código de buenas prácticas científicas

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CÓDIGO DE
BUENAS PRÁCTICAS
CIENTÍFICAS
FUNDACIÓN DE APOYO A LA INVESTIGACIÓN
CIENTÍFICA DEL ESTADO DE SÃO PAULO
CÓDIGO DE
BUENAS PRÁCTICAS
CIENTÍFICAS
2012
FAPESP
Fundación de Apoyo a la Investigación Científica
del Estado de São Paulo
Celso Lafer
Presidente
Eduardo Moacyr Krieger
Vicepresidente
Consejo Superior de la FAPESP
Celso Lafer
Eduardo Moacyr Krieger
Herman Jacobus Cornelis Voorwald
Horacio Lafer Piva
José de Souza Martins
José Tadeu Jorge
Luiz Gonzaga de Mello Belluzzo
Maria José Soares Mendes Giannini
Sedi Hirano
Suely Vilela Sampaio
Vahan Agopyan
Yoshiaki Nakano
Consejo Técnico Administrativo
José Arana Varela
Director Presidente
Carlos Henrique de Brito Cruz
Director Científico
Joaquim José de Camargo Engler
Director Administrativo
Traducción
María del Pilar Sacristán Martín
Revisión
Damian Kraus
Índice
1.Preámbulo ...................................................................... 7
2.Directrices para las actividades científicas ................... 13
2.1. Sobre la concepción, la proposición y la realización
de la investigación ....................................................... 15
2.2. Sobre la comunicación de los resultados de la investigación
y la autoría .. ............................................................... 16
2.3. Sobre el registro, la conservación y la accesibilidad de la
información y los datos .. ............................................... 17
2.4. Sobre el potencial conflicto de intereses ............................. 18
2.5. Sobre la evaluación por pares .......................................... 18
2.6. Sobre la tutoría ............................................................ 20
3. Sobre las malas conductas científicas ............................ 23
4. Sobre la responsabilidad de las instituciones
de investigación.. ............................................................. 27
5. Sobre la alegación, la averiguación y la declaración de
malas conductas científicas............................................. 31
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1. Preámbulo
1. Preámbulo
Este código establece directrices éticas por las que se deben regir las actividades científicas a cargo de los investigadores beneficiarios de ayudas y de
becas de la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São
Paulo (FAPESP), así como la función de evaluador científico desempeñada
por los asesores de la FAPESP. Se aplica igualmente a las instituciones y organizaciones de toda naturaleza, sean públicas o privadas, que se presenten ante
la FAPESP como sedes de actividades científicas (denominadas en el presente
documento de forma genérica como “instituciones de investigación”), y también se incluyen los periódicos científicos apoyados por la FAPESP.
Se entiende por “actividad científica” toda la actuación que tenga como
objetivo, directamente, la concepción y realización de investigaciones científicas, la comunicación de sus resultados, la interacción científica entre investigadores y la dirección o supervisión de procesos de formación de investigadores.
Se entiende por “investigación científica” toda investigación original que
tenga como objetivo contribuir a la constitución de una ciencia. Se entiende
por “ciencia” todo cuerpo de conocimientos racionalmente sistematizado y
justificado, obtenido mediante la utilización metódica de la observación, la
experimentación y el razonamiento. Esta amplia definición se aplica a las denominadas Ciencias Exactas, Naturales y Humanas y también a las disciplinas
tecnológicas y a las que por lo general se incluyen entre las denominadas Humanidades.
Las directrices que se establecen en este código conciernen a una parte
dentro del ámbito de la ética profesional del científico. Atañen únicamente a
la integridad ética de la investigación científica como tal, es decir, a los valores
y estándares éticos de conducta que se derivan directa y específicamente del
compromiso del científico con el propósito propio de su profesión: el de construir de forma conjunta la ciencia como un patrimonio colectivo. Con base en
el principio de que los temas relativos a la integridad ética de la investigación
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deben constituir objeto de autorregulación y autocontrol por parte de la comunidad científica, su codificación es una manera de ayudar a los investigadores a contestar, en determinados casos, a las siguientes preguntas. ¿Cómo
debo orientar mis actividades de investigación para que resulten en la mejor
contribución posible a la ciencia? ¿Cómo debo actuar con relación a otros
investigadores para que la comunidad científica efectivamente desempeñe su
papel y se reproduzca de la mejor manera posible?
Por ello, en este código no se tratarán innumerables aspectos éticamente
importantes de las actividades científicas, es decir, aspectos relacionados con
valores éticos más universales que los estrictamente científicos, los cuales ya se
encuentran normalizados por instrumentos legales específicos, cuya eficacia
les corresponde a las instituciones de investigación asegurar. Se da por sentado en el presente que dichos aspectos deben ser tomados en cuenta por todo
investigador en el curso de sus actividades científicas, así como por todas las
instituciones de investigación. En especial, este código no trata temas referentes a la honestidad en la gestión de recursos económicos ni tampoco abarca
temas que involucran la aplicación de la Bioética, tales como por ejemplo,
el respeto a la integridad física, psicológica y moral de los sujetos de experimentos, el adecuado manejo de los animales necesarios para la realización de
investigaciones y la preservación del medio ambiente y de la salud pública.
