Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 24/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. toセi@ [MエZセero@ XXIV 3 203 QUIMIOTERAPIA UTIL EN FARINGOLOGIA como desencadenante un pequeño esfuerzo: tos, estornudo, etc. Para MELCHIOR, CARNELLI y SPRITO son los que siguen a degeneraciones musculares. Y MALPAS los define como subsiguientes a una diátesis h emorrágica. A nuestro juicio, son hematomas espontáneos aquellos en los que no se puede descubrir su etiología y no obran en ellos antecedentes traumáticos o esfuerzos dignos de tenerse en consideración. TRATAlVIIENTO.-Conforme en los ocasionados por ruptura muscular, bien sean traumáticos o patológicos, es prudente una terapéutica abstencionista, o, a lo más, está permitido hacer punciones evacuadoras si existen molestias, o apertura de ellos si aparecen los síntomas de infección; en los hematomas espontáneos es aconsejable proceder cuanto antes a su evacuación quirúrgica, ligadura de los puntos que sangran, si nos es posible verlos, y, si no, aplicar puntos de catgut en U en el músculo, que realicen un papel hemostático y eviten ulterior r ecidiva. Los trozcs de músculo deshilachados serán estirpados, y una vez convencidos de que nada sangra y todo está limpio, se suturará la vaina anterior con puntos entrecortados, procediendo de igual manera con la piel. N o aconsejamos dejar drenaje, porque la colección es aséptica, y si la hemostasia está bien hecha, no hay peligro de infección, que, en el caso contrario, podría sobrevenir. Se hará simultáneamente el tratamiento de la anemia aguda, si es que existe, y el Testo de la sintomatología. BIBLIOGRAFIA BEALS. Journ. Am. Med. Ass., 72, 850, 1919. BAUERE ;SEX.- Zentr. f. Gyn., 396, 1921. BLOXD.- Zts chr. f. Chir., 188, 372, 1924. BRtXDF:AU.- Ref. Jour. de Chir., 46, 107, 1935. BORTOLA.NI.- !1 Policllnico Sez. Chir., 385, 1938. COLE.- Brit. M ed. J., 2, 29 nov. 1918. CARXOT.- Paris-Med., 464, 17 mayo 1924. CtAOCA.- Il Policllnico Sez. Chir., 48, 173, 1941. EMERSON.-Journ. Am. Med. Ass., 70, 1145, 1918. HtUENREINER.-Beitrag. Z. k !in. Chir., 700, 1923. HALPEBR IN.- Surg. Gyn . and Obst., 861, 1928. HERLING.-Der Chirurg., 267. 1930. KHULE.- Münch. Med. Wschr., 78, 1650, 1931. KRUMMEL.--Zentral. f. C'hir., 59, 1055, 1932. KAAREN.- Norsk. Magaz. for Laegevldenskapen, 2, 172, 1935. WXTOUEJOUL. - Bull. Soc. d'Obst. et Gyn., 336, 1933. MAYDL.- Ztschr. f. Chir., 17-18, 360, 1882. MALrAs. - Brit. Med. J., 1130, 21 junio 1930. MELCIIIOR.- Arch. f. Klin. 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RÉSUMÉ A l"occasion de 4 cas personnels, l'auteur étudie l'étiologie, pathogénie, symptómatologie et traitement des hématomes du muscle rectus de !'abdomen. HEPTADIENCARBONATO DE BISMUTO POR VIA RECTAL PARA UNA QUIMIOTERAPIA UTIL EN F ARINGOLOGIA J. ALEMÁN CABALLERO Laringólogo de Sanidad Nacional. (Sevilla.) El que en gran ョセ・イッ@ de procesos tonsilares agudos y crónicos todavía nos decidamos por emplear una sal de Bi. con preferencia a la moderna quimioterapia con sulfamidas o al más moderno uso de los antibióticos, como la penicilina, se comprende únicamente porque esta sal reúne especiales ventajas sobre todas las que anteriormente se nos ofrecían. De no ser así, tal vez el bismuto quedase relegado al olvido en terapéutica faríngea. Indudablemente tenían los inyectables de bismuto una acción específica en lo espirilar y sus asociaciones, y al mismo tiempo constituían, por vía hemática, más poderoso elemento de acción en parenquima tonsilar que los tratamientos tópicos. Pero esta última condición de vía hemática vino a ser mejorada con las sulfamidas por vía oral. De no ser por su toxicidad, hubiesen desterrado al bismuto. Después, pasado el optimismo, hemos visto que muchísimos procesos en el campo rinofaringológico no se modifican en nada por las sulfamidas. Al ofrecérsenos los antibióticos sin los inconv-enientes de las sulfamidas y con poder bacteriostático muy superior, comenzamos su empleo en afecciones faringológicas. Por las dificultades de adquisición solamente hemos podido emplear penicilina en casos que r evestían alguna