una evaluación

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ECONOMÍAS EN TRANSICIÓN
Una evaluación
Stanley Fischer y Ratna Sahay
Los resultados
logrados por las
economías en
transición son
muy dispares.
Los países que
han obtenido
mejores resultados económicos
son los que
emprendieron
la reforma con
mayor empeño
y la han aplicado
con rapidez y
de manera
sistemática.
2
H
ACE 10 AÑOS, cuando comenzó
el proceso de reforma en Europa
central y oriental, los países
bálticos, Rusia y los demás países de la antigua Unión Soviética, se preveía
una reducción del producto, como consecuencia de los programas de estabilización económica y la reasignación de recursos de los
sectores improductivos a los sectores productivos. Se creía que la ejecución de los programas
de reforma y el desarrollo de nuevos sectores
mejorarían también el producto agregado de
esos países. Se esperaba que el producto creciera
con mayor rapidez en las economías menos
avanzadas y que se redujeran las marcadas diferencias de ingreso, o inclusive que llegara a
producirse una convergencia en este terreno.
Efectivamente, al comienzo del proceso, el
producto se redujo en las 25 economías en
transición, pero la magnitud del colapso superó las previsiones: el producto había llegado
a disminuir, en promedio, más del 40%. En
1999 el producto aumentaba en casi todas las
economías en cuestión, aunque muy tenuemente en algunas (cuadro 1). Evidentemente,
los datos referentes al producto, especialmente
en los primeros años del período de transición, eran de dudosa calidad, puesto que el
producto y el crecimiento económico declarados eran seguramente inferiores a los valores
efectivos debido a la inclusión sólo parcial del
sector no estatal y el surgimiento de la economía no gravada. Pese a estas deficiencias, creemos que las estadísticas arrojan cierta luz
sobre las primeras etapas de la transición.
En muchos países, después de haber alcanzado los niveles más bajos, las tasas de crecimiento se elevaron extraordinariamente. En
valores acumulativos, la recuperación fue
especialmente notable en Albania, Polonia,
Finanzas & Desarrollo / Septiembre de 2000
Armenia, la República Eslovaca, Georgia y
Eslovenia, en ese orden. Las tasas medias de
crecimiento económico de los países de la
antigua Unión Soviética superaron las de
Europa central y oriental, sobre todo porque
la disminución del producto había sido inicialmente mucho mayor en el primer grupo.
No obstante, en 1999 en muy pocos países
el producto superaba los niveles anteriores a
la transición. Sólo en Albania, Polonia, la República Eslovaca y Eslovenia las cifras de ese
año eran mayores que las del año anterior a
la transición. En promedio, en 1999, el producto había llegado a un nivel equivalente al
90% del nivel anterior a la transición en los
países de Europa central y oriental, 70% en
los países bálticos, y 60% en Rusia y otros
países de la antigua Unión Soviética.
Inflación y estabilización
Al iniciarse el proceso de transición, en la mayoría de los países había un exceso de liquidez
y era necesario liberalizar los precios. La inflación ya existía o había un gran riesgo de que
se produjera. En 1995, todos los países en
transición, salvo Turkmenistán, habían introducido políticas de estabilización; el primero
en hacerlo fue Polonia, en 1990 (cuadro 2). En
1999 las tasas anuales de inflación, que habían
alcanzado entre 26% en Hungría y 57.000%
en Georgia, habían sido reducidas a niveles inferiores a 10 en la mitad de los países,
aproximadamente. Los países que aplicaban sistemas de convertibilidad —Bulgaria,
Estonia y Lituania— obtuvieron los mejores
resultados en la lucha contra la inflación.
