LA TUTELA DE LA LIBERTAD SINDICAL EN LA DOCTRINA DEL

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LA TUTELA DE LA LIBERTAD SINDICAL EN LA DOCTRINA DEL
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Sara Guindo Morales. Becaria de Colaboración-Investigación
Departamento de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Universidad de Granada
1. INTRODUCCIÓN
Actualmente, la libertad sindical supone el derecho tutelado jurídicamente a
asociarse para la defensa de los intereses de los trabajadores. Sin embargo, este hecho
no ha sido siempre así, ya que en nuestro país, este derecho estuvo abolido
prácticamente casi los cuarenta años de dictadura, siendo la actividad sindical prohibida
y duramente reprimida por el Gobierno, en donde muchos dirigentes sindicales fueron
encarcelados durante años por el "delito" de defender a los trabajadores y reclamar
cambios democráticos que nos equipararan a los países vecinos. La criminalización del
derecho de huelga y la consideración de la actividad sindical y política como delictiva
−por ser contraria en aquella época al orden público−, supuso la condena a miles de
trabajadores y la pérdida de sus puestos de trabajo. Por suerte, el reconocimiento de la
libertad sindical y la legalización de los sindicatos se produjo en abril de 1977, siendo
necesaria en el mismo año la aprobación de una Ley de Amnistía que expresamente
incluía las infracciones de naturaleza laboral y sindical como objeto de los beneficios de
la misma. Un año más tarde, con la promulgación de la Constitución Española de 19781
−en adelante, CE−, que parte de la afirmación del principio de pluralismo político y
social, colocó a la libertad sindical en un lugar central del modelo democrático de
relaciones laborales, dedicando dos artículos a este tema, el 7 y el 28.1, sin perjuicio de
la posterior referencia en el artículo 37.1 al derecho de negociación colectiva que está
integrada en la libertad sindical. Al venir configurada ésta en la CE como parte de los
derechos fundamentales y de las libertades públicas, su desarrollo se llevó a cabo
mediante la Ley Orgánica 11/1985, de 2 de agosto, de Libertad Sindical2 −en adelante,
LOLS−, cuyos artículos 12 a 15 regulan la tutela de la libertad sindical y la represión de
las acciones antisindicales, para lo cual, la Ley 36/2011, de 10 de octubre, Reguladora
de la Jurisdicción Social3 −en adelante, LRJS−, establece un procedimiento específico4 .
La doctrina del Tribunal Constitucional −en adelante, TC−, ha expresado el "carácter
promocional" de los sindicatos que en la CE asumen los artículos 7 y 28.1 como
elemento clave de la configuración del Estado social y democrático de Derecho que
persigue el artículo 1.1 CE para la defensa y promoción de los intereses colectivos de
1
Publicado en BOE de 29 de diciembre de 1978.
2
Publicado en BOE de 8 de agosto de 1985.
3
Publicado en BOE de 11 de octubre de 2011.
4
COLLADO GARCÍA, L., ROMERO RODENAS, Mª. J., TARANCÓN PÉREZ, E., y TRILLO
PÁRRAGA, F.: La representación de los trabajadores en la empresa, Albacete, Bomarzo, 2015, pp. 19 y
ss.
1
los trabajadores. Por este motivo, la figura del sindicato supone un ente de importancia
constitucional inmediatamente protegido por la Constitución5 .
En virtud de todo lo expue sto anteriormente, el objetivo de la presente
comunicación es ofrecer un estudio de la tutela del derecho de libertad sindical a la luz
de los pronunciamientos del TC sobre la materia, siendo el hilo conductor la doctrina
constitucional en la perspectiva litigiosa sobre el precitado derecho, la cual, marca sus
límites y posibilidades, realizándose un análisis de los aspectos más controvertidos
relativos, especialmente, al ámbito subjetivo del derecho y a la figura de la mayor
representatividad sindical, así como a la delimitación del contenido esencial y adicional
de la libertad sindical, además de la relación de ésta con otros derechos fundamentales
reconocidos constitucionalmente.
