AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014. QUEJOSA Y RECURRENTE: *********. PONENTE: MINISTRO JOSÉ FERNANDO FRANCO GONZÁLEZ SALAS. SECRETARIO: JUAN PABLO GÓMEZ FIERRO. Vo.Bo. MINISTRO: TERCERO. Procedencia. Por razón de método, en principio es necesario verificar la procedencia de este recurso. De conformidad con lo dispuesto por los artículos 107, fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos1, reformado mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el seis de junio de dos mil once y 81, fracción II, de la Ley de Amparo vigente2; el Acuerdo 5/1999, del Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicado en el citado medio oficial de difusión el veintidós de junio de mil novecientos noventa y nueve, así como en términos de los artículos 10, fracción III, y 21, fracción III, 1 El citado precepto dispone: “107. Las controversias de que habla el artículo 103 de esta Constitución, con excepción de aquellas en materia electoral, se sujetarán a los procedimientos que determine la ley reglamentaria, de acuerdo con las bases siguientes: IX. En materia de amparo directo procede el recurso de revisión en contra de las sentencias que resuelvan sobre la constitucionalidad de normas generales, establezcan la interpretación directa de un precepto de esta Constitución u omitan decidir sobre tales cuestiones cuando hubieren sido planteadas, siempre que fijen un criterio de importancia y trascendencia, según lo disponga la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en cumplimiento de los acuerdos generales del Pleno. La materia del recurso se limitará a la decisión de las cuestiones propiamente constitucionales, sin poder comprender otras;” 2 El artículo establece: “81. Procede el recurso de revisión: (…) II. En amparo directo, en contra de la sentencias que resuelvan sobre la constitucionalidad de normas generales que establezcan la interpretación directa de un precepto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos o de los derechos humanos establecidos en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, u omitan decidir sobre tales cuestiones cuando hubieren sido planteadas, siempre que fijen un criterio de importancia y trascendencia, según lo disponga la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en cumplimiento de acuerdos generales del pleno”. AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 inciso a), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación3 una vez superados los temas relativos a la existencia de la firma en el escrito de expresión de agravios; la oportunidad del recurso y la legitimación procesal del promovente; debe verificarse lo siguiente: 1) Si en la sentencia de amparo existió un pronunciamiento sobre la constitucionalidad de una norma general o la interpretación directa de un precepto de la Constitución, o bien, si en dicha sentencia se omitió el estudio de esas cuestiones, cuando se hubieren planteado en la demanda de amparo; y, 2) Si se reúne el requisito de importancia y trascendencia.4 3 Los preceptos legales citados disponen lo siguiente: “10. La Suprema Corte de Justicia conocerá funcionando en Pleno: (…) III. Del recurso de revisión contra sentencias que en amparo directo pronuncien los tribunales colegiados de circuito, cuando habiéndose impugnado la inconstitucionalidad de una ley federal, local, del Distrito Federal o de un tratado internacional, o cuando en los conceptos de violación se haya planteado la interpretación directa de un precepto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dichas sentencias decidan u omitan decidir sobre tales materias, debiendo limitarse en estos casos la materia del recurso a la decisión de las cuestiones propiamente constitucionales; (…)”. “21. Corresponde conocer a las Salas: (…) III. Del recurso de revisión contra sentencias que en amparo directo pronuncien los tribunales colegiados de circuito: a) Cuando habiéndose impugnado la constitucionalidad de un reglamento federal expedido por el Presidente de la República, o de reglamentos expedidos por el gobernador de un Estado o por el Jefe del Distrito Federal, o en los conceptos de violación se haya planteado la interpretación directa de un precepto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en estas materias, se haya decidido o se omita decidir sobre la misma inconstitucionalidad o interpretación constitucional; y (…)”. 4 Así lo estableció esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia 2a./J. 149/2007, sustentada por esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de rubro y texto siguientes: “REVISIÓN EN AMPARO DIRECTO. REQUISITOS PARA SU PROCEDENCIA. Del artículo 107, fracción IX, de la Constitución Federal, y del Acuerdo 5/1999, emitido por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en ejercicio de la facultad conferida por el artículo 94, séptimo párrafo, constitucional, así como de los artículos 10, fracción III, y 21, fracción III, inciso a), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, se advierte que al analizarse la procedencia del recurso de revisión en amparo directo debe verificarse, en principio: 1) la existencia de la firma en el escrito u oficio de expresión de agravios; 2) la oportunidad del recurso; 3) la legitimación procesal del promovente; 4) si existió en la sentencia un pronunciamiento sobre la constitucionalidad de una ley o la interpretación directa de un 2 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 Además de los requisitos mencionados, el Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver por unanimidad de votos el recurso de reclamación 130/2011, en sesión de veintiséis de enero de dos mil doce, bajo la ponencia de la Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos, sostuvo que a través de los recursos previstos en la Ley de Amparo, las partes están legitimadas para plantear, de manera excepcional, la inconstitucionalidad de las disposiciones de ese ordenamiento que regulan la actuación de los órganos jurisdiccionales que conocen del juicio de amparo. En la propia resolución, se dijo que son tres las condiciones esenciales para que, a instancia de parte, proceda excepcionalmente el examen de las disposiciones de la Ley de Amparo aplicadas dentro del juicio de amparo, a saber: a) La emisión de autos o resoluciones concretas de los órganos que conozcan del juicio de amparo; b) La impugnación de normas de la Ley de Amparo cuya aplicación se actualice efectivamente dentro de los asuntos de la competencia de los órganos jurisdiccionales que conocen del juicio de amparo, y que trasciendan al sentido de la decisión adoptada; y, c) La existencia de un recurso procedente contra el acto de aplicación de las normas de la Ley de Amparo tildadas de inconstitucionales, en el cual pueda analizarse tanto la legalidad de su acto de aplicación, como la regularidad constitucional de esas normas, en su caso. En el caso, el quejoso considera que el recurso de revisión es procedente, toda vez que cuestiona la constitucionalidad de los precepto de la Constitución, o bien, si en dicha sentencia se omitió el estudio de las cuestiones mencionadas, cuando se hubieren planteado en la demanda de amparo; y, 5) si conforme al Acuerdo referido se reúne el requisito de importancia y trascendencia. Así, conforme a la técnica del amparo basta que no se reúna uno de ellos para que sea improcedente, en cuyo supuesto será innecesario estudiar si se cumplen los restantes.” Registro IUS: 171625. Jurisprudencia publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXVI, agosto de dos mil siete, página 615. 3 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 artículos 81, fracción II y 171 de la Ley de Amparo vigente, ya que considera que dichos preceptos vulneran lo dispuesto por los artículos 14, 16 y 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En ese sentido, para verificar la procedencia de este recurso, a fin de cumplir con lo indicado por el Tribunal en Pleno, procede examinar las tres condiciones esenciales para que, a instancia de parte, proceda excepcionalmente el examen de las disposiciones legales de la Ley de Amparo aplicadas dentro del juicio de amparo. Por lo que se refiere al artículo 81, fracción II, de la Ley de Amparo vigente, esta Segunda Sala ha considerado que el recurso de revisión es procedente cuando se cuestiona dicha disposición, debido a que es precisamente la que establece los supuestos de procedencia del recurso de revisión en amparo directo, por lo que su aplicación debe darse en esta instancia. Así lo estableció al resolver el amparo directo en revisión 1738/2014, fallado en sesión de veinte de agosto de dos mil catorce, por mayoría de tres votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Margarita Beatriz Luna Ramos y Presidente Luis María Aguilar Morales (ponente), en contra del voto del Ministro José Fernando Franco González Salas, quien votó en contra de la procedencia del recurso. Luego, a partir del criterio sostenido por esta Segunda Sala en el precedente citado, debe estimarse procedente este recurso, por lo que se refiere a la impugnación del artículo 81, fracción II, de la Ley de Amparo. Por otra parte, en relación con el artículo 171 de la Ley de Amparo vigente, también debe estimarse procedente este medio de impugnación, toda vez que el Tribunal Colegiado aplicó dicha disposición en el fallo recurrido, pues con base en esta declaró inoperantes los conceptos de violación que hizo valer la quejosa en contra de una violación procesal cometida en el procedimiento de 4 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 origen, al considerar que para poder combatirla en amparo debió prepararla previamente. En efecto, en el caso se advierte que se encuentran satisfechos los requisitos que estableció el Pleno de esta Suprema Corte en el recurso de reclamación 130/2011, toda vez que en la presente instancia se impugna una sentencia emitida por un Tribunal Colegiado; aunado a que se impugna el artículo 171 de la Ley de Amparo vigente, el cual fue aplicado en la sentencia recurrida, ya que con base en éste se consideró que los conceptos de violación que hizo valer la quejosa eran inoperantes, al no haber preparado previamente las violaciones procesales impugnadas. Luego, al actualizarse los supuestos que el Tribunal Pleno estableció de manera excepcional para la impugnación de las disposiciones de la Ley de Amparo a través del recurso de revisión en amparo directo, debe concluirse que el presente recurso de revisión es procedente para revisar la constitucionalidad de los artículos 81, fracción II y 171 de la Ley de Amparo vigente. CUARTO. Agravios. La parte recurrente formuló, en síntesis, los siguientes agravios: A) El artículo 81, fracción II, de la Ley de Amparo vigente, restringe el derecho de acceso a la justicia que reconoce el artículo 17 constitucional, en relación con los derechos de audiencia y legalidad, porque omite incluir como uno de los supuestos de procedencia del recurso de revisión, el caso en el que un tribunal colegiado resuelve un juicio de amparo sin haber examinado las violaciones procesales hechas valer en la demanda de amparo. B) El artículo 171 de la Ley de Amparo vigente es contrario a lo que establecen los artículos 14, 16 y 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, toda vez que restringe el derecho de acceso a la justicia y permite la