Algunas reflexiones sobre el campo de aplicación del Reglamento

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Algunas reflexiones
sobre el campo de aplicación
del Reglamento (CE) 883/2004,
de 29 de abril
JORDI GARCIA VIÑA *
1. CUESTIONES GENERALES
E
l art. II-94 de la Constitución Europea, relativo a la Seguridad Social y
ayuda social, regula que la Unión reconoce y respeta el derecho de acceso a las
prestaciones de Seguridad Social y a los servicios sociales que garantizan una protección
en casos como la maternidad, la enfermedad,
los accidentes laborales, la dependencia o la
vejez, así como en caso de pérdida de empleo,
según las modalidades establecidas por el
Derecho de la Unión y las legislaciones y
prácticas nacionales.
De manera que toda persona que resida y
se desplace legalmente dentro de la Unión
tiene derecho a las prestaciones de Seguridad
Social y a las ventajas sociales de conformidad con el Derecho de la Unión y con las legislaciones y prácticas nacionales1.
* Profesor Titular de Derecho del Trabajo y de la
Seguridad Social. Universitat de Barcelona.
1
Sobre este tema, véase BARRIOS BAUDOR y MELENDEZ
MORILLO-VALVERDE, «La protección social en la Constitu-
Por esta razón, el desarrollo de una legislación comunitaria en materia de Seguridad
Social es una condición esencial para el ejercicio efectivo del derecho a la libre circulación
regulado en el Tratado de la Comunidad
Europea, así como en la Constitución Europea.
Así, sin una normativa comunitaria en
materia de Seguridad Social, es posible que
millones de ciudadanos europeos carecieran
de protección suficiente. Las personas que
trabajan por cuenta ajena o por cuenta propia, los funcionarios, pensionistas, estudiantes, turistas y otras categorías de personas
que ejercen su derecho a la libre circulación y
residencia dentro de la Unión Europea, se
enfrentarían a toda una serie de problemas
referentes a su Seguridad Social.
Es evidente que las leyes nacionales en
materia de Seguridad Social no son siempre la
respuesta a todos estos problemas; en algunos
casos, determinados trabajadores correrían el
ción Europea», Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, número 57, 2005, pág. 57.
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riesgo de estar asegurados en dos países o en
ninguno, o podrían perder derechos adquiridos a las prestaciones de la Seguridad Social
sin tener posibilidades de constituir otros.
Este es, por tanto, el objetivo de esta normativa: poder contar con un corpus jurídico
aplicable en toda la Unión Europea y que
garantice una protección eficaz y completa,
que posibilite la libre circulación.
Para cumplir con este objetivo, el Consejo
aprobó los Reglamentos 3/58 y 4/58, que fueron sustituidos por los dos actuales Reglamentos:
• Reglamento 1408/71, del Consejo, de 14
de junio de 1971, relativo a la aplicación
de los regímenes de Seguridad Social a
los trabajadores por cuenta ajena, a los
trabajadores por cuenta propia y a sus
familias que se desplazan dentro de la
Comunidad.
• Reglamento 574/72, del Consejo, de 21
de marzo de 1972, por el que se establecen las modalidades de aplicación del
Reglamento 1408/71.
Esta normativa existe desde hace más de
treinta años y ha sido adaptada, mejorada y
ampliada muchas veces, en la mayoría de
ocasiones, a fin de tener en cuenta los cambios en la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, así como
integrar las variaciones que se van produciendo en la legislación de los Estados miembros en materia de Seguridad Social2. Estos
factores contribuyeron a que estas dos normas de coordinación comunitaria resultaran
complejas y sumamente extensas, de manera
que para lograr el objetivo de la libre circulación de personas, era imprescindible sustituirlas, a la vez que modernizar el sistema y
simplificarlo.
La última modificación normativa cabe hallarla en
el Reglamento 647/2005, del Parlamento Europeo y del
Consejo, de 13 de abril de 2005.
La necesidad de una revisión general de
esta normativa se reconoció en el Consejo de
Edimburgo de 1992, en el que se preconizó
una simplificación de las normas. Además, la
Comisión confirmó la importancia de modernizar las normas de coordinación en la Comunicación de 1997 titulada «Plan de acción
para la libre circulación de los trabajadores».
En 1998, el Consejo presentó una propuesta
de Reglamento para simplificar las normas
comunitarias relativas a la coordinación de
los Sistemas de Seguridad Social y que sirvió
de base para el presente Reglamento.
