187-SMQM-10 CÁMARA TERCERA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA

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187-SMQM-10
CÁMARA TERCERA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL CENTRO: San
Salvador, a las ocho horas cuarenta y seis minutos de veintiocho de enero de dos mil once.
Vistos en apelación de la sentencia definitiva pronunciada por el señor Juez Quinto
de lo Mercantil, a las diez horas quince minutos de veinticinco de junio del año recién pasado,
en el PROCESO SUMARIO MERCANTIL DE INCUMPLIMIENTO DE CONTRATO
E INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS, promovido por "COMPUTER
TRADING EL SALVADOR, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE",
sociedad mercantil, de este domicilio, inicialmente a través de su apoderado licenciado Fredy
Lizama Martínez, continuado por el licenciado Marco Antonio Aguilar Ayala, y finalmente,
por medio del licenciado Rodolfo Misael Ábrego Figueroa; contra "COMPAÑÍA
MERCANTIL
INTERCONTINENTAL,
SOCIEDAD
ANÓNIMA
DE
CAPITAL
VARIABLE", sociedad mercantil, de este domicilio.
La sentencia definitiva en lo pertinente de su fallo EXPRESA: "ABSUELVASE A
LA COMPAÑÍA MERCANTIL INTERCONTINENTAL SOCIEDAD ANÓNIMA DE
CAPITAL VARIABLE, DE LAS ACCIONES INTENTADAS EN SU CONTRA.
CONDENASE a la parte actora del pago de las costas procesales. HÁGASE SABER" (fs.92
p.p.)
Han intervenido, "COMPUTER TRADING EL SALVADOR, S.A. DE C.V." como
demandante-apelante, inicialmente por medio de su apoderado general judicial, licenciado
Fredy Lizama Martínez, continuado por el licenciado Marco Antonio Aguilar Ayala, y
finalmente, por medio del licenciado Rodolfo Misael Ábrego Figueroa, todos mayores de edad,
abogados y de este domicilio; y "COMPAÑÍA MERCANTIL INTERCONTINENTAL, S.A.
DE C.V.", como demandada-apelada, por medio de su apoderado general judicial doctor José
Enrique Madrigal Gómez, mayor de edad, abogado, de este domicilio.
LEÍDOS LOS AUTOS; Y,
CONSIDERANDO:
I. ANTECEDENTES.
A. La sociedad demandante por medio de su apoderado licenciado Lizama
Martínez, interpuso demanda, y ampliación de la misma, y en lo esencial DIJO: "Mi
representada el día cinco de marzo del presente año entrego carta de porte a la Sociedad
COMPAÑÍA MERCANTIL INTERCONTINENTAL, S.A. DE C.V., que se abrevia COMISA
(...) para que en su calidad de porteador trasladara del puerto QUETZAL de la República de
Guatemala, hacia la aduana terrestre de San Bartolo, República de El Salvador, equipo de
oficina consistente en quinientos cincuenta y dos cajas de cartón, los cuales contenían,
computadoras, monitores y accesorios de computadora, según detalle anexo. Es el caso señor
Juez que la Sociedad COMISA, no ha cumplido con su obligación de entregar la mercadería
encomendada (...) Que según el articulo 1314 del Código de Comercio COMISA está obligada a
responder por los daños ocasionados por el retraso o incumplimiento del contrato, estando
obligada a entregar la mercadería en el tiempo estipulado, por lo que su incumplimiento ha dado
lugar a la indemnización por perjuicios ocasionados, es decir, al costo del producto, daños y
perjuicios, mas costas procesales. (...) por lo que por este medio vengo a demandar a la
Sociedad COMPAÑÍA MERCANTIL INTERCONTINENTAL, S.A. DE C.V. (...) sea
condenado a pagar a mi representada, el monto total de la mercadería, que asciende a la suma de
SETENTA Y NUEVE MIL QUINIENTOS CUATRO DÓLARES de los Estados Unidos de
América, daños y perjuicios, mas costas procesales, por lo antes expuesto PIDO: (...) en
sentencia definitiva, se declare el incumplimiento del contrato y se condene a la sociedad
COMISA al pago de lo reclamado, daños y perjuicios, mas costas procesales." (fs. 1 a 2 p.p.) Y,
"La demandada ha incumplido su obligación de entregar la mercancía que le fue encomendada
transportar (...) causando graves perjuicios económicos como es la falta de comercialización de
la mercadería a entregar por dicha sociedad, mas sus accesorios como consecuencia de su
comercialización." (fs. 20 p.p.)