Un importante componente de las estrategias iniciales de estabilización fue la selección
del régimen cambiario. Los países de Europa
central y oriental y los países bálticos optaron
Cuadro 1
Producto, 1989–99
Disminución acumulativa del
producto al nivel
más bajo
(1989 = 100) 1
Año en que
el producto
llegó al nivel
más bajo 1
Promedio simple
del crecimiento del
producto desde
el nivel más bajo
(Porcentaje)
Razón entre el
producto en
1999 y el
producto en
TT–1 1
Albania
Armenia
Azerbaiyán
Belarús
Bulgaria
Croacia
Eslovenia
Estonia
Georgia
Hungría
Kazajstán
Letonia
Lituania
Macedonia, ex Rep. Yugoslava de
Moldova
Polonia
República Checa
República Eslovaca
República Kirguisa
Rumania
Rusia
Tayikistán
Turkmenistán
Ucrania
Uzbekistán
39,9
65,1
63,1
36,9
36,9
37,6
20,4
36,5
76,6
18,1
40,2
52,8
40,8
45,6
69,2
13,7
15,4
24,7
50,5
26,6
46,5
74,0
49,6
64,5
14,4
1992
1993
1995
1995
1997
1993
1992
1994
1994
1993
1998
1993
1994
1995
1999
1991
1992
1993
1995
1992
1998
1996
1997
1999
1995
6,6
5,4
5,9
6,0
3,0
2,2
3,8
3,2
5,8
3,1
1,7
2,6
3,0
2,0
n.d.
5,1
1,7
4,9
4,1
0,0
3,2
3,7
10,5
n.d.
3,1
1,03
0,56
0,53
0,83
0,74
0,80
1,05
0,87
0,46
0,99
0,70
0,64
0,70
0,59
0,38
1,28
0,95
1,01
0,68
0,80
0,59
0,46
0,66
0,41
0,93
ECO 2
Países bálticos 2
Otros países de la antigua URSS 2
27,9
43,4
54,2
1992
1994
1995
3,2
3,0
4,9
0,9
0,7
0,6
Fuentes: FMI, Estadísticas financieras internacionales, Perspectivas de la economía mundial, estimaciones del FMI.
Nota: n.d. = no disponible.
1 Disminución del producto desde 1989 hasta el año en que el producto llegó a su nivel más bajo. En el caso de los países en que no
se ha iniciado el crecimiento del producto se toma 1999 como año de producto mínimo. El producto es el PIB real medido como
promedio anual.
2 ECO designa los siguientes países de Europa central y oriental: Albania, Bulgaria, Croacia, Eslovenia, Hungría, Polonia, la República
Checa y la República Eslovaca, la ex Rep. Yugoslava de Macedonia y Rumania. Los países bálticos son Estonia, Letonia y Lituania.
Por “otros países de la antigua URSS” se entiende Armenia, Azerbaiyán, Belarús, Georgia, Kazajstán, Moldova, la República Kirguisa,
Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán. Promedio simple para los valores y valor predominante para cada año.
nución del ingreso fiscal y reducciones ad hoc del gasto público, que
dificultaron la ejecución de las reformas. Lo que se desprende claramente de los datos, sin embargo, es
que en los países con persistentes
déficit fiscales y lenta ejecución de
las reformas estructurales, el proceso
de estabilización no fue sostenido. El
caso más claro es el de Rusia, pero es
evidente que lo mismo sucedió en
Belarús, Tayikistán y Uzbekistán.
El éxito de las economías en transición en la reducción de la inflación con
respecto a niveles muy altos ha sido
notable. La ulterior decisión de la
mayoría de los países, de introducir
regímenes flexibles parece razonable
a la luz de las enseñanzas recogidas
—especialmente en Rusia— en cuanto
al alto costo que entrañan los regímenes de tipo de cambio fijo en el nuevo
entorno mundial de aumento de la
vulnerabilidad financiera y los riesgos
vinculados a la participación en los
mercados internacionales de capital.
En la esfera fiscal, el país medio está
ahora mucho más endeudado, y por
ende le será mucho más difícil mantener grandes déficit a menos que logre
acelerar la reforma y el crecimiento.