No se pretende que este código sea exhaustivo ni susceptible de una mera
aplicación mecánica. En él se presentan definiciones y directrices generales,
cuya aplicación puede requerir interpretación a la luz de las circunstancias especiales en las que las investigaciones se lleven a cabo, y también la consideración conjunta de valores más específicos, derivados de la singularidad de los
distintos campos y modalidades de la investigación científica. En definitiva, se
trata de presentar un conjunto mínimo de preceptos generales que deberán ser
especificados y complementados por las personas e instituciones involucradas
en la investigación científica, según sus condiciones y las necesidades propias.
La experiencia demuestra que las referidas especificaciones y complementaciones demandan en ocasiones un esfuerzo tal en cuanto a interpretación de los
preceptos que se hace necesario recurrir a juicios nada triviales, científicos y no
científicos. Por ello, la aplicación de este código presupone que los investigadores y las instituciones deben mantenerse en un estado de atención constante
respecto a los temas inherentes a integridad ética de la investigación.
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Para la formulación de este código, se contó con la experiencia internacional acumulada en las últimas décadas en lo que concierne al tema de
la integridad ética de la investigación científica. Los resultados de esta experiencia encuentran expresión en los códigos de conducta y manuales de procedimientos adoptados por importantes agencias internacionales de fomento. Pueden mencionarse, entre otros, los manuales de procedimientos de la
National Science Foundation (véase http://www.nsf.gov/oig/resmisreg.pdf)
y los manuales de los National Institutes of Health (véase http://ori.dhhs.gov/
documents/42_cfr_parts_50_and_93_2005.pdf), ambos de Estados Unidos
de América; el código de conducta de los Research Councils UK (véase http://
www.rcuk.ac.uk/documents/reviews/grc/goodresearchconductcode.pdf), del
Reino Unido; el código de conducta de las agencias australianas de fomento (véase http://www.nhmrc.gov.au/_files_nhmrc/publications/attachments/
r39.pdf), y el código de conducta de la European Science Foundation (véase
http://www.esf.org/publications).
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2. Directrices para las
actividades científicas
2. Directrices para
las actividades científicas
Estas directrices se apoyan sobre el principio general de que todo científico es éticamente responsable de los avances de la ciencia. Al concebir, proponer y realizar investigaciones, al comunicar sus resultados y al establecer relaciones de colaboración y tutoría con otros investigadores, el científico debe
conducirse con honestidad intelectual, objetividad e imparcialidad, veracidad,
justicia y responsabilidad. La presunción de que estos valores prevalecen en la
actividad de investigación es inseparable de la presunción de la fidedignidad
de los resultados de tal actividad, y ello se constituye en condición de posibilidad de la construcción, apropiación y usufructo colectivo de la ciencia.
Las directrices que se enumeran a continuación resultan de la aplicación
de estos valores fundamentales a las distintas dimensiones de la actividad
científica.
2.1. Sobre la concepción, la proposición y la realización
de la investigación
2.1.1. Al concebir un proyecto de investigación y al presentarlo ante la FAPESP
para que ésta lo apoye, el investigador debe apuntar a ofrecer un aporte que
considere original y a la vez relevante para el avance de la ciencia.
2.1.2. Al concebir un proyecto de investigación y al presentarlo ante la FAPESP
para que ésta lo apoye, el investigador debe estar convencido de que dispone
de la capacidad científica como para llevarlo a cabo con éxito y también de que
cuenta con los recursos humanos e institucionales necesarios para lograrlo.
2.1.3. Al concebir un proyecto de investigación y presentarlo ante la FAPESP
para que ésta lo apoye, el investigador debe exponer con precisión y objetividad los factores positivos y negativos que, a su juicio, pueden intervenir
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en la determinación del grado de originalidad, relevancia y factibilidad del
proyecto.
2.1.4. Al concebir un proyecto de investigación y presentarlo ante la FAPESP
para que ésta lo apoye, el investigador debe poner de manifiesto la existencia
de todo potencial conflicto de intereses (véase la sección 2.4 a continuación)
que pueda afectar la fidedignidad científica de los resultados relativos al desarrollo del proyecto.
2.1.5. Al concebir y realizar un proyecto de investigación, el investigador debe
echar mano de los procedimientos que evalúe que son, desde un punto de
vista científico, los más apropiados, y debe llevarlos a cabo de la forma que, a
su juicio, sea científicamente la más apropiada, con vistas a lograr los objetivos
científicos perseguidos.
2.1.6. Al realizar un proyecto de investigación en colaboración con otros investigadores o en calidad de miembro de un equipo, el investigador debe
mantener en carácter confidencial los datos y la información recabada, los
procedimientos utilizados y los resultados parciales obtenidos hasta que se
publiquen los resultados finales de la investigación, salvo cuando todos los
colaboradores o todos los coordinadores del equipo autoricen expresamente
su difusión.
2.1.7. Al proponer un proyecto de investigación ante la FAPESP para que ésta
lo apoye, el investigador debe proporcionar toda la información concerniente
a su currículum de manera veraz, completa y precisa.
