Fundamentos teóricos de la formación permanente para directores

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Fundamentos teóricos de la formación permanente
para directores del Nivel de Educación Media en
Venezuela
Theoretical foundations of continuing education
principal of the Middle School Level in Venezuela.
for
Universidad de Ciencias Pedagógicas
“Héctor A. Pineda Zaldívar”
Cuba
Hildred Yasmil Tovar Juárez < [email protected] >
http://www.pedagogiaprofesional.rimed.cu
Ministerio del Poder Popular para la Educación,
Caracas, Venezuela.
ISSN 1684-5765
Volumen 10, no. 2, abril-junio, 2012.
Trimestral
RESUMEN
La formación permanente para los directores del Nivel de E ducación Media en V enez uela es una necesidad en
tanto los directores son generalment e docent es que, por su experiencia y compromiso, asumen el rol de
director pero que no tienen s uficiente preparación para desempeñarse como tal. La aut ora realiza una
investigación que propone un modelo pedagógic o de formación permanente para los directores del Nivel de
Educación Media. En el estudio del problema, encontró aquellos aspectos filosófic os, sociológicos, psicológicos
y pedagógicos que sustentan dic ha formación, los cuales se presentan en el artículo. Resumidamente se puede
precisar que los fundamentos de la formación permanente para los directores del Nivel de E ducación Media
están en la dialéctica materialista, el enfoque histórico cultural y la concepción del proceso pedagógico como
relación entre los sujetos de la formación y los componentes del proceso.
Palabras clave: Dialéctica materialista, enfoque histórico-cultural, formación de directores.
ABSTRACT
Continuing educ ation for principals of the Middle School Level in Venezuela is a need in both the principals are
usually teachers who, by their experience a nd commitment to assume the role of principal but do not have
enough preparation to serve as such. S he conducts research proposes a pedagogical model for c ontinuing
education for principals of the Middle School Level. In the study of the problem, found tho se philosophical,
sociological, psychological and pedagogical supports such training, which are presented in the paper. B riefly,
one may require that the foundations of lifelong learning for the principals of the Middle School Level are in
dialectical materialism, historical cultural approach and conception of the educational process as a relationship
between the subjects of training and process components.
Keywords: dialectical materialism, historical-cultural, training of managers.
Pedagogía Profesional
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INTRODUCCIÓN
La formación permanente para los directores debe ser un proceso centrado en el ser
humano, articulado con las necesidades, intereses y demandas individuales, grupales y
sociales que forje una sólida convivencia y enriquecimiento mutuo, tanto en el plano humano
como en el plano de formación profesional y especialmente en lo pedagógico.
La formación permanente para los directores debe ser visualizada como una preocupación
social compartida, que conlleva a la reconceptualización permanente de la formación
directiva en la que el maestro (como el principal rol del director), aprende a leer e interpretar
su realidad, a adaptar sus conocimientos y reelaborar sus teorías de enseñanza y
aprendizaje, de acuerdo a los contextos socioculturales y bajo el enfoque geohistórico
necesarias para un adecuado desempeño social.
La promoción de la formación de docentes investigadores, es decir directores capaces de
articular la teoría con la práctica con una comprensión profunda de la realidad, que asuman
la investigación en sus diferentes campos, como instrumento para la innovación y el cambio,
tanto del contexto de los ambientes de aprendizaje como de la institución y la comunidad.
Impulsadora de una pedagogía nacional, que responda a la diversidad de las regiones y
culturas de nuestro país, es una necesidad insoslayable.
Es necesario logar que esa formación permanente sea propiciadora de un desarrollo integral
que permita al director ejercer su labor como un compromiso con su comunidad y la
transformación de la misma, que logre desarrollo de una conciencia de la necesidad de
formación y actualización permanente de los directores, con el apoyo de políticas educativas
que fomenten la actualización, innovación y facilitación de una práctica pedagógica que
garantice la formación de directores como agentes transformadores de la realidad social
dirigida a la construcción de la identidad, profesionalidad y vocación docente como directiva.