Estrategias de transición
por un régimen de tipo de cambio fijo o flexible. Rusia y los demás países de la antigua Unión Soviética optaron oficialmente
por regímenes flexibles, aunque muchos países comenzaron a
establecer, oficial o extraoficialmente, vínculos monetarios con
el dólar de EE.UU. o con el marco alemán. Dado que, por decisión expresa o de facto, la mayor parte de los tipos de cambio
eran fijos, las tasas de inflación comenzaron a reducirse rápidamente. En 1999, la mayoría de las economías en transición habían reducido la inflación a niveles relativamente bajos, si bien
las tasas habían comenzado a elevarse nuevamente en algunas
de las antiguas repúblicas de la Unión Soviética. Actualmente,
todos los países, salvo cuatro, han adoptado regímenes de flexibilidad cambiaria, siendo Polonia el ejemplo más elocuente de
exitoso abandono del tipo de cambio fijo.
Al comienzo de la transición, la situación fiscal se deterioró
pronunciadamente. Si bien en la mayoría de los países hubo un
ajuste fiscal durante la transición, no hay pruebas concluyentes
de que haya un vínculo entre el saldo fiscal y el crecimiento
económico, puesto que en algunos países el aumento del gasto
público estuvo asociado a reformas que favorecen el crecimiento
económico (necesarias, por ejemplo, para la gestión de los préstamos en mora del sector bancario, la eliminación de los atrasos fiscales y la reestructuración del sector social). Al mismo
tiempo, en algunas de las antiguas repúblicas soviéticas la
pronunciada contracción fiscal obedeció a una acusada dismi-
Poco después del comienzo del proceso de transición se logró un consenso en torno a los principales elementos de una estrategia de transición, que se resumen
en Fischer y Gelb, 1991 (gráfico 1). Sorprendentemente, se incluían factores que —hoy se estima— no se tuvieron en cuenta
en las etapas iniciales: por ejemplo las reformas jurídicas. Se
preveía igualmente la larga duración de las reformas institucionales y empresariales. Un hecho interesante: se preveía que las
reformas del comercio exterior serían más graduales de lo que
efectivamente fueron.
En el marco de la estrategia global se plantearon varios
puntos de controversia, especialmente en relación con la denominada “terapia de choque” y el orden de aplicación de las
medidas. La polémica referente a la terapia de choque giró
principalmente en torno a la estabilización macroeconómica,
la liberalización de los precios y del comercio exterior y el
ritmo que se podía tratar de imprimir a la privatización, en
tanto que el debate sobre el orden de aplicación de las medidas se centró en el argumento de que algunas reformas constituían condiciones previas de otras. Quienes recomendaban
llevar adelante con rapidez las reformas basaron sus argumentos no sólo en consideraciones económicas —el hecho de
que la disminución acumulativa de la producción sería menor
si se adoptaran las medidas con mayor rapidez— sino también en razones de economía política. Fue especialmente importante el concepto de “política extraordinaria” enunciado
Finanzas & Desarrollo / Septiembre de 2000
3
Cuadro 2
Programas de estabilización y resultados en materia de inflación, 1989–99
Fecha del
programa de
estabilización
Albania
Armenia
Azerbaiyán
Belarús
Bulgaria
Croacia
Eslovenia
Estonia
Georgia
Hungría
Kazajstán
Letonia
Lituania
Macedonia, ex Rep. Yugoslava de
Moldova
Polonia
República Checa
República Eslovaca
República Kirguisa
Rumania
Rusia
Tayikistán
Turkmenistán
Ucrania
Uzbekistán
Agosto de 1992
Diciembre de 1994
Enero de 1995
Noviembre de 1994 2
Febrero de 1991 2
Octubre de 1993
Febrero de 1992
Junio de 1992
Septiembre de 1994
Marzo de 1990
Enero de 1994
Junio de 1992
Junio de 1992
Enero de 1994
Septiembre de 1993
Enero de 1990
Enero de 1991
Enero de 1991
Mayo de 1993
Octubre de 1993 2
Abril de 1995 2
Febrero de 1995 2
No iniciado
Noviembre de 1994
Noviembre de 1994
ECO 3
Países bálticos 3
Otros países de la antigua URSS 3
Inflación
antes del
programa1
Máxima
inflación
anual
Año de
mayor
inflación
293
1.885
1.651
2.180
245
1.903
288
1.086
56.476
26
2.315
818
709
248
1.090
1.096
46
46
934
314
218
73
20
645
1.555
237
10.896
1.787
1.997
579
2.585
247
947
7.486
35
2.961
1.162
1.162
1.780
2.198
640
52
58
958
295
2.510
7.344
9.743
10.155
1.281
1992
1993
1994
1993
1997
1989
1991
1992
1993
1990
1992
1992
1992
1992
1992
1989
1991
1991
1992
1993
1992
1993
1993
1993
1994
–1,0
2,0
–9,0
251,2
–0,1
3,8
8,8
3,8
22,0
11,5
17,8
3,2
0,3
–0,4
82,7
9,8
2,6
14,2
39,8
54,8
36,5
28,0
23,0
23,0
29,0
450
871
1.143
651
1.091
4.943
1991
1992
1993
10,4
2,4
45,5
Inflación
en 1999
Fuentes: FMI, Estadísticas financieras internacionales, Perspectivas de la economía mundial, estimaciones del FMI.
