Algunos acontecimientos del S XX

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U.N.L.P. - FAPE
Carrera de Enfermería Universitaria
Cátedra: Cultura, Estado y Salud
“Algunas conceptualizaciones para entender el Siglo XX”
El material que sigue a continuación –una colección de conceptos y hechos a nuestro criterio
significativos-, está pensado para acompañar el proceso de lectura de los contenidos seleccionados
para la cátedra de Cultura, Estado y Salud de la carrera de Enfermería Universitaria de acuerdo a los
contenidos del Bloque III.
Debe quedar claro que todos los sucesos acontecidos durante el Siglo XX no pueden
condensarse en pocas páginas. El criterio elegido entonces, es arbitrario y pretende referenciar los
principales hechos y conceptos que el orden internacional, sirvieron para articular y comprender lo
ocurrido durante el último siglo. Cabe destacar a su vez, que resultará de utilidad, la consulta de
cualquier enciclopedia histórica mundial o diccionario, le permitirá secuenciar el material aquí
incluido.
Bretón Woods, Conferencia de: nombre con que se conoce la conferencia monetaria y financiera
de las Naciones Unidas, que tuvo lugar entre el 1 y el 22 de julio de 1944, en Bretón Woods (Estados
Unidos). La conferencia a la que acudieron representantes de 44 países, fue convocada para intentar
lograr la estabilidad de la moneda y del crédito para conseguir un nuevo orden económico una vez
que finalizara la Segunda Guerra Mundial. De la conferencia surgieron el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Interamericano para la Reconstrucción y el Desarrollo (Banco
Mundial), con el objetivo de proporcionar créditos a corto y largo plazo a escala mundial. De la
conferencia surgió también un nuevo sistema monetario internacional que tenía que lograr la
estabilidad de los tipos de cambio entre las distintas monedas. Este sistema logró estabilidad
monetaria hasta que se derrumbó bajo las presiones especulativas que siguieron a la crisis de los
precios del petróleo de 1973.
CEPAL: (Comisión económica para América Latina y el Caribe) creada en 1948 para analizar los
problemas del desarrollo de su región, examinar políticas para superarlos y asesorar a los países
para mejorar sus políticas económicas y sociales. Esta comisión elaboró una interpretación del
desarrollo latinoamericano basada en la idea de Centro – Periferia. Ésta explica la forma en que se
produce la difusión internacional del progreso técnico, entre los países centrales o desarrollados y los
de la periferia o en desarrollo. Según esta explicación, los frutos del progreso técnico se distribuyen
en forma desigual entre estos dos grupos de países.
COMECON: (sigla en inglés que quiere se traduce como Consejo de Ayuda Mutua Económica),
surgido en 1949, este consejo pretendió integrar la actividad económica de la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.) con la de los países que quedaron bajo su órbita. Sus primeros
miembros la URSS, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumania y Bulgaria. Posteriormente
adhirieron la República Democrática Alemana, Albania, Mongolia, Cuba y Vietnam.
Corrupción: se trata de determinados comportamientos grupales, combinados con una aceptación
cultural por parte de la sociedad. En ese contexto, de poco valen los sacrificios rituales que se ejercen
sobre los casos individuales más frívolos, que no son siempre los más graves, aunque tengan la
ventaja de ser vistosos. En ese sentido, Maquiavelo señaló que la corrupción terminal no es tanto la
del individuo, sino la del Estado, cuando los sobornos se convierten en sistema. Comparó la historia
de la República Romana con la turbulenta Italia del Renacimiento, y escribió que la corrupción
puede adueñarse de un Estado o de un pueblo, y acarrea la pérdida de la libertad.
Crisis de 1929: caída del índice general de la Bolsa de Nueva York ocurrida en 1929. A mediados
de 1929 nueve millones de estadounidenses (de una población de 122 millones) habían invertido sus
ahorros en el mercado de valores. Muchos de estos inversionistas habían colocado todos sus ahorros
en la Bolsa, animados por asesores económicos incompetentes. Se crearon nuevas empresas con
fines especulativos y, debido a la fe ciega que se tenía en la capacidad del mercado para crear
rendimientos espectaculares, sus acciones aumentaron de precio con rapidez.