Además de los antes expuesto, se precisa que la formación permanente para los directores
del Nivel de Educación Media tiene que estar caracterizada por ser:
Un proceso pedagógico: que involucra una relación dialógica entre el aprendizaje y la
enseñanza, la instrucción y la educación, en donde el director intercambia experiencias y
saberes con los demás actores del quehacer educativo: estudiantes (adolescentes),
profesores (con horas de clases determinada), institución educativa organizada con
complejidad, padres y representantes (con probablemente una visión diferente, por el hecho
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de tener hijos adolescentes). Es una relación dialógica, dialéctica, bidireccional, enseñandoaprendiendo y aprendiendo-enseñando.
Ese proceso pedagógico tiene que ser sistémico, sistemático y colaborativo para que pueda
dar respuesta a las necesidades de preparación del director en los campos ideopolítico,
pedagógico e investigativo, áreas del saber que se han identificado como imprescindibles
para lograr la preparación del director de este nivel.
Penetrar en el estudio de la formación permanente para los directores de Educación Media
requiere precisar sus principales fundamentos teóricos, objetivo que persigue el trabajo que
se pone a consideración de los lectores.
DESARROLLO
En los últimos años, Venezuela ha estado viviendo en constantes cambios que han ido
marcando grandes contradicciones en el ámbito social, cultural, político, económico y
educativo. Este último ha generado discusiones en torno a cómo será el nuevo ciudadano
que deberá surgir de las instituciones educativas, especialmente en el último Nivel del
subsistema de Educación Básica, denominado Educación Media.
Para los fundamentos en relación a la formación permanente para directores de Educación
Media que se presentan, se parte de considerar la dialéctica materialista como el método y
fundamento filosófico general que sustenta toda la concepción que se defiende en relación
con el papel de la actividad en ella, en virtud de los postulados marxistas de la relación
Ciencia, Tecnología y Sociedad en el desarrollo de la educación, partiendo de la naturaleza
social de dichos procesos y considerando los criterios planteados por Núñez Jover cuando
plantea primordialmente que “(…)los ciudadanos deben ser educados para aprender a
aprender(…)” 1 que tiene concordancia con lo que establece la Carta Magna de Venezuela.
(1999)
Y para poder recibir todo el potencial educativo que le ofrece la sociedad, es necesario que
exista una estrecha comunicación entre la escuela (para esta investigación, el liceo), la
familia y la comunidad vinculante a la institución educativa que directa o indirectamente
reciben una influencia.
Esto determina la necesidad de contribuir al logro de una formación permanente de los
directores de estas instituciones de educación media desde la actividad científica, como una
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de las formas de ayudar a la solución del problema relacionado con “el desarrollo de
potencialidades y aptitudes para aprender, (…) la reconstrucción e innovación de
conocimiento, de los saberes y de la experiencia (…) la actualización, el mejoramiento, el
desarrollo profesional y personal de los ciudadanos y ciudadanas(…) en la planificación y
ejecución de programas sociales para el desarrollo local” 2
La actividad científica desplegada desde la formación para los directores significaría ir más
allá de realizar planes o proyectos que conlleven solamente a la práctica de observar los
hechos educativos, sino de alcanzar una formación científica actualizada en torno a la
comprensión y análisis sistemático de los hechos, tomando en cuenta la realidad sociohistórica en donde se están desenvolviendo.
Implica ver la ciencia desde una visión más compleja, que dista mucho del positivismo
tradicional, para buscar una cientificidad social y cercana al quehacer educativo (la práctica
como actividad) de los hombres con el fin de crear conocimiento medi ante la práctica
permanente con una perspectiva científica.
