EL espacio y el poder

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ENSAYOS GEOPOLÍTICOS
EL ESPACIO Y EL PODER
Brigadier General (h) Gustavo Rosales Ariza
EL ESPACIO Y EL PODER
Autor
Brigadier General (h) Gustavo Rosales Ariza.
©Reserva de derecho de autor.
Editor
Universidad Militar Nueva Granada
Carrera 11 No. 100-81
PBX: 6500000
Bogotá, D.C. – Colombia
Diseño, diagramación e impresión
Pictograma Creativos Ltda.
Bogotá, D.C., Colombia
Diseño de carátula y portadillas
Mapa-mundi historico. Lith. de Thierry freres a Paris. (Caracas 1840)
http://www.davidrumsey.com/luna/servlet/detail/RUMSEY~8~1~20060~590053:Mapamundi-historico--Lith--de Thie?sort=Pub_Date%2CPub_List_No%2CSeries_No&qvq
=q:Codazzi%2BAgustin%2B1793%2B1859;sort:Pub_Date%2CPub_List_No%2CSeries_
No;lc:RUMSEY~8~1&mi=4&trs=23
Corrección
María Cristina Vega // [email protected]
Carlos Osorio Pineda // [email protected]
Asesor de investigación:
Andrés Cotrina Acosta // [email protected]
Coordinación editorial:
División de Publicaciones y Comunicaciones
Teléfono: 6500000
Universidad Militar Nueva Granada
ISBN: xxxxxxxxxxx
Queda prohibida la reproducción parcial o total de este libro, por medio de cualquier proceso reprográfico
o fónico, especialmente por fotocopia, microfilme, offset o mimeógrafo (Ley 23 de 1982), sin permiso
escrito del autor y del editor. Esta obra ha sido realizada con fines académicos y por la tanto exenta
de propósitos comerciales.
© 2012.
Dedicatoria
A la Universidad Militar Nueva Granada,
en sus 30 años de fundación.
En memoria del General Julio Londoño Londoño,
creador de la Geopolítica en Colombia.
A la memoria de mí querido padre.
CONTENIDO
Presentación
A manera de exordio
Introducción
CAPÍTULO I. EL ESPACIO
1. Teoría y desarrollo
1.1 Territorio o espacio
1.2 El espacio, el tamaño y la forma
a. El espacio
b. El tamaño del espacio
c. La forma del Estado
1.3 La situación con respecto del mar y otros Estados
a. El Derecho del mar
b. El poder marítimo
c. El espacio aéreo
1.4 Los cambios en la situación debidos a un aumento o disminución del
poder de uno o de varios Estados vecinos
a. Breve mirada al atlas histórico
b. Una reflexión histórica
c. La teoría como referente
Contenido
1.5 La historia de las pasadas cuestiones geográficas y el papel que las
mismas representan en la política exterior
a. El coloso Suramericano
b. Latinoamérica y sus fronteras en conflicto
c. Fuerza y mutación del espacio
CAPÍTULO II. ESPACIO Y POLÍTICA
2. En el auge y el ocaso de los imperios
2.1
2.2
2.3
2.4
En el período entre guerras (1918-1939)
En los posconflictos de la Segunda Guerra Mundial
La posguerra fría y la geopolítica
El Nuevo Orden Mundial
CAPÍTULO III. EL PODER
3. El Poder. Una aproximación al tema
3.1 El poder del Estado. Conceptualizaciones
3.2 De los atributos del poder
3.3 Aspectos tangibles
3.4 Aspectos intangibles
3.5 Guerra fría y Geoestrategia
3.6 Posguerra fría y geopolítica
3.7 Posguerra fría: geoeconomía y Geoestrategia
3.8 Los órdenes geopolíticos mundiales
3.9 Los códigos geopolíticos de Taylor
Contenido
CAPÍTULO IV. IMPERIALISMO Y GEOPOLÍTICA
4. Del imperialismo geográfico o formal al imperialismo informal
4.1 El imperialismo geográfico o formal
4.2 El imperialismo informal
4.3 La absorción de unidades como forma de expansión imperial
a. Un marco teórico
b. La expansión territorial de los Estados Unidos
c. La expansión territorial del Imperio Ruso
4.4 Los efectos geopolíticos de la expansión imperial
a. En el imperialismo formal
b. En el imperialismo informal
LECTURA SELECCIONADA FRONTERAS
ENSAYOS GEOPOLÍTICOS
EL ESPACIO Y EL PODER
PRESENTACIÓN
A MANERA DE EXORDIO
INTRODUCCIÓN
PRESENTACIÓN
E
n la oportunidad de conmemorarse el trigésimo aniversario
de la fundación de nuestra Universidad, el Brigadier General
(h) Gustavo Rosales Ariza, Director del Instituto de Estudios
Geoestratégicos y Asuntos Políticos de esta Casa de Estudios Superiores,
y dedicado a ella, da a la publicidad su último ensayo sobre aspectos
geopolíticos que ha titulado “El Espacio y el Poder”.
Se trata de una obra realizada con fines didácticos destinada a servir de
texto de consulta a docentes y alumnos, útil especialmente a los cultores
del estudio de las Relaciones Internacionales y de otras disciplinas
inherentes a las Ciencias Militares y Sociales. Soportado en los hechos
históricos universales y la visión de importantes tratadistas, el autor
nos presenta un valioso aporte académico al destacar la importancia
del espacio de un Estado y su incidencia en el uso del poder por parte
de los gobernantes, de donde se colige el estrecho vínculo que existe
entre la Geopolítica y la Política de Relaciones Exteriores.
Al presentar este nuevo aporte académico del Brigadier General (h)
Rosales Ariza, esta rectoría congratula a su autor y exhorta a la comunidad
neogranadina al estudio de su contenido en la seguridad que les resultará
de importante beneficio en favor de su acervo cultural y profesional.
Mayor General Eduardo Herrera Berbel
Rector
Bogotá, julio de 2012
A MANERA DE EXORDIO
L
as decisiones sobre política internacional a través de la historia se
tomaron por las grandes potencias fundamentadas esencialmente
en la Geopolítica. Eso lo demuestra la historia. Algunas veces
se equivocaron y otras muchas acertaron. Pero es más, en estos tiempos
en que casi cotidianamente surgen conflictos y se adoptan posiciones
que resultan inexplicables, la respuesta se encuentra en la Geopolítica.
La Geopolítica guía las decisiones
fundamentales en política exterior
Así, de la noche a la mañana el Presidente de los Estados Unidos
hace un llamamiento a sus compatriotas y se empeña en una guerra
ajena y distante, llámese Corea, Viet-Nam, Irak o Afghanistan. De un
día para otro lideres OTAN que mantenían cordiales relaciones con
Ghadafi cambian de bando y emprenden una acción colectiva para
su derrocamiento. En pocas semanas la “primavera árabe” genera un
cambio político en el que varios Estados observan a sus más cercanos
aliados en el banquillo de los acusados, sin que nada puedan hacer.
De la supuesta amenaza de Cuba, Estados Unidos pasa a la de Irán
y de ser meros espectadores del tradicional conflicto entre la India y
Pakistán, las grandes potencias se constituyen en actores en el Asia
Central. Otros se preguntan y ¿por qué los Estados Unidos guardan
un discreto silencio frente a un líder vecino nuestro que públicamente
A manera de exordio
denigra de la Secretaria de Estado? Que tal que fuera Colombia, dicen…
Todo esto, sino se estudia y analiza la geopolítica, será muy difícil
entenderlo.
En Colombia: una visión doméstica y centralista
En nuestro medio sin embargo, la geopolítica estuvo inicialmente
circunscrita a unos pocos estudiosos y a ser analizada principalmente
en las aulas de las academias militares, ajena a los dirigentes.
A ello contribuyó la ubicación de nuestra capital en el centro del país,
circunstancia que nos hacía mirar hacia adentro y ser como decía Alfonso
López Michelsen “El Tíbet de América”. Por ende, causa fundamental
de que en Colombia no existiera un sentido espacial y una proyección
externa, lo que necesariamente se reflejaba en una política internacional
esencialmente de contenido doméstico.
Algunos de los que tenían en sus manos las grandes decisiones del país
ignoraban principios y fundamentos básicos producto de la geografía, de
la economía, de la historia y de las condiciones del pueblo, para guiarse
exclusivamente por su intuición o por las circunstancias políticas coyunturales
del momento.
La periferia no existía
Así varios de los gobiernos de Colombia, una vez consolidada la independencia y la inexorable disolución de la Gran Colombia, se limitaron
a administrar desde Bogotá a una fracción del país que se limitaba a
Cartagena, Barranquilla, Medellín, Cali y Popayán y sus alrededores.
18
El Espacio y el Poder
A manera de exordio
El resto del país –más del 75 % - no existía. Ni Panamá ni la Costa
Mosquitia, que comprendía toda la costa caribeña que hoy pertenece a
Nicaragua y Costa Rica, estaban en la Agenda, no obstante que la Real
Orden de 1803 la había adscrito al Virreinato de la Nueva Granada. De
la cordillera oriental hacia el suroriente –incluyendo todos los Llanos
Orientales y la inmensa región amazónica- eran territorios ignotos
habitados, por “tribus bárbaras”, como decía el Concordato de 1887.
La tenebrosa Casa Arana, ocupó el territorio ubicado entre los ríos
Caquetá y Amazonas sin que a nadie en Colombia le importara. Tuvo que
visitar la región un cónsul de Inglaterra acreditado en Manaos, llamado
Sir Roger Cassement, protagonista del extraordinario libro de Vargas
Llosa “El Sueño del Celta”, para que se dieran a conocer las versiones
de las tropelías que cometían los capataces de Arana con los indígenas
colombianos en hechos que producían horror, de lo que dejó testimonio
en el “El Libro Rojo del Putumayo”, publicado en Londres.
La Guajira era para algunos de nuestros dirigentes “una región desértica
habitada por unos fieros indígenas, que era una carga que teníamos que
compartir con Venezuela” no obstante que, nuestros derechos llegaban
hasta los ejidos de la ciudad de Maracaibo.
La costa del Pacífico era tan abandona y deprimida que la gente ni
siquiera tenía una noción geográfica de la misma. Para algunos la costa
pacífica era solamente el Chocó, una región extraña y “habitada por negros”
abandonados a su propia suerte. Las gentes no podrían concebir que
Nariño, Cauca y Valle tuvieran costas sobre el Pacífico y solamente sabían
algo de Buenaventura por su condición de principal puerto colombiano,
sin que les importara mucho las condiciones de sus habitantes.
El Espacio y el Poder
19
A manera de exordio
El Estado colombiano para liberarse de los problemas que le
representaba la administración de esa enorme parte del país que
denominaba displicentemente “Territorios Nacionales”, resolvió mediante
el Concordato de 1887 y los convenios de misiones de 1903, 1928 y 1953
entregarlo a la administración de comunidades religiosas –la mayor
parte de ellas extranjeras- que asumieron no solamente la educación,
sino también en la práctica todas las ramas de la administración pública,
así como la vida, honra y bienes de los habitantes. Había que “civilizar”
a los “salvajes”…
Es más, esos “salvajes” estaban también en muchas zonas fundamentales
para Colombia, pero no para los gobiernos: el Catatumbo, el Cesar y
Urabá, para no mencionar sino algunas que se encontraban fuera de los
“Territorios Nacionales”.
En esas condiciones de enorme vacío de los “Territorios Nacionales”,
estos comenzaron paulatinamente a convertirse en el refugio ideal para
delincuentes comunes, guerrilleros y paramilitares que amenazaban y
atentaban contra los pobladores y colonos, así como en zonas propicias
para las siembras cultivos ilícitos y su procesamiento, que han sido el
combustible fundamental de la situación generalizada de violencia e
inseguridad en la que vive el país.
La Costa Mosquitia limítrofe con Costa Rica se perdió en un arbitraje
del Presidente Emile Loubet de Francia en 1900, mientras que la que
limitaba con Nicaragua, que estuvo ocupada por los ingleses hasta 1905,
nos vimos obligados a reconocerla a Nicaragua en el tratado de 1928.
Poco tiempo atrás Panamá se separó de Colombia con el “raponazo”
dado por los Estados Unidos en 1903, pero con la indolencia del
20
El Espacio y el Poder
A manera de exordio
gobierno central, que estaba enfrascado en rivalidades personales y
políticas y en guerras civiles intestinas. Se dice que el Presidente en
ejercicio, José Manuel Marroquín, uno de los grandes literatos y poetas
de Colombia, respondió a sus críticos diciendo „¿Y qué más quieren?
Me entregan una república y yo les entrego dos“…
Si Colombia no miraba ni siquiera hacia la periferia de su propio
territorio, sería iluso pensar que pudiera ver hacia el exterior y tener una
participación real en asuntos de importancia hemisférica o mundial.
Solamente seguía la corriente….
Se abre la política exterior
Nuestra política exterior estaba circunscrita casi exclusivamente
a las relaciones con Venezuela y Ecuador, nuestros dos vecinos con
fronteras vivas y naturalmente con los Estados Unidos. Tuvieron que
pasar muchos lustros para que personas como Carlos Lleras Restrepo,
Alfonso López Michelsen e Indalecio Liévano Aguirre le descubrieran al
país que tenía otros vecinos que siempre había ignorado: Panamá, Costa
Rica, Nicaragua, Honduras, Jamaica, Haití y República Dominicana.
Posteriormente se dio cuenta el país que había 52 naciones africanas a
las que olímpicamente habíamos considerado –tal como a los Territorios
Nacionales de Colombia- en “tierra de salvajes”, no importa que entre
ellas estuvieran las cunas mismas de la humanidad y de la civilización.
Una nueva circunstancia preocupante
Desafortunadamente, no obstante el paso de los años, en Colombia
comenzó a generarse últimamente una situación alarmante: la pérdida
El Espacio y el Poder
21
A manera de exordio
de la identidad nacional. Paulatinamente la historia y la geografía fueron
relegadas de las aulas de escuelas y colegios. Algunos estudiantes
confunden al río Magdalena con el Amazonas, creen que la cumbre más
alta de Colombia es el Everest y que Tomás Cipriano de Mosquera “fue el
Alcalde de un municipio de Cundinamarca”. El país pasó a constituirse
para algunos, simplemente en un lugar para residir y para extraer todos
los beneficios al menor costo posible; de ahí que resulte indispensable
al interés nacional el retorno a los programas escolares de las citadas
disciplinas académicas tan propias de las ciencias humanas y sociales.
Cosas de los tiempos actuales, de la vertiginosa evolución de la
tecnología, de las nuevas necesidades sentidas de la juventud, explican
algunos. Es extraño, pues no obstante tratarse de dos sistemas tan
antagónicos –posiblemente los más antagónicos del planeta en las últimas
décadas- Estados Unidos y Cuba, a los muchachos y a la población en
general se les recuerdan cotidianamente la labor de sus fundadores,
sus valores, su historia y las características de su territorio y los hacen
sentir comprometidos y orgullosos de sus países. Para algunos en
nuestro, el amor a la patria se limita simplemente a “un síndrome de
selección” según el cual cuando juega nuestra maltrecha selección de
futbol, suspenden sus labores y se pone las camisetas amarillas…
Hacer camino al andar
En Colombia poco a poco siguiendo el rastro de personas como el
General Julio Londoño Londoño y otros distinguidos colombianos, el
estudio de la Geopolítica se fue ampliando como materia fundamental
y básica para entender no solamente los fenómenos de nuestra propia
22
El Espacio y el Poder
A manera de exordio
patria, sino lo que deben ser los derroteros de su política exterior. Hasta
el punto que es materia en las principales facultades de relaciones
exteriores del país.
La obra que el Brigadier General (h) Gustavo Rosales Ariza que
hoy nos entrega, refleja su visión global de las realidades locales y
mundiales y demuestra su vocación permanente de investigador que
no se limita al inmediatismo del cual hemos adolecido; le conozco desde
hace muchos años, desde cuando era oficial de planta de la Escuela
Militar de Cadetes, recién egresado de la misma, y luego en la ya lejana
época en que fungíamos como Tenientes en la Escuela de Artillería,
cuando compartíamos, como lo hemos seguido haciendo, inquietudes
profesionales motivadas por el sentimiento patrio.
Rosales Ariza se ha distinguido por su afán de estudio e investigador
y agudo observador de los problemas nacionales e internacionales
y su acendrado amor por Colombia y su Ejército. Desde siempre ha
sentido por la Geopolítica y todo lo que la rodea un enorme interés y
una gran pasión que hoy en día son aprovechadas, en buen momento,
por la Universidad Militar Nueva Granada que lo cuenta entre sus más
destacados profesores e investigadores, lo que nos renueva el optimismo
de que estamos transitando por otros caminos….o mejor que se está
haciendo “camino al andar”…
Julio Londoño Paredes
Ex Ministro de Relaciones Exteriores
Bogotá, Julio de 2012
El Espacio y el Poder
23
INTRODUCCIÓN
R
obert Strautz Hupé en su obra La lucha por el Espacio y el Poder,
que he tomado como referente, anotó: “Como la política exterior
se convirtió en alta estrategia, los estadistas tuvieron que revelar
a sus pueblos las características de los respectivos países en relación con los
otros”. El autor quiso destacar la incidencia que el factor geográfico
había tenido sobre el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Y, para
corroborarlo, recordó cómo el presidente Franklin D. Roosevelt, en su
discurso del 23 de febrero de 1942, advirtió a sus connacionales que
debían escucharlo “con un mapa del Mundo a mano”1.
El valor del factor geográfico sobre la vida y evolución de los Estados,
ha sido un tema que se remonta a la antigüedad y es desde luego, muy
anterior a cuando fue incluido dentro de la geopolítica como ciencia,
disciplina esta que, como conocemos, surge a partir de la segunda mitad
del siglo XIX. Tratadistas como Strauss H., citan a Heródoto y Estrabón
entre aquellos pensadores que en esos lejanos tiempos, apreciaron la
influencia de la tierra sobre las costumbres políticas. Siglos después,
Montesquieu y Kant también destacaron la preponderancia de la
geografía física en la evolución de la política.
Karl Ritter (1779-1859), señalado por Strautz como uno de los más
importantes geógrafos alemanes, con incidencia en toda Europa, formuló
1
STRAUTZ HUPÉ, Robert. La lucha por el Espacio y el Poder, Cap. I Hermes, México
Introducción
el concepto de la geografía como la “Ciencia del globo viviente”. Y, aceptado
el Estado como una entidad biológica, “La vida nacional podía ser considerada
por el espacio y el espacio podía ser como una fuerza política en sí mismo”2. La teoría
de Ritter incidió sobre las de Ratzel (“un gran espacio mantiene la vida”), y
ésta sobre las de Haushoffer (el espacio vital).
El espacio territorial es concebido así como una expresión de la ley
natural que justificaría la expansión del Estado y su obtención se convertiría,
al decir de Strauss, en “una lucha por la supervivencia en la naturaleza”3
.El espacio entonces provee la fuerza del Estado y ésta es, a su vez, la que
facilita los actos de poder. De ahí mi interés por analizar en este texto y
desde la óptica académica, la relación entre el Espacio y el Poder.
Esta obra se halla dividida en cuatro capítulos: El Espacio, Espacio y
Política, El Poder y, finalmente, Imperialismo y Geopolítica. Cierra su
contenido, como un homenaje al gestor de la Geopolítica en Colombia,
General Julio Londoño Londoño, una Lectura Seleccionada, de su autoría,
titulada Fronteras e inserta en su libro Fundamentos de la Geografía Política.
Los estudiosos de la materia hallarán en la lectura de las páginas que
pongo a su consideración, conceptos doctrinarios y opiniones de
reconocidos analistas que les permitirán enriquecer sus conocimientos,
útiles especialmente a docentes y estudiantes.
Este libro se da a la publicidad dentro de los actos conmemorativos de
los 30 años de la fundación de la Universidad Militar Nueva Granada,
nuestra querida y pujante Casa de Estudios superiores que viene
desarrollando con éxito y empeño patriótico su noble misión. Para ella,
2
Ibíd.
Ibíd.
3
26
El Espacio y el Poder
Introducción
sus directivos y toda la comunidad neogranadina, dedico también esta
obra, en la esperanza de que cumpla el cometido profesional que me
impuse: investigar y producir conocimiento.
Al culminar esta introducción, van los más sinceros agradecimientos
por su valiosa cooperación, en primer lugar a mi amigo de siempre, el
ex canciller y embajador Julio Londoño Paredes, por el honor que me
dispensó al escribir el prólogo titulado, “A manera de Exordio”. De
igual manera, extiendo mis agradecimientos a Carlos Osorio Pineda,
Comunicador So­cial, dados sus oportunos comentarios, y muy especialmente a Nelson Andrés Cotrina Acosta, Politólogo y Asesor en la
investigación, caracterizado por su dinamismo y competencia. Y, finalmente, van para mis futuros lectores los mejores deseos porque esta
obra se constituya en un texto de consulta, que sea de aprovechamiento
en su accionar profesional.
Brigadier General (h) Gustavo Rosales Ariza
Bogotá, julio de 2012
El Espacio y el Poder
27
CAPÍTULO I
EL ESPACIO
“… no existen hechos históricos
que no tengan una base geográfica…”.