gravedad; por tanto, nos falta la experiencia para el estudio comparativo con anteriores medicamentos, de un empleo profuso, hasta el punto de que pudiésemos usarla en tonsilitis agudas banales. Cuando tal pueda ser, tendremos que hacer nueva revisión en este estudio comparativo. En resumen, podemos decir que, en plena era Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 24/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 204 REVISTA CJLINICA ESPA.zQ'OLA de sulfamidas y antibióticos no nos hubiésemos atrevido a insistir sobre el empleo de ninguna sal bismútica, a no ser que su nueva forma y sus excelencias en farmacodinamia y en posología (el poder ser empleada por vía rectal), no hiciesen al heptadiencarbonato de Bi. una droga con posibilidad de medir sus armas frente a sulfamidas y penicilina. Indudablemente que cuando vemos al proceso agudo faríngeo tomar características de anginas más que de simple tonsilitis; es decir, cuando rompe barrera, no nos conformamos con la medicación tópica local, que, a más de no lograr una acción tisular, parenquimatosa, estorba las defensas naturales del moco faríngeo, actuando solamente en superficie. Los beneficios conseguidos con el empleo de las sulfamidas serían ideales si no manejásemos con ellas un arma de dos filos. Los cuadros de toxicidad y de intolerancia (con esa potencial toxicidad que siempre nos pone en duda sobre el cómo reaccionará el sujeto) , y los cuadros de astenia y largas convalecencias, más penosas a veces que la misma enfermedad, son considerables. Por esto, siempre hemos tratado de ser parcos en su empleo, sobre todo cuando de niños se trata. A más de esto, y pasado el primer período de optimismo, hemos visto que en lo referente al campo faringológico, su acción no es tan efecti':a ョセ@ tan definitiva. Por LaNGCaPE, en sus pubhcac10nes de 1938, sabemos sobre la necesidad de emplearla hasta conseguir grandes concentraciones en sangre para que su acción fuese efectiva (19,8 mg.), y aun así no lograremos eliminar con ella a gérmenes como el hemolítico. SWIFT, MaEN y HrRST llegaron a iguales conclusiones, descartando por ello su empleo en anginas de reumáticos. Hoy sabemos concretamente algo más sobre la flora sulfamidorresisrente, y cuando el análisis bacterológico o simplemente la modalidad clínica nos da la exisrencia de estas razas o cepas, podemos prescindir del uso de sulfamidas. Por todo ello le seguimos concediendo al Bi. un papel en faringopatología. Su inocuidad (cuando la sal empleada es como el heptadiencarbonato, bien contrastada experimental y clínicamente), la hemos comprobado en nuestra práctica. No hay acción irritativa en recto. A las cuarenta y ocho horas no quedan restos de metal en mucosa rectal del conejo. No hemos registrado trastornos por alteraciones renales (nefritis albuminúrica simple o hematúrica) ni hepáticos. Asimismo no han aparecido pigmentaciones ni dermitis, y la mucosa bucal no ha sufrido ataque. En clientela infantil hemos aceptado la vía rectal por el supositorio, como muy cómoda y fácil. El que la dosis pueda ofrecérsenos como suficiente en dos supositorios, es cosa que le hace ser económico. Con una sola conseguimos un nivel satisfactorio de excreción urinaria, que 15 febrero 1947 viene a ser un buen exponente de tasa en sangre. LEVENSTEIN lo había comprobado en conejos. KaLMER llegó a la conclusión también de que puede alcanzarse el mismo nivel al emplearlo por vía rectal que cuando se inyecta. En los enfermos de SILBER, el método de HAUZLIK acusó un promedio de 2,180 mg. de excreción por enfermo y dia, empleando una dosis de 86,5 mg. de Bi. Este viene a ser un buen dintel hasta para conseguir una acción espirilizida o treponemicida, al decir de CaLLE. Admitamos en principio y como fundamental en lo referente al modo de acción, la farmacodinamia de las antiguas sales y combinaciones del metal bismuto; pero olvidemos para su empleo en faringología a los salicilatos, carbonatos, canfocarbonatos, biyoduros, succionatos, alfa-metil-hidrocinatos y naftalinatos de bismuto. Huelgan, por tanto, nuevas referencias sobre los antiguos trabajos de SANTÓN y ROBERT, Raux, SAZARAC, LEVADITI, MAZucci, BALZER, UHLENHUT, ELRICH, KOLLE y RITZ, así como las publicaciones más modernas de STIEHR, BaESE, KawASE y ZaLTAN, que han trabajado también con estas antiguas sales. Ha sido el hallazgo de la nueva sal c h h セ。 