Ribamontán al Mar

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Ribamontan al Mar
**Descripcion General**
Ribamontan al mar se extiende por 36 km2 en la costa oriental de Transmiera, entre la bahia de Santander y el
arroyo de Vioña, en Bareyo.
Su paisaje está caracterizado por la extensa llanura que forma la rasa litoral, recortada en espectaculares
acantilados que resguardan las bellas playas de Langre y Arenillas. Frente a su costa se encuentra la isla de
Santa Marina, la más grande de Cantabria. Este peñón resguarda el extremo de una playa que se prolonga
hasta la entrada de la bahía, convertida en la lengua de arena del Puntal. Cierra visualmente esta flecha litoral
el tramo final de la ría de Cubas, desembocadura del río Miera, límite natural con el municipio de Marina de
Cudeyo.
Durante el Antiguo Régimen este territorio estuvo integrado en la Junta de Ribamontán, una de las cinco que
comprendían la venerable Merindad de Trasmiera. En 1822 se constituyó como ayuntamiento independiente,
compuesto por siete núcleos de población: Carriazo, Castanedo, Galizano, Langre, Loredo, Somo y Suesa, que
reúnen 3.880 vecinos.
Las canteras de Galizano, Somo y Cubas propiciaron la aparición de los maestros de cantería en la zona. Éstos
recogieron el testigo de los artífices de otras juntas y fueron importantes difusores del clasicismo y del barroco
durante la Edad Moderna. En el municipio y su entorno se pueden ver interesantes muestras de arquitectura
civil y religiosa, como Nuestra Señora de Latas, uno de los santuarios más populares de Cantabria, cuya
imagen es objeto de una vistosa procesión marítima todos los veranos.
Ribamontán al Mar se ha consolidado como uno de los destinos turísticos más populares de la comunidad
autónoma, gracias sobre todo a su privilegiado entorno natural. Al mismo tiempo, en su territorio se
mantienen algunas de las explotaciones ganaderas más representativas de Cantabria.
**Su Historia**
Además del hallazgo de algunos objetos del Paleolítico Inferior en Somo y Galizano, en la línea de
acantilados que se extiende entre Langre y la punta de Cucabrera han aparecido una serie de yacimientos que
evidencian la presencia humana en fases tardías de la Prehistoria, en concreto en el Neolítico y el Calcolítico.
Precisamente en Galizano se documenta un yacimiento en el que aparecen restos cerámicos en el contexto de
un conchero.
Como en buena parte de Trasmiera, el periodo de administración romano y los primeros siglos de la Edad
Media son difíciles de rastrear en la zona, si bien han aparecido restos de lo que podría haber sido un pequeño
poblado romano en Galizano.
Los primeros testimonios documentales se remontan a los primeros siglos del milenio. Carriazo consta desde
el año 927, en el marco de un juicio que preside el conde Munnio Muñoz; Nuestra Señora de Latas aparece
referida en 1068; y Suesa figura en 1075, en relación con una donación de terrenos. En el Becerro de las
Behetrías, concluido en 1352, aparecen Carriazo, Castanedo y Galizano como dependientes de la Casa de
Agüero.
A lo largo de aquel periodo los lugares de este territorio se fueron organizando en una serie de entidades
administrativas que terminaron conformando la Junta de Ribamontán. Se trata de los concejos de Anero,
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Carriazo, Castanedo, Cubas, Galizano, Langre, Las Pilas, Liermo, Latas (Somo y Loredo), Omoño, Pontones,
Suesa, Valle de Hoz y Villaverde. Aquella junta es una de las cinco que integraron la Merindad de Trasmiera,
distrito articulado a lo largo de la Edad Media, que tenía su capital en Hoz y estuvo integrado, desde tiempos
de los Reyes Católicos, en el Corregimiento de las Cuatro Villas de la Costa de la Mar.
