CENTRO UNIVERSITARIO DE BAJA CALIFORNIA La indemnización en el juicio de amparo en sentencias de la materia penal PRESENTA: Maestro en derecho José Luis Guerrero Hernández Tijuana, B.C., Diciembre de 2012 1 ÍNDICE INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………….2 CAPÍTULO 1 La Responsabilidad Patrimonial del Estado 1.1 Antecedentes de la responsabilidad patrimonial del Estado en México……………6 1.2 Fundamentos doctrinales de la reparación patrimonial del Estado…………………9 1.3 Formas de reparación del daño………………………………………………………..12 1.4 La indemnización o reparación del daño……………………………………………..13 1.5 Causas de exclusión de responsabilidad……………………………………………..14 CAPÍTULO 2 La responsabilidad por error judicial 2.1 Los tratados internacionales y el error judicial…………………………………….....16 2.2 El error judicial…………………………………………………………………………...18 2.3 Limitaciones al error judicial…………………………………………………………....20 2.4 Responsabilidad de ministros, magistrados y jueces del Poder Judicial………….21 2.5 La indemnización de los daños por error judicial…………………………………….23 2 INTRODUCCIÓN. Planteamiento del problema En México hablar de una responsabilidad patrimonial del Estado en sentencias absolutorias por error judicial es un tema tabú, ya es que poco probable que la persona humana reclame al Estado la reparación del daño sufrido en su persona, por haber sido privada de su libertad durante el seguimiento de un proceso penal, por el cual fue absuelto al transcurrir un tiempo determinado, incluso por años, sin que subsista el medio para reparar el daño causado en sus derechos fundamentales ya que no existe recurso que prevea indemnizado por todo el tiempo que estuvo privado de sus derechos y garantías más fundamentales. Nuestra Carta Magna en su artículo primero establece que en los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que la Constitución establece1. Además el Estado Mexicano firmó la Convención Americana Sobre Derechos Humanos conocida como pacto de San José del 7 al 22 de noviembre de 1969, la que establece en su artículo 10 el Derecho a la indemnización, como el derecho que tiene toda persona a ser indemnizada conforme a la ley en caso de haber sido condenada en sentencia firme por error judicial. 2 Sin embargo a la fecha no existe aún recurso legal que nos dé la pauta para reclamar al Estado por el daño sufrido por la privación de la libertad, ya que el artículo 113 constitucional en su segundo parrado establece la responsabilidad del Estado por daños en su actividad administrativa irregular y no menciona la responsabilidad por error judicial en la cual puede incurrir un juzgador y con ello someter a la persona humana a ser privada de su libertad, motivo por lo cual es indispensable que exista una reforma en este artículo para dar cumplimiento cabal a nuestro primer numeral de la Constitución 1 2 Cfr. Artículo 1 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Cfr. Artículo 10 de la Convención Americana de Derechos Humanos. 3 Política de los Estados Unidos Mexicanos y a su vez cumplir con la Convención Americana Sobre Derechos Humanos. El jurista Daniel E. Herrendorf afirma: “Hay que saber qué cosa es estar en la cárcel, la dignidad destazada, la cotidianeidad reducida al ámbito depredado de la insolvencia moral, la denigración de estar preso sólo para esperar una sentencia que puede ser absolutoria, o el final de una condena después de la cual el preso no ha ganado ni perdido ni aprendido ni mejorado nada. O acaso esperar la muerte en la cárcel, o decidirla”.3 Pensamiento que debe obligar al Estado a buscar los mecanismos para subsanar el daño a la persona humana. Este trabajo se enfoca en la reparación del daño ocasionado a la persona humana privada de su libertad, por esta razón, la pregunta de investigación que sintetiza el problema planteado es la siguiente: ¿Cómo puede ser responsable el Estado patrimonialmente cuando se otorguen sentencias absolutorias por error judicial? De esta se desprenden las siguientes subpreguntas: ¿Qué es la responsabilidad patrimonial? ¿Cuándo el Estado Mexicano es responsable patrimonialmente en términos del artículo 113 segundo párrafo de la Constitución? ¿Cómo se puede indemnizar a la persona humana por un erro judicial? ¿Cómo puede ser responsable patrimonialmente el Estado por sentencias absolutorias ¿Qué se entiende por error judicial? ¿Cuáles son los principios procesales que rigen el error judicial? Objetivo general. Definir la reparación del Estado por error judicial en la persona humana en sentencias absolutorias. HERRENDORF, Daniel E., Los Derechos Humanos ante la Justicia, Garantía de la Libertad Innominada, Buenos Aires, Argentina, Abeledo-Perrot, 1998, p. 33. 3 4 Objetivos particulares. 1. Conocer la responsabilidad patrimonial en el Estado Mexicano. 2. Mencionar los tipos de responsabilidad del Estado. 3. Estudiar la figura del error judicial en Derecho Comparado. 4. Conocer las autoridades pueden cometer error judicial 5. Describir los efectos de una declaración de error judicial 6. Investigar cómo se puede indemnizar a la persona humana afectada por un error judicial Justificación En México la prisión preventiva parece convertirse en prisión definitiva, pues esta tiene como función que el probable responsable no se substraiga de la acción de la justicia y comienza con la detención del indiciado es ordenada de oficio por el juez con base en los supuestos del artículo 155 del Código de Procedimientos Penales de Baja California, terminando con la sentencia absolutoria o condenatoria, para lo cual la persona ya fue privada de sus derechos fundamentales y sometida a prisión por un largo tiempo. No obstante, no tiene medios para reclamar la reparación del daño sufrido en su persona, su vida social o privada. Al regularse la responsabilidad patrimonial del Estado en sentencias absolutorias por error judicial se lograría hacer justicia a todas aquellas personas, que por estar sujetas a un proceso