LA TUTELA DE LA LIBERTAD SINDICAL EN LA DOCTRINA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL Sara Guindo Morales. Becaria de Colaboración-Investigación Departamento de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social Universidad de Granada 1. INTRODUCCIÓN Actualmente, la libertad sindical supone el derecho tutelado jurídicamente a asociarse para la defensa de los intereses de los trabajadores. Sin embargo, este hecho no ha sido siempre así, ya que en nuestro país, este derecho estuvo abolido prácticamente casi los cuarenta años de dictadura, siendo la actividad sindical prohibida y duramente reprimida por el Gobierno, en donde muchos dirigentes sindicales fueron encarcelados durante años por el "delito" de defender a los trabajadores y reclamar cambios democráticos que nos equipararan a los países vecinos. La criminalización del derecho de huelga y la consideración de la actividad sindical y política como delictiva −por ser contraria en aquella época al orden público−, supuso la condena a miles de trabajadores y la pérdida de sus puestos de trabajo. Por suerte, el reconocimiento de la libertad sindical y la legalización de los sindicatos se produjo en abril de 1977, siendo necesaria en el mismo año la aprobación de una Ley de Amnistía que expresamente incluía las infracciones de naturaleza laboral y sindical como objeto de los beneficios de la misma. Un año más tarde, con la promulgación de la Constitución Española de 19781 −en adelante, CE−, que parte de la afirmación del principio de pluralismo político y social, colocó a la libertad sindical en un lugar central del modelo democrático de relaciones laborales, dedicando dos artículos a este tema, el 7 y el 28.1, sin perjuicio de la posterior referencia en el artículo 37.1 al derecho de negociación colectiva que está integrada en la libertad sindical. Al venir configurada ésta en la CE como parte de los derechos fundamentales y de las libertades públicas, su desarrollo se llevó a cabo mediante la Ley Orgánica 11/1985, de 2 de agosto, de Libertad Sindical2 −en adelante, LOLS−, cuyos artículos 12 a 15 regulan la tutela de la libertad sindical y la represión de las acciones antisindicales, para lo cual, la Ley 36/2011, de 10 de octubre, Reguladora de la Jurisdicción Social3 −en adelante, LRJS−, establece un procedimiento específico4 . La doctrina del Tribunal Constitucional −en adelante, TC−, ha expresado el "carácter promocional" de los sindicatos que en la CE asumen los artículos 7 y 28.1 como elemento clave de la configuración del Estado social y democrático de Derecho que persigue el artículo 1.1 CE para la defensa y promoción de los intereses colectivos de 1 Publicado en BOE de 29 de diciembre de 1978. 2 Publicado en BOE de 8 de agosto de 1985. 3 Publicado en BOE de 11 de octubre de 2011. 4 COLLADO GARCÍA, L., ROMERO RODENAS, Mª. J., TARANCÓN PÉREZ, E., y TRILLO PÁRRAGA, F.: La representación de los trabajadores en la empresa, Albacete, Bomarzo, 2015, pp. 19 y ss. 1 los trabajadores. Por este motivo, la figura del sindicato supone un ente de importancia constitucional inmediatamente protegido por la Constitución5 . En virtud de todo lo expue sto anteriormente, el objetivo de la presente comunicación es ofrecer un estudio de la tutela del derecho de libertad sindical a la luz de los pronunciamientos del TC sobre la materia, siendo el hilo conductor la doctrina constitucional en la perspectiva litigiosa sobre el precitado derecho, la cual, marca sus límites y posibilidades, realizándose un análisis de los aspectos más controvertidos relativos, especialmente, al ámbito subjetivo del derecho y a la figura de la mayor representatividad sindical, así como a la delimitación del contenido esencial y adicional de la libertad sindical, además de la relación de ésta con otros derechos fundamentales reconocidos constitucionalmente. 