2. LA TUTELA JURÍDICA DE LOS DERECHOS DE LIBERTAD SINDICAL
La importancia del derecho a la libertad sindical en el Ordenamiento jurídico
español, ha supuesto la creación de un sistema privilegiado de garantías jurídicas frente
a eventuales violaciones de esos derechos, aunque, en lo sustancial, esta tutela reforzada
coincide con la prestada por lo general a los demás derechos fundamentales reconocidos
constitucionalmente. La virtualidad de los derechos fundamentales para limitar los
poderes empresariales es, a día de hoy, doctrina constitucional firme 6 . En el plano
subjetivo de la delimitación de las conductas o comportamientos antisindicales
−legitimación pasiva ex artículo 13.1 LOLS− existe una clara vocación de universalidad
de la tutela; mientras que en el objetivo, no sólo se protegen los comportamientos o
conductas resultantes del ejercicio del derecho, sino también los actos preparatorios,
también denominado "momento presindical" 7 . El TC ha reaccionado contra decisiones
en las que concurría un ánimo contrario al ejercicio del derecho y además, contra
conductas que, ajenas a cualquier motivación de aquel tipo, producen un determinado
perjuicio, como por ejemplo, la pérdida de condiciones económicas derivadas de la falta
de prestación de servicios cuando esta falta es inherente a la condición de representante
de los trabajadores en situación de liberados por razón sindical8 . Atendiendo al sujeto
infractor, los comportamientos más típicos son los siguientes 9 :
 Por parte del empresario u organización patronal, tanto los actos de
discriminación en el empleo o condiciones de trabajo que inciden negativamente
en la libertad sindical −artículo 12 LOLS−, cuanto los actos de injerencia, como
por ejemplo, fomento de sindicatos pro interés empresarial −sindicato amarillo−.
5
SSTC 3/1981, de 2 de febrero; 23/1984, de 20 de febrero; 75/1992, de 14 de mayo; 94/1998, de 4 de
mayo; 7/2001, de 15 de enero; 215/2001, de 29 de octubre; 229/2002, de 9 de diciembre.
6
STC 87/1998, de 21 de abril.
7
STC 197/1990, de 29 de noviembre.
8
STC 70/2000, de 13 de marzo.
MONEREO PÉREZ, J. L., MOLINA NAVARRETE, C., y MORENO VIDA, Mª. N.: Manual de
Derecho Sindical, Granada, Comares, 2014, pp. 115 y 116.
9
2
 Por parte de los Poderes Públicos, la lesión puede provenir de normas
legislativas, reglamentarias o actos administrativos, así como de decisiones
judiciales. Sin embargo, son notorias las dificultades para determinar el grado de
injerencia real que suponen ciertas acciones. Por ejemplo, en materia de política
de subvenc iones o en los criterios de distribución del Patrimonio Sindical
Acumulado.
 Por parte de los propios sindicatos, por lo general se producirá a través de la
negociación colectiva, como por ejemplo, excluyendo un sindicato legitimado 10 .
Respecto a las formas o técnicas de tutela, la protección de la libertad sindical se
puede realizar tanto a nivel nacional como internacional −interesa destacar la influencia
que los Convenios y Recomendaciones de la OIT y las resoluciones del Comité de
Libertad Sindical han tenido en la conformación del "bloque de constitucionalidad"
relativo a la tutela del derecho de libertad sindical dentro de la doctrina del TC, como
también la jurisprudencia del TEDH 11 −, no obstante, la presente comunicación se
centrará en el ámbito estatal, especialmente en vía judicial-constitucional.