subsistencia de actuaciones ilegales, al condicionar el 5 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 planteamiento de violaciones procesales en el juicio de amparo directo, no obstante que por su trascendencia deben ser analizadas, incluso, de manera oficiosa. C) El artículo 171 de la Ley de Amparo fue aplicado de forma indebida y aislada, sin considerar el contenido de las jurisprudencias vigentes en la época en que se aplicaba la reforma constitucional de diez de junio de dos mil once, pero aún no se emitía la nueva Ley de Amparo; ello aunado a que no existía una obligación clara para preparar las violaciones procesales en materia administrativa, dado que estaban vigentes las jurisprudencias 2a./J./ 147/2013 (10a) y 2a./J./ 198/2007; máxime que a unos días de que entró en vigor la nueva Ley de Amparo existía incertidumbre sobre la preparación de las violaciones procesales en el juicio de amparo. D) La quejosa no se encontraba obligada a agotar el recurso de reclamación que establece el artículo 59 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, toda vez que los conceptos de violación hizo valer aspectos relacionados con la convencionalidad del actuar del Magistrado instructor, lo que implicaría analizar hacer un estudio oficioso al respecto. QUINTO. Estudio de fondo. En el agravio sintetizado en el inciso A) del considerando cuarto de este fallo, la quejosa aduce que el artículo 81, fracción II, de la Ley de Amparo vigente, restringe el derecho de acceso a la justicia que reconoce el artículo 17 constitucional, en relación con los derechos de audiencia y legalidad, porque omite incluir como uno de los supuestos de procedencia del recurso de revisión, el caso en el que un tribunal colegiado resuelve un juicio de amparo sin haber examinado las violaciones procesales hechas valer en la demanda de amparo. A efecto de abordar el estudio anterior, se estima pertinente destacar que el derecho de acceso a la justicia encuentra su fundamento en el artículo 17 constitucional, segundo párrafo, que señala lo siguiente: 6 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 “17. (…) Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales.” El precepto anterior, en la parte transcrita, establece el derecho de acceso a la justicia según el cual cuando alguna persona vea conculcado alguno de sus derechos puede acudir ante los tribunales a fin de que se le administre justicia conforme a los términos y plazos que establezcan las leyes, la cual deberá ser pronta, completa, imparcial y gratuita. Por su parte, el artículo 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos dice: “Artículo 25. Protección Judicial. 1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales. 2. Los Estados Partes se comprometen: a) a garantizar que la autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso; b) a desarrollar las posibilidades de recurso judicial, y c) a garantizar el cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda decisión en que se haya estimado procedente el recurso.” 7 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 El derecho de acceso a la justicia se satisface no por el mero hecho de que algún recurso jurisdiccional esté previsto en la legislación del Estado, sino que ese recurso debe ser efectivo en la medida en que el justiciable, de cumplir con los requisitos justificados constitucionalmente, pueda obtener una resolución en la que, mediante la aplicación de la ley al caso concreto, se resuelva si le asiste o no la razón sobre los derechos cuya tutela jurisdiccional ha solicitado. Además, la impartición de justicia debe sujetarse a los plazos y términos que fijen las leyes, es decir, la regulación de los respectivos procedimientos jurisdiccionales debe garantizar a los gobernados un efectivo acceso a la justicia, por lo que los requisitos o presupuestos que condicionan la obtención de una resolución sobre el fondo de lo pedido deben encontrarse justificados constitucionalmente, lo que sucede, entre otros casos, cuando tienden a generar seguridad jurídica a los gobernados que acudan como partes a la contienda, o cuando permiten la emisión de resoluciones prontas y expeditas, siempre y cuando no lleguen al extremo de hacer nugatorio el derecho cuya tutela se pretende.5 5 En este sentido se ha pronunciado el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia P./J. 113/2001, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, tomo XIV, Septiembre de 2001, página 5, que dice: “JUSTICIA, ACCESO A LA. LA POTESTAD QUE SE OTORGA AL LEGISLADOR EN EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN GENERAL DE LA REPÚBLICA, PARA FIJAR LOS PLAZOS Y TÉRMINOS CONFORME A LOS CUALES AQUÉLLA SE ADMINISTRARÁ NO ES ILIMITADA, POR LO QUE LOS PRESUPUESTOS O REQUISITOS LEGALES QUE SE ESTABLEZCAN PARA OBTENER ANTE UN TRIBUNAL UNA RESOLUCIÓN SOBRE EL FONDO DE LO PEDIDO DEBEN ENCONTRAR JUSTIFICACIÓN CONSTITUCIONAL. De la interpretación de lo dispuesto en el artículo 17, párrafo segundo, de la Constitución General de la República se advierte que en ese numeral se garantiza a favor de los gobernados el acceso efectivo a la justicia, derecho fundamental que consiste en la posibilidad de ser parte dentro de un proceso y a promover la actividad jurisdiccional que, una vez cumplidos los respectivos requisitos procesales, permita obtener una decisión en la que se resuelva sobre las pretensiones deducidas, y si bien en ese precepto se deja a la voluntad del legislador establecer los plazos y términos conforme a los cuales se administrará la justicia, debe estimarse que en la regulación respectiva puede limitarse esa prerrogativa fundamental, con el fin de lograr que las instancias de justicia