2. LA TUTELA JURÍDICA DE LOS DERECHOS DE LIBERTAD SINDICAL La importancia del derecho a la libertad sindical en el Ordenamiento jurídico español, ha supuesto la creación de un sistema privilegiado de garantías jurídicas frente a eventuales violaciones de esos derechos, aunque, en lo sustancial, esta tutela reforzada coincide con la prestada por lo general a los demás derechos fundamentales reconocidos constitucionalmente. La virtualidad de los derechos fundamentales para limitar los poderes empresariales es, a día de hoy, doctrina constitucional firme 6 . En el plano subjetivo de la delimitación de las conductas o comportamientos antisindicales −legitimación pasiva ex artículo 13.1 LOLS− existe una clara vocación de universalidad de la tutela; mientras que en el objetivo, no sólo se protegen los comportamientos o conductas resultantes del ejercicio del derecho, sino también los actos preparatorios, también denominado "momento presindical" 7 . El TC ha reaccionado contra decisiones en las que concurría un ánimo contrario al ejercicio del derecho y además, contra conductas que, ajenas a cualquier motivación de aquel tipo, producen un determinado perjuicio, como por ejemplo, la pérdida de condiciones económicas derivadas de la falta de prestación de servicios cuando esta falta es inherente a la condición de representante de los trabajadores en situación de liberados por razón sindical8 . Atendiendo al sujeto infractor, los comportamientos más típicos son los siguientes 9 : Por parte del empresario u organización patronal, tanto los actos de discriminación en el empleo o condiciones de trabajo que inciden negativamente en la libertad sindical −artículo 12 LOLS−, cuanto los actos de injerencia, como por ejemplo, fomento de sindicatos pro interés empresarial −sindicato amarillo−. 5 SSTC 3/1981, de 2 de febrero; 23/1984, de 20 de febrero; 75/1992, de 14 de mayo; 94/1998, de 4 de mayo; 7/2001, de 15 de enero; 215/2001, de 29 de octubre; 229/2002, de 9 de diciembre. 6 STC 87/1998, de 21 de abril. 7 STC 197/1990, de 29 de noviembre. 8 STC 70/2000, de 13 de marzo. MONEREO PÉREZ, J. L., MOLINA NAVARRETE, C., y MORENO VIDA, Mª. N.: Manual de Derecho Sindical, Granada, Comares, 2014, pp. 115 y 116. 9 2 Por parte de los Poderes Públicos, la lesión puede provenir de normas legislativas, reglamentarias o actos administrativos, así como de decisiones judiciales. Sin embargo, son notorias las dificultades para determinar el grado de injerencia real que suponen ciertas acciones. Por ejemplo, en materia de política de subvenc iones o en los criterios de distribución del Patrimonio Sindical Acumulado. Por parte de los propios sindicatos, por lo general se producirá a través de la negociación colectiva, como por ejemplo, excluyendo un sindicato legitimado 10 . Respecto a las formas o técnicas de tutela, la protección de la libertad sindical se puede realizar tanto a nivel nacional como internacional −interesa destacar la influencia que los Convenios y Recomendaciones de la OIT y las resoluciones del Comité de Libertad Sindical han tenido en la conformación del "bloque de constitucionalidad" relativo a la tutela del derecho de libertad sindical dentro de la doctrina del TC, como también la jurisprudencia del TEDH 11 −, no obstante, la presente comunicación se centrará en el ámbito estatal, especialmente en vía judicial-constitucional. En lo referente a la tutela judicial (artículo 52 CE; artículo 15 LOLS y 182 LRJS), existe un doble mecanismo de protección en sede procesal: el primero, a través del procedimiento preferente y sumario ante la jurisdicción social (artículo 13 LOLS; artículos 177 a 184 LRJS); el segundo, a través del recurso de amparo promovido ante el Tribunal Constitucional, pues al estar la libertad sindical ubicada sistemáticamente y configurada constitucionalmente como un derecho fundamental de aplicación directa e inmediata invocable ante los poderes públicos y particulares, lleva aparejadas las consecuencias y garantías propias de esta categoría jurídica, por lo que, según el artículo 53 CE, su tutela puede ser recabada a través del precitado recurso (artículo 161.1.b) CE), regulado a través de la Ley Orgánica 2/1979, del Tribunal Constitucional12 (en adelante, LOTC), como un proceso subsidiario, ya que exige haber agotado todos los recursos posibles en la vía judicia l ordinaria 13 . Además, es posible plantear un recurso de inconstitucionalidad o una cuestión de inconstitucionalidad contra las disposiciones legislativas antisindicales. No obstante, la tutela judicial también se podrá exigir en vía penal cuando del seguimiento de una causa en vía social puede desprenderse indicios de comportamiento delictivo, debiéndose remitir las actuaciones al Ministerio Fiscal a efectos de depuración de estas eventuales conductas delictivas, tipificadas en el artículo 315 del Código Penal14 . 