RECLAMACIÓN No: REF. RECURSO DE REVISIÓN: 221/2016. TERCERO INTERESADO: NINO COLMAN HOYOS HENAO. CC. MAGISTRADOS DEL DÉCIMO SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. P R E S E N T E: El suscrito, José Antonio Guevara Bermúdez, en mi carácter de representante legal del tercero interesado, NINO COLMAN HOYOS HENAO, personalidad con que me ostento dentro del Juicio de Garantías y Recurso de Revisión que derivo en el presente recurso; señalando como domicilio para oír y recibir todo tipo de notificaciones y documentos, el inmueble ubicado en calle Tehuantepec número 142, colonia Roma Sur, código postal 06760, delegación Cuauhtémoc, en esta Ciudad de México, y autorizando para oír y recibir notificaciones a Nancy Jocelyn López Pérez, Natalia Pérez Cordero, Carla Sofía Loyo Martínez, Federico Manuel Rodríguez Paniagua, Nayomi Aoyama González y Mariana Teresa Peguero Moreno, indistintamente; ante Ustedes, con el debido respeto comparezco para exponer lo siguiente: Que por medio del presente escrito y con fundamento en lo establecido en los artículos 80, 104, 105 y demás conducentes y aplicables de la Ley de Amparo, vengo a expresar los agravios que causa a esta quejosa la determinación del C. Presidente de ese H. Tribunal Colegiado de fecha 9 de agosto del año en curso, notificada por listas de publicación del día 15 de agosto siguiente y dictada dentro del Recurso de Revisión 221/2016, mediante el cual estableció desechar dicho recurso por estimarlo notoriamente improcedente bajo el argumento de que el suscrito únicamente estaba autorizado para oír y recibir notificaciones dentro del juicio de amparo de origen debido a que la cédula profesional que me acredita como licenciado en derecho no fue registrada en el Sistema Computarizado para el Registro Único de Profesionales del Derecho, ante los Tribunales Colegiados de Circuito y los Juzgados de Distrito, como más adelante se expone. 2 I. AGRAVIO ÚNICO.- Causa agravio al tercero interesado el auto de fecha 9 de agosto del presente año, toda vez que mediante éste el Magistrado Presidente de ese H. Tribunal Colegiado determinó desechar el recurso de revisión 221/2016 por considerarlo notoriamente improcedente en razón de no tener registrada mi cédula profesional en el Sistema Computarizado para el Registro Único de Profesionales del Derecho, ante los Tribunales de Circuito y Juzgados de Distrito, es decir, no se satisfizo una formalidad extra procesal que, en todo caso, podría ser perfectamente subsanable para respetar el derecho a la tutela efectiva, no dejar en estado de indefensión a esta parte tercera interesada y sin posibilidad de interponer un recurso legal efectivo que permita revisar la sentencia de amparo impugnada. Al respecto debemos decir en primer lugar, que el Magistrado resolutor no tomó en cuenta que el tercero interesado solicitó mediante escrito presentado ante el juzgado de distrito de origen que se autorizara como sus representantes legales, en términos del artículo 12 de la Ley de Amparo, a las personas que señalaba dentro del mismo (entre las que se encuentra el suscrito), y que ante dicha solicitud expresa fue el propio juez de distrito quien acordó tenernos a estas personas sólo para oír y recibir notificaciones, sin haber advertido o requerido que, para que se nos reconociera como sus representantes legales en los términos más amplios de dicho numeral, era necesario satisfacer previamente lo establecido en el artículo 184 del Acuerdo General 24/2005 del Pleno de Consejo de la Judicatura Federal 24/2005, que reglamenta el registro de cédulas profesionales dentro del Sistema Computarizado para el Registro Único de Profesionales del Derecho, de los Tribunales de Circuito y Juzgados de Distrito. No obstante, atendiendo al primer párrafo del artículo 12 de la Ley de Amparo, es claro que la ley faculta al quejoso o tercero interesado para designar a un autorizado o representante cuyas atribuciones son las de realizar cualquier acto en defensa de los intereses de su autorizante, como lo es la interposición de recursos y que dicho numeral únicamente exige para que surta sus efectos legales la manifestación expresa del autorizante en ese sentido, sin mayores condiciones, excepto en las materias civil, mercantil y administrativa, en cuyo caso el autorizado debe acreditar que está legalmente facultado para ejercer la profesión de abogado. Es así como el hoy tercero interesado, atendiendo al precepto en comento, expresó claramente su voluntad para designar como sus representantes legales dentro del sumario constitucional 3 a las personas ahí nombradas, entre las que se encuentra el suscrito. En consecuencia, el juez de amparo debió