constituyan el mecanismo expedito, eficaz y confiable al que los gobernados acudan para dirimir cualquiera de los conflictos que deriven de las relaciones jurídicas que entablan, siempre y cuando las condiciones o presupuestos procesales que se establezcan encuentren sustento en los diversos principios o derechos consagrados en la propia Constitución General de la República; por ende, para determinar si en un caso concreto la condición o presupuesto procesal establecidos por el 8 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 Así, las leyes procesales determinan cuál es la vía en que debe intentarse cada acción, por lo cual, la prosecución de un juicio en la forma establecida por aquéllas tiene el carácter de presupuesto procesal que debe atenderse previamente a la decisión de fondo, porque el análisis de las acciones sólo debe hacerse si el juicio, en la vía escogida por el actor, es procedente, pues de no serlo, el Juez estaría impedido para resolver sobre las acciones planteadas. En efecto, es el legislador ordinario el que debe establecer las reglas del procedimiento dentro de las que se encuentran los llamados presupuestos procesales, entendidos como aquellos “…requisitos o condiciones que deben cumplirse para la iniciación o el desarrollo válido de un proceso, o en su caso, para que pueda pronunciase la resolución de fondo.”6 En relación con la obligación que con motivo de ese derecho se impone al Estado, esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha derivado cuatro principios que contribuyen a dar efectividad a la posibilidad de que el gobernado acuda a los tribunales solicitando que éstos impartan justicia7. Esos principios son los siguientes: legislador ordinario se apegan a lo dispuesto en la Norma Fundamental deberá tomarse en cuenta, entre otras circunstancias, la naturaleza de la relación jurídica de la que derivan las prerrogativas cuya tutela se solicita y el contexto constitucional en el que ésta se da.” 6 FIX-ZAMUDIO, Héctor, “PRESUPUESTOS PROCESALES” en Enciclopedia Jurídica Mexicana, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Segunda Edición, tomo V, Editorial Porrúa-UNAM, México, 2007, página 747. 7 Jurisprudencia 2a./J. 192/2007, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXVI, Octubre de 2007, página 209, cuyo texto es: “ACCESO A LA IMPARTICIÓN DE JUSTICIA. EL ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS ESTABLECE DIVERSOS PRINCIPIOS QUE INTEGRAN LA GARANTÍA INDIVIDUAL RELATIVA, A CUYA OBSERVANCIA ESTÁN OBLIGADAS LAS AUTORIDADES QUE REALIZAN ACTOS MATERIALMENTE JURISDICCIONALES. La garantía individual de acceso a la impartición de justicia consagra a favor de los gobernados los siguientes principios: 1. De justicia pronta, que se traduce en la obligación de las autoridades encargadas de su impartición de resolver las controversias ante ellas planteadas, dentro de los términos y plazos que para tal efecto establezcan las leyes; 2. De justicia completa, consistente en que la autoridad que conoce del asunto emita pronunciamiento respecto de todos y cada uno de los aspectos debatidos cuyo estudio sea necesario, y garantice al gobernado la obtención de una resolución en la que, mediante la aplicación de la ley al caso concreto, se resuelva si le asiste o no la razón sobre los 9 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 Justicia pronta, que se traduce en la obligación de las autoridades encargadas de su impartición, de resolver las controversias ante ellas planteadas, dentro de los términos y plazos que para tal efecto establezcan las leyes. Justicia completa, el cual obliga a que la autoridad que conoce del asunto, emita pronunciamiento respecto de todos y cada uno de los aspectos debatidos cuyo estudio sea necesario, y garantice al gobernado la obtención de una resolución en la que, mediante la aplicación de la ley al caso concreto, se resuelva si le asiste o no la razón sobre los derechos que le garanticen la tutela jurisdiccional que ha solicitado; Justicia imparcial, obliga a que el juzgador emita una resolución apegada a derecho, sin favoritismo respecto de alguna de las partes o arbitrariedad en su sentido; y Justicia gratuita, estriba en que los órganos del Estado encargados de su impartición, así como los servidores públicos a quienes se les encomienda dicha función, no cobrarán a las partes en conflicto emolumento alguno por la prestación de ese servicio público. Ahora bien, el artículo 81, fracción II, de la Ley de Amparo en vigor, cuya constitucionalidad se impugna, prevé lo siguiente: “81. Procede el recurso de revisión: derechos que le garanticen la tutela jurisdiccional que ha solicitado; 3. De justicia imparcial, que significa que el juzgador emita una resolución apegada a derecho, y sin favoritismo respecto de alguna de las partes o arbitrariedad en su sentido; y, 4. De justicia gratuita, que estriba en que los órganos del Estado encargados de su impartición, así como los servidores públicos a quienes se les encomienda dicha función, no cobrarán a las partes en conflicto emolumento alguno por la prestación de ese servicio público. Ahora bien, si la citada garantía constitucional está encaminada a asegurar que las autoridades encargadas de aplicarla lo hagan de manera pronta, completa, gratuita e imparcial, es claro que las autoridades que se encuentran obligadas a la observancia de la totalidad de los derechos que la integran son todas aquellas que realizan actos materialmente jurisdiccionales, es decir, las que en su ámbito de competencia tienen la atribución necesaria para dirimir un conflicto suscitado entre diversos sujetos de derecho, independientemente de que se trate de órganos judiciales, o bien, sólo materialmente jurisdiccionales.” 