Con el tiempo algunos profesionales financieros pensaron que tal vez fuera más rentable invertir en
otros activos fuera de la Bolsa, por lo que empezaron a vender sus activos bursátiles. Se inició un
fuerte movimiento vendedor. El 23 de octubre se vendieron seis millones de acciones, a precios cada
vez menores. Al día siguiente, el denominado ‘jueves negro’, se vendió el doble. El lunes se
vendieron nueve millones de acciones; el precio de éstas había caído en más de 14.000 millones de
dólares en menos de una semana. En el ‘martes negro’ se colapsó la Bolsa; el precio de las acciones
de las mayores empresas, como General Electric o Woolworth, también cayó. Ese día se vendieron
más de 16 millones de acciones, con una pérdida de valor superior a los 10.000 millones de dólares.
Lo ocurrido en Wall Street se reprodujo de una forma vertiginosa en las demás bolsas de Estados
Unidos, desde Chicago hasta San Francisco.
Estado Neoliberal: propio de la crisis del modelo económico de posguerra –mediados de la década
del ’70- este modelo se diseñó básicamente para contrarrestar el poder excesivo de los sindicatos y del
movimiento obrero que lograron socavar las bases de la acumulación privada con sus presiones
reivindicativas sobre los salarios y obligar a que el Estado aumentase cada vez más los gastos sociales.
Estos dos nivele destruyeron los niveles necesarios de beneficios de la empresas y desencadenaron
procesos inflacionarios que terminaron en una crisis generalizada de las economías de mercado. El
remedio era mantener un Estado fuerte en su capacidad de quebrar el poder de los sindicatos, pero
limitado en lo referido a gastos sociales y a las intervenciones económicas (recordar la actitud del
Modelo de Estado Keynesiano). Esas fueron las bases del Estado Neoliberal, a las que se agregaron:
estabilidad monetaria, disciplina presupuestaria, contención del gasto social, y creación de una extensa
masa de mano de obra desocupada para inhibir el control de los sindicatos. Además fueron
imprescindibles reformas fiscales que significaban reducción de impuestos sobre las ganancias más
altas.
Fascismo: ideología típica del Siglo XX, los movimientos fascistas emergieron al finalizar la Primera
Guerra Mundial y en los países en los que triunfó – Italia y en Alemania su versión del nazismo-, los
regímenes subsistieron hasta la catástrofe de la guerra de 1939-1945.
Su mayor exponente fue la figura de Benito Mussolini, que fundó el movimiento hacia 1919 y fue
considerado único líder hasta la irrupción de Adolfo Hitler, en la escena política, hacia 1933.
Las ideas fascistas apuntas a la exaltación del Estado; frente a la división de poderes que postula el
liberalismo, reflejo de la necesidad que tenía esta corriente de proteger al individuo frente a los abusos
de autoridad, defienden la vigencia de una autoridad que expresa los supremos valores éticos y supera
todos los antagonismos de clase. Es decir que todos los intereses se subordinan ante el Estado que es
‘un término absoluto ante el cual los individuos y los grupos son términos relativos’.
Guerra de Vietnam: si bien no fue el único conflicto bélico durante el período analizado,
consideramos que fue el ejemplo paradigmático de lo que constituyó la Guerra Fría. Enfrentamiento
militar que tuvo lugar en Vietnam desde 1959 hasta 1975, cuyo origen fue la determinación de las
guerrillas comunistas (el llamado Vietcong) de Vietnam del Sur, apoyadas por Vietnam del Norte, de
derrocar al gobierno survietnamita. El enfrentamiento desembocó en una guerra entre ambos países
que pronto se convirtió en un conflicto internacional cuando Estados Unidos y otros 40 países más
apoyaron a Vietnam del Sur, mientras que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y la
República Popular China suministraron municiones a Vietnam del Norte y al Vietcong.
Guerra Fría: concluida la Segunda Guerra Mundial, las potencias vencedoras (Estados Unidos, Gran
Bretaña, Francia y Rusia), procedieron a repartirse el territorio alemán. Sin embargo, las diferencias
ideológicas con relación al modelo de Estado que debería instaurarse, impidieron que esta empresa se
concretara. Estados Unidos y Gran Bretaña impulsaron el establecimiento de una democracia liberal,
en tanto que Rusia proponía un modelo de Estado similar al soviético. La desconfianza mutua llevó en
1949 a la conformación de dos bloques enfrentados, cada uno con un modelo de Estado, de economía
y de sociedad: la República Federal de Alemania, al oeste, bajo el dominio de las potencias
capitalistas, y la República Democrática Alemana, al este, dentro de la órbita soviética. La creciente
tensión entre los dos bloques (de allí la denominación de Mundo Bipolar) para resolver el problema de
Berlín, culminó con la construcción del Muro en 1961. La Guerra Fría, que se extiende desde la
conformación de los dos bloques de poder hasta la caída del Muro, implicó una situación de hostilidad
entre ambos bloques, sin llegar al empleo directo de las armas y que se valieron de la propaganda, las
presiones económicas, el espionaje, para intentar debilitar al adversario. La estrategia de las potencias
consistió en atraer a su zona de influencia a otros países por medio de alianzas político – militares o
relaciones económicas. El elemento preponderante de este conflicto fue la política de ‘disuasión
nuclear’ sostenida por ambos bloques.
