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HAMLET – ENTRE DOS DUELOS
Guillermo Apolo
Freud se refiere a Hamlet en La interpretación de los sueños afirmando que tiene las
mismas raíces que Edipo Rey. En ambos se juega el Complejo de Edipo, complejo en
función del cual se articula toda acción humana.
Para Freud, la dificultad de Hamlet
para cumplir con el mandato de matar a su tío
–asesino de su padre- se explica en tanto él mismo, en su infancia y sin saberlo ahora,
quiso ejecutar tal crimen. Por eso, va a interpretar la frase de Hamlet: “la conciencia nos
hace a todos culpables”, como un “sentimiento inconsciente de culpabilidad”.
Lacan, en El deseo y su interpretación, va a decir que, entre Hamlet y Edipo, hay algo
que marca una diferencia entre las dos tragedias y es que “Edipo no sabía", lleva a cabo
todo su accionar no sabiendo. Edipo mata a su padre y se casa con su madre sin ningún
tipo de vacilación, pero también sin saber nada de lo que hace.
En Hamlet el padre vuelve de ultratumba como fantasma y le pide al hijo que vengue su
muerte. Es un padre que sabe sobre su muerte y sobre lo que su hijo tiene que hacer.
Como dice Lacan, aquí el crimen edípico es sabido por el otro, surge de quien es la
víctima para ponerlo en conocimiento del sujeto. Ese saber del otro, genera como efecto
que el acto de Hamlet se dilate y postergue.
Mientras en la tragedia antigua se realizaba el acto porque no se sabía, en la tragedia
moderna el saber interfiere en la ejecución del acto.
En Hamlet encontramos un padre que viene del más allá a decir lo que el sujeto
tiene
que hacer. Pero, si hay algo que sucede por la castración es entender que el
Otro no
sabe. Entonces Hamlet no puede actuar a causa del saber del Otro.
lo
Eso
es
que
Lacan encuentra como diferente con relación a Edipo.
Para el Psicoanálisis, la constitución del objeto del deseo tiene que ver con el duelo,
o sea, con la castración. Algo debe perderse.
En
Hamlet
hubo duelo.
operación de
encontramos
una dificultad para la constitución misma del deseo, pues no
De
hay ausencia en Hamlet es de la operación de duelo, de la
la
lo
que
inscripción
Hamlet se queja de la
de
ausencia
una
de
falta.
duelo
Desde
con
su
el
principio mismo de la obra,
amigo
Horacio:
“Los manjares
cocidos para el banquete del duelo, sirvieron de fiambres en la mesa nupcial”.
¿Y cuál es el síntoma que se presenta en el texto?
La
procrastinación,
término que
alude al aplazamiento, la postergación.Hamlet tiene un acto que cumplir y no lo cumple.
Hamlet - Entre dos Duelos – G. Apolo
Hay alguien que obtura el camino para que Hamlet pueda realizar su acto: la madre, pues,
según Hamlet, no respeta el duelo por su padre.
Hamlet necesita servirse de una representación, de una ficción, de una play scene –escena
que se representa dentro de la obra. Esta escena no es tanto para que Claudio caiga en la
trampa, sino para que Hamlet intente, por la vía de la ‘re-presentación’ de la escena sobre la
escena, reubicarse él. Hay algo ficcional que es necesario para el sujeto.
Lacan va a decir que es en la play scene, donde Hamlet intentará dar cuerpo al deseo, pasar
por cierta corporización, animarse imaginariamente. Necesita hacer una operación en lo
imaginario, y la intenta poniendo un actor a representar el asesinato. O sea, se representa a
sí mismo cometiendo el crimen que intenta llevar a cabo pero que no asume.
La play scene muestra la estructura de ficción que tiene toda verdad, la necesidad de pasar
por una ficción para situarse en relación a la verdad del deseo.
Al final de la obra encontramos la otra escena crucial: la escena del cementerio, que se
desarrolla durante el entierro de Ofelia. Laertes, hermano de Ofelia, se lanza sobre la tumba y
estrecha en los brazos a su hermana muerta.
Ahí aparece Hamlet y -presentándose como “Hamlet el danés”- comienza a forcejear con
Laertes, y es a partir de esa escena, que Ofelia se va a convertir en su causa.
La diferencia entre la play scene y la escena del cementerio radica en que la play scene está
montada deliberadamente. Aún así nos mostraba que la verdad del deseo tiene estructura de
ficción, pero es un montaje deliberado. La escena del cementerio es inesperada, sorpresiva,
contingente, pues se produce más allá de la voluntad del sujeto, y funciona bajo el signo del
velo.
En la escena del cementerio, ¿qué es lo que se están disputando? Quién era la falta de
Ofelia. Por eso, dice Hamlet “Yo amaba a Ofelia, cuarenta mil hermanos no podrían con toda
la suma de su amor, alcanzar el mío”. Es como decir: “A quién más que a mí le hace falta esa
mujer”.
Eso es lo que lleva a Hamlet a actuar, y ahí “se olvida” del padre, de la madre y actúa: hace
lo que tenía que hacer.
Lacan dirá que si Ofelia funciona motorizándolo y poniéndolo en marcha en relación con su
acto, es porque, de algún modo, está en el lugar del falo, de eso que falta y motoriza. A partir
de que Ofelia pasa a encarnar el objeto perdido, el falo se pone en circulación nuevamente.
Hamlet se orienta en el campo del deseo porque -luego de ver en la play scene al actor
cometiendo el asesinato- ve, en la escena del cementerio, a Laertes ‘destrozado’ porque le
falta Ofelia. Este rival, que también era su amigo, es un rival digno, lo cual le permite
posicionarse, en relación con Laertes, en una identificación diferente.
Lacan dice: “se hace hombre de golpe”. A partir de ahí, se encausa por el camino que le
permite hacer lo que debe hacer.
El deseo no es hacer obedientemente lo que el Otro pide, porque, mientras la palabra del
Otro venía como mandato del padre, él no podía llevar a cabo su acto.
Hamlet siempre había dicho que no tenía nada que ver con Dinamarca, y ahora aparece
responsabilizándose respecto de lo que dice: “Soy yo, Hamlet, el danés”.
Al final de la obra, cuando mata a Claudio, ya no está cumpliendo la voluntad del padre,
sino que está haciendo lo que él debe hacer en su dignidad de príncipe de Dinamarca a
quien le han matado a su padre, el rey.
Vemos, entonces, cómo esta obra empieza por un duelo no realizado y concluye en un
duelo que, al realizarse, posibilita en Hamlet un reposicionamiento que le permite poner
en acto su accionar.
BIBLIOGRAFÍA:
Freud S. La interpretación de los sueños. Apartado: Las particularidades Psicológicas del Sueño. O.C. Vol IV. Amorrortu editores.
Lacan J. Seminario VI, El deseo y su interpretación. Inèdito
Lacan J. Seminario X, La angustia. Editorial Piados, Buenos Aires
Umérez O. deseo-Demanda Pulsión y Síntoma. JVE Ediciones. Colección Psique, Buenos Aires
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