General Julio Londoño Londoño
CAPÍTULO I
EL ESPACIO
1. Teoría y desarrollo
1.1 Territorio o espacio
Para Rudolf Kjellen4, creador del vocablo “geopolítica” (geopolitik),
esta disciplina “es la ciencia que concibe el Estado como un organismo
geográfico o como un fenómeno en el espacio”, cuya vigencia se manifiesta,
de manera permanente, mediante cinco componentes que a juicio del
autor de la citada definición, son: el territorio, el pueblo, la economía,
la sociedad y el gobierno, siendo el primero de éstos, el territorio,
aquel espacio geográfico terrestre o marítimo que ocupa o requiere
ocupar el Estado y desde el cual se producen, dadas sus características,
trascendentes influjos políticos.
El significado moderno de territorio, afirma Taylor5 está muy ligado
al concepto legal de soberanía, “La soberanía supone que hay una autoridad
KJELLEN, Rudolf. El Estado como organismo viviente, 1916.
TAYLOR, Peter. Geografía política. Economía – mundo, Estado – nación y localidad. Editorial Trama, Madrid 1994 p. 146.
* Se refiere a la paz de Westfalia como punto de partida del sistema clásico internacional
(1648-1789) “(…) Casi todos los analistas de esta materia coinciden en que la “historia” de las relaciones internacionales comienza en el año 1648, con la Paz de Westfalia, mediante la cual se puso fin a
la guerra de los treinta años. A esta fecha se le reconoce generalmente como la que marca el origen del
sistema internacional, toda vez que fue tan solo a mediados del siglo XVII, en que el mundo comenzó
a registrar el nacimiento de los actores denominados naciones-Estados. En este momento aparecieron
en escena ciertas entidades que revestían las siguientes características: (1) un gobierno central único
que ejercía soberanía sobre (2) una población relativamente constante dentro de (3) un territorio relativamente bien definido (…)” En: Relaciones Internacionales. Situación Global en el siglo XXI.
4ed. Pearson y Rochester. Mc Graw Hill. Interamericana, Bogotá, 1995 p. 38.
4
5
Capítulo I. El Espacio
final y absoluta en unas comunidades políticas (Himsley, 1966:26)(…) La
unión del territorio y de la soberanía que surgió en el siglo posterior a 1494
y que alcanzó una forma definitiva en el Tratado de Wesftalia de 1648*-el
cual se puede considerar el primer tratado que define el derecho internacional
moderno–es lo que aporta la base legal del sistema interestatal moderno. El
Tratado de Westfalia reconocía que cada Estado era soberano en sus territorios;
es decir, ´que la interferencia en los asuntos internos de un país era el primer
delito contra el Derecho Internacional…´”.
El concepto de “territorio”, que en adelante denominaremos “espacio”,
ajustado al concepto geopolítico actual, comprende el espacio continental
e insular del Estado, los derivados del Derecho del Mar6 y de su propia
normatividad, más los que le corresponden a su espacio aéreo. Sobre el
particular la Constitución Política de Colombia determina7:
Artículo 101:
Los límites de Colombia son los establecidos en los tratados
internacionales aprobados por el Congreso, debidamente ratificados
por el Presidente de la República, y los definidos por los laudos arbitrales
en que sea parte la Nación.
Los límites señalados en la forma prevista por esta Constitución, sólo
podrán modificarse en virtud de tratados aprobados por el Congreso,
debidamente ratificados por el Presidente de la República.
Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Montego Bay, Jamaica 10
de diciembre de 1982.
Constitución Política de Colombia, Título III. Capítulo 4.
6
7
32
El Espacio y el Poder
Capítulo I. El Espacio
Forman parte de Colombia, además del territorio continental, el
archipiélago de San Andrés, Providencia, y Santa Catalina, la Isla de
Malpelo y demás islas, islotes, cayos, morros y bancos que le pertenecen.
También son parte de Colombia, el subsuelo, el mar territorial, la
zona contigua, la plataforma continental, la zona económica exclusiva,
el espacio aéreo, el segmento de la órbita geoestacionaria, el espectro
electromagnético y el espacio donde actúa, de conformidad con el
Derecho Internacional o con las leyes colombianas a falta de normas
internacionales.
Artículo 102
El territorio, con los bienes públicos que de él forman parte, pertenecen
a la Nación.
El Espacio y el Poder
33
Capítulo I. El Espacio
J. Atencio9, siguiendo a Kjellen, nos indica que para los efectos del
análisis geopolítico, resulta del mayor interés considerar el territorio
del Estado desde los siguientes puntos de vista:
• El espacio, el tamaño y la forma.
• La situación con respecto del mar y de otros Estados. El espacio aéreo.
• A los cambios en la situación, debidos a un aumento o disminución
en el poder de uno o de varios de los Estados vecinos.
• La historia de las pasadas cuestiones geográficas y el papel que
las mismas representan en la política exterior.
Bien vale la pena entonces, como contribución al desarrollo de una
metodología de la investigación geopolítica, seguir los anteriores
enunciados que conducen a una apropiada valoración acerca de la
incidencia del espacio en el diseño de la política internacional del Estado.
1.2 El Espacio, el tamaño y la forma
a. El Espacio
El primer elemento para efectos del análisis geopolítico con relación al
espacio, lo constituye la posición o ubicación sobre los cuales inciden el
clima, los recursos naturales, la idiosincrasia de los habitantes, la economía,
el valor estratégico, la accesibilidad, la contextura geopolítica, los asuntos
vecinales y regionales, así como el diseño de sus intereses nacionales y su
proyección en la política internacional. Algunos interrogantes nos facilitan
el análisis del espacio del Estado:
9
ATENCIO, Jorge I. Qué es la Geopolítica. Pleamar, Buenos Aires, 1965, p. 24
El Espacio y el Poder
37
Capítulo I. El Espacio
• ¿Se trata de un espacio continental?
• ¿Se trata de un espacio insular?
• En relación con las líneas de los trópicos y la zona tórrida ¿Qué lugar
se halla situado su espacio? ¿Incidencia de los cambios climáticos?
• ¿Posee el espacio del Estado ambas características: continental e
insular?
• Sí es insular, ¿se trata de una sola isla o de varias y entonces, entraría
en la clasificación de los Estados archipiélagos? Ejemplo: Filipinas
o Indonesia.
• Si es continental, ¿el espacio le permite acceso al mar? O ¿se trata
de un Estado mediterráneo? Ejemplo: Bolivia o Paraguay.
• ¿Cómo inciden los aspectos morfológicos en un espacio que posee
el Estado? ¿El clima y los pisos térmicos?
• ¿El espacio del Estado incluye posesiones extra continentales y/o
ultramarinas?
• ¿El número de países colindantes en el espacio territorial del Estado?
Ejemplo: China limita con 16, Rusia con 14, Brasil con 10, Colombia
con 5, en tanto que los Estados Unidos con 2, el Reino Unido con 1 y
Australia con ninguno.
• ¿El número de países colindantes con el espacio marítimo del Estado?
Ejemplo: como en los casos de Estados con costas sobre el mar Caribe,
el mar del Norte, el Báltico, el Mediterráneo o el Caspio, entre otros.
• ¿Estimula o limita la presencia de núcleos humanos?
• ¿Crea interdependencias vecinales y/o regionales?
38
El Espacio y el Poder
Capítulo I. El Espacio
• ¿Cómo se podría clasificar sus fronteras y límites? Y la incidencia
de las características del litoral.
b. El tamaño del Espacio
La extensión territorial y marítima del Estado corresponde a una situación
tangible que podemos expresar en kilómetros o en millas cuadradas,
y que podemos fácilmente visualizar en los mapas correspondientes
a la geografía política. Las bondades que ofrece el tamaño del Estado,
están relacionadas con las que le proporciona la ubicación y ésta con
las perspectivas del desarrollo humano en todo o en la mayor parte del
espacio. Así, por ejemplo: podemos observar que Canadá, con una de
las mayores extensiones territoriales, 3.830.840 millas cuadradas, alberga
una población estimada en 34,1 millones de habitantes, mientras que los
Estados Unidos, con 3.614.170 millas cuadradas de extensión territorial
poseía en 2010 una población de 309,3 millones10. Un caso interesante
lo presenta Sri Lanka que en una superficie de 65.610 km2, alberga 20,8
millones de habitantes11.
A las consideraciones anteriores habrá que agregar que en el mundo
actual, el espacio del Estado puede tener una extensión adicional, no
tangible, en lo referente a la superficie, pero sí, muy importante, y es
aquella que pueda surgir de sus tratados internacionales o de la acción
de las empresas multinacionales originarias de ese Estado.
Cifras de población en 1993 del World Bank Atlas, 2010.
10
Ibíd.
11
El Espacio y el Poder
39
Capítulo I. El Espacio
c. La forma del Estado
Para los efectos de la influencia de los factores geográficos sobre la
visión geopolítica del Estado, la “forma” se refiere a la configuración
terrestre que posee su perímetro. En este sentido, podemos considerar
las siguientes12:
• Compacta: la que “encierra una mayor cantidad de espacio en una
menor cantidad de límites”. Colombia es compacta.
• Alargada: existe una considerable diferencia entre longitud y latitud.
Ejemplo: Chile. Utilizando este país como ejemplo, el General Julio
Londoño Londoño emplea la forma atenuada “Cuando el área se
extiende a lo largo de un solo eje”13.
• Fragmentaria: es el caso de los Estados insulares y archipiélagos
• Mixta: incluye todas o parte de las anteriores.
En relación con las fronteras y límites de Colombia, Julio Londoño
Paredes, ex ministro de Relaciones Exteriores de Colombia y uno de
los cultores de la geopolítica en nuestro País, nos presenta en su obra
Derecho Territorial de Colombia14, una completa descripción del
origen histórico que permitió la suscripción de los diferentes tratados
limítrofes de Colombia.
IBÁÑEZ S. Roberto. Teoría del Estado, geopolítica y Geoestrategia Vol. XVII. Colección de Oro del Militar Colombiano. Imprenta y publicaciones de las Fuerzas Militares.
Bogotá: 1995 p.129
12
LONDOÑO LONDOÑO, Julio. Fundamentos de la Geografía Política. Servicios de Imprenta y Publicación de las Fuerzas Armadas, Bogotá, p.76.
13
LONDOÑO PAREDES, Julio. Derecho Territorial de Colombia. Vol. V. Colección de Oro
del Militar Colombiano. Imprenta y publicaciones de las Fuerzas Militares, Bogotá: 1973
14
40
El Espacio y el Poder
Capítulo I. El Espacio
La forma guarda relación con los conceptos geopolíticos atinentes a
la “contextura del Estado” dentro de los cuales se identifican:
• El “Núcleo Vital” (Heartland), o área geográfica del Estado “en que
están ubicados los poderes y desde donde el Estado irradia su potencia”15.
En muchos casos, el “Núcleo Vital” coincide con la ubicación de la
ciudad capital del Estado y su zona de influencia, aunque puede
tratarse también de un espacio mucho mayor que comprendería un
sector definido que dinamiza la economía. En el caso de Colombia,
el “núcleo vital” podría estar comprendido dentro del triángulo que
tiene como puntos extremos a Bogotá, Medellín y Cali, situándose en
su interior los principales impulsos políticos, económicos e incluso
históricos que tipifican el País.
• Un “espacio de crecimiento” (Hinterland), o área que se extiende
del núcleo vital a la frontera”16 y que viene a constituirse en el
cuerpo del Estado que contribuye al desarrollo del núcleo. En este
espacio, se hallan los llamados “polos de desarrollo” o sea aquellas
localidades que inciden sobre el desarrollo regional; una especie
de núcleos vitales zonales. Tales son los casos de Barranquilla en
la costa Atlántica, Bucaramanga en el Nororiente colombiano y
Villavicencio en el Suroriente colombiano.
• La red de comunicaciones, terrestre, aérea, fluvial e incluso marítima
y lacustre, a la cual se unen los medios inalámbricos y los que surjan
de los avances tecnológicos, todos contribuye al desarrollo del Estado.
ROSALES ARIZA, Gustavo. Geopolítica y Geoestrategia. UMNG, Bogotá: 2005, p. 44.
15
Ibíd, p. 44.
16
El Espacio y el Poder
41
Capítulo I. El Espacio
• Las fronteras o “borde que envuelve la periferia del Estado”17. Es
usual emplear indistintamente los términos “límite” y “frontera”.
No obstante, poseen distinta interpretación. Se entiende por límite
“la línea hasta la cual el Estado ejerce su plena soberanía. El límite
es el confín del Estado. La frontera es la zona contigua al límite18.
Taylor, al referirse a las regiones de frontera y líneas fronterizas,
indica que “Kristof (1959) se vale de la etimología de los términos para
deducir lo que lo diferencia. La expresión “región de frontera” (frontier)
procede del concepto de “al frente”, como si fuera “la punta de lanza de
la civilización”. La expresión “línea fronteriza” (bounder), procede del
“límite” (bound), que implica un límite territorial. Por consiguiente, la
región de frontera está orientada hacia afuera y la línea fronteriza hacia
adentro. Una línea fronteriza es una línea de separación, mientras que
una región de frontera es una zona de contacto”19.
En relación con las fronteras, el General Londoño Londoño, en la obra
ya citada, se refiere a los denominados Puntos Triples y a las Puntas
de Crecimiento20, anotando al respecto:
Punto Triple: “Toda frontera posee dos extremos, cada uno de los cuales
debe terminar en el mar o frente a un tercer país. Este punto en que una frontera
toca un tercer país ha sido llamado Punto Triple (triplex confinm)”.
17
Ibíd, p. 44.
Ibíd. P. 44.
18
19
TAYLOR, Op. Cit. p. 152.
Ibíd. pp.16-47.
20
42
El Espacio y el Poder
Capítulo I. El Espacio
Sobre el particular el General Londoño agrega en su Nueva Geopolítica
de Colombia21 que “en Suramérica hay 26 fronteras que tienen 52 extremos.
De estos 13 van al mar y los otros 39 concurren a formar 13 puntos triples de
los cuales 9 corresponden al Brasil, país que limita con todos los suramericanos,
excepto Chile y Ecuador”. En el caso de Colombia, identifica tres puntos
triples: el de la Piedra del Cocuy, en donde se encuentra con Venezuela
y Brasil; el de la Quebrada de San Antonio a donde concurren también
Brasil y Perú y, finalmente, el de Guepí en donde coinciden Colombia,
Ecuador y Perú.
Puntas de Crecimiento: “Cada vez que una frontera penetra profundamente
en territorio vecino, se forma una Punta de Crecimiento. Se llama así porque a
través de la historia se ha visto siempre que posee un dinamismo que no poseen
otros tamos de la frontera”. El citado autor alude a la llamada “Ley de las
Puntas de Crecimiento”, según la cual, “cuando el dinamismo interior de
una Punta de Crecimiento es mayor que el del medio circundante, la Punta trata
de ampliarse a costa del país vecino, pero cuando el medio circundante tiene una
vitalidad mayor que el de la Punta, ésta trata de desaparecer”.
“En Colombia existen cuatro Puntas de Crecimiento, dos de las cuales son
estáticas, la de la Piedra del Cocuy en el Guanía y la del Papurí en Mitú, que penetran
ambas unos 2.000 km2 en el Brasil, y dos puntas dinámicas así, la del territorio
de Río de Oro en la cual Venezuela penetra profundamente entre la Serranía de
los Motilones y el Río Intermedio, unos 800 kms2 (…) La segunda de las Puntas
dinámicas es la formada por el Trapecio Amazónico o Trapecio de Leticia. Tiene
alrededor de 7.000 kms2 y ya fue objeto de disputas armadas”.
LONDOÑO, LONDOÑO, Julio. Op. Cit., Bogotá pp. 77-78.
21
El Espacio y el Poder
43
Capítulo I. El Espacio
Mapa
Mapa
Político
Colombia
Mapa 2.2.Mapa
Político
dede
Colombia
(Puntas
PuntasTriples)
Triples)2222
(Puntasde
deCrecimiento
Crecimiento y
y Puntas
Mapa 2. Mapa Político de Colombia
(Puntas de Crecimiento y Puntas Triples)22
4
4
3
2
1
2
Puntas de Crecimiento
3
2
1
Puntas de Crecimiento
1. Departamento Amazonas
2. Departamento
Vaupés
1. Departamento
Amazonas
3. Departamento
2. Departamento
VaupésGuainía
4. Departamentos Norte de Santander
3. Departamento
Guainía
y Cesar
4. Departamentos Norte de Santander
y Cesar
3
3
2
Puntas Triples
Puntas
Triples
1. Frontera
Colombia – Ecuador – Perú
Frontera Colombia
– Brasil
– Perú – Perú
1.2. Frontera
Colombia
– Ecuador
Frontera Colombia
– Brasil
Venezuela
2.3. Frontera
Colombia
– Brasil
– Perú
3. Frontera Colombia – Brasil Venezuela
Fuente: http://www.elvia-asematic.com/suarez/planocol.htm. Adaptación del autor.
22
Fuente: http://www.elvia-asematic.com/suarez/planocol.htm
Adaptación del autor.
Fuente: http://www.elvia-asematic.com/suarez/planocol.htm
El Espacio y el Poder
44
Adaptación del autor.
24
24
Capítulo I. El Espacio
1.3 La Situación con respecto del mar y otros Estados
a. El derecho del mar
Los derechos de soberanía de un Estado sobre la zona marítima
comprendida entre la línea de costa y la superficie marítima, tuvieron
su origen en motivos de defensa soportados por el alcance de la artillería
costanera. Una evolución del concepto ha hecho prevalecer las razones
económicas para determinar su anchura, de tal manera que se incluyan bajo
la soberanía del Estado los recursos del subsuelo, el suelo y la superficie
del mar. En la actualidad, la ya citada Convención de las Naciones Unidas
sobre el Derecho del Mar (1982)23, regula la materia, definiendo conceptos
relacionados con el Mar Territorial y la Zona Contigua, los Estrechos
utilizados y la navegación internacional, los Estados Archipiélagos, la Zona
Económica Exclusiva, la Plataforma Continental, la Alta Mar, el Régimen
de las Islas, los Mares cerrados y semi cerrados, el Derecho de acceso al
mar y desde el mar de los Estados sin litoral, la libertad de tránsito y la
Protección y Preservación del Medio Marino, entre otras disposiciones.
La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar
incluye las siguientes definiciones básicas:
• Mar territorial: 1. La soberanía del Estado ribereño se extiende más allá de
su territorio y de sus aguas interiores y, en el caso del Estado archipielágico,
de sus aguas archipielágicas, a la franja de mar adyacente designada
con el nombre de mar territorial. 2. Esta soberanía se extiende al espacio
aéreo sobre el mar territorial, así como al lecho y al subsuelo del mar24
En: Espacios marítimos. Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho al Mar
23
Parte II El mar territorial y la zona contigua. Sección I. Disposiciones Generales, artículo 2.
24
El Espacio y el Poder
45
Capítulo I. El Espacio
Todo Estado tiende a establecer la anchura de su mar territorial hasta
un límite que no exceda las 12 millas marítimas a partir de líneas de
base determinadas de conformidad con esta Convención25.
• Zona Contigua: 1. En una zona contigua a su mar territorial, designada
con el nombre de zona contigua, el Estado ribereño podrá tomar las
medidas de fiscalización necesarias para: a. Prevenir las infracciones de
sus leyes y reglamentos aduaneros, fiscales, de inmigración o sanitarios
que se cometan en su territorio o en su mar territorial; b. Sancionar las
infracciones de esas leyes y reglamentos cometidas en su territorio o
en su mar territorial. 2. La zona contigua no podrá extenderse más allá
de 24 millas marinas contadas desde las líneas de base a partir de las
cuales se mide la anchura del mar territorial26.
• Zona Económica Exclusiva: Artículo 55. La zona económica exclusiva
es un área situada más allá del mar territorial y adyacente a éste,
sujeta al régimen jurídico específico establecido en esta Parte, de
acuerdo con el cual los derechos y la jurisdicción del Estado ribereño
y los derechos y libertades de los demás Estados se rigen por las
disposiciones pertinentes de esta Convención. Artículo 57. La zona
económica exclusiva no se extenderá más allá de 200 millas marinas
contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la
anchura del mar27. La Convención, mediante los artículos 56 y 58, fija
los derechos, jurisdicción y deberes del Estado ribereño, así como los
derechos y deberes de otros Estados en la zona económica exclusiva.
Ibíd. Sección 2. Límites del mar territorial, artículo 3.
25
Ibíd. Sección 4. Zona contigua, artículo 33.
26
Ibíd. Parte V. Zona económica exclusiva, artículos 55 y 57.
27
46
El Espacio y el Poder
Capítulo I. El Espacio
• Plataforma Continental: La plataforma continental de un Estado
ribereño comprende el lecho y el subsuelo de las áreas submarinas
que se extienden más allá de su mar territorial y a todo lo largo de
la prolongación natural de su territorio hasta el borde exterior del
margen continental o bien hasta una distancia de 200 millas marinas
contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la
anchura del mar territorial, en los casos en los cuales el borde exterior
del margen continental no llegue a esa distancia.
Por una parte, existe una plataforma continental “jurídica”, de una
extensión de 200 millas, que coincide por lo tanto, con la extensión de la
zona económica exclusiva, independiente de las características geológicas
del lecho y del subsuelo. Por la otra, cuando la prolongación natural de
las áreas submarinas adyacentes se extiende más allá de las 200 millas,
el límite exterior es el borde del “margen continental” que comprende
no sólo la plataforma continental propiamente dicha, sino también el
“talud” y la “emersión continental” que es un área intermedia ubicada
entre el talud continental y el fondo abisal.
