ASPECTOS SOCIALES, POLÍTICOS, ECONÓMICOS Y DE OTRO TIPO DE RUSIA... 1917 Aspectos sociales:

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ASPECTOS SOCIALES, POLÍTICOS, ECONÓMICOS Y DE OTRO TIPO DE RUSIA ANTES DE
1917
Aspectos sociales: La sociedad rusa de principios de siglo era una sociedad estamental.
La nobleza era el grupo más influyente del país. No obstante a sus filas habían accedido algunos individuos de
la burguesía.
La burguesía era poco numerosa, débil y conservadora, se comprometió con el mundo del comercio, las tareas
burocráticas o administrativas o, simplemente, con ejercer como rentistas de fincas urbanas o rústicas.
Los trabajadores industriales eran poco numerosos y estaban concentrados espacialmente.
El Decreto de emancipación, de febrero de 1861, abolió la servidumbre, los campesinos quedaron libres y
adquirieron el rango de ciudadanos. La eliminación de la servidumbre se acompañó de la compra de pequeñas
tierras a los señores o al Estado. Estos lotes de tierra se explotaron de forma comunal(mir), y constituyeron el
centro económico y social de la vida agraria.
Aspectos políticos: Rusia era en 1917 un imperio con un régimen político de monarquía absoluta cuyo eje era
el zar. Rusia mostraba la pervivencia de la autocracia. No hubo revolución liberal en Rusia.
Durante el reinado de Alejandro II se introdujeron tímidas reformas. Tuvo especial importancia la creación de
asambleas deliberativas locales y provinciales. En ellas estaban representados todos los grupos sociales. El
asesinato el zar cerró el reformismo.
Aspectos económicos: La agricultura era la base esencial de la economía en la Rusia del siglo XIX. Empleaba
técnicas de cultivo tradicionales y procuraba sólo la subsistencia, sin plantearse la comercialización de
productos ya que no existía un mercado nacional; las comunicaciones eran muy malas y había pocos núcleos
urbanos de importancia.
Por otra parte, Rusia se incorporó tarde a la Revolución Industrial por lo que el Estado tuvo que impulsa un
desarrollo industrial acelerado para suplir la falta de iniciativa privada. Como necesitaba capital extranjero
concedió subvenciones directas y desgravaciones fiscales para financiar la construcción de infraestructuras de
transporte e industrias de bienes de equipo.
Se establecieron algunos centros industriales de gran tamaño y en sectores punta: metalurgia, química,
ferrocarril o explotaciones carboníferas y petrolíferas con altas tasas de crecimiento industrial. Esta política
económica fue característica del ministro de Hacienda, Sergio Witte.
Las inversiones extranjeras fueron francesas y belgas. Se procuró canalizar el ahorro interior pero esto
aumento el déficit del Tesoro ruso. Para combatirlo se impuso un fuerte proteccionismo, se impulsaron las
exportaciones y aumentaron los impuestos indirectos sobre productos de primera necesidad. Por eso se
repitieron crisis de subsistencia en años de malas cosechas, reaparecieron las mortandades y los centros
urbanos quedaron desabastecidos.
Aspectos territoriales: Rusia, a fines del siglo XIX, estaba constituida por una enorme extensión de terreno.
Se había anexionado Ucrania a finales del siglo XVIII y, a mediados del XIX, Polonia y Finlandia. En
vísperas de la primera guerra mundial aspiraba a expandirse por los Balcanes y las orillas del Mar Negro, para
alcanzar el Mediterráneo oriental.
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Además, Rusia había emprendido una expansiva carrera colonial. Controlaba todo el área siberiana. Desde allí
avanzó hacia Asia central y hacia el Extremo Oriente.
Estos territorios tenían razas, religiones, culturas, lenguas y costumbres muy diversas que se pretendían unir
mediante una rusificación forzada imponiendo la lengua y las costumbres rusas.
GRUPOS POLÍTICOS RUSOS DE OPOSICIÓN AL ZARISMO
Cuatro eran los grupos políticos que se oponían al zarismo: los liberales, los populistas, el nihilismo y el
socialismo marxista.
Los liberales: Defendían reformas liberales por vía no revolucionaria: apertura política, régimen
representativo, asunción de derechos políticos, plena libertad de mercado, modernización de la administración
pública... Se organizaron de forma estable en 1905 cuando se creó el Partido Constitucional Democrático
(KD o kadete).
