Niñas, niños y adolescentes de Bolivia una de las naciones más diversas del mundo Foto de tapa UNICEF/Bolivia/Friedman-Rudowski Escrito por Ruth Ansah Ayisi Producido por Giacomo Pirozzi Diseño gráfico Jane Kristine Cruz / Susana Machicao Ilustraciones de Jorge Dávalos UNICEF 2015® Niñas, niños y adolescentes de Bolivia una de las naciones más diversas del mundo Pando Bolivia Beni La Paz Santa Cruz Cochabamba Oruro 4 Chuquisaca Tarija UNICEF/Bolivia/Pirozzi Potosí Niñas, niños y adolescentes de Bolivia Bolivia es uno de los países más diversos del mundo en términos culturales y geográficos. Además, es la nación con mayor población indígena en las Américas, ya que un 60% de sus 10 millones de habitantes provienen de 37 grupos indígenas, cada uno con su propia cultura e idioma. La mayoría de los pueblos indígenas vive en el área de la Amazonía (29%), y el resto en el Gran Chaco, los Valles y la zona Andina. El español es el idioma más hablado, seguido del quechua, el aymara y el guaraní. Los majestuosos picos montañosos de Los Andes contrastan drásticamente con la densa selva de la Amazonía y la región semiárida del Gran Chaco. La diversidad es impresionante, pero también implica grandes dificultades, en especial, para las niñas, niños, adolescentes y mujeres indígenas que viven mayormente dispersos en comunidades rurales remotas. Las rutas de las montañas son particularmente peligrosas, con sus curvas pronunciadas y altos precipicios. Las rutas en la región de la Amazonía también son difíciles de transitar, sobre todo durante la temporada de lluvias. Durante algunos meses del año, solo se puede acceder a las comunidades en barco. El Estado Plurinacional acoge una gran diversidad cultural El Estado Plurinacional de Bolivia está atravesando una gran transformación política y socioeconómica. En diciembre de 2005, los bolivianos eligieron a Evo Morales Ayma como su Presidente, por el margen más amplio obtenido por un líder desde la restauración de la democracia en 1982. El Presidente Morales es el primer presidente indígena del país y fue reelecto en octubre de 2014 para cumplir un segundo mandato conforme a la nueva Constitución. Luego de las elecciones de diciembre de 2005, el Presidente Morales dirigió una importante transición social, tras siglos en que la mayoría de los pueblos indígenas bolivianos habían carecido de verdadera representación. Históricamente, el poder había estado en manos de los grupos de “élite”. La nueva Constitución, aprobada por referéndum, entró en vigor en 2009 y constituyó a Bolivia como un Estado unitario, plurinacional y laico, conocido ahora como Estado Plurinacional de Bolivia. El equilibrio del poder cambió desde que los nuevos mecanismos de consulta y las políticas de propiedad de los recursos se pusieron en práctica con un Estado que desempeña un papel de mayor importancia en la economía. Además, con la nueva Constitución, se promulgaron una serie de leyes y reformas claves. Entre ellas se incluye el reconocimiento y la aplicación de dos jurisdicciones paralelas de igual jerarquía en el orden jurídico del país: la jurisdicción «ordinaria» y la «jurisdicción indígena». Asimismo, las lenguas indígenas como el aymara, el quechua y el guaraní, que se hablan principalmente en las zonas rurales, se enseñan en la escuela. Las comunidades también participan en la elaboración del currículo escolar. La economía de la nación creció rápidamente durante los últimos nueve años, logrando un Producto Interno Bruto (PIB) medio del 4,7%, lo que coloca a Bolivia entre los países de ingresos bajosmedios. Este aumento se debió principalmente a las grandes exportaciones de gas natural. Las cifras de desempleo también son bajas; de tan solo un 2,3%. Con este rápido crecimiento económico y los cambios políticos, los donantes bilaterales tradicionales de Bolivia están concluyendo su cooperación para el desarrollo o modificando sus planes de inversión. La diversidad de Bolivia es impresionante pero también presenta grandes desafíos especialmente para las niñas, niños, adolescentes y mujeres indígenas que viven dispersos en remotas comunidades rurales. una de las naciones más diversas del mundo 5 Reducir las brechas para asegurar el cumplimiento de los derechos de los niños bolivianos UNICEF/Bolivia/Pirozzi La bebé Fernanda Pascale es registrada por sus padres María y Pablo en la oficina de Registro Civil del Hospital Materno Infantil de La Paz. 6 Niñas, niños y adolescentes de Bolivia A pesar del alto coeficiente del 0,47 en la escala de Gini, existe una gran brecha de ingresos entre ricos y pobres y muestra que, hasta ahora, la redistribución de los beneficios del crecimiento económico del país ha sido insuficiente. Según los últimos datos oficiales1, aproximadamente un 43,4% de la población se clasifica como pobre y un 21,6% se encuentra en condiciones de extrema pobreza. Todos los indicadores sociales muestran todavía una gran disparidad por área geográfica, género, etnia y quintil económico. Gran parte de la población predominantemente joven de Bolivia, en particular los niños y las niñas indígenas que viven en áreas rurales, son pobres y excluidos y sufren graves violaciones de sus derechos. 1 Séptimo informe de progreso de los Objetivos de Desarrollo del Milenio 2013, Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas-UDAPE. Elaborado en base a Encuestas a Hogares, INE, 1996-2012. Algunos indicadores sociales generales siguen siendo preocupantes. Por ejemplo, la tasa de mortalidad materna que según los datos más recientes (2003) reconocidos por el Gobierno, era de 229 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos. Estas muertes se deben, principalmente, a una atención insuficiente durante el embarazo y el parto, así como a una alta incidencia de embarazos en adolescentes. Aproximadamente un 9% de las adolescentes entre 15 y 18 años ya son madres. Al mismo tiempo, la alta tasa de mortalidad neonatal, de 27 muertes por cada 1.000 nacidos vivos, permaneció sin cambios entre 2003 y 2008. La tasa de mortalidad infantil solo se redujo en un 1,9%, de 54 a 50 por 1.0002, porcentaje bastante menor que el 3,9% de reducción anual necesario para cumplir la meta del cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM). Aparte de las muertes neonatales, las otras causas principales de muertes en niños y niñas menores de cinco años incluyen la neumonía (21%) y la diarrea (18%)3. La prevalencia del VIH es relativamente baja, con 0,15%4 y parece estar concentrada en los grupos de alto riesgo, es decir, hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, consumidores de drogas intravenosas y trabajadores y trabajadoras sexuales. No obstante, la mayoría de las personas carece de información sobre el VIH y no se realizan la prueba correspondiente. Solo un 49% de las mujeres embarazadas se sometieron a la prueba del VIH durante el embarazo y poco más de 151 niños seropositivos reciben tratamiento antirretroviral. También existen brechas en el acceso al agua potable, el saneamiento mejorado y la información sobre buenas prácticas de higiene. Solo 6 de cada 10 personas tienen acceso a agua potable en las zonas rurales, en comparación con las 9 de cada 10 de las zonas urbanas; solo el 49,8% de la población usa un sistema de saneamiento mejorado y la mayoría vive en zonas urbanas. Hasta el 54% de la población rural defeca al aire libre, lo que pone en peligro la salud de la población más vulnerable que, en general, son niños y niñas indígenas de las zonas rurales alejadas. Si bien el Gobierno logró la meta de los ODM de reducir la desnutrición crónica de un 42% en 1989 a un 18% para 2013 (el 2 Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDSA) 2008. 3 Ibíd. 4 Plan Nacional ITS/VIH/SIDA, 2013. UNICEF/Bolivia/Pirozzi Una abuela carga en la espalda a su nieta en la comunidad Ayllu Chullpa, ubicada a 25 kilómetros de la localidad de Llallagua en Potosí. una de las naciones más diversas del mundo 7 El Centro de Prevención Atención Terapéutica (CEPAT) en la ciudad de Potosí, ofrece atención terapéutica y apoyo psicológico a niñas y niños víctimas de abuso sexual. ODM para 2015 es de un 21%), todavía persisten las brechas entre las zonas rurales y urbanas, sobre todo en los departamentos de Potosí, Oruro y Chuquisaca. Las causas se deben, generalmente, a malas prácticas de lactancia materna, insuficiente ingesta de alimentos y micronutrientes y enfermedades crónicas como diarrea causada por el consumo de agua no potable, así como a malas prácticas sanitarias y de higiene. La desnutrición se perpetúa a sí misma ya que un niño o niña que nace de una madre con desnutrición crónica es probable que nazca con bajo peso y nunca pueda superar esta desventaja inicial. Los avances más alentadores se produjeron en la educación. El índice de alfabetización del país para el grupo de mayores de 15 años de edad alcanzó el 95%, y la brecha de género se redujo significativamente. La matriculación neta en la escuela primaria fue igual para niños y niñas, de un 82%, y la brecha de género en el índice de finalización de la escuela primaria se redujo y logró una diferencia a favor de los niños de 9,7 puntos porcentuales en 1992 a 1,2 puntos porcentuales a favor de las niñas en 2011. No obstante, la matrícula en preescolar solo alcanza el 40%. En general, el índice de finalización de la escuela primaria alcanzó el 90% en 2011, pero en secundaria fue solo del 56%. También persisten marcadas diferencias en la educación. Por ejemplo, una niña indígena de la Amazonía tiene un promedio de solo dos años de escolarización en comparación con los 14,4 años de un niño de las zonas urbanas más ricas. Existen dificultades importantes en cuanto a la protección de niñas, niños y adolescentes. Los datos disponibles sobre trabajo infantil sugieren que un 11% de los niños y las niñas de entre 5 y 13 años de edad realizan alguna forma de trabajo. Con respecto al registro de nacimientos, solo un 87% de los niños y las niñas menores de cinco años están registrados. La violencia doméstica está generalizada, hasta un 48% de mujeres adolescentes y jóvenes casadas o que viven con sus parejas, son víctimas de alguna forma de violencia perpetrada por sus parejas. Aproximadamente un 80% de los niños y niñas fueron víctimas de disciplina 8 Niñas, niños y adolescentes de Bolivia violenta en sus hogares y existen muchos casos de negligencia y abandono. Los registros de la policía nacional establecen índices de violencia familiar de 458 por cada 100.000 habitantes en 2005, 478 en 2009 y 580 en 2012. Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) establece que “una de las tareas más urgentes es garantizar que la violencia contra las mujeres y las niñas pueda ser denunciada sin que las víctimas sean re victimizadas o discriminadas”. Según una encuesta realizada en 2013, 1.188 niños y adolescentes, de los cuales 416 son niñas, viven en las calles de las principales ciudades del país. El tráfico de personas también es un tema preocupante. Según un informe del PNUD5 sobre seguridad pública, al 2009 el índice de trata en Bolivia fue de 3,1 por 100.000 habitantes, el más alto de la región. Por otra parte, Bolivia sufre desastres naturales recurrentes, en especial sequías e inundaciones, que afectan gravemente la vida de las niñas, niños y adolescentes y sus familias, principalmente en el este y oeste del país. La sequía en Bolivia produce pérdidas importantes para la subsistencia de la población, sobre todo 5 PNUD Informe Regional sobre Desarrollo Humano 2013 – 2014 Seguridad Ciudadana con rostro humano: diagnóstico y propuestas para América Latina, 2013. Respuestas nacionales para mejorar la vida de las niñas, los niños, los adolescentes y las mujeres Una niña indígena de la Amazonía tiene un promedio de solo dos años de escolarización en comparación con los 14,4 años de un niño de las zonas urbanas más ricas”. en materia de agricultura y ganado y priva a miles de personas de consumir las cantidades necesarias de agua. La zona del Chaco (que incluye Tarija, Chuquisaca y Santa Cruz) es la más afectada por la recurrente falta de lluvias y su población es muy dependiente de la agricultura de subsistencia, por tanto, es cada vez más vulnerable a las sequías venideras. La región de la Amazonía boliviana, de población principalmente indígena, convierte a la zona noreste del país en un área vulnerable a las inundaciones. Las inundaciones se producen por las fuertes lluvias de las tierras altas que llegan en grandes cantidades a los municipios y comunidades de La Paz, Cochabamba, Pando y, especialmente, del departamento de Beni. El Gobierno garantiza que todos los niveles del Estado: central, departamental y municipal tengan acceso a recursos. Con el fin de mitigar la pobreza, el Gobierno puso en marcha iniciativas de transferencia de efectivo, conocidas como el Bono Juancito Pinto, Bono Juana Azurduy y Renta Dignidad. Proveer a los grupos indígenas del país de servicios sociales esenciales es parte fundamental de las políticas del Gobierno. Para abordar las enormes dificultades en la salud, el Ministerio de Salud estableció la política de Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI) que cambia el foco de interés, de la atención curativa a la atención preventiva y la promoción de la salud. De este modo, el Ministerio pudo reducir la desnutrición, principalmente gracias a la exitosa aplicación de la iniciativa de establecimientos Amigos de la Madre y la Niñez y las Unidades de Nutrición Integral a nivel municipal y otras estrategias apoyadas por UNICEF. A su vez, el Ministerio de Medio Ambiente y Agua descentralizó los servicios de agua y saneamiento, que por primera vez suministra agua a hogares rurales lejanos. La nueva ley de educación, conocida como Ley Avelino Siñani-Elizardo Pérez, exige transformaciones importantes en la educación que implican la participación del nivel central. La educación es identificada como instrumental para la transformación estructural de la sociedad y la economía, al mismo tiempo que reafirma el rol de las culturas indígenas originarias y afrodescendientes en la construcción del Estado Plurinacional y la implementación de la filosofía del “Vivir Bien”. Las lenguas indígenas se enseñan en la escuela junto al español, y todos los materiales educativos deben ser bilingües e incluir temáticas sobre la cultura, tradiciones y valores de los diferentes grupos indígenas. En áreas remotas, también se ha provisto transporte para que muchos niños, niñas y adolescentes puedan asistir a la escuela y, actualmente, la mayoría de los gobiernos municipales han asignado presupuesto municipal para solventar los gastos de los autobuses escolares. Esto ha sido particularmente importante para las niñas, ya que son especialmente vulnerables cuando deben caminar durante horas para llegar a la escuela y volver a sus hogares. En julio de 2014, el Gobierno promulgó el nuevo Código Niña, Niño y Adolescente6 que implicó un paso importante en la protección de los derechos de las niñas y los niños de 6 Ley N° 548, Código Niña, Niño y Adolescente, 2014. una de las naciones más diversas del mundo 9 Bolivia. La ley incorpora gran parte de la legislación sobre la niñez acorde con los tratados internacionales. Por ejemplo, mantiene la edad mínima de 14 años para los niños trabajadores, aunque incluye dos excepciones preocupantes para niños y niñas de entre 10 y 12 años de edad. Asimismo, la ley dispone que el Estado elimine el trabajo infantil en el transcurso de cinco años mediante la aplicación de un programa de protección social integral. Establece también duras sanciones para los casos de violencia sexual contra menores y acoso sexual. Además, la creación de un sistema de justicia juvenil para adolescentes en conflicto con la ley que ofrece un nuevo marco y la oportunidad de promover medidas alternativas a la privación de la libertad. Un logro significativo en la protección de niñas, niños y adolescentes fue la integración de técnicas de apoyo a los niños, que incluyen el uso de espejos unidireccionales y vocabulario apropiado y accesible para la edad de los niños en los procedimientos judiciales. Por otra parte, el sistema de Defensorías Municipales de la Niñez y Adolescencia se ha fortalecido en los nueve departamentos del país. En algunos distritos se desarrolló una intervención especialmente diseñada para las comunidades indígenas, donde participan promotores comunitarios que divulgan información sobre los derechos del niño y trabajan con las comunidades para evitar todo tipo de violencia. UNICEF concentra su apoyo en las niñas y niños más excluidos de Bolivia El Plan de Acción de Programa de País 2013 - 2017 acordado entre UNICEF y el Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia, apoya el cumplimiento de los derechos de la niñez a través del posicionamiento de las niñas, los niños y los adolescentes en el centro de las políticas, programas y presupuestos nacionales y sub-nacionales. Hace hincapié en llegar a los niños y niñas indígenas así como a los niños y niñas más excluidos de las comunidades rurales lejanas y zonas urbanas marginales, reduciendo las desigualdades geográficas, sociales, culturales y de género. Los niños y niñas con discapacidad también necesitan atención particular. Con frecuencia son el grupo más excluido y los últimos en acceder a servicios y recibir los recursos necesarios. Además, no tienen las mismas posibilidades de participar que sus pares sin discapacidad. Los programas se fortalecerán para ayudar a los niños y las niñas con discapacidad a superar las barreras que impiden su inclusión en la sociedad. Una de las áreas más importantes es garantizar que se cumpla su derecho a una educación de calidad y se los proteja contra todo tipo de abuso y violencia. 10 Niñas, niños y adolescentes de Bolivia Con el fin de adaptar el programa a la cambiante situación económica de un país de ingresos medios-bajos y garantizar que se llegue a las niñas, niños y adolescentes más marginados, en particular a los indígenas y con discapacidad, UNICEF Bolivia pasó de poner el énfasis de su programa en la prestación de servicios a través de proyectos, a ponerlo en la asistencia técnica, la recolección de datos desagregados, la generación de evidencia y la abogacía a nivel de políticas públicas. UNICEF también mejoró su enfoque programático a través del abordaje de las barreras y los cuellos de botella con el fin de apoyar el desarrollo y la aplicación de intervenciones costo efectivas y de alto impacto que tienen en cuenta los aspectos culturales y de género. El Plan de Acción implica un enfoque de triple estrategia. En primer lugar, se utiliza la generación de evidencias para formular políticas a nivel nacional y sub-nacional con el fin de garantizar que los problemas de los derechos de las niñas y los niños sean temas centrales en las políticas, los programas y los presupuestos nacionales y sub-nacionales. En segundo lugar, se ofrece asistencia técnica para desarrollar la capacidad de las instituciones para que puedan prestar servicios sociales de calidad de forma sostenible, sobre todo, a nivel sub-nacional y, en tercer lugar, el seguimiento y la generación de conocimientos para fomentar los derechos de la infancia, niñez y adolescencia. El Plan trabaja en siete áreas temáticas7 divididas en tres componentes: 1) servicios sociales con calidad y equidad; 2) protección de los niños, niñas y adolescentes; y 3) monitoreo y generación de conocimientos para la promoción de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. El Plan aboga para la elaboración e implementación de políticas públicas a nivel nacional y subnacional en los nueve departamentos del país, mientras que en el nivel local provee asistencia técnica en los departamentos de Chuquisaca (región del Chaco), Potosí, Cochabamba y Beni. 7 Salud materna e infantil, VIH y SIDA; agua, saneamiento e higiene, nutrición, educación, protección