En relación con el Alta Mar, la Convención determina una serie de
disposiciones generales relacionadas, entre otras, con la libertad delAlta
Mar, los derechos de navegación, la condición jurídica de los buques,
los deberes del Estado, el Pabellón y consideraciones de orden penal.
Interesa conocer que conformecon los artículos 88 y 89,el Alta Mar será
utilizado exclusivamente con fines pacíficos y ningún Estado podrá
pretender en forma legítima, someter cualquier parte delAlta Mar a
su soberanía.Por el artículo 90, se establece que “Todos los Estados, sean
ribereños o sin litoral, tienen el derecho de que los buques que enarbolan su
pabellón, naveguen en Alta Mar”.
El Espacio y el Poder
47
Fuente: http://fcc2ic.files.wordpress.com/2010/04/espacios_oceanicos.jpg
28
Gráfico 1. Espacios oceánicos y Derechos de los Estados28
Capítulo I. El Espacio
48
El Espacio y el Poder
Capítulo I. El Espacio
Diego Uribe Vargas, ex ministro de Relaciones Exteriores, en su obra
Mares de Colombia. La acción diplomática que duplicó el territorio
nacional29, afirma que “el mar ha sido siempre importante herramienta del
hombre para su desarrollo. La comunicación, el comercio, la explotación de
los recursos y la defensa armada son claros ejemplos. Su normatividad se ha
consolidado mediante un accidentado proceso de formación histórica signado
por la oscilación entre la libertad de los mares y su apropiación por los Estados”.
El expresidente y canciller colombiano Alfonso López M., citado en la
presentación de la misma obra30 indicó con referencia al valor del mar “el
espacio oceánico contiene más del 95 por ciento del agua mundial y posee más
hidrocarburos y minerales que aquellos que se encuentran en la superficie terrestre.
El 18 % de la producción de petróleo en 1972 provenía del fondo del mar”.
b. El poder marítimo
El Almirante Alfred Mahan31 a quien se le atribuye la teoría del Poder
Naval, fundamentó su criterio en su obra Influencia del poder naval
en la historia en la siguiente afirmación: “(…) el poder marítimo es la
base vital del gobierno de un Estado(…)”. Para hacer efectiva la teoría, es
preciso considerar la existencia de algunos factores incidentes como:
la situación geográfica, la extensión de las costas y su configuración,
la relación sobre la población y el mar, y la política gubernamental,
apoyados por una apropiada flota de guerra, una buena flota mercante,
puertos eficientes y una industria naval adecuada. Siguiendo a Mahan,
URIBE VARGAS, Diego. “Mares de Colombia. La acción diplomática que duplicó el territorio nacional” Universidad Jorge Tadeo Lozano. Bogotá: 2001, p. 32.
Nota del autor: la lectura y el estudio de esta obra ilustran acerca de la delimitación marítima de Colombia e incluye como anexo el texto de la Convención de las Naciones Unidas
sobre el Derecho del Mar.
29
Ibíd. p. 16.
30
MAHAN, Alfred. The influence of sea power upon history 1660-1783.Little, Brown and
Company, 1898.
31
El Espacio y el Poder
49
Capítulo I. El Espacio
el General Londoño Londoño32, indicó que:
“(…) el primer requisito de Mahan consistía en que la nación que quisiera
conquistar el mundo debería ser un país rico; su riqueza la lograría
por medio de una gran industria. La industria habría de abstenerse
de materias primas traídas con ayuda de una marina eficiente la que
a su vez llevaría productos manufacturados a los principales centros
de comercio para regresar trayendo más materias primas (…)”33.
Como ejemplo tomó a Inglaterra y anotó que esta potencia además de
haber cumplido con todos los requisitos enunciados, había soportado
su dominio del mar, controlando los principales “ejes de navegación”
mundial, tales como
“(…) Gibraltar, Malta y Suez, sobre el Mediterráneo; Terranova,
Jamaica (aún no había sido abierto el Canal de Panamá) y las islas
Falkland Malvinas, en América, Suráfrica y Diego Suárez, en África;
Yemen, India, Singapur, Darwin, Tasmania, Sarawak y Nueva
Zelandia, en el Asia (…)”
Fundamentos de la Geopolítica. Colección de Oro del Militar Colombiano. Volumen IX,
Imprenta y publicaciones de las Fuerzas Militares. Bogotá: 1978.
32
Ibíd.
33
50
El Espacio y el Poder
Adaptación del autor.
34
Mapa 3. Ejes de la navegación mundial. Visión del siglo XIX34
Capítulo I. El Espacio
El Espacio y el Poder
51
Capítulo I. El Espacio
c. El espacio aéreo
Transcurrido más de un siglo del nacimiento de la aviación, ocurre
que las dinámicas constantes de su evolución, producto de los avances
tecnológicos, no facilitan establecer con permanencia aceptable los límites
estatales ultraterrestres del espacio aéreo. También es preciso considerar
las obligaciones del Estado surgidas de los acuerdos internacionales
para la operación de la aviación civil, en relación con los sobrevuelos
comerciales sobre su territorio y los privilegios que se concedan para
aterrizaje y uso de la estructura aeroportuaria y transporte de pasajeros,
correos o carga desde el exterior y hacia el exterior. En cuanto a la aviación
militar, su aplicación sobre el espacio está estrechamente vinculada a
consideraciones de seguridad y defensa nacional.
Situación particular es la que presenta el espacio ultraterrestre. Los derechos sobre él, varían entre una delimitación sustentada en la capacidad del
Estado para controlarlo, lo cual privilegia a las potencias más desarrolladas,
o la que fija la soberanía hasta una altura determinada (100 km, por ejemplo),
dejando el resto como de utilidad común de los Estados. Y, dentro de esta
compleja situación surgen, los derechos de utilización de la “órbita geoestacionaria”, ubicada en la zona ecuatorial, cuyouso mediante el empleo del
satélite, permite al Estado usuario muchísimas ventajas técnicas y económicas.
1.4 Los cambios en la situación debidos al aumento o disminución
del poder de uno o de varios Estados vecinos.
a. Breve mirada al atlas histórico
Pearson y Rochester nos recuerdan que “la historia de la humanidad puede
interpretarse como la búsqueda de una óptima unidad política con el péndulo
52
El Espacio y el Poder
Capítulo I. El Espacio
oscilando entre dos extremos: uno constituido por un orden único universal
(los Imperios de Roma y Alejandro el Grande) y otro por un conjunto de entes
políticos más pequeños”35 Entre estos, por ejemplo: el de las ciudades-Estado
de la antigua Grecia o los de la Italia del Renacimiento, incluidos los que
caracterizaron a la Europa feudal de la Edad Media. Ambas tendencias
cedieron, al dar paso al concepto de Estado-Nación que surgió, como
ya se ha notado, de la principal consecuencia del Tratado de Westfalia
(1648), pero que ha requerido para su consolidación, y desde entonces,
de un largo proceso en su desarrollo, en el cual los efectos de las guerras
representaron un papel determinante.
Ejemplos de ello, se materializaron en el siglo XIX con las reunificaciones
de Alemania e Italia o en el siglo XX, con la aparición de los EstadosNación, surgidos de la Primera y Segunda Guerras Mundiales.
Igualmente, con los establecidos tras el colapso o la fragmentación
de los Estados multinacionales como el de Austria-Hungría en 1918,
de la Unión Soviética en 1990 y ó por causas similares, en los casos
de Checoslovaquia y Yugoeslavia.
Al inicio del siglo XX, el número de Naciones-Estado no llegaba a 50;
en el período de entre-guerras se incrementó, y continuó en ascenso
como consecuencia de los procesos de descolonización36, situación que
ha permitido presentar, hoy en día dentro del sistema Internacional, a
192 Naciones-Estado.
Op. Cit. p. 39.
35
Para observar el proceso de descolonización en África, ver mapa en:
http://www.google.com.co/imgres?q=descolonizaci%C3%B3n+en+%C3%81frica&um=
1&hl=es&sa=N&tbm=isch&tbnid=XuVqagfIyED6BM:&imgrefurl=http://historiamundocontemporaneo1bach.blogspot.com
36
El Espacio y el Poder
53
54
Fuente: http://danieleconomist.blogspot.com/2012/04/la-descolonizacion-del-africa-30-de.html
37
Gráfico 2. Descolonización de África37
Capítulo I. El Espacio
El Espacio y el Poder
Capítulo I. El Espacio
Los conceptos “Estado” y “Nación” son a menudo utilizados
indistintamente, pero poseen significados diferentes. Por Estado debe
entenderse al ente político legal,y por Nación, al ente cultural o social.
El Estado-Nación se nos presenta entonces como la nación jurídicamente
organizada. Se afirma que durante los dos siglos siguientes al Tratado
de Westfalia, fue el Estado el creador de la Nación38, pues la existencia
de un gobierno con soberanía sobre un determinado espacio, estimuló a
la población que lo habitaba a forjar el sentido de la nacionalidad, pero
en las centurias siguientes se ha presentado un proceso contrario: han
sido las naciones las que han creado muchos Estados, y sus espacios
corresponden a poblaciones con idénticas o similares manifestaciones
culturales, como la etnia, la religión y el idioma, generadores del
nacionalismo u orgullo patriótico que estimula a que el ciudadano
para que se identifique con el Estado.
Las teorías geopolíticas, de Ratzel39 (“el espacio amplio conserva la vida”), y
Kjellen (“si un Estado poderoso es pequeño tiene el derecho a ampliar su territorio
si quiere seguir siendo poderoso”), dieron curso a la de (el Espacio Vital),
propio de la Escuela Geopolítica alemana liderada por Karl Haushofer:
“nada hay fuera de la amplitud del espacio, que asegure la libre existencia de
una nación”40. A estos impulsos expansionistas, se habría de agregar
otro: ¿Toda la nación se encuentra dentro de los límites del Estado? Fue
así, entonces, como el nacional-socialismo alemán halló justificable la
expansión de la Alemania de pre-guerra, procediendo a la reintegración
de la región del Sarre (1934), la remilitarización de la Renania (1936), la
anexión de Austria (1938), de los Sudetes (1938), que culminaría con la
PEARSON y ROCHESTER. Op. Cit. p. 41.
38
39
En: http://www.umng.edu.co/www/resources/revGeopol0906.pdf
En: http://www.slideshare.net/Amakara/pensadores-geopoliticos-y-sus-leyes
40
El Espacio y el Poder
55
Capítulo I. El Espacio
desmembración de la Checoslovaquia de entonces, y la creación en su
territorio de los Protectorados alemanes de Bohemia-Moravia (1939). Sin
perjuicio de la intención política que orientó las situaciones anteriores,
habrá que reconocer que la dualidad entre el espacio del Estado y la
aspiración que albergue la nación dentro de él, ha sido una constante
en el desarrollo de la política internacional europea derivada de los
Congresos de Viena (1815), Berlín (1878), y de los tratados impuestos
por los vencedores a los vencidos al final de las dos guerras mundiales.
b. Una reflexión histórica
Una mirada a un atlas geográfico–histórico, nos mueve a observar
que la teoría geopolítica que relaciona el tamaño del espacio con el
poder de su correspondiente Estado, fue prácticamente un axioma
desde la antigüedad hasta bien avanzado el siglo XX, limitado por los
procesos de descolonización que siguieron al término de la Segunda
Guerra Mundial y al rechazo a las conquistas territoriales aceptadas
por la comunidad internacional. Sólo limitadas, anotamos pues aún no
podría calificarse de erradicada de la mente de aquellos estadistas que
suponen interpretar que los intereses nacionales propios se identifican
con la expansión territorial de su Estado.
De la validez de la expresión “el espacio es poder”, bástenos con observar la
expansión del Imperio Persa desde su área original en el Asia Central hasta
ocupar toda el Asia Menor, alcanzar el mar Mediterráneo e intentar pe­netrar
en Europa, lo cual dio origen a las llamadas “Guerras Médicas”(siglo V antes de Cristo), que concluyeron deteniendo su avance por la acción de los
grie­gos con epopéyicas hazañas militares que inevitablemente registra­rá
siempre la Historia Universal (Maratón, Termópilas, Salamina), y que obligaron
56
El Espacio y el Poder
Capítulo I. El Espacio
a los persas a desistir de su dominio sobre el Mediterráneo Oriental y los
Balcanes y con ello, de los beneficios que esas conquistas les significarían.
Caso contrario ocurriría tiempo después, pero dentro del mismo período
histórico, cuando los griegos de Macedonia y sus aliados invadieron (334
antes de Cristo), al mando del legendario Alejandro Magno, el Imperio
Persa hasta llegar a sus confines en los límites con la India. En este caso, sin
llegar a constituirse un nuevo imperio de larga existencia, la acción de origen griego sobre el área invadida produjo un aporte cultural, el helenismo
que también puede considerarse como una forma de expansión espacial.
Mapa 4. Espacios territoriales de los Imperios Persa y
de Alejandro Magno (siglo IV antes de Cristo)41
Fuente: http://irna.ir/es/es1/index1.htm
41
El Espacio y el Poder
57
Capítulo I. El Espacio
Mapa 5. Máxima extensión del Imperio42
c. La teoría como referente
La mayoría de los teóricos geopolíticos de finales del siglo XIX y
principios del XX, dio un especial valor a la importancia de la geografía
y sus recursos sobre la necesidad del tamaño espacial del Estado. Uno
de ellos, Friedrich Ratzel (1844-1904), formuló los siguientes criterios:43
• Un gran espacio mantiene la vida de los Estados.
• El espacio amplio es el elemento vital de toda acción política del
organismo estatal.
• Los factores geográficos desempeñan un papel decisivo en la vida
de las naciones.
• El destino de la humanidad está determinado por las leyes de la
geografía.
Fuente: http://www.escolar.com/avanzado/historia013.htm
42
ATENCIO. Op. Cit. Inserto, p. 34.
43
58
El Espacio y el Poder
Capítulo I. El Espacio
• El hombre y la sociedad humana dependen del medio en donde viven.
• Las características y condiciones geográficas, muy especialmente los
grandes espacios, son los fundamentos que gobiernan la relación
entre los Estados y la Tierra.
• El espacio, el elemento en donde respira el cuerpo político y a impulso
de las leyes de la naturaleza se expande y crece, se convierte en parte
inseparable del organismo vivo que es el Estado: el espacio es espacio vital.
• El instinto del conductor político se basa en aspectos geográficos.
A los conceptos anteriores Ratzel, considerado el padre de la Geopolítica
alemana y profundo investigador que fue sobre el tema del espacio del
Estado, agregó sus llamadas “Siete leyes del expansionismo”44 a saber:
1. El espacio de los Estados aumenta con el crecimiento de la cultura.
2. El crecimiento de los Estados presenta otros síntomas de desarrollo:
ideas, producción comercial, actividad misionera.
3. El crecimiento de los Estados procede por la amalgamación y
absorción de unidades menores.
4. La frontera es el órgano periférico del Estado y como tal, la prueba
del crecimiento es la fuerza y los cambios de ese organismo.
5. En su crecimiento, el Estado tiende a incluir secciones polí­
ticamente valiosas: líneas de costa, cuencas de ríos, llanuras,
regiones ricas en recursos.
6. El primer impulso para el crecimiento territorial llega al Estado
primitivo desde afuera, de una civilización superior.
7. La orientación general hacia la amalgamación trasmite la tendencia
de crecimiento territorial de Estado a Estado y aumenta esa tendencia
en el proceso de transmisión.
Ibíd. pp.154-155.
44
El Espacio y el Poder
59
Capítulo I. El Espacio
Las “leyes” de Ratzel, anotó Strautz Hupé, “estaban manifiestamente
hechas a la medida del imperialismo alemán”45. El citado autor estimó
que Ratzel, testigo de la reunificación de su país (1871), estimuló con
sus teorías las ansias imperiales de Alemania; la séptima de esas “leyes”
dedujo, abría para ello ilimitadas perspectivas. Ratzel, agregó Strautz,
“había puesto de relieve, con más claridad que cualquier otro escritor de
su tiempo, el valor político del espacio”46.
1.5 La historia de las pasadas cuestiones geográficas y el papel que
las mismas representan en la política exterior
a. El Coloso Suramericano
Si Portugal hubiera aceptado la sentencia del Papa Alejandro VI
contenida en la llamada Bula Intercaetera del 4 de mayo de 1493, por
la cual el Pontífice estableció los límites de los dominios marítimos,
insulares y de “tierra firme” que corresponderían a España (Castilla y
Aragón), debido a los recientes descubrimientos, la Colonia portuguesa
de Brasil no se hubiera extendido más allá de las áreas de influencia de las
actuales ciudades de Recife y Salvador de Bahía, ubicadas en la saliente
suramericana sobre el océano Atlántico. En efecto, la Bula Papal indicada,
así como la subsiguiente, “Dudom Siquidem” del 26 de septiembre del
mismo año que la confirmó y se conoce también como la “Ampliación
de la donación”, estableció que las islas y territorios situados al occidente
de una línea trazada de norte a sur que pasara a 100 leguas de las islas
Ibíd. p. 49.
45
Ibíd. p.53.
46
60
El Espacio y el Poder
Capítulo I. El Espacio
Azores y de Cabo Verde sobre el Atlántico, pertenecerían a la Corona de
Castilla y Aragón. Una negociación posterior entre Portugal y Aragón
permitió en favor de Portugal, que la línea divisoria se corriera 270 leguas
más al occidente de dichas islas para un total de 370.
Este reajuste del límite fue confirmado mediante el Tratado de
Tordesillas (7 de junio de 1494), formalmente denominado “Capitulación
de la Partición del Mar Océano” que no fue reconocido por las otras
potencias europeas, lo cual explica la presencia en el continente de
Inglaterra, Francia y Holanda. Gracias al Tratado de Tordesillas, Portugal
pudo extender sus dominios al interior de Suramérica.
Gráfico 3. Expansión portuguesa en Suramérica47
Fuente:
Gráfico 1 http://www.oculimundienclase.blogspot.com/2011/11/el-tratado-de-tordesillas.html
Gráfico 2 http://www.voyagesphotosmanu.com/Complet/images/tratado_santo_ildefonso_1777.gif
47
El Espacio y el Poder
61
Capítulo I. El Espacio
La circunstancia, motivada por razones dinásticas, de hallarse las
Coronas de España y Portugal bajo el mismo Monarca entre los años
de 1580 y 1640 (Felipe II, III y IV), facilitó la penetración portuguesa
estimulada por los exploradores o “Bandeirantes”, aún más hacia el
occidente, de tal manera que para el término de la llamada “Dinastía
Filipina” en 1640, los lusitanos y sus descendientes brasileros, ya habían
alcanzado la desembocadura del río Caquetá sobre el Amazonas en el
norte y se aproximaban al río de la Plata en el Sur, dando lugar a la
firma del “Tratado de Madrid” del 13 de enero de 1750, base éste, como
lo indica Londoño Paredes “De las discusiones territoriales entre Brasil de
una parte, Colombia, Perú y Ecuador de la otra”48. La existencia de muchos
vacíos en la interpretación de los límites sobre áreas tan extensas, no
exenta de los intereses nacionales de cada potencia, obligaron a la
firma de tratados subsiguientes: el Pardo (1761), y el de San Ildefonso
(1777), que restableció las líneas aceptadas por el Tratado de Madrid
ya citado, tanto al Norte como en la zona Meridional. Vale anotar que
para entonces, los portugueses ya se habían establecido en Tabatinga,
punto triple de confluencia actual de Brasil, Colombia y Perú.
Tras la proclamación de la Independencia (1822), y la instauración del
Imperio, Brasil acordó con Portugal un Tratado de Paz y Alianza (1825),
que le aseguró su unidad territorial conforme con los límites aprobados
en su Constitución de 1824, los cuales fueron ampliados en algunos
sectores durante el siglo XIX a expensas de Paraguay y Bolivia por
efectos de la participación brasilera en la guerra de la “Triple Alianza”
(1867), Brasil, Argentina y Uruguay contra Paraguay, y de la llamada
cuestión del Acre, región boliviana que Brasil se anexó mediante el
pago de indemnización (Tratado de Petropolis, 1901, de Río de Janeiro,
ATENCIO. Op. Cit., p. 247.
48
62
El Espacio y el Poder
Capítulo I. El Espacio
1909). Otros reajustes territoriales a favor de Brasil, resultaron de sus
Tratados con Colombia, 1907 y 1928, y Perú (1909).
La demarcación de límites con Uruguay, territorio al cual aspiraron al mis­
mo tiempo que Argentina, denominado por ésta como la “Banda Oriental”
y por Brasil como la “Provincia Cisplatina”, condujo a un conflicto entre esos
nacientes Estados que culminó con el establecimiento de la actual repú­bli­ca
de Uruguay. Sus límites con Brasil, fueron fijados con pequeñas variaciones
posteriores en 1851. Una aspiración argentina sobre la denominada Zona
de las Palmas o de misiones correspondientes a los actuales Estados de
Paraná y Santa Catalina, fue resulta en 1894 en favor de Brasil.
Las cuestiones de límites con las Guayanas se resolvieron mediante
arbitrajes suizo e italiano respectivamente a inicios del siglo XX; con
Surinam o Guayana holandesa se definieron los límites en 1906. Con
Venezuela, primó el “Uti possidetis” de 1810.
Con una extensión de 8.514.877 km2, una población estimada en
204 millones de habitantes y limitando con ocho Estados soberanos y
dos territorios coloniales europeos, Brasil se presenta ante el sistema
internacional como una potencia emergente gracias a su pujante
desarrollo económico y su estabilidad política. Al observar sobre el
mapa, la amplitud de su espacio territorial, nos vienen a la mente dos
teorías geopolíticas: “El espacio es poder” (Kjellen)49 y “(…) donde quiera, que
ha existido una gran nación, ha sido dueña de un grande espacio” (Robert H.