10 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 (…) II. En amparo directo, en contra de las sentencias que resuelvan sobre la constitucionalidad de normas generales que establezcan la interpretación directa de un precepto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos o de los derechos humanos establecidos en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, u omitan decidir sobre tales cuestiones cuando hubieren sido planteadas, siempre que fijen un criterio de importancia y trascendencia, según lo disponga la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en cumplimiento de acuerdos generales del pleno”. Al respecto el artículo 107, fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece lo siguiente: “107. Las controversias de que habla el artículo 103 de esta Constitución, con excepción de aquellas en materia electoral, se sujetarán a los procedimientos que determine la ley reglamentaria, de acuerdo con las bases siguientes: (…) IX. En materia de amparo directo procede el recurso de revisión en contra de las sentencias que resuelvan sobre la constitucionalidad de normas generales, establezcan la interpretación directa de un precepto de esta Constitución u omitan decidir sobre tales cuestiones cuando hubieren sido planteadas, siempre que fijen un criterio de importancia y trascendencia, según lo disponga la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en cumplimiento de los acuerdos generales del Pleno. La materia del recurso se limitará a la decisión de las cuestiones propiamente constitucionales, sin poder comprender otras…” De lo anterior, se desprende que el recurso de revisión en amparo directo es procedente cuando se decida sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de una norma general; cuando se establezca la interpretación directa de un precepto constitucional o de los derechos humanos establecidos en los tratados 11 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte; o bien, si en dichas sentencias se omite el estudio de tales cuestiones, a pesar de haber sido planteadas. Es decir, la materia del recurso se limita, exclusivamente, a la decisión de las cuestiones propiamente constitucionales, sin poder comprender otras. Al respecto es importante destacar que el artículo 81, fracción II, de la Ley de Amparo en vigor, se limita a acatar lo dispuesto en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con respecto a los requisitos de procedencia del recurso de revisión en amparo directo. Pues bien, del contraste entre el artículo 81, fracción II, de la Ley de Amparo en vigor, a la luz del principio de acceso a la justicia, se advierte que no asiste razón a la recurrente al estimar que aquél limite su derecho a la plena jurisdicción, o bien, que éste constituya una actuación arbitraria por parte del legislador, toda vez que el derecho a la jurisdicción no puede interpretarse en el sentido que pretende la recurrente, esto es, que necesariamente se tenga que estimar procedente el recurso de revisión en amparo directo cuando un Tribunal Colegiado decida un juicio de amparo sin haber analizado violaciones procesales hechas valer, puesto que como quedó precisado el artículo combatido no prevé limitantes respecto del acceso a la jurisdicción, sino que sujeta la procedencia del recurso a diversas condicionantes, sin que éstas priven de los derechos consagrados en la Constitución Federal, sino que por el contrario acoge lo dispuesto para tal efecto en el propio ordenamiento fundamental. En el caso, el derecho a la jurisdicción se cumple en la medida en que el gobernado puede exigir a los órganos jurisdiccionales del Estado, la tramitación y resolución de los conflictos jurídicos en que sea parte, ello siempre que satisfaga los requisitos fijados por la propia Constitución y las leyes secundarias. 12 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 De ahí que lo previsto en el artículo impugnado tampoco constituya una actuación arbitraria por parte del legislador, pues lo cierto es que la reserva contenida en el artículo 17 constitucional, al disponer que la impartición de justicia debe darse en los ‘plazos y términos que fijen las leyes’, debe interpretarse en el sentido de que es al legislador a quien corresponde el establecer los plazos y términos para el ejercicio de los derechos. Es decir, sólo a él le compete tal función (determinar los plazos y términos en la ley); por tanto, si la intención del legislador fue limitar la procedencia del recurso de revisión en amparo directo a determinadas hipótesis, tal situación por sí sola, de ninguna manera puede estimarse violatoria de los principios previstos por el artículo 17 de la Constitución Federal, ya que el legislador únicamente está acatando la voluntad del poder constituyente plasmada en el artículo 107, fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. En este sentido, no le asiste la razón a la parte quejosa cuando argumenta que el artículo 81, fracción II, de la Ley de Amparo en vigor, al restringir la procedencia del recurso de revisión en amparo directo, cuando un Tribunal Colegiado resuelva un juicio de amparo sin analizar violaciones procesales, viola el derecho al libre acceso a la justicia, pues tal restricción así está prevista en la propia Constitución. En virtud de lo anterior, debe declararse infundado el planteamiento de la parte recurrente en el sentido de que el artículo 81, fracción II, de la Ley de Amparo, vigente desde el tres de abril de dos mil trece, transgrede el derecho de acceso a la justicia, previsto en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con los derechos de audiencia y de legalidad que reconocen