Los populistas: También fueron llamados narodniks.
Era un movimiento agrarista que durante la década de 1870 propugnaba una revuelta campesina primero se
produciría el reparto de tierras y luego la desaparición de la propiedad privada y las diferencias de clase.
Combinaba influencias del pensamiento tradicionalista, el socialista, el nacionalista y el romántico. Entre
1905 y 1917 se encuadró en las formaciones políticas socialistas revolucionarias (SR o eseritas).
Los populistas encabezaron el movimiento Narodnaya Volya (Libertad del Pueblo).
El nihilismo: Este término se aplica a diversas filosofías radicales y por lo general está dotado de carácter
peyorativo por sus oponentes.
En Rusia se aplicó entre 1850 y 1860 a los jóvenes intelectuales que, bajo la influencia de las ideas
occidentales, repudiaron el cristianismo, consideraron a Rusia como una sociedad atrasada y opresiva, y
abogaron por el cambio revolucionario.
Los conservadores rusos declararon que el nihilismo destruiría cualquier posibilidad de una existencia
ordenada y determinada, y que era contrario por completo a las necesidades y deseos reales del ser humano,
pero el novelista Nicolái Gavrílovich Chernishevski y otros radicales lo consideraron una fase necesaria en la
transformación progresiva de Rusia.
Se expresaba en movimientos de agitación urbanos con actos de terrorismo y en la crítica cultural y literaria.
El socialismo marxista: El Partido Obrero Socialdemócrata (POSR) se fundó en Minsk en 1889 y en él
confluían desde los reformistas hasta los partidarios del espontaneísmo popular anarquista. Tales diferencias
implicaron profundas divisiones ideológicas que se pusieron de manifiesto en el Congreso de Bruselas en
1903.
PRIMEROS INTENTOS REVOLUCIONARIOS DE 1905: LA DUMA RUSA
La vida parece acelerarse en Rusia entre 1905 y 1917. La complejidad de los acontecimientos y de las
soluciones se explican por la confluencia de dos movimientos.
Por un lado, una tendencia que pretendió configurar un régimen político abierto y participativo. Estuvo
protagonizada por minorías urbanas nobles y burguesas. Pareció triunfar en 1905, pero se estrelló con los
límites autoritarios del zarismo, volvió a intentarlo en febrero de 1917, pero se vio superado por la izquierda.
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De otro lado, encontramos un movimiento paralelo, aunque sin proyecto político preciso: la revuelta popular.
Casi siempre fue independiente de las fuerzas políticas de izquierdas. Lo excepcional del caso ruso es que fue
capaz de crear organismos de coordinación originales, que llegaron a adquirir funciones políticas: los soviets.
La revolución de 1905 fue un antecedente de la de 1917.
Entre 1903 y 1904 se hundió la Bolsa de San Petersburgo. Además, al terminarse las obras de ferrocarril
transiberiano, cayó la demanda de material industrial y el paro se disparó. A ello se unieron las malas
cosechas, escasearon las subsistencias y aumentó su precio y como consecuencia aumentó el hambre. A esto
hay que añadir la guerra contra Japón que acabó con la derrota rusa.
El año 1905 estuvo salpicado de manifestaciones de todo tipo. En enero tuvo lugar una huelga general en San
Petersburgo y movilizaciones pacíficas que solicitaban al zar el abaratamiento de las subsistencias. La
manifestación del 22 de enero se disolvió de manera trágica: fue el domingo sangriento.
Las manifestaciones se multiplicaron y forzaron un primer aperturismo político de tono liberal. En 1906
Nicolás II nombró primer ministro a Witte para que concretara las reformas políticas.
La Duma estaba formada por los grupos liberales. Se aprobó una Ley fundamental del Estado que establecía la
división de poderes, sin embargo, quedaba sometida a un organismos intermedio, el Consejo de Estado,
designado por el zar, que podía vetar y lo hizo, las leyes aprobadas por la Duma
Cuando la Duma quiso aprobar algunas reformas el zar la disolvió. Entre marzo y junio de 1907 se reunió una
segunda Cámara que fue disuelta de nuevo por el primer ministro Stolypin, que además cambió la ley
electoral introduciendo el sufragio restringido. La Duma resultante fue una Cámara consultiva de notables. El
asesinato de Stolypin en 1911 abrió un nuevo ciclo represivo.
