EL DESCUBRIMIENTO DEL MAR DEL SUR

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EL DESCUBRIMIENTO DEL MAR DEL SUR
Oleo del pintor panameño Roberto Lewis . el cual decora el
Salon Amarillo del Palacio Presidencial.
"Cuando el agua habia llegado a sus rodillas se le vio levantar la espada y se le oyó, desafiando el rumor del mar, gritar a voz en cuello, mientras agitaba el pendón, que tenia de
lun ado el escudo de Castilla y de León, y del otro, la imagen
de la Virgen y el Niño Jesús" .
Octavio Méndez Pereira.
SEPTIEMBRE DE 1944 - N° 40
ORGANO DE LA LOTERIA NACIONAL DE BENEFICENCIA
A Ud. le interesa saber:
o
Que con la gran demanda de billetes es conveniente que no espere el sábado para lacompra de sus billetes, porque corre el
peligro de no encontrar su número.
2
Que es conveniente, siempre que Ud . compre
billetes, tomar nota del número de los folios correspondientes, pues si se le extravía, Ud. no puede presentar denuncios,
etc., sin este importante detalle.
3
Que es conveniente, coleccionar esta revista,
histó- pues se seguirán publicando vistas
ricas del Panamá de hace 50 años y del
Panamá de nuestros días.
®
0
La
ERIA
ORGANO DE LA LOTERIA NACIONAL DE BENEFICENCIA
DIRECTOR . JOSE GUILLERMO BA'T'ALLA
REDACTOR JEFE : JUAN ANTONIO SUSTO
SUMARIO
Portada :
El descubrimiento del Mar del Sur, cuadro de Roberto Lewis .
Páginas
2
Gerencia y Junta Directiva
Notas Editoriales:
3
Una fecha luctuosa
4
Nuestros propósitos
4
Recomendaciones a las billeteras
6
Presidentes de Panamá (Doctor Ciro Luis Urriola)
7
Gabinetes de la República, por E . J . Castillero y J . A . Susto
8
Núñez de Balboa, por Octavio Méndez Pereira
12
Aviso de la Lotería
13
Números favorecidos por la suerte de Enero a Agosto de 1944 14
Recuerdos bohemios, por Narciso Garay
16-17
AYER y HOY
18
Nicolle Garay, por Octavio Fábrega
20
Guerra al chance clandestino Página Poética:
21
Romance de Septiembre, Gema Endara Peñaherrera
21
Las lavanderas, por José María Guardia
22
Anayansi, por José Guillermo Batalla 24
Los Bachilleres del Colegio de La Salle, por Juan Antonio Susto 27
El Cerro Petengue, por Alberto F . de Alba
28
Avisos : Caja de Seguro Social
29
Banco Nacional de Panamá
30
Cervecería Nacional S. A
31
Lotería Nacional de Beneficencia
32
Compañia Panameña de Fuerza y Luz A usted le interesa saber (21 página de la portada)
Editora La Estrella de Panamá (30 página de la portada)
Plan de sorteo extraordinario de la Lotería (última página de la portada)
Septiembre
1944
No 40
GERENTE:
Pedro Vidal Cedeño.
SUBGERENTE:
Rolando de la Guardia
TESORERO:
Carlos M. Arango
SECRETARIO:
José A . Sierra
LA JUNTA DIRECTIVA DE
LA LOTERIA NACIONAL
DE BENEFICENCIA
Presidente:
Juan A . Galindo
MINISTRO DE SALUBRIDAD Y OBRAS PUBLICAS
Vice Presidente:
Carmen E . de de la Guardia
PRESIDENTA DE LA CRUZ ROJA NACIONAL
Secretario:
José Antonio Sierra
DIRECTORES
Juan Antonio Guizado
COMANDANTE DEL CUERPO DE BOMBEROS
Padre : Domingo Soldatti
DIRECTOR DEL HOSPICIO DE HUERFANOS
Roberto Chiari
PRESIDENTE DE LA CAMARA DE COMERCIO
Eduardo de Alba
GERENTE DEL BANCO NACIONAL
Ing . Manuel F . Zárate
SUPERINTENDENTE DEL HOSPITAL SANTO TOMAS
CIUDAD DE PANAMA,
Q01
i
REPUBLICA DE PANAMA
Nn 40 — SEPTIEMBRE DE 1944
Notas Editoriales
UNA FECHA ]LUCTUOSA
El 28 de Agosto último se cumplió el segundo aniversario de la muerte del doctor Belisario Porras, fundador de esta importante institución oficial que tan inmensos beneficios le proporciona a la comunidad panameña, y, sin lugar a dudas, el
más connotado y combatido de nuestros hombres públicos.
Lejos de nuestro ánimo la intención de enaltecer por medio de estas líneas recordatorias de esa luctuosa fecha, la personalidad insigne de quien cruzó por el escenario de la vida nacional con majestad de sol, dejando como huellas de su paso
aristas luminosas que hacen veneranda e imperecedera su memoria . Esa tarea de
merecida justicia le está reservada a quienes con más autoridad y capacidad que
nosotros, suelen dedicarse a las disciplinas de la historia y al estudio y delineamiento de las figuras de mayor relieve en el escalafón de nuestra ciudadanía.
Y es ésta una labor que debe acometerse con inteligencia y desapasionadamente, porque así lo exigen las cualidades sobresalientes que adornaron en vida a este
gallardo caudillo que en la acción armada, desde la tribuna, en las arduas lides del
periodismo y como gobernante sólo tuvo dos grandes amores : el de la patria y el liberalismo.
La existencia del doctor Belisario Porras fue un ejemplo admirable de lo que
pueden un carácter a toda prueba y una voluntad movida siempre a impulsos de las
más nobles aspiraciones . De la lucha por el triunfo de su ideario hizo el más leal
y fervoroso culto, y tradujo en celo apasionado su constante afán por brindarle a la
República dones de bienestar y civilización . Su obra como propulsor infatigable
de las más valiosas realizaciones lo ha hecho acreedor a la gratitud de sus
.compa-tris Hombres hay que vienen a la vida con el sino fatal de la destrucción.
Otros nacen destinados a edificar. En el grupo de estos últimos formó el doctor
Belisario Porras, y honrosamente . De aquí el que se le haya tenido y se le siga
teniendo como el más emprendedor de nuestros mandatarios, y el que su nombre
se pronuncie con el respeto y la admiración que se les debe a los benefactores de . la
colectividad, a los que, como él, se han distinguido por sus grandes y diversos servicios a la República.
"Lotería" considera una obligación, en homenaje a esta fecha de duelo nacional, dejar constancia en su sección editorial de este número, del respetuoso recuerdo que le merece el caudillo a cuya inteligencia y patriotismo le debe la nación panameña muchas de sus más hermosas conquistas.
J . G . B.
GA LOTERIA
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NUESTROS PROPOSITOS
Es con la mayor complacencia como queremos agradecer en estas líneas editoriales los numerosos mensajes de felicitación llegados, tanto a la Dirección como
a la Redacción de esta revista, con motivo del impulso y mejoramiento que de cierto tiempo a la fecha ha estado recibiendo esta publicación.
Este hecho, a la vez que nos sirve de estímulo para redoblar nuestros esfuerzos
por hacer de "Lotería" una revista que corresponda en todo momento a las espectativas del público, nos alienta en nuestra aspiración de que cada una de sus ediciones lleve el sello típico que deseamos imprimirle y despierte el mayor interés posible en el seno de la comunidad.
Con esta finalidad en miras hemos procurado revestir a esta publicación, por
sobre toda otra tendencia, de un carácter exclusivamente nacional, sin que ello signifique, por supuesto, el más leve menosprecio por lo foráneo, que, cuando es bueno
y constructivo, tiene toda nuestra admiración . Para el buen éxito de nuestros planes contamos, por suerte, con un acervo histórico de valía en lo que se relaciona
con el desenvolvimiento de nuestra vida política y literaria, desde los viejos tiempos
de la colonia ; y de este acervo seguiremos poco a poco desenterrando cuanto valga
la pena de reproducirse y todo lo que pueda influir de modo benéfico en el enfoque
y desarrollo de nuestras conquistas del presente y el porvenir.
Fieles a tales propósitos, seguiremos, pues, en nuestra tarea de hacer de esta
revista una fuente de divulgación estrictamente autóctona, un modesto medio de exposición de todo lo que sea nuestro, de todo lo que es nativo, donde hay mucho y
bueno ; de todo, en fin, lo que pueda facilitar un mejor conocimiento de nuestra vida y progresos, y contribuir al enaltecimiento de nuestros valores intelectuales y
políticos de las pasadas y actuales generaciones .
J . G. B . y J . A . S.
Recomendaciones a las Billeteras
• A las billeteras les está estrictamente prohibido aumentar el precio de venta de los billetes de lotería, del sorteo
popular o de los 3 golpes.
• También les está estrictamente prohibido aprovechar
que un cliente solicite un número determinado, para vendérselo a condición de que les compre otro.
• Las billeteras deben ser amables con el público que es
quien sostiene esta Institución que tantos beneficios le presta al país.
• Las billeteras deben informarse en las Oficinas de la
Lotería de cualquier asunto que les interese respecto a la
marcha de la Institución y no guiarse por rumores callejeros sin ningún fundamento.
PAGINA 4
LA LOTERIA
PRESIDENTES DE PANAMA
DOCTOR CIRO LUIS URRIOLA
Primer Designado.
3 Junio 1918 .- 30 Septiembre de 1918.
A las diez de la mañana del día 3 de
Junio de 1918, el doctor Juan Lombardi,
Presidente de la Corte Suprema de Justicia dió posesión al doctor Ciro Luis Urriola,
como Primer Designado para ejercer el
Poder Ejecutivo, por haber fallecido ese
mismo día el Dr. Ramón Maximiliano Valdés, cuarto Presidente Constitucional de la
República . No mediaron discursos y el Dr.
Urriola dirigió al país la siguiente Alocución : "Conciudadanos : Me toca asumir,
en mi carácter de Primer Designado, la
suprema dirección de los destinos patrios,
momentos de honda tristeza para la Nación panameña, consternada por la súbita
desaparición de su Presidente Constitucional, el Dr . Ramón M . Valdés .
LA LOTERIA
El momento es de duelo para la República, no sólo por el elevado cargo oficial que
ostentaba el ilustre extinto, sino porque con
su desaparición pierde el país un ciudadano
eminente de reconocidas virtudes cívicas,
en cuya actuación pública puso siempre los
destellos de su ilustración y la marca de
su más acendrado patriotismo . Desaparece del escenario de la vida cuando aún no
había ejercido sino parte de sus altas funciones ejecutivas, sin haber desarrollado
todas las capacidades de su fecunda inteligencia y las dotes de hábil administrador
en beneficio de su país.