Inflación: aumento sostenido y generalizado de precios.
Keynes, John (1883-1946): economista británico que en 1930 escribió ‘Tratado sobre el dinero’ en el
que intentó explicar por qué la economía funciona de forma irregular, soportando con frecuencia
alteraciones en los ciclos económicos con expansiones y depresiones sucesivas. Al igual que en otras
interpretaciones sobre temas económicos, no logró explicar la problemática de las depresiones
prolongadas, un fenómeno que no se ajustaba a la noción clásica de que las recesiones se corrigen de
forma automática. Se pensaba que durante las recesiones aumentaba el ahorro, lo que reducía los tipos
de interés, por lo que se fomentaría la inversión empresarial y la economía volvería a crecer. Keynes
analizó en profundidad los problemas relativos a las largas recesiones en su obra más famosa, La
teoría general sobre el empleo, el interés y el dinero (1936). En esta obra argumenta la defensa de
programas económicos que ya se estaban ensayando en el Gran Bretaña y en Estados Unidos por el
presidente Franklin D. Roosevelt. Keynes propone la inexistencia de mecanismos de ajuste automático
que permitan a la economía recuperarse de las recesiones. Su aporte teórico dio lugar a lo que se
conoce como Estado Keynesiano. Este modelo de Estado se vale esencialmente de una política
económica anticíclica, tendiente a amortiguar las crisis recurrentes del sistema capitalista. Desde esta
teoría, se supone que el capitalismo tiende a funcionar cíclicamente (recordar las ‘Tendencias
Estructurales’), esto es, se repiten los períodos de alza, saturación y baja. Keynes propone generar un
circuito económico que contrarreste el efecto de los ciclos para evitar las oscilaciones en el
funcionamiento del sistema.
Afirmaba que el ahorro no invertido prolonga el estancamiento económico y que la inversión de las
empresas de negocios depende de la creación de nuevos mercados, nuevos adelantos técnicos y otras
variables independientes del tipo de interés o del ahorro. Puesto que la inversión empresarial fluctúa,
no se puede esperar que ésta pueda preservar un alto nivel de empleo y unos ingresos estables.
Keynes proponía que el gasto público debe compensar la insuficiente inversión privada durante una
recesión.
Las ideas de Keynes han influido de forma determinante en el diseño de la política económica de
muchos países desde la II Guerra Mundial, sustrato de una nueva escuela de pensamiento económico
denominada keynesianismo.
FMI: inicia sus actividades en 1947, y tiene como objetivo promocionar la cooperación monetaria
internacional, facilitar el crecimiento equilibrado del comercio mundial mediante la creación de un
sistema de pagos multilaterales para las transacciones corrientes y la eliminación de las restricciones al
comercio internacional.
Fordismo: no se puede comprender el fordismo sin realizar una breve descripción de lo que fue el
taylorismo. Frederick Taylor se propuso sistematizar el trabajo del obrero, por un lado, para
trasladar a la gerencia de la empresa, todo el conocimiento tradicional que poseían los obreros
(calificados e idóneos); y por otro, para cronometrar el trabajo en función del tiempo – movimiento
y de la subdivisión de una tarea en las partes que la componen, logrando así una mayor
especialización del obrero, mayor eficiencia (más trabajo en menor cantidad de tiempo), evitando de
esta forma los tiempos muertos u ociosos de los trabajadores. Los métodos de producción taylorista
fueron aplicados por primera vez en la compañía Ford Motor (de allí fordismo), en Detroit, en 1913
bajo la dirección de Henry Ford, y se generalizaron con toda rapidez al resto de las industrias. La
definición en sentido estricto del fordismo se ha ampliado para abarcar una serie de aspectos que
permitieron que el capitalismo tuviera un comportamiento estable durante esta etapa; estas normas
no sólo tratan de la organización de los procesos productivos (sobre todo de la organización del
factor trabajo), sino que también analizan los objetivos productivos y los métodos para resolver
conflictos laborales.