En la actualidad, se ha promulgado el
Reglamento (CE) 883/2004, del Parlamento
Europeo y del Consejo, de 29 de abril de 2004,
sobre la coordinación de los Sistemas de
Seguridad Social3.
No obstante, el Reglamento 1408/71 sigue
vigente y sus efectos jurídicos mantienen su
validez para los siguientes actos:
• El Reglamento (CE) 859/2003, del Consejo, de 14 de mayo de 2003, destinado a
los nacionales de terceros países que,
debido únicamente a su nacionalidad,
no estén cubiertos por estas disposiciones.
• El Reglamento (CEE) 1661/85, de 13 de
junio de 1985, por el que se establecen
las adaptaciones técnicas de la normativa comunitaria en materia de Seguridad Social de los trabajadores migrantes en lo que se refiere a Groenlandia.
• El Acuerdo sobre el Espacio Económico
Europeo, el Acuerdo entre la Comunidad
Europea y sus Estados miembros por un
lado, y la Confederación Suiza por otro,
sobre la libre circulación de personas; y
otros acuerdos que hacen referencia al
Reglamento (CEE) 1408/71.
2
64
3
Publicado en el DOCE número 200, de 7 de julio
de 2004.
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JORDI GARCIA VIÑA
• La Directiva 98/49/CE, del Consejo, de
29 de junio de 1998, relativa a la protección de los derechos de pensión complementaria de los trabajadores por cuenta
ajena y los trabajadores por cuenta propia que se desplazan dentro de la Comunidad.
Además, el Reglamento 883/2004 sólo se
aplicará a partir de la fecha de entrada en
vigor del nuevo Reglamento de aplicación. Se
prevé que la Comisión presente una propuesta relativa a este reglamento de aplicación.
Hay que tener en cuenta que la normativa
comunitaria en materia de Seguridad Social
no tiene como finalidad sustituir a los diferentes Sistemas nacionales de Seguridad
Social por un sistema único europeo 4. Tal
armonización no sería posible debido a la
gran diferencia de niveles de vida existente
entre los Estados pertenecientes a la Unión
Europea y al Espacio Económico Europeo.
Además, incluso los Estados con niveles de
vida parecidos presentan diferentes Sistemas
de Seguridad Social que son fruto de antiguas
tradiciones y que integran la cultura de cada
Estado.
Por tanto, más que la adopción de medidas
destinadas a armonizar las diversas legislaciones, el Derecho comunitario prevé la coordinación de los sistemas nacionales. De esta
manera, en este marco de coordinación, se
detecta la siguiente clasificación:
• El Derecho comunitario establece normas y principios comunes que tienen
que ser observados por todas las autoridades, instituciones de la Seguridad
Social y tribunales de cada país cuando
aplican las leyes nacionales. De este
modo, asegura que la aplicación de las
diferentes legislaciones nacionales no
afectará negativamente a las personas
que ejercen su derecho a desplazarse y
residir en la Unión Europea y el Espacio
Económico Europeo.
El Reglamento 883/2004, que tiene como
objetivo la racionalización de los conceptos, las
normas y los procedimientos relativos a la coordinación de los Sistemas de Seguridad Social
de los Estados miembros presenta una serie de
cambios respecto al Reglamento 1408/71, entre
los que cabe destacar los siguientes:
• La mejora de los derechos de los asegurados con la ampliación de los campos de
aplicación personal y material.
• La aplicación de las disposiciones a
todos los nacionales de los Estados
miembros cubiertos por la legislación de
Seguridad Social de un Estado miembro
y no solamente a las personas que forman parte de la población activa.
• El aumento de las ramas de Seguridad
Social dependientes del régimen de
coordinación para incluir las legislaciones relativas a la prejubilación.
• El Estado miembro conserva el derecho
a determinar los tipos de prestaciones y
las condiciones de concesión. Así, puede
decidir quién va a estar asegurado de
acuerdo con su legislación; qué prestaciones están garantizadas y en qué condiciones; cómo se calculan estas prestaciones y cuántas cotizaciones deben
pagarse.
• La modificación de algunas disposiciones relativas al desempleo: mantenimiento, durante un tiempo determinado
(tres meses ampliables hasta un máximo de seis), del derecho a las prestaciones de desempleo para el desempleado
que se traslada a otro Estado miembro
con el fin de buscar empleo.
RECIO LAZA, «La Seguridad Social en la jurisprudencia Comunitaria», La Ley-Actualidad, (Madrid), 1997,
págs. 13-14.