La solemnidad de la ocasión en que llego al Poder, me obliga a limitar mis declaraciones de ahora a deplorar el duelo
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5 9
que nos aflige ; a recomendar a mis conciudadanos veneración por la memoria de
quien ha descendido al sepulcro laborando por el bien común y a adelantar, sin
embargo, la promesa solemne de que pondré el mayor empeño y los recursos todos
de mi inteligencia en atender con intención patriótica, durante mi corto paso por
la Jefatura del Estado, los problemas de
gobierno, así administrativos como políticos, para resolver los cuales invoco vuestro
concurso generoso y desinteresado, que de
seguro me prestaréis en aras de la Patria " .
x
.s
Con motivo del fallecimiento del Doctor
Urriola, el periódico el "Nuevo Diario", de
Panamá, del 27 de Junio de 1922, publicó lo siguiente:
Datos biográficos:
Nació el doctor Ciro L . Urriola en esta
ciudad capital en el año de 1863, de padres honorables y distinguidos . Sus primeros estudios los cursó en el Seminario
que aquí tenían establecidos los Padres Jesuitas, pasando luego a terminarlos en la
ciudad de Bogotá en varios colegios de
Enseñanza Secundaria, entre otros el de
San Bartolomé, de Santa Inés y la Universidad de Bogotá, dejando a su paso por
ellos una estela de aplicación e inteligencia poco común . En el primero de dichos
establecimientos obtuvo el grado de Bachiller en Filosofía y Letras, y en 1888 ya ostentaba el Diploma que le acreditaba como
Doctor.
En su ciudad natal el doctor Urriola
ejerciendo su sagrada profesión hasta el
año de 1898 en que optó por seguir a Europa a ampliar su caudal de conocimientos,
radicándose en la Ciudad Luz ; allí conquistó muchos laureles ,y sus avanzados estudios sobre enfermedades nerviosas y bacteorología merecieron ser acogidos en revistas de fama mundial . Luego se encaminó el doctor Urriola a Inglaterra siempre en busca de nuevos conocimientos, y
en Dublin ingresó interno al Hospital de la
Rotonda, en donde después de seis meses
recibió el diploma de Licenciado en Parlos .
En el año de 1901 regresó a su patria,
época en la cual sufrió varios contratiempos por su decidida adhesión al Liberalismo ; aquí permaneció durante cuatro años,
0
PAGINA 6
al cabo de los cuales el Gobierno lo envió
a Francia como Delegado al Congreso de
la Tuberculósis ; terminado este Congreso
siguió a Roma y allí hizo profundos estudios sobre la malaria, regresando luego al
país al año siguiente.
A sus esfuerzos se debe la fundación
y adelantos de la Escuela de Obstetricia
anexa al Hospital Santo Tomás y la Sala
de Maternidad de este establecimiento.
En el campo político panameño el ilustre extinto se distinguió igualmente ; así le
vemos ocupar sitio sobresaliente en la Convención Nacional, cuerpo en el cual integró la Comisión Constitucional y ayudó intensamente con sus luces . Como dijimos
ayer, durante varias Legislaturas fue un
representante del pueblo en esa augusta
Corporación, ,y en muchas ocasiones le correspondió el alto honor de presidir sus
sesiones . Finalmente, como Primer Designado a la Presidencia de la República,
ejerció la Primera Magistratura a la muerte del Presidente doctor M . Valdés, entre
el 3 de Junio y el 14 de Octubre del año
de 1918.
Actualmente el Poder Ejecutivo había
seleccionado al doctor Urriola junto con
otros colegas para integrar la Delegación
Panameña al Congreso Médico que ha de
reunirse próximamente en la Habana".
Antes de ser sepultado el cadáver del
doctor Urriola, el Lic . Jeptha B . Duncan,
Secretario de Instrucción Pública, a nombre del Poder Ejecutivo pronunció una oración fúnebre, de la cual tomamos los siguientes trozos : "Concurrimos en estos instantes a un espectáculo conmovedor . A
punto de desaparecer en la oscuridad misteriosa de la tumba, yace en esa caja un
hombre que por sus virtudes y por sus méritos fue sin duda, entre todos nuestros
conciudadanos, uno de los más preclaros
que ha producido esta tierra ístmica.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
El brillante y escrupuloso estudiante de
ciencias y filosofía de los famosos colegios
y universidades bogotanos fue luego el brillante y probo hombre de ciencia que todos conocimos . El doctor Urriola fue un
savant en toda la acepción del vocablo.
Poseedor de vastos y profundos conocimientos, estaba dotada además de una inteligencia, disciplinada y vigorosa, desLA LOTERIA
pierta y flexible . Quien le visitaba en su
casa encontrábale siempre entregado al estudio, pero pronto a trabar amena charla
en que menudeaban las frases concisas y
epigramáticas que solía acompañar con un
casi relámpago en la mirada, revelador de
una mentalidad activísima.
Allá en medio de altos rimeros de libros,
rodeado de folletos, revistas y periódicos en
múltiples lenguas, veíasele en el fondo de
su gabinete en traje sencillo, calado el anteojo, cubierta su formidable cabeza con
birrete negro, la mirada fija y escrutadora
en las páginas amarillentas de algún libro
pletórico de sabiduría . Aquella figura solía evocar en mí cuantas veces la contemplé, la imagen del humanista típico del Renacimiento, y dándole en mi mente forma
concreta a los relatos de la historia se ima--
ginaba cómo debió ser un Erasmo en su
vida de austeridad y erudición en aquella
brumosa y tolerante Holanda del Siglo
XVI.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
Dentro de breves instantes la loza fría
del sepulcro ocultará eternamente este
cuerpo inanimado, y como barrera inexpugnables se levantará entre él y los que
seguiremos vagando por este valle de luchas, de miserias ,y de pequeñeces . Pero
el recuerdo de la República entera, señores,
se detendrá a través de todas las edades,
ante esta tumba que encierra los despojos
mortales de un hombre sincero y de un
gran ciudadano que en todos los instantes
de su vida, dió lustre a su patria y enalteció a quienes tuvieron la fortuna de conocerlo'.
REPUBLICA
GABINETES
DE LA
Por E . J . CASTILLERO Y JUAN ANTONIO SUSTO
XX
DON RODOLFO CHIARI
Sexto Presidente Constitucional.
Ascendió al poder el 19 de octubre 1924, hasta el 7 de septiembre
de 1928.
Nombró el siguiente Gabinete:
Dr . Carlos L . López, Gobierno y Justicia ; Dr . Horacio F. Alfaro, Relaciones Exteriores ; Dr . Eusebio A . Morales, Hacienda y Tesoro ; Dr. Octavio Méndez P ., Instrucción Pública, y Don Tomás G . Duque,
Fomento y Obras Públicas.
El Sr . Duque, nombrado el 19 de octubre de 1924 en la Cartera de Fomento y
Obras Públicas, lo fue de nuevo el 20 de
enero de 1925, cuando por ministerio de la
Ley 69 de diciembre de 1924, como antes
se dijo, el despacho cambió de nombre, llamándose Secretaría de Agricultura y Obras
Públicas.
Por ausencia transitoria del Dr . Méndez
P . en Diciembre de 1924, desde el 1 4 de
dicho mes fue encargado de la Secretaría
de Instrucción Pública el Subsecretario señor Don Manuel E . Melo.
El 26 de febrero de 1926, por separación del señor Duque, lo sustituyó en la
Cartera de Agricultura y Obras Públicas,
el Sr . Don Enrique Linares, quien al dejar
LA LOTERIA
el cargo para aceptar la Gerencia del Banco Nacional, a su vez fue reemplazado desde el 1 4 de diciembre de 1927 por el General Manuel Quintero V ., ,y éste, a su turno, por el Dr. J . D . Arosemena desde el
26 de mayo de 1928 . Pero no habiendo tomado posesión el Dr . Arosemena hasta el
4 de junio, en el intertanto fue encargado
del mismo despacho el Subsecretario, señor Don José M a Fernández.
Por nombramiento que el Presidente hizo de Ministro Plenipotenciario en Francia
e Inglaterra, se separó del Gabinete el Dr.
Méndez y ocupó su puesto en él de nuevo
el Subsecretario, señor Melo, desde el 1º
de enero hasta el 30 de marzo de 1927, en
que fue nombrado en propiedad el Lic.
Jeptha B . Duncan.
El 28 de febrero de 1925 le fue adscrita
por breves días al Dr . Morales, Secretario
de Hacienda y Tesoro, la Cartera de Gobierno y Justicia que a principios de Marzo volvió a ocupar su propietario, Dr . López . A su turno, al ausentarse para los Estados Unidos el Dr . Morales a negociar
el Tratado de 1926, se encargó de la Secretaría de Hacienda y Tesoro el Subsecretario, señor Don Juan J . Méndez . Pero
vuelto el Dr . Morales al país, reasumió sus
funciones que por separaciones transitorias
posteriores ejerció el Subsecretario señor
Don Julio Quijano, desde el 15 de agosto
de 1927 y desde el 22 de agosto de 1928.
PAGINA 7
0
Retirado a su turno del Gabinete el Dr.
Alfaro, para desempeñar importante ,y honrosa misión en el extranjero, desde el 25
de marzo de 1927 se encargó del despacho
de Relaciones Exteriores el Subsecretario
Dr . Ricardo A . Morales, hasta el final de la
administración .
XXI
Era el Secretario de Hacienda y Tesoro
en el Gabinete del Presidente Sr . Chiari
y al ocupar el puesto de éste no introdujo
cambio alguno entre sus inmediatos colaboradores .
XXI
DON
RODOLFO
CHIARI
Por ausencia de doce días del
Presidente, el Sr. Tomás Gabriel
Reasumió el mando por sólo seis
días que le faltaban de su período
legal, del 25 al 30 de septiembre
de 1928.
Duque se encargó del Poder Ejecutivo desde el 8 al 24 de septiembre de 1928, en su carácter de Primer Designado .
Para tan corto lapso, en víspera de iniciarse otra administración, el Presidente
no hizo alteración en el Gabinete.
DON TOMAS GABRIEL DUQUE
NUÑEZ D
E BALBOA
Por OCTAVIO MENDEZ PEREIRA
Cuadro del pintor colombiano Alberto Urdaneta, que existe en París
LOS GUERREROS DE TORECHA
El penúltimo día la expedición debió atravesar varias crestas desnudas de vegetación y batidas por un viento huracanado.
Subían o bajaban las laderas bordeando
árboles arrancados de cuajo por el venda9 PAGINA 8
val, cañadas sombrías, torrentes y simas
espantosas . Y cada cresta parecía ser la
última, aquella que cerraba la visión del
mar.
Cuando, al fin, rendidos de cansancio,
LA LOTERIA
llegaron a la base de la gran montaña que
ocultaba a aquél, un ejército de los guerreros de Torecha salió dispuesto a cortarles el paso.
—Que se vuelvan sobre sus pasos— respondió éste, con un gesto huraño y feroz,
a los emisarios—. ¡Si no, no dejaremos con
vida a uno solo de vosotros!