tenernos por autorizadas a las personas ahí señaladas, o cuando menos a la licenciada Natalia Pérez Cordero y el licenciado Federico Manuel Rodríguez Paniagua, así como al suscrito por haber proporcionado los datos correspondientes de sus cédulas profesionales. No obstante, el juzgador no previno o requirió que se proporcionara mayores datos relacionados con la autorización para ejercer dicha profesión, por lo que el mero nombramiento y señalamiento de los números de cédula correspondientes debió ser suficiente para tenernos por autorizados en esos términos pues en todo caso, si consideraba que la información no era suficiente pata tales efectos, debió requerir al tercero interesado para que la proporcionara o satisficiera cualquier otra condición, no obstante que existen medios alternativos para que el órgano jurisdiccional pueda corroborar si una persona cuenta con cédula profesional para ejercer alguna profesión carrera técnica y si está inscrita en el Registro Nacional de Profesionistas, de la Secretaría de Educación Pública1 o en su caso, hacer un requerimiento directo a la persona designada para que se constituya ante el juzgado de origen y exhiba la documentación necesaria que acredite tales extremos. Además, es importante mencionar que aun cuando el juez de amparo no nos haya reconocido expresamente el carácter de representantes legales del promovente al momento de recaer un acuerdo a la solicitud que hizo éste, nuestra legitimación deviene únicamente de la voluntad del tercero interesado y no del reconocimiento por parte del juzgador de amparo en virtud de que se ha cumplido con los extremos del artículo 12 de la ley de la materia. Interpretar lo contrario significaría desconocer el texto expreso del citado artículo, contrariar la voluntad del tercero interesado expresada al resguardo de dicha norma, mermar sus posibilidades de defensa ante un acto de tanta trascendencia como lo es la impugnación de una sentencia definitiva y consentir que una irregularidad sólo atribuible al juez redunde en perjuicio de los derechos del agraviado. En este sentido, si se toma en cuenta que la personería de todo promovente constituye un presupuesto procesal de análisis oficioso por parte de los tribunales de amparo, y se observa que al hacerlo así el Presidente de ese H. Tribunal Colegiado dio cuenta de la existencia de una incongruencia entre lo que pidió el tercero interesado para que se reconociera como sus representantes legales a las personas que señaló en su escrito de 31 de marzo del año en curso, y los términos en que el juzgado de garantías reconoció a dichas personas (autorizados únicamente para oír y recibir notificaciones) sin advertir al interesado que para que se les tuviera por reconocido el carácter que pretendía el promovente, era necesario que los 1 Véase http://www.cedulaprofesional.sep.gob.mx/cedula/indexAvanzada.action 4 autorizados realizáramos el registro de nuestras cédulas profesionales que nos acreditaran como licenciados en derecho en el Registro Único de Profesionales del Derecho ante los tribunales de Circuito y juzgados de Distrito, o cualquier otra condición relacionada. En este sentido, la omisión de requerir o prevenir al tercero interesado para que atendiera a dicha situación, es una irregularidad atribuible únicamente al órgano judicial que conoció del juicio de garantías, no obstante, ese Tribunal Colegiado cuenta con las facultades suficientes para subsanar aquella irregularidad que, además, no podría considerarse como una formalidad tal que de no cumplirse, deba impedir a las partes ejercer los derechos de defensa y tutela judicial efectiva que les asiste como máximas constitucionales. Por el contrario, si ese Tribunal Colegiado da cuenta de la existencia de una irregularidad en la acreditación de la personería de esta tercera interesada, en pleno respeto a los principios y garantías de tutela judicial, defensa, recurso efectivo y economía procesal, podía requerir o prevenir a esta parte para que en su caso, acreditemos tener reconocidas ante las autoridades competentes las facultades para poder ejercer la profesión de licenciados en derecho que es el único requisito que exige el artículo 12 de la Ley de Amparo. Ahora, si bien es cierto que los artículos 183 y 184 del Acuerdo General 24/2005 del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, determinan cuáles son los requisitos y procedimientos para que un profesional del derecho que va a actuar dentro de un procedimiento federal pueda registrarse ante el Sistema Computarizado para el Registro Único de Profesionales del Derecho, ante los Tribunales de Circuito y Juzgados de Distrito, también es verdad que estas disposiciones