• El reforzamiento del principio general
de la igualdad de trato, de especial
importancia para los trabajadores fronterizos, especialmente mediante la
4
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ESTUDIOS
inserción de una disposición que estipula la asimilación de los hechos.
• El fortalecimiento del principio de
exportación de las prestaciones.
• La introducción del principio de buena
administración.
2. ÁMBITO DE APLICACIÓN
2.1. Aspectos generales
El Reglamento considera que todas las
personas que residen en el territorio de uno
de los Estados miembros están sujetas a las
obligaciones y pueden acogerse al beneficio
de la legislación de todo Estado miembro en
las mismas condiciones que los nacionales de
dicho Estado. De la misma manera, permite a
todos los ciudadanos de la Unión Europea,
con independencia de que sean trabajadores
por cuenta ajena, trabajadores por cuenta
propia, jubilados, funcionarios, estudiantes o
no activos, conservar sus derechos en materia
de prestaciones sociales cuando se desplacen
por la Unión Europea.
Además, al extender el principio general
de igualdad de trato5, a diferencia del Reglamento 1408/71, donde este principio sólo es
aplicable a las personas que residen en el
territorio de un Estado miembro, ya no se exige esta condición previa de residencia en un
Estado miembro, de acuerdo con el art. 4 del
Reglamento6.
El Reglamento se aplica a todos los nacionales de un Estado miembro que estén o
hayan estado sujetos a la legislación sobre
Seguridad Social de uno o más Estados
miembros, así como a los miembros de sus
5
Sobre este principio véase GARRIDO PÉREZ, «La pensión de jubilación de los trabajadores migrantes españoles», Editorial Bomarzo, (Albacete), 2005, págs. 9-10.
6
Sobre esta cuestión véase STJCE de 12 de octubre
de 1978, asunto 10/78, Belbouab.
66
familias y a sus supérstites. Esto significa
que no sólo los trabajadores por cuenta ajena,
los trabajadores por cuenta propia, los funcionarios, los estudiantes y los jubilados, sino
también las personas no activas quedarán
protegidas por las normas de coordinación.
Las disposiciones del Reglamento se aplican, conforme a su art. 3, a las siguientes
prestaciones: enfermedad, maternidad, accidentes de trabajo, enfermedades profesionales, prestaciones de invalidez, subsidios de
desempleo, prestaciones familiares, prestaciones de jubilación y de jubilación anticipada, y subsidios de defunción.
Además, se extiende el principio de exportación de las prestaciones adquiridas a todas
las prestaciones en metálico salvo las excepciones previstas y se reconoce igualmente el
principio de la totalización de períodos, regulado en el art. 6 del Reglamento, según el cual
los períodos de seguro, de empleo o de residencia cubiertos bajo la legislación de un
Estado miembro se tendrán en cuenta en
todos los demás Estados miembros.
En todo caso, el precepto fundamental
para analizar esta cuestión es el 2 del Reglamento, referido al campo de aplicación personal, que presenta la siguiente regulación:
«1. El presente Reglamento se aplicará a
las personas nacionales de uno de los
Estados miembros y a los apátridas y
refugiados residentes en uno de los
Estados miembros, que estén o hayan
estado sujetas a la legislación de uno o
de varios Estados miembros, así como
a los miembros de sus familias y a sus
supérstites.
2.
Asimismo, el presente Reglamento se
aplicará a los supérstites de las personas que hayan estado sujetas a la legislación de uno o de varios Estados
miembros, cualquiera que sea la nacionalidad de tales personas, cuando
dichos supérstites sean nacionales de
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uno de los Estados miembros o apátridas o refugiados que residan en uno de
los Estados miembros».
2.2. Concepto de legislación
La expresión «que estén o hayan estado
sujetas a la legislación …» ha de ser interpretada teniendo en cuenta las siguientes dos
cuestiones:
• En cuanto al concepto, se ha considerado que la noción de legislación comprende todos los tipos de medidas legislativas, reglamentarias y administrativas
adoptadas por los Estados miembros7.
• Respecto a la extensión temporal, el
Reglamento al exigir como requisito
para quedar dentro del ámbito de aplicación que la persona esté o haya estado, supone que no resulta necesario que
la persona en el momento de causar la
prestación se encuentre bajo la legislación nacional comunitaria, por lo que
basta que haya cubierto los períodos
necesarios bajo dicha legislación8.
