Presentación - Clío - Organo de la Academia Dominicana de la

Anuncio
Presentación
Presentación
Emilio Cordero Michel1
Este Clío, no. 183, que se lanza al público sin tardanzas,
contiene trabajos con diversos temas históricos de los siglos
XVI al XX.
El primero, Fray Antonio de Montesino: “Ego vox clamantis
in deserto”. Historia de un silencio en La Española, 1511, del
Académico de Número Lic. Raymundo Manuel González de
Peña, es una conferencia que, en ocasión de la conmemoración
de los 500 años del famoso Sermón de Adviento del sacerdote
de la Orden de Santo Domingo, pronunció en el salón de actos
de la Academia la noche del miércoles 9 de noviembre del
pasado año 2011.
El autor plantea que, en “la perversa sociedad” del Santo
Domingo colonial de inicios del siglo XVI, la vida del taíno era
despreciada y abusada con el cruel trabajo que le imponía la
Encomienda, situación que era ocultada por los demás grupos
religiosos en contradicción con lo establecido en el Evangelio.
Los padres dominicos tomaron conciencia de esa inhumana
explotación del hombre por el hombre y, con sus sermones
y lucha en defensa de los aborígenes, rompieron el culpable
silencio que ocultaba el rápido y nada cristiano exterminio de
1. Miembro de Número de la Academia Dominicana de la Historia y editor
de esta revista.
7
CLÍO 183
la pacifica sociedad taína, dando nacimiento al Derecho de
Gentes y actuales Derechos Humanos.
El segundo, Rafael María Baralt. Su vida, obras y servicios
prestados a la República Dominicana, del Miembro de Número
Amadeo Julián, es un ensayo sobre este ilustre emigrado
venezolano que residió en Santo Domingo desde los inicios del
período de la España Boba y regresó a su patria en 1821, antes
de que el Lic. José Núñez de Cáceres diera el golpe de Estado
que culminó en el corto período del Estado Independiente de
Haití Español.
Su importancia en el papel que le tocó desempañar en el
proceso histórico dominicano, consistió en que representó al
país ante el Gobierno Español y fue el inspirador del Tratado
de reconocimiento de la Republica Dominicana que firmó, con
el ministro de Estado español Claudio Antón de Luzuriaga, el
18 de febrero de 1855.
También desempeñó un destacado rol en la oposición que le
hizo el Gobierno Dominicano a la llamada Matrícula del cónsul
español Antonio María Segovia, en la interpretación del Art. 7º
de dicho Tratado, artilugio para proteger a los baecistas de las
persecuciones del presiente Santana y lograr su derribamiento
y sustitución por Buenaventura Báez. Además, con la donación
de sus libros se pudo crear la primera Biblioteca Pública de
Santo Domingo.
El tercero, Geopolítica y armamentos en la Guerra
Restauradora, fue el discurso de ingreso que, como Miembro
de Número de la Academia, pronunció el Lic. Edwin Espinal
Hernández, en la noche del 18 de abril de este año 2012. El
autor, después de analizar las características de la táctica de la
guerra de guerrillas utilizada por los restauradores, basada en
8
Presentación
los famosos 10 principios para combatir a España del Gobierno
Provisional Restaurador, de septiembre de 1863, redactadas
por Matías Ramón Mella, plantea algo realmente nuevo,
tan discutible que pienso que amerita una seria discusión al
respecto, de que fue el fusil y no el machete fue “el arma que
determinó el triunfo dominicano y que la glorificación que
hacen de él ciertos autores, se atiene mas a su condición de
instrumento indispensable de las masas rurales protagonistas
claves de la guerra”.
El cuarto, fue el discurso de recepción al de ingreso del
Miembro de Número Edwin Espinal Hernández, pronunciado
por el también Miembro de Número Lic. Adriano Miguel
Tejada, quien resaltó las tres hipótesis planteadas por éste: la
escasa ayuda en armamentos ofrecida por los Estados Unidos a
los restauradores; el limitado papel del machete como arma en
la Guerra de la Restauración; y el decisivo efecto del clima y
las enfermedades en las cuantiosas bajas del Ejército Español.
Además, aseveró apoyando la tesis del Lic. Espinal que por
el empleo de la táctica guerrillera fue el fusil, y no el machete
el arma usada en los ataques a los soldados anexionistas
causándoles “(…) daño más psicológico que real (…)”.