o オ bゥ@ - 626, y su empleo en vía rectal por ALPAR y WEISZ (1938), así cerno la comprobación clínica de SILBER y la escuela americana, CaLLE y colaboradores (Amer-Jour, Syph. Gonor and Ven. Dis, núm. 143, 1930), lo que ha venido a revalorizar el uso del Bi. en los procesos amigdalinas agudos. Téngase en cuenta que el aprov·echamiento de la vía rectal no puede hacerse con otra sal que no sea el heptadiencarbonato sin exponernos a efectos nocivos de congestión, irritación local y alteraciones tisulares en recto. Esta fué la única sal con la que llegaron a sus conclusiones SLLBER y JaSEPH, S. STaVIN ("Bismuth salt of heptadiencarboxilic acid"), y es la que nosotros hemos usado en clínica. Es, pues, elemental excluir t odo aquel preparado que, pretendiendo gozar de las excelencias en su uso por vía rectal, no está constituído por esta combinación estable. Veremos algunos que ni consignan la sal bismútica empleada. No puede esgrimirse como sola condición de éxito el que pueda ser empleado por vía rectal. Solamen· te la leve alteración por inestabilidad y desprendimiento de alcanfor en recto nos dan un mo· tivo de inseguridad para su empleo. La ojeada histórica sobre los fracasos nos habla también elocuentemente a este respecto. Hemos ensayado clínicamente con el heptadiencarbonato que la casa Chinoin ha dado al comercio con el nombre de "Laringobis" ("Analbis" en Estados Unidos). En este preparado contiene cada supositorio de adulto 0,135 gramos de sal, o sea, 0,045 gr. de Bi. metal. El de dosis infantil solamente lleva 0,0056. Aunque por los trabajos de VaLTAY hemos podido establecer como dosis mayor la de 1 ó 1,50 mg. por kilogramo, vemos que no es infre· Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 24/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. tッセ@ XXIV N CM&RO 3 QUIMIOTERAPIA UTIL EN FARINGOLOGIA cuente se nos ofrezcan preparados con dosis quintuplicadas. Estos y otros deben ser motivos para nuestra desconfianza. Queremos orientar las deducciones clínicas que podemos hacer con los datos recogidos para una epicrítica, con los 35 casos por nosotros tratados y seguidos, hacia el establecimiento de oportunas indicaciones con esta sal bismútica. Es precisamente lo que no hemos encontrado en anteriores trabajos. Así, pues, pensamos que son óptimas condiciones para su empleo las siguientes circunstancias: l.a El que la evolución del proceso faríngeo agudo, aun en sus comienzos, nos dé características de marcha anginosa, es decir, más que de simple tonsilitis. Cuando ésta rompe barreras y el estado general comienza por hallarse afectado. 2." Debemos emplear también el Bi. con aquellas anginas en que, aceptando el concepto de FEIN, la vía de infección h emática es la más lógica. En este grupo mencionaremos las de carácter epidémico, las concomitantes de ÜRGLER o postvacunales, las paraalérgicas (MORO y KELLER) y en las del mismo virus vacuna! (GINS). 3.a En aquellas tonsiliti.s que por su modalidad anatomopatológica constituyen una infección casi enquistada en relación con la superficie externa, verbigracia, la angina !acunar. La barrera linfo y leucocitaria encierra un magma de fusión donde se encuentran los gérmenes, y la terapia tópica de superficie poco puede hacer. 4.a Cuando la exudación constituye una película pseudomembranosa aun en período mucoso y transparente. La acción del bismuto es capaz de impedir su paso a lo pultáceo, opalino. Ello nos sirve de indicador del cómo ha podido hacer abortar el brote agudo de amigdalitis. 