pierden todos sus derechos, incluso familias, amistades, bienes, por mencionar algunos y con ello se podría reparar un poco el daño ocasionado por la administración de justicia. La investigación propone dar cumplimiento al primer numeral de la Constitución Mexicana que establece que en los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como la reforma al artículo 113 constitucional sobre la responsabilidad patrimonial del Estado no solamente en daños por su actividad administrativa irregular como se regula actualmente, sino, que plantea adicionar la responsabilidad por error judicial logrando así cumplir con la convención americana sobre derechos humanos, la que establece 5 en su artículo 10 el derecho a la indemnización, como el derecho que tiene toda persona a ser indemnizada conforme a la ley en caso de haber sido condenada en sentencia firme por error judicial. Esta investigación contribuye a crear una nueva figura jurídica en México, que es el error judicial el cual Valeriano Hernández Martín lo define: “En un sentido lato, son errores judiciales todas aquellas actuaciones o resoluciones de los Juzgadores o Tribunales que han sido dejadas sin efecto por causas legales, es decir, mediante la vía habitual de los recursos ante los órganos que corresponda”.4 Logrando así una mayor protección a los derechos humanos los cuales son definidos como: “El conjunto de prerrogativas inherentes a la naturaleza de la persona, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral del individuo que vive en una sociedad jurídicamente organizada. Establecidos en la Constitución y en las leyes, deben ser reconocidos y garantizados por el Estado”.5 Derechos que por el artículo primero de la Constitución son reconocidos por el Estado Mexicano teniendo la obligación el de prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley.mo Nota metodológica. Este trabajo implica una investigación teórica, basado en las fuentes más actualizadas. Se revisaron autores connotados en la materia, el contenido se distribuye en tres capítulos, el primero, la responsabilidad patrimonial del estado, el segundo la responsabilidad por error judicial y tercero responsabilidad patrimonial del estado por error judicial. 4Valeriano Hernández Martín, Fernando Azpeitia Gamazo y Carmen Gonzalez Leon, El Error Judicial, Procedimiento para su declaración e indemnización, Madrid, 1994, p..77. 5 Comisión Nacional de los Derechos Humanos, ¿Qué son los Derechos Humanos? http://www.cndh.org.mx/node/29. 6 CAPÍTULO 1 La Responsabilidad Patrimonial del Estado La responsabilidad patrimonial de Estado ha evolucionado en el transcurso del tiempo; anteriormente era inconcebible que el Estado como ente soberano reparara los daños ocasionados a sus gobernados por su actividad administrativa. En este capítulo analizaremos la figura de la responsabilidad patrimonial del Estado en México, cómo se puede reparar el daño y obtener su indemnización. 1.1 Antecedentes de la responsabilidad patrimonial del Estado en México6 El Estado mexicano reconoció su responsabilidad por los daños y perjuicios causados por las fuerzas que participaron en la Revolución Mexicana mediante diversas leyes expedidas entre 1911 y 1920; la de 30 de agosto de 1990 aceptó el principio: “de que serán objeto de reclamación los daños causados, inclusive por forajidos o rebeldes, siempre que se compruebe que el daño se consumó a consecuencia del algún acto, lenidad u omisión imputables a las autoridades legítimas, encargadas de dar garantías.” Esta ley fue pasajera, en cuanto se terminaron las reclamaciones, el Estado fue liberado de ese compromiso. Después, en 1928, el Código Civil (en vigor a partir del 1° de octubre de 1932) estableció en su artículo 1928 la responsabilidad subsidiaria del Estado en los siguientes términos: “El Estado tiene obligación de responder de los daños causados por sus funcionarios en el ejercicio de las funciones que les están encomendadas. Esta responsabilidad es subsidiaria y sólo podrán hacerse efectiva contra el 6 JUÁREZ MEJIA, Godolfino Humberto, Elementos para una Teoría de la Responsabilidad Pública, Porrúa, 2008, México, p.127. 7 Estado cuando el funcionario directamente responsable no tenga bienes o los que tenga no sean suficientes para responder del daño causado”. Los funcionarios del Estado sólo eran responsables por actos ilícitos, culpables culpables o dolosos, que cometan en el ejercicio de sus funciones, pero no de los daños por sus actos cuando estos eran lícitos, Porque el Estado y sus servidores públicos eran considerados entes diferentes, por lo que cada quien deberá responder por sus actos, pero como el Estado en tanto entidad abstracta, no podía actuar, está imposibilitado para incurrir en daños y perjuicios. Esta responsabilidad subsidiaria es una salida que el Estado encontró para eludir su responsabilidad directa y objetiva. La responsabilidad patrimonial del Estado está íntimamente ligada a la justicia administrativa y dentro de ésta la Ley de Justicia Fiscal (27 de agosto de 1936) representó una posibilidad de contravenir los actos de la autoridad administrativa. En 1941, con la Ley de Depuración de Créditos a cargo del gobierno federal se pretendió establecer la responsabilidad directa del Estado al disponer el párrafo segundo del artículo 10, que “cuando la reclamación se funde en actos u omisiones de los que conforme a derecho dan origen al funcionario o funcionarios responsables, siempre que tales actos u omisiones impliquen una culpa en el funcionamiento de los servicios públicos, y en el artículo 13 que a partir del año de 1943, figurará en el presupuesto una partida para cumplir con los fallos que se dicten en los juicios a que se refiere el artículo 10. Es indudable avance de esta ley, pero lo complicado de su procedimiento impidió su eficacia y en 1988 fue abrogada, con lo cual se volvió a la responsabilidad subsidiaria e indirecta del Estado. En 1994, en