En lo referente a la tutela judicial (artículo 52 CE; artículo 15 LOLS y 182
LRJS), existe un doble mecanismo de protección en sede procesal: el primero, a través
del procedimiento preferente y sumario ante la jurisdicción social (artículo 13 LOLS;
artículos 177 a 184 LRJS); el segundo, a través del recurso de amparo promovido ante
el Tribunal Constitucional, pues al estar la libertad sindical ubicada sistemáticamente y
configurada constitucionalmente como un derecho fundamental de aplicación directa e
inmediata invocable ante los poderes públicos y particulares, lleva aparejadas las
consecuencias y garantías propias de esta categoría jurídica, por lo que, según el artículo
53 CE, su tutela puede ser recabada a través del precitado recurso (artículo 161.1.b)
CE), regulado a través de la Ley Orgánica 2/1979, del Tribunal Constitucional12 (en
adelante, LOTC), como un proceso subsidiario, ya que exige haber agotado todos los
recursos posibles en la vía judicia l ordinaria 13 . Además, es posible plantear un recurso
de inconstitucionalidad o una cuestión de inconstitucionalidad contra las disposiciones
legislativas antisindicales. No obstante, la tutela judicial también se podrá exigir en vía
penal cuando del seguimiento de una causa en vía social puede desprenderse indicios de
comportamiento delictivo, debiéndose remitir las actuaciones al Ministerio Fiscal a
efectos de depuración de estas eventuales conductas delictivas, tipificadas en el artículo
315 del Código Penal14 .
10
STC 184/1991, de 30 de septiembre.
11
MONEREO PÉREZ, J. L., y FERNÁNDEZ AVILÉS, J. A.: «La libertad sindical en la doctrina del
Tribunal Constitucional», en Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, núm. 3, 2008, pp. 248.
12
Publicado en BOE de 5 de octubre de 1979.
13
MONEREO PÉREZ, J. L., MOLINA NAVARRETE, C., y MORENO VIDA, Mª. N.: Manual de
Derecho Sindical, Granada, Comares, 2014, pp. 117 y 121.
14
Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal. Publicado en BOE de 24 de noviembre
de 1995.
3
El recurso de amparo promovido ante el TC es uno de los más utilizados
cuantitativamente y de mayor relieve cualitativo. El objeto del mismo se limita al
reconocimiento por el TC del derecho fundamental o la libertad pública que hubiera
sido violada y la adopción de las medidas necesarias para restablecer o preservar su
ejercicio. Como regla general, en estos procesos constitucionales no se revisa la
legislación aplicada, salvo en los siguientes casos, a saber: a) cuando el TC considere
que el Tribunal ordinario hace una interpretación de la legalidad que lesiona un derecho
o libertad fundamental; b) cuando el Tribunal ordinario hace una interpretación de la
legalidad no adecuada a la interpretación que hubiera hecho el TC a través de las
llamadas "sentencias interpretativas"; y c) cuando se trate de resoluciones judiciales que
aplican preceptos de la LOLS que pudieran lesionar aspectos de los derechos
fundamentales de libertad sindical, lo que se denomina "amparo contra leyes". En este
recurso es necesario alegar el derecho fundamental violado: la libertad sindical. No
obstante, el TC ha considerado que, en determinados supuestos es suficiente "la simple
invocación de la infracción de una norma legal que de manera evidente contenga la
configuración concreta de un derecho constitucionalmente garantizado, pero respecto
de cuyo contenido concreto la Constitución se remita, de modo explícito o implícito, a
normas de rango legal": por tanto, bastaría con alegar la violación de algún precepto de
la LOLS 15 . Si la sentencia otorga el amparo, podrá contener alguno de los siguientes
pronunciamientos16 :
 Declaración de nulidad del acto, indicando la extensión de sus efectos.
 Reconocimiento del derecho fundamental o libertad pública −en este caso,
libertad sindical−, conforme a su contenido establecido por la CE.
 Restablecimiento íntegro del derecho o libertad del recurrente que hubiese
sido violado, con la adopción de las medidas necesarias, en su caso, para su
conservación.
2.1. Ámbito subjetivo del derecho de libertad sindical
Tanto el artículo 28 CE como el artículo 1.1 LOLS reconocen la libertad sindical
a "todos". Esta expresión impone una tesis universalista en cuanto a la titularidad del
derecho −máxime tratándose de un derecho fundamental−, derivada de la interpretación
del precepto de acuerdo con los textos internacionales −artículo 10.2 CE−. En todo caso,
el artículo 1.2 LOLS nos ofrece una noción amplia del término "trabajador" a los
efectos de la regulación del derecho de libertad sindical, que deja resueltas bastantes
cuestiones interpretativas, no obstante, ello no significa que este aspecto del derecho
haya dejado de plantear problemas ante el TC 17 , los cuales expongo a continuación.