en los artículos 14 y 16 constitucionales, en tanto que estos últimos se hacen depender del citado planteamiento. Similares consideraciones sostuvo esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver el amparo directo en revisión 1738/2014, fallado en sesión de veinte de agosto de dos mil catorce, por mayoría de tres votos de los Ministros Alberto Pérez Dayán, Margarita Beatriz Luna Ramos y Presidente Luis María Aguilar 13 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 Morales (ponente), en contra del voto del Ministro José Fernando Franco González Salas, quien se pronunció en contra de la procedencia del recurso. Por otra parte, deben declararse infundado el agravio sintetizado en el inciso B) del considerando de agravios, en el que la recurrente sostiene que el artículo 171 de la Ley de Amparo vigente es contrario a lo que establecen los artículos 14, 16 y 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, toda vez que restringe el derecho de acceso a la justicia y permite la subsistencia de actuaciones ilegales, al condicionar el planteamiento de violaciones procesales en el juicio de amparo directo, no obstante que por su trascendencia deben ser analizadas, incluso, de manera oficiosa. El artículo 171 de la Ley de Amparo vigente establece: “171. Al reclamarse la sentencia definitiva, laudo o resolución que ponga fin al juicio, deberán hacerse valer las violaciones a las leyes del procedimiento, siempre y cuando el quejoso las haya impugnado durante la tramitación del juicio, mediante el recurso o medio de defensa que, en su caso, señale la ley ordinaria respectiva y la violación procesal trascienda al resultado del fallo. Este requisito no será exigible en amparos contra actos que afecten derechos de menores o incapaces, al estado civil, o al orden o estabilidad de la familia, ejidatarios, comuneros, trabajadores, núcleos de población ejidal o comunal, o quienes por sus condiciones de pobreza o marginación se encuentren en clara desventaja social para emprender un juicio, ni en los de naturaleza penal promovidos por el inculpado. Tampoco será exigible el requisito cuando se alegue que, la ley aplicada o que se debió aplicar en el acto procesal, es contrario a la Constitución o a los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte”. 14 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 Por su parte, el artículo 107, fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece lo siguiente: “107. Las controversias de que habla el artículo 103 de esta Constitución, con excepción de aquellas en materia electoral, se sujetarán a los procedimientos que determine la ley reglamentaria, de acuerdo con las bases siguientes: (…) III.- Cuando se reclamen actos de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo, el amparo sólo procederá en los casos siguientes: a).- Contra sentencias definitivas, laudos y resoluciones que pongan fin al juicio, ya sea que la violación se cometa en ellos o que, cometida durante el procedimiento, afecte las defensas del quejoso trascendiendo al resultado del fallo. En relación con el amparo al que se refiere este inciso y la fracción V de este artículo, el Tribunal Colegiado de Circuito deberá decidir respecto de todas las violaciones procesales que se hicieron valer y aquéllas que, cuando proceda, advierta en suplencia de la queja, y fijará los términos precisos en que deberá pronunciarse la nueva resolución. Si las violaciones procesales no se invocaron en un primer amparo, ni el Tribunal Colegiado correspondiente las hizo valer de oficio en los casos en que proceda la suplencia de la queja, no podrán ser materia de concepto de violación, ni de estudio oficioso en juicio de amparo posterior. La parte que haya obtenido sentencia favorable y la que tenga interés jurídico en que subsista el acto reclamado, podrá presentar amparo en forma adhesiva al que promueva cualquiera de las partes que intervinieron en el juicio del que emana el acto reclamado. La ley determinará la forma y términos en que deberá promoverse. Para la procedencia del juicio deberán agotarse previamente los recursos ordinarios que se establezcan en la ley de la materia, por virtud de los cuales aquellas sentencias definitivas, laudos y resoluciones puedan ser modificados o revocados, salvo el caso en que la ley permita la renuncia de los recursos. 15 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 Al reclamarse la sentencia definitiva, laudo o resolución que ponga fin al juicio, deberán hacerse valer las violaciones a las leyes del procedimiento, siempre y cuando el quejoso las haya impugnado durante la tramitación del juicio mediante el recurso o medio de defensa que, en su caso, señale la ley ordinaria respectiva. Este requisito no será exigible en amparos contra actos que afecten derechos de menores o incapaces, al estado civil, o al orden o estabilidad de la familia, ni en los de naturaleza penal promovidos por el sentenciado…” Como se ve, el artículo 171, primer párrafo, de la Ley de Amparo, establece que al reclamarse una sentencia definitiva en un juicio de amparo directo, deben hacerse valer las violaciones a las leyes del procedimiento, siempre y cuando el quejoso las haya impugnado durante la tramitación del juicio, mediante el recurso o medio de defensa que, en su caso, señale la ley ordinaria respectiva y la violación procesal trascienda al resultado del fallo. La disposición legal citada reproduce casi de manera literal el contenido del artículo 107, fracción III, inciso a), párrafo cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Pues bien, a partir del desarrollo que previamente se hizo del derecho de acceso a la justicia, esta Segunda Sala considera