de niños, niñas y adolescentes y, monitoreo y generación de conocimientos para la promoción de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. UNICEF/Bolivia/Pirozzi La vida de Alina se desenvuelve alrededor de las actividades de la minería del Cerro Rico en Potosí. Alina tiene solamente cinco años y acompaña todos los días a su madre María Cardozo a acumular mineral en la entrada de la mina Paylaviri. Ella asiste a un centro de desarrollo infantil establecido por la ONG Voces Libres. una de las naciones más diversas del mundo 11 En el Hospital Central de Monteagudo, Chaco chuquisaqueño, una enfermera vacuna a un bebé de seis meses. Salud materna e infantil 12 Niñas, niños y adolescentes de Bolivia UNICEF apoya al sector de la salud para ofrecer intervenciones de salud de alto impacto y basadas en evidencia con el fin de mejorar la salud de las mujeres embarazadas, las madres, niños, niñas, adolescentes y sus comunidades; a través de servicios esenciales y de calidad de salud materna, neonatal e infantil con un enfoque intercultural de género. UNICEF apoya la planificación e implementación de programas, con enfoque de equidad y con la utilización de herramientas de planificación para el logro de resultados equitativos para la infancia. UNICEF ha contribuido a importantes logros del sector salud en Bolivia como, por ejemplo, la introducción de la vacuna antineumocócica al programa ampliado de vacunación nacional y la mejora de los estándares de calidad de servicios en pro de la reducción de la mortalidad materna, neonatal e infantil. UNICEF también mantiene su apoyo a la comunicación para el desarrollo, en particular para garantizar que las familias sean competentes en las prácticas claves de salud materna e infantil, puedan participar en decisiones relacionadas con la salud a nivel de la comunidad y sepan reconocer signos de peligro para acudir a los servicios médicos. UNICEF/Bolivia/Pirozzi Servicios sociales con calidad y equidad Mejorar la atención de la salud materna infantil en las montañas Recostado en la pared de las instalaciones del hospital mirando la vasta cadena montañosa de Los Andes en el sureste de Bolivia, Valerio Rodríguez Gómez, de 23 años de edad, sostiene tiernamente a su hija de 20 meses, Yayita, mientras su esposa, Elizia, de 19 años, asiste a una consulta prenatal. Valerio dice que el trayecto para llegar desde su comunidad a la alejada ciudad del valle de Independencia y volver, es un viaje de ida y vuelta de diez horas que hacen en el mismo día, pero vale la pena. “Siempre acompaño a mi esposa y al bebé al hospital. También voy a traer a mi esposa para el parto”, dice Valerio. “Yayita habría nacido en este hospital, pero no nos dio tiempo porque mi esposa dio a luz muy rápido. Así que llamamos a una ambulancia. Los doctores estuvieron con nosotros en una hora y media”. Aunque fue un parto normal, Yayita no está bien. Sufre de desnutrición crónica. “Ellos me dijeron que es muy delgada para su edad”, dice Valerio mirando hacia abajo a Yayita que no muestra ningún signo de cansancio. “El problema empezó cuando su madre se tuvo que ir dos meses a trabajar en el Censo Agropecuario”, dice Gómez. Yayita, que tenía seis meses en aquel momento, tuvo que dejar de tomar pecho, y Valerio, agricultor, quedó a cargo de su cuidado. Esta familia ejemplifica algunas de las típicas dificultades que enfrentan los gobiernos encaminados a mejorar la atención de la salud materna infantil. Elizia es una madre adolescente, que tiene solo educación primaria y su marido solo tiene un par de años de educación secundaria. “Las barreras culturales, la falta de oportunidades de educación para las madres, los cuidadores y las familias, así como las lejanas distancias son algunas de las principales dificultades”, dice Claudia Vivas, Jefa de Sobrevivencia Infantil y Desarrollo de UNICEF en Bolivia. “No obstante, el Gobierno hizo grandes avances en la implementación del Sistema Único de Salud, apoyado por UNICEF y otros asociados para ofrecer servicios de salud de calidad a todos los grupos poblacionales, incluso a aquellos que viven en las zonas rurales alejadas”. La mayor parte del apoyo de UNICEF se ofrece en desarrollo de capacidades, capacitación del personal sanitario en todos los niveles y asesoramiento técnico. No obstante, las estadísticas sugieren que todavía queda mucho camino por recorrer. Entre 2003 y 2008, la mortalidad neonatal se mantuvo al mismo nivel, con 27 bebés por cada 1.000 nacidos vivos que mueren durante el primer mes. Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud8, el 75% de las muertes se produce en la primera semana de vida, principalmente por la mala calidad de la atención médica durante el embarazo y el parto. Además, entre 2003 y 2008, la tasa de mortalidad infantil bajó solo de 54 a 50 por 1.0009, una reducción anual de solo un 1,9%, muy por debajo de la reducción del 3,9% anual necesaria para cumplir la meta del cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM). La tasa de mortalidad materna llega a 229 por 100.000 nacidos vivos10, según los últimos datos que reconoce el Gobierno. 8 ENDSA 2008 9 Ibíd. 10 UDAPE, Séptimo informe de progreso de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en Bolivia, 2013. una de las naciones más diversas del mundo 13 Muchas madres solo amamantan a sus hijos durante aproximadamente tres meses; y después, aparte de leche envasada, solo introducen almidón a la dieta. Producen verduras, pero prefieren venderlas”. Esta situación implica que Bolivia tiene la segunda tasa de mortalidad materna más alta de América Latina después de Haití, un país que sufrió emergencias humanitarias devastadoras en los últimos años. La zona rural de Independencia presenta las típicas barreras geográficas. Lleva siete horas manejar desde Independencia hasta la capital de Cochabamba por la cadena montañosa con sus peligrosos precipicios y senderos de tierra de una sola vía, que suben y bajan por encima de las nubes. “Nuestras rutas son peligrosas”, confirma el Dr. Ángel Fernández, director del hospital. Agrega que hace poco tuvieron más de 20 muertos en un accidente. A pesar de estas barreras, el Dr. Fernández dice que tuvieron dos casos de muertes neonatales este año, pero ninguno de muerte materna en los últimos cinco años. El doctor sostiene que la reducción de muertes maternas se debe a las significativas mejoras que hubo en la calidad de los servicios de atención materna e infantil del hospital. Esto incluye el éxito alcanzado al sensibilizar a las comunidades sobre la importancia de los partos asistidos, las ambulancias bien dotadas y el hecho de que, incluso en las comunidades más remotas, las personas ahora tienen acceso a un teléfono celular. “Estamos de guardia 24 horas, los siete días de la semana”, dice. Sin embargo, los mensajes sobre la importancia de espaciar los embarazos en el tiempo todavía no están surtiendo efecto. “Mientras que la mayoría de las mujeres querría usar anticonceptivos, los hombres piensan que usarlos haría que sus esposas tuvieran relaciones sexuales con otros hombres”. 14 Niñas, niños y adolescentes de Bolivia Asimismo, la desnutrición crónica sigue siendo un problema en la zona debido a las malas prácticas de alimentación de los niños y niñas. La nutricionista de Independencia, Margot Tobar, explica que muchas madres solo amamantan a sus hijos durante aproximadamente tres meses y después, aparte de leche envasada, solo introducen almidón a la dieta. “Producen verduras, pero prefieren venderlas”, dice. Además, las madres jóvenes suelen dejar a sus bebés al cuidado de otra persona, como la abuela. “Cuando la abuela asiste a la clínica con el bebé, le recomendamos que vuelva otra vez con la madre”, expresa Tobar. Tobar agradece el haber tenido la oportunidad de conversar con el padre y la madre de Yayita sobre cómo darle una mejor alimentación. Afortunadamente, atendieron la desnutrición de Yayita dentro de un espacio de tiempo de dos años; tras este período, las pruebas demuestran que la desnutrición crónica puede llevar a deficiencias cognitivas e impedimentos físicos irreversibles. El embarazo de Elizia está desarrollándose bien a pesar de no haber espaciado ambos embarazos, puesto que sucedieron en un tiempo menor a tres años que es el necesario para que su cuerpo pueda recuperarse. Valerio dice que también está feliz de que le hayan dado una explicación sobre la salud de su bebé y su esposa embarazada. “Quiero entender más sobre su salud”, dice mientras se prepara para cargar a Yayita en su espalda. Elizia carga un pequeño bulto de mantas y alimentos para el trayecto por las montañas a temperaturas que descenderán por debajo de cero grados antes de llegar a su casa, después de cinco horas. UNICEF/Bolivia/Arnez Eliza, quien está embarazada de su segundo hijo, consulta con la nutricionista de un hospital. una de las naciones más diversas del mundo 15 En el Centro de Salud 18 de Marzo en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, el 36% de los nacimientos son de madres adolescentes. VIH y SIDA 16 Niñas, niños y adolescentes de Bolivia UNICEF, en pro de resultados equitativos, apunta a mejorar el uso de intervenciones efectivas para el tratamiento y la prevención del VIH para mujeres embarazadas, adolescentes y niños indígenas. Esto incluye fortalecer las competencias institucionales con un enfoque integrado, donde participen los sectores de la educación y la salud, así como las familias, profesores, líderes comunitarios y adolescentes, previniendo al mismo tiempo la violencia de género y el embarazo adolescente. UNICEF también ofrece asistencia técnica para difundir el programa de Prevención de la Transmisión Materno Infantil (PTMI) del VIH, así como servicios para evitar la sífilis congénita. Contribuye, también, a la atención de los niños y niñas que viven con el VIH. UNICEF/Bolivia/Duranboger Servicios sociales con calidad y equidad Embarazo adolescente: un