15
STC 106/1984, de 16 de noviembre.
16
MONEREO PÉREZ, J. L., MOLINA NAVARRETE, C., y MORENO VIDA, Mª. N.: Manual de
Derecho Sindical, Granada, Comares, 2014, pp.122.
17
MONEREO PÉREZ, J. L., y FERNÁNDEZ AVILÉS, J. A.: «La libertad sindical en la doctrina del
Tribunal Constitucional», en Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, núm. 3, 2008, pp. 253.
4
En primer lugar, respecto a la titularidad del derecho de libertad sindical por
parte de los trabajadores no afiliados a un sindicato, el TC ha señalado que este
colectivo gozarían plenamente del precitado derecho, expresando lo siguiente: "cuando
una actividad de un sindicato tiene proyección externa y se dirige a todos los
trabajadores, afiliados y no afiliados, el derecho constitucional a la libertad de acción
sindical debe proteger a todos los trabajadores que participen en la misma. De no
entenderse así el alcance del artículo 28.1 CE, no sólo se dejaría desprotegidos a los
trabajadores, sino que, indirectamente, se afectaría de forma grave a los propios
sindicatos y a las funciones que la Constitución les reconoce, puesto que las actividades
no declaradas ilícitas dirigidas a todos los trabajadores, que son, sin duda, las de
mayor relieve, podrían verse frustradas al no ofrecer a todos los destinatarios la
referida garantía constitucional"18 . Además, el TC ha expresado que la atribución por
el legislador de unos determinados derechos a los trabajadores sindicados de contenido
diverso a los de los que no están sindicados, no viola la libertad sindical "pues en tal
caso no se está haciendo la sindicación obligatoria y la diferencia de régimen jurídico
será legítima si lo es dentro del campo del artículo 14 CE, siempre que no entrañe
presión o coacción"19 . En definitiva, el ejercicio de la libertad negativa de afiliación
goza también de la máxima protección. En segundo lugar, y en relación a los
funcionarios públicos, el propio TC ha expresado que son titulares del derecho
constitucional de libertad sindical, pues "el reconocimiento del derecho de libre
sindicación de los funcionarios deriva directamente del mandato del artículo 28.1 CE,
cuyo término «todos» los incluye, como se demuestra por su referencia posterior"20 . En
tercer lugar, y en lo que concierne a los trabajadores autónomos, el TC acepta desde el
punto de vista constitucional, tanto la exclusión con integración en el derecho general de
asociación, como de la inclusión prevista en la LOLS pero limitada a la integració n en
sindicatos existentes sin posibilidad de constitución de sindicatos propios. En cuarto
lugar, y en lo referente a los empresarios, la normativa internacional atribuye el derecho
de libertad sindical tanto a trabajadores como empresarios, utilizando la expresión
"sindicatos de empleadores". No obstante, nuestra Constitución no usa los mismos
términos, reservando a los trabajadores el derecho de asociación sindical y a sus
organizaciones la nomenclatura de "sindicato", para referirse a los empresarios al
derecho de asociación y denominar a las organizaciones que representan y defienden sus
intereses colectivos "asociaciones empresariales"21 . Según doctrina del TC, se convalida
la opción del texto constitucional español por esta diferenciación terminológico-jurídica,
recogiendo la dualidad de denominaciones que hoy es de uso común 22 , expresando que
18
STC 134/1994, de 9 de mayo.
19
STC 68/1982, de 22 de noviembre.
20
STC 98/1985, de 29 de julio.
21
MONEREO PÉREZ, J. L., y FERNÁNDEZ AVILÉS, J. A.: «La libertad sindical en la doctrina del
Tribunal Constitucional», en Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, núm. 3, 2008, pp. 254
y 255.
22
MONEREO PÉREZ, J. L.: El sindicalismo y el orden democrático, estudio preliminar a RENARD, G.:
Sindicatos, Trade-Unions y Corporaciones por Georges Renard, Granada, Comares, 2014, pp. 21.
