amparo electoral. derecho al sufragio. personas privadas de su

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Poder Judicial de la Nación
AMPARO
ELECTORAL.
DERECHO
AL
SUFRAGIO. PERSONAS PRIVADAS DE SU
LIBERTAD
CON
CONDENA
FIRME.
INCONSTITUCIONALIDAD DEL ART. 19 INC.
2 DEL CÓDIGO PENAL Y DEL ART. 3 INC. 2*
DEL
CÓDIGO
COMPETENCIA.
NACIONAL
ELECTORAL.
INCLUSIÓN
EN
EL
REGISTRO DE ELECTORES PRIVADOS DE
USO OFICIAL
LIBERTAD. EJERCICIO DEL DERECHO AL
SUFRAGIO.
Sumarios Boletín y B 300 (2)
AMPARO ELECTORAL.DISTINGO CON LA
ACCION DE HABEAS CORPUS.ART. 10 DEL
CÓDIGO ELECTORAL NACIONAL.
EL CASO: Actuaciones en consulta (art.10, 2° párrafo ley 23.098), calificadas
como habeas corpus. Reclamo formulado por interno alojado en Complejo
Penitenciario alegando hallarse privado en forma ilegal del ejercicio del
sufragio en las elecciones del de Octubre de 2011.
Este solo enunciado indica que no nos hallamos ante una acción de habeas
corpus propiamente dicha, sino en un caso que encuadra en los arts . 10 y
147 del Código Electoral Nacional (ley 19.945 y sus modificatorias) que
establecen el amparo del elector.En efecto el citado art. 10 reza así:
“Amparo del elector. El elector que se considere afectado en sus
inmunidades, libertad o seguridad, o privado del ejercicio del sufragio podrá
solicitar amparo por sí, o por intermedio de cualquier persona en su
nombre, por escrito o verbalmente, denunciando el hecho al juez electoral o
al magistrado más próximo o a cualquier funcionario nacional o provincial,
quienes estarán obligados a adoptar urgentemente las medidas conducentes
para hacer cesar el impedimento, si fuere ilegal o arbitrario” .En cuanto al
art.147 citado establece en lo esencial que la sustanciación de las acciones
de amparo electorales será verbal con resolución inmediata.Jueces
SCHIFFRIN y ÁLVAREZ.
22/10/2011.SALA SEGUNDA.Expte. 6574.“G. DE LA M., Angel
M. s/ Su Presentación”.Juzgado Federal N°2 de Lomas de
Zamora.
AMPARO
ELECTORAL.
DERECHO
AL
SUFRAGIO. PERSONAS PRIVADAS DE SU
LIBERTAD
CON
CONDENA
FIRME.
INCONSTITUCIONALIDAD DEL ART. 19 INC.
2 DEL CÓDIGO PENAL Y DEL ART. 3 INC. 2*
DEL CÓDIGO NACIONAL ELECTORAL.
EN EL CASO la sustancia del asunto se trata de determinar si la situación de
condenado con sentencia firme que posee el beneficiario le impide ejercer el
derecho al sufragio.Surge de la causa que en el año 2005 el interno revestía
aún condición de procesado y que una decisión de esta Cámara dispuso que
se lo incluyese en el padrón electoral, pese a lo cual no se halla incorporadosegún sostiene-, en el que corresponde al lugar donde se aloja. El interno
también manifiesta, que no se halla inhabilitado en el registro de la Cámara
Nacional Electoral. En cuanto al DNI necesario para emitir el sufragio, este
se encuentra retenido por el Servicio Penitenciario Federal(confome acta que
corresponde a un procedimiento anterior de habeas corpus, referido al mismo
tema del derecho al sufragio fue resuelto negativamente por la Sala Primera
de esta Cámara).Entonces, dica Sala expresó que: “Sin perjuicio de ello,
cabe precisar que(el accionante), se encuentra en la actualidad cumpliendo
una condena que se encuentra firme, y se halla alojado en una unidad de
carácter psiquiátrico, por lo que conforme a la legislación vigente, no le está
permitido emitir sufragio. Asimismo, la habilitación para votar con la que
cuenta el interno, que data del año 2005, no modifica la situación antes
expuesta, en tanto las condiciones procesales en las que se encontraba el
Poder Judicial de la Nación
nombrado en la fecha indicada difieren de las actuales”.El interno solicitó a
la Defensa Oficial “se interponga acción de habeas corpus en su favor para
que se lo habilite a emitir sufragio en las próximas elecciones del 23 de
Octubre”.El Juez Federal rechazó de plano, sin sustanciación alguna, el
pedido efectuado, remitiéndose al argumento de la Sala Primera, antes
transcripto.