Pero Balboa tenía prisa por llegar al valle, donde esperaba encontrar albergue
para los enfermos numerosos que llevaba
,y descanso para los estropeados . Y, sin vacilar un momento, de acuerdo con Pizarro,
ordenó a sus soldados que siguieran adelante . Había hecho antes que éstos cubrieran a los indios de carga y que avanzaran
en un pelotón bien unido . Los guerreros
de Torecha, confiados en una fácil victoria, empezaron a rodearlos, estrechando el
arco cada vez más, y en un momento dado
cayeron sobre los españoles con un vocerío
ensordecedor y salvaje, blandiendo macanas y lanzas afiladas y endurecidas al fuego . Una sola descarga de los arcabuces y
cañones bastó para detener su impulsivo
avance . El relámpago de los disparos, el
trueno insólito, el olor del azufre, la vista
de sus compañeros sangrando a sus pies,
sin que pudieran descubrir lo que había
producido la herida, les infundió un pavoroso terror . Y, sin que pudieran evitarlo el
cacique y los jefes, empenachados, empezaron todos a dispersarse en fuga precipitada, perseguidos de cerca por los perros
y los españoles, a quienes tomaban por demonios con sus corazas .y bacinetes y sus
lanzas o tizones relumbrantes al sol, con
sus armas flamígeras y retumbantes, llenas de humo sulfuroso, como humo de infierno . Cayeron así prisioneros muchos indios, entre ellos algunos esclavos, negros
como africanos por efecto de la pintura,
que pertenecían a una tribu vecina enemiga, y más de seiscientos, inclusive Torecha, quedaron muertos y despedazados
en el campo . Sin contar con los que, en castigo de vicios y delitos monstruosos, fueron después destrozados por la jauría.
Sucedió que entre los cautivos había un
grupo de hombres a quienes sus mismos
compañeros detestaban y acusaban de crímenes horendos e inmundos : robo de mujeres y de niños de las tribus vecinas, violaciones, sacrificios humanos, vicios infamantes, etcétera, etc . Un hermano de Torecha fué encontrado "en hábito real de
mujer — como refiere Gomara—, y no
solamente en el traje, pero en todo lo al,
salvo en parir, era hembra . . ." Balboa se
dejó convencer por el padre Vera y la soldadesca excitada y, señalados por sus propios compañeros, fueron cayendo uno a uno
en las garras de los alanos, que los despedazaban en un abrir y cerrar de ojos, más
de cincuenta cautivos . Fué preciso que el
mismo Balboa, horrorizado ante la sangre
humeante en la carne viva de las víctimas,
ordenara con imperio poner término a tan
LA LOTERIA
infame escena . También hubo de oponerse
luego, con toda su autoridad de ,jefe, a que
las siete mujeres de Torecha fueran enterradas vivas por los indios, con el cadáver
de su marido . Dando alaridos desesperantes, puestas de hinojos ante el hueco de la
sepultura que le habían cavado a éste, arrojadas otras ya en el fondo, donde yacía
el cadáver, eran ellas mismas las que suplicaban se cumpliera con este ritual salvaje . Habían cavado los indios un amplio
hueco y colocado con el cuerpo del cacique,
para la sed ,y el hambre de la última ,jornada, un cántaro de chicha, cestos de maíz
y algunos cacharros de barro cocido . Al
lado dejaron un espacio para las mujeres.
Perturbó a todos, a pesar del cansancio
,y los horrores presenciados, el espectáculo
de estas siete beldades desnudas, que mostraban al llorar su sarta blanca de dientes
puntiagudos . Jóvenes todas, de cuerpos
duros y cobrizos, bien formados ,y modelados los brazos y las piernas, era, sin duda, un grupo bien escogido el del cacique
Torecha.
Pero Balboa se opuso a toda profanación
y reparto, amenazando con severo castigo
al primero que intentara profanar a una
de estas indias, transidas de angustia y
de terror . ..
Siempre que se trataba de proteger al
indio, y sobre todo a la mujer, Balboa obraba bajo la influencia de Anayansi . Ella le
había enseñado que no había diferencias
fundamentales entre las dos razas, que las
diferencias en las costumbres ,y los hábitos
eran cuestión de ambiente ,y de grado de
civilización más bien que de vicios o de
torpeza innata . Al hacerle ahora este homenaje a la raza sojuzgada, el conquistador recordaba a su compañera con tierna
emoción.
Mujer extraña, dotada de una belleza
singular y de un espíritu sutil y delicado,
Anayansi había logrado imponerse al vencedor de los suyos . Sumisa en apariencia,
pero en el fondo firme y consciente, poco a
poco, valida de una delicada habilidad diplomática y del poder de sus atractivos y
encantos, había ido adquiriendo un ascendiente extraño sobre el alma civilizada de
Vasco Núñez . Y ya éste la sentía en todo
instante cerca de sí y desde lejos seguía,
por influjo mágico, su inspiración y consejo.
El día 23 de septiembre tomaba posesión
el capitán Balboa del caserío de Torecha,
y ese mismo día tuvo informes, sin lugar a
dudas, de que la montaña que se levantaba
por el lado occidental, en este valle dilatado y fértil de Cuarecuá, era la última barrera que cubría el Mar del Sur.
—Desde aquella cumbre— señaló uno
de los indios prisioneros—puede divisarse
el agua salada.
Vasco Núñez se quitó el sombrero para
mirar mejor . Y mientras contemplaba abstraído, la mano en forma de visera sobre
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•
los ojos, la lejana cumbre azul, los últimos resplandores del sol pusieron en las
laderas de ésta enormes manchas de sangre . Se volvió impresionado hacia el valle,
,y en el valle, sembrado de humanos despojos, vió nuevas manchas de sangre y una
bandada negra, siniestra, de gallinazos inmundos, que se disputaban los cadáveres
a garra y a pico.
Lleno entonces de extraños
presentimientos, se entró paso a paso en la choza
de Torecha . Iba cayendo la noche lentamente . En la rama más alta de un nance
cantaba lúgubre un cocorito . Una melancolía punzante descendía de las estrellas.
LA VISION DEL MAR
No pudo dormir Balboa en toda la noche . Los horrores que había presenciado
la víspera y la proximidad de la meta de
su aventura lo mantuvieron en constante
inquietud y pesadilla.
Apenas había despuntado el alba con la
algarabía sinfónica de los pájaros del trópico, se le vió atravesando el valle, al frente de sesenta y siete soldados, los únicos
que le quedaban sanos y con energías suficientes para la ascensión . Adelante iban
algunos indios que servían de guías, ,y detras otros más como recua de carga . Eran
éstos de la gente de Cuarecuá, conquistada ya por Balboa con el terror superticioso
que les inspiraba y con algunos regalos de
baratijas que les ofreció antes de emprender la marcha . Los indios de Ponca, cumplida la misión a que se habían comprometido, tenían ya el permiso de regresar a
su tribu.
Aquella mañana flotaba sobre los pajonales y montículos un celaje de ópalo que
tornasolaba la atmósfera como si fuera de
cristal . Y al través del celaje, bandadas fugitivas de garzas se veían evaporarse como copos flotantes de nieve . Lentamente
fué naciendo el sol como un incendio y
llenándolo todo con su palpitación de claridad, de calor y de vida.
Todo el día 24 de septiembre, que era
sábado, lo emplearon el caudillo castellano y sus acompañantes en trepar por la escarpada cuesta de la montaña, en dirección
a la cresta más alta . La noche los sorprendió antes de haber llegado a ésta y se vieron obligados a descansar entre las piedras y los escasos matorrales de la altura.
Muy temprano al día siguiente, con un
viento frío que cortaba las caras, emprendieron de nuevo el ascenso, más despacio
,y con más dificultad, pues ya la sierra estaba bien empinada.
De pronto, como a eso de las diez de la
mañana, uno de los indios que servían de
guía se volvió hacia el jefe y le señaló con
el dedo una cresta pelada.
—Desde allí —dijo— puede divisarse
el agua.
Balboa mandó entonces hacer alto . Y
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luego, ante la expectación ansiosa de sus
hombres, continuó subiendo solo hacia la
cumbre señalada . De improviso lo vieron
clavar la vista en el espacio, quitarse el
sombrero empenachado y caer de rodillas,
en uncioso recogimiento . Así, desde lejos,
mientras el viento le azotaba la cabellera
rubia y el sol quebraba sus rayos como
lampos de oro en las placas de la armadura, los españoles tomaron a Vasco Núñez como un Dios en el momento de una
creación suprema.
Cuando éste les hizo señas de que se acercaran, estaban ya seguros de que había
descubierto, de que había creado con su
sueño un océano.
Allí estaba, en efecto, el mar inmenso
como una llanura de plata, confundido en
la lejanía con el claro cristal del cielo . Las
montañas descendían en escalas desnudas
para ir a bañarse en sus playas o se hacían
bosques de verdura para cubrir los brazos
de sus esteros.
Cuando los soldados llegaron al lado de
su jefe, que ahora les mostraba con el alma en los ojos el espejo de plata ,y el panorama tropical espléndido, cayeron también de rodillas, sobrecogidos ante la grandeza del espectáculo.
—"Ved allí, amigos míos— dijo Balboa—, lo que muchos deseábamos . Debemos gracias a Dios, que tanto bien-y honra
nos ha guardado y dado . Pidámosle por
merced nos ayude ,y guíe a conquistar esta
tierra y nuevo mar que descubrimos y que
nunca jamás cristiano lo vido, para predicar en ella el santo Evangelio y baptismo
y vosotros sed los que soléis y seguidme;
que con favor de Cristo seréis los más ricos españoles que a Indias han pisado ; haréis el mayor servicio a vuestro rey, que
nunca vasallo hizo a su señor, y habréis
la honra y prez de cuanto por aquí se descubriere, conquistare y convirtiere a nuestra fe católica . "
Con lágrimas de gozo estos endurecidos
aventureros abrazaron a su capitán y juraron seguirle hasta la muerte . El padre
Andrés entonó un Te Deum Laudeamus y
las voces de los soldados, ennoblecidas y
puestas al unísono con la grandeza del
momento, se elevaron solemnes aquel glorioso domingo y se difundieron por los
ámbitos de la montaba virgen . Entonces,
con voz estentórea y temblante de emoción, Vasco Núñez de Balboa anunció a todos los vientos que tomaba posesión de
aquellas tierras ,y de todas las tierras bañadas por el Mar del Sur en nombre de los
soberanos de Castilla . Y mientras algunos
soldados daban gritos y vivas de contento,
otros se pusieron a cortar un gran árbol,
hicieron con él una cruz, grabaron en ella
los nombres de los Reyes Católicos y la
clavaron con los brazos extendidos hacia
los dos océanos . Luego, ayudados por los
indios, que no podían comprender el motivo de tan extrañas muestras de regocijo,
LA LOTERIA
rodearon el pie de aquella cruz con un
montón de piedras, a manera de pirámide .
No sospechaban los infelices que este
símbolo de madera anunciaba el fin de su
raza y señalaba el camino de la que había de llamarse civilización europea.