desafío pendiente en Bolivia El sol brilla a través de las cortinas del Ratón Mickey mientras Anabela Díaz levanta con cariño a su bebé, Génesis, para ver su alrededor: una espaciosa sala con cunas y armarios abiertos llenos de ropa de bebé prolijamente apilada y osos de peluche. Anabela y su bebé están en el Hospital 18 de Marzo en el corazón de la bulliciosa ciudad de Santa Cruz de la Sierra, centro empresarial de Bolivia. Están tan bien vestidas que parece que están a punto de salir a algún lugar especial por el día. Pero no es así. Van a permanecer otro día más en la sala en la que están desde hace un mes, mientras Génesis recibe tratamiento por una grave desnutrición aguda. “Génesis tuvo una buena recuperación”, dice el Dr. Mario Valdez, quien cubre las rondas de manera amistosa, conversando con cada madre o cuidador. Inmediatamente tranquiliza a Anabela. Anabela podría ser confundida con la hermana mayor de su bebé. Sin embargo, Anabela ya tiene tres hijos. Tuvo el primero con solo 14 años después de abandonar la escuela primaria y su segunda hija a los 16. “Dejé la escuela para ir a trabajar”, explica sencillamente Anabela. “Mis hijos viven con mi madre”. El Dr. Valdez cuenta más tarde que Anabela se escapó de su casa después de haber tenido problemas familiares y estuvo viviendo en la calle. “Anabela no amamantó a Génesis y tuvo una desnutrición grave”, dice el doctor. La encontró una organización no gubernamental (ONG) que también buscó a su familia. El embarazo adolescente es un desafío pendiente en Bolivia, que amenaza la vida y el bienestar tanto de las madres como de sus hijos e hijas. Según la Organización Mundial de la Salud, el riesgo de muerte materna es cuatro veces mayor entre niñas de 16 años que entre mujeres de 20 a 30. Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud de Bolivia de 200811, los hijos e hijas de madres adolescentes o madres con poca educación son 3,5 veces más propensos(as) a morir. “Tienen más posibilidades de ser prematuros y tener bajo peso al nacer y son más susceptibles a la muerte neonatal o a sufrir futuros problemas de salud”, explica Claudia Vivas, Jefa de Supervivencia Infantil y Desarrollo de UNICEF en Bolivia. Reducir las muertes neonatales en Bolivia fue difícil. Entre 2003 y 2008, la mortalidad neonatal en Bolivia se estancó en 27 bebes por cada 1.000 nacidos vivos12 que mueren durante el primer mes de vida. El Dr. Valdez agrega que el embarazo adolescente es además una de las causas que subyacen la desnutrición infantil. Hasta un 38% de los casos de desnutrición del hospital corresponden a bebés nacidos de madres adolescentes. Los embarazos adolescentes parecen ser todavía más habituales en las zonas rurales. “Es como si quedar embarazada a los 14 fuera normal”, dice el Dr. Ángel Fernández, director del hospital rural de la municipalidad montañosa de Independencia, en Cochabamba. “Es un gran problema”. Las niñas adolescentes que viven lejos de 11 ENDSA, 2008. 12 Ibíd. una de las naciones más diversas del mundo 17 Estamos solo a mitad de camino del año escolar y ya hubo seis niñas de la escuela que dieron a luz y otra niña de mi clase está embarazada”. UNICEF/Bolivia/Pirozzi casa para estar más cerca de la escuela son particularmente vulnerables. “Alquilan habitaciones cerca de la escuela y viven allí sin la supervisión de un adulto”, dice Ruth Muñoz, profesora de la escuela secundaria rural de Independencia. Comenta también que la “cultura machista” de Bolivia contribuye al alto índice de embarazo adolescente, ya que las niñas no creen que tienen el poder de decir que “no” a las insinuaciones sexuales de sus pares. “Estamos solo a mitad de camino del año escolar y ya hubo seis niñas de la escuela que dieron a luz y otra niña de mi clase está embarazada. Yo le había advertido a la madre de la niña que el novio era agresivo, pero su madre se resignó diciendo “eso es lo que me pasó a mí”. 18 Niñas, niños y adolescentes de Bolivia Un bebé de 18 meses en un Centro de Desarrollo Infantil en el Municipio de Monteagudo, Chuquisaca. Muñoz dice que tratan de alentar a las madres adolescentes a que continúen con su educación y cuiden adecuadamente a sus bebés. Da el ejemplo de cómo permiten a las abuelas u otros cuidadores llevar a los bebés de las niñas al aula para que puedan amamantarlos, pero muchas niñas prefieren no hacerlo y dejan a sus hijos en condiciones de vulnerabilidad, a la desnutrición y otras enfermedades. “A las niñas les da vergüenza. Se burlan de ellas y las acosan”, dice Muñoz. “La mayoría ocultan su embarazo hasta los últimos meses o tanto como pueden”. Mientras tanto se están tomando medidas para ayudar a Anabela a cuidar mejor de Génesis. El Dr. Valdez dice que asesoraron a Anabela sobre el uso de anticonceptivos y buenas prácticas de alimentación infantil. “Se va a quedar aquí con su bebé durante dos semanas más mientras la bebé siga con el tratamiento y mientras trabajamos con la ONG para encontrarles un lugar donde vivir”. UNICEF/Bolivia/Duranboger Anabela, una madre adolescente, con su bebé que está siendo tratada por desnutrición aguda. una de las naciones más diversas del mundo 19 Una niña guaraní se lava las manos en la pileta de su hogar en la comunidad de Itapenty, Monteagudo, Chuquisaca. Agua, saneamiento e higiene 20 Niñas, niños y adolescentes de Bolivia UNICEF ofrece asistencia técnica para incrementar el acceso sostenible al agua potable, eliminar la defecación al aire libre y mejorar el acceso a saneamiento adecuado, así como mejores prácticas de higiene. Las intervenciones apoyadas por UNICEF hacen hincapié en los grupos indígenas de las zonas rurales alejadas para prestar servicios en los hogares y las escuelas. Los baños escolares se construyen con enfoque de género como, por ejemplo, inodoros separados para los niños y las niñas. Además, UNICEF está empezando a trabajar en la gestión de la higiene menstrual, así como también en la protección y salud física en torno a los servicios de agua, saneamiento e higiene. También apoya el fortalecimiento de las capacidades nacionales para la provisión de servicios de agua, saneamiento e higiene en situaciones humanitarias para niños, niñas, mujeres y familias afectadas. UNICEF/Bolivia/Pirozzi Servicios sociales con calidad y equidad Agua y baños para las comunidades rurales dispersas Los arroyos brillan con el sol mientras las llamas pastean libremente sobre las laderas de las montañas. Pero la idílica escena contradice la verdad sobre el saneamiento en Independencia, un municipio escasamente poblado de Cochabamba en el centro de Bolivia donde, al igual que la mayoría de la población rural del país, el 49% defeca al aire libre13. Sin embargo, recientemente 48 familias de Queraya, una comunidad rural alejada de la municipalidad de Independencia, cambiaron sus prácticas de higiene. El último año, los miembros de la comunidad construyeron sus propios baños y ahora, por primera vez, cuentan con instalaciones de agua potable en sus hogares. Constantina Frías, madre de cinco niños, recuerda cómo solía salir apurada por los empinados senderos montañosos para hacer sus necesidades en el campo. “Me asustaba mucho al salir de noche; pensaba que me iba a caer”, dice. “Ahora, estoy tan contenta con mi nuevo baño”. La familia optó por una letrina de pozo dentro de un pequeño recinto de adobes de barro y techo de calamina. A su esposo le llevó un mes cavar la letrina a la profundidad apropiada y construir el recinto, ubicado en la montaña, cerca de su casa. “Nuestra vida mejoró muchísimo”, dice entusiasmada. Constantina recuerda como toda la familia solía tener diarrea, especialmente durante los meses de verano. Al igual que en el resto del país, en el Municipio de Independencia, las enfermedades diarreicas son uno de los principales problemas de salud entre los niños y niñas menores de cinco años, comenta el Dr. Ángel Fernández, director del hospital rural en la localidad del valle de Independencia. Sin embargo, cambiar los hábitos de la gente es muy difícil. Indalicio Colomi, un técnico que trabaja para el programa de agua y saneamiento de la municipalidad de Independencia, reconoce que las comunidades tienen que convencerse de la necesidad de cambiar sus hábitos con respecto al saneamiento. “Al principio se resisten, pero después les explico el ciclo de contaminación; que podrían terminar comiendo sus propias heces; y entonces lo aceptan”. Este tipo de movilización comunitaria se conoce como enfoque de Saneamiento Total Liderado por la Comunidad (SANTOLIC), ya que concientiza sobre los peligros para la salud que conlleva la defecación al aire libre y empodera a las comunidades para que encuentren las soluciones apropiadas sostenibles a nivel local. Hasta ahora, 13 de las 155 comunidades que visita Colomi en su motocicleta se declararon “libres de defecación al aire libre”, lo que implica que todos los miembros de la comunidad usan una letrina o baño. El enfoque de Saneamiento Total Liderado por la Comunidad se está replicando gradualmente en todas las comunidades rurales dispersas. Alejandro Luján, Oficial de Agua y Saneamiento Ambiental de UNICEF Bolivia, destaca que el enfoque se tuvo que adaptar a la realidad de Bolivia, tomando en cuenta la diversidad del país tanto a nivel geográfico como cultural. “Por ejemplo, en la región amazónica de 13 OMS/UNICEF, Progresos en materia de agua potable y saneamiento: informe de actualización 2014. una de las naciones más diversas del mundo 21 Bolivia, que son tierras bajas y Cochabamba, que combina montañas y tierras bajas; las comunidades tienen que definir cuál es el mejor tipo de baño para ellas y luego nosotros les ofrecemos asistencia técnica”. Una vez que construyen sus baños, cada miembro de la comunidad recibe la instalación de agua en su casa. El mantenimiento de los nuevos sistemas de saneamiento y agua se gestiona a través de Comités de Agua Potable y Saneamiento, conocidos como CAPYS, que se crearon con el