“La situación configurada por la legislación vigente viene sin duda a
configurar una afectación de los derechos políticos de los condenados
sometiéndolos a una privación total de su capacidad de participación en
las decisiones de un conjunto social del que siguen formando parte.
Resulta obvio que un condenado debe cumplir la pena que se la impuesto,
pero no menos obvio resulta que esa pena no puede eliminar
USO OFICIAL
transitoriamente a la persona en cuestión. Las penas autorizadas por
nuestro ordenamiento jurídico constitucional se vinculan con la
recomposición del mandato normativo quebrado, pero bajo ningún
aspecto con un ensañamiento con la persona que haya sido condenada, tal
como lo establece el claro texto del artículo 18 de la Constitución
Nacional, que una fórmula clara y generosa expresa que: “Las cárceles de
la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los
reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución
conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará
responsable al juez que la autorice.”.Llegados a este punto corresponde
que nos inquiramos acerca del alcance de las normas que establecen la
prohibición a las personas condenadas para participar en los actos
eleccionarios. En este sentido debemos pasar en primer término observar
que es el Código Penal a través de la cláusula del artículo 19 que expresa
en lo que aquí importa que La inhabilitación absoluta importa: 2º. La
privación del derecho electoral; resultando esta norma extendida a los
condenados por más de tres años en virtud de lo expresado en el artículo
12 de dicho cuerpo legal. Con idéntico alcance puede observarse lo
dispuesto por el artículo 3 inciso e) del Código Electoral Nacional, qu
establece que excluye del padrón electoral a os condenados por delitos
dolosos a pena privativa de la libertad, y, por sentencia ejecutoriada, por
el término de la condena. Pues bien estas normas, con la amplitud que
presentan devienen a nuestro juicio contrarias al texto y al objeto mismo
de la Constitución Nacional. Esto no sólo en cuanto entran en colisión con
el artículo 18 en la parte ya transcripta, sino en cuanto se oponen a lo
claramente dispuesto por el artículo 37 allí cuando afirma en su primer
párrafo: Esta Constitución garantiza el pleno ejercicio de los derechos
políticos, con arreglo al principio de la soberanía popular y de las leyes que
se dicten en consecuencia. El sufragio es universal, igual, secreto y
obligatorioQue debe entenderse por pleno ejercicio? La pertenencia a la
comunidad política de un individuo puede ser sometida a la decisión de
los otros.