Terminada la exaltación de la cruz, el
escribano Andrés de Valderrábano comenzó a levantar acta de la ceremonia del descubrimiento:
"Los caballeros e hidalgos y hombres de
bien—escribió— que se hallaron en el descubrimiento del Mar del Sur con el magnífico y muy noble señor el capitán Vasco
Núñez de Balboa, gobernador por Sus Altezas en la Tierra Firme, son los siguientes : Primeramente el señor Vasco Núñez y
él fué el que primero de todos vido aquella
mar e la enseñó a los infrascitos, Andrés
de Vera, clérigo ; Francisco Pizarro" . . ., y
seguía enumerando, nombre por nombre,
los de todos, hasta terminar, el muy ladino, con el siguiente párrafo : "Andrés de
Valderrábano, escribano de Sus Altezas,
en la Corte y en todos los reynos e señoríos, estuvo presente e doy fee dello, e digo
que son por todos sesenta y siete hombres
estos primeros chripstianos que vieron el
Mar del Sur, con los quales yo me hallé e
cuento
por uno dellos : y este era de
Sanct
Martín de Valdeiglesias " .
*
LA TOMA DE
POSESION
Enterado Balboa por los indios cuarecuanos de que se hallaba próximo el caserío
de un poderoso cacique, llamado Chiapes,
ordenó en seguida el descenso de la cordillera por ese lado . Pero Chiapes no quiso
oír a los emisarios de paz que le envió el
jefe blanco y trató de cerrale el paso con
sus guerreros . La resistencia de éstos, sin
embargo, terminó al ruido de los disparos
y a la vista de los perros, que les acometían.
Balboa trató con misericordia a los prisioneros, los agasajó y les hizo comprender
que deseaba su amistad y no tenía la menor intención de hacerles daño . Tranquilos ya con las dádivas y promesas, consintieron en ir con algunos guías en busca de
Chiapes . Este se presentó a poco con un obsequio de cuatrocientos pesos en oro labrado y aceptó gustoso el celebrar las paces
con los cristianos, maravillado de sus armas,
de sus armaduras, de sus rostros blancos ,y
barbudos, de la docilidad y educación de
sus perros de presa . Vasco Núñez despidió
entonces a los indios de Torecha y envió con
ellos recado a los españoles que se habían
quedado atrás descansando, para que se
le incorporaran . Dispuso luego que, entre
tanto, tres grupos, de doce hombres cada
uno, mandados por Francisco Pizarro, Juan
de Ezcaray y Alonso Martín, salieran a recorrer la región, a fin de averiguar el ea,
mino más corto para llegar al mar .
LA LOTERIA
Balboa se quedó con el resto de los expedicionarios en el poblado . Chiapes, durante los días que estuvo el capitán español en su casa, se desvivió por atenderlo,
y llegó a sentir por él, como después lo demostró, un rendimiento y una adhesión afectuosa sólo comparables a los de Careta,
el padre de Anayansi,
La primera de las partidas exploradoras
que llegó a la costa fué la de Alonso Martín, ,y las tres regresaron bien pronto al
caserío, con datos precisos para el descenso . Entonces Balboa, en compañía de veintiséis españoles, del cacique Chiapes y algunos indios de carga, emprendió la marcha definitiva y llegó a la playa.
Era el 29 de septiembre, fiesta de San
Miguel, poco después del medio día . El
mar tenía la calma de un lago en calma,
y el cielo tropical y el paisaje todo estaban
penetrados de una indecible dulzura . De
la espesura llegaba un perfume embriagante y pasaba por el viento a cortos intervalos la alharaca de menudos loros verdes . A veces, con suaves remolinos de hojas, surgía de la hojarazca el cuerpo de
una enorme boa perezosa . Bajo los enormes árboles y las lianas lascivas, abrazadas sabiamente a las ramas, estos hombres
del otro hemisferio sintieron por primera
vez, en todas las células del cuerpo, el goce de la sombra y el calor, de los olores de
la selva y el aire yodado y salino de los
manglares
. Era
*
un estado de nirvana, de
marasmo, de pereza sensual y soñadora,
que iba invadiendo los cuerpos ,y las almas
a medida que la marea subía ,y subía y el
sol calcinaba las arenas de la playa, aún
seca . El primero en romper el silencio del
grupo, sentado bajo los árboles, fué el padre Vera.
—Alabado sea Dios—dijo—, que nos
ha permitido llegar a esta tierra, donde
debió tal vez estar situado el Paraíso.
—¿Sabe vuestra merced si en el Paraíso
había minas de oro? — le preguntó, socarrón, el escribano . El negro Nuflo de Olano, siempre al lado de Balboa, mostró la
sarta de su dentadura blanca . "¡Per la Madona! " , gritó Lentini ; pero el capitán intervino antes de que se mostrara el enojo
del padre,
—Acaba de decirme Chiapes —manifestó— que por estas tierras del Sur encontraremos, en efecto, mucho oro, perlas,
y reyes y pueblos poderosos . ¿No iremos a
dar, al fin, con el tesoro del Dabaibe, o tal
vez con el reino del gran Kan?
Francisco Pizarro, silencioso como de
costumbre, alzó los hombros, se puso de
pie y miró nerviosamente hacia el Sur, como siguiendo la estela imprecisa de una
loca quimera.
La marea había subido ya hasta cubrir
casi enteramente la extensión de la playa,
a la cual llegaba ahora el tumulto de las
olas.
Balboa se puso de un salto en pie . Sacó
PAGINA 11
0
en seguida su espada, la empuñó fuertemente con la diestra, enarboló en la izquierda el pendón de Castilla y así, calado
el yelmo, embrazada la adarga y ceñido
el coselete de su armadura, avanzó arrogante ,y resuelto al encuentro de las olas
que se empujaban hacia la costa . Se puso
en pie todo el acompañamiento y, en el
más solemne y respetuoso de los silencios,
lo dejaron seguir adelante por entre las
ondas azules . Cuando el agua había llegado a sus rodillas se le vió levantar la espada y se le oyó, desafiando el rumor del
mar, gritar a voz en cuello, mientras agitaba el pendón, que tenía de un lado el
escudo de Castilla y de León, y del otro, la
imagen de la Virgen y el Niño Jesús : " Vivan los altos e poderosos monarcas don
Fernando e doña Juana soberanos de Castilla e León e de Aragón, etc ., en cuyo nombre e por la corona Real de Castilla tomo e
aprehendo la posesión real e corporal e actualmente de estas mares e tierras e costas e puertos e islas australes con todos sus
anexos e reinos e provincias que les pertenecen o pertenecer pueden en cualquier
manera e por cualquier razón e título que
sea o ser pueda, antiguo o moderno e del
tiempo pasado e presente o porvenir, sin
contradicción alguna . E si alguno otro
príncipe o capitán, christiano o infiel o de
cualquiera ley o secta o condición que sea
pretende algún derecho a estas tierras e
mares yo estoy presto e aparejado de se lo
contradecir o defender en nombre de los
Reyes de Castilla presentes o por venir,
cuyo es aqueste imperio e señorío de aquellas Indias, islas e tierra firme, septentrional e austral, con sus mares así en el polo
Artico como en el Antártico, en la una y
en la otra parte de la línea equinoccial,
dentro o fuera de los trópicos de Cáncer e
de Capricornio segund que más cumplidamente a sus Majestades e subcesores a todo ello e cada cosa e parte dello compete
o pertenece, o como mas largamente por
escripto protesto que se dirá o se pueda decir e alegar en favor de su real patrimonio e agora e en todo tiempo en tanto quel
mundo duranse hasta el universal final juicio de los mortales".
Una vigorosa aclamación acogió las últimas palabras del capitán, y como nadie
se presentó para oponerse a sus arrogantes pretensiones y desafío, el padre Vera
bendijo las aguas y todos se acercaron a
probarlas para constatar si eran saladas como las del Océano Atlántico . Se le dió luego a la ensenada el nombre de Golfo de
San Miguel ,y, según lo habían hecho antes en el cerro atalaya, grabaron de nuevo
en los árboles, Balboa, el padre Andrés y
algunos otros fieles, el símbolo de la cruz
y el nombre de los reyes . Construyeron,
asimismo, una pirámide de piedras de doce
varas de cuadro por siete de alto . Y procedió Valderrábano a levantar acta de la
toma de posesión, que, al fin, cuando todos hubieron firmado, concluyó con esta
fórmula : "Estos veintidós y el escribano
Andrés de Valderrábano fueron los primeros cristianos que los pies pusieron en el
Mar del Sur y con sus manos todos ellos
probaron el agua, que metieron en sus bocas para ver si era salada, como la de la
otra mar ; y viendo que lo era, dieron gracias a Dios".
Lotería Nacional de Beneficencia
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9 PAGINA 12
LA LOTERIA
• o~~¢ 00000OOOOOOOOC
Números Favorecidos por la Suerte
de Enero a Agosto de 1944
Sorteo
Primero
Segundo
Tercero
'
2
9
16
23
30
1293
1294
1295
1296
1297
7921
5700
3696
8318
8287
2011
1459
0725
6141
7446
7238
8836
2567
6462
5337
•
FEBRERO 6
"
13
"
20
"
27
1298
1299
1300
1301
4457
0099
0927
1922
6780
6592
4392
0995
9643
5268
8428
7150
MARZO 6
"
12
19
26
1302
1303
1304
1305
4337
7195
5531
5623
7834
9500
5803
3815
1743
4452
5541
1401
;
1306
1307
1308
1309
1310
8990
0400
7416
7420
5535
6335
7999
1474
0083
9867
3091
2099
1347
6925
4892
;
7
14
21
28
1311
1312
1313
1314
0395
1282
0414
3041
0586
2605
9456
6795
3105
9875
6291
0477
4
11
18
25
1315
1316
1317
1318
2290
3044
9431
1829
8956
7427
1654
3576
7116
7454
5436
8960
1319
1320
1321
1322
1323
4055
2060
0007
1003
7174
8108
9119
0634
3217
1021
0542
8274
1867
7474
1645
1324
1325
1326
1327
2934
4884
0923
9750
5586
9468
2573
6469
7854
2485
4355
0474
Fecha
ENERO
•
•
ABRIL
'
"
•
MAYO
"
•
•
JUNIO
"
•
"
•
•
JULIO
"
"
•
AGOSTO
•
"
"
2
9
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23
30
2
9
16
23
30
6
13
20
27
(Ext .)
(Ext .)
;
,
,
RECUERDOS BOHEMIOS
Per NARCISO GARAY
En el estío de 1898, durante el período
de vacaciones del Real Conservatorio de
Bruselas, donde a la sazón cursaba, fué a
pasar algunos días de expansión al lado de
mis amigos y camaradas de París.
Nuestro pequeño cenáculo del Barrio Latino se me ofrecía inopinadamente aumentado con un adepto más, antiguo condiscípulo mío y amigo de infancia, Roberto
Lewis por la gracia de Dios y de sus padres, recién llegado a la gran metrópoli
con la firme resolución de cultivar el arte
de la pintura.
La nueva era grata y la sorpresa mejor.
Juntos habíamos estudiado las primeras
letras Roberto y yo en los bancos de la
Escuelita de las Hermanas de esta ciudad,
a la que párvulos aún, nos conducían diariamente nuestras fieles amas criollas ataviadas de pollera so el ala umbrosa del
tradicional jipijapa.
En esos momentos un recuerdo lejano
adquiría en mi espíritu un relieve particular : la precoz habilidad caligráfica de
Roberto y la admiración general que suscitaba.