2.3. Concepto de trabajador
Si bien es verdad que el art. 2.1 del Reglamento 1408/71 se refiere a «trabajadores»,
mientras que el Reglamento 883/2003, prefiere utilizar el concepto «personas», al tener que
aplicar las disposiciones nacionales no queda
7
Sobre esta cuestión véase STJCE 31 de marzo de
1977, Asunto 86/76, Bozzone.
8
Así la STJCE 15 de diciembre de 1976, Asunto
39/76, Mouthaan, entendió que aunque el requisito
básico para considerar a una persona como trabajador
es que se encuentre asegurada por el Sistema de Seguridad Social, este requisito se considerará adquirido en el
momento en el que el trabajador satisfaga las condiciones materiales y objetivas establecidas por el régimen
previsto que le es de aplicación, aunque los trámites
para la afiliación a dicho régimen no hayan concluido.
más remedio que seguir utilizando estos criterios, como de hecho el Reglamento analizado
así lo hace durante todo su articulado.
Por esta razón, si se pretende definir el
concepto trabajador no queda más remedio
que acudir a la jurisprudencia comunitaria
que lo ha calificado como «todos aquellos que,
como tales y bajo cualquier denominación, se
encuentran cubiertos por los diferentes Sistemas nacionales de Seguridad Social9».
En todo caso, lo que sí define el Reglamento, en las letras a) y b) del art. 1 es la actividad por cuenta ajena, como toda actividad o
situación asimilada considerada como tal a
efectos de la legislación de Seguridad Social
del Estado miembro en el que se ejerza dicha
actividad o se produzca dicha situación y la
actividad por cuenta propia, como toda actividad o situación asimilada considerada como
tal a efectos de la legislación de Seguridad
Social del Estado miembro en el que se ejerza
dicha actividad o se produzca dicha situación10.
Sin embargo, el propio Tribunal ha entendido que la noción de trabajador ha de ser
interpretada con arreglo al Derecho comunitario de manera que la misma no pueda
variar de un Estado miembro a otro11. En
cuanto forma parte del principio de la libre
circulación, debe interpretarse de manera
extensiva y definirse según criterios objetivos
que caractericen la relación laboral, teniendo
en cuenta los derechos y deberes de las personas interesadas12.
Así, ha entendido que la característica
esencial para determinar si una persona es
STJCE 19 de marzo de 1964, Asunto 75/63, Unger.
Sobre la noción de trabajadores por cuenta propia, véase STJCE 23 de octubre de 1986, Asunto 300/84,
Van Roosmalen.
11
STJCE 3 de julio de 1986, Asunto 66/85, LawrieBlum.
12
STCE 30 de mayo de 1989, Asunto 33/88, Allue y
Coonan y STJCE 30 de marzo de 2000, Asunto, Banks y
otros.
9
10
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trabajador es que, durante un período de
tiempo preste sus servicios para un tercero y
bajo la dirección de éste a cambio de una
remuneración 13, abarcando únicamente el
ejercicio de actividades reales y efectivas y
excluyendo las actividades tan reducidas que
se presenten como puramente marginales y
accesorias14, pero no, por ejemplo, el trabajo a
tiempo parcial15.
Ahora bien, es evidente que a pesar de la
pervivencia de esta jurisprudencia, las consecuencias del cambio respecto a este concepto
van a ser importantes y pueden resumirse en
las siguientes16:
• Se deslaboraliza por completo el ámbito
aplicativo, al desaparecer la alusión a
trabajadores o al motivo que provoca la
intervención de varios ordenamientos
nacionales.
• Cada Ordenamiento nacional sigue
siendo el único competente para especificar el camino a cuyo través se accede al
correspondiente Sistema de Seguridad
Social.
• El factor determinante de que se apliquen las prescripciones comunitarias
viene constituido tan sólo por la entrada
en juego de varios Sistemas nacionales
de Seguridad Social respecto de un mismo sujeto.
13
STJCE 27 de junio de 1996, Asunto C-107/94,
Asscher y STJC 7 de junio de 2005, Asunto C-543/03,
Christine Dold. En el mismo sentido, ESPIN SAEZ, «El concepto de trabajador en la Unión Europea. A propósito
de la STJCE de 12 de marzo de 1998», Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, número 17, 2000,
pág. 270.
14
Sobre este concepto véase STJCE 31 de enero de
1989, Asunto 344/87, Bettay.
15
Sobre este tipo de trabajos véase STJCE 23 de
marzo de 1982, Asunto 53/81, Levin y STJCE 26 de
febrero de 1992, Asunto 357/89, Raulin.
