Instituto Interamericano del Niño Inter-America Childrens

Anuncio
SEMINARIO
DERECHOS HUMANOS,
INTEGRACION E
INCLUCION,
ESTRATEGIAS DE
ABORDAJE PARA LA
ACCION EDUCATIVA
Montevideo
República Oriental del Uruguay
20-21 Diciembre de 1998
Instituto Interamericano del Niño
Inter-America Childrens Institute
Instituto Interamericano da Crianza
Institut Interaméricain de LEnfant
Organismo Especializado de la OEA
ESTRATEGIAS HACIA LA PROTECCIÓN SOCIAL
Y REDUCCÓN DE LA VULNERABILIDAD
1. Introducción
Encontrar una estrategia eficaz hacia la reducción o erradicación de
situaciones de vulnerabilidad y excusión, como medio de alcanzar el
Desarrollo, Protección e Integración Social de sus Pueblos, constituye una
de las preocupaciones fundamentales que los países han puesto de
manifiesto en la Cumbre Mundial para el desarrollo Social y en la
Declaración de Copenhague promovida por Naciones Unidas.
Nos permitimos contribuir a esa Búsqueda presentando un Modelo o
Estrategia que ha sido diseñada y está siendo aplicada en varios países
Americanos y cuyo enfoque se basa en paradigmas que denominan
INCLUCIÓN Y DERECHOS HUMANOS, que complementan y aportan
nuevas perspectivas al paradigma de desarrollo humano.
Al describir en forma resumida este Modelo, conceptualizaremos
primeramente la vulnerabilidad que es motivo de análisis en esta Reunión y
que conduce a situaciones de excusión.
Posteriormente compartiremos ideas sobre el contexto socio-económico en
el cual se enmarca esta situacion (que en virtud de lo resumido de esta
presentación efectuaremos a través de una visión muy general) y
delinearemos los paradigmas, valores y principios estratégicos básicos en
los que se basa un Modelo que se puede aplicar al abordaje de distintos
temas sociales.
Ana María Damini de Frappola, Jefe Unidad Interamericana sobre, Familia y
Discapacidad.
Instituto Interamericano del Niño
Av. 8 de octubre 2904-11600 Montevideo, Uruguay-Casilla de Correo 16212
TEL. (598-2) 487-2150/Fax: (598-2) 487-3242
Nuevo E-mail: iin redfacil.com.uy
Pagina Web: www.iin.org.uy
2. Conceptualización de Riesgo y Vulnerabilidad
Referimos a situaciones de riesgo y vulnerabilidad en tiempos de cambio
nos lleva más que nunca a aceptar la naturaleza dinámica y relativa de estos
conceptos, cuya definición, dimensión categorías de análisis varían en el
tiempo y el espacio.
Vulnerabilidad es el estado de exposición o el tener alta probabilidad de
exponerse a distintos grados de riesgo, combinado con una capacidad
reducida de protegerse o defenderse contra esos riesgos y sus resultados
negativos.
Podemos reconocer una vulnerabilidad ecológica (relacionada con el vivir
en zonas de alto riesgo), una vulnerabilidad estructural (resultantes de
atributos tales como sexo, raza, ocupación, ubicación, social) y una
vulnerabilidad relacionada con los roles que los individuos desempeñan
en sociedad.
Por otra parte, es posible identificar al menos tres dimensiones de
vulnerabilidad, tales como la dimensión de riesgo, considerada en
términos de una mayor o menor probabilidad o riesgo de ser victimizado;
una dimensión de impacto, considera en términos del impacto que la
victimización puede tener en la persona vulnerable.
El concepto de riesgo no es menos importante e implica la susceptibilidad
y una alta probabilidad de que determinados factores biológicos,
psicológicos y sociales causen a una persona problemas, la tornen
vulnerable en distintas circunstancias de su vida. En definitiva, que
conduzcan a una situación de Exclusión.
La vulnerabilidad, al vincularse con la naturaleza de los riesgos que
enfrenta una persona o grupos específicos de personas en determinados
situaciones y espacios de vida, demanda estrategias de prevención y
protección cada ves mas complejas de parte de sistemas de apoyo social, lo
cual constituye un desafió que las naciones del mundo se han planteado
firmemente y han particularmente expresado a partir de la cumbre Mundial
para el Desarrollo Social.
3. El Mundo en que vivimos
En el umbral del Siglo XXI se habla de los efectos de distintas
circunstancias que pueden constituir factores de vulnerabilidad o
desprotección social.