5
"la libertad sindical es predicable tan solo de los trabajadores y sus organizaciones, sin
que pueda incluirse en la misma el asociacionismo empresarial, dado que es
incompatible con la propia naturaleza del derecho de libertad sindical, que es siempre
una proyección de la defensa y promoción del interés de los trabajadores"23 . Esta
doctrina tiene la relevancia práctica de que, aunque ambos derechos están en el mismo
nivel máximo de protección constitucional, el contenido esencial del derecho de libertad
sindical es mucho más rico que el del genérico derecho de asociación, ya que está
formado por el derecho de acción sindical y todas las facultades inherentes.
2.2. La mayor representatividad en la doctrina del Tribunal Constitucional
Es indudable que la instauración de la figura del sindicato más representativo
conlleva el reconocimiento de un status jurídico-sindical privilegiado para determinadas
organizaciones sindicales. Por este motivo, el TC ha tenido que pronunciarse sobre la
constitucionalidad de la precitada figura y las diferencias de trato que implica.
En este sentido, el TC apoya con claridad esta figura a partir de argumentos
favorables a la eliminación del problema de la atomización y dispersión sindical,
aunque también haya insistido sobre sus límites, a fin de que la concesión de privilegios
a determinados sindicatos no suponga a su vez la privación a otros de los medios
necesarios para la defensa de sus intereses. En este difícil equilibrio, ya puede hablarse
de una doctrina constitucional aquilatada en esta materia 24 . Según el TC, la promoción
de un modelo sindical que favorezca la existencia de sindicatos fuertes para una eficaz
defensa de los intereses de los trabajadores, constituye un planteamiento legítimo desde
la perspectiva de los artículos 7 y 14 CE25 , ya que la representación de los intereses de
los trabajadores se vería notablemente mermada en su eficacia si se atribuyese por igual
a todos los sindicatos existentes. Así pues, conforme doctrina del TC, el derecho al trato
igualitario que tienen todos los sindicatos no es incompatible con la utilización por parte
de los poderes públicos, de criterios dirigidos a seleccionar a aquellos sindicatos que
gocen de una especial implantación, audiencia o consideración dentro del colectivo en
el que ejercen su actividad y, en atención a ello, concederles determinadas facilidades,
apoyo y ventajas que potencien y favorezcan su acción, –y que no se reconocen al resto
de los sindicatos–, siempre y cuando la selección se realice según criterios objetivos que
impidan diferencias de trato injustificadas o la introducción de elementos de
imparcialidad o arbitrariedad, pues en estos casos la diferenciación cont radice el
principio de igualdad con quebranto del libre e igual disfrute de la libertad sindical26 ,
siendo, por tanto, el concepto de mayor representatividad un criterio objetivo y, por ello,
constitucionalmente válido.
23
STC 52/1992, de 8 de abril.
24
MONEREO PÉREZ, J. L., y FERNÁNDEZ AVILÉS, J. A.: Guía sobre el Derecho de Libertad
Sindical, Sevilla, CARL, 2007, pp. 34.
25
STC 53/1982, de 22 de julio.
26
SSTC 65/1982, de 10 de noviembre; 20/1985, de 14 de febrero; 39/1986, de 31 de marzo; 217/1988, de
21 de noviembre.
6
En relación al análisis de algunas prerrogativas y privilegios, por ejemplo, en lo
relativo al derecho de participación institucional, el TC ha considerado que éstos –en
referencia a las prerrogativas y privilegios–, se incluyen entre los "derechos
adicionales" de la libertad sindical, sin que por ello se vulnera el artículo 28.1 CE
atribuirlo sólo a algunos sindicatos. En este sentido, la doctrina constitucional se
pronuncia insistiendo en la necesidad de que la diferencia de trato entre los distintos
sindicatos se realice con arreglo a "criterios objetivos", debiendo ser las medidas
"razonables, proporcionales y adecuadas al fin perseguido". Del mismo modo, otras
facultades de las organizaciones más representativas, como la de gozar del derecho de
excedencia forzosa para los trabajadores que desempeñen cargos sindicales 27 o contar
con delegados sindicales en determinadas condiciones, también se han declarado
justificadas por este Tribunal y no lesivas del derecho de libertad sindical28 .