1 La inflación anterior al programa es la inflación de los 12 meses anteriores al mes del programa de estabilización. La cifra de
Turkmenistán corresponde al último año del que se dispone de datos (1999). Todas las demás cifras de inflación se calculan de
diciembre a diciembre.
2 Fecha del primer intento de estabilización.
3 Véase el cuadro 1, nota 2.
por Leszek Balcerowicz, ex Ministro de Hacienda de Polonia,
quien estimaba que las primeras etapas de la transición eran
un momento más propicio para llevar a cabo la reforma.
Con el tiempo se hizo evidente la posibilidad de adoptar rápidamente medidas de política económica en algunos ámbitos
de la reforma, como la liberalización de los precios y el comercio exterior, la estabilización de la inflación y la privatización en
pequeña escala, en tanto que en otros era sencillamente imposible actuar con mayor celeridad. Puede afirmarse también que
algunas reformas son complementarias de otras; es más probable, por ejemplo, que la privatización dé buenos resultados si
hay un marco jurídico o un sistema financiero apropiados.
Corrientes de asistencia y de capital
La mayoría de los partidarios de la reforma daban por sentado
que en las etapas iniciales de la transición se requeriría asistencia financiera externa para promover la reforma y dar respaldo
a los países que la emprendían, y también para contrarrestar la
falta de experiencia de estos últimos en el manejo de una economía de mercado. Pese a las conversaciones iniciales al respecto, nunca se materializó la ejecución del equivalente de un
Plan Marshall para las economías en transición. La asistencia
externa provino principalmente de las instituciones financieras internacionales, la Unión Europea y donantes bilaterales, y
por montos más reducidos que los previstos.
En cifras per cápita, la afluencia de capital a los países en transición, en los años noventa, fue similar a la registrada en América Latina y en las economías asiáticas más avanzadas, y muy
4
Finanzas & Desarrollo / Septiembre de 2000
superior a la correspondiente a otros
países en desarrollo. (Rusia fue, en
toda la región, el único país exportador neto de capital.) La composición
y la distribución de la afluencia de
capital fueron sumamente desiguales
(gráfico 2). La afluencia de capital a
largo plazo fue mucho mayor que la
afluencia a corto plazo. Los países de
Europa central y oriental y los países
bálticos recibieron mucho más capital que Rusia y los restantes países
de la antigua Unión Soviética. Al
comienzo de la transición se recurrió
en gran medida al financiamiento
excepcional (reducción y reestructuración de deudas y asistencia oficial)
y ulteriormente se produjo una reorientación de las corrientes de capital, adquiriendo mayor importancia la inversión extranjera directa y
otras corrientes privadas; en otras
palabras, la afluencia de capital del
sector privado sustituyó rápidamente
a la asistencia oficial una vez que las
reformas comenzaron a dar resultados favorables.