son jerárquicamente inferiores a la Ley de Amparo y que en todo caso estarían exigiendo el cumplimiento de mayores requisitos que no prevé el referido artículo 12 de la Ley de Amparo. Más aún, la fracción VIII del propio artículo 184 de aquel Acuerdo General estipula que de ninguna manera el procedimiento de registro puede menoscabar el derecho de los litigantes para ser autorizados en los términos de las leyes aplicables que en este caso, es el artículo 12 de la Ley de Amparo. Por esta razón, el registro de una cédula profesional en el sistema computarizado en cuestión, no debe ser considerada una formalidad rigorista e interpretada de tal forma que de no realizarse, impediría que las partes no pudieran ejercer los derechos de representación legal que establece el multicitado artículo 12 de la ley de la materia y con ello, los derechos de defensa, tutela judicial efectiva y recurso judicial efectivo que se encuentran previstos en los artículos 14 y 17 de la Constitución Federal, 8, apartado 1 y 25, apartado 1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. 5 Estimar lo contrario sería tanto como anteponer un registro esencialmente formalista a la regla general que prevé el numeral 12 de la Ley de Amparo para tener por reconocida la actuación de un representante legal y, peor aún, supeditar un requisito de mera formalidad frente al derecho de acceso a la justicia, de defensa y a un recurso efectivo a que tienen derecho las partes procesales en el juicio de garantías. Bajo estos argumentos, la determinación de desechar de plano el recurso de revisión interpuesto por el suscrito, va en contra de la Jurisprudencia de rubro “RECURSO DE QUEJA CONTRA EL AUTO QUE TIENE POR NO PRESENTADA LA DEMANDA DE AMPARO POR NO HABERSE DESAHOGADO UN REQUERIMIENTO PARA SU ACLARACIÓN. DEBE DECLARARSE FUNDADO, SI DICHA SANCIÓN PROCESAL TIENE COMO PRESUPUESTO UNA PREVENCIÓN INJUSTIFICADA, CONTRARIA AL DERECHO HUMANO DE TUTELA JUDICIAL EFECTIVA”, la cual fue publicada el día 01 de julio de 2016 y, en consecuencia de aplicación obligatoria a partir del lunes 04 de julio de 2016, jurisprudencia que a la letra señala que: RECURSO DE QUEJA CONTRA EL AUTO QUE TIENE POR NO PRESENTADA LA DEMANDA DE AMPARO POR NO HABERSE DESAHOGADO UN REQUERIMIENTO PARA SU ACLARACIÓN. DEBE DECLARARSE FUNDADO, SI DICHA SANCIÓN PROCESAL TIENE COMO PRESUPUESTO UNA PREVENCIÓN INJUSTIFICADA, CONTRARIA AL DERECHO HUMANO DE TUTELA JUDICIAL EFECTIVA. El artículo 114 de la Ley de Amparo establece que el órgano jurisdiccional mandará requerir al promovente que aclare su demanda, señalando con precisión en el auto relativo las deficiencias, irregularidades u omisiones que deban corregirse, cuando: I. Hubiere alguna irregularidad en el escrito de demanda; II. Se hubiere omitido alguno de los requisitos que establece el artículo 108 de la ley de la materia; III. No se hubiere acompañado, en su caso, el documento que acredite la personalidad o éste resulte insuficiente; IV. No se hubiere expresado con precisión el acto reclamado; y, V. No se hubieren exhibido las copias necesarias de la demanda. En caso de que no se subsanen las irregularidades detectadas por el juzgador dentro del plazo de cinco días, la sanción procesal que dicho numeral prevé es que se tenga por no presentada la demanda. Por otra parte, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, establece que el derecho humano a la tutela judicial efectiva, en su vertiente de recurso efectivo, consagrado en los artículos 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 8, numeral 1 y 25, numeral 1, de la Convención 6 Americana sobre Derechos Humanos, implica la obligación para los tribunales de resolver los conflictos que se les plantean sin obstáculos o dilaciones innecesarias y evitando formalismos o interpretaciones no razonables que impidan o dificulten el enjuiciamiento de fondo y la auténtica tutela judicial, por lo que los órganos encargados de administrar justicia, al interpretar los requisitos y las formalidades procesales legalmente previstos, deben tener presente la ratio de la norma para evitar que los meros formalismos impidan un enjuiciamiento de fondo del asunto. Bajo ese parámetro, si el Juez de Distrito requiere al quejoso para que enmiende su escrito inicial, bajo apreciaciones injustificadas, solicitándole que precise, entre otras cuestiones, el acto reclamado y la autoridad responsable, no obstante que dichos datos eran claros desde un inicio, el recurso de queja que se interponga contra el auto que tenga por no presentada la demanda por no haberse desahogado tal requerimiento para su aclaración, debe declararse fundado, pues la sanción procesal que se impugna tiene