Durante la Edad Moderna Trasmiera fue cuna de numerosos maestros canteros activos en numerosas empresas
civiles y religiosas que entonces se acometieron en la Corona española. Los artífices de la Junta de
Ribamontán en particular cobrarán importancia a partir del siglo XVII, como difusores del clasicismo tardío y
el barroco, destacando las familias de los Vélez de la Huerta, los Pontón Setién y los Velasco
En 1822, cuando se constituyeron los ayuntamientos constitucionales, la Junta se dividió en dos términos que
tomaron el nombre de Anero y Ribamontán al Mar (Carriazo, Cubas, Galizano, Langre, Latas −Somo y
Loredo− y Suesa). Éste ha formado parte del partido judicial de Liérganes (1822), Entrambasaguas (1835),
Santoña (1885), Santander (1965) y Santoña (1992), en el que permanece.
**Patrimonio Arqueologico**
En torno al arenal de Langre, en el borde de los acantilados, aparecieron a comienzos de la década de los
noventa del pasado siglo dos yacimientos prehistóricos en los cuales se recuperaron abundantes materiales
líticos (118 piezas) y cerámicos que van desde el Neolítico al Calcolítico (yacimientos llamados Langre I y II,
excavados en 1993).
Los vestigios han llevado a concluir que la zona estuvo intensamente ocupada en los periodos referidos. En las
cercanías se localizan los yacimientos de Galizano, Cucabrera, Los Tranquilos, isla Santa Marina y Loredo,
que arrojaron evidencias que van del Mesolítico al Calcolítico.
Respecto de la arqueología romana, en la llanura de Galizano se localiza un yacimiento en el que se pudo
recuperar, además de un conchero, restos de tégulas y ladrillos, lo cual ha llevado a considerar que se trata de
los restos de un pequeño asentamiento, indígeno−romano, similar al de El Gurugú (El Astillero).
En cuanto a la arqueología subacuática, el Museo Marítimo del Cantábrico, actuando a través del Laboratorio
para Investigaciones Subacuáticas, ha realizado la llamada Carta Arqueológica Subacuática de Cantabria que
ha incluido actuaciones en la costa de Ribamontán. En concreto, en el puntal de Somo se localizaron a
comienzos de la década de los noventa del pasado siglo, los restos de dos pataches naufragados, así mismo se
reconocieron frente a los acantilados de Langre, los vestigios del acorazado España, hundido durante la
Guerra Civil y recostado a 50/60 m de profundidad.
**Naturaleza**
La línea de costa de Ribamontán al Mar se inicia al este en el límite con Bareyo, en el arroyo de Vioña −que
cae directamente formando una pequeña desembocadura colgada−. Entre Galizano y Loredo al oeste, se
extiende una línea de acantilados calizos (rasa litoral) en cuya base se ha configurado una extensa plataforma
de abrasión de gran riqueza biológica. Frente al macizo calcáreo de Loredo se localiza la isla de Jorganes o
Santa Marina, de origen calizo, la más grande de la comunidad autónoma, situada junto a la isla de Mouro.
En esta zona se elevan una serie de muros de piedra que forman surcos paralelos y dan lugar en bajamar a
piscinas naturales de gran riqueza de fauna y flora marinas (algas, moluscos gasterópodos, artrópodos,
equinodermos y anélidos). En el extremo occidental se halla la bahía de Santander, una ensenada diapírica
considerada en sí el estuario más amplio de Cantabria, que recibe el agua de varios cauces, entre ellos el
Miera, límite entre Ribamontán y la península de Pedreña en Marina de Cudeyo, que en este tramo recibe el
nombre de ría de Cubas. Aquí, el flujo mareal descendente origina una flecha litoral, llamada El Puntal, en
donde se forman dunas asociadas de tipo lingüiforme.
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Atendiendo al paisaje del interior, el municipio ofrece al mar un paisaje de amplias llanuras cercadas al este y
al sur por un arco de breves colinas en los límites con Ribamontán al Monte y Bareyo, que llegan a elevarse
hasta 200 m, siendo las cumbres más altas El Espinal, con 178 m, y Pico Funegra, con 188 m, al sur. En los
breves valles que se forman en estos cerros nacen numerosos arroyos. El curso de agua más importante del
municipio es, sin embargo, el río Miera. Tanto el estuario que este curso forma al alcanzar la bahía como las
dunas del Puntal están propuestos Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de la Red Natura 2000.