2.2. Sobre la comunicación de los resultados de la
investigación y la autoría
2.2.1. Al comunicar los resultados de su investigación por medio de un
trabajo científico, el investigador debe exponerlos con precisión. Debe proceder de la misma forma con relación a todos los datos, informaciones y procedimientos que considere que hayan sido relevantes para su obtención y justificación científica En las situaciones en las que dicha exposición no sea posible
por razones éticas o legales, el investigador debe explicitarlo claramente en el
trabajo.
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2.2.2. En un trabajo científico en el que se expongan resultados de una
investigación realizada en situación de potencial conflicto de intereses (véase
la sección 2.4 a continuación) debe constar, de manera evidente y destacada,
la existencia de tal conflicto. En general, en el trabajo se deben indicar todas
las fuentes de apoyo material, sea éste directo o indirecto, que favorecieron la
realización y difusión de la investigación.
2.2.3. En un trabajo científico, se presupone que toda idea o formulación
verbal utilizada – oral o escrita –, que no sea, evidentemente, de dominio público en el campo de investigación del que se trata, constituye un aporte original de los investigadores en tanto autores del trabajo. Si no fuera así, la idea o
formulación debe ser expresamente adjudicada a sus correspondientes autores, con independencia de que éstos ya lo hubieran hecho en trabajo científico.
2.2.4. Todo investigador, al presentar ante un medio para su publicación
un trabajo científico idéntico o sustancialmente similar a un trabajo ya presentado ante otro medio o ya publicado, debe hacerle saber esta circunstancia
al editor de dicho medio en el momento en que se produzca la presentación
del trabajo.
2.2.5. Todo investigador que publique un trabajo científico idéntico o
sustancialmente similar a un trabajo ya publicado debe dejar constancia de
ello, de manera evidente y destacada, en el propio texto del trabajo.
2.2.6. En un trabajo científico deben constar como autores todos y únicamente los investigadores que estén de acuerdo en que conste su nombre y
hayan efectivamente proporcionado aportes intelectuales directos y sustanciales para la concepción o la realización de la investigación cuyos resultados se
presenten en el trabajo. En particular, la cesión de recursos infraestructurales
o económicos para la realización de una investigación (es decir, laboratorios,
equipos, insumos, materiales, recursos humanos, apoyo institucional, etc.) no
es condición suficiente para constar como autor en el trabajo resultante de la
investigación.
2.2.7. Cada uno de los autores de un trabajo científico es responsable
de la calidad científica del trabajo en su conjunto, a menos que en el mismo
queden expresados y definidos con precisión los límites de su contribución
científica para la obtención de los resultados en él expuestos.
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2.3. Sobre el registro, la conservación y la accesibilidad
de la información y los datos
2.3.1. Los datos y la información recabada, los procedimientos utilizados y los
resultados parciales obtenidos en el curso de la investigación deben ser registrados por los investigadores de modo preciso y completo.
2.3.2. Los registros de una investigación se deben conservar de modo seguro,
durante un tiempo considerable, después de haberse publicado los resultados
de la investigación. El tiempo de conservación puede variar según el campo y
las características mismas de la investigación. Pero no debe ser inferior a cinco
años. Los investigadores, así como las instituciones de investigación de las que
forman parte, serán corresponsables de esta conservación.
2.3.3. Los registros de una investigación sobre la que hayan sido planteadas
cuestiones de corrección científica o ética deben ser conservados hasta que
estas cuestiones sean totalmente dirimidas.
2.3.4. Los registros de una investigación deben, tras la publicación de sus resultados, quedar accesibles para otros investigadores, con objeto de que puedan comprobar la corrección de la investigación, y puedan replicarla o continuarla. El acceso podrá limitarse únicamente por razones éticas o legales.
2.4. Sobre el potencial conflicto de intereses
2.4.1. Existe un potencial conflicto de intereses en las situaciones en que coexisten el interés que debe tener el investigador de hacer que la ciencia avance
e intereses de otra índole, aunque éstos sean legítimos y cuando estas situaciones puedan ser razonablemente percibidas –por el investigador o por otras
personas– como conflictivas y perjudiciales para la objetividad e imparcialidad de sus decisiones en el ámbito científico, aun cuando independan de su
conocimiento y voluntad.
2.4.2. En estos casos, el investigador debe sopesar, en conformidad con la naturaleza y gravedad del conflicto, si está apto para tomar las decisiones oportunas y, eventualmente, si debe abstenerse de tomarlas.
2.4.3. En los casos en los que el investigador esté convencido de que un poten18
cial conflicto de intereses no perjudicará la objetividad e imparcialidad de sus
decisiones en el ámbito científico, la existencia del conflicto deberá ponerse de
manifiesto expresamente ante todas las partes involucradas en estas decisiones, en cuanto éstas sean tomadas.
2.5. Sobre la evaluación por pares
2.5.1. Todo investigador acreditado para solicitar ayudas y becas de la FAPESP,
siempre que ésta se lo solicite, debe estar dispuesto a emitir dictámenes de mérito científico sobre temas relacionados con su área o con áreas conexas, salvo
cuando existieran potenciales conflictos de intereses o por motivos de fuerza
mayor.
2.5.2. Todo investigador incumbido por la FAPESP de evaluar, en calidad de
asesor científico, el mérito científico de solicitudes de fomento, informes o temas de cualquier otra clase, debe llevar a cabo su cometido con rigor, objetividad, imparcialidad y celeridad.