16
SEMPERE NAVARRO, «Coordenadas de la Seguridad
Social Comunitaria: el Reglamento 883/2004», Aranzadi Social, número 2004, pág. 24.
68
• Pero no se extiende a todos los sujetos la
aplicación de la coordinación comunitaria, con independencia de cuál sea su
nacionalidad; los extranjeros extracomunitarios, en consecuencia, no quedan
comprendidos en el campo aplicativo.
2.4. Determinación de la ley aplicable
Antes de iniciar una actividad profesional
en el extranjero, conviene saber en qué país
estará asegurado. En otras palabras, qué
legislación nacional en materia de Seguridad
Social le será aplicable. Esto es muy importante, no sólo para el pago de las cotizaciones
a la Seguridad Social, sino también para el
derecho a recibir prestaciones y la adquisición de futuros derechos a pensión.
Respecto a esta cuestión, el art. 11 del
Reglamento determina que las personas a las
cuales sea aplicable este Reglamento estarán
sometidas a la legislación de un único Estado
miembro. La finalidad de esta disposición es
«no sólo evitar la aplicación simultánea de
varias legislaciones nacionales y las complicaciones que pueden resultar de ello, sino
también impedir que las personas comprendidas en el ámbito de aplicación del Reglamento se vean privadas de protección en
materia de Seguridad Social, a falta de legislación aplicable17».
A los solos efectos de la determinación de
la legislación aplicable, se considerará que
las personas que reciben una prestación en
metálico por el hecho o como consecuencia de
su actividad por cuenta ajena o propia serán
consideradas como si ejercieran dicha actividad.
De esta manera, la persona que ejerza una
actividad por cuenta ajena o propia en un
STJCE 15 de enero de 2000, Asunto, Comisión
contra Francia, STJCE 3 de mayo de 2001, Asunto,
Comisión contra Bélgica y STJCE 7 de julio de 2005,
Asunto C-227/03, Van Pommeren-Bourgondiën.
17
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Estado miembro estará sujeta a la legislación
de ese Estado miembro.
los Estados miembros en los que ejerce
una parte sustancial de su actividad.
Sin embargo, en algunos casos, estas normas no son suficientes para determinar en
qué país está asegurado un trabajador por
cuenta ajena o por cuenta propia, especialmente cuando existe ejercicio de actividades
en dos o más Estados miembros.
La persona que ejerza normalmente una
actividad por cuenta ajena y una actividad
por cuenta propia en diferentes Estados
miembros estará sujeta a la legislación del
Estado miembro en el que ejerza una actividad por cuenta ajena o, si ejerce dicha actividad en dos o más Estados miembros, a la
legislación determinada de conformidad con
estas reglas generales19.
El régimen jurídico en este caso, regulado
en el art. 13 del Reglamento es el siguiente:
La persona que ejerza normalmente una
actividad por cuenta ajena en dos o más Estados miembros puede estar sujeta a las
siguientes regulaciones:
• La legislación del Estado miembro de
residencia, si ejerce una parte sustancial de su actividad en dicho Estado
miembro o si depende de varias empresas o de varios empresarios que tengan
su sede o su domicilio en diferentes
Estados miembros.
• La legislación del Estado miembro en el
que la empresa o el empresario que la
ocupa principalmente tenga su sede o su
domicilio, siempre que dicha persona no
ejerza una parte sustancial de sus actividades en el Estado miembro de residencia.
La persona que ejerza normalmente una
actividad por cuenta propia en dos o más
Estados miembros puede estar sujeta a las
siguientes regulaciones18:
• La legislación del Estado miembro de
residencia, si ejerce una parte sustancial de su actividad en dicho Estado
miembro.
• La legislación del Estado miembro en el
que se encuentra el centro de interés de
sus actividades, si no reside en uno de
Sobre esta cuestión bajo el Reglamento 1408/71
véase STJCE 26 de mayo de 2005, Asunto C-249/04,
José Allard.
18
Finalmente, estas personas serán tratadas, a efectos de la legislación, como si ejercieran la totalidad de sus actividades por
cuenta ajena o propia y percibieran la totalidad de sus ingresos en el Estado miembro de
que se trate.
2.5. Supuestos especiales
Además de esta regla general y estas especialidades, hay que tener en cuenta una serie
de supuestos que presentan cuestiones propias.