**Playas mas importantes**
Playa del Puntal:
•
Esta playa que esta situada enfrente de la ciudad de Santander y que pertenece a Somo, pueblo que
por tierra esta mas cerca, aunque por mas esta mas cerca de la gran parte de la playa de Santander. Y
esto pasa por su longitud de varios kilometros. A ella se puede acceder en lancha o andando.
Playa de Somo:
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•
Playa semiurbana muy concurrida de arena dorada, fina playa ventosa con fuerte oleaje 2000m de
largo y 80 m de ancho.
**Poblacion**
En las primeras cinco décadas del siglo XX, la población de Ribamontán al Mar experimentó un aumento del
62%; así, de 1.607 habitantes en 1900 se pasó a 2.612 en 1950.
En las tres décadas siguientes se observa un ligero retroceso en estos índices del 11%; de este modo, en 1981
la población había descendido hasta 2.323 habitantes. En las siguientes dos décadas la evolución fue
manifiestamente distinta y este municipio siguió la pauta de otros vecinos alineados junto a la bahía de
Santander, conociendo un vertiginoso y rápido aumento en sus índices de habitantes; así, en 1991 el número
de vecinos había subido a 2.892 y diez años más tarde, en 2001, a 3.688, es decir, un aumento de casi un 60%
en veinte años.
Si se tiene en cuenta el perfil de los habitantes de Ribamontán al Mar, predominan los adultos, con una edad
media de 40 años. El índice de dependencia general no es tan alto como en otros municipios: del 40,9%.
**Nucleos de poblacion**
El municipio de Ribamontán al Mar comprende siete entidades de población:
• Carriazo. Pueblan la capital 208 vecinos. Se encuentra en el interior del municipio, junto al arroyo
Río Herrera, a los pies de una serie de lomas que techan las cumbres de Corona (178 m), Funegra
(187 m) y Calobro (188 m). Dista 34,5 km de Santander y se halla a 50 m sobre el nivel del mar.
• Castanedo. Este lugar se asienta en el interior del municipio, junto al cauce del río homónimo. Dista
1,5 km de Carriazo y se halla a 30 m de altitud. Lo pueblan 236 vecinos
• Galizano. Está situado junto a la ría de La Canal, cerca de la playa de Arenillas, a 1,5 km de Carriazo
y 20 m sobre el nivel del mar. Lo pueblan 666 habitantes. Talleres de esta localidad continuaron la
tradición manufacturera introducida en el siglo XVIII por Fernández de Isla y se dedicaron a fabricar
productos de loza `a la cortesana' durante el siglo XIX. Al igual que Carriazo, Galizano fue cuna de
numerosos maestros de cantería durante la Edad Moderna, profesión que potenciaron las canteras de
la localidad.
• Langre. Este lugar está poblado por 128 vecinos. Dista 7,5 km de Carriazo y se encuentra a 45 m de
altitud. Da nombre a una de las más célebres playas del municipio, abrazada por un muro de
acantilados que forman un semicírculo casi perfecto. En su entorno se han podido recuperar
materiales prehistóricos.
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• Loredo. Esta localidad se halla a 6,5 km de Carriazo y 20 m sobre el nivel del mar. Lo pueblan un
total de 575 habitantes. Es otra de los núcleos turísticas del municipio, gracias a su emplazamiento, en
un extremo de una de las líneas de playa más extensas de Cantabria. Aquí se encuentra el popular
Santuario de la Virgen de Latas.
• Somo. Es el principal destino turístico y la localidad más poblada de Ribamontán al Mar, con 1.512
vecinos. Dista 7,5 km de Carriazo y se ubica a 20 m de altitud, en un extremo del arenal del puntal.
• Suesa. Este lugar de 555 vecinos se halla junto al río Cubas, a 3 km de Carriazo y 15 m de altitud. En
esta localidad sobresale el complejo conventual de las Madres Trinitarias.
**Su economia**
El sector terciario es la principal fuente de empleo de este municipio turístico costero incluido en la lista de
los más ricos de la comunidad autónoma, y da trabajo a un 61,7% de su población activa. Las explotaciones
agropecuarias ocupan a un 12,9% de la población activa (con una de las mayores cabañas ganaderas de la
comunidad autónoma), la industria al 13,8% y la construcción a un 11,6%.
