Informe Cuestionario que sabemos de Volcanes

IES Magallanes
Feria de la Ciencia y los Volcanes
Valoración del resultado del cuestionario ¿Qué sabemos de volcanes?
Durante los meses de abril y mayo del
presente año se ha realizado una encuesta por vía
telemática desde la página web del IES Magallanes
como parte complementaria al estudio realizado por
este centro para su colaboración con la Feria de la
Ciencia y de los Volcanes. El cuestionario ha sido
respondido por 109 personas con edades
comprendidas entre 13 y 57 años (Fig 1).
La mayoría de los participantes consideran el fenómeno volcánico en Canarias como un factor
positivo de desarrollo económico. Sólo en el 5% de las encuestas se manifiesta que el vulcanismo no es un
factor positivo de desarrollo económico. Cabe concluir que la mayor parte de la población entiende el
vulcanismo canario como valor paisajístico y/o cultural con impacto económico. Esta manifestación
contrasta con que es tan sólo una minoría (12%) la que declara tener un alto conocimiento del fenómeno
volcánico, aunque, sin embargo, es significativamente alto el
porcentaje de encuestados que identifican al Teide como
estromboliano (más de un 53%), lo que tal vez indique la posibilidad
de que parte de los participantes se hayan informado antes de
responder a esta cuestión.
En cuanto al riesgo sísmico, aproximadamente el 75% de las
encuestan reflejan que existe un conocimiento alto del mismo, hecho
que podría relacionarse con la elevada sismicidad reciente de la isla
de El Hierro de amplia difusión mediática. Este dato contrasta con
que casi el 60% de los encuestados desconocen pérdidas materiales
por erupciones volcánicas, algo que debe interpretarse por la relativa
calma volcánica reciente; en Tenerife la última erupción se produjo en 1909 (Chinyero) y produjo pocos
daños materiales.
Acerca del conocimiento de planes de emergencia municipales o regionales en caso de erupción
volcánica (Fig 2) la inmensa mayoría de los encuestados desconocen de la existencia de los mismos (más del
81%, en el caso regional y por encima del 86% en el municipal). Este dato es coherente con la declaración,
en porcentajes similares, de no disponer de suficiente información sobre los fenómenos volcánicos.
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En lo relativo al papel de los científicos
canarios en cuanto a su capacidad de
vigilancia y predicción la confianza de los
encuestados es muy alta (por encima del
80%). Así mismo, más del 90% entiende que
los científicos pueden contribuir en la
educación de la sociedad sobre los
fenómenos
volcánicos
(Fig
3).
En
concordancia con estos datos, más del 92%
valoran como imprescindible la existencia
del Instituto Volcanológico de Canarias.
En otro orden de cosas en la encuesta
se pide la valoración del paisaje volcánico
como atractivo turístico; más del 80% coinciden en darle la máxima importancia lo que contrasta con el
dato de que poco más del 40% piensan que se promociona suficientemente este recurso natural.
Conclusiones
Del vaciado de los datos se puede concluir que existe un alto desconocimiento del fenómeno
volcánico y sobre todo de su potencial destructor. El riesgo volcánico se ha manifestado con mayor
intensidad en las islas occidentales de La Palma y Tenerife experimentado más de 100 erupciones en épocas
recientes. Sólo por citar los dos episodios volcánicos de mayores consecuencias materiales, la isla de
Lanzarote, considerada volcánicamente activa ha tenido dos erupciones de gran importancia (1730 y 1824)
que modificó sustancialmente su economía agraria y el volcán de Arenas Negras, en 1706, destruyó
totalmente el puerto de Garachico, alterando definitivamente el modelo productivo de la isla de Tenerife.
Las largas etapas de inactividad volcánica en el Archipiélago hacen que la percepción del riesgo volcánico
entre la población se presente como muy remota. Recientemente la actividad volcánica submarina en la isla
de El Hierro afectó a su industria turística.
En el presente, la mayor densidad demográfica y la dependencia de las infraestructuras básicas eleva
potencialmente el riesgo en pérdidas humanas y materiales. Por lo tanto la prevención y la información
cobran especial relevancia y se desconoce, por ejemplo, que dentro del Plan de Emergencias de Protección
Civil de la Isla de Tenerife, el riesgo volcánico ocupa una posición relevante; se valora que el riesgo es alto,
considerándose el índice de riesgo y de probabilidad del fenómeno volcánico.
Por tanto la información y la formación en prevención se debe potenciar, máxime, como se
desprende de la encuesta, podemos considerar que la población se encuentra receptiva y que la confianza
en los volcanólogos y en su capacidad divulgativa es muy elevada, así como en su preparación para vigilar y
predecir los fenómenos volcánicos.
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En consecuencia, el Instituto Volcanológico de Canarias, con la colaboración de las administraciones
locales, podría emprender campañas en los centros educativos para sensibilizar a los más jóvenes, con el
consecuente efecto multiplicador en la sociedad.
Por otro lado desde una lectura positiva el volcanismo histórico en Canarias se debe afirmar que el
mismo constituye un patrimonio único sin el que no entenderíamos la singularidad paisajística de las islas.
Desde la colonización europea del archipiélago los episodios volcánicos se han desarrollado con relativa
tranquilidad y se han localizado en áreas de muy baja densidad demográfica. En concreto, en la isla de
Tenerife todos los volcanes se han ubicado alrededor del edificio Teide-Pico Viejo, no habiendo ocasionado
víctimas, lo cual no quiere decir que haya que bajar la guardia en vigilancia y prevención, acciones
perfectamente compatibles con la educación ambiental.
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