2.5.3. Al preparar los dictámenes de mérito científico solicitados por la FAPESP,
siempre el interés por efectuar la mejor evaluación científica del documento
en causa debe prevalecer por sobre intereses de cualquier otra índole, aunque
éstos sean legítimos. En especial, las discrepancias en cuanto a juicios científicos no deben considerarse razones suficientes como para emitir un dictamen
desfavorable al mérito científico del documento que se evalúa.
2.5.4. Todo asesor científico de la FAPESP debe, antes de proceder a una evaluación de mérito científico que se le haya solicitado, sopesar si la realización de
esta evaluación lo involucrará o no en una situación de potencial conflicto de
intereses. En caso afirmativo, el asesor debe abstenerse de realizar la evaluación
y comunicárselo inmediatamente a la FAPESP. En caso de duda, la Dirección
Científica de la FAPESP debe ser inmediatamente consultada.
2.5.5. La FAPESP considera como situaciones inequívocas de potencial conflicto de intereses, entre otras, las que a continuación se exponen.
(a) Q
. ue el asesor participe, haya participado o pretenda participar en el
desarrollo de un proyecto de investigación o propuesta de actividades
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sometidos a su evaluación.
(b) Q
. ue el asesor mantenga o haya mantenido colaboración científica
regular en actividades de investigación o publicaciones con alguno de los
investigadores responsables de la propuesta sometida a su evaluación.
(c) Q
. ue el asesor mantenga o haya mantenido relación formal de tutoría
(dirección de tesis o supervisión) con alguno de los investigadores responsables de la propuesta sometida a su evaluación.
(d) .Que el asesor tenga interés comercial o económico en cuanto al desarrollo o rechazo de la propuesta sometida a su evaluación.
(e) .Que el asesor tenga relación familiar con alguno de los investigadores
responsables de la propuesta sometida a su evaluación.
(f) Q
. ue entre el asesor y alguno de los investigadores responsables de la
propuesta sometida a su evaluación exista o haya existido alguna clase de
relación que pueda ser razonablemente considerada como perjudicial,
en lo que concierne a la objetividad e imparcialidad de dicha evaluación.
2.5.6. La identidad del autor de una evaluación de mérito científico solicitada
por la FAPESP debe tener carácter confidencial, y ser conservada en secreto
tanto por parte del propio autor como por parte de la FAPESP, salvo en el
supuesto de que las partes acuerden otra cosa. En el caso de sus asesores científicos ad hoc, la FAPESP sólo dará conformidad a la violación de la confidencialidad en circunstancias sumamente excepcionales.
2.5.7. Los asesores científicos de la FAPESP deben tratar como confidencial
toda la información a la que hayan tenido acceso exclusivamente en virtud del
desempeño de su función como evaluadores, y no la podrán utilizar para fines
propios, sean ellos científicos o no, salvo mediante acuerdo expreso de los
autores de las propuestas o documentos evaluados. El acuerdo debe llevarse a
cabo con la expresa conformidad y por intermedio de la FAPESP.
2.5.8. La FAPESP deberá ser inmediatamente informada de posibles malas
conductas científicas, o de cualquier procedimiento éticamente inadecuado,
cuando un asesor científico tome conocimiento de éstos en el curso de la evaluación solicitada por la entidad.
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2.6. Sobre la tutoría
2.6.1. Al aceptar la función de tutor formal (director de tesis o supervisor)
de un investigador en formación, el investigador debe estar seguro de que
dispone de competencia científica, tiempo y toda otra condición que sea necesaria para el buen desempeño de esta función. Al desempeñarla, su interés
en brindar al tutelado la mejor formación científica debe prevalecer por sobre
intereses de otra clase, aunque éstos sean legítimos.
2.6.2. Durante el periodo de tutela, los tutores son corresponsables de la calidad científica y ética de las actividades de investigación de sus tutelados, así
como de la comunicación de sus resultados.
2.6.3. Además de ofrecer a sus tutelados orientación y capacitación científica
adecuada, todo tutor debe estimular y promover la participación de éstos en
actividades de educación, capacitación y orientación sistemáticas y regulares
relacionadas con temas inherentes a la integridad ética de la investigación.
Estas actividades, así como la discusión frecuente de tales temas con sus tutelados, deben estar previstas en los planes de actividades de los becarios de la
FAPESP y constituirán un punto importante en la evaluación de las solicitudes de becas que se cursen a esta entidad.
2.6.4. Los tutores deben asegurarse de que los aportes científicos resultantes
de actividades de investigación que dirijan o supervisen reciban siempre el
crédito adecuado a su naturaleza e importancia.
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3. Sobre las malas
conductas científicas
3. Sobre las malas
conductas científicas
Se entiende por “mala conducta científica” toda aquélla proveniente de
un investigador que, intencionalmente o por negligencia, viole los valores y
principios que definen la integridad ética de la investigación científica y de
las relaciones entre investigadores, tal como se encuentran formulados en este
código. La mala conducta científica no se confunde con el error científico cometido de buena fe ni tampoco con discrepancias o desacuerdos honestos en
materia científica.