como presupuesto una prevención injustificada, de suyo, contraria al mencionado derecho humano de tutela judicial efectiva que, como se dijo, pugna por evitar formalismos e interpretaciones innecesarias y ociosas.2 Por lo tanto, lo conducente era que se emitiera una prevención para que el suscrito realizará el trámite de registro de mi cédula profesional ante el Sistema Computarizado para el Registro Único de Profesionales del Derecho o, en su caso, acudir directamente con el Tercero Interesado a fin de que éste ratificará el Recurso de Revisión interpuesto; actuar en sentido contrario va en detrimento del derecho a la tutela judicial efectiva, máxime cuando están en juego el reconocimiento de derechos humanos de máxima trascendencia como lo es, el derecho a la integridad personal y acceso a la justicia del Tercero Interesado. Al mismo tiempo, se deberá tener en cuenta la siguiente tesis judicial que estima que se deben evitar formalismos que impidan el estudio de fondo del asunto y, por lo tanto, nieguen el derecho humano a la tutela judicial efectiva y al recurso judicial efectivo, de acuerdo con lo establecido en el artículo 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos: TUTELA JUDICIAL EFECTIVA. LOS ÓRGANOS ENCARGADOS DE ADMINISTRAR JUSTICIA, AL INTERPRETAR LOS REQUISITOS Y LAS 2 Décima Época; Registro: 2012008; Tribunales Colegiados de Circuito; Tipo de Tesis: Jurisprudencia; Semanario Judicial de la Federación; Publicación: viernes 01 de julio de 2016 10:05 h; Materia(s): (Común); Tesis: II.1o. J/3 (10a.). Esta tesis se publicó el viernes 01 de julio de 2016 a las 10:05 horas en el Semanario Judicial de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 04 de julio de 2016, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013. 7 FORMALIDADES ESTABLECIDOS EN LA LEY PARA LA ADMISIBILIDAD Y PROCEDENCIA DE LOS JUICIOS, DEBEN TENER PRESENTE LA RATIO DE LA NORMA PARA EVITAR FORMALISMOS QUE IMPIDAN UN ENJUICIAMIENTO DE FONDO DEL ASUNTO. La tutela judicial efectiva, consagrada como derecho humano en los artículos 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 8, numeral 1 y 25, numeral 1, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en su vertiente de recurso efectivo, implica la obligación para los tribunales de resolver los conflictos que se les plantean sin obstáculos o dilaciones innecesarias y evitando formalismos o interpretaciones no razonables que impidan o dificulten el enjuiciamiento de fondo y la auténtica tutela judicial, por lo que los órganos encargados de administrar justicia, al interpretar los requisitos y las formalidades procesales legalmente previstos, deben tener presente la ratio de la norma para evitar que los meros formalismos impidan un enjuiciamiento de fondo del asunto. Por tanto, los requisitos para admitir los juicios, incidentes en ellos permitidos, o recursos intentados, establecidos por el legislador, son de interpretación estricta para no limitar el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva, haciendo posible, en lo esencial, el ejercicio de dicho derecho, por lo que debe buscarse, con apoyo en los principios pro homine e in dubio pro actione, la interpretación más favorable al ejercicio de ese derecho humano, sin soslayarse los presupuestos esenciales de admisibilidad y procedencia de los juicios, incidentes en éstos permitidos o recursos intentados. En consecuencia, solicitamos se desatienda el desechamiento del recurso de revisión interpuesto en aras de garantizar el derecho a la tutela judicial efectivo del Tercero Interesado de acuerdo con los artículos 1 y 17 de la Constitución Federal y de los artículos 8.1 y 25.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos Por todo lo antes expuesto, fundado y motivado, a ustedes, CC. MAGISTRADOS, respetuosamente pido: PRIMERO.- Tenerme por presentado en los términos de este escrito interponiendo el recurso de reclamación en contra del auto de fecha 9 de agosto del año en curso, dictado dentro del recurso de revisión 221/2016. SEGUNDO.- Tenerme por expresado el agravio que causa a esta tercera interesada, la determinación contenida en del auto que se impugna, el cual solicito sea tomado en consideración por ese H. Tribunal Colegiado al momento de resolver el presente recurso. 8 TERCERO.- Tener por autorizadas a las personas que se señalan en el cuerpo de este escrito para los efectos legales invocados. CUARTO.- Por ser procedente, se modifique del auto desechatorio de fecha 9 de agosto del año en curso, y en su lugar se admita el recurso de revisión promovido por esta tercera interesada. Atentamente, José Antonio Guevara Bermúdez México, Ciudad de México, a 18 de agosto de 2016.