10 STC 184/1991, de 30 de septiembre. 11 MONEREO PÉREZ, J. L., y FERNÁNDEZ AVILÉS, J. A.: «La libertad sindical en la doctrina del Tribunal Constitucional», en Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, núm. 3, 2008, pp. 248. 12 Publicado en BOE de 5 de octubre de 1979. 13 MONEREO PÉREZ, J. L., MOLINA NAVARRETE, C., y MORENO VIDA, Mª. N.: Manual de Derecho Sindical, Granada, Comares, 2014, pp. 117 y 121. 14 Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal. Publicado en BOE de 24 de noviembre de 1995. 3 El recurso de amparo promovido ante el TC es uno de los más utilizados cuantitativamente y de mayor relieve cualitativo. El objeto del mismo se limita al reconocimiento por el TC del derecho fundamental o la libertad pública que hubiera sido violada y la adopción de las medidas necesarias para restablecer o preservar su ejercicio. Como regla general, en estos procesos constitucionales no se revisa la legislación aplicada, salvo en los siguientes casos, a saber: a) cuando el TC considere que el Tribunal ordinario hace una interpretación de la legalidad que lesiona un derecho o libertad fundamental; b) cuando el Tribunal ordinario hace una interpretación de la legalidad no adecuada a la interpretación que hubiera hecho el TC a través de las llamadas "sentencias interpretativas"; y c) cuando se trate de resoluciones judiciales que aplican preceptos de la LOLS que pudieran lesionar aspectos de los derechos fundamentales de libertad sindical, lo que se denomina "amparo contra leyes". En este recurso es necesario alegar el derecho fundamental violado: la libertad sindical. No obstante, el TC ha considerado que, en determinados supuestos es suficiente "la simple invocación de la infracción de una norma legal que de manera evidente contenga la configuración concreta de un derecho constitucionalmente garantizado, pero respecto de cuyo contenido concreto la Constitución se remita, de modo explícito o implícito, a normas de rango legal": por tanto, bastaría con alegar la violación de algún precepto de la LOLS 15 . Si la sentencia otorga el amparo, podrá contener alguno de los siguientes pronunciamientos16 : Declaración de nulidad del acto, indicando la extensión de sus efectos. Reconocimiento del derecho fundamental o libertad pública −en este caso, libertad sindical−, conforme a su contenido establecido por la CE. Restablecimiento íntegro del derecho o libertad del recurrente que hubiese sido violado, con la adopción de las medidas necesarias, en su caso, para su conservación. 2.1. Ámbito subjetivo del derecho de libertad sindical Tanto el artículo 28 CE como el artículo 1.1 LOLS reconocen la libertad sindical a "todos". Esta expresión impone una tesis universalista en cuanto a la titularidad del derecho −máxime tratándose de un derecho fundamental−, derivada de la interpretación del precepto de acuerdo con los textos internacionales −artículo 10.2 CE−. En todo caso, el artículo 1.2 LOLS nos ofrece una noción amplia del término "trabajador" a los efectos de la regulación del derecho de libertad sindical, que deja resueltas bastantes cuestiones interpretativas, no obstante, ello no significa que este aspecto del derecho haya dejado de plantear problemas ante el TC 17 , los cuales expongo a continuación. 15 STC 106/1984, de 16 de noviembre. 16 MONEREO PÉREZ, J. L., MOLINA NAVARRETE, C., y MORENO VIDA, Mª. N.: Manual de Derecho Sindical, Granada, Comares, 2014, pp.122. 17 MONEREO PÉREZ, J. L., y FERNÁNDEZ AVILÉS, J. A.: «La libertad sindical en la doctrina del Tribunal Constitucional», en Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, núm. 3, 2008, pp. 253. 