virtud de una reforma que involucró a diversas leyes, el artículo 1928 del código civil se transformó en el 1927 con un texto diferente, se adicionó a la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos el artículo 77 bis, actual artículo 33 de la Ley Federal de Responsabilidad Administrativas de los Servidores Públicos, y la Ley de Presupuesto, Contabilidad y Gasto Público Federal incorporo en su artículo 2°, primer párrafo, la previsión de los gastos por concepto de responsabilidad patrimonial, disposiciones que se encontraban en vigor hasta su derogación con motivo de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad 8 Hacendaria, en su artículo 4° prevé que dentro del gasto público federal se incluyan las erogaciones a que dé lugar la responsabilidad patrimonial del Estado. El nuevo artículo 1927 del Código Civil dio un gran avance respecto del anterior artículo 1928 y se retrotrajo la situación que se tenía antes que ocurriera la abrogación de la Ley de Depuración de Créditos a cargo del Gobierno Federal en 1988. Adicionalmente, el artículo 77-Bis de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos (actual artículo 33 de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativa), previó: “Cuando en el procedimiento administrativo disciplinario se haya determinado la responsabilidad del servidor público y que la falta administrativa haya causado daños y perjuicios a particulares, éstos podrán acudir a las dependencias, entidades o a la Secretaria de Contraloría y Desarrollo Administrativo, para que ella directamente reconozcan la responsabilidad de indemnizar la reparación del daño en cantidad líquida y, en consecuencia, ordenar el pago correspondiente, sin necesidad de que los particulares acudan a la instancia judicial o cualquier otra. El Estado podrá repetir de los servidores públicos el pagó de la indemnización hecha a los particulares”. La situación que guardaba la cuestión de la responsabilidad patrimonial del Estado hasta junio de 2002, cuando se hizo la adición de un segundo párrafo al artículo 113 de la Constitución, cuyo contenido es el siguiente: “La responsabilidad del Estado por los daños que, con motivo de su actividad administrativa irregular, cause en los bienes o derechos de los particulares, será objetiva y directa. Los particulares tendrán derecho a una indemnización conforme las bases, límites y procedimientos que establezcan las leyes”. En opinión de Juárez Mejía Godolfino Humberto existe una contradicción; por un lado, se dice que el Estado será responsable por los daños que cause su actividad administrativa irregular y, por otro, se afirma que 9 este responsabilidad será objetiva; si por irregular hemos de entender que su actividad administrativa debe ser ilícita, culpable o dolosa para dar lugar a responsabilidad y reparación del daño o perjuicio, y si por objetiva se entiende la responsabilidad que nace de la existencia del daño, es decir, de actos u omisiones que causen daño y perjuicio independientemente de que haya habido culpa o dolo en ellos, no queda claro si la responsabilidad del Estado nace del riesgo que su actividad implica o de la culpa con que se realiza. 1.2 Fundamentos doctrinales de la reparación patrimonial del Estado La responsabilidad por daños y perjuicios causados nace de la apreciación de que es injusto que quien los sufre sin tener culpa ni estar obligado a ello, cargue con esta merma en su patrimonio o en sus ganancias legítimas, sino que el causante debe responder por ellos, punto de vista que parte del siglo III a. de C., cuando se votó en plebiscito la Lex Aquilia para el resarcimiento del daño.7 Mediante el reconocimiento de la responsabilidad directa y objetiva del Estado se da un paso fundamental en la historia de la relación gobernantes-gobernados, admistración, administrados, por virtud de la cual se quiebra la concepción de soberanía y responsabilidad, ideas incompatibles e irreconciliables. Queda así definitivamente superada la posición jurídica prevaleciente hasta finales del siglo XIX, que en palabras de Lafarriére proclamaba que “lo propio de la soberanía es imponerse sin compensación.”8 Hablar del sistema de la responsabilidad patrimonial del Estado significa identificar sus principales reglas o principios y acreditar su justificación e incardinación interna, estudiaremos el segundo párrafo del artículo 113 constitucional, que establece lo siguiente: “La responsabilidad del estado por los daños que, con motivo de su actividad administrativa irregular, cause en los bienes o derechos de los 7 Ibid. p. 535. 10 particulares, será objetiva y directa. Los particulares tendrán derecho a una indemnización conforme a las bases, límites y procedimientos que establezcan las leyes”. Esta definición contiene un conjunto de elementos que son necesarios comprender para su estudio. a) Los sujetos. b) La responsabilidad patrimonial objetiva y directa c) Actividad administrativa irregular. d) No tener obligación jurídica de soportar. e) Lesión antijurídica f) Daños. g) Bienes o derechos de los particulares h) Indemnización. Los sujetos de responsabilidad patrimonial del Estado son los entes públicos federales, los Poderes Judicial, Legislativo y Ejecutivo de la Federación, organismos constitucionales autónomos, dependencias, entidades de la Administración Pública Federal, la Procuraduría General de la República, los Tribunales Federales Administrativos y cualquier otro ente público de carácter federal (artículo 2, Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado en lo sucesivo LFRPE), pero la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y sus servidores públicos no son sujetos de responsabilidad patrimonial por las opiniones y recomendaciones que formulen, así como por los actos que realicen en ejercicio de las funciones de su competencia. La responsabilidad patrimonial del Estado es definida por Álvaro Castro Estrada como: “Una institución jurídica