MEMORIA CELULAR - MARTA POVO AUDENIS

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Marta Povo
ARTÍCULOS LITERARIOS
MEMORIA CELULAR: EL REGISTRO HUMANO
En el banco de memoria de nuestro campo sutil y de nuestras células, está
registrado el programa completo de la existencia de cada uno, como ser
multidimensional. La llamada memoria celular es un archivo completo de nuestras
experiencias vividas y toda la información registrada.
En cada célula se encuentra la información de la impronta genética (física y
etérica), la información congénita o heredada, y los datos adquiridos en cada día de
nuestra vida. Pero también todo ser humano tiene una memoria emocional, y una
memoria o registro intelectual.
La información 'consciente', lo que sabemos de nosotros, es tan solo la parte
visible de un gran iceberg. La información 'no consciente' es la parte invisible,
sumergida y mucho mayor, y es donde están precisamente los patrones no
conscientes de nuestra conducta involutiva o improductiva. De toda esta
información no consciente, se derivan los patrones conductuales automáticos que
nos imposibilitan ser/estar en plenitud, y nos impiden conducir nuestra vida
libremente.
De todos esos códigos o registros se pueden distinguir distintas clases. La
propiamente dicha memoria celular o reptiliana, es decir, las fijaciones del cuerpo y
en cualquier parte del organismo humano; la memoria emocional o límbica; y la
memoria mental o intelectual.
La memoria celular es como un 'cronista' de las experiencias que llegan a
nuestro cuerpo; este registro tan solo retiene los hechos detalladamente. El cuerpo
ni opina ni interpreta. Tan solo es una crónica, una grabación fiel, fría y objetiva de
nuestro organismo, de lo que ocurrió exactamente en alguna etapa de nuestra vida
(incluso de otras existencias, pues este registro se hereda mediante el ADN
etérico). La memoria celular es una 'materialización' de toda vivencia o experiencia
evolutiva. Se puede hablar también del 'cuerpo de dolor' pues, estas memorias,
mientras no se transformen e integren, generan sufrimiento en la materia, a modo
de mecanismo de 'aviso' sobre algo inconcluso o pendiente en otro plano.
La memoria emocional es otro tipo de registro, que sí interpreta los hechos, les
pone dramatismo, es un recuerdo subjetivo y personal. El mismo hecho puede ser
registrado con distintas versiones e interpretaciones según la madurez del campo
1 emocional de cada individuo. También la memoria emocional está registrada en el
campo sutil del ser humano, y está en relación a los deseos, a las sensaciones y a
los sentimientos reales o imaginarios.
La memoria intelectual, llamada también subconsciente, es el gran almacén de
todos los procesos inconclusos en nuestra historia, de todas las asignaturas
pendientes, de todas las vivencias no completadas. Son códigos del alma humana
individual, que son enviados periódicamente (mediante sueños, recuerdos, etc.) a
la memoria celular y a la memoria emocional, con el fin de ver si ya pueden ser
procesadas, terminadas, completadas. Una vez la persona acepta la existencia de
este registro, cuando lo ve, lo 'entiende', lo procesa y lo integra, solo entonces
puede llevar esta memoria existencial a la Consciencia, y se transforma en un
elemento luminoso, perfectivo, de madurez espiritual y de sabiduría.
Este sabio mecanismo de todo individuo es una estrategia de su ecosistema
espiritual, inserto en el Campo Unificado o gran ecosistema de la Existencia, para
completar las experiencias inconclusas (de traumas, toxicidad emocional,
creencias, etc.) para economizar y regular así el consumo de energía y todo el
desequilibrio que de ellas se deriva. Todo está ocurriendo al mismo tiempo. La
experiencia humana es multidimencional, y cada experiencia o registro de la
memoria celular individual, contiene también la información completa de la solución
y del equilibrio armónico del universo.
En la Geocromoterapia existen varios arquetipos que nos permiten ver y
escuchar los registros almacenados que nos dificultan la evolución, en especial el
Círculo Morado, entre otros. Son filtros energéticos que remueven la memoria
celular, la memoria emocional y la memoria intelectual, con el fin de definir y ubicar
sus distintos códigos y registros. Cuando al fin se mueven estas grabaciones
incrustadas, pueden aflorar las visiones de las experiencias inconclusas, los
asuntos pendientes entre padres e hijos, entre ancestros, parientes y parejas;
incluso a veces pueden aflorar tímidamente dolores o tensiones en determinados
lugares del cuerpo físico, etérico o emocional, justo para poder ver, comprender y
transformar.
Una vez visto y definido el patrón conductual que ha marcado una relación
humana, y que quedó sin concluir y completar, puede trabajarse, enfrentar el dolor
almacenado, integrarlo, transformar la experiencia relacional (aunque sea
individualmente, es decir, sin la participación del otro ser relacionado). A veces, los
arquetipos geométricos nos dan claridad sobre el asunto registrado, o nos
muestran la inutilidad de seguir sufriendo.
Muy a menudo pueden mostrarnos también la pauta conductual a seguir, sin
tener que experimentar los acontecimientos creando más memorias de dolor. Es
decir, nos permiten cortar la pauta conductual, los hábitos. Incluso algunos
arquetipos pueden llegar mostrar las semillas positivas y evolutivas procedentes de
aquellas memorias de dolor (físico, emocional o mental) registradas en el pasado,
reconociendo la enseñanza que encerraban, la no necesidad de repetir la
2 experiencia tropezando con la misma piedra, y liberando desde esta visión el patrón
reactivo o pauta conductual.
En el Sistema Geocrom, el valor sanador y evolutivo de la geometría y el
cromatismo nos ayuda en confiar en el proceso natural de la vida y va
construyendo un puente o diálogo muy peculiar entre los distintos cuerpos, la
energía, las memorias y los registros del universo.
© Marta Povo
artículo divulgativo, julio 2007
www.martapovo.es
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