Strautz)50, y aparecen también cómo las pasadas cuestiones geográficas
sobre el territorio de Brasil, han incidido en su política exterior.
Ibíd.
49
STRAUTZ. OP. Cit.
STRAUTZ. Citado en Londoño Londoño. Op. Cit., p. 38
50
El Espacio y el Poder
63
Capítulo I. El Espacio
b. Latinoamérica y sus fronteras en conflicto
• Una opinión preliminar
El profesor Ernesto Guhl en su obra titulada “Escritos Geográficos:
Las fronteras políticas y los límites naturales”51 nos indica que “un Estado
no es imaginable sin una base espacio-territorial y son el poder político y el
militar estatales los que determinan el dominio territorial del mismo, fijando
sus fronteras como una realidad política”. De manera, agrega, que “la frontera
es el producto del movimiento del poder estatal”.
Podría afirmar, al menos en teoría, que las fronteras que dividen
los países de América hispana, tienen su origen en las demarcaciones
producto de la división político-administrativa impuesta por la Corona
española o sea, en la aplicación del Utis Possidetes de 1810, situación
aceptada en principio pero sujeta a controversia, en la medida en que
el “Núcleo Vital” de cada Estado logró expandir su respectiva área de
influencia hacia más allá del límite previsto, motivado en la mayoría
de las veces, por la significación económica que unas regiones, en ese
entonces lejanas o ignotas, poseían. Regiones selváticas y despobladas que
por esa misma condición, a juicio del profesor Guhl, que compartimos,
“sirvieron como amortiguadores para resolver los problemas político-fronterizos”.
Por lo tanto, en la medida en que en una frontera dejó de ser pasiva para
convertirse en dinámica, las relaciones políticas entre Estados vecinos se
tornaron conflictivas y dieron lugar a la serie de disputas a las cuales se
refiere, en cuanto a lo terrestre, buena parte de este trabajo. Otro tanto
ocurre con las delimitaciones marítimas, sujetas a las definiciones más
GUHL, Ernesto. Escritos geográficos. Las fronteras políticas y los límites naturales. FEN,
Bogotá: 1991.
51
64
El Espacio y el Poder
Capítulo I. El Espacio
recientes al Derecho del Mar, no siempre aceptadas por las partes en
litigio, pues, como en el caso terrestre, priman los intereses económicos
de cada querellante.
• El Uti Possidetis Jure de 1810
El ex canciller colombiano Julio Londoño Paredes, uno de nuestros
contemporáneos más versados sobre el tema, nos recuerda que el “Uti
Possidetis” “fue una antigua norma del derecho romano según la cual cuando
se litigaba ante un Magistrado Pretor por la posesión de un bien mueble o
inmueble, éste mediante un procedimiento sumario conocía de la causa y en base
a la formula “Uta possidetisitapossideatis” , (como habéis poseído, así poseáis)
disponía quién debía detentarlo mientras culminaba la causa definitiva entorno
de su propiedad (…) Dentro del ámbito latinoamericano el “Uti Possidetis”
se refirió, desde el primer momento a los territorios que hacían parte de cada
una de las divisiones mayores de las colonias hispanas al iniciarse en ellas el
estado de beligerancia contra el poder español”52.
De tal manera, anotamos que según este principio y para el caso de la
delimitación de las fronteras de Colombia, estas deberían ser las mismas
que en el año de 1810 mantenía el Virreinato de la Nueva Granada con
las entidades territoriales vecinas pertenecientes a la Corona española. Es
lamentable que la aplicación del principio anotado no fue estrictamente
cumplida, y dio lugar a controversias sobre límites entre la mayoría de
los nuevos Estados de la América latina, problema que ha incidido en
gran medida sobre la orientación de sus políticas exteriores.
LONDOÑO PAREDES, Julio. La frontera terrestre colombo-venezolana. El proceso de la
fijación de 1492-1941. Colección bibliográfica del Banco de la República. Bogotá: 1990. p.11.
52
El Espacio y el Poder
65
Capítulo I. El Espacio
• Conflictos fronterizos
La consolidación de los espacios territoriales de los Estados
latinoamericanos, aún no resueltos en algunos casos, ha sido objeto
de un largo proceso desarrollado especialmente durante el siglo XIX,
que se inicia con la confrontación de Brasil con Argentina a raíz de sus
aspiraciones sobre la “Banda Oriental” que culminó con el reconocimiento
de la independencia de Uruguay (1828) y, seguida por la guerra colomboperuana de ese año por cuestiones limítrofes, a las cuales habrá que
agregar también, en Suramérica, las guerras del Pacífico (1837 y 1879),
desarrolladas por la alianza perú-boliviana contra Chile y que significó
la pérdida de la salida al mar de Bolivia, la guerra de la Triple Alianza
(Brasil, Argentina y Uruguay, 1865-1870), que devastó a Paraguay o
del conflicto del Acre que significó para Bolivia, la pérdida en favor de
Brasil, de este territorio amazónico.
El siguiente cuadro53, permite al lector observar las fronteras en
conflicto en nuestro continente:
No.
Países
Situación
01
Antártica
02
Argentina - Gran
Bretaña
Reclamación Islas Malvinas, Georgias y
Sandwich
03
Gran Bretaña –
Argentina - Chile
Reclamación de soberanía sobre la Antártica
04
Argentina – Uruguay
05
Uruguay – Brasil
Pugna geoestratégica
Constricción de fábricas e celulosa
Reclamación del Rincón de Artigas y la isla
Brasilera
Conflictos fronterizos. Fuente: Elaborado por León Levi Valderrama, Asesor del IEGAP. En:
Specto, octubre – diciembre. Edición Especial, 2007.
53
66
El Espacio y el Poder
Capítulo I. El Espacio
No.
Países
Situación
06
Chile – Argentina
07
Bolivia – chile - Perú
08
Perú – Chile
09
Ecuador – Perú
10
Ecuador – Colombia
Presencia de la guerrilla – Fumigación con
glifosato
11
Surinam - Guyana
Delimitación marítima – Reclamación
territorial
12
Venezuela – Guyana
13
Venezuela –
Trinidad y Tobago
Delimitación del Canal de Beagle
Bolivia reclama salida al mar
Delimitación marítima
Cordillera del Cóndor – Guerra en 1995
Reclamación territorio del Esequibo
Reclamación marítima por áreas pesqueras
14
Colombia – Venezuela Delimitación marítima
15
Nicaragua – Colombia
16
Costa rica – Nicaragua Derechos de navegación en el río San Juan
17
Nicaragua – Honduras Delimitación marítima
18
19
20
Posesión archipiélago de San Andrés y
Providencia
El Salvador –
Posesión de la isla Conejo (Golfo de Fonseca)
Honduras
El Salvador –
Posesión de la isla Conejo (Golfo de Fonseca)
Honduras – Nicaragua
Guatemala – Belice
Reclamación de 12.7 kmts. (22.993)
21
Haití – Estados Unidos Posesión de isla de Navaza
22
República Dominicana Problemas por el control de frontera e
– Haití
inmigración
23
Cuba – Estados Unidos Base naval estadounidense de Guantánamo
24
México –
Estados Unidos
25
Ártico
Construcción de un muro en la frontera
Pugna geoestratégica
El Espacio y el Poder
67
Capítulo I. El Espacio
Mapa 6. Fronteras en Conflicto54
Ibíd.
54
68
El Espacio y el Poder
Capítulo I. El Espacio
c. Fuerza y mutación del Espacio
En un ensayo sobre temas geopolíticos relacionados con el ciclo vital
del Estado y partiendo de una mirada al Atlas Histórico, anoté que:
“El mapa político del mundo de hoy no es igual al de hace cincuenta años.
Es probable que tampoco éste sea el mismo en breve tiempo; sin embargo el
espacio geográfico no ha cambiado ni cambiará fundamentalmente.
¿Qué ha ocurrido entonces? Simplemente que sobre estos espacios geográficos
han nacido, crecido y desaparecido Estados. En veces las nacionalidades han
tratado de congregarse alrededor de una sola entidad estatal. En otras un
Estado multinacional no ha resistido las presiones de sus diversas etnias y ha
estallado dejando tras sí el recuerdo de su grandeza y realización histórica para
dar paso a varios nuevos Estados”55.
En menos de una centuria (325 a 235 antes de Cristo), el imperio formado
por Alejandro Magno se creó y se desmembró, dando inicio a una serie
de Estados surgidos de la repartición geográfica que correspondió,
como una especie de herencia, a los generales griegos más destacados,
Estados de breve existencia cuyo ciclo vital culminó al ser absorbidos por
otras culturas. Durante el primer milenio de la era cristiana, Roma que
había alcanzado su mayor extensión en el reinado de Adriano (117-138),
sucumbió finalmente en su sector occidental bajo el agonizante gobierno
de Flavio Rómulo Augusto (475–476), dentro de un reducido espacio en
donde debió añorar las pasadas glorias imperiales. Las invasiones de las
tribus bárbaras se encargaron de liquidarlo. El milenio siguiente sería
ROSALES ARIZA, Gustavo. Geopolítica y Geoestrategia. Liderazgo y poder. Ensayos.
UMNG, Bogotá: 2005 p. 51.
55
El Espacio y el Poder
69
Capítulo I. El Espacio
testigo del crecimiento del Islam y de su extensión político-religiosa que
amenazó con desbordarse sobre la Europa central en donde el mundo
de Carlo Magno no resistió los ímpetus del feudalismo, generador a
su turno de las ambiciones dinásticas gracias a las cuales el Continente
se transformó en un mosaico de Estados. La caída de Constantinopla
(1453), y el hallazgo de América (1492), que marcan el final de la edad
media y el inicio de la moderna, darían origen a otros imperios (español,
inglés, francés, holandés), así como a su desaparición y a nuevos Estados
surgidos de los procesos independentistas, de reunificación o de la
descolonización durante los siglos XIX y XX.
En los espacios geográficos anhelados por las diversas culturas,
que han sido su fuerza creadora, también se generaron los impulsos
necesarios para su evolución. Las condiciones geográficas, nos dice
Strautz, “determinan en gran parte donde se hace la historia, pero es siempre
el hombre quien la hace”56.
Ibíd. p.204.
56
70
El Espacio y el Poder
Capítulo I. El Espacio
LECTURAS RECOMENDAS
ATENCIO, Jorge I. Qué es la Geopolítica. Pleamar, Buenos Aires 1965
Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Montego
Bay, Jamaica 10 de diciembre de 1982.
IBÁÑEZ S. Roberto. Teoría del Estado, geopolítica y Geoestrategia. Vol.
XVII. Colección de Oro del Militar Colombiano. Imprenta y publicaciones
de las Fuerzas Militares, Bogotá: 1995.
KJELLEN, Rudolf. El Estado como organismo viviente, 1916.
LONDOÑOLONDOÑO, Julio. Fundamentos de la Geografía Política.
Servicios de Imprenta y Publicación de las Fuerzas Armadas.
LONDOÑOLONDOÑO, Julio. Nueva Geopolítica de Colombia. Imprenta
y publicaciones de las Fuerzas Militares. Bogotá.
LONDOÑO PAREDES, Julio. La frontera terrestre colombo-venezolana.
El proceso de la fijación de 1492-1941. Colección bibliográfica del Banco
de la República. Bogotá: 1990
MAHAN, Alfred. The influence of sea power upon history. Little, Brown
and Company.
PEARSON, Frederic S. y ROCHESTER J. Martin. Relaciones Internacionales:
situación global en el siglo XXI. 4 ed. McGraw Hill. Bogotá: 2000.
ROSALES A. Gustavo. Geopolítica y Geoestrategia.UMNG, Bogotá: 2005.
STRAUTZ H, Robert. La lucha por el espacio y el poder. Traducción de
Ramón Ulia. Rustica, México: 1945.
TAYLOR, Peter. Geografía política. Economía – mundo, Estado – nación
y localidad. Trama, Madrid: 1994.
URIBE VARGAS, Diego. Mares de Colombia. La acción diplomática que
duplicó el territorio nacional. Universidad Jorge Tadeo Lozano. Bogotá: 2001.
El Espacio y el Poder
71
CAPÍTULO II
ESPACIO Y POLÍTICA
“El espacio terrestre es la primera e
inmodificable condición de vida¨
F. Ratzel
CAPÍTULO II
ESPACIO Y POLÍTICA
2. En el auge y el ocaso de los imperios
La expresión de Ratzel acerca de la condición biológica del Estado: “el
espacio amplio conserva la vida”57, estimuló la teoría del “espacio vital” o
sea de aquel que evidentemente requiere el Estado, en especial la población,
para subsistir. Ratzel reafirmó sus conceptos sobre la teoría al manifestar58:
• El espacio terrestre es la primera e inmodificable condición de vida.
• La multiplicación de los habitantes de un país modifica su
relación espacial.
• La determinación del “lebernsraum” (espacio vital) que la Tierra
ofrecía en determinado momento, o su nueva estimación es vista
como una importante tarea, no sólo porque de ese espacio depende
la magnitud de vida posible sino porque aparecen distintos motivos
de diferenciación relacionados con su magnitud. El desarrollo de
nuevas formas de vida siempre dependerá del espacio disponible.
• (…) un Estado es tanto más fuerte y duradero cuanto más armónico
haya sido el crecimiento del binomio pueblo-Estado y cuanta más
correspondencia haya existido entre su territorio político y el ocupado
por la población (…).
• Una frontera podrá circunscribir a un pueblo a una determinada área
Mencionada por K. Hausshofer en Poder y Espacio. Inserta en Antología Geopolítica.
Obra citada de A. Rattembach. P.89.
57
Ratzel, criterios insertos en Antología Geopolítica p. 31-40.
58
Capítulo II: Espacio y Política
por decenios o aun siglos. Pero, cuando llega el momento histórico,
su desarrollo hace quebrar esas barreras.
Para considerar si el fundamento teórico de Ratzel puede aceptarse a
inicios del siglo XXI, cuando este fue expuesto a finales del XIX, es preciso
tener en cuenta el conjunto de situaciones que impactaban el ciclo histórico
cuando se produjo: en lo político, los procesos de unificación de Alemania
e Italia con repercusiones inmediatas dentro del reducido y ambicioso
sistema internacional de entonces, caracterizado por el forcejeo entre las
llamadas “potencias marítimas” (Inglaterra y Francia), y las denominadas
“potencias continentales” (Alemania, Austria-Hungría y Rusia), el auge del
neocolonialismo que había encontrado en África, Asia y Oceanía el botín de
Europa. El económico: el esplendor de la Revolución Industrial, motor que era
y es del desarrollo. Y desde luego, el “debut” dentro del club de las potencias
imperiales y marítimas de los Estados Unidos, ya expandidos territorialmente
a expensas de México y con posiciones ultra marinas en Filipinas y Puerto
Rico, como trofeo de su victoria sobre el agónico imperio español en 1899 y
que le permitieron crear sobre Cuba, una especie de protectorado y hacer
del mar Caribe, para su beneficio, una especie de nuevo “Mare Nostrum”.
Para entonces, el modelo por alcanzar era el Imperio Británico
que ocupaba unas tres cuartas partes del Globo terráqueo. Así podía
observarse en un mapamundi donde aparecían en color rosa las posesiones
británicas. Si los ingleses lo habían logrado, ¿por qué no los alemanes
que lo merecían y que dentro de su espacio no estaban ni cabían todos?
Ratzel no fue testigo del desarrollo y derrota de su amada Alemania
en la Primera Guerra Mundial, pues falleció en 1904, pero en sus obras59
Entre las obras de Ratzel, sobre la geopolítica se destacan: Antropogeografía (1891), Geografía política (1897) y la Tierra y la vida (1902).
59
76
El Espacio y el Poder
Capítulo II: Espacio y Política
se advierte el rigor de su etnia y la devoción a los ideales germanos. Su
contraparte, el inglés Sir Halford J. Mackinder (1861-1947) en su obra,
texto obligado de consulta por varias décadas “El Pivote geográfico de
la Historia”60 y testigo que fue de las dos grandes guerras, estuvo muy
cerca del pensamiento ratzeliano al manifestar que “El equilibrio del
poder político en un momento dado es, por supuesto, el producto de las
condiciones geográficas, tanto económicas como estratégicas, por una
parte, y del número relativo, la virilidad, los equipos y la organización
de los pueblos competidores, por la otra”61.
Conferencia pronunciada en la Real Sociedad Geográfica de Londres el 28 de enero de 1904
60
Op. Cit. p. 80.
61
El Espacio y el Poder
77
78
Fuente: http://raulrv.blogspot.com/2010/03/el-imperio-colonial-britanico.html
62
Mapa 7. Imperio Británico a inicios del siglo XX62
Capítulo II: Espacio y Política
El Espacio y el Poder
Capítulo II: Espacio y Política
La causa principal, a nuestro juicio, del desencadenamiento de la Primera
Guerra Mundial o Gran Guerra (1914-1918), obedeció especialmente a la
preservación u obtención, según el caso, de los intereses geopolíticos y su
aplicación geoestratégica de las potencias europeas, alineadas como estaban
en vísperas de la conflagración en los pactos conocidos como de la Triple
Entente (Francia, Inglaterra, Rusia), y la de los imperios centrales (Alemania,
Austria-Hungría e inicialmente Italia), o Triple Alianza, sobre el Mediterráneo
del Sur, los Balcanes, África, el Próximo y Lejano Oriente, el subcontinente
asiático y el Pacifico insular, claves para su comercio y desarrollo. El control
o el dominio del espacio se había convertido en el objetivo principal de la
política exterior europea fomentada por un imperialismo desbocado63 que
le produjo al Mundo, la mayor catástrofe de su historia: 9 millones de muertos y que al cambiar el mapa político centro europeo y el de los dominios
coloniales, se convertiría en una de las causas de la siguiente hecatombe.
2.1 En el período entre guerras (1918-1939)
Las potencias marítimas, virtuales vencedoras de la Primera Guerra
Mundial, al imponer sus condiciones de paz a los vencidos, crearon un
nuevo orden geopolítico caracterizado por la aparición de Estados que
afectaron los espacios históricos y desarraigaron nacionalidades, ya fuera
por segregación o anexión de territorios, situación que impuso un cambio
en el mapa político europeo y consecuencialmente en el correspondiente al
mundo colonial de entonces, con perjuicio para Rusia y Alemania, al cual se
sumó la desaparición del Imperio Austro-húngaro de cuyas ruinas surgió,
Checoslovaquia, se reconstruyó el sudeste europeo y renació Polonia.
FULLER, J.F. Batallas Decisivas del mundo Occidental. Vol. III. Luis Caralt editor Barcelona 1961, p. 201 anota que: “Entre 1890 y finales de siglo Gran Bretaña adquirió 4.574.000
millas cuadradas, Francia 3.583.580; Alemania 1.026.220; Bélgica 847.000 y Estados Unidos
el resto del viejo Imperio español”.
63
El Espacio y el Poder
79
Capítulo II: Espacio y Política
En el primer caso, Checoslovaquia, se trató de la fusión de dos pueblos
con profundas diferencias culturales: seis millones de checos y tres
millones de eslovacos, en cuyo territorio también convivían importantes
minorías alemanas, húngaras y ucranianas. En cuanto al “Reino de los
Serbios, Croatas y Eslovenos”, más tarde Yugoslavia, al cual se agregó
Montenegro, la situación presentaba: 3 millones de serbios ortodoxos,
4 millones de croatas católicos a los cuales se agregaron 1,5 millones
eslovenos de igual religión; todo lo anterior sin contar a 500.000 alemanes,
400.000 turcos y 200.000 rumanos. Rumania, por otra parte, duplicó
tanto su territorio como su población, incluyendo dentro de esta última
a 3 millones de origen húngaro, alemán, ucraniano, búlgaro, ruso y
serbio. Rusia, ya sin fuerza militar y en pleno auge revolucionario, tuvo
que admitir que de su antiguo espacio imperial surgieran Finlandia,
Estonia, Letonia y Lituania. Turquía se redujo aún más, en beneficio de
Grecia, Bulgaria e Italia. Y Hungría, finalmente, perdió las dos terceras
partes de su antiguo territorio en favor de Checoslovaquia, Rumania y
la nueva Yugoslavia64.
Por otra parte las ambiciones imperiales de la Italia fascista en África
y el Mediterráneo, así como las del Japón en Asia, contribuyeron a
enrarecer el panorama geopolítico mundial previo al inicio de la guerra.
Las cifras incluidas en este párrafo, proceden de la obra citada de J. Pirenne. pp. 172-178.
64
80
El Espacio y el Poder
Fuente: http://uy.kalipedia.com/popup/popupWindow.html?anchor=klpprcfil&tipo=imprimir&titulo=Imprimir%20Art%EDculo&xref=
20070717klphisuni_266.Kes
65
Mapa 8. El nuevo mapa de Europa después de la Primera Guerra Mundial65
Capítulo II: Espacio y Política
El Espacio y el Poder
81
Capítulo II: Espacio y Política
Aunque existe consenso acerca de los orígenes de la Segunda Guerra
Mundial (1939-1945), en cuanto a su identificación, se destacan: la política
de ejecución de los Tratados (1919-1924), la de la seguridad colectiva y la
crisis económica mundial de 1929. El auge de las dictaduras totalitarias,
la formación de los bloques o alianzas y especialmente los golpes de
fuerza alemanes que actuaron como detonantes, no cabe duda que los
intereses geopolíticos de cada potencia, motores de sus respectivas
políticas exteriores, constituyeron el verdadero “Casus belli”. Así lo
confirma Spykman66, orientador que fue de la geopolítica estadounidense,
cuando anotó: “El campo de acción particular de la Geopolítica sería la política
exterior del Estado. Por lo métodos de análisis que le son propios sabría utilizar
los datos de la geografía - entendiendo esto en su más amplio sentido- para
decidir un comportamiento político que permita alcanzar ciertos objetivos”67.