que, mediante criterios objetivos de derecho público, establece la obligación directa del Estado de indemnizar a los 11 particulares que hayan sido lesionados antijurídicamente en sus bienes o derechos, como consecuencia de la actividad del propio Estado”.9 Esta responsabilidad es directa y objetiva y es explicada por Godofino10 como como la Responsabilidad objetiva deriva de la existencia de un daño a causa de la de la actividad del Estado, independientemente que exista culpa o no y por responsabilidad directa el Estado debe responder sin alegar que la actividad causante del daño fue realizada consentida u ordenada por algún servidor público para cumplir con la reparación del daño. La ley de la materia define la actividad administrativa irregular como aquella que cause daño a los bienes y derechos de los particulares que no tengan la obligación jurídica de soportar, en virtud de no existir fundamento legal o causa jurídica de justificación para legitimar el daño de que se trate. No tener la obligación jurídica de soportar un daño significa que “no existan causas de justificación capaces de legitimar el perjuicio material producido, esto es, siempre que no concurra un título jurídico que determine o imponga como rigorosamente inexcusable, efectivamente queriendo o, al menos, eventualmente aceptando el perjuicio contemplado.”11 La lesión antijurídica se fundamenta en la protección y garantía del patrimonio de los particulares, quienes, sin tener la obligación jurídica de soportarlo, han sido víctimas de un daño no buscado, no querido ni merecido, producido como consecuencia de la acción –u omisión- administrativa del Estado, independientemente de la licitud o ilicitud de la conducta causante. El Daño debe tener las características de ser real, efectivo, evaluable e individualizable; real y efectivo, no traducible en meras especulaciones o simples expectativas y cargando sobre el interesado la carga de la prueba del mismo. CASTRO ESTRADA, Álvaro, “La responsabilidad patrimonial del Estado en México. Fundamento constitucional y legislativo”, Augusto Damsky Isaac (coord), Estudios sobre la responsabilidad del Estado en Argentina, Colombia y México, UNAM, México,2007, p.546 10 JUÁREZ, MEJÍA, Godolfino Humberto. op cit. p. 135. 11 CASTRO ESTRADA, Álvaro. op.cit. p. 538. 9 12 Evaluable, debe existir un daño económico o quebranto al patrimonio medible en dinero. Individualizable, concreto a una persona o grupo de personas determinadas.12 Los bienes son todos aquellos que pueden ser objeto de valoración económica, y los derechos de las persona se refiere a todos los derechos que posé una persona en cuento a su dignidad humana y estos no pueden ser medibles en dinero. Las indemnizaciones corresponderán al resarcimiento del valor total del material que sufran los bienes del particular afectado o, en su caso, la estimación de los montos para la compensación del daño moral y personal. Cuando se trate de daños materiales, la indemnización se calculará con base al valor comercial o de mercado de los bienes.13 1.3 Formas de reparación del daño Para que un daño pueda ser resarcible necesita ser real, no simplemente posible o contingente; actual, no eventual; evaluable económicamente, individualizado en relación con una persona o grupo de personas, desigual a los que pudieran afectar al común de la población, en cuyo caso se trataría de auténticas cargas públicas o colectivas no indemnizables. Los daños resarcibles pueden ser materiales, personales o morales –pretium dolores-, ya que la garantía a la integridad patrimonial protege tanto a los bienes como a los derechos de las personas.14 La SCJN15 estableció que el artículo 113 constitucional no especifica la vía por la cual debe ser exigida la reparación del daño, por lo tanto el legislador ha determinado que las reclamaciones de responsabilidad deben hacerse por la vía administrativa (artículo 18 LFRPE). El acudir a primera instancia a la 12 Cfr. RODRÍGUEZ LÓPEZ, Pedro, Derecho Administrativo Patrimonial, Bosch, Barcelona, 2005 p. 1663 a 1665. 13 JUÁREZ MEJÍA, Godolfino Humberto. op.cit. p.140. 14CASTRO ESTRADA, Álvaro. op.cit. p.543. 15 Cfr. Suprema Corte de Justicia de la Nación, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Primera Sala, Tesis Aislada, Materia(s): Constitucional, Administrativa, Novena Época Registro No. 161199, Página: 228. 13 propia administración pública no es, un perjuicio para el particular o que el Estado se convierta simultáneamente en juez y parte en el conflicto, da la oportunidad de reclamar los daños sufridos sin necesidad de iniciar un procedimiento jurisdiccional de naturaleza más larga y en segundo lugar, queda abierta la posibilidad de acudir a la jurisdicción contencioso-administrativa después de la resolución administrativa y además, existe la vía de los tribunales federales de amparo. Este procedimiento se iniciaría Administrativa (TFJFA), el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y como representante de los entes públicos federales, Godolfino Humberto Juárez Mejía16 comenta que TFJFA tiene una doble función, es autoridad administrativa, al resolver las reclamaciones, y como autoridad jurisdiccional, al atender las impugnaciones de los particulares cuando les sean negadas las indemnizaciones o las otorgadas no les sean satisfactorias. También pueden los particulares celebrar convenios con los respectivos entes públicos federales mediante la fijación y el pago de la indemnización que las partes acuerden (artículo 26 LFRPE). 