Poblacion
−Distribucion de la poblacion activa por sectores economicos(%)
Municipio Cantabria
−Sector primario 12´9 6´0
−Construccion 11´6 13´5
−Industria 13´8 18´9
−Sector terciario 61´7 61´6
−Tasa de actividad 55´2 52´5
−Tasa de paro 13´6 14´2
Medio Fisico
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Municipio
−Cota Maxima(m) 186
−Cota Minima(m) 0
−Altitud sobre el nivel del mar 50
de la capital municipal(m)
−Distancia a la capital regional 34´5
**Personajes famosos del municipio**
• Pedro de Aguilera. Maestro de cantería. (Natural de Carriazo, activo en el siglo XVI). Se estableció
en Navarrete y se le considera responsable de la difusión de la arquitectura clasicista de residencias
particulares en La Rioja. Entre otras obras, intervino en la iglesia de La Asunción de Navarrete
(1616), la capilla del Santo Cristo de La Redonda en Logroño y trazó la capilla norte de San Andrés
de Lagunilla en Jubera.
• Mateo Arcillero y Cagigal. Militar. (Suesa−1638, ¿?−¿?). Con doce años abandonó su pueblo natal,
residió en Madrid y más tarde emigró a Chile, donde alcanzó el puesto de capitán de corazas. Se cruzó
caballero de Santiago en 1692.
• Dimas Asón Quintana. Veterinario. (Carriazo, 1920). Se licenció en la Facultad de León en 1944 y
trabajó en los municipios de Valdáliga y San Vicente de la Barquera, de donde pasó a Ribamontán al
Mar, donde ejerció hasta su jubilación. Fue uno de los pioneros en la utilización de técnicas de
inseminación artificial de España. Tras realizar un curso sobre la especialidad en Milán, participó en
la creación de un centro en Ribamontán al Mar para dar servicio a los ganaderos de la zona, que llegó
a contar con toros probados, además de utilizar semen congelado de los animales de Torrelavega y la
Granja de Heras. En 1987 fue distinguido con la Orden del Mérito Agrario y Alimentario, otorgada
por el ministerio de Agricultura. (Fuente: Gran Enciclopedia de Cantabria)
• Francisco de la Herrería Velasco. Maestro de cantería. (Natural de Langre, activo a finales del
XVII, principios del XVIII). Consta activo en Sámano y después de 1697 en Las Caldas del Besaya y
en el desaparecido camarín de la Colegiata de Santillana del Mar. En 1709 diseñó la iglesia parroquial
de Casar de Periedo. En 1710 construyó la casa de Juan Gómez de la Torre de Riaño de Ibio. Llegó a
ser maestro mayor y visitador general del arzobispado de Burgos. En 1716, se le encuentra de
encargado del puente de Puente San Miguel.
• Fray Lorenzo de Jorganes. Maestro de cantería. (Natural de Somo, activo en la primera mitad del
siglo XVII). Intervino en empresas constructivas acometidas en Cantabria y el País Vasco. Dio trazas
para el claustro del convento de Nuestra Señora del Soto en Iruz (1626), la torre de la iglesia
parroquial de Sámano (1633) y la iglesia de San Julián de Músquiz; se le atribuye el colegio
seminario de San Prudencio de Vitoria.
• Francisco del Pontón Incera. Maestro de cantería. (Natural de Galizano, activo en las primeras
décadas del siglo XVII). Intervino como maestro cantero en numerosas e importantes obras en Álava,
Navarra, y La Rioja, entre ellas, la ampliación y reparos de iglesia de San Bartolomé de Aldenaueva
de Ebro (1606 sobre trazas de Juan González de Sisniega), las bóvedas de la parroquia de San Pedro
de la Rúa de Estella (1609), la reforma de la iglesia del monasterio de San Millán de la Cogolla
(1617−1635, tras examinar el templo junto a Juan de Olate, Del Pontón presentó postura para la
iglesia, la portada y la torre, la obra supuso remodelar la iglesia en estilo clasicista y añadir frente a la
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cabecera la torre) y la iglesia de Santa María de Piedramillera (1622). Dio trazas para la iglesia de
Badarán (1622, junto a Gonzalo de Arcillero, si bien se estima que las ideas básicas se deben a Del
Pontón), las capillas radiales del trascoro de la catedral de Calahorra (1623) y la capilla del Santo
Cristo de la colegial de Nuestra Señora de la Redonda de Logroño (1625).