apoyo técnico de UNICEF. Los CAPYS están formados por miembros electos de las comunidades rurales y, en general, tienen un presidente, un secretario, un tesorero, un plomero para el trabajo de mantenimiento y un promotor de la salud. Colomi destaca con una sonrisa que “las comunidades generalmente prefieren elegir a una mujer como tesorera ya que los hombres tienden a ser más derrochadores”. También se está recomendando a las escuelas que creen comités de higiene y, poco a poco, se están colocando instalaciones de agua y saneamiento en los centros educativos. Según los datos recientes del Ministerio de Educación, los alumnos de un 10,8% de las escuelas rurales tienen que defecar al aire libre porque no tienen baños. Solo el 32% tienen piletas para lavarse las manos y el 13% no tienen acceso a un sistema de agua14. No obstante, la escuela de la comunidad de Constantina recientemente construyó inodoros para niños y niñas y duchas con calderas solares, especialmente importantes para los meses de invierno. Colomi también da charlas en escuelas sobre higiene como parte de su trabajo. Constantina está particularmente feliz con el agua corriente que recientemente instalaron en su casa. Recuerda cómo su nieto de ocho años y su nieta de 17 la ayudaban a recoger agua antes de irse a la escuela. Tenían que caminar 20 minutos ladera abajo a la fuente de agua y luego subir camino arriba con los pesados cubos 14 Serie de datos del Sistema de Información de Educación, SIE, Ministerio de Educación, Bolivia 2009. 22 Niñas, niños y adolescentes de Bolivia Las rutas son resbaladizas y hay muchos precipicios profundos. A algunas comunidades es especialmente difícil llegar pero no las podemos abandonar porque si no, se darían por vencidas”. de agua. La higiene personal de Constantina también mejoró. “Mis niños aprenden sobre buenas prácticas de higiene en la escuela y después me las enseñan”, dice. Sin embargo, la familia de Constantina tiene más suerte que la mayoría. Existen más de 25.000 comunidades como Queraya que necesitan apoyo para implementar el Saneamiento Total Liderado por la Comunidad con un enfoque boliviano. “Para poder cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio se necesita asistencia técnica a nivel nacional y subnacional para mejorar la cobertura de saneamiento y reducir la mortalidad infantil”, dice Irma Peredo, Especialista de UNICEF en Saneamiento e Higiene. Hasta ahora, Colomi siente que su trabajo se está haciendo bien, aunque recién comienza. Hace muy poco que se capacitó para esta función particular después de realizar un curso de un año financiado por UNICEF. Su comunidad lo eligió para que asistiera a esta capacitación. Colomi comenta que es difícil transitar en su motocicleta por el terreno montañoso, en especial cuando tiene que llegar a las zonas más alejadas, a 5.000 pies sobre el nivel del mar. “Las rutas son resbaladizas y hay muchos precipicios profundos. A algunas comunidades es especialmente difícil llegar, pero no las podemos abandonar porque si no, se darían por vencidas”, dice Colomi. Darse por vencido no es una opción. El Alcalde de Independencia, Dr. Gonzalo Calcina Santivañez, tiene el compromiso de transformar las montañas de Independencia en un lugar saludable. “No es fácil porque las comunidades están muy dispersas pero, de a poco, las prácticas de higiene están mejorando. Nuestro objetivo es que un 100% de la población tenga inodoro antes de 2020”. UNICEF/Bolivia/Arnez Constantina, una madre de cinco hijos, tiene por primera vez en su vida un baño e instalación de agua potable en su casa. una de las naciones más diversas del mundo 23 Una enfermera pesa a un bebé en el Hospital Central de Monteagudo. Nutrición 24 Niñas, niños y adolescentes de Bolivia UNICEF contribuye a la mejora del status nutricional en Bolivia a través del impulso para la aplicación de prácticas clave de nutrición para prevenir y tratar la desnutrición crónica y otros tipos de desnutrición. Evitar el retraso en el crecimiento es una preocupación particular que se aborda centrándose en la ventana crítica de mil días de oportunidad entre la concepción y los dos años de edad. UNICEF también contribuye a la implementación de intervenciones nutricionales efectivas a través de la planificación e identificación de cuellos de botella y la sensibilización de autoridades y socios para la asignación de recursos destinados a intervenciones multisectoriales efectivas, siendo de vital importancia mejorar la calidad y uso del sistema de vigilancia nutricional, así como el uso de un enfoque intracultural e intercultural para mejorar las prácticas alimenticias de los niños y las niñas. Asimismo, apoya el fortalecimiento de las capacidades nacionales para asegurar la protección del status nutricional de niños, niñas y mujeres en situaciones de emergencia. UNICEF/Bolivia/Pirozzi Servicios sociales con calidad y equidad Los Hospitales Amigos de la Madre y la Niñez ayudan al desarrollo de los bebés y demuestran ser populares Lourdes Zegarra, de 27 años, está acostada en la cama del hospital y gesticula mientras empieza a sentir los dolores de parto. “Está empezando a doler mucho”, dice. Aunque siente dolor, no parece asustada. Este será el tercer parto de Lourdes. Sus otros dos hijos, de 6 y 3 años, también nacieron en el hospital. Pero Lourdes dice que espera que esta vez sea mejor porque el hospital de Cliza desde entonces cuenta con la certificación de Amigo de la Madre y la Niñez. “Me van a ayudar a amamantar correctamente a mi bebé y mi marido podrá estar presente en el parto. Esto antes no pasaba”, dice. La iniciativa Hospitales Amigos de la Madre y la Niñez fue lanzada por UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1991 para fomentar prácticas correctas de lactancia materna. Un hospital puede recibir la certificación de Amigo de la Madre y la Niñez después de poner en práctica diez medidas específicas para apoyar una correcta lactancia y de superar una evaluación externa del hospital y su personal. En Bolivia se incluyó otra medida: regular la publicidad de sustitutos de la leche materna en los hospitales. Las medidas persiguen que las madres comiencen la lactancia materna temprana antes de la primera hora de vida, practiquen la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses y a partir del sexto mes mantengan la lactancia hasta los dos años conjuntamente con una alimentación complementaria equilibrada en términos nutricionales, la cual debe ajustarse a la edad del niño o niña. Los beneficios de la lactancia materna se comprobaron en forma generalizada. Además de reducir drásticamente las tasas de desnutrición crónica, un bebé que se alimenta exclusivamente de leche materna tiene 14 veces menos de probabilidades de morir durante los primeros seis meses que un bebé que no se amamanta15. Sin embargo, en Bolivia, solo el 60,4% de las madres amamantan en forma exclusiva a sus bebés durante los primeros seis meses16. Las cifras recientes demuestran que si bien la desnutrición crónica disminuyó entre niños y niñas menores de tres años del 42% en 1989 al 18% en 201217, las tasas son considerablemente más elevadas en las zonas rurales donde los promedios alcanzan el 25,9% en comparación con el 14,6% de las zonas urbanas18. Hasta ahora, en Bolivia solo 16 hospitales fueron declarados Amigos de la Madre y la Niñez19. “Debemos centrarnos en lograr más instituciones de maternidad amigas de los niños y las niñas, en especial en zonas rurales”, explica Claudia Vivas, Jefa de Sobrevivencia Infantil y Desarrollo de UNICEF en Bolivia. “Los niños y niñas que no reciben lactancia materna no solo dejan de obtener los beneficios para la salud que esta leche aporta, sino que además se está poniendo en riesgo la vida 15 The Lancet, 2008. 16 UNICEF, 2012. 17 Ministerio de Salud y Unidad de Análisis de Políticas Económicas y Sociales, UDAPE, 2012. 18 UDAPE, Séptimo informe de progreso de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en Bolivia, 2013. 19 Ministerio de Salud, Informe técnico de la Unidad de Nutrición, 2012. una de las naciones más diversas del mundo 25 Cuando nació mi bebé y lo pusieron sobre mi esposa, sentí el vínculo que los une. Fue una experiencia muy emocionante”. de estos pequeños(as). La diarrea y las infecciones respiratorias son las dos causas principales de la muerte infantil en Bolivia; estas enfermedades prevenibles se pueden reducir drásticamente con la lactancia materna”. El hospital de Cliza, ubicado en Cochabamba, se utiliza como modelo. Todo el hospital de Cliza está lleno de carteles en las paredes que fomentan la lactancia materna y prohíben sustitutos de la leche materna, biberones y tetinas gratuitos o de bajo costo. La Dra. María del Carmen Mendieta, responsable del programa del hospital de Cliza, capacitó a 73 miembros del personal sobre la iniciativa de lactancia materna. El personal tuvo que realizar una prueba escrita y oral, y un equipo de evaluadores, que incluía a un representante de UNICEF, entrevistó a mujeres embarazadas y madres puérperas elegidas en forma aleatoria, sobre sus experiencias en el hospital. La doctora explicó que adaptaron la iniciativa a la realidad de Bolivia, para que la experiencia tuviera en cuenta aspectos culturales específicos. “Por ejemplo, las mujeres pueden elegir qué posición quieren adoptar durante el parto (en algunas culturas las mujeres prefieren dar a luz de pie). Siempre tratamos de adaptarnos a las prácticas culturales que no sean perjudiciales”. El hospital también fomenta una mayor participación de los padres. “Los hombres antes no venían a las consultas”, dice la doctora. “Cuando los invitaba, al principio se resistían, pero ahora ven que vale la pena”. Danny Villarroel, de 28 años, es uno de los padres de Cliza a favor de esta iniciativa. “Asistí a todas las consultas prenatales con mi esposa y estuve presente en el parto”, dice mirando cariñosamente a su esposa, Patricia, que amamanta a su hijo 26 