el régimen jurídico de la organización administrativa deportiva

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EL RÉGIMEN JURÍDICO DE LA ORGANIZACIÓN
ADMINISTRATIVA DEPORTIVA
Dr. Nicolás de la Plata Caballero
Profesor de Derecho del Deporte
Universidad Europea de Madrid
TEORÍA GENERAL DE LA ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA
La organización y las diversas fórmulas organizativas están estrechamente ligadas al ejercicio del
poder político, el cual requiere en todo momento, incluso en la acción deportiva, de este
entramado de personas y departamentos capaces de desarrollar y ejecutar sus estrategias. Hoy
día es más ostensible esta necesidad al desplegarse nuestras administraciones a través de
sistemas burocráticos más avanzados, que si bien usan ya métodos como la dirección por
objetivos o la planificación estratégica, siguen siendo maquinarias burocráticas.
Jurídicamente la doctrina (Sancho Jaraiz) define la organización administrativa como el conjunto
de normas que regulan las atribuciones, composición y funcionamiento del aparato
administrativo, siendo su función básica coordinar los distintos organismos. Bajo esta base
podemos observar que las administraciones públicas deportivas diseñan también sus propias
relaciones y sus modelos de corresponsabilidad, aunque de un modo diverso, según se trate del
Estado (CSD), las CC.AA. (habitualmente una Consejería y Dirección General) o los municipios
(con los Patronatos o Institutos de Deportes como instrumento de modo habitual).
MODELOS ORGANIZATIVOS
A lo largo de la Historia de han plasmado diversos sistemas: el modelo tradicional , basado en el
vasallaje; el modelo del líder, donde el jefe recibe lealtad basado en su carisma; y el modelo
actual burocrático, basado en la racionalización y en el sistema jurídico.
Este sistema burocrático es el implantado desde hace décadas en las administraciones deportivas
públicas, siendo sus rasgos más sobresalientes la compartimentación de las labores, la jerarquía
absoluta, la uniformidad de reglas, la generalidad en su aplicación y la profesionalidad del
personal.
Basándose en ese sistema, actualmente el dinamismo del sector deportivo ha posibilitado que
incluso nuestros Gobiernos hayan dado luz verde a sistemas de burocracia avanzada que se están
distinguiendo (partiendo del patrón anterior) por una gran especialización del personal que realiza
las tareas, por la jerarquía múltiple según los objetivos marcados, y por la externalización de
cuantas acciones sea factible.
Y todo es factible basándose en las respectivas leyes sectoriales deportivas, que a partir de la
denominada potestad organizatoria facultan a cada administración deportiva para configurar su
estructura, previamente marcada indirectamente por ellas mismas (poder legislativo) en la norma
legal.
REGULACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA
Nuestra Constitución modificó el carácter del Estado pasando a delimitarse múltiples centros de
imputación del poder (Baena del Alcázar) que pueden autoorganizarse, aunque el Estado sí que
disponga de la posibilidad de imponer unas bases mínimas de configuración administrativa
(mediante la denominada legislación básica).
El art. 103.1. CE establece las pautas esenciales a seguir por cualquier Administración pública
deportiva:
o
o Eficacia
o
o Jerarquía
o
o Descentralización
o
o Desconcentración
o
o Coordinación
Asimismo, el artículo 103.2. subraya que la creación y regulación de cualquier órgano
administrativo requiere su sometimiento a lo dictado por una ley, es decir, que para que nazca o
se transforme un órgano deportivo previamente una ley tendrá que regular quién tiene potestad
para ello y cómo podrá efectuarlo.
o
o La Ministra de Educación, Cultura y Deporte, sobre el CSD en general y la estructura
del Ministerio (salvo para extinguirlo o modificar su naturaleza para lo que se requiere
una ley), y el Secretario de Estado para el Deporte sobre la estructura interna del CSD
o
o El Consejero de Deporte sobre su Dirección o Secretaría General de Deportes, actuando
los respectivos Director Generales sobre sus propios departamentos.
o
o El Pleno del Ayuntamiento y su Concejal de Deportes para diseñar el modo general de
organización deportiva y para planificar su estructuración, respectivamente.
CLASES DE ÓRGANOS ADMINISTRATIVOS
Una organización administrativa (una Autonomía, el Estado) engloba a una amplia diversidad de
órganos, -que como unidad básica va configurando sus funciones-, los cuales están integrados
por una pluralidad de puestos de trabajo dependientes de un mando o jefatura. A cada órgano
se le atribuyen funciones deportivas y se le exigen actuaciones y responsabilidades, sin distinguir
el funcionario, trabajador o entidad privada que las haya ejecutado: y todo ello partirá de las
competencias o atribuciones que las normas les hayan otorgado en el sector deportivo. Por ello
será necesario conocer y determinar lo que la legislación deportiva establece como campo
competencial de cada órgano administrativo, qué puede y debe hacer, y qué no (previamente
nuestra Carta Magna ya ha establecido el esquema competencial de las organizaciones, es decir,
de cada administración pública deportiva).
Las diversas leyes han ido estableciendo una gran tipología de órganos, si bien los fundamentales
pueden estructurarse siguiendo el siguiente esquema
ESTADO



