Homenaje a Daniel Alcides Carrión en el Día de la Medicina Peruana

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Hospital Hermilio Valdizán
Homenaje a Daniel Alcides Carrión en
el Día de la Medicina Peruana
“Carrión vive en la memoria y en
los corazones de los médicos y
estudiantes de medicina de
nuestro país. Es que su noble
acción ha servido de ejemplo a
generaciones de doctores que
buscan día a día fortalecer el
primer nivel de atención en el
Perú y asegurar la prevención de
enfermedades en el territorio
nacional”, así lo señaló el médico
residente Dr. Elmer Velásquez
Molina.
Profesionales Médicos celebraron
en el HHV, “Día de la Medicina Peruana”
Se trató de su discurso de orden
en el que destacó la figura del mártir de la Medicina Peruana, Daniel Alcides Carrión y
la conmemoración del 126 aniversario de la inmolación del héroe nacional.
A su turno, el presidente del Cuerpo Médico del HHV y jefe del Departamento de la
Salud Mental en la Familia, Dr. Lizardo Rodríguez Villacres, señaló que “el ejercicio de
la profesión tiene grandes satisfacciones, como cuando se participa en los avances de
la tecnología médica, o en la ejecución de medidas
acertadas que cierran paso a que una epidemia
avance, todo eso se puede reducir a la satisfacción de
un simple gracias”, expresó notablemente emocionado.
La ceremonia realizada en el Auditorio del HHV, estuvo
presidida por la Dra. Amelia Arias Albino, en
representación del Director del Hospital, Dr. Rafael
Navarro Cueva, asistieron integrantes del cuerpo
médico, jefes de Departamentos y personal
administrativo del HHV.
Previamente, en horas de la mañana la Dra. Amelia
Arias asistió al Ministerio de Salud, en representación
del Director General del HHV. Se trató de la tradicional
ceremonia de izamiento del Pabellón Nacional.
MARTIR DE LA MEDICINA
Daniel Alcides Carrión García (Cerro de Pasco, Perú, 13
de agosto de 1857 - Lima 5 de octubre de 1885) es
considerado mártir de la medicina latinoamericana
por su sacrificio al infectarse de la bacteria Bartonella
bacilliformis y contraer la ahora conocida como
enfermedad de Carrión o verruga peruana, a modo de
estudiar su desarrollo y evolución en el infectado.
Hijo del médico y abogado Baltasar Carrión de Torres
y de Dolores García Navarro.
Durante sus estudios médicos, sintió honda inquietud por conocer dos enfermedades
características de algunos valles centrales peruanos: una de ellas, conocida con el nombre
de “Fiebre de la Oroya”, caracterizada por fiebre y anemia progresiva que, pese al
tratamiento que se efectuaba en esa época, tenía una letalidad cercana al 100%.
El otro proceso llamado “Verruga peruana”, tenía igual distribución geográfica, pero de
evolución benigna; con la súbita aparición de nódulos cutáneos y escasos síntomas
generales. Hasta entonces se consideraba que ambos cuadros tenían diferente etiología.
Llevado por su espíritu de investigación, no vaciló en inocularse sangre macerada de una
tumoración Verrucosa del enfermo Carmen Paredes, internado en la Sala de las Mercedes
del Hospital Dos de Mayo de Lima, así el 27 de agosto de 1885 solicitó al Doctor Evaristo
M. Chávez que le hiciera la inoculación.
A los veintiún días sintió los primeros síntomas de la Fiebre de la Oroya, que continuó con
su evolución característica, ante la angustia de sus profesores y amigos. Carrión escribió
personalmente su historia clínica hasta el 26 de septiembre, en que agobiado por la fiebre
y por la anemia, entró en delirio quedando, a su solicitud, sus compañeros de seguir el
trascendente documento clínico que en forma heroica había iniciado aquél.
Daniel Alcides Carrión, en estado de agonía, fue trasladado a la Maison de Santé, el 4 de
octubre y falleció al día siguiente, era el 5 de octubre de 1885, habiendo transcurrido
cuarenta días desde la inoculación. Sus últimas palabras fueron: -C´est fini: esto se acabó-.
Antes de las mismas alcanzó expresar el deseo de que los estudios siguieran adelante,
consciente de haber contribuido al mejor conocimiento de la dolencia que hoy lleva su
nombre:
"Aún no he muerto...amigo mío; ahora les toca a ustedes terminar la obra comenzada,
siguiendo el camino que les he trazado.
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