5.a Es a veces difícil de precisar la localización en el comienzo: son aquellos casos en que todo nos hace pensar en brote agudo sobre algún punto del Waldeyer, y, sin embargo, no podemos precisar si en su segundo estado más ostensible aparecerá la localización ya objetivable en palatinas o quedaTá semioculto en una Luschka hipertrófica o en "fasciae linguae" de Zaplas (en amígdala lingual) . Asimismo no es infr.ecuente que una amigdalitis de la amígdala faríngea, de la Luschka; una retronasal de Moure-Le Mée, con un síndrome típico de GOppert haga luego una palatina. Esa imprecisión 、セャ@ comienzo o bi·en el salto o la imbricación que VIene a darnos la infección de otro acúmulo linfoideo sobre el originario, viene a ser también un motivo para que pueda hacerse la indicación de una droga rápida en acción y fácil en su P;>sología, como lo es esta sal de bismuto por Vla rectal 6.a h・セッウ@ encontrado buena r espuesta, tanto en las amigdalitis rojas, en las formas de Landuci y Bouchard, por su repercusión geneイセA@ que lógicamente exige vía h emática de acClon, como en las formas blancas, pseudomem- 205 branosas, tipo Vincent. Dentro de ellas se nos modifican menos o nada las difteroides de Lassegue, las acoccus Brissou (Roux y JERSIN, MARTIN), las epidemias de tetrágenos y la "sableusée" de Dieulafoy. Aparte de estas principales indicaciones en lineas generales, hemos encontrado otras que, aun siendo menos formales, pueden h acerse también para casos en que hemos conseguido buena respuesta. Dado lo frecuente que resulta el que, después de acto operatorio, endonasal, se nos produzca una proyección séptica faríngea descendente, hemos empleado en cuatro casos el supositorio de bismuto, cuando comenzaron las molestias faríngeas, y en ninguno de ellos se llegó a producir el brote agudo, no pasando de los pródromos subjetivos. Hemos visto ceder, con solamente emplear la mitad de la dosis total, es decir, el primer supositorio, los brotes agudos recidivantes en los acúmulos foliculares linfoideos hipertróficos y compensadores de sujetos amigdalectomizados. Indudablemente que, de no haber indicación formal de reintervenciones o tratamientos físicos (como roentgenterapia) , porque ellos constituyen nuevos focos, podemos encontrar en este medio t erapéutico un poderoso auxiliar para conllevar estos enojosos cuadros, tan propios de los amigdalectomizados. En tres casos donde la croniosepsis y el curso de febrícula criptogenética hacían pensar en un origen focal del Waldeyer rinofaríngeo, sin que pudiéramos evidenciar su localización, hemos empleado el heptadiencarbonato de bismuto. Con esta indicación "ex juvantibus" se regularizaron temperaturas en los tres casos, aunque solamente fuese durante unos días, para volver luego al mismo curso anterior en curva térmica y en signos generales. Pero cuando estos cuadros remiten siquiera sea temporalmente al empleo del metal Bi., estamos autorizados a pensar que sea lo focal una zona del Waldeyer. Constituye, pues, en estos casos una buena piedra de toque. En 5 niños mayores de cuatro años, con adenitis subangulomaxilares y de cadenas cervicales de origen residual a procesos agudos y subagudos amigdalinas, creemos poder achacar la rápida fusión de estas adenopatías a la oportunidad en la aplicación de esta sal de bismuto. Ya sabemos sobre la facilidad con que se hacen persistentes y se encronizan para luego responder a un nuevo bTote con nueva ingurgitación y tumescencia. También encontramos que sea una oportuna indicación cuando el análisis retrospectivo nos da el que en brotes anteriores hubo alguna proyección tonsilar (del tipo articular, renal, etc.), por pequeña que haya sido. Siempre debemos r ecogerla como un signo de alarma, puesto que una futura reactivación puede venir seguida de una descarga más intensa o generalizada. ¡En cuántos enfermos que vemos con un reumatismo poliarticular agudo o con una nefritis difusa Documento descargado de http://www.revclinesp.es el 24/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 206 . REVISTA OLINIOA ESPAiVOLA de evidente origen focal faríngeo nos encontramos al historiar con que en brotes ocasionales añteriores, ya existieron esos conatos o intentos abortados de respuestas en serosas o en parenquima renal! Sirvan de ej emplo los cursos de las anginas recidivantes de reumáticos (SwrFT, MOEN e HIRST) , o bien el de las pseudomembranosas estr eptocócicas con un primer brote típico