PROBLEMAS EN LAS CLASES DE LENGUA ESPAÑOLA: REFLEXIONES SOCIOPRAGMÁTICAS. Manuel Martí Sánchez Universidad de Alcalá de Henares 0.- PLAN DEL TRABAJO. Este trabajo es un conjunto de reflexiones teóricas muy generales sobre la realidad escolar de las clases de lengua española para alumnos cuya lengua materna es el español. El marco teórico en el que nos movemos corresponde a lo que G.Leech denomina sociopragmática1, término en el que se incluyen varias corrientes. Entre las más destacadas, se 1 .- A esta dirección en la que confluyen pragmática, sociolingüística y etnografía, le puede convenir la definición que A.Wierzbicka da de la primera: "The discipline studying linguistic interaction between 'I' and 'you'" (WIERZBICKA, A.1991: Cross-Cultural Pragmatics. The 1 encuentra la etnografía de la comunicación, desde la que se ha estudiado mucho la problemática escolar2. 0.1.- El éxito escolar3 del alumno. Las competencias lingüística y comunicativas. El triunfo académico del alumno4 pasa por la satisfacción de unos determinados objetivos. Aunque ahora sea muy corriente hablar también de procedimientos y actitudes, lo cierto es que, entre esos objetivos, destaca el alcanzar unos determinados conocimientos, manejarlos de forma productiva y expresarlos adecuadamente. Tales objetivos no pueden lograrse sin la posesión por parte del alumno de las herramientas indispensables. Nos referimos, en este caso, a la posesión de Semantics of Human Interaction, Berlin-N.York, Mouton de Gruyter, 5). 2 .- Vid., por ejemplo: GREEN, J. & WALLAT, C.(eds.): Etnhography and Language in Educational Settings, Norwood, N.J.; Ablex Pub. Co. 3 .- La idea de fracaso escolar está directamente relacionada con la de rendimiento académico (RODRIGUEZ DIEZ, J.L. & GALLEGO RICO, S. (1992): Lenguaje y rendimiento académico, Salamanca, Edics. de la Univ., 7-26). 4 .- Las observaciones de este trabajo se han efectuado especialmente pensando en el alumno de enseñanza media, aunque -creemos- pueden extenderse en cierto grado al universitario, particularmente al del primer ciclo. Sobre la enseñanza de la lingüística española a los estudiantes universitarios, puede verse MILLÁN CHIVITE, A.(1991): Estudios de didáctica de la lengua española para universitarios, Sevilla, Univ., especialmente, 18-20. Para las habilidades lingüísticas con las que acceden los alumnos a la universidad: URRUTIA, H.: "Evaluación de la madurez lingüística en una muestra de egresados de Enseñanza Media", en Nuevo discurso de las letras. Jornadas de lengua y literatura, Bilbao, Univ. de Deusto/Asoc. de Profesores de Español, 95-110. Acerca de los procedimientos existentes para medir la madurez sintáctica es útil la información que suministra LÓPEZ MORALES, H.(1993): "Producción de textos escritos: el modelo integral", en Actas del I Congreso Int. sobre la enseñanza del español, Madrid, CEMIP, 2 unos conocimientos y habilidades que podemos denominar -en un sentido muy amplio- lingüísticos. Estos conocimientos y habilidades lingüísticos suponen la posesión de: a)la competencia lingüística necesaria para seguir las explicaciones del profesor y de los trabajos escritos de la disciplina; para entender los requerimientos de uno y otro, y responder de forma adecuada. La competencia lingüística necesaria para disponer del material preciso (una lengua interiorizada), con la que realizar las diversas operaciones metalingüísticas que se implican en la aplicación de la teoría de la lingüística en los ejercicios prácticos (juicios de gramaticalidad, conmutaciones, permutaciones, paráfrasis, elisiones y catálisis); o, al menos, para entender las operaciones metaligüísticas de profesor y libro. Además, ha de poseer la competencia lingüística que ya, como objeto en sí misma de evaluación, ha de mostrar a través de determinados ejercicios (redacciones, ejercicios del idioma) y, en general, en todos los mensajes que intercambie con el profesor, muy fundamentalmente en los exámenes5. 