Niñas, niños y adolescentes de Bolivia Santiago de una semana. “Cuando nació mi bebé y lo pusieron sobre mi esposa, sentí el vínculo que los une. Fue una experiencia muy emocionante”. Además de las consultas regulares postnatales y los talleres sobre lactancia materna que se llevan a cabo en el hospital cada dos meses, su esposa Patricia, al igual que todas las nuevas madres, recibirá apoyo en su comunidad. Por ejemplo, la Dra. Mendieta y su equipo realizan visitas semanales a las casas y trabajan en coordinación con comités de lactancia materna creados en todas las comunidades. Mayda Hinojosa, de 29 años, es la jefa del comité de lactancia materna de Villa El Carmen, a siete kilómetros del hospital de Cliza. “Fui elegida por mi comunidad”, explica Mayda. “Mi función es hacer de enlace entre las nuevas madres de la zona y el hospital. Por ejemplo, visito a las nuevas madres durante los primeros días después del nacimiento. Si tienen algún problema, llamo al hospital y envían a un doctor o enfermero”. Mayda nos concede la entrevista antes de asistir a una consulta de rutina con su robusto bebé de 14 meses, Andy. Ella reconoce que si no fuera por el asesoramiento del hospital no habría alimentado a su bebé correctamente. “Antes no conocía la iniciación temprana de la lactancia materna”. El apoyo que reciben las mujeres embarazadas y nuevas madres, particularmente sobre la lactancia, fortaleció la relación entre el hospital y la comunidad. La Dra. Mendieta destaca que, en 2011, solo el 20% de las mujeres embarazadas de la zona vino al hospital a dar a luz, en comparación con un 60% en 2013, cuando el hospital se certificó como Amigo de la Madre y la Niñez. “Este mes (junio de 2014), tuvimos 36 nacimientos; es un número nunca antes registrado”, dice la Dra. Mendieta con entusiasmo. Lourdes pronto tendrá el nacimiento 37, y parece confiada de que el hospital le dará el apoyo necesario durante el parto y los meses venideros, cuando ella amamante y cuide a su bebé. UNICEF/Bolivia/Cuéllar Una madre adolescente asiste a una sesión de consejería a un Hospital Amigo de la Madre y la Niñez en la ciudad de La Paz. una de las naciones más diversas del mundo 27 Las niñas del pueblo indígena Yampara acuden a la escuela vistiendo sus trajes tradicionales en el pueblo de Pisili, Municipio de Tarabuco en Chuquisaca. Las lecciones son tanto en español como en quechua. Educación 28 Niñas, niños y adolescentes de Bolivia UNICEF busca incrementar el acceso de las niñas y niños a una educación de calidad, a una edad adecuada, al aprendizaje temprano culturalmente apropiado, así como a la educación preescolar, educación primaria y educación secundaria, sobre todo para los grupos indígenas más vulnerables y marginados. UNICEF lo logra a través del apoyo al sistema educativo plurinacional en todos los niveles. El objetivo es consolidar la educación intracultural, intercultural y multilingüe a través del apoyo técnico y el fortalecimiento de la capacidad institucional para la planificación y elaboración de presupuestos para la equidad y mejores procesos pedagógicos. La participación de la comunidad es clave y también es fomentada por UNICEF. Las organizaciones rurales e indígenas que se centran en las niñas, adolescentes y mujeres reciben asistencia prioritaria. UNICEF/Bolivia/Pirozzi Servicios sociales con calidad y equidad Educación intercultural bilingüe en Bolivia Hacer que la educación “hable” con los pueblos indígenas La mayoría de las niñas y niños tsimanes se muestran avergonzados al hablar sobre su vida con los extraños; ellos prefieren ilustrar sus vivencias dibujando. Sus dibujos ilustran la vida en la selva amazónica; bosquejan los arcos y flechas que usan para cazar, los botes y lanzas para la pesca y la vida de animales silvestres como leopardos, monos, tortugas y caimanes. Estos niños y niñas viven en los densos bosques tropicales de Bolivia a lo largo del río Beni. El bosque les da alimento y refugio y es fundamental para su vida espiritual y cultural. Pero son extremadamente pobres y, hasta hace poco, muchos de ellos pensaban que la educación no era relevante para su vida. Sin embargo, bajo la Presidencia de Evo Morales, el primer presidente que proviene de los grupos indígenas de Bolivia, el año 2010 se promulgó la Ley de Educación Avelino Siñani – Elizardo Pérez, que hace obligatoria la educación intercultural bilingüe. Para encontrarse con nosotros, los niños y niñas tsimanes –durante su periodo de vacaciones escolares–, han tenido que caminar largas distancias hasta el pueblo San Borja donde se encuentra la Dirección Distrital de Educación. La oficina también funciona como almacén de recursos y está repleto de libros dedicados a la cultura bilingüe, escritos tanto en tsimane como en español. El propio centro de recursos es lejano y requirió de un viaje de cuatro horas a través de caminos de pista de lodo profundo que atraviesan el bosque desde una pista de aterrizaje de la población de Rurrenabaque en el área amazónica del departamento de La Paz. A Nené Tayo Sarabia, 16, le gusta prestarse libros del centro. Toma algo de ánimo para sobreponerse a su timidez. “Los libros son buenos cuando hablan de nuestra cultura. Estoy orgullosa de ser tsimane”, dice tranquilamente, estableciendo un breve contacto visual. La vida de Nené es muy diferente a la de las niñas de otras ciudades de Bolivia. “Me despierto antes que salga el sol para limpiar y cocinar”, dice Nené. “Llego a la escuela a las 07:30 y terminamos a las 12:30. Luego voy a pescar y cuido nuestros animales antes de preparar la cena”. La familia, compuesta por diez personas, tiene una parcela de subsistencia cerca del río con árboles de plátano y plantaciones de arroz, yuca y caña de azúcar. No tienen electricidad. Aunque Bolivia ascendió recientemente al status de país de renta media, el 43 por ciento de la población se clasifica como pobre. La población indígena amazónica soporta los niveles más altos de pobreza en comparación con cualquier otro grupo. Un niño o niña de las áreas urbanas más ricas completa un promedio de 14,4 años de escolaridad en comparación con dos años de una niña indígena en la Amazonía. (UNICEF, UDAPE, 2010). Al preguntarle si quiere seguir en la escuela, Nené dice “depende de mis padres, pero me gustaría continuar. No quiero ser como mi hermana”. Cuenta que su hermana mayor, Reaya, abandonó la escuela cuando estaba embarazada con apenas 14 años, ahora, a la edad de 24 años, tiene tres hijos. “Ella estaba enamorada de su novio”, dice simplemente Nené. La política educacional para la educación intercultural y bilingüe está dirigida a aumentar el acceso a una educación de calidad a los 37 pueblos indígenas de todo el país. Pedro Apala Flores, Director del Instituto Plurinacional de Lengua y Cultura, admite que se enfrentan a enormes desafíos para adaptar el sistema educativo. Tienen que aprender acerca de las diversas costumbres y culturas de todos los una de las naciones más diversas del mundo 29 Los hombres pensaban que si las niñas estudiaban, no iban a querer servir a los hombres. Los hombres decían que sólo los hombres podrían ser líderes de la comunidad y que las niñas sólo deben aprender a cocinar”. grupos indígenas, entrenar a maestros en educación bilingüe, así como desarrollar material educativo culturalmente apropiado. Su propio grupo de población, los puquinas, ha desaparecido. Apala explica que desarrollan el material educativo basado en los hallazgos e investigaciones de los Institutos de Lengua y Cultura de cada grupo indígena, cuyos representantes son elegidos por cada comunidad. Los representantes electos locales utilizan métodos tradicionales para asegurar que su cultura y costumbres estén siendo representadas, ello incluye hablar con los ancianos y miembros de la comunidad sobre las historias que les narraron los ancianos que les antecedieron, dice Apala. “Las investigaciones antropológicas realizadas por extranjeros a veces pueden ser demasiado técnicas y ciertas palabras se pierden en la traducción”. El Especialista en Educación de UNICEF, Adan Pari, quien también pertenece a un grupo indígena, trabaja en estrecha colaboración con el Instituto Plurinacional de Lengua y Cultura para apoyar el desarrollo de materiales de aprendizaje, incluyendo juegos, afiches, vídeos y libros de texto. “El material debe representar la diversidad de todas las culturas, respetar la naturaleza, ser socialmente inclusivo y sensible al género, así como intercultural y multilingüe”, dice Pari. La Directora Distrital de Educación de San Borja, María Rosa Zapata Martínez, está orgullosa de sus logros desde que tomó esa responsabilidad hace ocho años. “Entonces, sólo el cincuenta por ciento de los niños y niñas tsimane estaba escolarizado, no tenía ningún maestro graduado profesionalmente y algunas comunidades no tenían escuela”. Las niñas y adolescentes eran particularmente desfavorecidas. “Los hombres pensaban que si las niñas estudiaban, no iban a querer servir a los hombres”, dice Martínez. “Los hombres decían que sólo los 30 Niñas, niños y adolescentes de Bolivia hombres podrían ser líderes de la comunidad y que las niñas sólo deben aprender a cocinar”. Hoy en día, la Municipalidad de San Borja tiene 36 escuelas, 60 maestros capacitados en educación bilingüe, de los cuales unas veinte son mujeres. También hay un centro de alfabetización de adultos para aquellos que han abandonado la escuela. “Es un cambio positivo”, dice Martínez. En toda Bolivia, 44 mil profesores han sido capacitados con formación complementaria para la educación intercultural y bilingüe y actualmente 110 mil más quieren formarse; constituyendo el 78,5 por ciento de todos los maestros en el país. Sin embargo, Martínez señala que la infraestructura de numerosas escuelas en la Amazonía es una limitación. Muchas están hechas de materiales locales y no tienen electricidad, servicios de saneamiento adecuados o agua corriente. Durante las crecidas de este