 Órganos superiores
o
o Ministra de Educación, Cultura y Deporte
o
o Secretario de Estado para el Deporte-Presidente del CSD
 Órganos directivos
o
o Subsecretaría
o
o Secretario General Técnico del Ministerio
o
o Director General de Deportes
o
o Director General de Infraestructuras Deportivas
o
o Subdirectores Generales (Federaciones, Deporte Profesional, CARICD, etc)
 Órganos colegiados ejecutivos
o
o Comisión Directiva del CSD
CC.AA.

 Consejería competente del Deporte

 Viceconsejería de Deportes

 Secretaría General para el Deporte

 Secretario General Técnico de la Consejería

 Director General de Deportes

 Director General de Infraestructuras Deportivas
ENTIDADES LOCALES

 Concejal de Deportes

 Organismo Autónomo Local (IMD, PMD)

 Vicepresidencia Ejecutiva

 Junta Rectora del PMD (órgano colegiado)
LOS PRINCIPIOS DE LA ORGANIZACIÓN
Aunque el mencionado art. 103.1 CE constitucionaliza estos principios, su texto se ha mostrado
incompleto a la hora de designar estos rasgos que caracterizan a cualquier organización
administrativa como puede ser la deportiva.
CONTROL
Toda actuación de una administración deportiva está sometida a un control de legalidad por parte
de los órganos jurisdiccionales; paralelamente ciertos órganos del poder ejecutivo a su vez
supervisan las acciones de órganos inferiores; y finalmente, a nivel económico la intervención,
Tribunal de Cuentas y otros órganos similares fiscalizan continuamente el buen destino de los
recursos públicos que se usan en la política del deporte español, tanto a nivel estatal, como
autonómico y local; incluso la Unión Europea puede llegar a someter a dicho control a nuestros
órganos nacionales.
EFICACIA
Esta aspiración debe ser un objetivo de toda acción pública, si bien su trascendencia es limitada
puesto que no produce ninguna consecuencia jurídica su incumplimiento: todo lo más, una
actuación laboral o de castigo político.
COMPETENCIA
La competencia son las facultadas atribuidas a un órgano (que no a una persona a su frente –
capacidad-) para poder cumplir los fines y funciones asignados en el ámbito del deporte. La
misma es irrenunciable, si bien puede delegarse motivadamente y siempre conservando su
supervisión. Al poseerla, el órgano deportivo en cuestión podrá disponer actos jurídicos de
obligado cumplimiento por parte del sistema deportivo, lo que no cabe si no se tiene esa
competencia en concreto.
Por ejemplo, una Dirección General de Infraestructuras Deportivas, probablemente carezca de
competencia para controlar las Elecciones Federativas, y por tanto, no puede emanar un acto por
el cual se designan los componentes de la Junta de Garantías Electorales.
JERARQUÍA
La administración se corresponde con una serie de tareas asignadas piramidalmente a
departamentos y unidades, compuestos a su vez por personas. Pero todos ellos ostentan una
misma función genérica (el deporte, el Registro de clubes, o las instalaciones) con lo que el
superior es responsable de cuantas actuaciones giren entorno a su competencia.
Todo ello se basa en una dependencia, que permite imponer la voluntad del órgano o persona
superior a la de inferior rango jerárquico. Caso de que el inferior estime que se comete una
ilegalidad, puede exponer motivadamente su objeción, aunque si es necesario actuará bajo las
directrices marcadas que aquí se puede solicitar que estén por escrito.
COORDINACIÓN
Dentro de una misma organización (el Estado, por ejemplo) este principio trata de evitar
superposiciones sobre la competencia que pretenden poseer varios órganos deportivos o de otra
materia (como podría ocurrir entre el Ministerio de Sanidad y el CSD en asuntos de dopaje).
Pero habitualmente en el deporte este principio se enmarca en las relaciones entre varias
administraciones públicas: y en este caso podemos ver cómo surge un órgano deportivo
(normalmente el CSD) que trata de aunar los esfuerzos de otros órganos de diferente
organización (las Direcciones Generales de Deporte autonómicas) para de ese modo optimizar
todas las actuaciones.
Hoy día la doctrina (Morell) muestra discrepancias sobre si hay, de todos modos, una cierta
relación de superioridad por parte del coordinador que le permite imponer sus criterios caso de
no lograr el consenso: nosotros estimamos que sí, aunque no sea una imposición sino un
establecimiento de pautas generales a seguir de las que las demás organizaciones podrán
apartarse, pero las pautas serán las dispuestas por el órgano coordinador.
DESCONCENTRACIÓN
Hablamos de la facultad que poseen los órganos centrales deportivos de delegar
permanentemente hacia órganos periféricos ciertas competencias. En el Estado no se da,
salvando el CARDA de Sierra Nevada y poco más. En cambio, es habitual que las Comunidades
pluriprovinciales deleguen en las Delegaciones Provinciales de la Consejería de Deporte
competencias referidas al ámbito territorial marcado; de modo similar los grandes Ayuntamientos,
como Madrid, pueden delegar pequeñas competencias deportivas en las Juntas de Distrito
RELACIONES ENTRE ENTES ADMINISTRATIVOS
El nuevo Estado democrático que sintetiza España ha vertebrado las relaciones entre las diversas
administraciones en base a cuatro grandes pilares:

 la descentralización (traspasando funciones hasta entidades más pequeñas territorialmente,
y a la vez, hacia organismos públicos no dependientes directamente de la entidad matriz –
organismo autónomo, empresas públicas, etc.);

 la autonomía, por la que es la Constitución quien ha atribuido competencias directas a
administraciones inferiores al Estado, como son las CC.AA., las Provincias, los municipios y
las Universidades, distribuyéndolas en el deporte mediante la legislación específica. Aquí no
hay delegación discrecional de un órgano hacia otro, sino que está marcado por la CE y las
leyes;

 la coordinación, comentada anteriormente;

 y la tutela y control desde un órgano superior sobre otro inferior, nunca tutela entre
administraciones autónomas donde tan solo rige el control de legalidad desde los jueces y
tribunales.
ORGANIZACIÓN ESTATAL
LA LOFAGE
La Ley 6/1997 de Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado es la
norma esencial para descubrir cómo está estructurada la administración estatal.
En ella se describen con precisión las competencias genéricas de cada uno de los órganos
administrativos, desde el Ministro hasta los Subdirectores Generales, estableciendo que salvo
casos excepcionales deberán ser funcionarios todos los cargos inferiores al Secretario de Estado.
Además describe la organización territorial estatal, a partir de las Delegaciones del Gobierno,
además de la administración estatal en el exterior (Embajadas y Consulados).
LA ESTRUCTURA ORGÁNICA DEL CSD
Amén de lo expuesto en la Ley del Deporte 10/90, la estructura orgánica del CSD se detalla en el
RD 286/1999 y la composición de la Comisión Directiva en el RD 1242/1992. En conjunto,
establecen dos órganos rectores (Presidente y Comisión Directiva), junto con dos centros
directivos (la Dirección General de Deportes y la Dirección General de Infraestructuras Deportivas
y Servicios).

 La Ministra ostenta, por su parte, la superior dirección del CSD, la dirección estratégica y el
control de eficacia.