El método de producción fordista implica la combinación del taylorismo con la creciente
mecanización de grandes empresas con muchas líneas productivas, asociadas con la aplicación de la
cadena de montaje, la selección uniforme de los componentes y de los productos finales. El
taylorismo puede considerarse como la racionalización de los procesos productivos, al diferenciar las
tareas de creación y ejecución, o lo que es lo mismo, al dividir la organización de la producción
(directivos, ingenieros, entre otros) de las tareas mecánicas, asegurando un mayor control de la
producción por parte de los gestores. Así, los aspectos mentales quedan separados por completo de
las tareas manuales. Esto constituyó una ruptura total con los métodos de producción del pasado,
cuando la producción se organizaba en función del tipo de artesanía y los artesanos creaban,
organizaban y completaban las tareas manuales. Los movimientos sindicalistas se opusieron a los
cambios que implicaba el taylorismo, pero los aceptaron a cambio de recibir un mayor porcentaje de
las ganancias de productividad derivadas de la racionalización e intensificación de los procesos
productivos. Este compromiso sólo fue aceptado por un pequeño número de empresarios (entre ellos
Henry Ford) y a pesar de la defensa de este acuerdo que realizaron grandes economistas, como John
Maynard Keynes, sólo tras la II Guerra Mundial se aceptó de un modo general el acuerdo entre
empresarios y trabajadores.
Al dejar de considerar a los trabajadores tan sólo como un factor de producción, pues son también
consumidores de productos finales, las ganancias de productividad y el reparto del mayor valor
añadido (mediante aumentos del salario) generados por el fordismo permitieron crear una mayor
demanda de consumo que pudiera absorber una producción más amplia debida a los progresos
técnicos. La edad dorada se asocia con una época de pleno empleo, una alta inversión de capital, la
plena utilización de la capacidad productiva y unas elevadas tasas de beneficios para las empresas. El
buen funcionamiento del taylorismo se debió también a la existencia de una serie de instituciones —
como el colectivismo de las relaciones laborales, una especie de Estado del bienestar que garantizaba
unos niveles de vida mínimos de forma que, aunque algunos agentes no fueran activos desde un
punto de vista económico (como los jubilados o los desempleados, entre otros), todos tenían una
capacidad de consumo— y al desarrollo de los modernos sistemas crediticios y bancarios. Todo ello
permitía al Estado desempeñar un papel activo en la gestión de la economía, tanto de forma directa,
utilizando el gasto público (mediante las políticas de demanda keynesianas), como por vías
indirectas al regular el sistema crediticio. A escala internacional, la coordinación y el comercio entre
países desarrollados (que aplican el sistema de producción fordista) creció bajo la hegemonía de
Estados Unidos, interesados en evitar la expansión del comunismo, para lo que invirtieron enormes
sumas (como el Plan Marshall) asegurando la adopción del sistema fordista en los países de Europa y
Oriente.
Muro de Berlín: muro fortificado que rodeaba Berlín Occidental, mantenido por la antigua
República Democrática de Alemania (RDA) desde 1961 hasta 1989.
Entre el establecimiento de la RDA en 1949 y mediados de 1961, al menos 2,7 millones de personas
abandonaron el país, la mayoría de ellos a través de Berlín Occidental, que estaba completamente
rodeado por la RDA pero ocupado por fuerzas inglesas, francesas y estadounidenses, desde el final
de la II Guerra Mundial. Durante la noche del 13 de agosto de 1961 los soldados de la RDA y los
miembros de su milicia, construyeron fortificaciones temporales que fueron rápidamente sustituidas
por un muro de hormigón de 47 kilómetros de longitud y 4 metros de altura alrededor del Berlín
Occidental, además de tapiar varios edificios, manteniendo sólo dos puntos de paso entre las dos
partes de la ciudad muy custodiados. Aunque el régimen anunció que era una medida antifascista
tomada para evitar una invasión por parte de la República Federal de Alemania, colocando en el lado
oriental minas antitanque y construyéndose zanjas que rodeaban todo el Muro, lo cierto era que éste
se había construido para mantener aislados a los ciudadanos de la RDA.