2.3. Contenido del derecho de libertad sindical
Con carácter general, el TC ha expresado que "por muy detallado y concreto que
parezca el enunciado del artículo 28.1 CE, a propósito del contenido de la libertad
sindical, no puede considerársele exhaustivo o limitativo, sino meramente
ejemplificativo, con la consecuencia de que la enumeración expresa de los derechos
concretos que integran el genérico de libertad sindical, no agota, en absoluto, el
contenido global o total de dicha libertad"29 . En este sentido, como sucede con otros
derechos constitucionales, el TC ha distinguido un contenido esencial de la libertad
sindical, núcleo irreductible para el legislador por ser creación de la norma
constitucional y que es más amplio que el enunciado del artículo 28.1 CE, y un
contenido adicional, creación de las fuentes infraconstitucionales del derecho, en
particular, el legislador y la negociación colectiva.
A su vez, el contenido esencial, en atención a la titularidad o sujeto activo del
derecho, está formado por una vertiente individual −ámbito subjetivo− y una vertiente
colectiva −ámbito objetivo− como consecuencia de la doble titularidad reconocida
constitucionalmente, puesto que este derecho no sólo protege al trabajador para que
pueda ejercer su libertad como persona física −dimensión individual−, sino al propio
colectivo organizado en sí mismo considerado: en otros términos, como sujeto titular de
derechos propios −dimensión colectiva−. Para ambos contenidos esenciales, hacer
especial mención a la diferencia entre las facultades de organización o agrupación, esto
es, la libertad del trabajador para fundar sindicatos −ámbito objetivo− o para afiliarse a
los existentes −ámbito subjetivo−, y del sindicato para crear estructuras más complejas,
así como para autodeterminarse en su estructura interna −dimensión organizativa−, y los
poderes de actuación sindical −dimensión funcional−. La primera se establece en el
artículo 28.1 CE, mientras que la segunda ha sido fruto de una labor de integración por
27
STC 263/1994, de 3 de octubre.
28
STC 188/1995, de 18 de diciembre.
29
STC 23/1983, de 25 de marzo.
7
el TC, que acepta su carácter abierto 30 . Entre los derechos de actividad sindical
individual, se encuentran: el de participación en la actividad sindical organizada por el
sindicato, así como la participación en el funcionamiento interno, lo que es además
exigencia del principio de funcionamiento democrático −artículo 7 CE−. Esta vertiente
es más amplia para el sindicato, ya que incluye el derecho a difundir la realización de
actividades sindicales pacíficamente y por medios lícitos, el derecho de negociación
colectiva −uno de los aspectos más controvertidos de la doctrina se refiere al encaje del
derecho a la negociación colectiva dentro del derecho de libertad sindical, materia en la
que el TC partió de una doctrina inicial excluyente; no obstante, más adelante se
produce un cambio doctrinal, siendo, en definitiva, la doctrina aquilatada del TC en esta
materia, la siguiente: "el derecho de negociación colectiva no constituye de por sí y
aisladamente considerado un derecho fundamental tutelable en amparo, dada su
ubicación sistemática en la Constitución 31 , pero cuando se trata del derecho de
negociación colectiva de los sindicatos, se integra en el de libertad sindical, como una
de sus facultades de acción sindical, y como contenido esencial de dicha libertad, en los
términos en que tal facultad de negociación les sea otorgada por la normativa
vigente"− 32 , el derecho de huelga y el derecho de adoptar otras medidas de conflicto
colectivo 33 .