 El Presidente del CSD ostenta la representación del CSD, comparte la superior dirección del
mismo, y es sobre quien recaen directamente las responsabilidades de contratación,
concesión de subvenciones, autorización de celebración de encuentros internacionales, gastos
plurianuales de Federaciones (si bien suele delegar). Además, supervisa y coordina las
Direcciones Generales, concede distinciones y ejerce la potestad sancionadora según los
casos.
Directamente tiene asignados:
o
o un Gabinete, como órgano de apoyo y asistencia sobre todo jurídica y en
asuntos internacionales y de protocolo (junto al Director, destacan los Asesores
Ejecutivos)
o
o una Oficina de Prensa
o
o la Subdirección General de Control Financiero de Federaciones y Entidades
Deportivas
o
o La Comisión Directiva es un órgano participativo cuyos miembros son
nombrados por el Presidente del CSD, pero a propuesta y en representación de:
o
o La Administración del Estado (CSD, Asuntos Exteriores, etc.)
o
o CC.AA.
o
o Entidades locales
o
o Federaciones
o
o Ligas
o
o Sindicatos
o
o COE
Su característica más acusada es que sobre dicho órgano recaen competencias ejecutivas, no
consultivas, de tal magnitud como aceptar la inscripción de una Federación, reconocer una
modalidad deportiva, nombrar a los miembros del CEDD o calificar a una competición como
profesional.

 La Dirección General de Deportes es la más política de las Direcciones,
y suele convertirse en el número dos del Consejo. Entre sus funciones
destaca la gestión de los CAR y la cooperación sobre los CTD, los planes
de detección de talentos y de alto nivel, la investigación y la cooperación
internacional, el control del dopaje, o las proposiciones a los órganos
rectores sobre Federaciones y competiciones internacionales. Para ello
se subdivide en varias Subdirecciones Generales:

 Alta Competición

 Cooperación Deportiva y Deporte Paralímpico

 Centro de Alto Rendimiento y de Investigación en Ciencias del Deporte

 La Dirección General de Infraestructuras Deportivas y Servicios gestiona
toda la planificación y construcción de instalaciones, así como las
relaciones sobre el deporte profesional, entre Ligas, Sindicatos y
Federaciones. Además es quien resuelve los recursos administrativos que
puedan competer al CSD. Las Subdirecciones que dependen del mismo
son.

 Deporte profesional

 Infraestructuras deportivas y administración económica

 Secretaría General
ORGANIZACIÓN AUTONÓMICA
Junto a lo diseñado por la Constitución, la organización de cada Comunidad aparece marcada por
su respectivo Estatuto de Autonomía, aprobado por Ley orgánica. Desde el primer momento se
suprimieron las Diputaciones Provinciales en las CC.AA uniprovinciales, como un modo más de
simplificar este complicado entramado burocrático.
Las competencias autonómicas (registradas en el art. 148 CE) se plasman en los Estatutos,
acogiendo todos el desarrollo del deporte como una más. A partir de ahí han sido las 17 leyes
sectoriales deportivas las que han ido estableciendo la estructura organizacional y las
competencias de cada uno de los órganos deportivos.
COMPETENCIAS Y RÉGIMEN ORGANIZATIVO
En los primeros artículos de cada ley surge claramente el esquema competencial autonómico,
estableciéndose en algunos casos un otorgamiento directo por órgano deportivo, y en otros, una
enumeración de la totalidad de competencias de toda la administración deportiva autonómica
(restando para los reglamentos la atribución concreta órgano a órgano).
Estas competencias suelen ser:


 CONSEJERO
o
o Formular la política deportiva
o
o Planificar el sistema deportivo
o
o Autorizar la constitución de Federaciones, tutelándolas
o
o Reconocer las nuevas modalidades deportivas
 DIRECTOR GENERAL DE DEPORTES
o
o Fomentar y desarrollar el deporte en todos sus niveles
o
o Regular la práctica deportiva
o
o Ordenar las enseñanzas deportivas
o
o Ordenar el deporte en edad escolar
o
o Fomentar el deporte universitario
o
o Impulso a los deporte de alto rendimiento autonómico
o
o Autorización para participar a las selecciones autonómicas
o
o Concesión de premios y distinciones
o
o Coordinar las actuaciones deportivas con otras administraciones y con las
Federaciones y Clubes
o

