemas cortos, y los difuminados recursos estilísticos hacen que los aspectos
formales pasen a un segundo plano en el que brilla ese contenido que sale de lo más
profundo del yo del poeta.
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