La realidad, sin la imaginación, es la mitad de la realidad. Luis

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Siglo nuevo
La realidad, sin la imaginación,
es la mitad de la realidad.
Luis Buñuel
L
uego de rodar los muy
celebrados filmes surrealistas Un perro andaluz (Un chien andalou, 1929) y
La edad de oro ((L’Âge
L’Âge d’or
d’or,, 1930),
así como el documental sobre
una de las regiones más inhóspitas de España, Las Hurdes,
tierra sin pan (1933), Luis Buñuel viajó a Estados Unidos
tras el triunfo del franquismo
en la península ibérica.
Como colaborador del archivo cinematográfico del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), Buñuel dobló al español cortometrajes
bélicos propagandísticos, así
como algunas producciones
de la Warner para su exhibición en Latinoamérica. Debido a los comentarios filtrados
por su antiguo amigo Salvador Dalí en el libro La vida secreta de Salvador Dalí
Dalí, en donde señaló al realizador aragonés como ateo y comunista, se
creó un clima adverso y motivó al también director de Viridiana (1961) a renunciar al citado puesto.
En 1946 viajó a México con
Denise Tual, viuda del protagonista de Un perro andaluz, Pierre Batcheff, para preparar la
adaptación de La casa de Bernarda Alba, de García Lorca. El
proyecto no prosperó pero Buñuel conoció al productor francés de origen judío Óscar Dancigers, quien le ofreció dirigir
su próxima película. Gran Casino (1946) resultó una cinta poco menos que aceptable y pasó totalmente desapercibida
para el gran público.
Tres años más tarde, en El
gran calavera (1949), Buñuel
deslizó los rasgos de un cine
que supo combinar el dominio
técnico -elipsis audaces, plano secuencia- con un hábil manejo narrativo, con el que logró eludir los tonos melodramáticos convencionales. Gracias a la buena recaudación en
taquilla, Buñuel pudo convencer a Dancingers para que aceptara producirle una película más personal, arriesgada y
ambiciosa en el terreno artístico: Los olvidados.
USTEDES LOS POBRES
sus personajes son auténticos, se
Durante seis meses, el propio van entrelazando las historias
Buñuel se adentró a los cintu- de por lo menos nueve protarones de miseria aledaños a la gonistas que, conducidos por
Ciudad de México, buscando su deformada escala de valolocaciones y escuchando las res se engañan, se traicionan y
historias de la gente humilde. se enfrentan a su inexorable y
En Los olvidados (1950), luego trágico destino.
de un anuncio en el que se pueEn la trama se puede enconde leer en pantalla: Esta pelí- trar crítica social, como cuancula está basada íntegramente do Pedro lanza un huevo al oben hechos de la vida real y todos jetivo de la cámara, acaso en
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