que el artículo 171, párrafo primero, de la Ley de Amparo en vigor, no contraviene el derecho de acceso a la justicia. Lo anterior porque el citado precepto no limita el derecho a la plena jurisdicción, ni constituye una actuación arbitraria por parte del legislador, toda vez que el derecho a la jurisdicción no puede interpretarse en el sentido que pretende la recurrente, esto es, que no deba preparar las violaciones procesales cometidas en el juicio contencioso administrativo, puesto que no prevé limitantes respecto del acceso a la jurisdicción, sino que sujeta la procedencia del estudio de esas violaciones a que se preparen previamente mediante el recurso o medio ordinario de defensa, sin que éstas priven de los derechos consagrados en la Constitución Federal, sino que por el 16 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 contrario, acoge lo dispuesto para tal efecto en el propio ordenamiento fundamental. En efecto, como se precisó, el derecho a la jurisdicción se cumple en la medida en que el gobernado puede exigir a los órganos jurisdiccionales del Estado, la tramitación y resolución de los conflictos jurídicos en que sea parte, ello siempre que satisfaga los requisitos fijados por la propia Constitución y las leyes secundarias. De ahí que lo previsto en el artículo impugnado tampoco constituya una actuación arbitraria por parte del legislador, pues lo cierto es que la reserva contenida en el artículo 17 constitucional, al disponer que la impartición de justicia debe darse en los ‘plazos y términos que fijen las leyes’, debe interpretarse en el sentido de que es al legislador a quien corresponde el establecer los plazos y términos para el ejercicio de los derechos. Es decir, sólo a él le compete tal función (determinar los plazos y términos en la ley); por tanto, si la intención del legislador fue establecer una modalidad para llevar a cabo el análisis de las violaciones procesales, estableciendo la necesidad de prepararlas previamente a través del recurso o medio ordinario de defensa, previamente a su impugnación a través del juicio de amparo, tal situación, por sí sola, no vulnera los principios previstos por el artículo 17 de la Constitución Federal, ya que el legislador únicamente está acatando la voluntad del poder constituyente plasmada en el artículo 107, fracción III, inciso a), párrafo cuarto, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. En este sentido, no le asiste la razón a la parte quejosa cuando argumenta que el artículo 171 de la Ley de Amparo en vigor, al establecer que las violaciones procesales solamente podrán ser analizadas cuando se hubieren preparado mediante el recurso o medio ordinario de defensa, restringe el derecho de acceso a la justicia, pues tal restricción así está prevista en la propia Constitución. Es importante señalar que si bien el precepto impugnado condiciona el estudio de los conceptos de violación relacionados con 17 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 violaciones al procedimiento, a que éstas hayan sido impugnadas por los medios de defensa establecidos en las leyes ordinarias, ello corresponde con la naturaleza del juicio de amparo, como medio extraordinario para el mantenimiento del orden constitucional, pues en razón de ese carácter, no se justifica acudir a él para la reparación de las violaciones cometidas en el procedimiento, si en las leyes ordinarias se prevé algún remedio legal, por el cual pueden repararse. Es decir, si en las leyes ordinarias ya existe algún medio ordinario de defensa por el cual es posible combatir la violación cometida, es evidente que la parte afectada tiene la carga de impugnarla a través de esos medios ordinarios o, de lo contrario, opera la preclusión de su derecho a inconformarse con la mencionada violación. En esa virtud, cuando el afectado no logra la reparación pretendida con los medios de defensa, entonces se le concede la facultad para hacerla valer en el medio extraordinario del amparo. Pero cuando no es así, porque el afectado no cumple la carga de impugnar las violaciones según las reglas del procedimiento a que se encuentra sujeto, entonces precluye su derecho de impugnación. Así se justifica que, conforme a la norma impugnada, no proceda el análisis de violaciones procesales respecto a las cuales no se hayan agotado los recursos o medios de defensa ordinarios, ya que no sería válido combatir en amparo una violación procesal sobre la cual ya no se tiene derecho de impugnación, según las reglas del procedimiento del que emana el acto reclamado. Por tanto, la norma no es arbitraria ni constituye un obstáculo irracional para la procedencia del estudio, en el amparo directo, de las violaciones cometidas durante el procedimiento; máxime si se considera que esa previsión deriva del contenido mismo de la Norma Fundamental. De ahí que, en tales casos, se justifique la omisión del estudio de los conceptos de violación atinentes, pues al margen de que la violación se haya cometido realmente o no, el quejoso perdió su derecho de defensa debido a su propia incuria, por no haber agotado los recursos o medios de defensa establecidos en la ley ordinaria. 