La gravedad de una mala conducta científica se aquilata según el grado
de evidencia de la intención de defraudar o de acuerdo con la gravedad de la
negligencia con la que haya sido practicado el acto; según la desviación de las
prácticas consensualmente consideradas como aceptables desde un punto de
vista ético por la comunidad científica y según su mayor potencial de daño
con relación a la fidedignidad de los investigadores y de la ciencia en general.
Las malas conductas graves más características y frecuentes se exponen
a continuación.
(a) La fabricación o afirmación de que se obtuvieron o se desarrollaron
datos, procedimientos o resultados que efectivamente no lo fueron.
(b) La falsificación o la presentación de datos, procedimientos o resultados de investigación de manera relevantemente modificada, imprecisa
o incompleta, de forma que ello pueda repercutir en la evaluación del
peso científico que efectivamente otorgan a las conclusiones obtenidas
a partir de ellos.
(c) El plagio o la utilización de ideas o formulaciones verbales, orales o
escritas de otras personas sin que se les asigne, expresa y claramente, el
correspondiente crédito, de modo que esta práctica genere razonablemente la percepción de que estas ideas o formulaciones son de autoría
propia.
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3.1. Ningún investigador debe favorecer, por acción u omisión, que ocurran o
se oculten malas conductas científicas. En caso de duda, el investigador debe
aconsejarse con el organismo competente de su institución de investigación
o en la FAPESP.
3.2. Todo investigador debe colaborar con los procedimientos que tengan
como objeto averiguar posibles casos de mala conducta científica que se estén
llevando a cabo en instituciones de investigación o en la misma FAPESP.
3.3. Ningún investigador debe practicar o favorecer, ya sea por acción u omisión, cualquier acto que pueda ser razonablemente considerado como represalia a una persona que de buena fe informe a una institución de investigación o
a la FAPESP acerca de un caso de posible mala conducta científica o colabore
con su averiguación.
3.4. Se considera como “mala conducta científica” el acto de proporcionar, de
mala fe o por negligencia, una información falsa sobre posibles casos de mala
conducta científica.
26
4. Sobre la responsabilidad
de las instituciones
de investigación
4. Sobre la responsabilidad de las
instituciones de investigación
Las instituciones de investigación comparten con cada uno de los investigadores, de manera individual, la responsabilidad de preservar la integridad
ética de la investigación científica. Estas entidades son las principales responsables de la promoción de una cultura de buena conducta científica entre los
investigadores y estudiantes que a ellas se vinculen, así como de la prevención,
averiguación y penalización de las malas conductas científicas que se produzcan en su ámbito.
4.1. Toda institución de investigación debe contar con políticas y procedimientos claramente formulados para tratar el tema de la integridad ética de la
investigación científica.
4.2. Toda institución que se presente ante la FAPESP como sede de actividades
de investigación debe incluir, en su organigrama, uno o más organismos que
se hagan cargo especialmente de: (a) promover la cultura de la integridad ética de la investigación científica, mediante programas regulares de educación,
difusión, asesoría y capacitación accesibles a todos los investigadores vinculados a ella; (b) averiguar y, llegado el caso, penalizar los posibles actos de mala
conducta científica y reparar los daños científicos que hayan ocasionado.
4.3. En todos los periódicos científicos debe estar prevista la utilización regular de procedimientos para la detección de malas conductas científicas durante la evaluación de trabajos científicos previa a su publicación. La utilización
regular de estos procedimientos será considerada por la FAPESP como un
punto importante a la hora de evaluar las solicitudes de Ayuda para Publicación presentadas ante la entidad. Una vez identificado el caso de mala conducta
científica relacionado con el trabajo de investigación que recibe apoyo de la
FAPESP, los editores del periódico deben inmediatamente informar este hecho tanto a la FAPESP como a las instituciones de investigación a las que estén
vinculados los autores del trabajo científico considerado.
4.4. Cuando haya sido confirmada la mala conducta científica que pueda ha29
ber afectado el valor científico de un trabajo ya publicado en un periódico, dicho medio debe difundir clara y expresamente el hecho y de forma inmediata,
en su número subsiguiente.
5. Sobre la alegación,
la averiguación
y la declaración de malas
conductas científicas
5. Sobre la alegación, la averiguación y la
declaración de malas conductas científicas
5.1. Dado que la integridad ética de la investigación es objeto de autorregulación y autocontrol por parte de la comunidad científica, todo investigador,
al tener sospechas fundamentadas de un posible caso de mala conducta científica relacionada con un trabajo de investigación apoyado por la FAPESP,
debe, en circunstancias normales, informar sobre este hecho a la institución
en la que esa investigación se llevó a cabo o, en circunstancias extraordinarias, directamente a la FAPESP. Se entiende por “alegación de mala conducta
científica” toda información, trasmitida por cualquier medio, sobre posibles
evidencias de casos de mala conducta científica.
5.2. Toda institución de investigación debe definir formalmente procedimientos claros, justos y rigurosos con relación a la recepción y a la averiguación de
alegaciones de malas conductas científicas. En este código se formula un conjunto mínimo de directrices que deberán cumplirse en el caso de alegaciones
de mala conducta científica relacionada con investigaciones apoyadas por la
FAPESP, sin perjuicio del cumplimiento de otras prescripciones eventualmente establecidas por la institución.