1.4 La indemnización o reparación del daño A la obligación del Estado de resarcir las lesiones producidas como consecuencia de su actividad administrativa irregular o dañosa en el patrimonio de los particulares, administrados o gobernados, que no tengan el deber jurídico de soportarlos, se denomina indemnización.17 Las indemnizaciones corresponden a la reparación integral del daño y en su caso, por el daño personal y moral (artículo 12 LFRPE). El monto de la indemnización por daños y perjuicios materiales se calculará de acuerdo con los criterios establecidos por la Ley de Expropiación, el Código Fiscal de la Federación, la Ley General de Bienes Nacionales y demás disposiciones aplicables, se deben tomar en consideración los valores comerciales o de mercado (artículo 13 LFRPE). En la reparación de daños personales se tomará en cuenta los dictámenes médicos correspondientes, de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo, además el 16 17 JUÁREZ MEJÍA, Godolfino Humberto. op.cit. p.133 y 134. CASTRO ESTRADA, Álvaro, op.cit. p. 545. 14 reclamante o causahabiente tendrá derecho a que se le cubran los gastos médicos que en su caso se eroguen, de conformidad con esta ley en lo que disponga para riesgos de trabajo. En el caso de daño moral, el código civil federal lo define en su artículo 1916 “Como la afectación que una persona sufre en sus sentimientos, afectos, creencias, decoro, honor, reputación, vida privada, configuración y aspecto físicos, o bien en la consideración que de sí misma tienen los demás. Se presumirá que hubo daño moral cuando se vulnere o menoscabe ilegítimamente la libertad o la integridad física o psíquica de las personas. La autoridad administrativa o jurisdiccional, calculará el monto de la indemnización de acuerdo con Código Civil Federal, debiendo tomar en consideración los dictámenes periciales ofrecidos por el reclamante”. La indemnización por daño moral que el Estado esté obligado a cubrir no excederá del equivalente a 20,000 veces el salario mínimo general diario vigente en el Distrito Federal, por cada reclamante afectado. La Suprema Corte de Justicia de la Nación 18 ha sostenido que el artículo 113 constitucional otorga a los particulares un derecho fundamental sustantivo, por ejemplo, en el amparo en revisión 75/2009, la Suprema Corte sostuvo que el tope máximo de 20,000 salarios mínimos establecido en el artículo 14 de la Ley Federal de Responsabilidad Patrimonial del Estado, para el caso de las indemnizaciones de daño moral, era inadecuado y desproporcional porque obstaculiza la indemnización íntegra de los daños sufridos en algunos casos. La reparación del daño en el caso de muerte, el cálculo de la indemnización se hará de acuerdo a lo dispuesto en el Código Civil Federal en su artículo 1915, segundo párrafo y se entregara a sus familiares. 1.5 Causas de exclusión de responsabilidad 18Cfr. Suprema Corte de Justicia, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Primera Sala, Tesis Aislada, Materia Constitucional p.229. 15 El Estado se exceptúa de la obligación de indemnizar en los casos fortuitos y de fuerza mayor, los daños y perjuicios que no sean consecuencia de la actividad administrativa irregular del Estado, así como aquellos que se deriven de hechos o circunstancias que no se hubieran podido prever o evitar según el estado de los conocimientos de la ciencia o de la técnica existentes en el momento de su acaecimiento y en aquellos casos en los que el solicitante de la indemnización sea el único causante del daño (artículo 3 LFRPE). El caso fortuito es el acontecimiento que no pudo preverse pero que, de haberse previsto, se hubiera evitado, mientras que la fuerza mayor sería el suceso que aunque hubiera sido previsto no se hubiera podido evitar.19 Para concluir, la responsabilidad patrimonial es un derecho humano que todo gobernado tiene para su defensa por el daño sufrido a consecuencia de la actividad irregular del Estado, ya sea que este daño fuera ocasionado en sus derechos patrimoniales, o personales, se debe exigir al Estado una indemnización justa que repare el daño ocasionado y lograr con ello que el Estado no vuelva a incurrir en las mismas faltas administrativas que menoscaban el patrimonio y derecho de los gobernados. 19 RODRÍGUEZ LOPEZ PEDRO, op. cit. p.1685. 16 CAPÍTULO 2 La responsabilidad por error judicial El Estado Mexicano firmó y aprobó la Convención Americana de los Derechos Humanos, conocida como pacto de San José, en la cual, nuestro país se obligó a reformar la legislación interna para reconocer todos los derechos del hombre, entre estos se encuentra la responsabilidad del Estado por error judicial, figura jurídica que hasta el momento no ha sido reconocida por nuestro país, por lo que es de vital importancia recurrir al derecho comparado, para conocer los alcances y límites del error judicial. 2.1 Los tratados internacionales y el error judicial Se entiende por tratado un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el derecho internacional, ya conste en un instrumento único o más instrumentos conexos y cualquiera que sea su denominación particular (art. 2.1 Convención de Viena de 1969 sobre el Derecho de los Tratados) El presidente de los Estados Unidos Mexicanos es quien tiene la facultad de celebrar tratados (76, frac. I, 89, frac. X y 133 de la Constitución Política Mexicana), y con la aprobación del senado (76 frac. I y 89, frac. X) se vuelven ley suprema del país, siempre que no estén en contravención la constitución. Los tratados celebrados por México con organismos internacionales o con otros Estados integran el ordenamiento jurídico interno, son obligatorios, operativos y de aplicación directa en cualquier caso, y por lo tanto son fuente del derecho Mexicano.20 LÓPEZ OLVERA, Miguel Alejandro, “La Responsabilidad Patrimonial del Estado por Error Judicial”, Isaac Augusto Damsky y otros (cord), Estudios sobre la responsabilidad del Estado en Argentina, Colombia y México, UNAM, México,2007 [06 de marzo 2012], http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/5/2499/30.pdf, p. 582. 