Los resultados en materia
de crecimiento
La disminución más acusada del
producto tuvo lugar en el año en que se inició la transición, y el
proceso de reducción continuó hasta que se produjo la estabilización. En promedio, el producto comenzó a crecer unos dos
años después de iniciado el programa de estabilización (gráfico 3). Conforme al análisis presentado en Berg, Borensztein,
Sahay y Zettelmeyer (1999), la disminución inicial del producto obedeció en mayor medida a la desorganización y a la
presencia de condiciones iniciales desfavorables que a la aplicación de una política de estabilización estricta o al avance de las
reformas estructurales. Aunque los 25 países tenían sistemas
económicos y tasas de alfabetización similares, sus características económicas eran muy disímiles cuando emprendieron la
transición. Algunos, como Azerbaiyán, Kazajstán, Rusia y Turkmenistán, contaban con abundantes recursos naturales. Los
países de Europa central y oriental y los países bálticos en general disponían de una renta per cápita mayor y estaban en mejores condiciones para reorientar su comercio exterior hacia los
países industriales. Un análisis de regresión simple revela que,
de cierto número de condiciones iniciales (como la dotación de
recursos, la proporción del PIB correspondiente a la agricultura, la duración del régimen comunista, la matrícula en
establecimientos secundarios, la dependencia con respecto al
comercio exterior y sobreindustrialización), sólo dos —la
duración del régimen comunista y la matrícula en establecimientos secundarios— influyeron de manera importante en la
evolución del producto.
El análisis de regresión indica también que la estabilización
macroeconómica fue seguida de crecimiento, y las reformas
Gráfico 1
Secuencia de las medidas de reforma
Ejecución
intensiva
Macroestabilización
Continuación
Reforma del sistema de precios y del mercado
Bienes y servicios:
Desmonopolización y distribución en el sector privado
Reforma del sistema
de precios
Eliminación de restricciones cuantitativas
Reforma del comercio
exterior
Aranceles aduaneros llevados a niveles moderados
Desregulación de contrataciones y despidos
Mercados de trabajo
Liberalización de las negociaciones salariales
Preparación
Finanzas y banca
Liberalización
Reestructuración y privatización
Privatización en pequeña
escala y desarrollo del
sector privado
Desarrollo del sector privado
Buen gobierno, reestructuración y privatización
Buen gobierno, reestructuración y privatización
en gran escala
Redefinición del papel del Estado
Ejecución intensiva (impuestos, propiedad,
comercio, inversión extranjera, legislación)
Reformas jurídicas
Continuación
Administración tributaria, presupuesto, instituciones
jurídicas y reglamentarias
Reforma institucional
Emergencia
Seguro de desempleo
Institucionalización
Tiempo (en años)
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Continuación
Intensiva
Fuente: Fischer y Gelb (1991).
Gráfico 2
Corrientes de capital en las economías en transición
Corrientes acumulativas de capital (netas): 1992–97 1
(Dólares per cápita)
800
400
0
–200
Europa central y oriental
Países
bálticos
Otros ex
URSS
Rusia
800
400
0
–200
Corrientes anuales de capital (netas)
(Dólares per cápita)
Europa central y oriental
300
200
100
0
–100
1991
93
95
Países bálticos: 1992–97
97
300
200
100
0
–100
1994
95
96
1992
93
94
95
96
97
Otros ex URSS: 1992–97
Rusia: 1994–97
300
200
100
0
–100
97
El hecho de que la disminución inicial del producto haya
sido más pronunciada en los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) se explica principalmente por
el ritmo más lento de las reformas estructurales y, en menor
medida, por las condiciones iniciales desfavorables de esos
países. Cabe señalar que las condiciones iniciales de los países bálticos y Polonia eran de las más negativas, pero estos
países lograron resultados satisfactorios, lo que prueba que
los programas antiinflacionarios y las reformas estructurales ejecutadas con rapidez permitieron superar condiciones
iniciales desfavorables.
300
200
100
0
–100
1992
93
94
95
96
En la mayoría de los países, el desarrollo del sector privado
—suscitado por la privatización de empresas de propiedad
estatal o por el surgimiento de nuevas empresas— fue bastante rápido y constituyó un factor clave de la reforma.
Algunos países (como la antigua Checoslovaquia y Rusia)
optaron por una privatización en gran escala basada en cupones de privatización; otros (Hungría y Polonia) optaron
por vender empresas de propiedad estatal.