4 En primer lugar, respecto a la titularidad del derecho de libertad sindical por parte de los trabajadores no afiliados a un sindicato, el TC ha señalado que este colectivo gozarían plenamente del precitado derecho, expresando lo siguiente: "cuando una actividad de un sindicato tiene proyección externa y se dirige a todos los trabajadores, afiliados y no afiliados, el derecho constitucional a la libertad de acción sindical debe proteger a todos los trabajadores que participen en la misma. De no entenderse así el alcance del artículo 28.1 CE, no sólo se dejaría desprotegidos a los trabajadores, sino que, indirectamente, se afectaría de forma grave a los propios sindicatos y a las funciones que la Constitución les reconoce, puesto que las actividades no declaradas ilícitas dirigidas a todos los trabajadores, que son, sin duda, las de mayor relieve, podrían verse frustradas al no ofrecer a todos los destinatarios la referida garantía constitucional"18 . Además, el TC ha expresado que la atribución por el legislador de unos determinados derechos a los trabajadores sindicados de contenido diverso a los de los que no están sindicados, no viola la libertad sindical "pues en tal caso no se está haciendo la sindicación obligatoria y la diferencia de régimen jurídico será legítima si lo es dentro del campo del artículo 14 CE, siempre que no entrañe presión o coacción"19 . En definitiva, el ejercicio de la libertad negativa de afiliación goza también de la máxima protección. En segundo lugar, y en relación a los funcionarios públicos, el propio TC ha expresado que son titulares del derecho constitucional de libertad sindical, pues "el reconocimiento del derecho de libre sindicación de los funcionarios deriva directamente del mandato del artículo 28.1 CE, cuyo término «todos» los incluye, como se demuestra por su referencia posterior"20 . En tercer lugar, y en lo que concierne a los trabajadores autónomos, el TC acepta desde el punto de vista constitucional, tanto la exclusión con integración en el derecho general de asociación, como de la inclusión prevista en la LOLS pero limitada a la integració n en sindicatos existentes sin posibilidad de constitución de sindicatos propios. En cuarto lugar, y en lo referente a los empresarios, la normativa internacional atribuye el derecho de libertad sindical tanto a trabajadores como empresarios, utilizando la expresión "sindicatos de empleadores". No obstante, nuestra Constitución no usa los mismos términos, reservando a los trabajadores el derecho de asociación sindical y a sus organizaciones la nomenclatura de "sindicato", para referirse a los empresarios al derecho de asociación y denominar a las organizaciones que representan y defienden sus intereses colectivos "asociaciones empresariales"21 . Según doctrina del TC, se convalida la opción del texto constitucional español por esta diferenciación terminológico-jurídica, recogiendo la dualidad de denominaciones que hoy es de uso común 22 , expresando que 18 STC 134/1994, de 9 de mayo. 19 STC 68/1982, de 22 de noviembre. 20 STC 98/1985, de 29 de julio. 21 MONEREO PÉREZ, J. L., y FERNÁNDEZ AVILÉS, J. A.: «La libertad sindical en la doctrina del Tribunal Constitucional», en Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, núm. 3, 2008, pp. 254 y 255. 22 MONEREO PÉREZ, J. L.: El sindicalismo y el orden democrático, estudio preliminar a RENARD, G.: Sindicatos, Trade-Unions y Corporaciones por Georges Renard, Granada, Comares, 2014, pp. 21. 5 "la libertad sindical es predicable tan solo de los trabajadores y sus organizaciones, sin que pueda incluirse en la misma el asociacionismo empresarial, dado que es incompatible con la propia naturaleza del derecho de libertad sindical, que es siempre una proyección de la defensa y promoción del interés de los trabajadores"23 . Esta doctrina tiene la relevancia práctica de que, aunque ambos derechos están en el mismo nivel máximo de protección constitucional, el contenido esencial del derecho de libertad sindical es mucho más rico que el del genérico derecho de asociación, ya que está formado por el derecho de acción sindical y todas las facultades inherentes. 