La Duma se mantuvo hasta 1917, pero hubo roces frecuentes entre este organismo y el zar.
1914: ENTRADA DE RUSIA EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
La entrada de Rusia en la primera guerra mundial se produjo en agosto de 1914, como aliada de Francia e
Inglaterra.
Esto añadía a los graves problemas de una débil economía los derivados de la guerra. La crisis ya no podía
superarse con simples medidas políticas. Con todo, la opción liberal pretendió poner en práctica las reformas
exigidas en 1905 y 1906. Las demandas populares buscaban acabar con el hambre y con la guerra. Las
izquierdas más radicalizadas intentaron instrumentalizarlas para conquistar el poder.
LA REVOLUCIÓN RUSA DE 1917
1ªETAPA: FEBRERO A OCTUBRE
Entre febrero y octubre de 1917 tuvieron lugar dos revoluciones en Rusia.
La primera, en febrero, destronó al zar y constituyó una república democrática que no prestó atención
principal a las dos reivindicaciones populares. La falta de sintonía entre el poder legal y los deseos del pueblo
se reflejó en la aparición de dos centros de poder: los sucesivos gobiernos y la Duma, por un lado, y los
soviets por otro.
La segunda revolución, en octubre, canalizará las reivindicaciones populares y las utilizará para conquistar el
poder.
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CAÍDA DEL ZARISMO, GOBIERNOS PROVISIONALES
Las protestas populares estallaron en febrero de 1917 en San Petersburgo. El día 25 los soldados dispararon a
los manifestantes, al día siguiente se negaron a repetirlo, se amotinaron y se incorporaron así a las protestas.
La Duma había intentado alcanzar un compromiso con el zar pero no hubo tiempo. Un grupo de
mencheviques clausuró la Asamblea que fue sustituida por la autoridad del Soviet de Petrogrado: se concebía
como un Parlamento popular, en el que no tenían cabida los grupos liberales. Antes de su disolución, la propia
Duma había nombrado un Comité para el restablecimiento del orden. Ambos centros de poder se mantuvieron
enfrentados, aunque con proyectos en parte coincidentes: amnistía, libertades democráticas, nueva
Constitución.
El país seguía en guerra y era esencial formar un gobierno que fuese aceptado por el Comité y por el Soviet.
Se pretendió que el Gobierno provisional, constituido el 28 de febrero, contara con el apoyo de los distintos
grupos. Este gobierno estuvo encabezado por el príncipe Lvov, aunque el hombre fuerte era Miliukov. El zar
abdicó el día 2 de marzo. La revolución de febrero estaba institucionalizada.
El Soviet de San Petersburgo, modelo para otros muchos que se multiplicaron por Rusia a partir de febrero de
1917, pidió mesura y sacrificios a las clases trabajadoras tras la caída del zar. Los soviets locales o de las
fábricas canalizaron demandas de todo tipo, que fueron desde las peticiones de un descenso de horas en la
jornada laboral hasta la propiedad de tierras para los campesinos.
Los primeros pasos de la República fueron moderados. El gobierno anunció el inicio de un proceso
constituyente, aunque afirmó que Rusia proseguiría la guerra. Eso impidió la celebración de elecciones.
LENIN, ASCENSO DE LOS BOLCHEVIQUES
Hasta la llegada de Lenin en abril de 1917, los bolcheviques se integraron en el Soviet de San Petersburgo y
apoyaron al gobierno.
Lenin siguió una política radicalmente distinta, la Tesis de abril: se opuso al gabinete, exigió la paz con
Alemania, reclamó un programa de disposiciones socioeconómicas inmediatas, entre ellas la socialización de
la tierra. Además enfrentó el poder del soviet al Gobierno provisional de Lvov.
Entre mayo y julio los bolcheviques comenzaron a preparar la toma violenta del poder. No obstante, su
posición era minoritaria en el I Congreso panruso de los soviets de junio. Las tensiones continuaron en la
calle, porque las demandas populares seguían sin atenderse. A principios de julio se produjo una nueva
insurrección en San Petersburgo, un movimiento espontáneo que los bolcheviques intentaron capitalizar.