2.5.1. Trabajador fronterizo
Un trabajador fronterizo es un trabajador
por cuenta ajena o por cuenta propia que ejerce su profesión en un Estado miembro distinto de aquel en el que reside y al que regresa
normalmente a diario o al menos una vez por
semana, conforme a la letra f) del art. 1 del
Reglamento20.
19
En este tema se debe recordar que en el caso
español el ejercicio simultáneo de una actividad por
cuenta propia en España y de una actividad por cuenta
ajena en otro Estado miembro por una persona residente en España es una excepción prevista en el Anexo VII
del Reglamento 1408/71, de manera que serán de aplicación ambas normativas.
20
Sobre este tema véase STJCE 22 de septiembre de
1988, Asunto 236/87, Anna Bergemann contra Budensanstalt für Arbeit.
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Como trabajador fronterizo, está amparado por la normativa europea en materia de
Seguridad Social de la misma forma que
todas las demás categorías de personas a las
que son aplicables estas disposiciones.
Sin embargo, existen algunas normas especiales en relación con las prestaciones por
enfermedad y las prestaciones por desempleo:
• En cuanto a las prestaciones en especie,
en caso de enfermedad y de accidente de
trabajo, tiene derecho de opción si es un
trabajador fronterizo entre obtener estas
prestaciones bien en el país en el que
reside, bien en el país en el que trabaja.
• En cuanto a las prestaciones por desempleo, tiene derecho a prestación, si está
en paro total, exclusivamente en el país
en el que reside, a no ser que pueda probar que mantiene lazos más estrechos
con el país en el que estuvo empleado
por última vez21.
Asimismo, el art. 28 del Reglamento regula unas normas especiales para los trabajadores fronterizos jubilados.
2.5.2. Trabajador desplazado
Un trabajador desplazado es una persona
que trabaja habitualmente en un país pero
que es destinado temporalmente a otro país
para trabajar allí para su empresa, siempre
y cuando, conforme al art. 12 del Reglamento, la duración previsible de dicho trabajo no
exceda de 24 meses22 y que dicha persona no
20
Sobre este tema véase STJCE 22 de septiembre de
1988, Asunto 236/87, Anna Bergemann contra Budensanstalt für Arbeit.
21
STJCE 6 de noviembre de 2003, Asunto C311/01, Comisión contra Países Bajos y STJCE 20 de
enero de 2005, Asunto C- 101/04, Roger Noteboom.
22
Se debe recordar que el art. 14.1.a) del Reglamento 1408/71 se refiere a que la duración previsible
del desplazamiento no vaya a exceder de doce meses.
70
sea enviada en sustitución de otra persona23.
Como trabajador desplazado, sigue asegurado en el país en el que normalmente trabaja, lo cual significa que continúa pagando las
cotizaciones a la Seguridad Social de ese
país.
La finalidad de esta diferencia radica en
pretender superar de manera efectiva las trabas que pudieran obstaculizar la libre circulación de los trabajadores, evitando complicaciones administrativas, para impedir que
una empresa establecida en el territorio de
un Estado miembro esté obligada a afiliar a
sus trabajadores desplazados sujetos normalmente a la legislación de Seguridad Social de
este Estado, al régimen de Seguridad Social
de otro miembro, a donde fueron enviados
para realizar trabajos de corta duración, lo
que complicaría aún más el ejercicio de la
libre prestación de servicios24.
Además, cuenta con los siguientes derechos:
• Prestaciones de asistencia sanitaria
inmediatamente necesarias en el país al
que ha sido destinado con independencia de que haya o no haya trasladado su
residencia.
• Subsidios familiares del país en el que
permanece asegurado, independiente-
23
La STJCE 9 de noviembre de 2000, Asunto Plum,
ha entendido que no pueden acogerse a esta ventaja los
trabajadores de una empresa de construcción establecida en un Estado miembro que son destinados a trabajos
en el territorio de otro Estado en el que la citada empresa ejerce la totalidad de sus actividades, salvo las meramente internas de gestión. A sensu contrario, sí puede
beneficiarse una empresa de trabajo temporal, según la
STJCE 10 de febrero de 2000, Asunto Fitzwilliam contra
Bestuur.
24
Sobre este tema véase, entre otras, STJCE 5 de
diciembre de 1967, Asunto Van der Vecht, STJCE 17 de
diciembre de 1970, Asunto Manpower, STJCE 11 de
junio de 1998, Asunto Kuusijarvi y STJCE 10 de febrero
de 2000, Asunto Fitzwilliam contra Bestuur.
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JORDI GARCIA VIÑA
mente del país en que residen los miembros de su familia.