Parecíame ver con mis ojos a nuestros
padres pasarse de mano en mano y cubrir de loas los flamantes espécimens de
redonda, bastarda, gótica y cursiva, los
amorcillos y las quimeras, los dibujos y
arabescos pendolísticos de todas suertes
con que venían emperejilados al fin de
cada año escolar los "cuadernos de examen" de Roberto.
En esa inclinación temprana a perseguir la armonía de las líneas y la gracia
del contorno, en esa aspiración instintiva
a realizar la belleza plástica, siquiera fuese en su forma más elemental y embrionaria, cómo no mirar los primeros brotes
de una irresistible vocación?
Tras una separación de siete años cumplidos, ningún cambio apreciable se hacía
notar en el carácter del antiguo escolar
de las Hermanas . En lo físico, por el con0 PAGINA 14
ROBERTO LEWIS
en el año 1904.
trario, apenas quedaban intactos los ojos
garzos, penetrantes y felinos, enclavados
en mitad de una fisonomía considerablemente transformada, afinada y, valga la
verdad, mejorada por el tiempo . Mas en
lo moral, el mismo temperamento jovial y
sangriligero, ciertos rezagos de candidez
pueril peculiares a su carácter, junto con
aquella soberana inconsciencia y despreocupación de los primeros años de la vida . Extraña combinación de cuerpo de
hombre y alma de niño!
Roberto me refirió sus primeros pasos
en Europa, sus decepciones y sus esperanzas . Bonnat lo había admitido como alumno en su taller de la Escuela de Bellas
Artes y de ello se manifestaba Roberto
un, si es no es ufano ; pero se veía a las
claras por ciertas muestras primerizas de
aplicación colgadas a las paredes de su
cuarto, que no era ése ni con mucho el
maestro llamado a desarrollar con sus consejos ni su ejemplo las cualidades nativas
del nuevo discípulo . Una técnica exageradamente plástica, casi escultural, un naturalismo extremado y un vigor extraordinario de ejecución, unido a la ausencia
absoluta de elemento ideal en sus obras,
hacían precisamente de Bonnat el antagonista natural de los instintos artísticos de
Roberto.
Incompatibilidades instintivas o causas
LA LOTERIA
de otro orden, el caso es que Roberto solo
permaneció dos meses en la Escuela iniciándose a los métodos clásicos de la pintura francesa . Aunque insuficientes, esos
dos meses no fueron perdidos, lejos de eso;
y bien que Roberto entrase en seguida a
la lucha artística por la vida, sacrificando
en ocasiones y en fuerza de circunstancias insuperables la causa del estudio que
nutre el talento a la causa del trabajo que
da con qué vivir, sin afiliarse a círculo alguno ni seguir determinada corriente, sentando plaza de franco-tirador en medio de
las falanges disciplanadas de las escuelas
modernas, con todo, de su corta estancia
en aquel taller y de pocas observaciones
de un maestro experimentado, sacó su paleta por obra de fácil y rápida asimilación cierta abundancia de color, y su pincel aquella solidez de empaste y aquel vigor de " touche " característicos del arte
de su maestro . Más tarde esa preparación
clásica inicial tuvo para Roberto virtudes
salvadoras, cuando compelido por las necesidades de la vida, tuvo que habérselas con
faenas artísticas de poco fuste : ilustración
de anuncios comerciales, réclames industriales, caricaturas de diarios humorísticos,
labores cuya frivolidad y alcance puramente utilitario amenazaban depravar su
buen gusto y ahogar sus primeras ambiciones de arte serio y elevado.
En 1890 regresé nuevamente a París, y
esta vez en firme . De entonces datan mis
mejores recuerdos e impresiones de Roberto, así como nuestra verdadera camaradería.
A fines de aquel año estalló la última
guerra civil en Colombia, cortándome de
improviso los recursos de vida y reduciéndome también a los azares de la vida artística militante . La analogía de nuestra
condición, la comunidad de nuestras privaciones establecía entre nosotros dos cierta solidaridad moral, ciertas afinidades secretas que nos atraían mutuamente no obstante nuestras divergencias de carácter y
temperamento . Esa era de lucha y de prueba coincidía, por ironías de la suerte, con
la apertura de la Exposición Universal de
París en el año de gracia de 1900, y como no hay mal que por bien no venga,
por primera providencia acerté a descolgar un lucrativo puesto de violín solo en
la orquesta del teatro de cuadros plásticos del ilustre sensualista Armand Silves-LA LOTERIA
tre, fallecido poco después . Este teatrillo, verdadera bodíniére de Arte y juventud, funcionaba dentro del perímetro de
la Exposición, en la Calle de París de
grata memoria, y allí venía Roberto con
alegres compañeros a esperarme todas las
noches a la salida.
De esa manera, mientras Roberto embadurnaba de día los más abracadabrantes anuncios de productos industriales y
pergeñaba caricaturas para la prensa alegre de París, yo ejecutaba de noche, en
la órbita de mi actividad especial, no menos desesperantes oficios, amasando también con amargura la ración cotidiana.
Así continuó nuestra existencia durante
algunos años sin que de ello podamos quejarnos hoy . Creo, por el contrario, que
las vicisitudes de la suerte nos hicieron
a ambos grandísimo bien . Bajo el aguijón
de las necesidades cobró fuerzas nuestro
ánimo, fibras nuestra voluntad, templose
nuestra alma al diapasón de los desengaños y las decepciones, que son el más seguro lote de la vida ; atizose nuestra actividad y encalleció por modo considerable
nuestra sensibilidad moral, aniquilando
aquellas susceptibilidades atávicas, aquellos escrúpulos tontos de nuestra raza por
todo lo que se nos antoja incompatible
con nuestras presunciones de Gran Señor.
Raro sería que un carácter y un talento
como los de Roberto, sometidos a tan dura
escuela, no adquiriesen a la larga el prestigio moral y la conciencia del propio valer que dan el sufrimiento, la experiencia
de la vida y la tenacidad en la persecución de un ideal noble.
El Destino, que nos reserva en veces
compensaciones admirables, acaba de deparar a Roberto las suyas casi simultáneamente . La constitución del antiguo Departamento Colombiano de Panamá en República independiente le ha valido ser nombrado Cónsul de la nueva Nación en París.
De esta serenidad de ánimo ofrecida a su
antiguo desasosiego, ha derivado positivo
provecho su naturaleza artística . Dos
obras suyas fueron admitidas en este año
al salón del Champ de Mars ,y elogiosamente comentadas por los órganos más
respetables de la prensa francesa : Le
Temps, Les Débats, Le Journal . Una de
esas telas es un retrato de señora acaso un
tanto académico, procedente sin duda de
la manera de Bonnat y de los recuerdos
(Pasa a la Página 1.8)
PAGINA 15
9
Muestra esta fotografía lo que en un tiempo fue la plazoleta de Las Explanadas, en
donde los trasnochadores "peregrinos", muellemente recostados sobre las hospitalarias
bancas que existían en tan apacible recodo
de la urbe, solían aguardar la caricia refrescante del alba.
0 PAGINA 16
LA LOTERIA
Hoy se levanta en el centro de esa plazoleta, bautizada con el nombre de "Plaza de
Arango", el kiosco desde donde se reparte a
manos llenas la alegría de muchos hogares,
en forma de billetes de nuestra benéfica Lotería Nacional,
LA LOTERIA
PAGINA 17
•
RECUERDOS BOHEMIOS— (Viene de la Página 15)
de la primera educación del artista . La
otra es una cabeza de estudio libremente
creada, obra de imaginación y fantasía en
que campea la sinceridad, el sentimiento
personal del artista . Esta tela ha alcanzado un éxito grande y eclipsado totalmente
a su compañera ; ella implica una excelente lección para el autor determinando la
predominancia del sentimiento sobre la manera y de la personalidad sobre el procedimiento.
Más que a Bonnat, más que a la Escue--
NICOLLE
la de Bellas Artes, más que a París debe
Roberto a su incontrastable vocación artística, al aprendizaje práctico de la vida y
a la ardua educación de la voluntad los
primeros resultados apreciables de su carrera, la cosecha de los primeros lauros.
Roberto es un pintor autodidáctico, y este
es su mejor título de gloria . Cabe aplicarle la hermosa expresión de Hans Sachs refiriéndose al Caballero de Stolzing en la
escena de la presentación de los Maestros
Cantores : "Si el arte inspira de veras, qué
importa quién fuera su Maestro? "
Panamá, Septiembre de 1904.
GARAY
Por
OCTAVIO
FABREGA
Interesante agrupación musical en 1889 . Señoritas : 1 .-Mercedes Aycardi, 2.
Dolores Boyd, 3 . Nicolle Garay, 4 . Dolores Arosemena y 5 . Raquel Arango.
Hagamos justicia . . . Ahora que la literatura se despierta ; ahora que la curiosidad se arremolina en torno de Clemencia
Isaura (1), la romántica misteriosa de
(1) .-El p
9
ota Enrique Geenzier (1887-1 .943)
PAGINA 18
sexo incógnito volvamos los ojos atrás, alistemos el oído para que llegue a nosotros
en alas del Recuerdo las armonías de esta
excelsa poetisa.
Nicolle Garay! Desde muy niño recitaba
sus versos, sin entenderlos, halagado por
LA LOTERIA
la música, con esa pueril admiración que
no eran sino mis primeros fervores a la Religión de la Belleza . Después . . .ya abiertos los sentidos y el corazón, he vuelto a
los versos de Nicolle Garay como a las primeras fuentes de mi niñez ; me he deleitado otra vez en esas músicas campestres,
empapadas de rocío, con dulzor de miel bucólica, y no ha sido mi nuevo deleite una
fruición producida por el Recuerdo, no ha
sido "la evocación lejana de los primeros
sollozos" que hacía a Luis Fernán Cisneros
eternamente niño . No! ha sido la visión de
lo bello, de lo sublime, de lo tierno Lenta cubre el Poniente gasa umbría
que empaña de la luz el poster brillo;
llena el valle el perfume del manglillo;
huele, al entrar al bosque, la curia.
Torna al corral en busca de su cría
la vaca ; el son monótono del grillo
vibra como un violín en el sencillo
concento de la tarde en agonía.
Termina el labrador su ardua faena;
cabe la ría ve, de frutos llena,
su piragua y en ella se recrea;
mas, como un palmo apenas mide el agua
se echa a dormir tranquilo en la piragua
esperando que suba la marea Habéis oído? Qué clara sencillez en la
La pintura es perfecta, la
armonía! música le pone los colores al paisaje.
Sí, hay que hacer justicia recordando
estas rimas. Y no pronunciar el nombre
de Clemencia Isaura sin antes haber pronunciado el de Nicolle Garay . Y téngase
en cuenta que Clemencia Isaura ha escogido un radio de acción mucho más grande ; como la Storni, la Ibarborou, está explotando ese campo inmenso que les indicara Nervo : el romanticismo sensual . Nico--
lle Garay, no . Ha tenido el freno del sexo
cuando no se escuda en pseudónimos : cantar al amor, pero al amor materno ; cantar el campo, la placidez de los cielos, el
rumor de las fuentes, el arrullo de las aves,
el murmullo apacible de los ríos, la tierna
sencillez de las almas campesinas Y en medio de ese tema sencillo ha sabido romper los ritos viejos, los metros arcaicos que eran corno enormes murallones
ruinosos que nos tapaban el sol . . . Qué
bien sienta en sus manos esa plema, esa armonía, que siendo clara y tierna es a un
tiempo sutil e iconoclasta! . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
Mientras el rudo mozo lejos trabaja
,y de sudor el suelo deja regado,
su mujer teje cestos de tosca paja
que va a venderlos viernes en el mercado.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
Afuera de la choza se ve una cesta
mullida con cobijas y blanda almohada
en la que una tritura duerme la siesta
bajo la fresca sombra de la enramada . ..