La proximidad de un nuevo Siglo trae consigo temores y a la vez estímulos
o nuezas estrategias hacia cambios para sobreponerse a ellos, que una
transposición histórica parece viabilizar y potenciar. Existen temores ante
riesgos a la seguridad personal, económica, laboral, la salud y el medio
ambiente.
Es indudable que se observa una crisis de valores, confusión sobre lo
correcto e incorrecto, la imagen se adueña de la realidad (vivimos sujetos a
una telerealidad en la cual ‘los hechos parecen ocurrir cuando aparecen en
los medios de comunicación y tal cual estos nos los muestran).
Existe una cierta: pérdida de confianza hacia las instituciones y sistemas
como referentes e inclusive hacia ciertos marcos espirituales o la propia
institución familiar, identificados tradicionalmente como capaces de dar
respuestas o servir como sistemas de apoyo. Por otra parte existe
conciencia de que cada vez más las decisiones sobre la propia vida o sobre
la del colectivo inmediato trascienden la esfera de la propia Nación
(globalización) ante lo cual, a veces se observan respuestas hacia modelos
comunitarios que tenderían a encerrar a la persona en grupos que sustentan
los mismos valores o creencias, los que a su vez pueden constituirse en
origen de exclusión.
Desde la perspectiva de la ‘organización -social, es evidente que la
Sociedad no es vista ya como un principio único regulador de conductas.’
Vivimos en un mundo en que el cambio (el poder manejarlo o el ser
afectado por él), los mercados, las comunidades y los individuos aparecen
como categorías sociopolíticas fundamentales.’ Comienza a aparecer una
disociación entre economía y culturas y entre el universo de técnicas,
mercados, flujos y el universo interior de nuestra identidad. Hoy hablamos
de una forma diferente de categorizar estructuralmente a las personas en la
sociedad. A la categoría de análisis vertical que diferenciaba o separaba a
las personas según clases sociales, estudios, ingresos, se agrega hoy una
categoría de análisis horizontal, que a veces predomina sobre la primera y
que establece una distancia social entre los individuos según se encuentren
ubicados en el centro (incluidos) del sistema o en periferia (excluídos).
Por otra parte, el denominado “progreso”, con el consiguiente movimiento
hacia la reforma y modernización de las instituciones de los sistemas del
Estado evidenciado en muchos casos en primacía de una excesiva
competencia y competitividad, de búsqueda de una excelencia y calidad
muchas veces confusamente definida o quizás no siempre definida con
participación de los actores a quienes se dirige la acción, la globalización y
homogeneización de la economía y de determinados enfoques en políticas
socioeconómicas, el impacto de la tecnología manifestado en posibilidad de
acceso o de verse afectado por redes mundiales de comunicación e
información, las situaciones de conflicto o violencia intra e internacional,
han afectado a grupos específicos resultando muchas veces en la
imposibilidad o dificultad que tienen los Estados para asignar la necesaria
prioridad, a la asignación de recursos a sistemas de apoyo en el área social,’
o han ;distorsionado las fronteras conceptuales y referenciales en cuanto a
valores y objetivos individuales y colectivos. Como consecuencia, han
emergido y/o se han agravado problemas tales como la pobreza, el
desempleo, la violencia, inasistencia repitencia o deserción escolar, las
discapacidades, el ceso inadecuado o insuficiente a servicios de salud, uso
indebido de drogas y alcohol, rato y abuso de niños, jóvenes, mujeres y
ancianos y un acelerado proceso de desintegración de la familia.
Todo ello muchas veces resultado de un empobrecimiento, discriminación,
marginación y exclusión notoria de grupos poblacionales a quienes los
efectos de estas situaciones a pesar de los Programas económicos y
sociopolíticos (aplicados con la intención de prevenir o revertir esa
situación), no han logrado incorporar al beneficio y derecho de una vida y
desarrollo dignos y sustentables.
Las anteriores consideraciones, se encuentran entre posibles factores de la
hoy reconocida crisis de la identidad personal y cultural y de lo que
denominamos una sociedad de riesgo e incertidumbre.
4. Una estrategia para promover la protección social y; la
vulnerabilidad
Es interesante compartir un Modelo impulsado por el Instituto ha sido
construido y está siendo aplicado en varios países de que ha sido y está
siendo trabajado por representantes de organismos no gubernamentales
voluntarios, organismo del sector privado y empresarial y organismos
internacionales e intergubernamentales representantes de sectores políticos,
jurídicos, económicos, de áreas sociales y las propias personas involucradas
en cada tema
Se diseñó y se está aplicando en América Latina y el Caribe colectivo
particularmente vulnerable: los niños y jóvenes en riesgo discapacidad y
sus familias. Sus principios y estrategias son e políticas sociales generales
de protección social.