Gallois, siguiendo a Spykman se pregunta
(…) ¿cómo mantener la paz ignorando los espacios terrestres y
marítimos, eventuales objeto de la disputa entre Estados rivales? Y
también, teniendo en cuenta una situación geográfica particular, ¿a
qué política, a qué estrategia adherirse para asegurar la seguridad
del Estado, aunque se defienda en las mejores condiciones? (…).
Del valor del espacio geográfico, como elemento trascendente en el
diseño de una política exterior que contribuya al desarrollo de un interés
nacional, baste citar el Pacto de No Agresión acordado entre Alemania
Fuente: http://uy.kalipedia.com/popup/popupWindow.html?anchor=klpprcfil&tipo=impri
mir&titulo=Imprimir%20Art%EDculo&xref=20070717klphisuni_266.Kes
66
SPYKMAN, Nicolás (1893-1943). De origen holandés y orientador de la geopolítica estadounidense. Profesor de Ciencia Política y Sociología y Relaciones Internacionales en las Universidades de California y Yale, miembro de importantes academias científicas de USA y autor de
varias obras de su especialidad.
67
82
El Espacio y el Poder
Capítulo II: Espacio y Política
y la Unión Soviética, con regímenes tan antagónicos, el 23 de agosto
de 1939, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, que incluyó un
protocolo secreto por el cual las partes fijaban sus respectivas esferas
de interés o de influencia en el Este de Europa68. Gracias a este pacto,
Alemania logró neutralizar cualquier posibilidad de una confrontación
militar con la URSS hasta tanto se decidiera a lanzar una ofensiva en
su contra de ésta en el verano de 1941. En una u otra decisión alemana
primaron sus intereses geopolíticos.
2.2 En las posguerras de la Segunda Guerra Mundial
Los Estados Unidos vencedores absolutos de la Segunda Guerra
Mundial, diseñaron a partir de su término, especialmente en el escenario
europeo, una política exterior adoptada también por sus aliados y
fundamentada en dos principios: Contención y Disuasión, referidos
a detener la expansión en línea durante el complejo desarrollo de la
llamada “Guerra Fría” (1945-1989). Quizás sin proponérselo, pero
evidentemente aplicable, la ejecución de tal política encontró su soporte
en la visión de dos paradigmas de la Geopolítica, tanto estrategas como
geógrafos, Sir Halford Mackinder y Nicolas Spykman.
En el protocolo secreto se incluyeron las siguientes clausulas: “1. En caso de que se produzcan
modificaciones político-territoriales en los Estados bálticos (Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania) la
frontera septentrional lituana se considera como límite natural de las zonas de influencia de Alemania
y la URSS. Ambas potencias, no obstante, reconocen los derechos de Lituania sobre el territorio de
Vilna. 2. Ante la eventualidad de ciertos cambios político-territoriales de la zona de influencia del
Estado polaco, el límite de las zonas de influencia de la URSS y Alemania, será aproximadamente el
señalado por los ríos Narev, Vístula y San. El que ambas partes se decidan por mantener un Estado
polaco soberano y en tal caso la delimitación de sus fronteras será fijado según el desarrollo de futuros
acontecimientos políticos. 3. Con referencia a los territorios del sudeste de Europa, por parte soviética
se hace destacar su interés por Besarabia. En cuanto a Alemania, ésta se compromete a desligarse de
todo interés político en relación con dicho territorio…” Inserto en Historia Universal. Tomo XII
Siglo XX, Círculo de lectores, ediciones Lerner, Bogotá, pp. 264-265.
68
El Espacio y el Poder
83
Capítulo II: Espacio y Política
Mackinder había advertido en su célebre conferencia sobre “El pivote
geográfico de la historia” teoría que reiteró en 1943, ampliada al Asia
central, de la existencia de una “región pivote” o corazón continental que
localizó en territorio de Rusia y desde donde a su juicio, emergieron
históricamente los impulsos y las fuerzas decisorias del poder continental
europeo, dando curso al siguiente planteamiento: “Quien gobierne la
Europa Oriental dominará el corazón continental; quien gobierne el
corazón continental dominará la isla mundial (Eurasia-África); quien
gobierne la isla mundial dominará el mundo” Observada la teoría en
1945, se podía deducir que la potencia terrestre que dominara la “región
pivote” tendría la superioridad estratégica. Esa potencia era la URSS,
la cual, en paralelo con el avance victorioso de sus tropas sobre los
dominios de la Alemania nazi, había instaurado gobiernos satélites en
los países supuestamente “liberados” de Europa Oriental.
Spykman por su parte, visualizó la necesidad para los Estados Unidos,
de neutralizar el poder de un “corazón continental” que ya era evidente
desde 1944. Para ello, era necesario controlar el límite exterior de la
“región pivote” al cual denominó “margen continental” (Rimland),
o zona de contacto separadora de los intereses geopolíticos de las dos
potencias. Taylor afirma69 que “Si la antigua URSS era una fortaleza, lo
que había que hacer era rodearla y sellarla. En la jerga política esta maniobra
se llama contención, y el sello estaba constituido por el anillo de alianzas
antisoviéticas que se pactaron tras la guerra en el margen continental (la OTAN
en Europa, el CENTO en Asia Occidental y la SEATO en Asia Oriental)”.
En contra posición, la URSS creó el Pacto de Varsovia; de la disuasión,
concluimos, se encargó la amenaza nuclear.
Op. Cit. p.54.
69
84
El Espacio y el Poder
El Espacio y el Poder
Fuente: http://elrenglon.com/pacto-de-varsovia.php
NOTA: Edición del Autor
70
Mapa 9. Guerra Fría Alianzas Antisoviéticas y Pacto de Varsovia70
Capítulo II: Espacio y Política
85
Capítulo II: Espacio y Política
En su momento, anoté que el orden mundial que surgió al final de
la Segunda Guerra Mundial, consecuencia de los acuerdos entre las
potencias aliadas, especialmente en Yalta (1944), y Postdam (1945), se
había expresado en la denominada Guerra Fría, período de tensiones
entre las dos grandes potencias y dentro del marco de la “Bipolaridad”.
Cuando el 5 de marzo de 1946, Wiston Churchill afirmó en Fulton,
EEUU, que desde Stettin, en el Báltico, hasta Trieste, en el Adriático,
“Una cortina de hierro se ha abatido sobre el continente” con esa expresión
indicó cuál era la frontera geográfica que separaría durante casi medio
siglo el Occidente capitalista del Oriente comunista.
2.3 La “posguerra fría” y la geopolítica
Los sorpresivos reajustes geopolíticos ocurridos en el escenario europeo
a partir de 1989, que condujeron a la desaparición del “rimland” como
consecuencia del fin de la “bipolaridad”, constituyeron el inicio de la
denominada “posguerra fría”, situación que se produjo de manera
paulatina en un proceso que requirió del transcurso de tres años para
su concreción, así:
• 1989: Fin de los regímenes comunistas en Polonia, Checoslovaquia71,
Alemania Oriental, Hungría, Bulgaria y Rumania.
• 1990: Reunificación de Alemania.
• 1990: Colapso del Estado soviético; la URSS se desintegra y de ella
surgieron 14 repúblicas72.
De la disolución de este país surgieron dos países, la República Checa y Eslovaquia.
71
Lituania, Estonia, Letonia, Moldavia, Ucrania, Belorusia, Georgia, Armenia, Azerbaijan,
Kazajistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Kirguistán y Tajikistan.
72
86
El Espacio y el Poder
Capítulo II: Espacio y Política
Acerca de lo trascendente del año de 1989, Pearson y Rochester citan
la opinión de George E. Will, expresada en su columna del Newsweek,
noviembre 20 de 1989, cuando anotó: “(…) Ningún año en la historia,
aun teniendo en cuenta los hechos que sucedieron en el siglo XVI, han
afectado tanta gente o movido tan complejas sociedades en el torbellino
de cambio como 1989.Este ha sido el año más sorprendente, interesante
y de mayores consecuencias”73.
Aunque la antigua Yugoslavia no formaba parte del bloque soviético,
pues se había aislado de éste para conformar el grupo de los “no
alineados”, su fragmentación en cinco nuevos Estados74, un ejemplo
de las nacionalidades contra el Estado, hecho acaecido en la posguerra
fría, posee relevancia dentro del nuevo ámbito y en particular del área
de los Balcanes.
No obstante, el nuevo panorama geopolítico presentado en Europa,
para los analistas del tema, resultó muy aventurado pronosticar el inicio
de una nueva era bajo la hegemonía absoluta de los Estados Unidos;
podría aceptarse a lo sumo, la confrontación de su liderazgo en el mundo
occidental, pero no en el poder global. Las razones: en lo económico, una
acelerada presencia efectiva y por lo tanto competitiva del Japón, China,
India y algunos países del Sudoeste asiático y de la Unión Europea como
bloque; en lo político y cultural, las incidencias del radicalismo islámico
en un sector de gran valor geoestratégico dentro de la “isla mundial”
Op. Cit p. 66.
Nota: el columnista se estaba refiriendo a los hechos cumplidos entre el 5 de junio en
Varsovia y el 10 de noviembre en Sofía, periodo durante el cual cayeron los regímenes
comunistas en Polonia, Hungría Alemania Oriental y Bulgaria. Para la fecha del escrito,
aún faltaban por caer en ese mismo año, los gobiernos pro-marxistas de Checoslovaquia
(noviembre 24) y Rumania (diciembre 25).
73
Eslovenia, Croacia, Serbia, Bosnia y Macedonia.
74
El Espacio y el Poder
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Capítulo II: Espacio y Política
(Euroasia-África), sin perjuicio de la importancia vital de los nuevos
recursos energéticos del Cáucaso y el Asia Central compartidos por las
nuevas repúblicas exsoviéticas y por regímenes islámicos no afectan a
los Estados Unidos. Todo ello explica la intervención militar de este país,
acompañado casi simbólicamente por sus aliados, en la llamada “primera
guerra del golfo” contra Irak, con el pretexto de eliminar la supuesta
existencia de armas de destrucción masiva en el territorio de ese Estado.
2.4 “El Nuevo Orden Mundial”
“Fracasadas, anoté75 la “Perestroika”, que pretendía la restructuración
económica soviética y el “Glasnot”, relacionado con la liberación política,
el coloso comunista se derrumbó, Gorbachov no lo pudo evitar. La
bipolaridad, en consecuencia, colapsó. El desafío ideológico comunista
y el reto geopolítico soviético desaparecieron simultáneamente”. Henry
Kissinger expresó en 1994, que para los Estados Unidos no existía a partir
de entonces, un desafío ideológico ni un enfrentamiento geoestratégico.
Un “Nuevo Orden Mundial”, así se le denominó, surgió entonces, pero de
sus propósitos tan esperanzadores para un mundo que apenas empezaba a
recordar como cosa del pasado la perspectiva de una confrontación nuclear,
pronto surgió una nueva amenaza: el terrorismo, materializado por los
trágicos hechos ocurridos el 11 de septiembre de 2001. Consecuencialmente,
apareció un reajuste al nuevo orden en el que los intereses geopolíticos se
han visualizado en los posicionamientos geoestratégicos para atender tanto
la amenaza terrorista, especialmente la surgida del radicalismo islámico,
como con la necesidad de obtener y controlar los principales recursos
energéticos, hídricos, vegetales y minerales. Así las cosas nos hallamos
ROSALES, Op. Cit. p. 94.
75
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El Espacio y el Poder
Capítulo II: Espacio y Política
ante la globalización de los intereses geopolíticos de los Estados Unidos.
Klare, analista estadounidense, cita la observación contenida en el informe
del Consejo de Seguridad de su país en 1999:
“(…) Debemos mantenernos conscientes de la necesidad de
estabilidad y seguridad regionales en áreas claves de producción
a fin de garantizar nuestro acceso a esos recursos tanto como a
su libre circulación76 (…)”
Por su parte, Z. Brzezinski77, ex-consejero de Seguridad de EEUU,
había precisado con anterioridad, luego de advertir sobre el inmenso
valor estratégico del conjunto de Eurasia: “Para los Estados Unidos,
Eurasia es la principal recompensa geopolítica”.
KLARE T. Michael. La Nueva geografía de los conflictos internacionales. En Foreing Affairs
en español 2001. Inserto por el autor en Geopolítica y Geoestrategia, p. 94.
76
BRZEZINSKI, Zbigniew. El Gran tablero Mundial (1998). Inserto en Rosales. Op. Cit. p.96.
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El Espacio y el Poder
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Capítulo II: Espacio y Política
LECTURAS RECOMENDADAS
ATENCIO, Jorge I. Qué es la Geopolítica. Pleamar, Buenos Aires: 1965.
IBÁÑEZ S. Roberto. Teoría del Estado, Geopolítica y Geoestrategia. Vol.
XVII. Colección de Oro del Militar Colombiano. Imprenta y publicaciones
de las Fuerzas Militares. Bogotá: 1995.
KJELLEN, Rudolf. El Estado como organismo viviente, 1916.
LONDOÑO PAREDES, Julio. Derecho Territorial de Colombia. Vol. V.
Colección de Oro del Militar Colombiano. Imprenta y publicaciones de
las Fuerzas Militares, Bogotá: 1973.
LONDOÑOLONDOÑO, Julio. Fundamentos de la Geografía Política.
Servicios de Imprenta y Publicación de las Fuerzas Armadas. Bogotá.
PEARSON ROCHESTER Relaciones Internacionales.
ROSALES A. Gustavo. Geopolítica y Geoestrategia. UMNG. Bogotá: 2005.
TAYLOR, Peter. Geografía política. Economía – mundo, Estado – nación
y localidad. Trama, Madrid: 1994.
90
El Espacio y el Poder
CAPÍTULO III
EL PODER
“Existe como inclinación general de toda la
humanidad, un perpetuo e incansable deseo de poder,
y más poder, que cesa solamente con la muerte”.
Thomas Hobbes
CAPÍTULO III
EL PODER
3. El Poder. Una aproximación al tema
A partir de la Paz de Westfalia (1648) hasta nuestros días, analistas
como Pearson y Rochester dividen “Los últimos siglos de la historia de
las relaciones internacionales en cuatro períodos: (1) El sistema clásico
internacional (1648-1789), (2) El sistema internacional de transición
(1789-1945), (3) El sistema posterior a la Segunda Guerra Mundial
(1945-1989) y (4) El sistema contemporáneo o posterior a la Guerra Fría”,
determinando y evaluando tanto los actores como el poder y la riqueza,
el grado de polarización, los objetivos y los medios, incidentes en cada
periodo78. La aplicación de tal metodología nos permite establecer cuál
ha sido, a lo largo de la historia más reciente, la aplicación del concepto
del Poder partiendo del que procedía de la voluntad omnímoda de un
gobernante, el monarca o el mandatario absoluto, hasta el implemento
de la democratización en que el origen y fortaleza de ese poder, procede
del pueblo soberano.
Resulta evidente, si seguimos la acertada compartimentación esbozada
por los citados autores y dentro de ésta efectuamos una valoración de los
temas propuestos para examen, que la vigencia del poder de un Estado
se halla condicionada por el grado de credibilidad y firmeza que posean
sus instituciones y el sistema de gobierno, sus recursos económicos, su
potencialidad militar y muy especialmente el carácter de su población.
Op. Cit p. 37.
78
Capítulo III: El Poder
3.1 El Poder del Estado; Conceptualizaciones
Hernan Heller79 en su obra, Teoría del Estado, afirma que
“Al decir que el Estado es una unidad real queremos significar
que aquél, al igual que cualquier otra organización, es ante todo
una conexión real de efectividad, por lo que el poder estatal se nos
aparece, no como una unidad meramente imaginada por nosotros,
sino como una unidad que actúa de modo causal (…) El poder del
Estado, como unidad de acción no puede ser referido ni a los actos
de los que tienen el poder, ni a los sometidos al mismo. El que varias
actividades de los súbditos vengan finalmente a dar lugar a una
unidad de acción, se explica porque esas actividades acumuladas son
actualizadas unitariamente por un gobernante (…) El gobernante
tiene el poder en el Estado pero nunca posee el poder del Estado”.
De las conceptualizaciones anteriores, se desprende que el poder
del Estado tiene como fuentes la cooperación de todos expresada en la
unidad de acción y en la legitimidad donde se origina tal poder para su
aplicación en el interior. En este sentido, el poder debe contribuir al
logro de los fines esenciales del Estado80.
Si la aplicación del poder de un Estado es llevado al plano de la acción
política exterior con relación a otro u otros Estados, de lo que se trataría
HELLER, Hernan. Teoría del Estado, 8 ed. Fondo de Cultura Económica. México: 1977 p.256.
79
La Constitución Política de Colombia en su artículo 2, inciso primero, dispone: “Son fines
esenciales del Estado, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios,
derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afecten y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la nación;
defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia
pacífica y la vigencia de un orden justo”.
80
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El Espacio y el Poder
Capítulo III: El Poder
es de una imposición ya por la presión o por la fuerza, aunque también
podría producirse por la concertación de intereses. En el primer caso
nos hallaríamos ante la aplicación de una “Política de poder”. En el
segundo, ante el desarrollo de una “Política de equilibrio del poder”.
Desde la óptica militar aplicada a la Estrategia, el término “Poder
Nacional” es preferiblemente empleado, sin que se produzcan variaciones
en su alcance y elementos al de poder del Estado. Lo anterior se explica si
se tiene en cuenta que desde la lógica estratégica, el poder en referencia
ha estado vinculado históricamente con la capacidad militar, toda vez
que la guerra es a su juicio, la “ultima ratio” del poder.
El investigador y analista colombiano en temas de Seguridad y Defensa
Nacional, coronel Manuel Guillermo Martínez Pachón81, define el Poder
Nacional como “la capacidad física y sicológica del Estado, fusionada con la
Voluntad del gobernante e integrada a la Unidad de la Sociedad, para lograr
sus objetivos e intereses”. Agrega Martínez Pachón que el Poder Nacional
implica “dominio, preponderancia, es relativo y circunstancial. Su dimensión
se aprecia en relación a las capacidades que sustentan otros adversarios, cuando
son competencia en búsqueda de un mismo fin. Opera de acuerdo a la estructura
dinámica del Estado, que permite ideológicamente, configurar las capacidades
para desarrollar una actividad de reacción o de resistencia, dependiendo bien,
del vínculo político con el militar o del político con el económico. Los dos
determinan las relaciones internacionales, obligando a establecer un sistema
de autodefensa, como protección ante posibles rivales. En el campo interno,
las relaciones de lo político con lo económico y el monopolio de la fuerza que
tienen los gobiernos, les obliga a garantizar la Seguridad al Estado”.
MARTÍNEZ P. Manuel. Profesor y Asesor de la Escuela Superior de Guerra de Colombia
y consultor militar en temas relativos a la Seguridad y la Defensa Nacional.
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El Espacio y el Poder
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Capítulo III: El Poder
David Jablonsky se identifica con Hans Morgenthau en el sentido
de que es “un intento equivocado definir el poder nacional en términos de
un elemento de ese poder”82. Y Agrega que “una habilidad de la nación para
convertir el poder nacional en un poder operacional está basada en muchas
consideraciones no menos importantes como la interrelación política y sicológica
de factores tales como la efectividad gubernamental y la unidad nacional”83.
A modo de complemento, cito a continuación los siguientes conceptos
del autor en comento:
• El Poder Nacional es contextual en que éste sólo puede evaluarse en
términos de todos los elementos del poder y solamente en relación
con otro jugador o jugadores y en la situación en la cual el poder se
está ejerciendo.
• El Poder Nacional es relativo, no absoluto. Simplemente, una nación
no tiene poder en abstracto en y de sí misma sino solamente poder
con otro actor o actores en la arena internacional.
3.2 De los atributos del poder
Para intentar “medir” el poder del “actor” en este caso el país, es
necesario considerar tanto el momento histórico por el cual atraviesa el
sistema internacional como por la incidencia, cada vez más influyente,
de los avances de la Ciencia, la Innovación y la Tecnología, pues estos
JABLONSKY, David. Poder Nacional, referenciado en la Unidad Temática Fundamentos
de la lógica estratégica; Poder e Influencia. Lectura escogida Escuela Superior de Guerra.
From Parameters, Spring 1997,pp. 34-54.
82
Ibíd. El Departamento de Defensa de los Estados Unidos define el Poder Nacional como
el “Arte y la Ciencia de desarrollar y emplear los poderes político, económico y sicológico
del Estado-nación con sus Fuerzas Armadas en paz o en guerra para alcanzar los objetivos
nacionales”. Citado por Jablonsky.
83
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El Espacio y el Poder
Capítulo III: El Poder
últimos interactúan y son decisorios en la aplicación del poder. Podemos
anotar que incluida esta última precisión, el poder de un Estado puede
darse sobre las siguientes bases:
3.3 Aspectos tangibles:
• Geográficos: Tamaño del espacio, ubicación, recursos naturales.