Adjuntó los documentos que obran de fs: 3 a 12 p.p.
A fs. 13 p.p., se tuvo por parte a "Computer Trading El Salvador, S.A. de C.V.", por
medio de su apoderado general judicial licenciado Fredy Lizama Martínez, se admitió la
demanda, y se corrió traslado a la demandada "Compañía Mercantil Intercontinental, S.A. de
C.V.", por medio de su representante convencional y necesario señor Bernd Grabs, para que la
contestase. El emplazamiento consta en acta del mismo folio vuelto.
Mediante resolución de fs. 19- p.p, se tuvo por parte a "COMPAÑÍA MERCANTIL
INTERCONTINENTAL, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE", por medio de
su apoderado general judicial doctor José Enrique Madrigal Gómez, y se corrió traslado al actor
por tercero día respecto de la nulidad alegada por la demandada.
Por auto de fs. 26 p.p., Se declaró sin lugar la nulidad alegada, se tuvo por
ampliada la demanda y se previno al actor presentara una cuenta jurada.
A fs. 29 p.p., se tuvo por contestada la demanda en sentido negativo, por opuesta la
excepción de improponibilidad, se declararon sin lugar las excepciones dilatorias de oscuridad
de la demanda, falta de personalidad de la demandada y error en la persona jurídica de la
misma.
Mediante providencia de fs. 31 p.p., se abrió a pruebas el proceso por el término de
ley.
A fs. 39 a 44 p.p., corre agregada prueba documental presentada por el actor.
Según consta en auto de fs. 56 p.p., se autorizó la intervención del licenciado
Marco Antonio Aguilar Ayala, como apoderado de "Computer Trading El Salvador, S.A. de
C.V.", en sustitución del licenciado Lizama Martínez.
Por auto de fs. 71 p.p., se autorizó la intervención del licenciado Rodolfo Misael
Ábrego Figueroa, como apoderado de "Computer Trading El Salvador, S.A. de C.V.", en
sustitución del licenciado Aguilar Ayala.
Finalmente de fs. 88 a 92 p.p., consta el texto de la sentencia recurrida.
B. En esta instancia se presentaron en el carácter dicho el licenciado Rodolfo Misael
Ábrego Figueroa, como apelante, y el doctor José Enrique Madrigal Gómez, como apelado. Los
escritos de "expresión" y "contestación" de agravios, obran de fs. 26 a 29 y de 33 a 34, del
incidente respectivamente.
II. PRETENSIONES DEL DEMANDANTE.
En el proceso de mérito, el demandante COMPUTER TRADING EL SALVADOR,
S.A., DE C.V. pretende que en sentencia definitiva se condene a "COMPAÑÍA MERCANTIL
INTERCONTINENTAL SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE", al pago de lo
reclamado, daños y perjuicios, en virtud del incumplimiento contractual; de su obligación de
trasladar del puerto Quetzal de la República de Guatemala, hacia la aduana terrestre de San
Bartolo, República de El Salvador, equipo de oficina consistente en quinientos cincuenta y dos
cajas de cartón, los cuales contenían -según expresa- computadoras, monitores y accesorios de
computadora:
III. ASPECTOS PREVIOS.
A. DEL CONTRATO DE TRANSPORTE.
El transporte puede constituir un mero hecho, como ocurre con el transporte de la
propia persona o de cosas de su pertenencia; y también puede constituir un contrato o hecho
jurídico, como ocurre con el transporte de personas o de cosas ajenas, que puede ser gratuito u
oneroso.