5.3. En toda institución de investigación científica debe existir un organismo
que se haga cargo exclusivamente de recibir las alegaciones de mala conducta
científica relacionadas con las investigaciones realizadas en el ámbito de dicha
institución, evaluar el grado de fidedignidad y especificidad de estas alegaciones y, llegado el caso, iniciar y coordinar la averiguación de los hechos alegados. A este organismo en el presente documento se le denominará “organismo
encargado”.
5.4. Evaluación preliminar. Al recibir una alegación de mala conducta científica relacionada con investigaciones apoyadas por la FAPESP, el organismo
encargado deberá iniciar un procedimiento de evaluación preliminar, con objeto de determinar: (a) si la definición de mala conducta científica se aplica
a los hechos alegados; (b) si la alegación es lo suficientemente fidedigna y
específica para, eventualmente y junto a otras informaciones disponibles o
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fácilmente accesibles, hacer plausible la existencia de evidencias de que los
hechos alegados efectivamente se produjeron y, por ello, justificar el inicio de
un procedimiento de averiguación formal.
5.4.1. Por lo común, un procedimiento de evaluación preliminar debe
llevarse a cabo en un término no superior a 30 días, contado desde la
fecha en que se admita la alegación.
5.4.2. Una o más personas, formalmente designadas por el organismo encargado para el cometido, deben iniciar un procedimiento de evaluación
preliminar. Estas personas contarán con el conocimiento especializado
requerido por la naturaleza de la alegación y no podrán tener potenciales conflictos de intereses que puedan ser razonablemente considerados
como perjudiciales para la imparcialidad de la evaluación.
5.4.3. En el caso de alegación de malas conductas científicas consideradas graves por el organismo encargado, en conformidad con los criterios
definidos en el apartado 3 precedente, el procedimiento de evaluación
preliminar debe ser conducido por una comisión integrada por, como
mínimo, tres personas. Toda alegación de fabricación, falsificación o
plagio (según las definiciones previstas en el punto 3 anterior) debe ser
considerada como alegación de mala conducta científica grave.
5.4.4. Al terminarse el procedimiento de evaluación preliminar, el responsable de su conducción debe exponer y justificar las conclusiones del
procedimiento mediante un informe circunstanciado.
5.4.5. Si en la evaluación preliminar se concluye que la posibilidad de
haber ocurrido malas conductas científicas es plausible, el organismo
encargado debe de oficio notificar a los imputados de mala conducta y
a la FAPESP sobre la existencia y la naturaleza de la alegación, mediante
el envío del informe en el que consten las conclusiones de la evaluación
preliminar. Asimismo, debe iniciarse, de modo inmediato, un procedimiento formal de averiguación de las malas conductas alegadas, a menos
que los imputados admitan que ocurrieron y se hagan responsables íntegramente de ellas. En el supuesto de que lo admitieran, la constancia de
que ocurrieron debe adjuntarse al informe de la evaluación preliminar
y, en seguida, comunicada a la FAPESP. En situaciones extraordinarias,
cuando la notificación inmediata de los imputados pudiera claramente
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perjudicar el procedimiento de averiguación de los hechos alegados, el
envío de la notificación prevista al inicio de este apartado podrá ser aplazado, siempre por el más corto tiempo posible claramente justificable
por las necesidades del procedimiento.
5.4.6. En el caso de alegación de malas conductas consideradas graves,
con independencia de las conclusiones obtenidas en el procedimiento de
evaluación preliminar, la existencia y la naturaleza de la alegación deben
ser comunicadas a la FAPESP y debe enviarse a esta entidad el correspondiente informe de la comisión que haya conducido el procedimiento.
5.4.7. Para casos de alegación de malas conductas científicas no consideradas graves, si en el procedimiento de evaluación preliminar se concluyera que esta alegación corresponde sustancialmente a controversias
de investigadores entre sí o con cualesquiera otras personas, sean físicas
o jurídicas, el organismo encargado debe tratar de dirimir estas controversias mediante procedimientos de mediación y arbitraje. Solucionadas
tales controversias, se podrá considerar el caso cerrado, siempre y cuando no se hayan ocasionado potenciales perjuicios a terceras personas. El
organismo encargado deberá hacerle saber a la FAPESP la existencia y la
naturaleza de la alegación y la solución encontrada para las controversias.
5.5. Procedimiento formal de averiguación. Un procedimiento formal de averiguación de malas conductas científicas se destina a:
(a) recabar y evaluar evidencias y otros elementos de convicción, tales
como declaraciones e informes técnicos de consultores ad hoc, que sean
relevantes para establecer el grado de probabilidad de que se hayan producido las malas conductas alegadas;
(b) determinar, con base en la ponderación de las probabilidades, si las
evidencias y otros elementos de convicción considerados como favorables a la conclusión de que las malas conductas alegadas hayan efectivamente ocurrido no prevalecen sobre los desfavorables;
(c) determinar, en caso de que prevalezcan los aspectos que apuntan hacia la existencia de malas conductas, el grado de gravedad de éstas y el de
responsabilidad que debe asignarse a los imputados;
(d) proponer medidas de penalización y de corrección que deberán ser
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adoptadas por la institución de investigación, relacionadas con los perjuicios científicos resultantes de las malas conductas alegadas.