• Francisco del Pontón Setién. Maestro de cantería. (Natural de Galizano activo en los siglos XVII).
Intervino en diversas empresas constructivas emprendidas en la segunda mitad del siglo XVII en
Cantabria y Burgos, siendo hecho maestro mayor y veedor de obras de dicho arzobispado. Entre ellas
se cuentan San Lorenzo de Burgos (1684), San Julián y Santa Basilisa de Isla (1688) y la capilla y
camarín de Nuestra Señora de Belorado (1684). Dio trazas para obras como la capilla de Nuestra
Señora del Rosario de San Vicente en Entrambasaguas (1688), San Juan Bautista de Secadura (1690)
y la capilla mayor de San Antón de Burgos (1675).
• Pantaleón del Pontón Setién. Maestro de cantería. (Natural de Galizano, activo en la primera mitad
del XVIII). Sucedió a su tío en 1705 en el cargo de maestro mayor de obras de la catedral de
Salamanca. Consta que asentó los pilares de la capilla mayor, cerró las bóvedas del crucero y
comenzó a levantar los arcos torales que habrían de sostener la cúpula. Se le atribuye la traza del
chapitel de la torre de las campanas de la catedral, encargada en 1710. También en Salamanca, hizo
un proyecto para el Colegio de Calatrava en el que más tarde se basó Joaquín de Churriguera.
Seguidamente se hizo cargo de la dirección de obras de la catedral de León. Falleció en 1713 en
Valladolid.
• Juan del Pontón Toraya. Maestro de cantería. (Natural de Galizano, activo en la primera mitad del
siglo XVII). Se le documenta en Álava, La Rioja, Navarra, Cuenca y Cantabria. Aprendió el oficio de
la cantería de la mano de Vélez de la Huerta. En 1611 estaba activo en Vitoria y Nalda (La Rioja), en
1616 intervino en la iglesia de Riva (Ruesga); en 1624, en Santa María de Toraya, en Hoz de Anero;
en 1635, en Santa María de Palacio, en La Rioja; en 1631, en el puente de Molina, en Cuenca; y en
1656, en La Revilla de Soba en Cantabria. A finales de los cincuenta empezó a desempeñar el puesto
de maestro mayor del obispado de Cuenca. También actuó como tasador en el convento de Santo
Domingo de Vitoria (1630) y en la iglesia de Santa Eulalia de Suesa (1631). Falleció en 1661.
• Felipe Roque de la Portilla. Empresario. (Natural de Carriazo, 1776−1841, Matamoros, México). En
1806 figura como una figura destacada de la Congregación del Refugio, asentamiento de Nuevo
Santander, en el lugar de Matamoros, al norte de México. En 1807, capitaneó una expedición de
colonos que fundó, en 1808, la ciudad de San Marcos. Iniciador del llamado «empresario system»
organizó posteriormente, en colaboración con emigrantes irlandeses, establecimientos
agrícola−ganaderos que fueron modelo de la explotación de las tierras de Texas. En 1832 se
estableció, en el condado texano de San Patricio, y recibió oficialmente la propiedad de su rancho, de
más de 37.600 acres. Falleció en 1841 en Matamoros. (Fuente: Gran Enciclopedia de Cantabria)
• Gregorio de la Roza. Maestro de cantería. (Carriazo,1643−¿?, 1708). Natural de Carriazo y
considerado uno de los introductores del barroco en Cantabria. Está documentada su actividad en
Asturias desde 1664. Heredó por matrimonio el taller de Ignacio de Cagigal en 1669. En 1673
contrató la obra del palacio de Malleza de Oviedo, uno de los primeros adscritos al barroco. En 1694
contrató la construcción de la sala capitular de la Colegiata de Santillana del Mar, obra en la que
recurre a los modelos clásicos de Juan de Naveda. También se le atribuye la construcción de la casa
de los Hombrones de la misma localidad de Santillana. En 1697, contrató la obra del convento de
Santa Cruz de Santander junto a Bernabé de Hazas y Francisco de la Sierra y entre 1698 y 1699
realizó la desaparecida escalera monumental barroca de la Colegiata de Santander. En 1708 el
canónigo de la catedral de Oviedo, Juan Montero de la Concha Obregón encargó la construcción de
casa de Vega de Carriedo conforme a trazas de Gregorio de la Roza.