18 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 Por tales motivos, debe declararse infundado el agravio de la parte recurrente en el sentido de que el artículo 171 de la Ley de Amparo, vigente desde el tres de abril de dos mil trece, transgrede el derecho de acceso a la justicia que reconocen los artículos 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Finalmente, debe destacarse que la posible afectación a los derechos de audiencia o de seguridad jurídica establecidos en los artículos 14 y 16 constitucionales con motivo de las violaciones procesales cometidas contra el quejoso, no es imputable a la norma impugnada, sino a la propia conducta del afectado, al no acatar las reglas que para la impugnación de violaciones procesales en amparo se han establecido en la Constitución y desarrollado en la legislación reglamentaria de la materia. Finalmente deben declararse inoperantes los argumentos sintetizado en los incisos C) y D) del considerando precedente, en los que la quejosa, aquí recurrente, sostiene que el artículo 171 de la Ley de Amparo fue aplicado de forma indebida y aislada, sin considerar el contenido de las jurisprudencias vigentes en la época en que se aplicaba la reforma constitucional de diez de junio de dos mil once, pero aún no se emitía la nueva Ley de Amparo; que no existía una obligación clara para preparar las violaciones procesales en materia administrativa, dado que estaban vigentes las jurisprudencias 2a./J./ 147/2013 (10a) y 2a./J./ 198/2007; que a unos días de que entró en vigor la nueva Ley de Amparo existía incertidumbre sobre la preparación de las violaciones procesales en el juicio de amparo y que no se encontraba obligada a agotar el recurso de reclamación que establece el artículo 59 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo. La inoperancia de los anteriores argumentos deriva del hecho de la quejosa pretende cuestionar consideraciones que el Tribunal Colegiado emitió sobre aspectos de legalidad. 19 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 En efecto, en términos de lo dispuesto en los artículos 107, fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 81, fracción II, de la Ley de Amparo aplicable, y 10, fracción III, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en el recurso de revisión contra sentencias dictadas en materia de amparo directo, la materia del recurso se limita a las decisiones sobre la inconstitucionalidad de normas generales, la interpretación directa de un precepto de la Constitución General, o sobre determinar si al resolver el amparo se omitió el estudio de las cuestiones mencionadas, cuando se hubieren planteado en la demanda de amparo. En tal virtud, si los agravios que se analizan lejos de versar sobre cuestiones propiamente constitucionales, se concretan a combatir pronunciamientos en materia de legalidad expuestos por el Tribunal Colegiado, como lo es la aplicación del artículo 171 de la Ley de Amparo vigente, así como de las jurisprudencias que al interpretar la legislación de amparo abrogada eximían de la preparación de las violaciones procesales y la procedencia del recurso de reclamación previsto en el artículo 59 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, aquéllos deben calificarse como inoperantes. Al respecto es aplicable la jurisprudencia P./J. 46/95, sustentada por el Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, de rubro: “REVISION EN AMPARO DIRECTO, RECURSO DE. SON INOPERANTES LOS AGRAVIOS AJENOS A LA CUESTION CONSTITUCIONAL PLANTEADA.”8 En consecuencia, dada lo infundado e inoperante de los agravios que hace valer la quejosa, esta Segunda Sala de la Suprema Corte de 8 Jurisprudencia publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo II, diciembre de mil novecientos noventa y cinco, página 174, cuyo texto es el siguiente: “De conformidad con el artículo 83, fracción V, segundo párrafo, de la Ley de Amparo, la materia del recurso de revisión contra resoluciones que pronuncien los Tribunales Colegiados de Circuito, en materia de amparo directo, se limitará, exclusivamente, a la decisión de las cuestiones propiamente constitucionales, sin poder comprender otras. En consecuencia, todo agravio ajeno a las cuestiones constitucionales examinadas en la resolución recurrida resulta inoperante.” 20 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 4403/2014 Justicia de la Nación, estima procedente confirmar la sentencia recurrida. SEXTO. En atención al sentido de este fallo, procede declarar sin materia la revisión adhesiva interpuesta por el Director General de Asuntos Contenciosos y Procedimientos, en ausencia del Subprocurador Fiscal Federal de Amparos, del Director General de Amparos contra Actos Administrativos, en representación del Secretario de Hacienda y Crédito Público, autoridad tercero interesada en el juicio de amparo, ya que la condición a la que se sujetaba su interés como adherente ha desaparecido al no haber prosperado la revisión principal9. 9 Sustenta esta determinación la jurisprudencia: 1a./J. 71/2006, cuyo texto es el siguiente: “REVISIÓN ADHESIVA. DEBE DECLARARSE SIN MATERIA AL DESAPARECER LA CONDICIÓN A LA QUE SE SUJETA EL INTERÉS DEL ADHERENTE. De conformidad con el último párrafo del artículo 83 de la Ley de Amparo, quien obtenga resolución favorable a sus intereses puede adherirse a la revisión interpuesta por el recurrente, expresando los agravios respectivos dentro del término de cinco días, computado a partir de la fecha en que se le notifique la admisión del recurso. Ahora bien, si se toma en cuenta que la adhesión al recurso carece de autonomía en cuanto a su trámite y procedencia, pues sigue la suerte procesal de éste y, por tanto, el interés de la parte adherente está sujeto a la suerte del recurso principal, es evidente que cuando el sentido de la resolución dictada en éste es favorable a sus intereses, desaparece la condición a la que estaba sujeto el interés jurídico de aquélla para interponer la adhesión, esto es, la de reforzar el fallo recurrido y, por ende, debe declararse sin materia el recurso de revisión adhesiva”. Registro IUS: 174011, jurisprudencia publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXIV, octubre de 2006, página 266. 21