2.2. La mayor representatividad en la doctrina del Tribunal Constitucional Es indudable que la instauración de la figura del sindicato más representativo conlleva el reconocimiento de un status jurídico-sindical privilegiado para determinadas organizaciones sindicales. Por este motivo, el TC ha tenido que pronunciarse sobre la constitucionalidad de la precitada figura y las diferencias de trato que implica. En este sentido, el TC apoya con claridad esta figura a partir de argumentos favorables a la eliminación del problema de la atomización y dispersión sindical, aunque también haya insistido sobre sus límites, a fin de que la concesión de privilegios a determinados sindicatos no suponga a su vez la privación a otros de los medios necesarios para la defensa de sus intereses. En este difícil equilibrio, ya puede hablarse de una doctrina constitucional aquilatada en esta materia 24 . Según el TC, la promoción de un modelo sindical que favorezca la existencia de sindicatos fuertes para una eficaz defensa de los intereses de los trabajadores, constituye un planteamiento legítimo desde la perspectiva de los artículos 7 y 14 CE25 , ya que la representación de los intereses de los trabajadores se vería notablemente mermada en su eficacia si se atribuyese por igual a todos los sindicatos existentes. Así pues, conforme doctrina del TC, el derecho al trato igualitario que tienen todos los sindicatos no es incompatible con la utilización por parte de los poderes públicos, de criterios dirigidos a seleccionar a aquellos sindicatos que gocen de una especial implantación, audiencia o consideración dentro del colectivo en el que ejercen su actividad y, en atención a ello, concederles determinadas facilidades, apoyo y ventajas que potencien y favorezcan su acción, –y que no se reconocen al resto de los sindicatos–, siempre y cuando la selección se realice según criterios objetivos que impidan diferencias de trato injustificadas o la introducción de elementos de imparcialidad o arbitrariedad, pues en estos casos la diferenciación cont radice el principio de igualdad con quebranto del libre e igual disfrute de la libertad sindical26 , siendo, por tanto, el concepto de mayor representatividad un criterio objetivo y, por ello, constitucionalmente válido. 23 STC 52/1992, de 8 de abril. 24 MONEREO PÉREZ, J. L., y FERNÁNDEZ AVILÉS, J. A.: Guía sobre el Derecho de Libertad Sindical, Sevilla, CARL, 2007, pp. 34. 25 STC 53/1982, de 22 de julio. 26 SSTC 65/1982, de 10 de noviembre; 20/1985, de 14 de febrero; 39/1986, de 31 de marzo; 217/1988, de 21 de noviembre. 6 En relación al análisis de algunas prerrogativas y privilegios, por ejemplo, en lo relativo al derecho de participación institucional, el TC ha considerado que éstos –en referencia a las prerrogativas y privilegios–, se incluyen entre los "derechos adicionales" de la libertad sindical, sin que por ello se vulnera el artículo 28.1 CE atribuirlo sólo a algunos sindicatos. En este sentido, la doctrina constitucional se pronuncia insistiendo en la necesidad de que la diferencia de trato entre los distintos sindicatos se realice con arreglo a "criterios objetivos", debiendo ser las medidas "razonables, proporcionales y adecuadas al fin perseguido". Del mismo modo, otras facultades de las organizaciones más representativas, como la de gozar del derecho de excedencia forzosa para los trabajadores que desempeñen cargos sindicales 27 o contar con delegados sindicales en determinadas condiciones, también se han declarado justificadas por este Tribunal y no lesivas del derecho de libertad sindical28 . 2.3. Contenido del derecho de libertad sindical Con carácter general, el TC ha expresado que "por muy detallado y concreto que parezca el enunciado del artículo 28.1 CE, a propósito del contenido de la libertad sindical, no puede considerársele exhaustivo o limitativo, sino meramente ejemplificativo, con la consecuencia de que la enumeración expresa de los derechos concretos que integran el genérico de libertad sindical, no agota, en absoluto, el contenido global o total de dicha libertad"29 . En este sentido, como sucede con otros derechos constitucionales, el TC ha distinguido un contenido esencial de la libertad sindical, núcleo irreductible para el legislador por ser creación de la norma constitucional y que es más amplio que el enunciado del artículo 28.1 CE, y un contenido adicional, creación de las fuentes infraconstitucionales del derecho, en particular, el legislador y la negociación colectiva. A su vez, el contenido esencial, en atención a la titularidad o sujeto activo del derecho, está