Nuestro Código de Comercio en su Art. 1313 establece que: "Por el contrato de
transporte, el porteador se obliga a trasladar personas o cosas de un lugar a otro, a cambio
de un precio. Este contrato será mercantil cuando se preste por empresas dedicadas a
ofrecer al público ese servicio."
Dentro de las características de este contrato tenemos, que es consensual porque
queda perfeccionado con el acuerdo de las partes, con prescindencia de la entrega de la cosa al
transportador; no solemne y aunque el Art. 1328 C. Com., establece que deberá otorgarse la
carta de porte, este contrato no requiere para su perfeccionamiento formalidad alguna, y tanto
puede celebrarse por escrito como verbalmente, algunos doctrinarios afirman que el
otorgamiento de la carta de porte es un requisito para la existencia del contrato; oneroso, en
razón de que la prestación que una de las partes efectúa o se compromete a efectuar, es hecha en
función de la prestación que la otra parte, a su vez, realiza; bilateral, pues genera obligaciones
recíprocas para ambas partes contratantes; conmutativo, debido a que las prestaciones recíprocas
son equivalentes, y proporcionales desde su inicio, también es típico, ya que en el ordenamiento
jurídico se determina con precisión los sujetos, derechos, obligaciones y responsabilidad que
este contrato puede abarcar; además puede ser comercial, cuando es efectuado por una empresa
dedicada al rubro.
El contrato de transporte cuenta con los requisitos intrínsecos de todos los contratos
comerciales; capacidad, consentimiento, objeto y causa; de dicha convención podemos
distinguir elementos personales o subjetivos y los objetivos así:
Elementos personales, si bien en todo contrato de transporte se requiere la
existencia de dos partes: cargador y transportador, pueden intervenir, otros sujetos tales como:
el destinatario, y el endosatario.
I) El porteador, acarreador, conductor o genéricamente transportador; es aquel que
se encarga de efectuar el transporte, asumiendo el riesgo de la obligación de resultado que toma
a su cargo; ya sea que lo realice con medios propios o ajenos.
II) El cargador, remitente, expedidor, proponente del contrato, es quien entrega las
cosas objeto de transporte, pudiendo hacerlo personalmente o por medio de un mandatario,
siempre que el contrato sea a su nombre, sin importar que los objetos de transporte no sean
propios.
III) Destinatario, consignatario o recibidor, no obstante no es parte del contrato, es a
quien hay que entregarle las cosas transportadas; el cargador puede también desempeñar el rol
de destinatario, cuando consigna los efectos de mercaderías a su propio nombre.
Dentro de los elementos objetivos tenemos: la cosa objeto de transporte y el flete
denominado precio o tarifa.
Es de enfatizar que el contrato de transporte, en tanto y en cuanto tiene carácter
consensual, y no solemne, no requiere ninguna forma especial y puede realizarse por escrito o
verbalmente, siendo la carta de porte a tenor del Art. 1130 C. Com., el instrumento de prueba
del contrato entre el cargador y porteador, por la que se decidirán las cuestiones que ocurran
sobre su ejecución y cumplimiento.
La carta de porte, reviste importancia en el contrato de transporte, en su doble
condición de titulo de crédito representativo de las mercaderías transportada, y como título de
prueba del contrato mismo, máxime si este último no fue formalizado por escrito.
B. DE LA CARGA DE LA PRUEBA.
Las partes aportan al Juez los hechos en que basan sus pretensiones, o sus
excepciones, referidos a acontecimientos pasados. El Juez, entonces, es un historiador, puesto
que sus sentencias deben basarse en los relatos que le hacen las partes y en las pruebas que éstos
aportan. La regla sigue siendo, dentro de nuestro proceso, que son las partes quienes tienen que
aportar la prueba de los hechos que solo ellos conocen. Lo que nos remite a la noción de la carga
de la prueba, cuyo estudio pertenece a la teoría general del derecho y a la teoría general de la
prueba, según la cual ella integra una de las situaciones jurídicas.