5.5.1. Usualmente, un procedimiento formal de averiguación debe llevarse a cabo en un término no superior a 90 días, contado desde la fecha
de conclusión del procedimiento de evaluación preliminar.
5.5.2. El inicio de un procedimiento formal de averiguación debe ser inmediatamente notificado a los imputados y a la FAPESP. Esta notificación no se confunde con la prevista en el apartado 5.4.5 precedente.
5.5.3. El procedimiento formal de averiguación debe ser conducido por
una o más personas formalmente designadas por el organismo encargado para el cometido. Estas personas contarán con el conocimiento
especializado requerido por la naturaleza de la alegación y no podrán
tener potenciales conflictos de intereses que puedan ser razonablemente
considerados como perjudiciales para la imparcialidad de la evaluación.
5.5.3.1. En el caso de alegación de malas conductas científicas consideradas graves, el procedimiento formal de averiguación debe ser
llevado adelante por una comisión integrada, como mínimo, por
tres personas, quienes no hayan participado de la conducción del
procedimiento de evaluación preliminar. Por lo menos uno de los
miembros de la comisión no podrá estar vinculado formalmente
con la institución de investigación involucrada.
5.5.4. Todo procedimiento formal de averiguación debe ser riguroso, imparcial y justo, y se les asegurará a los imputados el derecho irrestricto de
defensa. Durante el procedimiento, los imputados deberán tomar conocimiento y ser convocados a manifestarse respecto a todas las evidencias
y a otros elementos de convicción recabados y evaluados como relevantes para las conclusiones de la averiguación.
5.5.5. La institución de investigación debe asegurar al conductor del
procedimiento formal de averiguación el acceso a todos los registros y
relatos de la investigación con los que se relacionen las malas conductas
científicas, salvo en el supuesto de que estos materiales estén bajo protección legal por cuestiones de confidencialidad.
5.5.6. Todas las personas que tengan participación activa en un proce-
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dimiento formal de averiguación deben manifestar expresamente, y de
antemano, la existencia o inexistencia de todo potencial conflicto de intereses que pueda ser razonablemente considerado como perjudicial a la
imparcialidad de su participación en el procedimiento.
5.5.7. En el curso de un procedimiento formal de averiguación, se deberá
compatibilizar, de un modo ecuánime, el rigor de la averiguación con el
derecho de los imputados relativo a la presunción de su inocencia y a la
preservación de sus reputaciones.
5.5.8. Salvo por motivos de salud y seguridad pública, todo procedimiento formal de averiguación de malas conductas científicas debe llevarse
a cabo con el mayor grado de confidencialidad compatible con su conducción rigurosa y justa. En el curso del procedimiento, todos los que
en él intervengan, con excepción de los imputados, deben mantener la
confidencialidad al respecto de toda la información obtenida en razón
de esta participación. Sólo podrán tener acceso a los relatos y registros
relacionados con el procedimiento la dirección de la institución de investigación y la FAPESP. La identidad de las personas de alguna manera
involucradas en el procedimiento debe ponerse al conocimiento exclusivamente de los que necesiten esta información, con miras a una conducción justa y rigurosa de la averiguación.
5.5.9. Todos los trámites de un procedimiento formal de averiguación,
así como todas las evidencias y otros elementos de convicción recabados
y evaluados, deben ser registrados y conservados por un término no inferior a cinco años. Copias de estos registros, así como de toda información referente al procedimiento, podrán ser requeridas por la FAPESP en
cualquier momento.
5.5.10. Una vez iniciado, un procedimiento formal de averiguación
únicamente podrá interrumpirse en el supuesto de que los imputados
expresamente admitan que ocurrieron malas conductas científicas y se
hagan cargo íntegramente de ellas. En particular, el retiro de una denuncia de mala conducta científica y la disolución del vínculo entre los
imputados y la institución de investigación no implican la interrupción
del procedimiento.
5.5.11. Al terminarse el procedimiento formal de averiguación, el res37
ponsable de su conducción debe exponer y justificar las conclusiones
obtenidas, con fundamento en las evidencias y otros elementos de convicción examinados, mediante un informe final circunstanciado. Dicho
informe debe ser entregado a los imputados para que, en un término no
superior a 30 días, lo puedan comentar, si consideraran conveniente hacerlo. Transcurrido este plazo, el procedimiento formal de averiguación
será cerrado y el informe final correspondiente, con los eventuales comentarios de los imputados al respecto, deberá ser enviado a la FAPESP.
5.6. Manifestación decisoria. Con fundamento en el informe final del procedimiento formal de averiguación y en los cometarios formulados por los imputados al respecto, o en la confesión expresa de éstos, la institución de investigación debe preparar una manifestación decisoria circunstanciada y justificada,
en la cual deberán constar las conclusiones a que llegó sobre los puntos (b),
(c) y (d) del apartado 5.5 anterior. En su caso, deben constar igualmente en la
manifestación decisoria las medidas de penalización y de corrección relacionadas con los perjuicios científicos ocasionados por las malas conductas del caso.