año, las escuelas se inundaron y algunos alumnos aún están pasando clases en tiendas de campaña. Una de las maestras, Cecilia Maito Tayo, agrega que el ausentismo escolar durante la temporada de caza es otra cuestión que debe abordarse. “Las familias no llevan a sus hijos a la escuela durante una semana para ir de caza en familia. Yo, personalmente, las visito y les pido que no hagan que sus hijos abandonen sus clases”. A pesar de los desafíos, la actitud hacia la educación está cambiando en la selva amazónica. Jorge Tayo Apo, padre de Nené, dice que su hija mayor Reaya, ahora está completando su formación en el centro de alfabetización de adultos, y quiere que Nené continúe sus estudios. “Antes la educación no era importante para nosotros”, reconoce. “Pero ahora con esta nueva educación es como si los libros nos estuvieran hablando. Hablan de las cosas importantes y nos ayudan a preservar nuestra cultura”. UNICEF/Bolivia/Arnez Nené disfruta de los textos escolares porque “ellos hablan de su propia cultura”. una de las naciones más diversas del mundo 31 Alejandra de nueve años en una sesión con Nancy, una de las terapeutas del Centro de Atención Terapéutica (CEPAT) en la ciudad de Potosí. El Centro ofrece apoyo terapéutico y psicosocial a niñas, niños y adolescentes víctimas de abuso sexual. Protección de niños, niñas y adolescentes 32 Niñas, niños y adolescentes de Bolivia El objetivo es proteger a los niños, niñas y adolescentes contra toda forma de violencia (sexual, emocional y física) y contra la explotación y el abuso. Para lograrlo, UNICEF apoya al sistema de protección de niñas, niños y adolescentes a nivel nacional, departamental y municipal. UNICEF ayudó a reforzar la red de Servicios Departamentales de Gestión Social (SEDEGES) y fortaleció la capacidad de otras instituciones de protección. Por ejemplo, apoya la capacitación de fiscales en el uso de técnicas de interrogatorio adaptadas a niñas, niños y adolescentes, como el modelo de la cámara Gesell, junto con la provisión de intervención psicosocial para las víctimas, principalmente niñas víctimas de violencia sexual. También ofrece asistencia técnica para las reformas jurídicas en el área de la protección de la infancia, niñez y adolescencia. Esto incluye promover un modelo para ayudar a los adolescentes en conflicto con la ley, apoyar medidas para erradicar las peores formas de trabajo infantil y reducir a cero la cantidad de niños y niñas sin registro de nacimiento. UNICEF defiende las políticas de protección infantil y apalanca fondos de los presupuestos nacionales. Se están implementando intervenciones diseñadas especialmente para niños y niñas que viven en situación de calle en las cuatro ciudades más pobladas de Bolivia. Además, se fomenta la conciencia de la comunidad respecto a la protección y los efectos de todas las formas de violencia contra las niñas, niños y adolescentes. UNICEF/Bolivia/Pirozzi Protección de niños, niñas y adolescentes Una vida delictiva versus un futuro brillante Con una sentencia por un supuesto robo y siendo parte de una pandilla, por “protección”, Juan (nombre ficticio), de 14 años de edad, podría fácilmente haber terminado viviendo en la criminalidad, sin embargo, hoy quiere ser abogado. A diferencia de la mayoría de los adolescentes en conflicto con la ley en Bolivia, Juan pudo evitar ir a la cárcel. En cambio, el juez que se encargó de su caso, dispuso que asistiera a un centro socioeducativo, una institución nueva y especializada para adolescentes en conflicto con la ley en el departamento de Santa Cruz. Es el único centro de este tipo en el país y promueve medidas alternativas a la privación de la libertad. “Cuando Juan llegó al centro, estaba enojado”, dice Iris Tellez, su asistente social. Insistía en que no había cometido el delito y que se trataba de un caso de confusión de identidad. Hoy, después de cinco meses de sentencia, no hay signos de enojo porque Juan tuvo la oportunidad de reflexionar en lo que había hecho y contar con posibilidades de cambiar el rumbo de su vida. Aprendió nuevas habilidades en el centro, le va bien en la escuela y se convirtió en una figura destacada de la comunidad, a través de la participación en eventos sociales. Su actitud positiva se refleja en el cuidado que pone en su apariencia y modales. Se viste bien, con pantalones vaqueros, su cabello luce bien y sus grandes ojos miran a quien le habla. Con una sonrisa encantadora, habla abiertamente sobre su estadía en el centro y su vida en la comunidad. Muestra con orgullo una foto suya, vestido de payaso animando una fiesta infantil (actividad que le encanta y hace con regularidad los fines de semana). Juan agradece particularmente el asesoramiento y la orientación que recibió en el centro porque le ayudaron a mejorar la relación con su madre. “Antes me enojaba fácilmente. Ahora tengo más control”, dice Juan, uno de ocho hermanos, que vive con su madre y padrastro. Como parte del abordaje integral de reparación, los padres de los adolescentes también tienen que asistir a los asesoramientos. Esto es importante, comenta Rosana Vega, Jefa de Protección de la Niñez y Adolescencia de UNICEF en Bolivia, porque el apoyo de los padres, así como la comunicación intergeneracional entre padres e hijos, son factores clave para el éxito de la intervención con el adolescente. Para lograrlo, la intervención se realiza con un equipo multidisciplinario, compuesto de asistentes sociales, psicólogos, abogados y educadores”. Los adolescentes también deben asistir a la escuela local, además de inscribirse y aprobar con éxito un curso de seis meses en el centro, que pueden ser sobre cocina, computación o reparación de teléfonos celulares. Las seis adolescentes mujeres del centro también tienen la opción de aprender peluquería. “Lo más difícil es despertarme todos los días temprano para llegar al centro en hora”, dice Juan, que asiste a la escuela en la tarde. Juan eligió el curso de reparación de celulares, que terminó rápido. “Ya reparé el teléfono de mi amigo”, dice con orgullo. El clima que se respira en el centro es relajado. Un tentador aroma inunda el edificio mientras un grupo de adolescentes, vestidos con delantales blancos bien ajustados y gorros de chef preparan una comida. En el patio del fondo, el profesor de teléfonos celulares ordena su equipo en una oficina modesta. Al preguntarle sobre Juan, dice: “Fue mi mejor alumno”. La mayoría de los adolescentes, como Juan, fueron condenados por hurto, pero un 23% están condenados por robo agravado y un 14% por violación20. La coordinadora del programa, Elsie Morales, explica que la mayoría proviene 20 SEDEPOS-Servicio de Políticas Sociales. Programa especializado en adolescentes en conflicto con la ley. una de las naciones más diversas del mundo 33 de entornos problemáticos, que con frecuencia implican violencia doméstica, consumo de alcohol y drogas y la pertenencia a pandillas. “Con frecuencia, las pandillas explotan a los adolescentes y los obligan a robar”, comenta. Morales también dice que algunos de los padres quieren abandonar a sus hijos en el centro. “Cada adolescente que hay aquí es parte de nuestras vidas, como un familiar, así que cuando un padre rechaza a su hijo, nos lastima a nosotros” dice. Sin embargo, el Estado Plurinacional de Bolivia todavía tiene como materia pendiente la aplicación de un sistema integral de justicia juvenil, dado que la mayoría de los adolescentes que cometen alguna infracción a la ley aún se los envían a las cárceles de adultos. La situación mejora de a poco. “La promulgación de la ley del Código Niña, Niño y Adolescente en julio de 2014 es un avance significativo en materia de inclusión de un capítulo dedicado especialmente a cómo se requiere trabajar con los adolescentes que cometen infracciones, dentro de un sistema de justicia especializada”21, explica Vega. “Esto significa que Bolivia tiene el compromiso de que la legislación sobre niños y adolescentes sea conforme con la Constitución y las normas internacionales. Más aún, implica que habrá una mayor comprensión de que el adolescente que comete una infracción también es una víctima y necesita una intervención especial para que pueda tener otra oportunidad de transformarse en un ciudadano”. El Centro de Santa Cruz ya se utiliza como modelo a replicar en los otros departamentos del resto del país. UNICEF también apoyó la capacitación de los profesores y educadores sobre cómo ayudar a los adolescentes que cometieron infracciones menores, así como con jueces, fiscales y policías sobre enfoques apropiados para estos adolescentes niños durante los procedimientos legales. Particularmente, UNICEF promueve la aplicación de medidas alternativas a la privación de libertad siempre que sea posible, según la gravedad de la infracción y que se ofrezcan nuevas oportunidades para que los adolescentes se desarrollen plenamente. El equipo técnico del Centro de Santa Cruz también trabaja con las comunidades, por ejemplo, dando charlas preventivas en las escuelas para que los niños, niñas y adolescentes entiendan las consecuencias de sus actos, particularmente aquellos que pueden ser infracciones. Sin embargo, es todo un desafío lograr la participación y el compromiso de los padres en estas actividades, como expresa Morales. “Si tenemos aproximadamente mil adolescentes, solo vendrán unos cien padres”. No obstante, dice, los que vienen suelen “hablar en forma abierta y logramos un debate dinámico sobre cómo detener la violencia y las drogas en sus comunidades”. Por su lado, la asistente social de Juan, Tellez, agrega que la madre 21 Ley N° 548, Código Niña, Niño y Adolescente, 2014. 