119-133. 5 .- Sobre toda esta cuestión remitimos a nuestro artículo inédito: "Ante la Reforma: factores lingüísticos del fracaso escolar en la enseñanza de la lengua española en las EE.MM.", cuya versión reducida esperamos ver publicada alguna vez en las Actas del I Congr. Int. sobre la enseñanza del español, II, CEMIP. Vid. también: CAZDEN, C.B.(1988): The language of teaching and learning, Portsmouth, N.H., Heinemann. 3 b)la competencia comunicativa6 precisa para comunicarse apropiadamente en el seno de los actos comunicativos que se generan a lo largo de la enseñanza de la asignatura. Tal competencia supone en el alumno unos conocimientos y unas habilidades concretas en el manejo de los signos lingüísticos y de los signos extraverbales, que, combinados con los primeros, aparecen en la interacción verbal humana7. Además, el alumno debe contar con el lenguaje interior y del pensamiento que se corresponden con el nivel de competencias lingüística y comunicativa exigidas. 0.2.- La relación entre las competencias lingüística y comunicativa. Naturalmente, ambas competencias no existen como entidades aisladas. La lingüística forma parte de la comunicativa, difuminándose sus perfiles, a veces, dentro de 6 .- Este concepto, central en la etnografía de la comunicación y hoy día repetido ad nauseam, procede de D.Hymes ("On Communicative Competence, paper presented at the Research Planning Conference on Language Development among Disadvantaged Children, Yeshiva Univ., 1966). Más información sobre la competencia comunicativa: MORENO FERNÁNDEZ, F.(1988): Sociolingüística en EE.UU. (1975-1985). Guía bibliográfica crítica, Málaga, Ágora, 19, n.11; SAVILLE-TROIKE, M.(1992): "Communicative Competence", in W.Bright(ed.): Oxford International Encyclopaedia of Linguistics, Oxford Univ. Press, 273. 7 .- COSERIU, E.(1988): Competencia lingüística, editado por H.Weber, trad. esp., Madrid,Gredos, 1992, 92. 4 ésta8. Este hecho se observa muy bien cuando se repara en las habilidades y conocimientos que se necesitan para la comprensión de un enunciado y, por tanto, para su emisión9. A pesar de esta indistinción real, vamos a mantener la distinción concentrando nuestra atención en la competencia comunicativa, la que posee el alumno y la que debe poseer. Naturalmente, no trataremos el extensísimo conjunto de cuestiones relativas a la competencia comunicativa e implicadas en la actividad escolar10. Tan sólo, desde la perspectiva del alumno efecturaremos unas consideraciones generales y trataremos un punto particular. 8 .- LYONS, J.(1977): Semántica, trad. esp., Barcelona, Teide, 1980, 514; HUDSON, (1980): La sociolingüística, Barcelona, Anagrama, 1981, 231. 9 .- "Se ha podido comprobar quela comprensión del discurso es fruto de la interacción de de procesos cognitivos de diferentes niveles (perceptivos, sintácticos y semánticopragmáticos), y tiene como resultado la construcción de una representación mental, un modelo del estado de cosas descrito. Este modelo es construido activamente por el sujeto, quien necesita para ello integrar el propio discurso con los conocimientos previos de diferentes tipos (conocimiento general del mundo, conocimiento específico del tema, conocimientos retóricos, conocimientos estratégicos que él mismo aporta a esa comprensión"(GARCIA MADRUGA, J.A.(1991): "El enfoque computacional en el estudio del desarrollo de la mente", Rev. de Occidente, abril, 1991, 119, p.62). 10 .- El estudio de los aspectos comunicativos de la enseñanza se halla auténticamente de moda en las investigaciones y estudios didácticos. Vid., como muestra mínima, MARTINEZ MARIN, J.: "El concepto de competencia comunicativa y la enseñanza de la lengua", Actas del IV Congr. Nac. de Lingüística Aplicada; LOPEZ ORTEGA, R. & ALVAREZ RODRIGUEZ, R.