En consecuencia, este contenido adicional del derecho de libertad sindical goza
de la misma protección reforzada que el contenido esencial, incluido el recurso de
amparo constitucional34 . No obstante, el legislador, que no está condicionado por la
garantía del contenido esencial, dispone de un amplio margen de actuación para crear
medios adicionales de promoción de actividad sindical, pero también para configurarlos
y limitarlos y, en el futuro, incluso modificarlos y suprimirlos. En todo caso, no todo
incumplimiento de cualquier precepto referido al mismo es susceptible de infringir el
derecho de libertad sindical35 . Entre estas garantías, reconocidas en el plano legislativo,
se encuentran, a modo ejemplificativo, las siguientes: el derecho a la representación
institucional, la presentación de candidaturas en las elecciones para órganos de
representación unitaria en las empresas y Administraciones Públicas, derechos
reconocidos a los cargos electivos de los sindicatos más representativos y las facultades
reconocidas a la representación sindical en la empresa. En el plano de la negociación
colectiva, ejemplos de este contenido son: el derecho de los sindicatos a representar a
los trabajadores en los tribunales de ingreso o ascenso 36 , el reconocimiento de horas
30
STC 168/1996, de 29 de octubre.
31
SSTC 118/1983, de 13 de diciembre; 45/1984, de 27 de marzo; 98/1985, de 29 de julio; 208/1993, de
28 de junio.
32
SSTC 80/2000, de 27 de marzo; 222/2005, de 12 de septiembre; STC 80/2000, de 27 de marzo.
33
MONEREO PÉREZ, J. L., MOLINA NAVARRETE, C., y MORENO VIDA, Mª. N.: Manual de
Derecho Sindical, Granada, Comares, 2014, pp.63 y 64.
34
STC 201/1999, de 8 de noviembre.
35
STC 30/1992, de 18 de marzo.
36
STC 127/1989, de 13 de julio.
8
sindicales por encima del mínimo legal, o la constitución de estructuras representativas
no previstas en la ley y que impliquen costes adicionales para el empresario, –por
ejemplo, secciones de grupo–. En cambio, las decisiones empresariales de mejora de los
derechos sindicales no se integran en el contenido adicional37 .
2.4. Relación del derecho de libertad sindical con otros derechos fundamentales
En primer lugar, respecto a la discriminación del trabajador por motivo del
ejercicio de la libertad sindical, el TC tiene declarado que el derecho a la libertad
sindical garantizado por el artículo 28.1 CE, prohíbe cualquier diferencia de trato
−como por ejemplo, en su situación profesional o económica en la empresa− por razón
de la afiliación sindical o actividad sindical de los trabajadores y sus representantes, en
relación con el resto de los trabajadores y "también prohíbe diferencias de trato entre
afiliados y representantes sindicales por razón del Sindicato en el que se integren o
representen"38 . Se trata de una garantía de indemnidad, por lo que el derecho a la
libertad sindical queda afectado y menoscabado si la actividad sindical tiene
consecue ncias negativas para quien la realiza, o si éste queda perjudicado por el
desempeño legítimo de la actividad sindical.
En segundo lugar, en relación con la libertad de expresión −artículo 20.1 a) CE–
e información −artículo 20.1 d) CE−, en principio, ésta libertad ha de considerarse
inherente a la actividad sindical y a las facultades de los representantes sindicales de los
trabajadores. Los sindicatos están interesados en disponer de más incisivas fuentes de
información sobre la gestión de la empresa, y no sólo para conseguir una mayor eficacia
de la acción reivindicativa y para la negociación −y para el conflicto−, sino también
para la cooperación desde la defensa de los intereses que le son propios −artículo 7
CE−39 . Por ello, el TC parte de la premisa de que, como expresión de la acción sindical,
el derecho a informar a los representados, afiliados o no, −limitado por la tutela de otros
bienes y derechos− forma parte del contenido esencial del derecho fundamental, puesto
que la transmisión de noticias de interés sindical y el flujo de información entre el
sindicato y los trabajadores es el fundamento de la participación, el cual permite el
ejercicio cabal de una acción sindical y propicia el desarrollo de la democracia y del
pluralismo sindicales.