Nazismo: ideología variante del fascismo, tomó el poder en Alemania en 1933, alzando la figura de su
líder Adolfo Hitler. El Partido Obrero Nacional Socialista, se convirtió en una fuerza política
importante como consecuencia de las deficiencias de la República del Weimar, que no logró estabilizar
la vida política del país, fuertemente afectado por la derrota en la Primera Guerra Mundial.
Compartiendo en varios aspectos los principios del fascismo, procede a una redefinición del Estado:
éste era meramente un agente de la raza; el individuo no tiene derechos en tanto persona sino como
componente de la comunidad nacional.
Países del Tercer Mundo: la expresión Tercer Mundo fue utilizada por primera vez por un
economista francés –Sauvy-, en 1950 para hacer referencia a los países recientemente independizados
de los imperios coloniales que no pertenecían en el plano político – militar ni al bloque occidental
(Primer Mundo) ni al soviético (Segundo Mundo). Los representantes de las ex – colonias de Asia y
África se reunieron en 1955 en la Conferencia de Bandung (Indonesia), para reafirmar su condición de
independencia y establecer soluciones comunes en un mundo dividido en dos. Su lucha por construir
un espacio propio, dio como resultado la formación del Movimiento de Países No Alineados. A este
movimiento se sumaron los países de América Latina, que si bien se habían independizado un siglo
antes, compartían con asiáticos y africanos los problemas de pobreza y la falta de desarrollo industrial.
PBI (Producto Bruto Interno: conjunto de bienes y servicios finales –es decir destinados al
consumo-, producidos por un país en un año.
Perestroika: (en ruso, ‘reestructuración’), término empleado para referirse a la reforma económica
realizada en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) al final de la década de 1980. La
palabra comenzó a utilizarse cuando, en 1985, Mijaíl Gorbachov pasó a ser el máximo dirigente
soviético. Esta política ya estaba en la fase de diseño antes de su elección, pero fue en el pleno del
Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) de abril de 1985 cuando se
decidió que era crucial para rescatar al Estado del colapso económico y que había que llevarla a la
práctica inmediatamente.
La perestroika habría de convertirse en un plan sistemático y en una estrategia concreta para el
desarrollo del país. La reforma alcanzaba todas las áreas del sistema soviético: la ciencia y la
tecnología, la reorganización de la estructura económica y los cambios en la política de inversión. Su
objetivo era convertir una gestión muy centralizada en un sistema más descentralizado, basado en
cierto grado de autonomía local y autogestión. Otros objetivos eran: reducir el alcoholismo y el
absentismo laboral, permitir a las empresas tomar decisiones sin consultar a las autoridades políticas,
así como el fomento de la empresa privada y de sociedades conjuntas con un número limitado de
compañías extranjeras.
Hacia el final del mandato de Gorbachov, la perestroika empezó a recibir críticas tanto por los que
pensaban que las reformas se aplicaban con demasiada lentitud como por los que temían que
destruyera el sistema socialista y lo sustituyera por la anarquía. En ambos casos se temía que el país
se dirigiera al colapso. En 1991 Mijail Gorbachov perdió el poder tras un fallido golpe de Estado.
Borís Yeltsin se convirtió en su sucesor, abandonando el comunismo y conduciendo a la URSS a su
desintegración.
Plan Marshall: nombre con el que se conoce a la ley de cooperación económica de los Estados
Unidos de 1948, por la cual se propone cooperar con los países europeos con vistas a la
reestructuración de Europa, desvastada por la guerra. La idea de George Marshall era recuperar el
aparato productivo destruido en Europa promoviendo el desarrollo industrial capitalista, por lo cual
se necesitaba una fuerte inyección de capitales, y en este contexto, sólo Estados Unidos estaba en
condición de proveerlo. La preocupación de Estados Unidos se situaba, por un lado, en aspectos
políticos –impedir el avance del socialismo-, pero también en aspectos económicos –recuperando a
Europa se volvía a obtener un mercado para ubicar su producción.