La aplicación de limitaciones presupuestarias estrictas a
las empresas públicas y privadas fue, al parecer, un factor
importante de éxito. La privatización basada en la venta de
la empresa a los trabajadores (como en la antigua Yugoslavia) o los administradores (como en Rusia), al parecer no ha
conducido a la reestructuración. Los programas de privatización en pequeña escala, mediante cupones de privatización o la venta de las empresas a su propio personal, en
general, fueron exitosos. Aparentemente la productividad es
mayor en las empresas privadas que en las públicas, y los datos de encuestas como las realizadas en Estonia indican que
las nuevas empresas son más productivas que las empresas
estatales privatizadas. Igualmente, lo sucedido en Eslovenia
y la República Checa indica que las empresas de propiedad
extranjera son más eficientes que las empresas privatizadas.
Por estas razones, la estrategia que consiste en comenzar con
una privatización rápida en pequeña escala y efectuar la privatización de las grandes empresas a lo largo de un período
más prolongado quizá habría sido más exitosa, a condición
de que se hubieran vendido las empresas más grandes. En
retrospectiva, el enfoque más lento y mejor adaptado a cada
empresa, aplicado en Hungría, por ejemplo, parece haber
sido más exitoso que el sistema checo de cupones de privatización, que se aplicó con más rapidez.
La gestión pública
97
Fuente: Pietro Garibaldi, Nada Mora, Ratna Sahay y Jeromin Zettelmeyer, 1999, “ What
Moves Capital to Transition Economies?” (inédito; Washington: FMI).
1 En el caso de Rusia, el período cubierto es 1994–97.
estructurales desempeñaron el papel principal en el logro de
una recuperación sostenida, dados sus efectos sobre el sector
privado. En resumen, se ha comprobado que los países que
han logrado la estabilización y que han llegado a la privatización y la reforma con mayor rapidez, han logrado un crecimiento más acelerado, y las reformas estructurales han
sentado las bases de la recuperación.
En algunos países los problemas de corrupción y gestión
pública son endémicos, en tanto que en otros son mucho
menos comunes. En algunos casos se ha logrado reducir
considerablemente la corrupción mediante la reforma tributaria, una mejor administración tributaria y reformas de
la reglamentación y de la función pública. También es evidente que en algunos países las expectativas no realistas en
cuanto a capacidad de absorción, o las dificultades políticas
internas, han impedido obtener beneficios importantes de la
considerable asistencia técnica externa recibida en las esferas
de la reforma jurídica, los mercados financieros, la actividad
del banco central y los sistemas fiscales, así como los demás
aspectos de un gobierno moderno. Esto ha ido en detrimento
Finanzas & Desarrollo / Septiembre de 2000
5
del crecimiento económico, dada la menor afluencia de inversiones externas e internas y los incentivos a la fuga del capital.
Si bien la corrección de los problemas vinculados a la gestión pública depende principalmente de la adopción de medidas internas, la asistencia externa puede promover la transparencia y reforzar las instituciones, y es posible condicionar la
futura asistencia al avance logrado en estas esferas. Sería de esperar que el mismo proceso que socavó el respaldo de que disponía el sistema comunista provoque una reacción política
contra la corrupción, que inhibe el crecimiento económico y
suscita desigualdades sociales.
Rusia
La experiencia de Rusia ha sido única. Cabe preguntarse por
qué, pese a un comienzo promisorio en 1992, un acelerado proceso de privatización en 1994–95 y la estabilización registrada
en 1995, las reformas ulteriores han sido lentas. La respuesta es,
en gran medida, que Rusia no logró llevar adelante las reformas
tras las elecciones de 1996, período en que poderosos intereses
creados cobraron mayor influencia en la esfera política y económica, agravando al mismo tiempo la corrupción. Rusia, como
muchos otros países, parece haber sufrido los efectos de “la maldición de los recursos naturales”: una fuente de riqueza fácilmente aprovechable sin gran esfuerzo productivo, más que una
inversión que era preciso desarrollar y promover.
El hecho de que Rusia no haya logrado resolver sus problemas fiscales, junto con el fácil acceso al capital externo y la
continua fuga del capital, dieron lugar a excesivos déficit fiscales y a una creciente deuda pública a corto plazo. El deterioro
del entorno externo, al bajar los precios del petróleo y agotarse
el financiamiento externo, aunado a la fragilidad del sistema
bancario interno y la inflexibilidad cambiaria impidieron evitar el colapso financiero, que quizá no se habría producido si
se hubieran aplicado vigorosas reformas después de 1996.