En tercer y último lugar, en conexión con la libertad sindical y el derecho a la
intimidad personal −artículo 18.4 CE−, la doctrina del TC entiende que "el artículo 18.4
CE consagra un derecho fundamental a controlar el flujo de informaciones que
conciernen a cada persona, pertenezcan o no al ámbito más estricto de la intimidad,
para así preservar el pleno ejercicio de sus derechos". De lo que se trata, es de evitar
que "la informatización de los datos propicie comportamientos discriminatorios". Por
37
STC 132/2000, de 16 de mayo.
38
STC 74/1998, de 31 de marzo.
39
MONEREO PÉREZ, J. L.: "Los derechos de Información de los representantes de los trabajadores",
Madrid, Civitas, 1992, pp. 115.
9
este motivo, constituye una lesión del artículo 28.1 CE en su vertiente de la afiliación
sindical, en conexión con el artículo 18.4 del mismo texto legal, la utilización por parte
de la empresa de los datos informáticos proporcionados para determinada finalidad
−descontar automáticamente del salario la cuota sindical− para otra radicalmente
distinta −practicar el descuento salarial correspondiente al período de huelga− 40 .
3. CONCLUSIONES
La libertad sindical, ha sido, sin duda, la figura jurídica "estrella" en la
jurisprudencia constitucional sobre acción colectiva, y muy probablemente se encuentre
situada entre las grandes construcciones doctrinales del TC. Por ello, no es una tarea
fácil la de sintetizar la doctrina elaborada sobre la tutela del derecho de libertad sindical,
entre otros motivos, porque la propia jurisprudencia de éste tribunal le otorgó, desde el
principio, el carácter de derecho de contenido estructural complejo −debido a que se
integra en un conjunto de derechos tanto de titularidad individual como colectiva−, con
capacidad poco menos que inagotable para generar nuevos ingredientes, para encontrar
nuevos factores de impulso y para recorrer nuevos itinerarios. Para la elaboración de esa
densa doctrina, nuestra jurisprudencia constitucional ha utilizado sistemáticamente la
fuerza propulsora del artículo 7 CE, del que se ha extraído la idea de que la Constitución
apostó decididamente por un "modelo promocional" de acción sindical, en el que el
sindicato, asume la condición de representante "institucional" de la clase trabajadora,
dotado de amplias facultades para el cumplimiento de su misión esencial de contribuir a
la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales que le son propios 41 . En
virtud de lo expuesto anteriormente, la figura del sindicato supone un ente de
importancia constitucional directamente protegido por la Constitución, convirtiéndose el
recurso de amparo promovido ante el TC, en uno de los instrumentos más utilizados
cuantitativamente y de mayor relieve cualitativo en lo referente a la tutela judicial para
la protección de este derecho fundamental de libertad sindical, siendo la doctrina
constitucional en la perspectiva litigiosa del precitado derecho, el que incide en sus
límites y posibilidades, además de afrontar el conocimiento de éste derecho en su
aspecto multifacético lo que, al mismo tiempo, abre a los interlocutores sociales una
visión de las materias que son susceptibles de mejora, desarrollo o implantación por vía
convencional. En este sentido, se ha consolidado una interpretación amplia en el ámbito
material del recurso de amparo, que podrá emplearse para hacer frente a vulneraciones
de derechos o facultades reconocidas por la ley o que emanen del ejercicio de la
potestad reglamentaria, o de la propia negociación colectiva o concesión unilateral del
empresario. Doctrina constitucional digna de alabanza desde la perspectiva de dar la
máxima efectividad del derecho, reforzando su régimen de garantías constitucionales,
aunque pueda generar un margen de incertidumbre dada la variabilidad del ámbito
material de conocimiento del TC en materia de lesión de la libertad sindical. El
problema de esta cuestión está en la delimitación de cuáles son las facultades cuya
40
STC 11/1998, de 13 de enero.
41
GARCÍA MURCIA, J. (Dir.) et al: libertad sindical y otros derechos de acción colectiva de
trabajadores y empresarios: 20 casos de jurisprudencia constitucional, Pamplona, Aranzadi, 2014, pp. 23
y 24.
10
vulneración implican una lesión del derecho de libertad sindical, y por ende,
susceptibles de amparo constitucional42 .
4. BIBLIOGRAFÍA
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42
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