Podemos decidir que una persona integrante de nuestra
sociedad deje de formar parte de ella? Es esto compatible con las más
elementales normas de convivencia? Y en todo caso puede depender del
conjunto, o de las instituciones que el conjunto establezca a quienes se
acepta y a quienes no?.La fórmula del artículo 37 con su amplitud
prácticamente identifica derechos políticos con pertenencia al conjunto
social, y si bien somete a reglamentación ese ejercicio, sabemos por
principio que nunca la reglamentación puede alterar o degenerar los
derechos que reglamenta, desde la evidente consagración del artículo 28
de la Constitución Nacional. Pero no sólo estos fundamentos normativos
constitucionales se nos imponen como contrarios a la prohibición del
ejercicio de los derechos políticos por parte de los condenados, también lo
hacen normas convencionales con jerarquía constitucional (artículo 75
inciso 22 CN). Así la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(más conocida como Pacto de San José de Costa Rica) en su artículo 5
punto 2 establece que: “Toda persona privada de libertad será tratada con
el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano”, mientras que el
artículo 10 punto 1 del Pacto de Derechos civiles y Políticos establece que:
“Toda persona privada de libertad será tratada humanamente y con el
respeto debido a la dignidad inherente al ser humano”.Se ha dado en la
jurisprudencia nacional un movimiento embrionario tendiente a
modificar este estado de cosas, pudiendo citarse con diverso alcance, pero
en todo caso aplicable al tema que aquí nos ocupa, lo dispuesto por el juez
de ejecución penal de Santa Fé, que declaró la inconstitucionalidad del
artículo 19 inciso 2 del Código Penal, en cuanto no hablita a votar a los
Poder Judicial de la Nación
presos con condena, y la declaración de inconstitucionalidad del artículo
12 del código Penal, por parte del Juzgado de Ejecución Penal de General
Roca, provincia de Río Negro, por cuanto impone un plus sancionatorio,
que lo viene a constituir en émulo de la muerte civil. Tampoco podemos
dejar de ponderar un movimiento de diversos organismos de la sociedad
civil, que propicia la modificación normativa de modo tal de evitar estas
inequidades, citando en tal sentido al Instituto de Estudios Comparados
en Ciencias Penales y Sociales (INECIP), la Asociación Civil por la
Igualdad y la Justicia (ACIJ), Igualitaria: Centro de Estudios sobre
Democracia
y
Constitucionalismo,
el
Programa
de
Justicia
y
Transparencia del Centro de Implementación de Políticas Públicas para
la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), el Centro de Estudios Legales y
USO OFICIAL
Sociales (CELS), el Centro de Derechos Humanos de la Universidad
Nacional de Lanús, Poder Ciudadano, y la Asociación por los Derechos
Civiles (ADC), entre otras. De esto mismo se da cuenta en los
fundamentos de un proyecto de ley presentado en la Cámara de
Diputados en año 2010, con la firma de legisladores pertenecientes a la
más amplia gama de bloques legislativos, por el que se propicia la
derogación tanto del artículo 19 inciso 2 del Código Penal, como del
artículo 3 inciso e del Código Electoral Nacional, a fin de permitir el
ejercicio de los derechos electorales a los condenados. (6153-D-2010,
Trámite Parlamentario 118). Sobre estas bases, el Tribunal considera
pertinente declarar la inconstitucionalidad del art. 19, inc. 2° del Código
Penal y del art.3°, inc. e del Código Nacional Electoral (ley 19.945),
estableciendo, a la vez, la obligación que tienen las autoridades electorales
de dar cumplimiento sin más trámite de emplear los medios idóneos para
que (el interno) ejercite, en el establecimiento donde se halla detenido, su
derecho al sufragio (arg. Art. 147 del Código Nacional Electoral).”.
Jueces SCHIFFRIN y ÁLVAREZ.
22/10/2011.SALA SEGUNDA.Expte. 6574.“G. DE LA M., A. M.
s/ Su Presentación”.Juzgado Federal N°2 de Lomas de Zamora.
PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN
R.S.2 T f*
La Plata, 22 de Octubre de 2011, siendo las 15.50 horas.Y VISTOS: el expediente N°6574, registro interno, caratulado:
“G.D.L.M., Á.M. s/ Su Presentación”, proveniente del Juzgado Federal N°2 de
Lomas de Zamora, y
CONSIDERANDO:
I Llegan a la Alzada las presentes actuaciones
en consulta (art.10, 2° párrafo ley 23.098), calificadas como habeas corpus, en
virtud del reclamo formulado por el Sr. A. M. G. de la M., interno del
(…)Complejo Penitenciario Federal (…). Dicho reclamo se origina en que el
peticionante alega hallarse privado en forma ilegal del ejercicio del sufragio en
las elecciones del día de mañana 23 de Octubre de 2011.