Estas medidas deberán adoptarse como consecuencia del reconocimiento de la
ocurrencia de las malas conductas.
5.6.1. Usualmente, la emisión de la manifestación decisoria debe llevarse
a cabo en un término no superior a 60 días, contado desde la fecha de
cierre del procedimiento formal de averiguación.
5.6.2. La gravedad de las medidas de penalización y de corrección que se
adoptarán como consecuencia del reconocimiento de la ocurrencia de
las malas conductas científicas debe ser proporcional a la gravedad de las
malas conductas cometidas.
5.6.3. Una vez emitida, la manifestación decisoria debe ser inmediatamente enviada a la FAPESP.
5.7. La FAPESP y las instituciones de investigación son corresponsables por
asegurar que toda alegación de mala conducta científica – relacionada con la
investigación que la FAPESP apoya – sea adecuadamente evaluada e investigada, y, si fuese el caso, se adopten las medidas de penalización y de corrección
aplicables.
5.7.1. La FAPESP recibirá formalmente toda alegación de mala conducta
relacionada con la investigación que apoye, encaminada por la instituci38
ón en la que tal investigación se realice o se haya realizado, o directamente
enviada por cualquier persona u otra institución. Al recibir directamente
una alegación, o al tomar conocimiento de ella, por cualquier medio, la
FAPESP inmediatamente notificará sobre la existencia y la naturaleza
de la alegación a la institución en la cual se realice o se haya realizado la
investigación, para que esta lleve a cabo los procedimientos previstos en
el presente código.
5.8. Sobre toda alegación de malas conductas científicas relacionadas con la
investigación que recibe su apoyo, la FAPESP podrá, en cualquier momento
y a su discreción, iniciar y realizar procedimientos independientes de evaluación y averiguación. La conducción de estos procedimientos deberá seguir,
mutatis mutandis, las directrices que forman parte integrante de los apartados
5.4 y 5.5 precedentes.
5.9. Al tomar conocimiento de una alegación de mala conducta científica, la
FAPESP podrá, considerando la gravedad de las malas conductas alegadas y
las evidencias disponibles al respecto, suspender temporalmente la ayuda o la
beca relacionada con esta alegación, siempre y cuando esta práctica se haga
necesaria para proteger los intereses de la ciencia o para la preservación de la
salud, la seguridad y los recursos públicos.
5.10. Sobre cada alegación de malas conductas científicas recibidas y juzgadas
como pasibles de investigación, la FAPESP emitirá su propia manifestación
decisoria, con observancia, mutatis mutandis, de las directrices que figuran en
el apartado 5.6 precedente. Para emitir este documento, la entidad tendrá en
cuenta: el informe final del procedimiento formal de averiguación llevado a
cabo por la institución de investigación científica involucrada y también los
comentarios de los imputados al respecto; la manifestación decisoria emitida
por la institución de origen; las conclusiones del procedimiento de averiguación independiente, eventualmente realizado por la FAPESP, así como los comentarios de los imputados al respecto.
5.10.1. Las medidas de penalización que la FAPESP puede imponer a los
autores de malas conductas incluyen, entre otras, las siguientes: el envío
a los autores de carta de reprimenda, la suspensión temporal de la prerrogativa de solicitar ayudas y becas ante la FAPESP y la devolución de
los recursos otorgados por la FAPESP a los autores para la realización de
39
investigaciones que se relacionen con las malas conductas consideradas.
5.10.2. Las medidas de corrección que la FAPESP puede adoptar – relacionadas con los perjuicios científicos ocasionados por las malas conductas en cuestión – incluyen, entre otras, las siguientes: la exigencia de
corrección de los registros e informes de las investigaciones relacionadas
con las malas conductas y la notificación de la manifestación decisoria
de la FAPESP a las personas o instituciones potencialmente afectadas por
las malas conductas.
5.10.3. La FAPESP podrá igualmente adoptar medidas de naturaleza
contractual, tales como la cancelación de ayudas y becas vigentes, de las
cuales los autores de las malas conductas científicas sean beneficiarios o
responsables.
5.10.4. La FAPESP les asegura a quienes haya considerado en su manifestación autores de malas conductas científicas el derecho de apelar.
5.11. La Dirección Científica de la FAPESP es un organismo al que le corresponde:
(a) recibir formalmente alegaciones y notificaciones de alegaciones de
malas conductas científicas enviadas a la FAPESP, así como toda la información con ella relacionada;
(b) analizar las conclusiones emitidas en los procedimientos de evaluación preliminar y de averiguación promovidos por instituciones de investigación al respecto de estas alegaciones;
(c) iniciar y coordinar procedimientos independientes de evaluación
preliminar y de averiguación que, a su juicio, la FAPESP deba realizar
con relación a estas alegaciones;
(d) formular y elevar al Consejo Técnico Administrativo (CTA) de la
FAPESP para su apreciación la propuesta de manifestación decisoria que
deberá ser emitida por esta entidad al respecto de las alegaciones consideradas;
(e) enviar al Consejo Técnico Administrativo (CTA) de la FAPESP para
su apreciación, en el supuesto de que lo considere procedente, la propuesta de poner en conocimiento del Ministerio Público la manifestación decisoria emitida por la FAPESP.
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