formado por una vertiente individual −ámbito subjetivo− y una vertiente colectiva −ámbito objetivo− como consecuencia de la doble titularidad reconocida constitucionalmente, puesto que este derecho no sólo protege al trabajador para que pueda ejercer su libertad como persona física −dimensión individual−, sino al propio colectivo organizado en sí mismo considerado: en otros términos, como sujeto titular de derechos propios −dimensión colectiva−. Para ambos contenidos esenciales, hacer especial mención a la diferencia entre las facultades de organización o agrupación, esto es, la libertad del trabajador para fundar sindicatos −ámbito objetivo− o para afiliarse a los existentes −ámbito subjetivo−, y del sindicato para crear estructuras más complejas, así como para autodeterminarse en su estructura interna −dimensión organizativa−, y los poderes de actuación sindical −dimensión funcional−. La primera se establece en el artículo 28.1 CE, mientras que la segunda ha sido fruto de una labor de integración por 27 STC 263/1994, de 3 de octubre. 28 STC 188/1995, de 18 de diciembre. 29 STC 23/1983, de 25 de marzo. 7 el TC, que acepta su carácter abierto 30 . Entre los derechos de actividad sindical individual, se encuentran: el de participación en la actividad sindical organizada por el sindicato, así como la participación en el funcionamiento interno, lo que es además exigencia del principio de funcionamiento democrático −artículo 7 CE−. Esta vertiente es más amplia para el sindicato, ya que incluye el derecho a difundir la realización de actividades sindicales pacíficamente y por medios lícitos, el derecho de negociación colectiva −uno de los aspectos más controvertidos de la doctrina se refiere al encaje del derecho a la negociación colectiva dentro del derecho de libertad sindical, materia en la que el TC partió de una doctrina inicial excluyente; no obstante, más adelante se produce un cambio doctrinal, siendo, en definitiva, la doctrina aquilatada del TC en esta materia, la siguiente: "el derecho de negociación colectiva no constituye de por sí y aisladamente considerado un derecho fundamental tutelable en amparo, dada su ubicación sistemática en la Constitución 31 , pero cuando se trata del derecho de negociación colectiva de los sindicatos, se integra en el de libertad sindical, como una de sus facultades de acción sindical, y como contenido esencial de dicha libertad, en los términos en que tal facultad de negociación les sea otorgada por la normativa vigente"− 32 , el derecho de huelga y el derecho de adoptar otras medidas de conflicto colectivo 33 . En consecuencia, este contenido adicional del derecho de libertad sindical goza de la misma protección reforzada que el contenido esencial, incluido el recurso de amparo constitucional34 . No obstante, el legislador, que no está condicionado por la garantía del contenido esencial, dispone de un amplio margen de actuación para crear medios adicionales de promoción de actividad sindical, pero también para configurarlos y limitarlos y, en el futuro, incluso modificarlos y suprimirlos. En todo caso, no todo incumplimiento de cualquier precepto referido al mismo es susceptible de infringir el derecho de libertad sindical35 . Entre estas garantías, reconocidas en el plano legislativo, se encuentran, a modo ejemplificativo, las siguientes: el derecho a la representación institucional, la presentación de candidaturas en las elecciones para órganos de representación unitaria en las empresas y Administraciones Públicas, derechos reconocidos a los cargos electivos de los sindicatos más representativos y las facultades reconocidas a la representación sindical en la empresa. En el plano de la negociación colectiva, ejemplos de este contenido son: el derecho de los sindicatos a representar a los trabajadores en los tribunales de ingreso o ascenso 36 , el reconocimiento de horas 30 STC 168/1996, de 29 de octubre. 31 SSTC 118/1983, de 13 de diciembre; 45/1984, de 27 de marzo; 98/1985, de 29 de julio; 208/1993, de 28 de junio. 32 SSTC 80/2000, de 27 de marzo; 222/2005, de 12 de septiembre; STC 80/2000, de 27 de marzo. 33 MONEREO PÉREZ, J. L., MOLINA NAVARRETE, C., y MORENO VIDA, Mª. N.: Manual de Derecho Sindical, Granada, Comares, 2014, pp.63 y 64. 