(eds.) (1989): Communication Theory and language teaching practice, Salamanca, Univ.; LOMAS, C. & OSORO, A. & TUSON, A.(1993): Ciencias del lenguaje, competencia comunicativa y enseñanza de la lengua , Barcelona, Paidós. 5 1.- LA COMPETENCIA COMUNICATIVA. 1.1.- Caracterización general. La competencia comunicativa11 supone el conocimiento de quién puede y quién no puede hablar en ciertos contextos y situaciones, cuándo hablar y cuándo permanecer en silencio, a quién puede hablarse, cómo hacerlo según el interlocutor, qué signos extraverbales emplear, qué rutinas12, cómo preguntar y dar información, cómo realizar una petición, cómo imponer orden ... En una palabra, todo lo que supone el uso del lenguaje y otras dimensiones comunicativas en un marco determinado13. 1.2.- Aplicación del concepto a la realidad escolar. Como puede comprenderse, y así lo han sentido muchos, este concepto de la competencia comunicativa es muy útil para la realidad que está considerándose; pues es factible definir una clase como una situación comunicativa, por cierto bastante 11 .- Seguimos a M.Saville-Troike: 21. 12 .- COULMAS, Fl.(ed.): Conversational Routine. Exploration in Standardized, Communication Situations and Prepatterned Speech, The Hague, Mouton, 1981. En esta obra se incluye el trabajo de P.Griffin y H.Mehan "Sense and Ritual in classroom Discourse", pp.217-213. 13 .- El trabajo de A.Wierzbicka (Cross-Cultural Pragmatics. The Semantics of Human Interaction, Berlin-N.York, De Gruiter, 1991) es una sugestiva introducción a muchas de estas cuestiones de la interacción verbal desde la perspectiva de las diferencias culturales 6 peculiar14. El estudiante, si no quiere fracasar o encontrar dificultades dificultades, ha de seguir ciertas normas conductuales. M. Saville-Troike15 -siguiendo a Wallat- señala las siguientes relativas al comportamiento lingüístico: "Hablar positivamente a los otros, hacer comentarios positivos al profesor; hablar positivamente de las cuestiones académicas; contestar o intentar contestar a las preguntas, hacer los deberes". En lo que respecta a los actos extraverbales, indicadores de la misma actitud de los actos lingüísticos mencionados, estarían: sentarse derecho, sonreír al profesor, usar el cuerpo para mostrar atención, mostrar con el cuerpo dominio de uno mismo, no molestar al profesor mientras éste habla16. A las normas -lingüística s y extralingüísticasreferidas pueden añadirse otras particularmente pertinentes. No hablar sólo de lo que le interesa a uno, ser explícito lingüísticamente, no rimitir a un contexto y una situación no compartidos, no recurrir a los signos extraverbales en entre los pueblos. 14 .- STUBBS, M.(1983): Análisis del discurso, trad. esp., Madrid, Alianza, 1987, 56-7, 68 15 .- The Ethnography of Communication. An Introduction, N.York-Oxford, B.Blackwell, 2nd. ed., 1989, 259 (la traducción es nuestra. M.M.). 16 .- Ibid., 260. 7 sustitución de los lingüísticos17. Desde luego, la competencia comunicativa que debe poseer nuestro alumno reclama de éste el manejo de lo que llama Halliday un lenguaje desarrollado. Así lo define: "aquel que se utiliza libremente en todas las funciones a las que el lenguaje sirve en la sociedad de que se trate. Correspondientemente, un lenguaje no desarrollado sería aquel que sólo sirviera a alguna de esas funciones y no a todas"18. 2.- DESAJUSTES ENTRE LA COMPETENCIA COMUNICATIVA POSEIDA Y EXIGIDA. 2.1.- Competencia comunicativa y cultural. 2.1.0.- Planteamiento general. Como ocurre con la competencia lingüística, la competencia comunicativa pedida en la enseñanza media exige un esfuerzo al alumno de adquisición, a veces, muy costoso19. Nos 17 .- Ibid., 256-7. Vid. también CUADRA, J.