34 Niñas, niños y adolescentes de Bolivia La promulgación de la ley del Código Niña, Niño y Adolescente en julio de 2014 es un avance significativo en materia de inclusión de un capítulo dedicado especialmente a cómo se requiere trabajar con los adolescentes que cometen infracciones, dentro de un sistema de justicia especializada conforme con la Constitución y las normas internacionales”. de Juan fue especialmente “un gran apoyo” y participa comprometidamente en las actividades que incluyen las sesiones de orientación y consejería. “El apoyo a los padres es esencial para asegurar el éxito en la intervención con el adolescente ya que les proporciona las herramientas necesarias para mejorar la comunicación intergeneracional a la vez que les propicia alternativas en métodos disciplinarios no violentos”, agrega Vega. Prueba del éxito del Centro es que solo un 3% de los adolescentes reinciden. “Nuestro compromiso con los adolescentes es que egresen del Centro, con un programa de vida y posibilidades de empleo, junto a la formación que reciban”, dice Morales. Parece que Juan no elegirá una vida al margen de la sociedad para su futuro porque adquirió no solo nuevos conocimientos y habilidades, sino que también logró afianzar su autoestima. Por ello, también pudo trabajar y ahora contar con un plan de vida. “La experiencia de este último año me enseñó mucho sobre el derecho. Creo que voy a ser un buen abogado”, afirma felizmente. UNICEF/Bolivia/Duranboger Los adolescentes en conflicto con la ley que asisten al centro tienen la oportunidad de cambiar el curso de sus vidas. una de las naciones más diversas del mundo 35 Los hermanos Vela de la comunidad Molle Mayu, Municipio de Icla. Chuquisaca. Monitoreo y generación de conocimientos para la promoción de los derechos 36 Niñas, niños y adolescentes de Bolivia UNICEF apunta a elaborar una legislación y políticas sociales sostenibles y eficientes con base empírica a favor de niños, niñas y adolescentes, con una asignación presupuestal apropiada. Esto implica apoyar al Gobierno y a las principales instituciones del Estado, como la Asamblea Legislativa. UNICEF también ayuda en la recolección de datos desagregados, que incluye la actualización de análisis de situación sobre niños y niñas y la asistencia con un estudio multidimensional sobre pobreza infantil. Con estas pruebas se identifican las barreras y los cuellos de botella que dificultan el acceso a servicios de calidad y se utilizan para fomentar y apalancar fondos para aplicar políticas y presupuestos que tengan en cuenta las necesidades de los niños. UNICEF ofrece asesoramiento técnico sobre cómo abordar las continuas desigualdades, brinda asesoramiento sobre reforma legislativa y elabora políticas adaptadas a niños y niñas, a través de herramientas de establecimiento de costos y protección. UNICEF/Bolivia/Pirozzi Monitoreo y generación de conocimientos Promover un sistema de protección social integrado para proteger a las niñas y niños más vulnerables A pesar de la clasificación de Bolivia como país de ingresos medios-bajos, aproximadamente un 43% de los 10 millones de habitantes del país vive bajo la línea de pobreza nacional22. Deyna Mamani, al igual que cientos de miles de niños y niñas atrapados en el círculo vicioso de la pobreza, siente la necesidad de complementar los ingresos familiares. Ofrece una entrevista sobre la perspectiva de los derechos del niño en una oficina mal iluminada del centro comercial de La Paz. La oficina pertenece a la Unión de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores de Bolivia (UNAT’sBO), organización no gubernamental creada por niños trabajadores con el fin de protegerse de la explotación. “Todos los niños deben tener tiempo para ir a la escuela, para hacer las tareas domésticas y jugar con sus amigos”, dice Deyna. Deyna también tiene una clara visión del trabajo infantil; hace mención a un niño de 13 años que evidentemente le dejó un marcado recuerdo. “Trabaja muchas horas, de 6 a.m. a 9 p.m., poniendo ladrillos. Al principio ni siguiera recibía un pago y no está yendo a la escuela”, cuenta. En una conferencia reciente de niños, niñas y adolescentes trabajadores en Cochabamba, a seis horas en vehículo desde La Paz, Deyna destacó que los niños 22 UDAPE, Séptimo informe de progreso de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en Bolivia, 2013. necesitan más apoyo para asistir a la escuela. “Por ejemplo, algunas escuelas insisten en que los niños compren dos uniformes escolares; pero nosotros no tenemos dinero para pagarlos”. Deyna parece tener más de 12 años; quizá sea porque es muy elocuente, o tal vez tuvo que madurar rápido porque trabaja desde que tenía ocho años. Vende bebidas calientes y jugos con su abuela en un agitado mercado del centro de La Paz. Su horario de trabajo comienza a las 6 a.m. antes de ir a la escuela; también trabaja unas horas después de la escuela, ya que comparte turnos con su primo. Después, en vacaciones trabaja de 6 a.m. hasta el mediodía. “Ahora me gusta trabajar”, dice Deyna. “Aprendí a vender, conozco gente, me siento útil y puedo tener dinero para vestirme bien y comprar materiales para la escuela”. Sin embargo, Deyna admite que a veces piensa que sus condiciones laborales son difíciles. “Algunos clientes me discriminan y dicen que mis manos están sucias”. Deyna se quemó con té varias veces; tiene una gran cicatriz de una quemadura en el pie. También confiesa que cuando tenía ocho años no quería trabajar. “Era una necesidad. Yo necesitaba el dinero para ayudar a mi familia y comprar los materiales escolares”. Muchos niños, como Deyna, tienen que soportar extensas jornadas de trabajo, a veces en condiciones adversas, con calor y agotadoras. “El trabajo infantil puede causar problemas permanentes en los niños y niñas, que pueden impedir que una de las naciones más diversas del mundo 37 desarrollen todo su potencial y negarles que tengan las mismas oportunidades que otros niños que no tienen que trabajar”, expresa la Especialista en Políticas Sociales de UNICEF, Liliana Chopitea. “También es perjudicial para la economía porque socava el desarrollo de una fuerza de trabajo calificada y la eliminación de la pobreza”. Para ayudar a niños como Deyna se necesita un enfoque holístico que incluya una fuerte promoción de la concienciación sobre los derechos de la niñez y la creación de capacidades para fortalecer las instituciones del Estado. UNICEF apoya al Gobierno y a las principales instituciones del Estado, como la Asamblea Legislativa, para que elaboren leyes con base empírica que sean sostenibles y eficaces, y políticas sociales en favor de los niños y adolescentes, con una asignación presupuestaria apropiada. Recoger datos actualizados es una prioridad. El Jefe de Monitoreo y Gestión del Conocimiento de UNICEF, Xavier Sire, destaca que se requieren datos más precisos para identificar a las familias más vulnerables y sus necesidades a fin de poder poner en práctica un sistema de protección social más sostenible y eficaz. “Generar pruebas precisas sobre la situación de los niños puede ser costoso, pero permite a UNICEF promover mejores presupuestos que tengan en cuenta la problemática infantil e introducir cambios en las políticas, para que éstas sean más sostenibles, adaptadas a la niñez y eficaces”, expresa Sire. Las medidas de promoción de UNICEF cuentan con la ayuda de la Red Parlamentaria por la Niñez y Adolescencia, que UNICEF ayudó a crear en 2009. Cabe destacar que sus 70 miembros ocupan escaños en el Senado y la Cámara de Diputados, y forman parte de las comisiones parlamentarias claves. Javier Zavaleta, ex-Presidente de la Red y diputado del Parlamento, se reúne regularmente con UNICEF para debatir sobre políticas y su impacto en los derechos del niño. Zavaleta menciona: “Pudimos hacer oír nuestras voces en los debates parlamentarios y creamos conciencia sobre la importancia de tener siempre en cuenta los derechos del niño en las políticas públicas a nivel nacional y subnacional”. Zavaleta también tuvo la oportunidad de participar en la comisión a cargo de la redacción del Código Niña, Niño y Adolescente (aprobado en julio de 2014) que, a pesar de reconocer la edad mínima de 14 años al igual que los tratados internacionales, incluye dos excepciones para los niños de entre 10 y 12 años de edad. Significativamente, el código dispone que el Estado elimine el trabajo infantil en el transcurso de cinco años a través de la aplicación de un programa de protección social. 38 Niñas, niños y adolescentes de Bolivia Pudimos hacer oír nuestras voces en los debates parlamentarios y creamos conciencia sobre la importancia de tener siempre en cuenta los derechos del niño en las políticas públicas a nivel nacional y subnacional”. Zavaleta reconoce que como miembros de la Asamblea Legislativa, los miembros de la red todavía tienen que abordar muchas problemáticas a fin de defender los derechos del niño. Una de ellas es promover una mayor asignación de recursos del presupuesto nacional anual para hacer realidad los cambios necesarios. Agrega que se debe cambiar las actitudes. “Trabajamos a nivel nacional, pero se necesita más trabajo para sensibilizar a los gobiernos, comunidades, escuelas y familias a nivel subnacional, en particular sobre el trabajo infantil”. En cuanto a Deyna, ella está al tanto de los argumentos en torno al trabajo infantil. En el clima actual, siente que tiene que seguir trabajando para lograr sus objetivos. “Quiero ser médica para poder cuidar a los demás”, dice. Reflexionando nuevamente sobre su amigo que trabaja poniendo ladrillos, Deyna se inclina hacia adelante y, mirándonos a los ojos, dice enfáticamente: “Al igual que en muchos casos, este niño solo sigue con ese tipo de trabajo en malas condiciones por necesidad. Se precisa más ayuda para las familias pobres”. UNICEF/Bolivia/Pirozzi Niñas, niños y adolescentes de www.unicef.org/bolivia [email protected] Oficina Central Calle 20 Nº 7720, Calacoto Teléfono (591-2) 2770222 Fax (591-2) 2772101 Casilla 3-12435 La Paz Oficina de Zona Cochabamba Calle Obispo Anaya Nº 227, Cala-Cala Teléfono - Fax (591-4) 4280268 Cochabamba Oficina de Zona Chuquisaca Calle Camargo Nº 126, entre Padilla y Avaroa Teléfono (591-4) 6913596 Teléfono (591-4) 6449630 Sucre