o Fomentar el asociacionismo
 DIRECTOR GENERAL DE INFRAESTRUCTURAS
o
o Planificar las instalaciones deportivas
o
o Construir instalaciones deportivas, y gestionar, en su caso, las superiores
o
o Dinamizar la investigación deportiva
o
o Control y atención sanitaria del deportista
o
o Inspección y potestad sancionadora en deporte
o
o Organizar grandes eventos deportivos
MODELO DE ORGANIZACIÓN DEPORTIVA AUTONÓMICA
Las Comunidades Autónomas gozan de facultades para organizar su propia Administración, por
lo que aquí proponemos un modelo estructural de servicio deportivo como medio para llevar a
cabo la política deportiva autonómica, si bien éste se aleja de la organización más habitual.
Debemos hacer la salvedad que esta organización se enfoca hacia una Comunidad multiprovincial,
aunque con las diferencias lógicas, también se puede aplicar en las Comunidades uniprovinciales.
Las actuales Direcciones o Secretarías Generales de Deportes aparecen en la cúspide tras la
Consejería, puesto que seguirán siendo el máximo órgano político deportivo autonómico.
Será el órgano que controle la ejecución de los órganos públicos autonómicos y tutele la
adecuación local deportiva, manteniendo las facultades de dirección, de inspección y
presupuestarias sobre sus órganos o entidades en quien delegue.
La Dirección General distribuirá las diferentes ejecuciones del servicio deportivo, bien de forma
directa o bien a través de los modos de gestión indirectos.
El Director General asumirá la responsabilidad de las decisiones de mayor importancia, marcando
las directrices de actuación, aprobando presupuestos y supervisando los balances contables
anuales.
Los diferentes Servicios tendrán un estructura flexible, sumamente técnica, capaz de gestionar
directamente ciertas acciones y de controlar el resto; por tanto, sus medios cuantitativos y
cualitativos deben ser altos.
Los Directores de Servicio deberán ser un cargo técnico, de máxima responsabilidad,
experto en la dirección y gestión deportiva, que asumirá las tareas ejecutivas del Servicio, así
como propondrá los planes futuros para la mejora del deporte en su Comunidad. Representará
al órgano en cuantas reuniones de carácter técnico existan, diseñando el organigrama de
funcionamiento interno y externo del mismo.
Cuando este cargo se convierta en instrumento meramente político, tengamos por seguro que
habremos fracasado en el intento de mejorar la actividad deportiva.
ORGANIZACIÓN LOCAL
El estrato local de la Administración pública, el más cercano al ciudadano, es la parte más
importante, cuantitativamente hablando, del deporte, ya que es esta Administración la que debe
prestar el mayor número de servicios. Es el municipio (y donde no pueda llegar éste, la
Diputación) el mayor poder director del servicio deportivo en España, el que marcará las
directrices a seguir, eligiendo el modo de gestión más eficaz para cada acción, así como el primer
escalón al que el ciudadano podrá dirigirse ante un mal funcionamiento del servicio público.
COMPETENCIAS Y RÉGIMEN ORGANIZATIVO
Las competencias locales deportivas vienen marcadas sucintamente en la Ley 7/85 de Régimen
Local y de modo extenso por las leyes del deporte de cada CC.AA.
La mayoría las centran en:

 Promoción del deporte, especialmente el deporte base

 Colaborar con las entidades deportivas privadas

 Organizar y autorizar manifestaciones deportivas

 Organizar actividades y competiciones en el Deporte para Todos y el primer nivel del Deporte
Competición

 Colaboración con la administración autonómica para planificar las instalaciones y acciones
deportivas