Parecía que había llegado el momento de que los bolcheviques asumieran el mando, pero Lenin no confiaba
aún en que su partido contara con suficiente apoyo fuera de la capital o en que el Gobierno Provisional
hubiera perdido el respaldo del Ejército; por ello, trató de convencer al Soviet de que sus intenciones eran
pacíficas. A su vez, el gobierno estaba preparando un proceso contra Lenin, al que se acusaba de ser un agente
al servicio de Alemania. Sin embargo, Lenin fue puesto sobre aviso y pudo huir a Finlandia. En Petrogrado,
los bolcheviques tuvieron que hacer frente a una prensa hostil, y a la opinión pública, que les acusaba de
intentar traicionar al Ejército y de estar preparando un golpe de Estado.
La revuelta tuvo otro efecto: Kerenski, un social−revolucionario moderado, sustituyó a Lvov en el Gobierno
Provisional. Se pretendía ampliar, por la izquierda, el apoyo político del gabinete y, de esta manera, reforzar
su autoridad.
El Gobierno Kerenski fue un puente entre el proyecto liberal del KD y el de los bolcheviques. Lo apoyaron los
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social−revolucionarios y pretendía culminar el proceso constituyente prometido en febrero sin renunciar a las
reformas laborales y a la reforma agraria.
Los círculos militares le plantearon serias dificultades. El general Kornilov organizó en septiembre un golpe
de Estado blanco. Pretendía crear una república de orden: restablecer la pena de muerte, liquidar los soviets y
retomar la marcha de la guerra. Fue detenido por el gobierno.
IMPORTANCIA DE LOS SOVIETS
Lenin, de nuevo en el exilio, reafirmó sus planteamientos anteriores. Ante un gabinete constituido por
liberales y socialistas moderados, consideraba que era imprescindible el control bolchevique de los soviets,
que se convertirían en el auténtico centro efectivo del poder.
Entre la tropa y los suboficiales se habían constituido soviets de soldados: en la práctica tenían el control por
ser mayoría. Eran contrarios a la guerra y las deserciones estaban a la orden del día. Desde la intentona de
Kornilov, el Gobierno provisional perdía apoyo entre jefes y oficiales, casta privilegiada durante el zarismo,
que ya optaba directamente por la contrarrevolución armada. Es decir, Kerenski carecía de apoyos en la única
institución que podía hacerse con el poder: en sentido revolucionario y contrarrevolucionario.
LOS DESASTRES DE LA GUERRA MUNDIAL
Rusia tenían una débil economía de subsistencia a la que se sumaron problemas derivados de la guerra
mundial.
En 1916 los muertos rusos superaron los tres millones. La economía depauperada atendía en primer lugar las
necesidades militares. El invierno de aquel año se saldó con el desabastecimiento de las principales ciudades.
Las bajas se multiplicaban en el frente por los ataques militares y el habre. Las penurias en la retaguardia
revitalizaron los movimientos de protesta. No sólo hubo motines de subsistencias sino que también se
multiplicaron las deserciones en el frente.
2ªETAPA: OCTUBRE 1917 A 1922
OCTUBRE, TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN BOLCHEVIQUE. LENIN PRESIDENTE
El fracaso del golpe de Kornilov permitió la actividad política a los bolcheviques. Lenin regresó a Rusia el 9
de octubre. Con un círculo reducido de incondicionales del Soviet de Petrogrado, entre ellos el antiguo
menchevique Trotski, preparó el asalto armado para conseguir el poder.
Lenin había valorado las experiencias de la revolución de febrero. Para hacerse con el poder en Rusia bastaba
con conseguir el control de Petrogrado. Eso facilitaba enormemente las cosas.
Este control se consiguió la noche del 24 al 25 de octubre. Contaban con el apoyo de algunas unidades de
soldados y con varias células de afiliados, que controlaron los puntos clave de la ciudad. El Cómite militar
revolucionario provisional anunció la mañana del 25 de octubre que el gobierno Kerenski se había rendido.
Lai insurrección bolchevique había triunfado.
MEDIDAS QUE TOMAN LOS BOLCHEVIQUES
La conquista del poder coincidió con la reunión del II Congreso panruso de los soviets. La mayoría de sus
delegados eran bolcheviques y se aprobó el golpe contra Kerenski.
Además aprobaron un conjunto urgente de medidas, conocidas como los Decretos de octubre, donde se
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establecía unilateralmente el cese de las hostilidades con Alemania, redactadas por Lenin. Estalecían el cese
inmediato de la guerra sin anexiones territoriales ni indemnizaciones, se declaraba la expropiación de la tierra
por el Estado sin indemnización alguna, se abolía la gran propiedad agraria y se transfería a todos los
ciudadanos del Estado ruso que desearan trabajarla por ellos mismos, prohibiéndose también la compra−venta
de tierras y la contratación de trabajadores asalariados en el campo.