Es así, que ha sido definida como imperativo del propio interés y no del interés
ajeno, es decir, que el que cumple con el imperativo (comparecer, contestar, probar, etc.),
favorece su interés y no el ajeno como sucede en otras situaciones como la de deber u
obligación. Es decir, que no hay sanción coactiva que conmine a las partes a cumplir, sino que se
produce como consecuencia del incumpliendo, una desventaja para ellas mismas. Carnelutti, en
el mismo sentido señala que la carga es un acto necesario, la obligación un acto debido.
En nuestro sistema procesal común impera el Principio Dispositivo, -Art. 1299
Pr.C.-, mediante el cual el juez sólo puede valerse del material en conocimiento que le
suministran las partes, merced la carga de la afirmación, porque los hechos que no son
introducidos a la litis por los intervinientes; el juzgador no los puede considerar, ni él puede
extenderse en su sentencia a otros hechos que los que las partes han propuesto.
Consiguientemente, el juez solo puede conocer las pruebas que las partes suministren para
convencerle de la realidad de los hechos discutidos.
IV. DE LOS AGRAVIOS.
El recurrente circunscribe sus agravios a que: "la sentencia de vistas le causa
perjuicio puesto que el juez de la causa rechazó la demanda por él interpuesta bajo el
fundamento que no demostró los daños y perjuicios causados, sin embargo manifiesta que el
Juez A quo confundió la naturaleza del proceso que promueve, pues ha iniciado proceso
sumario de cumplimiento de contrato y además se indemnice por los daños y perjuicios
causados en base al Art. 992 C.Com., por lo que no debió absolver a la demandada, ya que se
ha probado la existencia del contrato de transporte, el valor o precio de la mercadería y su
incumplimiento debiendo revocar la sentencia pronunciada por el Juez inferior en grado."
V. LIMITES DEL RECURSO DE APELACIÓN.
La sentencia de mérito se limita a los puntos apelados y de la forma que dispone el
Art. 1026 Pr.C., el cual a su letra REZA: "Las sentencias definitivas del tribunal se
circunscribirán precisamente a los puntos apelados y a aquellos que debieron haber sido
decididos y no lo fueron en primera instancia, sin embargo de haber sido propuestos y
ventilados por las partes."
A fs. 29 p.p., se tuvo por opuesta y alegada la excepción de improponibilidad de la
demanda, la que no fue resuelta por el Juez A quo en su sentencia; por lo que en base a la
disposición transcrita deberá ser analizada por este Tribunal; y al respecto, es de señalar que la
demandada Compañía Mercantil Intercontinental, S.A. de C.V., por medio de su apoderado
doctor Madrigal Gómez, en su escrito agregado a fs. 28 p.p., no expresó cual era el presupuesto
procesal del que supuestamente adolecía la demanda, es más únicamente se limitó a expresar en
su contestación que oponía la excepción de defecto legal en el modo de proponer la demanda
(sic), y siendo que las partes aportan al Juez los hechos en que basan sus pretensiones, o sus
excepciones, referidos a acontecimientos pasados y son ellos mismos quienes tienen que aportar
la prueba de los hechos que solo ellos conocen, y en vista que dicha excepción únicamente fue
enunciada por el demandado deberá rechazarse la misma, razón por la cual pasaremos al análisis
de los agravios.
La parte actora manifestó en sus agravios que se ha probado la existencia del
contrato de transporte y su incumplimiento, por lo que se debe de revocar la sentencia del Juez
A quo, al respecto y a efecto de establecer los hechos alegados en su demanda de cumplimiento
de contrato y de daños y perjuicios, presentó la prueba documental siguiente:
A. Fotocopias de documentos "privados" certificadas por notario de:
1.