 Construcción, gestión y mantenimiento de infraestructuras deportivas

 Establecimiento y obtención de reservas de suelo para las mismas

 Autorización para la apertura de instalaciones deportivas de uso público

 Fomento del asociacionismo deportivo

 Prestación de servicios de prevención médico-deportiva
Sobre las formas y maneras de gestionar el deporte a nivel local se ha escrito abundante literatura
en nuestro país que con cierta unanimidad ha distinguido tres etapas:
a) Predemocrática, donde la gestión directa por la propia entidad local era
prácticamente indiscutida, a través de una Concejalía de Deportes, con poco peso
específico normalmente.
b) Transición democrática, en la que el organismo autónomo local (bajo el
nombre, acertado o no, de Patronatos, Fundaciones o Institutos de Deportes) recoge
todas las competencias deportivas, creando una estructura técnica que en algunos casos
ha llegado a desbordarse.
c) Consolidación democrática, donde nos encontramos, en la que algunos autores
(entre los que nos incluimos) tratan de utilizar plenamente los instrumentos legales al
alcance, estableciendo un sistema mixto, donde tienen cabida varios modos de gestión,
según la actividad que se trate, pero alejándose de la uniformidad imperante, con mayor
flexibilidad, teniendo la gestión indirecta como instrumento muy valorado.
Antes de nada, debemos recordar que es a través de acuerdos plenarios del Ayuntamiento como
se decide qué forma es la adoptada para actuar en el deporte, sin bien estas decisiones vienen
influidas en gran parte por los consejos o recomendaciones que la Administración autonómica y
las Federaciones de Municipios estimen oportunos.
MODELO DE ORGANIZACIÒN: EL ORGANISMO AUTÓNOMO LOCAL
En los municipios del Estado medianos y grandes, se debe adoptar una fórmula que combine la
gestión directa para los asuntos generales, y la gestión indirecta (en la mayoría de los casos)
para las actividades específicas, puesto que de esta manera se rentabilizarán más adecuadamente
los recursos financieros y se dotará a la ciudad de un tejido deportivo privado con madurez y
autonomía, que en definitiva es quien puede impulsar a los ciudadanos con continuidad hacia el
deporte.
- El órgano político, la Concejalía de Deportes, queda ceñido al propio concejal, máximo
responsable (en representación de la Alcaldía) del municipio en la materia, y como tal del resto
de la organización deportiva local. Su función será, como tal concejal, prácticamente
representativa, defendiendo en los Plenos las consignaciones presupuestarias hacia el deporte y
respondiendo de su utilización.
- En línea con la doctrina, apostamos por la creación de un organismo autónomo local, técnico y
flexible, que asume la gestión general del deporte, principalmente el propio servicio público,
aunque las actividades que lo componen podrán ser ejecutadas vía gestión indirecta, otorgada
por éste organismo autónomo. El nombre (Patronato, Fundación, Servicio) es lo de menos, por
lo que utilizaremos indistintamente cualquiera de ellos.
Pese a que este organismo autónomo debe ser ágil y eficaz, sí que debe estar rodeado de un
mínimo de garantías, que actúa sobre las reglas de concurrencia, en definitiva, de la oferta y la
demanda lo que requiere un enfoque económico comercial de la organización del deporte (Camps
y Carretero).
De esta forma, cualquier modo de gestión a emplear deberá incorporar técnicas de
administración, de dirección de una organización eficazmente, para lo que sus gestores deberán
estar preparados y formados (con mayor o menor profesionalidad según la amplitud de la
organización a manejar).
Pues bien, este Patronato se estructura en tres niveles básicamente:

 Nivel 1: La Junta o Comisión Rectora, que determina las bases por las que transcurre la
política servicial deportiva, aprobando el presupuesto, nombrando al Gerente, y estableciendo
los objetivos específicos de cada actividad. Este órgano estará compuesto por representantes
del Ayuntamiento (mayoría) y del entramado privado de la localidad (clubes solamente o
clubes-Federaciones en el caso de grandes ciudades) que estando en minoría sí que deben
tener una amplia representación, fuera de la mera testimonialidad. Los acuerdos serán
adoptados por las mayorías que establezcan sus Estatutos, con reuniones ordinarias
periódicas y extraordinaria (aprobación de los presupuestos y objetivos anuales, cuestiones
de urgencia).
La operatividad de este órgano, involucrando a la base real del deporte, será de vital
importancia, puesto que de esta manera se garantizará que los practicantes intervengan
activamente en las actividades diseñadas, al sentirse identificados con la política deportiva
proyectada. Si se fracasa en esta cuestión, habrá fracasado el Patronato.
La Junta Rectora conserva el poder director y de control del servicio público deportivo, y será,
por delegación del Ayuntamiento, quien establecerá los modos de gestión de las actividades
deportivas serviciales.

 Nivel 2: El Gerente será el máximo responsable ejecutivo del Servicio, diseñando el
organigrama del mismo, ordenando la distribución de las tareas y controlando las mismas,
describiendo los programas y objetivos generales previstos por la Junta Rectora, y
controlando la ejecución de la actividades desarrolladas bajo gestión indirecta.
Asimismo, debe colaborar en el diseño de la política futura deportiva, elaborando propuestas
y elevándolas al órgano rector, aunque el Gerente no deberá intervenir en la decisión final
acerca de las mismas.

 Nivel 3: Básicamente la Fundación pública deportiva deberá estructurarse en tres áreas de
gestión (tanto directa como controladora de la otorgada y ejecutada indirectamente).
Una de Asuntos económicos y administración general, otra de Instalaciones, y por último un
área Técnica, que gestione la ejecución de las actividades.
A partir de ahí, son infinitas las formas de seguir estructurando la Fundación, siendo lo
expuesto una propuesta acorde con las características serviciales del deporte español.
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