• Prestaciones por desempleo en el país
en que normalmente trabaja. Sin
embargo, si traslada su residencia al
país al que ha sido destinado, también
podría tener derecho a las prestaciones
por desempleo en dicho país, conforme a
los artículos 64 y 65 del Reglamento.
En todo caso, antes de abandonar el país en
el que trabaja normalmente, debe solicitar los
impresos E-101 y E-106. Necesita estos formularios para probar que ha sido trasladado y
para acreditar su derecho a prestaciones por
enfermedad en especie. Además, el desplazado debe efectuar su solicitud a través del
modelo TA 200 (Declaración de mantenimiento de la legislación española de Seguridad
Social) y conforme al art. 125.2 TRLGSS, se le
considera en situación asimilada al alta25.
2.5.3. Marineros
Conforme al art. 11.4 del Reglamento, una
actividad por cuenta ajena o propia ejercida
normalmente a bordo de un buque en el mar
que enarbole pabellón de un Estado miembro
se considerará una actividad ejercida en
dicho Estado miembro. No obstante, la persona que ejerza una actividad por cuenta ajena
a bordo de un buque que enarbole pabellón de
un Estado miembro y que sea remunerada
por esta actividad por una empresa o una persona que tenga su sede o su domicilio en otro
Estado miembro estará sujeta a la legislación
de este último Estado miembro si reside en
dicho Estado. La empresa o persona que abone la remuneración será considerada como
empresario a efectos de dicha legislación.
25
Esta situación se halla regulada en la Orden Ministerial de 27 de enero de 1982, sobre trabajadores trasladados por su empresa fuera del territorio nacional, pero,
como se puede advertir, hay que aplicarla teniendo en
cuenta los Reglamentos comunitarios.
2.5.4. Agentes auxiliares
de las Comunidades Europeas
Los agentes auxiliares de las Comunidades Europeas, según el art. 15 del Reglamento, podrán optar entre la aplicación de la
legislación del Estado miembro en el que
están ocupados y la aplicación de la legislación del Estado miembro al cual han estado
sujetos en último lugar o del Estado miembro
del que son nacionales, excepto en lo que se
refiere a las disposiciones relativas a subsidios familiares, concedidos con arreglo al
régimen aplicable a estos agentes. Este derecho de opción, que sólo podrá ejercerse una
vez, surtirá efecto a partir de la fecha de
entrada en servicio.
2.5.5. Personas contratadas por embajadas
o consulados
Por regla general, estarán asegurados en
el Estado donde trabajan (es decir, el Estado
en el que se halla la embajada o consulado);
sin embargo, si es ciudadano del país representado, puede optar por estar asegurado en
ese Estado.
2.6 Familiares
Conforme al art. 2.1, el Reglamento se
aplicará a los familiares de las personas
nacionales de uno de los Estados miembros y
a los apátridas y refugiados, siempre que, en
ambos casos, sean residentes en uno de los
Estados miembros y que estén o hayan estado
sujetas a la legislación de uno o de varios
Estados miembros.
En principio, y de acuerdo con la letra i) del
art. 1 del Reglamento, existe una regla general ya que se entiende como familiar o miembro de la familia a toda persona definida o
admitida como miembro de la familia o designada como miembro del hogar por la legislación en virtud de la cual se sirvan las presta-
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71
ESTUDIOS
ciones; y una norma específica, en relación a
las prestaciones en especie de enfermedad, de
maternidad y de paternidad asimiladas, en
cuyo caso lo será toda persona definida o
admitida como miembro de la familia o designada como miembro del hogar por la legislación del Estado miembro en el que resida.
Además, contiene dos precisiones:
• Si la legislación de un Estado miembro
no distingue entre miembros de la familia y otras personas a las que sea aplicable dicha legislación, se considerarán
miembros de la familia el cónyuge, los
hijos menores de edad y los hijos mayores de edad a cargo.
• Si sólo se considera miembro de la familia o del hogar a una persona que viva en
el hogar de la persona asegurada o del
titular de una pensión, esta condición se
considerará cumplida cuando la persona de que se trate esté principalmente a
cargo de la persona asegurada o del titular de una pensión.
Esta regulación supone un avance respecto a las consideraciones del Reglamento
1408/71, ya que sólo si el trabajador era
nacional comunitario los miembros de su
familia quedaban dentro del ámbito de aplicación del Reglamento.
tal por la legislación en virtud de la cual se
conceden las prestaciones, pero imponía
como condición que se encontrara a cargo del
trabajador, derivándose dicha condición de
la situación de mantenimiento del trabajador.