• Económicos: PNB, industrialización.
• Militares: Composición y fuerza.
• Poblacionales: Número de habitantes y su ubicación dentro del espacio.
• Actualidad: Ciencia, Innovación y Tecnología
3.4 Aspectos intangibles:
• Credibilidad ante el sistema internacional
• El carácter y la moral nacional
3.5 Guerra fría y geoestrategia
Henry Kissinger en su obra La Diplomacia84, observa que la delegación
estadounidense a la Conferencia de Postdam (17 de julio a 2 de agosto
de 1945) tenía en claro no permitir en el futuro, la continuidad de la
política del equilibrio del poder que había sido por mucho tiempo
característica de la diplomacia europea, y que aceptaba la existencia de
KISSINGER, Henry. La Diplomacia. Primera edición en español. Fondo de Cultura
Económica, México: 1995.
84
El Espacio y el Poder
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Capítulo III: El Poder
zonas de interés para cada potencia. La visión de los Estados Unidos,
sostenida por el presidente Franlkin D. Roosevelt, preveía un orden
mundial gobernado por las cuatro potencias vencedoras. El documento
preparado por el Departamento de Estado para la delegación, preveía
que el establecimiento de esferas de interés “representarían la política
de poder pura y simple con todas sus desventajas concomitantes… Nuestro
primer objetivo debe suprimir las causas que hacen que las naciones sientan
que tales esferas (de interés) son necesarias para edificar su seguridad…”85.
La intención norteamericana quedaría en Postdam sin oportunidad
de realizarse. La Unión Soviética se negó a tratar la posibilidad de un
futuro democrático para los países de Europa Oriental ocupados por
sus ejércitos y, para desencanto de los occidentales, presentó propuestas
tan sorprendentes como pedir para sí, el libre tránsito soviético por los
“Los Estrechos”, una base militar en el Bósforo y una parte de las colonias
italianas en África. Todo lo anterior, sin perjuicio de su absorción de
los Estados Bálticos y partes de Rumania, Checoslovaquia, Polonia y
Finlandia. La Unión Soviética no volvería a resignarse a ser una potencia
terrestre encerrada, por lo tanto, –lejos de extinguirse- en Postdam
renacieron las esferas de interés. El inicio de la Guerra Fría, como un
nuevo orden geopolítico mundial de la posguerra, tuvo allí su gestación.
Postdam fue un fracaso para la coexistencia pacífica. Las delegaciones
partieron y muy pronto, con las exigencias soviéticas, llegaron: el puente
aéreo aliado sobre Berlín para romper el bloqueo ruso, la contención anglo
-norteamericana para impedir el triunfo de las guerrillas comunistas
en Grecia, el plan Marshall para reconstruir Europa Occidental y
Insertado en Kissinger, Op. Cit.
85
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Capítulo III: El Poder
desestimular el marxismo y, muy importante, la Doctrina Truman por
la cual los Estados Unidos se comprometían a defender las democracias
en cualquier parte del Mundo. La Guerra Fría y con ella, la bipolaridad
habían surgido. Con realismo político, Wiston Churchill, en la ya citada
conferencia en Fulton, agregó también que se hacía necesaria una alianza
entre los Estados Unidos y la comunidad británica para hacer frente a
la amenaza soviética.
Consecuencia de la Doctrina Truman, fue la puesta en marcha por
parte de los Estados Unidos y sus aliados, de la política de Contención y
Disuasión frente a la Unión Soviética y sus satélites. Es decir, el control
del “margen continental” o Rimland a fin de neutralizar el “corazón
continental” representado por la URSS, lo cual significó, en términos
geopolíticos y con los ajustes del caso, una aplicación de la teoría de
Mackinder. La materialización de tal política y su desarrollo estratégico,
se constituyeron en la primera expresión en la historia, de la geoestrategia
a nivel global. Para ello se pactaron una serie de Alianzas, una de las
cuales, la OTAN, aún sobrevive.
La “Contención” significó el establecimiento, previo despliegue de
los medios militares necesarios para impedir que la Unión Soviética, se
apoderara de la “isla mundial” o sea de Eurasia. Los pactos de la OTAN
en Europa, CENTO en Asia Occidental y SEATO en Asia Oriental,
conformaron el anillo antisoviético colocado sobre el margen continental.
La “Disuasión” se expresó por medio de la amenaza nuclear, complemento
de la contención, lo que significó en consecuencia, el inicio de una carrera
armamentista entre las superpotencias, que mantuvo al mundo en
permanente estado de tensión.
El Espacio y el Poder
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Capítulo III: El Poder
La OTAN (1949), incluyó a la mayor parte de los países de Europa
Occidental y se extendió a Grecia y Turquía. La SEATO (1954), comprendió
a EEUU, Gran Bretaña, Francia, Nueva Zelandia, Filipinas, Pakistán y
Tailandia; el CENTO (1955), anteriormente Pacto de Bagdad, a EEUU,
Gran Bretaña, Turquía, Irak, Irán y Pakistán. Como puede observarse
un amplio tramado militar y político superaba las diferencias que en
su interior, podrían tener integrantes de variadas culturas. A estas
alianzas, se sumaron otras de tipo bilateral acordadas por EEUU con
Canadá, Israel, Jordania, Arabia Saudita y el Tratado Interamericano
de Asistencia Recíproca (TIAR) como también el ANZUS(Australia,
Nueva Zelandia, Estados Unidos), con los cuales se pretendió impedir
un desbordamiento soviético mas allá del margen continental.
De la magnitud de esta política en 1970, nos da cuenta Paul Kennedy,
en su obra Auge y caída de las grandes potencias86:
“Estados Unidos tenía más de un millón de soldados en 30 países,
era miembro de cuatro alianzas defensivas regionales y parte activo
de una quinta, tenía tratados de defensa mutua con 42 naciones,
era miembro de 53 Organizaciones Internacionales y proporcionaba
ayuda militar o económica a casi 100 naciones de la faz del globo”.
Al millón de soldados ya citados, había que agregar el desplazamiento
de al menos tres flotas navales en el Mediterráneo, el Pacífico y el
Atlántico y los componentes aéreos correspondientes al Pacto. Como
KENNEDY, Paul. Auge y caída de las grandes Potencias. Plaza y Janés, Barcelona 1989,
Citado en Steele, R Aron y otros autores.
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Capítulo III: El Poder
contraparte de la OTAN, surgió el Pacto de Varsovia que implicó el
desplazamiento de fuerzas soviéticas sobre el territorio de sus aliados
en la Europa Oriental, y del incremento sin precedentes de su marina
de guerra con presencia en todos los mares. La Geoestrategia alcanzó,
entonces, su máxima expresión.
En ese contexto se presentaban en 1980, entre los pactos enfrentados,
una medición de fuerzas sin precedentes: 13,9 millones de hombres (6,4
activos y 7,5 de reserva), del Pacto de Varsovia (1955), frente a 11,8 millones
de hombres (5 en activo y 6,8 en reserva) de la OTAN. La diferencia
a favor de los soviéticos, la superaban los aliados con su tecnología y
una amplísima superioridad aeronaval. Uno de los puntos críticos de
este forcejeo, fue la “crisis de los misiles en Cuba” (1962), originada por
el intento soviético de instalar bases en la isla, situación que sólo pudo
solucionarse mediante una compensación geoestratégica, retirando
Estados Unidos bases de misiles en Turquía.
La coexistencia pacífica (1985-1989) surgió con la llegada al poder
en la URSS, de Mijaíl Gorbachov, quien asumió con realismo una
nueva política, la “Perestroika” encaminada al reconocimiento de los
valores humanos, lo cual permitió que la guerra fría entrara en agonía,
estimulada también por la crisis económica que contribuyó notablemente
al derrumbamiento del antiguo coloso soviético.
La guerra fría, como el nuevo orden geopolítico de la posguerra,
caracterizada por la contención y la disuasión, fue también el período
de la Historia Universal cuando el posicionamiento geoestratégico
global se constituyó en el soporte de la política.
El Espacio y el Poder
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Capítulo III: El Poder
3.6 Posguerra fría y Geopolítica
Bajo el supuesto de que el detonante que produjo el fin de la guerra fría
había sido, además del colapso político de la URSS, el deterioro de la economía soviética incapaz ya de sostener los costos de una carrera armamentista
tendiente a nivelar la capacidad de sus fuerzas armadas con respecto de la
de su rival estadounidense, algunos analistas pensaron en que el vacío de
poder sería llenado por Japón y la Alemania unida, creándose así un nuevo
panorama geopolítico. Más no lo fue; Rusia, aún sin prosperidad económica,
no perdió su capacidad militar ni dejó de ser la potencia euroasiática que
alberga el “heartland”, en tanto que lo Estados Unidos sólo podían asumir
una hegemonía limitada, hecho confirmado por su necesidad de alianzas en
la primera guerra de Irak, para la cual debió colocarse en nombre de la ONU
a la cabeza de una fuerza multinacional, a la espera de crear e imponer su
propio Orden Mundial, propósito éste que debería lograr previo el sometimiento del nuevo enemigo: el terrorismo islámico y otras manifestaciones
político-culturales que carecen oficialmente de un vocero estatal y se creó,
por su condición asimétrica, una inesperada modalidad en el manejo de las
relaciones internacionales con efectos sobre la seguridad nacional.
En tales condiciones, los Estados Unidos emergieron de la guerra fría,
prestos a asumir la hegemonía, pero con menos poder nuevas amenazas
y otros centros del orden geopolítico como la Unión Europea y las zonas
vitales de Asia Central y del Asia-Pacífico que constituyen áreas de un
inmenso valor geoestratégico dado los recursos que poseen.
3.7 Postguerra Fría: Geoeconomía y Geoestrategia
Desaparecidos los factores que estimulaban la guerra fría, los Estados
Unidos surgieron como la única superpotencia del Planeta. Se convirtieron,
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El Espacio y el Poder
Capítulo III: El Poder
como lo califican los analistas, en el poder hegemónico. La ausencia de
la antigua bipolaridad presenta a este “Hegemón” sin contendor político
o militar. Sin embargo, las viejas amenazas han sido remplazadas por
nuevas y de variada naturaleza como lo son el terrorismo, las migraciones,
el narcotráfico, el contrabando de armas, la explosión demográfica, el
crimen transnacional y otras manifestaciones de violencia organizada
que amenazan la paz mundial. Todo ello dentro de un escenario donde
la posesión de los recursos clave para la supervivencia humana, muchos
de los cuales se hallan en países caracterizados por su inestabilidad
política, empiezan a formar parte de un creciente forcejeo.
“La seguridad nacional depende del triunfo en el compromiso de la economía
global”87, recomendó el Institute for Natitonal Security Studies en 1999 al
Pentágono. Con antelación y ante el Comité de Relaciones Exteriores del
Senado de EEUU, el secretario de Estado, Warren, ya había expresado
en 1993, que la administración Clinton “Impulsará la seguridad económica
de América con la misma energía e inventiva que antes dedicábamos a la guerra
fría”88. Consecuencialmente las Fuerzas Armadas de EEUU enfrentaron
la tarea de “proteger los flujos internacionales de materias primas esenciales,
considerada como su contribución exclusiva e insustituible a la seguridad
económica de la nación”89 He aquí un claro ejemplo de la integración
Geoeconómica con la Geoestratégica.
Dentro de este entorno, Eurasia se constituye en el centro del objetivo.
“Para los Estados Unidos, indica Brzezinski; Eurasia es la principal recompensa
geopolítica”90. En desarrollo de esta apreciación y para facilitar la concepción
Citado por Michael T. Klare. En Guerra por los recursos. Urano, Barcelona: 2003.
87
Ibíd.
88
Ibíd.
89
BRZEZINSKI, Zbigniew. El gran tablero mundial. Pardos, Barcelona: 1998.
90
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Capítulo III: El Poder
general de la política por seguir, el citado tratadista señala que en la masa
eurasiática, es necesario distinguir entre los “Jugadores Estratégicos” y
los “Pivotes Geopolíticos”. Entre los primeros, se hallan aquellos Estados
“con capacidad y voluntad nacional de ejercer poder o influencia más allá de
sus fronteras – en una medida capaz de afectar los intereses estadounidenses –
el estado actual de las cuestiones geopolíticas”. Los segundos – los pivotes
– son los Estados cuya importancia se deriva no de su poder y sus
motivaciones, sino más bien de su situación geopolítica.
Entre los jugadores geoestratégicos, se hallan en Eurasia: Francia,
Alemania, Rusia, China e India. Gran Bretaña y Japón en los extremos
occidental y oriental respectivamente, poseen también un papel
importante. Como pivotes geopolíticos: Ucrania, Azerbaiyán, Turquía,
Irán, y Corea del Sur. Una y otra clasificación versan sobre la posesión,
control y comercialización de los recursos. Para el caso de los recursos
energéticos, gas y petróleo, el Asia Central es el área anhelada. Ésta,
anota M. Klare, “que se extiende de los Montes Urales a la frontera occidental
de China, se ha convertido hoy en un importante objetivo estratégico debido
a las grandes reservas de petróleo y gas natural que se cree yacen bajo el mar
Caspio y sus alrededores”91, opinión que se apoya en la observación del
Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, en su informe
anual de 1999, en el sentido de que “Estados Unidos seguirá manteniendo
un interés vital en asegurar los suministros de petróleo en el exterior” y por
lo tanto “debemos mantenernos conscientes de la necesidad de la estabilidad y
seguridad regionales en áreas claves de producción a fin de garantizar nuestro
acceso a esos recursos tanto como a su libre circulación”.
Ibíd.
91
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Capítulo III: El Poder
Un ejemplo, anterior a la actual intervención norteamericana en Irak,
lo constituyó la operación “Centrazbat” en 1997, mediante la cual Estados
Unidos luego de un desplazamiento aéreo de 13.000 kilómetros, lanzaron
desde Fort Bragg (Carolina del Norte), un batallón de paracaidistas de la
División 82 aerotransportada, sobre una zona desértica en Kazajistán, en el
marco de sus maniobras conjuntas contra supuestas amenazas a la estabilidad
regional. En el fondo de esta primera aparición de tropas estadounidenses
en territorio de la antigua Unión Soviética, subyace el valor geopolítico y
geoeconómico de la cuenca del mar Caspio que incluye varios países del
Asia Central que contienen, según los cálculos, 270.000 millones de barriles
de petróleo, equivalentes a una quinta parte de las reservas mundiales, así
como 19 billones de metros cúbicos de gas natural que corresponden a la
octava parte de dicha reserva. Las proyecciones del consumo de energía
para 2020, indican que el petróleo y el gas representarán las dos terceras
partes del consumo de energía mundial, de las cuales el petróleo en sus
diversas formas, será empleado en un 95%, para fines de transporte.
La situación de las cinco principales reservas comprobadas de petróleo
en el área, 201192 es:
País
Miles de millones de
barriles (mmb)
Porcentaje a
nivel mundial
Arabia Saudita
Irán
Irak
Kuwait
Emiratos Árabes
265.4
151.2
143.1
101.5
97.8
16.1%
9.1 %
8.7%
6.1%
5.9%
En: http://www.bp.com/assets/bp_internet/globalbp/globalbp_uk_english/reports_and_
publications/statistical_energy_review_2011/STAGING/local_assets/pdf/statistical_review_of_world_energy_full_report_2012.pdf
92
El Espacio y el Poder
105
Capítulo III: El Poder
Como puede apreciarse, las reservas actuales que existen en el Oriente
próximo y las potenciales de la cuenca del mar Caspio, representan el
presente y el futuro de la principal fuente de energía que sobre un área de
inestabilidad y germen de muchas de las nuevas amenazas, se constituye
por lo tanto, en el primer objetivo geopolítico y en consecuencia, de
interés geoestratégico para los Estados Unidos.
El posicionamiento geoestratégico necesario para garantizar, tanto
el acceso como la libre circulación de los citados recursos, requiere el
control físico de los siguientes puntos geográficos:
• Estrecho de Ormuz (salida del golfo Pérsico)
• Bad el Mandeb (salida del mar Rojo)
• Canal del Suez (mar Rojo-Mediterráneo)
• Bósforo (enlaza el Mediterráneo con el mar Negro)
• Estrecho de Malaca (paso hacia Asia Oriental)
Los puntos geográficos anteriores se hallan en una extensa zona
denominada por Klare como “El triángulo estratégico” comprendido por
el golfo Pérsico, el mar Caspio al Norte y el mar de China meridional al
Este. Si aceptamos este planteamiento, podríamos admitir también que el
“corazón de la tierra”, el heartland de Mackinder, se ha desplazado ahora
hacia el Centro y el Este de Asia. Con todo, prevalece la teoría geopolítica
relacionada con el demonio de la isla mundial y esa isla es Eurasia.
Un indicativo de las previsiones para un posicionamiento geoestratégico
suficiente que permitió en tiempo y espacio, ubicar desde el Continente la
fuerza de maniobra o de “Despliegue Rápido” en el área del golfo Pérsico,
106
El Espacio y el Poder
Capítulo III: El Poder
lo constituyó la presencia en sus aguas de una flota de guerra encabezada
por dos portaaviones, un crucero y nueve buques más de misiles cuyas
tripulaciones superaron 13.500 efectivos y que el Ejército tuviese en Kuwait,
armamento para una División o que la Infantería de Marina almacenara
el apoyo logístico necesario para una fuerza de 15.000 hombres. Todo lo
anterior, sin contar el suministro de armas a los países miembros del Consejo
de Cooperación del Golfo, sus aliados que entre 1990 y 1998, recibieron
equipos militares por un valor superior a los US 42.000 millones.
En otro punto del “Triángulo Estratégico”, el mar de China meridional,
se prevé para el futuro, la presencia de conflictos que tendrían su origen
en la posesión de las reservas de petróleo que allí existen. Se trata de
disponer de suministros adicionales de energía necesaria para los
mayores centros económicos del Oriente asiático: China, Indonesia,
Japón, Malasia, Filipinas, Corea del Sur, Singapur, Taiwán y Tailandia,
cuyo consumo aumenta anualmente de manera significativa. “Las
proyecciones para el 2020 son que Asia representará, aproximadamente, un
34% del consumo de energía mundial total”.93
El extraordinario incremento económico de los países adyacentes
o insulares del mar de China meridional, implica mayores demandas
de energía, especialmente gas y petróleo, en tales cantidades (33.000
millones de barriles de petróleo en 2020), que superará ampliamente
las necesidades de América Latina, el Oriente próximo y la ex- Unión
Soviética juntos. China y Japón sumarán una quinta parte del consumo
total mundial en el año 2020, prácticamente igual que el conjunto de
Europa Occidental y América Latina94.
Fuente: U.S. Departament of Energy 2000, citado por M. Klare. Op. Cit.
93
Ibíd.
94
El Espacio y el Poder
107
Capítulo III: El Poder
Los intereses de los Estados Unidos en la mayoría de los países de
esta región contribuyen a que sobre ella se hallen también fuerzas
desplazadas, consecuencia que resulta de los impositivos estratégicos.
En enero de 2000, la Séptima Flota de los Estados Unidos, incluía allí,
tres cruceros y otras 11 unidades navales de superficie.
Pero, ¿el problema de la insuficiencia y la demanda de recursos está
limitado al gas y el petróleo? Todo indica que en un futuro próximo,
también se extenderá a otros como el agua, los minerales y las maderas,
por ejemplo, que incidirán notoriamente en los asuntos relacionados
con la Seguridad Nacional.
El agua constituirá el principal problema. Las disputas por su aprovisionamiento se vislumbran entre los países de las cuencas de los ríos Nilo
en África Oriental, y del Jordán y el Tigris-Éufrates, en Irán, Irak, Siria y
Turquía, y el río Indo en India y Pakistán. En el primero de los casos, el
Nilo, compromete a seis países: Egipto, Etiopía, Kenia, Sudán y Uganda95.
Las disputas por el control de las cuencas y sus fuentes entre los
países afectados, algunos de ellos productores de energía, afectará la
paz mundial. Entonces, un reajuste geoestratégico será necesario.
Conclusiones
Luego de la guerra fría, al desaparecer los factores que la generaron, la
antigua bipolaridad cedió espacio a la presencia de un poder hegemónico
La cuenca del río Nilo abarca 3.350.000 kilómetros cuadrados, además de los países señalados como principales, es necesario incluir al Congo, Tanzania y Uganda que son parte
de la Cuenca
95
108
El Espacio y el Poder
Capítulo III: El Poder
mundial: la geopolítica de entonces correspondió a un nuevo orden
mundial concebido como la aplicación de políticas de contención y
disuasión que en desarrollo de los tratados acordados entre los Estados
Unidos y sus aliados para enfrentar la amenaza soviética, se tradujeron
en desarrollos propios de la Geoestrategia.
En la posguerra, la agenda mundial contempla nuevas amenazas para
la paz. Entre estas amenazas, surgen las que están relacionadas con la
escasez de recursos vitales para el desarrollo de los Estados, en especial
para los intereses nacionales de las grandes potencias de Occidente,
incluido Japón, lideradas por los Estados Unidos.
Los recursos vitales y sus reservas en particular, el gas y el petróleo, se
hallan en áreas de tensión caracterizadas por su inestabilidad política y
presencia de fuerzas generadoras de otro tipo de amenazas, entre ellas
el terrorismo, que constituyen un grave peligro para la paz mundial.
Neutralizar las amenazas que afectan los intereses económicos o las
que atentan contra la estabilidad de las democracias y la seguridad
humana es una tarea prioritaria. El posicionamiento geoestratégico es
un medio para tal fin.
