FILIACION DE LOS HIJOS NACIDOS DE MATRIMONIO, PRUEBA

240910. . Tercera Sala. Séptima Época. Semanario Judicial de la Federación. Volumen 121-126, Cuarta Parte, Pág. 75.
FILIACION DE LOS HIJOS NACIDOS DE MATRIMONIO, PRUEBA DE LA. Si los
actores ejercitaron acción de alimentos en contra del demandado, aduciendo ser hijos de éste
y que se ha negado a proporcionarlos, de ello se sigue que es a aquéllos a quienes
correspondía acreditar fehacientemente su filiación. Pero, obviamente, no son pruebas que
basten para acreditarla, las copias certificadas de las actas del Registro Civil del nacimiento
de los menores, de las que se desprende que el demandado no compareció al Registro Civil a
reconocerlos como hijos suyos. Porque aunque del texto de las actas aparezca que la madre
de los menores manifestó que éstos eran hijos legítimos suyos y del demandado y que está
casada con él, es evidente que esa manifestación unilateral, aunque conste en documento
público, por sí sola no es prueba suficiente de la filiación de hijos nacidos de matrimonio,
pues el artículo 300 del Código Civil del Estado de San Luis Potosí dispone: "Artículo 300.
La filiación de los hijos nacidos de matrimonio se prueba con la partida de su nacimiento y
con el acta de matrimonio de sus padres". Lo que pone de relieve la necesidad de que, en el
caso, se presentaran tanto las copias certificadas de las actas de nacimiento de los menores,
como la del matrimonio de sus padres; mas como sólo exhibieron las primeras y de ellas se
deduce que en las actas sólo se asentaron las declaraciones de la madre, ha de aceptarse que
tales declaraciones no afectan jurídicamente al demandado; además de que para la
demostración de que los susodichos actores tienen el carácter de hijos naturales del ahora
quejoso, habría sido preciso que éste voluntariamente los reconociera o bien que existiera una
sentencia que declarara la paternidad; circunstancias que no se presentan (artículo 320 del
Código Civil), a lo que debe añadirse que el solo reconocimiento de uno de los padres, no
produce efectos en cuanto al otro (artículo 326).
Amparo directo 3852/77. Crescenciano Rivera Vázquez. 3 de mayo de 1979. Unanimidad de
cuatro votos. Ponente: José Alfonso Abitia Arzapalo. Secretario: Pedro Elías Soto Lara.
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