Primera Guerra Mundial (1914-1918): conflicto militar que comenzó el 28 de julio de 1914 como
un enfrentamiento localizado en el Imperio Austro-Húngaro y Serbia; se transformó en un
enfrentamiento armado a escala europea cuando la declaración de guerra austro-húngara se extendió
a Rusia el 1 de agosto de 1914; y finalmente pasó a ser una guerra mundial, en la que participaron 32
naciones, finalizada en 1918. Veintiocho de ellas, denominadas ‘aliadas’ o ‘potencias asociadas’ y
entre las que se encontraban Gran Bretaña, Francia, Rusia, Italia y Estados Unidos, lucharon contra
la coalición de los llamados Imperios Centrales, integrada por Alemania, Austria-Hungría, el Imperio
otomano y Bulgaria. La causa inmediata del inicio de las hostilidades entre Austria-Hungría y Serbia
fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, heredero del trono austrohúngaro, cometido en Sarajevo (Bosnia, entonces parte del Imperio Austro-Húngaro; en la actualidad
Bosnia-Herzegovina) el 28 de junio de 1914 por el nacionalista serbio Gavrilo Princip. No obstante,
las causas profundas del conflicto remiten a la historia europea del siglo XIX, concretamente a las
tendencias económicas y políticas que imperaron en Europa desde 1871, año en el fue fundado y
emergió como gran potencia el II Imperio Alemán.
Los verdaderos factores que desencadenaron la I Guerra Mundial fueron el intenso espíritu
nacionalista que se extendió por Europa a lo largo del siglo XIX y comienzos del XX, la rivalidad
económica y política entre las distintas naciones y el proceso de militarización y de vertiginosa
carrera armamentística que caracterizó a la sociedad internacional durante el último tercio del siglo
XIX, a partir de la creación de dos sistemas de alianzas enfrentadas.
Segunda Guerra Mundial (1939-1945): conflicto militar que comenzó en 1939 como un
enfrentamiento bélico europeo entre Alemania y la coalición franco-británica, se extendió hasta
afectar a la mayoría de las naciones del planeta y cuya conclusión en 1945 supuso el nacimiento de
un nuevo orden mundial dominado por Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS), que se hizo conocido como mundo bipolar.
La II Guerra Mundial requirió la utilización de todos los recursos humanos y económicos de cada
Estado y fue un conflicto único en los tiempos modernos por la violencia de los ataques lanzados
contra la población civil y por el genocidio (el exterminio de judíos, gitanos, homosexuales y otros
grupos) llevado a cabo por la Alemania nacionalsocialista (nazi) como un objetivo específico de la
guerra. Los principales factores que determinaron su desenlace fueron la capacidad industrial y la
cantidad de tropas.
Revolución Rusa: conjunto de acontecimientos que tuvieron lugar en la Rusia Zarista (último bastión
del antiguo absolutismo) y culminaron en 1917 con la proclamación de un Estado soviético,
denominado desde 1922 Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). El término Revolución
Rusa hace referencia a las dos revoluciones que triunfaron en 1917. La primera, que comenzó con la
rebelión ocurrida entre el 8 y el 12 de marzo de 1917 (del 23 al 27 de febrero del calendario juliano,
empleado entonces en Rusia), derrocó a la monarquía autocrática imperial; suele ser denominada
Revolución de febrero. La segunda, que se inició con una insurrección armada el 6 y 7 de noviembre
(24 y 25 de octubre), fue organizada por el partido bolchevique en contra del Gobierno Provisional
instaurado tras la primera fase revolucionaria y operó una transformación en las relaciones
económicas, políticas y sociales de la sociedad rusa; se denomina Revolución Bolchevique o
Revolución de Octubre. (El calendario gregoriano fue adoptado por el gobierno soviético el 31 de
enero de 1918).
Bibliografía:
Este compilado realizado por la profesora Marcela Britos fue elaborado básicamente desde el
trabajo de:
* LUCCHINI, FERRANTE, MINGUEZ, “Fordismo, crisis y reestructuración capitalista, el caso
argentino”, Editorial Biblos, 1999. Primera y Segunda parte.
Pero asimismo se utilizaron referencias de:
* BASUALDO, Eduardo “Sistema Político y modelos de acumulación”. Universidad Nacional de
Quilmes Ediciones, 2002.
* Ficha de Cátedra “Estado y Acumulación Capitalista en Argentina”. FCS. UNER, confeccionada
por los profesores Margarita Hraste, Luisa Baggio y Fernando Lombardi. 2006.
* Historia Universal. Clarín. Ediciones Sol. 2004. Tomos 16 a 18.
* SABORIDO, Jorge “Sociedad, Estado y Nación una aproximación conceptual”. Eudeba. 2005.
* RAPPOPORT, Mario “Historia Económica, Política y Social de la Argentina (1880-2000)”.
Editorial Macchi, 2000.
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