Documento 702143

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Así se pone de manifiesto en la jornada para pacientes organizada
por el Hospital de Torrejón con motivo del Día Mundial del Cáncer
Ocho de cada diez personas con cáncer padecen
fatiga asociada a su enfermedad o al tratamiento
 Es el síntoma más frecuente e infradiagnosticado,
aunque afecta negativamente a la calidad de vida
04.feb.15.- El Hospital Universitario de Torrejón y la Fundación Grupo IMO
han organizado una jornada para pacientes con motivo del Día Mundial de
Cáncer y bajo el título ¿Es normal sentirme más cansado?. El objetivo de
esta jornada es analizar en profundidad el impacto del síntoma más frecuente
en personas que padecen cáncer, pero a la vez el síntoma más
infradiagnosticado. “La fatiga en las personas con cáncer es un síntoma muy
frecuente y puede afectar a su calidad de vida de un modo determinante. De
hecho, hasta 8 de cada 10 pacientes con cáncer en tratamiento con
quimioterapia o radioterapia padecen fatiga y aunque los motivos de esta
fatiga son muy diversos, puede darse por la propia enfermedad o como
resultado del tratamiento que recibe”, ha explicado el Dr. Parham Khosravi,
del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Torrejón, que
ha añadido cuáles son los principales remedios para diluir este cansancio: “El
ejercicio físico regular, un dieta onco-saludable, recurrir al apoyo psicológico
e incluso en ocasiones, el uso de determinados fármacos. Cada paciente es
distinto y requiere un abordaje singular, pero la aplicación de estas
soluciones puede ayudarle a mejorar la fatiga que siente y, por tanto,
ayudarle a mejorar la calidad de vida”.
Natacha Bolaños, especialista en rehabilitación oncológica del Grupo
Español de Pacientes con Cáncer (Gepac), que también ha intervenido en la
jornada, ha comentado que “los ensayos clínicos han evidenciado una
influencia positiva del ejercicio físico frente al cansancio, reduciéndolo en eun
35 por ciento y mejorarando en un 30 por ciento la vitalidad en personas con
cáncer”. Pero para que el ejercicio físico sea un estimulante de la vitalidad, lo
ideal es realizar una combinación de ejercicios de resistencia y
fortalecimiento. “No es lo mismo el ejercicio físico que la actividad física. Es
muy importante que los pacientes se pongan en manos de profesionales. Lo
difícil es comenzar, y la hoja de ruta de cada pacientes debe ser personal,
tomando en consideración aspectos como su condición física, su edad, otras
enfermedades concomitantes, como la diabetes o cardiopatías, si el paciente
está o no en tratamiento, etc. Pero las pautas son claras: el escenario ideal
es que un paciente realice 150 minutos de ejercicio físico moderado y 75 de
ejercicio vigoroso cada semana”.
Ana Sanz, psico-oncóloga de la Fundación Grupo IMO, ha ahondado
en un elemento clave: “Los factores psicólógicos, como los problemas del
sueño, la ansiedad o el bajo estado de ánimo juegan un papel fundamental
en el mantenimiento de la fatiga en personas con cáncer, incluso pueden
llegar a confundirse. Así, el cansancio suele conllevar que un paciente
abandone actividades, a veces, cierto aislamiento social y, por tanto, un
malestar emocional”. La fatiga puede conducir a una importante sensación de
frustración y con apatía. “Un elevado nivel de ansiedad mantenido en el
tiempo (algo bastante frecuente en los pacientes con cáncer) puede suponer
un gasto energético que impacte de manera negativa en el cansancio,
potenciando la sensación de fatiga”.
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