de ocho días de duración, que hace la proyección solapadamente, y luego sucesivas recidivas en una forma abortiva, pero suficiente para el determinismo patológico en general. Por estas consideraciones, creemos también puede ser una indicación para el empleo de este tipo de sal bismútica que nos ocupa el caso del enfermo que, habiendo presentado ya en brote anterior la tendencia proyectiva, es visto por nosotros al momento de sobrevenir un nuevo y discreto brote sobre las zonas tonsilares focal es. De antemano podemos también indicar su empleo y recetar los supositorios, con la instrucción de que sean usados solamente en momento oportuno, cuando sobrevenga el próximo y posi':lle brote de reagudización t onsilar. Hacemos, por fin, otro motivo de indicación en el caso de que podamos ver al niño en período preamigdalino, es decir , con alta temperatura, aquejando sequedad de fauc·es y otros signos prodrómicos que nos hagan pensar en tonsiliti,s. aguda, aunque aún no hayan aparecido signos locales o funcionales de evidencia. Hemos realizado nuestra labor de ensayo sin olvidar que el numeroso contingente de niños que tratamos en las dependencias de los Servicios Provinciales de Sanidad y viniendo de tan diferentes clínicas, la presencia de un motivo para contraindicación no se hacía rara. Así fué, en efecto. Encontramos contTaindicaciones formales en niños cardiópatas descompensados y en aquellos otros en los que un síndrome diarreico nos hacía pensar en mucosa r ectal escoriada. Aparte de éstas, han de establecerse otras c-ontraindicaciones menos rigurosas, y que se prestan más a una difer encia de criterios personales. Por lo que al nuestro respecta, h emos restringido el uso del Bi. en estos otros casos. La coexistencia de una gingivoestomatitis. Hay procesos, como la angina escarlatinosa, en que al lado de lo ulceronecrosante faríngeo s e produce "d'emblee" el ataque a la mucosa bucal. Nos extraña que SILBER no encuentre en estas estomatitis una contraindicación formal paTa el uso de cualquier sal de bismuto. Si fuese solamente una estomatitis reacciona!, irritativa (verbigracia, a un accidente del cordal, a una disodontiasis del tercer molar) o de poca alteración tisular, bien podemos pensar en utilizar la acción espirilicida del bismuto; pero ante la presencia de una estomatitis ligada etiopatogénicamente con lo faTíngeo y con serias modificaciones estructurales de fibromucosa gingival, hemos de declarar la absoluta contraindicación. 13 febrero 1947 Las tonsilitis que pudiéramos tildar de nefrógena.s (tipo pseudomembranosa neumocócica, las mismas "saisonnieres" o estacionales) nos pueden hacer pensar que esta frecuencia de ataque al parenquima renal debe constituir un motivo, si no de contraindicación absoluta, puesto que no podemos predecir la evolución, al menos de arredrarnos un poco para la decisión de emplear seguidamente las dos partes de la dosis total sin observar atentamente el estado renal. El análisis bacterioscópico del frotis o el bacteriológico de la siembra podrá decirnos cuándo estamos en presencia de una tonsilitis de este tipo. El análisis repetido de orina es también precaución obligada para descubrir a tiempo la respuesta renal. Una glomerulonefritis focal y no difusa, albuminúrri ca simplemente y no hematúrica, es complicación suficiente para h acernos descartar el empleo de las sales de Bi. Por otro lado, cuando por el curso clínico o simplemente por otras razones de sospecha pensamos que se esté ante una angina del síndrome leucopático agranulocítico, tengamos bien presente que es obligado el h emograma antes del empleo de cualquier sal bismútica. Después de las exp riencias de INRE BARTA y G. ERéis provocando en cenejos síndromes agranulocitarios con el benzol y la imputación más o menos razonada que s ha hecho a metales como el Hg. y el Au., de que sean venenos que desencadenen el síndrome de Schultz, pensamos igualmente que el Bi .. si no primordialmente provocador, podría al menos incrementar la leucopatía. Pero la rareza de estos cuadros agranulocitarios, al lado en la práctica diaria de las numerosas tonsilitis de etiologías más frecuentes, nos h ace mencionar esta contraindicación en un último lugar. BIBLIOGRAFIA ALPAR, P. E. y WEISZ, D.