Para demostrarlo ofreció, basándose en las cifras dadas por
el último comandante del Ejército Español, el derrotado general
José de la Gándara, 10,888 bajas españolas, de las cuales
solamente 486 correspondían a muertos y 1,389 a heridos;
un número muy reducido y sin la debida crítica histórica por
provenir de un enemigo vencido, inferiores en algo más de la
mitad de las verdaderas, como ha sido demostrado por el Dr.
Luis Álvarez López en sus trabajos sobre La Restauración y
el autor de esta Presentación.
9
CLÍO 183
El quinto, La Guerra de la Restauración desde las filas
españolas, 1863-1865, del historiador y profesor universitario
venezolano Dr. Francisco Febres-Cordero Carrillo, forma
parte de la tesis doctoral en Historia que presentó en la
Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, en el
año 2008. Fundamentado en documentos españoles inéditos
y poco conocidos navales y militares del Archivo General de
la Marina Álvaro de Bazón que se encuentran microfilmados
en el Centro de Investigaciones de dicha Universidad, el autor
ofrece algunas novedades, siendo las más notables:
A). El fracaso militar de la Expedición de Monte Cristi
comandada por el general José de la Gándara, que en las
crónicas españolas figuró como la acción más notable y a la que
mayor publicidad se le dio, a pesar de que las tropas españolas
no pudieron avanzar hacia Santiago para aplastar al Gobierno
Restaurador como era su propósito por el permanente acoso
guerrillero de los dominicanos; y
B). Ante la imposibilidad de marchar hacia la sede del
Gobierno Restaurador, el general De la Gándara adoptó “una
política de quietismo y espera”, lo que provocó hambrunas y
enfermedades a sus tropas y, en consecuencia, grandes bajas.
Esta situación, que ocurría en casi todo el territorio nacional
con la concentración de las tropas anexionistas en Santo
Domingo, Puerto Plata Monte Cristi y Samaná, causó enormes
gastos y desprestigio a la corona, forzando a la reina Isabel
II a firmar el decreto que derogó la Anexión y ordenar a sus
tropas el abandono de República Dominicana. Había triunfado
el pueblo dominicano que, con su patriótica y desigual lucha,
“galvanizó su sentimiento nacional”, según feliz opinión de
Pedro Henríquez Ureña.
10
Presentación
El sexto y último, Participación política del clero
dominicano (siglos XIX y XX), del Miembro de Número Dr.
José Luis Sáez Ramo, es un interesante ensayo en el que su
autor hace una relación cronológica por período histórico
del papel desempeñado por la Iglesia Católica en la política
nacional. Después de una introducción del papel del clero en la
colonia, arranca del inicio de la República cuando hubo 7 curas
como diputados en la Asamblea Constituyente de San Cristóbal
en 1844 y, luego, dos arzobispos desempeñando la primera
magistratura del Estado (Fernando Arturo de Meriño, 18801882 y Adolfo Alejandro Nouel, 1912-1913, y el canónigo
Eliseo Pérez Sánchez miembro de los dos Consejos de Estado
(1962 y 1962-1963).
Pero fue durante la larga y sangrienta tiranía de Trujillo
cuando el clero se destacó con miembros en el Congreso,
las Secretaría de Estado, Cuerpo Diplomático, centros de
enseñanza y Universidad, organismos estatales y fuerzas
castrenses, desempeñando importantes funciones y, sobre
todo, apoyando en todos sus aspectos al régimen. En efecto,
la Iglesia Católica, además de las miles de misas por la salud
de Trujillo, puso a su disposición la poderosa influencia
que tenía sobre la población desde el púlpito, los medios de
comunicación y la educación para psicológica y espiritualmente
someterla a la sumisión a la tiranía. La situación varió a partir
de la Carta Pastoral de 1960, pero hasta hoy día el clero ha
continuado participando activamente en la política nacional y
en la educación.
A continuación, la sección Noticias de la Academia;
luego dos Reseñas de Libros: la del Miembro de Número Lic.
Raymundo Manuel González de Peña a la obra de la fallecida
11
CLÍO 183
Académica Supernumeraria Licda. María Ugarte España,
Fortificaciones coloniales de Santo Domingo. Contribución
a su estudio; y la del Dr. Frank Moya Pons al libro de Naya
Despradel, Pilar y Jean: Investigación de dos muertes en la
Era de Trujillo.
Finalmente, las clásicas secciones Últimas publicaciones
de historia dominicana, enero-junio de 2012; Directorio de la
Academia y Publicaciones de la Academia.
12
Descargar