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
Y al declinar la tarde la campesina
abandona el trabajo ; guarda el tejido
toma al hijo en sus brazos y se encamina
presurosa al encuentro de su marido . . ..
No necesito citar más . . . Que aleguen
en mi contra que Clemencia Isaura empieza y que la musa de Nicolle Garay está
sumida en un letargo que es propio de las
almas que tienen la modestia por costumbre . Pero . . Y si despierta la musa tierna
de Nicolle Garay? Si se da cuenta de que
aun puede exigir más delicadas armonías
al arpa melodiosa que puso Dios en sus
manos? Que la Inspiración no pasa con el
tiempo porque la Belleza no reconoce edades, es un soplo divino en perenne actuación, es una eterna primavera del espíritu.
Panamá, 1919.
Proteja a la Loteria Nacional
y protéjase usted mismo
comprando billetes de la Lotería Nacional de Beneficencia
LA LOTERIA
PAGINA
19
9
GUERRA AL CHANCE
CLANDESTINO
Cuando usted compra chance clandestino se expone a que no
le paguen . Son innumerables los casos en que esto ha sucedido.
Cuando Ud . compra chance clandestino, en vez de cooperar
al mantenimiento de las diversas instituciones de caridad con que
cuenta el país, está Usted contribuyendo a aumentar el peculio
individual de quienes se dedican a este negocio.
Un bill de chance clandestino que Usted compra representa
una ración alimenticia que le está quitando a un enfermo menesteroso en nuestros hospitales de caridad o a un niño pobre en
nuestros comedores escolares.
Absténgase, pues, de comprar chance clandestino y compre
únicamente el oficial de la Lotería Nacional de Beneficencia .
PAGINA
POETICA
Romance de Septiembre
Por Gema Endara Peñaherrera
Ventana que abre sus puertas
en el muro de los meses:
por ella pasa la vida
como una clara corriente.
Por ella se entran al alma
todas las cosas alegres
y se fugan las tristezas
como si fueran duendes.
Cantando viene la lluvia
por los labios de septiembre.
Jinete en corcel mojado,
el viento prueba su suerte
despetalando rosales
con sus espuelas celestes
y echando a volar fragancias
de violetas y claveles .
El duraznero se ha puesto
vestido de frutas verdes;
las hojas se han vuelto de oro
por mirar el sol ardiente,
y sin embargo, la lluvia
le pone gris a septiembre.
El cristal de su ventana
se moja tan de repente
que apenas le queda tiempo
para mostrar cara alegre.
Septiembre parece un sueño
que debiera durar siempre.
Sus treinta días se asoman
por el muro de los meses
mientras se pasa la vida
como una clara corriente.
s
sLavnder
La
José María Guardia.
Por los flancos grasosos de las laderas
bordadas de risueño verde plantío,
van alegres cantando, con rumbo al río,
en bullidor enjambre, las lavanderas.
Cada cual va sú sitio . Con mil maneras
buscan sus viejas piedras ; tiran el lío,
y ansiosas se preparan bajo el sombrío
y encantador ramaje de las riberas.
Comienzan la faena cansada y dura:
el jabón, con su espuma tiñe en blancura
lo que antes fue cual piélago de esmeral(das;
las lavanderas alzan a Dios los ojos,
,y el sol pone un reguero de rayos rojos
sobre las desnudeces de sus espaldas!
LA LOTERIA
PAGINA 21
9
La indígena realeza
que fue en un tiempo dueña y soberana
de esta faja de tierra americana
donde tiene su sede la nobleza
y el tierno pan de la hospitalidad
se reparte con prodigalidad,
no tuvo otra belleza
como la de Anayansi ; lirio oculto
entre el encaje de su suelo inculto,
hija de esa montaña
que en inmortal hazaña
venciera Vasco Núñez de Balboa,
para orgullo de España
y de su propia nombre eterna loa;
de esa abrupta y extensa cordillera
cuyo peplo intocado
despedazó la tropa aventurera
del héroe infortunado,
donde no llegan ni el dañino aliento,
ni la perenne y sorda algarabía
de la humana jauría,
donde en todo momento
himnos de libertad entona el viento.
Capullo el más fragante
del huerto exuberante
que con ímpetu fiero
tiñó de sangre el ambicioso ibero,
Anayansi en su rostro resumía
el encanto triunfal
de nuestra fértil zona tropical.
Cada pupila suya parecía
una atrayente y diminuta hoguera,
un pequeño crisol
en cuyo fondo hubiera
vertido nuestro sol
sus mejores destellos
para hacerlos más puros y más bellos.
Su cuerpo ágil ,y fino,
oloroso a vainilla y cinamomo
y tan flexible como
la palmera o el ,junco, reclamaba
el cerco de un abrazo masculino
con más calor que el de la hirviente, lava.
Y su voz era dulce como un trino,
como el leve murmullo de las ondas,
o el secreto que el aura quedamente
les musita a las frondas,
como la serenata
que en las noches de plata
suele cantarle la armoniosa fuente
a la pálida luna con terneza,
mientras que duerme la Naturaleza
y en un voraz incendio de pasiones
arden los corazones.
Anayansi soñaba con sus ríos,
0 PAGINA 22
sus pájaros cantores
y los matices de sus lindas flores.
Eran sus amoríos
sus dioses tutelares,
sus playas, sus llanuras y sus lomas
y los ricos aromas
que exhalaban sus sendas seculares.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
Pero llegó el indómito guerrero
con su porte arrogante
y el brillo esplendoroso de su acero;
y en el reino interior
Por JOSE GUILLERMO
de la niña inocente
se grabó, de repente,
la figura gentil del invasor.
En el yelmo de Vasco
y en su vistoso y reluciente casco
se clavaron, lo mismo que saetas,
las miradas inquietas
de la zagala púber y rendida,
que desde aquel instante
quedó presa en la cárcel sofocante
donde todo mortal vive encerrado
por el delito del primer pecado.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
Y las primicias de ese amor indiano
que embalsamó la esencia
sutil de la inocencia
fueron del jerezano!
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
Y al botín codiciado del metal
se unió el botín de la pasión sensual.
Al efectuarse aquel ayuntamiento
hubo un sacudimiento
de la tierra y el mar. El bosque umbrío
no tuvo sino cantos funerales
para esos esponsales,
y notas de dolor el manso río
al despedirse de los peñascales.
De la hirsuta floresta
LA L O T E R I A
salió un grito estentóreo de protesta,
mientras que allá, a lo lejos,
por detrás de la enhiesta serranía,
bajo el palio de una policromía
fecunda en tintes rojos,
el sol su disco hundía
lleno de celos, pálido de enojos,
al ver entre las manos
que dieron lustre a la española enseña,
fragantes y lozanos,
los senos de la virgen panameña.
Anayansi vivía
BATALLA
pendiente del reclamo
del intrépido Vasco . Se diría
la sumisión del perro junto al amo,
divinizada por el sentimiento
sublime del amor.
Cuerpo y alma—la acción y el pensamien(to-- lo había cifrado en su señor
desde el primer momento
en que la apuesta y varonil figura
del audaz y valiente luchador
quedó impresa en las láminas quemantes
de sus ojos brillantes.
El eco de su voz
ronca ,y áspera, propia para el mando,
resonaba en su oído como el blando
susurro de la brisa cuando reza
la tarde la oración de su agonía;
su alegría era toda su alegría
y su tristeza toda su tristeza.
El ínclito soldado
de Castilla no tuvo compañera
más fiel, ni más prudente consejera
que esta princesa indígena que el Hado,
benigno a veces, colocó a su lado
como un fanal de luz resplandeciente,
para envolver en mágicos fulgores
los ensueños mejores
de su prendida mente.
En sus horas de duelo,
para el cruel aguijón de los agravios,
no tuvo otra palabra de consuelo
LA
LOTERIA
que aquella de sus labios
pletóricos de savia primitiva;
y fue la ofrenda crepitante g viva
de su afecto salvaje,
alivio del ultraje
de quien, cegado por el brillo intenso
de su prestigio inmenso,
entre la sombra u rdía
la más burda y horrenda villanía.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
Cuántas veces los dos, hora tras hora,
al arrullo del cántico
de muestro mar atlántico,
vieron llegar la aurora
en la más deliciosa eucaristía;
ella, con el panal de sus ternuras;
él, con su fantasía
de nuevas aventu ras.
Y cuántas, cuántas veces, con los dones
cíe su cariño incólume y fragante,
cobraron nueva vida los carbones
de su fe agonizante
y más fuerza los vuelos
del águila imperial de sus anhelos.
Pero la infausta Suerte, que fustiga
casi siempre al que es útil y al que es bueno
rebosándole el vaso de veneno,
logró que el soplo aciago de la intriga
como una racha fuerte
de destrucción y muerte,
apagara el fulgor
de la estrella del gran descubridor.
El áspid de la Envidia,
que se nutre del odio y la perfidia
,y que sólo en el mal encuentra gozo
hincó su diente agudo y ponzoñoso
en el alma mezquina de Pedrarias,
despertando sus furias sanguinarias,
para estigma, vergüenza y deshonor
del plan conquistador.
Y así, de esa hermandad
de la injusticia y la perversidad,
del fondo de esa trama
inicua y espantosa, surgió el drama
que había de dar fin
a la empresa del noble paladín.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
Y ungida por el sol de su grandeza
rodó desde el patíbulo infamante,
de un tajo, la cabeza
del heróico y gallardo navegante
PAGINA 23
•
que en un gesto grandioso, maravilla
de audacia singular,
puso a los pies del trono de Castilla
el nuevo y vasto mar
que habían de surcar,
poco tiempo después, dejando estelas
de púrpura, cien raudas carabelas
cargadas con el otro
del incáico tesoro.
Y cuentan que la noche de aquel día
en que este crimen mancilló la Historia
de España, para mengua de su gloria,
fue, como nunca, tétrica y sombría;
y que del corazón
de las tupidas breñas,
a turbar el silencio funerario
del poblado, llegó ere alas del viento
el eco de un lamento,
de un ¡ay! desgarrador,
que debió parecerle al
victimario
algo así como un grito acusador,
como el chasquido agudo
de un latigazo rudo:
amarga 11 dolorosa despedida
de la princesa herida
al coloniaje civilizador.
LOS BACHILLERES DEL COLEGIO LA SALLE
A propósito de la muerte del Hermano Heliodoro
Per JUAN ANTONIO SUSTO
El 18 del pasado mes de agosto, a la edad
de 85 años, entregó su alma al Creador el
Hermano Heliodoro . El Colegio de La
Salle acaba de perder al fundador de esa
institución, la cual regentó desde el año
de 1908 hasta el de 1922, y Panamá uno
de sus mejores benefactores.