-Gyógyászat, 78, 3, 1938. BARTELS.- Kinderiirzt. Praxis, 1938, BEITINARDI.- ltaJ. d. Pedía.. 1938. BOESE, 0.- Deutsch. med. W schr .. 62, 776. 1936. BORTOLO'M'I.-La Peda. del Med. Prat., 1937. CAPUANO.- Arch. d e clin. oftal. e otori., 1934. COLE, H . M., SOLLMANN', T ., HENDERSON, K. y coi.-Amcr. Syph. Gon. and V en. Dis. , 23. 143, 1939. ERRECART, P. L .-Rev. aイ セ\・ョエN@ Otolaring., 3, 310, 1934. 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SUMMARY The author offers sorne consid-erations on the use of bismuth h eptadiene carbonate given by rectum in acute pharingeal conditions. He emphasises the great importance which bismuth salts still have in these processes in spite of sulphamides and penicillin, and he sets out the principal indications both in the adult and infantile pathology. ZUSAMMENFASSUNG Der Verfasser stellt einige BEtrachtungen an über den r-ektalen Gebrauch von Wismut-Hepta- diencarbonat bei akuten Halsaffektionen. Er macht darauf aufmerksam, dass die Wismutsalze auch heute noch bei solchen Erkrankungen von grosster Wichtigkeit sind trotz Sulfamide und Pennicilins; er bespricht die hauptsachlichsten Indikationen für die Pathologie der Erwachsenen und Kinder. RÉSUMJ!: L'auteur fait des considérations sur l'emploi de l'heptadiencarbonate d-e bismuth par voie r ectale dans des affections aigües du pharynx. Il fait remarquer l'extraordinaire importance qu'encore aujourd'hui ont les seis de bismuth dans ces processus, m algré les sulphamides -et la penicilline et il expose les principales indications aussi bien dans la pathologie des adultes que dans l'enfantine. NOTAS CLINICAS CONSIDERACIONES SOBRE LA POSIBLE ACCION DE LA PENICILINA EN LA FIEBRE TIFOIDEA E . GÁLVEZ LANCHA Profesor Clinico. Cllnica de Patologla General de la F acultad de Medicina de Granada. Prof. E. 0RTIZ DE LANDÁZURI . En nuestra actividad profesional ha surgido la doble coincidencia de la lectUTa del editorial de la REVISTA CLÍNICA ESPAÑOLA 1 y la observación personal de un cuadro tífico sorprend€ntemente tratado, con éxito, por la administración de penicilina. No podemos tener la certeza absoluta de si tal éxito se debió a factores imponderados que pudieran haber contribuído al éxito de tal medicación; pero, y ello es el motivo de la publicación, la sorprendente coincidencia de la cura de un cuadro tífico con la administración de penicilina, nos hace poner a la consideración del lector, por si pudiera servir de aporte confirmatorio de los trabajos de McSWEENEY, mas teniendo en cuenta que, en nuestro caso, no se asoció a la penicilina ninguna sulfamida, mientras que ésta fué la pauta terapéutica del referido autor. En la reciente publicación de McSWEENEY 2 se comentan los resultados obtenidos en seis casos graves de fiebre tifoidea con la administración en cinco de ellos de dosis elevadísimas de penicilina y sulfotiazol (200.000 unidades intramusculares cada dos horas , durante cuatro días, con un total de 10 millones de unidades en cada período, asociado a la administración de sulfotiazol a la dosis de 34 gr. en total, durante cada período), consiguiendo un dintel En sangre de 2 unidades de penicilina por centímetro cúbico de sangre y 4,5 mgr. de sulfotiazol por 100 c. c. Empleando dos de estos intensos choques de tratamiento penicilina-sulfotiazol, con un intervalo entre ellos de dos a dieciocho días, según las características del cuadro clínico, consiguen las siguientes ventajas: 1.0 Negativización del hemocultivo. 2. 0 Esterilización de la orina y heces. 3. 0 Se evitan las complicaciones graves del proceso tífico; aunque los casos estudiados fueron de marcadísima gravedad, no hubo ningún éxito letal, ni enterorragia, y desapareció el estado tóxico. 4. 0 Mejoramiento del cuadro febril, cursando con apirexia, e incluso en un caso, un absceso tífico evolucionó como un absceso frío. 5. 0 No considera inconveniente el empleo de las fuertes dosis de sulfotiazol, ya que en ningún caso se acentuó la neutropenia. •••