20 17 Miguel Alejandro López Olvera 21 menciona que el término tratado ha sido discutido en el ámbito doctrinal, legislativo, judicial e internacional, pero no se ha llegado a un acuerdo en común, por lo tanto, el señala que los tratados se rigen por tres principios: la norma pacta sunt servanda, (artículo 26 de la Convención sobre el Derecho de los Tratados, en lo sucesivo CDT), segundo principio es que un tratado produce efectos únicamente entre las partes. (Artículo 34 CDT) y el tercer principio establece que el consentimiento es la base de las obligaciones convencionales. Este principio rige para la celebración original de tratado, y las diversas figuras sobre el derecho de los tratados: la adhesión, la terminación, la modificación, entre otros. Cuando una disposición contenida en un tratado internacional no se puede aplicar por ser contraria a la constitución, “los Estados partes no pueden invocar las disposiciones de su derecho interno como justificación del incumplimiento de un tratado” (artículo 27 de La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados), el incumplimiento puede dar origen a la responsabilidad internacional. El segundo párrafo del artículo 113 22 constitucional solamente regula la responsabilidad del estado por los daños en su actividad administrativa irregular, y no establece la responsabilidad por error judicial, no obstante que México firmó un tratado internacional que es la Convención Americana Sobre Derechos Humanos.”23 En la cual se concede a que toda persona tiene derecho a ser indemnizada conforme a la ley en caso de haber sido condenada en sentencia firme por error judicial (art. 10 CADH). La convención comenzó a tener efectos vinculatorios para México el 24 de marzo de 1981 y la reforma al segundo párrafo del artículo 113 de la Constitución Mexicana se adicionó hasta el 14 de junio de 2002, sin incluir la responsabilidad patrimonial por error judicial. 21 Ibid. p.583. Adicionado mediante decreto publicado en el diario oficial de la federación el 14 de junio 2002 de la constitución política de los estados unidos mexicanos. 23 Aprobada por el senado el 18 de diciembre de 1980 y publicado en el Diario Oficial de la Federación el 9 de enero de 1981, con efectos vinculatorios para México el 24 de Marzo de 1981, información disponible en la página de la Secretaria de Relaciones Exteriores, Tratados Internacionales, http://proteo2.sre.gob.mx/tratados/muestratratado_nva.sre?id_tratado=1278&depositario=0&PHPSESS ID=7d6c885433f25c37b4754ad512707566 22 18 Con la reforma a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su primer artículo,24 se reconocen los derechos humanos establecidos en ella y en los tratados internacionales, que junto a la Convención Americana Sobre Derechos Humanos (Pacto de San José), obligan al Estado a reconocer su responsabilidad patrimonial por error judicial, lo que nos lleva a precisar su concepto. 2.2 El error judicial David Cienfuegos Salgado define al error judicial como “la equivocación de un juez o magistrado, cometida en el ejercicio del servicio público de impartición de justicia, generadora de un daño.”25 Mirta Noemí Agüero expone que el error judicial “es la violación de la obligación del juez al dictar su sentencia conforme a derecho, y al no hacerlo sería una negación de justicia, la cual implicaría una negativa de reparación.” 26 Valeriano Hernández Martín27 explica que los errores judiciales son: Las actuaciones o resoluciones de los Juzgados o Tribunales que han sido dejadas sin efecto por un tribunal superior y al revocar la sentencia, se está declarando que la sentencia es errónea y el efecto inmediato es dejarla sin efectos, pero este recurso procesal no tiene por objeto indemnizar los daños causados por el error que se revoca. El artículo 292 de la Ley Orgánica del Poder Judicial Español señala los requisitos sustantivos y procesales para general el derecho a indemnización por error judicial: 1. Los daños causados en cualesquiera bienes o derechos por error judicial, así como los que sean consecuencia del funcionamiento anormal de la Administración de Justicia darán a todos los perjudicados derecho a una 24 , Diario Oficial de la Federación, 10 de junio de 2011. CIENFUEGOS SALGADO, David, “La responsabilidad del Estado por actividad judicial,” David Cienfuegos Salgado (coord.) La función Judicial, Porrúa, 2008, México, p. 63. 26 AGÜERO, Mirta Noemí, Responsabilidad de Estado y de los magistrados por error Judicial, ADHOC, 2o ed., Buenos Aires, 2000, p. 32. 27 HERNÁNDEZ MARTÍN, Valeriano, El error judicial. Procedimiento para su declaración e indemnización. Civitas, Madrid, 1994, p.77. 25 19 indemnización a cargo del Estado, salvo en los casos de fuerza mayor, con arreglo a lo dispuesto en este título. 2. En todo caso, el daño alegado habrá de ser efectivo, evaluable económicamente e individualizado con relación a una persona o grupo de personas. 3. La mera revocación o anulación de las resoluciones judiciales no presupone por sí sola derecho a indemnización Es muy delicado el tema de las sentencias dictadas erróneamente, pues por virtud de un error judicial el justiciable puede perder injustamente su libertad, su patrimonio, su honra; un error judicial puede destruir a su familia o destruirlo a él. Asimismo, un error judicial puede producir la impunidad del autor de un hecho ilícito, y provocar que el juzgador descuidado o inepto, sin desearlo, otorgue en una resolución al autor de aquél, algo que no le corresponda.28 Jorge F. Malem Seña29 clasifica los errores que puede cometer un juez de la siguiente manera: Errores en los fundamentos de hecho. Estos pueden ser de dos tipos, los que se producen cuando lo manifestado por el juzgador no corresponde a la realidad, y los que se relacionan con la prueba; puede admitir pruebas indebidas o inadmitir las debidas. Errores en los fundamentos de derecho. Se vincula a su justificación normativa y pueden afectar la interpretación como a la aplicación del derecho, y en ocasiones se vinculan a disposiciones procesales y materiales. Errores en la aplicación del derecho. Cuando se aplican normas que no son aplicables o no se aplican normas que son aplicables. (Recurrir una norma derogada)En la interpretación del derecho para que exista el error es necesario que no exista ningún criterio aplicable al razonamiento del juez. 28 LÓPEZ OLVERA, Miguel Alejandro, op. cit. p. 597. Cfr. MALEM SEÑA, Jorge F., El error judicial. La formación de jueces, Fundación coloquio jurídico europeo, Madrid, 2009 p 17 a 42. 