Este solo enunciado indica que no nos
hallamos ante una acción de habeas corpus propiamente dicha, sino en un caso
que encuadra en los arts . 10 y 147 del Código Electoral Nacional (ley 19.945
y sus modificatorias) que establecen el amparo del elector.
En efecto el citado art. 10 reza así: “Amparo
del elector. El elector que se considere afectado en sus inmunidades, libertad
o seguridad, o privado del ejercicio del sufragio podrá solicitar amparo por
sí, o por intermedio de cualquier persona en su nombre, por escrito o
verbalmente, denunciando el hecho al juez electoral o al magistrado más
próximo o a cualquier funcionario nacional o provincial, quienes estarán
obligados a adoptar urgentemente las medidas conducentes para hacer cesar
el impedimento, si fuere ilegal o arbitrario” .
En cuanto al art.147 citado establece en lo
esencial que la sustanciación de las acciones de amparo electorales será verbal
con resolución inmediata.
Ahora bien, el Sr. Juez a cargo del Juzgado
Federal N°2 de Lomas de Zamora, entendió de la petición de G. de la M.
tramitándola como un habeas corpus, que denegó por las razones que más
abajo serán explicitadas.
A los fines de considerar la petición de
referencia es preciso, ante todo, modificar la calificación procesal otorgada a
esta, determinando que el caso está regido por los citados artículos 10 y 147
del Código Nacional Electoral.
Poder Judicial de la Nación
Ello establecido cabe también señalar la
competencia, tanto del Juez de Lomas de Zamora como de esta Alzada para
entender del citado amparo electoral. En lo que hace al Juez Federal de Lomas
de Zamora, es el magistrado más próximo al lugar de detención de G. de la
M., mientras que la intervención de esta Sala se justifica por los amplios
términos que el mencionado art. 10 del Código Nacional Electoral, inviste de
competencia a cualquier funcionario nacional o provincial en el amparo.
En cuanto a la sustancia del asunto se trata de
determinar si la situación de condenado con sentencia firme que posee el
beneficiario le impide ejercer el derecho al sufragio.
A fin de considerar la cuestión planteada,
conviene, primeramente, referir los antecedentes del caso.
USO OFICIAL
Al respecto surge de la causa que el Tribunal
tiene a la vista, que en el año 2005 el interno G. de la M., revestía aún
condición de procesado y que una decisión de esta Cámara Federal dispuso
que se lo incluyese en el padrón electoral, pese a lo cual no se halla
incorporado- según sostiene-, en el que corresponde al lugar donde se aloja.
El interno también manifiesta, que no se halla inhabilitado en el registro de la
Cámara Nacional Electoral. En cuanto al Documento Nacional de Identidad
necesario para emitir el sufragio, este se encuentra retenido por el Servicio
Penitenciario Federal (…).
El
acta
mencionada
corresponde
a
un
procedimiento anterior de habeas corpus, referido al mismo tema del derecho
al sufragio de G. de la M., y que fue resuelto negativamente por la Sala
Primera de esta Cámara Federal, en fecha 30 de Septiembre de 2011 (…).
Entonces, la Sala Primera expresó que: “Sin
perjuicio de ello, cabe precisar que G. de la M., se encuentra en la actualidad
cumpliendo una condena que se encuentra firme, y se halla alojado en una
unidad de carácter psiquiátrico, por lo que conforme a la legislación vigente,
no le está permitido emitir sufragio. Asimismo, la habilitación para votar con
la que cuenta el interno, que data del año 2005, no modifica la situación antes
expuesta, en tanto las condiciones procesales en las que se encontraba el
nombrado en la fecha indicada difieren de las actuales”. (…).
A posteriori de esta decisión G. de la M., se comunicó con
la Defensora Oficial, (…), solicitándole “se interponga acción de habeas
corpus en su favor para que se lo habilite a emitir sufragio en las próximas
elecciones del 23 de Octubre” (…).