El Reverendo Hermano Heliodoro, por
méritos indiscutibles, mereció distinciones
del gobierno de su país —Francia— y los
de nuestra República . Allí están las Palmas Académicas y la Gran Cruz de Vasco
Núñez de Balboa . Por su parte, la Santa
Sede le otorgó la medalla "Pro-Eclessia"
y nuestra Sociedad Bolivariana le impuso
la máxima condecoración.
A propósito de su muerte vamos a hacer un poco de historia —de manera muy
somera— y a dar a conocer los Bachilleres
que dió ese Colegio desde 1913 hasta el
presente año, como un tributo de admiración y de cariño hacia los hijos de San Juan
Bautista de La Salle y para que el país aprecie la labor realizada por estos abnegados educadores.
La ley de Combes negó a las congregaciones religiosas el derecho de enseñar.
Con tal motivo los Hermanos de las Escuelas Cristianas se vieron obligados a salir
de Francia y a esparcirse por el mundo, dirigiendo escuelas y colegios por asociación.
Los primeros Hermanos que llegaron a Panamá fueron destinados a la Escuela Normal y a la Escuela Superior . La solicitud
de su ingreso a la naciente República ha•
PAGINA 24
HERMANO HELIODORO
Fundado, del Colegio e.. 5d5
bía sido hecha por don Julio J . Fábrega y
a don Nicolás Victoria J ., le tocó darles la
bienvenida.
La Escuela Normal se inauguró el 7 de
Octubre de 1904 y la Escuela Superior el
21 de Noviembre de ese mismo año . Ambas escuelas fueron suprimidas en Marzo
de 1909 a fin de reunirlas en un solo establecimiento de enseñanza, que vino a ser
el Instituto Nacional . El edificio que ocupaba la Escuela Superior vino a ser la
LA LOTERIA
Escuela de San Felipe, la cual fue confiada a los Hermanos hasta el año de 1913.
El Colegio de La Salle que había sido
inaugurado en Abril de 1908, en la Avenida Central, pasó al local que ahora ocupa,
en el año de 1910 . De su desarrollo habla
la lista de los Bachilleres que publicamos
a continuación:
1913 .-Tomás Guardia y Pedro Aguilar
1916 .-Victor Imgram, José A . Vega, Constantino
Montero y Vernon May.
1917.-José M. Grimaldo, Ramón A . Henriquez, Raúl
Jaén, Carlos Roquebert y Juan Antonio Susto.
1918 .-José Isaac Fábrega, Eduardo Maduro, Gerardo Maduro, Raúl Orillac, Manuel Ojedis y
Azael Vásquez.
1919 .-Enrique Arango, Agapito Castro, Justo Fábrega, Horacio Fábrega, Rodolfo Herbruger,
José Maria Jované, Samuel Lewis Jr ., Enri-que Linares Jr ., Ricardo Marciacq, Rafael Mo
reno, Samuel Quintero Jr, y Juan Vega.
1920 .-Manuel María Aguilera, José Alió, Efraín Gar
cía, Oscar Gutzmer, Florencio Icaza, Evaristo
Mora y Enrique García de Paredes.
1921.-José de L . Trujillo, Ignacio de J. Valdés Jr .,
Felipe O . Pérez, Enrique A . Benedetti, José
Gabriel Velásquez, Ernest Jeanine, Ernesto
A . Morales, Gerardo Q . Gallol y Juan J . Morán.
1922 .-Roberto Chiari, Pedro Tapia, Rodolfo Chiari,
Belardino Ponce, Rubén Orillac, Pedro Sáenz,
Ernesto Calvo y Eustorgio Mora.
1923 .-Rogelio Navarro, Paúl Gambotti, Octavio Fábrega, Samuel M . de Sola, Víctor Alvarez, Daniel Lee, Francisco Calderón y Tomás Delgado.
1924 .-Alberto Navarro, Luis A . Hidalgo, Francisco
Champsur, Juan Antonio Núñez Q ., Ernesto
Chandeck, Harmodio Miranda, Manuel M.
Valdés, Gil Montilla y Enrique Lefevre.
1925 .-Edwin Durling, Eduardo Vallarino, Amadeo
Vicente O ., Rodrigo Núñez Q ., Manuel Cai
derón, Rogelio Cornejo y Humberto Añorbes.
1926 .-Alfonso E . Lavergne, Guillermo O . Chapman,
Heraclio Chandeck, Francisco J . Linares, J.
Octavio de Is Guardia, Jorge A. de is Guardia, Jacobo L . Maduro, Maximiliano Fábrega
R ., Santiago Tapia, Eduardo Navarro Jr . y
Marcial Torrente Jr.
1927 .-Julio Armando Lavergne, Federico A.
Durling, Temístocles Diaz, Pedro V . Núñez Q .,
Rubén O . Núñez Q ., Petronilo Alonso G ., Victor M . D'Anello P ., Francisco Donato, Maximiliano Alonso G, y Jorge A . de Diego A.
1928 .-Jorge Ramirez D ., J . Roberto Purling, Juan
E . Champsur, Hernando Sosa, Isaías Pinilla,
Ricardo Vallarino, Ernesto Arosemena y
Jo-sé J . Ramirez.
1929 .-Alfonso Herrera y F., Leopoldo Benedetti, PeLA
LOTERIA
dro A . Ponce, Benito Suárez, Luis Séptimo Dominguez, Gregorio de J . Ramos, Agustin A.
de Is Guardia, Carlos Fábrega F ., Ernesto Zurita E. y Jorge I . Conte O.
1930 .-Carlos J . Donderis V ., Alfredo A . Figueroa F .,
Horacio E . Clare L ., José Salgueiro P.,
Demetrio Quintero A ., Mariano Sosa L ., Jorge E.
Lombardi A ., Guillermo A . García C ., Francisco Garcia C . y Benjamin Cornejo H.
1931 .-Juan J . Amado B ., Augusto R . Arosemena G .,
Julio A. Champsur O ., Rafael A . van der Hans,
Roborto A . Herrera y F ., José E . Erhman L.,
Juan A. García M ., Juan E . Vega M ., Camilo
A . Chapman V ., Marco A . Aragón M ., J . Guillermo Vergara V ., Ernesto Benedetti B.
1932 .-Pedro Alvarado Ch., Jorge Argelini A ., Francisco Aued H ., José A . Barsallo B ., José María Barranco K ., Roberto Boyd A., Luis A.
Cabezas L ., Aristides Collazos C ., Dámaso Correa L ., Bernardo Fábrega F ., Tomás Guardia
F ., Miguel J . Moreno A ., Carlos A . Orillac A.,
Enrique A . de la Ossa E ., Ubaldo A . Suárez
R ., Ricardo Tovar J ., Aristides G . Typaldos
D ., Guillermo Rolla M . y Zósimo Correa P.
1933 .-Ismael E . Champsur O ., Manuel Preciado A .,
Guillermo Méndez M ., Antonio I. Paredes A .,
Julio C . Sáenz L., Alfredo Navarro A., J . Guillermo Crismatt E., Julio J . Fábrega F ., Guillermo Rojas S ., Antonio Romero A., Francisce A . López F ., Francisco A . de Icaza D.
1934.—J . Florencio Barba G., Frank A . de Lima, Guillermo de Roux A ., Roberto López F ., Diego
M . Domínguez C ., Ricardo J . Bermúdez A .,
Nino Carrillo Briatica, Augusto A . Vives S .,
Alberto Alemán C, Pedro Fábrega S ., Jorge R.
Chapman V ., Harry Strunz G, Domingo A.
Díaz Q, Alfredo Alemán A, y Juvenal A . Castrellón A.
1935 .-Oscar M. Mckay D ., Mario de Roux A, Ramiro
Alfredo Sosa I, Pablo A. Chapman V., Mario E . Mezquita R ., Alfredo Vaccaro L ., Rubén
J . Lasso Fernández, José C . Sánchiz S ., Georges A . Langlais R, Carlos A . de la Ossa E .,
Adolfo O . Arias P ., Eduardo A. Ramírez M .,
José de Unamuno L., Jorge E . Sosa L., Carlos
A . de, Janón P ., Juan A . Ameglio Z, Ricardo
J . Lasso Jaén, José Guillermo de Freitas P .,
Ignacio L . Fábrega L, Pedro José Sosa P .,
Manuel José Moreno P ., Ernesto V . Ojedis W .,
Pedro J . Leblanc R. y Mariano C . Melhado G.
1936 .-Miguel A . Solís D ., Alfonso Jaén y J ., Jacobo
Sasso Maduro, Aurelio A . Alba V., Eleazar G.
Sáenz T ., Pedro A . Rovetto M, Alfonso G.
Guerra A ., Alfonso J . Palacios A ., Guillermo
L . Romero van der Hans ., Carlos Sousa L .,
Mariano Ramírez L ., Javier Morán A., José
Hernando Pinilla Marías, Camilo B . Porras A .,
Darío A . Cáceres P. Alfredo II. de Sousa B .,
Ricardo Reyes M ., Conrado R . Nicosia P ., Car .
los A . Guardia y Guiller mo Leblanc F.
1937 .-José J . Khaled A, Clarence J . Márquez Q,
Manuel Guardia V., Eduardo E . Visto G., Car.
los Rangel M., Luis de Fábrega F ., Tomás A.
Paredes L ., Carlos A . Barba G., Erasmo MénPAGINA 25
•
dez I ., Elí Acrich C ., Carlos A. Vieto Q ., Carlos Martín A ., José A . Bermúdez A ., Samuel
Ramos R ., Alvaro Rodríguez Ll ., Manuel J.
Paredes M ., Carlos Briceño I ., Alejandro Abood F ., Ramón Benedetti H ., José R. Martinelli P ., Antonio A . Amado B ., Víctor A. Rovetto M ., Domingo Espino S . y Rodrigo Halphen P.
1938 .-Manuel R . García, Rafael A. Vásquez P ., Rogelio E . Arias P ., Devid Lebj Lindauer, Eduardo de Alba D ., Roberto R. Alemán Z ., Heraclio Chandeck R., Carlos A . Chiari M, Julio I.
Alemán Z ., José E . Fernández M, Luis Sánchez M ., Rogelio Diaz J ., Agustín Ameglio Z .,
José Ortega R, Conrado Arosemena B ., Julio
E . Chandeck R ., Enrique Clement D ., Julio A.
Vega C ., Fernando Diaz Q ., Ramón M . Valdés
A. ; Carlos A . Bieberach, Carlos A. Morales P,
Rafael Mezquita R . y Alfredo Luria A.