29 20 2.3 Limitaciones al error judicial El jurista español Valeriano Hernández Martín 30 afirma que según la Corte Española no es un error judicial: 1. La adopción de criterios distintos o menos correctos que los generalmente admitidos. Cuando el juzgador opta por una nueva solución jurídica con un nuevo sentido y alcance de la norma jurídica distinta a la aceptada por la generalidad, y lo haga desde la perspectiva de novedad y originalidad teniendo en cuenta la dinámica social, en apoyo al principio de independencia judicial. 2. No es error judicial la discrepancia subjetiva de criterio con el órgano judicial. El no estar de acuerdo con la resolución dictada por el juez no es suficiente para que se declare la existencia del error judicial. 3. No es error judicial el desacuerdo en la valoración de la prueba o en la interpretación de la norma, a no ser que aplique a datos indiscutibles. El error judicial es la desatención del juzgador a datos indiscutibles que inducen a resoluciones espontaneas y absurdas. 4. Puede no ser error judicial el simple error material o aritmético. Cuando el juez que dictó la resolución reconoce el error aritmético al determinar una cantidad y no otra. No existe el error en el fondo, ni en la consideración de los hechos y derecho. Pero no siempre se puede aplicar este criterio ya que los errores aritméticos están directamente relacionados con otros errores de apreciación de los hechos y del derecho. 5. No es error judicial el liviano, el disculpable o el subsanable. El error disculpable hace referencia a quien lo cometió, puede cometerse un error gravísimo bajo la influencia accidental de un fármaco, este error seria discutible, pero no por ello dejara de ser craso y producir perjuicios. El error liviano no es trascendente, un error que no influye en el fallo. El tribunal supremo español ha declarado que quedan excluidos los errores que sean subsanables de oficio o a instancia de parte, opinión que no comparte el autor porque considera que la subsanación no puede reparar los perjuicios 30 Cfr. HERNÁNDEZ MARTÍN, Valeriano, op. cit., p. 120 a 128. 21 causados, por lo cual la subsanación debería ser un argumento a favor de la declaración de error judicial. 6. Error judicial como motivo del recurso de casación. El error en la apreciación de la prueba basado en documentos que obren en autos que demuestren la equivocación del juzgador, puede ser remediado mediante un congrua, reparación por Ley Orgánica del Poder Judicial Español, el posible error cometido, primeramente se debe ventilar por casación, antes de ir al error judicial, ya que se exige como requisito previo el agotamiento de todos los recursos. 2.4 Responsabilidad de ministros, magistrados y jueces del Poder Judicial Jaime Manuel Marroquín Zaleta31 sostiene que el error judicial, por su propia naturaleza, es imputable al juzgador. Pero no puede haber error judicial, cuando se emite una resolución injusta, por circunstancias ajenas al juzgador (una de las partes en el juicio omite exhibir un documento para la demostrar la acción), podemos decir que todo error judicial inexcusable trae como consecuencia, el pronunciamiento de una resolución injusta, pero no toda resolución injusta es un efecto de aquel. El citado autor 32 afirma sobre la responsabilidad de los magistrados y jueces por error judicial que: Puede ser causa de que el justiciable pierda injustamente su libertad, su patrimonio, su honra; puede destruir a su familia o destruirlo a él. Asimismo, un error judicial puede producir la impunidad del autor de un hecho ilícito, y provocar que el juzgador descuidado o inepto, sin desearlo, otorgue una resolución al autor de aquél, algo que no le corresponda. El objeto del error judicial no es perjudicar a los magistrados o jueces que desempeñan sus funciones con todo el profesionalismo que requiere el cargo, lo que 31MARROQUÍN ZALETA, Jaime Manuel. “El Error Judicial Inexcusable como causa de responsabilidad administrativa.” Raúl Márquez Romero,(coord) Ensayos jurídicos en memoria de José María Cajica Camacho, volumen II) [8 de noviembre 2012] http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/libro.htm?l=2402, p.557. 32 Ibid. p .557. 22 se busca es evitar que personas que no estén capacitados para la función jurisdiccional no lo hagan, ya que en muchas ocasiones, solamente están ahí por ser parientes o amigo de un funcionario de mayor jerarquía sin considerar que de sus actuaciones jurisdiccionales puede lesionar injustamente derechos personales y patrimoniales de todos los gobernados. En el Estado de Colima, por ejemplo, la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado, en su artículo 10, faculta al Pleno del Tribunal para designar a los jueces, nombramientos que ponen en duda si las personas designadas realmente están capacitadas, ya que no se establece un procedimiento para su designación. Por lo tanto, el jurista Jorge F. Malem Seña33, enuncia las características que considera debe tener todo juez: debe estar sujeto a la legalidad, juzgar conforme a los criterios constitucionales, ha de velar por el respeto de los derechos humanos, conocer el derecho comunitario y estar atento a los tratados internacionales, autónomo y especialista en el sistema jurídico. El artículo 131 de la Ley Orgánica del Poder Judicial Federal establece las causa de responsabilidad para los servidores públicos del Poder Judicial, la fracción III se refiere a “tener una notoria ineptitud o descuido en el desempeño de las funciones o labores que deban realizar.” El Pleno de la Suprema Corte de Justicia 34 ha establecido mediante tesis aislada que se deberán valorar los antecedentes personales, profesionales y laborales del agente, también apreciar otros factores, como la carga de trabajo con que cuente el juzgado o tribunal; la premura con que deban resolverse los asuntos; su complejidad; y en general, todas aquellas circunstancias que tengan relación con los elementos materiales y humanos con que cuente el juzgador para apoyarse en su actividad como tal. Precisa la Corte que la notoria ineptitud o descuido inexcusable puede manifestarse en cualquier etapa o faceta de la actividad judicial, bien sea administrativa o de organización del órgano jurisdiccional, al sustanciar los 33 Cfr. MALEM SEÑA, Jorge F. op. cit 119. Cfr. SCJN, Pleno, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época VI, Octubre de 1997, Tesis Aislada: P. CXLVII/97, registro no. 197486, p. 188. 