La estrecha relación con la Ley Orgánica de Educación (2009) y lo antes expuesto se
establece al referir que la educación es para la vida, es un constante aprender que involucra
a todos los actores sociales y por ende, al encargo que la propia sociedad ha estado
exigiendo por mucho tiempo como es la generación del futuro que está próxima a seguir
estudiando en la universidad o insertarse en el desarrollo económico y tecnológico del país.
En virtud de lo anterior, es determinante la formación permanente que reciba el director del
Nivel de Educación Media para alcanzar estos objetivos que se visualiza en una actividad de
carácter social, político e ideológico.
En este sentido, se destaca que la formación como categoría se relaciona con la práctica
como esencia de la actividad.
La actividad como lo explica Pupo Pupo (1990): “En su expresión teórica, (…) es síntesis
integradora de los momentos objetivo y subjetivo del quehacer humano. Síntesis concreta
que se funda y realiza sobre la base de la realidad objetiva mediada por la práctica. El
movimiento y conversión recíproca de lo ideal y lo material en la relación sujeto-objeto
deviene como proceso y resultado de la práctica social”
3
En el caso que interesa a la presente investigación, la que realiza un director de una
institución de Nivel de educación media, que debe mediar entre lo que sabe y el cómo lo
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hace genera una contradicción en él, porque lo que sabe puede ser un conocimiento
empírico o científico y el cómo lo hace también.
Sin embargo, es importante señalar que lo objetivo es subjetivo en la medida que el director
desarrolla su actividad a partir de imprimir en ella una alta dosis de subjetividad porque la
carga humana y social siempre estará presente; solo la cientificidad de su actividad se
desenvolvería con una metodología que lo revele más objetivo. Y es en esto, donde una
formación continua, sistemática, sistémica y colaborativo conllevaría a una práctica más
consciente de su rol como director.
Alonso Rodríguez (1999) plantea que la actividad humana es una forma superior de lo que es
actividad, que implica la transformación consciente y premeditada del medio hecha por el
hombre en función de sus necesidades. Este autor plantea que la acti vidad humana
trasciende lo que es actividad por sí sola, y desde la visión pedagógica tiene un gra n valor
para la investigación, porque coincide con Pupo Pupo (1999) al explicar la necesidad
consciente y reflexiva de transformar la realidad, en este caso la de formación permanente
de los directores del Nivel de Educación Media.
Continuando con Pupo Pupo: “La práctica es actividad material adecuada a fines. Sus
momentos material, transformador y consciente se funden en una unidad dialéctica, pero ella
misma como sistema está determinado objetiva y materialmente por la realidad natural y
social en que transcurre la acción humana. La práctica es inconcebible sin la necesidad
social, los fines, los medios y condiciones que le sirven de premisa”. 4
Se considera que la actividad que ejerce el director de un plantel de educación de Nivel de
Educación Media, como práctica, ha de transformar a través de una visión crítica y reflexiva,
mediante indicadores ajustados a la realidad educativa esa propia práctica, lo que le
permitirá profundizar en sus conocimientos e impulsar una educación acorde con lo
establecido en los planes nacionales y en la visión de país.
Un sustento básico de la formación permanente de los directores de educación media se
encuentra en el enfoque histórico cultural de Lev S. Vigostky (1896-1934), como teoría del
desarrollo humano, sustentada en la dialéctica materialista. Sus preceptos permiten exponer
la concepción del director como principal rector del proceso pedagógico, del desarrollo
integral de la personalidad de los actores educativos a su cargo, al permitir que se supere la
división entre lo afectivo y lo cognitivo, así como también propiciar el carácter activo y social
del aprendizaje entre todos los miembros de la institución que dirige.
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La mediación, concepto de la teoría vitgostkiana, permite comprender cómo se relacionan el
director y los demás actores del quehacer educativo entre sí (relación sujeto-sujeto), exponer
sus criterios y participar en los asuntos comunes que afectan al colectivo y que dependen en
gran medida de las decisiones que consensuadamente puedan tomarse. El cómo lo hacen,
las herramientas que utilizan, el uso de medios impresos, tecnológicos, entre otros, expresa
la relación sujeto-objeto. La mediación debe estar concebida como un sustento teórico de
cualquier proceso de formación permanente de los directores de Educación Media.