(1985): "La técnica de la redacción", en GIMENEZ, G. y otros: Aspectos didácticos de L.Española, 1, Zaragoza, I.C.E. de la Univ. de Zaragoza, 82. 18 .- El lenguaje como semiótica social. La interpretación social del lenguaje y del significado, México, Fondo de Cultura Económica, 253. 19 .- Acerca de la adquisición de la competencia comunicativa: SAVILLE-TROIKE, M.: Ibid, cap. 6, especialmente, 256-260; ROMAINE, S.(1984): The language of Children and Adolescents. The Acquisiton of of Communicative Competence, Oxford- N.York, 8 detendremos sólo en dos cuestiones. Una muy general, la relación entre competencia comunicativa y cultural, lo que reforzará nuestra opinión del origen cultural de muchas de las situaciones de fracaso escolar, encubiertas o manifiestas. Otra más particular, relacionada con las habilidades que la competencia comunicativa supone, en concreto, la construcción de textos escritos. 2.1.1.- La competencia cultural. Es un hecho cierto, como indica la tantas veces citada Saville-Troike, queΑ"la competencia comunicativa debe ser incluido en la noción de competencia cultural, o total conjunto de conocimientos y habilidades que los hablantes llevan a un situación"20. En efecto, la competencia comunicativa pedida al alumno, y que tanta importancia tiene en su éxito o fracaso, está vinculada a un tipo de cultura, entendida ésta, en la línea de los antropólogos, como "un sistema de conocimiento de la realidad que programa y organiza el comportamiento de los individuos en la sociedad"21. En concreto, suele repetirse "que la escuela es básicamente una institución de la clase media en B.Blackwell. 20 .- Ibid., 22 (la traducción es nuestra. M.M.). 21 .- BUXO, Mª J.(1983): Antropología lingüística, Cuadernos de Antropología, 3, Barcelona, Anthropos, 5. 9 términos de lo que se valora y estimula"22. Las implicaciones de este más que supuesto son graves, pues, claro está, sitúan en desventaja a los alumnos que no pertenecen a la cultura de la escuela, ya que la clase social asociada a dicha cultura no es la suya. Y si falla la base cultural, también fallará la competencia comunicativa deseada. Saville-Troike ha articulado el concepto de dinomia -de forma paralela al de diglosia- para referirse al hecho de que dentro de una misma sociedad monolingüe, coexistan dos competencias comunicativas asociadas a dos culturas diferentes23. Quizá a la realidad apuntada por este concepto correspondan -al menos, parcialmente- los frecuentes malentendidos entre profesor y alumnos, concediendo uno de ellos una intención24 a determinados mensajes del otro, que no le había dado25. 22 .- EDWARDS, J.(1990): "Language in Education, en GILES, H. & ROBINSON, W.P.(eds.): Handbook of Language and Social Psychology, Chichester, J.Wiley and Sons, 1990, 481. En este punto, ha insistido mucho B.Bernstein (Langage et classes sociales. Codes socio-linguistiques et contrôle social, trad. fr., Paris, Minuit, 1975, 31, 39). Puede consultarse también OSORO, C.: Apuntes para un método en la enseñanza de la lengua y la literatura en educación secundaria, 23. 23 .- Ibid., 56-7. 24 .- Sobre este concepto pragmático: ESCANDELL, Mª V.(1993): Introducción a la Pragmática, Barcelona, U.N.E.D./Anthropos, 40-44. 25.- BERNSTEIN, B.(1971): Langage et classes sociales. Codes socio-linguistiques et 10 También con la dinomia tienen que ver otros hechos como la diferente presencia del silencio entre los distintos tipos de alumnos26, o el empleo de los signos extraverbales27. Bernstein, insistiendo en estas cuestiones, vincula las diferencias culturales con la mayor o menor explicitud en las respuestas, el mayor o menor empleo del lenguaje para ciertas funciones28. 2.1.2.