Así se pone de manifiesto en la jornada para pacientes organizada por el Hospital de Torrejón con motivo del Día Mundial del Cáncer Ocho de cada diez personas con cáncer padecen fatiga asociada a su enfermedad o al tratamiento Es el síntoma más frecuente e infradiagnosticado, aunque afecta negativamente a la calidad de vida 04.feb.15.- El Hospital Universitario de Torrejón y la Fundación Grupo IMO han organizado una jornada para pacientes con motivo del Día Mundial de Cáncer y bajo el título ¿Es normal sentirme más cansado?. El objetivo de esta jornada es analizar en profundidad el impacto del síntoma más frecuente en personas que padecen cáncer, pero a la vez el síntoma más infradiagnosticado. “La fatiga en las personas con cáncer es un síntoma muy frecuente y puede afectar a su calidad de vida de un modo determinante. De hecho, hasta 8 de cada 10 pacientes con cáncer en tratamiento con quimioterapia o radioterapia padecen fatiga y aunque los motivos de esta fatiga son muy diversos, puede darse por la propia enfermedad o como resultado del tratamiento que recibe”, ha explicado el Dr. Parham Khosravi, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Torrejón, que ha añadido cuáles son los principales remedios para diluir este cansancio: “El ejercicio físico regular, un dieta onco-saludable, recurrir al apoyo psicológico e incluso en ocasiones, el uso de determinados fármacos. Cada paciente es distinto y requiere un abordaje singular, pero la aplicación de estas soluciones puede ayudarle a mejorar la fatiga que siente y, por tanto, ayudarle a mejorar la calidad de vida”. Natacha Bolaños, especialista en rehabilitación oncológica del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac), que también ha intervenido en la jornada, ha comentado que “los ensayos clínicos han evidenciado una influencia positiva del ejercicio físico frente al cansancio, reduciéndolo en eun 35 por ciento y mejorarando en un 30 por ciento la vitalidad en personas con cáncer”. Pero para que el ejercicio físico sea un estimulante de la vitalidad, lo ideal es realizar una combinación de ejercicios de resistencia y fortalecimiento. “No es lo mismo el ejercicio físico que la actividad física. Es muy importante que los pacientes se pongan en manos de profesionales. Lo difícil es comenzar, y la hoja de ruta de cada pacientes debe ser personal, tomando en consideración aspectos como su condición física, su edad, otras enfermedades concomitantes, como la diabetes o cardiopatías, si el paciente está o no en tratamiento, etc. Pero las pautas son claras: el escenario ideal es que un paciente realice 150 minutos de ejercicio físico moderado y 75 de ejercicio vigoroso cada semana”. Ana Sanz, psico-oncóloga de la Fundación Grupo IMO, ha ahondado en un elemento clave: “Los factores psicólógicos, como los problemas del sueño, la ansiedad o el bajo estado de ánimo juegan un papel fundamental en el mantenimiento de la fatiga en personas con cáncer, incluso pueden llegar a confundirse. Así, el cansancio suele conllevar que un paciente abandone actividades, a veces, cierto aislamiento social y, por tanto, un malestar emocional”. La fatiga puede conducir a una importante sensación de frustración y con apatía. “Un elevado nivel de ansiedad mantenido en el tiempo (algo bastante frecuente en los pacientes con cáncer) puede suponer un gasto energético que impacte de manera negativa en el cansancio, potenciando la sensación de fatiga”.