"Orden de movimiento" suscrita por la sociedad demandante.
2.
Descripción de mercancías.
3.
Carta de fecha catorce de marzo de dos mil uno.
4.
Carta de fecha veintisiete de febrero de dos mil uno.
B. Asimismo presentó:
1 . Fotocopia certificada por notario de Declaración de Mercancías para el Tránsito
Aduanero Internacional Terrestre, emitida por la Aduana de Puerto Quetzal. Y,
2.
Conocimiento de Embarque.
Los documentos presentados por el actor descritos bajo la letra "A", no tienen valor
alguno como prueba, pues se trata de fotocopias de documentos privados, que de conformidad
con el Art. 30 de la Ley del Ejercicio Notarial de la Jurisdicción Voluntaria y Otras Diligencias,
no pueden ser certificadas por Notario y como fotocopias que son no poseen valor alguno.
Los únicos documentos que pueden ser objeto de prueba son los enunciados en la
letra "B", y que consisten en fotocopia certificada por notario de la Declaración de Mercancía y
el Conocimiento de Embarque; la primera, se refiere a un documento expedido por la aduana de
Puerto Quetzal, donde efectivamente se advierte que 552 bultos con equipo o muebles de
oficina salieron de Puerto Quetzal con destino a El Salvador para la actora "Computer Trading
El Salvador, S.A. de. C.V.", siendo el agente despachador "MARUBA S.C.A.", quien
ciertamente no es la sociedad demandada y de quien no se ha establecido el vínculo que pudiese
tener con "Compañía Mercantil Intercontinental, S.A. de C.V.", por lo que únicamente
demuestra que efectivamente las mercancías que menciona el demandante salieron de Puerto
Quetzal hacia El Salvador y cuyo consignatario era el actor, sin embargo con dicho documento
no puede establecerse ninguna responsabilidad para la demandada, pues no se ha demostrado
que sea el porteador; ahora bien, en relación al segundo documento, es decir al Conocimiento de
Embarque, si bien es cierto es un documento que sirve de prueba de un contrato de transporte
marítimo y en el cual se acredita que el porteador ha tomado a su cargo o ha cargado las
mercancías y en virtud del cual éste se compromete a entregarlas contra la presentación del
documento; el mismo ha sido emitido por "MARUGA S.C.A.", quien no es actor ni demandado
en este proceso, además que dicho documento no fue traducido al castellano, por lo cual la
relación contractual a que hace referencia el actor respecto de la Sociedad demandada no ha
quedado establecida tampoco con este documento; es más la parte actora en ningún momento ha
presentado prueba que demuestre de manera clara tal situación, limitándose a afirmarlo, y al no
haberse comprobado el vínculo contractual que une a Computer Trading El Salvador, S.A. de
C.V. y Compañía Mercantil Intercontinental S.A. de C.V., no puede establecerse ningún
incumplimiento de contrato y mucho menos la obligación de indemnizar por daños y perjuicios,
por lo tanto resulta inoficioso entrar al análisis de la cuenta jurada presentada por el actor, ya
que en el caso que nos ocupa para que haya una sentencia condenatoria al respecto, es necesario
probar primero la existencia de un contrato, su incumplimiento, la existencia de un daño o
perjuicio cierto o causado, y finalmente que, a quien se le atribuye es el responsable. La
responsabilidad contractual presupone la existencia de una obligación jurídica determinada,
convenida libremente por las partes y además el hecho de que tal obligación haya sido
incumplida culpablemente por el obligado, o bien, terminada, la carga de la prueba del
incumplimiento corresponde al actor. No existen en el proceso probanzas que acrediten la
existencia del contrato de transporte entre demandante y demandada, siendo el documento
idóneo para tal fin la carta de porte, como se dijo en el considerando III, de esta sentencia, la
que no fue presentada por la parte actora, por lo que no procede acceder a lo solicitado por el
actor.