34 STC 201/1999, de 8 de noviembre. 35 STC 30/1992, de 18 de marzo. 36 STC 127/1989, de 13 de julio. 8 sindicales por encima del mínimo legal, o la constitución de estructuras representativas no previstas en la ley y que impliquen costes adicionales para el empresario, –por ejemplo, secciones de grupo–. En cambio, las decisiones empresariales de mejora de los derechos sindicales no se integran en el contenido adicional37 . 2.4. Relación del derecho de libertad sindical con otros derechos fundamentales En primer lugar, respecto a la discriminación del trabajador por motivo del ejercicio de la libertad sindical, el TC tiene declarado que el derecho a la libertad sindical garantizado por el artículo 28.1 CE, prohíbe cualquier diferencia de trato −como por ejemplo, en su situación profesional o económica en la empresa− por razón de la afiliación sindical o actividad sindical de los trabajadores y sus representantes, en relación con el resto de los trabajadores y "también prohíbe diferencias de trato entre afiliados y representantes sindicales por razón del Sindicato en el que se integren o representen"38 . Se trata de una garantía de indemnidad, por lo que el derecho a la libertad sindical queda afectado y menoscabado si la actividad sindical tiene consecue ncias negativas para quien la realiza, o si éste queda perjudicado por el desempeño legítimo de la actividad sindical. En segundo lugar, en relación con la libertad de expresión −artículo 20.1 a) CE– e información −artículo 20.1 d) CE−, en principio, ésta libertad ha de considerarse inherente a la actividad sindical y a las facultades de los representantes sindicales de los trabajadores. Los sindicatos están interesados en disponer de más incisivas fuentes de información sobre la gestión de la empresa, y no sólo para conseguir una mayor eficacia de la acción reivindicativa y para la negociación −y para el conflicto−, sino también para la cooperación desde la defensa de los intereses que le son propios −artículo 7 CE−39 . Por ello, el TC parte de la premisa de que, como expresión de la acción sindical, el derecho a informar a los representados, afiliados o no, −limitado por la tutela de otros bienes y derechos− forma parte del contenido esencial del derecho fundamental, puesto que la transmisión de noticias de interés sindical y el flujo de información entre el sindicato y los trabajadores es el fundamento de la participación, el cual permite el ejercicio cabal de una acción sindical y propicia el desarrollo de la democracia y del pluralismo sindicales. En tercer y último lugar, en conexión con la libertad sindical y el derecho a la intimidad personal −artículo 18.4 CE−, la doctrina del TC entiende que "el artículo 18.4 CE consagra un derecho fundamental a controlar el flujo de informaciones que conciernen a cada persona, pertenezcan o no al ámbito más estricto de la intimidad, para así preservar el pleno ejercicio de sus derechos". De lo que se trata, es de evitar que "la informatización de los datos propicie comportamientos discriminatorios". Por 37 STC 132/2000, de 16 de mayo. 38 STC 74/1998, de 31 de marzo. 39 MONEREO PÉREZ, J. L.: "Los derechos de Información de los representantes de los trabajadores", Madrid, Civitas, 1992, pp. 115. 9 este motivo, constituye una lesión del artículo 28.1 CE en su vertiente de la afiliación sindical, en conexión con el artículo 18.4 del mismo texto legal, la utilización por parte de la empresa de los datos informáticos proporcionados para determinada finalidad −descontar automáticamente del salario la cuota sindical− para otra radicalmente distinta −practicar el descuento salarial correspondiente al período de huelga− 40 . 