3.8 Los órdenes geopolíticos mundiales
Los órdenes geopolíticos mundiales corresponden a una expresión
referida al período histórico de la vigencia de una situación que tuvo o
tiene, decisiva incidencia sobre el sistema internacional y se asocia con
el período de poder potencia hegemónica. En realidad está relacionada
con el auge y la caída de una o un grupo de potencias dentro de un
ciclo o período histórico.
El Espacio y el Poder
109
Capítulo III: El Poder
Taylor, al referirse a este tema, recurre a los modelos sugeridos por
Modelsky y Wallderstein (especialistas en temas geopolíticos), que
convergen en que la ocurrencia de hegemonías mundiales sólo se ha
presentado en tres oportunidades a partir del siglo XVII, así:
• Hegemonía de Holanda, siglo XVII
• Hegemonía de Gran Bretaña, siglos XVIII y XIX
• Hegemonía de Estados Unidos, siglo XX
Con anterioridad al siglo XVII, incluso en parte de él, bien podría
considerarse a España y Portugal, aunque estas potencias más que
hegemónicas fueron líderes de un período de descubrimientos que
les permitieron incorporar en sus espacios, amplias áreas geográficas
explotadas principalmente para su beneficio económico.
Siguiendo nuevamente a Taylor, resulta interesante observar que por
cada ciclo surge un orden geopolítico mundial. Así por ejemplo: los dos
ciclos de la hegemonía británica ocurridos entre 1790 y 1914, produjeron
el Orden Mundial de Hegemonía y Concertación (equilibrio europeo,
libre comercio, mercantilismo, imperialismo), en tanto que durante el
ciclo hegemónico estadounidense vigente que se inició con el fin de la
Primera Guerra Mundial, se han presentado tres Ordenes Mundiales:
• Orden Mundial durante la sucesión británica (1914-1945)
• Orden Mundial de la Guerra Fría (1945-1989)
• El Nuevo Orden Mundial (1989-)
110
El Espacio y el Poder
Capítulo III: El Poder
3.9 Los códigos geopolíticos de Taylor
Peter Taylor en la obra citada, nos introduce con razones válidas en las
figuras de los Códigos Geopolíticos, definiéndolos estos como “Un conjunto
de supuestos estratégicos que elabora un Gobierno sobre otros Estados para orientar
su política exterior”. Y agrega que “Estos códigos operativos suponen la evaluación
según su importancia estratégica y como amenazas potenciales de lugares que
están más allá de las fronteras del Estado”96, y se presentan en tres niveles así:
• El Código de nivel local: se refiere a la evaluación de los Estados
vecinos y su proyección obliga a los gobiernos de todos los países.
• Los Códigos de nivel regional: se refiere a los que son proyectados
por los gobiernos que aspiran a llevar su política más allá de los
Estados vecinos que pertenecen a su misma área geográfica.
• Los Códigos de nivel global: propios de una gran potencia que
visualiza su poder mundial.
Independiente de la formulación de esas tres categorías, se contempla
también la existencia de un Código Alternativo que puede ocurrir cuando
un gobierno practica una política “estadocéntrica” como la de Japón
del siglo XIX y anteriores, cerrada, autónoma y nacionalista o cuando
por conveniencia, un gobierno prefiere marginarse de situaciones que
le generen compromisos. Tal el caso de India, Egipto y Yugoslavia
como líderes del movimiento de los No Alineados (NOAL), durante el
período de la guerra fría.
TAYLOR. Op. Cit. p.85 Oportunamente Taylor abona la expresión a Gaddis (1982), para
quien esos códigos consisten en los “Supuestos geográfico-políticos en que se basa la
política exterior de un país”.
96
El Espacio y el Poder
111
Capítulo III: El Poder
LECTURAS RECOMENDADAS
BRZEZINSKI. Zbigniew. El gran tablero mundial. Pardos, Barcelona: 1998.
HELLER, Hernan. Teoría del Estado. 8ed. Fondo de Cultura Económica,
México: 1977.
JABLONSKY, David. Poder Nacional, referenciado en la Unidad Temática
Fundamentos de la lógica estratégica. Poder e Influencia. Lectura escogida
Escuela Superior de Guerra. From Parameters, Spring 1997.
KENNEDY, Paul. Auge y Caída de las grandes Potencias. Plaza y Janés,
Barcelona: 1989.
KISSINGER, Henry. La Diplomacia. Primera edición en español. Fondo
de Cultura Económica. México: 1995.
KJELLEN, Rudolph. El Estado como forma de vida, conferencia donde
se creó el vocablo “Geopolítica”
MACKINDER, Halford. El Pivote geográfico de la Historia.
RATZEL, Federico. Antropografía y Geografía política.
ROSALES A, Gustavo. Fundamentos: Geopolítica e Historia. Programa de
Geopolítica de Educación a Distancia de la UMNG. Unidad Académica
No.1. 2000.
SPYKMAN, Nicolas (1893-1943). Holandés naturalizado en USA, Profesor
de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad de California y
Decano de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad
de Yale, autor de varias publicaciones sobre el tema.
TAYLOR, J. Peter. Geografía Política. Estados, Nación y Localidad.
Transa. Madrid: 1994.
112
El Espacio y el Poder
CAPÍTULO IV
IMPERIALISMO Y PODER
“En su crecimiento, el Estado lucha por la absorción
de secciones políticamente importantes”.
F. Ratzel
CAPÍTULO IV
IMPERIALISMO Y PODER
4. Del imperialismo geográfico o formal al imperialismo
informal
4.1 El imperialismo geográfico o formal
El dominio sobre el espacio territorial que incluiría su control político,
económico, ubicado en una zona periférica de un Estado, con el
establecimiento de colonias, fue la característica propia del imperialismo
geográfico o formal que rigió sobre el Universo entre los siglos XVI y
XX a partir de la formación de los imperios español y portugués, y que
culminó en la disolución de los imperios británico y francés, especialmente,
como resultado de los movimientos independentistas ocurridos en
África y Asia como consecuencia de los procesos de descolonización
que fomentó la ONU luego de la Segunda Guerra Mundial.
Taylor97 sostiene que en el imperialismo formal, se presentaron dos
ciclos que permiten “medir” sus potencialidades para lo cual se toman
como índices “las cifras de población, extensión de riqueza existente cuando el
centro ejercía el control político del mundo” en sus correspondientes colonias
bajo el gobierno de una autoridad delegada. Los dos ciclos “reproducen”
a su vez, dos modas de expansión o contracción colonial, así:
TAYLOR, Op. Cit p. 105.
97
Capítulo IV: Imperialismo y Poder
• Primer ciclo: 1500 a 1750
Se inicia con las actividades coloniales de España y Portugal, a partir
del Tratado de Tordesillas y se incrementa en la medida en que otras
potencias europeas, Francia, Inglaterra y Holanda hicieron presencia
en América del Norte, el Caribe, África y Asia, privilegiándose las dos
primeras especialmente con las posesiones en su orden, de las Indias e
Indonesia que ocurrieron al final del ciclo.
• Segundo ciclo: 1800 – 1975
El espacio colonial europeo sufre un fuerte deterioro con la independencia
de las principales colonias españolas y portuguesas de América Latina que
marcaron el inicio de la decadencia del poder imperial de esos Estados,
pero que resurge en otros, especialmente en Gran Bretaña, dando paso
al período conocido como el “neocolonialismo” del siglo XIX que alcanza
su auge entre 1875 y 1900, cuando la mayoría del Viejo Mundo se hace
presente en África, Asia y Oceanía para luego de la Primera Guerra
Mundial, iniciar un declive con la independencia de Australia. Prosigue
al culminar la Segunda Guerra Mundial al iniciarse los procesos de
independencia o descolonización que extinguieron las posesiones coloniales
europeas en África, el Subcontinente asiático, el Sudoeste de Asia y en el
océano Índico y Pacífico. No obstante, aún subsisten algunos reductos del
antiguo imperialismo; pequeños enclaves insulares en la Polinesia y las
Antillas menores, pero quizás el vestigio más representativo lo constituye
la presencia británica en las islas Malvinas sobre el Atlántico Sur que la
Argentina, con el respaldo de América Latina, viene reclamando como
suyas desde hace más de un siglo.
116
El Espacio y el Poder
Fuente: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:World_1898_empires_colonies_territory.png?uselang=es
98
Mapa 10. El Mundo en 1898. Los imperios formales98
Capítulo IV: Imperialismo y Poder
El Espacio y el Poder
117
Capítulo IV: Imperialismo y Poder
4.2 El imperialismo informal
Con este término, el imperialismo informal, se identifica el dominio que
sobre la economía mundial puede ejercer una potencia, de preferencia
de carácter hegemónico. De hecho, esa acción de las potencias crea
situaciones de dependencia de aquellos Estados débiles en recursos
esenciales en relación con los que sí los poseen; ello sin perjuicio de
que el Estado hegemón, como parte de sus intereses nacionales, o
sea, en la aplicación de su código geopolítico, procede a controlar la
producción y distribución comercial de los recursos que otros poseen
en mayor cantidad y que le son necesarios. Tarea que el hegemón
cumple mediante la geoestrategia y la presión política o por medio de
las empresas multinacionales con sede en su territorio.
Pearson y Rochester99 anotan que las preeminencia económica de
los Estados Unidos luego de la Segunda Guerra Mundial, “permitió
a las empresas estadounidenses expandir rápidamente sus inversiones en el
exterior; las cuales aumentaron cerca de diez veces entre 1950 y 1970; entre
1971 y 1990 el valor contable de las inversiones estadounidenses en el exterior
se incrementó de US 82.000 millones a más de US 345.000 millones”. Los
Estados Unidos eran la base, en 1995, de las oficinas matrices de 150
de las 500 corporaciones transnacionales existentes para esa época en
el Mundo, las cuales controlaban el 70% del comercio global. Como lo
anotan los citados analistas, se trata de imperios invisibles; de muchas
formas subordinadas al imperio mayor, el hegemón de donde proceden.
PEARSON Y ROCHESTER. Op. Cit, pp. 460 – 461
99
118
El Espacio y el Poder
Capítulo IV: Imperialismo y Poder
5. La absorción de unidades como
forma de expansión imperial
5.1 Un marco teórico
Friedrich Ratzel, en desarrollo de su concepción biológica de los
Estados, formuló las que hoy conocemos como las “Leyes de crecimiento
del Estado”. De éstas se desprende la necesidad del espacio para que el
Estado cumpla sin mayores obstáculos, su ciclo vital. Para los efectos
de este ensayo geopolítico, bástenos citar tres de esos enunciados:
• “En su crecimiento, el Estado lucha por la absorción de secciones
políticamente importantes”.
• “El crecimiento del Estado se manifiesta por la adición de otros
Estados, en el proceso de amalgamación”.
• La tendencia general hacia la anexión territorial y la amalgamación,
transmite el movimiento de Estado a Estado, y aumenta su intensidad”.
Los planteamientos anteriores, que contribuyen al soporte de la
teoría ratzeliana de que el Estado es un organismo territorial (“una
porción de humanidad y un pedazo de suelo”), podemos confirmarla
con los ejemplos que acerca de su expansión territorial, nos presentan
los Estados Unidos y Rusia.
5.2 La expansión territorial de los Estados Unidos
La expansión territorial de los Estados Unidos constituye uno de los
procesos más interesantes de observar como un ejemplo de visión geopolítica:
un país que surgió como consecuencia de la confederación de 13 colonias
El Espacio y el Poder
119
Capítulo IV: Imperialismo y Poder
inglesas sobre el océano Atlántico, logró extenderse en menos de un siglo,
hasta alcanzar el océano Pacífico y asomarse al mar Caribe. El país original
amplió siete veces sus fronteras incorporando y colonizando nuevos espacios
hasta darles la condición de Estados, los cuales hoy ascienden a 50, no
incluyendo dentro de esta conformación a los territorios formalmente no
incorporados o con la situación de “libre asociado”.
Gráfico 4. Expansión territorial de los Estados Unidos100
Fuente: www.atlas-historique.net
Nota 1: Textos originales de la fuente en idioma francés.
Nota 2: Adquisiciones fuera del mapa: Alaska (1867), Puerto Rico (1898), Samoa, (1899),
Hawái, Guam y Samoa (1900), Islas Vírgenes (1917), Islas Marianas (1947).
100
120
El Espacio y el Poder
Capítulo IV: Imperialismo y Poder
Fieles a la convicción de su “Destino Manifiesto”101, los Estados Unidos
hicieron propia la doctrina que sobre el Poder Naval formulara el
Almirante Alfred Mahan en su obra, anteriormente citada, La influencia
del Poder Naval en la Historia, 1660-1783,que explica la presencia
estadounidense en territorios de ultramar, tanto en el Pacífico asiático
como en el Caribe, desde la segunda mitad del siglo XIX hasta el presente.
Del inmenso valor que los gobernantes del naciente imperio dieron
a la necesidad de su expansión, bástenos citar los siguientes apartes
insertos en un escrito de don Enrique Gaviria Liévano102 que aporta
luces sobre la clarividencia geopolítica de aquellos:
“(…) El Gobierno norteamericano sólo abandonó la política de
neutralidad cuando logró que España firmara y ratificara el Tratado
Transcontinental de 1821. Este tratado venía a garantizarle a los
Estados Unidos la propiedad completa y absoluta de La Florida,
ya que establecía una línea fronteriza del Atlántico al Pacífico
que le permitía ejercer el completo dominio y control sobre todo
el valle del Misisipi (…)”
La expresión Destino Manifiesto (Manifest Destiny). “Aparece por primera vez en el
artículo Anexión del periodista John L. O’Sullivan, publicado en la revista Democratic
Review de Nueva York, en el número de julio-agosto de 1845. En él se decía: “El cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido
asignado por la Providencia, para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios
para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino”.
wikipedia.org/wiki/Doctrina_del_destino_manifiesto
101
102
GAVIRIA LIÉVANO, Enrique. Magister en Derecho Comparado de la Universidad de
Michigan y actual Presidente de la Academia Colombiana de Historia. En El reconocimiento de nuestra Independencia y los intereses mercantiles anglosajones. Boletín 853
de Historia y Antigüedades de la ACH, pp. 226-227.
El Espacio y el Poder
121
Capítulo IV: Imperialismo y Poder
“(…) Con ocasión de una propuesta formulada por el ministro
inglés Canning de celebrar con los Estados Unidos un pacto contra
los planes de reconquista de la Santa Alianza, el presidente Thomas
Jefferson dijo lo siguiente:
Tenemos que preguntarnos primeramente, si deseamos adquirir
para nuestra confederación alguna o algunas de las provincias
españolas. Confieso ingenuamente que siempre he considerado
a Cuba como la adición más interesante que pudiera hacerse a
nuestro sistema de estados federales. El dominio que esa Isla, junto
con la Punta de la Florida, nos daría sobre el Golfo de Méjico y los
países e istmos que lo limitan; lo mismo que sobre todas las aguas
que en él desembocan, llenaría la media de nuestro bienestar”103.
“Sobra decir que la propuesta del ministro inglés Canning de celebrar una
alianza con los Estados Unidos fue rechazada (...)”. En su defecto, anota
Liévano, “Se proclamó la célebre Doctrina Monroe del 2 de diciembre de
1823” que casi un siglo después, tuvo como corolario la política del
“Gran Garrote” (Big Stick), del presidente Teodoro Roosevelt y que uno
de sus sucesores, William Taft, en cuanto a Latinoamérica, continuó
desarrollando mediante la intervención de su país en Centro América
y el Caribe, expresando sin reato en 1912, que “El hemisferio todo nos
pertenecerá como de hecho, ya nos pertenece moralmente en virtud de la
superioridad de nuestra raza”104.
Ibíd. Incluido por el autor en El pensamiento internacional de Bolívar. Simposio Ítalocolombiano sobre Bolívar. Universidad Externado de Colombia (Bogotá: 1983), p. 176.
103
Citado por Mauricio Lemoine en su artículo titulado “En nombre del Destino Manifiesto”.
En: http://www.cubaminrex.cu/Opinion/Destino%20manifiesto.htm
104
122
El Espacio y el Poder
Capítulo IV: Imperialismo y Poder
La anterior afirmación, tan propia de la mentalidad anglosajona de
entonces, aunque inaceptable, posee sus raíces en los criterios expresados
por Willi Paul Adams en su obra, Los Estados Unidos de América, al
manifestar que desde los primeros asentamientos de los europeos hasta la
Independencia –y más allá aún-, la sociedad de los blancos de Norteamérica
fue fundamentalmente para utilizar la precisa expresión de Louis Hartz, un
fragmento de Europa y que “(…) en América lucharon emigrantes europeos
por su autodeterminación (…)”105.
5.2 La expansión territorial del imperio ruso.
Culminado el largo proceso de consolidación del principado de
Moscovia, origen de la Rusia zarista que se gestó entre los siglos XII y
XVI, se inició de manera acelerada la expansión territorial del nuevo
imperio en dirección al Suroeste, Sureste y el Este. En relación con éste
último, el siglo XVI sería testigo de la penetración rusa en Siberia a partir
de 1542 hasta alcanzar el océano Pacífico en 1671 y luego desbordarlo
en 1742, tras cruzar el estrecho de Bering e iniciar su exploración sobre
Alaska en América del Norte.
En el siglo XVIII, el Imperio avanzó territorialmente hasta alcanzar
el mar Negro con la conquista de Ucrania y la península de Crimea.
Otro tanto había logrado hacia el Oriente europeo, luego de vencer a
Suecia acceder al mar Báltico, obteniendo el control de la región que
lleva ese nombre. A inicios del XIX, incorporó a Finlandia, Besarabia y
gran parte de la antigua Polonia; y a mediados de esa centuria, consolidó
sus conquistas en el Cáucaso y el Asia Central.
ADAMS, Willi. Los Estados Unidos de América. Siglo XIX, México: pp. 12-13.
105
El Espacio y el Poder
123
Capítulo IV: Imperialismo y Poder
Gráfico 5. Expansión Territorial de Rusia 1533-1894106
La expansión rusa sobre el Asia Central, condujo a períodos de tensión
con la Gran Bretaña que veía amenazada su propia seguridad imperial
por la nueva cercanía zarista a la India y a Afganistán. La política
expansionista desarrollada por el zar Alejandro II y sus sucesores entre
1855 y 1914, produjo el mapa político que caracterizó al imperio ruso hasta
la Primera Guerra Mundial. De no haber ocurrido la venta de Alaska y las
islas Aleutianas a los Estados Unidos en 1867, y sufrido una importante
derrota por parte de Japón en 1905 que le ocasionó la pérdida de las islas
de Sahalín y las Kuriles, la presencia rusa en el Norte del océano Pacífico,
le habría creado un escenario geopolítico favorable sobre un área que
tiempo después se convertiría en un espacio de tensión mundial vigente
por décadas. No ajeno a su talante expansionista, el imperio ruso sostuvo
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Adquisiciones_territoriales_de_Rusia
106
124
El Espacio y el Poder
Capítulo IV: Imperialismo y Poder
sin perjuicio de su accionar en Asia, su política internacional denominada
“paneslavismo”, la cual con el pretexto de proteger a sus hermanos eslavos
en los Balcanes, pretendía ejercer el control sobre esos países e imponerse
sobre el ya agónico imperio otomano.
5.3 Los efectos geopolíticos de la expansión imperial
En el imperialismo formal antes de finalizar la antepenúltima década
del siglo XIX (1885), se produjo “una transformación profunda en las
relaciones entre potencias europeas. La fiebre del imperialismo se adueña de los
gabinetes europeos progresivamente y sin que se den cuenta las propios políticos”,
observó W. Mommsen107, quien calificó como “delirio del imperialismo”
(1885-1906), el clamor general por la posesión de colonias y nuevas
fuentes de mercado extraterritoriales. Esa “transformación profunda” a
la cual se refiere el autor, estuvo relacionada con el paulatino deterioro
que sufrió la política del “equilibrio del poder” que había caracterizado
las relaciones entre las principales potencias europeas108 de entonces,
provocada por la carrera imperial y que incidió en la conformación
de los Pactos entre los Estados, como el de la Entente Cordiale o la
Triple Alianza que precedieron el desencadenamiento de la Primera
Guerra Mundial y antesala que fueron del reajuste geopolítico, previo
y posterior, no sólo intereuropeo, sino también global.
El escenario geopolítico universal que precedió a la citada confrontación,
se había creado en el origen del delirio imperial por las siguientes causas:
• La repartición de África.
MOMMSEN, Wolfgang. La época del imperialismo. Historia Universal. Vol. 28, 10 ed.
Siglo XXI. México, p.137.
107
Inglaterra, Alemania, Rusia y Austria-Hungría.
108
El Espacio y el Poder
125
Capítulo IV: Imperialismo y Poder
• La repartición del océano Pacífico.
• La consolidación del poder británico en la India, y del francés
en la Indochina.
• La consolidación de la hegemonía de los Estados Unidos en
América Latina.
• Y las intenciones de Rusia de consolidarse como potencia en el
Asia Central.
Para tomar sólo como ejemplo: los dos primeros casos (África y el
océano Pacífico) bástenos con citar:
• África: una observación al mapa político de este continente a inicios
del siglo XX, nos muestra tan sólo dos Estados independientes: Liberia
y Etiopía. Éste último próximo a ser víctima de una intervención
italiana. El resto de África lo constituían colonias y protectorados
de Inglaterra, Francia, Alemania, Portugal, Italia, Bélgica y España.