En principio esta condición no se halla
regulada en el Reglamento 883/2004, pero sí
puede derivarse de la aplicación de la legislación concreta de cada Estado miembro.
2.8. Refugiados y apátridas
Conforme al art. 1 del Reglamento, se
entiende por refugiado, la persona definida
como tal en el artículo 1 de la Convención
sobre el Estatuto de los Refugiados, firmada
en Ginebra, el 28 de julio de 1951 y se entiende por apátrida, la persona definida como tal
en el artículo 1 de la Convención sobre el
Estatuto de los Apátridas, firmada en Nueva
York, el 28 de septiembre de 1954.
Además, se les exige, conforme al art. 2 del
Reglamento, que sean residentes en uno de
los Estados miembros y que estén o hayan
estado sujetos a la legislación de uno o de
varios Estados miembros.
2.9. Súbdito de un tercer país
Conforme al art. 2.2, el Reglamento
883/2004 se aplicará a los supérstites de las
personas que hayan estado sujetas a la legislación de uno o de varios Estados miembros,
cualquiera que sea la nacionalidad de tales
personas, cuando dichos supérstites sean
nacionales de uno de los Estados miembros o
apátridas o refugiados que residan en uno de
los Estados miembros.
En principio, la protección que brinda la
normativa comunitaria en materia de Seguridad Social está limitada a los ciudadanos de
los Estados miembros. De manera que los
súbditos de terceros países, o sea, ciudadanos
de países no pertenecientes a la Unión Europea o al Espacio Económico Europeo no están,
generalmente, cubiertos por esta normativa;
salvo que se trate de los miembros de la familia de una persona a la que es aplicable la normativa comunitaria, así los refugiados y los
apátridas.
El Reglamento 1408/71 definía al superviviente como aquella persona admitida como
Sin embargo, el Reglamento (CE) 859/2003,
del Consejo, de 14 de mayo de 2003, que entró
2.7. Supérstites
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REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES
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JORDI GARCIA VIÑA
en vigor en junio del mismo año, contenía la
siguiente redacción en el art. 1:
«Sin perjuicio de las disposiciones del anexo del presente Reglamento, las disposiciones del Reglamento (CEE) nº 1408/71 y del
Reglamento (CEE) nº 574/72 se aplicarán
a los nacionales de terceros países que,
debido únicamente a su nacionalidad, no
estén cubiertos por las mismas, así como a
los miembros de sus familias y a sus supervivientes, siempre que se encuentren en
situación de residencia legal en el territorio
de un Estado miembro y siempre que se
encuentren en una situación en la que
todos los elementos no estén situados en el
interior únicamente de un solo Estado
miembro».
Esto supuso una importante modificación
ya que eliminó la exigencia de nacionalidad
de un Estado miembro, lo que supone la
cobertura completa de los ciudadanos extracomunitarios26. Ahora bien, esta protección
se supedita al cumplimiento de una serie de
requisitos: a) acreditación de residencia legal
en el territorio de la Comunidad y b) la constatación de que todos los elementos no estén
situados en el interior únicamente de un solo
Estado miembro.
Ahora bien, cuando la situación no conecte
con varios Estados miembros, la tutela de los
derechos de estas personas se seguirá realizando mediante los Acuerdos de Cooperación
firmados por la Comunidad Europea y terceros
Estados, así como los convenios bilaterales que
perduran por su carácter más beneficioso27.
26
CARRASCOSA BERMEJO, «La coordinación comunitaria de la Seguridad Social», Madrid, (CES), 2004, pág. 67.
27
MORENO CALIZ, «Aplicación de los Reglamentos
comunitarios de Seguridad Social a los trabajadores
extracomunitarios», Revista del Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales, número 22, 2000, págs. 42 y ss.
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ESTUDIOS
RESUMEN
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El desarrollo de una legislación comunitaria en materia de Seguridad Social es una condición esencial para el ejercicio efectivo del derecho a la libre circulación. Más que la adopción de medidas destinadas a armonizar las legislaciones de los Estados miembros, el Derecho comunitario prevé la coordinación de los sistemas nacionales.
En relación al campo de aplicación, el Reglamento (CE) 883/2004, de 29 de abril tiene como
objetivo la racionalización de los conceptos, las normas y los procedimientos relativos a la
coordinación de los Sistemas de Seguridad Social de los Estados miembros.
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