El resultado de los procesos de mediación otorga a cada actor educativo la oportunidad de
desarrollarse integralmente a partir de las experiencias sociales correspondientes al plano
interindividual o interpsicológico, esta parte perteneciente a lo externo, al mundo objetivo, se
transforma como consecuencia de las valoraciones de cada persona, lo que le imprime una
particularidad en cada una de ellas, pasando de esta manera a un plano interno
(internalización) o intrapsicológico donde se desarrolla y consolida su personalidad, la cual se
exterioriza en sus acciones, revelando la relación dialéctica entre lo social y lo individual.
El reflejo de las relaciones que el sujeto establece con la realidad de acuerdo a sus
necesidades lo expresa subjetivamente a través de las vivencias afectivas, a partir de sus
motivos y necesidades. De este modo lo cognoscitivo y lo afectivo conforman una unidad
dialéctica y no pueden existir por separado y deben estar presentes en la formación
permanente de los directores. La formación recibida por los directores, a través de la
formación permanente, no solo conlleva al desarrollo cognitivo de estos, sino que también
debe satisfacer sus necesidades espirituales, es decir, lo afectivo.
Otro aspecto de suma importancia es la unidad de la actividad y la comunicación. El director
debe concebir la comunicación como un aspecto muy importante para desarrollar su
actividad. La unidad actividad-comunicación explica las relaciones del director con su objeto
de trabajo y con los sujetos que en él intervienen, por lo que debe ser tenida en cuenta en el
proceso de su formación permanente.
Es importante señalar que la actividad promueve la interacción con otras personas, tiene
entonces un carácter social que se da a través de un código preestablecido que proporciona
el intercambio de ideas, es decir que está presente la comunicación.
La comunicación es fundamental en un proceso de formación, su relación dialéctica entre
emisor y receptor, así como el mensaje que se transmite bidireccionalmente, se va
complejizando en la medida que surjan factores diversos que lo facilitan o la distorsionan.
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El director debe extraer de sí mismo, a partir de su formación, todos los elementos
necesarios para que funcione la comunicación entre él y su personal docente y demás
componentes que fluya la cooperación y la colaboración conjunta de la actividad vinculada a
la institución.
Otro aspecto esencial aportado por el enfoque histórico cultural lo constituye la concepción
social de la enseñanza recíproca, es el diálogo del maestro y un pequeño grupo de alumnos.
Al principio el maestro modela las actividades, después él y los estudiantes se turnan el
puesto de profesor.
En el caso del director del Nivel de Educación Media, los integrantes de su equipo inmediato
van aprendiendo de él, este a su vez de ellos, al mismo tiempo los demás actores van
comprendiendo y entendiendo a través de esa modelación constante. Desde el punto de
vista de los postulados planteados por Vigotsky y asumido por sus seguidores acerca de la
intersubjetividad, la enseñanza recíproca insiste en los intercambios sociales.
La colaboración entre compañeros refleja la idea de la actividad colectiva. Cuando los
compañeros trabajan juntos es posible utilizar en forma pedagógica las interacciones
sociales compartidas. Los grupos cooperativos son más eficaces cuando cada uno tiene
asignadas sus responsabilidades y todos deben hacerse competentes antes de que
cualquiera puede avanzar.
Por último, una aplicación relacionada con la teoría de Vigotsky y el tema de la cognición es
la de la conducción social del aprendiz, que se desenvuelve al lado de los expertos en las
actividades laborales. Los aprendices se mueven en una Zona de Desarrollo Próximo (ZDP)
puesto que, a menudo se ocupan de tareas que rebasan sus capacidades. Al trabajar con los
versados, estos novatos adquieren un conocimiento compartido de procesos importantes y lo
integran al que ya saben.
