Lecturas 12.09.14

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¿Existen ordenadores refrigerados
con agua?
Hoy en día, la refrigeración de los ordenadores consume incluso más energía que el propio
hardware. Los sistemas de enfriamiento convencionales se basan en ventiladores situados
sobre disipadores (productos de alta conductividad térmica) que expulsan el calor recibido
al exterior. Estos son por lo general costosos, ineficaces y contaminantes, por lo que los
investigadores están desarrollando métodos alternativos entre los que destaca el flujo de
agua hasta el corazón de los equipos.
El Centro de Supercomputación de Leibniz (LRZ), en
colaboración con IBM, ha desarrollado el primer
superordenador comercial refrigerado a través de
canales de agua similares al sistema circulatorio
humano. Esta tecnología comenzó a desarrollarse en la
década de los 60, pero es la primera vez que se implanta
en arquitecturas complejas. Se encuentra presente en el
mayor ordenador europeo, el "SuperMUC” y permite
mantener una temperatura inferior a 45º C y gastar un 40 por ciento menos.
El prototipo rescatado por IBM es una firme alternativa a los sistemas de refrigeración por
aire y el desmedido gasto en electricidad que implica el uso de ventiladores y salas de baja
temperatura. Su sistema de refrigeración por agua caliente se basa en un circuito cerrado
que hace circular el agua a 45 grados Celsius enfriando los procesadores y módulos de
memoria. IBM ha retomado esta tecnología debido a sus ventajas frente a otros sistemas,
ya que el agua absorbe 4.000 veces mejor el calor que el aire.
Los investigadores auguran que este sistema de refrigeración permitirá fabricar
superordenadores más potentes y reducir su tamaño hasta el de un ordenador de
sobremesa, y que su desarrollo proporcionará información muy valiosa en relación al flujo
sanguíneo humano.
Datos sobre la Antártida
Gracias a las observaciones realizadas durante más de tres años por el satélite CryoSat
de la ESA los científicos han podido comprobar que la Antártida pierde cada vez más agua
helada. Según los datos, el continente helado estaría perdiendo más de 150
kilómetros cúbicos de hielo cada 365 días, mucho más de lo estimado en la última
medición.
El nivel del mar depende directamente
de la cantidad de hielo acumulado en
los polos. El derretimiento y la pérdida
de masa helada incide directamente en
el nivel del mar y la pérdida de terreno
emergido. Recientemente un equipo
internacional de científicos había
determinado que la pérdida de hielo en
la zona occidental de la Antártida había
provocado el aumento del nivel del
mar de 0,28 mm cada año entre 2005 y
2010. Sin embargo, esta nueva medición
realizada por Cryosat sugiere que la
contribución del deshielo de esta zona
concreta al aumento del nivel del mar
sea un 15 por ciento mayor de lo que se creía.
Como ha explicado el doctor Malcom McMillan, de la Universidad de Leeds, Reino Unido,
"hemos visto que el adelgazamiento del hielo sigue siendo más pronunciado en las
corrientes de hielo de flujo rápido de este sector [los glaciares que desembocan en el Mar
de Amundsen] y de sus afluentes, con tasas de adelgazamiento de entre 4-8 metros por
año, cerca de las líneas de contacto a tierra de la Isla Pine, Thwaites y Smith Glaciares.
CryoSat se lanzó en 2010 y permite estudiar algunos parámetros imposibles hasta el
momentos. Gracias a su innovador diseño y su órbita casi polar permite examinar regiones
costeras y de alta latitud de la Antártida, zonas cruciales para determinar el
desequilibrio de la superficie helada.
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