Cabe preguntarse ahora cuándo decidirán las autoridades
políticas dar nuevo impulso al programa de reforma y realizar
una mejor gestión pública. Pese al colapso de 1998, el Gobierno ruso no ha centrado sus esfuerzos únicamente en la esfera interna sino que ha seguido tratando de mantener las relaciones económicas con el resto del mundo. Los recientes
resultados electorales confirman que hay un consenso en
Gráfico 3
Perfil del producto y la inflación
Índice del PIB real (S–4 = 100)
Índice del PIB real (1989 = 100)
110
110
90
70
50
90
70
50
1989
91
93
95
Años civiles
S-2
S
S+2 S+4
Período de estabilización 1
Tasa media de inflación (porcentaje)
3.000
3.000
2.000
2.000
1.000
1.000
0
1989
91
93
95
97
0
Determinantes de la reforma
¿Cuáles son las características de una transición exitosa? El
análisis estadístico indica que la evolución del producto se ha
visto fuertemente influenciada por el alcance de la estabilización y la reforma, en relación con las condiciones iniciales; en
otras palabras, las reformas radicales han dado resultados.
Las ventajas de una transición exitosa son evidentes. Si se
sabe cuáles son las políticas que garantizan el crecimiento,
¿por qué no se adoptan en los países donde la reforma no ha
avanzado? La respuesta yace en el terreno de la economía política. Los países cuyo proceso de reforma fue más rápido son
los más próximos a Europa occidental, cuyo régimen comunista fue de menor duración y que más habían avanzado desde
el punto de vista económico, cuando fueron sometidos al control soviético o al iniciarse el proceso de transición. Por otra
parte, se admite que la perspectiva de ingreso en la Unión
Europea parece haber estimulado vivamente la reforma, incentivo que no existió en los países miembros de la CEI. La
principal tarea, para quienes respaldan la reforma, consiste en
crear y mantener una coalición en pro de la reforma. F&D
Berg, Andrew, Eduardo Borensztein, Ratna Sahay y Jeromin Zettelmeyer,
1999, “The Evolution of Output in Transition Economies,” documento de
trabajo del FMI WP/99/73 (Washington: FMI).
Fischer, Stanley y Alan Gelb, 1991, “Issues in Socialist Economy
Reform,” Journal of Economic Perspectives, vol. 5, págs. 91–105.
Fischer, Stanley y Ratna Sahay, 2000, “The Transition Economies after
Ten Years,” documento de trabajo del FMI WP/00/30 (Washington: FMI).
S-6 S-4 S-2
S
S+2 S+4
Período de estabilización 1
Años civiles
Países bálticos
Rusia, otros
Europa central y oriental
ex URSS
Fuente: Fondo Monetario Internacional.
1 El período de estabilización, S, se define como el año en que se inició el programa
de estabilización de la inflación.
6
cuanto al carácter irreversible de la transición y la creación de
una economía de mercado. Mirando hacia el futuro se advierte que queda mucho por hacer, especialmente en las esferas de la reestructuración de la industria y del sistema bancario, la eliminación de los incumplimientos de pago y del
trueque, la reforma tributaria, el fortalecimiento de las redes
de protección social y la reforma del sector agrario.
Sugerencias bibliográficas:
S-4
97
S. Fischer (der.), Primer Subdirector Gerente del FMI y
R. Sahay, Asesora del Departamento de Estudios del FMI.
Finanzas & Desarrollo / Septiembre de 2000
Nellis, John, 1999, “Time to Rethink Privatization in Transition Economies?”
IFC Discussion Paper No. 38 (Washington: CFI).
Wyplosz, Charles, 1999, “Ten Years of Transformation: Macroeconomic
Lessons,” estudio preparado para la Conferencia anual del Banco Mundial
sobre economía del desarrollo, del 28 al 30 de abril (Washington: BIRF).
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