Lo anterior no es conclusión de criterios civilistas rigurosos, sino que atendiendo a
la naturaleza del Derecho Mercantil; el cual exige prueba certera de los hechos que se
pretenden establecer, ofreciendo para ello una serie de medios a los cuales el interesado puede
abocarse. Por lo que, si a través de ellos, los hechos no se logran acreditar, la simple
presentación de los mismos no puede establecer su existencia, ya que se requiere que la
probanza en autos sea pertinente, conducente e idónea con los hechos que se intentan acreditar.
Y es que si se resolviese en base a simples indicios, se estaría aplicando un criterio
irresponsable, el cual no es el fundamento y proyección del Derecho Procesal. De lo expuesto
se colige que al valorar la prueba documental presentada en el proceso, ésta no constituye
prueba suficiente para establecer la existencia de la relación contractual entre Computer
Trading El Salvador, S.A. de C.V. y Compañía Mercantil Intercontinental, S.A. de C.V., por lo
que no puede existir incumplimiento y mucho menos la responsabilidad de esta última, de los
daños y perjuicios que alega la actora.
VI. CONCLUSIONES.
Tal como ha quedado establecido, si prueba son todos aquellos elementos de
convicción, vertidos en el proceso, con la finalidad de producir en el juzgador un
convencimiento sobre la verdad o certeza de un hecho o afirmación táctica, la carga de aportar
al proceso tales elementos de convicción corresponde a la parte que, razonablemente, se estima
podría resultar perjudicada por dicha falta de certeza.
Y siendo que en el caso de autos "Computer Trading El Salvador, S.A. de C.V.",
por medio de su apoderado general judicial licenciado Rodolfo Misael Abrego Figueroa, no
demostró los extremos de su demanda, puesto que las fotocopias certificadas por notario de los
documentos privados y los demás documentos que presentó el apoderado de la parte actora, no
son prueba suficiente para establecer que la Compañía Mercantil Intercontinental; S.A. de
C.V., es responsable de incumplimiento contractual, daños y perjuicios que reclama Computer
Trading El Salvador, S.A. de C.V., y constituyendo la carga de la prueba un imperativo del
propio interés, y no el ajeno, trae como consecuencia en caso de incumplimiento, una
desventaja para él mismo.
Siguiendo ese orden de ideas, esta Cámara concluye que no se han probado los
extremos de las pretensiones contenidas en la demanda, en consecuencia, no procede acceder a
las mismas, es decir, el pago del costo de la mercancía y a los daños y perjuicios, y siendo que
la sentencia venida en apelación se encuentra dictada en ese sentido, es procedente su
confirmación.
POR TANTO: De acuerdo a las razones expuestas, disposiciones legales citadas y
Arts. 1 Inc. uno y 11 Inc. uno Constitución; y 2, 237, 242, 417, 418, 421, 427, 428, 432, 439,
1026, 1088, 1089 y 1090 Pr.C., a nombre de la República, esta Cámara FALLA:
1 ) Declárase sin lugar la excepción de improponibilidad de la pretensión
contenida en la demanda, opuesta por el doctor José Enrique Madrigal Gómez, como
apoderado de "Compañía Mercantil Intercontinental, Sociedad Anónima de Capital Variable",
en base a las consideraciones hechas;
2 ) CONFÍRMASE la sentencia venida en apelación, pronunciada por el señor
Juez Quinto de lo Mercantil, a las diez horas quince minutos de veinticinco de junio de dos mil
diez, por estar arreglada a derecho, habida cuenta de lo considerado en la presente.
3) No hay especial condenación en costas por haber sucumbido ambas partes en
ciertos puntos de la demanda.
4) Oportunamente, vuelva la pieza principal al Juzgado de su origen, con
certificación de esta sentencia, para los fines de rigor. HÁGASE SABER.-
PRONUNCIADA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LA SUSCRIBEN.
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