El Juez Federal, (…), rechazó de plano, sin sustanciación
alguna, el pedido efectuado, remitiéndose al argumento de la Sala Primera,
antes transcripto (…).
Este Tribunal no comparte dicho criterio.
La situación configurada por la legislación vigente viene
sin duda a configurar una afectación de los derechos políticos de los
condenados sometiéndolos a una privación total de su capacidad de
participación en las decisiones de un conjunto social del que siguen formando
parte.
Resulta obvio que un condenado debe cumplir la pena que se la
impuesto, pero no menos obvio resulta que esa pena no puede eliminar
transitoriamente a la persona en cuestión. Las penas autorizadas por nuestro
ordenamiento jurídico constitucional se vinculan con la recomposición del
mandato normativo quebrado, pero bajo ningún aspecto con un ensañamiento
con la persona que haya sido condenada, tal como lo establece el claro texto
del artículo 18 de la Constitución Nacional, que una fórmula clara y generosa
expresa que: “Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad
y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto
de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará
responsable al juez que la autorice.”
Llegados a este punto corresponde que nos inquiramos acerca del alcance de
las normas que establecen la prohibición a las personas condenadas para
participar en los actos eleccionarios. En este sentido debemos pasar en primer
término observar que es el Código Penal a través de la cláusula del artículo 19
que expresa en lo que aquí importa que La inhabilitación absoluta importa: 2º.
La privación del derecho electoral; resultando esta norma extendida a los
condenados por más de tres años en virtud de lo expresado en el artículo 12 de
dicho cuerpo legal.
Con idéntico alcance puede observarse lo dispuesto por
el artículo 3 inciso e) del Código Electoral Nacional, que establece que
Poder Judicial de la Nación
excluye del padrón electoral a los condenados por delitos dolosos a pena
privativa de la libertad, y, por sentencia ejecutoriada, por el término de la
condena.
Pues bien estas normas, con la amplitud que presentan
devienen a nuestro juicio contrarias al texto y al objeto mismo de la
Constitución Nacional.
Esto no sólo en cuanto entran en colisión con el
artículo 18 en la parte ya transcripta, sino en cuanto se oponen a lo claramente
dispuesto por el artículo 37 allí cuando afirma en su primer párrafo: Esta
Constitución garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos, con
arreglo al principio de la soberanía popular y de las leyes que se dicten en
USO OFICIAL
consecuencia. El sufragio es universal, igual, secreto y obligatorio.
Que debe entenderse por pleno ejercicio? La pertenencia a la comunidad
política de un individuo puede ser sometida a la decisión de los otros.
Podemos decidir que una persona integrante de nuestra sociedad deje de
formar parte de ella? Es esto compatible con las más elementales normas de
convivencia?
Y en todo caso puede depender del conjunto, o de las
instituciones que el conjunto establezca a quienes se acepta y a quienes no?
La fórmula del artículo 37 con su amplitud prácticamente
identifica derechos políticos con pertenencia al conjunto social, y si bien
somete a reglamentación ese ejercicio, sabemos por principio que nunca la
reglamentación puede alterar o degenerar los derechos que reglamenta, desde
la evidente consagración del artículo 28 de la Constitución Nacional.
Pero
no
sólo
estos
fundamentos
normativos
constitucionales se nos imponen como contrarios a la prohibición del ejercicio
de los derechos políticos por parte de los condenados, también lo hacen
normas convencionales con jerarquía constitucional (artículo 75 inciso 22
CN). Así la Convención Americana sobre Derechos Humanos (más conocida
como Pacto de San José de Costa Rica) en su artículo 5 punto 2 establece que:
“Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la
dignidad inherente al ser humano”, mientras que el artículo 10 punto 1 del
Pacto de Derechos civiles y Políticos establece que: “Toda persona privada
de libertad será tratada humanamente y con el respeto debido a la dignidad
inherente al ser humano”
Se ha dado en la jurisprudencia nacional un movimiento
embrionario tendiente a modificar este estado de cosas, pudiendo citarse con
diverso alcance, pero en todo caso aplicable al tema que aquí nos ocupa, lo
dispuesto por el juez de ejecución penal de Santa Fé, que declaró la
inconstitucionalidad del artículo 19 inciso 2 del Código Penal, en cuanto no
habilita a votar a los presos con condena, y la declaración de
inconstitucionalidad del artículo 12 del código Penal, por parte del Juzgado de
Ejecución Penal de General Roca, provincia de Río Negro, por cuanto impone
un plus sancionatorio, que lo viene a constituir en émulo de la muerte civil.