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• Emilia Trueba Solana. Escultora y grabadora. (Galizano, 1959). Se formó en la Escuela de Cerámica
de Miguel González y en diversos talleres artesanales. Le concedieron el primer premio de Escultura
del Gobierno de Cantabria (1985), premio−adquisición en la II Bienal Jesús Otero (1990) y beca de la
Consejería de Cultura (1991). Entre sus exposiciones más significativas están las de la Galería
Siboney (1989, 1992 y 1995); su participación en las colectivas de Plaza de Pombo (1988); A UA
CRAG, en Aranda de Duero (1988); ARCO (1991 y 1992); «Una mirada parcial» (1993), en Caja
Cantabria; Galería Juana de Aizpuru (1994), y «El puente de la visión 2» (1998), en el Museo de
Bellas Artes de Santander. Como grabadora, ha participado en la II Trienal de Arte Gráfico en el
Palacio de Revillagigedo (1998) y en «La ventana imposible» en el Colegio de Arquitectos (1999).
Comenzó trabajando en poliester, figuras resumidas en sus planos, que derivaron (1988) hacia un
trabajo constructivo, en hormigón, grandes piezas arcaicas. Un cambio fundamental (1992) abrió su
obra a variados materiales: pergamino, plomo, nylon, tabla, plástico, piedra, y al concepto de
instalación y el color (1995). (Fuente: Gran Enciclopedia de Cantabria)
• Melchor de Velasco Agüero. Maestro de cantería. (Natural de Suesa, activo en el siglo XVII).
Trabajó principalmente en Asturias y Galicia. En 1654 dio trazas de la torre del monasterio de San
Pelayo en Oviedo y también proyectó la reforma del convento de Santa Clara de Oviedo. En 1656
contrató la construcción del muelle de Candás, un año más tarde se hizo cargo de la casa de los
gobernadores de Oviedo y en 1658 del monasterio de Santa María de la Real de Obona. Ese mismo
año se trasladó a Galicia donde permaneció hasta su muerte interviniendo en numerosas obras; allí dio
trazas para la iglesia del monasterio benedictino de Celanova (1661), la iglesia del Colegio de
Huérfanas de Santiago de Compostela (1664) y la capilla del Santo Cristo de Burgos de la catedral de
Santiago (1665). También intervino en el monasterio de San Payo de Alteares, la capilla de San
Ildefonso de Santa María de Iría en Padrón y en la del Rosario de Santa Eulalia Villagarcía de Arousa.
• Juan Vélez de la Huerta. Maestro de cantería. (Galizano, 1557−1560−¿?, ¿?). Fue iniciador de una
de las primeras dinastías de canteros de importancia de la Junta de Ribamontán. Casi toda su vida
trabajó en Álava y La Rioja, aunque también completó proyectos en Cantabria, dentro de los
parámetros del tardogótico. Intervino en el coro de la parroquia de San Esteban de Betoño (1575), el
baptisterio de Santiago de Yurre (1578), el claustro de Santo Domingo de Vitoria (1587), la capilla de
los Sarria en San Vicente de Vitoria (1594), las torres de la Asunción de Navarrete (1598) y San
Miguel de Vitoria (1601). Consta como trazista en Santa María de Mendiola (trazó las bóvedas hacia
1578), San Martín de Ajo (1594) y San Sebastián de Lermanda (1602). Está documentado como
proyectista y supervisor del convento de Santo Domingo de Vitoria.
• Pedro Vélez de la Huerta. Maestro de cantería. (Natural de Galizano, activo en la primera mitad del
siglo XVII). Gozó de prestigio en Vitoria y realizó diversas obras en el País Vasco; así dio trazas para
el colegio de la Anunciación del convento de San Francisco (1614), la alhóndiga (1614) o el portal de
Santa Clara en Vitoria, así como en el convento de San Francisco de Mondragón.
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