1939 .-Arturo F . de la Guardia O ., Bernando F . Quintero R ., Hernán F. Porras C ., Carlos Chan M .,
Ramiro Parada A., José L . Pérez C ., Franklin
Bertoncini, Guillermo A . Alba V., Camilo Levy
S ., Arturo A . Morgan M ., Siviardo de León
B ., Renato Arias, Ramiro A . Franceschi R,
Abel Chevalier B ., Jaime Cohen, Roberto Diaz
Q., Julio A . de León y L, Arturo Martinelli
S ., Leonidas Pinilla B ., Jorge A . Fernández,
Ernesto Castillero P ., José R . Arias M ., Alfredo E . Morales P, Sergio A . Acosta U .,
Mauricio A . Benedetti G., Fernando de J . Alba V., Rodrigo J . Moreno, Aníbal Illueca S,
Ricardo A . Abadía G, Genaro Blotta, Gustavo
Ros F . y Manuel A . Pino F.
1940 .-Ricardo
I. Noli O ., Herminio Carrizo, Guiller
mo Selles Jr ., José G . Guardia J ., Alfonso J.
Fábrega Jr., Ismael J . Sousa L ., Alonso R . Hi .
guero J ., Tomás R. Arias, Raúl Arosemena Jr .,
Tarsicio A . Valdés A ., Manuel H . Arosemena
H ., Herbert E . Asyn, Carlos A . de Hasseth B .,
José A . de León y L ., Pedro F . Corro P ., Alfredo Andrión, José F . Pardini, Julio E . Amado
B ., Emilio A . Cadet, Miguel A. Peralta, Miguel
A . Corro P ., Alberto M . Núñez, Eduardo J.
Vejas B., Ricardo Alemán Z ., Luis E . Guardia
J ., Carlos M . Lasso J ., Miguel A . Pérez,
Demóstenes García M ., Carlos A . Denis L ., Ma
nuel A. Icaza, Mauricio J . Bares, Fermín Azcárate C ., Carlos M . Jurado, Silverio A. Villarreal G . y Aristides Arias V.
1941 .-Darío Selles, Maximino Márquez, Camilo Lince, Camilo Khaled, Ricardo Morán, Pedro
Pinel, Carlos A . de Sedas, Marco A . Solís, Julio
Lasso, Carlos M . Gasteazoro, Alberto Pino,
Julio E . Sosa, Guillermo Bragín, Juan L. Correa, Marino Audia, Rafael Zubieta, Antonio
Cucalón, Ricardo Brin, Osvaldo Guaragna, Edgar Lince, Enrique Enseñat, Enrique Diaz
Granados, Adolfo Quezada, Raúl Cochez, Carlos A . Cervera, Horacio Sosa, Alfonso E . Alba y Héctor Faarup.
1942 .-José B . Cárdenas, Enrique Rohrmoser, José de
J . Pinzón, Bolívar Márquez, Mario Arosemena, Plomero Icaza, Marcelo Galasso, Anibal
Ramos, Gabriel de la Guardia, Martín Ramírez, Nicolás Obaldía, Roberto Anguizola, Oscar de la Guardia, David Amado, Rubén Puerta, Augusto Ramos, José J. Meléndez, Gabriel
de Sedas, Fernando Attanasio, Manuel Fernández, Rodolfo Alemán, José Camell, César
Levy, Roberto S . Fábrega, Hermann Rohrmoser, José R . García, Enrique Victoria, Félix E.
Typaldos D ., Augusto Gerbaud y Lisandro Isaza.
1943 .-Manuel Caballero, Rafael Sabonge, Rogelio Avila, Rogelio Arosemena, Carlos de la Ossa,
Francis Escoffery, Roberto de la Guardia, Domiciano Broce, Rafael Alemán, Víctor Imgram, Antonio de Roux, Fernando Guardia,
Francisco Soldevila, Eloy Jaén, Jacobo Salas,
David Cohen, Rolando Agostini, Luciano Ruiz
y Ramiro Ayala.
1944 .-Gonzalo J . Sosa G, Roberto Chu ., Ernesto A.
Fábrega L., José L . Matute, Simón Quirós G .,
Edgardo A . Guzmán, Frank A . Alemán V ., Eduardo Dumanoir, José M . Núñez R, Eloy J.
Rodriguez Jr., Marcos Castillero, Inocente V.
Moreno, Oscar V . Faarup, Juan B . Chevalier,
Eduardo Selles, Luis A . Durling, Víctor J . Fábrega Jr ., José R . Contreras, Raúl de León,
Eduardo Márquez, Alessio Conte, Rolando
Cuevas, José A . Sáez, Jaime Varela, Juan Obarrio, Santiago Guerra y Alfonso Regis.
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0
PAGINA 26
LA LOTERIA
UN RETAZO DE SONA
EL CERRO
E
PET ENQU
Por ALBERTO F . ALBA
Una serie de ondulados montes, inte- reconocida desde antaño, por la nube fosrrumpen la línea regular del horizonte mi- ca colocada imprescindible sobre el pico
rado el paisaje desde el Valle en que se bri- del Petengue ; y los vientos fuertes, o la
levanta la risueña ciudad de Soná . La sa suave, o las lloviznas, bien las tormentas
Cordillera majestuosa en todos sus detalles, temerosas, claramente dibujaron desde sitiene sectores en donde la gracia volcó su glos su silueta inconfundible sobre la cumcesto esparciendo desde las cumbres a los bre de la montaña . Los suaves fulgores
planos y desde los helechos a los árboles, de la Luna destacando límpidos por la amtoda la rica variedad de los colores y to- plitud azul del cielo, alumbran con mayo
do el poderío inestimable de la finura de res claridades, cuando han rozado con su
las fibras . Destaca sin embargo entre esos luz, las crestas del Petengue . Por los inelevados picos sonaeños, el cerro Peten- números senderos que la planta del labriegue . Mil ochocientos pies sobre el nivel
go ha trazado por sobre sus lomas, desciendel mar, no son suficiente altura como para
den en prometedora caravana hasta el coimpresionar la mente ; la pintoresca flora razón del poblado, la rica producción de
que cubre los suelos de aquel cerro, no es arroz, la de frijoles, las cañas de azúcar
incentivo suficientemente poderoso como y las frutas, la resina de los árboles de capara singularizarlo ; si existe el hecho de raña y los muleros de "huesito" que consque en sus lomas los campesinos sonaeños tituyen parte principal de los mercados lupractican enormes desmontes que a su de- gareños ; y cuántos corazones no habrán
bido tiempo plantados producen las cose- palpitado acelerados al observar desde los
chas, igual sucede con el resto de la brava portales de sus hogares, la figura a cabaserranía que circunda el Valle por todos llo de sus seres amados descendiendo deslados . Petengue no obstante para aquel de la cumbre, inconfundible y claramente
que nació en sus cercanías alnadas, es co- visibles, tal vez por curioso efecto de la
mo un símbolo . En la cordillera de Santa luz!
Catalina, de la cual nuestro cerro es el
La arteria que partiendo desde la capimás importante eslabón, nació el Valle de tal, conduce al viajero hasta los apartados
Soná, enriquecido desde las alturas del rincones de las provincias del Oeste, desresto de las crestas por los incomparables ciende graciosamente retorcida por sobre
ríos San Pablo, Tríbique, Cobre y Tobálico. los flancos del Petengue.
Detrás del cerro, sale a cada nueva auroNo está lejano el día en que algún
ra el disco flamígero del sol y las prime- sonaeño emprendedor, uno de esos que tan
ras cumbres que alegran a los labriegos modestamente ocultan su distinción y su
en sus tempranas horas de labores, son las hidalguía entre los vergeles del pequeño
de la altura del Petengue . Cuenta los abue- valle, no esta lejano el día auguramos, en
los que desde épocas remotas, el tiempo que en una de las planicies que forman los
mismo estuvo sometido a los dictados del repliegues del Petengue, levante acogedor
Petengue : que si el día debía ostentar cla- un moderno Hotel, en donde a parte del
ridades y frescura de verano aún en pleno paisaje inagotable en facetas de colores,
invierno, una nubecilla blanca sobre sus encuentre el viajero, modernos acomodos,
cumbres, lo indicaba . La tempestad bra- limpieza e inagotable halago para el canvía como suele ser la de aquella zona, fue sado espíritu urbano.
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LA LOTERIA
PAGINA
27 •
CAJA DE SEGURO SOCIAL
SUBSIDIOS DE MATERNIDAD:
Según lo dispuesto en la nueva Ley, la Caja de Seguro Social concederá a las aseguradas en estado de gravidez, además de todos los beneficios por enfermedad y maternidad, un subsidio en dinero.
EN QUE CONSISTE EL SUBSIDIO DE MATERNIDAD:
El subsidio de maternidad consiste en un auxilio en dinero que la Caja
pagará a la interesada, equivalente aproximadamente a UNA VEZ Y
MEDIA del promedio de sueldo ganado por la asegurada durante los
SEIS meses anteriores a la fecha de la solicitud del auxilio .—Ej . : si la
asegurada ha devengado durante los seis meses anteriores un promedio
de sueldo de B/ .80 .00 recibirá un total aproximado de B/ .120.00.
PARA OBTENER EL SUBSIDIO DE MATERNIDAD:
La asegurada deberá presentar un certificado médico al completar el
SEPTIMO mes de embarazo . Si es maestra deberá comprobar además la fecha de su separación del empleo para mantenerle su derecho
a los beneficios.
COMO SE PAGA EL SUBSIDIO DE MATERNIDAD:
El subsidio de maternidad se paga en dos partidas, la mitad seis semanas
antes de la posible fecha del parto, o sea alrededor del séptimo mes, y
la otra mitad una vez producido el alumbramiento.
CUANDO EL ALUMBRAMIENTO SE PRODUCE
AL SEPTIMO MES:
La Caja de Seguro Social entregará inmediatamente a la interesada
el total del auxilio a que tenga derecho una vez comprobado el caso
por el médico que la hubiere asistido .
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bombillas eléctricas para poder trabajar sin interrupción por espacio de 24 horas
por día . Como consecuencia, existen restricciones en !os suministros de
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Siempre es un buen proceder el comprar lo mejor, pero especialmente cuando
los suministros son limitados ; por consiguiente, !es aconsejamos que adquieran
un suministro de reserva de Bombillas G .E . Mazda sin demora, cuando estén
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PANAMA, R. DE P.
Teléfono 696
NUMERO 8
Apartado 169
CALLE DEMETRIO H . BRID
No . 8
LOTERIA NACIONAL DE
BENEFICENCIA
PLAN DEL SORTEO ORDINARIO
de dos series de 26 fracciones
cada una denominadas Series "A" y "B",
PRIMER PREMIO
1 Premio Mayor de 1 Segundo Premio de 1 Tercer Premio de
18 Aproximaciones de 1 S/ . 520.00 cada uno
9 Premios de
2,600.00 "
"
90
"
156.00 "
"
900
"
B/.52.000
15.600
7 .800
9 .360
23 .400
14.040
46.800
52 .00 "
SEGUNDO PREMIO
18 Aproximaciones de B/ . 130.00 cada uno
9
260 .00 "
2 .340
2.340
11
"
TERCER PREMIO
18 Aproximaciones de B/ . 104.00 cada uno
9
156.00
1.872
1 .404
1.074
B/.176.956
Precio del Billete entero,
Bl. 26.00
Precio de la fracción de Billete,
Bl. 0.50
COMPAÑIA EDITORA NACIONAL .
P.
S
A.
PANAMA, R . DE
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