34 23 procedimientos a su cargo, o al dictar las resoluciones con que culminan dichos procedimientos. Jaime Manuel Marroquín35 afirma que el error judicial en sentido lato, puede cometerse en cualquier acto formalmente jurisdiccional, y en sentido amplio como se desprende de la tesis de la Suprema Corte, el juzgador podría incurrir en responsabilidad en la administración e impartición de justicia. Se puede concluir que la responsabilidad en la que pueden incurrir los juzgadores es por su notoria ineficacia en el desarrollo de sus funciones o por no procurar la imparcialidad 2.5 La indemnización de los daños por error judicial Entendemos como responsabilidad por error, a la obligación que tiene el Estado de Indemnizar a las personas por los daños y perjuicios que se les hayan causado en su esfera patrimonial por una sentencia dictada erróneamente.36 Valeriano Hernández Martín 37 expresa que son indemnizables en el sistema español: Los daños personales de carácter psíquico, los derivados del consumo de tiempo, o de las circunstancias familiares del sujeto afectado por el error, etcétera. Además, puede haber daños a la libertad personal, a la salud, al crédito (a través de medidas cautelares como el embargo preventivo), pérdidas profesionales y ganancias dejadas de percibir, etc. El artículo 1° de la Ley 7658 de la Provincia de Santa Fe Argentina dispone que: Cuando prospere el recurso de revisión, interpuesto en favor de una persona condenada por error judicial excusable, a pena privativa de la libertad o a inhabilitación de cumplimiento efectivo, aquella tiene derecho a reclamar de la Provincia una equitativa indemnización, ajustada en su medida a la duración de la eventual excarcelación y a las consecuencias personales y familiares derivadas de la condena. 35Cfr. MARROQUÍN ZALETA, Jaime Manuel, op. cit, p.562. LÓPEZ OLVERA, Miguel Alejandro, op. cit. p. 597. 37HERNÁNDEZ MARTÍN, Valeriano, op. cit. p.286. 36 24 El artículo 3° de esta ley, establece que “no hay derecho a indemnización si el recurrente por dolo o culpa grave, ha dado o concurrido a dar causa al error del Juez o tribunal. En el sistema español el artículo 293 de la Ley Orgánica del Poder Judicial se establece el procedimiento para la reclamación de indemnización por causa de error y tiene tres fases, la primera consiste en obtener la declaración por error judicial por el Tribunal Superior. La segunda la solicitud de indemnización ante el Ministerio de Justicia y la última en el recurso contencioso administrativo que se interponga contra la resolución del Ministro de Justicia deberá ir precedida de una decisión judicial que expresamente lo reconozca. Tendrán derecho a la indemnización quienes, después de haber sufrido prisión preventiva, sean absueltos por inexistencia del hecho imputado o por esta misma causa haya sido dictado auto de sobreseimiento libre, siempre que se le hayan irrogado perjuicios (artículo 294 de la misma ley). Para la reparación del daño debe buscarse la indemnización más completa del perjudicado, restituyendo su posición jurídica en la mayor medida posible. El error judicial puede irrogar daños, sin olvidar los desembolsos económicos necesarios y el lucro cesante.38 La sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el juicio Loayza Tamayo vs Perú,39 en el párrafo 123 y 124 estableció que la libertad otorgada a Loayza Tamayo por el Estado de Perú no era suficiente para reparar las consecuencias de violaciones de derechos humanos; la Corte consideró buscar formas sustitutivas de reparación, como la reparación pecuniaria a favor de la víctima y de sus familiares, con una indemnización por daño material y moral, sentencia que analizaremos en el siguiente capítulo. Para concluir, es de vital importancia la regulación en nuestro sistema jurídico, la responsabilidad patrimonial del Estado Mexicano por error judicial, ya que de no hacerlo, éste podría incurrir en responsabilidad internacional, toda vez que se firmó y aprobó el Pacto de San José y no se realizó manifestación alguna en contra del error 38 Cfr. HERNÁNDEZ MARTÍN, Valeriano, op. cit. p. 286. Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Loayza Tamayo Vs. Perú, http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_42_esp.pdf 39 25 judicial. Además no se tiene la intención de perjudicar a los jueces, lo que se persigue es que las personas que ocupan estos puestos, estén realmente capacitados y que todas sus decisiones las tomen conforme a derecho y no mera suposiciones a lo que ellos crean o simplemente inventen la verdad jurídica o en el peor de los casos, resuelven a favor de quien no tiene. 26 BIBLIOGRAFÍA Textos y páginas electrónicas. AGÜERO, Mirta Noemí, Responsabilidad de Estado y de los magistrados por error Judicial, AD-HOC, 2o ed., 2000, Buenos Aires. CASTRO ESTRADA, Álvaro, “La responsabilidad patrimonial del Estado en México. Fundamento constitucional y legislativo”, Augusto Damsky Isaac (coord), Estudios sobre la responsabilidad del estado en Argentina, Colombia y México, UNAM, 2007, México. 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