Por último, en el orden político, el poder ejecutivo lo asumía un Gobierno revolucionario, Consejo de
comisarios del pueblo. Actuaría por delegación en nombre del Congreso de los soviets y de su Comité
ejecutivo, controlado por los bolcheviques. El Consejo quedó presidido por Lenin.
El último acto de la revolución tuvo lugar a finales de noviembre. Los bolcheviques tenían el poder en
Petrogrado, pero no en el resto de Rusia. El gobierno de Kerenski había convocado elecciones antes del glope.
En ellas los bolcheviques quedaron en clara minoría. Los social−revolucionarios contaban con la mayoría
absoluta de la Asamblea.
La nueva Cámara no aprobó los Decretos de octubre. Con ello se oponía a los soviets y al Consejo de
comisarios, que se habían afianzado en el poder y controlaban la situación en Petrogrado.
El conflicto se resolvió por la fuerza. El Consejo disolvió la Asamblea y el III Congreso de los soviets ratificó
los decretos. Con ello quedó eliminada la alternativa liberal democrática.
PAZ DE BREST−LITOVSK, PÉRDIDA DE TERRITORIOS RUSOS
La paz de Brest−Litovsk fue un tratado de paz firmado en Brest−Litovsk, localidad de Polonia, (actualmente
Brest, perteneciente a Bielorrusia) el 3 de marzo de 1918, por el cual Rusia acordó poner fin a la guerra con
los imperios centrales (Alemania, Austria−Hungría, Turquía y Bulgaria) en la I Guerra Mundial.
El armisticio se firmó en Brest−Litovsk el 17 de diciembre de 1917 y la conferencia de paz oficial comenzó el
22 de diciembre. Las reuniones habían llegado a un punto muerto a principios de enero de 1918 debido a la
severidad de las peticiones de los imperios centrales. Liev Trotski, miembro del gobierno bolchevique,
prolongaba las discusiones con la esperanza de que, con el tiempo, aumentara la fuerza de la Revolución Rusa
y estallara otra revolución en Alemania. Trotski se retiró de las negociaciones explicando que su gobierno no
podía firmar la paz, pero que no reanudaría la guerra. Los imperios centrales reanudaron las hostilidades y el
líder de la Revolución Rusa, Vladímir Lenin, temiendo la destrucción del nuevo estado bolchevique, aceptó
condiciones aún más drásticas que las primeras. Rusia cedió Finlandia, Polonia, Estonia, Livonia, Curlandia,
Lituania, Ucrania y Besarabia, que a partir de entonces quedaron bajo el dominio y la explotación económica
de los imperios centrales. Asimismo, entregó Ardahan, Kars y Batumi a Turquía.
GUERRA CIVIL EN RUSIA, NACE LA URSS
La Guerra siguió dentro de Rusia. En la Ucrancia independiente se formó un Ejército blanco, antibolchevique,
que englobaba intereses diversos: residuos de la antigua ofcialidad zarista y militantes de diversas corrientes
políticas. En las provincias bálticas o en la Rusia central deambulaban, al mismo tiempo, unidades de
diferentes nacionalidades, que se negaban a entregar las armas y someterse a los bolcheviques.
Trotski contituyó, a lo largo de 1918, el Ejército Rojo. Hizo frente a las tropas antisoviéticas situadas en el
sur, que presionaron sobre la Rusia europea.
Tras la derrota de Alemania, las potencias occidentales se opusieron a la Rusia bolchevique. La ofensiva
contra el régimen soviético consistió en un dicidido apoyo diplomático y financiero al Ejército ruso blanco. Se
pretendía aislar al nuevo régimen y forzar su caída. Así, entre 1918 y 1921, Rusi quedó rodeada por una serie
de Estados−tapón que constituyeron un cordón sanitario que aislaba la revolución. El apoyo europeo a los
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blancos terminó en 1921 y el Ejército Rojo pudo liquidarlo.
La guerra ivil fue, más que un conflicto perfectamente coordinado, una suma de intervenciones aisladas sobre
la Rusia europea que contaron ocasionalmente ocn el concurso de los aliados occidentales.