El Modelo que denominamos INCLUSIÓN Y DERECHOS HUMANOS
marco de paradigmas, valores, conceptos, teorías y estrategias que.
Inclusión
Establece que legislaciones, políticas, planes, programas, servicios fl y la
propia comunidad deben planificarse, organizarse o adaptarse para gran
pleno, libre e independiente desarrollo en un contexto de respeto y
aceptación. .q de diferencias, capacidades y necesidades de cada persona,
reconociendo que e) e económico puede ser uno de los instrumentos (no el
único pues por si solo no conduce al crecimiento, integración y equidad)
que debe acompañar a otras estrategias de desarrollo garantizar el acceso
igualitario y necesario de todos a recursos y posibilidades de atención de
necesidades t en lo posible en la propia comunidad, en alternativas lo
menos segregadas y fragmentadas posible, teniendo en cuenta la opinión y
participación de las personas destinatarias en las decisiones o políticas que
les atañen.
4.1 Los paradigmas de Inclusión y Derechos Humanos
Inclusión
Establece que legislaciones, políticas, planes, programas, servicios sociales
y la propia comunidad debe planificarse, organizarse o adaptarse para
garantizar el pleno, libre e independiente desarrollo, en un contexto de
respeto y aceptación mutua de diferencias, capacidades y necesidades de
cada persona, reconociendo que le desarrollo económico puede ser uno de
los instrumentos (no el único pues por si solo no conduce al crecimiento,
integración y equidad) que debe acompañar a otras estrategias de
desarrollo, para garantizar el acceso igualitario y necesario a todos a
recursos y posibilidades de atención de necesidades básicas en lo posible,
teniendo en cuenta la opinión y participación de las personas destinatarias
en las decisiones o políticas que les atañen.
Derechos Humanos
Este paradigma se ve particularmente sustentado en Acuerdos
Internacionales tales como la Convención de los Derechos del Niño, entre
otros.
Implica que una sociedad incluyente puede lograrse a través de políticas
que promuevan la integración social sobre la base de un marco social que
respete los derechos a la vida, al desarrollo y a la participación.
En la definición de este paradigma, a la tradicional conceptualización de
los derechos humanos como forma de legitimación. de los sistemas
políticos, se agrega el considerarlos como instrumento para perfilar orientar
el diseño e instrumentación de políticas públicas, legislaciones, planes y
programas sociales.
Aspectos muy importantes están involucrados en este nuevo enfoque.
Por un lado, promueve la democratización de las políticas públicas y
sociales en base al reconocimiento de la persona como sujeto de derecho y
principios de solidaridad y participación. Desde esta perspectiva es
fundamental establecer dichas políticas vinculadas a principios de
autodeterminación, igualdad, reconocimiento de potencialidades,
capacidades, resiliencia y derecho a la no discriminación.
El enfoque busca encontrar caminos intermedios entre tas propuestas
emergentes de la globalización y aquellas que resultan de un replegarse en
alternativas conducentes al quietismo, fundamentalismo, o al cerramiento
en grupos que confunden la defensa de la identidad cultural o personal.
Poner en el centro de las estrategias a la persona como Sujeto de Derechos,
implica que cada individuo debe poder combinar en su proyecto de vida
personal una acción instrumental y el sentido de pertenencia cultural,
mediante una personalidad formada a través de relaciones familiares e
institucionales libres, que finalmente son básicas para proteger el sujeto
personal y la comunicación de los sujetos entre sí. Implica el derecho a
participar en el diseño y ejecución de políticas que les atañen.
El desafió de este paradigma lleva a buscar formas de combinar enfoques
que tienden a una visión homogeneizante (emergentes por ejemplo de la
globalización) y aquellos que reconocen la diversidad, a la cual se entiende
por las diferencias personales y socioculturales que se ponen de manifiesto
en múltiples expectativas y motivaciones, ritmos de trabajo, situaciones de
vida y capacidad y estilos de adaptación e interrelación social.
4.2 Marco
Los siguientes valores, que pueden parecer obvios y reconocidos, deben ser
trabajados para que sea factible la meta de inclusión y una mejor realidad e
integración social de las personas en el marco de una nueva visión hacia un
nuevo Siglo.