Al establecer que el director es un docente que en mayor o menor grado ejerce un liderazgo,
se asumen las ideas expresadas por Prieto Figueroa en su libro Principios Generales de la
Educación se refería al maestro como un líder natural de la comunidad: “…el maestro es un
dirigente nato de las comunidades, tanto por su posición dentro de éstas como por la
capacidad que debe suponérsele si en realidad ha estudiado para el ejercicio de su
profesión, en la cual está implícita una función de orientación y dirección de gente, de grupos
(….) Cuando se tiene criterio de la dirección de grupos y de la educación, podemos llegar a
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soluciones más o menos adecuadas, haciendo posible el intercambio humano y la solución
de problemas de la comunidad”
La educación ha tenido varios rostros. Una de ellas ha sido el rostro humanista que permite
que la actividad docente no tenga el rol de tirano poseedor de la verdad absoluta, sino como
lo señala Guzmán Centeno “(...) el de orientar a otros, para que de manera conjunta
averigüemos la verdad, para que se siga desarrollando una actitud inquisitiva, exploratoria y
comprensiva de la verdad tan compleja y relativa que compartimos en la cotidianeidad
contemporánea”
5
Desde esta óptica, la formación del director facilitaría el desarrollo profesional y la formación
permanente, establece metas claras, asesora, controla la calidad del proceso pedagógico,
promueve la investigación y reconoce el trabajo realizado por su personal.
Es necesario destacar la categoría educación como sustento pedagógico de la formación
permanente de los directores.
Se parte de concebir la educación como “(…) sistema de influencias conscientemente
organizado, dirigido y sistematizado sobre la base de una concepción pedagógica
determinada, cuyo objeti vo más general es la formación multilateral y armónica del educando
(…) ” 6
Este sistema de influencias se materializa en el proceso pedagógico, que presupone un
momento integrador de todas ellas y abarca las diferentes áreas del desarrollo: cognitiva,
afectiva, física y, aunque en algunos momentos esté dirigido con mayor énfasis a un área en
particular, o a un componente específico de esta mayor o menor medida también están
implicadas las áreas restantes. Consideramos además, que ese proceso, aunque tiene lugar
fundamentalmente en el liceo puede encontrarse en otros ambientes de aprendizajes fuera
del liceo o también en alternativas no escolarizadas, que en alguna medida están vinculadas
a esa institución.
El proceso pedagógico está integrado por diversos tipos de actividades, como se ha
expresado anteriormente y todos ellos deben ser al mismo tiempo contextualizados y
formativos.
Así, es inevitable la unidad entre la instrucción y la educación al estar expresada en un único
proceso general y abarcador: El proceso pedagógico, en la unidad dialéctica que existe
entre educación e instrucción, va vinculada en su relación con el desarrollo. La educación y
la instrucción como unidad dialéctica que son, no son idénticas, por tanto no pueden
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sustituirse, de ahí que se plantee que siempre que se educa se instruye y siempre que se
instruye se educa y con ambas se logra el desarrollo personal.
El proceso pedagógico debe estructurarse tomando en consideración las características
individuales de cada integrante y de las necesidades del grupo, lo que él aporta al resto, la
imagen del grupo; ello permitirá que el maestro ejerza su labor formadora, mediadora, sin
olvidar que como individuo y como grupo tienen sus propias opiniones, con las cuales hay
que contar
En el proceso pedagógico, cuando el director trata de influir en la transformación de los
conocimientos en convicciones,
obligatoriamente tiene que estar presente en el mundo
subjetivo de su personal que lo acompaña y también de aquellos que habitualmente no lo
acompañan, pero trabajan o se relacionan con la institución. 7
Razones antes expuestas confirman lo expresado por Poloni Oyarzún al explicar que “…el
director/a es ante todo un docente; su interés profesional es la enseñanza, antes, durante y
después de desempeñar funciones directivas. La dirección pedagógica se caracteriza por
potenciar todas aquellas funciones, actividades y estructuras organizacionales directamente
relacionadas con el mejoramiento del trabajo docente”.