- La irrelevancia de los mensajes emitidos por el profesor (con especial referencia al profesor de lengua española). Destacan una y otra vez la psicolingüística y la pragmática la necesidad para la comprensión de un mensaje de un territorio común -el término es de Austin- entre emisor y receptor. Para que se dé una comunicación feliz, ambos deben compartir unos ciertos conocimientos, unos ciertos contextos de referencia; sin este territorio común, el receptor no puede interpretar correctamente el mensaje. contrôle social, ..., 51-2. 26.- Sabemos que el silencio recibe distintas valoraciones en las diferentes culturales (cfr. RAMIREZ GONZALEZ, J.L.(1992): "El significado del silencio y el silencio del significado", en CASTILLA DEL PINO, C.(comp.): El silencio, Madrid, Alianza, 15-45). La relación del silencio con el éxito escolar no sólo se limita a la valoración que de él hace el profesor; el silencio es capital para el desarrollo del pensamiento superior. 27.- Cfr. BAUMGRAIZ, G.(1992): Compétence transculturelle et échanges éducatifs, Paris, Hachette-FLE; CHAMBEAU, F.(1993): "Interculturel, gestuelle et proxemique", Boletín informativo de lenguas, C.E.P. Villaverde (Madrid), 8-9. 28.- Ibid., 113. 11 Esta incomunicación como resultado de la falta de un territorio común presenta muchos grados, y todos ellos se dan en la escuela. El origen de este fenómeno hay que buscarlo en las diferencias culturales profesor-alumnos. Aceptando esta situación y su frecuencia, no puede extrañar que para numerosos alumnos, los mensajes vertidos en las explicaciones profesorales resulten especialmente aburridos y alejados de su mundo, es decir, de su cultura. En términos más técnicos, para numerosos alumnos, gran parte de los mensajes que reciben en la enseñanza son irrelevantes29. Esto supone que, desde su punto de vista, sean mensajes muy poco informativos, y, por tanto, que sientan desproporcionada la relación entre la recompensa que reciben al descifrarlos con el esfuerzo que han de desarrollar. Esta irrelevancia de los mensajes que reciben los alumnos es muy acusada en asignaturas y estudios como la lingüística o la lengua española. Existe toda una tradición acerca de la inutilidad del estudio de la lengua materna, cuya adquisición se considera espontánea. Los orígenes de esta tradición 29.- El calificativo de irrelevantes está empleado en el sentido técnico con que se maneja en Pragmática (SPERBER, D. & WILSON, D.(1986): Relevance. Communication and Cognition, Cambridge, Harvard Univ. Press. Una sintética explicación de la relevancia se encuentra en REYES, G.(1990): La pragmática lingüística. El estudio del uso del lenguaje, Barcelona, Montesinos, 72-82. En esta dirección puede resultar muy sugerente KEMPSON, R.(1988): "La gramática y los principios conversacionales", en NEWMEYER, F.J.(comp.): Panorama de la lingüística moderna de la Univ. de Cambridge, II, trad. esp., Madrid, Visor, 190-2. 12 arrancan ya de las primeras gramáticas romances; en nuestros días, tal tradición permanece30. Por otra parte, se ha estudiado el característico desinterés hacia el lenguaje de ciertos grupos sociales31 y caracteriales32. Asimismo, esta cuestión se ha puesto en relación con las diferencias lingüísticas entre hombres y mujeres, con la coincidencia general de que en las mujeres hay una tendencia mayor hacia la corrección lingüística33. Este poco o nulo interés -cuyas raíces nos llevarían muy lejos- de los colectivos apuntados tendría como manifestación no sólo este desinterés por el estudio del idioma materno y por extensión de la lengua segunda, sino también la comisión despreocupada de errores reiterados. 2.1.3.- Cultura y pensamiento (concreto y abstracto). Puede relacionarse la cultura con el pensamiento de esa comunidad y, consecuentemente, con su lengua. Con todas las manifestaciones que se quiera, pues el tema es complicado, 30.- GONZALEZ NIETO, L.(1980): La enseñanza de la gramática, Madrid, Anaya, 9-10, 13. 31.- LOPEZ GARCIA, A.