La revolución elaboró un nuevo proyecto económico para el perídodo de guerra civil. Se llamó comunismo de
guerra y se apoyó en tres pilares.
El primero fue la expropiación de propiedades, Decreto sobre la tierra, y su cesión a los soviets de
campesinos. SE aplicó de forma lenta y desigual y se respetaron las parcelas de pequeños y medianos
propietarios (kulaks) y las tierras de las antiguas comunidades campesinas (mir).
El segundo fue la intervención del Estado sobre diversos sectores económicos: se nacionalizaron el sector
financiero y las principales industrias rusas. Asimismo, se centralizó todo el tráfico de mercancías.
El tercer pilar lo constituyó la puesta en marcha de medidas urgentes para asegurar la producción. Preveían
que la nacionalización de la industria se completaría con su militarización y el trabajo obligatorio. Se
establecieron cuotas obligatorias de producción agraria y se impuso el control bolchevique sobre los
sindicatos, también se prohibieron las huelgas.
El comunismo de guerra se basaba en el intervencionismo total del Estado sobre la actividad económica y el
mercado. Además, la guerra civil acabó imponiendo la autarquía.
El balance de esta política económica fue muy negativo. El rublo desapareció y el trueque se convirtió en el
modo habitual de intercamibo comercial. La guerra, el aislamiento y la política autárquica provocaron el
hundimiento de la producción y la renta.
El primer problema para formar un gran Estado soviético fue el de las nacinalidades. Se revitalizaron los
movimientos independentistas en Estonia, Letonia, Lituania, Finlandia, Polonia, Ucrania y Georgia. Los
bolcheviques reconocieron en el Tratado de Brest−Litovsk la independencia de Polonia, Finlandia, Ucrania y
de las tres comunidades bálticas.
El otro gran problema era establecer un absoluto control de poder por parte de los bolcheviques. La represión
fue la respuesta leninista iniciada desde los primeros meses de 1918. Las fuerzas de la oposición pasaron a la
clandestinidad. El malestar social no cesó: la insurrecciones fueron reprimidas.
El nuevo régimen se apoyó en dos principios. El primero fue el reconocimiento formal del soviet como célula
básica de representatividad. El segundo, el control monolítico del poder por parte de los bolcheviques,
organizados ya como Partido Comunista.
En julio de 1918 se aprobó la Constitución de la República Federal Socialista Rusa de los soviets, en la que se
proclamaba la dictaudra del proletariado. El nuevo Estado tenía dos instituciones básicas: el Congreso de los
soviets, reunión celebrada una vez al año por los delegados de los soviets urbanos y rurales, y el Consejo de
comisarios del pueblo.
La unión fue la respuesta a las tendencias independentistas de los años 1917−1918. Lo bolcheviques
establecieron acuerdos bilaterales entre Rusia y las repúblicas independientes. Finalmente se impuso una
estructura teóricamente federal, a la que se adhirieron Ucrania, Bielorrusia y las repúblicas de Asi central.
La proyección exterior de la URSS durante los años veinte fue mínima. Su presencia en el extranjero se limitó
al Komintern (Internacional Comunista o III Internacional), creado por Lenin en 1919.
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La Internacional Comunista estableció veintiuna condiciones para integrase en ella. Definían la ideología
básica de las organizaciones comunistas.
FIN DE LA GUERRA CIVIL
Al finalizar la guerra civil y ante el creciente malestar popular se planteó una nueva política económica: la
NEP.
Lenin apoyó a los gradualistas. Se acomentió un profundo giro en la política económica que condujo a un
modelo mixto. El control del Estado sobre la banca, industrias de bienes de equipo, ferrocarriles, coexistió con
la iniciativa privada en las pequeñas y medianas empresas o explotaciones agarias.
El resultado de la NEP fue positivo para la economía rusa. Hubo mejoras en la producción agraria y en la
industrial, que igualó los niveles anteriores a la primera guerra mundial, y creció la especulación en los
mercades urbanos.
Sin embargo, los cambios en la política económica no tuvieron que ver con estos factores, sino cn la lucha por
el poder dentro del PCUS.
La NEP no supuso una vuelta al capitalismo. Las empresas del Estado controlaban en 1927 el 80% del
producto industrial. En el campo existían granjas−cooperativas (Koljozes), y explotaciones propiedad del
estado (sovjozes).