3. CONCLUSIONES La libertad sindical, ha sido, sin duda, la figura jurídica "estrella" en la jurisprudencia constitucional sobre acción colectiva, y muy probablemente se encuentre situada entre las grandes construcciones doctrinales del TC. Por ello, no es una tarea fácil la de sintetizar la doctrina elaborada sobre la tutela del derecho de libertad sindical, entre otros motivos, porque la propia jurisprudencia de éste tribunal le otorgó, desde el principio, el carácter de derecho de contenido estructural complejo −debido a que se integra en un conjunto de derechos tanto de titularidad individual como colectiva−, con capacidad poco menos que inagotable para generar nuevos ingredientes, para encontrar nuevos factores de impulso y para recorrer nuevos itinerarios. Para la elaboración de esa densa doctrina, nuestra jurisprudencia constitucional ha utilizado sistemáticamente la fuerza propulsora del artículo 7 CE, del que se ha extraído la idea de que la Constitución apostó decididamente por un "modelo promocional" de acción sindical, en el que el sindicato, asume la condición de representante "institucional" de la clase trabajadora, dotado de amplias facultades para el cumplimiento de su misión esencial de contribuir a la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales que le son propios 41 . En virtud de lo expuesto anteriormente, la figura del sindicato supone un ente de importancia constitucional directamente protegido por la Constitución, convirtiéndose el recurso de amparo promovido ante el TC, en uno de los instrumentos más utilizados cuantitativamente y de mayor relieve cualitativo en lo referente a la tutela judicial para la protección de este derecho fundamental de libertad sindical, siendo la doctrina constitucional en la perspectiva litigiosa del precitado derecho, el que incide en sus límites y posibilidades, además de afrontar el conocimiento de éste derecho en su aspecto multifacético lo que, al mismo tiempo, abre a los interlocutores sociales una visión de las materias que son susceptibles de mejora, desarrollo o implantación por vía convencional. En este sentido, se ha consolidado una interpretación amplia en el ámbito material del recurso de amparo, que podrá emplearse para hacer frente a vulneraciones de derechos o facultades reconocidas por la ley o que emanen del ejercicio de la potestad reglamentaria, o de la propia negociación colectiva o concesión unilateral del empresario. Doctrina constitucional digna de alabanza desde la perspectiva de dar la máxima efectividad del derecho, reforzando su régimen de garantías constitucionales, aunque pueda generar un margen de incertidumbre dada la variabilidad del ámbito material de conocimiento del TC en materia de lesión de la libertad sindical. El problema de esta cuestión está en la delimitación de cuáles son las facultades cuya 40 STC 11/1998, de 13 de enero. 41 GARCÍA MURCIA, J. (Dir.) et al: libertad sindical y otros derechos de acción colectiva de trabajadores y empresarios: 20 casos de jurisprudencia constitucional, Pamplona, Aranzadi, 2014, pp. 23 y 24. 10 vulneración implican una lesión del derecho de libertad sindical, y por ende, susceptibles de amparo constitucional42 . 4. BIBLIOGRAFÍA COLLADO GARCÍA, L., ROMERO RODENAS, Mª. J., TARANCÓN PÉREZ, E., y TRILLO PÁRRAGA, F.: La representación de los trabajadores en la empresa, Albacete, Bomarzo, 2015. GARCÍA MURCIA, J. (Dir.) et al: libertad sindical y otros derechos de acción colectiva de trabajadores y empresarios: 20 casos de jurisprudencia constitucional, Pamplona, Aranzadi, 2014. MONEREO PÉREZ, J. L.: Los derechos de Información de los representantes de los trabajadores, Madrid, Civitas, 1992. MONEREO PÉREZ, J. L., y FERNÁNDEZ AVILÉS, J. A.: Guía sobre el Derecho de Libertad Sindical, Sevilla, CARL, 2007. MONEREO PÉREZ, J. L., y FERNÁNDEZ AVILÉS, J. A.: «La libertad sindical en la doctrina del Tribunal Constit ucional», en Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, núm. 3, 2008. MONEREO PÉREZ, J.L.: "Modelos sindicales: Función del sindicato y mayor representatividad sindical", en MONEREO PÉREZ, J.L. (Dir.): Los derechos de libertad sindical y de negociación colectiva en una perspectiva comparada, Granada, Comares, 2011. MONEREO PÉREZ, J. L.: El sindicalismo y el orden democrático, estudio preliminar a RENARD, G.: Sindicatos, Trade-Unions y Corporaciones por Georges Renard, Granada, Comares, 2014. MONEREO PÉREZ, J. L., MOLINA NAVARRETE, C., y MORENO VIDA, Mª. N.: Manual de Derecho Sindical, Granada, Comares, 2014. 42 MONEREO PÉREZ, J. L., y FERNÁNDEZ AVILÉS, J. A.: «La libertad sindical en la doctrina del Tribunal Constitucional», en Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, núm. 3, 2008, pp. 251. 11