(1988): Psicolingüística, Madrid, Síntesis, 44. 32.- Son interesantes las palabras de G.Salvador sobre la despreocupación del General Franco hacia la lengua, palabras que pueden hacer extensivas a todos los que podían incluirse en su mismo perfil psicológico. 33.- La bibliografía sobre esta cuestión es amplísima y sigue aumentando, como referencia puede verse SILVA-CORVALAN, C.(1989): Sociolingüística. Teoría y análisis, Madrid, Alhambra, 70-1. 13 existe una conexión entre cultura, pensamiento y lengua, en el sentido de que en ciertas culturas se da un menor o mayor desarrollo del pensamiento, lo que se manifiesta en un tipo de lengua. De este modo, la preponderancia en la cultura adulta de un pensamiento abstracto o concreto podría explicar la mayor o menor facilidad del alumno, educado en una determinada cultura, para aprender y manejar los enunciados abstractos con que suelen transmitirse los conocimientos propios de la ciencia. Al tratar estas cuestiones es difícil no recordar algunos de los presupuestos de Bernstein, como la relación entre lengua y ambiente familiar, o el lenguaje como instrumento de socialización. Y los recordamos a pesar de las críticas despiadadas que se les han hecho a las teorías de Bernstein34. 2.2.- La competencia en la elaboración de textos. 2.2.1.- Habilidades textuales y factores intelectuales y socioculturales. 34.- Como decimos, la relación entre ambiente cultural -concepto mucho más útil que el de clase social (cfr. LOPEZ MORALES, H.(1989): Sociolingüística, Madrid, Gredos, 129-133)bajo, cierto tipo de lengua y fracaso escolar está muy unida a la conocida y vapuleada teoría de Bernstein. Sobre ella, vid., por ejemplo, CAZDEN, C.B.(1972): "La situación: una fuente olvidada de diferencias en el uso del lenguaje en función de la clase social", en ALVAREZ MENDEZ, J.M. (ed.): Teoría lingüística y enseñanza de la lengua, Madrid, Akal, 417-435; HUDSON, R.A.(1980): Sociolingüística, Barcelona, Anagrama, 1981, 226230, 234-8; MILROY, J. & MILROY, L.(1990) : "Language in Society: Sociolinguistics", en COLLINGE, N.E.: An Encyclopaedia of Language, London and N.York, Routledge, 499-501; y, especialmente, LOPEZ MORALES, H.: Ibid., 56-63; RODRIGUEZ DIEZ, A. 14 La dificultad en la adquisición de la competencia comunicativa, tan unida al éxito escolar, bien por razones culturales, bien porque sencillamente el alumno no la posee y ha de poseerla35, tiene una evidente manifestación en los problemas de contruir textos relativamente extensos, fudamentalmente escritos36. Es un hecho que mensajes tan importantes en la vida académica com exámenes y trabajos entran dentro de los lenguajes planificados, opuestos precisamente al lenguaje coloquial37. Estos lenguajes planificados exigen el manejo de unas determinadas superestructuras o esquemas38, mediante los cuales se desarrolla un determinado contenido (macroestructura), que ha surgido como el desarrollo de un (1987): Rendimiento, lenguaje y clase social, Sevilla, Univ.. 35.- Bernstein (op. cit., 66) apunta algunas características de la manera de hablar de la adolescencia que recuerdan las del código restringido. Este hecho refuerza el papel del lenguaje como factor de socialización. 36.- Vid. lo que dice G.Giménez al respecto de la redacción en el ámbito escolar (GIMENEZ y otros(1985): Aspectos dinámicos de la enseñanza de la lengua española, Zaragoza, I.C.E. de la univ. de Zaragoza, 13-19). Esta habilidad puede relacionarse con otras netamente textuales como las que indica T. van Dijk: "Un alumno no sólo tendrá que comprender oraciones sino que también deberá aprender de qué manera están organizadas las informaciones de un texto más extenso (...) cómo puede aprender esa modalidad lo más eficazmente posible, cómo se resume adecuada y correctamente un texto y cómo se relacionan finalmente las estructuras textuales con las funciones pragmáticas y sociales de los textos" (La ciencia del texto. Un enfoque interdisciplinar, trad. esp., Barcelona-B.Aires, Paidós, 1980, 228-9). 