Tampoco podemos dejar de ponderar un movimiento de
diversos organismos de la sociedad civil, que propicia la modificación
normativa de modo tal de evitar estas inequidades, citando en tal sentido al
Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP), la
Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), Igualitaria: Centro de
Estudios sobre Democracia y Constitucionalismo, el Programa de Justicia y
Transparencia del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la
Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), el Centro de Estudios Legales y Sociales
(CELS), el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de
Lanús, Poder Ciudadano, y la Asociación por los Derechos Civiles (ADC),
entre otras.
De esto mismo se da cuenta en los fundamentos de un
proyecto de ley presentado en la Cámara de Diputados en año 2010, con la
firma de legisladores pertenecientes a la más amplia gama de bloques
legislativos, por el que se propicia la derogación tanto del artículo 19 inciso 2
del Código Penal, como del artículo 3 inciso e del Código Electoral Nacional,
a fin de permitir el ejercicio de los derechos electorales a los condenados.
(6153-D-2010, Trámite Parlamentario 118)
Sobre estas bases, el Tribunal considera pertinente
declarar la inconstitucionalidad del art. 19, inc. 2° del Código Penal y del
art.3°, inc. e del Código Nacional Electoral (ley 19.945), estableciendo, a la
vez, la obligación que tienen las autoridades electorales de dar cumplimiento
Poder Judicial de la Nación
sin más trámite de emplear los medios idóneos para que A. M. G. de la M.
ejercite, en el establecimiento donde se halla detenido, su derecho al sufragio
(arg. Art. 147 del Código Nacional Electoral).
Por las razones expuestas, el Tribunal RESUELVE:
I Modificar la calificación procesal otorgada a estas actuaciones, declarando
que encuadran en las disposiciones de los arts. 10 y 147 del Código Nacional
Electoral (ley 19.945).
II Declarar que de acuerdo con dichas normas este Tribunal es competente
para conocer del amparo electoral deducido.
III Declarar la inconstitucionalidad del art. 19 inc. 2° del Código Penal, y del
art. 3° inc. 2° del Código Nacional Electoral.
IV Disponer, en consecuencia que el interno A. M. G. de la M., sea incluido
USO OFICIAL
de inmediato en el registro de electores privados de libertad, correspondiente a
las mesas de votación del Complejo Penitenciario Federal(…), perteneciente
al Servicio Penitenciario Federal.
V Ordenar que dicho Servicio entregue a G. de la M. su Documento Nacional
de Identidad a los fines de que pueda ejercer su derecho al sufragio.
VI Comunicar de la manera más urgente a la Junta Nacional Electoral de la
Provincia de Buenos Aires, lo aquí resuelto.
VII Poner esta sentencia en conocimiento del Juzgado Federal (…) de Lomas
de Zamora, mediante oficio.
Regístrese, Notifíquese, ofíciese, y resérvese en Secretaria.Fdo.Jueces Sala II
Leopoldo Héctor Schiffrin- César Álvarez. Jueces de Cámara.
Ante mi: Dra., Ana Russo. Secretaria.
Dejo constancia que la Sra. Jueza Olga A. Calitri, no suscribe la presente
resolución, por no encontrarse en los Estrados del Tribunal. Conste. Ante
mi:Dra. Ana Russo. Secretaria.
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