Simplificando los nombres de los dominios territoriales, en los mapas
se empleaban denominaciones como: África Occidental francesa,
África Sudoccidental u Oriental alemana, según la posición; el Sudán
Anglo-egipcio, el África Oriental británica, el África Ecuatorial
francesa, el Marruecos francés o el español, la Somalia italiana, el
Congo-belga y la Sudáfrica inglesa, entre otras.
El área más sensible a los intereses de las potencias, la constituyó
el Norte de África por su acceso al mar Mediterráneo, necesario a los
ingleses para el control del Canal de Suez e ingreso al mar Rojo, ruta
indispensable para llegar con mayor rapidez a la India, calificada como
“La joya de la Corona británica”.
126
El Espacio y el Poder
Capítulo IV: Imperialismo y Poder
• El océano Pacífico: el área geográfica que hoy denominamos como del
Asia Pacífico y Oceanía, nos aparecía a inicios del siglo XIX, bajo la
denominación genérica de océano Pacífico, como un inmenso sector
del Globo terráqueo dominado por tan sólo seis potencias mundiales
entre las cuales ya figuraban dos no europeas: Japón y Estados Unidos,
y entre las primeras, a Inglaterra, Holanda, Francia y Rusia.
• Los Estados Unidos emergieron en el Pacífico, luego de su victoria
sobre España (1899), al recibir las Filipinas y la isla de Guam. Para
la misma época, oficializaron la anexión de Hawai y de las islas
de Wake y Midway. Con anterioridad y como consecuencia de la
compra de Alaska a Rusia (1867), habían obtenido las islas Aleutianas.
Holanda poseía el dominio de las islas que conforman Indonesia,
con excepción del Norte de Borneo y la parte Occidental de Nueva
Guinea. Francia poseía la Indochina, Inglaterra tenía el dominio de
Australia, Nueva Zelanda y parte de Nueva Guinea. Alemania, por
adquisición a España, las islas Marianas y compartía con las otras
potencias europeas y los Estados Unidos el enjambre de islas que
componen la Micronesia. Rusia, al Norte, ocupaba la isla de Sahalin.
Otras situaciones de inmenso valor geopolítico incidirían notablemente
en el desarrollo de la política internacional así: la tensión ruso-británica
por el control del Asia Central; el auge del Japón como potencia y el
incremento de la hegemonía de los Estados Unidos en Latinoamérica.
El fin de la Primera Guerra Mundial no terminaría con el imperialismo
formal, las colonias alemanas quedaron en poder de los vencedores y
una nueva situación se generó cuando la Sociedad de las Naciones colocó
bajo mandato transitorio de Inglaterra y Francia, antiguos territorios del
El Espacio y el Poder
127
Capítulo IV: Imperialismo y Poder
Imperio Otomano en el Próximo Oriente (Palestina, Irak, Siria, Líbano y
en el Golfo Pérsico), creándose allí, desde entonces, un área de tensión
mundial que prosigue hasta nuestros días.
6. En el imperialismo informal
Con el título de La nueva geografía de los conflictos internacionales,
Michael T. Klare109publicó en 2001, un interesante análisis cuya
introducción nos permite apreciar cómo el valor de los recursos se
constituye en interés vital para una potencia hegemónica o para sus
aliados, sin requerirse la ocupación física de un territorio, sino mediante
el empleo de su capacidad para lograr un objetivo geopolítico mediante
la acción geoestratégica. Transcribo a continuación con fines académicos,
el siguiente aparte:
“(…)En octubre de 1999, en una rara alteración de la geografía
militar de Estados Unidos, el Departamento de Defensa cambió el
mando general de las fuerzas estadounidenses en Asia Central al
trasladar la Comandancia del Pacífico a la Comandancia Central.
Esta decisión no produjo titulares en la prensa ni otras muestras
de interés en Estados Unidos, y sin embargo representó un cambio
significativo en el pensamiento estratégico estadounidense. Asia
Central se había considerado antaño un asunto periférico, un
rincón alejado de las principales áreas de responsabilidad de la
Comandancia del Pacífico (China, Japón y la península de Corea).
Pero esa región, que se extiende de los montes Urales a la frontera
occidental de China, se ha convertido hoy en importante objetivo
KLARE, Michael. La nueva geografía de los conflictos internacionales: en Foreing Affairs
en español, Verano de 2001. En: http://www.idepe.org/pdf/GeografiaConflictos.pdf
109
128
El Espacio y el Poder
Capítulo IV: Imperialismo y Poder
estratégico debido a las grandes reservas de petróleo y gas natural
que se cree que yacen bajo el Mar Caspio y sus alrededores. Como
la Comandancia Central ya tiene a su cargo las fuerzas de Estados
Unidos en la región del Golfo Pérsico, su toma del control sobre
Asia Central significa que esta área recibirá ahora una atención
más cercana de parte de aquellos cuya tarea primaria es proteger
el flujo de petróleo hacia Estados Unidos y sus aliados.
La nueva preeminencia de Asia Central y de su potencial riqueza
petrolera no es sino un signo de una transformación mayor en el
pensamiento estratégico estadounidense. Durante la Guerra Fría,
las áreas de mayor interés para los planificadores militares eran las
de confrontación entre Estados Unidos y el bloque aliado soviético:
Europa Central y del sureste y el Lejano Oriente. Sin embargo,
desde el fin de la Guerra Fría, estas áreas han perdido mucha de
su importancia estratégica para Estados Unidos (salvo, quizá, por
la zona desmilitarizada entre Corea del Norte y Corea del Sur),
en tanto que otras regiones –el Golfo Pérsico, la cuenca del Mar
Caspio y el mar de la China Meridional– están recibiendo cada vez
mayor atención del Pentágono (…)”.
El Espacio y el Poder
129
Capítulo IV: Imperialismo y Poder
Mapa 11. Mar Caspio: valor geopolítico y
geoestratégico de un área de tensión mundial110
Recursos:
270.000 millones de barriles de petróleo (quinta parte de las reservas
mundiales).
19 billones de metros cúbicos de gas natural (octava parte de las reservas
mundiales).
Se confirma así, la sentencia de Zbigniew Brzezinski: “La geoestrategia
es la gestión estratégica de los intereses geopolíticos”, que el mismo autor
confirma al anotar que“La potencia que domine Eurasia podrá controlar dos
de las tres regiones más avanzadas y económicamente más productivas”. El
gráfico adjunto, permite apreciar la validez del concepto:
Fuente: http://www.clubdelamar.org/caspio.htm
110
130
El Espacio y el Poder
Capítulo IV: Imperialismo y Poder
LECTURAS RECOMENDADAS
ADAMS, Willi. Los Estados Unidos de América. Siglo XIX, México.
GAVIRIA LÍEVANO, Enrique. El reconocimiento de nuestra Independencia
y los intereses mercantiles anglosajones. Boletín 853 de Historia y
Antigüedades de la ACH.
KLARE, Michael. La nueva geografía de los conflictos internacionales.
En: Foreing Affairs en español, Verano de 2001.
MOMMSEN, Wolfgang. La época del imperialismo. Historia Universal.
Vol. 28, 10 ed. Siglo XXI, México.
El Espacio y el Poder
133
LECTURA SELECCIONADA
FRONTERAS
“La línea en donde termina el espacio de una
nación constituye sus límites. Los límites que son
comunes a dos países construyen fronteras”.
General Julio Londoño Londoño
ANEXO
LECTURA SELECCIONADA FRONTERAS112
General Julio Londoño Londoño
1.) El Estado soberano es, por lo menos en sus principios, fuerza
organizada. Su historia comienza con la guerra. Por esta
razón sus fronteras son estratégicas.
Strautz-Hupé.
2.) Las fronteras tienen que ser trazadas de acuerdo con
consideraciones étnicas, culturales, económicas y topográficas,
cada una de las cuales debe dar paso al principio de libre
intercambio entre los pueblos.
Lord Curzon.
3.) El objetivo primordial de todo arreglo de fronteras consiste
en hacer la guerra imposible.
W. Lyde.
La línea en donde termina el espacio de una nación constituye sus
límites. Los límites que son comunes a dos países constituyen las fronteras.
Hasta el día de hoy ha sido imposible a los países vivir sin fronteras
porque éstas sirven no solamente de apoyo a la defensa militar sino que
LONDOÑO LONDOÑO. Fundamentos de la geografía política. Op. Cit., pp 45-49.
112
Anexo. Lectura Seleccionada Fronteras
tiene que indicar el sitio donde empieza la política aduanera, comercial,
educacionista, económica, etc.
La idea de frontera ha venido evolucionando con el tiempo. Al
principio, puede decirse que las fronteras no existían prácticamente.
Naciones como Grecia y Roma, por ejemplo, tenían tal despreocupación
por el asunto que ni sus mismos gobiernos podían fijar sus fronteras.
Más tarde, en la Edad Media, las fronteras estuvieron constituidas casi
por completo por anchas fajas de terreno comunes a las dos naciones
limítrofes. Pero a medida que la civilización fue tomando cuerpo, que
el comercio adquirió un papel preponderante en la vida las naciones y
que los medios de la industria permitieron explotar el terreno en todos
los sitios posibles, las fajas anteriores se fueron reduciendo hasta llegar
a una línea que es lo que constituye hoy el trazo fronterizo. La frontera
nacional en todo el mundo, se fija ahora hasta en sus más pequeños
detalles ya que ha llegado en esta forma final, a constituir el supremo
elemento separador entre dos áreas geográficas completamente distintas,
que tienen aspiraciones, pasiones, ideales, ambiciones y sentimientos
muy diferentes y frecuentemente antagónicos.
Puntos triples:
Toda frontera posee dos extremos, cada uno de los cuales debe terminar
en el mar o frente aun tercer país. Este punto en que una frontera toca
un tercer país, ha sido llamado Punto Triple (Triplex confinm).
La determinación de uno de estos puntos triples en un arreglo
cualquiera fronterizo que toque uno de ellos, se presta a las más delicadas
situaciones internacionales, porque si en estas materias de fronteras las
dificultades son tan grandes para llegar un arreglo pacífico entre dos
138
El Espacio y el Poder
Anexo. Lectura Seleccionada Fronteras
naciones, la dificultad se acrecienta cuando se trata de tres. Y siguiendo
la historia de la formación de estos puntos triples en los países, se llega a
menudo a perfilar la historia diplomática nacional. Sí miramos los límites
de países suramericanos, hallamos que entre todos hay 26 fronteras,
de las cuales 13 extremos están sobre el mar y los otros 39 constituyen
puntos triples cuya fijación ha exigido los más de dedicados esfuerzos
y cuidadosos estudios de la política Suramérica.
Puntas de crecimiento:
Si pudiera concebirse un país cuyas fronteras estuvieran representadas
por un círculo perfecto, se tendría el caso de la mayor extensión
superficial encerrada por el más corto trayecto fronterizo. Pero este
caso puede considerarse normalmente como imposible por lo general,
todas las fronteras forman entrantes y salientes que les dan su verdadera
personalidad. Se ha discutido mucho sobre el hecho de sí es mejor
para un país tener una inmensa extensión de frontera en relación con
su superficie o si es preferible el caso contrarío. Ninguna de las dos
tendencias puede tomarse como norma general. Todo depende de la
política nacional. Para los Estados muy fuertes, parece conveniente la
mayor extensión de las fronteras, porque así tienen mayor número de
contactos, mejores facilidades para el comercio, mayor influencia desde
el punto de vista militar, grandes facilidades para las concentraciones y
ataques en caso de hospitalidades. Para los países pequeños y débiles,
se estima como fundamental el caso contrario.
Del estudio de estas teorías a través de la historia, se ha sacado una
ley que ha sido denominada Ley de las Puntas de Crecimiento. Cada
vez que la frontera de un país penetra profundamente en el territorio
de otro, se produce lo que ha sido llamado una Punta de Crecimiento.
El Espacio y el Poder
139
Anexo. Lectura Seleccionada Fronteras
Cuando el interior de esta punta tiene una fuerza humana y política
mayor que aquella del espacio que la rodea, la punta trata de ensancharse
a costa del territorio del vecino. Si el interior de la punta es más débil, es
decir, existe mayor fuerza humana y política en el medio circundante, la
punta está en peligro de desaparecer. No es necesario para la ampliación
del espacio de las puntas o para su completa desaparición una guerra o
siquiera una situación de tensión entre las relaciones de los dos países.
Por lo general, un arreglo diplomático pone punto final a este asunto. En
Suramérica, son muchas las puntas de crecimiento que sean han ampliado
y muchas también las que han desaparecido sin necesidad de conflictos
armados o diplomáticos. Es preciso, tener en cuenta que la dinámica de
estas puntas de crecimiento no se sucede o se manifiesta, sino cuando tiene
que ver con la población más o menos importante o con una actividad
comercial destacada. Mientras esta condición no se haga patente, la punta
permanecerá estacionaria y así puede permanecer durante muchos años.
En la América del Sur, en donde las fronteras son por lo general vacías,
las puntas de crecimiento numerosísimas que se encuentran no tienen por
el momento dinamismo alguno en su mayoría, pero habrán de tenerlo un
día, cuando haya crecido suficientemente la población del Continente.
El elemento geográfico fronterizo:
Una de las cuestiones que más a fondo se han estudiado con materias
internacionales, es el asunto del mejor elemento geográfico para la
constitución de la frontera. Sobre el particular, no hay acuerdo, pero
las ideas más generalizadas pueden resumirse así:
El Rio: Ofrece la ventaja de no presentar dificultades al trazado del
tal manera que la delimitación es sencilla. Desde este punto de visita
sólo ofrece el problema de la pertenencia de las islas. Normalmente en
140
El Espacio y el Poder
Anexo. Lectura Seleccionada Fronteras
el río se señala como línea el Talweg, esto es, la máxima profundidad
del canal de la corriente. En esta forma, la pertenecía de las islas se
facilitan notablemente.
El gran inconveniente del río como límite político, es que rompe
una entidad perfectamente definida, ya que, tal como lo enunciamos
al estudiar los ríos, el valle de cada uno de ellos forma una entidad
que tiene intereses comunes y la división por mitad de esos intereses
para someterlos a administraciones distintas, traen necesariamente
fricciones constantes y coloca a los dos países limítrofes en un terreno
de proximidad a una serie de rozamientos diplomáticos cuando no a
conflictos armados. El caso del Rhin entre Francia y Alemania, que ha
sido motivo de peleas encarnizadas por muchos siglos, es un ejemplo
claro. La política internacional suramericana encuentra su aspecto
agresivo en los ríos como fronteras políticas. Ejemplo: Argentina y
Brasil, 1891; Bolivia y Paraguay, 1895; Brasil y Guayana Inglesa, 1898;
Ecuador y Perú, 1913 y 1924; Colombia y Perú 1933… etc.
La montaña: Se ha estimado la montaña como el mejor de los límites
naturales y por lo tanto, se ha tratado de buscar en todos los tratados;
las razones que se alegan para esta bondad son los siguientes:
Primera-Forman barreras que dividen los puebles en dos lados
diferentes.
Segunda-La parte alta está generalmente despoblada, lo que establece
aún más, una perfecta división de las áreas.
Tercera-La cresta está perfectamente marcada, de tal manera que no
se presta a interpretaciones capciosas.
El Espacio y el Poder
141
Anexo. Lectura Seleccionada Fronteras
Cuarta-No cambia nunca, como puede pasar con los ríos fronterizos
u otros accidentes.
Las fronteras entre España y Francia, Suecia y Noruega, España y
Portugal, India y Tíbet son buenos ejemplos de esta forma de división.
Los desiertos: Aunque los desiertos no ofrecen, como las cordilleras,
una línea precisa, tiene la ventaja que la tierra es de poco valor y casi
completamente despoblada, lo cual ayuda a que no se presenten
fricciones entre los países.
El mar: Los brazos o estrechos y en general las masas de agua marítima
que separan dos países, se consideran como el más ventajoso de los
elementos que pueden servir de límite natural entre los Estados. Los dos
países quedan efectivamente separados y sin embargo, el comercio que les
ha servido eficientemente a lo largo de su historia continúa normalmente.
Líneas astronómicas: muchas veces, cuando no es posible trazar la frontera
por medio de límites naturales, se apela a los meridianos y paralelos. Estas
líneas imaginarias que a primera vista deberían ser tenidas como los peores
límites políticos, han resultado en el trascurso del tiempo mejores que
muchas otras, es decir, más aptas que los ríos, por ejemplo, para conservar
la armonía internacional. En grandes trozos de límites de esta clase entre
los Estados Unidos y Canadá, se presentan estas condiciones que satisfacen
por entero las buenas relaciones entre los dos países.
Fronteras múltiples: por ventajosas que sean las condiciones en que
un país haya podido solventar el asunto de sus fronteras políticas, es casi
imposible conseguir que la línea que las indica, divida la vida de las dos
naciones en sus diversos aspectos. Más hacia delante o hacia atrás de esta
142
El Espacio y el Poder
Anexo. Lectura Seleccionada Fronteras
línea, se encontrarán siempre condiciones generales o zonas especiales
que hubieran debido coincidir con el trazo fronterizo. Así, por ejemplo:
sería muy conveniente que la frontera política coincidiera con la línea
divisoria entre las lenguas, las religiones, los estatutos comerciales, los
conjuntos raciales, etc., pero esto no se logra. Por tal razón, en el estudio
de las fronteras, y especialmente cuando se hacen planes de guerra,
la diferenciación de estas líneas es de importancia primordial. Así,
hay que distinguir en trabajos fronterizos cuidadosamente la frontera
política de la frontera religiosa, lingüística, comercial y especialmente
de la frontera estratégica, denominando así la línea interpuesta entre
los sitios que ofrecen ventajas definitivas para el ataque o la defensa en
caso de hostilidades entre los dos países.
El Espacio y el Poder
143
BIBLIOGRAFÍA
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STRAUTZ H., Robert. La lucha por el espacio y el poder. Traducción
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Edición en español. Transa, Madrid: 1994.
URIBE VARGAS, Diego. Mares de Colombia. La acción diplomática
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Bogotá: 2001.
146
El Espacio y el Poder
CREDITOS A ILUSTRACIONES
MAPAS
MAPA 1.
Espacio territorial y marítimo de Colombia (Instituto Geográfico
Agustín Codazzi) Fronteras Terrestres y Marítimas Escala 1: 2´500.000
MAPA 2.
Mapa Político de Colombia (Puntas de Crecimiento y Puntas Triples)
http://www.elvia-asematic.com/suarez/planocol.htm
MAPA 3.
Ejes de la navegación mundial. Visión del siglo XIX
MAPA 4.
Espacios Territoriales de los Imperios Persa y de Alejandro Magno
(Siglo IV antes de Cristo)
http://irna.ir/es/es1/index1.htm
Mapa 5.
Máxima Extensión Del Imperio
http://www.escolar.com/avanzado/historia013.htm
MAPA 6. Fronteras en Conflicto
Conflictos fronterizos. Fuente: Elaborado por León Levi Valderrama,
Asesor del IEGAP. Presente en “Specto” octubre – diciembre. Edición
Especial 2007
Creditos a Ilustraciones
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Imperio Británico a inicios del siglo XX
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MAPA 8.
El nuevo mapa de Europa después de la Primera Guerra Mundial
http://uy.kalipedia.com/popup/popupWindow.html?anchor=klpp
rcfil&tipo=imprimir&titulo=Imprimir%20Art%EDculo&xref=200707
17klphisuni_266.Kes
Mapa 9.
Guerra Fría. Alianzas Antisoviéticas y Pacto de Varsovia
http://elrenglon.com/pacto-de-varsovia.php
MAPA 10.
En Mundo en 1898. Los Imperios Formales
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:World_1898_empires_
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MAPA 11.
Mar Caspio: valor Geopolítico y Geoestratégico
de un área de tensión mundial
http://www.clubdelamar.org/caspio.htm
GRÁFICOS
GRÁFICO 1.
Espacios oceánicos y Derechos de los Estados
http://fcc2ic.files.wordpress.com/2010/04/espacios_oceanicos.jpg
148
El Espacio y el Poder
Creditos a Ilustraciones
GRÁFICO 2.
Descolonización de África
http://danieleconomist.blogspot.com/2012/04/la-descolonizaciondel-africa-30-de.html
GRÁFICO 3.
Expansión portuguesa en Suramérica
http://www.oculimundienclase.blogspot.com/2011/11/el-tratadode-tordesillas.html
http://www.voyagesphotosmanu.com/Complet/images/tratado_
santo_ildefonso_1777.gif
GRÁFICO 4.
Expansión territorial de los Estados Unidos
www.atlas-historique.net
GRÁFICO 5.
Expansión territorial de Rusia 1533-1894
http://es.wikipedia.org/wiki/Adquisiciones_territoriales_de_Rusia
Geopolítica y Geoestrategia de los recursos
Cuaderno de Análisis No. 01 de 2010 “La Estrategia de Seguridad
Nacional de los Estados Unidos de N.A 2010”. Doctrina Obama:
Percepción Geopolítica y su Aplicación Geoestratégica. IEGAP. Afán,
Bogotá: diciembre de 2010. Fuente: investigación y elaboración del mapa
a cargo de León Levi Valderrama.
El Espacio y el Poder
149
Este libro se terminó de imprimir en julio de 2012 en los
talleres de Pictograma Creativos Ltda.
Tel. 562 2631 - 201 1096
Carrera 22 No. 17-60 Bodega 49
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