37.- STUBBS, M.(1983): Análisis del discurso, ..., 46-8, 58. 38.- VAN DIJK, T.: La ciencia del texto ..., cap. 5. 15 tema o célula lingüística fundamental39. Pues bien, el manejo de tales esquemas se halla en consonancia con el grado de desarrollo intelectual40, desarrollo que no puede considerarse en sí mismo, pues se halla unido, como no podía ser menos, a diferencias culturales. Esto es así que los alumnos con menor nivel cultural encuentran mayores dificultades en estas tareas41. 2.2.2.- Creatividad, imaginación y la pensée operatoire. Por otra parte, ese aspecto fundamental en la elaboración de muchos ejercicios y trabajos escritos que es el desarrollo del tema, guarda una fuerte dependencia con la creatividad e imaginación, facultades cuyo desarrollo se ha vinculado también con factores sociales. No obstante, sobre esta cuestión algunos ilustres psiquiatras vienen insistiendo de un tiempo a esta parte en la frecuente visita a sus consultas de jóvenes -sin especificación de su clase social- caracterizados "por la penuria imaginativa en la expresión verbal", junto a otros síntomas como la atonía vital o el desinterés por todo. Son algunos de los síntomas de lo que en Francia se conoce como la 39.- ALBALADEJO, T. & GARCIA BERRIO, A.(1983): "Lingüística del texto", en ABAD, F. & GARCIA BERRIO, A.(coord.): Introducción a la lingüística, Madrid, Alhambra, 223. 40.- VAN DIJK, T.: Op. cit., 230. 41.- HUDSON, R.A.(1980): Sociolingüística, 231-2. 16 pensée operatoire. Lo más preocupante de esta dolencia, que puede relacionarse con lo que otros llaman la depresión esencial, es que quizá guarde relación con cierta atrofia en el hemisferio izquierdo cerebral42. 3.- CONCLUSIONES. En términos de la teoría de los actos verbales, puede concebirse el éxito escolar como el logro de que la comunicación sea feliz, es decir, salga bien, con lo que coincidan las dimensiones alocutiva y perlocutiva43 de los actos comunicativos producidos en tal interacción. Para tal fin, profesor y alumno han de compartir una misma competencia comunicativa, conjunto de conocimientos y habilidades que permiten construir los enunciados concretos adecuados a los fines de las situaciones en que se emiten. Contemplando los hechos desde la óptica del alumno, hemos intentado concretar algo más el conjunto de reglas que entraña esta competencia. Después, se ha perseguido profundizar en las dificultades que encuentra el alumno para la adquisición de esa competencia o, si preferimos, en las consecuencias que le 42.- ROF CARBALLO, J.(1980): "Relación padres e hijos y revolución de la mismidad", en Relación familiar padres e hijos, Madrid, Mº de Cultura/Instituto de Ciencias del Hombre, Madrid, 158-9. Todo el ensayo está lleno de muy interesantes sugerencias que afectan a varios de los problemas tratados aquí. 43.- En un lenguaje más llano, los intentos y los efectos (SAVILLE-TROIKE, M.(1986): 17 acarrea su no adquisición. En este punto, hemos considerado un factor fundamental: la cultura del alumno, entendida ésta en términos antropológicos. Finalmente, hemos estudiado la conexión que existe entre la competencia comunicativa y una actividad académica fundamental, la producción de textos escritos. Aunque no hay mejor maestra que la vida, esperamos que estas líneas permitan entender mejor la realidad de nuestros alumnos. Esta es más compleja que la que puede dar a entender toda esa tópica que suele manejarse ("los alumnos cada vez saben menos", "a los chicos no les interesa nada", "es que no saben escribir", ...). De este modo, quizá nuestras actuaciones podrán ser más razonables y eficaces. Op. cit., 15). 18 19