En la sociedad soviética de los años veinte hubo un claro proceso de nivelación social. Se acabó con los
símbolos del viejo poder, (clero, ejército zarista...) se expropiaron sus propiedades y sus miembros
desaparecieron en la represión o en el exilio.
El Estado reconocía los seguros de enfermedad y de pensión, el divorcio y la igualdad de la mujer en el
matrimonio.
1922−1933: LA MUERTE DE LENIN Y ASCENSO DE STALIN
En enero de 1924 murió Lenin. La desaparición de Lenin no supuso el control automático del Estado y del
Partido por parte de Stalin, que desde 1922 ocupaba la Secreatría General del PCUS. Le sucedió una dirección
colegiada compuesta por Stalin, Zinoviev y Kamenev. El gran ausente era Trotski.
Esto demostraba que se iniciaban camibos en la estructura del PCUS.
El Partido compó los centros de poder y se burocratizó: se se confundió con la Administración y con el
Estado. Se incrementaron las afiliaciones y se convirtió en una organización de masas, lo que condujo a su
ruralización. Los conflictos internos en la dirección comenzaron a saldarse con expulsiones.
Trotski fue víctima de este proceso. Existían divergencias doctrinales entre Trotski y Stalin sobre las
funciones del Partido y del Estado. El primero afirmaba que la construcción del socialismo en la URSS exigía
exportar la revolución. Era la tesis de la revolución permanente. Stalin sostenía la construcción del socialismo
en un solo país: era necesario hacer de la URSS un bastión inexpugnable donde cristalizase la revolución.
Esta polémica suponía la manifestación externa de un conflicto de poder entre los dirigentes soviéticos.
Concluyó con el encumbramiento de Stlin como máximo dirigente y la expulsión de Trotski del PCUS en
1925. Fue el primer paso de una profunda purga en la dirección del Partido y del Ejército.
A partir de 1926, Stalin utilizó la política económica para conseguir el control total del poder. Los problemas
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económicos eran el desabastecimiento, el paro industrial, la escasez de bienes de consumo, el elevado gasto
público, la especulación. Sobre todo existían desajustes entre el sector estatal que ofrecía un lento crecimiento
mientras la oferta de la iniciativa privada era más dinámica. La demanda interior quedaba desatendida.
Sobre estos problemas planeaban conflictos de poder en el seno de la dirección colegiada. Zinoviev quería
potenciar la producción industrial. Stalin y Bujarín querían dar prioridad al sector agrícola. El carácter táctico
de este conflicto se percibió cuando Zinoviev quedó políticamente anulado.
El XV Congreso del PCUS persentó el primer Plan quinquenal. Volvió a revisarse en 1933 y quedó
constituido como modelo de la política económica soviética. Cada plan establecía unos objetivos que se
debían lograr en cinco años. Fijaba una estricta planificación económica, con cifras de producción detalladas.
El Estado volvía a adoptar el papel de único productor.
También se socializaron todos los sectores y empresas industriales. Para conseguir la modernización
económica se empeló un modelo de industrialización inducida. Los resultados fueron espectaculares.
El liderazgo político de Stalin fue indiscutible durante los años treinta. Stalin se presentó como director
infalible de la marcha hacia el socialismo. Su figura se sacralizó mediatne la propaganda, que le presentaba
como la encarnación de la URSS y padre del pueblo soviético. A la vez, se borró cualquier rastro positivo de
sus enemigos. Los manuales de historia se volvieron a escribir ignorando personajes y cambiando hechos y
protagonismos.
La Constitución de la URSS de 1936 apenas revisó la de 1924. Refleja un claro ejemplo de Estado totalitario.
Es más, el rasgo distintivo del nuevo sistema política era el esfuerzo del Estado por controlar todos los
aspectos públicos y privados de la sociedad para hacerla homogénea.
El terror masivo ha sido siempre el principal elemento de control en cualquier Estado totalitario. En el caso de
la URSS afectó a distintos aspectos. Primero, el terror social, reflejado en la violenta expropiación de las
pequeñas propiedades agrarias y en la desaparición de los kulaks. Segundo, el terror político, que se constató
en los tres millones de ejecutados o muertos en campos de concentración acusados de delitos contra el Estado.
Eso sin contar con el miedo a la delación, que aseguraba la autoeliminación de toda disidencia por temor.
BIBLIOGRAFÍA
Historia del mundo contemporáneo.Bachillerato. Editorial Edelvives.
Enciclopedía Encarta 98.
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