Cuando hablamos de valores, no queremos aquí implicar una visión que
exija el compartir valores comunes a nivel de comunidades cerradas, que
implicaría la exclusión o agresión a aquellos que no los comparten.
Estamos hablando de pautas de vida personal y colectiva construida y
permanentemente evaluada y reformuladas en forma abierta y libre por las
personas y los colectivos
El derecho a la vida
Si bien muchos acontecimientos del mundo actual parecen valor que hace
que el respeto por la misma y la de los c’ manejar mejor situaciones de
vulnerabilidad. Debemo5f actitud crítica firme pero objetiva ante el
impacto que te manipulación o intervención genética o Resoluciones de
involucran aspectos relacionados con el derecho a la vida ) relativo a
conflictos bélicos internacionales y aquellos de violencia que resultan en
daño o pérdida de innumerables vidas parte de los Estados que podrían
derivarse a sectores sociales
El valor de Las diferencias humanas y culturales y con ello y de la
multiculturalidad, debe conducirnos no sólo a no de sino a respetarlas y
valorarlas y así respetarnos nosotros r diversidad que definiéramos en el
apartado 4.1.
El valor de la unidad e identidad personal y cultural, o identificarse con
determinadas opciones o situaciones de construcción y reinterpretación
cultural permanente a t personales que conduzcan a una concepción de vida
basada coherente, en el cual el Sujeto es actor, pero no deja de reconocer y
para construir una sociedad multicultural.
El valor ético en la acción individual, profesional, instituciones
imprescindibles, si anhelamos el rescate de una convivencia desarrollo y
vida4ignos.
El valor de la solidaridad que implica ayudar a otros a crecer y
desarrollarse como sujetos plenos y libres y se diferencia claramente de la
caridad, beneficencia o compasión.
4.3 Principios estratégicos rectores de políticas y planes En nuestro
criterio deben ser los siguientes:
a. La reducción de la vulnerabilidad, la protección social y la inclusión
deben ser consideradas como parte de una política de Estado, o sea que su
planificación y prioridades deben trascender los distintos períodos de
gobiernos.
b. Las políticas deben focalizarse en el interés superior de las personas,
como sujetos y no objetos de derechos, lo cual implica que la relación
costo-beneficio o el interés particularizado de quienes financian los
sistemas ó de quienes dirigen o brindan los servicios, no debe prevalecer
por sobre los de los destinatarios de los mismos, los que a su vez deben
participar en todo el proceso de definición, ejecución y evaluación de las
poética o programas que les atañen.
c. Visión Global. Acción local. Equilibrio entre la modernización, la
globalización y la protección e integración social junto al respeto de la
identidad personal y cultural de: los ciudadanos. El lograr equilibrar
globalización con desarrollo comunitario, desarrollo económico con
equidad, es el gran desafió que los gobiernos tienen junto con la sociedad
civil, lo que deben buscar en conjunto teniendo presentes los paradigmas y
valores que mencionamos anteriormente.
d. Fortalecimiento Institucional. La globalización, que a veces pueda
haber afectado las posibilidades que los Estados tienen de controlar y
decidir las políticas sociales, lleva a una necesidad de fortalecimiento
institucional y político, pero ahora más ligado al sentir, pensar y actuar de
la población a la cual los sistemas o instituciones están llamados a servir.
Las comunidades, por su parte deben tener mecanismos fluidos y objetivos
que les permitan enriquecer con sus criterios las labores desarrolladas por
las instituciones. Esto otorga a las organizaciones sociales y espirituales un
papel propositivo y evaluador (innovador) que lleva implícitas
responsabilidades que deben ser asumidas responsable y
participativamente.
e. Fortalecimiento de la familia como parte de un sistema de apoyo a la
inclusión. Toda política tendiente a reducir situaciones de vulnerabilidad
social debe tener en cuenta a la familia, como unidad básica de apoyo y
referencia para. el desarrollo personal colectivo. La familia cuyo perfil y
estructura estará vinculada a distintas visiones culturales en cada nación o
comunidad funcionará como parte de un sistema de apoyo, sin que esto
implique coartar el libre crecimiento y desarrollo individual.