8
Por lo antes expresado, es primordial redimensionar la formación del director hacia el logro
de una educación más humana, participativa, crítica y reflexiva como un problema educativo
que la ciencia debe resolver “...En el contexto de una educación que tiene el reto de formar
ciudadanos críticos y reflexivos que participen activamente en la sociedad” 9.
Este argumento que realiza Carmona Granero coincide con lo que hoy expresa la Ley
Orgánica de Educación (2009): “Desarrollar el potencial creativo de cada ser humano para el
pleno ejercicio de su personalidad y ciudadanía, en una sociedad democrática basada en la
valoración ética y social del trabajo liberador y en la participación activa, consciente,
protagónica, responsable y solidaria, comprometida con los procesos de transformación
social”10
De ahí que se resalte la importancia de la formación para una educación concebida como
acción eminentemente humana, contextualizada, científica, reflexiva, ética y liberadora. Con
una actividad pedagógica cuya realidad social reclama la formación tanto de los docentes
como de los directores hacia el pensamiento crítico, reflexivo en un Nivel de Educación
Media que solicita que los profesores y en especial los directores dejen huellas en el camino
de los jóvenes.
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Conclusiones parciales del capítulo:
La formación permanente en Venezuela, se ha revelado con un mayor énfasis hacia los
maestros del nivel de Educación Primaria y prácticamente, no se hace referencia a la
formación de directores en general, ni de directores de Educación Media en particular.
En las leyes, decretos y resoluciones promulgadas acerca de la formación permanente se
evidencia el predominio de la formación de los maestros, hay poca mención de cómo debe
ser la formación de los directores, especialmente de los directores del Nivel de Educación
Media.
En los últimos años, se declara en los documentos la formación permanente como
determinante y se señala que esta debe estar acorde a los nuevos tiempos que la propia
sociedad venezolana exige. A la formación permanente para los maestros, se le da una
preponderancia alta en el escenario educativo venezolano, de lo cual se puede inferir la
necesidad de lograr la formación permanente de los directores de todos los niveles de
educación, especialmente del Nivel de Educación Media.
CONCLUSIONES
La formación permanente para los directores debe ser centrada en el ser humano, que
visualice la educación como una preocupación social compartida, dirigida a la promoción de
la formación de docentes investigadores y propiciadora de una formación integral que
permita al director ejercer su labor como un compromiso con su comunidad y la
transformación de la misma.
La Formación Permanente para los directores de Educación Media se concibe como el
proceso pedagógico sistemático, sistémico y colaborativo que, tenie ndo en cuenta las
particularidades socioculturales del contexto y en concordancia con las políticas educativas,
contribuye a la preparación ideopolítica, pedagógica e investigativa de los directores del Nivel
de Educación Media.
Tiene sus principales fundamentos teóricos en la dialéctica materialista como concepción del
desarrollo del hombre, en el enfoque histórico cultural y en las particularidades del proceso
pedagógico a partir de las relaciones que él se dan.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Pedagogía Profesional
1
Volumen 10, no. 2, abril -junio, 2012
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2
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Venezuela. Artículo 39. pág. 42
3
PUPO PUPO, R. (1990): La actividad como categoría filosófica. Pág. 14
4
Ibídem Pág. 87.
5
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7
BÁXTER PÉREZ, E. y autores: Parte III. (2002): La educación de las nuevas generaciones.
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programa de filosofía para niños” Revista EPISTEME. Volumen 27. Nº 1, Caracas,
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La Habana.
POLONI ARYAZUN, R. A. Escuelas eficaces y liderazgo. s/p. Material digital.
Recibido: 20 de enero de 2012
Aceptado: 23 de marzo de 2012
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