f. Articulación intersectorial Se otorga especial valor estratégico a la
participación, interrelación, articulación y coordinación de distintos
sectores y actores sociales en la definición, ejecución y monitoreo de
políticas. Por un lado el sector gubernamental; por otro el sector nogubernamental, voluntario, sin fines de lucro, y en tercer término el
sector privado, o empresarial. No menos importante es la participación
articulada de un
Cuarto sector, el de organismos intergubernamentales cuyo rol de
mediación y promoción social a nivel nacional, bilateral y multilateral es
una sociedad globalizada es imprescindible. Lo anterior supone que en todo
proyecto de diseño o reforma de sistemas o políticas, deben integrarse
grupos de trabajos de carácter intra e intersectorial, compuestos por
representantes de los cuatros sectores antes mencionados, para abordar los
temas sociales desde una perspectiva intersectorial, interdisciplinaria e
integral. La participación de políticos, planificadores, profesionales de
distintas disciplinas, empresarios, los trabajadores o empleados y sus
agremiaciones, y los grupos definidos como vulnerables y sus asociaciones,
resulta impredecible.
El valor de cada uno de los actores se evidencia en que por un lado los
gobiernos deben tener coincidencia de su responsabilidad irrenunciable en
la definición, diseño, ejecución y evaluación de las políticas sociales, al
representar el único elemento de equilibrio entre interese diversos. Esto
implica que al definir las prioridades o responsabilidades políticas, sociales
o económicas en cada Nación, la atención de las necesidades básicas en una
vida digna y plena, desarrollo social sustentable, salud, educación,
seguridad, empleo remunerado, apoyo y protección social y emocional,
deben recibir prioridad por sobre otros temas. La responsabilidad del sector
gubernamental, en dichas áreas sociales es irrenunciable e indelegable y
éste puede y debe desempeñarla en conjunto con otros actores sociales pero
sin ceder en ello su papel de garante y actor fundamental.
Por otra parte, el sector tradicionalmente dominado el sector civil, en el
cual hoy consideramos el sector no gubernamental de organización
voluntarias, el sector privado empresarial, los trabajadores y sus
agremiaciones. El primero de estos actores, ésta integrado por miembros
diversos de la comunidad (familias, organizaciones sociales) y es el que
mejor conoce y representa las propias necesidades e intereses.
Por su parte, el sector privado empresarial, posee recursos que, además
de beneficiar a quien los maneja, pueden beneficiar y potenciar a todos los
ciudadanos, si dicho sector es motivado a participar en las estrategias de
desarrollo desde una perspectiva creativa y solidaria (no caritativa y de
beneficencia), con lo cual resultará un mutuo benéfico y un
posicionamiento y relacionamiento más de este sector con los otros
sectores y actores sociales.
El papel de las organizaciones intergubernamentales ya fue señalado en
su importancia fundamental como actores naturales, equilibradores y
promotores del desarrollo social al nivel nacional e internacional. Por su
parte, los profesionales representan el saber técnico que debe ofrecerse
desde una perspectiva de renovación permanente.
En cada de uno de estos sectores, actúan actores cuyas funciones deben
complementarse pero deben estar claramente definidas. Políticos,
planificadores, ejecutivos, empleados, o trabajadores, profesionales, el
ciudadano común, tienen cada uno un saber y un deber decisorio ejecutor
específico.
Todos se constituyen en socios en una tarea de mutuo apoyo y crecimiento,
para lograr resultados que equilibren necesidades y responsabilidades.
La clave del éxito radica en el reconocimiento, respeto mutuo sabiduría en
cada instancia del proceso, y en el establecimiento de reglas que
establezcan equilibrios en un sistema del que todos forman parte.
Aspectos fundamentales para el éxito de esta estrategia es el que todos los
actores respeten las “reglas del juego” y no intenten exceder o adquirir
supremacía en sus expectativas, demandas o poderes con respecto a los
actores del sistema.
Otro elemento importante deriva de una adecuada planificación de tiempos
del proceso: si son demasiados rápidos, pueden distorsionarse códigos o
realidades culturales sin que exista tiempo suficiente para el proceso
necesario de transición y comprensión.
5. CONCLUSIÓN
El desafió que tenemos ante nosotros es gráficamente y compromete la
creatividad y solidaridad personal y colectiva.
La Cumbre para Desarrollo Social se ha planteado metas muy valiosas que
todos debemos contribuir a alcanzar. Trabajar en la prevención y la
erradicación de situaciones de riesgo y vulnerabilidad, junto al esfuerzo en
favor de la inclusión, la no discriminación y una acción social efectiva y
oportuna, parecen ser una clave. No es fácil lograrlo, pero el Modelo que
hemos compartido, puede constituir un camino.
Descargar